Artistas y Cultores

de la comuna de Las Cabras:

una mirada desde sus biografías.
Artistas y Cultores
de la comuna de Las Cabras:
una mirada desde sus biografías.
Publicación a cargo de:

Oficina de Cultura, Oficina de Turismo y Oficina de Fomento

Productivo, Ilustre Municipalidad de Las Cabras.
Programa Red Cultura, Secretaría Regional Ministerial del
Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Región de
O’Higgins.

Contraparte Municipal
Humberto Miranda
Milca Reyes
Álvaro Tobar
Edison Toledo

Entrevistas y textos
Carla Lizama

Diseño y diagramación
Cristián Marambio

Producción
Natalia Morales

Fotografías
Alejandro Lizama
Contenido
Artistas y Cultores de la comuna de Las Cabras:
una mirada desde sus biografías.

Trayectos 9
Aída Amanda Correa Toro 10
Hernán Diaz 14
Patricio Caces Ebner 18

El arte como terapia 23

Daniel Carreño Armijo 24

Claudina y María Blanco 28

Vínculo 33

Libélula: Mónica Osorio y Francisco Mella 34

Gosanclass: Roberto Gómez 38

Nuevas Generaciones 43

Cynthia Acuña 44
Rodrigo Rivera 48

Medioambiente 53
Andrés Miranda Osorio 54
Cooperativa Pitrucao 58

5
 Artistas y Cultores
de la comuna de Las Cabras:
una mirada desde sus biografías.
El catálogo biográfico que tienes en tus manos
es una recopilación realizada en la comuna de
Las Cabras el año 2018. La intención de este es
mostrar y poner en valor a diversos artistas,
cultores y artesanos de la localidad mostrando su
construcción desde una mirada propia, poniendo
énfasis en el desarrollo de sus historias personales.
La presentación de los personajes la hemos dividido
en cinco secciones: la primera de ellas reúne a
artistas con trayectoria y que son portadores de
una tradición artística, allí encontraremos a Aida
Correa cantora a lo poeta, Hernán Diaz talabartero
y Patricio Caces artista visual. En el segundo
apartado se muestran historias de vida que han
encontrado en el arte una terapia, presentándose
Daniel Carreño artesano en vellón y las hermanas
Claudina y María Blanco artesanas en lana. La
tercera sección pretende mostrar el arte como un
proceso vincular, se muestran allí dos historias
de amor que dan como resultado los proyectos
artísticos Libélula que se dedican a la orfebrería y
Gosanclass espacio museo de motocicletas. En el
posterior capítulo hacemos una presentación de
las nuevas generaciones de artistas, mostrando a
Cynthia Acuña, artista visual y Rodrigo Rivera,
talabartero. Por último presentamos dos exponentes
del cuidado del patrimonio natural y su vínculo
con el rescate de tradiciones gastronómicas: Andrés
Miranda quien forma parte de la agrupación de
Guardianes de Semillas y Ramón Zuñiga presidente
de la Cooperativa Pitrucao.
La publicación pretende ser una ventana para
estos artistas, pero también abrir la posibilidad
de construir desde aquí nuevas visibilizaciones
para otros artistas y cultores de la comuna.
Espera ser una contribución al estampar un
momento artístico de la ciudad de Las Cabras y
tener un referente para posibles nuevas formas
de desarrollar y escribir sobre cultura local.
7
8
Trayectos

9
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Aída Amanda Correa Toro / 58 años
Cantora a lo poeta
“Señores yo me presento
Me llamo Aída Correa
Cantora que les desea
Que se encuentren muy contentos
Además de escribir cuentos
Me nace hacer poesía
Doy gracias todos los días
Por el bien de la palabra
Soy natural de Las Cabras
El Durazno, Llavería”
Aída es una mujer conocida por toda la comuna,
por la diversidad de lugares que nos tocó recorrer
la nombran como un referente del quehacer
cultural de Las Cabras. El día que la fuimos
a entrevistar a su casa era nuestro segundo
encuentro, la semana anterior la habíamos
visitado en medio de la Feria Costumbrista de
la comuna, pero no habíamos intercambiado
muchas palabras. Ese día se presentaba por
primera vez como artista estelar en este tipo de
eventos.
En nuestro segundo encuentro, el abrazo de
bienvenida fue triste, unos perros vecinos
habían entrado a su terreno matando una gran
cantidad de gansos. El cariño por sus animales,
por su localidad, por su casa, afloró en sus
primeras palabras.
11

La mujer es cantora a lo poeta, parte de una
familia numerosa de 8 hermanos, sólo ella y
su hermano que lo acompaña en la guitarra
en sus presentaciones se hicieron cargo de
la herencia cultural familiar. “Mi padre, mis
abuelos, mis bisabuelos, mis tatarabuelos
fueron todos cantores a lo poeta y escritores
de décimas”, por lo que se crió en medio de
música y noches guitarreadas.
Para sus antecesores hombres, ella pasaba
desapercibida, el canto era un espacio
masculinizado y fuertemente machista.
12
“Mi papá todas las noches ardía el fogón, en
esos tiempos, no es como ahora se usaba el
fogón en la cocina, y él tomaba su guitarra
y cantaba todas las noches, era como un
ensayo pa el, después se iba a dormir, pero
él jamás nos dijo a los hijos ¿les gustaría
aprender un verso o a cantar conmigo?, no
nada. A mí me llamaba la atención, detrás
de la silla de él, hasta que un día me di la
vuelta y me puse por delante de él, y le dije
‘yo sé cantar´, yo tenía diez años, y me dijo
él porque era bien guapo ‘¡A ver! Si sabe
cantar cante’ y yo canté”
En esta primera presentación hacia su
padre se inicia su oficio que mantiene
hasta el día de hoy. Pero este recorrido tuvo
también interrupciones, “así aprendí yo,
[mi padre] salió a cantar con mi hermano,
yo no salí a cantar mucho porque me casé
y no me dejaron cantar, me divorcié y ahí
seguí cantando”.
Su oficio actual tiene relación con el canto
a lo poeta, en sus dos formas; el divino
y el humano. Aunque reconoce que se
concentra en el primero, visitando comunas
vecinas desarrollando parabienes1 , ruedas
de cantores o misas del angelito, además
cantando cuecas y tonadas.
1
Se trata de una tonada que puede ser escrita en
décimas o cuartetas que se cantan a los novios
cuando vuelven a su hogar luego de casarse. Se
les da consejos a los novios para llevar un buen
matrimonio a modo de consejo cantado.
Hoy día abre la posibilidad de continuar,
de desarrollar legado. Por una parte, de
la mano del Ministerio de Las Culturas
desarrolla hace 4 años talleres abiertos
donde enseña a hacer décimas, tocar
guitarra y cantar. Nos cuenta con orgullo
que su alumna más pequeñita tiene 12
años, y que con este grupo ha salido a
representar a su comuna a diversos lugares
del país. Por otro lado, están sus hijos
“tengo dos herederos, que me llenan de
orgullo, a mi hijo el más grande tiene 29
años, mi papá le empezó a enseñar, mi
hijo como veía a mi papá que a él está
usando pañales y no puede salir al canto,
se pone muy triste y se decae mucho, dejó
la guitarra dos años guardada en el closet.
Llegó mi hijo que estaba en Santiago y
le dijo ‘no po tata, usted tiene que seguir
tocando hasta que Dios diga’, haciéndolo
sacar la guitarra para que se olvidara de lo
que le pasaba, le dijo ‘ y me va a ensañar a
mi junto con mi mami lo que usted sabe’ y
aprendió muy rápido, y mi niña escribe y
canta, no toca la guitarra”.
Al terminar la entrevista entendemos esa
tristeza inicial, que durante la conversación
se convirtió en anécdotas y en risas, pero
que tiene sentido con el profundo cariño
que le tiene a su trozo de tierra, a su
historia y a sus tradiciones.
Décimas
para Las Cabras
“El Durazno es el lugar
La tierra donde nací
Con mi familia crecí
Donde aprendí a amar
Con tierra para sembrar
Y para regar lagunas
En las noches bella luna
Amaneciendo el lucero
Es por eso que yo quiero
Las Cabras es mi comuna”
13
14
 Hernán Diaz / 52 años
Talabartero
Hasta la casa de don Hernán llegamos un día en
que ya comenzaba a hacer calor en Las Cabras,
uno de los talabarteros más jóvenes lo nombró
como un referente en materia de trabajo en
monturas, fue así como llegamos a su historia.
El año 85, a sus 19 años, comenzó a trabajar
de manera oficial en el taller de talabartería
de Alejandro Ordoñez conocido y premiado
artesano nacional oriundo de Las Cabras. Pero
su oficio comenzó a desarrollarse desde antes,
observaba a su padre, quien trabajaba desde la
casa para el mismo patrón que tiempo después
lo contrataría. “Me fui entusiasmando”, nos
señala, es un hombre de pocas palabras, pero sus
ojos brillan al momento de recordar a su padre
y ya más relajado nos muestra las partes de una
montura que está preparando.
Su padre y Alejandro fueron sus maestros, hoy
repara monturas, también hace nuevas, trabaja
en cinturones, y en todo tipo de elementos
que lleva un caballo. Su especialidad son las
monturas y todos sus accesorios.
Su trabajo no es solo relacionado con el cuero,
sino que se entremezcla con la madera, la
costura y los rellenos. Utiliza cueros diversos de
cordero (para los pellones) y el de vacuno, los
cuales compra ya listos y curtidos.
La nostalgia y orgullo de su oficio tiene que
ver con dos cosas, siente que es un oficio que
comienza a desaparecer y que tuvo un fuerte
apogeo en el sector, pero además es portador
de una tradición valorada socialmente.
Además, valora la posibilidad de especializarse
15
en ámbitos puntuales de la talabartería, lo que ha permitido
reconocer el trabajo de los otros, y entregar encargos cuando
estos pertenecen a alguien que puede tener un conocimiento más
específico.

“por ejemplo hay trabajos que yo no hago, tengo un amigo que

trabaja también, y le mando los trabajos a él, o al revés como él no
trabaja la montura, y le llegan clientes con montura, él dice que no
y me manda los clientes, nos llevamos cambiando”

Las monturas que realiza son a la medida del jinete que la va a

utilizar, pero su experiencia es vasta y tiene la medida en los ojos
“uno se acostumbra a ver a las personas, yo los veo y se si es una
montura de 14 o 15”.

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 Icta simpore poriatibus.
Est, nobistia cum lit ide seque reptat
modit illecea turiore rferum comnisi ve-
nihit vent ma quibus doluptae deritem
incto volescidelit aborestem que posapit
iatatem fugiae con porit

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 Patricio Caces Ebner / 79 años
Artista visual y escultor.
El artista visual Patricio Caces llega a la localidad
de Las Cabras por una necesidad de descanso,
vivía en la capital y viajaba permanentemente
a vacacionar al sector de Rapel, después de 28
años de ir y venir se deciden junto a su esposa a
no estar más en la vorágine santiaguina.
Sus inicios en el ámbito artístico fueron una
casualidad, trabajando en el Diario El Mercurio,
entró a un curso vespertino en la Universidad
de Chile de escultura, lo pensaba como una
entretención. Su vida se desarrolló de manera
paralela entre el trabajo administrativo y un
trabajo de taller permanente. En el año 62 estando
en Argentina se decide a no abandonar las artes
y comienza un trabajo prolífero en el ámbito,
adentrándose en la decoración, en la creación de
galerías comerciales, puertas de fierro y bronce, y
comienza a incursionar en la orfebrería.
Su trabajo tiene mucha relación con el país,
trabajando principalmente el cobre como
elemento esencial recorrió el mundo, además de
tener parte de sus obras en diversas locaciones a
nivel mundial. Su técnica principal es el repujado,
ya que en esta reconoce una versatilidad que le
permitió trabajar diferentes formatos: cuadros,
esculturas, adornos, campanas, entre otros.
Hoy día su principal material, el cobre, lo llena
de contradicciones, a pesar de su nobleza,
“somos país productor de cobre y la gente que
quiere trabajar en artesanía tiene que importar
cobre, láminas de 30 centímetros, no hay más, y
es cobre mexicano”.
En su trabajo se puede observar una recopilación
de los elementos principales de la identidad
chilena: iglesias del sur de Chile, postales de
Valparaíso, elementos de la cultura Aymara,
simbología mapuche, entre otros.
19
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Escultura del mundo. Dicho motivo se repite
en su trabajo, siendo el más importante uno
en gran escala presente en el aeropuerto JFK
de Nueva York.

Cuadro en gran tamaño con técnica de

repujado en cobre.
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El arte como
terapia

23
 Daniel Carreño Armijo / 43 años
Artesano en vellón.
Nos encontramos con Daniel un día de fiesta
en la ciudad en donde estudiantes desfilan
disfrazados y cantando por las calles, nos
recibe en su taller ubicado en pleno centro en la
calle Bernardo O´Higgins, a dos puertas de su
peluquería. Entre diversos materiales nos sonríe
y se dispone a contarnos su historia.
Sus primeras palabras nos muestran un cariño
especial por aquello que aprendió a hacer en
una primera instancia de manera autodidacta,
mirando videos, consultando libros y haciendo
pequeños cuadros que regalaba como una
ofrenda a sus seres cercanos. Luego vinieron los
estudios, consiguió que una artesana de la vecina
comuna de San Vicente de Tagua Tagua le guiara
sus pasos, finalmente se aventuró con profesores
destacados de Santiago quienes le mostraron
nuevas técnicas y posibilidades de la noble lana.
Su historia nos abre un trozo de la actual historia
de nuestro país, entre diversos destapes de abusos
sexuales cometidos por curas contra niños y
niñas su historia se hace pública en televisión
abriendo una herida que intentó durante años
esconder. Allí aparece el vellón, frente a lo cual
el artista nos comenta:
“si hoy día tengo que agradecer, aparte del
psiquiatra (…) si hay algo que tengo que
agradecerle son a las ovejas, a los criadores, a
los que tiñen y lavan la lana porque han sido
mi mejor terapia, más que un clonazepam, un
diazepam todo eso, las lanas han sido mi mejor
remedio, y eso me sacó, me permite ser resiliente
y sacar de adentro todo lo que tengo guardado
en esta creatividad que yo hago, en las cosas que
hago, en los colores”
25
 Hoy no trabaja solo, su primer impulso fue
compartir su saber, aquel descubrimiento
lo quería entregar a otros; con problemas
psicológicos, a mujeres que necesitaban crearse
un empleo, y a quienes quisieran compartir. Así
se conforma la agrupación “Artesanas en lanas
Las Cabras” que tiene como misión poner en
valor la versatilidad de la lana, entregar una
herramienta de trabajo y contribuir al trabajo
artesanal de la comuna.

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 Claudina y María Blanco / 53 años
Tejedoras y productoras de lana
Claudina y María nos reciben en su casa sin
muchas expectativas de nuestra llegada, las
han dejado tantas veces esperando quienes les
ofrecen entrevistas que les sorprende nuestra
puntualidad. Nos ofrecen un vaso de bebida y
eligen entre ellas quien debe hablar frente a la
cámara y contar sus historias.
Al final de la central calle Carlos Fresno y luego
de subir un cerro nos recibe, en su descenso, un
precioso y verdeado valle, algunos kilómetros
más allá se encuentra La Cebada. Allí tiene su
casa y taller Claudina, quien se decide a hablar
en nombre del emprendimiento familiar.
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Las primeras palabras nos permiten entender
algo, a las hermanas tejedoras les brillan sus
ojos cada vez que nos hablan de su madre y de
su padre. De la primera aprendieron el oficio,
ella tejía ponchos con la dificultad de obtener
lana de oveja de sus tiempos, ya que existían
pocos vendedores, el trabajo no era rentable
y la maquinaria era diferente, más aparatosa e
implicaba mayor trabajo físico.
El segundo, su padre, las terminó de unir en un
proyecto común. Luego de largas jornadas de
cuidados para él se turnaban y tejían
29
 “era una terapia de salir un poco
de la enfermedad, el problema de
la enfermedad de mi papá que
tenía un cáncer, fue una terapia,
era para estar ahí metidas”
En ese proceso muy interno
que fortaleció el calor del
hogar las descubre Prodesal
y las impulsa a buscar nuevas
posibilidades, demostrándoles
que aquello que hacían le podía
gustar a otras personas. Hoy
en día no solo tejen, sino que
también son parte de todo el
proceso productivo: compran
la lana en la zona, la traen
en saco, la lavan, la tuercen
y tiñen con vegetales, luego
viene el tejido que desarrollan
en diversas técnicas como el
telar en sus diferentes formas,
el tejido a palillo y a crochet, el
bordado, entre otros.
hoy carda la lana, y una de las
hijas de María comienza a tejer
en telar.
Para ellas el legado también lo
lleva consigo cada cliente que
adquiere sus creaciones:
“En cada poncho hay lágrimas,
hay risas, discusiones que a
veces no estamos de acuerdo (…)
hay todo un tipo de emociones
y en cada hilo, en cada poncho
quedan guardadas, así que cada
persona que se lleva un poncho
se lleva también un poco de
emociones de nosotros”
 

El nombre del emprendimiento

es Claugamar y es la conjunción
de los nombres Claudia,
Gabriel su hijo y María. En los
hijos se encuentra el legado
familiar, Gabriel quien es parte
del nombre de esta sociedad

30
Las hermanas blanco tienen su taller de
trabajo en el sector La Cebada, allí tiñen,
hilan y tejen.
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32
Vínculo

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 Libélula:
Mónica Osorio y Francisco Mella
Nos encontramos con la pareja en el sector del
Carmen, en una casa de adobe tienen instalada
una sala de ventas, un área de taller en que se
desarrollan principalmente los proceso que
implican fuego, y otra área en que cortan y pulen
las piedras con las que trabajan.
La conversación es fluida, pero hay una pregunta
que nos invade de manera permanente ¿Cuál es
la relación que tienen ambos?
Francisco luego de recorrer Argentina se
encontró en su país sin trabajo, con 20 años
alguien le recomendó ir a un taller donde
necesitaban personal para lapidación, sin saber
qué era llegó a un taller donde trabajaban la
piedra de lapislázuli, allí le mostraron el proceso
completo, absorbió sus primeros conocimientos
en torno al trabajo en piedras. Luego se
especializó con estudios en engaste, trabajó
con oro, plata, paladio y otros metales, allí ya
completó su oficio, la orfebrería.
Por otra parte, Mónica, oriunda de Las Cabras
siempre estuvo ligada a las artes como un hobby,
no lo profundizó ya que se casó, con el tiempo y
como forma de salir del drama de la separación se
inscribió en un curso de orfebrería. Su profesor
en Santiago fue Francisco, allí se conocieron. Al
conocerse entendieron que un hobby se podía
convertir en oficio, se enamoraron, y decidieron
venirse a la ciudad de ella.
- “Nos acoplamos, y peleamos también”
- “Él es más clásico y yo soy más contemporánea,
me gusta incorporar materiales”
- “Ella es más rústica para trabajar con las joyas,
y yo la molesto, ¡eso no se va a vender! Y lo
primero que se vende es lo de ella”
35
Sus inicios fueron apatronados, le
trabajaban a alguien que revendía sus
trabajos. El hermano de ella los invitó a
una feria agrícola lugar donde vieron por
primera vez la posibilidad de generar un
ingreso directo e independizarse. Fue
así como han seguido participando de
múltiples ferias y encuentros a lo largo del
país, también han incorporado materiales
relacionados con su territorio como el
cacho de vaca y la teatina.

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 Gosanclass: Roberto Gómez
Museo de motocicletas.

Oriundo de San Felipe, en ese lugar a los 17
años cambió una bicicleta y una escopeta por
su primera moto, lo que se transformaría más
tarde en un impulso coleccionista, y hoy a tener
un museo ligado al tema y a la exhibición de
artefactos antiguos.
En el año 85 llega a Las Cabras, ya con su segunda
moto a cuestas, comienza a comprar motos para
repararlas y venderlas “pero la verdad es que no
fue posible venderlas, porque me enamoré de mis
cosas y hoy día no es mi intención el negocio”.
Al preguntarle sobre la o las motos más
significativas de su colección se traslada
rápidamente hacia un lado emocional
a hacer (…) yo andaba en la moto cuando surgió
el amor, mi moto se sentía desde lejos así que no
se si llamó la atención la moto o el que iba arriba,
llevamos 35 años de casados”
El museo lo abrieron oficialmente a la
comunidad el año 2005, cuando se dieron cuenta
que la colección era grande y generaba interés
en la gente. El nombre de su proyecto es una
conjugación de los apellidos de él y su esposa,
Gómez y Sánchez, clásicos. El lugar el día de hoy
la componen 80 motocicletas de diversas épocas,
cilindradas y estilos.

“Una [moto marca] Horex con la cual conozco a

mi mujer, entonces esa tiene un valor sentimental,
la cual cuando hicimos la casa esa moto se vende,
la tuvimos perdida por 12 años, la recuperamos
nuevamente toda oxidada y sin motor, la volvimos
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 Nuevas
Generaciones

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 Cynthia Acuña
Diseñadora y pintora.
Llegamos al taller de Cynthia ubicado en plena
plaza de Las Cabras, una casa fuertemente
golpeada por el terremoto que entre grietas
renace con los colores de sus cuadros, sus
ilustraciones y sus intervenciones plásticas en
tablas de surf y patinetas.
La joven de 30 años está nerviosa y nos advierte
de lo poco que le gustan las cámaras. Aprendió a
pintar en el colegio, quiso estudiar arte pero sus
padres no lo dejaron, engatusó a sus progenitores
camuflando su gusto ingresando a diseño
gráfico, se salió dos veces de la carrera porque
no era totalmente lo que quería. Luego de unos
años realizó un diplomado de ilustración, lo que
hizo renacer esa primera cercanía a la pintura en
su época escolar escolar.
Volvió hace tres años a Las Cabras pensando que
sería transitorio, pero aún sigue allí. Su impulso
artístico es la experimentación con diferentes
materiales y soportes, destacando los colores
fuertes y cuadros de gran formato.
“se me ocurrió pintar un moai y dije ¿un moai
solo? Y le puse un pulpo, pero no es que me
inspire en algo, me gustan los colores fuertes,
como que es más joven, sale un poco de la
pintura tradicional (…) el cuadro me limita un
poco y a la gente igual le gusta la tabla, también
pinto chaquetas, instrumentos, es como darle
vida a las cosas que ya están casi muertas, se le
pone la pintura” 
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 Rodrigo Rivera / 33 años.
Talabartero
Su oficio está abocado a la talabartería y la
curtiduría, en el patio trasero de su casa tiene
su taller, entre cueros y cinturones nos recibe.
Lo primero que nos cuenta es que hay muchos
talabarteros en la zona, muchos más importantes
que él, y que le gustaría que también los
entrevistaran.
“La talabartería de esta zona es más cara, más
apetecible, la comuna de Las Cabras había un
caballero que acá fue el mejor monturero de
Chile, le hizo la montura a la reina Isabel cuando
vinieron a Chile, y un poco de historia que
nosotros en el cinturón de crin de caballo era de
nuestra zona, de nuestra comuna, no se hacía en
otro lugar que acá en los años 60”
Pero su historia es distinta, aprendió su oficio
por “obligación, hace años atrás caí detenido,
durante eso fueron tres detenciones, y estaba
muy ligado lo que era el campo (…) entonces
típico en una cárcel estaba la madera, el mimbre
y el cuero, me hallé por el cuero”. Así comienza
su trayectoria comenzando en la cárcel de
Peumo, luego vuelve a caer radicándose en la
cárcel de Rancagua, pero por medio del cuero
saca su título de técnico profesional en cuero,
esto sumando a su buen comportamiento le
permiten obtener un beneficio que le permite el
día de hoy estar libre.
49
 Hoy día trabaja el arte de Colo. Y también sirve como
curtir el cuero con materiales terapia, lo ocupé muchas
nobles, eucaliptus, flor de veces cuando estuve detenido
aromo, betarraga, yerba mate, para poder desestresarme,
diversos tipos de tierra, tiñen lo ocupé muchas veces para
los materiales con los que poder desconectarme de todo,
trabaja, esto lo ha aprendido cuando ya viene esa ansiedad,
con mujeres mayores que tiñen la angustia, entonces uno
lana. Por otra parte, trabaja en tomaba un pedazo de cuero y
diversos tipos de cinturones, hacía un tejido con 200 tientos
billeteras y también riendas. aunque no lo terminaras pero
eran tantos tientos que no te
Su aprendizaje personal le ha daba para pensar en algo más”
permitido abrir las puertas
de su taller, ha comenzado a
formar a jóvenes que quizás no
tuvieron oportunidades como
él. Han adquirido un oficio
“tratamos de transmitir lo poco
y nada que podemos tener, de
hacerlo con los jóvenes y a la
vez transmitir la experiencia de
vida, pa que no lleguen a donde
uno pudo llegar por malas
decisiones”.

El ingreso a la talabartería “fue

una necesidad, y hasta el día
de hoy lo veo como mi trabajo,
lo que me da y me apasiona,
me gusta, me encanta, no sé
es como un fanático de Colo

50
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Medioambiente

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 Andrés Miranda Osorio /
Guardián de Semillas
A Andrés Miranda lo conocimos en la Fiesta
Costumbrista de Las Cabras, allí tuvimos un
primer acercamiento con algunos cultores,
artesanos y guardadores de tradiciones
gastronómicas. Nos presentó sus diversos cactus,
en esa ocasión eso estaba vendiendo, pero detrás
de esos cajones sacó de pronto un choclo seco y
negro, “guardián de semillas, soy también”.
En la segunda visita que tuvimos, ya en su casa,
nos presentó un invernadero extenso lleno
de cactus, además de otro contiguo en el que
tenía plantadas flores, estas últimas eran una
entretención, ya que según sus palabras no daban
dinero, una vez que florecieran las arrancaría para
instalar allí los brotes de cactus que tenía más allá
en bandejas sobre muchos estantes.
54
57 años
Su ligazón con la tierra tiene relación con su
historia, con el lugar del que proviene y también
de su ímpetu
“Uno de chico ha hecho jardines, como media
hectárea que picábamos a pura pala, con mi mama
y todos mis hermanos chicos, entonces uno de
chico se mete la idea de sembrar su siembra y los
recursos que le da la vida, y ahora estoy metido
en los guardianes de las semillas, es la gracia de
ir recuperando semillas e ir dándole a la gente
también que se vaya esparciendo la semilla”
55
La agrupación de “Guardianes de
Semillas” de la región de O´Higgins,
es una organización que tiene como
fin “Recuperar las semillas, porque
antiguamente eran cientos de semillas y
se han perdido todas porque las grandes
empresas las están patentando a nombre
de ellas”. Y él contribuye a esta tarea con
una variedad importante se semillas:
el poroto metro, el poroto bombero, el
56
poroto rojo corazón, el poroto negro, el
poroto hallado, la espinaca roja, el repollo
corazón de buey, flor los clarines, la malva,
el tabaco, entre otras.
Su grupo organiza en la región encuentro
periódicos, llamados jornadas de
intercambio de semillas, son instancias de
trueque que congregan a diversas personas
en que no solo comparten semillas, sino
que también tierras, tipos de abono y
conocimientos en torno al arte de sembrar.
Nos señala que le gustaría conocer a más
guardianes de semillas, lo han invitados
a otras instancias, pero “uno que tiene
pura bicicleta le cuesta movilizarse, hay
mucho intercambio de semillas pero no
puede llegar a todos, aunque me gustaría
llegar a todos”
 La colección de cactus
según Andrés tiene cerca
de 50 variedades, desea
comprar más, pero lo
limita las pocas herra-
mientas tecnológicas que
domina para adquirir
nuevas especies.
57
 Cooperativa Pitrucao
En el sector del Tuniche, en el Valle de Cocalán
nos encontramos con Ramón Zuñiga, un joven
que nos invita a adentrarnos en un sector lleno
de naturaleza. Él pertenece a la Cooperativa
de Pitrukao, su nombre tiene relación con el
imponente cerro del sector, esta organización que
deriva de la reestructuración de los dueños del
suelo luego de la reforma agraria, la componen
32 familias que son dueños de un poco más de
3.000 hectáreas.
La agrupación pretende poner en valor los
recursos naturales del sector, es así como el
año 2012 comienzan a trabajar de manera
colaborativa para concretar su constitución en el
2015. En ese momento deciden ser cooperativa
como una forma equitativa de distribuir roles
y responsabilidades en torno a esta nueva
instancia de participación.
58
Su principal herramienta de trabajo es el
turismo, este último no solo entendido como una
entretención para el foráneo, sino que más bien
con un fin educativo. Las personas que visitan
el sector conocen de la historia de la localidad,
para luego realizar senderismo en base al bosque
nativo, reconociendo las especies y sus usos,
además recorren miradores en donde es posible
reconocer y diferenciar paisajes del valle.
El árbol que representa a esta comunidad es
la palma chilena, es por eso que una de sus
integrantes, Silvina Catalán representa el espíritu
de la agrupación. Se dedica a la realización de
quesos, a la crianza de gallinas y sus productos,
a la realización de mermeladas con frutos
que ella misma cosecha, pero quizás lo más
importante es que comenzó a realizar productos
gastronómicos derivados de la palma chilena
59
“La miel yo la empecé a sacar de la grama que llaman del coco, la
bruma, la partecita de afuera, que es una cascarita que primero es
verde cuando el coco está verde y luego madura (…) con eso se
cuece y con ese jugo se le da punto, además con su fruto realizo
cocos en almíbar”

La importancia de esta agrupación radica en los que nos

señala Ramón

“Nosotros somos una cooperativa y una agrupación, es muy difícil

trabajar en agrupaciones hoy en día en Chile, porque todo el
modelo del mundo que nos invade, de consumo y todo, nos hace
ser individualistas. Nosotros hemos vencido con mucho esfuerzo
esa barrera y somos una organización con mucha voluntad, acá
cada socio trabaja por voluntad y por metas (…) la naturaleza y el
hacer un turismo sustentable y eso nos sirve como garantía para
las futuras generaciones, y podemos contribuir como un ejemplo
que protegemos los recursos naturales, de que estamos cuidando
la flora y fauna nativa, y estamos respetando la historia, esa es
nuestra misión y compromiso como cooperativa”

Ramón Zuñiga Viera

Presidente cooperativa Pitrucao

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Silvina Catalán vive en el sector de Tuniche, y es
parte de la Cooperativa Pitrucao.
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 Idet Moya Audilia Riquelme Martina Muñoz
Cultivo agroecológico Productora de nogales y almendros Producción de huevos de gallina criolla
Guañaca Valdebenito El Durazno

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 Rosa Nuñez Ilda Bravo Mabel Blanco
Mermeladas y pastas Tejido y decoupage Productora de quesos y manjar
El Estero Cocalán Los Maitenes de Cocalán

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 María Contreras Limbana González Javiera Soto
Productos naturales en base a hierbas Arte en reutilización de materiales Diseño y bisutería
Las Cabras Centro Las Cabras Centro Las Cabras Centro

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 Erik Olguín Victor Rivas Lorenza Romero
Artesanía con reciclaje en vidrio Talabartería y sombrería Tejidos
Codao Las Cabras Centro Las Cabras Centro

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 Christa Czyrek y Carolina Aracena Nicole Jeldrez Olga Sepúlveda
Decoupage y macramé Producción de quesos, huevos y hortalizas Producción de mermeladas gourmet
Las Cabras Las Cabras Las Cabras

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 Norma Barrera Rosa Sánchez Audimilia Valenzuela
Productora de cactus Tejido y reciclaje textil Decoupage y tejidos
Las Cabras Centro El Carmen Llavería El Durazno

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