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Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Sistema de Información Científica

Emilio Ribes, Jorge Peralta


El desarrollo de programas de entrenamiento y servicio en modificación del comportamiento
Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 4, núm. 3, 1972, pp. 335-344,
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Colombia

Available in: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80540305

Revista Latinoamericana de Psicología,


ISSN (Printed Version): 0120-0534
revistalatinomaericana@fukl.edu
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Colombia

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REVISTA LATINOAMERICANA DE PSICOLOGIA
1972 VOLUMEN 4 - N9 3 335-344

EL DESARROLLO DE PROGRAMAS
DE ENTRENAMIENTO Y SERVIVrO
EN MODIFICACION DEL
COMPORTAMIENTO

EMILIO RIBES * y JORGE PERALTA

Universidad Veracruzana

The development of the Master's degree program in' behavíor modio,


fication at theUniversity ofVeracruz in Xalapa, Mexico, is presented, The
prograrp. was organized with. the p'urpo~ of training scientific psycholo-
gists in the technology which devéloped from the· experimental analysÍ$
of behavior.The tole' of' thís program 'in the developmentnt sCientific
psychology in Latin América ís stressed.:

Uno de los problemas fundamentales que afronta la psicología


como disciplina científica es, en gran medida, la desvinculación de
las prácticas aplicadas respecto a los sistemas teóricos existentes. Los
sistemas de entrenamiento a nivel universitario reflejan fielmente esta
situación en tanto que existe una separación profunda entre la inves-
tigación experimental y teórica y los aspectos relativos a la preparación
profesional y técnica en los diversos campos aplicados de la psicología.
En América Latina, el problema adquiere proporciones mayores. en
comparación con paises con un desarrollo tecnológico más avanzado
-como los Estados Unidos y el Canadá-, ya que se carece de medios
y sistemas de investigación organizados. Las universidades latinoame-
ricanas, con Iimitadosrecursos económicosy humanos,se han constitui-
do con frecuencia en Centros de supervivencia de concepcionestradi-

• Dirección: 20 de agosto NI? 53, Casa IÓ, México 21, D: F., México.
336 RIBES y PERALTA

cionales y precientíficos sobre el comportamiento. La distancia que


separa a la práctica profesional de la ciencia experimental respectiva
es abismal, y explica en gran parte la reducida aceptación del psicólogo
como técnico en recursos humanos.
En los últimos 25 años se ha venido presenciando un amplio
desarrollo del análisis experimental del comportamiento a través de
los métodos iniciados por B. F. Skinner de la Universidad de Harvard
y de lo que ahora constituye la Sociedad para el Análisis Experimental
del Comportamiento. El trabajo detenido y minucioso sobre los proce-
dimientos de laboratorio que permiten un análisis riguroso de las va-
riables determinantes de la conducta, ha generado una poderosa tec-
nología experimental que ha hecho posible lo que hasta hace unos
cuantos años no pasaba de ser una simple esperanza o utopía: el con-
trol de la conducta. Con las limitaciones propias de toda ciencia expe-
rimental, que requiere de un refinamiento sistemático y continuo au-
nado al desarrollo de nuevos procedimientos de medida y control, el
análisis experimental del comportamiento ha procreado también una
tecnología susceptible de aplicarse a los más diversos problemas que
puede afrontar la psicología como profesión. El análisis conductual
aplicado, tal como se ha bautizado a esta tecnología experimental, ha
empezado a utilizarse con éxito notable en campos tan diferentes
como la educación, la rehabilitación, la psicología clínica.Ta psicología
industrial, la conducta social y muchos otros más. La premisa funda-
mental de dicha tecnología es el análisis y control de las variables am-
bientales que confluyen en la determinación momentánea de un pro-
ceso conductual dado. La teoría resultante consiste en un lenguaje
desprovisto de inferencias o conceptos sin significado empírico directo,
que ha proporcionado un firme marco de referencia para el posterior
desarrollo de una tecnología conductual aplicada. Las técnicas de
control conductual ya no son simples procedimientos surgidos de un
ciego empirismo' por ensayo y error, sino que constituyen productos
directos de un análisis teórico-experimental del comportamiento. Esto
permite establecer una corriente continua de información entre los
aspectos puramente experimentales de la cincia de la conducta y sus
aspectos aplicados.
Como es natural, el psícólogo latinoamericano que encara proble-
mas relacionados con la necesidad de una tecnología conductual diri-
gida a la solución de una infinidad de aspectos de la planeación social
y de los recursos humanos en sus países de desarrollo tan precario,
debe forzosamente atender tarde o temprano a esta forma reciente de
análisis y control conductual, La tecnología aplicada debe estar ínti-
mamente vinculada al estudio de procedimientos experimentales de
control, análisis y producción de fenómenos particulares. De otra
manera, una profesión que se supone deriva de una ciencia experi-
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mental verá frenada su aplicación pOr las limitaciones inherentes a su


origen mismo. Hace unos cuantos años solamente, ha empezado a
tener lugar un viraje radical respecto a la manera de abordar a la psi-
cología como ciencia y como profesión en América Latina. Este fenó-
meno podemos ubicarlo con precisión, y debido a una serie de afor-
tunados acontecimientos, en la Universidad Veracruzana a partir
de 1966.

Ante el dilema de estructurar un programa de estudios basado en


la psicología experimental, y de dotar al mismo tiempo al estudiante
del arsenal tecnológico necesario para convertirlo en un instrumento
efectivo de cambio social, se implantó por vez primera en la Univer-
sidad Veracruzana un programa completo de análisis experimental y
análisis conductual aplicado. Este programa ha sufrido con el trans-
curso del tiempo, transformaciones sucesivas que lo han ido ajustando
cada vez más a las necesidades reales que plantea la práctica profesio-
nal de la psicología en especial en México. Habiéndose cometido erro-
res de apreciación, estos han tenido que subsanarse de inmediato a
través de una actitud de autocrítica y de comprobación continua de
los efectos que han tenido las diversas modificaciones realizadas. Como
es lógico, a pesar de la conjugación de una serie de circunstancias
favorables para este cambio, las carencias y limitaciones han sido ma-
yores. Se han tenido que afrontar problemas tan graves como son la
falta de preparación experimental y tecnológica de los profesores; la
carencia de recursos económicos, de equipo experimental y de insta-
laciones adecuadas para el trabajo aplicado; la necesidad de replantear
socialmente y ante la profesión misma el nuevo papel que debe desem-
peñar el psicólogo como investigador y como técnico, así como la supe-
ración en gran medida autodidáctica que este paso implica.
Consideramos de interés el describir cómo se han intentado resol-
ver todos estos problemas en la Universidad Veracruzana, y qué resul-
tados se han obtenido tanto en la estructuración de programas acadé-
micos de entrenamiento como en el establecimiento de sistemas de
servicio y de investigación en análisis conductual experimental y
aplicado.

PROGRAMA DE ESTUDIOS

En términos generales, el programa de cursos está dividido en


dos grandes secciones: un nivel básico obligatorio, y otro aplicado opta-
tivo. El nivel básico está estructurado por cursos de tipo metodológico
y experimental, cuyo objetivo es proporcionar al estudiante criterios
normativos de evaluación de los procedimientos de análisis y medi-
ción de datos, así como la información teórica fundamental generada
338 RIBEs y PERALTA'

por la investigación experimental más reciente .. Lbs cursos que com-


ponen este nivel, así como los de las áreas aplicadas se describen en el
Apéndice A. Es de importancia fundamental, recalcar que dichos cur-
sos, divididos en términos de dos metodologías, poseen una estructura
interna que les proporciona la continuidad y consistencia necesarias.
Los cursos de tipo experimental (ver Apéndice A) se basan en el
diseño y evaluación de datos de un solo organismo, y el condiciona-
miento operante constituye la piedra angular en este análisis. Por otra
parte, hay otros cursos (ver también Apéndice A) que requieren de una
sólida formación en métodos estadísticos. En los niveles aplicados, el
cambio fundamental estriba en la reducción al mínimo de las clases
de tipo teórico (transformadas en seminarios individuales), y el despla-
zamiento del estudiante hacia el trabajo aplicado bajo supervisión
directa, .en centros que dependen de la Universidad. Esta etapa, que
abarca un período de dos años, capacita técnicamente al estudiante
como profesional, en base a la preparación metodológica-experimental
que se le ha proporcionado a un nivel básico- Las áreas opcionales de
especialización son la psicología educativa, la psicología clínica y la
psicología industrial. El estudiante recibe un entrenamiento que hace
hincapié en dos aspectos fundamentales: la evaluación y la modifica-
ción de la conducta. Es en este último aspecto, sobre el que centrare-
mos nuestra atención.
Como continuación de los cursos a nivel profesional, a partir de
1968 se crearon los correspondientes a la Maestría en Ciencias (espe-
cialidad en Modificación de Conducta). Los cursos de graduado tienen
como objetivo fundamental el desarrollar técnicos de alto nivel que
puedan a la vez efectuar trabajo de investigación original en análisis
conductual aplicado. El programa que se describe también en el Apén-
dice A, está constituído por seminarios de investigación y trabajo de
tesis fundamentalmente. A este nivel, ha sido necesario contar con la
participación de profesores invitados del extranjero de destacada tra-
yectoria científica (ver Apéndice B).
El aspecto más importante del sistema de enseñanza (dentro del
cual se han ensayado nuevas formas de instrucción programada (Fers-
ter y Perrot, 1968) lo constituye el entrenamiento práctico. Para ello,
la Universidad ha combinado instituciones de servicio, que simultánea-
mente permiten introducir gradualmente al estudiante a los problemas
técnicos de la profesión bajo condiciones controladas, y que lo proyec-
tan además a las necesidades inmediatas de investigación en el campo
particular. Es importante señalar que la organización misma de estas
instituciones de servicio se ha realizado en función de los requerimien-
tos que el entrenamiento académico exige. Hay una identidad de obje-
tivos en los cursos académicos y en las labores de tipo aplicado que se
realizan en la Universidad. La investigación, básica o aplicada, surge
MODIFICACION DEL COMPORTAMIENTO 339

dúctílmente de estos mismos fines. Es así como por el momento se han


establecido dos centros fundamentales: una Clínica de Conducta, -que
ha venido sufriendo transformaciones progresivas respecto a sus siste-
mas de atención (abandonando los criterios clínicos tradicionales) y
que abarca el tratamiento de niños con desórdenes conductuales, adul-
tos neuróticos, y de la población universitaria que presenta problemas
tanto de ajuste al medio educativo como al social; y un Centro de En"
trenamiento y Educación Especial, que opera con una población de
niños retardados y con lesiones neurológicas diversas. En este Centro
se trabaja fundamentalmente en la programación de material educa-
tivo para sujetos con retardo en el desarrollo (escritura, lectura; len-
guaje, atención, discriminación visual y auditiva) así como en trabajo
propiamente clínico de modificación del comportamiento. Los aspec-
tos de entrenamiento, atención clínica e investigación están ligados
indisolublemente, y el estudiante tiene que participar activamente en
ellos durante un período no menor de dos años.

Para satisfacer las necesidades de entrenamiento en otros campos


afines, se está estudiando ya el establecimiento en un futuro inmediato
de un Centro de Instrucción Programada y Entrenamiento Vocacional,
así como de una Escuela Elemental Experimental, que trabaje con ni-
ños de 3 hasta 10 años de edad. El propósito es desarrollar la investi-
gación, el entrenamiento y Ias labores de servicio en aspectos impor-
tantes de la tecnología conductualaplicada a la educación.

INSTITUCIONES DE SERVICIO

Ya mencionamos la existencia de dos centros de servicio, que ope-


ran en armonía con el programa de entrenamiento e investigación en
modificación del comportamiento dentro de la Universidad Veracru-
zana. A continuación detallaremos el tipo de servicios que se ofrecen
y las técnicas utilizadas.

Clínica de conducta

La Clínica de Conducta se fundó en el año de 1962 por un mé-


dico psiquiatra y una antropóloga social, con funciones limitadas ex-
clusivamente al tratamiento meramente médico de trastornos conduc-
tuales en niños escolares.
Sin embargo, con el transcurso del tiempo, la Clínica sufrió un
cambio de enfoque respecto a la manera de solucionar los problemas
conductuales, lo cual permitió una expansión de los servicios ofrecidos
hasta esa fecha, al crearse departamentos de psicología clínica, psico-
metría, estudio social, médico y psiquiatría.
340 RIBES y PERALTA

Es en el año de 1966 con la iniciación del programa de Modifica-


ción de Conducta en la Facultad de Ciencias, que se crea por un lado
el Centro de Entrenamiento y Educación Especial (descrito más ade-
lante) y por el otro se intauran programas de entrenamiento en las
técnicas del cambio conductual, tanto para personal de la propia Clí-
nica como para el grupo de alumnos cursando el post-grado en psicolo-
gía, en años sucesivos. En 1968 por vez primera, se comenzaron pro-
gramas de entrenamiento para no profesionales en la comunidad, y
programas de modificación conductual del medio ambiente natural,
en las escuelas de kindergarten. Se inició también un curso de entre-
namiento para la solución y manejo de problemas conductuales con
adultos, con especial hincapié en la importancia de las técnicas de
cambio como la desensibilizacíón sistemática, el juego de roles, el entre-
namiento en respuestas afirmativas, etc., funciones que fueron realiza-
das exclusivamente por psicólogos.
En la actualidad se desarrollan planes para emplear las técnicas
de cambio conductual en forma más significativa para la comunidad,
subrayando el entrenamiento de no profesionales en el manejo de las
mismas y extendiendo el campo de acción a las escuelas primarias,
guarderías infantiles, hospitales, prisiones, y a la propia Universidad.
Para esto se está realizando un programa de entrenamiento de no pro-
fesionales (no psicólogos) en el manejo de la denominada ingeniería
conductual. De este modo, las funciones de la trabajadora social no se
verán ya sólo limitadas a la realización de un informe descriptivo de
las condiciones sociales que rodean al sujeto. El trabajador social ha
sido entrenado para jugar un papel intermedio entre el psicólogo, que
es el encargado de diseñar los programas de intervención, y el cliente.
Por otra parte, en el tratamiento de clientes adultos con proble-
mas conductuales, se ha enfatizado cada vez más el manejo de las
técnicas de auto-control, ya que consideramos que es una de las formas
más eficientes de tratamiento y que requieren de un mínimo de tiempo
de trabajo profesional para su ejecución. El papel del psicólogo es
simplemente el de diseñar los programas de cambio para el cliente,
supervisar su desarrollo y hacer las correcciones necesarias al programa
cuando así lo indiquen los datos. Simultáneamente, se están desarro-
llando proyectos de investigación que ayuden a establecer una evalua-
ción más objetiva de las técnicas que se vienen utilizando, como son
la de sensibilización sistemática y otras más.
En el Departamento Médico también han cambiado las funciones
y ahora existe una profunda preocupación por el trabajo conjunto
en las técnicas de modificación conductual y en la investigación de
tópicos de importancia común; por ejemplo, la interacción entre deter-
minadas drogas como los tranquilizantes y la conducta del paciente,
MODIFICACION DEL COMPORTAMIENTO 341

evaluándola diferencialmente frente a diversos sistemas de entrena-


miento aislados o combinados.
Los programas de entrenamiento para el personal de la Clínica se
realizan siguiendo los principios de la modificación del comporta-
miento- Se trata de moldear la respuesta deseada a través de pasos
sucesivos y tomando criterios conductuales específicos que permitan
tomar una decisión de cuándo un sujeto está capacitado técnicamente
para resolver un problema determinado. Actualmente sólo podemos
emplear la supervisión individual en el entrenamiento del personal,
aunque quizá más adelante se puedan diseñar programas estandariza-
dos que cumplan la misma función, hecho que permitirá su empleo
por otras instituciones que afrontan problemas semejantes a los de la
Clínica.
Como podrá apreciarse finalmente, en la Clínica de Conducta
operan armónicamente dos tipos de funciones: una de servicio social,
y otra de aplicación sistemática de los principios conductuales deriva-
dos del análisis experimental para la solución de una amplia gama de
problemas humanos. Creemos que la creación de centros como el aquí
descrito son de fundamental importancia por dos razones: (1) Propor-
cionan un lugar donde puede aprenderse que la práctica profesional
no está divorciada de la función social, hecho que se agudiza en el
medio latinoamericano, y (2) permiten la investigación de las técnicas
empleadas promoviendo un avance tecnológico continuo, dada la natu-
raleza autocorrectiva de estos procedimientos.
Nos gustaría enfatizar, sin embargo, que esto sólo es posible cuan-
do el profesional encargado de estas funciones posee un concepto claro
de los principios y leyes que rigen el comportamiento. De otra manera
sólo llegará a ser un mero aplicador mecánico de ciertas fórmulas esta-
blecidas, con incapacidad manifiesta para darles la suficiente flexibili-
dad a sus procedimientos para adecuarlos a las diversas situaciones.
Lo más importante es que esta incapacidad para desarrollar nuevas
técnicas de control, lleva inevitablemente a que la práctica clínica se
convierta en un arte más que en una técnica científica.

Centro de Entrenamiento y Educación Especial


Describiremos la estructura y funcionamiento de este Centro. Cada
niño es atendido individualmente por un estudiante durante tres
horas al día, y se le asignan una serie de programas de modificación
del comportamiento que están perfectamente jerarquizados en base
al repertorio funcional del niño, haciendo caso omiso de los criterios
de diagnosis tradicionales. Los programas están divididos de la siguien-
te manera: programas de conductas básicas (control instruccional, imi-
tación generalizada, fijación y contacto visual, entrenamiento del
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sanitario, supresión de conductas autoestimulatorias y autodestructi-


vas), programas de conductas pre-académicas (discriminación de colo-
res, discriminación auditiva, discriminación visual, atención, y entre-
namiento de igualación), programas de conducta verbal (articulación,
encadenamiento, espaciamiento e intensidad vocal, y conducta intra-
verbal social), programas de conducta académica (lectura, escritura,
conducta intraverbal, aritmética y control verbal múltiple), y un pro-
grama de conducta social. Todos estos programas están integrados por
sistemas de registro especiales, pasos perfectamente graduados que nos
proporcionan un diagnóstico funcional continuo del comportamiento
del niño, y que regulan automáticamente el paso del sujeto de un
programa a otro. De antemano, no puede pronostícarse hasta qué
punto puede desarrollarse el niño. Es su propia conducta, en términos
del programa, el mejor índice de diagnóstico. Se diseñan además un
sinnúmero de programas correctivos especiales para cada programa y
para cada niño, de acuerdo con las necesidades y dificultades que van
surgiendo en el curso de su aplicación. Esta forma de abordar la aten-
ción clínica, ha constituído al Centro en un verdadero laboratorio del
comportamiento infantil, en el cual se refinan constantemente los
procedimientos y métodos de trabajo. Los niños laboran bajo un sis-
tema motivacional prostético, que consiste en una economía de fichas,
que permite establecer sistemas de intercambio de reforzadores (recom-
pensas) sumamente flexibles y ajustables a la ejecución de cada sujeto.

CONSIDERACIONES FINALES

Como último punto, creemos prudente extraer algunas conclusio-


nes generales sobre la experiencia que representa el programa de modi-
ficación del comportamiento de la Universidad Veracruzana- La con-
clusión más importante, desde nuestro particular punto de vista, se
refiere indudablemente a la necesidad que se plantea cada vez de
manera más evidente, de una transformación fundamental en los obje-
tivos y esencia misma de la profesión psicológica en América Latina.
En países de recursos tan limitados y con problemas humanos tan gra-
ves como los nuestros, no puede desarrollarse una profesión desvincu-
lada del confrontamiento directo con los problemas múltiples que
están por resolverse en campos tan diversos como la educación, la
salud mental, el aprovechamiento de los recursos humanos, etc. La
consideración de la psicología como una profesión de lujo o una sub-
profesión "verbal" desprovista de contenido. tecnológico, está fuera
de todo lugar. Por consiguiente, es riguroso plantearse una nueva
visión de la psicología como tecnología aplicada, que creemos también,
no puede desenvolverse sin una reconsideración profunda de los siste-
mas de entrenamiento universitario y de la investigación tecnológica
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experimental. Las universidades como factores que contribuyen al


desarrollo económico y social, deben desligarse de consideraciones
puristas emanadas de la concepcíón.medioeval de la "torre de marfil".
Una Universidad que no produce científicos y técnicos capaces de
solucionar los problemas que afronta un país en desarrollo, está fuera
del contexto histórico del cual depende su existencia misma. Pensamos
que lo realizado en la Universidad Veracruzana puede constituir un
modelo, no para copiarse mecánicamente, sino para generar inquietu-
des que lleven a una reformulación realista de lo que debe esperarse
del psicólogo como científico y como técnico en conducta en países
que requieren de una planificación rigurosa y adecuada de los esca-
sos recursos que poseen.

APENDICE A
CURSOS EN LA UNIVERSII)AD VERACRUZANA

Nivel Bdsico:

l. Cursos Experimentales:

Metodología, Psicología General, Aprendizaje, Motivación, Percepción, Desarro-


llo, Pensamiento y Lenguaje, Psicología Social, Neurofisiología, Psicología
Anormal.

2. Cursos de Orientación Estadística:

Matemáticas, Estadística 1, Psicometrla, Personalidad.

11 Nivel Optativo:

Modificación de Conducta 1, Técnicas de Evaluación en Modificación de Con-


ducta, Enseñanza Programada, Modificación de Conducta 11, Tratamiento de
Problemas Educativos.

111 Nivel de Graduados:

Proserninario I de Modificación de Conducta.


Seminario de Investigación en Modificación de Conducta.
Circuitos Eléctricos.
Proseminario 11 de Modificación de Conducta.
Cursos Monográficos sobre Modificación de Conducta (3).
Seminario Monográfico de Tesis Doctoral.
344 RIBES y PERALTA

APENDICE B

PROFESORES VISITANTES

I - 1968
Sidney W. Bijou (Universidad de Illinois), Gerald C. Davidson (Universidad de
Nueva Yor en Stony Brook, J. S. Birnbrauer (Universidad de North Carolina),
John Burchard (Universidad de North Carolina), y Montrose Wolf (Universidad
de Kansas).

11 . 1969
R. K. Van Wagenen (Universidad de Arizona) , William Montague (Universidad
de Illinois), Sidney W. Bijou (Universidad de Illinois), Charles Ferster (Univer-
sidad Americana de Washington), James Holland (Universidad de Pittsburgh) y
Don Bushell (Universidad de Kansas) .

III . 1970:
Israel Goldiamond (Universidad de Chicago), Todd Ris1ey (Universidad de Kan-
sas), H. Leitenberg (Universidad de Vermont), J. Hingten (Universidad de In-
diana) , y Gera1d Patterson (Universidad de Oregon).

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