You are on page 1of 47

MARX

EL CAPITAL-LA ACUMULACION ORIGINARIA:

1. El secreto de la acumulación originaria

dinero -> capital -> plusvalor -> + capital

producción capitalista -> plusvalor -> acumulación del capital

Antes de la acumulación capitalista, hay acumulación originaria previa, que es el punto de partida.

Paralelismo acumulación originaria de la economía política con el pecado original de la teología.

Acumulación originaria: hace mucho tiempo había una élite dirigente y una pandilla de vagos. Los primeros
acumularon riqueza, y los vagos sólo podían vender su pellejo. Por eso la mayoría de personas son pobres por
mucho que trabajen, y una minoría son de cada vez más ricos aunque no trabajen ya.

Métodos de acumulación originaria son violentos.

Dinero, mercancía, medios de producción y de subsistencia se transforman en capital cuando entran en contacto
las dos clases sociales:

Los propietarios de los medios de producción y subsistencia, adquieren fuerza de trabajo ajena

Los trabajadores libres que venden su fuerza de trabajo (no se consideran medios de producción (como esclavos
o siervos de la gleba, y no son propietarios de los medios de producción ).

Relación del capital produce escisión entre trabajadores y condiciones del trabajo de cada vez mayor. Producción
capitalista convierte productores directos en asalariados, medios de producción y de subsistencia en capital.

Acumulación originaria: proceso histórico de escisión entre productores y medios de producción.

Proceso de escisión: procesos históricos que incluyen la disolución de las relaciones que convierten trabajadores
en medios de producción y disolución de la propiedad de los medios de producción por parte de los productores
directos.

Abarca toda la historia del desarrollo de la moderna sociedad burguesa.

Se les quita los medios de producción y subsistencia de forma violenta, y se convierten en proletarios libres al
mercado de trabajo.

Capitalistas tuvieron que desplazar a los maestros gremiales y a los señores feudales (que eran propietarios de
las fuentes de riqueza). Por eso se manipula que sus acciones derrocaron el poder feudal y sus privilegios.

Producción capitalista: SXIV, SXV, pero era capitalista SXVI.

2. Expropiación de la población rural


Inglaterra de finales del SXIV había desaparecido el siervo de gleba. Los campesinos solían trabajar para el señor
feudal en sus ratos libres y también para él mismo. Tenían tierras comunales. Pagaban alquiler.

Pasaron a ser proletarios por la disolución de las mesnadas por los burgueses. Los señores feudales echaron a los
campesinos de las tierras para convertirlos en proletarios. Convertían tierras del campesino en tierra para las
ovejas. Bacon: “Cambio muy grande, fincas arrendadas donde vivían campesinos se conviertieron en dominios
de los señores feudales. Esto produzco decadencia. El rey actuó bien para evitar esos robos de tierras.” Hizo leyes
para reconstruir casas, prohibir tirar algunas. A los campesinos de cada vez se le daba menos tierra, de manera
que no pueda ser independiente.

Proceso de expropiación violenta aumentó con la Reforma y con la expoliación de los bienes de la iglesia. Se
abolió la parte del diezmo que los campesinos daban a la iglesia cuando era muy pobres. Patrimonio eclesiástico
representaba las relaciones tradicionales de la tierra.

A finales del siglo XVIII desaparecieron los yeomanry: campesinos libres con propiedades comunales, sin pagar
alquiler (hay otra clase de campesinado que es arrendataria, a diferencia de los yeomanry).

Terratenientes usurparon las tierras ilegalmente.

La Revolución Gloriosa llevo al poder a los fabricantes de plusvalor y capitales. Los burgueses a favor de las
apropiaciones, a favor de convertir el suelo en algo comercial, para que los proletarios fueran a trabajar.

En la institución germánica, la propiedad comunal sobrevivió al feudalismo. Las apropiaciones la hacen con actos
de violencia individuales y con leyes del parlamento. Salen latifundistas.

Yeomen se transformaron en arrendatarios pequeños, las fincas arrendadas se llamaron granjas de capital con
población rural como proletariado.

No comprendían la identidad existente entre riqueca nacional y pobreza popular.

Los resultados de los “cercamientos de la tierra comunal son peor agricultura, tierras no usadas, subida de
precios, despoja al pobre de medios de subsistencia”. “De campesinos que trabajan para ellos, a campesinos que
trabajan para otros para sobrevivir y obligadas a ir al mercado.

Más gente irá a las ciudades en busca de trabajo.” “El salario bajaba, los que eran pequeños terratenientes o
arrendatarios ahora asalariados.”

Los que estaban a favor del cercamiento de la tierra comunal decían: “No es verdad que hay menos gente, es
que estan en la ciudad. Si te ves obligada a trabajar por otros, produces más. Más producción si el trabajo se usa
en una sola finca”.

Dura crítica de Marx a estas palabras. También para apoyar eso decían: “Querían ajustar el terreno que se
cultivaba, del que se pasturaba”.

“En el siglo XIX, como es natural, se perdió hasta el recuerdo de la conexión que existía entre el campesino y la
propiedad comunal. Para no hablar de tiempos posteriores, ¿qué farthing [cuarto de penique] de compensación
percibió entonces la población rural por los 3.511.770 acres [1.421.097 há.] de tierras comunales que le fueron
arrebatadas entre 1801 aa y 1831, y que los terratenientes donaron a los terratenientes a través del parlamento?
Proceso de expropiación se llamó despejamiento de las fincas (barrer hombres). Luego quitaban las casas de los
campesinos. A los gaélicos los echaron y les prohibieron emigrar para que trabajaran de asalariados. Condesa
transformó tierras en pastura de ovejas. Población de 15000 a 3000.

Zona de pasturas a cotos de caza. Se trata mejor a los animales que a los campesinos.

” La expoliación de los bienes eclesiásticos, la enajenación fraudulenta de las tierras fiscales, el robo de la
propiedad comunal, la transformación usurpatoria, practicada con el terrorismo más despiadado, de la
propiedad feudal y clánica en propiedad privada moderna, fueron otros [918] tantos métodos idílicos de la
acumulación originaria. Esos métodos conquistaron el campo para la agricultura capitalista, incorporaron el suelo
al capital y crearon para la industria urbana la necesaria oferta de un proletariado enteramente libre.

3. Legislación sanguinaria contra los expropiados, desde fines del siglo XV. Leyes reductoras del salario.

Los expropiados de las tierras, muchos o bien no eran absorbidos por el nuevo estado, o bien no se
acostumbraban a las nuevas condiciones. Había muchos mendigos y vagabundos, que eran castigados
duramente.

Torturas a los vagabundos hasta llegar a matarlo, se les consideraba vagos.

Eduardo VI: si alguien se negaba a trabajar, te convertías en el esclavo del que te había denunciado.

En otros reinados también, leyes contra vagabundos.

En francia si se encontraba a alguien entre 16 y 60 años, sin medios de existencia y profesión, se envía a las
galeras.

Por lo tanto, la población rural expropiada de sus tierras y vagabundizada, con una legislación de tortura se le
obligó al sistema de trabajo asalariado.

Bipolarización: en un lado capital, en el otro hombres que sólo pueden vender su fuerza de trabajo. Trabajadores
ven capitalismo como como leyes naturales. Todo se pone en función del capital, la fuerza de trabajo y el salario.
Hacen al obrero dependiente del capital. La burguesía usa el estado para regular salarios y jornadas laborales
para sacar la plusvalía del trabajo del obrero. Factor importante de la acumulación originaria.

Con cada acumulación de capital, crece la demanda de trabajo asalariado.

Las leyes sobre el trabajo asalariado para aumentar la jornada se promulgaron en el siglo XIV.

En Inglaterra se hicieron algunas leyes para obreros. Un salario legal, si se superaba se imponían castigos de
cárcel. Hasta 1825 eran ilegales las coaliciones entre obreros.

SXVI subió el salario, pero los precios aumentaron mucho más, estaban en peores condiciones. Se hicieron
algunas leyes para fijar ciertos salarios. El modo de producción capitalista se había hecho muy fuerte, y las leyes
pasaban desapercibidas.

En 1813 se derogaron leyes de regulación del salario, no se cumplían por los capitalistas. Los obreros podían
demandar por lo civil a los patronos en caso de incumplimiento de contrato, y el patrono por lo criminal al
obrero.
La burguesía francesa eliminó el derecho de asociación entre obreros el 1791, decían que iba en contra de la
libertad y los derechos del hombre.

4. Génesis del arrendatario capitalista

El capitalista es una evolución del siervo de gleba y de los pequeños propietarios libres. Se convierte en
arrendatario, negocia con el terrateniente. Luego sale el arrendatario que tiene trabajo asalariado y le da una
parte al terrateniente. La usurpación de las praderas comunales, le abarata los costes de producción. Baja el
valor del oro y del dinero. Sube el precio de los alimentos. Arrendatario se enriquecía de sus asalariado y del
terrateniente.

5. Repercusión de la revolución agrícola sobre la industria. Creación del mercado interno para el capital
industrial.

La expropiación da proletarios a la industria urbana. Los alimentos y los materias primas agrícolas se convierten
en capital. Diferencia entre tejedores convertidos en asalariados, y los que trabajan para los arrendatarios. Los
primeros viven mucho peor.

La expropiación y el desalojo de los trabajadores crea el mercado interno.

El campo se transforma en un mercado para la venta.

El campesinado inglés, resistió un poco al intento de aniquilación progresiva. Aunque bajó de número y con
peores condiciones.

6. Génesis del capitalista industrial

El capitalista industrial surgió de una forma más rápida que el del arrendatario. Los maestros gremiales y
pequeños artesanos independientes, e incluso los trabajadores asalariados se conviertieron en pequeños
capitalistas que empezaron a explotar el trabajo asalariado, convirtiéndose en simplemente capitalistas.

La Edad Media legó distintas formas de capital: capital usurario y capital comercial. El capital dinerario feudal se
pudo convertir en capital industrial, a raiz de las expropiaciones y los desalojos, y la disolución de las mesnadas.

También influyó la colonización, fue un factor fundamental de la acumulación originaria. La colonización hizo
también madurar el comercio y la navegación.

La colonización cristiana fue terrible. También la esclavitud holandesa.

Inglaterra tenía el monopolio de muchos alimentos. La esclavitud la justificaban con las ideas de dios. El pais más
colonialista durante una época, fue Holanda. También era el pais en el que su población vivía más explotada.

Con la deuda pública surgió un sistema crediticio internacional.

El sistema proteccionista fue un medio para fabricar fabricantes, y para capitalizar los medios de producción y de
subsistencia nacionales. Este sistema se extendió por muchos paises.

Surgió la explotación infantil.

“El capital viene al mundo chorreando sangre y lodo, por todos los poros desde la cabeza hasta los pies”.
7. Tendencia histórica de la acumulación capitalista

Más que transformación de esclavos y siervos a asalariados, es la disolución de la propiedad privada fundada en
el trabajo propio y la expropiación del productor directo.

Desde que existe el trabajador propietario privado libre de sus condiciones de trabajo, se mueven fuerzas que se
sienten trabadas por ese modo de producción.

Ahora el expropiado debe ser el capitalista, de esta manera se podrá llevar a cabo la forma cooperativa el
proceso laboral.

La propiedad privada capitalista niega la propiedad privada individual fundada en el trabajo propio.

Negando la propiedad privada capitalista, se restaura la propiedad privada individual pero sobre la conquista
alcanzada por la era capitalista: la cooperación de trabajadores libres, y la propiedad colectiva de la tierra y sobre
medios de producción producidos por el trabajo.

Es más fácil expropiar a los capitalista, son pocos. Fue más difícil su expropiación a los trabajadores.

EL MANIFIESTO COMUNISTA:

Resumen del manifiesto comunista

Bueno, aquí les presento el resumen de uno de los textos más leídos de Marx, sea para aprender algo de él o ya
sea para criticarlo . En fín, cual fuere la actitud y el motivo de su interés para leerlo, el caso es que muchas de las
ideas vertidas en el texto nos desconciertan si las intentamos contextualizar ( evitando anacronismos claro está).
Quizás pocos reconozcan la fuerza de apertura que pueda generar la lectura de éste texto, sobre todo en el
ámbito político. Es obviamente una apreciación personal extraída de mis lecturas y que por supuesto están
sujetas a objeciones. Cualquier sugerencia,duda o aclaración será bienvenida.

Burgueses y proletarios

Es para Marx y Engels la “lucha de clases”, lo que hace posible el dinamismo de la historia. Prueba de ello son las
clases opuestas generadas en cada etapa de la historia: “Hombres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y
siervos etc.” En otros términos, una sociedad constituida por dos clases antagónicas, opresores y oprimidos.

En el s. XIX Marx y Engels distinguen dos clases antagónicas, a saber, el proletariado y la burguesía,clases con
existencia notoriamente marcadas dentro de la estructura social.
Son los descubrimientos geográficos, los intercambios comerciales, el progreso científico, entre otros
acontecimientos lo que permitió abrir nuevas expectativas tanto en la navegación, el comercio como en la
industria.

Este gran movimiento preparó el surgimiento de la burguesía: “este desarrollo influyó, a su vez, en el auge de la
industria, y a medida que se iban extendiendo la industria, el comercio, la navegación y los ferrocarriles,
desarrollábase la burguesía, multiplicando sus capitales y relegando a segundo termino a todas las clases
legadas por la edad media”.
Junto con el desarrollo económico alcanzado por la burguesía está la conquista del “poder político”, es decir,el
control del estado; que traducido en la práctica “no es más que una junta que administra los negocios comunes
de toda la clase burguesa”. He aquí la nueva función que adquiere el “gobierno del estado moderno” según
Marx y Engels.
Justamente en ello radica “el papel revolucionario” asumido por la burguesía, papel que lo llevo a “destruir las
relaciones feudales” de dependencia para dar paso al trato frió entre los hombres movidos por el interés,
haciendo de la “dignidad personal un simple valor de cambio”.

En palabras de Marx y Engels, la burguesía: “en lugar de la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas,
a establecido una explotación abierta, descarada, directa y brutal”. Sin embargo, dichos cambios no serian
posibles sino promueven la constante “revolución de los instrumentos de producción y, por consiguiente las
relaciones de producción, y con ellos todas las relaciones sociales”.
De ésta manera, la burguesía adquiere entre otros caracteres, el cosmopolitismo; busca expandirse para dar
salida a sus productos y fomentar el consumo. Así, la burguesía se forma un mundo “a su imagen y semejanza”.

Este desarrollo de la burguesía en el ámbito económico, político y social resulta tan fuerte que ella misma va
perdiendo control sobre sus fuerzas ,quedando solo como medio de contención, la necesidad de buscar más
mercados, de explotar más a las masas productivas; y ello solo es posible generando crisis extensas y muy
violentas, casi imposibles de prevenirlas.

Empero, así como la burguesía levanto sus puños contra el feudalismo, ahora esos “puños” se vuelven contra
ella, y esos puños-según Marx y Engels- son los puños del “hombre moderno”, es decir, del proletariado.
Estos hombres modernos despojados de los medios de producción se ven obligados a vender su fuerza de
trabajo que es lo único que poseen para poder vivir (aunque en el capitalismo de los últimas etapas será mejor
decir : sobrevivir) .No obstante, la maquinización de la producción lo ha relegado a ser un “apéndice de la
maquina”, quitándole con ello toda capacidad creadora y obteniendo un salario no mayor del que le permita
seguir subsistiendo.

El proletariado, debe sin embargo reaccionar frente a esta situación, pero en las primeras etapas de su
“despertar” aun no “combate contra sus propios enemigos, sino contra los enemigos de sus enemigos”, siendo
así la condición del proletario inconsciente de su situación y de su desorganización.

Pero las constantes contradicciones del sistema burgués no solo aumentan en número a la clase de los
proletarios, sino que al empeorar su situación, terminan por tomar conciencia de su situación con las propias
“armas” que les brindan la burguesía y comienzan a organizarse, a formar asociaciones, listos para responder al
ataque del burgués capitalista.

En estas luchas del proletariado, no es la victoria inmediata lo que más importa, sino la expansión de una
consigna de unidad entre los obreros, la concientizasión de la clase trabajadora, el reconocimiento de
pertenencia a una clase que en busca de sus intereses debe confrontarse con la burguesía. Ello a de devenir en
una lucha no por pequeñas reivindicaciones sino en una lucha política abierta donde se busque su
reconocimiento como clase y todo lo que ello implica.

De esta manera, todo lo creado e impuesto por la burguesía como “las leyes, la moral, la religión, son para el
proletario meros prejuicios burgueses, detrás de los cuales se ocultan otros tantos intereses de la burguesía”.

Marx y Engels ven por lo tanto la existencia de la burguesía, incompatible con la sociedad porque ya “no es
capaz de dominar, porque no es capaz de asegurar a su esclavo la existencia, ni siquiera dentro del marco de la
esclavitud, porque se ve obligado a dejarle de caer hasta el punto de tener que mantenerle, en lugar de ser
mantenido por él. La sociedad ya no puede vivir bajo su dominio”.

II
Proletarios y comunistas

Frente al movimiento de los proletarios, Marx y Engels, explican la posición de los comunistas. Plantean que ellos
comparten los mismos intereses y objetivos que los movimientos proletarios. Solo que por su condición
formativa, ellos poseen una visión clara y conjunta de las condiciones, marchas y resultados del movimiento
proletario. Pero coinciden en sus objetivos inmediatos como la constitución del proletariado de clase,
derrocamiento de la burguesía, etc.

Teóricamente, los comunistas expresan “las condiciones reales de una lucha de clases existente, de un
movimiento histórico que se está desarrollando ante nuestros ojos” y que en la práctica buscan demostrarlo.
Para Marx y Engels, los comunistas buscan abolir la propiedad privada, pero la propiedad burguesa.

Esto en vista de que el trabajo asalariado practicado por la burguesía genera capital. En tal sentido, el
antagonismo generado por ella, no conlleva a la idea herrada de querer abolir los medios de subsistencia del
proletariado, sino abolir aquello que hacen que el capital se acreciente a costa de la miseria del proletariado.

En lo que sigue de esta segunda parte, Marx y Engels continúan desmitificando todas las interpretaciones
incoherentes lanzadas contra el comunismo como la supuesta abolición por parte de los comunistas de los
vínculos familiares, sobre la comunidad de las mujeres, acerca de la patria, etc.

Dichas ideas no buscan mas que confundir al proletario, ideas de los burgueses que buscan defender a toda
costa sus intereses. Marx y Engels dicen al respecto “las ideas dominantes en cualquier época no han sido nunca
más que las ideas de la clase dominante”.
Así los comunistas son aquellos que han de corregir las confusiones teóricas de los burgueses en aras del
entendimiento claro de la situación real por parte del proletariado que ya junto con los comunistas comparten
ideas revolucionarias.

Que buscan el cambio del estado de cosas presente “cuando se habla de ideas que revolucionan toda una
sociedad, se expresa solamente el hecho de que en el seno de la vieja sociedad se han formado los elementos de
una nueva, y la disolución de las viejas ideas marcha a la par con la disolución de las antiguas condiciones de
vida”.

Concluye Marx y Engels con la necesidad de que el proletariado tome el poder político por la violencia y
comience a desmoronar toda le estructura de dominación hecha por los burgueses basado en la propiedad
privada. Ello con la finalidad de crear las condiciones necesarias para el cambio radical de todo el modo de
producción y por ende de las condiciones de vida.

III

Literatura socialista y comunista

Esta parte del manifiesto esta orientada a criticar a los “socialismos”, de corte feudal, pequeño burgués, etc.
Marx y Engels muestran como estos en la práctica poseen una doble moral.

Solo se identifican de palabra con el proletariado, pero cuando ven sus intereses afectados, salen a relucir sus
verdaderas intenciones. A toda esa “ideología” producida por intelectuales o aficionados, Marx y Engels los
denomina “literatura”, ya que en la praxis social, terminan negando el carácter revolucionario del proletariado y
la posterior supresión del sistema burgués basado en la explotación.
Solo buscan salidas “pacificas”, o “reformas sociales”, pero manteniendo intacto la estructura económica basada
en la acumulación del capital y el trabajo asalariado, es decir, en la explotación.
IV
Actitud de los comunistas respecto de los diferentes partidos de oposición

Marx y Engels terminan el manifiesto, reafirmando el apoyo incondicional de los comunistas a todo movimiento
revolucionario que se levante contra el régimen social y político existente; buscando la unidad y el acuerdo entre
los partidos democráticos y revolucionarios del mundo.

Los comunistas, sostienen Marx y Engels, ya no pueden vivir en la clandestinidad ni mucho menos ocultar sus
ideas por el contrario “deben proclamar abiertamente que sus objetivos solo pueden ser alcanzados derrocando
por la violencia todo el orden social existente”.

Marx

Sostiene que la conciencia surge de la relación que los hombres establecen entre sí y con la naturaleza, o sea, en
el proceso de trabajo; y que el pensamiento y la acción del hombre se desarrollan en relación con sus modos de
vida o formas de producción, ya que cuando evoluciona la producción y las relaciones materiales de los hombres
al mismo tiempo evoluciona su pensamiento y sus ideas. En este sentido, Marx sostiene que no es el
pensamiento quien determina la vida, sino la vida quien determinada el pensamiento.

Infraestructura y superestructura

La infraestructura es la estructura económica de la sociedad, sobre la cual se construye la superestructura de la


sociedad conformada por la religión, la política, las cuestiones jurídicas, el lenguaje, la ideología, etc. Marx dice
que primero va a existir la infraestructura o estructura económica y luego la superestructura, y que al cambiar la
estructura, cambia la superestructura.

Concepto de las fuerzas productivas y modos y relaciones de producción

Las fuerzas productivas son los medios de producción y la fuerza de trabajo, esta incluye a los productores, a los
instrumentos de producción que utilizan y a la forma de cooperación, determinada por los instrumentos y
medios de producción, o sea que expresa el adelanto de la ciencia, la técnica y los instrumentos. Las relaciones
de producción es la relación que tiene cada individuo con la propiedad de producción. Las fuerzas productivas y
las relaciones de producción constituyen el modo de producción que es la forma en que se produce en un
determinado momento, una forma de actividad de los individuos, un modo definido de vida.

En la producción social, los hombres mantienen RELACIONES DE PRODUCCION, que corresponden a un


determinado estado de FUERZAS DE PRODUCCION. La totalidad de las relaciones constituyen la estructura
económica de la sociedad (BASE REAL\ESTRUCTURA), sobre la cual se alza un edificio jurídico y político, y a la
cual le corresponden determinadas formas de conciencia social (SUPERESTRUCTURA).

El modo de producción determina el proceso social, político e intelectual.

*En un momento dado las fuerzas productivas se contradicen con las relaciones de producción existentes, en vez
de ser su desarrollo se transforman en ataduras à Revolución social.

Una formación social no muere hasta que no se hayan desarrollado todas las fuerzas productivas y superiores
antes de que las condiciones mínimas de su existencia no hayan sido incubadas en la sociedad.
Manifiesto comunista

Opresores y oprimidos se enfrentaron desde siempre y esa lucha termino siempre con la transformación
revolucionaria de toda sociedad o el hundimiento de las clases en pugna.

La sociedad se va simplificando en dos clases antagónicas.

BURGUESIA PROLETARIADO

Son capitalistas modernos, propietarios de los mediosSon de trabajadores asalariados que, privados de medios
producción y emplean trabajo asalariado. de producción, se ven obligados a vender su fuerza de
trabajo en el mercado para poder existir. Son una
Su condición esencial de existencia y dominación es la mercancía sujeta a la competencia del mercado.
acumulación de riqueza en manos de particulares y
formación y crecimiento de capital.
Son ex pequeños burgueses, pequeños comerciantes y
rentistas, artesanos y campesinos.
De los siervos de la Edad Media surgieron los vecinos de
libres de las cuidades y de ahí los primeros elementosLademaquina
la y la división del trabajo quitan al trabajo del
burguesía.
proletario su carácter propio, este se convierte en un
simple apéndice de la maquina à son esclavos de los
A medida que se iba extendiendo la ind. el comercio, la burgueses y de las maquinas.
navegación y los ferrocarriles, se desarrollaba y
multiplicaba sus capitales. Su lucha contra la burguesía comienza con su
subimiento e intentarán, reconquistar por la fuerza la
*Los medios de producción y de cambio, sobre donde posición
se perdida del artesano de la Edad Media. Y si se
forman
formó, fueron creados en la sociedad feudal. Al alcanzar en masa no es por su propia unión sino por la de
cierto grado de desarrollo, las relaciones feudaleslade burguesía que para alcanzar sus fines políticos debe
propiedad dejaron de corresponder a las fuerzas poner en movimiento a todo proletariado.
productivas, frenaron la producción y se necesito romper à
se establece la burguesía con constitución social y política, Al principio luchaban contra los enemigos de la
dominando económica y políticamente. burguersia pero con el crecimiento de la ind. también
crece la clase y así su conciencia à los obreros se forman
Dondequiera que conquisto el poder destruyó relaciones en coalición contra la burguesía y actúan en común para
sociales, hizo a los hombres egoístas, despojó de divinidadla defensa de sus salarios à el verdadero éxito es la
a profesionales como al médico, sacerdote, etc. y convirtió unión cada vez mas extensa de obrero. Esta es posible
al hombre de ciencia en sus servidores asalariados. por los medios de comunicación creados por la Gran
Ind. que ponen en contacto a los obreros de todas las
No puede existir sino a condición de revolucionar localidades.
incesantemente los instrumentos de producción, y con
Todas las clases dominantes del pasado sometieron a la
ellos, todas las relaciones sociales.
sociedad a su modo de apropiación. Los proletarios no
Mediante la explotación de mercado mundial dio un conquistar las fuerzas productivas sociales sino
pueden
carácter cosmopolita a la producción y al consumo aboliendo
en su propio modo de apropiación, no tienen
todos los países, le quitó a la ind. su base nacional: ennada que perder y tienen que destruir todo lo que
lugar de antiguas necesidades satisfechas con productos garantizo y aseguro la propiedad privada.
nacionales, surgen necesidades nuevas, que reclaman para
El proletario no puede levantarse sin hacer saltar toda la
su satisfacciones productos de otros lugares. La producción
intelectual de una nación también se convierte en superestructura formada por la sociedad burguesa.
patrimonio de todos à

Obliga a todas las naciones a hacerse burgueses, se forja


un mundo a su imagen y semejanza.

Aglomeró la población, centralizando los medios y


concentró la propiedad en manos de unos pocos à
centralización política.

No solo produce las armas que la pueden derribar, sino


también los hombres que tomaran esas armas, el
proletariado à vive en lucha permanente: primero con la
aristocracia, después contra las fracciones de la burguesía
y también con la burguesía de otros países, así se ve
obligada a pedirle ayuda al proletariado y a arrastrarlo
hacia un movimiento político à le proporciona los
elementos de su propia educación, armas contra ella
misma.

Proletariados y comunistas

Los comunistas no forman un partido aparte. Se distinguen en que, por una parte, en las diferentes luchas
nacionales de los proletarios, destacan y hacen valer los intereses comunes a todo proletariado,
independientemente de la nacionalidad y, por otra parte, en que las diferentes fases de desarrollo por que pasa
la lucha entre el proletariado y la burguesía, representa siempre los intereses del movimiento en su conjunto.

Su objetivo es el mismo que el de todos los partidos proletariados: constitución de los proletariados en clase,
derrocamiento de la burguesía y conquista del poder positivo por el proletariado. Su rasgo distintivo es la
abolición de la propiedad burguesa.

La revolución comunista es la ruptura más radical con las relaciones de propiedad tradicionales.

El primer paso de la revolución obrera es la elevación del proletariado a clase dominante, la conquista de la
democracia.

El proletariado se valdrá de su dominación política para ir arrancando gradualmente a la burguesía todo capital,
para centralizar todos los instrumentos de producción en manos del Estado, es decir, el proletariado organizado
como clase, para aumentar con la mayor rapidez posible la suma de fuerzas productivas.

Una vez que hayan desparecido las diferencias de clase y se haya concentrado toda la producción en manos de
los individuos asociados, el poder publico perderá ka violencia organizada de una clase para la opresión de otra.
Si en la lucha contra la burguesía el proletariado se construye en clase, se convierte en clase dominante, suprime
las viejas relaciones de producción y el antagonismo, surpimira por lo tanto su propia dominación como clase.

Surgirá una asociación en que será condición el libre desenvolvimiento de todos.


PROLOGO A LA CONTRIBUCION A LA CRÍTICA DE LA ECONOMIA POLITICA:

KARL MARX

1) Contribución a la Crítica de la Economía Política (Prólogo)

Tanto las relaciones jurídicas como las formas de Estado, no pueden comprenderse por sí mismas ni por la
llamada evolución general del espíritu humano, si no que radican, por el contrario, en las condiciones materiales
de vida.

En la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias, independientes de
su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas
productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forman la estructura económica de la
sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden
determinadas formas formas de conciencia social. El sistema de producción de la vida material condiciona todo
el proceso de la vida social, política y espiritual. La existencia social del hombre es la que determina la conciencia
de este.

Al cambiar la base económica, se transforma toda la superestructura erigida sobre ella. Estas épocas de
transformación no pueden ser juzgadas por la conciencia, si no que hay que explicar esta conciencia por las
contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las
condiciones de producción. Una formación social nunca perece antes de que se hayan desarrollado todas las
fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas condiciones de producción
antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la sociedad adulta. Por
eso la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, pues estos objetivos sólo
brotan cuando ya se dan, o por lo menos se están gestando, las condiciones materiales para su realización.
3) Carta a Annenkov

¿Que es la sociedad cualquiera sea su forma? El producto de la actividad recíproca de los hombres. Pero estos
hombres no son libres de elegir la forma de la sociedad. Supóngase un estado particular de desarrollo de las
fuerzas productivas del hombre y se tendrá una forma particular de comercio y consumo. Supóngase etapas
particulares del desarrollo de la producción, del comercio y del consumo, y se tendrá un orden social
correspondiente, una correspondiente organización de la familia, y de las jerarquías y clases: una
correspondiente sociedad civil. Presupóngase una sociedad civil dada y se tendrá condiciones políticas
particulares que son sólo la expresión oficial de la sociedad civil.Los hombres no son libres de elegir sus fuerzas
productivas, que son la base de toda su historia, puesto que cada fuerza productiva es una fuerza adquirida,
producto de la actividad anterior. Por consiguiente, las fuerzas productivas son el resultado de la energía humana
práctica; pero esta energía esta a su vez condicionada por las circunstancias en las que se hallan los hombres, por
la fuerzas productivas ya conquistadas, por la forma social preexistente, que es el producto de la generación
anterior. Debido a este simple hecho de que cada nueva generación se encuentra en posesión de las fuerzas
productivas conquistadas por la generación anterior, que le sirven de materia prima para una nueva producción,
surge una conexión en la historia humana, toma forma una historia de la humanidad cuanto más se han
extendido las fuerzas productivas del hombre, y en consecuencia sus relaciones sociales. Por lo tanto, se sigue
necesariamente que la historia de los hombres nunca es otra cosa que la historia de su desarrollo individual,
sean o no concientes de ello. Sus relaciones materiales son la base de todas sus relaciones. Estas relaciones
materiales son solo la formas necesarias en que se realiza su actividad material individual.Los hombres nunca
abandonan lo que han conquistado, pero esto no significa que nunca renuncien a la forma social en la que han
adquirido ciertas ciertas fuerzas productivas. Las formas económicas en que los hombres producen, consumen,
intercambian, son transitorias e históricas. Al conquistar nuevas fuerzas productivas, los hombres cambian el
método de producción, y con este todas las relaciones económicas, las que son meramente condiciones
necesarias de este método particular de producción. A medida que los hombres desarrollan sus fuerzas
productivas, esto es, en cuanto viven, desarrollan ciertas relaciones entre sí, y la naturaleza de estas relaciones
debe cambiar necesariamente con el cambio y el crecimiento de las fuerzas productivas. Las categorías
económicas son sólo las expresiones abstractas de estas relaciones reales y únicamente conservan su validez
mientras existen dichas relaciones. Los hombres producen vestidos, y de acuerdo a sus fuerzas, también
producen las relaciones sociales en cuyo seno confeccionan los vestidos. Y al conformar sus relaciones sociales
de acuerdo a su método material de producción también conforman un ideal.

*****“Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política”

(1859)

Tanto las relaciones jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni por la
llamada evolución general del espíritu humano, sino que radican en las condiciones materiales de vida cuyo
conjunto resume Hegel siguiendo el precedente de los ingleses y franceses del siglo XVIII, bajo el nombre de
“sociedad civil”, y que la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la economía política.

En la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e


independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de
desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la
estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y
a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material
condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que
determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase
determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las
relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de
propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas,
estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base
económica se transforma, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella.
Cuando se estudian esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en
las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias
naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en un a palabra las formas ideológicas
en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no
podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de
transformación por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las
contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las
relaciones de producción. Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas
productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones de producción antes
de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado dentro de la propia sociedad antigua. Por
eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, porque, mirando mejor, se
encontrará siempre que estos objetivos sólo surgen cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, las
condiciones materiales para su realización. A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de
progreso en la formación económica de la sociedad el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el
moderno burgués. Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de
producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que proviene de
las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en la sociedad
burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. Con esta
formación social se cierra, por lo tanto, la prehistoria de la sociedad humana.

PROLOGOAquí se plantea la antesala de la critica a los neohegelianos, Marx dice: “


loshombres se han formado siempre ideas falsas acerca de si mismos, acerca delo que son o deberían ser. Los
frutos de su cabeza han acabado por imponersea su cabeza”.
Hay que librarse y revelarse contra los pensamientos.I: Feuerbach

Contraposición entre la concepción materialista y la idealista.I

Feuerbach: según los filósofos neohegelianos Alemania ha pasado por unarevolución sin igual, esto al parecer
ocurrió solo dentro del ámbito delpensamiento puro. Lo que se ha manifestado es el proceso de putrefacción
delespíritu absoluto que dio lugar a la aparición de nuevas combinaciones ysustancias.II

A) La ideología en general y la ideología alemana en particularLa crítica alemana no ha salido del terreno de la
filosofía. Lejos de investigarlas premisas filosóficas generales, todos sus problemas brotan del sistemahegeliano.
La sumisión a Hegel es la razón por la cual ninguno de estos críticospone en tela de juicio al sistema hegeliano.
Más allá de que planteen estossobre Hegel toman o destacan tal o cual aspecto del sistema. Toda crítica filosofía
alemana se limita a la crítica de las ideas religiosas. “Elhombre” es para ellos el hombre religioso, se parte del
imperio de la religióncomo premisa.

Viejos hegelianos

todo reducido a una de las categorías lógicas deHegel

Neohegelianos

lo criticaban todo sin más que deslizar por debajo deello ideas religiosas.Compartían la fe en el imperio de la religión,
de los conceptos, de logeneral.

Viejos hegelianos

productos de la conciencia auténticos nexos dela sociedad humana.

Neohegelianos

productos de la conciencia verdaderas ataduras delhombre, se creen obligados a luchar contra las ilusiones de
laconciencia, ante esto formulan su postulado moral que dice que hayque cambiar la conciencia actual por una
conciencia crítica paraderribar esas barreras. Son los perfectos conservadores, luchancontra frases pero no se dan
cuenta que al oponer nada más quefrases no combaten en modo alguno el mundo real existente. NORELACIONAN LA
FILOSOFIA CON LAS CONDICIONES MATERIALES. NOSE PONE EN EVIDENCIA EL CONTEXTO EN EL CUAL EMERGE. NO
SERELACIONA SU FILOSOFIA CON LA REALIDAD ALEMANA.Premisas de toda historia humana: son premisas reales que
puedencomprobarse por la vía puramente empírica

1° premisa

La existencia de individuos humanos vivientes. La organizacióncorpórea de estos individuos y su comportamiento
hacia el resto de lanaturaleza.Hombres ≠ Animales

se diferencian a partir del momento en que el hombrecomienza a producir sus medios de vida. Al producir sus
medios de vida elhombre produce indirectamente su propia vida material.El modo en que los hombres producen sus medios
de vida depende de lanaturaleza de los mismos. No debe considerarse solo como la reproducciónfísica de los
individuos sino también de cómo manifiestan su vida.MODO DE PRODUCCIÓN: -Reproducción física-Modo de
manifestar

producir (lo que producen+ como producen)LO QUE LOS INDIVIDUOS SON DEPENDE DE LAS CONDICIONES MATERIALES
DESU PRODUCCIÓNLa producción aparece al multiplicarse la población y se expresa en elintercambio.Las
relaciones entre naciones dependen del desarrollo de sus fuerzasproductivas, la división del trabajo y el
intercambio interior.Cuanto más se desarrollen las fuerzas productivas, más se desarrolla ladivisión del
trabajo.División del trabajo

separación de trabajo industrial y comercial con respectoal agrícola y separación del campo y la ciudad.Las
diferentes fases de la división del trabajo son otras tantas formas depropiedad, determinan las relaciones de los
individuos con lo material y elproducto de su trabajo.1° tipo de propiedad: propiedad de la tribu

Fase incipiente de la producción.El pueblo se nutre de la caza y pesca. Gran masa de tierra sin cultivar.
Pocodesarrollo de la división de trabajo. Ampliación de la organización familiar.Aparición y desarrollo de
esclavos.2° tipo de propiedad: antigua propiedad comunal y estatal

Fusión de tribuspara formar una ciudad. Se desarrolla la propiedad mobiliaria y luego lainmobiliaria. División del
trabajo más desarrollada. Contradicción campo-ciudad. Esclavitud

base de toda la producción.3° tipo de propiedad: propiedad feudal

Tiene como punto partida el campo.Población diseminada en grandes áreas. El último tiempo del imperio
romanodestruyo gran parte de las fuerzas productivas. La agricultura y la industriacayeron al igual que la
población rural y urbana. Esta propiedad se basa en unacomunidad (como las dos anteriores) en la que se
enfrentan los pequeñoscampesinos siervos de la gleba. Contraposición del campo con respecto a laciudad. Poco
desarrollo de la división de trabajo.
ORGANIZACIÓN FEUDAL:

propiedad territorial

campo

propiedad corporativa

ciudad (artesanos)

contra nobleza

gremios

relación entre oficiales y aprendicesCAMPO: Clero, Nobleza, CampesinosCIUDAD: Maestros, Oficiales y
AprendicesLa organización social y el Estado brotan del proceso de vida de determinadosindividuos: de la forma
en que actúan y como son, como producenmaterialmente.La producción de las ideas y representaciones de la
conciencia, aparece alprincipio directamente entrelazada con la actividad material y el comerciomaterial de los
hombres como el lenguaje de la vida real, como emanacióndirecta de su comportamiento material los hombres
reales y actuales son losproductores de sus representaciones.CONCIENCIA

Ser consciente, ser de los hombres es su proceso de vida real.IDEOLOGÍA: Los hombres y sus relaciones aparecen
inmediatos. Se parte de loque los hombres piensan, se representan o se imaginan, no del hombre querealmente
actúa y su proceso de vida real. La moral, la religión, la metafísica ycualquier otra ideología son sublimaciones
necesarias del proceso de vida real,no tienen su propia historia ni su propio desarrollo, sino que los hombres quedesarrollan su
producción material y su intercambio material cambian también,al cambiar esta realidad, su pensamiento y los
productos de su pensamiento.Es la vida la que determina la conciencia. Se parte del individuo real viviente yse
considera a la conciencia como su conciencia.Cuando se termina con la especulación en la vida real, comienza la
ciencia realy positiva, el proceso practico de desarrollo de los hombres, el saber real.HISTORIA (tres momentos
han existido desde el principio de la historia)1°premisa histórica

existencia de seres humanos vivientes que se hallen encondiciones de hacer historia2° hecho histórico

producción de los medios indispensables para lasatisfacción de determinadas necesidades (vestimenta-alimento)
producciónde la vida material. Creación de nuevas necesidades una vez superadas lasprimeras.3°

Los hombres se relacionan para producir, primero crean sus familias.4°

un determinado modo de producción o una determinada fase industriallleva siempre aparejado un determinado
modo de cooperación o fase social. Elmodo de cooperación es una fuerza productiva.

LA SUMA DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS CONDICIONA LA HISTORIA DE LAHUMANIDAD, por eso debe estudiarse
con la historia de la industria y elintercambio.Después de ver estos cuatro momentos caemos en la cuenta de que
el hombretiene
conciencia
, pero que no es una conciencia pura, ya que el espíritu nacetarado con la maldición de estar preñado de
materia, bajo la forma dellenguaje.Lenguaje

conciencia práctica, conciencia real. Surge de la necesidad deintercambio de los hombres.La conciencia es de
antemano un producto social. Es ante todo, conciencia delmundo inmediato y sensible, conciencia de la
naturaleza.El comienzo de la conciencia surge de la necesidad de entablar relacionesentre los individuos Esta
conciencia gregaria o tribal se desarrolla y perfeccionaal aumentar la producción, las necesidades y la población,
se desarrolla ladivisión del trabajo y esta puede considerarse una verdadera división en elmomento que se dé la
separación entre trabajo físico e intelectual, laconciencia se separa de la base real y se cree superior. Esto explica
porque lasrelaciones sociales existentes se hallan en contradicción con la fuerzaproductiva existente.La fuerza
productora, el estado social y la conciencia entran en contradiccióncon la división del trabajo cuando las
actividades espirituales y materiales seasignan a diferentes individuos, para que no se dé esa contradicción
debedesaparecer la división del trabajo, es decir, la sociedad que produce ideología.En esta división del trabajo
reside la desigualdad de la distribución entre eltrabajo y sus productos.CONSECUENCIAS DE LA DIVISIÓN DE TRABAJO:

Contradicción entre interés individual e interés general

Las actividades no aparecen definidas voluntariamente, cada cual semueve en un determinado circulo exclusivo
de actividades que le esimpuesto y del que no puede salirse. Poder ajeno y hostil (con elcomunismo no hay
circulo exclusivo de actividades, la sociedad se encargade regular la producción general)Interés particular

Estado

interés común (Comunidad ilusoria) hace pasarlo particular como “lo general”.Proletariado

tiene que empezar conquistando el poder político para imponersu interés como general aunque ya sea
universal.Enajenación

el poder social nace por la cooperación bajo la división deltrabajo, este poder les poder les parece como algo
ajeno que no puedendeterminar, dirige la voluntad y los actos de los hombres.Este desarrollo de las fuerzas
productivas abarca toda la vida material eindustrial en una fase, va más allá que el Estado y la nación pero debe
versede esa forma (interior

Estado / exterior

nación) solo se desarrolla con laburguesía

II Sobre la producción de la concienciaLos individuos concretos al extenderse sus actividades hasta un


planohistórico-universal se ven bajo un poder extraño a ellos que se revela en elmercado mundial.Con el fin del
orden social existente por medio de la revolución comunista y laabolición de la propiedad privada, se pone fin a
ese poder tan misterioso y loshombres tendrán control y dominación consciente sobre esos poderes.La
verdadera riqueza espiritual del individuo depende de la riqueza de sus
relaciones reales.
Concepción de la historia

Exponer el proceso real de producción partiendode la sociedad civil en sus diferentes fases, como fundamento
de toda lahistoria, presentándola en su acción en cuanto Estado y explicando en base aella los diversos
productos teóricos y formas de la conciencia manteniéndosesiempre sobre el termino histórico real para explicar las
formacionesideológicas sobre la base de la practica material, dejando en claro que losproductos de la conciencia
no terminan con la “
enajenación”
.Primer premisa práctica

para que se convierta en un poder insoportable esnecesario que engendre a una masa de la humanidad
totalmente desposeídaen contradicción con una clase poseedora.Segunda premisa practica

Desarrollo de las fuerzas productivas para darleun plano histórico-universal, es decir, instituir a individuos
histórico-universalesempíricamente mundiales.COMUNISMO

Solo puede darse con la acción simultánea de los pueblosdominantes con el desarrollo universal de las fuerzas
productivas y elintercambio universal.El
comunismo
no es un Estado que debe implantarse ni un ideal al cualsujetarse. Es el movimiento real que anula y supera el estado de
cosas actual.El proletariado solo puede existir en un plano histórico-mundial, lo mismo queel comunismo; su acción solo es
realidad en el plano histórico-universal.Sociedad civil

La forma de intercambio condicionada por las fuerzas deproducción existentes en todas las fases históricas
anteriores y que lascondiciona

Elementos materiales de una conmocion total-revolvucion comunista

Masa revolucionaria que se


Fuerzas productivas levante en contra de la misma
existentes producción de la vida

.
-La filosofía hegeliana de la historia es la última consecuencia llevada a suexpresión más pura de toda esta
historiografía alemana, que no gira en torno alos intereses reales, ni siquiera a los intereses políticos, sino en
torno apensamientos puros.Para el proletariado las ideas teóricas no existen y por lo tanto no deben
sereliminadas.Feuerbach

Se dice comunista al calificarse como “hombre común”. Toda ladeducción en torno a las relaciones entre los
hombres solo demuestra que loshombres se necesitan los unos a los otros. Aspira a crear una concienciaexacta,
mientras que a un comunista le interesa derrocar lo existente. Dice “elhombre” en vez de los hombres históricos
reales, y se refiere únicamente alalemán.Concepción profana

la que aparece sobre la tierraConcepción filosófica

es superior y se puede contemplar la “verdaderaesencia” de las cosas.Mundo sensible

producto histórico (producto de la industria y el Estadosocial)Feuerbach ve más allá de los materialistas “puros”
porque ve al hombre comoun “objeto sensible” pero no como actividad sensible. Se detiene en elconcepto
abstracto.“El hombre” no critica la realidad existente ≠ comunistas. Materialismo ehistoria aparecen separados.
La transformación de la historia en historia universal constituye un hechomaterial y empíricamente demostrable

Las ideas de la clase dominante son las ideas de la clase dominante de cada epoca.
La clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es su poder espiritual dominante.las ideas
dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes.


La división del trabajo se manifiesta en el seno de la clase dominante,como división del trabajo físico e
intelectual.

La clase dominante en cada época se ve obligada a presentar su interéscomo general y a imponer sus ideas a toda la
sociedad como las únicosy los verdaderas.

El proletariado (clase revolucionaria) aparece como la clase querepresenta a la sociedad en su conjunto.

Cada nueva clase dominante instaura su dominación sobre una basemás extensa que la que dominaba con
anterioridad y por eso agudiza lascontradicciones.

La dominación de ciertas ideas se esfuman cuando aparece una claserevolucionaria que no necesita presentar su
interés como generalporque ya lo es.

La historiografía alemana se ha centrado en cada época por su palabra,por lo que figura ser

b) La base real de la ideología



Intercambio y fuerza productivaDivisión del trabajo:

física

IntelectualContradicción entre el campo y la ciudad (se da dentro de la propiedadprivada; con la separación del
capital y la propiedad de la tierra)

Ciudadrégimen colectivo, política en general. Separación de dos clasesbasadas en la división del trabajo y los instrumentos de
producción.Concentración de población, instrumentos de producción, disfrute.
Campoaislamiento y soledad.
Feudalismocapital material y estableincipiente intercambioseparación de producción y cambioclase comerciante

Se relacionan ciudades contra la nobleza,se da la expansion del comercio, que beneficia a la clase buquesa
permitiendo el desarrollo de las comunicaciones y la expansion del intercambio. Se da la lucha comun con
otra clase.

Las fuerzas productivas tuvieron carácter universal se da la gran industria, la manufactura.

La relacion trabajador/capitalista movil produce el auge con el descubrimiento de america y las indias
orientales,se da la colonización.

La competencia entre naciones con referencia al capital se da por la gran burguesia,las ciudades y el desarrollo
del sistema monetario.
La expansión del comercio y la navegación crea un mercado mundial donde Inglaterra tiene la concentración
economica, tambien se dan ciudades fabriles don hay pequeños burgueses.
La gran industria creo la historia universal haciendo que todo dependiera de ella,acabo con todo lo natural se
crea la clase obrera.

La relacion entre elk estado , elk derecho y la propiedad tiene que ver con el estado moderna

Burguesía

clase nacional

interés “general”Estado

la clase dominante hace valer sus intereses como el de toda lasociedad.Sociedad moderna

propiedad privada

derecho privado (aparece resultadode la voluntad general)III

Instrumentos de producción y formas de propiedad naturales y civilizadasInstrumentos de producción:
a) naturales b) creados por la civilización
a) tierra, individuos absorbidos por la naturaleza, intercambio entre hombre yla naturaleza, el poder del
propietario descansa en relaciones personales,pequeña industria sin división del trabajo.b) los individuos son absorbidos
por el producto del trabajo, división del trabajoentre trabajo físico e intelectual, el poder del propietario reside
en el dinero, laindustria consiste en la división del trabajo.Gran industria

Contradicción entre instrumentos de la producción ypropiedad privadaUnificación de propiedad privada y
trabajo.1°

en el desarrollo de las fuerzas productivas se llega a una fase en la quesurgen las fuerzas productivas y los
medios de intercambio que bajo lasrelaciones existentes solo pueden ser fuente de males. Fuerzas de
destrucción(maquinaria y dinero). De esto surge una clase totalmente desposeída queforman la mayoría de los
individuos de una sociedad y de que ella nace laconciencia comunista, de que es necesario hacer una revolución
radical.2°

las condiciones en que pueden emplearse determinadas fuerzas deproducción son la dominación de una clase
de la sociedad cuyo poder socialemana de su riqueza y se expresa en forma idealista en el Estado.3°

las anteriores revoluciones dejaron intacto el modo de actividad. Larevolución comunista va contra el modo de
actividad, eliminando el trabajo,suprime la dominación de las clases al acabar con estas.4°

La revolución es necesaria para derrocar a la clase dominante y parasentar las bases de una nueva sociedad.

LA DIVISÓN DEL TRABAJO SOCIAL. Durkheim

PREFACIO
El autor trata de construir por sobre todo una ciencia de la moral.

Los hechos morales constituyen fenómenos como los otros, consistente en reglas de acción que se reconocen en
ciertos caracteres distintivos, es posible observarlos, describirlos y clasificarlos y así buscar las leyes que los
explican.

Señala que hay un estado de salud moral que solo la ciencia puede determinar con competencia.

Así, la ciencia de la moral viene de alguna manera a reconciliar a la ciencia por una parte, y a la moral por la otra,
ya que al mismo tiempo que nos enseña a respetar la realidad moral, nos proporciona los medios para mejorarla.

Denota que para lograr ciencia, es preciso librarse de ciertas maneras de ver y juzgar, de esta manera es preciso
el sometimiento riguroso a la disciplina de la duda metódica.

La moral se encuentra en la historia y bajo el imperio de causas históricas y tiene una función en nuestra vida
temporal.

Consiste para nosotros un sistema de hechos realizados, ligado al sistema total del mundo.

Remarca que generalmente sino reportan alguna utilidad o no responden a alguna necesidad, los hechos
morales no perduraran a través del tiempo.

CAPITULO II

Solidaridad Mecánica o Por Semejanzas I

El lazo de solidaridad social a que corresponde el derecho represivo es aquel cuya ruptura constituye el crimen,
llama con tal nombres a todo acto que, en un grado cualquiera, determina contra su autor esa reacción
característica que se llama pena.

Se ha dicho que las reglas penales enunciaban para cada tipo social las condiciones fundamentales de la vida
colectiva. Su autoridad procederá, pues, de su necesidad, por otra parte, como esas necesidades varían con las
sociedades se explica, de esa manera la variabilidad de derecho represivo.

Por otra parte, hay una multitud de actos que han sido y son todavía mirados como criminales, sin que, por si
mismos, sean perjudiciales a la sociedad.

El autor señala que aun en el caso de que el acto criminal perjudique ciertamente a la sociedad, es preciso que el
grado perjudicial que ofrezca se halle en relación regular con la intensidad de la represión que lo castiga. En el
derecho peal de los pueblos mas civilizados, el homicidio esta universalmente considerado como el mas grande
de los crímenes. Sin embargo, una crisis económica, una jugada de bolsa, una quiebra, pueden incluso
desorganizar mucho mas gravemente el cuerpo social que un homicidio aislado.

La única característica común a todos los crímenes es la de que consisten en actos universalmente reprobados
por los miembros de cada sociedad.

Así las reglas que prohíben esos actos y que sanciona es el derecho penal.

Todo derecho escrito tiene un doble objeto: establecer ciertas obligaciones, definir las sanciones que a ellas
están ligadas.
En el derecho civil, y generalmente en toda clase de dcho. de sanciones restitutivas, el legislador aborda y
resuelve con independencia los dos problemas.

Primero determina la obligación con toda la precisión posible, y solo después dice la manera como debe
sancionarse.

El dcho. penal, por el contrario, solo dicta sanciones, y no dice nada de las obligaciones a que ellas se refieren.

Los sentimientos colectivos a que corresponde el crimen deben singularizarse, pues, de los demás por alguna
propiedad distintiva: deben tener una cierta intensidad media.

Las reglas penales se distinguen por su claridad y su precisión, mientras que las reglas puramente morales tienen
generalmente algo de fluctuantes.

De una manera general, el derecho religioso es también represivo, es esencialmente conservador. Así la religión
es una cosa esencialmente social. Ejerce sobre el individuo una presión en todo momento. Lo obliga a prácticas,
sacrificios, etc.

Uno de los ejemplos clásicos del pasado es el Pentateuco, el cual es un resumen de las tradiciones de toda
especie, mediante las cuales los judíos se explicaban a si mismos, y a su manera, la génesis del mundo, de su
sociedad y de sus principales practicas sociales.

En las sociedades primitivas, en las que todo el derecho era penal, la asamblea del pueblo era la que
administraba la justicia.

En Roma, mientras los asuntos civiles correspondían al pretor, los asuntos criminales se juzgaban por el pueblo,
primero por los comicios curiados , y después, a partir de la ley de XXII Tablas, por los comicios centuriados.

Así en la mayoría de las naciones germanolatinas, la sociedad interviene en el ejercicio de esas mismas funciones
representada por un Jurado.

El conjunto de las creencias y de los sentimientos comunes al término medio de los miembros de una sociedad,
constituye un sistema determinado que tiene su vida propia, se le puede llamar conciencia colectiva o común.

Es difusa en toda su extensión de la sociedad, es independiente de las condiciones particulares en que los
individuos se encuentran colocados, ellos pasan y ella permanece.

Igualmente, no cambia con cada generación sino que, por el contrario, liga unas con otras las generaciones
sucesivas.

Es el tipo psíquico de la sociedad, tipo que tiene sus propiedades, sus condiciones de existencia, su manera de
desenvolverse, como todos los tipos individuales, aunque de otra manera.

Las funciones judiciales, gubernamentales, científicas, industriales, en una palabra, todas las funciones
especiales, son de orden psíquico, puesto que consisten en sistemas de representación y de acción, sin embargo
están fuera de la conciencia común o colectiva.

Un acto es criminal cuando ofende los estados fuertes y definidos de la conciencia colectiva.

Lo que caracteriza al crimen es que determina la pena.


La extensión de la acción que el órgano de gobierno ejerce sobre el número y sobre la calificación de los actos
criminales, depende de la fuerza que encubra. Esta, a su vez, puede medirse, bien por la extensión de la
autoridad que desempeña sobre los ciudadanos, bien por el grado de gravedad reconocido a los crímenes
dirigidos contra el.

En las sociedades inferiores esta autoridad es mayor y mas elevada la gravedad, y por otra parte, esos mismos
tipos sociales tienen mas poder en la conciencia colectiva.

II

La pena consiste en una reacción pasional. Esta característica se manifiesta en mayor grado en las sociedades
menos civilizadas.

La sociedad hoy en día ya no castiga por vengarse sino para defenderse en comparación con las sociedades de la
antigüedad.

Castiga, no porque el castigo le ofrezca por si mismo alguna satisfacción, sino a fin de que el temor de la pena
paralice las malas voluntades. Esto es la previsión reflexiva, la que determina la represión.

Así el dcho penal tal como funciona en nuestras sociedades actuales, en el cual se encuentra el código en el que
las penas muy definidas se hallan ligadas a crímenes igualmente definidos. El juez dispone de una cierta libertad
para aplicar a cada caso particular esas disposiciones grales, pero dentro de estas líneas esenciales, la pena se
halla predeterminada para cada categoría de actos defectuosos.

Para Durkheim es un error creer que la venganza es solo una crueldad inútil.

Constituye un verdadero acto de defensa, aun cuando instintivo o irreflexivo.

Nos vengamos de lo que nos ha ocasionado un mal previamente, y esto es siempre un peligro. Es el instinto de
conservación exagerado por el peligro.

En efecto la pena ha seguido siendo, al menos en parte, una obra de la venganza, las dos son un medio de
defensa.

Lo que nosotros vengamos es el ultraje hecho a la moral.

Podemos decir que la pena consiste en una reacción pasional de intensidad graduada.

La diferencia procede de que la pena produce sus efectos con una mayor conciencia de lo que hace.

La escala penal no debería, pues comprender mas que un pequeño numero de grados, la pena no debería variar
sino según que el criminal se halle mas o menso endurecido, y no según la naturaleza del acto criminal.

Con respecto al criminal hay una pena en a que ese carácter pasional se manifiesta ms que en otras, tratese de la
vergüenza, de la infamia que acompaña a la mayor parte de las penas y que crece al compas de ellas. Son un
producto de sentimientos instintivos, irresistibles, que alcanzan con frecuencia a inocentes; así ocurre que el
lugar del crimen, los instrumentos que han servido para cometerlo, los parientes del culpable participan a veces
del oprobio con que castigamos a este último.

Generalmente es la sociedad la que castiga, pero podría suceder que no fuese por su cuenta.
Alguno de los casos en los cuales la ejecución de la pena depende de la voluntad de los particulares, es el caso
de Roma, allí, ciertos delitos se castigaban con una multa en provecho de la parte lesionada, la cual podía
renunciar a ella o hacerla objeto de una transacción: tal ocurría con el robo no exteriorizado, la rapiña, la injuria,
y el daño causado injustamente. Estos crímenes son llamados privados, cuya represión se hacia en nombre de la
ciudad.

En los pueblos mas primitivos, se encuentra la vendetta, esta había sido primitivamente la única forma de la
pena, eran actos de venganza privada.

Esta forma de venganza no tiene nada propiamente social. Al ser una forma privada, en la misma medida no es
una pena. Es realmente una pena imperfecta.

Sostiene que la única organización que se encuentra en todas partes donde existe la pena propiamente dicha, se
reduce al establecimiento de un tribunal. Solo por el hecho de que la infracción, en lugar de ser juzgada por cada
uno se someta a la apreciación de un cuerpo constituido, y que la reacción colectiva tenga por intermediario un
órgano definido, es organizada.

III

Todo lo que tiende a debilitar la conciencia nos disminuye y nos reprime, trae como consecuencia una impresión
de perturbación y de malestar.

Toda ofensa dirigida contra ella suscita una reaccion emocional, más o menos violenta, que se vuelve contra el
ofensor. Nos encolerizamos, nos indignamos con el, le huimos, le tenemos distancia ya así lo desterramos de
nuestra sociedad.

El sentimiento del cólera consiste en una sobreexcitación de fuerzas latentes y disponibles, que vienen a ayudar
a nuestro sentimiento personal a hacer frente a los peligros, reforzándolo.

Así los sentimientos que ofende el crimen son, los mas universalmente colectivos que puede haber.

Cuando la conciencia común es la que ha sufrido el atentado, es preciso que sea ella la que resista y por
consiguiente, que la resistencia sea colectiva, aquí se halla una unificación perfeccionada.

Una característica de esta reacción, es que en el fondo de la noción de expiación existe una idea de una
satisfacción concedida a algún poder, real o ideal, superior a nosotros. Cuando reclamamos la represión del
crimen no somos nosotros los que nos queremos personalmente vengar, sino algo ya consagrado que más o
menos sentimos fuera y por encima de nosotros. He aquí, por que el dcho penal, no solo es esencialmente
religioso en su origen, sino que siempre guarda una cierta señal de religiosidad.

IV

Todos los caracteres de la pena derivan de la naturaleza del crimen.

En efecto, hay una cohesión social cuya causa se encuentra en una cierta conformidad de todas las conciencias
particulares hacia un tipo común, que no es otro que el tipo psíquico de la sociedad, de ahí se simboliza la
solidaridad que el derecho penal representa, porque las reglas que la pena sanciona dan expresión a las
semejanzas sociales mas esenciales.

Hay en nosotros dos conciencias: una solo contiene estados personales a cada uno de nosotros y que nos
caracterizan, representa a nuestra personalidad individual, mientras que los estados que comprende la otra son
comunes a toda la sociedad, representa el tipo colectivo.

Aunque son distintas estas están mutuamente ligadas, en realidad no son más que una, son las dos solidarias. De
ahí resulta una solidaridad sui generis que, nacida de semejanzas, liga directamente al individuo a la sociedad.

Esta solidaridad es la que da expresión al derecho represivo. Los actos que prohíbe y califica de crímenes son de
dos clases: o bien manifiestan directamente una diferencia muy violenta contra el agente que los consuma y el
tipo colectivo, o bien ofenden al órgano de la conciencia común. En ambos casos la fuerza ofendida por el crimen
que la rechaza es la misma, es un producto de las semejanzas sociales más esenciales.

Así el dcho penal exige de cada uno de nosotros un minimun de semejanzas sin las que el individuo seria una
amenaza para la unidad del cuerpo social, e imponiéndonos respeto hacia el símbolo que expresa y resume esas
semejanzas al mismo tiempo que las garantiza.

La verdadera función de la pena es mantener intacta la cohesión social, conservando en toda su vitalidad la
conciencia común.

Sin la satisfacción surgida por la aplicación de la pena al criminal por parte de la sociedad, la conciencia moral no
podría conservarse. El castigo esta por sobre todo destinado a actuar sobre las gentes honradas.

Para formarse una idea exacta de la pena, es preciso resaltar que genera una expiación y que hace de ella un
arma de defensa social al mismo tiempo.

Capitulo III:

Solidaridad debida a la División del Trabajo u Orgánica

La naturaleza de la sanción restitutiva basta para demostrar la solidaridad social a que corresponde ese derecho.

Distingue a esta sanción, el reducirse a un simple volver las cosas a su estado.

Mientras el derecho represivo tiende a permanecer difuso en la sociedad, el dcho restitutivo se crea órganos
cada vez más especiales: tribunales especiales, consejos de hombres buenos, tribunales administrativos de toda
especie, etc.

Es necesaria tanto para fundar como para modificar multitud de relaciones jurídicas que rigen ese derecho y que
el consentimiento de los interesados no basta para crear ni para cambiar. Tales son las que se refieren al estado
de las personas. Aunque el matrimonio sea un contrato, los esposos no pueden ni formalizarlo ni rescindirlo a su
antojo.

Si el contrato tiene el poder de ligar a las partes, es la sociedad quien le comunica ese poder. Todo contrato
supone, pues, que detrás de las partes que se comprometen esta la sociedad dispuesta a intervenir para hacer
respetar los compromisos.

Las reglas de la sanción restitutiva son extrañas a la conciencia común, las relaciones que determinan no son de
las que alcanzan indistintamente a todo el mundo, es decir, que se establecen inmediatamente, no entre el
individuo y la sociedad, sino entre partes limitadas y especiales de la sociedad, a las cuales relacionan entre si.

Estas ligan directamente, y sin intermediario, la conciencia particular con la conciencia colectiva, es decir, al
individuo con la sociedad.

Estas relaciones pueden tomar dos formas muy diferentes: o bien son negativas y se reducen a una pura
abstención, o bien son positivas o de cooperación. A cada una le corresponde una clase de solidaridad diferente.

La división del trabajo anómico

La división del trabajo produce solidaridad social pero a veces hay resultados adversos y cesa de engendrar la
solidaridad, encontramos una patología.

Hay tres tipos excepciones: tomamos el Caso de industriales o comerciantes: a raíz de las quiebras se produce
una ruptura de la solidaridad orgánica. Ciertas funciones sociales no se ajustan a otras.

Ej.: entre el trabajo y el capital

Aumentan las funciones industriales. Se especializan, no aumenta la solidaridad.

En la Edad Media: el obrero vive al lado de su maestro, forman parte de la misma corporación, los conflictos son
excepcionales. Se produce un cambio durante el S. XV aparece el gremio como posesión de los maestros,
deciden todo los maestros y constituyen un orden aparte. Se produce una separación, se generan discordias
numerosas. La queja se refleja en forma de huelgas, de boicot. Se asocian los obreros contra los patrones pero
no como enemigos. En el S. XVII llega la industrialización: el obrero se separa más aun del patrón. Cada uno tiene
su función y progresa el sistema de división del trabajo social, cada obrero trabajaba materiales distintos, y se
crean muchas “especies” de obreros. Cuanto mayor es la especialización hay mayores revueltas. La tensión de los
obreros se debe a que no quieren aceptar las condiciones que se les ha impuesto, son obligados por no tener
medios para conquistar otras formas.

La pequeña industria en la que el trabajo se halla menos dividido muestra una armonía entre el patrón y el
obrero, al contrario del caso de la gran industria donde el individuo trabaja aislado en su actividad especial y ya
no siente a sus colaboradores que trabajan a su lado en la misma obra que el, de obra común, deviene una
fuerte desintegración.

Según Compte la división del trabajo tendería a disolver donde hay funciones especializadas. Pero dice que no se
debe volver a las relaciones anteriores sino que la división es necesaria y útil. Pero como la unidad no surge
espontáneamente, deberá cuidarla y mantenerla el organismo social del Estado o gobierno.

Lo que el gobierno es a la sociedad, la filosofía (ciencia que reconstruye la unidad) es a las Ciencias.

El órgano del gobierno se desenvuelve en la división del trabajo por una necesidad mecánica. Como los órganos
son solidarios allí donde las funciones están muy repartidas, lo que afecta a uno afecta a otro y los
acontecimientos sociales adquieren más fácilmente un interés general. Pero existen órganos que no son
totalmente independientes del primero pero funcionan sin que intervenga. No es el gobierno el que fija los
precios de las cosas y los servicios, que regula los mercados económicos Estos problemas solo los conocen bien
los que están cerca. No puede ajustar funciones a otras y crear armonía.

Para que el todo reaccione sobre las partes estas deben tener conciencia de sí anteriormente. La división del
trabajo descompone la sociedad. Pero la sociedad nos tiene que unir? Hacer sentir que formamos parte del
todo?
No lo puede hacer contra las impresiones que nos desligan del grupo. La diversidad funcional supone diversidad
moral. Pues el trabajo se divide y los sentimientos colectivos se debilitan. La filosofía (es como la conciencia
colectiva, no esta capacitada para unir a las Ciencias. Se separan y es imposible saber la multiplicidad de
conocimientos a raíz de la especialización. Para saber de una ciencia hay q haberla vivido. Es imposible para una
persona practicar varias ciencias. Las generalidades filosóficas no unirán a las ciencias.

Se dice que lo general contiene los hechos particulares, que resume, pero en realidad solo lo que ellos tienen en
común.

A medida que existen mas diferencias, la cohesión se hace más inestable y tiene la necesidad de consolidarse por
otros medios.

Pero que la conciencia colectiva se debilite con la división es normal, no es la causa de los fenómenos anormales.

Se dirá que hay contratos. No todas en todas las rel. Sociales es posible adoptar esta forma jurídica. Supone una
reglamentación. Es temporal la suspensión de hostilidades por parte del contrato. Las relaciones crean
costumbres, reglas de conducta…Hay un grupo de derechos y deberes que el uso establece y termina siendo
obligatorio. La regla no crea el estado de dependencia sino que lo expresa.

En los casos anteriores esta reglamentación no existe, no hay reglas que fijen el numero de empresas
económicas. … La falta de esa reglamentación no permite regular la armonía de las funciones. Los economistas
dicen que se regula sola pero luego de perturbaciones, cuanto más especialización de las funciones, mas
compleja es la organización y mas se necesitan reglas.

Las ciencias. Sociales si forman conjunto sin unidad no es porque carezcan de sentimiento suficiente de sus
semejanzas es que no están organizadas.

SI LA DIVISIÓN DEL TRABAJO NO PRODUCE SOLIDARIDAD ES QUE LAS RELACIONES DE LOS ORGANOS NO SE
HALLAN REGLAMENTADAS: ESTAN EN ESTADO DE ANOMIA.

La forma que adquieren las relaciones sociales con el tiempo es la de un conjunto de reglas. Los órganos
necesitan unos de otros, tienen sentimiento de mutua dependencia. Los cambios entre ellos se regularizan y se
consolidan. Con la división del trabajo tienen, las partes, necesidad unas de otras y se disminuye la distancia.

Con respecto al mercado, sucede que hay mercados segmentados, limitados. Los productores están cerca de los
consumidores y ven las necesidades. Se establece un equilibrio y la producción se regula a si misma.

Por el contrario, se fusionan los distintos segmentos, lleva a los mercados a un mercado único que abraza a toda
la sociedad. Hasta las fronteras de los pueblos desaparecen, también las fronteras de los segmentos. Cada
industria produce para consumidores de todo el mundo. No es suficiente el contacto. El productor ya no puede
representarme los límites, ver bien, se trata de un mercado ilimitado.

La producción no tiene freno ni regla. Debe tantear al azar y así devienen las crisis, las quiebras.

Para el obrero la condición de vida industrial necesita una organización pero como fue muy rápida, todavía no se
pudo equilibrar.

Las ciencias sociales y morales: se encuentran en ese estado, al haber entrado las morales últimas al círculo de
las ciencias. Positivas. Los sabios permanecen dispersos no sienten los lazos que los unían.
PREFACIO

METODO DE INVESTIGACIÓN:

LA MORAL: CONSTRUIR LA CIENCIA DE LA MORAL = Hechos morales

PRUEBAS AUTENTICAS, MAYOR RIGOR POSIBLE, SE DESCUENTA TODO LO QUE SE PRESTA CON EXCESO A JUICIOS
PERSONALES, APRECIACIONES SUBJETIVAS, A FIN DE ALCANZAR CIERTOS HECHOS DE ESTRUCTURA SOCIAL PARA
SER OBJETOS DE COMPRENSIÓN Y, POR CONSIGUIENTE DE CIENCIA.

Renunciar al método usado frecuentemente por los sociólogos, según el cual para probar su tesis, se contentan
con citar, sin orden y al azar, un número más o menos grande de hechos favorables, sin preocuparse de los
hechos contrarios.

Comparaciones metódicas: aunque imperfectos, hay que intentarlos.

ORIGEN DE ESTA INVESTIGACIÓN: Es la de las relaciones de la personalidad individual y de la solidaridad social.

SOLIDARIDAD MECANICA O POR SEMEJANZA

Sociedad mecánica que se caracteriza por el derecho represivo de cada sociedad. Un acto es socialmente malo
porque lo rechaza la sociedad.

En el derecho penal de los pueblos más civilizados, el homicidio está universalmente considerado como el más
grande de los crímenes

El crimen consiste en la sociedad mecánica, en una ofensa de los sentimientos colectivos.

El conjunto de las creencias y de los sentimientos comunes de los miembros de una sociedad, constituye un
sistema determinado que tiene su vida propia: LA CONCIENCIA COLECTIVA.

SOLIDARIDAD DEBIDA A LA DIVISIÓN DE TRABAJO U ORGÁNICA”

Una sociedad solidaria orgánica se caracteriza por el derecho restitutivo, a los individuos se le pide que cumplan
con la ley o que restituyan a aquellos que resulten perjudicados por sus acciones. En este tipo de sociedad, no
hay una reacción emocional ante el incumplimiento de las leyes.

La administración del derecho restitutivo esta a cargo de órganos cada vez más especializados, lo que concuerda
con la especialización característica de la división de trabajo.

“LA DIVISIÓN DEL TRABAJO ANÓMICO”

La patología central de las sociedades modernas es la división anómica del trabajo.

La división estructural del trabajo en la sociedad moderna es una fuente de cohesión que compensa el
debilitamiento de la moralidad colectiva.
La anomia es una patología que surge como consecuencia de la sociedad orgánica. Los actores pueden sentirse
aislados en la realización de sus tareas especializadas y van perdiendo el vínculo que los une a los que viven y
trabajan a su alrededor.

SOLIDARIDAD MECANICA O POR SEMEJANZAS

I. El lazo de solidaridad social a que corresponde el derecho represivo es aquel cuya ruptura constituye delito. Se
sabrá, pues, lo que es ese lazo si se sabe lo que es esencialmente el crimen.

Las características esenciales del crimen son aquellas que también se encuentran donde quiera que hay crimen,
sea cual fuere el tipo social. Así, pues, las únicas características comunes a todos los crímenes que son o han sido
reconocidos como tales, son las siguientes: 1.a, el crimen hiere sentimientos que se encuentran en todos los
individuos normales de la sociedad considerada; 2.a, esos sentimientos son fuertes; 3.a, son definidos. El crimen
es, pues, el acto que hiere estados fuertes y definidos de la conciencia colectiva; sentido exacto de esta
proposición.—Examen del caso en que el delito es creado o, al menos, agravado por un acto del órgano
gubernamental.

Reducción de ese caso a la definición precedente...................................

II. Comprobación de ésta definición: si es exacta, debe dar cuenta de todas las características de la pena.
Determinación de esas características: 1.a, es una reacción pasional, de intensidad graduada; 2.a, esta reacción
pasional emana de la sociedad; refutación de la teoría según la cual la venganza privada ha sido la forma
primitiva de la pena; 3.a, esta reacción se ejerce por intermedio de un cuerpo
constituído.........................................

III. Esas características pueden deducirse de nuestra definición del crimen: 1.a, todo sentimiento fuerte ofendido
determina mecánicamente una reacción pasional; utilidad de esta reacción para el mantenimiento del
sentimiento. Los sentimientos colectivos, por muy fuertes que sean, determinan una reacción del mismo género,
tanto mas enérgica cuanto son más intensos. Explicación del carácter casi religioso de la expiación; 2.a, el
carácter colectivo de esos sentimientos explica el carácter social de esta reacción; por qué es útil que sea social;
3.a, la intensidad y, sobre todo, la naturaleza definida de esos sentimientos explican la formación del órgano
determinado por medio del cual la reacción se ejerce................

IV. Las reglas que sanciona el derecho penal expresan, pues, las semejanzas sociales más esenciales; por
consiguiente, corresponde a la solidaridad social derivada de las semejanzas y varía como ella. Naturaleza de
esta solidaridad. Cabe, por tanto, calcular la parte que le corresponde en la integración general de la sociedad,
con arreglo a la fracción del sistema completo de las reglas jurídicas que el derecho penal
representa....................................

CAPITULO III
LA SOLIDARIDAD DEBIDA A LA DIVISION DEL TRABAJO U ORGÁNICA

I. La naturaleza de la sanción restitutiva implica: 1.°, que las reglas correspondientes expresen estados
excéntricos de la conciencia común, o que le son extraños; 2.°, que las relaciones que ellas determinan no liguen
más que indirectamente al individuo con la sociedad. Esas relaciones son positivas o negativas.

II. Relaciones negativas cuyo tipo son los derechos reales. Son negativas porque ligan la cosa a la persona, no a
las personas entre sí.—Reducción a ese tipo de las relaciones personales que se establecen con ocasión del
ejercicio de los derechos reales, o a consecuencia del delito o cuasi delito.—Siendo negativa la solidaridad que
expresan las reglas correspondientes, no tiene existencia propia sino que es una prolongación de las formas
positivas de la solidaridad social.

III. Relaciones positivas o de cooperación que derivan de la división del trabajo. Se rigen por un sistema definido
de reglas jurídicas, que pueden llamarse derecho cooperativo; comprobación de esta proposición con respecto a
las diferentes partes del derecho cooperativo. Analogías entre la función de ese derecho y la del sistema
nervioso.

IV. Conclusión: Dos clases de solidaridad positiva, una que deriva de las semejanzas, y otra, de la división del
trabajo. Solidaridad mecánica, solidaridad orgánica. La primera varía en razón inversa, la segunda en razón
directa de la personalidad individual. A aquélla corresponde el derecho represivo; a ésta, el derecho cooperativo.

CAPITULO PRIMERO

LA DIVISION DEL TRABAJO ANOMICO

Hasta ahora hemos estudiado la división del trabajo como un fenómeno normal; pero, como todos los hechos
sociales y, más generalmente, como todos los hechos biológicos, presenta formas patológicas que es necesario
analizar. Si, normalmente, la división del trabajo produce la solidaridad social, ocurre, sin embargo, que los
resultados son muy diferentes e incluso opuestos. Ahora bien, importa averiguar lo que la hace desviarse en esa
forma de su dirección natural, pues, en tanto no se establezca que son casos excepcionales, la división del
trabajo podría dar lugar a la sospecha de que lógicamente los lleva consigo. Además, el estudio de las formas
desviadas nos permitirá determinar mejor las condiciones de existencia del estado normal. Cuando conozcamos
las circunstancias en que la división del trabajo cesa de engendrar la solidaridad, sabremos mejor lo que es
necesario para que produzca todo su efecto. La patología, aquí como en todas partes, es un auxiliar precioso de
la fisiología.

Cabe sentir la tentación de colocar entre las formas irregulares de la división del trabajo la profesión del criminal
y las demás profesiones nocivas. Constituyen la negación misma de la solidaridad, y, por tanto, están formadas
por otras tantas actividades especiales. Pero, hablando con exactitud, no hay aquí división del trabajo sino pura y
simple diferenciación, y ambos términos piden no ser confundidos. Así, en el cáncer, los tubérculos aumentan la
diversidad de los tejidos orgánicos sin que sea posible ver en ellos una nueva especialización de las funciones
biológicas (1). En todos esos casos, no hay división de una función común sino que en el seno del organismo, ya
individual, ya social, se forma otro que busca vivir a expensas del primero. No hay incluso función, pues una
manera de actuar no merece ese nombre, como no concurra con otras al mantenimiento de la vida general. Esta
cuestión no entra, pues, dentro del marco de nuestra investigación.
A tres tipos reduciremos las formas excepcionales del fenómeno que estudiamos No es que no pueda haber
otras; pero aquellas de que vamos a hablar son las más generales y las más graves.

Un primer caso de ese género nos lo proporcionan las crisis industriales o comerciales, con las quiebras, que son
otras tantas rupturas parciales de la solidaridad orgánica; son testimonio, en efecto, de que, en ciertas partes del
organismo, ciertas funciones sociales no se ajustan unas a otras. Ahora bien, a medida que el trabajo se divide
más, esos fenómenos parecen devenir más frecuentes, al menos en ciertos casos. De 1845 a 1869 las quiebras
han aumentado en un 70 por 100 (2) Sin embargo, no deberá atribuirse este hecho al aumento de la vida
económica, pues las empresas se han concentrado mucho más que multiplicado.

El antagonismo entre el trabajo y el capital es otro ejemplo más evidente del mismo fenómeno. A medida que las
funciones industriales se especializan, lejos de aumentar la solidaridad, la lucha se hace más viva. En la Edad
Media el obrero vive, en todas partes, al lado de su maestro, compartiendo sus trabajos "en la misma tienda,
sobre el mismo banco" (3). Ambos formaban parte de la misma corporación y llevaban la misma existencia. "Uno
y otro eran casi iguales; quien hubiere hecho su aprendizaje podía, al menos en muchos oficios, establecerse si
tenía con qué"(4). Por eso los conflictos eran completamente excepcionales. A partir del siglo XV las cosas
comenzaron a cambiar. "El gremio no es ya un asilo común, sino que se convierte en posesión exclusiva de los
maestros, que son los que allí deciden por sí solos sobre todas las cosas. Desde entonces una distinción profunda
se establece entre los maestros y los oficiales. Formaron éstos, por decirlo así, un orden aparte; tenían sus
costumbres, sus reglas, sus asociaciones independientes (5). Una vez efectuada esta separación, las discordias se
hicieron numerosas. "En cuanto los oficiales creían que debían quejarse, se declaraban en huelga o decretaban el
boicot a una ciudad, a un patrono, y todos estaban obligados a obedecer a la consigna.... El poder de la
asociación proporcionaba a los obreros el medio de luchar con armas iguales contra sus patronos" (6). Sin
embargo, las cosas estaban muy lejos de llegar entonces "al punto en que actualmente las vemos. Los oficiales se
rebelaban para obtener un salario más fuerte u otro cambio semejante en la condición del trabajo; pero no
tenían al patrono por un enemigo perpetuo al cual se obedece por la fuerza. Se quería hacerle ceder sobre un
punto, y a ello se dedicaban con energía, pero la lucha no era eterna; los talleres no contenían dos razas
enemigas; nuestras doctrinas socialistas eran desconocidas (7). En fin, en el siglo XVII comienza la fase tercera de
esta historia de las clases obreras: el advenimiento de la gran industria. El obrero se separa de una manera más
completa del patrono. "Está, en cierta manera, regimentado. Tiene cada uno su función, y el sistema de la
división del trabajo hace algunos progresos. En la manufactura de los Van-Robais, que ocupaba 1.692 obreros,
había talleres particulares para la construcción de carros, para la cuchillería, para el lavado, para el tinte, para la
urdidura, y los talleres de tejidos comprendían ellos también muchas especies de obreros cuyo trabajo era
enteramente distinto" (8). Al mismo tiempo que la especialización se hace más grande, las revueltas devienen
más frecuentes. "La menor causa de descontento bastaba para aislar a una casa, y desgraciado del oficial que no
hubiera respetado el acuerdo de la comunidad" (9). De sobra sabemos que, más tarde, la guerra ha devenido
más violenta.

Verdad es que en el capítulo siguiente veremos cómo esta tensión de las relaciones sociales es debida, en parte,
a que las clases obreras verdaderamente no quieren la condición que se les ha hecho, sino que la aceptan con
frecuencia obligadas y forzadas al no tener medios para conquistar otra. Sin embargo, esta coacción no produce
por sí sola el fenómeno. En efecto, pesa por igual sobre todos los desheredados de la fortuna, de una manera
general, y, sin embargo, tal estado de hostilidad permanente es por completo característico del mundo industrial.
Además, dentro de ese mundo, es la misma para todos los trabajadores sin distinción. Ahora bien, la pequeña
industria, en que el trabajo se halla menos dividido, da el espectáculo de una armonía relativa entre el patrono y
el obrero (10); es sólo en la gran industria donde esas conmociones se encuentran en estado agudo. Así, pues,
dependen en parte de otra causa.

Se ha señalado con frecuencia en la historia de las ciencias otra ilustración del mismo fenómeno. Hasta tiempos
muy recientes la ciencia no se ha hallado muy dividida; un solo y único espíritu podía cultivarla casi en totalidad.
Teníase también un sentimiento muy vivo de su unidad. Las verdades particulares que la componían no eran ni lo
bastante numerosas, ni lo bastante heterogéneas, que impidieran ver con facilidad el lazo que las unía a un único
y mismo sistema. Los métodos, que eran muy generales, diferían poco unos de otros, y podía percibirse el tronco
común desde el cual insensiblemente iban divergiendo. Pero, a medida que la especialización se introduce en el
trabajo científico, cada sabio se ha ido encerrando cada vez más, no sólo en una ciencia particular, sino en un
orden especial de problemas. Ya Comte se lamentaba de que, en su tiempo, hubiera en el mundo de los sabios
"pocas inteligencias que abarcaran en sus concepciones al conjunto mismo de una ciencia única, que, a su vez,
no es, sin embargo, más que una parte de un gran todo. La mayoría limítanse ya enteramente, dice, a la
consideración aislada de una sección más o menos extensa de una ciencia determinada, sin ocuparse demasiado
de la relación de esos trabajos particulares con el sistema general de los conocimientos positivos" (11). Pero
entonces la ciencia, dividida en una multitud de estudios de detalle que no se vuelven a juntar, ya no forma un
todo solidario. Quizá lo que mejor manifiesta esta ausencia de concierto y de unidad es esa teoría, tan difundida,
de que cada ciencia particular tiene un valor absoluto, y de que el sabio debe dedicarse a sus investigaciones
especiales, sin preocuparse de saber si sirven para algo y llevan a alguna parte. "Esta división del trabajo
individual, dice Schæffle, ofrece serios motivos para temer que semejante vuelta de un nuevo alejandrismo
traiga tras de sí, una vez más, la ruina de toda la ciencia" (12).

II

Lo que da gravedad a estos hechos es haber visto en ellos algunas veces un efecto necesario de la división del
trabajo no bien ésta ha traspasado un cierto límite de desenvolvimiento. En ese caso, dícese, el individuo,
hundido por su trabajo, aíslase en su actividad especial; ya no siente a los colaboradores que a su lado trabajan
en la misma obra que él, ni vuelve jamás a tener la idea de esta obra común. La división del trabajo no puede
llevarse demasiado lejos sin que devenga una fuente de desintegración. "En toda descomposición, dice Augusto
Comte, que necesariamente tienda a determinar una dispersión correspondiente, la distribución fundamental de
los trabajos humanos no evitaría que se suscitasen, en grado proporcional, divergencias individuales, a la vez
intelectuales y morales, cuya influencia combinada debe exigir, en la misma medida, una disciplina permanente,
propia para prevenir o contener sin tregua su surgimiento discordante. Si, por una parte, en efecto, la separación
de las funciones sociales permite al espíritu detallista un desenvolvimiento afortunado, que de otra manera es
imposible tiende espontáneamente, por otra parte, a ahogar el espíritu de conjunto, o, cuando menos, a
dificultarle de modo profundo. A la vez, desde el punto de vista moral, al mismo tiempo que cada uno se halla
colocado en estrecha dependencia con relación a la masa, encuéntrase naturalmente desviado por el propio
surgir de su actividad especial que de manera constante le recuerda su interés privado, del cual no percibe, sino
muy vagamente, la verdadera relación con el interés público.... De ahí que el mismo principio que, por sí solo, ha
permitido el desenvolvimiento y la extensión de la sociedad general, amenace, bajo otro aspecto, con
descomponerla en una multitud de corporaciones incoherentes que casi parece que no pertenecen a la misma
especie" (13). Espinas se expresa poco más o menos en los mismos términos "División, dice, es dispersión" (14).

La división del trabajo ejercería, pues, en virtud de su misma naturaleza, una influencia disolvente que sería
sensible de modo especial allí donde las funciones se hallan muy especializadas. Comte, sin embargo, no deduce
de su principio la conclusión de que sería necesario volver a llevar las sociedades a lo que él llama la edad de la
generalidad, es decir, a ese estado de indistinción y de homogeneidad que constituyó su punto de partida. La
diversidad de las funciones es útil y necesaria; pero como la unidad, que no es menos indispensable, no surge
espontáneamente, el cuidado de realizarla y de mantenerla deberá constituir en el organismo social una función
especial, representada por un órgano independiente. Este órgano es el Estado o el gobierno. "El destino social
del gobierno, dice Comte, me parece consistir, sobre todo, en contener de modo suficiente y en prevenir hasta
donde sea posible, esta fatal disposición a la dispersión fundamental de las ideas, de los sentimientos y de los
intereses, resultado inevitable del principio mismo del desenvolvimiento humano, y que, si pudiera seguir sin
obstáculo su curso natural, acabaría inevitablemente por detener la progresión social en todas las
manifestaciones importantes. Esta concepción constituye, a mis ojos, la primera base positiva y racional de la
teoría elemental y abstracta del gobierno propiamente dicho, considerada en su más noble y más completa
extensión científica, es decir, como caracterizada en general por la universal reacción necesaria, primero
espontánea y en seguida regularizada, del conjunto sobre las partes. Está claro, en efecto, que el único medio
real de impedir una tal dispersión consiste en erigir esta indispensable reacción en una nueva función especial,
susceptible de intervenir convenientemente en el cumplimiento habitual de todas las funciones diversas de la
economía social, para recordar así, sin cesar, la idea del conjunto y el sentimiento de la solidaridad común" (15).

Lo que el gobierno es a la sociedad en su totalidad, debe la filosofía serlo para las ciencias. Puesto que la
diversidad de las ciencias tiende a romper la unidad de la ciencia, es preciso encargar a una ciencia nueva que la
reconstruya. Puesto que los estudios de detalle nos hacen perder de vista al conjunto de los conocimientos
humanos, es preciso crear un sistema particular de investigaciones para volver a encontrarlo y ponerlo de
relieve. En otros términos, "es preciso hacer del estudio de las grandes generalidades científicas una gran
especialidad más. Que una nueva clase de sabios, preparados por una educación conveniente, sin dedicarse al
cultivo especial de rama alguna particular de la filosofía natural, se ocupe únicamente en considerar a las
diversas ciencias positivas en su estado actual, en determinar exactamente el espíritu de cada una de ellas, en
descubrir sus relaciones y su encadenamiento, en resumir, si es posible, todos sus principios propios en un
menor número de principios comunes ... y la división del trabajo en las ciencias será impulsada, sin peligro
alguno, todo lo lejos que el desenvolvimiento de los diversos órdenes de conocimientos lo exija" (16).

No cabe duda, nosotros mismos lo hemos mostrado (17), que el órgano gubernamental se desenvuelve con la
división del trabajo, no para hacerle contrapeso, sino por una necesidad mecánica. Como los órganos son
estrechamente solidarios, allí donde las funciones se hallan muy repartidas lo que al uno le afecta le alcanza a los
otros, y los acontecimientos sociales adquieren con más facilidad un interés general. Al mismo tiempo, a
consecuencia de la progresiva desaparición del tipo segmentario, se extienden con menos dificultad por todo el
ámbito de un mismo tejido o de un mismo aparato. Además de estas dos series de razones aún hay otras que
repercuten en el órgano directivo, aumentando tanto su volumen como su actividad funcional, que se ejerce con
mayor frecuencia. Pero su esfera de acción no por eso se extiende.

Ahora bien, bajo esta vida general y superficial existe otra intestina, un mundo de órganos que, sin ser por
completo independientes del primero, funcionan, no obstante, sin que intervenga, sin que tenga de ellos
conciencia, al menos en estado normal. Hállanse sustraídos a su acción porque se encuentra muy lejos de ellos.
No es el gobierno el que puede, a cada instante, regular las condiciones de los distintos mercados económicos,
fijar los precios de las cosas y de los servicios, proporcionar la producción a las necesidades del consumo, etc.
Todos esos problemas prácticos suscitan multitud de detalles, afectan a miles de circunstancias particulares que
sólo aquellos que están cerca conocen. A mayor abundamiento, no puede ajustar unas a otras esas funciones y
hacerlas concurrir armónicamente si ellas mismas no concuerdan. Si, pues, la división del trabajo tiene los
efectos dispersivos que se le atribuye, deben desenvolverse sin resistencia en esta región de la sociedad, puesto
que nada hay en ella que pueda contenerlos. Sin embargo, lo que hace la unidad de las sociedades organizadas,
como de todo organismo, es el consensus espontáneo de las partes, es esa solidaridad interna que, no sólo es
tan indispensable como la acción reguladora de los centros superiores, sino que es incluso la condición
necesaria, pues no hacen más que traducirla a otro lenguaje y, por decirlo así, consagrarla. Por eso el cerebro no
crea la unidad del organismo, sino que le da expresión y lo corona. Se habla de la necesidad de una reacción del
todo sobre las partes, pero es preciso antes que ese todo exista; es decir, que las partes deben ser ya solidarias
unas de otras para que el todo adquiera conciencia de sí, y reaccione a título de tal. Deberá verse producir, pues,
a medida que el trabajo se divide, una especie de descomposición progresiva, no sobre tales o cuales puntos,
sino en toda la extensión de la sociedad, en lugar de la concentración cada vez más fuerte que en ella en realidad
se observa. Pero, dícese, no es necesario entrar en estos detalles. Basta recordar, donde quiera que sea
necesario, "el espíritu de conjunto y el sentimiento de la solidaridad común", y esta acción sólo el gobierno tiene
facultad para ejercerla. Ello es verdad, pero de una excesiva generalidad para asegurar el concurso de las
funciones sociales, si no se realiza por sí misma. En efecto, ¿de qué se trata? ¿De hacer sentir a cada individuo
que no se basta por sí solo y que forma parte de un todo del cual depende? Mas, una tal representación,
abstracta vaga y, además, intermitente como todas las representaciones complejas, nada puede contra las
impresiones vivas, concretas, que a cada instante despierta en cada uno de nosotros la actividad profesional
propia. Si ésta, pues, tiene los efectos que se le atribuye, si las ocupaciones que llenan nuestra vida cotidiana
tienden a desligarnos del grupo social a que pertenecemos, una concepción semejante, que no surge sino de
tarde en tarde y sólo ocupa una pequeña parte del campo de la conciencia, no bastará para retenernos dentro
de ella. Para que el sentimiento del estado de dependencia en que nos hallamos fuera eficaz, sería preciso que
fuera también continuo, y no puede serlo como no se encuentre ligado al juego mismo de cada función especial.
Pero entonces la especialización no volvería a tener las consecuencias de cuya producción se le acusa. O bien, ¿la
acción de gobierno tendría por objeto mantener entre las profesiones una cierta uniformidad moral, de impedir
que "las afecciones sociales, gradualmente concentradas entre los individuos de la misma profesión, devengan
cada vez más extrañas a las otras clases, por falta de una analogía suficiente de costumbres y de pensamientos?"
(18). Pero esta uniformidad no puede mantenerse a la fuerza y en perjuicio de la naturaleza de las cosas. La
diversidad funcional supone una diversidad moral que nadie podría prevenir, y es inevitable el que la una
aumente al mismo tiempo que la otra. Sabemos, por lo demás, las razones gracias a las cuales esos dos
fenómenos se desenvuelven paralelamente. Los sentimientos colectivos devienen, pues, cada vez más
impotentes para contener las tendencias centrífugas que fatalmente engendra la división del trabajo, pues, de
una parte, esas tendencias aumentan a medida que el trabajo se divide, y, al mismo tiempo, los sentimientos
colectivos mismos se debilitan.

Por la misma razón, la filosofía se encuentra cada vez más incapacitada para asegurar la unidad de la ciencia.
Mientras un mismo espíritu podía cultivar a la vez las diferentes ciencias, era posible adquirir la ciencia necesaria
para reconstituir la unidad. Pero, a medida que se especializan, esas grandes síntesis no podían ya ser otra cosa
que generalizaciones prematuras, pues se hace cada vez más imposible a una inteligencia humana tener un
conocimiento suficientemente exacto de esa multitud innumerable de fenómenos, de leyes, de hipótesis que
deben resumir. "Sería interesante saber, dice Ribot, lo que la filosofía, como concepción general del mundo,
podrá ser algún día, cuando las ciencias particulares, a consecuencia de su complejidad creciente, devengan
inabordables en el detalle y los filósofos véanse reducidos al conocimiento, necesariamente superficial, de los
resultados más generales" (19).

No cabe duda, hay cierta razón para juzgar excesiva esa altivez del sabio, que, encerrado en sus investigaciones
especiales, rechaza el reconocimiento de todo control extraño. Por consiguiente, es indudable que, para tener de
una ciencia una idea un poco exacta, es preciso haberla practicado y, por decirlo así, haberla vivido. Y es que, en
efecto, no se contiene por entero dentro de algunas proposiciones demostradas por ella definitivamente. Al lado
de esta ciencia actual y realizada existe otra, concreta y viviente, que, en parte, se ignora y todavía se busca; al
lado de los resultados adquiridos están las esperanzas, los hábitos, los instintos, las necesidades, los
presentimientos tan obscuros que no se les puede expresar con palabras, y tan potentes, sin embargo, que a
veces dominan toda la vida del sabio. Todo eso todavía es ciencia: es incluso la mejor y la mayor parte, pues las
verdades descubiertas constituyen un número bien pequeño al lado de las que quedan por descubrir, y, por otra
parte, para poseer todo el sentido que encierran las primeras y todo lo que en ellas se encuentra condensado, es
preciso haber visto de cerca la vida científica mientras todavía se encuentra en estado libre, es decir, antes que
se haya fijado tomando forma de proposiciones definidas. De otra manera, se poseerá la letra, pero no el
espíritu; cada ciencia tiene, por decirlo así, un alma que vive en la conciencia de los sabios. Sólo una parte de
este alma se corporaliza y adquiere formas sensibles. Las fórmulas que le dan expresión, al ser generales, son
fácilmente transmisibles. Pero no sucede lo mismo en esa otra parte de la ciencia en que no hay símbolo alguno
que la exteriorice. En ella todo es personal y debe adquirirse mediante una experiencia personal. Para participar
en la misma es preciso ponerse a trabajar y colocarse ante los hechos. Según Comte, para que fuera asegurada la
unidad de la ciencia, bastaría que los métodos fueran unificados (20); pero justamente los métodos son los más
difíciles de unificar, pues, como son inmanentes a las ciencias mismas, como es imposible separarlos por
completo del cuerpo de verdades establecidas para codificarlos aparte, no se les puede conocer si uno mismo no
los ha practicado. Ahora bien, es imposible a una misma persona practicar un gran número de ciencias. Esas
grandes generalizaciones no pueden, pues, descansar más que sobre un conjunto bastante limitado de cosas. Si,
además, se piensa con qué lentitud y pacientes precauciones los sabios proceden de ordinario al descubrimiento
de sus verdades, incluso las más particulares, se explica que esas disciplinas improvisadas no tengan ya sobre
ellos más que una autoridad muy débil.

Pero, sea cual fuere el valor de esas generalidades filosóficas, la ciencia no encontrará en ellas la unidad que
necesita. Ponen bien de manifiesto lo que hay de común entre las ciencias, las leyes, los métodos particulares;
mas, al lado de las semejanzas, hay las diferencias que quedan por integrar. Con frecuencia se dice que lo general
contiene, en potencia, los hechos particulares que resume; pero la expresión es inexacta. Contiene sólo lo que
ellos tienen de común. Ahora bien, no hay en el mundo dos fenómenos que se asemejen, por sencillos que sean.
Por eso toda propuesta general deja escapar una parte de la materia que intenta dominar. Es imposible fundir los
caracteres concretos y las propiedades que distinguen las cosas, dentro de una misma fórmula impersonal y
homogénea. Sólo que, en tanto las semejanzas sobrepasan a las diferencias, bastan a integrar las
representaciones que así se aproximan; las disonancias de detalle desaparecen en el seno de la armonía total.
Por el contrario, a medida que las diferencias se hacen más numerosas, la cohesión se hace más inestable y tiene
necesidad de consolidarse por otros medios. Basta con representarse la multiplicidad creciente de las ciencias
especiales, con sus teoremas, sus leyes, sus axiomas, sus conjeturas, sus procedimientos y sus métodos, y se
comprenderá que una fórmula corta y simple, como la ley de evolución, por ejemplo, no es suficiente para
integrar una complejidad tan prodigiosa de fenómenos. Incluso, aun cuando se aplicaran exactamente a la
realidad esas ojeadas de conjunto, la parte que de las mismas explicaran significa muy poca cosa al lado de lo
que dejan sin explicar. Por este medio, pues, no se podrá arrancar jamás a las ciencias positivas de su
aislamiento. Hay una separación demasiado grande entre las investigaciones de detalle que las alimentan y tales
síntesis. El lazo que liga uno a otro esos dos órdenes de conocimientos es excesivamente superficial y débil, y,
por consiguiente, si las ciencias particulares no pueden adquirir conciencia de su dependencia mutua sino en el
seno de una filosofía que las abarque, el sentimiento que del mismo tendrán será siempre muy vago para que
pueda ser eficaz.

La filosofía es como la conciencia colectiva de la ciencias y aquí, como en cualquier parte, la función de la
conciencia colectiva disminuye a medida que el trabajo se divide.

III

Aunque Comte haya reconocido que la división del trabajo es una fuente de solidaridad, parece no haber
percibido que esta solidaridad es sui generis y sustituye poco a poco a la que engendran las semejanzas sociales.
Por eso, al notar que éstas quedan muy borrosas allí donde las funciones se hallan muy especializadas, ha visto
en esa falta de relieve un fenómeno mórbido, una amenaza para la cohesión social, debida al exceso de la
especialización, y a través de esto ha explicado la falta de coordinación que a veces acompaña al
desenvolvimiento de la división del trabajo. Pero, puesto que ya hemos sentado que el debilitarse la conciencia
colectiva es un fenómeno normal, no podemos convertirlo en causa de los fenómenos anormales que ahora
vamos a estudiar. Si, en ciertos casos, la solidaridad orgánica no es todo lo que debe ser, no es ciertamente
porque la solidaridad mecánica haya perdido terreno, sino porque todas las condiciones de existencia de la
primera no se han realizado.

Sabemos, en efecto, que, donde quiera que se observa, se encuentra, al propio tiempo, una reglamentación
suficientemente desenvuelta que determina las relaciones mutuas de las funciones (21). Para que la solidaridad
orgánica exista no basta que haya un sistema de órganos necesarios unos a otros, y que sientan de una manera
general su solidaridad; es preciso también que la forma como deben concurrir, si no en toda clase de encuentros,
al menos en las circunstancias más frecuentes, sea predeterminada. De otra manera, sería necesario a cada
instante nuevas luchas para que pudieran equilibrarse, pues las condiciones de este equilibrio no pueden
encontrarse más que con ayuda de tanteos, en el curso de los cuales cada parte trata a la otra en adversario, por
lo menos tanto como en auxiliar. Esos conflictos renovaríanse, pues, sin cesar, y, por consiguiente, la solidaridad
no sería más que virtual, si las obligaciones mutuas debían ser por completo discutidas de nuevo en cada caso
particular. Se dirá que hay los contratos. Pero, en primer lugar, todas las relaciones sociales no son susceptibles
de tomar esta forma jurídica. Sabemos, además, que el contrato no se basta a sí mismo sino que supone una
reglamentación que se extiende y se complica como la vida contractual misma. Por otra parte, los lazos que
tienen este origen son siempre de corta duración. El contrato no es más que una tregua y bastante precaria; sólo
suspende por algún tiempo las hostilidades. No cabe duda que, por precisa que sea una reglamentación, dejará
siempre espacio libre para multitud de tiranteces. Pero no es ni necesario, ni incluso posible, que la vida social se
deslice sin luchas. El papel de la solidaridad no es suprimir la concurrencia, sino moderarla.

Por lo demás, en estado normal, esas reglas se desprenden ellas mismas de la división del trabajo; son como su
prolongación. Seguramente que, si no aproximara más que a individuos que se uniesen por algunos instantes en
vista de cambiar servicios personales, no podría dar origen a acción reguladora alguna. Pero lo que pone en
presencia son funciones, es decir, maneras definidas de obrar, que se repiten, idénticas a sí mismas, en
circunstancias dadas, puesto que afectan a las condiciones generales y constantes de la vida social. Las relaciones
que se anudan entre esas funciones no pueden, pues, dejar de llegar al mismo grado de fijeza y de regularidad.
Hay ciertas maneras de reaccionar las unas sobre las otras que, encontrándose más conformes a la naturaleza de
las cosas, se repiten con mayor frecuencia y devienen costumbres: después, las costumbres, a medida que
toman fuerza, transfórmanse en reglas de conducta. El pasado predetermina el porvenir. Dicho de otra manera,
hay un cierto grupo de derechos y deberes que el uso establece y que acaba por devenir obligatorio. La regla,
pues, no crea el estado de dependencia mutua en que se hallan los órganos solidarios, sino que se limita a
expresarlo de una manera sensible y definida en función de una situación dada. De la misma manera, el sistema
nervioso, lejos de dominar la evolución del organismo, como antes se creía, es su resultante (22). Los nervios no
son, realmente, más que las líneas de paso seguidas por las ondas de movimientos y de excitaciones cambiadas
entre los órganos diversos; son canales que la vida se ha trazado a sí misma al correr siempre en él mismo
sentido, y los ganglios no son más que el lugar de intersección de varias de esas líneas (23). Por haber
desconocido este aspecto del fenómeno es por lo que ciertos moralistas han acusado a la división del trabajo de
no producir una verdadera solidaridad. No han visto en ella más que cambios particulares, combinaciones
efímeras, sin pasado y sin futuro, en las que el individuo se halla abandonado a sí mismo; no han percibido ese
lento trabajo de consolidación, esa red de lazos que poco a poco se teje por sí sola y que hace de la solidaridad
orgánica algo permanente.

Ahora bien, en todos los casos que hemos descrito más arriba, esta reglamentación, o no existe, o no se
encuentra en relación con el grado de desenvolvimiento de la división del trabajo. Hoy ya no hay reglas que fijen
el número de empresas económicas, y en cada rama industrial la producción no se halla reglamentada en forma
que permanezca exactamente al nivel del consumo. No queremos, sin embargo, sacar de este hecho conclusión
práctica alguna; no sostenemos que sea necesaria una legislación restrictiva; no tenemos por qué pesar aquí las
ventajas y los inconvenientes. Lo cierto es que esa falta de reglamentación no permite la regular armonía de las
funciones. Es verdad que los economistas demuestran que esta armonía se restablece por sí sola cuando ello es
necesario, gracias a la elevación o a la baja de los precios que, según las necesidades, estimula o contiene la
producción. Pero, en todo caso, no se llega a restablecer sino después de alteraciones de equilibrio y de
perturbaciones más o menos prolongadas. Por otra parte, esas perturbaciones son, naturalmente, tanto más
frecuentes cuanto más especializadas son las funciones, pues, cuanto más compleja es una organización, más se
hace sentir la necesidad de una amplia reglamentación.

Las relaciones del capital y del trabajo hasta ahora han permanecido en el mismo estado de indeterminación
jurídica. El contrato de arrendamiento de servicios ocupa en nuestros códigos un espacio bien pequeño, sobre
todo cuando se piensa en la diversidad y en la complejidad de las relaciones que está llamado a regular. Por lo
demás, no es necesario insistir en una laguna que todos los pueblos actualmente reconocen y se esfuerzan en
rellenar (24).

Las reglas del método son a la ciencia lo que las reglas de derecho y de las costumbres son a la conducta; dirigen
el pensamiento del sabio de la misma manera que las segundas gobiernan las acciones de los hombres. Ahora
bien, si cada ciencia tiene su método, el orden que desenvuelve es interno por completo. Coordina las
manifestaciones de los sabios que cultivan una misma ciencia, no sus relaciones con el exterior. No existen
disciplinas que concierten los esfuerzos de las diferentes ciencias en vista de un fin común. Esto es cierto, sobre
todo, en relación con las ciencias morales y sociales; las ciencias matemáticas, físicoquímicas e incluso biológicas
no parecen ser hasta ese punto extrañas unas a otras. Pero el jurista, el psicólogo, el antropólogo, el economista,
el estadístico, el lingüista, el historiador, proceden a sus investigaciones como si los diversos órdenes de hechos
que estudian formaren otros tantos mundos independientes. Sin embargo, en realidad, se penetran por todas
partes; por consiguiente, debería ocurrir lo mismo con sus ciencias correspondientes. He ahí de dónde viene la
anarquía que se ha señalado, no sin exageración, por lo demás, en la ciencia en general, pero que es, sobre todo,
verdad en esas ciencias determinadas. Ofrecen, en efecto, el espectáculo de un agregado de partes desunidas,
que no concurren entre sí. Si, pues, forman un conjunto sin unidad, no es porque carezcan de un sentimiento
suficiente de sus semejanzas; es que no están organizadas.

Estos ejemplos diversos son, pues, variedades de una misma especie; en todos esos casos, si la división del
trabajo no produce la solidaridad, es que las relaciones de los órganos no se hallan reglamentadas; es que se
encuentran en un estado de anomia.

Pero, ¿de dónde procede este estado?

Puesto que la forma definida que con el tiempo toman las relaciones que se establecen espontáneamente entre
las funciones sociales es la de un conjunto de reglas, cabe decir, a priori, que el estado de anomia es imposible
donde quiera que los órganos solidarios se hallan en contacto suficiente y suficientemente prolongado. En
efecto, estando contiguos adviértese con facilidad, en cada circunstancia, la necesidad que unos tienen de otros,
y poseen, por consecuencia, un sentimiento vivo y continuo de su mutua dependencia. Como, por la misma
razón, los cambios entre ellos se efectúan fácilmente, se hacen también con frecuencia; siendo regulares, se
regularizan ellos mismos; el tiempo, poco a poco, acaba la obra de consolidación. En fin, como se pueden
percibir las menores reacciones por una parte y por la otra, las reglas que así se forman llevan la marca, es decir,
que prevén y fijan hasta en el detalle las condiciones del equilibrio. Pero si, por el contrario, se interpone algún
medio opaco, sólo las excitaciones de una cierta intensidad pueden comunicarse de un órgano a otro. Siendo
raras las relaciones, no se repiten lo bastante para determinarse; es necesario realizar cada vez nuevos tanteos.
Las líneas de paso seguidas por las ondas de movimiento no pueden grabarse, pues las ondas mismas son muy
intermitentes. Al menos, si algunas reglas llegan, sin embargo, a constituirse, son imprecisas y vagas, ya que en
esas condiciones sólo los contornos más generales de los fenómenos pueden fijarse. Lo mismo sucederá si la
contigüidad, aun siendo suficiente, es muy reciente o ha tenido escasa duración (25).

Con mucha frecuencia, esta condición encuéntrase realizada por la fuerza de las cosas, pues una función no
puede distribuirse entre dos o más partes del organismo como no se hallen éstas más o menos contiguas.
Además, una vez dividido el trabajo, como tienen necesidad unas de otras, tienden, naturalmente, a disminuir la
distancia que las separa. Por eso, a medida que se eleva la escala animal, ve uno los órganos aproximarse y,
como dice Spencer, introducirse en los intersticios unos de otros. Mas un concurso de circunstancias
excepcionales puede hacer que ocurra de otra manera.

Tal sucede en los casos que nos ocupan. En tanto el tipo segmentario se halla fuertemente señalado, hay, sobre
poco más o menos, los mismos mercados económicos que segmentos diferentes; por consiguiente, cada uno de
ellos es muy limitado. Encontrándose los productores muy cerca de los consumidores pueden darse fácilmente
cuenta de la extensión de las necesidades a satisfacer. El equilibrio se establece, pues, sin trabajo, y la
producción se regula por sí misma. Por el contrario, a medida que el tipo organizado se desenvuelve, la fusión de
los diversos segmentos, unos en otros, lleva la de los mercados hacia un mercado único, que abraza, sobre poco
más o menos, toda la sociedad. Se extiende incluso más allá y tiende a devenir universal, pues las fronteras que
separan a los pueblos desaparecen al mismo tiempo que las que separan a los segmentos de cada uno de ellos.
Resulta que cada industria produce para los consumidores que se encuentran dispersos sobre toda la superficie
del país o incluso del mundo entero. El contacto no es ya, pues, suficiente. El productor ya no puede abarcar el
mercado con la vista ni incluso con el pensamiento; ya no puede representarse los límites, puesto que es, por así
decirlo, ilimitado. Por consecuencia, la producción carece de freno y de regla; no puede más que tantear al azar,
y, en el transcurso de esos tanteos, es inevitable que la medida se sobrepase, tanto en un sentido como en el
otro. De ahí esas crisis que perturban periódicamente las funciones económicas. El aumento de esas crisis
locales y restringidas, como son las quiebras, constituye realmente un efecto de esta misma causa.

A medida que el mercado se extiende, la gran industria aparece. Ahora bien, tiene por efecto transformar las
relaciones de los patronos y obreros. Una mayor fatiga del sistema nervioso, unida a la influencia contagiosa de
las grandes aglomeraciones, aumenta las necesidades de estas últimas. El trabajo de máquina reemplaza al del
hombre; el trabajo de manufactura, al del pequeño taller. El obrero se halla regimentado, separado durante todo
el día de su familia; vive siempre más apartado de ésta que el empleado, etc. Esas nuevas condiciones de la vida
industrial reclaman, naturalmente, una nueva organización; pero, como esas transformaciones se han llevado a
efecto con una extrema rapidez, los intereses en conflicto no han tenido todavía el tiempo de equilibrarse (26).

Finalmente, lo que explica que las ciencias morales y sociales se encuentren en el estado que hemos dicho, es el
haber sido las últimas en entrar en el círculo de las ciencias positivas. En efecto, hasta después de un siglo, ese
nuevo campo de fenómenos no se abre a la investigación científica. Los sabios se han instalado en él, unos aquí,
otros allá, con arreglo a sus gustos naturales. Dispersados sobre esta vasta superficie, han permanecido hasta el
presente muy alejados unos de otros para poder sentir todos los lazos que los unían. Pero sólo por el hecho de
llevar sus investigaciones cada vez más lejos de sus puntos de partida, acabarán necesariamente por entenderse,
y, por consiguiente, por adquirir conciencia de su solidaridad. La unidad de la ciencia se formará así por sí misma;
no mediante la unidad abstracta de una fórmula, por lo demás muy exigua para la multitud de cosas que deberá
abarcar, sino por la unidad viviente de un todo orgánico. Para que la ciencia sea una, no es necesario que se
comprenda por entero dentro del campo a que alcanza la mirada de una sola y única conciencia —lo cual, por
otra parte, es imposible—, sino que basta que todos aquellos que la cultivan sientan que colaboran a una misma
obra.

Lo que precede quita todo fundamento a uno de los reproches más graves que se han hecho a la división del
trabajo.

Se la ha acusado con frecuencia de disminuir al individuo, reduciéndole a una función de máquina. Y, en efecto,
si este no sabe hacia dónde se dirigen esas operaciones que de él reclaman, si no las liga a fin alguno, no podrá
realizarlas más que por rutina. Repite todos los días los mismos movimientos con una regularidad monótona,
pero sin interesarse en ellos ni comprenderlos. No es ya la célula viviente de un organismo vital, que vibra sin
cesar al contacto de las células vecinas, que actúa sobre ellas y responde a su vez a su acción, se extiende, se
contrae, se pliega y se transforma según las necesidades y las circunstancias; ya no es más que una rueda inerte,
a la cual una fuerza exterior pone en movimiento y que marcha siempre en el mismo sentido y de la misma
manera. Evidentemente, sea cual fuere la forma como uno se represente el ideal moral, no puede permanecer
indiferente a un envilecimiento semejante de la naturaleza humana. Si la moral tiene por fin el
perfeccionamiento individual, no puede permitir que se arruine hasta ese punto el individuo, y si tiene por fin la
sociedad, no puede dejar agotarse la fuente misma de la vida social, pues el mal no amenaza tan sólo a las
funciones económicas, sino a todas las funciones sociales, por elevadas que se encuentren. "Si, dice A. Comte,
con frecuencia se ha justamente lamentado, en el orden material, al obrero exclusivamente ocupado durante su
vida entera en la fabricación de mangos de cuchillo o de cabezas de alfiler, la sana filosofía no debe, en el fondo,
hacer menos lamentaciones en el orden intelectual por el empleo exclusivo y continuo del cerebro humano en la
resolución de algunas ecuaciones, en la clasificación de algunos insectos: el efecto moral en uno y en otro caso
es, desgraciadamente, muy análogo" (27).

Se ha propuesto, a veces, como remedio para los trabajadores, al lado de sus conocimientos técnicos y
especiales, una instrucción general. Pero, aun suponiendo que se pudieran redimir así algunos de los malos
efectos atribuidos a la división del trabajo, no es un medio de prevenirlos. La división del trabajo no cambia de
naturaleza porque se le haga preceder de una cultura general. Es bueno, sin duda, que el trabajador se halle en
estado de interesarse por las cosas del arte, de literatura, etc.; pero no por eso deja de ser igualmente malo el
que durante todo el día haya sido tratado como una máquina. ¡Quién no ve, además, que esas dos existencias
son demasiado opuestas para ser conciliables y poder ser conducidas de frente por el mismo hombre! Si se
adquiere la costumbre de vastos horizontes, de vistas de conjunto, de bellas generalidades, ya no se deja uno
confinar sin impaciencia en los límites estrechos de una tarea especial. Tal remedio no haría, pues, inofensiva a la
especialización sino haciéndola a la vez intolerable y, por consiguiente, más o menos imposible.

Lo que hace desaparecer la contradicción es que, al revés de lo que se dice, la división del trabajo no produce
esas consecuencias en virtud de una necesidad de su naturaleza, salvo en circunstancias excepcionales y
anormales. Para que pueda desenvolverse sin tener sobre la conciencia humana una influencia tan desastrosa,
no es necesario atemperarla con su contraria; es preciso, y ello basta, que sea ella misma, que no venga nada de
fuera a desnaturalizarla, pues, normalmente, el juego de cada función especial exige que el individuo no se
encierre en ella estrechamente, sino que se mantenga en relaciones constantes con las funciones vecinas,
adquiera conciencia de sus necesidades, de los cambios que en la misma sobrevienen, etc. La división del trabajo
supone que el trabajador, lejos de permanecer inclinado sobre su tarea, no pierde de vista a sus colaboradores,
actúa sobre ellos y recibe su acción. No es, pues, una máquina que repite los movimientos cuya dirección no
percibe, sino que sabe que van dirigidos a alguna parte, hacia un fin, que percibe más o menos distintamente.
Siente que sirve para algo. Para esto no es necesario que abarque vastas porciones del horizonte social; basta
con que perciba lo suficiente para comprender que sus acciones tienen un fin fuera de ellas mismas. Desde
entonces, por especial, por uniforme que pueda ser su actividad, es la de un ser inteligente, pues tiene un
sentido y lo sabe. Los economistas no hubieran dejado en la sombra esa característica esencial de la legislación
del trabajo, y, por consecuencia, no la hubieran expuesto a ese reproche inmerecido, si no la hubieran reducido a
ser sólo un medio de aumentar el rendimiento de las fuerzas sociales, si hubieran visto que es, ante todo, una
fuente de solidaridad.

En “Las reglas del método sociológico” estable que el hecho social es toda manera de hacer, fijada o no
susceptible de ejercer una coacción exterior sobre el individuo; o bien, que es general en la extensión de una
sociedad dada, conservando una existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales. Consiste
en maneras de pensar, actuar y sentir exteriores al individuo y dotadas de un poder coercitivo en virtud del cual
se imponen, y tienen como sustrato no al individuo sino a la sociedad. A través de la estadística se puede
desbozar al hecho social de toda mezcla para poder observarlo en estado puro.
La primera regla y mas fundamental es: “considerar los hechos como cosas”. Los fenómenos o hecho sociales,
son producto de la actividad humana, y son cosas por lo tanto deber tratárselos como tales, es decir al tratar los
hechos sociales como cosas se los trata como data, y hay que estudiarlos como cosas exteriores ya que así se nos
presentan. Esta regla posee tres corolarios:

1. Hay que descartar sistemáticamente todas las prenociones, es decir es necesario que el sociólogo se prohíba
la utilización de conceptos formados fuera de las ciencias.
2. Tomar como objeto de investigación solo un grupo de fenómenos previamente definidos a través de ciertos
caracteres exteriores comunes y comprender dentro de la misma investigación a todos los que respondan por
esa definición.
3. Cuando el sociólogo emprende la exploración de un orden cualquiera de hechos sociales debe considerarlos
en un aspecto en que se presenten aislados de sus manifestaciones individuales.

En “La división del trabajo social”, plantea una hipótesis, la cual establece que se da una “transformación de la
solidaridad social, debido al desenvolvimiento cada vez más considerable de la división del trabajo”, es decir que
aunque el individuo se haga cada vez más autónomo porque se especializa en determinadas tareas, depende
más estrechamente de la sociedad (es cada vez más personal pero más solidario).
La división del trabajo tiene como función crear solidaridad entre los individuos, es decir la necesidad que cada
individuo tiene con los otros, para poder, a través de la creciente especialización de cada uno en una tarea
especifica y la interdependencia que de ellos resulta, se puede lograr la unidad social.
Durkheim compara dos tipos de sociedades:

1. Sociedad primitiva: posee una solidaridad mecánica, basada en la semejanza de tareas que desarrollan los
individuos, esto se debe a los fuertes estados de conciencia colectiva que existe en esta sociedad. Aquí se da el
derecho penal, que posee una norma represiva, que consiste en infringirle una pena (daño) a quien ha cometido
un crimen en contra de la sociedad, y mientras más fuerte el estado de conciencia colectiva, mayor será la pena
para el crimen que atente contra ella.
2. Sociedad moderna: posee un tipo de solidaridad orgánica, donde se da la diferenciación de los individuos ya
que se especializan y realizan cada uno determinadas tareas, este se debe a que la conciencia colectiva se ha
debilitado por el incremento de la conciencia individual. Aquí se desarrolla el derecho civil, el comercial, el
administrativo y el constitucional, que busca reestablecer una situación que ha sido perturbada, donde se
establece la norma restitutiva, la cual es un arreglo entre las partes en cuestión.

En cuanto al término conciencia colectiva, se lo entiende como el conjunto de creencias y sentimientos comunes
al término medio de los miembros de una sociedad, constituye un sistema determinado que tiene vida propia, y
es independiente de las condiciones particulares en que los individuos se encuentran colocados.
La falta de normas morales o sociales que contengan al individuo o el incumplimiento de la misma, así como
también el no establecimiento de los lazos de solidaridad entre los individuos de la sociedad (es decir cuando un
individuo no necesita de los otros) se conoce como anomia. El remedio para esta enfermedad, propia de las
sociedades modernas, es algo que regule lo que antes de la industrialización regulaban instituciones como la
iglesia, la familia, el Estado o las corporaciones. Es decir Durkheim propone recuperar algo parecido a esas
corporaciones que reunían a trabajadores y empresarios, regulaban los precios, salarios, horas de trabajos, etc,
estableciendo instituciones o asociaciones que sean intermediarias y acerquen al individuo con el Estado, y lo
guíen y contengan dentro de la sociedad. Estas asociaciones o instituciones serían “cuadros sociales
integradores”.

WEBER

LA ETICA PROTESTANTE:
Weber busca en la EP los fundamentos de este comportamiento racional especifico del capitalismo tanto en
factores histórico-políticos como en los religiosos.

La elección del capitalismo como objeto de estudio por parte de Weber responde a la configuración política y
económica de la Alemania de su tiempo tanto como al interés de comprender y explicar el comportamiento
novedoso de unos actores que combinan individualismo con ética económica.

El interrogante que guía la obra de Weber se centra en la vinculación entre las ideas religiosas y el
comportamiento humano, mas específicamente entre el protestantismo y el calculo económico racional. De esta
manera Weber construye el individuo histórico del ‘espíritu del capitalismo’ basándose en su interés valorativo,
es decir, su selección sobre lo que posee significancia cultural, haciendo un recorte en la realidad y dándole
sentido. El interés sobre el ‘espíritu del capitalismo’ como individuo histórico no se agota en conocer que tiene
de propio, sino que pretende conocer de manera causal las causas que lo originaron, lo que implica la
construcción de un tipo ideal. Es esta relación causal la que va formando la conexión entre ese espíritu y el
protestantismo. La individualidad de este ‘espíritu capitalista’ tiene su fundamento empírico en las máximas de
Benjamín Franklin, las cuales son resultado de una selección de ciertos aspectos de la realidad significativos para
Weber, y que se muestra como un principio orientador de la conducta. Este individuo histórico posibilita el
desarrollo de la conexión causal con el fenómeno de la religión protestante, pero en este sentido se vuelve
necesaria la formulación de un tipo ideal, dado que esta es la herramienta metodológica que Weber utiliza para
posibilitar la explicación causal. Este tipo ideal busca resaltar la esencia de las máximas de Franklin,
determinando una ética compuesta concretamente por la búsqueda de ganancia no como medio sino como fin,
la moderación del goce y el deber profesional entendido como vocación y obligación.

De esta manera, en la vida practica se constata que el oportunismo político y la especulación racional son
reemplazados por la dedicación al trabajo profesional obligatorio, que otorga una base ética a un nuevo tipo de
conducta. Para Weber las máximas de Franklin se entienden como un modo de darle sentido al mundo, un hecho
culturalmente significativo que se vincula al capitalismo. De esta manera se ve la conexión causal entre las
máximas para la acción en cuanto suceso histórico y la conducta económica, observada como efecto de aquellas.
Estas máximas para la acción son devienen de la reforma protestante, y su producto: el luteranismo y el
calvinismo ascético. Este último forma la noción de profesión y de cumplimiento de los deberes terrenales como
único modo de salvación, de agradar a Dios. En este sentido Weber también estudia los escritos de Richard
Baxter, considerándolos revolucionarios dentro del protestantismo, al cambiar la idea de riqueza como algo
reprobable en algo obligatorio que debe ser buscado sin descanso. Junto con la idea de riqueza también se ven
modificadas las de trabajo, que pasa a ser garantía de salvación, y de predestinación, que al postular que todos
los hombres son elegidos de Dios deben desarrollar una intensa actividad profesional para obtener su agrado.
Las ideas de Baxter contribuyen a la conformación de el ethos burgués, que considera a la ganancia un fin
deseable y acepta las desigualdades, ya que la salvación llega por medio de la practica metódica de una
profesión. Estos preceptos claramente racionalizan la conducta, al definir los fines que se deben perseguir y
proporcionar los medios para hacerlo. Cuando el contenido religioso de estos preceptos se debilita, con la
secularización moderna, el trabajo pasa de ser una forma de agradar a Dios a un estilo de vida propio del
universo capitalista, traspaso que contribuye a producir un poderoso orden económico que impone normas de
comportamiento a quienes lo integran.
A modo de conclusión se puede afirmar que Weber descubre en ascesis puritana, a pesar de su origen irracional,
una eficacia practica que la coloca como una de las fuentes históricas del orden económico capitalista.

ECONOMIA Y SOCIEDAD:

Burocracia, democracia y política en Max Weber

Muy vinculado con la época en que vivía observó el crecimiento de la burocracia y su consecuencia: la pérdida de
valores. El avance de la burocracia en todas las esferas de la vida estaba conduciendo al hombre y su sociedad
hacia una ‘jaula de hierro’. Su visión era pesimista y desencantada, la única salida posible se encontraba en una
democracia plebiscitaria.

Estado Moderno y capitalismo

El estado moderno es una asociación de dominación de carácter institucional que ha tratado, con éxito, de
monopolizar dentro de un territorio la violencia física legitima como medio de dominación y que, a este fin, ha
reunido todos los medios materiales en manos de sus dirigentes y ha expropiado a todos los funcionaros
estam4entales que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías
supremas.

Para Weber el estado moderno y el capitalismo compartían:

 Proceso de expropiación: el estado a su cuadro administrativo de los medios de administración y


el capitalismo a los productores independientes de los medios.
 Altamente racional: modo de producción capitalista era racional y requería un estado que
también lo fuera. El estado moderno buscaba una organización política racional y la empresa capitalista una
organización política racional. Ambos tienen una relación de mutua influencia.

La racionalidad del estado moderno radicaba en que la pretensión de legitimidad de su dominación se


fundamenta en el tipo de dominación racional legal.

La burocracia es el cuadro administrativo mas racional ya que: opera a través de leyes creadas racionalmente, las
actividad se reparten, la continuidad del cumplimento de deberes depende de un sistema de normas, la
autoridad (ley) tiene la posibilidad de usar la coacción legitima.

Funcionamiento y características del estado moderno:

Necesita un cuadro administrativo (burocracia), compuesto por funcionarios que administran los asuntos
cotidianos y legitimen el orden. Ellos deben tener un saber técnico, no son dueños de los medios de
administración ni de sus cargos, reciben un salario, están ordenados jerárquicamente: superiores controlan
inferiores lo que genera ámbito de competencia, debe obedecer la ley. Esta administración se caracteriza por la
despersonalización de las relaciones, el cargo adquirido ni determina una relación con una persona sin con la ley.
La dominaciones es impersonal ya que se obedece a la norma y al orden estatuido mas allá de la valoración de
las ordene impartidas. Las leyes orientan el comportamiento del cuerpo administrativo, dejando de lado
cualquier iniciativa que parta de acuerdo a sus valores  se van perdiendo.

Las dos racionalidades


 Racionalidad formal: busca perfeccionar los medios para alcanzar fines preestablecidos. Es
calculadora, se realiza un ajuste utilitario entre medios y fines.
 Racionalidad material: orientada por valores que se consideran fines de la acción. Consiste en
un sistema de valores que se emplea para racionalizar acciones determinados por la existencia de algún valor
que funciona como guía de la acción.

Weber considera que lo específico del capitalismo era la racionalidad formal, propia de Occidente moderno. De
aquí deducía que las necesidades técnicas económicas deviniesen pauta guía de la acción. Los valores estaban
perdiéndose y, según él, la sociedad capitalista de su época se encontraba impregnada de racionalidad formal en
todas las esferas. Consideraba que todo era susceptible de ser calculado, todo se explicaba a través de la ciencia
y se organizaba racionalmente sin tener en cuenta los valores  buscó la manera de introducir en la esfera de la
vida publica esos valores que se habían perdido. Para Weber el mundo necesitaba políticos de vocación que le
reasignaran un sentido al mundo.

Proceso de nacionalización: hacia la jaula de hierro

El avance de la racionalidad formal lo denomino proceso de burocratización. Las sociedades masificadas de la


época y su consecuente complejizacion requerían de una organización racional, que se mostraba en el estado
moderno como burocracia.

Esta era la forma más perfecta de organización pero sin embargo, el camino de la racionalidad era unidireccional
y estaba encaminando al mundo hacia una jaula de hierro, donde peligraba la libertad del propio individuo y las
instituciones democráticas ya que todo quedaría bajo el control de una racionalidad que no tenía en cuenta
valores. Ya no se trata como en Marx de crear una sociedad sin clases sino de ordenar la misma sociedad
pudiendo contralor la burocracia.

Democracia y Burocracia

La democracia ya no era posible en sociedades masificadas con alto grado de complejidad. En estas se hace
necesaria burocracia, y cuando más se la necesita más poderosa se vuelve. Y no es posible erradicarla, si
controlarla. Weber planteaba que la democracia de masas era una democracia burocratizada.

Salida de la jaula de hierro

Para escapar de la jaula de hierro Weber, propone introducir algunas características de la dominación
carismática, cuya racionalidad material orientaría a la ética. Pero la democracia necesitaba de verdaderos jefes
cuya legitimidad se fundamente en el apoyo y la fe de las masas, esto implica la elección a través de un
plebiscito. Este líder no podría operar sin parlamento ni burocracia cuya importancia en el desarrollo de la
sociedad moderna no puede ser soslayada.

Economía y sociedad

El Estado es una relación de dominio de hombres sobre hombres basada en el medio de la coacción considerada
legítima, y para que subsista la dominación, los hombres deben someterse a la autoridad.

Toda dominación se manifiesta y funciona como forma de gobierno. Todo régimen de gobierno necesita del
dominio. El poder de mando puede tener una modesta apariencia y el jefe puede considerarse un servidos de los
dominados La dominación puede presentarse en formas diferentes  directamente democrático. Se llama
democrático porque se basa en la suposición de que todo el mundo esta en principio igualmente calificado para
la dirección de los asuntos comunes y porque reduce al mínimo el alcance del poder de mando. Es inestable y
con la aparición de partidos políticos pierde su carácter específico. Cuando se trata de un gobierno de masas el
concepto de democracia cambia.

¿Por qué se obedece? La legitimidad de la dominación se legitima mediante:

 La autoridad de un poder de mando puede expresarse en un sistema de normas racionales


pactadas u otorgadas. Estas leyes obligatorias legitiman al que dispone del mando y su poder es legítima en
tanto que es ejercido de acuerdo a las mismas. Se obedece a las normas no a la persona. Estructura de la
dominación: burocracia.
 La autoridad personal tiene su fundamento en la sanidad de la tradición y la costumbre.
Estructura de la dominación: patriarcalismo.
 La creencia en el carisma, consagración de lo extraordinario, en la efectiva revelación o gracia
concedida a ciertas personas como profetas, héroes, etc. La forma carismática de la dominación se apoya en la
autoridad, no en la razón ni en la tradición.

Tres tipos puros de la dominación legitima

Dominación: probabilidad de hallar obediencia a un mando determinando que puede fundarse en


intereses, la costumbre o el afecto.

RACIONAL LEGAL TRADICIONAL CARISMATICA

En virtud del estatuto: su tipo más puro


es la dominación burocrática. Su idea En virtud de creencia en la sanidadEn virtud de devoción afectiva a la
básica es que cualquier derecho puedeexistente desde siempre. Su tipo más persona y a sus dotes sobrenaturales
crearse y modificarse por medio de puro
un es el dominio patriarcal. Quien (carisma). Lo siempre nuevo, lo
estatuto sancionado correctamente en ordena es el señor, le obedecen extraordinario,
los lo nunca visto provocan
cuando a la forma. La asociación
súbditos y el cuerpo administrativo son devoción. Sus tipos más puros son el
dominante es elegida o nombrada,los y servidores (dependen del señor profeta, el héroe guerrero y el gran
ella misma y todas sus partes son
(parientes, amigos, etc.). Se obedece
demagogo.
a Quien manda es el caudillo
siervos.
la persona en virtud de su dignidad
y obedece el apóstol. Se obedece por
santificada por la tradición, y por sus cualidades y solo mientras su
El equipo administrativo consta
fidelidad.
de Se reconoce el estatuto como carisma subsista: cuando decaiga su
funcionarios y los subordinados son valido desde siempre.
fuerza heroica o la fe de lo que creen,
miembros de la asociación. entonces su dominio también caduca.

No se obedece a la persona sino a la


regla estatuida.

El superior ordena y obedece.

CONCEPTOS SOCIOLOGICOS FUNDAMENTALES:

CONCEPTOS SOCIOLÓGICOS FUNDAMENTALES


Por: Luis Miguel Lazo López*

Resumen:
La sociología comprensiva de Max Weber tiene como fundamento básico la interpretación de la acciónsocial, es
decir, entender el significado y sentido subjetivo del mismo.La acción social como un hecho dinámico, cambiante y variable,
adopta una
conexión de sentido
diferentey distinta, de allí que Weber identifica tipos de acción social en torno a componentes racionales
eirracionales. En efecto, la obra de este sociólogo busca comprender la acción social y relación social a partirdel
concepto de racionalidad.
Palabras Claves:
sociología comprensiva, acción social, relación social y racionalidad.Max Weber es, sin duda alguna, uno de los
padres fundadores o gestores de la sociología. Esteintelectual desarrolla un paradigma que explora la cuestión
subjetiva, vale decir, el significado o el sentidosubjetivo que tiene las diversas manifestaciones, fenómenos y
hechos sociales. Por tanto,
debe entenderse por sociología (en el sentido aquí aceptado de esta palabra, empleado con tan diversos
significados): unaciencia que pretende entender, interpretándola, la acción social para de esa manera explicarla
causalmenteen su desarrollo y efectos
. Sin embargo, la acción social no es una simple conducta o comportamientohumano como en el sentido común
se puede entender que se da a lo largo y ancho de la vida cotidiana,sino es una conducta humana con sentido
subjetivo, en otras palabras, el individuo tiene una
conexión desentido
, un significado subjetivo construido a partir de la relación con los otros, de allí que es social tanto laacción como la
relación.Ahora bien, Weber identifica la existencia de cuatro tipos de acción social en función al
componenteracional e irracional, es decir, analiza la acción social a partir de la racionalidad del mismo, por lo
cual afirmaque,
el método de la sociología comprensiva es racionalista
. Los cuatro tipos de acción social son lossiguientes: la acción social que busca un fin o fines específicos, la acción
social orientado al cumplimiento devalores (ambos racionales), la acción social determinado por la tradición y la
acción social afectiva (ambosirracionales). No obstante, en este escrito Conceptos Sociológicos Fundamentales
Weber profundiza enlas dos primeras, ya que según creemos, son más importantes en la comprensión de la
sociedad moderna.Para conocer cuando una acción social es racional y cuando no lo es, es necesario interpretar
el sentidomismo que moviliza al individuo, y es que tal como sostiene el autor, el comprender abarca
lainterpretación, yo no puedo comprender el mundo social sin que antes lo haya interpretado. Enconsecuencia,
hay que interpretar la
conexión de sentido
, esto es, el significado subjetivo, el cual tiene quever con motivos, fines, medios, valores, convicciones, tradición,
lo emotivo, la evidencia, las condiciones,etc.La acción social con arreglo a fines implica objetivos, metas y
propósitos que se traza el individuo,entonces su acción se orienta al logro de fines, tal como lo expresa Weber;
actúa racionalmente con arregloa fines quien orienta su acción por el fin, medios y consecuencias implicadas en
ella y para lo cual sopeseracionalmente los medios con los fines, los fines con las consecuencias implicadas y los
diferentes fines posibles entre si ...
. Esta acción social es planeada, proyectada, elaborada y por lo tanto racional, ya que seusan medios y se
anticipan las consecuencias posibles en función a los fines ya establecidos de antemanopor el sujeto. Por otro
lado, la acción social con arreglo a valores se basa en componentes éticos, religiosos,estéticos, etc; los cuales
orientan la acción de la persona, no se establecen fines ni se anticipanconsecuencias, sino se obra de acuerdo a
valores, porque el que
actúa estrictamente de un modo racional con arreglo a valores quien, sin consideración a las consecuencias
previsibles, obra en servicio de sus

convicciones sobre lo que el deber, la dignidad, la belleza, la sapiencia religiosa, la piedad o la trascendenciade
una causa, cualquiera que sea su genero, parecen ordenarle
. Es así que, la acción social no se orienta porfines sino por valores que posee el sujeto, por lo cual esta acción
también es racional. Los fines y los valorespor ser elaboraciones subjetivas con sentido, hacen que los individuos
actúen racionalmente.La acción social afectiva se dinamiza a partir de lo emotivo, lo sentimental y los afectos
que posee lapersona, ya que como lo sostiene Weber, esta acción es,
especialmente emotiva, determinada por afectos y estados sentimentales actuales
. En este especifico sentido, la acción social no es racional porque obedece aalgo espontáneo, del momento, por
la pasión y lo emocional, no tiene fines ni contiene valores, por lo cuales irracional. Dentro de esta misma línea
de análisis, se encuentra la acción social tradicional, el cual esconstituido por alguna costumbre arraigada en el
individuo, es algo mas rutinario, continuo, repetitivo oacostumbrado, no tiene mucho sentido por ser una
reacción a lo habitual y rutinario de la tradición de lavida cotidiana. Esta idea Weber lo amplia al afirmar lo
siguiente;
la acción estrictamente tradicional enigual forma que la imitación puramente reactiva (ver supra) está por
completo en la frontera, y mas allá,muchas veces, de lo que puede llamarse en pleno una acción con sentido.
Pues a menudo o es mas que unaoscura reacción a estímulos habituales, que se desliga en la dirección de una
actitud arraigada. La masa detodas las acciones cotidianas, habituales, se aproxima a este tipo, el cual se incluye
en la sistemática no soloen cuanto cosa limite sino porque la vinculación a lo acostumbrado puede mantenerse
consciente en diversosgrados y sentidos ....
Sin embargo, la acción social, como ya antes se expuso, se gesta a partir de la relación con los otros,de allí que
Weber explora de forma profunda la relación social. La acción social nos permite explicar sobretodo las hechos
individuales influenciados en torno a los otros por lo cual es social, pero interpretar larelación social es
estudiar los grupos humanos, las instituciones, comunidades y sociedades. Bajo esta lógica,el mismo autor hace un
acercamiento sociológico de manera compleja, ya que analiza lo social en función delo micro y lo macro, la acción social es lo micro
y la relación social es lo macro. Esto podemos abordarlo demejor manera con la definición que hace Weber
sobre la categoría, el dice;
por relación social debeentenderse una conducta plural de varios que, por el sentido que encierra, se
presenta comorecíprocamente referido, orientándose por esa reciprocidad. La relación social consiste, pues,
plena y exclusivamente, en la probabilidad de que se actuara socialmente en una forma (con sentido)
indicable;siendo indiferente, por ahora, aquello en que la probabilidad descansa
. Entonces, la relación social nospermite explicar los fenómenos grupales, de un colectivo o de una pluralidad de
actores con específicoscomportamientos o acciones sociales. En síntesis, no hay acción social sin relación social y viceversa.En este
escenario, existe de alguna u otra manera una correspondencia, interacción y reciprocidadentre los individuos,
puede ser temporal o permanente y con un significado subjetivo especifico, en otrostérminos, la
conexión de sentido
de la relación social tiene una peculiaridad en función a los sujetos que locomponen. No existe relación social
cuando no existe
conexión de sentido
y reciprocidad en el colectivo, yes que en cualquier agrupación no se produce una real relación social, solo en la
que las mismas personas leatribuyen un sentido y significado subjetivo a lo que hacen. Así, Weber plantea
entender la realidad socialcon la interpretación de la acción social y relación social y el sentido o significado de
los mismos. Lasociología comprensiva de Max Weber se basa en ambas categorías, ya que según podemos ver
losproblemas, hechos, fenómenos, situaciones y manifestaciones del conglomerado humano, se comprendenal
revisar la complejidad de relación y acción social en ellas constituida.Dentro del estudio de la acción y relación social un
concepto que permanece de forma fundamental es laracionalidad, y es que tal como Giddens lo reconoce, Weber es uno de
los teóricos de la modernidad, lo cualimplica según el mismo autor un proceso de racionalización de la sociedad, vale decir que la
modernidadtiene que ver con una dinámica en donde la racionalidad se constituye en la vida social. Cuando Weber
analiza en Conceptos Sociológicos Fundamentales los fines, medios, valores y demás elementos quecomponen
la acción social racional, explica de manera directa que hay sociedades que efectivamente seguían por este
orden, lo que equivale a considerarlas modernas. Por otro lado, también hay sociedades endonde priman
aquellas acciones sociales irracionales, estos, sin duda alguna, serian tradicionales. Weber adiferencia de otros
teóricos de la sociología Emile Durkheim, Carlos Marx, Talcott Parsons, etc noaborda de forma clara y directa
el concepto de estructura, mas específicamente estructura social. Se podríadecir que su perspectiva es desde
luego contraria a la metodología positivista, organicistas, estructuralista yfuncionalista. Para este intelectual el objeto de
estudio de la sociología es la acción social, ya que se centraen la exploración del sentido o significado subjetivo de la acción social y relación social,
ya según refiereestos hacen posible la construcción de la realidad social.
EL POLITICO Y EL CIENTIFICO:

Max Weber, (Efurt 1864 - Munich 1920), historiador y sociólogo alemán. Estudió economia, derecho y filosofia.
Nacionalista y a la vez liberal, se opuso a la política de los epígonos de Bismarck y formó parte de la comisión
redactora de la constitución de Weimar.

Sus trabajos abarcan muchos aspectos y muy variados, y solamente de una manera parcial manifiestan las
tensiones internas del autor y sus enfrentamientos con los utilitaristas, los marxistas y los historicistas.
Preocupado por la influencia mutua de los intereses materiales i espirituales en la interacción de las clases y
grupos sociales, ivestigó los vinculos entre ideas religiosas y conductas económicas tanto en las sociedades
occidentales como en las orientales: en su obra más conocida, Die protestantische Ethik und der Geist des
Kapitalismus (La ética protestante y el espíritu del capitalismo, 1904 - 05), estudió nexos entre el protestantismo
y la génesis del capitalismo. También se interesó por la naturaleza del poder y sus modalidades, y en todo
momento remarcó la pluralidad de las causas del desarrollo de la histórico y la necesidad de conocer los
contenidos culturales para interpretar los cambios sociales, en la perspectiva de llegar a una conceptualizaciñon
de los colectivos en función del comportamiento social y no de las estructuras.

Al morir dejó inédito, un monumental tratado, Wirtschaft und Gesellschaft ( Economia y sociedad) publicado a
partir de 1922.

"El político y el científico" (Weber, 1984) tan oportuna en estos tiempos de descrédito de políticos y de
escepticismo en las ciencias.

Estos dos discursos de Max están encaminados a observar las diferencias entre la vocación del político y el deber
del científico. Y se podria describir a éste como un político frutrado y un científico insatisfecho de sí mismo y de
su objeto.

 La primera pregunta que se formula en este libro es: ¿Qué debe ser un político? Weber
sabiendo que el político, en su época, como hoy también, no era precisamente un modelo, propuso un "deber
ser" de político a ser imitado por los que sentían esa vocación. Decía: "un político debe contar con tres virtudes:
pasión, sentido de responsabilidad y mesura". Una definición difícil, por no decir imposible, de ser encarnada. Y
es aquí donde está el problema. Dos virtudes racionales y una irracional excluyentes entre sí y con un equilibrio
donde es exigible el sacrificio de una de ellas.

Sin duda, podríamos decir que el dilema del político de Weber proviene de dos filósofos griegos: Aristóteles que
decía que la mayor virtud de un político era la prudencia, y la pasión, venida de Platón.

 Por otro lado Max quiere diferenciar entre la moral de la convicción y la moral de la
responsabilidad. Weber decía que hay dos formas de luchar políticamente por los fines que cada quien concibe.
Pero hay una diferencia fundamental: el sacrificio o no de cosas y personas en función de los fines. En efecto,
estamos ante el viejo dilema de si el fin justifica los medios o no. Para el convencido de su causa, sólo hay el tipo
de moral derivada de los fines por los que combate. "El que triunfa siempre tiene la razón". Weber llama a estas
personas "irresponsables" porque no miden las consecuencias de sus propios actos que recaerán de modo
negativo precisamente sobre las generaciones que dicen defender. Por otro lado, está también el convencido de
su causa, pero a diferencia del otro éste obra con responsabilidad. Es aquel que está orientado por ciertos
valores éticos que no le permiten ciertos tipos de sacrificio y que siempre pondera las consecuencias de sus
actos precisamente midiendo el futuro. Para Weber este tipo de político es el deseable. Sin embargo, Weber
tiene aún su dilema donde la pasión se opone a la mesura y el convencido al responsable. Por esto Weber
pretende en este libro conciliar las dos morales.

 Por otra parte Max también nos habla sobre la eficacia y la esencia de la política. La política no
ha dejado de encerrar en su seno la racionalidad de la eficiacia. Las cosas no son buenas ni malas, sino útiles o
inútiles para una empresa cualquiera. En este sentido, a Weber no le interesan los fines, aunque los admite para
entender la racionalidad de los políticos de distintos signos. Por eso, es un científico que no se embriaga con la
nobleza o las miserias de unas metas abstractas. Por supuesto que en este sentido no deja de hablar por medio
de valores. Weber analiza los valores con "relaciones de valores". Y exactamente esa es la paradoja de la política:
su eficacia en el terreno de la moral.

 Los tipos de dirigentes políticos. En sólo las primeras páginas, Weber define su concepción sobre
la violencia del Estado, que ya se ha vuelto un lugar común en la sociología moderna, como legítima.

Luego define los tipos de dirigentes que suelen presentarse en los países con sistemas políticos desarrollados.
Habla fundamentalmente de dos clases: del líder carismático y un cierto tipo oscuro -el boss- producto del
sistema político norteamericano. Los dos tipos se derivan, a su vez, de los partidos de notables y los partidos de
masas. Al "boss" le dedica una buena cantidad de páginas y tal y como lo describe esta clase de dirigente es el
típico político maquiavélico, oscuro, tramposo y sin escrúpulos. Es, en una palabra, el que fabrica a los líderes,
pero también el producto del aparato partidario, el funcionario. Termina diciendo que sólo el de alma fuerte
encontrará su vocación de político y que a los demás, como él mismo, no les quedará más remedio que
dedicarse a otra cosa o marcharse a casa.

 Por último Weber nos habla sobre El científico. Hay tres aspectos básicos que llaman la atención
en este discurso de Weber. Son, por un lado, de cara a las ciencias en el que los juicios de valor no deben
interferir en los hechos; por otro, el deber del científico de abandonarse a su causa y, por último, la posición del
hombre de ciencia ante los fenómenos políticos concretos. Es una contradicción que Weber, prive de sentido a
su objeto, sobre todo cuando él es el defensor de la influencia de los valores en la actividad humana, aunque
sólo sea para tomarlos en cuenta y no necesariamente creer en ellos.

Max confirma que la ciencia no puede enseñar cómo vivir o cómo comportarse ante el mundo. El fenómeno se
vuelve trágico cuando, por ejemplo, se opone a que los profesores de su Universidad apoyen o combatan una
huelga estudiantil. No se trata, dice "con vehemencia", de convertir a los profesores en "profetas". En resumen,
Weber separa entre los hechos y los valores.

"EL POLÍTICO Y

EL CIENTÍFICO"

Max Weber

You might also like