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Cristo
Benedicto XVI criticó el anticlericalismo de la II República y lo relacionó con la
situación actual. El mensaje primero de la peregrinación pontificia a Santiago es la
coherencia: no tener miedo a mostrarse cristiano. Y más: “La Iglesia no puede
renunciar ni a la verdad ni a la libertad”. Desmayado discurso de Felipe de Borbón.
ZP se marchó a Afganistán y Rajoy se queda en los valores
Pero es que ya antes, en el avión que le traía a España, Benedicto XVI ya había
pronunciado las palabras llamadas a traer más cola, llamadas, en suma, a que la
progresía se rasgue las vestiduras: el Papa condenó, en guante de seda pero con
puño de hierro, el feroz anticlericalismo de la II República española. Recordemos
que el sábado 6 de noviembre la Iglesia española conmemora a los “mártires del
siglo XX”. Ahora bien, en España no existen otros mártires del siglo XX, al menos
de forma masiva, que los de la II República y la Guerra Civil, régimen
nominalmente democrático pero cristófobo, que provocó la mayor persecución del
siglo XX contra todo aquel que se atreviera a comportarse como cristiano. El
cronista de La Vanguardia, lo relató con rigor. El Papa, siempre caritativo pero
siempre claro, empleó otro eufemismo: no habló de los mártires del siglo XX sino
del anticlericalismo de “los años 30”. Considerando que dicha década se inaugura
con la proclamación de la II República en 1931 y termina con la Guerra civil,
concluida en 1939, sospecho que no es posible el equívoco. Y resulta que el
Pontífice relacionó los años 30 del siglo XX con el panorama actual. Sí, el
Zapaterismo es pura cristofobia y si no se dedica a quemar iglesias es porque ya
no vamos en alpargatas sino en coche de alta cilindrada y eso nos ha vuelto
comodones. Pero el odio a la Iglesia es el mismo.
Ojo, un aviso al PSOE y otro al PP. Las palabras del Papa no sólo iban dirigidas a
los cristófobos, sino también a los cristianos. O sea, ¿por qué dice esto Benedicto
XVI? Evidentemente, porque considera que en España hay mucha cobardía por
parte de los católicos. Si lo quieren en lectura política: el PSOE es cristófobo pero
el PP es tibio. No tengo claro qué resulta peor.
Como dicen los cronistas, lo que el Papa ha hecho es un parangón entre los años
30 del pasado siglo y la actualidad. Sólo que ahora la persecución, al menos por el
momento, no es violenta pero, sobre todo, los católicos somos más cobardes.
Y durante esa misma homilía, un recado, no ya para España, sino para toda
Europa. Su aportación al mundo se asienta en “una realidad tan sencilla como
ésta: que Dios existe y es quien nos ha dado la vida… sólo Él es absoluto”. Para
culminar con el teresiano “Sólo Dios basta”
Clama Benedicto XVI: “Es una tragedia que en Europa, sobre todo en el siglo XIX,
se lanzara la convicción de que Dios es el enemigo del hombre y de su libertad…
¿Cómo es posible que se haya hecho el silencio público sobre la realidad primera
de la vida humana?”. Porque “los hombres no podemos vivir a oscuras sin ver la
luz del sol… ¿Cómo es posible que se niegue a Dios, sol de las inteligencias?”.
Todo ello para concluir: “Europa ha de abrirse a Dios. Dios nos sale al encuentro
como amigo, padre y guía… Europa debe abrirse a la trascendencia”. Es la vieja
idea de su predecesor y la aún más vieja idea de los fundadores de la Unión:
Europa será cristiana o no será.
Sólo me queda una duda: ¿Nos ha llamado Benedicto XVI cobardes a los
católicos españoles? Bueno, no es una duda: sí, nos lo ha llamado porque lo
somos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com