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CONTENIDO
1. ANTECEDENTES
2. METODOLOGÍA
6. ELEMENTOS SOCIOECONÓMICOS
BIBLIOGRAFÍA
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ELEMENTOS ECOLÓGICOS, SILVICULTURALES, SOCIALES Y ECONÓMICOS PARA EL
DESARROLLO DE PLANTACIONES DE ENRIQUECIMIENTO EN BOSQUES DE LA
REGION DEL CARARE OPÓN (SANTANDER – COLOMBIA)
1. ANTECEDENTES
Con base en la experiencia recogida durante la ejecución del Proyecto, en general, y del
Enriquecimiento de Bosques Secundarios, en particular, sumada a la experiencia
realizadas en otras regiones del Colombia y del mundo, así como al conocimiento del
autor, se ha elaborado este documento, con el fin de legar para la región y el país una
base técnica, científica, social y económica que permita tener una línea en base para la
implementación a futuro del manejo de bosques secundarios. No se ha pretendido
elaborar un tratado, al contrario se presenta solamente una guía para las entidades, los
campesinos y los técnicos forestales, agroforestales y agropecuarios.
Además de servir para los anteriores propósitos, se presenta este trabajo como el
producto elaborado por el autor para cumplir las obligaciones establecidas en su
contrato de prestación de servicios con la Universidad Distrital “Francisco José de
Caldas”, fijadas para febrero 20/07, como especialista vinculado para el desarrollo de
manejo de bosques con comunidades.
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2. METODOLOGÍA
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En el trabajo aquí presentado se plantea la hipótesis acerca de las condiciones bajo
las cuales pueden justificarse intervenciones tecnológicas y sociales, así como la
naturaleza genérica de tales intervenciones. Dado que sólo recientemente es que se
viene reconociendo la existencia y el potencial de los bosques secundarios, uno de
los principales resultados de este ejercicio preliminar ha sido identificar e intentar
llenar vacíos, al menos parcialmente, en la información y la conceptualización
requeridos para desarrollar una estrategia holística en la intención de conservarlos
bajo producción sostenible, experiencia casi inédita en la zona de desempeño del
Proyecto.
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3. ASPECTOS GENERALES DE LOS BOSQUES SECUNDARIOS
Simultáneamente, los ecólogos muestran ahora que los bosques húmedos tropicales,
anteriormente considerados como altamente frágiles y difíciles de rehabilitar, son
más resilientes de lo que se creía. Una creciente evidencia viene indicando que los
bosques secundarios que se desarrollan después de la intervención humana pueden
ser manejados para proporcionar muchos de los servicios ecológicos y económicos
suministrados originalmente por los bosques primarios (Ewel 1980; Brown y Lugo
1990).
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que, por tanto, la naturaleza de las intervenciones que se requieran y de su
efectividad probablemente también sean altamente variables. Un análisis de la
dinámica de bosques secundarios puede guiar a identificar y definir las
intervenciones en áreas con el mayor potencial de impacto.
3.2 EXTENSIÓN
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constituyen en fuente de frutas, plantas medicinales, materiales de construcción,
forraje para animales y madera de valor, así como para la restauración de la
productividad del sitio y la reducción de poblaciones de pestes (Brown y Lugo 1990;
Dourojeanni 1990; Serrâo 1994). Los bosques secundarios son también de
considerable importancia ecológica, en términos de crecimiento forestal, acumulación
de biomasa, beneficios hidrológicos y de la biodiversidad (National Research Council
1993). Debido a que los bosques secundarios acumulan biomasa rápidamente
durante los primeros 20 a 30 años, también son un reservorio importante de carbón
atmosférico; de esta manera, incrementando la productividad de los bosques
secundarios a través de su manejo de la regeneración o de su enriquecimiento se
puede aumentar su rol potencial para contrarrestar el efecto invernadero.
El Cuadro siguiente resume los principales servicios ecológicos y económicos que los
bosques secundarios potencialmente pueden proporcionar. El amplio rango de usos
implica que el manejo de bosques secundarios puede adecuarse o acomodarse a las
prioridades de los campesinos o beneficiarios de estas iniciativas de manejo forestal
sostenible, bajo la iniciativa de programas como el que genera esta propuesta de
enriquecimiento de bosques secundarios.
Es por todas las anteriores razones que se puede considerar como una ventaja
ambiental forestal y socioeconómica para la conservación de los relictos de bosques
primarios restantes en el Magdalena Medio, fomentando y promoviendo el manejo
sostenible de sus bosques secundarios.
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4. ELEMENTOS ECOLÓGICOS PARA LAS PLANTACIONES DE
ENRIQUECIMIENTO
1) Las condiciones y los recursos del ecosistema forestal, de acuerdo con los
efectos que ejercen sobre las especies vegetales y la forma en que estas los
utilizan.
2) Los gradientes ambientales de la zona y las estrategias biológicas de las especies
empleadas.
3) Los gremios de las especies forestales plantadas y su biología, así como los de
las especies del bosque secundario.
4) La estructura de las poblaciones del ecosistema forestal, prioritariamente de las
especies objeto de la producción.
5) La competencia interespecífica e intraespecífica, densidades de las poblaciones,
crecimientos de las especies.
6) Las estrategias y los hábitos de reproducción de las especies arbóreas.
7) Mutualismos, agentes y sistemas de polinización floral y diseminación de
semillas.
8) Procesos dinámicos y sucesionales de las plantas leñosas y herbáceas, el
potencial cualitativo y cuantitativo de su regeneración natural.
4.1.1 La Temperatura
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Este traslape de temperaturas favorece el desarrollo de los árboles plantados pues se
mantiene un ambiente fresco que garantiza mayor suministro de humedad y causa
menor tasa de evapotranspiración en éstos, en comparación con aquellos plantados
a campo abierto.
Debe ser considerada como uno de los recursos más vitales para el funcionamiento
de la plantación de enriquecimiento y tiene mucho que ver para la toma de
decisiones sobre su silvicultura y manejo.
4.1.3 La Humedad
La región del Carare Opón presenta un régimen de lluvias con patrón bimodal, con
dos periodos de alta precipitación: uno en los meses de Abril a Junio, y el otro de
Septiembre a Noviembre según los registros de la estación de Cimitarra, que
presenta una precipitación anual promedio de 2.404mm. y media mensual de 360.33
mm., donde el registro máximo anual se presentó en 1987 y el mínimo en el año de
1995. 1
Para los Núcleos Forestales Pto. Parra-Opón y Central son representativos los datos
de las estaciones de Carare y de pto. Parra, las cuales reportan respectivamente un
1
Los datos son basados en los registros históricos de 20 años (1983-2002) según registros del IDEAM
7
promedio de 2.816mm../año para una serie histórica de 20 años (registro IDEAM
1983-2002), donde el año de mayor precipitación fue en 1988 y el de menor en
1991; los meses de mayor precipitación son Octubre con 404.66 mm. promedio y el
mes de Mayo con 315.35 mm. en promedio; y de 2.605 mm. y mensual de 217.65
mm.; el año con mayor precipitación registrada es 1.999 que alcanzó un promedio
mensual de 276.68 mm.; donde los meses de mayor precipitación fueron octubre
con 366.38 mm. y Mayo con 281.66mm.. (Gráfica 8).
Sin embargo, es evidente que en la zona del Núcleo Horta – Minero los promedios de
lluvias son superiores, acercándose probablemente a los 3.000 mm./año,
interpretación hecha con el conocimiento de la zona y de la vegetación indicadora allí
presente.
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Las anteriores condiciones señalan la importancia y necesidad de mantener la
cobertura de las interfajas al menos mientras se hace el cierre de copas de la
plantación; e, igualmente, la economía de este sistema dada por el bajo nivel de
utilización de fertilizantes, comparado con plantaciones en potreros o a campo
abierto, ya que el ciclaje de nutrientes del bosque secundario garantiza unas
condiciones mínimas de nutrientes a los árboles.
Estas especies son las más agresivas invasoras de las fajas plantadas, tienden a
decaer hacia el año 5º. en delante de realizado el enriquecimiento; mientras tanto
obligan a realizar, especialmente durante los tres primeros años limpias totales de la
fajas o, por lo menos, plateos a los arbolitos.
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4.2.2 Heliófitas Durables (HD)
Son especies intolerantes a la sombra, de crecimiento rápido y ciclo de vida más bien
largo. De dimensiones mayores y vida más larga que las HE; facultadas para poblar
más sitios que éstas, tanto en sitios abiertos claros extensos como pequeños, pero
no tan rápido como las mismas; se apropian de dichos sitios después que las
efímeras desaparecen, estableciéndose por un período de tiempo mucho más largo.
Su capacidad fotosintética es intermedia, aunque en condiciones de sombra se torna
baja. Su patrón de asignación de recursos le otorga una capacidad de crecimiento
diamétrico de hasta 2 y 3 cm./año. El patrón de reproducción puede ser precoz en
condiciones favorables (sucesión secundaria), empezando a veces a los 5 años de
edad, en tanto que en condiciones desfavorables (sucesión primaria) la reproducción
queda suprimida hasta que el árbol establecezca su copa en el dosel superior.
Sus plántulas son capaces de sobrevivir un año, a veces más, bajo la sombra y
responder favorablemente cuando haya la posibilidad de un claro en el bosque. Su
madera va de medianamente liviana a moderadamente pesada (peso específico
anhídro de 0,30 a 0,45); la combinación de rápido crecimiento y de madera de
aceptables características tecnológicas hace que las HD sean muy interesantes
comercial e industrialmente. Varias de las especies de mayor utilización y valor
económico están en este grupo, tales como: Cedro (Cedrela odorata), Caoba
(Swietenia macrophylla, Peinemono (Apeiba aspera), Ceiba Tolúa, Arenillo (Qualea
spp.), Solera (Cordia gerascanthus), entre otras.
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2º.) Bosque secundario: entendido como aquel que aparece por regeneración
después que el bosque primario es sometido a tala rasa para cambiar el uso del
suelo en pasturas y/o cultivos agrícolas; después de un tiempo es abandonado
y aparece el bosque secundario como parte inicial del largo proceso sucesional
de formación de un nuevo bosque clímax. Los bosques secundarios son los
ecosistemas forestales más abundantes en los predios de campesinos del
Carare Opón, llegando a constituir desde el 20 al 30% en los Núcleos Forestales
Pto. Parra y Central y hasta el 60-70% en el Núcleo Horta-Minero, en promedio
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ambiental su intervención, con bajos niveles de productividad, manejo silvicultural se
dificulta y la adaptación y el comportamiento de los árboles plantados es deficiente.
Lo anterior quiere decir que para aplicar los resultados de este sistema silvicultural es
necesario, primero, hacer seguimiento en parcelas de experimentación, así como de
los mecanismos y problemas que se encuentran en los bosques secundarios locales y
establecer una línea base de referencia que será la guía para cada caso específico,
que es uno de los propósitos de éste producto.
De este modo, los puntos clave a tener en cuenta para iniciar el enriquecimiento de
un bosque secundario y, consecuentemente, desarrollar un sistema silvicultural,
serían los siguientes:
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c. Agrupar las especies según su grado de valor comercial, bien sean nativas o
introducidas (excepto Eucaliptos o Coníferas).
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o. En donde sea posible, ubicar ensayos y proyectos piloto demostrativos de
bosques secundarios solo en sitios en donde existe una fuerte dependencia de los
habitantes locales con respecto a los bosques o en donde hay amplio consumo y
mercadeo de productos forestales como, por ejemplo el Núcleo Horta-Minero;
descartar, en cambio, trabajos amplios en zonas de las características del Núcleo
Pto. Parra-Opón donde hay una fuerte cultura ganadera.
p. Las especies forestales a emplear deben ser consultadas con los campesinos y
concertadas con ellos, de acuerdo con sus perspectivas, experiencias e intereses.
Este diseño se mantendrá durante los primeros 3 años hasta que los árboles
adquieran el crecimiento y desarrollo de un fustal tipo 1A o por lo menos de
establecido; o bien hasta que las palmas alcancen su etapa fructífera.
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5.3.1 Producción a partir de la Regeneración Natural
1º) Obviamente, solo permite la plantación de especies nativas del Carare Opón.
2º) Es necesario poner en marcha un Plan para ubicar a nivel de vereda o de Núcleo
Forestal árboles portagranos de las especies valiosas (Guayacán, Caoba,
Guayacán Hobo, Cedro carmín, Abarco, Puntecandado, Trébol, Ámbar, entre
otros) y conservarlos como centros de dispersión.
3º) Los campesinos de la región ya emplean, empíricamente pero con buenos
resultados, esta técnica; por lo tanto es necesario rescatar y documentar ese
conocimiento tradicional.
4º) Este sistema es mucho más económico y operativo que la plantación con árboles
producidos en vivero; la relación del costo árbol de regeneración vs. Árbol de
vivero es por lo menos de 1:2.
5º) Una limitante en este sistema es que la cantidad disponible de árboles en el
bosque puede ser insuficiente para un programa de cierto tamaño grande o
mediano.
6º) Solamente se puede programar plantaciones en las épocas en que el ritmo
fenológico de las especies muestra su reproducción; por lo tanto, y además, se
debe complementar un proyecto o programa de enriquecimiento con un estudio
del calendario fenológico de las especies de interés.
7º) Se requiere una adecuada sincronización entre la recolección de los árboles y el
alistamiento del terreno por parte de los productores.
8º) No todos los árboles de regeneración natural sirven para llevar a plantación; es
necesario hacer una estricta selección de brinzales y latizales con base en un
protocolo de buena calidad fisiológica, morfológica y fitosanitaria.
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Los viveros en fincas de participantes presentan las siguientes ventajas y
desventajas:
VENTAJAS
DESVENTAJAS
La experiencia indica que tampoco es conveniente entregar los árboles listos para
plantar a los campesinos, sino que es mejor hacer la producción de chapolas
(plántulas lista para ser embolsadas) y ahí si se entrega a los mismos, previa
concertación entre el técnico, el campesino que los recibirá y el contratista. Así, l as
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plántulas son repartidas a los participantes para que las transplanten previo el
llenado del número de bolsas de cada caso, bajo la supervisión de los técnicos del
Proyecto. De allí en adelante el participante cuidará sus plantones en su predio hasta
llevarlos a sitio definitivo en campo; mientras tanto contará con la supervisión y la
asistencia técnica correspondiente.
Las interfajas son sometidas a raleo para eliminar, mediante tala y aserrado previo a
la plantación o mediante anillado, los árboles lobo o los árboles de gran dimensión
que puedan dar sombra a los árboles plantados o dañarlos mecánicamente son sus
ramas que bote.
El material vegetal que salga de la hechura de fajas debe ser picado dentro de el
terreno, para que no cause ningún problema a la hora de la siembra y además se
estará agregando materia orgánica al terreno. Estas dos actividades se deben
realizar como mínimo dos semanas antes de la siembra definitiva..
5.4.2 Trazado
Es necesario que las fajas queden ubicadas en dirección este-oeste para posibilitar
las entradas de luz la mayor cantidad de horas. Se debe tener en cuenta que los
árboles entre cada faja queden a una misma distancia, se emplea de cuatro (4) a
siete (7) o diez (10) metros entre ellos. Es imprescindible colocar una estaca de
madera al pie de cada sitio de plantación marcado en el trazado.
5.4.3 Ahoyado
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siempre se garantice el crecimiento radicular vertical rompiendo posibles
impedimentos como horizontes de placer (comunes en los suelos ferralíticos del
Carare Opón), raíces viejas etc.
Los campesinos de esta zona no suelen dar mucha importancia a las especificaciones
del hoyo y, a veces, siembran haciendo un somero hoyo con machete o estaca y
entierran la raíz. Es necesario supervisar la realización de esta labor con ellos.
Sol Sol
5 M.
7
metro
s
Sol Sol
6 M.
7
metro
s
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época lluviosa la mortalidad, y por lo tanto el replante, es hasta del 30%. Si se
planta al inicio de la época lluviosa disminuye al 15-20%.
Se debe mantener siempre la estaca usada para señalar los sitos de siembra en el
trazado; esto permite identificar rápido cada planta en los trabajos de limpias y
fertilización, con lo cual se minimizan pérdidas y se facilita el mantenimiento de
la plantación de enriquecimiento.
Las limpias en los tres primeros años, considerados como críticos para la plantación,
se realizan del siguiente modo para las condiciones ambientales del Carare Opón:
5.5.2 Fertilizaciones
En los suelos de vega aplicar 100 gramos/árbol de cal agrícola a los 2 meses de la
siembra; en los ultisoles de terrazas aplicar 200 gramos de la misma; siempre y
cuando haya lluvias o si no posponer el encalamiento. Se puede aplicar,
adicionalmente, gallinaza u otro abono orgánico, simultáneamente con el
encalamiento. Abonos foliares sólo a los 30 días de este.
Como ya se explicó, el sistema de plantaciones de enriquecimiento demanda baja
inversión en estos insumos ya que funciona con el ciclaje de nutrientes del
ecosistema forestal.
Las distancias cortas permiten formar buenos fustes, de más de 10 m. efectivos pero
el crecimiento en diámetro es lento, aunque es ideal para especies con mala poda
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natural como el Abarco y el Flor morado ( Tabebuia rosea). Para las plantaciones
regionales, teniendo en cuenta calidad de suelos, factores del clima y las especies
fomentadas por el proyecto, la distancia de equilibrio es de 5 a 6 m. entre árboles de
cada línea.
Los principales daños experimentados en los trabajos del Carare Opón se refieren a
daños causados por insectos y roedores; entre los primeros él 80% de los daños los
causa la Hormiga Arriera (Atta spp.), muy abundante en los bosques naturales; se ha
controlado con relativo éxito aplicando Attakill en los hormigueros; sin embargo en
época de lluvias el efecto es bajo. En la amazonia peruana y colombiana los nativos
manejan este problema sembrando ají entre las líneas de plantación o, también,
asperjando con una solución de agua y extracto de ají ( Capsicina).
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5.6 RENDIMIENTOS Y TURNO ESPERADOS
Se hace el ejercicio con las especies que los campesinos participantes del Proyecto
están plantando.
En todos los casos los productos a obtener serán de madera aserrada (ej. bloques, y
vigas). Los campesinos, mediante consulta con ellos y según su decisión, han
decidido que el momento de cosecha de los árboles será cuando éstos les produzcan
cuatro (4) rastras comerciales (cada rastra equivale a 6 piezas de 10 x 10 cm. de
sección y 3 metros de largo). Esta práctica es la que se emplea por lo general en la
región cuando aprovechan los árboles plantados en sus fincas. Los raleos, en el caso
de que se trate de maderas duras, producirán varas y vigas con valor comercial.
Para las condiciones del Carare Opón se puede establecer dos escenarios de
proyección de rendimientos y turno para las especies empleadas en enriquecimiento,
con un marco aceptablemente optimista de manejo de las plantaciones:
A: Suelos de vega o terraza baja (mejor calidad);
B: Ultisoles (mala calidad).
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Aprovechar las plantaciones bajo el esquema de un Plan de Establecimiento y
Manejo Forestal.
Cosechar las maderas empleando Prácticas de Aprovechamiento Mejorado, tales
como la Tala Dirigida y el Aserrado con Marco Portasierra Tipo Bayoneta.
Desarrollar mercados competitivos para los productos así generados.
En el futuro, y proyectando que el aserrío de las Asociaciones ya se halle en pleno
funcionamiento, realizar en él la transformación secundaria de las maderas
provenientes de las plantaciones de enriquecimiento.
Por otra parte, las maderas de especies finas como la Caoba y el Cedro pueden ser
cosechadas en dimensiones menores a 3 m. de largo, lo cual hace más eficiente el
aprovechamiento del árbol, hasta en un 30%; sobre todo empleando los residuos de
madera en tallas y artículos de artesanía.
La información de este ítem es aún genérica y debe ser tomada con el carácter de
preliminar. Se espera que a finales del tercer trimestre del 2007 se haya reunido los
insumos suficientes para suministrar datos más concluyentes, una vez que se
termine de hacer el establecimiento de las 200 hectáreas de plantaciones previstas,
al igual que se les haya realizado las primeras prácticas de manejo como limpias,
plateos, fertilizaciones y demás previstas.
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6. ELEMENTOS SOCIOECONÓMICOS
Se hace un esbozo de algunos elementos que pueden mejorar la gestión sobre las
plantaciones de enriquecimiento con base en las experiencias acumuladas en el
proyecto regional. Estos se fundamentan más en conclusiones y recomendaciones
obtenidas de dicho proceso, en torno a aspectos económicos y socioculturales
propios del Carare Opón y su análisis bajo la perspectiva de los mercados y la
industria forestal, de la economía campesina y no de la economía de acumulación y
de las características y la cosmovisión de los campesinos con los cuales trabajan el
Laboratorio de Paz del Magdalena Medio y la Universidad Distrital.
a) Plántulas (embolsadas)
285 plántulas finales + 57 de resiembra = 342
Costo por plántula: $ 600
Costo total plántulas: $ 205.200
Transporte plántulas: $ 15.000 (un jornal) (sin incluir prestaciones sociales)
COSTO TOTAL PLÁNTULAS: $ 220.200
a) Limpias Totales
5 jornales/limpia x $ 15.000 = $ 150.000
3 limpias totales x $ 150.000 = $ 450.000
Herramientas = $ 60.000
COSTO TOTAL LIMPIAS TOTALES: $ 660.000
b) Plateos
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2 jornales/plateo x $ 15.000 = $ 30.000
7 plateos x $ 30.000 = $ 210.000
Herramientas = $ 50.000
COSTO TOTAL LIMPIAS TOTALES: $ 260.000
Para efecto del cálculo de ingresos se ha establecido que son aprovechados al final
del turno 180 de los 285 árboles inicialmente plantados. Cada uno con la
producción de 4 rastras por árbol. Los precios de la madera son los vigentes en el
mercado regional, puestos en playa, a enero/2007.
6.2.1 Cedro
6.2.2 Caoba
6.2.3 Puntecandado
También, sus productos tienen muy buena recepción en los mercados verdes por
tratarse de actividades de producción limpia y de conservación de la biodiversidad.
Para superar esta situación se incluye en este trabajo un marco conceptual de los
flujos de acción cultural, socioeconómica y legal que se traslapan en la dinámica de
admisnitración de los bosques secundarios. Su entendimiento y comprensión
permitirá avanzar positivamente en tal sentido.
En esta etapa todo indica que el área de bosques secundarios está aumentando en
fincas de pequeña escala. En comparación, las áreas de cultivo tienden a ser
relativamente pequeñas. Por tanto, la formación de bosques secundarios
aparentemente es consistente con los objetivos de los agricultores (esto es,
privadamente rentable). También socialmente deseable, ya que estos bosques
secundarios están contribuyendo a la protección ambiental y en particular están
recuperando la calidad del suelo. Mientras que los bosques secundarios también
pueden usarse para generar ingreso, la no adopción de tecnologías para hacerlo
parece estar relacionada más a la disponibilidad de bosque primario, antes que a las
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distorsiones de política. La no adopción de tecnologías para acortar el periodo de
barbecho (y reducir así la presión sobre el bosque primario), también parece estar
relacionada principalmente con la abundancia de tierra, antes que con distorsiones
de política.
Para los grandes ganaderos de la zona baja los bosques secundarios tienden a
ocupar áreas marginales a su actividad y, por tanto, son privadamente rentables. Si
bien es socialmente rentable desde el punto de vista ambiental, es socialmente
indeseable desde el punto de vista de eficiencia, dado que esta forma de uso de la
tierra está principalmente motivada por distorsiones de política que fomentan la
especulación de tierras. La remoción de algunos de los incentivos para la
especulación de tierras, tales como la inestabilidad macroeconómica y el crédito
subsidiado deberían contribuir a minimizar esta situación; pero se siguen dando otros
incentivos, tales como la construcción de carreteras de penetración, como las de
Cimitarra – La Aurora y Cimitarra – La Pedregosa – Río Horta. Pero sería difícil
predecir qué pasaría si estas distorsiones son removidas. Sería positivo que se
sustrajeran a la expansión de la frontera agropecuaria y que muchas persistieran
como bosque secundario o en actividades de subsistencia. De esta manera, las
intervenciones tampoco serían necesarias en esta etapa para los grandes ganaderos.
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comercial de productos forestales y los sistemas agroforestales multiestrato que
tienen el potencial de aumentar sustancialmente los ingresos y por consiguiente
inducir al cambio en el uso de la tierra parecen en cambio tener una baja
probabilidad de adopción, excepto en áreas muy limitadas. De ahí que las políticas
que aumentan la rentabilidad al mantener bosques, así como las políticas
relacionadas con el mercadeo parecen particularmente indicadas en esta etapa.
Mecanismos que permitan a los productores capturar los beneficios ambientales de
mantener bosques secundarios también serían indicados, así como reformas en el
marco legislativo y el apoyo a la investigación.
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anexos
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