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República Bolivariana de Venezuela

La Universidad del Zulia


Núcleo Costa Oriental del Lago
Programa de Ciencias Económicas y Sociales
Carrera de Relaciones Industriales
Unidad Curricular: Negociación y Contratación Colectiva
Profesora: Carolina Blanco

UNIDAD I
LA HUELGA COMO CONFLICTO EN
VENEZUELA

Realizado por:
Clavero, Johnattan
C.I. 23.881.346
Sección: 001
Cabimas, mayo de 2019
Para el siguiente trabajo se consultaron varias páginas de internet y el texto cuyo
título es “el derecho a la huelga” del autor Pérez del Castillo.

El autor Ermida Uriarte entiende que la huelga es tanto el “paro colectivo en el


trabajo de personas empleadas en el mismo oficio, impuesto por ellas mismas, para
lograr algún fin social, económico o subversivo, como el espacio de tiempo en que
uno está sin trabajar, o aun recreación, diversión”. El autor indica que la huelga no
debe ser entendida en base a la expresión castellana, que deriva de “holgar”, que
significa descansar, tomar aliento, no trabajar, etc, no habiendo una relación con el
sentido laboral de la palabra.

El diccionario de la Real Academia define a la palabra “huelga” como la “interrupción


colectiva de la actividad laboral por parte de los trabajadores con el fin de reivindicar
ciertas condiciones o manifestar una protesta”.

La huelga puede ser entendida como una medida colectiva de conflicto que es
utilizada por los trabajadores en conjunto para poder reivindicar y defender sus
intereses profesionales ante el Empleador. Tradicionalmente, la huelga ha sido
comprendida como la cesación del trabajo, acordada por un grupo de trabajadores,
teniendo como principal objetivo la tutela de sus intereses profesionales.

Es de esta definición que, según Pérez del Castillo, se desglosan cuatro elementos
que se incluyen en la mayor parte de las definiciones de la huelga. Estos son:
abstención transitoria de prestar los servicios habituales, por una actitud convenida
y colectiva de un conjunto de trabajadores para la promoción de un interés
profesional.

La mayoría de los autores coinciden, en que la huelga se trata de una abstención


de prestar servicios habituales. El factor sustancial de la huelga radica en el trabajo
debido que se detiene. El tiempo que dura la interrupción del trabajo no es relevante,
debido a que puede tratarse de una cesación breve o tener un plazo fijado. Sin
embargo, Pérez del Castillo, afirma que para poder ejercer este derecho de huelga
“se requiere sí que suponga una detención transitoria, es decir que no exista en los
huelguistas ningún ánimo de extinguir los contratos o más precisamente, de
prescindir del trabajo en ese establecimiento con carácter definitivo.

Es importante destacar, como segundo elemento, que la huelga es una actitud


concertada, es decir, que, para poder ejercer el derecho a huelga, la cesación de
trabajo debe ser acordada, por lo general, entre un grupo de trabajadores. No puede
consistir en una conducta individual que pretenda abandonar transitoriamente sus
labores, para reivindicar sus propios intereses, sino que debe de tratarse de un
gesto colectivo.

El tercer elemento de la huelga, unánimemente admitido por la doctrina, es su


carácter colectivo. El derecho de huelga deberá ser, siempre y necesariamente,
ejercido por un grupo de trabajadores, que deberán tener cierta significación y
adhesión a la causa de tutelar por sus derechos ante el empleador.

Como afirma el Dr. Plá Rodriguez, el derecho de huelga “es un fenómeno colectivo
porque supone la interrupción concertada de la prestación de trabajo que realiza un
grupo de trabajadores. Pero al mismo tiempo debemos precisar que quien es titular
del derecho de huelga es cada trabajador. Es cada trabajador el que decide
interrumpir su prestación laboral. De esto, se puede decir que, si bien, para que se
constituya el estado de huelga, es necesario que exista un grupo de trabajadores
reivindican tés, el titular del ejercicio del derecho de huelga no deja de ser el
huelguista individual.

Peréz del Castillo, entiende que el derecho a la huelga se trata de un derecho


subjetivo que para su ejercicio es necesario una manifestación colectiva. No cabe
duda, que el derecho de huelga atiende intereses subjetivos, es decir, de grupos de
trabajadores que se constituyen en agrupaciones gremiales (sindicatos); he aquí,
donde se ve con claridad la gran distinción que existe en el Derecho del Trabajo,
entre Derecho Individual, Derecho Colectivo y la seguridad social.

Como consecuencia del ejercicio del derecho de huelga, del cual siempre se sale a
través de una negociación (que puede ser buena o mala que se documenta en un
contrato colectivo, que se denomina convenio colectivo5. La peculiaridad de este
instrumento jurídico es que, siendo un instituto jurídico colectivo, irradia sus efectos
a un trabajador concreto.

El cuarto elemento necesario para el ejercicio del Derecho de Huelga, admitida por
la mayoría de las definiciones, es la existencia de un interés profesional sobre el
cual versa la reivindicación. Uno de los principales objetivos de este derecho,
consiste en permitirle al trabajador manifestarse ante el empleador, reclamando por
sus derechos laborales. Es necesario, para que la huelga sea lícita, que gire en
torno a un interés profesional, no pudiendo quedar circunscripto únicamente a una
finalidad política. El autor nos da a entender que, de esta forma, el Derecho de
Huelga es siempre un medio por el cual se ejerce una presión, al empleador o grupo
de empleadores en su caso, para que acepte los reclamos de los trabajadores.

Historia de la huelga en Venezuela

Para hablar acerca de la historia de la huelga en Venezuela, se consultó al autor


Pedro Rodríguez Rojas en su articulo “Historia de la clase obrera en Venezuela” el
cual hace un breve recuento de la huelga en las distintas etapas laborales de
nuestro país.

En 1911, se produce una huelga en fábrica de cigarrillos en Valencia, en 1914 se


produce la primera huelga en un sector estratégico y con carácter nacional, la de
los telegrafistas, motivada por un decreto de reducción de sueldos de los empleados
públicos. En 1918, la primera huelga industrial en Venezuela tuvo lugar en el
ferrocarril Bolívar.

Es con la expansión de la industria petrolera, a principios del siglo XX, cuando se


produce el verdadero desarrollo de la clase obrera. A pesar de que miles de
campesinos iniciaron un éxodo hacia las regiones petroleras creyendo en las
posibilidades de un nuevo Dorado, lo cierto es que las condiciones de trabajo, el
mal trato de las compañías petroleras extranjeras, la miseria alrededor de las
nuevas ciudades, claramente diferencias: una la que habitaban los gerentes
petroleros que gozaban de todos los servicios, y la otra ciudad, la de los obreros, en
las peores condiciones, hicieron que pronto surgieran las confrontaciones sociales.
En este contexto se produce en 1925 la primera huelga de trabajadores petroleros
y se organiza la Asociación Nacional de Empleados en el Estado Zulia.

Con la muerte de Gómez, en 1935, influidos por el Partido Comunista de Venezuela,


es cuando se constituyen los grandes sindicatos a nivel nacional, no solamente
petroleros si no de las primeras industrias en el área manufacturera. El 27 de febrero
de 1936 se organizó en Cabimas el primer Sindicato de Obreros y Empleados
Petroleros. Luego, en Maracaibo se organizó la Unión de Trabajadores del Zulia
integrada por 18 sindicatos. El I Congreso de Trabajadores de Venezuela se
comenzó a organizar a mediados de 1936 y sus promotores fundamentalmente
fueron la Confederación Sindical Obrera de Venezuela y la Asociación Nacional de
Empleados. El 31 de diciembre, se aprobó la creación de la Confederación
Venezolana del Trabajo.

De estos movimientos marcó pauta la huelga petrolera de diciembre de 1936, que


se desarrolló en protesta contra las condiciones de trabajo impuestas por las
compañías trasnacionales instaladas en el país y que duró más de 30 días, apoyada
por varios sectores de la población. Durante esos años (1936-1937) se produjeron
15 conflictos huelguistas en defensa de las libertades individuales y la contratación
colectiva.

El último gran enfrentamiento entre las organizaciones sindicales y el gobierno


militar fue la huelga petrolera de 1950. Sin embargo, jugó un papel importante en
su derrota, a partir de las movilizaciones del 1 de mayo 1957 y con la huelga general.

Fue a partir de 1971, con la huelga de Sidor, cuando se reinicia un proceso de


movilización sindical. Luego vendría la huelga de la Bananera y la huelga nacional
textil de 1977. Todo esto en el contexto del boom petrolero, a partir de 1974,
profundizándose la Venezuela rentista y populista, que permitió aumentar el control
y apaciguar las luchas sindicales y populares, así como lograr una relativa
pacificación política.

Luego llegamos al histórico 1989, cuando el Pueblo Llano, sin dirección, en forma
espontánea toma las calles en protesta, en la movilización popular más importante
en la historia nacional, desbordando la capacidades de los partidos y sindicatos
progresistas, pero también del gobierno, que solo bajo el uso de la más brutal
violencia pudo detenerlo momentáneamente, pero que marco el cambio político de
la sociedad venezolana, que se profundizaría con las insurrecciones militares de
1992, la salida de Carlos Andrés Pérez del poder, y lo más importante la victoria
popular en las elecciones del 1998, que llevaron a Hugo Rafael Chávez a la
presidencia.

La ultima experiencia venezolana refiere al año 2002-2003 bajo la presidencia de


Hugo Chávez, el gobierno comenzó a tomar un conjunto de decisiones en el marco
de la primera Ley Habilitante del presidente Chávez, decisiones que afectaban
directamente la estructura y conducción de Pdvsa, el propio Banco Central de
Venezuela, la promulgación de un conjunto de leyes muy polémicas como la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario que inició la política de expropiaciones, se inicia
concretamente el 2 de diciembre del 2002, originalmente un paro o huelga general
de 24 horas que día a día se extendió hasta febrero del 2003, para muchos dicha
huelga fue llamada como el paro petrolero por el papel que tuvo Pdvsa.

La huelga en la Venezuela actual

La Venezuela contemporánea está mostrando un claro rechazo al gobierno con


largos periodos de protesta y un centenar de muertos que son la expresión del
rotundo cuestionamiento de buena parte de la población hacia la manera de
conducir al país. La intención de implantar un modelo que no está sometido a regla
o norma, ineficiente y empobrecedor en la manera de conducir la economía, la
industria, la salud y demás áreas, va aunado al auge de corrupción, pobreza y
miseria, el deterioro de la calidad de vida del venezolano, la escasez de medicinas
y alimentos, la carencia y deterioro de los servicios públicos, incluyendo luz, agua,
gas, seguridad. Además, a la violación constante de la Constitución expresada en
el menoscabo de derechos fundamentales y garantías constitucionales, represión,
detenciones arbitrarias, no celebración del Referéndum Constitucional y Elecciones
Regionales, a ello se le suma la Convocatoria a una Asamblea Nacional
Constituyente cuyas bases son ilegales e inconstitucionales produciendo un rotundo
rechazo de buena parte de los gobiernos del mundo. Vemos especialmente a
instituciones y organismos como el Vaticano, la ONU, OEA, Mercosur, Unión
Europea, y de manera especial de buena parte de la población venezolana, millones
de venezolanos en la consulta popular han expresado su rechazo tácito a la
Asamblea Nacional Constituyente. Dicha consulta refrendó la exhortación a las
Fuerzas Armadas, autoridades y ciudadanos a la observancia y vigencia de la
Constitución Bolivariana de Venezuela de 1999 y a la realización de elecciones y
conformación de un gobierno de unidad nacional como salida a la grave crisis
nacional de Venezuela. La Venezuela actual pareciera enrumbada, de forma
unánime, a la convocatoria a una huelga general en estos días como el último
recurso democrático para frenar al régimen actual.

Tomando en cuenta lo descrito en dicho ensayo, y observando la situación laboral


de Venezuela, podemos decir que la huelga hoy carece de vigor debido a los
dirigentes gremiales y los sindicatos, los cuales han desprestigiado a los
trabajadores por sus intereses. Además, no existen ánimos en el proletariado ya
que la mayoría prefiere emigrar del país y buscar un mejor futuro. Esta a su vez ha
provocado el desabastecimiento del personal en el sector industrial y por así decirlo,
en todas las empresas del país. Hoy solo vemos trabajadores independientes los
cuales por no ser subordinados no tienen derecho a la huelga.

La huelga en Venezuela ya no es una idea que es inspirada por el hecho de


defender el derecho de los trabajadores, más bien, se ha convertido en una
alternativa para hacer frente al régimen político actual.
BIBLIOGRAFÍA

Pérez del Castillo, Santiago; “EL DERECHO DE HUELGA”; pág.21; FCU

Pedro Rodríguez Rojas; “Historia de la clase obrera en Venezuela (II)” :


https://www.aporrea.org/trabajadores/a250348.html

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