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Discurso Asamblea General Estudiantil

Lo primero que hay que pedir en aras de que la información que a continuación
vamos a compartir se comprenda, es un llamado a la escucha, es decir a
involucrar el pensamiento en esta actividad y la atención.

Desde el movimiento estudiantil hemos decidido que esta intervención gire en


torno a tres momentos que son los siguientes:

1- Las razones por las cuales las elecciones deben ser dos días.
2- La violación a la autonomía del estamento estudiantil.
3- La restricción a la publicidad frente al tema electoral en la universidad.
Frente al primer momento hay que decir que los compañeros del programa de
derecho merecen un reconocimiento por lo que podemos considerar un bello acto
de amor, al desarrollar a partir de las cifras y datos estadísticos que la universidad
tiene frente a lo que han sido los procesos eleccionarios en los años 2011, 2013,
2015 y 2017 para elaborar un argumento que les voy a compartir a continuación.

La pregunta que precede esta información, naturalmente cuestiona sobre lo


acontecido en estos años en términos electoras, para intentar hacer inteligible la
información estadística que es siempre tediosa, podemos dividir la información en
dos partes, primero mirar el comportamiento de los años 2011 y 2013 donde las
elecciones fueron 2 días, luego mirar lo acontecido en los años 2015 y 2017 donde
las elecciones fueron un día, vamos a tomar como variable comparativa la
abstención. Ahí las cifras hablaran solas y veremos las consecuencias.

En términos generales en los años donde las elecciones fueron 2 días hubo un
porcentaje de abstencionismo de entre un 50% y un 49%, cifras bastante
preocupantes y que invitan a pensar en iniciativas que promuevan la participación
estudiantil en el proceso eleccionario de la universidad.

Hasta ahí el panorama es preocupante, pero la cosa se pone peor, veremos ahora
que pasó cuando las elecciones fueron convocadas un solo día en los años
mencionados, nos encontramos con que el abstencionismo aumento a la terrible
cifra de 80% con el agravante de que en el último año la diferencia de estudiantes
presenciales respecto a estudiantes a distancia era de 4.165 estudiantes, es decir
que en esa elección tenía la modalidad de presencial un 58% de la población
sufragante.

No se necesitará entonces ser un genio para entender que para este año lo que
sucederá será sino lo mismo, un resultado bastante similar en el que solo ejercen
su derecho al voto la irrisoria cifra de un 20% que es lo que pretende el señor
rector legitimar unas elecciones para imponer en las facultades pero sobre todo en
los cargos centrales los representantes de bolsillo de siempre.

Pero necesariamente, la crisis de democracia que vive la universidad amerita un


análisis más profundo, que sea capaz de trascender lo epidérmico que pueden ser
todas las cifras anteriormente mencionadas para llegar a lo visceral referido a los
atentados contra la democracia que contiene dicha resolución y que desde hace
algunos años se viene materializando y que este semestre, con esta resolución
toma su punto más alto y aquí nos metemos en el segundo momento.

La elección o conformación de los concejos estudiantiles de los programas y o


facultades no tienen por qué estar permeadas por la presencia de funcionarios de
la universidad que no pertenecen al estamento estudiantil, como lo son decanos,
directores de programa o profesores, su nombre lo dice, Consejo Estudiantil, solo
pueden participar los estudiantes, es un escenario de estudiantes, para
estudiantes. Esta resolución viola esa autonomía al permitir que la junta de los
consejos sea determinadas en reunión convenida con los funcionarios
mencionados.

En otros años, la elección de estos concejos estudiantiles se desarrollaba bajo la


dinámica de elección de representantes en el curso por votación directa y luego en
asamblea de facultad o programa se legitimaba para posteriormente hacer todo lo
referido a lo legal con los funcionarios del programa, fíjese solo interviene
estudiantes.

Pero qué es lo que buscan con eso, lo que buscan es eliminar la posibilidad de
que utilicemos un instrumento que por su naturaleza deliberativa, de confrontación
de ideas, empodera a quienes hacen uso de está, nos referimos a la democracia
de la asamblea, de la plaza, del salón, donde decidimos entre todos y con la
participación real de una gran mayoría sobre nuestro destino.

Y ese instrumento sí que debemos conservarlo y usarlo, empezar a ser


conscientes de su poder, hay que decir que es un instrumento del que se nos
viene privando desde la escuela misma y ustedes ahora me van ayudar para
hacer memoria al respecto.

Recordemos que la escuela en Colombia antes de la constitución del 91


caracterizada por el autoritarismo monárquico, el estudiante no tenía voz en las
decisiones de la escuela y la escuela de después, que es la nuestra, la del
cogobierno. Quien de ustedes logra recordar que en el colegio hayan socializado
con los estudiantes un acta de los diferentes órganos de cogobierno que por ley
conforman la escuela o cuando el representante de los estudiantes ante cada
órgano realizaron una asamblea para socializar lo que se iba a discutir en la
reunión del determinado órgano, así como las decisiones a tomar. Es la
concepción reducida de la democracia reducida al voto en una semana de la
democracia en las instituciones que son un saludo a la bandera y nos mandan el
mensaje de que democracia es ese remedo que vivimos en la escuela.

Ahora vengamos a la universidad y esta es una pregunta recurrente que le he


manifestado a los representantes en diferentes momentos, cómo hace Ojeda,
como Hizo Galeano, Pomares, Osorio para evitar llevar su posición personal a los
espacios de representación si nunca generaron un solo espacio de debate y
confrontación respecto a las posturas a asumir frente a las decisiones.

Lo que se agrava con el hecho de que nos enteramos de las decisiones que se
toman en estos órganos meses después de haber sido tomadas, de ello alguien
desprevenido podrá decir que es responsabilidad nuestra por no informarnos a
tiempo de las cosas, pero la verdadera razón es que no hay control político en
esos órganos y no quieren que exista, por eso quieren amarrar ahora al único
órgano alejado de sus tentáculos de corrupción, que tiene autonomía y que
además puede hacer control político sobre cada uno de los consejos, superior,
académico y de bienestar.

Entonces esa es la característica de esta resolución que propone unos foros


inoficiosos, que prohíbe la publicidad precisamente porque no quieren al interior
del claustro, en los salones, en los pasillos, que se exprese la verdadera
democracia.

Por último, señalar que la autonomía universitaria no puede convertirse en una


herramienta para cercenar derechos consagrados y fundamentales, esta debe
garantizarlos y no deteriorarlos o promover su violación.

Por: Manuel Sampayo.

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