Fr. Juan Gabriel Arrieta Zambrano, O.

Carm
Control 4
Informe de lectura tomado de: Johann Baptist Metz, Dios y tiempo (Madrid: Trotta,
2002), 39-70.

En el propósito de Baptist Metz de dar un concepto sobre teología política se opone a la

neopolitización de la fe o al hecho de una teología politizante. Realmente, en la
insistencia por una nueva teología política, se alude primeramente a que ésta es un
intento de hermenéutica teológica en el contexto social contemporáneo, tiene la
característica de ser correctivo crítico con respecto a alguna tendencia privatizadora que
se reconoce en las nuevas teologías, y cumple con una función crítica en la Iglesia. De
igual forma se destaca que la teología escatológica, sólo puede convertirse en
orientación de la acción de forma indirecta y mediata, por la vía de una ética política.
Ahora bien, para la comprensión de la fe cristiana, el documento expone que es
importante la fe como memoria, como un comportamiento donde el hombre recuerda las
promesas que hizo, y la esperanza en dicha promesa. Finalmente, es notorio en el texto
el concepto de Iglesia como institución de la libertad de la fe crítica con la sociedad.

El aspecto positivo es sobre la fe cristiana entendida como memoria. Ciertamente, los

cristianos al creer, recuerdan el sacramento de su amor. La fe como memoria responde a
la cuestión del “ya” y “todavía no” de la salvación escatológica, y deja claro que la fe
cristiana es una fe dogmática. El sentido de fe representa el intento de desarrollar el
cristianismo mismo como memoria de Jesús Cristo, en clave liberadora y redentora
frente la sociedad presente. Por último, cabe decir que la fe como memoria no es, la
figura opuesta de la fe como esperanza.

La crítica está basada en la categoría secularización como consecuencia del discurso del
reino de Dios. Hay que tener en cuenta que, aunque en el documento se menciona que,
por la trascendencia y la libertad del reino divino, el discurso teológico sobre el reino de
Dios se dio el comienzo de la secularización y relativización de cualquier tipo de
ejercicio del poder existente, no se debe establecer este argumento como absoluto y
único, ya que son muchos los factores que intervienen al desarrollo de dicha
secularización.