Las presiones oncótica e hidrostática son partes fundamentales de las fuerzas de
Starling. Las fuerzas de Starling son las presiones que controlan el movimiento de los líquidos a través de la pared capilar. El movimiento neto de agua saliendo de los capilares es la filtración y el movimiento neto hacia los capilares es la absorción. Como se ve en la figura 1-8, hay cuatro fuerzas que controlan el movimiento del líquido:
HPc: la presión hidrostática capilar favorece el movimiento de salida desde los
capilares y depende de las presiones arterial y venosa (generadas por el corazón). πc: la presión oncótica capilar se opone a la filtración hacia el exterior de los capilares y depende de la concentración de proteínas en la sangre. El único agente oncótico eficaz en los capilares es la cantidad de proteínas, que normalmente no atraviesan la pared vascular. Pi: la presión hidrostática intersticial se opone a la filtración de salida de los capilares, pero normalmente esta presión es baja. πi: la presión oncótica intersticial favorece el movimiento saliendo de los capilares, pero en condiciones normales hay una pequeña pérdida de proteínas saliendo de los capilares y su valor es cercano a cero. El movimiento del líquido a través de los lechos capilares puede diferir por los factores físicos relacionados con la pared capilar (p. ej., tamaño del poro o fenestraciones) y su permeabilidad en relación con las proteínas, pero, en general, esos factores se consideran constantes en la mayoría de los tejidos. La filtración neta se describe aplicando esas fuerzas en la ecuación de Starling: Filtración neta = Kf [(HPc − Pi) – σ(πc − πi)] en la que la constante Kf se refiere a los factores físicos que afectan a la permeabilidad de la pared capilar y σ describe la permeabilidad de la membrana a las proteínas (en donde 0<σ<1) Los capilares hepáticos (sinusoides) son muy permeables a las proteínas y σ=0. Por tanto, el movimiento general en los sinusoides hepáticos está controlado por la presión hidrostática. Por el contrario, los capilares de la mayoría de los tejidos tienen una baja permeabilidad a las proteínas y σ=∼1, por tanto, es fácil pensar que la ecuación de Starling resume las presiones que dirigen la filtración menos las que favorecen la absorción: (Filtración) − (Absorción) Filtración neta = Kf [(HPc + πi) − (Pi + πc)] Si bien Kf es una «constante», es diferente en los capilares sistémicos, cerebrales y glomerulares renales, siendo su valor más bajo en los capilares cerebrales (limitando la filtración) y más alto en los capilares glomerulares (favoreciéndola) comparado con los capilares sistémicos. En consecuencia, la filtración estará determinada por la diferencia en la presión hidrostática entre el capilar y el intersticio menos la diferencia entre el capilar y la presión oncótica intersticial (corregido en función del coeficiente de reflexión de proteínas). En condiciones normales, las fuerzas más variables son la HPc y la πc, ya que son las que reflejan los cambios del volumen plasmático.
Los efectos de las fuerzas de Starling en el movimiento de líquidos pueden
comprobarse al estudiar los cambios en el volumen de los líquidos cuando se modifican otros factores físicos. Una persona muy deshidratada tendrá un menor volumen de sangre, lo que podría bajar su presión arterial (es decir, HPc) y aumentar la πc. Si analizamos ahora la ecuación de Starling, esos cambios reducirán la fuerza de filtración y aumentarán la de absorción, provocando el descenso global de la filtración neta. De esta forma, el líquido se mantendrá en el espacio vascular. Las fuerzas de Starling también se afectan cuando se modifican los atributos físicos de la membrana: Kf se modifica si la membrana capilar sufre daños, por ejemplo, por toxinas o enfermedades. Si los espacios entre las células endoteliales o las fenestraciones se expanden (como se ve en los glomérulos renales enfermos), las proteínas plasmáticas pueden pasar al espacio intersticial y alterar las fuerzas de Starling al aumentar la πi: en los capilares periféricos, se produce edema. La insuficiencia cardíaca congestiva (ICC), la cirrosis y la sepsis también modifican las fuerzas de Starling.
3. La presión coloidosmótica del plasma en el capilar (Πp), que tiende a provocar
ósmosis de líquido hacia el interior a través de la membrana capilar.
4. La presión coloidosmótica del líquido intersticial (Πif), que tiende a provocar la
ósmosis del líquido hacia el exterior a través de la membrana capilar. Si la suma de estas fuerzas, la presión de filtración neta, es positiva, habrá una filtración neta de líquidos a través de los capilares. Si la suma de las fuerzas de Starling es negativa, habrá una absorción neta de líquido desde los espacios intersticiales hacia los capilares. La presión neta de filtración (PNF) se calcula como:
Como veremos más adelante, la PNF es ligeramente positiva en circunstancias
normales, con lo que se consigue una filtración neta de líquido a través de los capilares hacia el espacio intersticial en la mayoría de los órganos. La velocidad de filtración de líquidos en un tejido también depende del número y tamaño de los poros de cada capilar, así como de la cantidad de capilares en los que fluye la sangre. Estos factores se expresan habitualmente juntos como el coeficiente de filtración capilar (Kf). El Kf es, por tanto, una medición de la capacidad de la membrana capilar de filtrar el agua para una PNF dada y se expresa habitualmente como ml/min por mmHg de PNF. Por tanto, la velocidad de la filtración de líquidos en el capilar está determinada por: En los apartados siguientes comentaremos cada una de las fuerzas que determinan la velocidad de filtración de líquidos en el capilar. Guyton y hall. Tratado de fisiología. 13 ed Causas de edema
La acumulación excesiva de líquido intersticial se conoce como
edema. Esta afección normalmente se evita por medio de un equilibrio apropiado entre la filtración capilar y la captación osmótica de agua, y mediante drenaje linfático apropiado. Así, el edema puede producirse por las siguientes razones: 1. Presión arterial alta, que aumenta la presión capilar y causa filtración excesiva. 2. Obstrucción venosa, como en la flebitis (en la cual se forma un trombo en una vena) o compresión mecánica de venas (p. ej., durante el embarazo), lo que produce un aumento congestivo de la presión capilar. 3. Escape de proteínas plasmáticas hacia el líquido intersticial, que causa flujo osmótico de agua reducido hacia los capilares (esto ocurre durante la inflamación y reacciones alérgicas como resultado de aumento de la permeabilidad capilar). 4. Mixedema —la producción excesiva de glucoproteínas particulares (mucina) en la matriz extracelular causada por hipotiroidismo. 5. Decremento de la concentración plasmática de proteína, como resultado de enfermedad hepática (el hígado sintetiza la mayor parte de las proteínas plasmáticas), o enfermedad renal en la cual las proteínas plasmáticas se excretan en la orina. 6. Obstrucción del drenaje linfático debida a larvas de parásito en la elefantiasis (fi gura 14-10 y cuadro 14-2) o a intervención quirúrgica (la intervención quirúrgica mamaria es la principal causa de linfedema).
FISIOLOGIA HUMANA. Stuart Ira Fox
DECIMOTERCERA EDICIÓN Pierce College. McGRAW-HILL INTERAMERICANA EDITORES, S. A. de C. V. INTERCAMBIO CAPILAR DE AGUA La transferencia de líquido a través de los capilares es convectiva y depende de las fuerzas hidrostáticas y osmóticas netas (es decir, fuerzas de Starling) La vía para el movimiento de líquidos a través de la pared capilar es una combinación de vías transcelulares y paracelulares. Las membranas de la célula endotelial expresan de forma constitutiva canales para agua acuaporina 1 (AQP1) (v. pág. 110). Es probable que la AQP1 constituya la principal vía transcelular para el movimiento del agua. Las hendiduras interendoteliales, ventanas y huecos pueden ser el sustrato anatómico de la vía paracelular. El mecanismo principal para la transferencia de gases y solutos es la difusión, mientras que el mecanismo principal para la transferencia neta de líquido a través de la membrana capilar es la convección. Como ya apuntó Ernest Starling en 1896, N20-6 las dos fuerzas impulsoras para la convección del líquido, o movimiento de agua en masa, a través de la pared capilar son la diferencia de presión hidrostática transcapilar y la diferencia de presión osmótica efectiva, conocida también como diferencia de presión osmótica coloidal o diferencia de presión oncótica (v. pág. 128). Medical Physiology