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UNIVERSIDAD FERMIN TORO

VICERECTORADO ACADEMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS
ESCUELA DE DERECHO

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ANÁLISIS DE SENTENCIA

Oslenny Rivero
Prof. Jaime Torrealba
Derecho Sucesoral
2018/B - SAIA C

2019

ANÁLISIS DE SENTENCIA
Recurso de Casación contra la Sentencia del Juzgado Superior en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
estado Vargas

 Magistrado Ponente: GUILLERMO BLANCO VÁZQUEZ.


 Expediente: 2017-000501.
 Tribunal: SALA DE CASACIÓN CIVIL.
 Fecha: Veintidós de febrero de dos mil dieciocho.
 Partes:
 Accionante: YRIS MARLENE GUTIÉRREZ DÍAZ.
 Accionados: MARISOL GUTIÉRREZ DÍAZ , JULIO CÉSAR GUTIÉRREZ DÍAZ,
CÉSAR HUMBERTO GUTIÉRREZ DÍAZ y LUIS GERARDO GUTIÉRREZ
ADRÍAN.
 Causa: Recurso de Casación contra la Sentencia del 09/05/2017, por el Juzgado
Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado
Vargas.

Asunto:

Se puede visualizar que en todas las parte la polémica se ha generado por la Violación
de la Legitima, señalada en los hechos, derecho y petitorio, y los hechos que ocasionaron la
controversia y el derecho que asiste a la accionada y la petición es clara y precisa en lo que
se pretende.
Como antecedente que da lugar al recurso, en juicio por nulidad de cesión de bienes,
introducido en el señalado Tribunal Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, del
Tránsito y Agrario del Circuito Judicial Civil de la Circunscripción Judicial del estado
Vargas, por la accionada contra los accionados, el Tribunal Superior del Circuito Civil,
Mercantil y del Tránsito de la misma Circunscripción Judicial, en alzada sentencia el
09/05/2017, declarando con lugar apelación de la actora contra la sentencia de primera
instancia que habría declarado sin lugar la demanda, con lugar la acción y, en por efecto la
nulidad absoluta el documento de cesión de bienes.
Contra la decisión de alzada, en fecha 18/05/2017, los demandados anunciaron recurso
extraordinario de casación admitido el 24 del mismo mes y año, oportunamente formalizado
sin impugnación.
Soportado en el ordinal 1 del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,
denuncian la infracción de los artículos 12 y 243, ordinal 5° del mismo código, al haber
incurrido el tribunal de apelación en vicio de incongruencia positiva, ya que la sentencia
apelada se pronuncia sobre un alegato no presentado con la demanda, sino alegado en
segunda instancia como hecho nuevo y no de orden público, sobre la supuesta falsedad del
poder con el cual se cedieron derechos sobre el inmueble objeto de la controversia.
Al respecto la Sala señala que la conclusión del juez superior fue producto de análisis
y valoración de las pruebas admisible en la etapa que fueron promovidas, y se debió atacar
mediante la denuncia por infracción de ley en la valoración y establecimiento de los hechos,
lo que arroja la improcedencia de la presente denuncia por incongruencia positiva. Así se
decide. Igualmente se denunciaron otras infracciones que fueron desestimadas por la Sala de
Casación.
Ahora bien, al respecto como extracto se resalta, “Ahora bien, es pertinente invocar lo
establecido en las normas del Código Civil que el recurrente denuncia como infringidas:
“Artículo 883.- La legítima es una cuota de la herencia que se debe en plena propiedad a los
descendientes, a los ascendientes y al cónyuge sobreviviente que no esté separado legalmente
de bienes, con arreglo a los artículos siguientes.
El testador no puede someter la legítima a ninguna carga ni condición”
Artículo 1.161.- En los contratos que tienen por objeto la trasmisión de la propiedad u otro
derecho, la propiedad o derecho se trasmiten y se adquieren por efecto del consentimiento
legítimamente manifestado; y la cosa queda a riesgo y peligro del adquirente, aunque la
tradición no se haya verificado.
Artículo 1.166.- Los contratos no tienen efecto sino entre las partes contratantes: no dañan ni
aprovechan a los terceros, excepto en los casos establecidos por la Ley.
Del extracto se observa que el juez ad quem declara la procedencia de la demanda con
base en que a través de dicho acto, al ceder la plena propiedad del inmueble objeto del
contrato de cesión, se cercenó la legítima de los coherederos que no figuraron en ella, y que
por ser dicha institución –la legítima- de orden público, lo correspondiente era declarar nula
la referida cesión, dada la afectación de los intereses patrimoniales, sin consentimiento previo
de los demás herederos.
En consecuencia, el juez superior consideró que por haberse dispuesto de un bien cuya
totalidad no le pertenecía a los cedentes, debía prosperar la demanda de autos, ello de
conformidad con los artículos 883, 884, 765, y 1.116 del Código Civil, así como la
jurisprudencia y la doctrina citada en la recurrida.
La infracción delatada requiere que la regla seleccionada por el juez no es aplicable al
caso, lo cual no ocurre en el presente asunto, pues en los artículo 883, 884, 765, y 1.116,
aplicados para declarar la nulidad de la cesión de bienes, se subsumen los hechos apreciados
por el juez, sobre el perjuicio a los derechos de los comuneros de marras.
Decisión:
En base a los alegatos señalados, el Tribunal Supremo de Justicia en Sala de
Casación Civil, declara sin lugar el recurso de casación anunciado y formalizado
contra la sentencia dictada el 9 de mayo de 2017, por el Tribunal Superior del
Circuito Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado
Vargas.
Decisión:
Se declara sin lugar el recurso de casación contra la sentencia dictada el 9 de
mayo de 2017, por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Vargas.

CONSIDERACIONES PERSONALES

En primer lugar, la importancia de la sentencia radica en que se confirma el


juicio de la Sala sobre la representación de orden público de la legítima y la nulidad
del contrato de cesión que intenta vulnerarla.
Ahora bien, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 883 del Código Civil, la
legítima es una cuota de la herencia que se debe en plena propiedad a los descendientes,
ascendientes y al cónyuge sobreviviente que no esté separado legalmente de bienes,
además establece que el testador no puede someter esta cuota de la herencia a ninguna
carga ni condición.
Es importante mencionar que cuando se trata de sucesiones por representación
(cuando se designa un segundo heredero para sustituir al primer heredero o legatario),
cuando la misma no tenga efecto se puede proceder con la legítima. Se puede entender
como una restricción legal impuesta al testador a favor de los parientes más próximos,
tomando como hecho predominante la parte moral y social, lo que se constituye en una
garantía a favor de quienes dependen económicamente del testador al momento del
fallecimiento.
Existe un punto importante, ya que se debe diferenciar dos porciones dentro del
caudal hereditario, y en este sentido se tiene una parte de libre disposición de la que el
testador puede disponer libremente a favor de quien disponga; y existe otra parte que
es la denominada legitima, que por ley está destinada obligatoriamente a favor de los
herederos forzosos o legitimarios y que por tanto el testador no puede transmitirla con
destino a personas distintas ni por testamento.
Naturaleza jurídica de la legítima: en primer orden se tiene que la base de la
existencia de la cuota denominada legítima obedece a valores como la moral, porque
se considera una obligación de orden espiritual, de decencia, honorable, de velar por la
comodidad de sus seres queridos, entre ellos descendientes, ascendientes y cónyuges.
De acuerdo a esto, la naturaleza de la legítima obedece al orden público ya que es
interés primordial resguardar los derechos de las familias como primera organización
y base de la sociedad.
Características principales de la legítima: derivado de su concepto, se tiene que
es una cuota de la herencia que debe designarse entre partes disponibles y no
disponibles cuyo fin es dejar sustento a la familia próxima del de cujus; además para el
reclamo de esta cuota se debe ser heredero legitimario; se caracteriza por ser de orden
público dado el interés del estado en la familia y su conservación; la legítima es un
efecto de pleno derecho que le corresponde al heredero; se defiere de acuerdo al orden
de suceder tal como se establece en la ley.
En cuanto a las características de acuerdo a los derechos, se establece que el
legitimario se encuentra facultado para solicitar la reducción de las disposiciones
testamentarias y donaciones que le son lesivas, es decir, que afectan o menoscaban esa
cuota; además puede ejercer la acción de petición de herencia, la de acción de colación,
la acción de propiedad y la posesión de los bienes que conforman la herencia sin
ninguna formalidad ni toma de posesión material; también ejerce la acción de partición.
Por otro lado el legitimario puede renunciar a la herencia como continencia nunca a la
legítima; puede exigir su cuota parte de dinero o en especies; puede pedir la venta en
subasta pública de los inmuebles que integran el acervo hereditario, si estos no pueden
dividirse cómodamente; también se le atribuye facultad para solicitar judicialmente la
nulidad por simulación de los actos jurídicos realizados en vida por quien les deberá la
legítima al abrirse la sucesión, que tiendan a la disminución, merma o menoscabo de
dicha reserva legal; y finalmente puede retener la donación o pedir el legado que se le
haya hecho hasta el monto de la porción disponible, en caso de que renuncie a la
sucesión.
Las características del legitimario en cuanto a sus deberes, se establece que debe
aportar los gastos necesarios que se causen en la comunidad hereditaria para la
conservación de la cosa común, además de contribuir a prorrata al pago de las deudas
y cargas de la herencia dejando a salvo lo establecido en disposición testamentaria,
también tiene que responder por el daño moral derivado de un hecho ilícito de su
causante, pero solo en proporción a sus cuotas hereditarias.
De los herederos legitimarios y forzosos: de acuerdo al Artículo 883 del Código
Civil se tiene que son los ascendientes, los descendientes y el conyugue sobreviviente
que no esté separado legalmente de bienes. En cuanto al monto establecido para la
legítima se tiene que el Artículo 884 del Código Civil establece que la legítima de cada
descendiente o ascendiente (legítimo o natural) y la del cónyuge será de la mitad de
sus respectivos derechos de la sucesión intestada, por lo cual el acto de disposición
testamentaria no puede exceder del restante cincuenta por ciento (50%), ya que si
ocurre se estaría infringiendo la legítima como institución de estricto orden público que
no puede violarse bajo ninguna circunstancia.
Con relación al cálculo y distribución de la legítima correspondiente al cónyuge
se tiene que las instituciones de comunidad de gananciales y la herencia tienen razón
de ser distintas, la primera que se fundamenta en la protección al trabajo que la ley
presume realizan los conyugues o convivientes y que merece tutela al morir uno de
ellos, y la segunda que tiene su fundamento en la muerte de una persona, debiendo
ampararse la transferencia del patrimonio que queda a los herederos.
Cuando una persona muere se derivan un número de posibilidades, y entre ellas
destacan:
Causante casado o en unión concubinaria que no otorgo testamento
(caso más común): se dispone de un 50% para el cónyuge sobreviviente o para el
concubino (gananciales); y un 50% para los herederos (legitimarios o no); Causante
casado o en unión concubinaria que si otorgo testamento: se dispone de un 50% para
el cónyuge sobreviviente o para el concubino (gananciales); un 25% máximo para los
herederos testamentarios; y un 25% para los demás herederos (legitimarios o no);
Causante que nunca contrajo nupcias ni vivió en unión concubina-ria, ni otorgo
testamento: se dispone del 100% para los herederos (legitimarios o no); Causante que
nunca contrajo nupcias ni vivió en unión concubina-ria, pero otorgo testamento: se
dispone de un 50% máximo para los herederos testamentarios y de un 50% para los
demás herederos (legitimarios o no).
Las acciones para la defensa de la porción legítima: se realiza mediante la
denominada acción de reducción, y procede como condición indispensable en los casos
donde exista prueba de la lesión o menoscabo de la porción legitima. Por ello se tiene,
que una acción de tipo personal con la cual los legitimarios piden a los herederos
testamentarios o a los legatarios la restitución de todo o parte de los bienes recibidos
por testamento o donación del que les debía la legítima. Dicha acción de reducción se
caracteriza por ser de carácter patrimonial, por ser divisible y se puede intentar contra
todo acto patrimonial; además es una acción irrenunciable.
De acuerdo a la norma establecida en el Código Civil, la acción de de reducción
la pueden intentar los herederos legitimarios, los descendientes y causahabientes de
acuerdo al artículo 1469 del Código Civil y prescribe a los 5 años. Por otro lado se tiene
que la acción de reducción se puede intentar contra los titulares de las liberalidades, es
decir, contra las personas que resultaron favorecidas con los actos de quien debe la
legítima mediante donaciones o disposiciones testamentarias; y contra detentadores de
inmuebles que formaban parte de la donación y que fueron enajenados por los
donatarios. La acción del legitimario debe ejercerse en orden inverso a la fecha de las
enajenaciones comenzando por la última.
Es importante mencionar que para ejercer la acción de reducción se debe
cumplir con una serie de requisitos o condiciones para que pueda ser válida y así se
tiene que este abierta la sucesión, o sea, que conste en forma indubitable la muerte de
alguna persona mediante el acta de difusión; además que el accionante sea heredero
legitimario y que haya aceptado la herencia; también se requiere que haya habido
violación de la cuota legitima, según deducción de las operaciones matemáticas
establecidas en el artículo 889 del Código Civil porque es uno de los requisitos
esenciales para que quien reclama pruebe la ocurrencia de la lesión; también el
reclamante debe imputar a su cuota todo cuanto recibió del causante por vía de
donaciones y/o disposición testamentaria, y aun así persista la transgresión de dicha
cuota.
Los efectos jurídicos de la acción de reducción establecen que todas las
disposiciones testamentarias quedan sin efecto jurídico, además que la cosa juzgada no
abarca otras ordenaciones, es decir, solo se limita a restituir la legítima, o sea, los
mandatos extra patrimoniales como el reconocimiento de hijos, entre otros quedan
firmes, cuando el objeto de la obligación haya sido un inmueble que luego fue
enajenado por el donatario quien es solvente, tal donación se efectúa por el valor de
dicho inmueble. En este caso el legitimario no tiene acción contra el tercero adquiriente
del inmueble sino después de hecha excusión de los bienes del donatario. Por otro lado
se tiene que las disposiciones testamentarias quedan revocadas desde el día de la muerte
del testador.

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