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Gramil-de-Corte

c) Gramil de mortaja o doble punta

longitud efectiva

Un edificio, cualquier edificio, está sometido a una serie de acciones provenientes del medio que
la estructura debe resistir. Tenemos las acciones gravitatorias, el viento, el sismo, las variaciones
de temperatura, la fluencia, la retracción, etc. Unas son acciones directas, otras deformaciones
impuestas ante las que la estructura debe responder con adecuado coeficiente de seguridad, sin
perturbar al usuario o a las demás estructuras constitutivas del edificio con deformaciones o
movimientos excesivos. Desde la aparición de los materiales modernos, acero y hormigón, la
estructura resistente se ha adecuado a las condiciones funcionales del edificio imponiendo unos
condicionantes mínimos. Se ha convertido en una serie de pilares verticales que sostienen unos
forjados más o menos complejos. Las acciones gravitarorias son las únicas que determinan la
forma y cuantía de la estructura. Las demás acciones son resistidas sin que su influencia interfiera
apenas en el diseño. Como las luces requeridas para cumplir las condiciones funcionales son
pequeñas, la estructura resistente de los edificios normales ha dejado de tener importancia. Las
posibilidades de la tecnología actual son tan superabundantes que cualquier exigencia impuesta
por las condiciones funcionales puede resolver la estructura sin que las desviaciones de su coste
influyan demasiado en el coste total. Desde este punto de vista la estructura resistente ha perdido
su valor conformador del edificio. Queda reducida a una estructura más de las que lo constituyen.
Sin embargo, cuando el edificio es alto, las acciones producen esfuerzos muy importantes en la
estructura resistente, la cual debe adoptar configuraciones determinadas para controlar su precio
y no interferir demasiado con las otras estructuras del edificio. El problema resistente toma una
gran importancia y la estructura que lo resuelve vuelve a tener valor conformador. de grandes
períodos de vibración, desarrollan fuerzas sísmicas más pequeñas, pero a su vez son más
deformables, lo que puede producir daños en los elementos no estructurales del edificio y falta de
confort en los usuarios. La ductilidad de los elementos estructurales toman significativa
importancia ante estas acciones. Las variaciones de temperatura en general y las deformaciones
impuestas por la fluencia y la retracción en las estructuras de hormigón, que en edificios normales
no conducen sino a determinar la posición de las juntas de dilatación, en los edificios altos pueden
producir esfuerzos muy significativos en los forjados por acumulación de alargamientos o
acortamientos en las últimas plantas. Especial importancia toma el control de las temperaturas en
los pilares expuestos al medio ambiente, cuando los interiores pueden estar en un ambiente
controlado.

PLACAS DE APOYO PARA VIGAS

•Una que trasmite la reacción de la viga a un soporte.

•Una que trasmite una carga al patín superior de una viga.

DISEÑO DE PLACA DE APOYO

1.Determine la dimensión N de manera que se impida la fluencia del alma y el aplastamiento de la


misma.

2.Determine la dimensión B de manera que el área B x N sea suficiente para impedir que el
material de soporte sea aplastado por apoyo.

3.Determine el espesor t de manera que la placa tenga suficiente resistencia por flexión.

La fluencia del alma es el aplastamiento compresivo del alma de una viga causado por la aplicación
de una fuerza de compresión al patín directamente arriba o abajo del alma.

•La fluencia ocurre cuando el esfuerzo de compresión sobre una sección horizontal por el alma
alcanza el punto de fluencia.
Cuando la carga es trasmitida por una placa se supone que la fluencia del alma tiene lugar sobre la
sección mas cercana de ancho tw.

Efectos de la esbeltez

El diseño de las columnas consiste básicamente en seleccionar una sección transversal adecuada
para la misma, con armadura para soportar las combinaciones requeridas de cargas axiales
mayoradas Pu y momentos (de primer orden) mayorados Mu, incluyendo la consideración de los
efectos de la esbeltez de la columna (momentos de segundo orden). La esbeltez de una columna
se expresa en términos de su relación de esbeltez kℓu/r, donde k es un factor de longitud efectiva
(que depende de las condiciones de vínculo de los extremos de la columna), ℓu es la longitud de la
columna entre apoyos y r es el radio de giro de la sección transversal de la columna. En general,
una columna es esbelta si las dimensiones de su sección transversal son pequeñas en relación con
su longitud.

A los fines del diseño, el término "columna corta" se usa para designar una columna que tiene una
resistencia igual a la calculada para su sección transversal, usando las fuerzas y los momentos
obtenidos de un análisis para combinación de flexión y carga axial.

Una "columna esbelta" se define como una columna cuya resistencia se reduce debido a las
deformaciones de segundo orden (momentos de segundo orden). Según estas definiciones, una
columna con una determinada relación de esbeltez se puede considerar como columna corta bajo
un determinado conjunto de restricciones, y como columna esbelta bajo otro conjunto de
restricciones. Con el empleo de hormigones y armaduras de mayor resistencia, y con métodos de
análisis y diseño más precisos, es posible diseñar secciones de menores dimensiones, lo cual da
origen a elementos más esbeltos. En consecuencia, la necesidad de contar con procedimientos de
diseño confiables y racionales para las columnas esbeltas se convierte así en una consideración
nimportante en el diseño de columnas.

Una columna corta puede fallar a causa de una combinación de momento y carga axial que supere
la resistencia de la sección transversal. Este tipo de falla se conoce como "falla del material." A
modo de ejemplo, consideremos la columna ilustrada en la Figura 11-1. Debido a la carga, la
columna tiene una deformación Δ que provocará un momento adicional (de segundo orden) en la
columna. En el diagrama de cuerpo libre se puede ver que el momento máximo en la columna
ocurre en la sección A-A, y es igual al momento aplicado más el momento debido a la deformación
del elemento, que es M = P (e + Δ).

La falla de una columna corta puede ocurrir en cualquier punto a lo largo de la curva de
interacción de resistencias, dependiendo de la combinación del momento y la carga axial aplicada.
Como se mencionó anteriormente, se producirá alguna deformación y habrá una "falla del
material" cuando una combinación particular de carga P y momento M = P (e + Δ) interseque la
curva de interacción de resistencias.

Si la columna es muy esbelta, podría llegar a una deformación debida a carga axial P y momento
Pe tal que la deformación aumente indefinidamente sin que aumente la carga P. Este tipo de falla
se conoce como "falla de estabilidad," como se indica en la curva de interacción de resistencias.

Columnas con Cargas Axiales Excéntricas

las cargas actúan a través del centroide de la sección transversal. Bajo estas condiciones, las
columnas permanecen rectas hasta que se alcanzan las cargas críticas; después, el pandeo se
presenta. Ahora asumiremos que una columna está comprimida por una carga P que está aplicada

con una pequeña excentricidad e medida a partir del eje de la columna (figura 1). Cada carga

axial excéntrica es equivalente a una carga centrada P más un par de momento M0 = Pe.
Este momento existe desde el instante en que se aplica la carga, y por lo tanto la columna

comienza a deflexionarse al inicio de la carga. La deflexión se vuelve continuamente mayor así

como la carga aumenta.

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