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1er Semestre

Introducción

En este libro podemos observar la estructura religiosa y familiar del pueblo romano y del
griego, además de cómo es la ciudad de Roma y Atenas.

Grecia y Roma son dos civilizaciones que marcaron la historia de la humanidad, Grecia por su
maravillosa cultura y Roma por su poderío militar y su expansionismo, además de su estructura
política; estas civilizaciones han sido la base de muchas culturas actuales.

Hablando de Grecia, nos damos cuenta que sus maravillosos filósofos y pensadores fueron la
base para la evolución científica del mundo actual, además que gran cantidad de sus principios
filosóficos prevalecen hasta la actualidad como validos e irrefutables. Teniendo en cuenta que
existió hace 2600 años nos damos cuenta que era una ciudad (Atenas), con una cultura
impresionante, y una organización política y familiar digna de admirar e imitar.

En Roma, la cual es la materia de nuestro estudio, nos damos cuenta que sus tres épocas
fueron imitadas por el resto de la humanidad (tal vez estos le copiaron la república a Grecia,
pero por la evolución que llevo Roma podemos atrevernos a decir que fue de origen propio),
respecto a la organización política, Roma estaba perfectamente estructurada en clases
sociales, entre las cuales existía gran diferencia, pero las clases inferiores tenían forma de ser
ciudadanos, para así obtener los beneficios de estos, también podían ser libres y dejar atrás la
esclavitud por medio de diferentes formas, las cuales son dignas de analizar; hablando de su
estructura política, Roma estuvo integrada por magistraturas, las cuales eran las encargadas de
dirigirla, en distintas épocas estas fueron abolidas por la excesiva hambre de poder de sus jefes
supremos (muchas veces no era hambre de poder, sino demencia), el pueblo romano llego a
tener tanto poder que fueron dueños del mediterráneo, de gran parte de Europa, de parte de
Asia, el norte de África, así nos damos cuenta del poder expansionista que tenia Roma.

Nos atrevemos a decir, que Grecia y Roma fueron lo máximo de su tiempo, con Roma, su caída
fue a causa de su excesivo territorio, ya que tenían tanto que no lo podían controlar, con
Grecia, lo ignoro; volviendo a Roma, fu tan grande su imperio que lo tuvieron que dividir en 2:
el de oriente y el de occidente, uno cayo en el 476 por causa de los bárbaros, el otro en 1453 a
causa de los bárbaros.

Roma estuvo plagada de personajes distinguidos, desde grandes gobernantes, juristas,


psicópatas, generales, y un sin fín de personajes que merecen que hablemos un poco mas de
ellos; Grecia se caracterizo por contar con grandes filósofos, los cuales pasaban su tiempo
tratando analizando todo y formulándose las preguntas clásicas : “Que es” y “para que es”, los
cuales a través del tiempo nos vamos dando cuenta de su gran intelecto y su necesidad de
aprender cosas nuevas del entorno y de la conducta humana.

Roma se caracterizo por ser un cuerpo bien estructurado, gracias al cual, en la actualidad
imitamos muchas cosas de este, por eso llevamos esta materia, que nos sirve para conocer el
origen del derecho actual en México, los griegos nos ayudan a pensar, dado que los principios
básicos de la utilización de la mente fueron instituidos por ellos, además de muchas cosas que
hasta la actualidad son dignas de admirar.

LIBRO PRIMERO

CREENCIAS ANTIGUAS
CAPITULO I

Hasta los últimos tiempos de la historia de Grecia y Roma se vio persistir entre el vulgo un
conjunto de pensamientos, y usos, que indudablemente, procedían de una época remotísima.
De ellos podemos inferir las opiniones que el hombre se formo al principio sobre su propia
naturaleza, sobre su alma y sobre el misterio de su muerte.

Las generaciones antiguas, mucho antes que hubiera filósofos, creyeron en una segunda
existencia después de la actual, consideraron la muerte, no como una disolución del ser, sino
como un mero cambio de vida.

Según las más antiguas creencias de los griegos y de los italianos, no era en un mundo extraño
el presente a donde el alma iba a pasar su segunda existencia, permanecía cerca de los
hombres y continuaba viviendo bajo la tierra (sub terra censabant reliqium vitam agi
mortorum).

También se creyó durante mucho tiempo que en esa segunda existencia el alma permanecía
asociada al cuerpo. Nacida con el, la muerte no los separaba y con el se encerraba en la tumba;
cuando se colocaba un cuerpo en el sepulcro, se creía que era algo viviente lo que ahí se
colocaba.

Era costumbre, al fin de la ceremonia fúnebre, llamar tres veces al alma del muerto por el
nombre que había llevado. Se le deseaba vivir feliz bajo tierra; se escribía en la tumba que él
reposaba allí. Jamas se prescindía de enterrar con el los objetos de que, según se suponía,
tenia necesidad.

De esta creencia primitiva se derivo la necesidad de la sepultura. Para que el alma


permaneciera en esta morada subterránea, que le convenía para su segunda vida, era
necesario a que el cuerpo al que estaba ligada quedase recubierto de tierra. El alma que
carecía de tumba no tenia morada, vivía errante, se convertía pronto en malhechora.

La antigüedad entera estaba persuadida de que sin la sepultura el alma era miserable, y que
por la sepultura adquiría la eterna felicidad.

Las formulas de la ceremonia fúnebre, puesto que sin ellas las almas permanecían errantes y
se aparecían a los vivos, es que por ellos se fijaban y encerraban en las tumbas, y así como
habían formulas que poseían esta virtud, los antiguos tenían otra con la virtud contraria: la de
evocar a las almas y hacerlas salir momentáneamente del sepulcro.

Se temía menos a la muerte que a la privación de la sepultura, ya que se trataba del reposo y la
felicidad eterna.

En las ciudades antiguas la ley infligía a los grandes culpables un castigo reputado como
terrible: la privación de la sepultura. Hay que observar entre los antiguos se estableció otra
opinión sobre la mansión de los muerto, se figuraron una región, también subterránea pero
infinitamente mayor que la tumba, donde todas las almas lejos de su cuerpo, vivían juntas y
donde se les aplicaban penas y recompensas.

Se rodeaba a la tumba de grandes guirnaldas de hierba y flores, que se depositaban tortas,


frutas, sal, se derramaba leche, vino, y a veces la sangre de alguna víctima.
Capitulo II

El culto de los muertos

Entre los griegos había entre cada tumba un emplazamiento destinado a la inmolación de las
víctimas y a la cocción de su carne. La tumba romana también tenia su culina, especie de
cocina de un genero particular, y para el exclusivo uso de los muertos.

Estas creencias dieron pronto a lugar las reglas de conducta. Puesto que el muerto tenia
necesidad de alimento y bebida, se concibió un deber de los vivos satisfacer esta necesidad,
fue obligatorio.

Los muertos pasaban por seres sagrados, los antiguos les otorgaban los más respetuosos
epítetos que podían encontrar: llamándoles bienaventurados, buenos, santos. Para ellos
tenían toda la veneración que el hombre pueda sentir por la divinidad que ama o teme; en su
pensamiento cada muerto era un dios. No se daba distinción entre los muertos. Los griegos
daban de buen grado el nombre de dioses subterráneos, los romanos les daban el nombre de
dioses “manes”. Las tumbas eran los templos de estas divinidades.

Si el muerto al que se olvidaba era un malhechor, aquel al que se honraba era un dios tutelar,
que amaba a los que ofrecían el sustento. Estas almas humanas divinizadas por la muerte, eran
lo que los griegos llamaban demonios o héroe, los romanos le dieron el nombre de lares y
manes.

Capitulo III

El fuego sagrado

La casa de un griego o romano encerraba un alta, en este altar tenia que haber un poco de
ceniza y carbones encendidos, era una obligación sagrada para el jefe de la casa el conservar el
fuego de día y noche. No era licito alimentar ese fuego con cualquier clase de madera, este
fuego debía conservarse siempre puro.

Había un día del año, que para los romanos era el 1 de mayo en que cada familia tenia que
extender su fuego sagrado y encender otro inmediatamente, pero para obtener el nuevo
fuego era preciso observar escrupulosamente algunos ritos. El fuego tenia algo de divino, se le
adoraba, se le rendía un verdadero culto.

Jamas salía el hombre sin dirigir una oración a su hogar; al regreso antes de ver a su mujer y de
abrazar a sus hijos debía inclinarse ante el hogar e invocarlo, el fuego del hogar era pues la
providencia de la familia.

El culto del fuego sagrado no solo pertenecía Grecia y Roma, sino que también se encontraba
en oriente, entre los indos suele llamarse agni.

El hombre culpable no podía acercarse a su hogar, hasta que se purificara de la mancha.

El nombre del fuego sagrado fue personificado con el nombre de Vesta. Se represento a esta
divinidad con rasgos de mujer, porque la palabra con que se designo al altar era de genero
femenino. Vesta fue la diosa virgen, que no representaba en el mundo la fecundidad ni el
poder, fue el orden, pero no el orden rigurosos, abstracto, la ley imperiosa y fatal, que se
advirtió muy pronto en los fenómenos de naturaleza física.
Lares o héroes no eran otra cosa que el alma de los muertos, a la que el hombre imponía un
poder sobrehumano y divino. El recuerdo de uno de estos muertos sagrados estaba ligado
siempre al hogar. Dorando a uno no podía olvidarse al otro. Era costumbre muy antigua
enterrar a los muertos en las casas.

Se puede pensar que el hogar domestico solo fue, en su origen, el símbolo del culto de los
muertos, que bajo la piedra del hogar descansaba un antepasado, que el fuego se encendía allí
para honrarle y, que este fuego parecía conservar en el la vida o representaba a su alma
siempre vigilante. Esto solo es una conjetura.

Capitulo IV

La religión domestica

Desde hace muchos años el hombre solo admite una doctrina religiosa mediante dos
condiciones: que le anuncie un dios único, y que se dirigía a todos los hombres y a todos sea
accesible sin rechazar sistemáticamente ninguna clase ni raza.

En esta religión primitiva cada dios solo podía ser adorado por una familia. La religión era
puramente domestica. Una de las reglas de aquel culto, era que cada familia solo podía rendir
culto a los muertos que le pertenecían por la sangre, por eso la ley prohibía que un extranjero
se acercase a una tumba, tocar con el pie, aun por descuido una sepultura era un acto impío.

En Grecia y Roma así como en la India, el hijo tenia el deber de hacer las libaciones y sacrificio
a los manes de sus padres y de todos los abuelos.

Entre los vivos y los muertos de cada familia existía un cambio perpetuo de buenos oficios. El
muerto no podía prescindir del vivo, ni este del muerto.

Cada familia tenia su tumba, donde los muertos descansaban en su tumba unos al lado de
otros, siempre juntos. El culto no era publico, al contrario las ceremonias solo se celebraban
por los miembros de la familia.

Para esta religión domestica, no había reglas uniforme, ni ritual común. Cada familia poseía la
mas completa independencia. Ningún poder exterior tenia el poder de regular su culto o su
creencia. No existía otro sacerdote que el padre.

Esta religión solo podía propagarse por la generación. La religión domestica solo se propasaba
de varón en varón.

LIBRO II

LA FAMILIA

Capitulo 1

La religión ha sido el principio constitutivo de la familia antigua

En ciertos días, cada cual determinado por su religión domestica. Los vivos se reúnen cerca de
los antepasados. Les llevan la comida fúnebre, les vierten la leche y el vino, depositan las
tortas y frutas o queman en su obsequio la carne de una víctima. A cambio de estas ofrendas,
solicitan su protección, les llaman sus dioses y les piden que den fertilidad al campo,
prosperidad a la casa, virtud a los corazones.

El principio de la familia antigua no radica en la generación exclusivamente. El principio de la


familia tampoco consiste en el afecto natural, pues el derecho romano y el griego no tienen
para nada en cuenta ese sentimiento.

El fundamento de la familia romana, han creído que ese fundamento debía encontrarse en el
poder paternal o marital. Lo que une a los miembros de la familia antigua, es la religión del
hogar y los antepasados.

Una familia era un grupo de personas al que la religión permitía invocar al mismo hogar y
ofrecer la comida fúnebre a los mismos antepasados.

Capitulo II

El matrimonio

El matrimonio es pues, un acto grave para la joven, y no menos grave para el esposo, pues esta
religión exige que se haya nacido cerca del hogar para tener el derecho de sacrificarle, y sin
embargo va introducir cerca de su hogar a una extraña.

El matrimonio era la ceremonia santa que había de producir esos grandes efectos. La religión
con que se consumaba el matrimonio no era la de Júpiter o la de Juno, o la de otros dioses del
olimpo. La ceremonia no se realizaba en el templo, sino en la casa, y la presidía el dios
domestico.

La ceremonia entre los griegos se componía, por decirlo así de tres actos: ante el hogar del
padre, en el hogar del marido y en el transito de uno a otro. El matrimonio romano se parece
mucho al griego y como este comprendía tres actos: traditio, deductio in domun, confarreatio.
La joven abandona el hogar paterno, se conduce a esta a la casa del esposo, se canta en torno
a ella un antiguo himno religioso, el cortejo se detiene ante la casa del marido, allí se presenta
a la joven el agua y el fuego; luego se conduce a la esposa ante el hogar donde se encuentran
las imágenes de los antepasados. Comen juntos una torta de flor de harina, es lo que realiza la
unión santa entre los esposos. El matrimonio ha sido para ella como un segundo nacimiento.

Esta religión no acepta la poligamia, haciéndolo indisoluble y el divorcio casi imposible. El


derecho romano permitía fácilmente disolver el matrimonio por coemptio pero el religioso era
muy difícil. El efecto de la conferatio solo podía ser destruido por la differratio.

Capitulo III

De la continuidad de la familia; celibato prohibido; divorcio en caso de esterilidad; desigualdad


entre el hijo y la hija

Las creencias referentes a los muertos y al culto que se les debía han constituido la familia
antigua y le han dado la mayoría de sus reglas. La regla de que cada familia debía de
perpetuarse siempre, los muertos necesitaban que su familia nunca se extinguiese. La
extinción de la una familia produce la ruina en la religión de esta.

La ley encargaba en Atenas al primer magistrado de que ninguna familia se extinguiese,


también la ley romana se mostraba atenta a no dejar caer ningún culto domestico. Una familia
que se extingue es un culto que muere. El gran interés de la vida humana era continuar la
descendencia para continuar el culto, en virtud de estas opiniones, el celibato era una grave
impiedad y una desgracia. Apenas hubo leyes y declararon que el celibato era cosa mala y
punible. Cuando las leyes dejaron de prohibir el celibato, no por eso dejo de estarlo por las
costumbres.

El hijo que había de perpetuar la religión domestica debía ser el fruto de un matrimonio
religioso. El matrimonio era pues obligatorio

El efecto del matrimonio a los ojos de la religión y de las leyes era unir a dos seres en un
mismo culto domestico para hacer nacer un tercero que fuese apto para continuar ese culto. Si
el matrimonio solo había sido efectuado para perpetuar la familia, parecería justo que pudiera
disolverse si la mujer era estéril. Si un matrimonio resultaba estéril por causa del marido, no
era menos necesario que la familia continuase, entonces su hermano o algún pariente del
marido debía de sustituirlo.

El nacimiento de una hija no realizaba el objeto del matrimonio, En efecto la hija no podía
continuar el culto, pues el día que se casaba renunciaba a la familia y al culto de su padre. Era
pues el hijo a quien esperaba el que era necesario. El ingreso de este hijo a la familia se
señalaba con un acto religioso.

Capitulo IV

De la adopción y de la emancipación

El deber de perpetuar el culto ha sido el principio del derecho de adopción entre los amigos.
“A aquel a quien la naturaleza no ha concebido hijos puede adoptar uno para que no cesen las
ceremonias fúnebres”. Teniendo su razón de ser la adopción solo en la necesidad de prevenir
que el culto se extinguiese siguiese que nada, estaba permitida al que no tuviese hijos.

Cuando se adoptaba a un hijo era preciso, ante todo, iniciarlo en el culto, por eso se realizaba
la adopción con una ceremonia sagrada que parece ser muy semejante a la que marcaba el
nacimiento de un hijo.

A la adopción correspondía como correlativo la emancipación. Para que un hijo pudiera entrar
a una nueva familia, era de todo punto preciso haber salido de la antigua.

Capitulo V

Del parentesco que los romanos llamaban agnación

Platón dice que el parentesco es la comunidad de los mismos dioses domésticos. No se podía
ser pariente por línea de las mujeres, la mujer no trasmitía la existencia ni el culto. El principio
del parentesco no radicaba en el acto material del nacimiento, sino del mismo culto.

Así como la religión solo se trasmitía de varón en varón, así esta atestiguado por todos los
jurisconsultos antiguos que dos hombres no podían ser agnados entre sí, a menos que,
remontándose siempre de varón en varón, resultase que tuviese antepasados comunes. La
regla para la agnación era pues la misma que para el culto.

El lazo de sangre no basta para establecer este parentesco, se necesita el lazo de culto, la
religión determinaba el parentesco. A medida que esta antigua religión se debilitaba, la voz de
la sangre comenzó a hablar mas alto, y el parentesco por el derecho fue reconocido por el
derecho. Los romanos lo llamaron cognatio.

Capitulo VI

El derecho de la propiedad

Se sabe que algunas razas nunca llegaron a establecer la propiedad privada, que otras lo
lograron después de mucho tiempo y trabajo. Entre los antiguos germanos - según algunos
autores - la tierra no pertenecía a nadie.

Al contrario, las poblaciones de Grecia e Italia, desde la más remota antigüedad han practicado
la propiedad privada. Ningún recuerdo histórico ha quedado de que la tierra haya sido común.

Parece ser que entre los griegos, el concepto del derecho de propiedad siguió una marcha
completamente opuesta a la que parece natura. No se aplico a la cosecha primero, y al suelo
después, se siguió el orden inverso.

La idea de la propiedad privada estaba implicada en la religión misma. Cada familia tenia su
hogar y sus antepasados, esos dioses solo podían ser adorados por ella, solo a ella protegían,
era su propiedad.

Un mismo muro no puede ser común a dos familias, pues entonces habría desaparecido el
recinto sagrado de los dioses domésticos. En roma la ley fija en dos pies y medio la anchura del
espacio libre que debe separar siempre a dos casas, y este espacio queda consagrado al dios
del recinto.

La familia poseía pues, una tumba común, donde sus miembros, uno tras otro, habían de
reposar. La regla era la misma para esa tumba que para el hogar. Así como las casas no debían
estar contiguas, las tumbas tampoco, sino que cada una tenia un cerco aislante. He aquí, pues,
una parte de la tierra que, en nombre de la religión, se convierte en un objeto de propiedad
perpetuo para cada familia. La sepultura había establecido la unión indisoluble de la familia
con la tierra, es decir, la propiedad.

En la mayoría de las sociedades primitivas, la propiedad había sido establecida por la religión.
Resulta bastante evidente que la propiedad privada era una institución que no podía prescindir
la religión domestica. No fueron las leyes las que garantizaron al comienzo el derecho de la
propiedad, fue la religión. Cada dominio se encontraba bajo las miradas de los dioses
domésticos que velaban por él. Para usurpar el campo de una familia era preciso derribar o
trasladar el limite, ahora bien, este limite era un dios. EL sacrilegio era horrendo y el castigo
severo.

De todas estas creencias, de todos estos usos, de todas estas leyes, resulta claramente que es
la religión domestica la que ha enseñado al hombre a apropiarse de la tierra y le ha
garantizado su derecho sobre de ella.

Compréndese sin gran trabajo que el derecho de propiedad, así concebido y establecido, haya
sido mucho más completo y absoluto en sus efectos a lo que el presente pueda serlo en
nuestras sociedades modernas, que lo fundan en otros principios.

Solo conocemos el derecho romano a contar de las doce tablas, es evidente que en esta época
estaba permitida la venta de la propiedad, pero hay razones para creer que en la primera
etapa de Roma la tierra era inalienable como en Grecia. En fin se permitió vender el dominio,
pero también para eso se necesitaban las formalidades de la religión.

Capitulo VII

El derecho de sucesión

Habiéndose establecido el derecho de propiedad para la realización de un culto hereditario no


era posible que ese derecho se extinguiese por la corta existencia del individuo. El hombre
muere, el culto permanece, el hogar no debe extinguirse ni la tumba abandonarse.
Prosiguiendo la religión domestica, el derecho de propiedad debe continuar con ella.

Dos cosas están ligada estrechamente en las creencias como en las leyes de los antiguos: el
culto de una familia y la propiedad de la misma. La persona que hereda, sea quien sea, esta
encargada de hacer las ofrendas sobre la tumba.

Siendo la religión domestica como ya hemos visto, hereditaria de varón en varón, la propiedad
también lo es. El hijo hereda, pero la hija no, en el derecho romano, la hija no hereda del padre
si se casa, en el griego de ninguna manera. La hija no es apta para continuar la religión
paterna, pues que se casa, y al casarse renuncia al culto del padre para adoptar el del esposo.
Si un padre dejase sus bienes a la hija, las propiedades se separarían del culto, y esto es
inadmisible. La religión le prohibe heredar de su padre.

Si no en las leyes, había al menos en la practica y en las costumbres una serie de dificultades
opuestas a que la hija fuese tan completamente propietaria de su parte de patrimonio como el
hijo lo era de la suya. Si era heredera, solo provisionalmente lo era, con ciertas condiciones,
casi con mero usufructo.

Es verdad que los hombres encontraron muy pronto un giro para conciliar la prescripción
religiosa, que prohibía heredar a la hija, con el sentimiento natural, que aconsejaba que
pudiera gozar de la fortuna paterna. Esto es notable en el derecho griego. La legislación
ateniense propendía manifiestamente a que la hija imposibilitada de ser heredera, se casase al
menos con el heredero.

Si el padre solo tenia una hija, podía adoptar a un hijo y darlo a la hija como esposo. También
podía instituir por testamento un heredero que se casase con su hija.

La necesidad de satisfacer a la religión, combinada con el deseo de salvar los intereses de una
hija única, fue causa de que encontrase otro giro.

Si un hombre moría sin hijos, para saber cual era el heredero de sus bienes, no había mas que
buscar al continuador del culto.

Estos principios regulaban el orden de sucesión. Si un hombre perdía a su hijo ya su hija, y solo
dejaba nietos, el hijo de su hijo heredaba, pero no el hijo de su hija. A falta de descendientes,
tenían por heredero a su hermano, no a su hermana; al hijo de su hermano, no al hijo de su
hermana. A falta de hermanos y sobrinos, era necesario remontarse en la serie de los
ascendientes del difunto, siempre en línea masculina, hasta que se encontrase una rama que
se hubiese desprendido de la familia por un varón, luego se descendía por esta rama de varón
en varón, hasta encontrar a un hombre vivo, este era el heredero.
He aquí la ley de Atenas, “si un hermano muere sin un hijo, hereda el hermano del difunto, con
tal que sea hermano consanguíneo, en su defecto el hijo del hermano, pues la descendencia
pasa siempre a los varones y a los descendientes de los varones.

Las doce tablas también decidían que si un hombre moría sin heredero de si mismo, la
sucesión pertenecía al más próximo agnado. Ya hemos visto que nunca podía ser agnado por
las mujeres. El antiguo derecho romano aun especificaba que el sobrino heredaba del patruus,
es decir del hermano de su padre, y no del avunculus, el hermano de su madre.

Respecto a los efectos de la emancipación y de la adopción, estos representaban en el hombre


un cambio de culto, también en esto el derecho antiguo se conformaba a las reglas religiosas.
El hijo excluido del culto paterno por la emancipación también estaba excluido de la herencia,
el extraño asociado al culto de la familia por la adopción se trocaba hijo, y continuaba el culto y
heredaba los bienes.

Como era contrario en la religión que un mismo hombre profesase dos cultos domésticos,
tampoco podía heredar de dos familias, así que el hijo adoptivo que heredaba de la familia
adoptante no heredaba de su familia natural.

Al principio el testamento no era conocido. El derecho de testar, es decir, de disponer de sus


bienes tras la muerte para transferirlos a otro distinto del heredero natural, estaba en
oposición con las creencias religiosas, que eran el fundamento del derecho de propiedad y del
derecho de sucesión.

El antiguo derecho indio no conocía el testamento. El derecho ateniense lo prohibió de un


modo absoluto hasta Solón, y aun este solo lo permitió a los que no dejaban hijos.

Las doce tablas autorizan el testamento, pero el fragmento referente a este particular es muy
corto y a todas luces incompleto para que podamos felicitarnos de conocer las verdaderas
disposiciones del legislador en esta materia.

Respecto a la antigua indivisión del patrimonio, en esas remotas épocas se advierte una
institución que ha debido reinar mucho tiempo, que ha ejercido considerable influencia en la
constitución futura de las sociedades, y sin la cual no podría explicarse esta constitución. Tal es
la indivisión del patrimonio con una especie de derecho de primogenitura. El primogénito tenia
el privilegio, después de la muerte del padre, de presidir todas las ceremonias del culto
domestico. Solo el primogénito heredaba los bienes.

El primogénito toma posesión del patrimonio entero, y los demás hermanos viven bajo su
autoridad como vivían bajo la del padre. El primogénito satisface la deuda con los
antepasados, debe pues, tenerlo todo.

Por lo que a Roma respecta, ninguna ley encontramos que se refiera al derecho de
primogenitura. Pero no debe concluirse de esto que haya sido desconocido en la antigua Italia.
El derecho de primogenitura no consistía en la expoliación de los segundones para favorecer al
hermano mayor.

Capitulo VII

La autoridad en la familia
La familia no ha recibido sus leyes de la ciudad. El derecho antiguo no es obra de un legislador,
al contraigo se ha impuesto al legislador. Es en la familia en donde se ha encontrado su origen.
El padre es el primero junto al hogar, él lo enciende, y él es el pontífice.

La religión no coloca a la mujer en tan elevado rango. El derecho griego, el derecho romano, el
derecho indio, que proceden de estas creencias religiosas, están acordes en considerar a la
mujer siempre como una menor. La autoridad del marido sobre la mujer no resultaba de
ningún modo de la mayor fuerza del primero. Como todo el derecho privado, se deriva de las
creencias religiosas que colocaban al hombre en superior condición que a la mujer.

En el rigor del derecho primitivo, los hijos permanecen ligados al hogar del padre y, por
consecuencia, sometidos a su autoridad mientras vive, son menores. Gracias a la religión
domestica, la familia era un pequeño cuerpo organizado, una pequeña sociedad con su jefe y
su gobierno.

Los derechos que componían al poder paternal, eran numerosisimos y podan clasificarse en
tres categoría, según se considera al padre de familia como jefe religioso, como dueño de la
propiedad o como juez:

1)El padre es el jefe supremo de la religion domestica, el regula todas las ceremonias del culto,
de aquí se deriva toda una serie de derechos: derecho de reconocer o rechazar al hijo cuando
nace, derecho de repudiar a la mujer, derecho de casar a la hija, derecho de casar al hijo,
derecho de emancipar, derecho de adoptar, derecho de designar en visperas de morir un
tutora la mujer y a los hijos.

2) Solo podía haber un propietario en cada familia, que era la familia misma, y un
usufructuario (el padre); la propiedad no podía dividirse, y, descansando integra en el padre, ni
la mujer ni el hijo poseían nada como propio. En el derecho romano se ve y también se
encuentra en las leyes de Atenas, que el padre podía vender a su propio hijo.

3) La mujer y el hijo no podían ser demandantes, ni defensores, ni acusadores, ni acusados, ni


testigos. Entre toda la familia, solo el padre podía comparecer ante el tribunal de la ciudad, la
justicia publica solo para el existía, por eso era responsable por los delitos cometidos por los
suyos. Este derecho de justicia que el jefe de familia ejercía en su casa era completo y sin
apelación.

Capitulo IX

La antigua moral de la familia

La historia no estudia solamente los hechos materiales y las instituciones, su verdadero objeto
de estudio es el alma humana, debe aspirar a conocer lo que esta alma ha creído, ha pensado,
ha sentido, en las diferentes edades del genero humano.

La religión de estas primeras edades era exclusivamente domestica, la moral también lo era.
En esta religión del hogar, el hombre jamas implora a la divinidad a favor de otros hombres,
solo lo invoca por si y por los suyos. Esta religión conoce la misericordia, pose ritos para borrar
las manchas del alma por estrecha y grosera que sea, sabe consolar al hombre hasta de sus
propias faltas. Esta misma religión vela cuidadosamente por la pureza de la familia. Considera
que la más grave falta que puede cometerse es el adulterio. Otra regla es que la tumba solo
contenga a los miembros de la familia.
Esta moral domestica aun prescribe otros deberes. Dice a la esposa que debe obedecer, al
marido que debe mandar. Enseña a ambos que deben respetarse mutuamente. Entre los
romanos la presencia de la mujer es tan necesaria en el sacrificio, que el sacerdote pierde el
sacerdocio en cuanto queda viudo.

Pero el hijo también desempeña su papel en el culto, realiza una función en las ceremonias
religiosas, su presencia es tan necesaria en ciertos días, que el romano sin hijos se ve obligado
a aceptar a uno ficticiamente para esos días, a fin de que los ritos puedan celebrarse. Puede
suponerse lo que estas creencias inspiraban de respeto y afecto recíprocos en la familia.

La antigua moral regulada por las antiguas creencias, ignoraba la caridad, pero enseñaba
cuando menos las virtudes domesticas. El aislamiento de la familia fue en esta raza el principio
de la moral.

Capitulo X

La “gens” en Roma y Grecia

La gens formaba un cuerpo cuya constitución era perfectamente aristocrática, gracias a su


organización interior, los patricios de Roma y los eupatrides de Atenas perpetuaron por mucho
tiempo sus privilegios.

Los plebeyos de Roma idearon la formación de gentes a imitación de los patricios; en Atenas se
intento trastornar a los eupatrides, de fundirlos entre sí y de remplazarlos por los demos,
establecidos estos a la imagen de aquellos.

En Roma como en Atenas había gentes, cada gens tenia un culto especial. En Grecia se
reconocía a los miembros de una misma gens en que realizaban sacrificios en común desde
una época muy remota.

También en Roma cada gens tenia que realizar algunos actos religiosos, este culto tenia que
perpetuarse de generación en generación, y era un deber dejar tras de sí hijos que lo
continuasen.

Los dioses de la gens, solo la protegían a ella y solo por ella querían ser invocados. Ningún
extraño podía ser admitido en las ceremonias religiosas, así cada gens tenia su culto y sus
fiestas religiosas, también tenían su tumba común.

El antiguo derecho de Roma considera a los miembros de una misma gens como aptos para
heredarse mutuamente. No había lazo mas estrecho que el que ligaba a los miembros de una
gens. También en Grecia cada gens tenia su jefe.

La gens no es otra cosa que la similitud del nombre. Según otros, la gens solo es la expresión
de una relación entre una familia que ejerce el patronato y otras familias que son clientes. El
carácter de mas relieve y mejor constatado de la gens es que tienen un culto propio. Si la gens
adoraba en común a un antepasado, es que sinceramente creía descender de el. Todo nos
presenta a la gens como unida por un lazo de nacimiento.

Se puede, pues, entrever un largo periodo durante el cual los hombres no han conocido otra
forma de sociedad que la familia. Entonces se produjo la religión domestica, que no hubiese
podido nacer en una sociedad de otro modo constituida, y que aun han debido ser, durante
mucho tiempo, un obstáculo para el desarrollo social. También entonces se estableció el
antiguo derecho privado, que más tarde se encontró en desacuerdo con los intereses de una
sociedad ya algo extensa, pero que estaba en perfecta armonía con el estado de la sociedad en
que nació.

Hay otro elemento que entro en la composición de esa familia antigua, la reciproca necesidad
que el pobre tiene del rico y el rico del pobre creó a los servidores. Es necesario que el servidor
se convierta por cualquier medio en integrante de esa familia. A esto se llega por una especie
de iniciación del recién venido al culto domestico.

Mas, por lo mismo que el servidor adquiría el culto y el derecho de orar, perdía su libertad. Su
amo podía hacerlo salir de la baja servidumbre y tratarlo como hombre libre. Pero el servidor
no salía por eso de la familia. Como a ella estaba ligada por el culto, no podía separarse por
impiedad. Con el nombre de liberto o el de cliente, seguía reconociendo la autoridad del jefe o
patrono y no cesaba de tener relaciones con deber a el.

La clientela es un lazo sagrado que la religión ha formado y que nada puede romper, una vez
cliente de una familia, ya no es posible desligarse de ella.

De todo esto se deduce que la familia de los más remotos tiempos con su rama principal y sus
ramas secundaria, con sus servidores y sus clientes, podía formar un grupo de hombres muy
numeroso.

LIBRO II1

LA Fratría y la curia

Capitulo 1

La tribu

La religión doméstica prohibía que dos se mezclaran y se identificaran. Pero era posible que
varias familias, sin sacrificar nada de su religión particular, se uniesen al menos para la
celebración de otro culto que les fuese común. Esto es lo que ocurrió. Cierto número de
familias formaron un grupo que la lengua griega llamó fratría y la lengua latina curia. En el
momento de unirse, estas familias concibieron una divinidad superior a sus divinidades
domésticas, divinidad común a todas y que velaba sobre el grupo entero. No había curia ni
fratría sin altar y sin dios protector.

La tribu, tenía un tribunal y un derecho de Justicia sobre sus miembros. Por lo que nos queda
de las instituciones de la tribu, se ve que en su origen estuvo constituida para ser una sociedad
independiente, y como si no hubiese tenido ningún poder social superior.

Capitulo 11

Nuevas creencias religiosas

La religión de los muertos permaneció siempre inmutable en sus prácticas, mientras que sus
dogmas se extinguían poco a poco, la otra, la de la naturaleza física, fue más progresiva y se
desarrollo libremente a través de las edades, cada hombre solo adoraba a un número muy
restringido de divinidades. La primera aparición de estas creencias pertenece a una época en
que os hombres aún vivían en el estado de familia, estos nuevos dioses tuvieron al principio
como los demonios, los héroes y los lares, el carácter de divinidades domésticas. Se necesito
mucho tiempo antes de que esos dioses salieren del seno de las familias que los habían
concebido y los consideraban como su patrimonio. A medida que esta nueva religión iba en
progreso, la sociedad debió agrandarse.

Capitulo 111

La ciudad se forma

Varias fratrías se habían unido en una tribu, varias tribus pudieron asociarse entre si, a
condición de respetarse el culto de cada cual. El día en que se celebró esta alianza, existió la
ciudad.

Cuando un jefe salía de una ciudad ya constituida para fundar otra, ordinariamente sólo
llevaba un pequeño número de conciudadanos, a los que se incorporaban muchos otros que
procedían de diversos lugares y aun podían pertenecer a ciertas razas. Pero este jefe siempre
constituía el nuevo Estado a imagen y semejanza del que acababa de dejar. En consecuencia,
dividía su pueblo en tribus y fratrías.

Capitulo 1v

La urbe

Ciudad y Urbe, no eran palabras sinónimos entre los antiguos. La ciudad era la asociación
religiosa y política de las familias y de las tribus; la urbe era el lugar de reunión, domicilio y
sobre todo, el santuario de esta asociación. Fundábase la urbe de un solo golpe; totalmente
terminada en un día. Pero era preciso que antes estuviese constituida la ciudad, que era la
obra más difícil y ordinariamente la mas larga. La fundación de una urbe era siempre un acto
religioso.

Capitulo v

El culto del fundador; la leyenda de eneas

Cada ciudad adoraba al que la había fundado. El fundador se recordaba cada año en las
ceremonias sagradas. Eneas había fundado a Lavinio, de donde procedían los albanos y los
romanos, y que por consecuencia, era considerado como el primer fundador de Roma. Sobre
el se estableció un conjunto de tradiciones y recuerdos. Virgilio se apoderó de ese tema y
escribió el poema nacional de la ciudad de romana. La llegada de Eneas, o mejor, el traslado de
los dioses de Troya a Italia, es el tema de la Eneida. El poeta canta a ese hombre que surca los
mares para fundar una ciudad y llevar sus dioses al Lacio.

Capitulo vi

LOS DIOSES DE LA CIUDAD

Una ciudad era como una pequeña iglesia, con sus dioses, sus dogmas y su culto. Tenían su
cuerpo de sacerdotes que no dependía de ninguna autoridad extraña, tenían libros litúrgicos, y
cada ciudad tenía su colección de oraciones y de prácticas. Así la religión era completamente
local y civil, tomando este ultimo nombre en su antiguo sentido, es decir, especial a cada
ciudad. En general, el hombre sólo conocía a los dioses de su ciudad y sólo a ellos honraba y
respetaba.
Capitulo vii

La religión de la ciudad

LAS COMIDAS PUBLICAS.

La principal ceremonia de culto doméstico era una comida, que se denominaba sacrificio. La
principal ceremonia del culto de la ciudad también era una comida de esta naturaleza, que
había de realizarse en común, por todos los ciudadanos, en honor a las divinidades
protectoras. Esto estaba tan vigente tanto en Grecia como en Italia.

LAS FIESTAS Y EL CALENDRIO.

Todo lo que era sagrado daba lugar a una fiesta, existía la fiesta del recinto de la ciudad,
amburbalia; la de los límites del territorio ambarvalia.

Lo que caracterizaba estas fiestas religiosas era la prohibición de trabajar, y la prohibición de


hacer el mal, la obligación de estar alegres, el canto y los juegos públicos.

El calendario estaba regulado por las leyes de la religión. Que únicamente los sacerdotes
conocían. Cada ciudad contaba sus años de una forma diferente.

Capitulo viII

LOS RITUALES Y LOS ANALES

A veces , el ritual estaba escrito en tabletas de madera; a veces, en tela,, Roma tenía sus libros
de pontífices, sus libros de augures, su libro de ceremonias, y su colección de Indigitamenta. La
historia de la ciudad decía al ciudadano todo lo que debía creer y todo lo que debía adorar. Por
eso la historia era escrita por los sacerdotes. Roma tenía los anales de los pontífices. Al lado de
los anales había también documentos escritos y auténticos, una tradición oral que se
perpetuaba en el pueblo de cada ciudad.

Capitulo ix

Gobierno de la ciudad. El rey

El sacerdote del hogar público ostentaba el nombre del rey. En ocasiones le daban otros
títulos, este es principalmente el jefe del culto: el conserva el hogar, hace el sacrificio y
pronuncia la oración, preside las comidas religiosas. La tradición siempre los representa como
sacerdotes, a estos reyes-sacerdotes se les entronizaba con un ceremonial religioso.

Capitulo x

El magistrado

El magistrado remplazó al rey, fue como él, un sacerdote al mismo tiempo que un jefe político.
No había ningún magistrado que no tuviese que realizar algún acto sagrado. Los tribunos de la
plebe eran los únicos que no tenían que realizar ningún sacrificio.

Las magistraturas romanas, que cierto sentido fueron miembros sucesivamente desgajados del
consu8lado, reunieron como éste atribuciones sacerdotales y atribuciones políticas.
Capitulo xi

La ley

Entre los griegos y los romanos, como entre los indos, la ley fue al principio una parte de la
religión. En Roma era una verdad reconocida que no se podía ser buen pontífice si se
desconocía el derecho. A la ley antigua no se le discute, se impone; es una obra de autoridad:
los hombres la obedecen porque tienen fe en ella.

El derecho sólo era un aspecto de la religión. Sin religión común, no había ley común.

DE LA OMNIPOTENCIA DEL ESTADO; LOS ANTIGUOS NO CONOCIERON LA LIBERTAD


INDIVIDUAL.

La ciudad se había fundado sobre una religión y se había constituido como una iglesia. De ahí
su fuerza, su omnipotencia y el imperio absoluto que ejercía sobre sus miembros.

El ciudadano estaba sometido en todas las cosas y sin ninguna reserva a la ciudad: le
pertenecía todo entero.

Nada había en el hombre que fuese independiente. Su cuerpo pertenecía al estaba y estaba
consagrado a la defensa del mismo.

En roma, el servicio militar estaba obligado hasta los cuarenta y seis años; En Atenas y Esparta,
toda la vida.

LIBRO Iv

Las revoluciones

Capitulo 1

Patricios y clientes

La ciudad antigua, como cualquier sociedad humana, presentaba rangos, diferencias y


desigualdades. La historia de Roma esta llena de lucha entre los patricios y el pueblo, lucha
que se encuentra en todas las ciudades sabinas, latinas y etruscas. La autoridad del padre
marca el principio de la desigualdad. En la familia después de varias generaciones se forman
ramas segundonas, y se encuentran, en un estado de inferioridad con respecto a la rama
primogénita. El cliente esta por debajo de las ramas segundonas.

La distinción entre estas dos clases es manifiesta en lo que concierne a los intereses
materiales. La distinción es todavía más manifiesta en la religión. Solo el descendiente de un
pater puede practicar las ceremonias del culto de la familia.

Capitulo 11

Los plebeyos

Es necesario indicar ahora otro elemento de población que estaba por debajo de los mismos
clientes, y que, intimó en su origen, adquirió insensiblemente la fuerza suficiente para romper
la antigua organización social, esta clase se hizo en roma más numerosa que en cualquier otra
ciudad, recibía allí el nombre de la plebe, no formaba parte de lo que se llamaba el pueblo
romano. Estos no tienen culto, el matrimonio sagrado no existía para ellos, no hay familia, ni
autoridad paterna, no tienen derecho de propiedad, no tienen derechos políticos, etc.

Capitulo iii

Primera revolución

El poder en el estado se reunía en manos del rey, los jefes de las familias, los paters, y por
encima de ellos, los jefes de las fratrías y de las tribus, formaron al lado del rey una aristocracia
fortísima. El rey no era el único rey; cada pater lo era en su gens.

Los reyes querían ser poderosos , y los padres no querían que lo fueran, La lucha se entabló
pues, en todas las ciudades entre la aristocracia y los reyes. En todas partes fue idéntico el
resultado de la lucha: la realeza quedo vencida. Pero no se debe olvidar que esta realeza
primitiva era sagrada. Por lo que se conservó, pero despojada de su poder, ya no fue más que
un sacerdocio.

Capitulo iv

La aristocracia gobierna las ciudades

La misma revolución, bajo formas ligeramente variadas, se realizo en Atenas, en Esparta, en


Roma, en todas partes fue obra de la aristocracia; en todas tuvo por efecto suprimir la realeza
política, dejando subsistir la realeza religiosa. El gobierno de la ciudad perteneció a la
aristocracia. La aristocracia estaba fundada en el nacimiento y , al mismo tiempo, en la
religión. Tenía su principio en la constitución religiosa de las familias.

Capitulo v

Segunda revolución; cambios en la constitución de la familia; desaparece el derecho de


primogenitura; se desmembra la “gens”

La revolución que derribó a la raleza, más que cambiar la constitución de la sociedad, modificó
la forma exterior del gobierno. Esa revolución, fue obra de la aristocracia, que deseaba su
conservación. La aristocracia hizo una revolución política sólo para evitar una revolución social
y doméstica. La regla de indivisión que dio fuerza a la familia antigua fue abandonad
paulatinamente. El derecho de primogenitura, condición de su unidad, desapareció.
Considerable revolución que empezó a transformar a la sociedad.

Esta desmembración de la gens tuvo grandes consecuencias. La antigua familia sacerdotal, que
había formado un grupo compacto, fuertemente constituido, poderoso, quedo por siempre
relajada. Esta revolución preparó e hizo más fáciles otros cambios.

Capitulo vi

Los clientes se emancipan

He aquí otra revolución cuya fecha no puede indicarse , pero que con toda seguridad ha
modificado la constitución de la familia y de la sociedad misma. Los servidores o clientes
aspiran a emanciparse.
En los orígenes de roma hubo clientes. Hay alguien que se parece más al antiguo cliente: el
liberto., no de otra manera que en los primeros tiempos de roma, hacia el final de la república,
cuando alguno salía de la servidumbre, no se convierte inmediatamente en hombre libre y
ciudadano. Queda sometido al amo. Antes se le denominaba cliente ahora liberto, solo el
nombre ha cambiado. El liberto queda incorporado a la familia, depende de su patrono, el cual
tiene el derecho de justicia sobre su liberto.

Capitulo vii

Tercera revolución; la plebe ingresa a la ciudad

ATENAS:

Los eupatridas, después de derribar a la realeza, gobernaron en Atenas durante cuatro siglos.
La historia permanece muda acerca de esta larga dominación: solo una cosa se sabe, y es que
fue odiosa a las clases inferiores, y que el pueblo se esforzó por librarse de ese régimen, Sólon
hizo una reforma que consumo Clístenes, en la cual remplazaba las 4 antiguas tribus por otras
10 (nuevas), el molde de la antigua sociedad estaba roto y se formaba un nuevo cuerpo social.

Capitulo viii

Cambios en el derecho privado; el código de las xii tablas; el código de solón

No pertenece a la naturaleza del derecho ser absoluto e inmutable; se modifica y se


transforma como toda obra humana. Cada sociedad tiene su derecho, que se forma y se
desenvuelve con ella, que cambia como ella, y que, en fin, sigue siempre el movimiento de sus
instituciones, de sus costumbres y de sus creencias.

LIBRO v

Desaparece el régimen municipal

Capitulo 1

Nuevas creencias; la filosofía cambia las reglas de la política

La Rlibro 1 capitulo 1

CREENCIAS ENTRE EL ALMA Y LA MUERTE:Esta historia nos remota a la antigüedad donde todo
tenia un principio en las creencias religiosas extraídas de la raza indoeuropeas las cuales son
adoptadas posteriormente Roma y Grecia donde se creía que el cuerpo moría pero que el alma
no se apartaba del cuerpo,y que eran puestos en tierra juntamente y estos a la vez eran
provistos de bienes y alimentos por parte de sus seres queridos para que tuvieran una futura
travecia sin falta de bienes.

En el día del sepulcro hacían celebraciones religiosas, y al difunto que no se le hacían dichas
atenciones estaba destinado a pasar por necesidades en dicha vida siendo destinado a vagar y
a causar molestias a los vivos ...
Libro 1 capitulo 2

EL CULTO DE LOS MUERTOS:En estas culturas se hace énfasis en la atención y adoración a los
muertos creían que el muerto pasaba a ser un dios que les otorgaba beneficios o en su
defecto les causaba males,según como se les sirviera a estos dioses llevando seles comida y
bebidas como sacrificios.

Libro 1 capitulo 3

FUEGO CONSAGRADO:En cada hogar había un altar construido donde siempre rendían culto y
había fuego sobre ese altar y las personas se percataban de que siempre estuviera encendido
y el hogar al cual se le apagaba el fuego era considerado indigno todo hombre cuando llegaba
a casa antes de llegarse a su esposa e hijos primero se postraba al altar y rendía culto y
presentaban ofrendas y este fuego no se alimentaba con cualquier madera si no con la
especifica que señalaban las tradiciones y entre mas avivado el fuego mas agradado su dios y
así les concedía sus favores

Libro 1 capitulo 4

RELIGIÓN DOMESTICA:Cada hogar constaba de su propio sacerdote quien era el encargado de


predecir las ceremonias basadas en sus tradiciones,cada hogar por particular era
independiente de tener su religión de profesarla, el hombre de la casa era considerado como
un dios,y esta cualidad de sacerdote era delegada de generación en generación por eso se
veían en la necesidad de procrear o adoptar hijos varones para que continuasen con estas
tradiciones y a su vez garantizarle el sustento a sus antepasados y muertos

Libro II capitulo 1

LA FAMILIA:Se constituía como familia todo lo que empezaba en un altar y alrededor de este
un grupo de personas que participaban en las ceremonias religiosas teniendo mas valor el
hombre que la mujer, y cerca de este territorio donde se ubicaba su hogar también estaba el
sepulcro donde yacían los restos de sus antepasados.

LibroI capitulo II
EL MATRIMONIO:Se hacían ceremonias y ritos muy particulares cuando un hombre tomaba en
casamiento una mujer, sus amigas hacían de cuenta que la raptaba el esposo y ellas
comenzaban a gritar, sumandosele a eso que la mujer quedaba excluida de su hogar paterno y
también perdía el derecho de su religión pasando esta a ser parte de la religión de su esposo o
sea de su nuevo hogar.

libro II capitulo III

CONTINUIDAD DE LA FAMILIA INTRODUCCIÓN DEL CELIBATO: Se hacia necesario que nacieran


hombres para que estos a su vez siguieran con las tradiciones ancestrales de garantizarles
culto a sus dioses antepasados muertos No era permitido el celibato ya que se hacia necesario
la procreación se le permitía el divorcio cuando su mujer era estéril ya que esta trancaba la
tradición, y la desigualdad entre hijo e hija era por tradición ya que el culto era precedido solo
por hombres y no por mujeres.

Libro II capitulo IV

DE LA ADOPCIÓN Y DE LA EMANCIPACIÓN: Se daba en el caso de que un hombre no hubiese


tenido hijo de manera natural y se le permitía que adoptara un hijo para que siguiera con la
tradición de rendirle culto a sus antepasados pero este nuevo integrante debía emanciparse de
su familia original ya que nunca mas iba a entenderse con ellos si no con su nueva familia.

Libro II capitulo V

EL PARENTESCO LO QUE LOS ROMANOS LLAMABAN AGNACION: se consideraban parientes


aquellos que en cuyos cultos ofrecían sacrificios a un mismo antepasado que encontraban en
común.

LibroII capitulo VI

DERECHO DE PROPIEDAD: En la antigüedad se veía que la propiedad se media en el ganado y


no en la tierra y posteriormente, se veía que usaban la tierra pero se decía que esta no era de
nadie solo les pertenecía el fruto que esta daba al que la cultivaba luego había una gran unión
entre la religión domestica y la propiedad, ya que era necesario tener un terreno donde se
levantara un altar dentro de una casa y también contar con un terreno disponible para
enterrar a sus muertos se hacia necesario tener propiedad sobre su terreno ya que era
imposible violar el derecho de los muertos cuando tuvieran que abandonar el territorio se
vieran en la obligación de desenterrarlos y llevarlos a otra tierra esto se le llamaba sacrilegio y
de esta manera se costituia en propiedad.

Libro II capitulo VII


DERECHO DE SUCECION: Tanto en las ceremonias como en las leyes antiguas el culto y la
propiedad de la familia permanecían estrechamente unidas, CICERON decía que el culto y la
propiedad esto se heredaba de generación tras generación para la practica del culto y esta
cualidad quedaba en cabeza del hijo varón.

Libro II capitulo VIII

LA AUTORIDAD DE LA FAMILIA: Toda familia era constituida por padre-madre-hijos y esclavos y


en cuyo grupo era necesario que hubiera un líder que ejerciera disciplina y este mando era
encabezado por el pater el cual se rejia a su vez por su religión domestica.

Libro II capitulo IX

MORAL ANTIGUA DE LA FAMILIA: El aislamiento de la familia el principio moral, se habla de


una serie de principios morales como son que el sacerdote de la casa tiene que ser hombre y
no mujer, que cada sacerdote pide a los manes por los suyos y no por los demás, que en los
sepulcros solo pueden estar sus antepasados,que un extranjero no podía estar presente o
cerca de la tumba.

Libro II capitulo X

LA GENS EN ROMA Y EN GRECIA:Las gens tanto en roma como en Grecia hacían un culto en
familia y este ritual se trasladaba de generacion en generación por los hijos varones cada gens
familia tenia sus propios cultos o ceremonias independientes de los otros en aquella época no
se conocían otro tipo de relación o sociedad diferente a la que se ejercía en los cultos de cada
familia, también se comienza a ver los sirvientes que ejercían la religión de su amo.

Libro III capitulo I

LA FATRIA Y LA CURIA LA TRIBU: La fatria es la unión de varias tribu con el fin especifico de
rendir culto a un Dios superior diferente al de cada tribu solo se permitía con este fin en Grecia
se llamaba fatria y en roma se llamaba curia, la fatria en aquella época era considerada como
sociedad independiente a las demás ya que cada una contaba con su líder y este tomaba
decisiones del caso que aconteciere.

Libro III capitulo II

NUEVAS CREENCIAS RELIGIOSAS:Se fue quedando atrás el culto de los muertos pero no se
extinguió y fue llegando el culto a lo físico, tangible a lo que vislumbra sus vidas como la
naturaleza Ejemplo el sol , la luna la lluvia etc, también haciendo de un hombre, un héroe un
dios.
Libro III capitulo III

LA CIUDAD SE FORMA:La ciudad comienza a formarse con la unión de las fatrias pero cada
tribu que componía una fatria se respetaban el culto que rendían entre si internamente.

Libro III capitulo IV

LA POBLACIÓN: La urbe era el lugar o el sitio donde la ciudad acudía a reunirse , era el
santuario de esta asociación,la urbe era el territorio donde se situaba físicamente una ciudad.

Libro III capitulo V

CULTO DEL FUNDADOR LEYENDA DE ENEAS: Cada ciudad rendía culto a su fundador como el
caso de eneas que había fundado a livinio de donde procerdian los albanos y romanos.

Libro III capitulo VI

LOS DIOSES DE LA CIUDAD: Cada ciudad contaba con su estilo único de culto, contaban con sus
propios dioses,sus propios dogmas, actos religiosos siendo cada religión local y civil de cada
ciudad contando cada una con sus propios sacerdotes.

Libro III capitulo VII

LA RELIGIÓN DE LA CIUDAD:En el culto que se rendía en la religión domestica el principal acto


religioso era una comida ( CRIFICIO) en la celebración de la ciudad se hacia lo mismo todos
poniéndose de acuerdo a nivel de fatrias que componían la ciudad era un actuar colectivo y
con el mismo fin de celebrar ceremonias religiosas ya no como tribus independientes si no
como ciudad.

Libro III capitulo VIII

LOS RITUALES Y LOS ANALES: Las costumbres religiosas estaban escritas en tabletas , tela roma
contaba con libros donde estaban escritas toda la liturgia y la protocolizacion de sus actos
religiosos y esto hacia parte de cada ciudad.

Libro III capitulo IX


GOBIERNO DE LA CIUDAD EL REY: Se conocía como rey a un sacerdote de un lugar publico ya
que en cabeza de el estaba la autoridad , presidia la oración,ceremonias,comidas sacrificios
conservación del hogar ciudad.

Libro III capitulo X

EL MAGISTRADO: El magistrado remplaza al rey era el sacerdote y jefe político ,todos los
magistrados hacían actos sagrados.En la magistratura romana ejercieron atribuciones
sacerdotales y políticas.

Libro III capitulo XI

LA LEY: Entre los romanos griegos e indios la ley hacia parte de la religión ya que fue por fe y
por respeto a ella la obedecían a tal punto que se creía que sin religión no había ley

Libro IV capitulo I

LAS REVOLUCIONES PATRIOTAS Y CLIENTES: había desde la historia una gran diferencia entre
sociedades o estatus Ejem: los patricios y los plebeyos, esta desigualdad o privilegios de unos
se daba aun en la religión desde que el padre solo designaba a un heredero para que
continuase con los ritos de la familia. Los patricios clase alta, los plebeyos clase obrera, los
clientes servidores extranjeros.

Libro IV capitulo II

LOS PLEBEYOS: Eran una clase baja en roma que no tenían ninguna participación como pueblo,
familia, sociedad ni religiosamente eran solo esclavos y no cantaban para nada.

Libro IV capitulo III

PRIMERA REVOLUCIÓN: Se dio por causa de que los reyes de cada ciudad querían tener mas
poder, entonces los padres familias, jefes de fatrias,jefes de tribus no querían que el poder se
centrara solo en el rey y hubieron luchas entre la aristocracia y la monarquías saliendo
vencedora la aristocracia.

Libro IV capitulo IV

LA ARISTOCRACIA GOBIERNA LAS CIUDADES: Este fundamento de la aristocracia se vivió de


manera común en roma y Grecia, constituyéndose en un gobierno aristócrata y haciendo a un
lado a realeza sin dejar de perder la esencia que era la religión. Ya que de allí sus leyes para
que el gobierno gobernara dicha ciudad.

Libro IV capitulo V

SEGUNDA REVOLUCIÓN CAMBIOS EN LA CONSTITUCIÓN DE LA FAMILIA DESAPARECE EL


DERECHO DE PRIMOGENITURA SE DESMIEMBRA LA GE NS : al ser excluida la monarquía por la
aristocracia en el gobierno se dieron cambios en la constitución de la sociedad con el fin de
conservar la antiguas constituciones de la familia, es de aclarar que la aristocracia dio el golpe
a la realeza para evitar una revolución ya que estaba cometiendo errores en el mandato
causando desigualdades.

se veía como familia tenían sus propias normas en el hogar y poco se habituaban a las normas
que se les imponía ya haciendo parte activa de una ciudad. y de esta manera los ge ns se iban
disolviendo .

Libro IV capitulo VI

LOS CLIENTES SE EMANCIPAN:Con la creación de la ciudad surgen nuevas normas y leyes


opacando un poco las propias de cada familia que sometían a su acomodo a los clientes (
servidores ) una vez sucedía este cambio social los clientes veían mejores garantías y buscaban
ser libres llegando así la emancipación y dándose cierto reconocimiento donde se veía que el
cliente compensaba a usufructuarse del trabajo de sus manos.

Libro IV capitulo VII

TERCERA REVOLUCIÓN LA PLEBE INGRESA A LA CIUDAD:En la tercera revolución se vio que los
eupatridas vencieron a la realeza y se tomaron el poder pero posteriormente este nuevo
gobierno comienza a ser desigual en la sociedad siendo oprobio para las clases inferiores, el
pueblo busco ser libre de ese sistema rompiéndose ese sistema social antiguo.

La plebe se levanto a luchar contra la aristocracia con el fin de obtener el reconocimiento


politico, social , religiosa etc y ser tenidos en cuenta dentro de una sociedad.

Libro IV capitulo VIII

CAMBIOS EN EL DERECHO PRIVADO, EL CODIGO DE LAS 12 TABLAS Y CODIGO DE SOLON: Nos


muestra que no es la esencia del derecho quedarse quedarse estancado en el tiempo o
cualquiera que sea su connotación si no que va evolucionando en el tiempo culturalmente y
social mente, en cuanto a los derecho privado este se daba en la antigua familia por sus
tradiciones ancestrales donde se excluía de todo derecho a otros parientes y solo se reconocía
al varón mayor, pero esto cambio cuando se formaron las ciudades por que este derecho se
hizo publico.
El primer derecho publico que se observo fue el de la religion cuando los plebeyos hicieron
parte de la ciudad con esto lograron que se reconocieran públicamente sus derechos.

Las 12 tablas en roma se hicieron por los patricios a petición y para el uso de la plebe ya que
alfin habían sido reconocidos como ciudadanos.

El código de solon se dio en Grecia por causa de la misma revolución donde la clase
desprotegida e ignorada por el gobierno, se introdujo en ella para ser contada como ciudad el
código son reglamentos que se obedecieron.

Libro IV capitulo IX

NUEVO PRINCIPIO DE GOBIERNO INTERES PUBLICO Y EL SUFRAGIO: se le quita el poder político


a la iglesia separándose lo político de lo religioso y se constituye un gobierno elegido por el
pueblo.

Libro IV capitulo X

PRETENDE LA RIQUEZA CONSTITUIRSE EN ARISTOCRACIA ESTABLECIMIENTO DE LA


DEMOCRACIA ATENIENSE:En un principio en que la aristocracia religiosa asumio el poder se
veian diferencias sociales entre los ricos y los menos desfavorecidos, se crearon clases sociales
para poder acceder al gobierno estableciendose asi: los mas ricos ocupaban las magistraturas y
los menos ricos los senados este dominio por parte de los ricos no duro mucho por que los
pobres comenzaron a exigir sus derechos de igualdad dentro de una sociedad comenzando a
consolidarse una democracia participativa social mente.

Libro IV capitulo XI

REGLAS DE GOBIERNO DEMOCRATICO EJEMPLO DE LA DEMOCRACIA ATENIENSE: Se veía la


necesidad de plantear una nueva forma de gobierno ya que las antiguas se habían caído por su
propio peso siendo causales de estas revoluciones.

1 Grupo de magistrados que defendían la religión domestica

2 El rey hacia los sacrificios

3 Era jefe del ejercito y juzgaba a los extranjeros

4 Atenas conservaba en ciertas formas sus creencias ancestrales.

Libro IV capitulo XII

RICOS Y POBRES MUERTE DE LA DEMOCRACIA TIRANOS POPULARES: Con las revoluciones


anteriores se había logrado la igualdad entre los hombres de manera de derechos y principios
luego se daba una guerra de intereses ya que con la evolución y el cambio de la sociedad en el
caso de la clientela que era sustentada por sus amos en todas sus necesidades ya que luego de
su emancipación se vera obligada a pasar necesidades.La democracia lejos de suprimir la
miseria lo hizo mas evidente y la igualdad de los derechos políticos hizo resaltar mas la
desigualdad de las condiciones económicas, esta diferencia de poder económico lograba
manchar a los magistrados y cenadores a tal punto que se compraban conciencias ,esto no
beneficiaba en nada a los pobres si no que día tras día empeoraba su situación costituyendose
en un sistema tirano y extinguiéndose la democracia.

Libro IV capitulo XIII

RESOLUCIONES DE ESPARTA:Esparta vivían sus propias contiendas internamente por eso se


deduce que no haya vivido varios siglos sin revoluciones TUCIDIDES nos dice que esparta fue
mas atacada que cualquier otra sociedad esto estaba oculto a los demás ya que el gobierno los
ocultaba estas sufrieron una lucha interna haciéndoles perder su identidad a causa de la
invacion de otros.

Libro V capitulo I

DESAPARECE EL RÉGIMEN MUNICIPAL NUEVAS CREENCIAS LA FILOSOFÍA :Al haber fracasado el


régimen político en estas sociedades por 2 causas.1 orden de los hechos morales e
intelectuales. 2 orden de los hechos materiales la primera es la trasformación de las creencias
religiosas y la segunda la conquista romana, surge con el tiempo una idea de naturaleza
intangible la noción del alma humana se precisa,

Enseñaban a los griegos que para gobernar era necesario persuadir a los hombres y trabajar
sobre sus voluntades libres de esta manera de reflexion nace la filosofía que dan gran margen
para comprender otras bases fuentes que ayudarían a la problemática social.

Libro Vcapitulo II

LA CONQUISTA ROMANA: Se parte en 2 tiempos 1 cuando el espiritu municipal era fuerte 2


cuando el espiritu municipal era debil Roma era un conjunto de asociaciones de muchas razas
se hablaba latin y griego roma surgio ya que por sus modelos adoptados por la necesidad de
sostener en paz y armonia a un conglomerado, se fundaron instituciones las cuales a travez del
tiempo las hacian fuerte y con gran ventaja sobre las demas naciones y esto hacia que las
venciera y las dominara.

Libro V capitulo III

EL CRISTIANISMO CAMBIA LAS CONDICIONES DE GOBIERNO: L a victoria del cristianismo marca


el fin de la sociedad antigua. con la nueva religion termina esta trasformacion social se mira la
independencia de la religion -derecho- gobierno.
Con el cristianismo se unifican las creencias hacia un solo Dios unico y verdadero
incorporando unos sentimientos y valores hacia el projimo sin importar que esta sea
extranjero- esclavo o enemigo.

Con JESUS se parte la historia cronologica en 2 un antes y un despues poniendole fin a toda
creencia vana e imventada por el hombre y surge una gran diferencia entre DIOS y el hombre.

nsayo. Libro: La Ciudad Antigua. Autor: Fustel de Coulanges.


Comparto con ustedes el ensayo sobre el libro La Ciudad Antigua, de Fustel de Coulanges, que
realicé para la materia de Derecho Romano I, en primer semestre. Espero que pueda
ayudarles.

INTRODUCCIÓN
“La incomprensión del presente nace, fatalmente, de la ignorancia del pasado”… Desde la
primera frase pude enlazar éste libro con “La Ciudad Antigua”, pues hay una frase que me
llama la atención en ese libro, que describe perfectamente algunos sucesos que se han vivido a
lo largo de los años y leí en el antes mencionado libro: “El pueblo que no conoce su historia
está condenado a repetirla”.
Pienso que éstas frases contienen la idea central de la obra y, como dice el autor, es
importante estudiar las creencias de las antiguas culturas para conocer sus instituciones y no
“resuciten las malas cosas” de ellas en nuestra sociedad.
Además, me surgió la curiosidad de saber por qué dicen que “Es romano, es pagano”, pero la
religión católica se dice que es “Católica, apostólica y Romana”.

LIBRO I: CREENCIAS ANTIGUAS


Explica creencias de los romanos y griegos, aun cuando estos pueblos las sacaron de otros.
Comienza con la explicación del alma y de la muerte, ya que los griegos y romanos creían en la
vida después de la muerte, ellos lo llamaban “un cambio de vida”. Según sus más antiguas
creencias, decían que el alma siempre estaba unida al cuerpo, aún cuando la persona moría y
era enterrada o “encerrada en su tumba”, por lo que creían que vivía bajo la tierra; por eso,
cuando se enterraba a alguien se le trataba como si aun estuviera vivo: “Enterramos su alma
en su tumba; Pero tan firmemente se creía en la antigüedad que un hombre vivía allí que
jamás se prescindía de enterrar con él los objetos de que, según se suponía, tenía necesidad:
vestidos, vasos, armas. Se derramaba vino sobre la tumba para calmar su sed; se depositaban
alimentos para satisfacer su hambre.” (1).
(1) Fustel de Coulanges, La Ciudad Antigua, pp. 8-9.
De ahí nace la costumbre de poner los epitafios, pues los antiguos romanos y griegos lo ponían
para indicar que ahí descansaba un alma.
La antigüedad entera creía, firmemente, (porque era cuestión de fe) que sin la sepultura el
alma era miserable y por la sepultura adquiría la eterna felicidad. También la infelicidad del
alma era alcanzada si no se hacían los ritos correspondientes. Así surgen las primeras fosas
comunes, por la necesidad de enterrar a las almas y cuerpos a los cuales no les habían dado
sepultura para que sus almas pudieran descansar en paz.
Las familias de los muertos tenían que llevarles alimentos (les llamaban comida fúnebre) para
que comieran sus almas, y derramar vino sobre sus tumbas para que bebieran; tradición que
después se hizo obligatoria, o que podía practicarse, al menos, una vez al año. Así se instituyó
toda una religión sobre la muerte, lo que provocó que pronto los muertos fueran venerados y
convertidos en una divinidad (cada muerto era considerado un dios) y las tumbas eran sus
templos.
La comida fúnebre era tan importante que se creía que si se dejaba de ofrecer, los muertos
salían de sus tumbas y castigaban a los vivos con enfermedades o “esterilidad del suelo” hasta
el día en que reanudaban las comidas fúnebres. Más tarde, los griegos llamaron a estas almas
humanas divinizadas por la muerte “demonios (deimon) o héroes”. Los romanos los llamaron
“lares”.
Posteriormente se hizo obligatorio que en las casas romanas y griegas hubiera un altar. Éste
tenía que tener ceniza y carbones encendidos que conservaban el fuego día y noche, no tenía
que cesar de brillar pues se decía que “hogar (2) extinguido, familia extinguida”. Había un día
al año designado para extinguir el fuego sagrado y encender el fuego nuevo inmediatamente
(entre los romanos era el 1 de mayo).

(1) Hogar: Del b. lat. focāris, adj. der. de focus, fuego. p. us. hoguera.

El fuego tenía algo de divino, se le adoraba, se le rendía culto, se le veía como un dios
bienhechor que conservaba la vida del hombre, que protegía la casa y a la familia.
Los antiguos griegos y romanos acostumbraban enterrar a sus muertos en sus casas y rendirles
culto ahí. Cada familia tenía sus propias ceremonias, sus fiestas particulares, sus oraciones y
sus himnos. El padre era el pontífice de su religión y sólo podía enseñársela a su primer hijo
varón y tenía prohibido transmitirla a personas que no pertenecieran a la familia. La religión
sólo podía transmitirse de varón en varón, pues se creía que sólo los hombres podían dar lugar
a la siguiente generación porque poseía “el poder reproductor”.

LIBRO II: LA FAMILIA


La religión ha sido el principio constitutivo de la religión antigua; la familia era considerada
como un grupo de personas al que la religión permitía invocar al mismo hogar y ofrecer la
comida fúnebre a los mismos antepasados. Con ésta surge la primera institución establecida
por la religión doméstica: el matrimonio.
El matrimonio significaba para la joven el abandono de su religión y de sus dioses, pues soltera
tenía la religión de su padre, pero casada tenía que adoptar la religión de su esposo. Pero éste
acto exigía a los que los contrajeran, que hubieran nacido cerca uno del otro para que ella
tuviera derecho a sacrificar a sus dioses. Por eso, el matrimonio era “la ceremonia santa de
iniciación” de la joven en la religión y costumbres del hogar de su esposo. Dicha ceremonia no
era realizada en el templo, sino en la casa y era presidida por el dios doméstico.

El matrimonio se componía de tres actos:


1.- Ante en hogar del padre (Traditio)
2.- En el tránsito del hogar del padre y el hogar del marido (Deductio in Domum)
3.- En el hogar del marido (Conjarreatio)
En la segunda etapa encontramos algo que hoy en día se sigue practicando en las bodas, pero
que, normalmente, no se sabe por qué se hace: el hecho de cargar a la novia al entra a su
nueva morada. Esto es porque, en la antigua Roma, se simulaba un rapto por parte del marido
hacia la esposa; ella tenía que proferir algunos gritos y las mujeres que la acompañaban
simulaban defenderla. Éste acto también tiene como finalidad que los pies de la joven no
toquen el umbral de la nueva casa, pues era una falta de respeto que alguien ajeno a la familia
“pisara” a sus dioses domésticos la primera vez que entrara.
También aquí nos explican el significado de la torta de flor de harina o “panis farreus” que se
comía durante la boda (lo que ahora conocemos como pastel de bodas). Mientras los esposos
degustaban dicho alimento, se recitaban oraciones, que era lo que realizaba la unión santa del
esposo y la esposa, lo que los asociaba al mismo culto.
Algo que me llama la atención es la inexistencia del divorcio y la poligamia, pues al contraer
matrimonio se compartía la religión y las costumbres, lo que significaba un gran insulto si se
rompía esa relación. Posteriormente se pudo deshacer esa unión con otra ceremonia sagrada:
“diffarreativo”.
La finalidad del matrimonio era unir a un hombre y a una mujer para asociarse en las dichas y
penas de la vida y compartir un culto/religión, transmitiéndolo a sus hijos. Es por esto que el
celibato era mal visto, era obligatorio casarse.
Como el matrimonio había sido concertado para perpetuar la familia, para disolverse si la
mujer era estéril. Si el hombre era estéril, su mujer debía entregarse a su hermano o a un
pariente de su marido para que pudiera tener descendencia, en este caso el hijo que nacía de
esa unión era considerado como hijo del marido.
Cuando nacía un hijo, se tenía que hacer unan iniciación (como se le hacía a la mujer), ya que
el sólo nacimiento representaba el lazo físico, pero por medio de este “rito” se adquiría el lazo
moral y religioso. Este se hacía el novenos, décimo o duodécimo día después del nacimiento; el
padre reunía a la familia y se hacía un sacrificio en el hogar para presentarles al nuevo
miembro de la familia a los dioses domésticos, además este rito también era para purificar al
niño y para limpiarle la mancha que había contraído por la gestación (lo que nosotros ahora
conocemos como BAUTIZO).

LIBRO III: LA CIUDAD


La religión doméstica prohibía que dos familias se mezclaran y compartieran la religión y las
costumbres, pero permitía que varias familias se unieran sin compartir ni sacrificar nada de su
religión ni rendir culto a otros dioses; a esto lo llamaron “fatrias” o “curias”. Al unirse estas
familias concibieron una divinidad en común, mayor a sus divinidades domésticas, que velaba
por el grupo entero. Cada una de ellas tenía un jefe, curión o fatriarca, cuya función era,
principalmente, presidir los sacrificios. La asociación fue aumentando, hasta llegar a la
formación de tribus, que era un conjunto de curias o fratrias. Su dios era el mismo que el de la
tribu y era considerado un “héroe”. Éste tenía un día de fiesta anualmente.
La tribu celebraba asambleas y dictaba decretos que todos sus miembros tenían que acatar;
tenían un tribunal y un derecho de justicia sobre sus miembros.
Así como las fratrias pudieron unirse, también existió la unión de tribus, respetándose el culto
de cada una. Es así como se origina la ciudad. Cada tribu mantenía sus creencias, su religión,
sus dioses, fiestas, su forma de gobierno; pero cuando se unen en la ciudad, tienen que
establecer unos dioses, fiestas, creencias, religión y gobierno en común.
La ciudad era la asociación religiosa y política de las tribus, que se reunía en la “urbe” que era
el domicilio, el santuario de la ciudad.
En la ciudad se rendía culto a los mismos dioses protectores y se consumaba el acto religioso
en el mismo altar; éste estaba encerrado en un templo o santuario en donde estaba contenido
el hogar (en Grecia lo llamaban Pritaneo y en Roma, Templo de Vesta).
La principal ceremonia del culto de la ciudad era una comida realizada por todos los
ciudadanos en honor de las divinidades protectoras.
Estaba la fiesta del día natal que todos debían celebrar; en seguida venía la fiesta del fundador;
después el festejo de cada una de las almas protectoras de los hombres. Además, también
estaba la fiesta de los campos, la del trabajo, la dela siembra, la de la floración, la de la
vendimia, entre otras…
Entre las más importantes ceremonias de la religión de la ciudad, estaba de la purificación. En
ella se llevaba a cabo el sacrificio de un carnero, de un cerdo y de un toro. Con éste acto,
quedaba borrada toda mancha de la ciudad, toda negligencia en el culto se reparaba y la
ciudad estaba en paz con sus dioses.
Para que la ceremonia de purificación pudiera hacerse, debían estar presentes todos los
miembros de la ciudad, por lo que era necesario que se contaran, cuidadosa y
escrupulosamente, a todos los asistentes, actividad hecha por el censor. El hombre que no
estuviera inscrito en esos conteos (censos) perdía el Derecho de ciudad. A esta ceremonia sólo
asistían los ciudadanos, pero sus mujeres, hijos, esclavos, bienes muebles e inmuebles,
quedaban purificados en la persona del jefe de familia.
El padre de familia era llamado “gran sacerdote”, en la curia se llamaba “curión”, cada tribu
tenía a su jefe religioso llamado rey de tribu o pritano o arconta, que tenía el deber de
conservar el hogar, hacer los sacrificios, pronunciar la oración y presidir las comidas religiosas.
Él también era el jefe político de la ciudad.
Es así como surgió la realeza, desde la familia, pasando por la tribu y llegando a la ciudad;
estableciéndose naturalmente y no por la ambición de algunos, sino por la necesidad de todos.
Durante los primeros siglos fue tranquila, honrada y obedecida, su autoridad fue sostenida por
las creencias de los ciudadanos y era santa e inviolable. Tiempo después hubo una revolución
por los malos tratos de la realeza al pueblo e hizo que se estableciera un régimen republicano,
reemplazando al rey con un magistrado que, igualmente, tenía la función de sacerdote y jefe
político.
Ser cónsul era diferente, pues éste era el intermediario entre el hombre y la divinidad. A su
cargo tiene la fortuna pública.
Los estudiosos del derecho debían conocer de religión, y los sacerdotes, de leyes. Todos los
asuntos se tenían que hacer con el consentimiento del pontífice. Derecho y religión formaban
una sola cosa.
*Esto me hace recordar lo que decía Nicolás Maquiavelo: Política y Religión: el matrimonio
perfecto, pues con ambos se puede controlar a la población.
Las leyes surgieron por consecuencia de las creencias de la ciudad (familia-tribu-ciudad), por
eso se consideraba a la ley como “santa”, pues era de origen divino, era transmitida a los
hombres por sus dioses. Las leyes sólo tenían valor y efecto para los habitantes de una ciudad.
Además, el autor nos dice cómo es que surgen los clientes: éstos eran los extranjeros que
querían tener facultades en el derecho civil y gozar de protección de las leyes, por lo que
decidían hacerse “clientes del ciudadano”, para poder tener tales beneficios.
La palabra “patria” viene de “terra patria”: tierra de los padres. La patria de cada hombre era
la parte del terrenos que su religión doméstica o nacional había santificado, la tierra donde
reposaban los huesos de sus antepasados y era ocupado por sus almas. Este suelo era
verdaderamente sagrado para el hombre porque ahí habitaban sus dioses.
El hombre encontraba en ella su bien, su seguridad, su derecho, su fe, su dios y perderla
significaba perder todo.
Eran muy supersticiosos y sumamente creyentes en sus dioses, los respetaban y, sobre todo,
les temían.
La religión y el Estado formaban una sola cosa, ejercían una fuerza casi sobrenatural sobre los
ciudadanos, pues mantenían, al mismo tiempo, que el alma y el cuerpo estuvieran
esclavizados.
El hombre no era libre en la elección de sus creencias, porque debía creer y someterse a la
religión de la ciudad. El estado ejercía un derecho de justicia sobre todos los ciudadanos, podía
castigar a alguien aunque no fuera culpable: el hombre no tenía libertad.

LIBRO IV: LAS REVOLUCIONES


Cuando se debilitaron las creencias en las que el estado estaba fundado y cuando el interés de
la mayoría de los pobladores estuvo en desacuerdo con el régimen, éste sucumbió. Tales
acontecimientos dieron origen a las revoluciones que no se hacían para decaer, sino para
avanzar a una mejor y más vasta forma social.
· Primera Revolución: se despoja a los reyes de la autoridad política: se dio porque nos reyes
querían ejercer toda la autoridad y el poder y los patres no querían eso, pero no se le quitó la
autoridad sacerdotal.
· Segunda Revolución: cambio en la constitución de la familia, desaparece el derecho de
primogenituta, se desmembrana la gens: la primera revolución modificó la forma exterior de
gobierno de la sociedad. Esa revolución había sido hecha para conservar la organización
familiar. Esta revolución se caracteriza por la relajación en la estructura de la gens por el
reparto igual de los bienes entre los hermanos. Los clientes se emancipan.
· Tercera Revolución: la plebe ingresa en la ciudad: inicia porque la plebe quería instaurar la
vieja forma de gobierno y derrocar a la aristocracia. Además se da porque las clases inferiores
comenzaron a hacerse ricos entre ellos gracias a las artesanías, comercio y las industrias, por lo
tanto, como se sintieron fuertes y poderosos, decidieron insurreccionarse y entrar a la ciudad
para exigir que les permitieran vivir ahí.Cambios en el derecho privado, el Código de las Doce
Tablas, el Código de Solón: comienza con la conversión del derecho sagrado y misterioso
conocido únicamente por los sacerdotes, y jefes de familia, a derecho público, conocido por
todos y escrito en una lengua que todos podían leer y hablar. En las leyes se dejan de
representar las creencias religiosas y se plasma la voluntad popular, teniendo como principio el
interés de los hombres. Se crean las Doce Tablas con los requerimientos de la plebe y para uso
de ésta. Se puede hacer testamento, el patrimonio puede retirarse, se hace legal el
matrimonio entre plebeyos. En el Código de Solón se establece que las leyes son idénticas para
todos, permite la repartición del patrimonio, autoriza el parentesco por las mujeres, dándoles,
también, derecho a la sucesión, establece límites a la autoridad paterna.
· Cuarta Revolución: la riqueza intenta constituirse en aristocracia, establecimiento de la
democracia: como ya no existían las clases basadas en la religión hereditaria, el nuevo
elemento de distribución social fue la riqueza. Fueron instaurados los magistrados
especialmente creados para y por la democracia que velaba por los intereses materiales de la
ciudad.

LIBRO IV: LAS REVOLUCIONES


Desaparece el régimen municipal. Se empieza a transformar la idea de la divinidad,
cambiándola por el poder del espíritu. Se fue olvidando el significado de las costumbres. Se
empezó a reducir el número de dioses argumentando que los dioses no pertenecían a una
familia o tribu, sino a todo el género humano y su función era velar por el universo.
Surge la filosofía, lo cual hace que se comiencen a interrogar los hechos, despertando así la
reflexión, el hombre ya no quiso creer sin examinar sus creencias.
Comienza a creer en un solo Dios. Con esto surge el cristianismo, que marca el fin de la
sociedad antigua y termina con la transformación social que había tenido lugar en los siglos
anteriores a este acontecimiento.
Dios apareció como un ser único, inmenso, universal, divino, la religión se convirtió en un
conjunto de dogmas basados en la fe, se hizo interior, basándose en el espíritu, el temor a los
dioses fue remplazado por el amor a Dios.
Ante Dios todos eran iguales, la religión ya no se volvió hereditaria ni secreta, ya no ordenó el
odio entre los pueblos, sino que enseñó deberes de justicia y benevolencia.
Separa la religión del Estado, la política se hizo más libre, los sentimientos y las costumbres
también cambiaron, se colocó a Dios, a la familia y a la persona humana por encima de la
patria; el derecho se hizo independiente de la religión.

CONCLUSIONES
Me pareció muy interesante el libro, cumplió con las expectativas que tenía, ya que solventó
las dudas que tenía. Lo que más me llamó la atención, fue conocer el origen de algunos de los
hechos que actualmente llevamos a cabo, y que nunca me había detenido a pensar en por qué
los hacemos. Por ejemplo, la práctica que se tenía al encender el fuego nuevo, actualmente
también lo llevamos a cabo, sólo que no lo hacemos el primero de mayo como en la antigua
Roma.
Otra de las cosas que se me hizo interesante fue por qué se introdujeron los epitafios. El hecho
de cargar a la novia al entrar a su nueva morada.
Una de las dudas que me queda fue el origen del bautizo, pues yo pensaba que era una
práctica puramente católica, pero me di cuenta que tiene sus inicios en la cultura romana; lo
cual me hace pensar que es alto contradictorio pues, como menciono en la introducción,
siempre se ha pensado que “Lo que es romano, es pagano”.
Una de las cosas que me llamaron la atención que se relaciona más con el derecho, es la
finalidad del matrimonio, pues se considera que era para preservar la familia para que
siguieran practicando la religión del hogar y la esterilidad era motivo de divorcio. Actualmente
se sigue conservando este principio, pero la mayoría no conoce (yo considero) el origen.
A grandes rasgos, me gustó el libro, y se me hizo de fácil lectura pues encontré cosas que
anteriormente había investigado, por lo que pude comprenderlo mejor.Recomiendo,
ampliamente el libro, no solo a los estudiantes de Derecho, sino también a los estudiantes de
alguna otras carreras o de nivel medio superior por el contenido cultural que tiene.

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