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índice

1.​ I​ ntroducción
2.​ H ​ istoria de la Aspirina
2.1.​ ​Prehistoria de la Aspirina
2.2.​ ​Remedios para el dolor en la era pre-Aspirina
2.3.​ ​100 años de Aspirina
2.3.1.​ ​Descubrimiento de Aspirina
2.3.2.​ ​Químicos y farmacólogos de especialistas
en colorantes a expertos en medicamentos
2.3.3.​ ​Camino hacia la industrialización de
Aspirina
2.3.4.​ ​100 años sin competencia
3.​ ​Farmacología de Aspirina
3.1.​ ​Características químicas y metabolización
3.2.​ ​La síntesis
3.3.​ ​La molécula
3.4.​ ​Efectos de Aspirina en el organismo
3.4.1.​ ​Mecanismos generales de acción
farmacológica
3.4.2.​ ​Acción analgésica de Aspirina
3.4.3.​ ​Acción antipirética de Aspirina
3.4.4.​ ​Acción antiinflamatoria de Aspirina
3.4.5.​ ​En resumen
3.5.​ ​Efectos adversos de Aspirina
3.5.1.​ ​Efectos adversos cardiovasculares y
bioquímicos
3.5.2.​ ​Efectos adversos de Aspirina a dosis altas
y mantenidas
3.5.3.​ ​Reacciones de hipersensibilidad
3.5.4.​ ​Intoxicación de Aspirina por
sobredosificación
3.5.5.​ ​Síndrome de Reye
3.6.​ ​Futuro de la utilización de Aspirina
4.​ ​Aspirina y otros AINES
4.1.​ ​Diferencias y similitudes
4.2.​ ​Efectos indeseables en su tratamiento
4.3.​ ​Tabla I Grupos farmacológicos de los Aine
4.4.​ ​Nuevos antiinflamatorios
5.​ ​Indicaciones de Aspirina
5.1.​ ​Aspirina como analgésico
5.2.​ ​Aspirina en el dolor de cabeza
5.2.1.​ ​Aspirina en la migraña
5.2.2.​ ​Aspirina en la cefalea de tensión
5.3.​ ​Aspirina en enfermedades articulares
5.3.1.​ ​Fiebre reumática
5.3.2.​ ​Artritis reumatoide
5.3.3.​ ​Artrosis
5.4.​ ​Aspirina en la cardiopatía isquémica
5.4.1.​ ​Tratamiento antiagregante plaquetar en
enfermedades coronarias
5.4.2.​ ​Angina de pecho
5.4.2.1.​ ​Angina de pecho estable
5.4.2.2.​ ​Angina de pecho inestable
5.5.​ ​La Aspirina y los ataques cardiacos
5.5.1.​ ​Tratamiento de la fase aguda del infarto
de miocardio
5.6.​ ​Aspirina en la enfermedad vascular periférica
5.7.​ ​Tratamiento de la enfermedad cerebrovascular
5.7.1.​ ​Importancia de la agregación en los
accidentes vasculares cerebrales
5.7.2.​ ​Tratamiento del ictus isquémico
5.7.3.​ ​Prevención de la demencia senil
multiinfarto
5.8.​ ​El problema de las embolias en los pacientes con
válvulas cardiacas artificiales
5.9.​ ​Aspirina en la diabetes
5.10.​ ​La Aspirina y el cáncer de colon y recto
5.11.​ ​Aspirina en el embarazo
5.12.​ ​Aspirina en la demencia y el alzheimer
5.13.​ ​Otras nuevas indicaciones
6.​ ​Contraindicaciones de Aspirina
6.1.​ ​Contraindicaciones
6.2.​ ​Reacciones adversas
7.​ ​Bibliografía

Introducción
Este trabajo ha sido diseñado para dar satisfacción a todos los
interesados en conocer el cómo y el porqué de las acciones de
Aspirina.
No existe medicamento de prescripción libre que dé tanto que
hablar como la Aspirina.
Un producto que comenzó su andadura terapéutica hace más de
100 años y al que los nuevos conocimientos científicos y sus
nuevas aplicaciones auguran un futuro tan o más prometedor que
su pasado
Este texto se ha escrito para que usted conozca las virtudes de la
Aspirina, no sólo para aliviar el dolor, la inflamación y la fiebre,
sino para servir también como un medicamento preventivo que
acaso pueda salvarle la vida.
HISTORIA DE LA ASPIRINA

Prehistoria de Aspirina

Desde sus mismos comienzos, el ser humano ha utilizado


productos extraídos de las plantas como remedio para sus
dolencias, un ejemplo de esto es la Aspirina, que nació de la
corteza de los árboles. En el tercer milenio antes de Cristo ya se
utilizaba la corteza de sauce como producto medicinal, Aspirina
sería probablemente uno de los pocos medicamentos de la
farmacopea actual cuyos orígenes se remontan hasta los mismos
orígenes de la historia de la humanidad.

Los remedios para el dolor en la era


pre-Aspirina

La medicina natural comenzó a adquirir un carácter científico en


la Grecia de Hipócrates, dónde la escuela médica de Cos utilizaba
infusiones de corteza de sauce para el tratamiento de la fiebre y
el dolor. También los discípulos de Aristóteles recomendaron el
uso de la corteza de sauce para calmar el dolor.
Durante la edad media y hasta bien entrado el siglo XVIII la
corteza de sauce cayo en un olvido parcial, cediendo terreno al
opio como analgésico, hasta que en 1763 el reverendo Edward
Stone, presentó en la Real Sociedad de Medicina Inglesa un
informe en el que detallaba las propiedades de la corteza del
Salíx Alba ​o sauce blanco.

100 años de Aspirina


Descubrimiento de la Aspirina

En 1828 científicos alemanes sintetizaron el principio activo de la


corteza del Salís Alba, una sustancia amarillenta que precipita
formando cristales de sabor muy amargo a la que se le dio el
nombre de salicina. Fue aislada e identificada en la universidad
de Munich por Buchner, un profesor de farmacia. Una forma
química más simple fue sintetizada unos 10 años más tarde por
Piria, que trabajaba en la universidad de Sorbona, dando lugar al
ácido salicílico.
Pronto se descubrieron nuevas fuentes donde obtener el ácido
salicílico. Se obtiene el ácido Spírico de otra planta, la ​Spirea
Ulmaria cuyo nombre inspiraría el de uno de los medicamentos
más conocidos de nuestro siglo Aspirina.
Pronto se dieron cuenta los químicos de que el ácido salicílico y el
ácido spírico era una misma sustancia, a las que en breve tiempo
se sumó otra, la ​Gauteria Procumbens.​

En 1859 Kolbe sintetizó el ácido salicílico. Y unos años más tarde


un discípulo suyo perfeccionó el proceso de síntesis y el producto
pudo ser producido a gran escala.
En 1886 un error farmacéutico hizo que Cahn y Hepp
descubrieran que un derivado de los productos utilizados en la
industria de tintes servía como un nuevo antipirético. De este
modo Kalle & Co, una empresa que había suministrado la
acetalilina, decidió comercializar el producto y su aplicación
médica. Llamaron a este producto Antifebrina
Muy pronto Carl Duisberg y Bayer, una compañía de gran
importancia en la industria de tintes se dieron cuenta de que la
acetanilina era químicamente semejante al Paranitrofenol, un
producto de deshecho en la fabricación de tintes y de que existían
miles de kilos. En 1888 obtuvieron un compuesto químico llamado
Acetofenetilina al que Duisberg decidió comercializar con el
nombre de Fenacetina, el primer fármaco de Bayer

Químicos y farmacólogos: De especialistas en


colorantes a expertos en medicamentos

Los nuevos laboratorios de Bayer se llenaron pronto con más de


90 químicos investigando a tiempo completo, Duisberg promovió
una seccion de productos farmacéuticos de Bayer como forma de
diversificar su actividad industrial y como complemento a su
sección principal de tintes.
La nueva sección contaba con dos áreas: un área en la que se
investigaban nuevos productos, que estaba dirigida por
Eichengrün; y otro área cuya misión era la de asegurar que los
nuevos productos investigados tuvieran realmente una utilidad
terapéutica.
Eichengrün decidió investigar variantes del ácido salicílico con
menos efectos secundarios y asignó esta tarea a Hoffman. El 10
de octubre de 1897 Hoffmann describía la forma en que había
conseguido la síntesis del ácido acetil salicílico, AAS llamado
posteriormente Aspirina.

El Camino hacia la Industrialización de


Aspirina

La importancia del hallazgo no resultó a primera vista evidente,


así que eichengrüng pasó el AAS a Dreser, para su evaluación y
posterior aprobación.
Dreser sabía que muchos médicos atribuían al ácido salicílico una
acción cardiotóxica y pensó que su compuesto acetilado
compartiría tan negativa opinión entre los médicos, vetó el
producto y el proyecto y el medicamento quedó en el olvido, pero
convencido de su inocuidad como cardiotóxico Eichengrüng probó
el AAS en sí mismo sin apreciar ningún efecto negativo en su
corazón. Así que suministró muestras de AAS a los médicos de
Berlín para sus pacientes, su resultados fueron extraordinarios,
util para la fiebre, para el dolor de cabeza, y además tenía
muchos menos efectos secundarios que el ácido salicílico.

Fue uno de los médico berlineses que probaron el fármaco y que


resultó ser el representante de Bayer en Berlín, quién, envió un
informe faborable a los directivos de la compañía, debido a esto
la compañía Bayer comercializó el AAS con el nombre de Aspirina.

100 años sin competencia

El tiempo es una prueba de fuego para cualquier producto


farmacéutico, y Aspirina ha superado esta prueba con toda
claridad, a medida que las ventajas del AAS se hacían más
evidentes las ventas de Aspirina subían como la espuma.
La primera década del siglo XX fue testigo del exito de Aspirina
en Europa y en EE.UU.
Pero la primera guerra mundial cogió por sorpresa a los
empleados de Bayer en EE.UU., quienes pasaron a ser posibles
enemigos. A ello se unió el hecho de que la patente americana
había prescrito.
No fueron buenos años para la Aspirina. Las instalaciones de
Bayer en EE.UU. fueron subastadas y otras compañías
comenzaron a vender AAS a precios competitivos.
En años sucesivos nuevos productos contra el dolor hicieron su
aparición. Pero todos ellos conteniendo un mismo producto
básico: el Ácido Acetil Salicílico.
Pero los nuevos productos que competían con el AAS carecían de
una de las propiedades esenciales de Aspirina: sus cualidades
antiinflamatorias.
En 1985 Heckler anunció que una Aspirina diaria ayudaba a las
personas que ya habían sufrido un infarto de miocardio en la
prevención de nuevos ataques.
De este modo Aspirina lleva más de 100 superando a todos sus
competidores
Farmacología de la Aspirina
Los diccionarios médicos definen la Aspirina como un
medicamento analgésico, antipirético y antiinflamatorio a corto
plazo, lo que quiere decir que alivia el dolor y reduce la fiebre y la
inflamación.
Aspirina fue uno de los primeros fármacos sintetizados, y junto al
paracetamol es uno de los AINES (antinflamatorios no
esteroideos)más eficaces y baratos. Se administra por vía oral y
se absorbe rápidamente, ya que parte es ionizado en el estómago
y el 75% se metaboliza en el hígado.
El 10 de octubre de 1897, Félix Hoffman sintetiza en los
laboratorios de investigación de Farbenfabrilsen Vorn Friedrich
Bayer & Co el ácido acetilsalicílico en forma pura y estable,
mediante acetilación del ácido salicílico.
Smith y Willis demostraban que Aspirina bloquea la producción de
prostaglandinas en las plaquetas humanas.
El fármaco fue ya muy utilizado durante las seis primeras décadas
del siglo XX, habitualmente por sus propiedades analgésicas y
antipiréticas.
En 1971 ocurren dos hechos que revolucionaron la utilización de
Aspirina: Vane describe su efecto inhibidor de la síntesis de
prostaglandinas y Smith y Willis demuestran que bloquea de
forma irreversible la producción de prostaglandinas en las
plaquetas humanas.
Aspirina es el fármaco más consumido en la actualidad con la
cifra impresionante de 40.000 toneladas anuales de Aspirina, en
España se consumen 700 millones de comprimidos al año.

Características químicas y metabolización


Aspirina pertenece a la familia de los salicilatos, derivados del
ácido 2-hidroxibenzoico o ácido salicílico, aunque este compuesto
se encuentra en diversos vegetales,, actualmente los salicilatos
empleados son obtenidos de forma sintética.
Aspirina o ácido acetilsalicílico es un derivado del ácido salicílico,
con el que se ha conseguido aumento de la efectividad analgésica
con menores efectos irritantes sobre el aparato digestivo.
El ácido salicílico es un sólido blanco cristalino, de fórmula
C​6H​
​ 4(OH)COOH.
​ Se encuentra en numerosas plantas, en especial
en los frutos, en forma de metilsalicilato, y se obtiene
comercialmente a partir del fenol. Tiene un sabor ligeramente
dulce; es poco soluble en agua y más soluble en alcohol, éter y
cloroformo. Tiene un punto de fusión de 159º C . Los compuestos
salicílicos medicinales empleados como analgésicos son el ácido
acetilsalicílico y el fenilsalicilato.
El ácido salicílico proviene de una planta, la ulmaria (en latín:
Spiraea ulmaria)​ . Felix Hoffman, para llamar a esta nueva droga
maravillosa ideó un acrónimo: A por acetil; SPIR, por Spiraea e
INA, por una razón que nadie conoce.
La síntesis
El ácido acetilsalicílico está formado por agujas blancas
cristalinas.F. Hoffman consiguió sintetizarlo a partir de alquitrán
de carbón.
Sus cristales alargados, de sabor ligeramente amargo, y de color
blanquecino, funden a 132 grados centígrados y son insolubles en
agua. Es estable en aire seco, pero con la humedad se
descompone lentamente en ácido salicílico y en ácido acético. El
proceso de síntesis consiste en tratar el ácido salicílico con
anhídrido acético, en presencia de un poco de ácido sulfúrico, que
actúa como catalizador. El químico alemán F. Hoffman fue el
primero en conseguir sintetizar de forma estable el ácido
acetilsalicílico. Aunque el compuesto ya había sido obtenido
anteriormente, en 1853, por el francés Charles F. Gerhardt,
aunque por un método muy complicado.

La molécula
La molécula de Aspirina contiene 9 átomos de carbono, 4 de
oxígeno y 8 de hidrógeno.
La menor cantidad de sustancia que conserva sus propiedades es
una molécula.
Las moléculas se forman al unirse los átomos. Para ello hace falta
que estos se acerquen con energía suficiente como para superar
la repulsión existente entre sus nubes electrónicas y también se
necesita que la energía que se desprende cuando se aproximan a
cierta distancia pueda ser liberada.
La molécula de ácido acetilsalicílico contiene un total de 21
átomos
Y su fórmula consiste en la unión del ácido salicílico: C​7H​ ​ 6O​
​ 3 y el

anhídrido acético C​4H​ ​ 6O​


​ 3​ cuya reacción es:

C​7H​
​ 6O​
​ 3​ + C​4H​
​ 6O​
​ 3​ ​➔ C​9H​
​ 8O​
​ 4​ + C​2H​
​ 4O​
​ 2.

La fórmula de la Aspirina es por tanto C​9H​ ​ 8O​


​ 4

Efectos de la Aspirina en el organismo

Fue el New York Times Magazine quién en 1966 afirmó que la


“Aspirina es el medicamento maravilloso que nadie entiende”, a
pesar de que Von Euler en 1930 había comenzado a hablar de las
prostaglandinas y sus colaboradores habían definido la estructura
química de las primeras prostaglandinas
En 1963 Collier ya tenía alguna idea de lo que hacía Aspirina,
pero no conseguía definir nada concreto.
La historia de la Aspirina, y sus efectos en nuestro organismo ha
sido una incógnita hasta nuestros días, ya que han sido muchos
sus investigadores y muy lentos todos sus avances.

Mecanismos generales de la acción


farmacológica
Antes de comenzar a explicar los mecanismos generales debemos
de hacer un pequeño alto en el camino para definir
prostaglandinas
Prostaglandinas​, en bioquímica y en medicina, familia de
sustancias químicas análogas a las hormonas que aparecen de
forma natural en todos los mamíferos. Las prostaglandinas son
derivados de los ácidos grasos que se encuentran en casi todos
los tejidos del cuerpo humano. Hay más de una docena de
prostaglandinas importantes desde un punto de vista biológico, y
afectan a muchas funciones fisiológicas esenciales.
Aunque fueron identificadas por primera vez en 1935 por el
fisiólogo sueco Ulf von Euler, las investigaciones sobre su
composición, estructura, funciones y utilidad médica comenzaron
a finales de la década de 1960. En 1971, el farmacólogo británico
John Robert Vane demostró que las múltiples aplicaciones
médicas de la aspirina derivan de su capacidad para bloquear la
producción de ciertas prostaglandinas.
Hasta finales de los sesenta no se comprobó que las propiedades
analgésicas y antitérmicas de Aspirina estaban ligadas a una
inhibición irreversible de ​ciclooxigenasa​, una encima que regula
la producción de prostaglandinas.
La única forma de sintetizar prostaglandinas de nuevo, es la
síntesis de una nueva ciclooxigenasa, cosa que pueden realizar
sólo las células endoteliales.
Aspirina es el prototipo de un grupo de medicamentos
denominados AINES (fármacos antiinflamatorios no esteroideos),
para diferenciarlos de los esteroides, hormonas de la corteza
suprarrenal con efecto antiinflamatorio.
La acción antiinflamatoria fundamental de Aspirina es el bloqueo
de la producción de mediadores de la inflamación a partir del
ácido araquidónico, como las prostaglandinas y los leucotrienos.
A pesar de esta acción principal, otros muchos procesos celulares
son influenciados por Aspirina, e influyen en sus efectos
favorables.
Por lo tanto, Aspirina, en primer lugar, evitaría la síntesis de
prostaglandinas, mediadores del dolor; pero también,
independientemente de este efecto, amortiguaría las respuestas
celulares secundarias a una agresión antiinflamatoria.
Muchas otras actividades de Aspirina vienen ligadas a su acción
en el ámbito celular.

Acción analgésica de Aspirina

Aspirina tiene una acción analgésica a nivel preferentemente


periférico, actuando en las terminaciones nerviosas sobre las que
actúan substancias generadoras de dolor, como las
prostaglandinas la serotina y la bradiquinina. Dicho en otras
palabras, que en lugar de actuar directamente sobre la fuente del
dolor suprimen lo que el cuerpo produce para causar la sensación
de dolor.
Se cree que en el efecto analgésico de Aspirina también existe un
componente central a nivel del tálamo, que es una estructura
cerca de la base del cerebro, que integra los estímulos dolorosos.
Otras investigaciones han comprobado un efecto de Aspirina
sobre el sistema nervioso central.
En un trabajo realizado por la universidad de California en San
Diego, publicado en la revista “Science”en 1992 se demostró que
la inyección directa de Aspirina en la columna vertebral
aumentaba su potencia de 100 a 500 veces en comparación con
la misma dosis administrada por vía oral.
La actividad analgésica de Aspirina es de intensidad moderado,
colocándose por debajo de los analgésicos mayores, como son los
opiaceos. Este efecto depende de la dosis.
Aspirina tiene mayor actividad analgésica que el salicilato, su
metabolito, aunque este tiene el mismo poder antiinflamatorio
que ella.
Algunos antiinflamatorios no esteroideos, como el paracetamol
sólo poseen efecto analgésico, y otros como el ketorolaco y el
metamizol tienen mucha más acción analgésica que
antriinflamatoria.
A pesar de que Aspirina se encuentra entre los analgésicos de
potencia limitada, su actividad analgésica debe considerarse
similar a la de algunos fármacos antiinflamatorios no esteroideos
y superior a la de muchos de ellos.
Aspirina es pues, útil en muchos dolores de intensidad moderada,
como cefaleas, dolores articulares, musculares, de partes
blandas, dolores de origen dental, de huesos, en postoperatorios,
en traumatismos en dolores menstruales. Además en los dolores
producidos por un cáncer, Aspirina debe ser el primer analgésico
que se ha de utilizar.

Acción antipirética.

La fiebre es una alteración en los mecanismos reguladores de


calor del organismo, de manera que se eleva la temperatura
corporales, considerando temperatura normal hasta 37ºC en la
axila, hasta 37.7ºC en la boca y hasta 38ºC en el recto.
Habitualmente la presencia de una infección en el organismo
induce a los leucocitos a segregar interleucina 1, una substancia
que eleva la cantidad de prostaglandina E en la sangre. Las
prostaglandinas actúan sobre el hipotálamo, donde se encuentra
el centro regulador de la temperatura o termostato endógeno.
Aspirina es capaz de disminuir la temperatura corporal cuando
existe fiebre; sin embargo, cuando la temperatura corporal es
normal, no produce la denominada hipotermia. El efecto
antitérmico se realiza agracias a varios mecanismos liberadores
de calor, fundamentalmente la vasodilatación cutánea y la
sudoración.
La acción antitérmica de Aspirina, a este nivel cerebral, se debe,
pues, al bloqueo de la síntesis de prostaglandinas que tiene un
intenso efecto inductor de la fiebre.

Acción antiinflamatoria

Las prostaglandinas poseen multiples acciones multiplicadoras de


la reacción inflamatoria. Entre ellas destaca su capacidad de
vasodilatar, sensibilizar los receptores nerviosos al dolor,
estmular las células inflamatorias y estimular la producción de
interleucinas 1, un potente inductor de inflamación.
Aspirina bloquea la síntesis de prostaglandinas y por lo tanto
posee una potente acción antiinflamatoria.
En realidad, no entodos elos tipos de inflamación se liberan
prostaglandinas en gran cantidad, y en algunos casos las
prostaglandinas actúan como moderadores de la respuesta
inflamatoria.
Aspirina ejerce su acción inflamatoria al disminuir las respuestas
de las células al estímulo inflamatorio.

Otras acciones de la aspirinas:

Al inhibir el transporte de ácido úrico desde el interior del túbulo


al riñón, Aspirina hace que el ácido úrico se elimine por la orina.
Esta acción se denomina uricosúrica.
Aspirina por su efecto antiinflamatorio y analgésico, puede
emplearse en el ataque agudo de gota.
Aspirina interfiere en la síntesis de protombina, una proteína que
interviene en la coagulación sanguínea.
Aspirina posee también diversos efectos sobre el metabolismo,
pero a concentraciones elevadas. Por un lado acelera la utilización
de glucosa, pero por otra parte dificulta la acumulación de ATP,
una sustancia fundamental para almacenar energía dentro de las
células. Esa reducción puede alterar la síntesis de proteínas en el
tejido conectivo, responsable de la cicatrización y reparación de
lesiones en el organismo.

En resumen

Si, por un lado, no hay ninguna duda a cerca de la eficacia de la


Aspirina para combatir la fiebre, aliviar el dolor y reducir la
inflamación, también es cierto que aún no conocemos
perfectamente cuales son los procesos bioquímicos que
comienzan cuando la Aspirina se incorpora al torrente sanguíneo.
Para aprovechar aquellos efectos beneficiosos no es, en rigor,
imprescindible que comprendamos hasta el último detalle lo que
ocurre en nuestro cuerpo, pero esta investigación es de todo
punto necesaria si queremos sacar el máximo partido posible de
este medicamento prodigioso y barato, añadiendo nuevas e
importantísimas indicaciones a las que ya tiene
.

Efectos adversos de Aspirina

El efecto más frecuente de Aspirina es la intolerancia


gastrointestinal. Se trata habitualmente de pequeñas molestias
gástricas, pesadez de estómago, piroxis, anorexia, nauseas,
vómitos, y epigastralgia.
La mayoría de lesiones aparecen en las zonas en las que el Ph
tiene un mayor nivel, como en el estómago, en la primera porción
del duodeno (las lesiones irritativas pueden surgir en cualquier
otro tramo del intestino).
En otras ocasiones se puede reactivar una enfermedad ulcerosa
gastroduodenal.
La aparición de hemorragias digestivas, junto con la hemorragia
cerebral, es la complicación más grave que puede aparecer en un
tratamiento a base de Aspirina, ya que en general se trata de
hemorragias de poca cuantía y el mecanismo por el que se
producen está estrechamente relacionado con la acción irritativa
de la mucosa gástrica e intestinal. Se cree que la acción lesiva
sobre el estómago y el intestino se debe a la síntesis de
prostaglandinas en la mucosa, ya que estas tienen un carácter
muy necesario para preservar su total integridad.
Los efectos irritantes sobre la mucosa son más frecuentes en la
forma de tableta, y se observa una gran disminución en los
diversos preparados ya que limitan enormemente el contacto con
la mucosa gástrica o intestinal.
Sea cual sea la vía de administración de Aspirina, no descarte
para nada la posibilidad remota de que aparezcan irritaciones de
la mucosa digestiva.
Otro efecto adverso muy común son los accidentes hemorrágicos
no digestivos: gingivorragias, epistaxis y hematurias, que
aparecen con una frecuencia variable pero muy escasa en los
tratados con Aspirina.
Aspirina no suele causar problemas hemorrágicos generalizados,
excepto en aquellos pacientes que posean un problema grave de
coagulación. Como hemofílicos urémicos o pacientes en los que
se esté realizando un tratamiento con anticuagulantes o
trombolíticos. Otro problema son las hemorragias cerebrales,
dado que se ha observado un ligero incremento de ellas en el
Physician´s Health Study y en el Brithish Physician´s Primary
Prevention Studies, aunque no era estadísticamente significativo.
Su incidencia en cualquier caso, es muy baja, ya que es inferior al
0.3% y está completamente contrarrestada por la disminución
global de accidentes vasculares cerebrales debida al tratamiento
con Aspirina.

Efectos adversos cardiovascular​e​s y


bioquímicos

Debido a su efecto sobre la síntesis de prostaglandinas y al


bloqueo de ciclooxigenasa, Aspirina puede elevar muy
ligeramente la presión arterial y en algún caso inducir
vasoconstrucción coronaria.
Estudios han demostrado la posibilidad de que este ligero efecto
vasoconstrictor pueda producir una cierta vasoconstricción
coronaria, aunque se ha observado que es completamente
reversible y corregible con nitroglicerina. Es difícil que este efecto
pueda tener repercusión clínica aunque podía neutralizar muy
ligeramente los efectos claramente favorables de Aspirina sobre
la cardiopatía isquémica .

Efectos adversos de Aspirina a dosis altas y


mantenidas.

Las reaciones adversas más notificadas de Aspirina son los


efectos gastrointestinales, seguido por la lesión renal, las
alteraciones de la coagulación sanguínea, las cefaleas y las
nauseas. Como las prostaglandinas ejercen un papel importante
en la fisiología grastrointestinal es lógico que una sustancia que
altera su prducción actúe a este nivel.
Se estima que el riesgo de una reacción adversa grave está en
dos casos por 10000 personas y mes de prescripción.
Se consideran factores de riesgo para la presentación de estos
efectos adversos los antecedentes de patología gastrointestinal,
la edad superior a 60 años, la invalidez y la presencia de una
enfermedad de base grave asociada.
El efecto lesivo de la mucosa gástrica e intestinal, está estrecha y
enormemente relacionado con la capacidad de inhibir la síntesis
de prostaglandinas.
En realidad, Aspirina resulta un fármaco verdaderamente
sorprendente ya que aunque incriminado de lesivo para la
mucosa digestiva un estudio reciente realizado por Fries y
colaboradores ha demostrado que posee un índice de toxicidad
gastrointestinal relativamente bajo, comparado con otros
fármacos antiinflamatorios no esteroideos .
En cuanto al efecto sobre el flujo vascular-renal, Aspirina puede
causar un descenso reversible de la filtración glomerular. Otros
efectos adversos renales son insuficiencia renal aguda, nefritis
intersticial, necrosis papilar insuficiencia renal crónica e
hiperpotasemia.
Los efectos adversos renales se parecen enormemente a los de
otros AINES, aunque sin lugar a dudas existe una variabilidad
individual.
Se considera que existe un mayor riesgo de lesión renal en el
lupus heritematoso diseminado y en la artritis reumatoide debido
a que en estas enfermedades una falta de prostaglandinas en el
ámbito renal puede precipitar con mayor rapidez y gran facilidad
un daño en el riñón.
Sea como fuere estas lesiones renales precisan dosis altas
mantenidas durante mucho tiempo y se ven altamente
favorecidas si se asocia con otros AINES, como el paracetamol.
Aspirina puede interferir en algunas ocasiones en los efectos de
los fármacos antihipertensivos y diuréticos. También se ha
descrito la posibilidad de que descienda el flujo aunque esto es
reversible con nitritos
Reacciones de Hipersensibilidad

Aspirina puede producir en pacientes predispuestos reacciones


alérgicas y pseudoalergias.
Dentro de las reacciones alérgicas más comunes cabe destacar el
angioederma, el shock anafiláctico, y con menos frecuencia la
urticaria y el asma bronquial. Estas reacciones no suelen ser
cruzadas para otros fármacos del grupo de los AINES.
En las reacciones pseudoalérgicas suele aparecer rinitis
vasomotora, congestión nasal y ataques de asma.
Una dosis, incluso pequeña, de Aspirina puede desencadenar un
ataque de rinorrea, asma y enrojecimiento facial.
Cabe recordar que las reacciones alérgicas genuinas son
particularmente raras.
En los casos graves en que aparece shock anafiláctico, con
hipotension, síncope y edema de las vías respiratorias altas se
debe emplear adrenalina lo más precozmente posible.

Intoxicación por Aspirina por


sobresdosificación

Para determinar la gravedad de la intoxicación se precisa conocer


la cantidad exacta de fármaco ingerido. Para valorar los niveles
que determinan una intoxicación grave se precisa saber también
la hora en que fue ingerida, ya que un nivel alto determinado
será más fpeligrosos cuanto más tiempo haya pasado.
La sintomatología se inicia con acúfenos que suelen coincidir con
niveles ligeramente elevados, para seguir con nauseas y vómitos,
además de aumento de frecuencia respiratoria, alteraciones en el
equilibrio y en el sistema nervioso central.
Mientras las alteraciones del equilibrio en el adulto suelen ser
alcalosis, en los niños predomina la acidosis. Las alteraciones
neurológicas son frecuentes, con confusión, obnubilación,
agitación, convulsiones y coma. Pueden añadirse hemorragias, no
por la acción antiagregante plaquetar, sino por la disminución
excesiva de las cifras de protombina.

Síndrome de Reye

El síndrome de Reye es una enfermedad que cursa con


degeneración grasa del hígado y del cerebro que aunque grave,
es muy poco frecuente. La ingestión de Aspirina se ha relacionado
con él, entre otros factores, cuando se administra a los niños con
cuadros febriles víricos, gripe o varicela. En estos casos es
conveniente emplear otro tipo de antitérmicos tanto en niños
como en adolescentes.
Futuro de la utilización de la Aspirina

En un trabajo publicado en 1991 en la revista “International


Journal of obesity”, investigadores ingleses intentaron aumenta el
gasto metabólico basal en las mujeres obesas para ayudarlas a
adelgazar. Este efecto se comprobó sólo en las obesas y no en las
mujeres con sobrepeso.
Aspirina deparará en el futuro todavía muchas sorpresas y es
posible que algunas no vengan por su actividad a nivel
plaquetar. Un campo en el que todavía no se ha avanzado es el
de los efectos de Aspirina en el sistema inmunológico ya que
investigaciones muy recientes han observado que la
administración de Aspirina en el resfriado común, si bien no lo
acorta, puede producir un ligero aumento en la congestión nasal.
En el mes de agosto de 1993 se ha iniciado un ensayo clínico en
el St Luke Roosvelt Hospital de Nueva york para comprobar la
eficacia de Aspirina contra el virus de inmunodeficiencia humana,
según informó la prestigiosa revista Nature.
Este estudio en marcha ha merecido algunos comentarios
escépticos, pero también el interés en él de científicos de
prestigio.
El futuro de la Aspirina parece abierto a muchas indicaciones y la
esperanza de su posible aplicación a múltiples dolencias.
Como dice Michael Castelman: Durante muchos años los médicos
han dicho “Tómese dos Aspirina y llámeme por la mañana” en un
futuro los médicos dirán: “Tómese una Aspirina diaria y tal vez no
tenga que llamarme”.

Aspirina y otros aines

Aine y analgésicos
Los farmacos básicos en el tratamiento del dolor están
constituidos por los analgésicos-antitérmicos y AINE, juntamente
con los opioides.

Diferencias y similitudes
​Algunos de estos fármacos, aparte de su efecto analgésico
tienen otros efectos como el antitérmico o de disminución de la
fiebre y el antiinflamatorio. De forma estricta, deberían
diferenciarse los fármacos analgésicos y antitérmicos de los que
poseen además propiedades antiinflamatorias, pero desde el
punto de vista práctico, se consideran estos fármacos dentro de
un mismo grupo, ya que se suelen utilizar en patologías similares
aunque cada grupo tiene sus propias características. Así muchos
tienen mucha actividad analgésica y otros poca actividad
antiinflamatoria y otros fármacos como el Ácido Acetil Salicílico
tiene además efecto sobre la coagulación de la sangre cuando se
administra a dosis bajas.
​De las varias clasificaciones que existen de estos fármacos
nosotros hemos adoptado la de Florez, que diferencia los grupos
de AINE según su estructura química (Tabla I: Grupos
farmacológicos de los AINE).

Efectos indeseables y su tratamiento.

Los AINE son unos fármacos muy utilizados, con frecuencia en


tratamiento prolongados y muchas veces son los propios
pacientes los que los solicitan, sin previa prescripción facultativa.
Por tanto es muy importante estar informado no solo de los
efectos curativos sino también de los inconvenientes que pueden
surgir de su utilización incluso en los casos de indicaciones
adecuadas y dosis y vías de administración correctas.
Ya veremos como algunos de estos fármacos pueden producir,
por ejemplo, reacciones alérgicas imposibles de saber de
antemano y como la mayoría tienen efectos secundarios a nivel
gástrico incluso en pacientes sin trastornos digestivos anteriores
conocidos. Es por ello, que la preocupación fundamental de la
industria farmacéutica sea la búsqueda del AINE o del analgésico
sin efectos perjudiciales sobre el tubo digestivo.

Tabla I. Grupos farmacológicos de los aine

SALICILICATOS
·Acido acetil salicílico (AAS, Aspirina, Adiro)
Acetil – salicilato de lisina (Inyesprin, solusprin)
Diflunisal (Dolobid)
Fosfosal (Disdolen)
Salsalato (Umbradol)
Preparados de liberación retardada
Preparados tamponados efervescentes
PARA AMINOFENOIDES
·Paracetamol (Gelocatil, Dolgesic, Termalgin, Efferalgan,
Apiretal, Febrectal)
PIRAZOLONAS
·Metamizol o dipizona (Nolotil, Lasain, Neomelubrina)
Propifenazona (Budirol, Cibalginar)
Fenilbutazona (Butadiona, Butazolidina, Lanidol)
DERIVADOS DEL ACIDO ACETICO
Acemetacina (Espledol)
·Aceclofenaco (Airtal, Falcon, Gerbin)
·Diclofenaco (Dolofren, Voltaren)
Glucametacina (Euminex)
·Indometacina (Artrinovo, Inacid, Indolgina, Indonilo)
Ketorolaco (Droal, Tonun, Toradol)
Osametacina (Restid)
Sulindaco (Sulindal)
Tolmetina (Artrocaptin)
DERIVADOS DEL ACIDO PROPIONICO
Acido tiaprofénico
Pontibufeno (Mijal)
Fembufeno (Cincopal)
Flurbiprofeno (Froben, Neoartrol, Tulip)
·Ibuprofeno (Algiasdin, Algisan, Ibuprofeno, Hubber, Neobrufen,
Nurogen 400)
Ibuproxam
Ketoprofeno (Arcental, Fastum, Orudim)
·Naproxeno (Antalgin, Naproxyn, Naproxeno, Proxen)
OXICANAS
Droxicam (Drogelon)
·Piroxicam (Artragil, Feldene, Improntal, Sasulem, Vitaxicam)
Tenoxicam (Artriunic, Reutenox, Tilcotil)
·Meloxicam ( Movalis )
DERIVADOS DEL ACIDO ANTRANILICO
Acido mecrofenámico (Medomen)
·Acido mefenáfico (Coslan)
Acido niflúmico (Actol)
Morniflumato (Actol retard)
Floctafenina (Idarac)
DERIVADOS DEL ACIDO NICOTINICO
Clonixinato de lisina (Dolalgial)
OTROS
Isonixina (Nixyn)
Oxipizona (Diflamil)
Proglumetacina (Proglumida + Indometacina)
·Nabumetona (Listran, Relif).

Nuevos antiinflamatorios

Para evitar los inconvenientes de los grupos vistos anteriormente,


en los últimos años se han introducido otros AINE, conocidos
habitualmente como nuevos antiinflamatorios o de la segunda
generación. Los más empleados actualmente se muestran en la
Tabla I, a recordar. Derivados del Ácido Acético, Derivados del
Ácido Propiónico, Oxicamas, Derivados del Ácido Antranílico,
Derivados del Ácido Nicotínico y otros.
La indicación principal son las enfermedades reumáticas con un
componente inflamatorio, tanto agudas como degenerativas
(artrosis), pero también se emplean en ocasiones como
antipiréticos o analgésicos, por ejemplo en la dismenorrea.
La artrosis constituye por su frecuencia la primera causa de
empleo de los nuevos AINE. Aunque evidentemente son útiles
para aliviar el dolor, el carácter crónico de la enfermedad impulsa
a un consumo prolongado del fármaco, lo que favorece la
aparición de efectos secundarios. Por otra parte existe la
sospecha de que los AINE acentúan los cambios degenerativos de
las articulaciones, quizá porque al suprimir el dolor, que actúa
como limitador de los movimientos, se sobrecarga en exceso la
articulación.
Se emplean habitualmente por via oral o rectaly algunos pueden
administrarse por via intramuscular. Existen preparados de
aplicación local, de efecto dudoso. Todos son de efectos parecidos
y la elección de uno u otro se basa habitualmente en criterios
personales. Nunca se deben asociar dos AINE.-
indicaciones de Aspirina

La aspirina como analgésico


La utilidad más conocida de Aspirina es la de calmante del dolor.
Aspirina es el analgésico más usado en todo tipo de dolores de
intensidad media o moderada, y en algunos dolores intensos su
uso asociado a otro analgésico mayor potencia la acción de este
último; además Aspirina se puede asociar a prácticamente todos
los analgésicos y sólo reacciona adversamente frente a unos
pocos.
Aspirina resulta muy eficaz en dolores como cefaleas, dolores en
las articulaciones, los músculos y en partes blandas. También en
dolores que produzcan inflamación resulta útil, e incluso en los
relacionados con procesos infecciosos bacterianos o víricos. En el
caso de que alguno de estos dolores se presente como síntoma
de una enfermedad crónica, es recomendable el uso de
analgésicos del tipo de Aspirina, debido a que el empleo de
narcóticos u opiáceos presenta riesgo de habituación.
En resumen, debido a la gran cantidad de dolores para la que
puede ser empleada, y a su capacidad para potenciar la acción de
otros analgésicos, Aspirina es el medicamento más habitualmente
usado para el tratamiento del dolor
Aspirina en el dolor de cabeza

Aspirina en la migraña

La migraña es un tipo especial de dolor de cabeza, muy intenso,


que afecta sólo a la mitad del cráneo, se acompaña de náuseas y
se manifiesta en forma de ataques. Es muy común, aunque su
causa exacta es desconocida (se piensa que está relacionada con
una vasodilatación dolorosa de los vasos craneales). Aspirina
puede emplearse en la migraña tanto durante los episodios
dolorosos como en el tratamiento profiláctico.
Como tratamiento de los episodios agudos, Aspirina se ha
mostrado muy eficaz, pues evita que se deban emplear otros
analgésicos más potentes o con efectos secundarios más
peligrosos.
La eficacia de Aspirina en este tipo de dolores puede llegar a sur
muy alta (aprox. 70%) aunque todo depende del momento en
que se tome, pues si se espera a que el dolor sea agudo es
mucho más difícil combatirlo. Esto ocurre debido a que durante
los ataques de migraña existe un retardo en el vaciamiento del
estómago, lo que retrasa mucho la absorción de Aspirina. Si el
dolor es ya agudo no se debe, pese a lo dicho antes, creer que
aumentando la dosis se contrarrestará la lenta absorción. Aunque
en un primer momento pueda ser así, la ingestión de Aspirina en
dosis superiores a las recomendadas puede producir una cefalea
debida a fármacos, que sólo desaparece un tiempo después de
interrumpir su ingestión.
A pesar de la eficiencia de Aspirina, la profilaxis de la migraña es
un problema muy complejo y algunas personas obtienen mayores
beneficios con la administración de beta-bloqueantes o de
antagonistas de calcio

Aspirina en la cefalea de tensión

La cefalea de tensión es la más frecuente y aunque su causa clara


no se conoce, se cree que está asociada a una contracción
excesiva de los músculos del cuello y la cabeza o un estrés
psicológico intenso.
Aspirina, en dosis moderadas, es el analgésico más apropiado,
aunque si el dolor es muy frecuente hay que tener en cuenta que
hay riesgo de cefalea por analgésicos

Aspirina en enfermedades articulares

Fiebre reumática

Aspirina es el antiinflamatorio de elección en este grave proceso


que implica una inflamación de todas las estructuras que
constituyen el corazón, así como de las articulaciones y de la piel.
Al estar producida por una infección debida al microorganismo
estreptococo, Aspirina solo alivia la sintomatología y es capaz de
evitar secuelas a largo plazo debidas a la intensa inflamación que
produce, particularmente a nivel cardiaco
Artritis reumatoide

La artritis, o más precisamente osteoartritis, es una afección que


la mayoría de nosotros padeceremos probablemente al alcanzar
la mediana edad. Puede presentarse sólo en una articulación.
Muchos de nosotros ignoramos su presencia hasta que se detecta
en una exploración rutinaria con rayos X.
La mayoría de las artritis resultan del simple deterioro de una
articulación. Sus causas pueden ser una o varias de entre las
siguientes: el desgaste por el uso, la dieta, la herencia, una lesión
previa, y una patología. Comienza habitualmente en las
articulaciones del cuerpo que soportan grandes pesos, como las
rodillas, las caderas, y la columna vertebral, pero a menudo
aparece en los nudillos.
Sus síntomas son dolor de cuando en cuando, rigidez y,
ocasionalmente, hinchazón en la articulación. El dolor suele ser
leve, pero en algunas personas es severo. Nuestra respuesta
espontánea al dolor es mover con menos frecuencia la
articulación afectada, con lo que la falta de uso reduce el tamaño
y la fortaleza de los músculos de la zona. Con ello se
desencadena un círculo vicioso destructivo, que puede acabar
provocando una discapacidad funcional.
La osteartritis es irreversible, pero sus efectos, pueden ser
mitigados perdiendo peso (y disminuyendo así el esfuerzo de las
articulaciones), el ejercicio moderado y la fisioterapia. El régimen
de ejercicio es importante para mantener el tono muscular, pero
no ha de incluir actividades que pudieran dañar las articulaciones.
Aunque la artritis no desaparece, el dolor puede disminuir y
desaparecer incluso en el plazo de un año desde su aparición en
la articulación. En casos extremos, muy pocos, llega a provocar
su parálisis funcional.
La razón de la gran eficacia de la aspirina estriba en sus
propiedades antiinflamatorias. Hoy se piensa que su capacidad
para suprimir la elaboración de prostaglandinas es la clave
fundamental de estas propiedades antiinflamatorias.
La aspirina pertenece a un grupo de sustancias denominadas
medicamentos antiiinflamatorios no esteroides, para los que en
inglés se ha acuñado el acrónimo NSAID. La Arthritis Foundation
afirma: <Una ventaja de la aspirina frente a los demás NSAID es
que la aspirina cuesta menos. Y, puesto que una persona enferma
de artritis debe medicarse durante largo tiempo, el costo
francamente inferior de la aspirina es a menudo un factor a tener
muy en cuenta en la elección del medicamento>.
A pesar de que Aspirina sólo alivia la sintomatología de la
enfermedad, es una de las estrategias terapéuticas clásicas.
Asociada a un antirreumático de acción lenta, que se encarga de
evitar o limitar el deterioro articular progresivo, Aspirina
proporciona un alivio sintomático importante.

Artrosis

La artrosis es un proceso degenerativo de las estructuras


articulares debido a la edad, una sobrecarga de la articulación, o
un traumatismo. Es muy común y más del 50% de los adultos por
encima de los 30 años la sufren en algún grado.
Aspirina, aunque no es eficaz para frenar el proceso de
destrucción, disminuye eficazmente el dolor y los signos
inflamatorios que acompañan a esta afección. Al no actuar sobre
el proceso esencial de lesión articular, se debe utilizar con
prudencia, evitando tratamientos excesivamente prolongados.

Aspirina en la cardiopatía isquémica

Tratamiento antiagregante plaquetar en


enfermedades coronarias
Las plaquetas son una de las causas de que una cardiopatía
isquémica crónica se agudice: su agregación en una zona de
lesión vascular produce vasoconstricción y posible trombosis
Las plaquetas son extremadamente sensibles a Aspirina, esto se
debe a que Aspirina inhibe la síntesis de tomboxano plaquetar,
un agente vasoconstrictor y que provoca agregación plaquetar, y
estimula la síntesis de prostaciclina, agente de efectos opuestos
al tromboxano plaquetar
Según publicó en 1992 el ​New England Journal of Medicine,
esta doble acción de Aspirina es responsable de que su uso se
recomiende para la angina de pecho, tanto estable como
inestable y el infarto de miocardio transmural en la fase aguda.

Angina de pecho

Dado que la aspirina impide la formación de plaquetas por


supresión de la actividad de la prostaglandinas, y esto resulta útil
para reducir e incluso eliminar la acumulación de la placa en las
paredes de las arterias, provoca que la aspirina cause menos
probabilidad en la formación de la angina.
Podemos distinguir dos tipos de anginas de pecho

Angina de pecho estable

La angina de pecho estable es aquella en la que aparece un dolor


opresivo en la zona anterior del pecho cuando se han realizado
ejercicios de cierta intensidad. A pesar de su nombre, la angina
de pecho estable suele ir progresando hasta desembocar en un
infarto agudo de miocardio o muerte súbita de origen coronario.
La administración de Aspirina puede reducir la incidencia del
infarto en casi un 90 %, debido a que impide que las plaquetas
queden adheridas en la zona más estrecha de una arteria
ligeramente tamponada, obstruyendo totalmente el paso de
sangre
Angina de pecho inestable

Esta patología, a diferencia de la anterior, requiere que se haya


realizado un esfuerzo moderado o grande para aparecer, y
además evoluciona muy rápidamente a un infarto de miocardio.
Cuatro estudios con Aspirina comparada con Placebs han
mostrado sin lugar a dudas que Aspirina reduce la incidencia de
infarto de miocardio en un 50% o 70% en los pacientes con
angina de pecho inestable. El tratamiento se basa en Aspirina,
pero dado que aún hay pacientes que evolucionan a infarto, se
están llevando a cabo estudios que combinan Aspirina a dosis
bajas y heparina. Cuando el paciente ha pasado la fase aguda de
la angina inestable se recomienda Aspirina. Dadas estas
evidencias, Aspirina se ha convertido en uno de los pilares del
tratamiento de este tipo de angina, muy peligrosa por su
tendencia rápida a evolucionar a infarto agudo de miocardio
Los efectos benéficos de la aspirina en pacientes con angina de
pecho inestable se vieron confirmados y descritos como
concluyentes en el informe de 1989 previo al Estudio sobre la
Salud de los Médicos. Este aspecto del informe con todo, no
recibió ni mucho menos el mismo tratamiento periodístico que la
principal conclusión del estudio, relativa a la eficacia de la
aspirina en la prevención de primeros ataques.

La aspirina y los ataques cardiacos

En el tratamiento de un ataque al corazón puede incluirse la


administración de fármacos destinados a disolver el coágulo que
bloquea el flujo sanguíneo en la arteria coronaria. Los cardiólogos
piensan que cuanto antes se administren esos fármacos, mayor
es la probabilidad de que el paciente sobreviva. Por eso se
sugiere en ocasiones que en los botiquines de los equipos
médicos de emergencia se incluyeran tales medicamentos
destinados a disolver eventuales coágulos. Esta sugerencia no ha
encontrado un eco generalizado por diversos motivos, entre los
que se encuentra, sin duda, el elevado costo de estas sustancias,
conocidas como agentes trombolíticos. Otra de las razones que
justifican las reticencias es que los fármacos empleados para
disolver los coágulos son potencialmente peligrosos.
Pero en 1988 mediante el American College of Cardiology se dan
a conocer resultados sorprendentes relacionados con las
enfermedades cardiólogas y sus remedios: se descubre que la
aspirina y la estreptocinasa, administradas por separado, se
mostraron eficaces para reducir el índice de mortalidad. Cada uno
de estos fármacos reducieron el índice de mortalidad en un 25%
aproximadamente. Pero aún mas, el estudio demostraba que la
aspirina combinada con la estreptocinasa reducía el peligro en un
50%.

​ l doctor Charles Hennekens, profesor de medicina en la Harvad


E
Medical School, explicó en una ocasión que de cada 1000 personas
que sufrían un ataque de corazón agudo, 100 morían a consecuencia
de ese ataque si no recibían tratamiento médico. <Si les administran
a todos aspirina, salvarán 23 vidas, sin provocar ninguna hemorragia
cerebral añadida. Si les dan trombolíticos a todos, salvarán 27 vidas,
corriendo el riesgo de provocar cierto número de hemorragias
cerebrales no mortales: exactamente, 2,7 hemorragias: es decir, por
cada 10 vidas que salven, causarán una hemorragia cerebral>.

A todas estas ventajas se une la adsequibilidad del precio con el


que se comercializa la Aspirina.
Para tratar a pacientes convalecientes de un primer ataque de
miocardio ya en 1953 el doctor Lawrence L.Craven, que ejercía
medicina general en California, administraba a estos una dosis de
325mg. De aspirina diaria para prevenir un segundo ataque.
En 1991 el doctor E. Dalen afirmaba que: <Revisando los
informes de Craven al cabo de 40 años, y tras docenas de
investigaciones clínicas, ¿qué podemos concluir? Pues,
simplemente, que si su prescripción de “una aspirina diaria”
hubiera sido adoptada por los norteamericanos en 1950, se
habrían podido evitar centenares de miles de infartos de
miocardio y hemorragias cerebrales>.
Tratamiento en la fase aguda del infarto de
miocardio

La oclusión completa de un vaso coronario produce el infarto de


miocardio. El infarto agudo de miocardio se debe a la trombosis
de un vaso coronario, generalmente debida a una placa de
ateroma o colesterol. Los dos tipos de fármacos más utilizados
(los antitrombóticos y los fibrinolíticos) consiguen permitir de
nuevo el paso a la sangre y evita que el vaso vuelva a cerrarse,
pero tanto unos como otros pueden producir hemorragias
graves, que cuando suceden en arterias cerebrales pueden ser
fatales.
Aspirina es un tratamiento eficaz y con pocos efectos secundarios
para evitar estas hemorragias tras un tratamiento fibrinolítico. El
tratamiento antitrombótico con Aspirina también es eficaz tras
demostrarse que , al contrario que en los tratamientos basados
en fibrinolíticos, no necesita ir acompañada de heparina.

Aspirina en la enfermedad vascular periférica

La aterosclerosis afecta también y con relativa frecuencia a las


arterias de las extremidades, especialmente las inferiores. Se
trata de una manifestación de la enfermedad aterosclerosa con
alguna característica diferencial. En primer lugar, el efecto del
tabaco resulta particularmente dañino en este tipo de
aterosclerosis; en segundo lugar, el curso clínico puede tener una
evolución relativamente benigna en comparación con la
enfermedad aterosclerosa coronaria o cerebral. A pesar de ello,
cada vez existe un mayor convencimiento de que este tipo de
aterosclerosis se complica muy a menudo con la aparición de
episodios fatales de aterosclerosis cardiaca y cerebral.
Las plaquetas tienen un papel muy importante en el desarrollo de
la enfermedad, ya que los medios habituales para combatir su
acción en las afecciones coronarias y cerebrales , como por
ejemplo los antiagregantes, no resultan efectivos aquí.
Aspirina es entonces el fármaco de elección en este tipo de
enfermedad vascular, aunque todavía no se han publicado
ensayos clínicos con Aspirina en tratamiento único. Sea como
sea, la falta de éxito de los antiagregantes, unida a la capacidad
de Aspirina para unirse a otros fármacos, la convierten en la
opción más válida

Tratamiento de la enfermedad
cerebrovascular

Importancia de la agregación en los


accidentes vasculares cerebrales

La mayor parte de los accidentes vasculares cerebrales se deben


a la falta de riego sanguíneo por la oclusión de una arteria
cerebral debido a un trombo. La falta de riego que conllevan
puede producir una lesión grave en la zona cerebral afectada.
La capacidad de Aspirina para prevenir e inhibir estos trombos
explica su utilización en las enfermedades cerebro vasculares

Tratamiento del ictus isquémico

La utilización de antiagregantes plaquetares en los diferentes


tipos de ictus es motivo de controversia en la literatura médica.
Algunos estudios señalan una evolución neurológica favorable de
pacientes de ictus isquémico y con ataques isquémicos
transitorios que fueron tratados con Aspirina. Sin embargo, el
tratamiento anticoagulante en el ictus no ha podido demostrar
aún su eficacia y existe siempre el riesgo de hemorragia.

Prevención de la demencia senil multiinfarto

La demencia senil multiinfarto es un tipo especial de demencia


producida por numerosos pequeños infartos cerebrales repetidos
que se deben a oclusiones vasculares por la aterosclerosis.
Aspirina, al reducir la incidencia de ictus pequeños podría mejorar
la evolución de las demencias de tipo aterosclerótico. En un
estudio publicado en 1989 por el ​Journal of American
Geriatrics Society se demostró que el uso de Aspirina en un
grupo de 70 pacientes de demencia multiinfarto mejoró el flujo
cerebral y el rendimiento intelectual de los pacientes. Aunque
estos datos no han sido aún corroborados por una extensa
investigación, es posible que la ingesta de dosis bajas de Aspirina
detenga la evolución o incluso mejore a los enfermos con
demencia multiinfato

El problema de las embolias en los pacientes


con válvulas cardiacas artificiales

A pesar de los cambios que se han realizado en la configuración y


en los materiales de las prótesis valvulares artificiales, la
aparición de embolias es frecuente. Por ello, todos los pacientes
con válvulas cardiacas artificiales deben recibir tratamiento
anticoagulante.
Varios estudios demostraron que el uso de dipridamol, un
antiagregante plaquetar, reducía la aparición de embolias. Sin
embargo, el uso de dipridamol nunca llegó a generalizarse,
debido a que tienen efectos secundarios muy molestos, como
dolor de cabeza, mareos, sofocos, nauseas, síncope...
Por supuesto, Aspirina resultó un sustituto ideal del dipridamol, a
pesar de que, aunque se observó una reducción importante del
número de embolias, aumentaron las hemorragias digestivas.
Varios estudios después, y tras experimentar con numerosos
antiagregantes, se llegó a la conclusión de que la relación
riesgo-beneficio del tratamiento con Aspirina es sumamente
favorable.

Aspirina en la diabetes

Aspirina tiene un efecto favorable sobre el metabolismo de la


glucosa, al producir una aceleración de la utilización de la glucosa
y estimular la producción de insulina.
La utilidad de Aspirina para los diabéticos está en su capacidad
para reducir las complicaciones vasculares, como la retinopatía
diabética o los fenómenos trombóticos debidos a una
superproducción de tromboxanos.
Por ello, sólo aquellos pacientes diabéticos con vasculopatías y
aquellos con mayor peligro de tener vasculopatía se verían
beneficiados por el uso de Aspirina.

La aspirina y el cancer de colon y recto

El cáncer de colon y recto es responsable de unas 100000 de las


500000 muertes que se atribuyen anualmente al cáncer en EEUU.
Aunque hay muchas teorías al respecto, lo cierto es que
carecemos de cualquier certeza médica respecto a la causa de
esta forma de cáncer. El tratamiento más común es quirúrgico, a
menudo acompañado de quimio y/o radioterapia.
La teoría actual es que la aspirina actúa en la prevención de
ciertos tipos de cáncer porque puede interferir en el crecimiento
celular desordenado que conduce al desarrollo del cáncer.

Aspirina en el embarazo

Hace unos años se especulaba con la posibilidad de que Aspirina


tuviese ciertos efectos hemorrágicos en una mujer embarazada,
sin embargo ahora está demostrada su total inocuidad.
Aspirina no produce hemorragias, ni incrementa las
complicaciones de la anestesia epidural, no provoca problemas
fetales, lesiones pulmonares ni trastornos de la circulación fetal.
El único efecto encontrado en un estudio en mujeres
embarazadas fue un ligero retraso del parto, de
aproximadamente una semana; aunque hay que señalar que la
tasa de introducción la parto y la duración de este fue siempre
menor en el grupo que tomo Aspirina .
Además se demostró que Aspirina redujo la incidencia de la
hipertensión asociada al embarazo, una grave enfermedad que se
desarrolla en el tercer trimestre y amenaza la vida de la madre.
Quizá debido a la capacidad de Aspirina para inhibir la producción
de prostaglandinas, y concretamente del Tromboxano A2, de
efectos vasoconstrictores, y coagulantes, resulte tan eficaz para
combatir la hipertensión asociada al embarazo

Aspirina, en la demencia y el alzheimer

La demencia es un deterioro irreversible de las facultades


intelectuales, con trastornos emocionales concomitantes, que
resulta de una disfunción orgánica del cerebro. La forma de
demencia causada por repetición de accidentes cerebrovasculares
se denomina demencia bascular o con infarto múltiple.
Pues bien, unas importantes observaciones con respecto a la
enfermedad de Alzheimer aparecieron expuestas por el doctor
Patrick McGeer, de la universidad de Columbia Británica, en su
número de la revista The Lancet correspondiente a 1990. Su
estudio de 7940 pacientes aquejados de artritis reumatoidea
revelaba que solo 29 de ellos sufrían también la enfermedad de
Alzheimer. Ahora bien, ateniéndose a las estadísticas más fiables,
la incidencia de esta enfermedad sobre dicho número de
pacientes hubiera debido ser de 202 casos, es decir casi 7 veces
mayor. Pero todos aquellos pacientes estaban recibiendo una
medicación antiinflamatoria: en la práctica estaban tomando
aspirina.
Si se pudiese demostrar más fiablemente el estudio de McGeer y
obtener la dosis adecuada para prevenir la enfermedad de
Alzheimer por medio de la aspirina se podría recurrir a esta para
curar la mayoría de los casos de demencia.

Otras nuevas indicaciones

Aspirina ha resultado de utilidad en todas aquellas patologías que


en su génesis dependan de la acción de las prostaglandinas o las
plaquetas.
Así en el caso de quemaduras por exposición prolongada al sol,
las prostaglandinas están implicadas en el proceso de formación
del eritema o enrojecimiento solar, lo que explica su utilidad a la
hora de retrasar la aparición y disminuir la intensidad de las
quemaduras por rayos solares.
En pacientes con insuficiencia renal crónica que deben seguir un
tratamiento de diálisis, las cánulas que unen una arteria o una
extremidad para facilitar el proceso de diálisis son susceptibles de
obstruirse. Al igual que en los demás tipos de trombos, Aspirina
colabora eficazmente a prevenir la trombosis de estas cánulas.
Otros estudios más recientes señalan la posibilidad de que
Aspirina podría prevenir determinados tipos de tumores (aunque
no disminuir su tasa de mortalidad). Pero inevitablemente, debido
al número reducido de pacientes en los que se han realizado
estos estudios, no se puede asegurar que la tasa de éxito
obtenida sea válida. Por lo tanto es recomendable esperar a que
los estudios en personas susceptibles de contraer cáncer algún
día san más exhaustivos y arrojen un resultado más claro.

Contraindicaciones de la aspirina
En cualquier prospecto adjunto a una pequeño envase de
aspirinas, podemos encontrar un apartado destinado a la
indicación de las contraindicaciones que este medicamento
pudiera ocasionar:

Contraindicaciones
Úlcera grastroduodenal o molestias gástricas de
repetición. Alergia a salicilatos o al resto de los
componentes o a compuestos antiinflamatorios no
esteroides o a la tartrazina. Hemofilia o problemas de
coagulación sanguínea. Terapia conjunta con
anticoagulantes orales. Insuficiencia renal y/o hepática.
Asma. Hipertensión grave o enfermedad coronaria grave.
No administrar en niños menores de seis años.
En caso de duda consulte a su médico.

También encontramos un apartado destinado a las reacciones


adversas:

Reacciones adversas
Irritación gastrointestinal; erupciones cutáneas; dificultad
respiratoria; vértigos, sequedad en la boca, nariz o garganta y
nerviosismo. Somnolencia, sobre todo cuando se ingieren
simultáneamente bebidas alcohólicas, en cuyo caso puede quedar
disminuida la capacidad de conducción de vehículos y manejo de
máquinas. Si se observan estas o cualquier otra reacción adversa
no descrita anteriormente, consulte a su médico o farmacéutico.

A nadie sorprende que la aspirina tenga su parte perjudicial, el


hecho es que no existe ninguna sustancia, incluyendo el agua
destilada, susceptible de ser ingerida por todo el mundo sin que
haya algún porcentaje de personas a quienes les produzca
efectos nocivos.
Se calcula en un 5% de la población, como máximo, el porcentaje
de personas a quienes la aspirina ordinaria, puede provocar
efectos secundarios indeseados. Estos efectos pueden ir desde
una simple irritación de estómago hasta, en algunos niños, el
llamado síndrome de Reye.
Para el uso no solo de aspirina sino de todo medicamento hay
una serie de pautas que se deben seguir:

Si está usted tomando algún medicamento, tanto si es de venta


libre como si sólo se dispensa con receta médica, debería
consultar con su médico antes de empezar a tomar un segundo
fármaco, aunque se trate simplemente de aspirina. La razón es
que no sólo puede darse el caso de que la aspirina y el primer
fármaco sean incompatibles, sino que también puede ocurrir que
el primero contenga ya aspirina.
Lea los textos del envase y los prospectos que acompañan al
producto farmacéutico. Fíjese muy bien en la dosis recomendada
y en las advertencias. A menudo se hace caso omiso de esa dosis
recomendada, siguiendo la errónea teoría de que <cuanto más,
mejor>. La verdad es que ese más puede ser perjudicial no sólo
cuando se trata de la aspirina.
Mire la fecha de caducidad indicada en el envase, tanto al
adquirirlo como en el momento de emplearlo. La aspirina tiene un
tiempo de conservación largo, de aproximadamente cinco años.

Otro problema con el que se puede encontrar es que la eficacia


de la aspirina para reducir el dolor y la fiebre podría hacer posible
que su uso enmascarara una dolencia seria, en oposición a lo que
llamaríamos una afección menor. Por esta razón, el prospecto de
su envase de aspirinas contiene una nota de advertencia:

En caso de administración continuada informar a su médico o


dentista ante posibles intervenciones quirúrgicas

En atención a una eventual interacción de medicamentos,


encontrará en el folleto de su envase de aspirina unas líneas
como estas:
Puede interaccionar con otros analgésicos, descongestivos
nasales, antidepresivos, estimulantes o depresores del
sistema nervioso, anticoagulantes orales, metotrexato,
fenitoína, compuestos uricosúricos, compuestos
antiinflamatorios no esteroideos, vancomicina, zidovuina,
cimetidina, ranitidina y antidiabéticos orales. No
administrar en combinación con fármacos potencialmente
ulcerogénicos (corticoides, alcohol)

En relación con el síndrome de Reye y los niños, el prospecto


advierte:

La ingesta de ácido acetilsalicílico, entre otros factores, se


ha relacionado con el síndrome de Reye, enfermedad muy
poco frecuente, pero grave. Es por ello que se recomienda
consultar al médico antes de administrarlo a niños y
adolescentes en caso de procesos febriles, gripe o varicela.
Si se prestaran vómitos o letargo debe interrumpirse el
tratamiento y consultar inmediatamente al médico.

Sobre el embarazo el prospecto dice lo siguiente:

Si está usted embarazada o cree que pudiera estarlo,


consulte a su médico antes de tomar este medicamento. El
consumo de medicamentos durante el embarazo puede ser
peligroso para el embrión o feto y debe ser vigilado por su
médico​.

Y es que es especialmente importante no emplear aspirina


durante los tres últimos meses del embarazo, porque puede
dañar al feto. Esta indicación es un poco adversa a la utilidad de
la aspirina, ya que es utilizada frecuentemente para tratar la
hipertensión inducida por el embarazo.
Otra de las indicaciones va destinada a los conductores:
Este preparado puede alterar la capacidad de reacción. Debe
tenerse precaución al conducir vehículos, en el manejo de
máquinas peligrosas y si se toma simultáneamente con bebidas
alcohólicas.

Una de las últimas indicaciones incluidas en el prospecto de la


aspirina, es la que avisa a los usuarios deportistas de que alguna
de las sustancias contenidas por esta, pueden dar positivo en un
control de dopaje:
Se informa a los deportistas contiene un componente que puede
establecer un resultado analítico de control del dopaje como
positivo.
Reproducimos a continuación unas palabras del doctor John
A.Mills que fueron publicadas en el número 31 de octubre de
1991 del ​The New England Journal of Medicine y que recogen los
por qué del miedo al uso de la aspirina <A pesar de la legítima
preocupación por las consecuencias de la difusión de su uso, la
aspirina sigue siendo un fármaco notablemente seguro cuando se
emplea con circunspección. Hasta cierto punto, su mala prensa se
debe a los excesos que propicia un uso habitual e inconsciente.
Por eso, independientemente de las nuevas ventajas que se
encuentren para una terapia con dosis pequeñas, jamás debería
llegarse a creer que la aspirina es un medicamento susceptible de
ser tomado a la ligera>
La aspirina es, realmente, un fármaco prodigioso. Es una
medicina poderosa. Al igual que cualquier otro producto
farmacéutico, ha de tener usted cuidado en no emplearlo
indiscriminadamente. Sin embargo, su margen de seguridad es
tan amplio que, para la abrumadora mayoría de nosotros, el uso
de la aspirina no entraña ningún riesgo serio.

Bibliografía
La Aspirina. El remedio milagroso “Penny wonder Drug”
Autores: Robert s. Persky
​Cugene P. Cisek
1995 Ediciones Martínez Roca. S.A.

Enciclopedia Microsoft ® Encarta ®


1993-1997

Enciclopedia Multimedia Planeta de Agostini ©

Internet

http://salud.bayer.es
http://www.caracasvirtual.com/infopac/public/nervioso/ASPIRINA
.html
http://dns.rodpas.com.mx/socmed/socmedhrrb/boletin/octdic97/
aspirina.html
Página web sobre el parque de las ciencias ya que acoge una
exposición sobre los 100 años de Aspirina.

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