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Entre los modos derivados, esto es, sucesiones particulares inter vivos, en las que el sujeto
que adquiere loa propiedad tiene que respetar los derechos reales establecidos sobre el
objeto por su predecesor por aplicación de la regla de que “nadie puede transmitir más
derechos que los que él mismo tiene”,

Mancipatio: era un negocio solemne


usado por los ciudadanos romanos en la transmisión de las res mancipi. consistía en el cambio de una
cosa por una suma de dinero, acto que debía cumplirse en presencia del pueblo y en el que el
enajenante daba la cosa y el adquiriente el precio en dinero que era valorado por su peso, por
lo cual había que pesarlo en una balanza. Reservada esta figura para los ciudadanos romanos,
únicos titulares de la propiedad quiritaria. Además de utilizarse para formalizar la transmisión de la
propiedad, la mancipatio
servía para la transmisión de los otros derechos reales, la realización de
determinados actos del derecho de familia entre otros. Efectos: transmisión de la propiedad,
Obligación en el transmitente de garantizar la pacífica disponibilidad de la
cosa transmitida

“In iure cessio”,


La in iure cessio es un modo adquisitivo que debia llevarse a cabo frente al
tribunal. consistía en un simulado proceso de reivindicación realizado sobre el
esquema de la legis actio per sacramentum in rem, en el cual tanto el
adquiriente como el enajenante se presentaban ante el magistrado (in iure).
El primero, quien asumía el rol de actor, reivindicaba la cosa como si fuere
suya y el segundo no se oponía (cederé). Ante la falta de contradicción el
magistrado pronunciaba la adictio, adjudicando la cosa a quien la había
reclamado como propia. Así, el enajenante perdía la propiedad del bien, que
se transmitía al adquiriente, que quedaba públicamente reconocido como
propietario ex iure quiritium.
Traditio:

fue el modo trasmisivo usual y ordinario del Derecho Romano consistía en la entrega
de una cosa hecha por el propietario (tradens), a otra persona (accipiens) con la
intención de que ésta la adquiera ocupando su lugar, para lo cual, las partes
intervinientes en el negocio, debían ser capaces de enajenar y de adquirir. produce el
efecto de transmitir al adquirente la propiedad de la cosa entregada; pero como nadie
puede transmitir más de lo que tiene, el dominio pasa al adquirente en las mismas
condiciones en que lo tenía el tradente. Hay que advertir que sólo pasan al adquirente
los derechos y los gravámenes inherentes a la cosa (iura in re), pero no las
obligaciones y los derechos personales del transmitente.

Traditio ficta: traditio ficta, en que no se da un traspaso o entrega


efectiva de la cosa, poder y posesión, sino un signo que la
representa, como ficción de entrega, produciendo los mismos
efectos que ésta.
CASOS DE LA TRADITIO FICTA
Son aquellas en las que se produce la transmisión de la propiedad sin la entrega física de la
cosa.
 La traditiosimbolica: consiste en entregar un símbolo o en realizar un acto simbólico.
 La traditio longa manu: que significa entregar una cosa que esta situada a distancia por
su indicación.
 La traditiobrevi manu: el que se haya detentado una cosa como arrendatario,
depositario o comodatario, se convierte, con el consentimiento de la otra parte, en poseedor
jurídico.
 El constitutumpossessorium: es el caso contrario al anterior, es decir, cuando el que
posee la cosa en nombre propio la enajena a otro pero conservándola en su poder con
usufructario o arrendatario.
Ulpiano: Regla 19,8: "Por Usucapión alcanzamos la propiedad, tanto de las cosas
mancipables como de las no mancipables. La Usucapión consiste en la
adquisición de la propiedad por la posesión continua de las cosas durante uno
o dos años; un año para las cosas muebles y dos para las inmuebles".
Según el derecho justiniano
l. Res habilis. Este requisito tiene que ver con la cosa que se va a usucapir,
que debería estar in commercium, puesto que las cosas que estaban fuera del comercio
no podían ser apropiadas por los particulares.
2. Titulus. El titulo es aquel que justifica la posesión; en otras palabras, esto
quiere decir que la posesión debe estar fundada en una justa causa de adquisición.
Estas causas son: pro emptore, pro donato, pro dote, pro legato, pro soluto,
pro derelicto; es decir, que se debe poseer como comprador, donatario, en virtud
de la dote; como legatario, por haber recibirlo un pago o por haber ocupado una
cosa que se pensó estaba abandonada.
En todos los casos anteriores existió un titulo que debió haber sido suficiente
para justificar la adquisición y, en su caso.Ia propiedad, pero por un vicio de fondo
-que el transmitente no fuera el propietario de la cosa-, o de forma -no haber
realizado la mancipatio o la in iure cessio- no se adquirió la propiedad y sólo
se justificó el comienzo de la posesión.
3. Fides. Existe la buena fe cuando el poseedor cree tener derecho a la posesión.
Sólo el poseedor de buena fe puede convertirse en propietario por usucapión;
en el Derecho romano, el ladrón no podía usucapir.
4. Possessio. La posesión deberia ser continuada, pues una interrupción hacia
necesario el comienzo de una nueva usucapión con todos sus requisitos.
5. Tempus. La Ley de las XII Tablas fijó el plazo necesario para la usucapión,
que debia ser de un año para cosas muebles y dos años para inmuebles.

Usucapio pro herede:


Usucapión de bienes hereditarios llevada a cabo durante el período
comprendido entre la muerte del testador y la aceptación por parte
del heredero, para ello no era necesario ni "iusta causa" ni buena fe.

Usureceptio ex fiducia
Usucapión por parte del dueño que dio en garantía ante el pretor o por
mancipatio, volviendo después a poseer la cosa durante un año, no siendo
necesario para ello ni iusta causa ni buena fe.

http://uvm-derecho.blogspot.com/2014/11/derecho-romano-i-tema-20-la-propiedad_9.html

Posesion: el poder de hecho que una persona ejerce sobre una cosa, con la intención
de retenerla y disponer de ella como si fuera propietario.

Elementos

corpus y es precisamente el controlo poder físico que la persona ejerce sobre la cosa.
El segundo elemento tiene carácter subjetivo, se denomina animus possidendi o simplemente animus, y
consiste en la intención o voluntad del sujeto de poseer la cosa, reteniéndola para sí, con exclusión de los
demás.
Para adquirir la posesión es necesaria la reunión de ambos elementos.
Puesto que el corpus implica un poder material o una relación física entre
el poseedor y la cosa, en principio, la posesión sólo podía referirse a cosas corporales.
Sin embargo, más adelante se admitió la posesión de cosas incorporales;
es decir, la posesión de derechos, y para ella se creó la figura de la quasi possessio
o iuris possessio.
Se podía adquirir el corpus a través de otra persona, como un hijo o un esclavo,
o bien, por un representante.
En cuanto a la adquisición de la posesión de un inmueble, no hacía falta recorrer
todo el fundo, era suficiente con introducirse en él; tratándose de cosas
muebles, bastaba con que quedaran puestas a disposición del poseedor.
En lo concerniente al animus o intención de poseer, era necesaria la capacidad
jurídica para poder adquirir la posesión.
No tenían el animus possidendi aquellas personas que estuvieran autorizadas
a actuar sobre las cosas en virtud de otro derecho -real o personal-, que
excluyera la posibilidad de que se convirtieran en propietarios. Se decía que sólo
tenían una posesión natural sobre la cosa en cuestión; esto es, una mera
detentación'.
La posesión se perdía por la pérdida de cualquíera de sus elementos -el corpus
o el animus-, y forzosamente por la pérdida de ambos.

La posesión es justa cuando se adquiere sin perjudicar a un anterior poseedor,


esto es. que se adquiere sin vicios. Por eso también se le llama posesión no
viciosa.
La posesión injusta implica lo contrario: al adquirirla se dañó a otro poseedor;
esta posesión también se conoce como posesión viciosa, y aparecía cuando
se adquiría violentamente (vi). clandestinamente (clam]; o en virtud de un precario,
cuando el que tiene una cosa que se le habia concedido en uso se negaba a
devolverla. .
La posesión también puede ser de buena o de mala fe. Es de buena fe cuando
el poseedor cree tener derecho a la posesión, y es de mala fe cuando sabe que
no lo tiene, como es el caso del ladrón.
El poseedor de buena fe con el transcurso del tiempo puede convertirse en
propietario, por usucapión; además, se hace dueño de los frutos hasta el momento
en que el verdadero dueño le reclame la cosa poseída, tiene derecho a los gastos
necesarios y útiles que hubiera hecho para la conservación del objeto y puede
retenerlo hasta que le sean pagados.
El poseedor de mala fe jamás se convierte en propietario; además, debe devolver
todos los frutos y sólo tiene derecho a recuperar los gastos necesarios.
Cualquier poseedor podía pedir la protección posesoria por medio de los interdictos,
tanto el de buena como el de mala fe, siempre que no lo hiciera en
relación con la persona de quien hubiera obtenido la posesión de forma viciosa,
esto es, con violencia, clandestinamente Oen precario.

Interdictos posesorios
ante la amenaza de despojo, y son aquellos que sirven para retener la posesión
(interdicto retinendae possessionisl; se utilizan antes de que el despojo se
consume, esto es, cuando alguien perturba la posesión. Los otros se utilizan cuando
el despojo ya se realizó, para pedir la restitución del objeto: son los interdictos
que sirven para recuperar la posesión (interdicta recuperandae
possessionisr',
A. Interdicto retínendae possessioais
En este grupo de interdictos que se utilizaban para retener la posesión, encontramos
uno referente a la posesión de bienes inmuebles, que se llama interdicto
uti possidetis, y otro que se utiliza para la conservación de bienes muebles y se
llama interdicto utrubi.
a. Interdicto uti possidetis
Como ya dijimos, este interdicto servía para conservar o retener la posesión de
bienes inmuebles. Se otorgaba al que estuviera poseyendo, vale decir, al poseedor
actual del inmueble, para que se defendiera de cualquier perturbación. De
este modo, el poseedor lograba mantener la posesión actual, siempre y cuando
ésta no fuera viciosa, pues si la había obtenido con violencia, de forma clandestina
o en razón de un precario, en relación con el adversario, el pretor le ordenarla
devolver el inmueble. De ahí que aunque este interdicto se considera de carácter
prohibitorio, pudiera fungir, en este último caso, como un interdicto para recuperar
la posesión, y tuviera también carácter restitutorio. Por otro lado, el
interdicto uti possidetis es un interdicto dúplex, porque cualquiera de los litigantes
podía tener el papel de demandante o de demandado, por ello el magistrado
lo dirigía a ambos, en los mismos términos, ordenándoles no perturbar
la posesión actual.
b. Interdicto utrubi
Como sabemos, este interdicto se usaba para conservar la posesión de bienes muebles.
Se otorgaba al litigante que hubiera poseído el objeto en cuestión por más
tiempo durante el último año. Por lo tanto, era también un interdicto duplex, y al igual que en el caso anterior,
aunque su carácter fuera esencialmente prohibitorio,
también podía servir para recuperar la posesión.
B. lnterdicta recuperandae possessionis
Entre los interdictos que sirven para recuperar la posesión, existen tres, que son:
el interdicto unde vi, el interdicto de precario y el interdicto de clandestina possessione.
a. Interdicto unde vi
Este interdicto servia en los casos en que se era desposeido por la fuerza, esto
es, violentamente, de un inmueble. Aparecia en dos formas distintas: de vi y de
vi armata; esta última se utilizaba para defenderse cuando la desposesión se habia
realizado con la ayuda de hombres armados.
b. Interdicto de precario
Este interdicto lo otorgaba el magistrado para pedir la restitución de una cosa
mueble o inmueble -que se habia dado a titulo de precario- cuando el precarista
se negaba a devolverla.
c. Interdicto de clandestina possessione
Este interdicto se daba contra la desposesión oculta y maliciosa de un inmueble.
Los tres interdictos que acabamos de analizar servian para recuperar la posesión
y, por lo tanto, son interdictos restitutorios. Los tenia cualquier poseedor
para defenderse en esos tres supuestos; su ejercicio por regla general sólo
se excluía en relación con la persona de quien se hubiera obtenido la posesión
de forma viciosa, esto es. con violencia. clandestinamente o en precario.

Las servidumbre y clasificacion

las servidumbres son derechos reales de goce limitados en


su contenido, y se pueden constituir para aumentar el valor de un inmueble o
sólo con miras a favorecer a un sujeto determinado. En el primer caso estaremos
en presencia de las servidumbres reales o prediales; en el segundo, ante las
servidumbres personales.

Las servidumbres personales son inseparables de sus titulares; no pueden


enajenarse ni heredarse. Por su parte, las servidumbres prediales son inseparables
del inmueble al que favorecen, no importando quién sea el propietario, y nunca
se podrán transferir independientemente de él; durarán tanto tiempo como
éstesubsista. Por el contrario, las servidumbres personales se extinguen al morir
el titular, y el tiempo máximo que pueden durar será el que corresponda a su
vida.

Servidumbres reales a prediales


Sabemos que éstas consisten en un derecho que va a ejercer el titular de un predio
sobre un inmueble aj eno, por lo cual será necesario que los predíos sean vecinos
y los propietarios diferentes; al predio que obtiene las ventajas se le denomina
fundo dominante, mientras que el que soporta la servidumbre se conoce como
fundo sirviente.
Este tipo de servidumbres se divide en servidumbres rurales y servidumbres
urbanas.
Cabe la salvedad de que los romanos entendían por urbano todo edíficio que
estuviese construido en la ciudad o en el campo, y por rustico todo terreno no
construido; la naturaleza de la servidumbre se calificaba de acuerdo con las características
del fundo dominante.
Las principales servidumbres rurales son:
• De paso; esto es, el hecho de permitir circular por el fundo sirviente, según
las necesidades del fundo dominante, lo que trae como consecuencia
la diferencia en el tipo de servidumbre de paso, bien fuese para carro, bestias
o simplemente circular a pie.
• De acueducto; es decir, el permitir conducir agua por algún medío a través
del fundo sirviente, para beneficio del fundo dominante.

De toma de agua, consistente en permitir al propietario del fundo dominante


tomar el agua necesaria para su servicio del estanque del fundo sirviente.
• De pasto, o sea permitir pastar a las bestias del propietario del predio dominante
en el predio sirviente.
Entre las servidumbres urbanas más frecuentes encontramos:
• Apoyo de viga, consistente como su nombre lo indica, en permitir al propietario
del fundo dominante utilizar un muro del fundo sirviente para
apoyo de una viga.
• Apoyo de muro; es decir, el derecho de descansar un muro sobre la construcción
del vecino.
• Desviación de agua de lluvia, mediante la cual se obligaba al propietario
del predio sirviente a recibir las aguas de lluvia de la casa vecina, bien fuese
de forma directa, o bien mediante un conducto determinado.
• Prohibición de levantar construcciones; se daría cuando nos encontráramos
con la situación de que el propietario del predio dominante impide
al propietario del fundo sirviente levantar una construcción de determinada
altura que le pueda quitar la vista, o bien afecte la luz que recibe.

2.1 CARACTERÍSTICAS
 El beneficio es de un fundo a otro fundo
 Servicio permanente
 Debe haber continuidad entre los dos fundos, deben ser vecinos
 Se impone una abstención al propietario del fundo sirviente, el que debe dejar
hacer al propietario del fundo dominante.
 Son indivisibles, esto quiere decir que no se pueden constituir ni extinguir por
partes
 El propietario del fundo dominante no puede ceder el derecho de servidumbre a
terceras personas ni por arrendamiento ni usufructo, por cuanto el beneficio no es
personal.

Es el derecho a usar y disfrutar una cosa ajena no consumible, sea mueble o inmueble,
sin otra limitación que la de conservarla en el mismo estado en que se
encuentre al momento de constituirse el usufructo.
El usufructuario deberá cuidar debidamente la cosa y devolverla al tiempo
del vencimiento sin haber alterado la naturaleza del bien, ya que de ser así se terminaría
con el usufructo.
El usufructo también podia terminar por las siguientes causas:
a. Por muerte del usufractuario.
b. Capitis deminutio del usufructuario.
c. La pérdida de la cosa dada en usufructo.
d. Por cumplirse el tiempo fijado.

Derecho y deberes del usufructuario


Reconocida a una persona el derecho de percibir los frutos (fructus) había que
presuponer un cierto poder de manejo (usus) de la cosa: “fructus sine usu ese non
potes” es decir, no puede haber disfrute sin el ejercicio de un poder de manejo. De tal
manera que era una tenencia de la cosa a modo fructífero
El usufructuario hacía suyos, por percepción, los frutos: las crías de los animales sí,
pero no los partos de las esclavas; las adquisiciones resultantes de los servicios del
esclavo sí, pero no de las herencias o legado recibidos por éste, los que al igual que
los partos de las esclavas pasaban a pertenecer al nudo propietario.
Al titular del bien, le quedaba el derecho de disponer de la cosa y aún de gozarla en los límites
en que no obstaculizara el usus y el fructus del usufructuario. El derecho del usufructuario se
extendía a todo posible goce que fuese compatible con el derecho del propietario a que la cosa
no experimentara transformación o destrucción. El usufructuario no podía enajenar su derecho,
pero nada le impedía ceder su ejercicio. No podía alterar la esencia y destino de la cosa.

Cuasiusufructo

Se ha hablado también de la figura del cuasiusufructo, cuando se daban en


usufructo bienes consumibles, que tenian que ser devueltos por otros de la misma
especie, calidad y cantidad que los otorgados en un principio.
Esta situación se presentaba en casos de legados; en el momento en que el
legatario recibía las cosas, daba garantía al heredero de devolver otras de la misma
especie, calidad y cantidad o, en su defecto, el equivalente en dinero.

Uso y habitación
El uso se refiere al derecho de obtener de una cosa todo el uso de que sea
susceptible, pero sin percibir fruto alguno. Comprendía el ius utendi, exclusivamente,
de manera que el usuario no estaba autorizado a arrendar o ceder el ejercicio de su
derecho por el pago de un precio, porque, al carecer del ius fruendi no podía adquirir
los frutos civiles que la cosa produjera. Se consideraba derecho indivisible, se
constituía y se extinguía por las mismas causas del usufructo, estando el usuario
sometido al cumplimiento de obligaciones similares a las del usufructuario.
Habitación, fue un derecho justinianeo donde se configuró la habitatio como una servidumbre
personal. Consistía en el derecho real de habitar una casa con posibilidad de darla en
arrendamiento, como su fuera un usufructuario. No se extinguía por el no uso, ni por la capitis
deminutio de su titular.

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