Localización de la planta: la localización tiene por objeto analizar los diferentes lugares donde es

posible ubicar el proyecto, con el fin de determinar el lugar donde se obtenga la máxima ganancia,
si es una empresa privada, o el mínimo costo unitario si se trata de un proyecto desde el

punto de vista social.

Existen ciertos factores que determinan la ubicación, los cuales son llamados fuerzas locacionales
y se clasifican en 3 categorías:

a) Por costos de transferencia a la cuenta de fletes: comprende la suma de costos de transporte de

insumos y productos.

b) Disponibilidad y costos relativos a los factores de servicios e insumos.

c) Otros factores.

La macrolocalización consiste en la ubicación de la organización en el país y en el espacio rural y

urbano de alguna región.

La microlocalización es la determinación del punto preciso donde se ubicará la empresa dentro de

la región, y en en ésta se hará la distribución de las instalaciones en el terreno elegido.

Los métodos de localización de planta son: método cualitativo por puntos y método cuantitativo
de Vogel. En estos métodos se le asigna un valor a cada una de las características en cada zona
que se tome en cuenta para la realización del proyecto, quien tenga mayor puntuación será el
lugar elegido donde se instalará el proyecto.

Noticia del territorio

En un buen mes producen 45 mil litros de pintura de todo tipo de industria misionera. Sí es
así, esmaltes acrílicos, sintéticos, para casas y autos íntegramente fabricados en la
provincia. La apuesta es de Pinturerías Misioneras que vio el potencial de usar algo de
materia prima de la región y tuvo la impronta industrial necesaria para crear un negocio
propio sin necesidad de depender de intermediarios, creando además un producto de alto
valor agregado.
Para el titular de la firma, Isidoro Rizzolo, con el valor del peso incentivando la producción
nacional el desafió ahora es doble. Así, junto a su hijo Daniel Rizzolo, quien es ingeniero
químico, están construyendo una planta industrial en Garupá con el ánimo de maximizar
la producción de materia prima de la provincia. En este sentido, utilizando aceite de tung
misionero, ya están fabricando un producto llamado stand oil. Éste se utiliza como
plastificante de las resinas de petróleo. “ Todo lo que sea esmalte de aluminio tiene que
llevar stand oil. También es necesario para obtener un barniz marino de alta resistencia”,
explicó Daniel Rizzolo.
Del tung, los fabricantes de pintura destacan el gran poder secante y defensivo contra la
humedad, características muy apreciadas para la industria naviera. Y aunque ven que es
muy aprovechable y se produce en la provincia, también tiene el obstáculo de ser hoy muy
costoso.
“Actualmente el precio del aceite es muy alto. Por esto se utilizan en su remplazo otros
aceites naturales como el de soja, que igualmente no tiene un buen secado”, agregó el
ingeniero.

Rojo Misiones
"Al fabricar nosotros mismos las pinturas tenemos la ventaja de tener una respuesta
inmediata a los pedidos de los clientes. Es una tranquilidad porque podemos manejar
pedidos desde unos pocos litros a empresas que piden más de mil. Podemos hacer
pinturas exactas a la medida o necesidad del cliente, es lo mejor que tenemos para
ofrecer", valoró Rizzolo.
En su oferta, la empresa cuenta con una diversa línea de marcas propias de pinturas. Entre
las cuales se subdividen por especialidad de aplicación. Así ofrecen una línea para autos
(Plus car), una para diversos usos (Plus acril) y una línea sintética (Full paint) entre otras.
En principio, para fabricar las pinturas es necesario carbonato de calcio (en polvo), que los
fabricantes llaman "carga". Luego se le añaden pigmentos, resinas y demás componentes
que se someten a una rigurosa molienda y mezcla para conseguir el mejor poder cubritivo.
En el caso de las cargas, la fábrica se abastece de productores situados en la provincia de
Córdoba y en las resinas se adquieren en San Luis. Pero en el futuro, con su planta
productora de materia prima, esperan procesar la producción de resina de pino de la
provincia.
En tanto otro componente que define la calidad de las pinturas es el dióxido de titanio, que
define los colores y la cobertura de los esmaltes. Este es un material que no se produce en
el país por lo que su costo es elevado en dólares.

Verde esperanza
El mayor potencial para la planta procesadora de materias primas lo ven en el trabajo con
la resina de pino. En la fábrica, ésta irá pasando por distintas calderas y filtros para
conseguir “Colofonia”, el jugo resinoso elemental para fabricar esmaltes sintéticos.
"Otro subproducto que puede obtenerse a partir de la resina de pino es la trementina, un
aguarrás vegetal. Este componente tiene múltiples usos en la elaboración de medicinas y
en el sector alimenticio, ya que aporta un atractivo aroma y para la industria química tiene
un alto valor", explicó Daniel Rizzolo, quien está a cargo del desarrollo industrial y de
investigación en la fábrica.
Y en la demanda, los fabricantes indicaron el acompañamiento de la construcción que
realizó compras sostenidas durante el año. Con muchas chances de producción, los
fabricantes ven un futuro prometedor para su industria en la provincia. "Las posibilidades
de seguir creciendo son muy buenas. Nosotros venimos avanzando en nuestra línea de
productos en base a inversión propia y vemos que el país se muestra con una demanda
sostenida y muy sólida", proyectó Isidoro Rizzolo.

Pintando un futuro distinto

Con los conocimientos adquiridos en la carrera de ingeniería química, Daniel Rizzolo sabe
que en Misiones hay mucho potencial para desarrollar. “Una producción se tiene que basar
en los recursos naturales que tiene la provincia, el desafío es encontrar procesos que den
valor agregado a la producción”, razona con una alta dosis de realidad.
Ahora, con la producción de pinturas, la resina de pino tiene un alto potencial de uso. Algo
que durante toda la convertibilidad no pudo pensarse ya que por aquellos años desde Brasil
el litro de resina se ponía en puerto a 15 centavos de pesos o dólares, según recordó
Rizzolo.
Así como las pinturas, muchas otras industrias podrían repensarse e incentivar la
producción de productos que tengan como denominación de origen a la tierra roja
misionera. Una posibilidad que daría mayor certidumbre a los empleos por crear.