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Curso: Argumentacion Juridica

Nombre del docente: Hugo Miguel Munoz Peralta


Nombre del estudiante: Orlando Medina Vasquez

1. Descripción del caso


El tema a tratar, fundamentalmente, consiste en el análisis de las situaciones contradictorias a la
argumentación constitucional correctamente ejecutada.
Para ello partimos del análisis principal de la sentencia 00728-2008-PHC/TC, caso Giuliana
Llamoja Hilares, expedida por el Tribunal Constitucional con fecha 13 de octubre de 2008, y que
en síntesis consiste en una decisión que declara fundado el proceso de hábeas corpus interpuesto
por la afectada contra la decisión de los Vocales integrantes de la Tercera Sala Penal con reos en
cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima, y contra los Vocales de la Primera Sala Penal
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República. El objeto de la demanda es que se
declare la nulidad de la sentencia condenatoria de fecha 26 de julio de 2006, y su confirmatoria
mediante ejecutoria suprema de fecha 22 de enero de 2007, ambas recaídas en el proceso penal
N.º 3651-2006. En consecuencia, solicita que se expida nueva resolución con arreglo a Derecho,
así como se ordene su inmediata libertad. Alega la vulneración de su derecho constitucional a la
tutela procesal efectiva que comprende el acceso a la justicia y el debido proceso,
específicamente, los derechos a la defensa y a la debida motivación de las resoluciones
judiciales, así como los principios de presunción de inocencia e indubio pro reo, relacionados
con la libertad individual.

2.¿Cuándo un proceso de hábeas corpus es improcedente?


El artículo 5 del Código Procesal Constitucional señala:
“1. Los hechos y el petitorio de la demanda no están referidos en forma directa al contenido
constitucionalmente protegido del derecho invocado;”
La cita en comento resulta de suma importancia en consideración a que de no verificarse una
afectación constitucional manifiesta, es decir, si el hecho determinado objeto de demanda
constitucional no ostenta un rango de gravedad sustancial, entonces la vía constitucional no es la
adecuada. Y he aquí que resulta prudente hacer mención a la necesidad de que los jueces
constitucionales desestimamos los procesos de hábeas corpus utilizados como deus ex
machina,(algo traído desde fuera para resolver una situación), es decir aquellos procesos cuya
interposición obedece a una petición de reexamen de las resoluciones emitidas en las instancias
de mérito en sede ordinaria.
Ya el Tribunal Constitucional se ha manifestado a este respecto, señalando que:
“(…) El Tribunal Constitucional ni los órganos judiciales que conocieron el hábeas corpus
tienen competencia para resolver cuestiones de orden penal, pero sí para evaluar si se ha
lesionado o no el derecho a la libertad personal u otros derechos conexos. Mediante el hábeas
corpus, en efecto, el juez constitucional no puede ingresar a conocer una materia que es de
competencia de la jurisdicción ordinaria, sino, únicamente, determinar si, en ese proceso
ordinario, se afectó o no un derecho constitucional.”
Este argumento se ve reforzado con la siguiente reflexión del Tribunal Constitucional:
“ Hay que precisar, en este punto y en línea de principio, que el hábeas corpus no puede
reemplazar la actuación del juez ordinario en la valoración de los medios de prueba, actividad
que le corresponde de modo exclusivo a éste, sino de controlar el razonamiento o la carencia de
argumentos constitucionales; bien para respaldar el valor probatorio que se le confiere a
determinados hechos; bien tratándose de problemas de interpretación, para respaldar las
razones jurídicas que sustentan determinada comprensión del derecho aplicable al caso. Si el
control de la motivación interna permite identificar la falta de corrección lógica en la
argumentación del juez, el control en la justificación de las premisas posibilita identificar las
razones que sustentan las premisas en las que ha basado su argumento. El control de la
justificación externa del razonamiento resulta fundamental para apreciar la justicia y
razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque obliga al juez a ser
exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a no dejarse persuadir por la simple lógica
formal. “
La inferencia válida a efectuar, entonces, reside objetivamente en el hecho de que la justicia
constitucional no tiene competencia para determinar cuestiones de fondo en sede penal ordinaria.
Y de esta forma, siempre en el juicio valorativo de la sentencia materia de investigación, el juez
constitucional no tendrá competencia para determinar si los jueces penales de mérito apreciaron
idóneamente o no las pruebas aportadas, vale decir, no podrá argüir en el denominado “contexto
de descubrimiento” que refiere Atienza, sino en el “contexto de justificación” propiamente dicho
en atención a que es en este último segmento en donde reside la obligación constitucional del
juez, de explicar su decisión con razones válidas, suficientes y congruentes.
El Tribunal considera viable el examen de fondo del caso en atención a que estima se ha
producido afectación del derecho al debido proceso en su expresión del derecho a la debida
motivación de las resoluciones judiciales, garantía plasmada en el artículo 139 inciso quinto de la
Constitución, al no haberse motivado adecuadamente la decisión judicial condenatoria de la Sala
Suprema. En tal sentido, asume que tiene competencia ratione materiae para evaluar la
legitimidad o no de los actos judiciales invocados como lesivos.

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