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MEMORIAL DE CONTESTACION DE LA DEMANDA DE PARTE DE DIGEC S.R.L.

EN AUTOS CARATULADOS
“QUINTEROS MAXIMILIANO EZEQUIEL C/ DIGEC S.R.L. Y OTRO – ORDINARIO - DESPIDO” (Expte. Nº

7608990)

Sr. Juez de Conciliación:

GUILLERMO EDUARDO CORDI, en su calidad de Gerente y representante legal

de DIGEC S.R.L., con patrocinio letrado, y constituyendo domicilio en calle Pje. San Lorenzo Nº 225 de esta

ciudad de Deán Funes, en oportunidad de la audiencia del Art. 49 de la Ley 7987, ante V.S. respetuosamente
me presento y como mejor proceda digo:

I. OBJETO.

Que vengo en tiempo y forma oportunos a contestar la demanda de autos,


solicitando desde ya que en mérito a lo que más abajo se dirá, se rechacen las pretensiones del actor en todas

sus partes, con costas.

II. NEGATIVAS.

En primer término niego todos y cada uno de los hechos y el derecho alegados

por la parte actora en su libelo introductivo, debiéndose tener solamente por ciertos aquellos que sean objeto

de un expreso y especial reconocimiento de mi parte en este responde y fijo la posición de mí representada

en los siguientes términos:

Niego expresamente que el actor ingresara a trabajar a mis órdenes con fecha

15/01/2007, como así también que lo hiciera en tareas de venta y atención al público, cumpliendo entonces
jornadas de lunes a viernes de 8.30 a 12.30 y de 15.30 a 19.30, y sábados en horario de 8.30 a 12.30 hs.

Niego por falso que el actor hubiera sido contratado por el Sr. Guillermo Cordi.

Niego que el actor recibiera órdenes exclusivamente del Sr. Cordi, que éste le
pagara su sueldo o que se comportara como su empleador tal como lo manifiesta en su escrito de demanda.

Niego que el Sr. Cordi tratara de manera exclusiva con los proveedores, diera

órdenes o pagara haberes actuando como verdadero empleador individual.

Niego por falso que el Sr. Cordi fuera el verdadero empleador, dueño, titular y

explotador y que hiciera figurar al Sr. Ángel Comba como prestanombre.

Niego que la relación con el Sr. Quinteros hubiera comenzado en situación de


clandestinidad el 15/01/2007.

Niego que se haya procedido a registrar tardíamente al actor con fecha

01/03/2011 a nombre del Sr. Ángel Comba.

Niego por ser ajeno al ámbito de conocimiento de mi representada que en el mes

de junio/2015 el Sr. Cordi hubiera obligado al Sr. Quinteros a enviar su renuncia, para seguir trabajando para

el mismo establecimiento.
Niego que haya existido transferencia alguna entre comercios

Niego que el Sr. Cordi sea Socio Gerente de la firma DIGEC SRL, o que se pueda

declarar la ineficiencia jurídica de ésta última.

Niego que el actor haya contado con una extensión de su licencia con fecha
17/08/2018 por 10 días.

Niego que el actor haya presentado certificado médico alguno, o que esta parte

haya efectuado control médico.

Niego expresamente que el actor haya realizado gestiones extrajudiciales a fin

que se le abonara la liquidación final y que se le hiciera entrega de la certificación de servicios y haberes, y

que esta parte se haya negado a hacerlo.

Niego que el actor hubiera agotado toda gestión extrajudicial sin lograr que se le

abonaran los rubros y los montos que por Ley le corresponden, o que por ello venga en auxilio de la justicia.

Niego que exista fraude laboral alguno, y mucho menos que el Sr. Guillermo Cordi
sea el verdadero empleador individual en los términos del art. 26 de la LCT. Asimismo, niego que exista una

utilización de la persona jurídica DIGEC SRL para evadir responsabilidades laborales y fiscales.

Niego que el actor tenga derecho a reclamar como lo hace.

Niego que al actor se le haya otorgado el alta médica laboral a partir del

23/08/2018, o que la ART haya efectuado comunicación alguna al respecto a esta parte.

Niego que tenga derecho al cobro de los rubros y montos que describe en la
planilla adjunta a su demanda, como así también que le adeude la suma de $905.986,94, ni ninguna otra.

Asimismo, niego que la mejor remuneración mensual, normal y habitual del Sr. Quinteros sea de julio/2018

por la suma de $26.093,98. Asimismo, dejo impugnados todos y cada uno de los rubros detallados en la planilla
adjunta.

Niego por no constarme que la jornada, las tareas y la remuneración denunciadas

sean ciertas o reales durante el periodo que el Sr. Quinteros se desempeñó bajó las órdenes del Sr. Ángel
Comba. Dejo expresamente impugnada la conformación de la remuneración y demás cifras y montos

especificados en su planilla.

Niego que corresponda condena solidaria sobre la sociedad, los socios, sus
administradores, gerentes, controlantes y verdaderos dueños, como erróneamente solicita el actor.

Niego que exista registración defectuosa alguna, o fraude laboral y previsional en

perjuicio del actor.

En virtud de lo expuesto, solicito el rechazo de la presente demanda en todas sus

partes con especial imposición de costas a la parte actora, toda vez que no ha tenido razones para litigar.

III. LA VERDAD DE LOS HECHOS – FALTA DE ACCION.

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La realidad de los hechos es totalmente diferente a la planteada por el reclamante
motivo por el cual vengo en tiempo y forma a contestar la demanda y a exponer la verdad de los
acontecimientos cuyo sustento se funda en una versión alejada de la realidad que la contraria intenta
distorsionar a efectos de obtener un beneficio económico que no le corresponde.

Es cierto que el actor se desempeñó en relación de dependencia laboral para


DIGEC SRL, pero tal como será especial objeto de prueba en las presentes y conforme constancias de alta ante
la AFIP, dicha relación tuvo comienzo en fecha desde el 01/07/2015, y no el día 15/01/2007 tal como lo
manifiesta en su escrito de demanda.

Lo real es que el Sr. Cordi nos comentó sobre el cierre del comercio presidido por
el Sr. Comba a partir de Julio/2015, y siendo que algunos de los socios ya tienen comercios en el rubro
automotor, decidimos aprovechar el nicho de negocio vacío y emprender de cero un comercio de repuestos,
aportando mercadería, mano de obra y capital, ya que el negocio anterior se había extinguido por completo.
Sólo se conservó el nombre de fantasía por una cuestión de marketing y posicionamiento del comercio.

Al momento del inicio de actividades, dos de los socios ingresaron a trabajar en


el comercio, continuando con el asesoramiento del Sr. Cordi, y debido a que faltaba personal para atención al
cliente, con las referencias dadas por éste, se decidió tomar al Sr. Comba, que atravesaba un momento
económico complicado con el cierre de su comercio, y al Sr. Quinteros, quien tenía experiencia. Ambos
comenzaron a prestar tareas efectivamente el día 01 de Julio de 2015 en el horario de 08:30 a 12:30 hs. y de
15.30 a 19.30 de lunes a viernes y de 8.30 a 12.30hs. los días sábados.

Al tratarse de un nuevo comercio, que ninguna vinculación tenía con el anterior,


más que el espacio físico donde se desarrollaba, no correspondía respetar la antigüedad del Sr. Quinteros,
puesto que era un nuevo vínculo con nuevos empleadores. Tal situación no es un fraude previsional y laboral
como el actor manifiesta, sino que es una situación fáctica contemplada en la ley. El Sr. Quinteros renunció a
sus tareas por cuanto se produjo el cese de actividades de su empleador, y dicho acto es personal y voluntario,
por lo que si eventualmente hubiese sido coaccionado como dice debió poner dicha circunstancia en
conocimiento de la Fiscalía que corresponde, y no denunciar un supuesto delito penal ahora, a más de 4 años
del supuesto.

Asimismo, si es cierto que el Sr. Quinteros puede haber recibido órdenes por
parte del Sr. Cordi, o que el mismo le pagara sus haberes, puesto que éste es Gerente de la firma, y cuenta
con facultades suficientes para ello, y ello no implica que lo hiciera a título personal, sino siguiendo éste
instrucciones de los socios de DIGEC SRL.

Es correcto afirmar que el actor sufrió el accidente que denuncia en demanda el


día 21/06/2018, y que como consecuencia del mismo, la ART lo atendió el día 28/06/2018 y le indicó 30 días
de baja laboral, que fueron extendidos por otros veinte días más el día 27/07/2018, por lo que debía
reintegrarse a sus tareas el día 16/08/2018, situación que no ocurrió, por lo que se decidió desvincularlo con
causa, atento la falta de contracción a sus tareas y el cumplimiento de los deberes todo buen trabajador.

Cabe destacar que durante todo el vínculo el Sr. Quinteros tuvo numerosas
conductas reñidas con las esperadas de un buen trabajador, tales como faltas de respeto hacia los socios,
incumplimientos de horarios, ausencias sin justificativos, las cuales le fueron advertidas verbalmente. Luego,
ante nuevas faltas de respeto grave hacia los socios y clientes, esta parte debió apercibirlo. Asimismo, se
ausentó de manera injustificada el día 01 de junio de 2018.

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Es indispensable poner en conocimiento de V.S. que jamás el Sr. Quinteros
presentó un certificado médico ante las oficinas del empleador, y que la licencia del día 17/08/2018 nunca fue
comunicada por la ART. Además, si se hubiera decidido extender la licencia por 10 días más, la ART nos lo
hubiera comunicado con anterioridad, y el certificado debería haber sido emitido el día 15/08, último cubierto
por la licencia. De todo lo expuesto, solo nos queda dudar acerca de la veracidad de dicho instrumento, puesto
que el mismo, de haber sido extendido, lo ha sido fuera de la licencia, y que sólo fue solicitado por el actor a
su médico para perjudicar a esta parte una vez que ya había recibido la Carta Documento, en una maniobra
para hacerse con montos y dinero que no le corresponde. Por ende, ratificamos que el día 16/08/2018, el Sr.
Quinteros se ausentó injustificadamente, como en incontables ocasiones lo hizo.
Sin perjuicio de lo expresado con anterioridad las faltas injustificadas cometidas
por el trabajador quebrantó seriamente el deber de buena fe (art. 63 LCT) y generó una total falta de confianza
que, merituada con las consideraciones antes mencionadas, no consintió la prosecución de vínculo laboral.

Es evidente la mala fe de la parte actora quien solo pretende el cobro de una


indemnización y sanciones que tiene conocimiento que por derecho no le corresponde, ya que la empresa lo
despidió con fundamento y que inmediatamente puso a su disposición, en plazo de ley, liquidación final y las
certificaciones de servicios y remuneraciones correspondientes

No es cierto que el actor concurriera en reiteradas oportunidades a fin que se le


abonara su liquidación final, y que ésta parte se haya negado a hacerlo. De hecho, el demandante solicitó una
audiencia en la Secretaria de Trabajo de esta localidad, a la cual esta parte fue citada y concurrió, con el dinero
disponible para abonarle, así como los certificados del art. 80, y el mismo no compareció, tal como da fe el
acta que se acompañará oportunamente en autos.

Tampoco es cierto que el actor realizara innumerables gestiones extrajudiciales,


ya que, además de asesorarse con gente de la Secretaria de Trabajo, cambió dos veces de patrocinio, y en
ambos casos tuvimos numerosas comunicaciones a los fines de abonarle la liquidación, y las mismas nunca se
concretaron por causas ajenas a esta parte, y no hemos vuelto a saber de él sino hasta el día en que recibimos
la cédula de notificación de la demanda que por este acto se contesta.

Debo hacer presente que tanto la certificación de servicios y haberes como la


liquidación final se encuentran a disposición del actor desde aquel entonces, sin que hasta la fecha se haya
presentado a retirarlos. De ello también dan cuenta las comunicaciones epistolares, en donde siempre se puso
a disposición ambos ítems.

Asimismo y con respecto específicamente a la liquidación final y a la planilla


adjunta en los presentes autos, nótese que el actor demanda por rubros que por ley no le corresponde, todo
lo cual no hace sino dejar en evidencia una conducta totalmente oportunista y de mala fe de su parte con el
solo fin de conseguir el cobro de una suma de dinero. Como el actor no retiró la liquidación final, intenta
atribuir su propia mora (mora del acreedor) a mi representada, procurando tergiversar los hechos y en
consecuencia, obtener réditos económicos mayores a los que le corresponden.

Por lo tanto, y siendo que el trabajador fue despedido con justos motivos y que
se puso a disposición de este ultimo la correspondiente liquidación final y certificaciones de servicios, en dos
oportunidades, sin que haya voluntad del actor a retirarla por la sede de la empresa, nada se tiene que
reclamar a mi mandante con motivo de la extinción del vínculo laboral antes aludido.

Mi representada en todo momento cumplió con sus obligaciones legales y


laborales, efectuado la entrega de elementos de trabajo, capacitando al trabajador respecto del reglamento
interno de la empresa y de las normas que rigen la relación laboral.

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Mientras duró, reitero, la relación laboral mantenida con esta sociedad se
encontró debidamente registrada, ya sea por su fecha de inicio, como también con los haberes que se le

abonaban y la categoría laboral en que se encuadraba la relación. A esta parte no le consta la fecha de ingreso

que el actor denuncia, ni las características de la relación laboral habida con el Sr. Comba, puesto que es un
vínculo ajeno a nosotros, y para el caso, correspondía la citación en juicio del anterior empleador, cosa que

no se ha hecho.

En virtud de lo expuesto, la pretensión del actor aparece absolutamente


infundada y por ende deberá ser rechazada en todas sus partes, dejando opuesta formal excepción de falta

de acción al progreso de esta demanda, solicitando asimismo nuevamente el rechazo de la misma con costas

a la parte actora toda vez que no ha tenido razón alguna para litigar.

DESPIDO CON JUSTA CAUSA:

Dice el Art. 242 de la LCT - Justa causa: “Una de las partes podrá hacer denuncia

del contrato de trabajo en caso de inobservancia por parte de la otra de las obligaciones resultantes del mismo

que configuren injuria y que, por su gravedad, no consienta la prosecución de la relación.

La valoración deberá ser hecha prudencialmente por los jueces, teniendo en

consideración el carácter de las relaciones que resulta de un contrato de trabajo, según lo dispuesto en la

presente ley, y las modalidades y circunstancias personales en cada caso.”

Existe consenso en la doctrina al entender que el despido es justificado (o con

justa causa) cuando existe una situación que tenga suficiente entidad y/o gravedad y por la cual ya no pueda

ser sostenible el vínculo laboral, será una causal justificada de despido, en tanto y en cuanto pueda serle

imputable esa responsabilidad a una de las partes (del empleador al empleado o viceversa).

No olvidemos que la relación de empleo es a más de un contrato de trabajo una

relación entre personas, y debe basarse en principios fundamentales como son el respeto mutuo, la confianza,

la buena fe, etc. Todos sabemos que en otro tipo de relaciones interpersonales (amistad, sociedad,

matrimonio, etc.) hay situaciones que ya no tienen retorno, lo mismo acontece en las relaciones de trabajo.

Tiene dicho en ese sentido la jurisprudencia: “La injuria es todo acto u omisión de

una de las partes del contrato que afecta intereses legítimos de la otra. En lo que tratamos dicha injuria debe

ser de una gravedad tal que destruya los fundamentos de las relaciones obreros-patronales y resulte

incompatible con su carácter…La injuria laboral ha superado la idea de ataque o perjuicio, para ser considerada

como tal cuando el incumplimiento de las obligaciones impide la prosecución del contrato, por atacar la normal

convivencia de las partes.

En otro pronunciamiento ha dicho: “…En definitiva, para configurar la injuria

laboral no se requiere un comportamiento doloso en el injuriante ni la efectiva producción de perjuicio en el

injuridado, siendo suficiente la deslealtad que denote el hecho y la desconfianza que puede originar para el

empleador la acción cometida ….en términos que objetivamente resulten impeditivos de la continuidad de la

relación contractual, lo cual queda librado a la apreciación judicial.”

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Por otro lado, Fernandez Madrid ha dicho en referencia a la pérdida de confianza:

“principio general: no es causal autónoma de despido. Necesidad de hechos desleales que la justifiquen. La

actuación en la comunidad de trabajo requiere del trabajador el cumplimiento de deberes de fidelidad acordes

con la índole de las tareas que tenga asignada. Con el desarrollo del contrato se crean expectativas acerca de

la conducta leal; si tales expectativas se frustran a raíz de un hecho objetivo suficientemente grave, que

determine la convicción (elemento subjetivo) de que el trabajador ya no es confiable, es decir que puede repetir

el hecho desleal o manifestar una conducta de este tipo, se configura una causal de despido. De tal modo, la

pérdida de confianza no es invocable como causal autónoma de despido, sino que debe partirse de la alegación

de un hecho desleal (incumplimiento concreto) que, en razón de su naturaleza y del tipo de función

encomendada, pueda llevar razonablemente al ánimo del empleador la convicción de que hechos de similar

factura pueden repetirse en el futuro, calificando así la conducta del dependiente. De ahí que la “pérdida de

confianza”, como factor subjetivo que justifica la ruptura del contrato, debe derivar de un hecho objetivo que,

injuriante por si mismo, se ve agravado por la pérdida de confianza que tal hecho trae aparejada.

Este tipo de injuria no supone necesariamente un daño a los intereses

patrimoniales del empleador, bastando con que lo sea a los puramente morales, por tanto, influye el escaso

valor de la mercadería sustraída.”

En virtud de lo expuesto, espero que V.E sepa ponderar las consideraciones

vertidas y la prueba que se aportara al proceso para desentrañar la verdad de los hechos y no la que pretende

demostrar el trabajador, ya que claramente su conducta ha sido contraria a la buena fe, por lo que opongo

EXCEPCION DE FALTA DE ACCION y solicito se proceda al rechazo de la presente demanda con costas a la parte

actora toda vez que no ha tenido razón alguna para litigar.

Que asimismo y a raíz del despido se puso a disposición del trabajador los montos

correspondientes a liquidación final, siendo que éste nunca concurrió a retirarla.

IV. IMPROCEDENCIA DE LA RESPONSABILIDAD DEL SR. GUILLERMO CORDI Y DE


LOS SOCIOS DE DIGEC SRL

Que conforme el Art. 141 del nuevo Código Civil establece: “Son personas

jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y
contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación”.

A continuación el art 143 establece: “La persona jurídica tiene una personalidad

distinta de la de sus miembros. Los miembros no responden por las obligaciones de las personas jurídicas (...)”

Consecuentemente la ley de sociedades 19550 y sus modificaciones determina en

el Art. 2 que “las sociedades son sujetos de derechos con alcance fijado en esta ley”.

Es tan claro esto, que Nissen en su ley de sociedades comerciales en T1 pag.51

señala “que en consecuencia, la sociedad constituye una entidad jurídica diferente de los miembros que la

componen (Art. 39 CC.) con capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones.”

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Es improcedente la pretendida responsabilidad del Sr. Cordi traído a juicio en
estos autos.

Los gerentes de una sociedad de responsabilidad limitada conforme la actual

teoría organicista son funcionarios de la sociedad y el órgano de administración es quien se encarga de la


gestión empresaria, imponiendo a los administradores las pautas a las que deben ajustar sus conductas, por

ende, sin ser miembro del órgano de administración, ninguna injerencia tenía el Sr. Cordi en el rumbo del

comercio, más que ser la expresión visible de la voluntad de la Asamblea de Socios.

Agregando que “Se debe de partir de la base de que el administrador en la

generalidad de los casos no queda obligado ante terceros con motivo a actos jurídicos que realice en

representación de la sociedad”. (pag.406)

Debemos agregar que “en materia de prueba de la culpa que a esta se la presume

en el incumplimiento contractual, en cambio debe ser acreditada expresamente en la culpa aquiliana o

extracontractual (idem pag.390)

Concluyendo con Garo que “Los directores no incurren en responsabilidad alguna

por las obligaciones que contraiga la sociedad por su intermedio siempre que obren dentro de los límites de

las prescripciones de la ley , los estatutos sociales o las decisiones de la Asamblea.” (S.A. TII pag. 433)

Y entrando en la Ley de Sociedades, se advierte que el art. 59 ya limita la

responsabilidad de los directores al deber de “obrar con lealtad y diligencia de un buen hombre de negocios”

destacando que “la referencia no es a un comerciante sabio sino a un hombre de negocios” (G. Colombres -
Derecho Societario pag. 154).

También limita y circunscribe esta responsabilidad de la ley 19550 cuando en su

Art. 274 alude a la violación de la Ley Estatuto o Reglamento y por cualquier otro daño producido por dolo,
abuso de facultades o culpa grave. Por todo ello y con razón dice Nissen que la responsabilidad de los

directores de sociedades anónimas tiene un límite por el Art. 274 LSC el cual en concordancia con lo dispuesto

por el art. 59 de la misma ha acotado la responsabilidad de los Directores de la S.A. (De las Sociedades en
particular pág. 374).

Por todo ello es improcedente pretender imputar, a la luz de los hechos y normas

legales enunciadas, responsabilidad alguna al Director o a los socios de la demandada, concretamente a esta
parte, máxime cuando se ha obrado conforme lo que es dable esperar de un buen hombre de negocios tal

como lo prevé la normativa actuando siempre con diligencia y buena fe, no se han cometido irregularidades

ni ilicitud alguna contra los derechos del actor debiendo desestimar su pretensión con costas.

Consecuentemente no cabe responsabilidad alguna a título personal o solidario a

la empresa y en los términos que pretende el actor en su demanda, por lo que pido se declare maliciosa la

conducta del actor en la oportunidad de dictar sentencia, rechazando su pretensión con costas.

IV. IMPUGNA LIQUIDACION.

En primer lugar, dejo impugnada la base de cálculo utilizada por el actor a la hora

de cuantificar sus haberes, ya que la misma no se condice con la realidad.

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Subsidiariamente, y para el hipotético supuesto de que el Tribunal no entendiera
procedente las defensas articuladas, desde esta instancia dejo planteada la improcedencia de la pretensión

enderezada a percibir los rubros reclamados.

Por su parte, debo decir que la demandada ha efectuado la liquidación final no


indemnizatoria correspondiente al actor, la cual no ha sido retirada por la actora, por lo que solicito apertura

de la cuenta judicial correspondiente a los fines de hacer el depósito de la misma por la suma de pesos seis

mil setecientos diez con cuatro centavos ($6.710,04), la que deberá imputarse a los siguientes rubros:

Días trabajados mes de Agosto/2018 $1.232,64

Integración del mes de despido $1.232,64

Aguinaldo proporcional $375,36

Vacaciones no gozadas $1.232,64.

Así, siendo que esta parte acompaña en esta instancia la liquidación final que el

actor no retiró en su oportunidad, solicito el rechazo de la demanda con costas.

Subsidiariamente, y para el hipotético supuesto de que el Tribunal no entendiera

procedente las defensas articuladas, desde esta instancia dejo planteada la improcedencia de todos los rubros

ya impugnados por los que supuestamente se podría extender la condena a mi representada.

Paso a impugnar todos y cada uno de los rubros detallados en la planilla que

acompaña a la demanda, debido a que según se demostrara en la oportunidad procesal establecida, no

corresponde indemnizar en los términos de la LCT ni de ley alguna invocada por el actor.

En primer lugar, dejo impugnada la antigüedad utilizada por el actor a la hora de

cuantificar su liquidación, ya que no le consta a mi representada que ello sea coincidente con la realidad. Así

las cosas, y como se ha dicho, la pretensión que la situación de despido haya sido sin causa, debe ser rechazada
ya que existieron injurias laborales gravísimas que hicieron imposible la prosecución del vínculo laboral, el

cual fue registrado conforme a derecho por su empleador directo. Por ello, deben ser rechazados los rubros

pretendidos en función del distracto.

Subsidiariamente, y para el hipotético supuesto de que el Tribunal no entendiera

procedente las defensas articuladas, desde esta instancia dejo planteada la improcedencia de la pretensión

enderezada a percibir la indemnización prevista por la ley 25.323.

Así la ley 25.323 reza textualmente que: “... Cuando el empleador,

fehacientemente intimado por el trabajador, no le abonare las indemnizaciones previstas en los artículos 232,

233 y 245 de la Ley 20.744 (texto ordenado en 1976) y los artículos 6° y 7° de la Ley 25.013, o las que en el
futuro las reemplacen, y, consecuentemente, lo obligare a iniciar acciones judiciales o cualquier instancia

previa de carácter obligatorio para percibirlas, éstas serán incrementadas en un 50%...”.

Como no escapará al elevado criterio de V.E., el artículo se refiere concretamente

a los supuestos en que media un despido directo por parte del empleador y este es renuente a efectivizar el

pago de las indemnizaciones que por tal causa le deba al trabajador; en el caso de autos, ninguna de las dos

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situaciones se podría configurar en la especie, atento que –de acuerdo a los términos de la demanda– no nos
encontramos frente a un despido sin causa, y evidentemente no ha habido reticencia alguna al pago de la

liquidación final correspondiente, sino que es el propio actor quién no concurrió a retirar la misma, ni por la

sede de la empresa, ni en la audiencia que solicitó en la Secretaria de Trabajo.

Por lo tanto la consecuencia jurídica pretendida no puede ser aplicada por el

Tribunal de Sentencia atento que –reitero– no se configura el supuesto normativo en ninguna de las dos

situaciones.

Amén de ello, la norma exige que el empleador hubiera sido fehacientemente

intimado, y que dicha intimación sea efectuada cuando se encuentre en mora, situación que nunca fue

acusada por el actor en sus TCL.

Ahora bien, haciendo un análisis lógico de la norma, se exige como primer

requisito, que exista un incumplimiento del empleador. A partir de allí se debe analizar el momento en el que

se incumple la obligación de abonar la indemnización, y se llega a que extinguida la relación, el empleador


goza de cuatro días hábiles en los que no se encuentra en mora, ni mucho menos incumple la obligación a su

cargo.

Recién el quinto día, el empleador se encuentra en mora, y luego intimado al pago


y no haciéndolo, incumple su obligación. Es decir, allí recién al quinto día, el empleado se encuentra en

condición de intimar al pago de la indemnización bajo apercibimiento de accionar legalmente persiguiendo el

cobro de la indemnización debida, con mas el rubro que el Art. 2 de la ley 25323, y una vez incumplida dicha
intimación se encuentra habilitado para accionar legalmente por dicha sanción.-

En el caso de autos, si actor no ha efectuado la intimación requerida por la ley,

de forma correcta, dicha sanción establecida en dicha ley, debe ser rechazada.

Asimismo, las bases de calculo que utiliza el actor, deberán coincidir con los

recibos de haberes, por lo que hipotéticamente para el supuesto que V.E. decidiera hacer lugar a la demanda

que por este se responde, deberá tomarse como base de cálculo, el mejor haber normal y habitual percibido
en el último año de prestación de tareas, toda vez que la LCT así lo prevé, y no el último sueldo percibido por

el actor.

Por lo tanto, deben en teoría deberían rechazarse las indemnizaciones previstas


para el caso de despido, con lo cual y sin perjuicio de haber expresamente indicado la total falta de aplicación

de los supuesto de extensión de responsabilidad a mi representada, esta última no tendría rubro alguno por

el cual responder, ya que todos deberían ser manifiestamente rechazados.

Bajo los mismos argumentos rechazo e impugno el rubros pretendidos en función

del art. 1 de la ley 25.323, puesto que, como se ha dicho anteriormente, la relación nunca estuvo mal

registrada, sino que estaba conforme a la real fecha de ingreso del actor, en la categoría y haberes que le
correspondían, por lo que la situación atrapada por el art. 1º de la ley 25323 no se verifica en autos. El rubro

debe rechazarse

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Por lo expuesto, a V.E. solicito el rechazo de la demanda en todas sus partes con
especial imposición de costas a la contraria.

V. IMPROCEDENCIA DE LA INDEMINIZACIÓN DEL ART. 80 LCT:

Respecto de éste rubro que es parte de la demanda incoada en contra de mi


representada, se debe recalcar que la misma siempre estuvo a disposición del actor para su retiro, pero el Sr.

Quinteros nunca compareció a retirarla, en un ardid para luego alzarse con montos indemnizatorios que no le

corresponden. Por ello, en este acto se pone a disposición del actor la certificación de servicios art. 80 LCT y
el Certificado de Trabajo, para que sea retirados por el actor, dejando copia y recibo correspondiente en autos,

encontrándose cumplimentadas las obligaciones emergentes de la relación laboral, solicitando con ello el

rechazo de este rubro.

En este sentido se sostiene: “Si la empleadora, ante la intimación a entregar los

certificados previstos por el art. 80 LCT. Los puso a disposición, y el trabajador no invocó ni acreditó haber

concurrido a la sede de la empresa, lugar de cumplimiento de la obligación a retirarlos, no resulta procedente


la indemnización prevista por el art. 45 ley 25.345” (CNTrab, Sala VIII, 23/10/2002, “Fenocchio c/ Eulen

Argentina S.A. y otro”).

“Si la demandada puso a disposición del trabajador los certificados que prevé el
art. 80 LCT, estaba a cargo de éste demostrar la no efectiva entrega de aquellos al momento de concurrir a la

empresa para su recepción, por lo que no corresponde hacer lugar al pago de la multa prevista en dicha

norma”(CNTrab, Sala VII, 28/02/2003, “Colosetti, c/ Ripoli y Cía S.A.”).

También, “Aun cuando se interpeló por carta documento la entrega de los

certificados del art. 80 LCT, no se observó lo dispuesto por el art. 3º dec 146/2001, reglamentario de la norma,

en cuanto impone como recaudo para su operatividad una nueva intimación dentro de los treinta días de
haber extinguido, por cualquier causa, el contrato de trabajo, o sea que la formulada simultáneamente no

satisface ese recaudo y como no se invocara haberla efectuado, cabe desestimar el reclamo” (CNTrab, Sala II,

07/05/2003, “Escalante c/ Eduma SRL y otro”).

En igual sentido, que “no puede considerarse cumplimentado el emplazamiento

establecido por el art. 3º dec. 146/2001, a través de las intimaciones cursadas con anterioridad a la disolución

del vínculo o en el mismo colacionado rupturista, así como tampoco mediante el requerimiento efectuado
recién en el escrito introducido del proceso. El emplazamiento realizado en la instancia conciliatoria ante el

Seclo no constituye la intimación requerida por el dec. 146/2001” (CNTrab. Sala X, 05/10/2004 “Miceli c/

Brunasco y otro”).

También entiende la jurisprudencia “Mal puede considerarse cumplimentado el

emplazamiento previsto en el art. 3, dec 146/2001, a través del requerimiento efectuado recién en la instancia

conciliatoria ante el Seclo, ya que, obviamente, la intimación a la que alude tal normativa debe ser realizada
con anterioridad al inicio de las acciones legales” (CNTrab, Sala X, 14/07/2003, “Hackbart, c/ Peugeot Citroën

Argentina S.A. y otro”).

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Conforme ello, siendo que tal documentación es puesta a disposición en este
acto, no le resulta imputable a mi poderdante la supuesta multa conforme las circunstancias de tiempo modo

y lugar.

Vale lo dicho por la Cámara Nacional del Trabajo, Sala III el 22/10/2002 en “Vega
c/ Consorcio Lavalle 1566”: “Si la demandada puso a disposición del empleado los certificados exigidos por la

ley, al momento de la intimación, e hizo entrega de los mismos en la oportunidad de contestar la demanda,

no resulta de aplicación la sanción que la ley 25.345 incluyó en el art. 80 LCT.”

Subsidiariamente, y para el eventual caso que el Tribunal de Sentencia estime que

la intimación efectuada ha sido conforme a derecho y la parte actora ha cumplimentado con las obligaciones

a su cargo según las circunstancias de tiempo, modo y lugar, solicitamos se dispense de la sanción económica
o morigere su monto, pues la actora no ha mencionado perjuicio alguno en su demanda.

Así la jurisprudencia ha dicho “debe dejarse sin efecto la condena en los términos

del art. 80, LCT, pues los certificados en cuestión han sido acompañados, fueron confeccionados y puestos
oportunamente a disposición del accionante, y éste no ha señalado en el inicio que, con posterioridad a que

intimara su entrega, concurriera a retirarlos y no estuvieran disponibles” (CNTrab, Sala III, 18/07/2003 “Ramos

c/ Sociedad Española de Beneficencia Española”).

Resulta completamente improcedente la reclamación por la sanción estipulada

en el art. 80 de LCT por cuanto dicha documentación se puso a disposición del actor en tiempo y forma sin

que la misma haya sido retirada por este último.

Por lo expuesto, a V.E. solicito el rechazo de la demanda en todas sus partes con

especial imposición de costas a la contraria el rechazo de la demanda en todas sus partes con especial

imposición de costas a la contraria.

V. SOLICITA APLICACIÓN DE LA LEY 24.432.

Solicito expresamente la aplicación en autos de la ley aludida, ello por cuanto las

prescripciones allí contenidas resultan aplicables en un todo para el caso de que mi mandante resultara
vencida en el pleito.

Además, es dable destacar que la oportunidad procesal pertinente para plantear

la eventual inconstitucionalidad de la misma ha precluído, por lo que debe entenderse que la contraria ha
aceptado expresamente su aplicación, no existiendo impedimento legal alguno para que V.E. la aplique en

todos sus términos tal como se pide.

VI. RESERVA DEL CASO FEDERAL:

Mi parte introduce la Cuestión Federal así como la reserva del Recurso

Extraordinario ante la CSJN en los términos del art. 14 de la ley 48 y por Sentencia Arbitraria. A lo largo de este

escrito me explayé sobre las causas que podrían dar lugar a los agravios federales y constitucionales que

podría inferir un fallo acogiendo el reclamo de la actora, que sin duda habilitarían el remedio extraordinario

federal que reservo, y a ellos me remito.

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VII. PETITUM:

Por lo expresado a V.S. pido:

Tenga al compareciente por parte, en el carácter invocado y con el domicilio

constituido.

Tenga por contestada la demanda en los términos y condiciones de este

memorial.

Tenga por opuesta la excepción de falta de acción y efectuada la reserva del Caso
Federal.

Al dictar sentencia, la sala que intervenga en esta causa, rechace la demanda en

todas sus partes, con costas.

Provea de Conformidad y

SERA JUSTICIA.

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