Para nuestro segundo acercamiento, comenzamos a buscar algunas personas que
pudieran ayudarnos con un poco de su tiempo para poder hablar acerca de su uso con el teléfono móvil. Encontramos a una adolescente, Carolina, que cumple con los requerimientos que plantea nuestro tema de investigación. El primer contacto con ella fue en persona, comenzamos comentándole lo que teníamos planeado trabajar y que esto no requería un mayor esfuerzo, más bien sería como una plática, donde ella nos expondría sus ideas y comentarios acerca del uso del teléfono móvil, a lo cual, ella nos respondió de una forma positiva, aceptando darnos un momento de su tiempo para comentarlos sus opiniones. Después de que concretamos el acercamiento con la adolescente que nos apoyaría, como equipo empezamos a buscar algunas preguntas que nos servirían como soporte para orientar la investigación y así abundar más de lo que ya hemos recabado. Llegamos el día y la hora en que habíamos pactado, el lugar donde tendríamos nuestro segundo acercamiento fue en la casa de nuestro sujeto. Al llegar, se podría ver la disposición que ella tenía para aportar, nuestras primeras expectativas fueron que en este acercamiento podría aportarnos diferentes experiencias de las que ya habíamos tenido, en lo personal, me encontraba tranquilo al estar hablando frente a la adolescente ya que, como pasó en nuestro primer acercamiento y relato en la carta, no me sentía nervioso o ansioso por hacer lo que me encontraba haciendo ya que en ocasiones anteriores también hicimos actividades similares y aunque siempre es algo nuevo en esta ocasión me sentía así, tranquilo, aunque no confiado, manteniendo en todo momento atento a lo que la adolescente nos pudiera compartirnos. Conforme la plática comenzaba a fluir, nos sentíamos más cómodos, ya que la primer actividad que tuvimos nos ayudó mucho para saber cómo llevar la situación al momento de estar al frente de la persona, también en qué decir para que ella pudiera expresarse de la mejor forma y que no se sintiera incómoda al estar frente a nosotros, en todo momento ella pudo explayarse de la mejor forma, volviéndose una charla amena. Como el tema del que estaríamos hablando es el uso del teléfono celular, esto hace que el hacer los acercamientos sean un tanto relajados ya que la población con la que estamos trabajando se les hace cotidiano el estar en contacto con estos dispositivos móviles a diferencia de otra población adulta; resulta muy interesante las experiencias que nos contaba, al momento de estar comentándonos lo que nos quiso platicar, mantuvo en todo momento próximo a ella su celular, sobre sus piernas, a cada notificación que recibía en su teléfono celular ella solía voltear a ver la luz que se activa dando señal de alguna actividad en el dispositivo y sus palabras se entrecortaban mientras veía la luz; aunque nunca encendió el celular para ver las notificaciones se podía notar la atención que prestaba a su dispositivo de manera constante mientras hacíamos nuestra actividad. De una manera general, nos sentimos muy seguros y cómodos en nuestra forma de trabajar, ya que en ningún momento presentamos momentos en los que tanto la sujeto como nosotros nos sintiéramos incomodos por no saber qué decir o hacer, ya con la primera actividad nos sirve como un reforzador para hacer de una mejor manera los demás acercamientos, sabiendo qué decir y orientando la búsqueda de la experiencia de la población adolescente con respecto al uso del teléfono móvil en su vida diaria. Sin embargo, si en algún momento del acercamiento algo no fue tan fácil como debió de ser, fue al momento de llegar a su hogar, ya que al no estar anteriormente en ese espacio, resultó un tanto incomodo el estar dentro, mientras algunos de sus familiares oían las preguntas y en alguna ocasión inmiscuirse a la conversación reafirmando lo que nos expresaba la adolescente, haciendo que el momento fuera un poco más ameno de lo que podíamos estarlo llevando; la incomodidad de la que pudimos haber tenido en un inicio se fue perdiendo en cuanto se fue desarrollando cada vez más la charla, a tal punto de que no llegara a importar y pensar en que fue un gran factor para que la sujeto se sintiera más segura y cómoda al estar ella presente en un espacio tan habitual como lo es la ante sala de su casa. Al dar por concluido la interacción con la adolescente en este acercamiento, consideramos que en general todo salió bien y que nos deja una experiencia muy satisfactoria, ya que cumplimos con los objetivos que en primera instancia nos proponemos, el ir recabando cierta información que nos ayuda a desarrollar nuestra investigación manteniendo una relación cercana con la población, pudiendo escuchar en una forma presencial lo que ellos nos exponen sobre su uso del teléfono celular y corroborar, como lo es en este y en el ante acercamiento que tuvimos, la información de lo que nos comentan, como lo es ver que en ciertos momentos de este proceso hacen un uso de estos dispositivos móviles y el distanciamiento que pueden mantener al estar frente a otras personas y además, en ambientes tan próximos como lo es en sus hogares. En gran medida de todo lo que en este acercamiento se nos fue dando, en nosotros fue generando posibles formas en las cuales nuestra investigación podría ir tomando sus rumbos. Hubieron muchos casis en los que la sujeto, a través de experiencias meramente personales, nos iba platicando en el uso del móvil, es de resaltar que en varios aspectos que ella menciona y que al compararlos con las mismas acciones que ella realiza, no suele hacer algo contrario respecto a lo que ella siente; por ejemplo, como ella comentaba, que al momento de encontrarse frente a frente con una persona y estar conviviendo, si en el caso de que la persona con la que está platicando llegase a sacar su teléfono celular para hacer uso de éste, ella mencionaba que probablemente se sentiría ignorada ya que está de por medio algo tan significativo como lo es su tiempo, por lo que aparte de sentirse ignorada también se sentiría molesta por la acción que está haciendo la persona, sin embargo, si la situación fuera de una manera contraria siendo ella quien saca su dispositivo móvil y hace uso de éste, ella menciona poder comprender lo que la otra persona pudiese llegar a sentir, sin embargo, aun así lo ha hecho y lo haría. Esto nos pone a pensar en que en muchas ocasiones, los adolescentes que pudieran hacer un uso del teléfono móvil habiendo experimentado situaciones en las que se encuentran agraviados por los problemas que el celular podrían causarles, estas mismas personas, al verse ellas inmiscuidas, no les permite de forma clara pensar como si estuvieran en un papel contrario, cada vez es menos la sensibilización que presentas, es como “no quiero pasar por eso o no querer que me lo hagan” sin embargo, si es ella o él la persona que está haciendo uso de su teléfono móvil, no se sentiría con ese sentimiento de culpabilidad aun sabiendo, por haberlo experimentado, lo que se llega a sentir. Esto es uno de los casos que al estar en el acercamiento hemos ido observando que pasan comúnmente con los adolescentes y que en nosotros, los investigadores, representan un punto por el cual la investigación puede tomar rumbo la investigación. Son de suma importancia cada comentario que la sujeto, en nuestro caso, nos pudo llegar a aportar.