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OLIVÉ, León (2000) El bien, el mal y la razón. Facetas de la ciencia y la tecnología.

México D.F.: Paidós - Universidad Nacional Autónoma de México.

¿SON ÉTICAMENTE NEUTRALES LA CIENCIA


Y LA TECNOLOGÍA?

§ 1. D O S C O N C E P C IO N E S O PU EST A S
SO B R E L A N A T U R A L E Z A É TIC A D E L A C IE N C IA
Y D E L A T E C N O L O G ÍA

T odos lo s días lo s m ed ios de com u n icación inform an sobre e p iso d io s de d e te


rioro so cia l y am biental o de daños a p erson as y a sus b ien es. A v e c e s se trata
de d esastres naturales, terrem otos, huracanes, seq u ía s, p ero en m u ch o s c a so s
se trata d e daños producidos m ediante la a p lica ció n d el c o n o cim ie n to c ie n tífi
c o y de algu na tecn ología.
E n las guerras, en actos terroristas y en crím en es co m u n es se u tiliza n armas
co n v en cio n a les o sofisticad os arm am entos, en fraudes fin a n ciero s o electo ra
les su elen utilizarse com p lejos equipos in fo rm á tico s, y e l m ás serio deterioro
am biental es con secu en cia de tecn ologías co m o lo s m o to res de g asolin a, las in
dustrias petroleras y quím icas en general, lo s d esp erd icio s n u clea res o la e x
p lo ta ció n irracional de los bosques y las selv a s trop icales.
Pero tam b ién diariam ente leem os sobre lo s b e n e fic io s de la cien cia y la te c
n o lo g ía : terapias m ás efectivas para en ferm ed ad es qu e h asta h a ce p o c o eran
m ortales, n u evas vacunas que permiten controlar ep id em ia s, rem ed io s para la
im p o ten cia sexu al, robots que hacen ciru gía de co ra zó n abierto, sistem a s de
cóm p uto y de com unicaciones que perm iten teleco n feren cia s y una m ejor ed u
c a c ió n a d istancia, productos novedosos en la te le fo n ía m ó v il, en Internet o en
a v io n es para hacer la com unicación m ás rápida, segura y eco n ó m ica .
L a p osib ilid ad de que el conocim iento cien tífico y la te cn o lo g ía se u sen para
bien y para m al ha dado lugar a co n cep cio n es encontradas acerca de su natu
raleza y de lo s problem as éticos que plantean.
86 EL B IE N , EL M AL Y LA RAZÓN

U n a de esa s c o n c e p c io n e s so stien e la llam ada “neutralidad v a lorativa” de


la cien cia y de la te c n o lo g ía . D e acuerdo co n ella , la c ie n c ia y la te c n o lo g ía no
son b u en as n i m alas p or sí m ism a s. Su carácter p o sitiv o o n eg a tiv o , d esd e un
punto de v ista m oral, dependerá de c ó m o se u sen lo s c o n o c im ie n to s, la s té c n i
cas y lo s instrum entos que ella s ofrecen a lo s seres h um anos. E sta p o sic ió n s o s
tien e, por ejem p lo, que lo s co n o cim ien to s de física atóm ica y el control hum ano
d e la en ergía n u clear n o so n m oralm en te b u en o s ni m a lo s p or sí m ism o s. S on
b u en os si se usan para fin es p a c ífic o s y se cuidan lo s e fe c to s am b ien tales; pero
son m a lo s si se usan para p rod u cir bom bas, y p eo r si esa s b o m b a s se u tilizan
efectiv a m en te para destruir b ie n e s y dañar a la naturaleza, o para intim idar y
d om inar a p erson as o a p u eb lo s.
Para esta c o n c ep c ió n , lo s c o n o cim ien to s c ie n tífico s y la te c n o lo g ía só lo son
medios para ob ten er fines d eterm in ad os. L o s p rob lem as é tic o s en to d o c a so
surgen ante la elección de lo s fines a perseguir, p u es so n é sto s lo s qu e p u ed en
ser b u en os o m a lo s d esd e un punto de v ista m oral. Pero ni lo s c ie n tific o s n i lo s
te c n ó lo g o s so n responsables de lo s fin es que otros elijan. E so s fin es lo s e s c o
gen , d ig a m o s, lo s p o lític o s o lo s m ilitares.
La c o n c e p c ió n de la neutralidad valorativa de la cie n cia se b a sa p rin cip a l
m en te en la distinción entre hechos y valores. E sa c o n c e p c ió n su p o n e q u e las
teorías cien tíficas tienen el fin de describir y explicar hechos y que n o es su papel
el hacer juicios de valor sobre e so s h e ch o s. E l p a p el de la te c n o lo g ía e s el de
ofrecer lo s m e d io s a d ecu ad o s para ob ten er fin es d eterm in ad os. Pero su a p li
ca c ió n , e s decir, la d e c isió n de ob tener efectiv a m en te tal o cual fin n o co rres
pon de al tecn òlo g o. E l únicam en te se lim ita a ofrecer lo s m ed io s ad ecuad os para
la o b ten ció n del fin , co n c lu y e la c o n ce p c ió n de la neutralidad valorativa de la
c ie n c ia y de la tecn o lo g ía .
A esta co n c e p c ió n se o p o n e otra q ue p ro p o n e un a n á lisis segú n el cu al la
cie n c ia y la te c n o lo g ía y a n o p u ed en co n ceb irse co m o in d iferen tes al b ie n y al
m al. L a razón e s qu e la c ie n c ia no se en tien d e ú n icam en te c o m o un conjunto
d e p r o p o sicio n es o de teorías, ni la tecn o lo g ía se en tien d e só lo co m o u n c o n
ju n to de artefactos o de técn ica s. S eg ú n esta c o n c ep ció n alternativa, la cie n c ia
y la te c n o lo g ía se en tien d en c o m o co n stitu id as por sistemas de acciones inten
cionales. E s decir, co m o sistem a s que in clu y en a lo s a g en tes qu e delib erad a
m en te b u scan ciertosyin es, en fu n ció n de determ in ad os intereses, para lo cual
p o n en e n ju e g o creencias, conocimientos, valores y normas. L o s in tereses, lo s
fin es, lo s va lo res y la s n orm as form an parte tam b ién de e so s siste m a s, y sí son
su scep tib les de una evalu ación m oral. V eam os co n m ás d etalle esta co n cep ció n .
LA CIENCIA Y LA TECN O LO G ÍA 87
§ 2. LOS SISTEMAS CIENTÍFICOS Y TÉCNICOS
COMO SISTEMAS DE ACCIONES INTENCIONALES

Con frecuencia pensamos en el conocimiento científico como un conocimien


to “puro", desvinculado de los intereses, los valores y las pasiones de los seres
humanos. Pero los conocimientos científicos no son ajenos a nada de eso.
Además, la ciencia es mucho más que sólo el conjunto de conocimientos cien
tíficos. La ciencia es un organismo dinámico [véase Bunge 1996], compuesto
por prácticas, acciones e instituciones, orientadas hacia el logro de fines, en
función de deseos, intereses y valores.
Análogamente, tendemos a pensar en la tecnología sólo como un conjunto
de aparatos e instrumentos, o si acaso también como un conjunto de técnicas.
Sin embargo, la tecnología es algo mucho más complejo que sólo los conjun
tos de aparatos y de técnicas.
Como ya adelantamos, una importante concepción actual considera que la
tecnología está formada por sistemas técnicos que incluyen a las personas y
los fines que ellas persiguen intencionalmente, al igual que los conocimientos,
las creencias y los valores que se ponen en juego al operar esos sistemas para
tratar de obtener las metas deseadas [véase Quintanilla 1989 y 1996].
Puesto que las intenciones, los fines y los valores, además de las acciones
emprendidas y los resultados que de hecho se obtienen (intencionalmente o no),
sí son susceptibles de ser juzgados desde un punto de vista moral, los sistemas
técnicos pueden ser condenables o loables, según los fines que se pretendan
lograr mediante su aplicación, los resultados que de hecho produzcan y el tra
tamiento que den a las personas como agentes morales. Desde esta concepción,
entonces, la ciencia y la tecnología no son éticamente neutrales.

§ 3. TÉCNICAS, ARTEFACTOS Y SISTEMAS TÉCNICOS

En filosofía de la tecnología suele hacerse una distinción entre técnicas, arte


fa cto s y sistemas técnicos. Miguel Ángel Quintanilla [1989, 1996] define es
tos conceptos de la siguiente manera.
Las técnicas son sistemas de habilidades y reglas que sirven para resolver
problemas. Las técnicas se inventan, se comunican, se aprenden y se aplican.
Por ejemplo, podemos hablar de un grabado hecho con la técnica de “punta seca”,
de técnicas para resolver sistemas de ecuaciones, de técnicas de propaganda para
ganar el mercado para un cierto producto, o de técnicas de lavado de cerebro
para eliminar el pensamiento crítico y la disidencia en cierto sistema político.
88 EL B IEN , EL M AL Y LA RAZÓN

L o s artefactos so n ob jetos con cretos que se usan al aplicar té c n ica s y que


su elen ser el resultado de las transform acion es de otros o b jeto s co n cretos. L os
artefactos se p rod u cen , se fabrican, se usan y se intercam bian. T od os esta m o s
rod ead os de artefactos en nuestra vid a diaria: telev iso res, telé fo n o s, au tob u ses,
com p u tad oras, avio n es.
P ero ni las técn ica s ni lo s artefactos e x isten al m argen de las p erson as que
las aplican o lo s usan con determ inadas intenciones. U n a piedra bruta n o ha sid o
fabricada p or nad ie, no es un artefacto, pero p u ed e ser usada c o m o m e d io para
pulir otra piedra, para rom per una n u ez o una cab eza. C uando a lg u ien la u sa
intencionalm ente para transformar un objeto concreto ha producido un artefacto.
Pero entonces se ha cread o un sistem a técn ico.
U n sistema técnico co n sta de a g en tes in ten cio n a les (al m e n o s una p erson a
que tien e algu n a in ten ció n ), de al m e n o s un fin que lo s a g en tes p reten d en lo
grar (abrir un c o c o o intim idar a otra person a), de ob jeto s qu e lo s a g en tes usan
c o n p ro p ó sito s d eterm in ad os (la piedra que se u tiliza in stru m entalm en te para
lograr e l fin de pulir otra piedra y fabricar un c u c h illo ), y de al m en o s un o b je
to con creto que es transform ado (la piedra que es p u lid a). E l resu ltad o de la
op eració n d el sistem a téc n ic o , el objeto que ha sid o transform ado in ten cio n a l
m en te por alguna p erson a, e s un artefacto (e l c u ch illo ).
A l plan tearse fin es, lo s a g en tes in ten cio n a les lo h a cen contra un trasfon d o
d e creen cia s y de valores. A lg u ie n p u ed e querer pulir una piedra porq u e cree
q ue así le servirá para cortar ciertos frutos. La piedra pulida es a lg o que el agen te
in ten cion a l co n sid era valiosa. L os sistem a s té c n ico s, por tanto, tam b ién in v o
lucran creencias y valores.
H o y en día lo s sistem a s té c n ic o s p u ed en ser m u y c o m p le jo s. P e n se m o s tan
só lo en una p lanta n u cleo eléc tr ica o en un sistem a de salu d p reven tiva d o n d e
se u tilicen vacunas. E stos sistem as, adem ás de ser co m p lejo s d e a cc io n e s, c o m
p ren d en c o n o c im ie n to s c ie n tífic o s, entre m u ch o s otros e le m e n to s (d e físic a
atóm ica en un caso y d e b io lo g ía en el otro). E n esto s sistem as están im bricadas
in d iso lu b lem en te la cie n c ia y la tecn o lo g ía ; por e so su e le lla m árseles sistem as
tecnocientíficos. Por co m o d id a d seg u irem o s h ab land o d e siste m a s té c n ic o s,
aunque involucren co n ocim ien to cien tífico sofisticad o [véase E cheverría 19 9 5 ].
L o s a g en tes in ten cio n a les qu e form an parte de un siste m a té c n ic o tien en la
cap acid ad de representarse con cep tu alm en te la realidad sobre la cu a l d esea n
intervenir. L o s seres h u m an os tien en la cap acid ad de abstraer de la realid ad
ciertos aspectos que les interesan, y de construir modelos y teorías para explicarse
e so s a sp ecto s de la realidad y para poder intervenir en e llo s, para m o d ific a r lo s
o para m an ip u larlos.
L os seres hum anos tam bién son capaces de asignar valores a estad os d e cosa s
en el m u n d o, e s decir, de considerar co m o b u en os o m a lo s cierto s esta d o s de
LA CIEN CIA Y LA TECN O LO G ÍA 89

co sa s o de con sid erarlos co m o d esea b les o in d esea b les. Por ejem p lo , lo s m a


teriales de con stru cción que se ob tien en m ediante la ex p lo ta ció n de un b o sq u e,
d ig a m o s la m adera, pu ed en ser v a lio so s para un grupo h u m an o. P ero la c o m
pleta d efo resta ció n de un va lle pu ed e ser in d esea b le.
Todo esto sig n ifica que lo s seres h um anos so n ca p a ces de tomar decisiones
y d e p rom over la rea liza ció n de ciertos estad os d e co sa s en fu n c ió n de su s re
p resen ta cion es, in tereses, v a loracio n es, d e se o s y p referen cias. L o s a g en tes in
te n cio n a le s tam b ién son cap aces de h acer seg u im ien to s de su s a c c io n e s, y en
su c a so de corregir sus d e cisio n e s y su s cu rsos de acción .
L o s resu ltad os d e la op era ció n de un sistem a té cn ico p u ed en ser aparatos
(a u to m ó v iles o a v io n es de co m b a te), su c e so s (la ex p lo sió n de un a b om b a, la
m uerte de p erson as), o p u ed en ser p r o ceso s dentro d e un sistem a (la p a u la ti
n a recu p era ción d el estad o d e salu d d e un en ferm o , la co n sta n te red u c c ió n de
la in fla ció n en un sistem a e c o n ó m ic o ), o m o d ific a cio n es d e un sistem a (las al
tera cio n es en un sistem a e c o ló g ic o p or la co n stru cció n de una p resa o la d e s
tru cción de un b osq u e).
N o só lo lo s aparatos son artefactos. L o s su c e so s, lo s p r o c e so s o las m o d ifi
c a c io n e s de lo s sistem as naturales o so c ia le s so n artificiales, tanto c o m o lo s
aparatos, cu an d o son e fec to de la op eración de un sistem a té c n ico . L a m uerte
de una p erson a p u ed e ser natural, deb id a a una en ferm ed ad qu e su cu erp o ya
no p u ed e superar, pero e s artificial si resulta de la a cció n de algu na p erson a.
La d estru cción de una ciudad por un terrem oto es natural, pero es artificial si
e s causada por la ex p lo sió n de una b om b a nuclear. En su m a, lo s artefactos son
im portantes y con stitu yen p iez a s n ecesarias en la te c n o lo g ía . Pero la te c n o lo
gía es m u ch o m ás qu e el conjunto de artefactos.
A h ora p o d em o s com prender m ejor por qué lo s p rob lem as é tic o s que p la n
tean la c ien c ia y la te c n o lo g ía no se redu cen só lo al u so p o sib le de lo s c o n o c i
m ien to s o de lo s artefactos, o a las c o n se c u e n c ia s de la a p lica ció n de algu n a
técn ica sin o que, p u esto que los sistem as técn ic o s y lo s sistem a s d e pro d u cción
d el c o n o cim ie n to c ie n tífic o so n sistem a s de a cc io n e s in ten c io n a le s, en to n ces
surgen problem as ético s en to m o a las intenciones de lo s a g en tes, lo s fines que
p ersigu en , lo s resultados que de h ec h o se producen (in ten cio n a lm en te o n o),
así co m o en to m o a lo s deseos y lo s valores de e so s ag en tes.
Por ejem p lo, su p on gam os que una com p añ ía farm acéu tica d e c id e p on er a
prueba en seres h u m an os una droga c u y o s efe c to s se d e sc o n o c e n , sin advertir
a lo s su jeto s con q u ien es se experim entará d e lo s riesg o s qu e corren y o cu ltá n
d o les el h ech o de que no se c o n o c en lo s efe c to s qu e p u ed a tener la droga. P o
d em os ju zg ar co m o inm oral la d ecisió n de la com p añ ía farm acéutica, así co m o
las corresp on d ien tes a cc io n es de lo s cie n tífic o s, porq u e b u scan cierto fin, d i
gam os com ercia lizar una droga y obtener b e n e fic io s e c o n ó m ic o s, y para e so
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utilizan a las personas simplemente como medios. A d em á s, al o c u ltá rsele s in


fo rm ació n pertin ente en la situ ación , las p erson as en q u ien es se exp erim en ta
ven coartada su cap acid ad de tom ar una d ecisió n autón om a, a saber, p a rtici
par o n o en el exp erim en to por voluntad propia. Pero m ás aún, esa s p erson as
corren el riesg o de sufrir a cau sa de la droga que se le s está adm in istran d o, sin
que e sté a su a lcan ce una justificación acep tab le para sufrir de esa m anera.
E n este ca so , el ju ic io sobre la inm oralidad de la co m p a ñ ía farm acéu tica y
de lo s cien tíficos que se prestan para hacer los experim entos se basa en que violan
tres principios morales:

a) el p rin cip io de o rigen kantiano que esta b lece tratar a las p erso n a s sie m
pre c o m o un fin y n u n ca c o m o m ed io s,
b) el p rin cip io , tam b ién de origen kantiano, que in d ica respetar a las p erso
n as c o m o a g en tes a u tó n o m o s, e s decir, c o m o su jeto s c o n u n a ca p a cid a d de
realizar a cc io n e s c o n b a se en las d e cisio n es que to m en e llo s m ism o s sin en g a
ñ o ni c o a c c ió n d e n a d ie m ás; y
c) el p rin cip io que p roh íb e dañar o producir un su frim ien to a una p erson a
si n o h ay algu na razón su fic ien te que lo ju stifiq u e.

P o d em o s su pon er una situ ación a n áloga en un co n tex to de “ c ie n c ia pura” ,


d on d e el fin n o sea la co m erc ia liza ció n de la droga, sin o ú n ica m en te obtener
un co n ocim ien to, d igam os determinar si la droga es efectiva para com batir cierta
enferm edad. Supongam os que esto se realiza en un laboratorio acad ém ico, ajeno
a fin es com erciales. En cualquier caso, si las personas en q uienes se experim enta
no so n d eb id am en te in form ad as de lo s fin es que se bu scan , de lo s r ie sg o s que
corren y del h ech o de que se d esco n o cen lo s p o sib les efe c to s y por co n sig u ien te
el sufrim iento que puedan causar, entonces sigu en sien do usadas só lo co m o m e
d io s, p or lo cu al la d e c isió n y las a c cio n e s de lo s c ie n tífic o s que así actuaran
serían m oralm en te reprobables.

§ 4. ¿ C O N S T IT U Y E N U N P R O B L E M A ÉTICO
L A T R A N S F O R M A C IÓ N , L A D O M IN A C IÓ N Y E L C O N T R O L ?

L as técn ica s y lo s sistem a s té cn ico s so n creados por lo s seres h u m an os para


dom inar, controlar y transform ar ob jeto s co n creto s, naturales o so c ia le s. E ste
es el rasgo d istintivo de la tecn o lo g ía . Pero contra lo que a v e c e s se p ien sa , esto
n o p u ed e con sid erarse en general o en abstracto co m o un p rob lem a ético .
Por ejem plo, el control de una epidem ia es bueno; el control de la inflación , sin
d e sem p le o y sin m iseria, es b u en o. E l d om in io y el con trol de la fuerza de una
LA CIEN CIA Y LA TECN O LO G ÍA 91

catarata son b u en o s si sirven para generar en ergía eléctrica de una m anera que
no contam ine el am biente. Pero el d om in io de un p u eb lo sobre otro, sojuzgando
y exp lotan d o a las p erson as del otro p u e b lo es co n d en a b le. La tran sform ación
de tierras de cultivo em pobrecidas en un cam po de g o lf en una región de un p aís
d o n d e habita una com u n id ad con cultura trad icion al (d ig a m o s un p u eb lo in d í
gen a ), p u ed e ser b u en o si gen era em p leo s y p rod u ce b ien estar a la p o b la ció n
respetando sus form as de vid a, y si adem ás las m o d ifica cio n es al m ed io no son
nocivas. Pero la transform ación de tierras de cultivo en un cam po de g o lf, aunque
aq u éllas n o se cu ltiven co n técn ica s n i por m ed io de r e la c io n es so c ia le s alta
m en te p rod u ctivas en térm inos de una eco n o m ía de m erca d o , es m oralm en te
reprobable si tien e co m o con secu en cia la d isolu ción de la com unidad tradicional
contra la voluntad de sus m iem bros.
M atar in ten cion alm en te a seres h u m an os, a an im ales y destruir b ien es y sis
tem as eco ló g ico s son accion es condenables, y peor cuando se hacen co m o m ed ios
para dom inar, soju zgar y explotar a otros seres h u m a n o s, c o m o en la m a y o ría
de las guerras. Pero tam bién hay ca so s de la operación de sistem a s té cn ic o s que
cu lm in an co n la m uerte de una p erson a, d on de p or lo m e n o s m erece la p en a
discu tir si el fin e s m oralm en te aceptab le o co n d en a b le, c o m o en lo s c a so s de
eutanasia, en ten d id a com o la ayuda a que m ueran co n d ign id ad lo s en ferm os
incurables en un estado terminal, que experim entan grandes sufrim ientos, y cuyas
c o n d ic io n e s de v id a son y a in d ign as. En esto s ca so s, lo m e n o s qu e p o d em o s
decir e s que n o es o b v io que sea m oralm en te co n d en a b le la a p lica ció n de la
eutanasia.
S i la m uerte de una p erson a n o e s natural, sin o b u sca d a p or e l en ferm o y
asistida tam bién intencionalm ente por alguien m ás, entonces habrá operado algún
sistem a té c n ico . R ecord em o s que el sistem a té cn ic o in c lu y e a lo s a g en tes in
ten cio n a les. En este ejem p lo serán el prop io en ferm o y a lg u ien m á s, p ro b a b le
m en te un m éd ic o que lo ayuda a morir, tal v e z m ed ian te la a d m in istración de
algú n c o ctel de drogas letales. E sto s a g en tes in ten cio n a les se p ro p o n en un fin:
term inar co n la vid a del en ferm o (y así co n su su frim ien to ). E l sistem a in c lu
y e tam bién lo s m ed io s que se u tilizan para ob ten er el fin: el c o c te l m ortífero
(q u e es un artefacto), así co m o ciertas creen cias y v a lo res de lo s a g en tes in ten
cio n a le s. Por ejem p lo, la creencia de que la en ferm ed ad es in cu rab le y c o n ti
nuará deteriorando las c o n d icio n es de v id a del en ferm o , la creencia de q ue el
c o c te l term inará con la vid a y lo s su frim ien tos del en ferm o , y el valor de que
tod a p erson a m erece viv ir y m orir dignamente.
A l pensar en situ acion es com o las anteriores n o s dam os cuenta de que la tesis
de la neutralidad valorativa — y por tanto ética— de la c ien c ia y de la te c n o lo
gía tien e una parte de razón, porque no es posible evaluar moralmente la ciencia
y la tecnología en general o en abstracto. E s decir, n o tien e sen tid o afirm ar que
92 EL B IEN , EL M A L Y LA RAZÓN

“la cien cia en general es buena”, o mala, ni que “la tecn ología en general es m ala”,
o buena.
S in em b argo, esta c o n c e p c ió n fa lla porque p asa por alto que la te c n o lo g ía
só lo fu n c io n a m ed ian te la a p lic a c ió n de sistem a s té c n ic o s co n c r e to s, d on d e
se p e rsig u e n fin e s d eterm in a d o s q ue se co n sid era n v a lio s o s , e s d ecir, h a y v a
lores in volu crad os, y ad em ás se u tilizan m e d io s e s p e c ífic o s para ob ten er e so s
fin es.
La dominación y el control sobre alguien específico o sobre algo concre
to sí p u ed en ser ev a lu a d o s m oralm en te p orq u e siem p re se rea liza n p o r m ed io
de técn ica s y sistem a s téc n ico s particulares, co n p ro p ó sito s d efin id o s, co n m e
d io s e s p e c ífic o s y co n c o n secu en cia s o b serva b les. L os sistem a s té c n ic o s c o n
creto s por tanto sí están su jeto s a e v a lu a c io n e s m o ra les y n o so n ética m e n te
n eu tros.
L o m ism o ocurre en la cien cia. A unque no tien e sen tid o ju zgarla m oralm en te
en abstracto (decir, p or ejem p lo , “la cien cia en gen eral es buena — o m ala—
d e sd e un pu n to de v ista m oral”), e s im portante entender que la c ie n c ia es m u
ch o m ás que só lo el con ju n to de co n o cim ien to s cien tífico s. L a cie n c ia tam b ién
in c lu y e sistem a s de a c c io n e s de lo s cie n tífic o s, en lo s que se p lan tean fin e s, es
decir, m etas a alcanzar en su s p ro y ecto s de in v estig a ció n , y están in volu crad os
valores, y en lo s que d eb en u tilizarse ciertos m e d io s para ob ten er e s o s fin es.
E n m u ch o s c a so s lo s fin es y lo s m e d io s, así co m o lo s v a lo res, serán a cep tab les
d esd e un p u n to de v ista m oral. Pero hay ca so s, co m o en el ejem p lo an tes m en
c io n a d o del exp erim en to con una droga c u y o s e fe c to s se d e sc o n o c e n , d onde
se u sa a p erson as c o m o in strum en tos sin su co n sen tim ien to , en lo s cu a le s lo s
m e d io s so n reprobables m oralm en te. C a so s a n á lo g o s su rgen e n las in v e stig a
c io n e s d on d e se trabaja co n a n im ales y se les p ro v o ca n su frim ien to s in n e c e sa
rios. M ás ad elan te v o lv er e m o s sobre este tem a.

§ 5. F IN E S , M E D IO S Y V A L O R E S E N C IE N C IA
Y T E C N O L O G ÍA

H em o s v is to que tanto la c ie n c ia c o m o la te c n o lo g ía in c lu y e n c o m p le jo s de
a c c io n e s in te n c io n a le s, en los qu e lo s a g en tes qu e form an parte d e e llo s se
proponen alcanzar algu n os fines determ inados. Para lograr eso s fines lo s agentes
p o n en e n ju e g o cier to s medios.
LA C IE N C IA Y LA TEC N O LO G ÍA 93

§ 5.1. RESULTADOS NO INTENCIONALES

Cuando los agentes realizan ciertas acciones obtienen resultados efectivos, al


gunos de los cuales coinciden con los fines perseguidos intencionalmente por
ellos y otros no. Por ejemplo, uno de los fines al diseñar automóviles con mo
tor de gasolina pudo haber sido el de contar con medios de transporte más ve
loces que los de caballos, y no depender de los animales. Pero el transporte con
motores de gasolina ha tenido también el resultado de contaminar la atmósfe
ra. Este ha sido un resultado no intencional, pues podemos suponer que nadie
diseñó los motores de gasolina con el fin explícito de ensuciar el ambiente.

§ 5.2. ELECCIONES RACIONALES

Cuando los agentes deciden poner enjuego medios adecuados para obtener los
fines que persiguen, suele decirse que han hecho una elección racional Por
ejemplo, si el fin es determinar la causa de una enfermedad como el sida, es
racional llevar a cabo una serie de investigaciones, como hacer un seguimien
to cuidadoso de la evolución de los síntomas de los enfermos, analizar mues
tras de su sangre, tratar de identificar la presencia de microorganismos cono
cidos y de otros desconocidos, etc. Éstos parecen ser medios adecuados para
obtener el fin que se persigue, pues en el pasado seguir esos métodos ha dado
resultados positivos. Pero en cambio no parece adecuado abrir las entrañas de
una paloma o consultar una bola de cristal. Mientras la primera línea de inves
tigación es racional porque los medios parecen adecuados, la segunda es irra
cional porque los medios son inapropiados.
La decisión acerca de si los medios propuestos para alcanzar un fin deter
minado son o no son racionales no es algo arbitrario. En el ejemplo anterior,
se puede determinar que la primera línea de investigación utiliza un medio
adecuado para su fin, porque existe una larga tradición de investigación bio-
médica que ha mostrado que ese tipo de medios, es decir, esos métodos de in
vestigación (hacer un seguimiento cuidadoso de los síntomas, analizar mues
tras de sangre buscando microorganismos, etc.), han llevado en el pasado a
resultados exitosos. Es decir, en el pasado han conducido a la meta de encon
trar los agentes causales de otras enfermedades, mientras que los intentos de
averiguar la causa de las enfermedades por otros métodos, tales como consul
tar las cartas o los residuos de una taza de café, no son respaldados por una tra
dición exitosa [véanse Laudan 1991, Velasco 1997 y el capítulo dos de este li
bro, “La irracionalidad de desconfiar en la ciencia y de confiar en exceso en ella”].
94 EL B IE N , EL M A L Y LA RAZÓN

§ 6. LA RACIONALIDAD DE MEDIOS A FINES

Estamos ante el concepto llamado racionalidad de medios a fines. Una elec


ción de medios para alcanzar ciertos fines es racional si esos medios son ade
cuados para alcanzar esos fines. En este concepto se excluye el problema de
la elección racional de los fines.
Una importante discusión acerca del concepto de racionalidad siempre ha
sido la de si los fines pueden elegirse racionalmente, o si la racionalidad se li
mita a la elección de los medios más adecuados para obtener fines preestable
cidos, los cuales no son susceptibles de discutirse racionalmente.
Filósofos de la ciencia en tiempos recientes, por ejemplo Larry Laudan, han
sostenido persuasivamente que en la historia de la ciencia los científicos mu
chas veces se han comportado racionalmente evaluando sus objetivos y corri
giéndolos sobre la base de consideraciones racionales [véase el capítulo siete
de este libro, “Una teoría pluralista de la ciencia y el progreso científico”].

§ 7. LA RACIONALIDAD DE LOS FINES

Un conjunto dado de fines cognitivos puede ser criticado por ejemplo porque
sus elementos sean incompatibles entre sí o porque es utópico o irrealizable.
Esto significa que hay constreñimientos racionales acerca de cuáles fines de la
ciencia son aceptables y cuáles de hecho son aceptados en algún momento. En
tales casos la elección racional se aplica a los fines, y no sólo a los medios. Lo
que está enjuego aquí es la racionalidad de los fines.
En muchas ocasiones es posible hacer una evaluación racional de los fines
que se persiguen. A veces podemos percatamos de que hemos estado persiguien
do algún objetivo que, después de todo, es irrealizable o muy impráctico, como
ocurrió con la construcción de globos aerostáticos para el transporte masivo de
pasajeros a principios del siglo XX. O bien podemos darnos cuenta de que al
gún fin que perseguimos es incompatible con creencias y valores que conside
ramos prioritarios. Por ejemplo, podemos querer aviones más veloces, pero si
nos convencemos de que eso es imposible sin aumentar el gasto de nuestras
reservas energéticas y la contaminación ambiental, entonces podemos abandonar
aquel fin por ser incompatible con dos valores importantes para nosotros: el
ahorro de energía y una menor contaminación atmosférica. En tal caso hemos
evaluado racionalmente nuestro fin y hemos tomado la decisión racional de
abandonarlo.
La consideración racional de los fines es muy importante para las evalua
ciones éticas en la ciencia y la tecnología. Desde ese punto de vista, siempre
LA CIENCIA Y LA TECN O LO G ÍA 95

debemos analizar si esos fines resultan o no compatibles con valores y princi


pios que aceptamos como fundamentales desde el punto de vista moral.
También la evaluación de resultados no intencionales es muy importante para
juzgar las técnicas. En el capítulo seis, “Naturaleza, técnica y ética”, analiza
remos el caso que se le planteó al premio Nobel de química 1995, Mario Molina,
quien — en sus palabras— enfrentó “un problema de ética superior”, al perca
tarse de que ciertos compuestos químicos fabricados industrialmente, es decir,
ciertos artefactos, ampliamente utilizados en la refrigeración — los clorofluo-
rocarburos (CFC)— , podrían ser agentes causales del adelgazamiento de la capa
de ozono en la atmósfera terrestre, a pesar de que el propósito de quienes los
fabricaban no era ése.

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