You are on page 1of 1

La metodología RCM es una táctica procedimental que basa su esquema en el

permanente cuestionamiento de las actividades de mantenimiento, y que sigue un


proceso lógico, coherente y normativo, se fundamenta en el reconocimiento del
contexto operacional de los activos físicos sometidos a análisis, su grado criticidad
o riesgo y la solución satisfactoria a 7 preguntas fundamentales. Estas preguntas
unidas a lo que la metodología llama el árbol lógico de decisión entregan un plan
de mantenimiento diseñado para las condiciones particulares de los activos.(7) (5)
La aplicación del RCM es muy útil en empresas con un gran clima organizacional,
donde el recurso humano es motivado y consciente de la importancia del trabajo
en equipo de mantenimiento y producción alrededor de las máquinas, la
metodología no solo usa diferentes tipos de acciones (correctivas, modificativas,
predictivas, preventivas) sino que también se apoya en diversos instrumentos avanzados
específicos de orden técnico. Aquí radica la gran diferencia con el TPM, ya que este último
tiene un enfoque social humanista (para motivar al personal) , mientras que el RCM es
básicamente técnico.

El mantenimiento centrado en la confiabilidad o RCM, es definido según la norma


SAE JA1011, de la siguiente manera: “RCM es un proceso específico usado para
identificar las políticas que deben ser implementadas para administrar los modos
de falla que pueden causar fallas funcionales en cualquier activo físico en su
contexto operacional” (11).
Para Jhon Moubray (1997): “RCM es un proceso que permite determinar cuáles
deben ser las tareas de mantenimiento adecuadas para cualquier activo físico,
dicho proceso debe garantizar que los activos físicos continúen haciendo lo que
sus usuarios desean que hagan en su contexto operacional actual” (9).
En síntesis, el mantenimiento centrado en confiabilidad es un proceso que debe
garantizar el funcionamiento adecuado de los activos físicos de cualquier
empresa. Las definiciones expuestas, se circunscriben al contexto operacional.

La norma SAE JA1012, define que “todo activo se deteriora por debajo de la
capacidad inicial después de algún tiempo de uso, y tal deterioro puede ser
tolerado, mientras no alcance el punto inaceptable para el usuario del activo,
figura 9. El deterioro sólo se convierte en una falla funcional (parcial o total)
cuando el desempeño cae por debajo del nivel mínimo requerido por el
usuario.” (12)

You might also like