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genes
BBC Ciencia
9 noviembre 2009
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Un estudio realizado en ratones muestra que las experiencias de estrés y traumas pueden tener
un impacto futuro en los genes, lo cual puede resultar en problemas de conducta.
El hallazgo, dicen los especialistas, podría conducir a un nuevo entendimiento de la forma como el
estrés y los traumas en los primeros años de vida pueden conducir a trastornos como la depresión en
el largo plazo.
Los científicos provocaron estrés en ratones recién nacidos separándolos de sus madres y llevaron un
registro de cómo esa experiencia los afectó con el paso del tiempo.
"Separamos a los cachorros durante tres horas cada día durante sus primeros diez días de nacidos",
explicó a la BBC el doctor Christopher Murgatroyd, quien dirigió la investigación.
"Ésta es una experiencia de estrés moderado, y los animales no se vieron afectados en el nivel
nutricional, pero sí debieron sentirse abandonados".
Detalles moleculares
Los científicos descubrieron que los ratones que habían sido "abandonados" al nacer se mostraron
menos capacitados para enfrentar situaciones de estrés a lo largo de su vida.
Específicamente, los investigadores analizaron las diferencias en un gen que actúa sobre una
hormona llamada arginina vasopresina (AVP), la cual está asociada al ánimo y a las conductas
cognitivas.
Descubrieron que los ratones que habían sido sometidos a estrés temprano -y que exhibieron las
esperadas diferencias hormonales y de comportamiento- mostraron también cambios en la región del
cerebro que regula al gen AVP.
Estos efectos -explica el científico- son los llamados "cambios epigenéticos", es decir, cuando una
experiencia del entorno como el estrés o trauma en los primeros años de vida puede cambiar el ADN
de algunos genes.
Estas sustancias pueden causar un "ajuste" en el ADN de una hormona específica, la AVP.
"Esto deja una marca permanente en el gen de la vasopresina -señala el investigador-, el cual queda
programado para producir en el futuro altos niveles de la AVP".
Para confirmar que, en efecto, la AVP era la responsable de los problemas de conducta y memoria
en los animales, los científicos llevaron a cabo más estudios cuando los ratones eran adultos.
Hallaron que si se les suministraba un fármaco que bloquea los efectos de la hormona, la conducta
de los animales regresaba a su estado normal.
Ahora los científicos están investigando si los traumas que el ser humano experimenta en la niñez
pueden conducir a trastornos como la depresión.
El profesor Hans Reul, neurocientífico de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, afirma que
este trabajo "es una contribución valiosa a las investigaciones sobre los efectos de largo plazo del
estrés infantil".
"Hay evidencia clara de que adversidades como el abuso o el abandono durante la niñez contribuyen
al desarrollo de enfermedades psiquiátricas como la depresión", dijo el científico a la BBC.
"Y este estudio pone de manifiesto la importancia de la investigación de los mecanismos
epigenéticos en los trastornos relacionados con el estrés".
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Un estudio realizado en ratones muestra que las experiencias de estrés y traumas pueden tener
un impacto futuro en los genes, lo cual puede resultar en problemas de conducta.
El hallazgo, dicen los especialistas, podría conducir a un nuevo entendimiento de la forma como el
estrés y los traumas en los primeros años de vida pueden conducir a trastornos como la depresión en
el largo plazo.
Los científicos provocaron estrés en ratones recién nacidos separándolos de sus madres y llevaron un
registro de cómo esa experiencia los afectó con el paso del tiempo.
"Separamos a los cachorros durante tres horas cada día durante sus primeros diez días de nacidos",
explicó a la BBC el doctor Christopher Murgatroyd, quien dirigió la investigación.
"Ésta es una experiencia de estrés moderado, y los animales no se vieron afectados en el nivel
nutricional, pero sí debieron sentirse abandonados".
Detalles moleculares
Los científicos descubrieron que los ratones que habían sido "abandonados" al nacer se mostraron
menos capacitados para enfrentar situaciones de estrés a lo largo de su vida.
Y también encontraron que la memoria de estos animales era más pobre.
Hay evidencia clara de que adversidades como el abuso o el abandono durante la niñez
contribuyen al desarrollo de enfermedades psiquiátricas como la depresiónProf. Hans
Reul
Tal como explica el doctor Murgatroyd, lo que hallaron fueron "detalles moleculares" que reflejan
exactamente cómo la experiencias estresantes pueden programar la conducta a largo plazo.
Específicamente, los investigadores analizaron las diferencias en un gen que actúa sobre una
hormona llamada arginina vasopresina (AVP), la cual está asociada al ánimo y a las conductas
cognitivas.
Descubrieron que los ratones que habían sido sometidos a estrés temprano -y que exhibieron las
esperadas diferencias hormonales y de comportamiento- mostraron también cambios en la región del
cerebro que regula al gen AVP.
Estos efectos -explica el científico- son los llamados "cambios epigenéticos", es decir, cuando una
experiencia del entorno como el estrés o trauma en los primeros años de vida puede cambiar el ADN
de algunos genes.
Estas sustancias pueden causar un "ajuste" en el ADN de una hormona específica, la AVP.
"Esto deja una marca permanente en el gen de la vasopresina -señala el investigador-, el cual queda
programado para producir en el futuro altos niveles de la AVP".
Para confirmar que, en efecto, la AVP era la responsable de los problemas de conducta y memoria
en los animales, los científicos llevaron a cabo más estudios cuando los ratones eran adultos.
Hallaron que si se les suministraba un fármaco que bloquea los efectos de la hormona, la conducta
de los animales regresaba a su estado normal.
Ahora los científicos están investigando si los traumas que el ser humano experimenta en la niñez
pueden conducir a trastornos como la depresión.
El profesor Hans Reul, neurocientífico de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, afirma que
este trabajo "es una contribución valiosa a las investigaciones sobre los efectos de largo plazo del
estrés infantil".
"Hay evidencia clara de que adversidades como el abuso o el abandono durante la niñez contribuyen
al desarrollo de enfermedades psiquiátricas como la depresión", dijo el científico a la BBC.