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Estanislao Zuleta.
Aspectos relevantes.
• El ser humano siempre tiene que tener la razón, buscando así la certeza
absoluta sin que otro lo saque de su zona de confort.
Palabras desconocidas:
• Cucaña.
• Inocuas.
• Idilio.
Carta.
Estanislao Zuleta, al empezar a leer creía que iba a ser un simple texto o un
ensayo más, no un escrito que me hiciera replantar los aspectos que han
regido mi vida a través de los años.
“Adán y sobre todo Eva, tienen el mérito original de habernos liberado del
paraíso, nuestro pecado es que anhelamos regresar a él”. Parto de esta frase
para entender un poco de la sociedad; como esta se ha desenvuelto a través
del tiempo. Desde un principio siempre hemos idealizado todo lo perfecto con
calma y tranquilidad, muchos de estos pensamientos los ha traído la religión a
nuestras vidas, gracias a ésta tratamos de cumplir una vida perfectamente
estipulada aquí en la tierra para así llegar a un sitio soñado que desde
pequeños nos han inculcado.
Se me hace difícil partir a expresar lo que sentí con este ensayo, porque como
lo mencionaba el texto es demasiado complicado y casi imposible cambiar de
pensamiento y aceptar que muchos otros tienen la razón, que no solo yo sé
cómo manejar esta aventura a la que le llamamos vida, sin llegar a pensar que
“el que no está conmigo, está contra mí, y el que no está completamente
conmigo, no está conmigo. “que las diferencias entre opiniones y actos son lo
que nos conforman como persona, y que todo esto lo lleva de la mano el
respeto, respeto hacia lo nuevo, hacia argumentos con propósitos que en vez
de buscar controversias, busquen mejorar aspectos en los que estamos
fallando por tratar de llevarlos solos. “En todo caso pasamos por alto la
necesidad de tener en cuenta al otro, en sus diferencias, dentro de los
proyectos con los que buscamos satisfacer nuestros deseos, y, como resultado
de esa ligereza, terminamos en dos posiciones límite.”
Tengo 17 años, y por supuesto que me faltan muchas cosas por vivir, la
universidad, el trabajo, mi familia, etc. Si me imagino que quiero para mi futuro
se me viene a la cabeza todo lo que usted cuestiona, una vida sin esfuerzo, sin
riesgo, sin carencias y sin miedo. Aunque después de esto usted nunca planteó
las soluciones necesarias, sin embargo las dudas que surgieron en mi cabeza,
quizá lo hicieron por los dos... ¿Estoy haciendo algo mal? ¿Cómo puedo
mejorar? ¿Es malo fracasar? ¿En qué punto es dónde me doy por vencida?
¿Hasta qué punto puedo decir que alcance mi felicidad? ¿En qué momento
dejó de arriesgar? ¿Acepto todos los retos que se me presenten? ¿Qué tan
malo es buscar la comodidad sin mayor esmero? Todo esto solo me llevo a
tener una posición clara en lo cual influye principalmente dejar atrás un ideal de
perfección, y así deshaciéndome del temor que nos caracteriza a los seres
humanos; el atrever a cuestionarnos y a cambiar por voluntad propia, sin que
antes nadie nos diga “oiga herman@, la está embarrando”.