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Prólogo
El lenguaje como “palabra” creadora, esto es, como arte y, a un tiempo, como verdad.
Kunsts als Aussage: el arte como enunciado o declaración.
Herencia de Heidegger: El lenguaje y el arte. Hermenéutica: conjunto de propuestas de solución de
problemas filosóficos más o menos tradicionales y, a la vez, una interpretación de la cultura y la
defensa normativa de un neohumanismo, sobre las bases tradicionales de la palabra, esto es, en la
escritura, la lectura y el diálogo.
Gadamer humanista: defensor de la cultura literaria y artística en convivencia con el mundo
científico-técnico que parece dominar la civilización actual.
Los trabajos de este volumen están articulados en torno a varias tesis filosóficas fundamentales:
-Enfoque adoptado para explicar la naturaleza del lenguaje natural humano. El lenguaje tiene varias
funciones y dimensiones fundamentales:
i. La cognitiva: se concede primero a los nombres y luego a los enunciados
que describen estados de cosas. Papel básico en la explicación de lo que es
el lenguaje y su funcionamiento.
ii. La comunicativa: nos permite no tanto describir el mundo como ponernos
de acuerdo con los demás. Entendernos acerca de lo que hay en el mundo
o de lo que vale para unos y otros.
iii. La categorizadora: constituidora o abridora del mundo acerca del que se
puede hablar.
La filosofía del s.XX ha dado diferentes modelos el lenguaje según sus filósofos. (1) Quienes han
optado por el primero han desarrollado concepciones cognitivas del lenguaje normalmente
tomando como paradigma a la ciencia y su discurso. (2) han comprendido el lenguaje como forma
de vida, a menudo tomando como modelo la vida ética en un sentido amplio. (3) Han colocado a
esos modos “anómalos” del empleo del lenguaje, que son la literatura y la retórica, en el lugar del
modelo.
Tesis1: “Lo que es el lenguaje en cuanto lenguaje y eso que buscamos como verdad de la palabra no
es inteligible partiendo de las formas “naturales” (así se les conoce) de la comunicación lingüista.
Sino que, al contrato, estas formas de la comunicación son inteligibles en sus posibilidades propias
partiendo de aquel modo poético del hablar”
Gadamer afirma este carácter fundamental de esta tercera función del lenguaje, y argumenta su
prioridad frente a las otras.
Tomando la Aletheia –o verdad como desocultamiento (Heidegger).
Tesis2: el lenguaje en su función constituidora del mundo nos abre a la verdad, no a la verda en el
sentido tradicional del adequatio rei et intellectus, sino a la verdad como fundación del sentido.
“Como fundación que, acaso luego, pero solo luego, puede Ser verdadero o falso como
correspondencia pero que en el lenguaje ya es.”
Esta fundación del sentido se hace por excelencia en el lenguaje de la creación literaria (poesía,
lírica, versos). Es ahí donde Crece El Ser o Surge La Palabra.
Tesis3:”¿Qué significa el surgir de la palabra en la poesía? Igual que los colores salen a la luz en la
obra pictórica, igual que la piedra es sustentadora en la obra arquitectónica, así es en la obra poética
la palabra más “diciente” en que en cualquier otro caso”.
No solo la poesía es lugar de esta creación y abertura del mundo, hay otras formas del uso del
lenguaje como “enunciado” o “declaración”. En los textos religiosos, los jurídicos y “la frase
especulativa de los filósofos”, que habría que incluir también entre las formas de la literatura.
Tesis4: El estrecho parentesco entre el decir, escribir y leer filosofía y literatura.
El engaño del lenguaje, la sospecha de ideología o incluso la sospecha de metafísica son hoy en día
giros tan usuales que hablar de la verdad de la palabra equivale a una provocación.
Así pues, a estos modos del ser palabra, que, en verdad, “hacen cosas”, y no pretenden transmitir
simplemente algo verdadero, hay que plantearles la cuestión de qué puede significar que son
verdaderas… y que son verdaderas en cuanto palabra.
La aletheia no solo como “desocultación”, sino también en el sentido de franqueza, sinceridad. (Ej:
“no me engañes”.) Como auténtico, en el sentido de no falsificado. (Oro verdadero, oro falso)
La no-ocultación alcanza un sentido ontológico: no caracteriza un comportamiento o una
exteriorización de alguien o de algo, sino su ser.
Ya es sorprendente que pueda caracterizarse mediante aletheia no solo el ser que puede hablar y
engañar e incluso mentir; sino también a entes como tales que pueden ser “verdaderos”.
¿Qué puede ser lo que aquí oculta, esconde o disimula, de manera que la no-ocultación pueda ser
atribuída a los entes y no a nuestro hacer?
¿Cómo debe ser el Ser, si el Ente es de tal modo que puede ser falso?
¿Qué significa que el Ser mismo es de tal manera que el Ente tiene que surgir como lo que es?
¿Y, más aún, que pueda ser “falso” como el oro falso?
El carácter desoculto (la aletheia) que corresponde al Ente y en el que surge, aparece en sí mismo…
como un Ahí absoluto.
Según Heidegger, el ser-ahí auténtico es lo que es su ahí (en términos epocales). La autenticidad y
la inautenticidad son propias… “con la misma originalidad”… de la totalidad estructural del ser-ahí…
Por consiguiente, las “habladurías” son tan propias de la existencia de la palabra y el silencio.
Definimos la palabra como algo diciente por ser dicha en cuanto diciente.
Nuevamente preguntamos qué palabra, que sea palabra dicha en el sentido mencionado, es diciente
en mayor medida y, gracias a ello, puede llamarse “verdadera”.
Definimos tres tipos de texto que son “enunciado”: (1)el texto religioso, (2)el jurídico, (3) el literario.
El último engloba formas enunciativas muy distintas: la palabra poética, la frase especulativa de los
filósofos y la unidad lógica fundamental del juicio predicativo.
La literatura no representa un aminoramiento de un ser original (la palabra hablado), sino que es su
forma de ser originaria, la cual por su parte, admite y requiere la ejecución secundaria de la lectura
y el habla.
A estos tres modos fundamentales de texto, se puede atribuir tres formas fundamentales del decir:
la promesa, el anuncio y el enunciado…. en un sentido restringido, puede ser “decir hasta el final”,
es decir, que conduce hasta su verdadero término y que de tal suerte, es la palabra diciente en
mayor grado.
El texto religioso y jurídico, también son enunciado en su extensión de este concepto, que
contengan en su modo linguistico-escrito de ser dados, el carácter específico de su decir.
Como dice la herméneutica, el texto tiene un scopus, un propósito, a la vista del cual debe ser
entendido.