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Ingredientes
Para esta preparación se deben tomar medidas de seguridad muy estrictas, ya que la sosa
cáustica es un producto MUY peligroso. Se recomienda utilizar guantes, mascarilla y gafas de
protección para evitar quemaduras con la sosa cáustica. Es muy importante que los niños estén
lejos del lugar de preparación y que la habitación esté muy bien ventilada. El solo hecho de tocar,
inhalar los vapores o acercar la cara a la sosa puede ocasionar quemaduras.
Añadir la sosa cáustica al agua (y nunca al revés) del recipiente de acero inoxidable, vigilando de
no salpicar (cosa que puede pasar, por la propia reacción química que se desencadena, si la
mezcla se hace de golpe), ya que se trata de un producto muy corrosivo. Esta reacción da un
aumento de la temperatura considerable de la mezcla (puede llegar incluso a los 70-80 ºC), de
manera que hay que dejarla reposar unos minutos.
Añadir el aceite mezclando con la batidora, siempre en la misma dirección, hasta que adquiera
una textura más espesa.
Añadir la avena, la leche en polvo y la miel y remover de nuevo (5-10 min en total).
Finalmente volcarlo en el molde y dejarlo secar durante un mes (a los 10 días se puede
desmoldar y cortar si se desea, con guantes).
Advertencia: NO usar directamente ni aprovechar los restos el mismo momento pues aún
pueden contener trazas de sosa.
Otras Curiosidades
También se podría elaborar el jabón con leche fresca, en este caso añadir 400 mL de leche con
100 mL de agua, previamente mezclados con la sosa y seguir con el procedimiento habitual.
Se recomienda untar los moldes con unas gotas de aceite, de forma que se desmoldarán más
fácilmente. No usar moldes de silicona.
La saponificación es una reacción química que produce la formación de jabón. La principal causa
es la disociación de grasas en un medio alcalino, separándose glicerina y ácidos grasos. Estos
últimos se asocian con los álcalis formando las sales sódicas de los ácidos grasos: el jabón. Esta
reacción se denomina también desdoblamiento hidrolítico y es una reacción exotérmica.
El índice de saponificación varía para cada grasa. El aceite de oliva de acidez 0,2-0,4 es el que
mejor funciona para realizar jabón, a diferencia del aceite de girasol, que es muy difícil de cuajar.
Con el jabón de aceite de oliva la piel continua su proceso natural, no corrompe el ciclo de la
piel, no la irrita ni pica. A diferencia de esto, el jabón de glicerina absorbe el agua de la piel y la
reseca.De todas formas se pueden mezclar diferentes tipos de aceites (aceite de coco, aceite de
almendras, etc.).
Durante el proceso de elaboración hay gente que deja reposar la mezcla de sosa y agua durante
unos días antes de hacer jabón (1-5 días). Si el jabón no termina de cuajar se puede calentar la
mezcla en una olla de acero inoxidable o añadir un poco más de sosa directamente.
Se pueden mezclar diferentes plantas, flores o aceites esenciales para conseguir el jabón
deseado (jabón de romero, jabón de naranja y chocolate, jabón de áloe, etc.).También se puede
hacer champú para el pelo siguiendo el mismo procedimiento, pero el aceite será mitad de oliva
y mitad de coco, ya que suaviza y hace más espuma. Y en el caso de elaborar jabón para la ropa
utilizaremos aceite de oliva reciclado previamente filtrado.