Después de unos días volvió a Cafarnaún y la gente se enteró de que estaba en
casa. Se reunieron tantos, que no quedaba sitio ni siquiera junto a la puerta. Y él les anunciaba la Palabra. Entonces, llegaron unos trayendo a un paralítico entre cuatro; y, como no lograban acercárselo por el gentío, levantaron el techo encima de donde estaba Jesús, y por el boquete que hicieron descolgaron la camilla en que yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, dijo al paralítico: —Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados unos letrados que discurrían en su interior: ¿Cómo puede éste hablar así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Pero, de inmediato, Jesús supo lo que pensaban, y les dijo: —¿Por qué piensan así en su interior? ¿Qué es más fácil? ¿Decir al paralítico que se le perdonan sus pecados o decirle que cargue con su camilla y camine? Pero para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados –dijo al paralítico–: Yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Se levantó de inmediato, tomó su camilla y salió delante de todos. De modo que todos se asombraron y glorificaban a Dios diciendo: —Nunca vimos cosa semejante.
Palabra del Señor
Lectura de la primera Carta del Apóstol san Pablo a los Corintios: "Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta el amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios, -el saber más elevado, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta el amor nada soy. Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve. El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo. No se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo. El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. Porque este saber queda muy imperfecto, y nuestras profecías también son algo muy limitado; y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá. Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor."
Palabra de Dios Salmo 41
R.// Señor, Tú eres nuestro refugio
Feliz el que cuida del desvalido: el Señor lo librará en el día aciago.
El Señor lo protegerá y lo conservará vivo, será dichoso en la tierra, y no lo entregará a las fauces de sus enemigos.