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Calzado vestidos de laboral

La dotación es una prestación social a la que tienen derecho los trabajadores y que los

empleadores están obligados a entregar en las fechas previstas por la ley. La dotación está

regulada por los artículos 230 y siguientes del código sustantivo del trabajo. Todos sabemos

que al empleador le asiste la obligación legal de suministrarle al trabajador cuyo salario

mensual no exceda del equivalente a dos veces el salario mínimo legal vigente, una dotación

de calzado y ropa de labor cada cuatro meses, esto es, en abril, agosto y diciembre. También

sabemos que la dotación está integrada por un pantalón, una camisa y un par de zapatos. En

el caso de las mujeres la entrega debe contener un vestido (blusa y falda) y un par de zapatos.

La falda se puede reemplazar por un pantalón. Dichas prendas deben ser confeccionadas con

materiales apropiados al clima y a la labor que desempeña el trabajador. Es permitido que a

las prendas se les adhiera, grabe o dibuje el emblema de la empresa o un letrero corto y

discreto que la identifique, pero se excede de lo permitido por el buen gusto, el uso de avisos

estrambóticos al igual que los colores rechinantes. Una vez hecha la entrega de esos

elementos al trabajador éstos pasan a ser de su propiedad, y por tanto no le está permitido al

empleador exigir su devolución a la terminación del contrato de trabajo ni como condición

para el suministro de una nueva entrega. Ahora bien, si es el trabajador quien desea mejorar

la calidad y presentación de su vestimenta, deberá asumir el mayor valor que ello conlleve.

Si termina el contrato de trabajo y está pendiente de entrega una o varias dotaciones, el

empleador deberá indemnizarle al trabajador los perjuicios que le ocasionó al forzarlo a

utilizar su propia ropa y calzado en el desarrollo de su trabajo. Los Elementos de Protección

Personal, como su nombre lo indica, tienen como propósito principal proteger algunas partes

del cuerpo, para impedir que el trabajador tenga contacto directo con factores de riesgo que
le pueden ocasionar una lesión o enfermedad. Es bueno advertir que, si bien los Elementos

de Protección Personal no impiden que sobrevenga el accidente o el contacto con elementos

lesivos a la salud o a la integridad física del trabajador, sí ayudan a disminuir el rigor de los

efectos nocivos o a que la lesión sea menos grave.

Ahora bien, desde el punto de vista jurídico la dotación de calzado y ropa de labor se

distingue de los Elementos de Protección Personal en que la primera es una prestación social

a la cual sólo tienen derecho los trabajadores que devenguen hasta el equivalente a dos

salarios mínimos legales mensuales y que a la fecha de la primera entrega lleven al menos

tres meses de antigüedad en la empresa, mientras que los segundos adolecen de esa naturaleza

jurídica y se les deben suministrar a todos los trabajadores que lo requieran, cualquiera que

sea el monto del salario que devenguen y su antigüedad en la empresa.

Los empleadores están obligados a suministrar a sus trabajadores elementos de protección

personal, cuya fabricación, resistencia y duración estén sujetos a las normas de calidad para

garantizar la seguridad personal de los trabajadores en los puestos o centros de trabajo que lo

requieran. Entre los elementos de protección que el empleador debe proveer se encuentran

los cascos, botas, guantes y demás elementos que protejan al trabajador, permitiéndole

desarrollar eficientemente su labor y garantizando su seguridad personal. Las

Administradoras de Riesgos Profesionales asesorarán a los empleadores, sin ningún costo y

sin influir en la compra, sobre la selección y utilización de los elementos de protección

personal, teniendo en cuenta la actividad, la exposición a factores de riesgo y necesidades de

los mismos.

Los elementos de seguridad industrial o protección personal no pertenecen al trabajador

sino a la empresa, por lo que una vez terminado el contrato de trabajo debe entregarlos, a no
ser que la empresa decida lo contrario respecto a ciertos elementos de uso personal. Lo

anterior diferencia los elementos de protección personal de la dotación como tal, pues esta

última es una prestación social.

¿El trabajador debe devolver la dotación al terminar el contrato de trabajo?

La dotación es una prestación social, por tanto, una vez entregada al trabajador pasa a ser

propiedad de este, en consecuencia, el trabajador no debe devolver la dotación al finalizar el

contrato de trabajo. Uno de los pocos eventos en que el trabajador debe devolver la dotación

o los elementos de vestir que se le entregaron, es en el caso de las empresas de vigilancia por

razones de seguridad ciudadana. De otra parte, la persona que una vez se retire de la empresa

y haga mal uso de la dotación que le fue entregada, deberá responder por ello si con esa

utilización se perjudica a terceros o a la empresa, pero es un asunto diferente que merece un

espacio aparte.

Sanciones para el empleador que no entrega la dotación al trabajador.

La ley no contempla una sanción para el empleador que se rehúsa a entregar la dotación

al empleado, de manera que no hay una consecuencia directa ni se ha finado un procedimiento

administrativo para sancionar esta práctica. es una obligación del empleador, este de

incumplirla estará incumpliendo con el mandato del artículo 55 del código sustantivo del

trabajo, que obliga al empleador a cumplir con sus obligaciones de buena fe, y de no hacerlo

podría darse aplicación al artículo 62 sobre la terminación del contrato por incumplimiento

empleador, pero, a decir verdad, no se conoce un caso en que por no suministrar la dotación

se considere una renuncia motivada o despido indirecto.

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