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ENCEFALITIS

Descripción general
La encefalitis es la inflamación del cerebro. Puede tener
muchas causas, pero la más frecuente es una infección viral.

La encefalitis suele provocar signos y síntomas similares a los


de una influenza leve —como fiebre o dolores de cabeza— o
puede no generar síntomas en absoluto. A veces, los síntomas
similares a los de la influenza son más intensos. La encefalitis
también puede provocar confusión, convulsiones o problemas
sensoriales o motrices.

En raras ocasiones, la encefalitis puede poner en riesgo la vida.


El diagnóstico y el tratamiento oportunos son importantes dado
que es difícil predecir la manera en la que la encefalitis afectará
a cada individuo.

Síntomas
La mayoría de las personas con encefalitis viral tienen síntomas
leves similares a los de la influenza, como por ejemplo:

 Dolor de cabeza

 Fiebre

 Dolor en músculos o articulaciones

 Fatiga o debilidad
A veces, los signos y síntomas son más intensos, y pueden
comprender:

 Confusión, agitación o alucinaciones

 Convulsiones

 Pérdida de sensibilidad o parálisis en ciertas zonas del


rostro o cuerpo

 Debilidad muscular

 Problemas con el habla o la audición

 Pérdida del conocimiento


En los bebés y los niños, los signos y síntomas también pueden
comprender los siguientes:

 Protuberancia en los puntos blandos (fontanelas) del


cráneo en bebés

 Náuseas y vómitos

 Rigidez corporal

 Alimentación deficiente o no despertarse para alimentarse

 Irritabilidad
Cuándo consultar al médico
Busca atención inmediata si presentas alguno de los síntomas
más intensos relacionados con la encefalitis. Dolor intenso de
cabeza, fiebre y alteración del conocimiento requieren atención
inmediata.

Los bebés y niños pequeños con algún signo o síntoma de


encefalitis deben recibir atención inmediata.

Causas
Con frecuencia, se desconoce la causa exacta de la encefalitis.
Pero cuando se la conoce, es probable que se trate de una
infección viral. Las infecciones bacterianas y las enfermedades
inflamatorias no infecciosas también pueden causar encefalitis.

Hay dos tipos principales de encefalitis:

 Encefalitis primaria. Esta afección ocurre cuando un virus


u otro agente infectan directamente el cerebro. La infección
puede concentrarse en una sola zona o estar extendida. La
infección primaria puede ser una reactivación de un virus que
había estado inactivo después de una enfermedad previa.

 Encefalitis secundaria. Esta afección es causada por una


reacción defectuosa del sistema inmunitario en respuesta a
una infección en otras partes del cuerpo. En lugar de atacar
solamente las células que causan la infección, el sistema
inmunitario también ataca, por error, las células sanas del
cerebro. También conocida como «encefalitis posinfecciosa»,
la encefalitis secundaria suele ocurrir dos o tres semanas
después de la infección inicial.
Causas virales frecuentes
Los virus que pueden provocar encefalitis comprenden:

 Virus del herpes simple. Tanto el virus del herpes simple


tipo 1, responsable de causar herpes labial o herpes febril
alrededor de la boca, como el virus del herpes simple tipo 2,
que provoca herpes genital, pueden causar encefalitis. La
encefalitis provocada por el virus del herpes simple tipo 1 no
es frecuente, pero puede causar daño cerebral significativo o
muerte.

 Otros virus del herpes. Algunos de estos virus son el virus


de Epstein-Barr, que frecuentemente provoca mononucleosis
infecciosa, y el virus de la varicela-zóster, que suele causar
varicela y culebrilla.

 Enterovirus. Entre estos virus se encuentran el virus de la


poliomielitis y el virus de Coxsackie, que usualmente causan
una enfermedad que presenta síntomas similares a los de la
influenza, inflamación ocular y dolor abdominal.

 Virus transmitidos por los mosquitos. Estos virus pueden


provocar infecciones, como encefalitis del Nilo Occidental, de
LaCrosse, de San Luis, equina del oeste y equina del este.
Los síntomas de la infección pueden aparecer en un período
de pocos días o un par de semanas después de la exposición
al virus transmitido por mosquitos.

 Virus transmitidos por garrapatas. El virus de Powassan se


transmite por garrapatas y provoca encefalitis en el oeste
medio de los Estados Unidos. Los síntomas suelen aparecer
aproximadamente una semana después de la picadura de una
garrapata infectada.

 Virus de la rabia. La infección por el virus de la rabia, que


usualmente se transmite a través de la mordida de un animal
infectado, provoca un rápido avance hacia la encefalitis una
vez que comienzan los síntomas. La rabia es una causa poco
frecuente de encefalitis en los Estados Unidos.

 Infecciones en la infancia. Las infecciones frecuentes en


la infancia, tales como el sarampión, paperas y la rubéola,
solían ser causas bastante frecuentes de encefalitis
secundaria. Estas causas ya no son frecuentes en los
Estados Unidos debido a que hay vacunas disponibles contra
estas enfermedades.
Factores de riesgo
Cualquier persona puede padecer encefalitis. Los factores que
pueden aumentar el riesgo comprenden:

 Edad. Algunos tipos de encefalitis son más frecuentes o


más graves en determinados grupos etarios. En general, los
niños pequeños y los adultos mayores tienen un mayor riesgo
de padecer la mayoría de los tipos de encefalitis viral.

 Sistema inmunitario debilitado. Las personas que padecen


VIH/sida, toman medicamentos inmunodepresores o tienen
otra enfermedad que debilita el sistema inmunitario tienen un
mayor riesgo de padecer encefalitis.

 Regiones geográficas. Los virus trasmitidos por mosquitos


o por garrapatas son más frecuentes en determinadas
regiones geográficas.

 Estación del año. Las enfermedades trasmitidas por


mosquitos o por garrapatas suelen ser más frecuentes en el
verano en muchas regiones de los Estados Unidos.

Complicaciones
Las complicaciones de la encefalitis varían, en función de
factores tales como:

 La edad

 La causa de la infección

 La gravedad de la enfermedad inicial

 El tiempo desde la aparición de la enfermedad hasta el


comienzo del tratamiento
Las personas con enfermedad relativamente leve se suelen
recuperar en pocas semanas sin complicaciones a largo plazo.

Complicaciones de una enfermedad grave


La inflamación puede dañar el cerebro, lo que podría ocasionar
un estado de coma o la muerte.

Otras complicaciones, que varían enormemente en cuanto a la


gravedad, pueden persistir durante meses o ser permanentes.
Algunas de estas complicaciones pueden ser las siguientes:
 Fatiga persistente

 Debilidad o ausencia de coordinación muscular

 Cambios en la personalidad

 Problemas de memoria

 Parálisis

 Defectos de audición o visión

 Deterioros del habla

Prevención
La mejor manera de prevenir la encefalitis viral es tomar
precauciones para evitar la exposición a los virus que provocan
la enfermedad. Intenta lo siguiente:

 Practica buenos hábitos de higiene. Lávate las manos


frecuente y completamente con agua y jabón, en particular,
después de usar el baño y antes y después de las comidas.

 No compartas utensilios. No compartas platos, cubiertos


ni bebidas.

 Enseña buenos hábitos a tus hijos. Asegúrate de que sigan


buenos hábitos de higiene y eviten compartir sus utensilios
en casa y en la escuela.

 Vacúnate. Mantén tus vacunas y las de tus hijos al día.


Antes de viajar, consulta con el médico acerca de las
vacunas que se indican para los diferentes destinos.
Protección contra mosquitos y garrapatas
Para reducir la exposición a mosquitos y garrapatas:

 Viste ropas que te protejan. Usa camisas de mangas


largas y pantalones largos si vas a estar al aire libre entre el
atardecer y el amanecer, que es cuando los mosquitos están
más activos, y en zonas boscosas con arbustos y pastos
altos, donde es más frecuente la presencia de garrapatas.

 Usa repelente de mosquitos. Hay productos químicos


como el DEET que pueden aplicarse sobre la piel y también
sobre la ropa. Para aplicarte repelente en la cara, rocíatelo
sobre las manos y luego distribúyelo sobre la cara. Si estás
utilizando protector solar y repelente al mismo tiempo, aplica
primero el protector solar.

 Utiliza insecticidas. La Agencia de Protección Ambiental


(Environmental Protection Agency) recomienda el uso de
productos con permetrina, que repele y mata garrapatas y
mosquitos. Estos productos se pueden rociar sobre la ropa,
carpas y otros elementos para uso al aire libre. La permetrina
no debería aplicarse sobre la piel.

 Evita los mosquitos. Evita hacer actividades innecesarias


en sitios donde la presencia de mosquitos es frecuente. Si es
posible, evita estar al aire libre entre el amanecer y el
atardecer, que es cuando los mosquitos están más activos.
Repara las ventanas y los mosquiteros rotos.

 Elimina las fuentes de agua afuera de tu hogar. Elimina el


agua estancada del patio, donde los mosquitos pueden poner
sus huevos. Esto sucede con frecuencia en las macetas y
demás contenedores de jardinería, en techos planos,
neumáticos viejos y canaletas atascadas.

 Busca señales exteriores de enfermedades virales. Si


observas animales o pájaros muertos, infórmalo al
departamento local de sanidad.
Protección para niños pequeños
El uso de repelentes de insectos no se recomienda en niños
menores de 2 meses. En su lugar, extiende un mosquitero sobre
el carrito del niño.

Los repelentes con un 10 a 30 por ciento de DEET se consideran


seguros para los bebés mayores y los niños. Los productos que
contienen DEET y pantalla solar no se recomiendan para los
niños porque volver a aplicarlos (acción probablemente
necesaria por el componente de pantalla solar) expone a los
niños a demasiado DEET.

A continuación, te ofrecemos algunos consejos sobre el uso de


repelente de mosquitos en niños:

 Siempre ayuda a los niños cuando vayan a utilizar


repelente de mosquitos.

 Rocíalo sobre la ropa y la piel expuesta.


 Aplica el repelente al aire libre para reducir el riesgo de
inhalación del repelente.

 Rocía el repelente en tus manos y distribúyelo sobre la


cara de tu hijo. Ten especial cuidado en la zona alrededor de
los ojos y oídos.

 No apliques repelente en las manos de los niños pequeños


que puedan llevarse las manos a la boca.

 Lava la piel tratada con agua y jabón cuando vayan a estar


adentro.

Diagnóstico

El médico comenzará con una exploración física y la


recopilación de la historia clínica.

Luego, podría recomendarte:

Diagnóstico por imágenes del cerebro. Las imágenes de


una resonancia magnética o una tomografía computarizada
pueden revelar hinchazón en el cerebro u otro trastorno que
podría ser la causa de los síntomas, como un tumor.

 Punción lumbar (punción medular). Se extrae líquido


cefalorraquídeo, el líquido protector que rodea el cerebro y
la columna vertebral, mediante la inserción de una aguja en
la zona baja de la espalda. Los cambios en este líquido
pueden indicar la infección e inflamación del cerebro. En
algunos casos, las muestras de líquido cefalorraquídeo se
pueden analizar para detectar virus u otros agentes
infecciosos.

 Otros análisis de laboratorio. Las muestras de sangre,


orina o secreciones de la parte posterior de la garganta se
pueden analizar en busca de virus u otros agentes
infecciosos.

Electroencefalograma (EEG). Se registra la actividad


eléctrica del cerebro mediante electrodos que se adhieren
al cuero cabelludo. Ciertos patrones anormales pueden
indicar un diagnóstico de encefalitis.

 Biopsia cerebral. En raras ocasiones, se puede extraer una


muestra de tejido cerebral para análisis. La biopsia cerebral
se suele realizar si los síntomas empeoran y los
tratamientos no producen efecto alguno.

Tratamiento

El tratamiento de la encefalitis leve suele comprender lo


siguiente:

 Reposo en cama

 Abundante líquido

 Medicamentos antiinflamatorios, como paracetamol


(Tylenol y otros), ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros) y
naproxeno sódico (Aleve) para aliviar el dolor de cabeza y
bajar la fiebre

Medicamentos antivirales

La encefalitis que surge a causa de ciertos virus suele requerir


tratamiento antiviral.

Los medicamentos antivirales de uso más frecuente para el


tratamiento de la encefalitis comprenden los siguientes:

 Aciclovir (Zovirax)

 Ganciclovir (Cytovene)

 Foscarnet (Foscavir)

Algunos virus, como los que se transmiten por medio de


insectos, no responden a estos tratamientos. Pero dado que es
posible que el virus específico no se pueda identificar de
inmediato o en ningún momento, por lo general, los médicos
recomiendan el tratamiento inmediato con aciclovir. El aciclovir
puede ser eficaz contra el virus del herpes simple, el cual puede
generar complicaciones importantes si no se trata de inmediato.

Los medicamentos antivirales se suelen tolerar bien. En raras


ocasiones, los efectos secundarios pueden comprender daños
renales.

Atención complementaria

Las personas hospitalizadas por encefalitis grave pueden


necesitar lo siguiente:

Asistencia respiratoria, al igual que un cuidadoso control


de las funciones respiratoria y cardíaca

Líquidos intravenosos para asegurar la hidratación y


niveles adecuados de minerales esenciales

Medicamentos antiinflamatorios, como corticoesteroides,


para reducir la inflamación y la presión dentro del cráneo

Medicamentos anticonvulsivos, como la fenitoína


(Dilantin), para prevenir o detener las convulsiones

Terapia de seguimiento

Si padeces complicaciones de la encefalitis, es posible que


necesites tratamientos adicionales, como los siguientes:

Fisioterapia para mejorar la fuerza, la flexibilidad, el


equilibrio, la coordinación motora y la movilidad

 Terapia ocupacional para perfeccionar las habilidades


cotidianas y utilizar productos de adaptación que facilitan
las actividades diarias

Terapia del habla para aprender nuevamente a controlar y


coordinar los músculos para hablar

Psicoterapia para adquirir estrategias de afrontamiento y


nuevas habilidades de conducta para mejorar los trastornos
del estado de ánimo o enfrentar los cambios de
personalidad

Encefalitis

La encefalitis puede estar causada por una infección bacteriana y, más frecuentemente, por
infecciones virales. Anualmente se informan varios miles de casos de encefalitis, pero
realmente pueden producirse muchos más ya que los síntomas pueden ser leves a no
existentes en la mayoría de los pacientes.

Existen dos tipos de encefalitis. La encefalitis primaria (también llamada encefalitis viral aguda)
está causada por una infección viral directa de la médula espinal y el cerebro. La infección
puede ser focal (localizada solamente en un área) o difusa (localizada en muchas áreas
diferentes). La encefalitis secundaria, también llamada encefalitis post-infecciosa, puede
deberse a complicaciones de una infección viral actual. La encefalitis secundaria debida a una
inmunización o infección viral anterior se conoce como encefalitis diseminada aguda. Esta
enfermedad a menudo se produce 2 a 3 semanas después de la infección inicial.

La mayoría de los casos de encefalitis en los Estados Unidos está causada por enterovirus,
virus del herpes simple tipos 1 y 2, el mordisco de un animal rabioso (virus de la rabia), o
arbovirus, que se transmiten de animales infectados a humanos por la picadura de una
garrapata infectada, un mosquito, u otro insecto que succiona sangre. La enfermedad de Lyme,
una infección bacteriana diseminada por la picadura de la garrapata, puede causar encefalitis.

La encefalitis por herpes simple (HSE) es responsable de alrededor del 10 por ciento de
todos los casos de encefalitis, con una frecuencia de alrededor de 2 casos por millón de
personas por año. Más de la mitad de los casos no tratados es mortal. Alrededor del 30 por
ciento de los casos es consecuencia de la infección inicial con el virus del herpes simple; la
mayoría de los casos está causada por la reactivación de una infección anterior.

La HSE debido al virus del herpes simple tipo 1 (que causa llagas o ampollas alrededor de la
boca o los ojos) puede afectar a cualquier grupo etáreo pero se ve más frecuentemente en las
personas menores de 20 o mayores de 40 años. Esta enfermedad de evolución rápida es la
causa individual más importante de encefalitis esporádica mortal en los EE.UU. El virus se
transmite por el contacto con una persona afectada. Los síntomas son dolor de cabeza y fiebre
hasta por 5 días, seguidos de cambios en la personalidad y la conducta, convulsiones,
parálisis parcial, alucinaciones y niveles de conciencia alterados. Generalmente se ve daño
cerebral que puede ser grave en los adultos y niños después del período neonatal en los
lóbulos frontal y temporal.

El virus tipo 2 (herpes genital) se transmite más frecuentemente por medio del contacto sexual.
Una madre infectada puede transmitir la enfermedad a su hijo en el nacimiento por el contacto
con las secreciones genitales, pero esto es infrecuente. En los recién nacidos, los síntomas
como letargo, irritabilidad, temblores, convulsiones y alimentación deficiente generalmente se
desarrollan entre los 4 y 11 días del nacimiento.

La encefalitis de Powassan es el único arbovirus transportado por una garrapata bien


documentado en los Estados Unidos y Canadá. Los síntomas se notan 7 a 10 días después de
la picadura y pueden ser dolor de cabeza, fiebre, náuseas, confusión, parálisis parcial y coma.
Se produce daño neurológico permanente en cerca de la mitad de los casos y muerte en
alrededor del 10 a 15 por ciento de los casos.

En los Estados Unidos se encuentran cuatro formas comunes de encefalitis viral transmitida por
mosquitos:

 La encefalitis equina afecta a caballos y humanos. La encefalitis equina


oriental también afecta a pájaros que viven en pantanos de agua dulce en la costa este
de los EE.UU. y junto a la Costa del Golfo. En los humanos, los síntomas se ven 4 a 10
días después de la transmisión y comprenden fiebre, dolores musculares del tipo de la
gripe general y dolor de cabeza de intensidad creciente, seguido de coma y muerte en
los casos graves. Alrededor de la mitad de los pacientes infectados muere del
trastorno. Anualmente se ven menos de 10 casos en humanos en los Estados Unidos.
La encefalitis equina occidental se ve en áreas agrícolas en los estados de llanuras
occidentales y centrales. Los síntomas comienzan 5 a 10 días después de la infección.
Los niños, particularmente aquéllos menores de 12 meses, se afectan más gravemente
que los adultos y pueden tener daño neurológico permanente. Se produce la muerte en
cerca del 3 por ciento de los casos. La encefalitis equina venezolana es muy rara en
este país. Los niños tienen un riesgo mayor de tener complicaciones graves, mientras
que los adultos generalmente tienen síntomas parecidos a la gripe. La epidemia en
América del Sur y Central ha matado a miles de personas y ha dejado a otras con daño
neurológico permanente y grave.

 La encefalitis de LaCrosse se produce más a menudo en los estados del mediooeste


superior (Illinois, Wisconsin, Indiana, Ohio, Minnesota y Iowa) pero también se ha
informado en las regiones medioatlánticas y del sudeste del país. La mayoría de los
casos se ve en los niños menores de 16 años. Los síntomas como vómitos, dolor de
cabeza, fiebre, y letargo aparecen 5 a 10 días después de la infección. Las
complicaciones graves comprenden convulsiones, coma y daño neurológico
permanente. Anualmente se informan cerca de 100 casos de encefalitis de LaCrosse.

 La encefalitis de San Luis es más prevalente en las regiones templadas de los


Estados Unidos pero puede producirse en cualquier parte del país. La enfermedad
generalmente es más leve en los niños que en los adultos, encontrándose los ancianos
a mayor riesgo de enfermedad grave y muerte. Los síntomas aparecen típicamente 7 a
10 días después de una infección y comprenden dolor de cabeza y fiebre. En los casos
más graves, puede producirse confusión y desorientación, temblores, convulsiones
(especialmente en los muy jóvenes) y coma.

 La encefalitis del Nilo Occidental se diagnosticó clínicamente por primera vez en los
Estados Unidos en 1999; se sabe que 284 personas murieron a causa del virus el año
siguiente. Hubo 9,862 casos informados de enfermedad del Nilo occidental en
humanos en el año civil 2003, con un total de 560 muertes por este trastorno en 5
años. La enfermedad generalmente se transmite por la picadura de un mosquito
infectado, pero también puede producirse luego del transplante de un órgano infectado
o de transfusiones de sangre o productos sanguíneos infectados. Los síntomas son
parecidos a la gripe y comprenden fiebre, dolor de cabeza y dolor articular. Algunos
pacientes pueden tener una erupción cutánea y ganglios linfáticos inflamados, mientras
que otros pueden no tener síntomas. Los ancianos y los adultos con sistemas
inmunitarios debilitados corren mayor riesgo.

¿Quién corre el riesgo de contraer encefalitis y meningitis?

Cualquiera puede contraer encefalitis o meningitis. Las personas con sistemas inmunitarios
debilitados, como aquellas personas con VIH o las que toman medicamentos
inmunosupresores, corren mayor riesgo de contraer las enfermedades.

¿Cómo se transmiten estos trastornos?

Algunas formas de meningitis bacteriana y encefalitis son contagiosas y pueden diseminarse


por el contacto con la saliva, descarga nasal, heces, o secreciones respiratorias y de la
garganta (a menudo diseminadas por los besos, la tos o compartir vasos, utensilios de comida
o artículos personales como cepillos de dientes, lápices labiales o cigarrillos). Por ejemplo,
pueden infectarse las personas que viven en la misma casa, en una guardería infantil, o en un
salón de clase con una persona infectada. Los estudiantes universitarios que viven en
dormitorios, en particular los del primer año, corren mayor riesgo de contraer meningitis
meningocócica que los estudiantes universitarios en general. Los niños que no tienen acceso a
las vacunas infantiles corren mayor riesgo de contraer ciertos tipos de meningitis bacteriana.

Debido a que estas enfermedades pueden producirse súbitamente, cualquier persona que se
sospeche que tenga meningitis o encefalitis debe comunicarse inmediatamente con un médico
o ir al hospital.
¿Cuáles son los signos y síntomas?

Los signos característicos de la meningitis son fiebre súbita, cefalea intensa y rigidez de la
nuca; la encefalitis está caracterizada por convulsiones, estupor, coma, y signos neurológicos
relacionados. En los casos más graves, los síntomas neurológicos pueden ser náuseas y
vómitos, confusión y desorientación, somnolencia, sensibilidad a la luz y poco apetito.

La meningitis a menudo aparece con síntomas parecidos a la gripe que se desarrollan en 1a 2


días. En algunas formas de la enfermedad típicamente se ven erupciones características. La
meningitis meningocócica puede asociarse con insuficiencia renal y suprarrenal y shock.

Los pacientes con encefalitis a menudo muestran síntomas parecidos a la gripe. En los casos
más graves, los pacientes pueden tener problemas con el habla y la audición, visión doble,
alucinaciones, cambios en la personalidad, pérdida de la conciencia, pérdida de la sensación
en algunas partes del cuerpo, debilidad muscular, parálisis parcial en los brazos y las piernas,
demencia grave súbita, deterioro del juicio, convulsiones, y pérdida de la memoria.

Los signos importantes de encefalitis a observar en un bebé son vómitos, rigidez corporal,
llanto constante que puede empeorar al levantar al bebé, y una fontanela tensa o saliente (el
punto blando en la parte superior de la cabeza).

¿Cómo se diagnostican la meningitis y la encefalitis?

Luego de un examen físico y los antecedentes médicos para revisar las actividades de los
últimos días (como exposición reciente a insectos o animales, cualquier contacto con personas
enfermas, o un viaje reciente), el médico puede indicar diversas pruebas de diagnóstico para
confirmar la presencia de infección e inflamación. El diagnóstico precoz es vital, ya que los
síntomas pueden aparecer súbitamente y pueden escalar a daño cerebral, pérdida de la
audición y el habla, ceguera, o la muerte.

Un examen neurológico involucra una serie de pruebas diseñadas para evaluar las funciones
sensorial y motora, la función nerviosa, la audición y el habla, la visión, coordinación y
equilibrio, el estado mental, y cambios en el ánimo y la conducta. Los médicos pueden
examinar la función del sistema nervioso con pruebas de fuerza y sensaciones, con la ayuda
de elementos que comprenden un diapasón, linterna pequeña, martillo de reflejos y alfileres.

Los análisis de laboratorio de sangre, orina, y secreciones corporales pueden ser útiles en
detectar e identificar infecciones cerebrales y de la médula espinal y determinar la presencia de
anticuerpos y proteínas extrañas. Tales pruebas también pueden descartar afecciones
metabólicas que tienen síntomas similares. Por ejemplo, puede hacerse un cultivo de
garganta para detectar organismos virales o bacterianos que causan meningitis o encefalitis.
En este procedimiento, se cepilla la parte de atrás de la garganta con un hisopo de algodón
estéril, que luego se coloca en un medio de cultivo. Luego se permite que los virus y bacterias
crezcan en el medio. Las muestras generalmente se toman en el consultorio del médico o en
un laboratorio y se envían para análisis a laboratorios estatales o los Centros para el Control y
Prevención de las Enfermedades de los EE.UU. Generalmente los resultados están disponibles
en 2 a 3 días.

El análisis del líquido cefalorraquídeo que rodea y protege el cerebro y la médula espinal puede
detectar infecciones en el cerebro y la médula espinal, inflamaciones crónicas y agudas y otras
enfermedades. En un procedimiento conocido como punción lumbar, se extrae una pequeña
cantidad de líquido cefalorraquídeo por medio de una aguja especial que se inserta en la
columna lumbar. La piel se adormece con un anestésico local antes de hacer el muestreo. El
líquido, que es completamente transparente en las personas sanas, se examina para detectar
la presencia de bacterias o sangre, al igual que medir los niveles de glucosa (un nivel bajo de
glucosa es un signo de meningitis bacteriana o fúngica) y glóbulos blancos (el recuento elevado
de glóbulos blancos también es un signo de infección). Generalmente el procedimiento se hace
en un hospital y lleva alrededor de 45 minutos.

Las imágenes asistidas por computadora pueden revelar signos de inflamación cerebral,
hemorragia o sangrado interno, u otras anormalidades cerebrales. Se usan de rutina dos
procedimientos de obtención de imágenes indoloros y no invasivos para diagnosticar la
meningitis y encefalitis.

 La tomografía computarizada, también conocida como prueba TC, combina


radiografías y tecnología de computación para producir imágenes rápidas y
bidimensionales claras de órganos, huesos y tejidos. Ocasionalmente se inyecta un
colorante de contraste en el torrente sanguíneo para resaltar los diferentes tejidos
cerebrales y para detectar signos de encefalitis o inflamación meníngea. Las pruebas
TC también pueden detectar irregularidades óseas y vasculares, ciertos tumores y
quistes cerebrales, discos herniados, estenosis espinal (estrechamiento del canal
espinal), coágulos sanguíneos o sangrado intracraneal en pacientes con accidente
cerebrovascular, daño cerebral de una lesión craneana y otros trastornos.

 Las imágenes por resonancia magnética (IRM) usan radioondas generadas por
computadora y un imán poderoso para producir imágenes detalladas de estructuras
corporales, como tejidos, órganos, huesos y nervios. Las imágenes, que son más
claras que las producidas por TC, pueden ayudar a identificar la inflamación cerebral y
de la médula espinal, infección, tumores, enfermedades oculares e irregularidades
vasculares que pueden llevar al accidente cerebrovascular. Antes de la prueba puede
aplicarse un colorante de contraste para revelar más detalles.

La electroencefalografía, o EEG, puede identificar ondas cerebrales anormales monitorizando


la actividad eléctrica cerebral a través del cráneo. Entre sus muchas funciones, el EEG se usa
para ayudar a diagnosticar ciertos trastornos convulsivos, daño cerebral de lesiones craneanas,
infecciones virales específicas como el virus del herpes y la inflamación del cerebro y la médula
espinal. Esta prueba indolora y sin riesgos puede realizarse en el consultorio de un médico o en
un hospital o centro de pruebas.

¿Cómo se tratan estas infecciones?

Las personas de quienes se sospecha que padecen meningitis o encefalitis deben recibir
tratamiento médico inmediato y agresivo. Ambas enfermedades pueden evolucionar
rápidamente y tienen el potencial de causar daño neurológico grave e irreversible.

Meningitis

El tratamiento precoz de la meningitis bacteriana es importante para su resultado. Primero


pueden recetarse dosis fuertes de antibióticos generales, seguidos por antibióticos
intravenosos en los casos más graves. También pueden recetarse antibióticos para prevenir
otras infecciones bacterianas. Los tratamientos antibióticos adecuados para la mayoría de los
tipos de meningitis pueden reducir el riesgo de morir de la enfermedad a menos del 15 por
ciento.

Es posible que deban drenarse los senos infectados. Pueden indicarse corticosteroides como
la prednisona para aliviar la presión e inflamación cerebrales y para evitar la pérdida de la
audición que es común en los pacientes con meningitis por Haemophilus influenza. Puede
administrarse a los pacientes analgésicos y sedantes para que estén más cómodos. La
enfermedad de Lyme se trata con antibióticos intravenosos.

A diferencia de las bacterias, los virus no pueden eliminarse con antibióticos (una excepción es
el virus del herpes, que puede tratarse con el antiviral acyclovir). Los pacientes con meningitis
viral leve pueden permanecer en su casa, mientras los que tienen una infección más seria
pueden ser hospitalizados para atención de apoyo. Los pacientes con casos leves, que a
menudo causan síntomas parecidos a la gripe, pueden tratarse con líquidos, reposo
(preferentemente en un cuarto tranquilo y oscuro), y analgésicos para el dolor y la fiebre. El
médico puede recetar anticonvulsivos como dilantin o fenitoína para prevenir las convulsiones y
corticosteroides para reducir la inflamación cerebral. Si la inflamación es grave, puede
administrarse al paciente analgésicos y sedantes para que esté más cómodo.

La encefalomielitis diseminada aguda se trata con esteroides. La meningitis fúngica se trata con
medicamentos antifúngicos intravenosos.
Encefalitis

Los antivirales usados para tratar la encefalitis viral son acyclovir y ganciclovir.

Los casos muy leves de encefalitis pueden monitorizarse en el hogar por el médico y un
cuidador. La atención de apoyo comprende líquidos, reposo y analgésicos de venta libre para
reducir la fiebre y el dolor de cabeza. Los casos más graves pueden requerir hospitalización.
Pueden recetarse anticonvulsivos para detener o prevenir las convulsiones, junto con sedantes
para calmar a las personas más gravemente afectadas y medicamentos para contrarrestar las
náuseas y vómitos. Los corticosteroides y la administración intravenosa de hidratos de carbono
pueden reducir la inflamación cerebral. Los pacientes con dificultades para respirar pueden
requerir respiración artificial.

Los pacientes que experimentan inflamación cerebral grave pueden requerir terapia física, del
habla y ocupacional cuando la enfermedad aguda esté bajo control.

¿Pueden prevenirse la meningitis y la encefalitis?

Buena higiene personal puede reducir el riesgo de contraer la enfermedad de una persona
infectada. Evite compartir alimentos, utensilios, vasos y otros objetos con una persona que
pueda estar expuesta tener o que tenga una infección. Lávese frecuentemente las manos y
enjuáguese con agua corriente.

Se dispone de vacunas eficaces para prevenir la neumonía, H. influenza, meningitis


neumocócica y la infección con otras bacterias que pueden causar meningitis meningocócica.

Es posible que se pida a las personas que viven, trabajan o van a la escuela con alguien que
ha sido diagnosticado con meningitis bacteriana que tomen antibióticos durante unos días
como medida preventiva.

Para disminuir el riesgo de ser picado por un mosquito infectado u otro insecto, las personas
deben limitar las actividades en exteriores por la noche, usar vestimentas con mangas largas
en exteriores, usar repelentes de insectos que sean eficaces en esa región particular del país,
y eliminar del jardín y áreas exteriores los charcos de agua estancada en los que proliferan los
mosquitos. No aplique repelentes excesivamente, particularmente en niños pequeños y
especialmente en bebés, porque las sustancias pueden absorberse por la piel.

¿Cuál es el pronóstico de estas infecciones?

El resultado generalmente depende del agente infeccioso particular involucrado en la


enfermedad, y en la rapidez de la administración del tratamiento. En la mayoría de los casos,
las personas con encefalitis o meningitis muy leve pueden recuperarse totalmente, aunque el
proceso puede ser lento.

Los pacientes que solo tienen dolor de cabeza, fiebre y rigidez de la nuca pueden recuperarse
en 2 a 4 semanas. Los pacientes que reciben tratamiento por meningitis viral y encefalitis
generalmente ven algún alivio en 24 a 48 horas y la recuperación en alrededor de un mes. Los
pacientes con meningitis bacteriana típicamente muestran algún alivio a las 48 a 72 horas
luego del tratamiento inicial pero es más posible que tengan complicaciones debido a la
enfermedad. En casos más serios, estas enfermedades pueden causar pérdida de la audición o
el habla, ceguera, daño cerebral y nervioso permanente, cambios conductuales, incapacidades
cognitivas, carencia de control muscular, convulsiones y pérdida de la memoria. Estos
pacientes pueden necesitar terapia a largo plazo, medicamentos y atención de apoyo.

¿Qué investigación se está haciendo?

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS), un


componente de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) dentro del Departamento de Salud y
Servicios Humanos de los EE.UU., realiza y respalda una amplia gama de investigaciones
sobre trastornos neurológicos como la meningitis y la encefalitis. Los esfuerzos actuales de
investigación comprenden nuevos tratamientos basados en la quimioterapia para la meningitis
neoplásica (causada por cáncer) y obtener un mejor entendimiento de cómo responde el
sistema nervioso central a la inflamación y el papel de las células T (células sanguíneas
implicadas en la respuesta del sistema inmunitario) en la supresión de la infección cerebral. Los
científicos esperan entender mejor los mecanismos moleculares involucrados en la protección e
interrupción de la barrera sanguino-cerebral, que puede llevar al desarrollo de nuevos
tratamientos para diversas enfermedades neuroinflamatorias como meningitis y encefalitis.
Otros científicos esperan definir en el nivel molecular cómo ciertos virus superan el mecanismo
de defensa del cuerpo e interactúan con células huésped del objetivo. Un enfoque terapéutico
posible bajo investigación involucra estudiar compuestos neuroprotectores que bloquean el
daño que se acumula luego de la infección e inflamación de la meningitis y encefalitis y pueden
llevar a complicaciones potenciales como la pérdida de la función cognitiva y la demencia.

Encefalitis
Revisado por: Marcella A. Escoto, DO

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in EnglishEncephalitis

¿Qué es la encefalitis?

La encefalitis es una inflamación (hinchazón e irritación) del cerebro. En la


mayoría de los casos, esta inflamación está provocada por un virus.

La encefalitis también se llama "encefalitis viral aguda" o "encefalitis


aséptica".

¿Quién puede desarrollar una encefalitis?


La encefalitis es una enfermedad muy poco frecuente. La mayoría de los casos
se dan en niños, ancianos y otras personas con sistemas
inmunitarios debilitados (debido al VIH/SIDA, el cáncer, etc.).

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus


siglas en inglés) registran cada año varios miles de casos de encefalitis en
EE.UU. Muchos expertos en salud creen que hay muchos más casos que no se
registran porque los síntomas varían y pueden ser leves.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la encefalitis?

Entre los síntomas propios de los casos leves de encefalitis, se suelen incluir los
siguientes:
 fiebre
 dolor de cabeza
 falta de apetito
 falta de energía
 malestar general

Los casos graves de encefalitis pueden causar los siguientes síntomas:

 fiebre alta
 fuerte dolor de cabeza
 náuseas y vómitos
 rigidez de cuello
 confusión
 cambios de personalidad
 convulsiones
 problemas para hablar o para escuchar
 alucinaciones
 pérdidas de memoria
 somnolencia
 coma

Puesto que la encefalitis puede seguir o acompañar a enfermedades virales


comunes, pueden aparecer signos y síntomas propios de estas enfermedades
antes de la encefalitis propiamente dicha. Pero lo más frecuente es que la
encefalitis aparezca sin previo aviso.

Causas de la encefalitis

Hay tres grupos de virus que son las causas más frecuentes de la encefalitis:

1. Los virus del herpes, como el de la varicela, el Epstein-Barr (que causa


la mononucleosis), y el virus del herpes simple (que causa los herpes labiales o
calenturas labiales).
2. Los virus y otros gérmenes transmitidos por insectos, como el virus del
Nilo Occidental (trasmitido por picaduras de mosquito) y los gérmenes que
causan la enfermedad de Lyme y la fiebre moteada de las montañas
Rocosas (trasmitidos por picaduras de garrapata).
3. Los virus que causaban enfermedades que antes eran frecuentes en la
infancia, como el sarampión, las paperas y la rubeola. Gracias a las vacunas,
hoy en día, es raro que la gente desarrolle encefalitis como consecuencia de
estas enfermedades.
Con menor frecuencia, la encefalitis puede estar provocada por:

 una infección bacteriana, como una meningitis bacteriana


 una complicación de otras enfermedades infecciosas, como la sífilis
 algunos parásitos, como los que transmiten la toxoplasmosis (presentes
en las heces de gato infectadas) en personas con sistemas inmunitarios
debilitados

¿Es contagiosa la encefalitis?


La inflamación cerebral, en sí misma, no se puede contagiar. Pero cualquiera
de los virus que pueden causar una encefalitis sí que se puede contagiar. Por
descontado, que una persona contraiga determinado virus no significa que vaya
a desarrollar una encefalitis.

¿Cómo se diagnostica la encefalitis?

Los médicos usan varias pruebas para diagnosticar la encefalitis, incluyendo las
siguientes:

 pruebas de diagnóstico por la imagen, como una tomografía computada


(TC) o una resonancia magnética (RM), para saber si el cerebro está inflamado,
está sangrando o presenta otros problemas.
 un electroencefalograma (EEG), que registra las señales eléctricas
cerebrales, para detectar la presencia de ondas cerebrales anormales
 un análisis de sangre para detectar posibles bacterias o virus en la
sangre del paciente. Los análisis de sangre también sirven para saber si el
cuerpo está fabricando anticuerpos (proteínas específicas que combaten
infecciones) en respuesta a un germen.
 una punción lumbar, donde se recoge líquido cefalorraquídeo (el líquido
que rodea el cerebro y la médula espinal) para detectar posibles signos de
infección

¿Cómo se trata la encefalitis?

La mayoría de la gente que tiene una encefalitis necesita recibir cuidados en un


hospital, generalmente en la unidad de cuidados intensivos (UCI). En el
hospital, los médicos controlarán atentamente la tensión arterial, la frecuencia
cardíaca y la respiración del paciente, así como sus fluidos corporales, para
impedir que el cerebro se inflame todavía más.

Medicamentos
 Los medicamentos antivirales permiten tratar algunas formas de
encefalitis, como las causadas por el virus del herpes simple.

 Se pueden usar corticoesteroides para reducir la inflamación cerebral.

 Si el paciente presenta convulsiones, se le pueden dar anticonvulsivos.

 Los medicamentos de venta sin receta médica, como el paracetamol,


pueden ayudar a tratar la fiebre y el dolor de cabeza.

 Los antibióticos no son eficaces contra los virus; por eso, no se usan
para tratar la mayoría de las formas de encefalitis.

Muchas personas que contraen una encefalitis se recuperan por completo. En


algunos casos, la inflamación cerebral puede causar problemas duraderos,
como trastornos del aprendizaje, problemas en el habla, pérdidas de memoria o
falta de control muscular. En estos casos, puede ser necesaria la logopedia, la
fisioterapia y/o la terapia ocupacional.

¿Cuánto dura la encefalitis?

En la mayoría de los casos de encefalitis, la fase aguda de la enfermedad


(cuando los síntomas son más graves) suele durar un máximo de una semana.
El tiempo de recuperación total suele ser más largo, a menudo de varias
semanas o meses.

¿Es posible prevenir la encefalitis?


La mejor manera de prevenir la encefalitis consiste en evitar contraer
infecciones por virus u otros gérmenes que pueden causar encefalitis. Lavarse
las manos a menudo limitará la propagación de algunos de estos gérmenes.
Mantenerse lo más sano posible siguiendo una dieta equilibrada y descansando
mucho te puede ayudar a mantener tu sistema inmunitario en buena forma.
Ponerte todas las vacunas también es una forma importante de protegerte de
enfermedades como la varicela y el sarampión.

En zonas donde los insectos pueden trasmitir virus y otros gérmenes, protégete
llevando prendas de manga larga y pantalones largos, así como aplicándote
repelente contra insectos. Trata también de evitar las actividades al aire libre al
amanecer o al anochecer, momentos en que los mosquitos están más activos y
pican más.

¿Cuándo debería llamar al médico?

Pide atención médica inmediata si presentas cualquiera de los siguientes


síntomas:

 fuerte dolor de cabeza


 convulsiones
 rigidez de cuello
 incapacidad para mirar a luces intensas
 visión doble
 dificultades para andar
 problemas para hablar o para escuchar
 dificultades para mover un brazo o una pierna
 pérdida de sensibilidad en cualquier parte del cuerpo
 cambios repentinos de personalidad
 problemas relacionados con la memoria
 somnolencia extrema
 perdida de la conciencia (o desmayo)
Revisado por: Marcella A. Escoto, DO
Fecha de revisión: enero de 2019

Encefalitis en niños
¿Qué es la encefalitis?

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Encefalitis es un término usado para describir la inflamación del cerebro. Esto
hace que el encéfalo crezca, lo que conduce a cambios en el estado neurológico
del niño, que incluyen confusión mental, cambios en el estado mental (a veces
hasta coma) y convulsiones. Generalmente la encefalitis se presenta
acompañada de meningitis, que es la inflamación de las membranas que
rodean el cerebro y la médula espinal. La meningitis también se puede
presentar sin encefalitis.

¿Qué causa la encefalitis?


La causa de la encefalitis varía según la estación, el área del país y la
exposición del niño. Se cree que los virus son la causa principal de la encefalitis.
Aunque las vacunas para muchos virus, incluso sarampión, paperas, rubéola o
varicela, han disminuido mucho la tasa de encefalitis de estas enfermedades,
otros virus pueden causar encefalitis. Esto incluye el virus herpes simple, el
virus del Nilo Occidental (portado por mosquitos) y rabia (portada por una gran
cantidad de diferentes animales).

La encefalitis puede ocurrir luego de una infección bacteriana, como la


enfermedad de Lyme (portada por garrapatas), tuberculosis y sífilis, y por
parásitos como la toxoplasmosis (portada por gatos).

Otra causa de la enfecalitis puede ser una reacción autoinmunitaria, es decir,


cuando el propio sistema inmunitario del cuerpo ataca los tejidos del cerebro.
Por ejemplo, un anticuerpo (una proteína generada por el cuerpo) contra los
receptores NMDA (una proteína presente en ciertas células) puede causar
encefalitis. A veces, un tumor también puede desencadenarla.

¿Cuáles son los síntomas de la encefalitis?


La encefalitis con frecuencia está precedida de una enfermedad viral como una
infección de las vías respiratorias superiores, o problemas gastrointestinales,
como diarrea, náuseas o vómitos. Los siguientes son los síntomas más comunes
de la encefalitis. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de
manera diferente. Los síntomas pueden incluir:

 Fiebre

 Dolor de cabeza (o protuberancia de las fontanelas, los puntos blandos


de la cabeza del bebé)

 Sensibilidad a la luz

 Rigidez del cuello

 Somnolencia o letargo

 Irritabilidad aumentada

 Convulsiones

 Erupciones en la piel

 Dificultad para hablar y cambios en el habla


 Cambios en el estado de alerta, confusión o alucinaciones

 Pérdida de energía

 Pérdida del apetito

 Marcha inestable

 Náuseas y vómitos

Los síntomas de la encefalitis pueden parecerse a otras afecciones o problemas


de salud. Consulte siempre con el médico de su hijo para recibir un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la encefalitis?


El diagnóstico de la encefalitis se hace después de la aparición repentina y
gradual de síntomas específicos y después de la prueba de diagnóstico. Durante
el examen, el médico de su hijo obtiene un historial médico completo de su hijo,
incluso su historial de vacunación. El médico de su hijo también le puede
preguntar si su hijo ha tenido recientemente un resfriado u otra enfermedad
respiratoria, o enfermedad gastrointestinal, y si su hijo ha tenido recientemente
la picadura de una garrapata, ha estado cerca de mascotas u otros animales, o
ha viajado a ciertas áreas del país.

Las pruebas de diagnóstico que se pueden realizar para el diagnóstico de la


encefalitis pueden incluir las siguientes:

 Imágenes por resonancia magnética ("MRI", por sus siglas en


inglés). Un procedimiento de diagnóstico que utiliza una combinación de
imanes grandes, radiofrecuencias y una computadora para producir imágenes
detalladas del cerebro, la médula espinal y otras estructuras y órganos.

 Tomografía computarizada (llamada también "CT" o "CAT", por


sus siglas en inglés). Un procedimiento de diagnóstico por imágenes que
utiliza una combinación de rayos X y tecnología computarizada para producir
imágenes horizontales o axiales (llamadas con frecuencia rebanadas) del
cuerpo. Una CT muestra imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo,
incluso los huesos, los músculos, la grasa y los órganos. Las CT son más
detalladas que los rayos X generales.

 Pruebas de sangre. Pueden incluir un ensayo para detectar


anticuerpos contra el receptor NMDA y otros anticuerpos.

 Pruebas de orina y heces

 Cultivo de esputo. Una prueba de diagnóstico realizada en el material


que es expectorado de los pulmones y a la boca.

 Electroencefalograma (EEG). Un procedimiento que registra la


actividad eléctrica continua del cerebro mediante electrodos colocados en el
cuero cabelludo.

 Punción lumbar (punción espinal). Una aguja especial se coloca en la


parte baja de la espalda, dentro de la duramadre, por debajo del nivel donde
termina la médula espinal. Luego se puede medir la presión en el canal espinal
y el cerebro. Una pequeña cantidad de fluido espinal cerebral ("CSF", por sus
siglas en inglés) se puede retirar y enviar para realizar pruebas para determinar
si hay una infección u otros problemas. El CSF es el fluido que baña el encéfalo
y la médula espinal de su hijo.

 Biopsia del cerebro. En casos poco frecuentes, se pude extraer una


biopsia del tejido afectado del cerebro para hacer un diagnóstico.

Tratamiento de la encefalitis
El tratamiento específico para la encefalitis será determinado por el médico de
su hijo con base en:

 La edad, salud global e historial médico de su hijo

 La gravedad de la afección

 La tolerancia de su hijo a procedimientos, tratamientos o medicamentos


específicos

 Las expectativas del tratamiento de la afección

 Su opinión o preferencia

La clave para tratar la encefalitis es la detección y el tratamiento tempranos. Un


niño con encefalitis requiere hospitalización inmediata y monitoreo cercano.
Algunas veces según lo que el médico piensa que es la causa específica de la
encefalitis, se pueden usar ciertos medicamentos para combatir infecciones que
pueden ser la causa.

La meta del tratamiento es reducir la hinchazón en la cabeza para prevenir


otras complicaciones relacionadas. Se pueden usar medicamentos para
controlar la infección, ataques, fiebre u otras afecciones o síntomas.

El grado del problema depende de la gravedad de la encefalitis y la presencia


de otros problemas del sistema orgánico que podrían afectar al niño. En casos
graves, se puede requerir una máquina de respiración para ayudar a que el niño
respire más fácilmente.

A medida el niño se recupera, se puede necesitar fisioterapia, terapia


ocupacional y del habla para ayudar a que el niño recupere la fuerza muscular
y/o las destrezas del habla.

El equipo de atención médica educa a la familia después de la hospitalización


sobre cómo cuidar mejor al niño en casa, y describe problemas clínicos
específicos que exigen la atención inmediata de su médico. Un niño con
encefalitis requiere evaluaciones médicas frecuentes luego de la
hospitalización.
a encefalitis es una inflamación del encéfalo que aparece cuando un
virus infecta directamente el encéfalo o cuando un virus, una vacuna
o algún otro agente provoca inflamación. A veces también se ve
afectada la médula espinal, en cuyo caso el trastorno se denomina
encefalomielitis.
 Aparecen síntomas como fiebre, cefalea o convulsiones, y también sueño,
adormecimiento o confusión.
 Por lo general, se procede a obtener una imagen por resonancia
magnética nuclear y se lleva a cabo una punción lumbar.
 El tratamiento consiste en aliviar los síntomas y, a veces, en el uso de
antivíricos.
La encefalitis se debe habitualmente a los virus, como el virus del herpes simple,
herpes zóster, citomegalovirus o virus del Nilo occidental. Esta inflamación
puede ocurrir de las maneras siguientes:
 Un virus infecta directamente el encéfalo.
 Un virus que causó una infección en el pasado se vuelve a activar y daña
directamente el encéfalo.
 Un virus o una vacuna desencadena una reacción que hace que el sistema
inmunitario ataque el tejido cerebral (reacción autoinmunitaria).
A veces las bacterias causan encefalitis, normalmente en forma de meningitis
bacteriana (denominada meningoencefalitis).
Los protozoos, como las amebas, los protozoos que causan la toxoplasmosis (en
casos de sida) y la malaria, también pueden infectar el cerebro y causar
encefalitis.
A veces, una infección cerebral, una vacuna, un cáncer u otro trastorno
desencadena una reacción inmunitaria equivocada que provoca que el sistema
inmunológico ataque a las células normales del cerebro (una reacción
autoinmunitaria). Como resultado, el encéfalo se inflama. Este trastorno se
llama encefalitis postinfecciosa.
Es raras ocasiones puede aparecer encefalitis en pacientes de cáncer. Este
trastorno se denomina encefalitis paraneoplásica Este tipo de encefalitis parece
ser consecuencia de la respuesta del sistema inmunológico al tumor.

Tipos de encefalitis
Las infecciones que pueden llevar directamente a la encefalitis aparecen en epidemias o,
esporádicamente, en casos aislados.

Encefalitis epidémica
Los tipos más frecuentes de encefalitis epidémica en Estados Unidos están causados por
uno de los siguientes virus:
 Enterovirus (que más a menudo provocan meningitis)
 Arbovirus
Los arbovirus se transmiten a las personas a través de la picadura de artrópodos,
generalmente mosquitos, pulgas o garrapatas (Arbovirus es una forma abreviada de la
forma inglesa para designar los virus transmitidos por artrópodos). Los virus se transmiten
a los artrópodos cuando estos pican a animales o personas infectados. Muchas especies de
animales domésticos y aves son portadoras de estos virus.
Las epidemias solo afectan a seres humanos periódicamente, cuando aumenta la población
de mosquitos o animales infectados. Tienden a ocurrir cuando son frecuentes los ataques de
los artrópodos, por ejemplo, en épocas de calor para mosquitos y garrapatas. La infección se
propaga de los artrópodos a las personas, no de persona a persona.
Numerosos arbovirus causan encefalitis. Por lo general, los diferentes tipos de encefalitis se
denominan con el nombre del lugar donde fue descubierto el virus o la especie del animal
que lo transmite de forma característica.
Los mosquitos propagan varios tipos de encefalitis, incluyendo las siguientes:
 La encefalitis de La Crosse, causada por el virus de La Crosse (también
denominado virus de California). Es más común en el Medio Oeste de Estados
Unidos pero puede ocurrir en cualquier parte de ese país. Esta encefalitis afecta
frecuentemente a los niños. Muchos casos son leves y no se diagnostican. La tasa de
mortalidad es inferior al 1% de los infectados.
 La encefalitis equina oriental ocurre principalmente en el este de Estados
Unidos. Afecta principalmente a niños pequeños y a mayores de 55 años. En bebés
de menos de un año, causa síntomas graves y lesión nerviosa o cerebral
permanente. Aproximadamente la mitad de los infectados mueren.
 La encefalitis del Nilo occidental, que anteriormente solo estaba presente en
África y Europa, pero hoy aparece en muchos otros lugares, por ejemplo, se ha
propagado por todo Estados Unidos. Varias especies de aves pueden ser infectadas
con el virus cuando reciben la picadura de un mosquito infectado. Este tipo de
encefalitis afecta sobre todo a las personas mayores. Este virus también causa una
infección más leve llamada fiebre del Nilo occidental, que es mucho más común. La
encefalitis del Nilo occidental aparece en menos del 1% de los afectados por la fiebre
del Nilo Occidental. Alrededor del 10% de las personas con encefalitis del Nilo
occidental fallecen. Sin embargo, las que solo sufren la fiebre del Nilo occidental por
lo general se recuperan completamente.
 La encefalitis de San Luis, ocurre en Estados Unidos en general, pero más
frecuentemente en el sudeste, estados del Medio Oeste y Tejas. Se producía antes en
epidemias, que se repetían aproximadamente cada 10 años, pero ahora son raras.
 La encefalitis equina occidental afecta a todos los estados de Estados Unidos,
pero desde 1988 ha remitido sin causa conocida. Principalmente afecta a los niños
menores de 1 año, pero puede afectar a todos los grupos de edad.
Existen pocos tipos de encefalitis transmitida por garrapatas, entre los que se incluyen
 La encefalitis transmitida por garrapatas se produce en el norte de Asia,
Rusia y Europa. La infección suele provocar una enfermedad leve similar a la gripe
que remite al cabo de pocos días, pero algunas personas desarrollan síntomas más
graves. Muchos casos se producen en Europa y Rusia, por tanto en estos lugares se
dispone de una vacuna.
 La infección por el virus Powassan ocurre principalmente en Canadá y en el
norte-centro y noreste de Estados Unidos. El virus Powassan también se ha
asociado con casos de encefalitis en Rusia. El virus es similar al que causa la
encefalitis transmitida por garrapatas en Europa. La infección generalmente causa
una enfermedad leve, pero puede producirse una encefalitis grave que en ocasiones
puede ser mortal. El virus Powassan se transmite por la garrapata del venado, que
también transmite la enfermedad de Lyme. La vacuna eficaz contra la encefalitis
transmitida por garrapatas en Europa y Rusia no es eficaz contra este virus.
 La fiebre por garrapatas de Colorado ocurre en áreas del oeste de Estados
Unidos y Canadá que están entre 1200 y 3100 metros sobre el nivel del mar. La
fiebre por garrapatas de Colorado causa una enfermedad parecida a la gripe. En
ocasiones, los afectados por fiebre por garrapatas de Colorado desarrollan
meningitis o encefalitis. Rara vez se transmite por transfusión de sangre.
 La infección por virus de Bourbon es muy poco frecuente. Solo se tienen
noticias de un caso en el condado de Bourbon, Kansas (Estados Unidos).
 El virus Heartland, que ha sido identificado en Missouri y Tennessee (Estados
Unidos), causa una enfermedad similar a la gripe.
Varios virus que causan encefalitis estaban antiguamente presentes sólo en determinadas
zonas del planeta pero en la actualidad se están extendiendo, probablemente como
consecuencia del incremento del número de viajes. Estos virus son
 Virus Chikungunya
 Virus de la encefalitis japonesa
 Encefalitis equina venezolana
 Virus Zika
Todos son transmitidos por los mosquitos.
El virus del chicunguña fue identificado por primera vez en África, pero se ha extendido por
el sudeste de Asia, India, China, algunas partes de Europa, el Caribe y Centroamérica,
América del Sur y América del Norte. La mayoría de las personas que sufren enfermedad de
chicunguña mejoran en menos de una semana. Sin embargo, la enfermedad del virus del
Chikungunya puede dar lugar a encefalitis grave e incluso a la muerte, especialmente en
lactantes y en personas de más de 65 años.
El virus de la encefalitis japonesa es una causa frecuente de encefalitis en Asia. El virus no
es frecuente en Estados Unidos.
La encefalitis equina venezolana ocurre principalmente en ciertas partes de América
Central y del Sur. El virus de la encefalitis equina venezolana causó una epidemia de
encefalitis en Tejas (Estados Unidos) en 1971, pero en la actualidad raramente causa
encefalitis en Estados Unidos.
En Estados Unidos, la encefalitis japonesa y la encefalitis equina venezolana ocurren
principalmente en viajeros que regresan de áreas donde son frecuentes los virus que causan
estas infecciones.
El virus Zika fue identificado por primera vez en el bosque Zika, en Uganda, luego se
extendió a las islas del Pacífico Sur y seguidamente a América del Sur, América Central, el
Caribe, Méjico y Florida. La infección por virus Zika puede causar fiebre, dolor muscular y
articular, cefalea y una erupción rojiza y abultada. Estar afectada por el virus Zika durante
el embarazo puede causar al bebé microcefalia y daño cerebral grave.
El virus Powassan está relacionado con el virus del Nilo Occidental, el virus de la encefalitis
de San Luis y el virus de la encefalitis transmitida por garrapatas. Se ha constatado la
presencia de infecciones por virus Powassan en Canadá y Rusia (Siberia suroriental, noreste
de Vladivostok). En Estados Unidos se ha informado de casos de la enfermedad de
Powassan principalmente en los Estados del noreste y la región de los Grandes Lagos.
Hay dos tipos de virus Powassan en Estados Unidos y ambos pueden causar enfermedad en
los seres humanos: el primer tipo parece estar asociado con las garrapatas Ixodes
cookei o Ixodes marxi. El otro tipo se llama a veces virus de la garrapata del venado porque
lo transmite la misma garrapata que transmite la enfermedad de Lyme. Sin embargo, a
diferencia de la enfermedad de Lyme, en la que la garrapata se debe adherir durante 24 a
48 horas para transmitir la enfermedad, el virus Powassan se puede propagar más
rápidamente. La enfermedad puede transmitirse si una garrapata infectada se adhiere
durante un periodo de tiempo de apenas 15 minutos.
Aunque es poco frecuente, la encefalitis asociada al virus Powassan parece estar
aumentando desde 2006. Durante los últimos 10 años se ha informado de cerca de 75 casos
de enfermedad de Powassan en Estados Unidos. Los casos suceden desde finales de
primavera hasta mediados de otoño, cuando las garrapatas son más activas.
Las personas infectadas en los casos de virus Powassan pueden sufrir daño nervioso
después de la recuperación. El virus Powassan tiene más probabilidades de causar la
muerte que otros virus de la encefalitis transmitida por garrapatas.
No hay vacuna para el virus Powassan.

Encefalitis esporádica
La encefalitis esporádica viene causada por el virus del herpes simple tipo 1. El virus del
herpes simple causa hasta un tercio de los casos de encefalitis. Esta encefalitis aparece en
cualquier momento del año y es mortal si no se trata.
La rabia es una causa importante de encefalitis en los países en desarrollo y todavía origina
algunos casos de encefalitis en Estados Unidos.
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) causa una infección cerebral que se desarrolla
lentamente, dando lugar a la encefalopatía asociada al VIH (también llamada demencia
asociada al VIH o al sida, o complejo demencia-sida).

Reactivación de una infección previa


La encefalitis puede resultar por la reactivación de un virus, incluidos
 El virus del herpes simple tipo 1
 El virus varicella-zóster, causante de la varicela
 El virus JC (causante de un trastorno con desenlace normalmente mortal
denominado leucoencefalopatía multifocal progresiva, habitual entre personas con
sida u otras enfermedades que deterioran el sistema inmunitario)
 El virus del sarampión, si se reactiva, provoca un trastorno de desenlace
normalmente mortal denominado panencefalitis esclerosante subagudaaños
después de que se produzca el sarampión
La reactivación puede producirse mucho tiempo después de sufrir la infección y dañar
gravemente el cerebro.

Encefalitis autoinmunitaria
Después de ciertas vacunas o infecciones víricas, el sistema inmunitario del organismo
ataca a veces las capas de tejido que envuelven las fibras nerviosas (llamadas mielina) en el
encéfalo y la médula espinal. El ataque se produce porque las proteínas de la mielina se
asemejan a las del virus. Como resultado, la transmisión nerviosa se vuelve muy lenta. El
trastorno resultante, llamado encefalomielitis diseminada aguda, se asemeja a la esclerosis
múltiple, salvo que los síntomas no aparecen y desaparecen como lo hacen en la esclerosis
múltiple. Los virus implicados con más frecuencia son los enterovirus, virus de Epstein-
Barr, virus de la hepatitis A o B, virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y virus de la
gripe. Antes de que se generalizara la vacunación infantil, los virus del sarampión, la
rubéola, la varicela y las paperas solían ser causas frecuentes de encefalomielitis
diseminada aguda.
Si el sistema inmunológico produce anticuerpos que atacan a las proteínas de la superficie
de las neuronas llamadas N-metil-Daspartato (NMDA) se puede desarrollar también una
encefalitis autoinmunitaria. La encefalitis resultante se denomina encefalitis anti-receptor
de NMDA. Algunas pruebas indican que la encefalitis anti-receptor de NMDA es un tipo de
encefalitis más frecuente de lo que se pensaba anteriormente. Se desarrolla ocasionalmente
después de una encefalitis debida al virus del herpes simple, incluso cuando esta encefalitis
ha sido tratada con éxito.

Síntomas de la encefalitis
Antes de comenzar los síntomas de la encefalitis, aparecen síntomas digestivos, como
náuseas, vómitos, diarrea o dolor abdominal, o parece como si estuviera empezando un
resfriado o la gripe y se desarrolla tos, fiebre, dolor de garganta, secreción nasal,
inflamación de los ganglios linfáticos y dolores musculares.
Los síntomas de la encefalitis son
 Fiebre
 Cefalea
 Cambios en la personalidad o confusión
 Convulsiones
 Parálisis o entumecimiento
 Somnolencia que puede progresar hasta el coma y la muerte
Pueden aparecer vómitos y rigidez en la nuca, pero estos síntomas tienden a ser menos
frecuentes y menos graves que cuando los causa una meningitis.
La encefalitis debida al virus del herpes simple causa inicialmente cefalea, fiebre y
síntomas parecidos a los de la gripe. También aparecen convulsiones, a veces acompañadas
de olores extraños, vívidas imágenes retrospectivas (flash-back) o emociones repentinas e
intensas. A medida que la encefalitis avanza, se padece confusión, se tiene dificultad para
hablar y recordar, se presentan convulsiones repetidas y se cae en coma.
La encefalopatía asociada al VIH causa cambios graduales de la personalidad,
problemas de coordinación y demencia.
Si la médula espinal se ve afectada, algunas partes del cuerpo se notan entumecidas y
débiles. Las partes afectadas dependerán de qué partes de la médula espinal estén afectadas
(ver figura ¿Dónde está dañada la médula espinal?). Las personas afectadas tienen
dificultad para controlar la vejiga y la función intestinal. Si la infección es grave, se pierde
sensibilidad, se desarrolla parálisis y se pierde el control de la vejiga y de la evacuación
intestinal.
La recuperación de la encefalitis vírica puede tardar mucho tiempo. Algunas personas no se
recuperan totalmente. La probabilidad de morir depende de cuál sea la causa y de la rapidez
con que se trata la infección.

¿Sabías que...?

 Mucho tiempo después de un caso de sarampión o varicela, el virus


puede reactivarse y causar inflamación cerebral.

Diagnóstico de la encefalitis
 Resonancia magnética nuclear (RMN)
 Punción lumbar
Los médicos sospechan de encefalitis basándose en los síntomas, especialmente si se da en
un periodo de epidemia. Por lo general, se procede a obtener una imagen por resonancia
magnética nuclear y se lleva a cabo una punción lumbar.
La resonancia magnética nuclear (RMN) detecta las anomalías típicas en el cerebro, lo que
confirma la encefalitis. Si no se dispone de resonancia magnética nuclear, se realiza una
tomografía computarizada (TC). Esta técnica de imagen ayuda a descartar los trastornos
que causan síntomas similares (como accidentes cardiovasculares y tumores cerebrales) y
detectar si se sufre de problemas que harían que punción lumbar fuera peligrosa.
Se realiza una punción lumbar para obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo, que
fluye a través de los tejidos (meninges) que cubren el encéfalo y la médula espinal.
Normalmente, el líquido cefalorraquídeo contiene muy pocos glóbulos blancos (leucocitos),
pero cuando se inflaman el encéfalo y las meninges, aumenta el número de glóbulos blancos
en dicho líquido. Para identificar el virus de la encefalitis, se obtienen muestras de sangre y
líquido cefalorraquídeo y se analizan en busca de anticuerpos del virus durante la
enfermedad y, más tarde, durante la recuperación. A veces se utilizan técnicas para cultivar
virus en líquido cefalorraquídeo de modo que puedan ser identificados más fácilmente.
Algunos enterovirus (como los que pueden causar enfermedades similares a la polio)
pueden cultivarse, al contrario que la mayoría de los demás virus.
Se utiliza la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus iniciales en
inglés) para identificar muchos de los virus causantes de la encefalitis. La PCR, que produce
muchas copias de un gen, se utiliza para detectar el material genético de estos virus en una
muestra de líquido cefalorraquídeo. La identificación rápida del virus del herpes simple
mediante PCR es difícil, por lo que el tratamiento se inicia generalmente de forma
inmediata si se piensa que la causa es el virus del herpes simple. Es esencial el tratamiento
temprano, porque la encefalitis que causa es destructiva y, si no se trata, a menudo es
mortal. El tratamiento inmediato ayuda a reducir la gravedad de los síntomas y evitar la
muerte.
Con poca frecuencia se extrae una muestra de tejido cerebral y se examina al microscopio
(biopsia) para determinar si la causa es el virus del herpes simple u otro organismo.
A veces, incluso después de numerosas pruebas, no se llegan a identificar los virus,
bacterias u otras causas de la infección. De ser así, es posible que la causa sea una
encefalitis autoinmunitaria o paraneoplásica, dado que las pruebas no pueden confirmar
siempre esos trastornos.

Tratamiento de la encefalitis
 Según la posible causa, un fármaco antivírico, un antibiótico, corticoesteroides y/u
otras drogas
 Medidas para aliviar los síntomas y, si es necesario, proporcionar soporte vital
Si no se descartan los virus del herpes simple y de la varicela-zóster, se administra el
fármaco antivírico aciclovir. Aciclovir es eficaz contra los virus del herpes simple y del
herpes zóster. La encefalitis por citomegalovirus se puede tratar con el fármaco
antivírico ganciclovir y/o otros fármacos antivíricos. Normalmente también se administran
varios antibióticos, por si la causa fuese bacteriana.
En la encefalopatía asociada al VIH, una combinación de medicamentos utilizados para
tratar la infección por VIH (fármacos antirretrovíricos) ayuda a que el sistema
inmunológico funcione mejor y retrasa la progresión de la infección y sus complicaciones,
incluida la demencia.
La encefalitis autoinmunitaria se suele tratar con lo siguiente:
 Corticoesteroides (prednisona o metilprednisolona)
 Plasmaféresis, que elimina los anticuerpos anómalos de la sangre, o un concentrado
de inmunoglobulinas (anticuerpos obtenidos a partir de la sangre de personas con
un sistema inmunológico sano), que se administra por vía intravenosa
Para otros virus, y para la mayoría de otras causas, no existe un tratamiento específico. El
tratamiento generalmente consiste en aliviar los síntomas (como convulsiones y fiebre) y,
cuando sea necesario, proporcionar soporte vital (por ejemplo, con un tubo de respiración)
hasta que la infección remita en el plazo de 1 a 2 semanas.

Última revisión completa enero 2017 por John E. Greenlee, MD

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