Somos hijos de Dios no por la religión sino por el amor gratuito de Dios, Dios no mira las normas sino el amor. La humanidad es creación de Dios y Dios quiso que fuéramos sus hijos, más que criaturas. Pero nuestra plenitud está en el Amor de Dios que nos hace ser y vivir en amor una vida en plenitud. Sin mirar la religión o la creencia, Dios es de todos, Dios nos ama porque si nos creó, nos creó por amor y no puede ir en contra de ese amor vital que le impulso por gratuidad a crearnos y a crear
Somos hijos de Dios no por la religión sino por el amor gratuito de Dios, Dios no mira las normas sino el amor. La humanidad es creación de Dios y Dios quiso que fuéramos sus hijos, más que criaturas. Pero nuestra plenitud está en el Amor de Dios que nos hace ser y vivir en amor una vida en plenitud. Sin mirar la religión o la creencia, Dios es de todos, Dios nos ama porque si nos creó, nos creó por amor y no puede ir en contra de ese amor vital que le impulso por gratuidad a crearnos y a crear
Somos hijos de Dios no por la religión sino por el amor gratuito de Dios, Dios no mira las normas sino el amor. La humanidad es creación de Dios y Dios quiso que fuéramos sus hijos, más que criaturas. Pero nuestra plenitud está en el Amor de Dios que nos hace ser y vivir en amor una vida en plenitud. Sin mirar la religión o la creencia, Dios es de todos, Dios nos ama porque si nos creó, nos creó por amor y no puede ir en contra de ese amor vital que le impulso por gratuidad a crearnos y a crear
Todos existimos, todos somos parte de un todo y de un todo creado de vida
Si todos somos criaturas de una existencia, somos hijos de una vida y todos por encima de toda diferencia somos hermanados en una creación, ya por el hecho de existir. Si todos somos criaturas de una existencia, de una vida, si todos convivimos en una armonía de una naturaleza venida y regalada por la misma vida, la vida misma y la vida que impulsa esa vida en un continuo movimiento eso es lo que yo llamo Dios, y es esencia de todo ser y el Ser. Participando del ser y la existencia participamos de la vida, de la que todo lo creado participa, esa unidad nos hermana. Si creemos en un Dios Creador de todo lo creado y existe, y ese Dios es motor de todo como dice Santo Tomás de Aquino en las vías de conocimiento de Dios, es necesario admitir; o la participación de Dios en todo lo creado; o que hay una participación de lo creado en la existencia de Dios por existir, aunque la existencia de lo creado tenga fecha de caducidad. Dios es definido y expresado con muchos adjetivos como omnipresente, todopoderoso, etc… Es revelado como amor, pero ese amor no es su naturaleza misma porque se quedaría corta según nuestra inteligencia, aunque podemos conocerle por su acción amorosa. La acción amorosa de Dios está presente en la belleza de la Creación y es reconocida por la mayoría de los hombres, muchos artistas que no son creyentes, pero ven un espejo de vida y la vida misma en la naturaleza. Pues Dios sella todo en su pureza todo su hacer, y en su hacer sencillo y sabio en sí mismo, de la que expresa bondad y amor por sus criaturas en medio de su creación. Cuanto más vivamos como hermanos e hijos de esta vida, como hijos de esta creación o hijos de lo que la religión cristiana llama hijos de Dios, estaremos dando más plenitud a la vida, a la nuestra y la que nos rodea. Desde mi fe y con libertad, digo todos somos hijos de Dios. Eso es lo que se ha dicho y se me dijo desde que fui educado en la fe. En la Iglesia Católica he sido educado y esto mismo es raíz en el misterio de Dios en la Vida. El Evangelio se basa en el amor derramado al ser humano (hombre y mujer), todo en la revelación es una historia de amor, no de normas ni cumplimientos. Todo es amor en Dios, ya que decimos Dios es amor, pero lo es por lo que hace, y porque su Espíritu se manifiesta como amor y más allá de nosotros es amor, y nuestro conocer se nubla más allá que Dios mismo comunica por su amor, en quién se deja amar. Dios caminó con Adán, eso es la significación del amor con el ser humano. Porque Dios es perfecto en el amor y porque es el Amor Mismo, y diseñó la perfección del hombre en el amor. Igual que como creador quiso ser Padre, por eso hablamos de un Padre Creador en Dios, no de un señor que pide un tributo para retribuir un premio por lo que ha creado gratuitamente, esto es lo fundamental. Dios lo ha hecho todo gratuitamente sin pedir permiso y sin pedir nada a cambio, esto es Gracia. En esta gratuidad Jesús de Nazaret, Cristo ha roto con toda Ley interpretada por nosotros los hombres haciendo religión de este Dios que se ha manifestado en la historia y se ha manifestado en Jesucristo y se sigue manifestando en los que creen en este Dios gratuito y amoroso, porque Dios es Amor, es Espíritu y un Dios de libertad que hace libres. El amor a Dios y en Dios es la Roca y fundamento de todo lo que Dios proyectó en Adán que renueva en Cristo con una mayor dignidad de hijos en el Hijo (Cristo), no sólo como criaturas sino en una participación de su naturaleza divina. El pecado siempre fue la ruptura con Dios en el espíritu y en voluntad, no de actos puntuales de actos ilegales de una ley. La Ley siempre fue el amor y la misericordia. Del amor a Dios nace el culto y la Ley en el pueblo de Israel, y no al revés. DIOS ES DE TODOS, NO DEPENDE DE LA RELIGIÓN, DIOS CREADOR ES DE TODOS CARLOS JAVIER GARCÍA RICHARD Por eso Jesús explicaba «Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y los que adoran deben adorar en espíritu y verdad.» (Mt 4, 23-24) Ya no hay ley en cuanto a deber frente a Dios sino que la norma fundamental de la vida es el Amor
Dice San Pablo en la carta a los romanos (Rom 8,1-30)
1 No hay, pues, condena alguna para los que están en Cristo Jesús, Bien San Juan el gran apóstol del Amor, y del Espíritu, dirá, QUIEN NO AMA NO HA CONOCIDO A DIOS, PORQUE DIOS ES AMOR. (Jn 4, 8) Y en que consiste, seguirá diciendo San Juan NO EN QUE HAYAMOS AMADO A DIOS SINO EN QUE EL NOS AMÓ (“primero”). 1 JN 4, 7; 1 JN 5, 1 Esto significa que la capacidad de amar no está en la humanidad, que tiene que ser resucitada o recreada, por eso le decía Jesús a Nicodemo que HABÍA QUE NACER DE NUEVO. Sólo siendo amados por Dios, sólo en el calor de su amor, la chispa del amor puede nacer de nuevo. Dios NOS ENVIÓ A SU HIJO COMO VICTIMA DE NUESTROS PECADOS, QUERIDOS, SI DIOS NOS HA AMADO DE ESTA MANERA, TAMBIÉN NOSOTROS DEBEMOS AMARNOS UNOS A OTROS, DIOS MORA (ESTÁ) EN NOSOTROS…. EN ESTO RECONOCEMOS QUE MORAMOS EN ÉL Y ÉL EN NOSOTROS, EN QUE NOS HA DADO SU ESPÍRITU. Que el amor está en nosotros, de forma que por amor nos movemos y vivimos, perdonamos porque Dios nos perdona y nos ama tal como somos. Por aclarar en Jesús, más que hablar de víctima, Jesús es SEÑAL del MISMO AMOR DE DIOS, como Dios mismo, porque su acción de amor por el que entrega su vida, refleja al que DA el SER y la EXISTENCIA a todo ser viviente. TODO EL QUE CREE QUE JESÚS ES EL CRISTO HA NACIDO; Y TODO EL QUE AMA A AQUEL QUE DA EL SER, AMARÁ TAMBIÉN QUE HA NACIDO DE ÉL. Continúa San Pablo 2 pues la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3 Lo que era imposible a la ley, por cuanto que estaba debilitada a causa de la carne, lo ha hecho Dios: enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y en orden al pecado, condenó el pecado en la carne, 4 para que la justa exigencia de la ley se cumpliera en nosotros, los que actuamos no de acuerdo con la carne, sino de acuerdo con el Espíritu. 5 Pues los que viven según la carne desean las cosas de la carne; en cambio, los que viven según el Espíritu, desean las cosas del Espíritu. 6 El deseo de la carne es muerte; en cambio el deseo del Espíritu, vida y paz. Está claro que todo nuestro ser debe ser Amor, y movidos por este amor, se dice Espíritu, porque es Fuerza y Esencia o Ser del mismo Dios, dentro de nosotros. Unidos formando uno sólo ser, más el que se une al señor, se hace un solo espíritu* con él (1 Cor 6, 17), y por lo que ahora no hay impedimento para el amor, solo habrá crecimiento en el amor para que haya más amor. San Pablo sigue explicando, la realidad espiritual 7 Por ello, el deseo de la carne es hostil a Dios, pues no se somete a la ley de Dios; ni puede someterse. 8 Los que están en la carne no pueden agradar a Dios. 9 Pero vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en vosotros; en cambio, si alguien no posee el Espíritu de Cristo no es de Cristo. 10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justicia. 11 Y si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús también dará vida a vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros. 12 Así pues, hermanos, somos deudores, pero no de la carne para vivir según la carne. 13 Pues si vivís según la carne, moriréis; pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis. 14 Cuantos se dejan llevar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino que habéis recibido un Espíritu de hijos de adopción, en el que clamamos: «¡Abba, Padre!». 16 Ese mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios; 17 y, si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo; de modo que, si sufrimos con él, seremos también glorificados con él. 18 Pues considero que los sufrimientos de ahora no se pueden comparar con la gloria que un día se nos manifestará. Y podemos preguntar porque se alude al pecado, el hombre en su origen había sido creado A IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS, Dios no sólo le dio la vida, sino que esa vida Dios estaba presente como fuente de vida de la vida total de Dios, pero la criatura dejó a Dios de lado, se puede ver claramente en el relato del pecado la claridad de la simbología, es una enseñanza de comparación no histórica en la historia, pero real en lo simbólico. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.(Lc 19, 10) San Pablo continúa 19 Porque la creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios; 20 en efecto, la creación fue sometida a la frustración, no por su voluntad, sino por aquel que la sometió, con la esperanza 21 de que la creación misma sería liberada de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. 22 Porque sabemos que hasta hoy toda la creación está gimiendo y sufre dolores de parto. 23 Y no solo eso, sino que también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior, aguardando la adopción filial, la redención de nuestro cuerpo. 24 Pues hemos sido salvados en esperanza. Y una esperanza que se ve, no es esperanza; efectivamente, ¿cómo va a esperar uno algo que ve? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, aguardamos con perseverancia. 26 Del mismo modo, el Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad, pues nosotros no sabemos pedir como conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. 27 Y el que escruta los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios. 28 Por otra parte, sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien; a los cuales ha llamado conforme a su designio. 29 Porque a los que había conocido de antemano los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó. (Rom 8, 1-30) Llamados a reproducir la imagen de su Hijo, del amor de Dios en nosotros, eso es ser hijo de Dios, se habla de ser otros Cristos, ser hijos en el Hijo. Quiere decir ser hijos de Dios por el amor de Dios, y participando de Dios, y transformados en Dios. Como dice San Juan de la Cruz LO QUE PRETENDE DIOS ES HACERNOS DIOSES POR PARTICIPACIÓN, SIÉNDOLO ÉL POR NATURALEZA, COMO EL FUEGO CONVIERTE TODAS LAS COSAS EN FUEGO.