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p62 RODOLFO MONDOLFO Marx y marxismo Estudios histérico-criticos FONDO DE CULTURA ECONOMICA México Primera edicion, 1960 Primera reimpresion, 1969 Segunda reimpresion, 1975 PROLOGO Los estudios sobre Marx y marxismo que aqui presento, quieren iluminar algunos aspectos csenciales de Ja doctrina marxista, considerada en su proceso de formacién, en su significado genui- ho y en su posicin frente a doctrinas afines o antagénicas. ‘La reconstruccién del proceso ce formacién de una doctri- na permite siempre una comprensién m4s honda de su real ignificado, de acuerdo con el prindpio de Vico, de que la na- turaleza de las cosas se revela en su nacimiento, Pero el papel que ha jugado en la genesis del marxismo el humanismo de Feuerbach exige que sean restablecidos previamente los verda- deros rasgos de 1a doctrina feuerbachiana, contra las interpre- taciones equivocadas que dieron de clla muchos criticos, aun autorizado. La verdadera fisonomia de ese humanismo permite reconocer exactamente las miltiples sugestiones que Marx y En- gels han sacado de el, y entender en qué consiste la superaci6n 2 la cual Hegaron. Esta superacién comsiste cn el trdnsito del naturalismo al historicismo; por eso puede ser interesante sefalar algdn lejano antecedente que nos afrece la filosofia del Renacimiento, con las Jnuuiciones historicistas de Bruno, Bacon y Spinoza, que presen- tan el primer germen de la concepcién marxista de la “inver- sién de la praxis” Pero el sentido verdadero de la doctrina marxista recibe mayores y nuevas Tuces por medio de su comparacién con otras doctrinas contemporineas o sucesivas: algunas antagénicas, como el idealismo de Mazzini, que tiene, sin embargo, muchos puntos de contacto junto a oposiciones csenciales, otras afines en parte, ‘0 que quieren presentarse como herederas ¢ intérpretes autém- Los capitutos an sido traducos, ariel eee teapot LY fim aide traduci ‘Con respecto a estas iltimas, tiene importancia fundamen- tal Ia oposicién entre el marxismo genuino, animado por una honda eonciencia histérica y una clevada exigencia de libertad, 11. R, © 1969 Fondo de Cultura EconSratca y mi adulteracién o falsficacién, efectuada por el leninismo 0 Av tie la Univeradad 93, Monica 13, DoF Zomunisino totalitario de nuestros dias, desconocedor de Tos Ui mites que las condiciones historicas imponen a toda praxis revo- lucionaria de transformacién social y menospreciador de la per- ona humana y de sus exigencias de libertad. Semejante opo- Inpro on Mision sicién puede evidenciarse de Ia manera mis caracteristica en el 7 8 PROLOCO pensamiento del tedrico comunista que més que cualquier otro demostré en sus obras sélida preparacién y envergadura filosé- fica, es decir, el italiano Antonio Gramsci, cuya doctrina revela precisamente la contradiccién insanable ‘entre la inspiracién marxista y la del comunismo totalitario. En cambio, aparece reafirmandose el verdadero espirita del marxismo en una ten- tativa de revisionismo esclarecedor, iniciada por el prominente economista y marxista austriaco Rudolf Hilferding en un estudio sobre El problema histérico, interrumpido por la tragica muerte del autor. EI examen de los varios puntos mencionados, junto con una aclaracién del concepto de Engels acerca de Ia dialéctica, ha constituido el objeto de mis estudios en el presente libro. Este, a la par de otros que he publicado sobre temas marxistas —las varias ediciones de El materialismo histérico en Engels y de Sulle orme di Marx, Espiritu revolucionario y conciencia histérica, eteétera— quiere contribuir a una recta comprensién de la doc. trina de Marx y Engels, interpretando como concepcién critico- prdctica de Ia historia el llamado “materialismo histérico", y como filosofia de la praxis la visién general de la vida y del mun- do que esté en su fundamento y que basa la solucién de todos os problemas de Ia teoria y de la practica, del conocimiento y de ta accién, de la vida y del desarrollo material y espiritual de Ja humanidad en el concepto del hombre cual principio de acti- vidad 0 sujeto activo en su relacién con las condiciones obje- tivas. Para dar al lector en pocas paginas una orientacién inicial sobre las lineas directivas de esta interpretacién, reproduzco los répidos lineamientos trazados por mi para un articulo acerca del materialismo histérico publicado en la Enciclopedia italiana. “Materialismo histérico es el nombre que Marx y Engels dieron a su concepcién de 1a historia. EI nombre tenia su jus- tificacién histérica en el hecho de que contra la concepcién idealista de Hegel y bajo el influjo del humanismo naturalista y voluntarista de Feuerbach (reale Humanismus, a veces bauti- zado equivocadamente de materialismo), los dos fundadores del comunisme critico querian atribuir la funcién de principio mo- tor de la historia al sistema de las necesidades humanas sociales, que Hegel sélo consideraba materia y medio de la razén. Pero ese nombre ha hecho suponer con frecuencia que la doctrina marxista de la historia se apoyaba en el materialismo metafisic suando, por el contrario, Marx y Engels lo han demolido crit PROLOGO a camente. Asi, su concepcién de Ia historia —que Croce llama realista, y que se designaria mejor como critico-practica— ha estado sujeta a graves mal entendidos. No sélo la dialéctica real, con que Marx y Engels quisicron sustituir a la hegeliana dialéctica de la idea, ha sido interpretada (segin frase usada también por Antonio Labriola) como autocritica de las cosas, fatal y casi me- cinica, que hace a los hombres objetos de la historia antes que actores y autores de ella, sino que el propio movimiento de estas cosas y de esta historia ha sido reducido esencialmente al ritmo automitico de los procesos econdmicos. De modo que, segiin la opinién comin, el materialismo histérico se ha convertido en determinismo econémico, que es otra tcoria, histéricamente pre- existente y concomitante con él, una de las teorias de los factores histéricos, que hace del factor econémico el demiurgo de Ia his- toria y su verdadera sustancia, reduciendo cl resto a simple epifenémeno ¢ ilusoria superestructura, Contra este blanco del determinismo econémico se han dirigido los ataques de los criti- cos y las tentativas de superacién del marxismo. Por eso a me- nudo oponen (cfr. De Man) a semejante imagen contrahecha del materialismo histérico, precisamente los rasgos que son esen- ciales y peculiares de su verdadera fi "Por el contrario, el materialismo histérico —como explicé Antonio Labriola— quiere precisamente superar todas las abs- tractas tcorias de los factores con la concreta filosofia de la praxis. Filosofia de la praxis significa concepeién de la historia como creacién continua de la actividad humana, por la cual el hombre se desarrolla, es decir, se produce a si mismo como causa y efecto, como autor y consecuencia a un tiempo de las sucesivas condiciones de su ser (Labriola). Contra el concepto del hom- bre movido fatalmente por el oscuro poder de la historia, Marx y Engels afirman, desde La sagrada familia, que ‘es mas bien el hombre, el hombre viviente y efectivo, quien hace todo, quien posee y quien lucha, La historia no es algo que se sitva del hombre como medio, sino sélo la actividad del hombre que per- sigue sus fines’. Y desde sus primeros escritos (Engels, Sobre Carlyle, Marx, Sobre ta cuestion judie, Los principios sociales del cristianismo, Glosas a Feuerbach, Manuscritos econdmicos filo. séficos de 1844, Ideologia alemana, contra el Volkstribun, etc), hasta los dltimos (cartas de Engels sobre la concepcién materia. lista de Ia historia), se repite este concepto. Lo renueva el Anti- Dithring contra la ‘extravagante afirmacién del metafisico Dith- ring, de que para Marx Ia historia se cumple automaticamente,

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