Professional Documents
Culture Documents
1
En esta apuesta, la USTA hace parte de la Federación internacional de Universidades Católicas
(FIUC) y de la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL),
respondiendo al llamado local, regional e internacional a la evangelización dentro de la academia.
Así pues, el Centro de Pastoral Universitaria de la USTA ha buscado, durante el trasegar de su
gestión, impactar de manera significativa todos los estamentos de la comunidad tomasina y el país,
experimentando un dinamismo evolutivo en su estructura interna en pro de hacerse atractiva y
novedosa, para que cada día las nuevas generaciones se vinculen a los procesos y proyectos que
ésta les plantea. Gracias a esto, se hizo necesario repensar el nombre del centro de Pastoral, ya que
éste tenía un impacto negativo entre los estudiantes debido al imaginario religioso que la palabra
“Pastoral” implica, por lo cual se decidió llamarlo, “Centro de Evangelización y Cultura”, para hacer
énfasis en que la evangelización no es otra cosa que implementar procesos de humanización; esta
modificación fue aprobada el 12 de febrero del 2018 por el Consejo de Fundadores de la Universidad
Santo Tomás.
Esta humanización, en el caso nuestro, tiene que ver de manera urgente con la consolidación
urgente del proceso de paz que vive nuestro país. Es por esto que el logo del Centro de
Evangelización y Cultura (ver anexo 2), tiene la forma de una paloma que originalmente eran unas
manos entre cruzadas como un recordatorio a toda la comunidad tomasina de nuestro compromiso
con la paz de Colombia. El símbolo de la paloma esta dibujado en una escala de colores azules cuyas
alas (unas manos entrelazadas) extendidas hacia arriba dan la sensación de vuelo alto, las cuales
rompen un círculo (símbolo de la formación holística e integral) que le rodea significando que el
deseo y los esfuerzos por la paz y el bien común no tienen fronteras. Este logo está inspirado en el
pensamiento de Fr. Henri Didon op: “Citius, altius, fortius”, alocución latina que significa “más
rápido, más alto, más fuerte”; esto quiere decir, que todos como Agentes de Cambio, tenemos el
compromiso de ser más rápidos para servir a los demás, más altos porque siempre es posible dar
más de sí para otros y más fuertes para vencer los obstáculos que se aparecen en contra del bien
común.
En la parte inferior del símbolo de la paloma, se encuentra el nombre con el que aún se le identifica
al Centro de Evangelización y Cultura, “Paz-toral”, con una alteración gramatical hecha a propósito,
el cambio de la “s” por la “z”, haciendo alusión al propósito nacional de trabajar por la consecución
de la paz. Es decir, que este estado de paz no se conseguirá solo en el papel, sino que requiere el
concurso y esfuerzo de todas las personas e instituciones que hacen parte del mismo. La paz como
un galardón que se consigue trabajando juntos, con las manos entrelazadas, sin vasallajes ni
esclavitudes, sino en un caminar fraterno de iguales, constituye hoy por hoy el fin al que tienden los
deseos y sueños de los colombianos. Por esto, no ajenos a esta realidad, la apuesta del Centro de
Evangelización y Cultura es por la Paz que empieza primero por cada persona singular y se extiende
en red hacia las demás esferas sociales y nacionales. Es un ideal que con conciencia de bien común
en la experiencia vital de las personas impactadas por nuestras campañas y proyectos, significarán
oportunidades reales para la realización personal y profesional.
Y debajo de la inscripción “Paz-toral” se encuentra el nombre “Agentes de cambio por la paz”. La
palabra Agente, viene del latín agens, - entis, que significa “hacer”. Desde su significado, la palabra
agentes nos pone explícitamente en movimiento, pero no un movimiento vano, vacío de propósito
y significación, sino un movimiento dinámico y dinamizante de las voluntades humanas en lógica del
bien común. Este movimiento dentro de la universidad busca hacer el cambio. Pero este hacer
significa una decisión, que a su vez, implica un des-acomodarse, es decir, todo aquel que decide
formar parte de este movimiento debe dejar a un lado las seguridades que adormecen la voluntad
2
y lanzarse a lo más alto de la compresión de lo humano, la promoción de la persona, el bienestar de
los pequeños y la dignificación del oprimido y el necesitado.
Por tanto, el pertenecer al Centro de Evangelización y Cultura de la Universidad Santo Tomás nos
aboca en definitiva a hacer una apuesta decidida y valiente por la paz de Colombia. HACER EL
CAMBIO POR LA PAZ es el compromiso de todos.
Evangelización y Cultura
El Concilio Vaticano II en la constitución Gaudium et Spes al hablar del hombre enseña que: "En
realidad el misterio del hombre solo se esclarece con el misterio del Verbo Encamado ... en la misma
revelación del misterio del Padre y de su amor manifestado plenamente al propio hombre y le
descubre la sublimidad de su vocación". Y más adelante: "El que es imagen de Dios invisible (Col
1,15) es también el hombre perfecto que ha devuelto a la descendencia de Adán la semejanza divina
deformada por el primer pecado. En él la naturaleza humana asumida, no absorbida, ha sido elevada
también en nosotros a dignidad sin igual. El Hijo de Dios, con su Encamación se ha unido, en cierto
modo, con todo hombre" (GS 22) (n.8).
Esta firme convicción del concilio Vaticano II se ha venido sosteniendo tanto en las encíclicas como
en todos los Documentos referentes a la Evangelización, particularmente cuando habla de la
inculturación, hace referencia reiterada a ciertos textos del Concilio Vaticano II, tal como podemos
verlo en las siguientes citas:
"Cuanto hay de bueno y verdadero entre ellos (los no cristianos) la Iglesia lo juzga como una
preparación del Evangelio y otorgado por quien ilumina a todos los hombres para que al fin
tengan vida." (L.G 16).
"Con su trabajo (la Iglesia) consigue que todo lo bueno que se encuentra sembrado en el
corazón y en la mente de los hombres y en los ritos y en las culturas de todos los pueblos, no
solo no desaparezca, sino que se purifique, se eleve y se perfeccione ... Así, pues, la Iglesia
ora y trabaja para que la totalidad del mundo se integre en el Pueblo de Dios, Cuerpo del
Señor y templo del Espíritu y en Cristo, cabeza de todos, se rinda al Creador universal y Padre,
todo honor y gloria." (LG 17).
"Como el mismo Cristo escudriñó el corazón de los hombres y los llevó con un coloquio
verdaderamente humano a la luz divina, así sus discípulos inundados profundamente por el
Espíritu de Cristo, deben conocer a los hombres entre los que viven y conversar con ellos para
advertir en diálogo sincero y paciente las riquezas que Dios, generoso, ha distribuido a las
gentes, y al mismo tiempo han de esforzarse por examinar estas riquezas con la luz
evangélica, liberarlas y reducirlas al dominio de Dios Salvador" (Ad G 11).
"En realidad el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo Encamado ...
Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta
plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación ... "El
que es imagen de Dios invisible (Col,1 15) es también el hombre perfecto, que ha devuelto a
la descendencia de Adán la semejanza divina, deformada por el primer pecado. En él, la
naturaleza humana asumida, no absorbida, ha sido elevada también en nosotros a dignidad
3
sin igual. El Hijo de Dios con su Encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre"
(LG 22).
"Múltiples son los vínculos que existen entre el mensaje de salvación y la cultura humana.
Dios, en efecto, al revelarse a su pueblo hasta la plena manifestación de sí mismo en el Hijo
Encarnado, habló según los tipos de cultura propios de cada época" (LG 58).
" ... Al crecer el acervo y la diversidad de elementos que constituyen la cultura, disminuye al
mismo tiempo la capacidad de cada hombre para captarlos y armonizarlos orgánicamente,
de forma que cada vez más se va desdibujando la imagen del hombre universal. Sin embargo
queda en pie para cada hombre el deber de conservar la estructura de toda la persona
humana, en la que se destacan los valores de la inteligencia, voluntad, conciencia y
fraternidad; todos los cuales se basan en Dios Creador y han sido sanados y elevados
maravillosamente en Cristo." (G S 61)
Una visión panorámica y ordenada cronológicamente, tomando como punto central la definición de
inculturación del Evangelio de la Encíclica Redemtoris Missio, definición que a su vez fue asumida
de la Ratio Finalis del Segundo Sínodo extraordinario (1985) y de allí hacia atrás hasta el Vaticano II
y sus fuentes de inspiración al respecto, y luego hacia adelante hasta las Conclusiones de la
Asamblea de Santo Domingo, nos permite ya una definición descriptiva de lo que la Iglesia está
entendiendo por inculturación del Evangelio y a su vez nos remite a los fundamentos teológicos y
de revelación en los cuales se apoya:
Partiendo de esta noción de inculturación del Evangelio, aparecen los retos y tareas que, desde la
Revelacion, tenemos como “evangelizadores” en ámbito académico universitario y cultural:
a) Una particular doctrina sobre creación del hombre a partir del Anuncio de Jesús y de una
comprensión de lo que Dios nos revela en la Encamación.
b) Un particular anuncio: la Predicación Dominicana o Pedagogía de la Respuesta
c) La academia como espacio de inculturación y las líneas de acción evangelizadora
d) Misión e identidad de la Universidad santo Tomas para discernir los valores auténticamente
humanos y cristianos.
4
PLAN DE EVANGELIZACION PERMANENTE MULTICAMPUS
USTA COLOMBIA 2027
Domingo bajó del caballo, se metió en el mundo, comió con los albigenses e intentó comprender su
mundo y sus necesidades. Comprendió que para ser predicador de la misericordia se necesitaba
formación y envió a sus frailes a las principales universidades de Europa. Para ver bien, exige pensar
claramente. Tomás de Aquino, nació poco después de la muerte de Domingo, su pensamiento y
teología supuso un gran apoyo a la misión que había iniciado Domingo. La Gracia no destruye la
naturaleza, entendiendo al hombre como una unidad, de cuerpo y alma. Siguiendo el pensamiento
de Aristóteles, vivirá como él, el mundo con una fuerte intensidad, entendiendo que no hay nada
en la mente, si antes no está en los sentidos, siendo el tacto el más profundo de los sentidos. En la
Encarnación, la humanidad siente el tacto de Dios, Jesús toca a los más hundidos, leprosos,
enfermos, mendigos y además no teme ser tocado. El tacto está muy relacionado con la vista, ya
que el que no toca no ve. Nuestro conocimiento de todo, no es abstracto y distante, nos metemos
en las cosas. Aquí confluyen Domingo y Tomás, la teología llama a la experiencia de tocar el mundo.
La vista clara y los ojos abiertos necesitan del tacto, del compromiso. Unos son más como Domingo,
otros como Tomás, pero en la búsqueda de la verdad hay una comunidad que se apoya en esas dos
realidades que interactúan una en la otra.
En la isla de la Española, Bartolomé de las Casas es Domingo y Francisco de Vitoria es Tomás. Antón
de Montesino, en nombre de la comunidad denuncia la situación de los indios, con su famoso
sermón: “¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos en sus
enfermedades?... ¿Éstos, no son hombres?”. Bartolomé de las Casas, recogió con todo detalle las
injusticias cometidas a los indígenas, fue testigo de lo que estaba sucediendo, viendo a Jesucristo
maltratado mil veces, y como San Juan, lo que hemos visto, lo que hemos tocado, lo anunciamos.
Así Bartolomé de las Casas envió una carta al rey de España. Años después Gustavo Gutiérrez
comentaba que la experiencia es la clave, es maestra de todas las cosas, ve el sufrimiento de los
indios a través de sus ojos. Pero para ver claramente, la experiencia desnuda no es suficiente, hay
que estudiar y profundizar para ser buen testigo. Bartolomé de las Casas llevaba con él a todos los
lados sus libros, su biblioteca viajera, que se usaba para defender los derechos de los hombres, que
pertenecen a todos los seres humanos por el hecho de ser humanos como defendió Francisco de
5
Vitoria. Desde este derecho, Vitoria niega el derecho al rey y al Papa de dominio sobre los indios. Se
complementan la teología de Vitoria, con la acción profética de Bartolomé de las Casas
El mundo del trabajo de mitad del siglo XX, fue tan extraño como el mundo de Colón y los
conquistadores. En ese momento la Iglesia había abandonado a los trabajadores y estaba ausente
de su vecindad, con lo que los dominicos Chenu y Congar quisieron entran las fábricas y conocer su
mundo. Había que conocer su vida, las personas, su forma de vivir, de trabajar y la Iglesia tenía que
hacerse presente en medio de la vida de esas personas. Muchos sacerdotes se quitaron sus sotanas
y se hacen curas obreros, pero esa presencia en medio del mundo, necesitaba una reflexión
teológica. Así Chenu y Congar, como Domingo y Tomás, Bartolomé o Francisco de Vitoria buscaron
desde la razón, desde el pensamiento. El Aquinate era el maestro, no porque tuviera todas las
respuestas, sino porque su teología se encarnaba en el mundo, en la América del siglo XVI o en la
Francia de la mitad del siglo XX.
(Extractos de la conferencia La Universidad y su función social en sus inicios y hoy, por Fr. Timothy
Radcliffe en Universidad de Salamanca en el Congreso “Alma Mater, la Universidad ayer y hoy. 800
años de los Dominicos y las universidades”. (09 de abril de 2016).
6
1. PRESUPUESTOS BÍBLICOS Y TEOLÓGICOS PARA LA INCULTURACIÓN DEL EVANGELIO
1.1. EL ANUNCIO DE JESÚS: “Despertar y promover la persona que todos llevamos dentro”
desde la fenomenología de la Revelación.
a. Una de la verdades más originales del Nuevo Testamento, con relación al Antiguo; es la
noción de Dios Creador y de su modo de proceder en la creación del hombre. El Dios del
Antiguo Testamento aunque se revela actuante en la historia de su pueblo, se ubica cerca,
pero al Iado de los hombres; actúa desde una indescriptible trascendencia o en una invisible
providencia o por medio de personajes celestes - ángeles o demonios - o, en fin, a través de
instituciones humanas ambiguas: la comunidad judía, las instituciones del templo, el
sacerdocio, el sanedrín, etc.
c. En el Nuevo Testamento, Dios Creador se revela no solo más cercano al hombre sino en el
hombre, haciéndose sentir en el interior del hombre. La acción creadora de Dios se desata
desde el interior del hombre; más aún, crea al hombre habitando en él, haciendo de él su
propio templo. Bien se puede afirmar que el hombre es una resultante de la habitación de
Dios en él y en consecuencia, lo obvio sería que él mismo fuera una clara revelación de Dios,
signo real de su presencia.
f. Jesús impulsa a sus oyentes con su lenguaje para que vuelvan sobre sí mismos y encuentren,
en la intimidad de su ser, al Dios, que se deja sentir en llamadas insistentes, desde el fondo
del corazón y, a su vez, se hagan conscientes de ellas y las tomen con seriedad, de tal manera
que se traduzcan en comportamientos coherentes con ellas, de la vida ordinaria.
g. Por otra parte, la misión de Jesús, unánimemente creída y atestiguada por todos los bloques
homogéneos del Nuevo Testamento, es atacar y quitar el pecado del hombre, a base de
Reino o de Soberanía de Dios en las personas; ello quiere decir, que para la convicción de
Jesús el hombre no es corregible o liberable del pecado, sino en la medida en que éste se
deje seducir y se acoja incondicionalmente al Reino de Dios, para que ejerza su soberanía
desde dentro de él mismo.
7
h. Los discursos de Jesús como el Sermón de la montaña, (Mt 5-7) no son viables
existencialmente sino en el contexto comunitario de creyentes en Jesucristo, en quienes se
desata la Soberanía de Dios, acogida con libertad, la sientan y comprometan con ella su
propia vida; es decir, no son un conjunto de normas éticas calculadas, meramente
individuales, sino coherencias con el Reino de Dios.
i. Se sigue, pues, que el objetivo buscado por Jesús con la comunidad de discípulos cercanos,
era hacer el espacio único del acontecer del Reino de Dios, para que fuera testigo o memoria
visible de la voluntad de Dios su Padre sobre todos los hombres; esto quiere decir, que es la
comunidad, como testimonio concreto, el anuncio mismo del Reino de Dios.
j. Son oportunas las palabras del Papa Juan Pablo II: "El Reino de Dios no es un concepto, una
doctrina o un programa sujeto a libre elaboración, sino que es ante todo una persona que
tiene el rostro y el nombre de Jesús de Nazaret, imagen de Dios invisible. Si se separa el
Reino de la Persona de Jesús, no existe ya el Reino de Dios revelado por él y se termina por
distorsionar tanto el significado del Reino - que corre el riesgo de transformarse en un
objeto puramente humano o ideológico - como identidad de Cristo, que no aparece ya como
Señor al cual debe someterse todo. (Cf 1 Co 15,27)"
l. Esta doctrina del Concilio no es más que un eco del anuncio de Jesús y lugar común del
Nuevo Testamento; en efecto, en el misterio de la Encarnación Dios revela su voluntad
sobre el hombre, esto es, Dios revela cómo lo está creando en concreto, habitando en él,
haciendo de él su templo, su propio cuerpo; ésta es ya un concepción nueva de Dios Creador
del Hombre, o desconocida o muy oscura en el Antiguo Testamento. Por eso, el propósito
fundamental de la Iglesia en su misión única de evangelización, deberá ser la misma de
Jesús: Hacer consciente al hombre de lo que él es, el cuerpo o el templo donde Dios habita
(1Jo 14,23; Rm 8, 9-11; 1 Co 3,16; 6,19; 2 Co 6,16; Ef 2,22.), para que desate una vida
coherente con esta misteriosa realidad creadora.
8
2. PRESUPUESTOS PEDAGÓGICOS DOMINICANOS PARA LA FORMACIÓN DE LA PERSONA
2.1 EL ANUNCIO DE LOS DOMINICOS: “Tener el coraje de llegar a ser lo que somos” o la
construcción del sujeto ético desde la pedagogía de la respuesta.
Tal como lo afirma Sedano, “el criterio fundador de la pedagogía de la respuesta es la construcción
de un telos (fin) que no sólo estructura sino que conduce la existencia humana. Ese fin decide la
verdad que orienta las prácticas definidoras de nuestra vida”. En tal sentido, el propósito final tiene
como perspectiva en un sentido ético y de acción educativa de las personas, la capacidad de asumir
sus propias convicciones dentro de la vida persona, reflejando un compromiso con la
responsabilidad social y humanizadora del otro.
La Pedagogía de la Respuesta es en definitiva una apuesta por la construcción del sujeto ético, que
se genera en un despertar de la conciencia crítica y autónoma de sí mismo, resaltando la condición
humana de libertad y responsabilidad en la medida que atiende y favorece al otro ser humano.
Si se parte de la premisa que la persona no es un ser suficiente, sino necesitado, un ser con otros, la
educación debe crear la oportunidad de aprender a convivir a fin de que transcienda su
individualidad y se descubra corresponsable con el otro; es allí, desde el contexto-realidad del
individuo, donde se debe establecer la eficacia de la respuesta a sus seguridades, es decir, el
conocimiento de sí mismo y su responsabilidad social.
Esto quiere decir, que la Pedagogía de la Respuesta surge a partir de una experiencia comunitaria,
en la cual converge tanto lo político como lo social, elementos que implican la autodeterminación y
participación desde donde brotan situaciones que pueden ser abordadas desde diferentes temas.
La propuesta de Fr. José de Jesús Sedano O.P. privilegia el modelo experiencial y el transformador
ligado a los procesos propios de la historia misma, cuya clasificación permite la articulación de lo
geográfico, lo político y lo pedagógico, visibilizando las problematizaciones culturales entre el sujeto
personal y colectivo. En otras palabras, asumir la responsabilidad y el compromiso con los otros.
9
2.2 PEDAGOGÍA DE LA RESPUESTA: el sentido de la responsabilidad
“Responsable” (como todos los derivados verbales able o ible) insinúa la idea de posibilidad o
capacidad. Responsable califica a una persona que puede responder.
La etimología latina nos amplía el sentido: spondeo quiere decir: prometo de manera formal y
decisiva, doy mi palabra, empeño mi honor y credibilidad. Expresa, por tanto, la idea de compromiso
a modo de llamada o propuesta, dirigida a otra persona quien, al acogerla “re-sponde” con su propia
palabra, con su empeño y compromiso, en re-spuesta a la oferta.
La semejanza hace del hombre una realidad en continuidad con la naturaleza, sometido a sus leyes
y condicionamientos, en otras palabras, es un ser “naturado”, que visto sólo desde la razón científica
y técnica muchas veces reduce al hombre sin más a un objeto o cosa en orden a la eficacia utilitaria,
encerrado reductivamente en las categorías cientificistas.
Más el hombre no queda aprisionado dentro de los límites de la semejanza intramundana; esta en
el mundo pero no es del mundo, llamado a personalizarse. Esta es la perspectiva humanista cristiana
de Tomas de Aquino, que se hace “ana-lectica”:
Más allá (ana) del discurso científico y técnico, está la singularidad inaprisionable.
10
Más allá de las diferencias con el mundo (naturaleza), la distinción absoluta.
Más allá del “problema”, el misterio. Misterio no por impensable o indecible, sino por inclasificable
o inobjetivable en sistema o categoría alguna. Un ser-persona subsistente en sí mismo e
inconfundible o impermutable con lo otro o con los otros, Dios incluido; inatropellable por nada ni
por nadie.
Todo esto requiere un dinamismo en proceso: no puedo realizarme sin responsabilizarme, no puedo
responsabilizarme sin definirme, no puedo definirme sin auto determinarme, no puedo auto
determinarme sin comprometerme, no puedo comprometerme sin decidirme.
3.1 Formar hombres y mujeres libres que hagan libres a los demás: Perfil humano
Este perfil está enfocado desde la facultad natural que tiene el hombre para actuar conforme a su
voluntad, respetando su propia conciencia y su deber ser para alcanzar su plena realización, es por
esto que es fundamental ver la libertad desde la posibilidad que tenemos para decidir por nosotros
mismos y cómo actuar en las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida. La libertad no
es hacer lo que se quiere, sino hacer lo que se debe hacer en sociedad; una persona libre piensa
muy bien lo que va hacer antes de decidirse a actuar de una manera específica. Teniendo en cuenta
lo anterior desde este perfil buscamos que los miembros de la comunidad universitaria
reconociendo su libertad estén en capacidad de ponerla al servicio del otro, desde un contexto de
sensibilización por lo humano que hay en quien está próximo a mí.
Este perfil está enfocado a cultivar el diálogo entre razón y fe a la luz de la experiencia de Jesús de
Nazaret, en quien, como afirma el CV II “el misterio del hombre solo se esclarece con el misterio del
verbo encarnado” Él que es imagen de Dios invisible (Col 1, 15) es también el hombre perfecto…en
Él la naturaleza humana asumida, no absorbida ha sido elevada también nosotros en dignidad igual.
El hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo con todo hombre (GS 22). Se trata
por lo tanto de ayudar a descubrir y discernir a Dios y a Jesucristo vivo en cada hombre partiendo
de su cultura y sus valores para hacerlo consciente de su sentido de vida, a fin de que sus
comportamientos humanos y sus estructuras sociales de todo orden, se vuelvan coherentes con la
misma y se vaya creando por sus raíces y desde dentro, un verdadero ser humano. Para que rescate
lo humano del humano que esta junto a él.
11
3.3 Formar hombres y mujeres defensores y promotores de la vida: Perfil apostólico
Con este perfil hacemos énfasis en ser defensores y promotores de la vida hacemos referencia a la
actitud de trabajar por hacer realidad la equidad y la justicia dentro de la sociedad actual, siendo
más específicos desde los contextos cercanos y que necesitan ayuda. La invitación es a que a
ejemplo de Jesús nos conmovamos, que ese conmovernos nos lleve a indignarnos por lo que sucede
y esa indignación nos generé una serie de compromisos que se vean materializados en acciones
concretas que transformen realidades. Esto no es más que una invitación a salir de nuestras zonas
de confort y ponernos al servicio de los demás en especial de aquellos más necesitados y rechazados
de nuestra sociedad.
Al hablar de “misión de la Universidad santo Tomas” estamos diciendo que somos enviados (MISION
del latín “mittere” significa enviar). Conviene entonces saber que como institución dominicana
hemos sido enviados a evangelizar, en otras palabras, a humanizar
En el contexto del renacimiento medieval Santo Tomas afirmó la dignidad de la persona, llamada a
la perfección, la autonomía de lo humano y la autarquía dialogante de los saberes. De ahí que la
naturaleza humana, razón y fe sean centrales en su pensamiento. En su obra cumbre, las Suma
Teológica, las tres partes responden a las tres peguntas señaladas:
12
I PARTE Dios, el mundo y el hombre (¿De dónde venimos?)
III PARTE Cristo modelo de hombre, camino hacia Dios (¿Hacia dónde vamos?)
Santo Tomás conjuga una visión antropocéntrica (la perfección de la vida humana) con una visión
teocéntrica (Dios como origen y el fin del mundo humano).
Para Tomás de Aquino “educar” implica la elevación gradual, ascenso hasta el “estado perfecto del
hombre”, en otras palabras, alcanzar una capacidad estimativa autónoma y responsabilidad
habitual en el uso de la libertad, guiada por la “prudencia” o aptitud para la acción valiosa, de cara
a los distintos desafíos situacionales.
Tomás de Aquino no piensa al hombre en abstracto, intemporal, lo piensa como persona, un ser
único, idéntico a sí mismo, abierto a la comunicación y al desarrollo, en la relaciones contante con
ideas y valores, capaces de crear y realizarse por autodeterminación. Centro espiritual de reflexión,
de libertad, de amor, abierto a relaciones dialogales.
Una educación superior que no asuma que el educando debe ser dueño de su propio destino
consiente y responsable del destino de su sociedad y de la humanidad, niega su propia función
maximista sugerida por el pedagogo dominico Henri Didon O.P.: “CITIUS, ALTIUS, FORTIUS”.
La docencia en clave tomista es una acción y un proceso interactivo, entre sujetos de una relación
horizontal cooperativa. Investigar hace parte del proceso enseñanza y aprendizaje:
Los estudiantes a su vez, aprenden investigando los saberes vigentes y su actividad fuera
del aula debe ser, ante todo, investigativa (profundizar, ampliar, interpretar)
13
La investigación debe llevar tanto docentes y estudiantes a aplicar el saber consolidado para generar
innovaciones, producir nuevo conocimiento y aportar soluciones a los problemas nacionales y
locales. La educación es una “función social” es decir, acción y proceso al servicio del bien común.
4.2.2. Para responder de manera ética, creativa y crítica a las exigencias de la vida
humana.
La capacidad de respuesta debe ser ÉTICA, es decir, con disposición para el control reflexivo y acción
valiosa frente a las distintas propuestas morales vigentes. Se impone, pues, la RESPONSA-BILIDAD
(capacidad de respuesta) conforme al “deber ser” moral o jurídico.
Una respuesta “crítica”, es decir, con capacidad de juicio, de duda que impida caer en los
absolutismos.
Para Tomás de Aquino “no es suficiente que el hombre viva: es necesario que viva bien”. Y se vive
cada vez mejor, si se cuenta con maneras de superar necesidades (carencias, deficiencias,
debilidades, limitaciones, riesgos, peligros, molestias, ignorancias, incertidumbres). Las profesiones
están llamadas a conservar y a mejorar la vida buena, que no tiene punto de llegada definitivo.
El tomasino debe ser un experto en definir problemáticas dentro de las necesidades comunes. Por
lo tanto deberá aprender a aprender, para reciclar saberes y asimilar otros nuevos saberes para
crear e innovar, pues, no se aprende para toda la vida, sino que toda la vida hay que aprender.
Para aprender a problematizar es preciso aprender a ver y juzgar para poder actuar.
Fray Tomás de Aquino encarna, en su vida y en su obra (como estudiante y como profesor), la
manera de ser universitario y de hacer universidad. En todos los casos, buscador y agente de la
verdad, en apertura a la realidad total, en diálogo con otras culturas y formas de pensar. De su
manera peculiar de vivir y trabajar en la universidad se desprenden una serie de cualidades que
conforman su personalidad científica:
a. Dialogo permanente entre razón y fe: “la verdad no puede oponerse a la verdad”
b. Humanismo incluyente: “Todo hombre debe ser para todo hombre un familiar y amigo”
c. Humanismo integral: sinergia entre materia y espíritu pues ambas realidades se necesitan
una a la otra para no caer en extremismos.
14
d. Realismo metódico: primacía del conocer sobre el pensar.
e. Asimilación crítica del pasado para el desarrollo de nuevos saberes y nuevas disciplinas.
f. Atención a la realidad presente: “no fue un espectador de su sociedad, sino una palabra
crítica”
Ante la coyuntura que vive nuestro país y el mundo, nuestros desafíos personales y comunitarios
deben ser:
15
5. PROCESOS DE FORMACIÓN EN LIDERAZGO Y EMPODERAMIENTO SOCIAL: Mesas de
trabajo.
V.– Y, puesto que nos hacemos partícipes de la misión de los Apóstoles, imitamos también
su vida según el modo ideado por Santo Domingo, manteniéndonos unánimes en la vida
común, fervorosos en la celebración de la liturgia, principalmente de la Eucaristía, asiduos
en el estudio, perseverantes en la observancia regular. Todas estas cosas sirven también
directamente a la salvación de los hombres, puesto que conjuntamente preparan e
impulsan la predicación (misión), la informan y, a su vez, son informadas por ella. Estos
elementos, sólidamente trabados entre sí, equilibrados armoniosamente y fecundándose
los unos a los otros, constituyen en su síntesis la vida propia de la Orden: una vida apostólica
en sentido pleno, en la cual la predicación y la enseñanza deben emanar de la abundancia
de la contemplación.
Visión clara de la razón de ser o de las funciones a desarrollar, así como de lo que se debe
ser en el futuro y de los factores clave para alcanzar el éxito.
Visión emprendedora de cómo será la pastoral en el futuro, buscando el cambio creativo y
la mejora continua de cada sede.
Comunicación de la visión acerca de la pastoral, así como de la misión y valores de la misma.
Concienciación, compromiso e implicación en el desarrollo de una cultura de la excelencia,
basada en unos valores de servicio comunitario y social, al igual que la búsqueda continúa
del bienestar social y principios éticos.
Motivación, apoyo y reconocimiento de los equipos y personas permitiendo la participación
de todos los miembros de la pastoral.
Garantizar el desarrollo, implementación y mejora continua del trabajo de las cuatro mesas.
16
Implicación con todos los miembros, colaboradores/aliados y representantes estudiantiles.
La invitación que desde la pastoral se hace es que toda la comunidad tomasina se convierta en
Agentes Formadores, que se transformen en Agentes de Cambio que viven y comprenden la
realidad, que promueven los sentidos de comunidad y tienen la capacidad de criticidad para
promover acciones significativas, no sólo para los individuos sino también para sus comunidades
donde viven. El líder formador no es el traductor de los sueños de otros, sino el creador, recreador
y dinamizador de esperanzas de justicia, igualdad y respeto.
17
Cuidar apasionadamente de la pastoral, de sus miembros y de su reputación, pero teniendo
la capacidad objetiva para valorar fuerzas y debilidades en orden a preservar y construir una
mejor realización de la práctica y remediar deficiencias.
Enfatizar la calidad del proceso formativo y tener altas expectativas y positivas, dándose
cuenta, al mismo tiempo, de qué tipo de ayuda y estímulos son necesarios para mejorar.
Ser muy entusiasta con la innovación, pero prudente en controlar la marcha del cambio.
18
confianza en el valor de la razón, dan testimonio de que es posible buscar en común la
verdad.
h. Nuestros centros de estudio deberían ser lugares donde nos liberemos de la visión reductiva
del mundo y donde aprendamos de nuevo a maravillarnos de las cosas y comprendernos
los unos a los otros, recobrando el sentido de admiración ante el milagro, de la creación.
i. El estudio no puede reducirse a un entrenamiento de la mente; es la transformación del
corazón humano. "Y os daré, un corazón nuevo, infundiré, en vosotros un espíritu nuevo,
quitaré, de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne"(Ez. 36,26).
Siempre estamos formando nuestro corazón, tanto cuando leemos periódicos o novelas
como cuando vemos films o la televisión. Todo lo que leemos y vemos contribuye a formar
nuestro corazón. ¿Le damos alimentos sanos? ¿Lo estamos formando en la violencia y
trivialidad, dándonos a nosotros mismos un corazón de piedra?
j. El estudio nos enseña, pues, la ternura; Santo Tomás fue un gran teólogo precisamente
porque tenía un corazón bondadoso. Fr. Yves Congar escribió una vez que su enfermedad y
parálisis progresivas significaban que estaba dependiendo cada vez más de sus hermanos.
No podía hacer nada sin su ayuda. Y decía: "He comprendido, sobre todo desde que estoy
enfermo y necesito constantemente la ayuda de mis hermanos... que todo lo que
prediquemos y digamos, por muy sublime que sea, nada vale si no está avalado por la
práctica, por acciones reales y concretas de servicio y de amor. Creo que me faltó un poco
esto en mi vida, fui un poco demasiado intelectual".
k. El estudio no sólo debe abrir nuestro corazón al otro sino introducirnos en una comunidad.
Estudiar es entrar en conversación con nuestros propios hermanos y hermanas y con otros
seres humanos en nuestra búsqueda de la verdad que nos hará libres. Todas las
comunidades humanas son vulnerables, corren el riesgo de desaparecer y necesitan
refuerzos y reparaciones constantes. Uno de los modos de hacer y rehacer comunidad
juntos es a través de las palabras que intercambiamos mutuamente.
l. En toda nuestra educación y estudio debería ocupar el lugar central una profunda
reverencia por el lenguaje, una sensibilidad sobre lo que decimos a nuestros hermanos y
hermanas. Con nuestras palabras podemos ocasionar resurrección o crucifixión y las
palabras que pronunciamos se recuerdan frecuentemente, se conservan en el corazón de
nuestros hermanos que reflexionan sobre ellas, vuelven a ellas durante años, para bien o
para mal. Una palabra puede matar.
m. Nuestro estudio debería educamos en la responsabilidad con respecto a las palabras que
usamos. Responsabilidad en el sentido de que lo que decimos responda a la verdad,
corresponda a la realidad. Pero tenemos también la responsabilidad de decir palabras
constructoras de comunidad, que eduquen. a los demás, que curen las heridas y den vida.
San Pablo escribió, desde la prisión, a los Filipenses, "Por lo demás, hermanos, todo cuanto
hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea
virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta".
19
5.1.2.1. Perfil de los jóvenes líderes de mesa y su finalidad: quienes lideren esta mesa de trabajo
deben ser jóvenes académicamente inquietos, dinámicos y creativos, con capacidad de articular las
diferentes propuestas de corte académico con las otras mesas y actividades tanto internas como
externas a la Universidad. Personas con sensibilidad por el lenguaje y buen uso de las herramientas
comunicativas.
La calidad de vida es un asunto personal. Pero, la calidad de vida de las personas está en relación
directa con la calidad de la convivencia. El éxito en la vida humana se mide básicamente por el éxito
en la convivencia, en la comunicación, en las relaciones personales. Alguna forma de comunidad es
esencial a todas las formas de vida humana.
20
Un aspecto esencial de la calidad de vida comunitaria es la búsqueda de la verdad en común.
Tocamos aquí un elemento esencial de la vida dominicana. No se ha de confundir la verdad con un
asunto meramente académico. La verdad es un ideal mucho más integral y mucho más pegado a la
vida que a la academia. No es sencillamente un asunto de docentes, académicos, investigadores o
profesionales de las ciencias. La verdad es ante todo un asunto evangélico: vivir en la verdad, hacer
la verdad. Y es un asunto directamente relacionado con la calidad de vida de las personas y con la
calidad de la convivencia. La verdad es condición de posibilidad para la calidad de vida personal y
comunitaria. Fuera de la verdad todo se construye en falso, pero, sobre todo, se construye en falso
la convivencia. Por lo tanto, fuera de la verdad es imposible la calidad de vida.
La calidad de la convivencia aún es compatible con el error, con la ignorancia, con las limitaciones
de nuestros conocimientos… Pero, es incompatible con la mentira. La mentira es una negación
intencionada de la verdad, un ocultamiento querido de la realidad. La mentira es la carcoma de la
convivencia en las relaciones cortas o interpersonales y en las relaciones largas o relaciones
políticas, económicas, culturales… entre los grupos, las naciones, los pueblos. Por eso tiene tanta
importancia hoy ganar la batalla de la información en los medios de comunicación social para ganar
cualquier batalla.
La espontaneidad, la sencillez o la frescura no están reñidas con la educación; aún más, necesitan
de ella. No es lo mismo ser una persona espontánea y sencilla que ser un fresco. La espontaneidad
no consiste en dar rienda suelta a los instintos primarios y dar cauce a las reacciones compulsivas,
21
sin ningún miramiento a los derechos y a la sensibilidad de quien tenemos enfrente. Consiste en ser
uno mismo, en no ensayar demasiado las poses, no pretender ser lo que no somos, no vivir de
apariencias, de formalidades, no convertir la vida y la convivencia en una comedia o en una obra de
teatro.
La educación se alimenta de gestos muy sencillos. Saludar es una forma de reconocer la presencia
del otro y hacer sentir la propia. Negar la palabra o la mirada es incomprensible entre seres
humanos, muchos más entre hermanos o hermanas. Es como desconocer la dignidad del otro o de
la otra. Pedir las cosas por favor es eliminar todo despotismo en las relaciones y hacer sentir
importante al hermano o la hermana. Pedir excusas y ofrecerlas es una forma de reconocer la
fragilidad de nuestra convivencia y la necesidad permanente de repararla, para que el deterioro no
vaya en aumento. Se puede ser educado y disidente. Se pueden cuestionar ideas, posturas,
decisiones… de otros miembros de la comunidad, y ser educado. En la educación no está en juego
solamente un protocolo de comportamientos formales. Está en juego la relación personal. Está en
juego el reconocimiento de los derechos y la dignidad de cada persona.
Si hay que aprender a mirar, también hay que aprender a hablar. Quizá se charla mucho y se discute
mucho sobre asuntos impersonales y se habla poco desde la entraña de las personas. Quizá hay que
buscar momentos oportunos para hablar de tú a tú o de tú a nosotros.
La capacidad de diálogo se mide por la capacidad de honestidad propia y de escucha a los demás.
Se mide por la capacidad de aceptación de las diferencias. Hoy día la comunicación y el diálogo
deben ayudarnos a aceptar el pluralismo y a construir la convivencia a pesar de la diferencia de
edades, de caracteres, de teologías, de ideologías, de formas pensar, de hacer y de misionar… Ser
dialogante significa ser tolerante, que no es lo mismo que ser permisivo o caer en el relativismo
absoluto. No se dialoga más y mejor cuando todo da lo mismo, porque en ese caso no vale la pena
seguir hablando.
22
5.1.3.4 La gestión adecuada de los conflictos
5.1.3.5 Perfil de los líderes de mesa y su finalidad: quienes lideren esta mesa deben ser jóvenes
entusiastas, integradores, amables, agradables con sus compañeros, mediadores, facilitadores,
innovadores y con un espíritu de apoyo frente a las nuevas propuestas y actividades. Personas con
capacidad de gestión comunitaria, motivadores de procesos dinámicos en favor de los demás.
5.1.4 MESA DE LA PALABRA O ESPIRITUALIDAD: “No puede ocultarse una ciudad asentada sobre
un monte”. Una vida contemplativa (Fr. Timothy Radcliffe, o.p. 2001)
23
aterrador, es al mismo tiempo el lugar donde lo sagrado sale a la luz, el lugar donde
encontramos y escuchamos –‘contemplamos’- a Dios”. De ahí que todo dominico está
llamado a la contemplación, ya sean laicos, religiosas, frailes o monjas.
c. Predicar es un acto contemplativo. Don Georgen escribió: “En la predicación el buscador y
lo buscado se juntan, lo perdido y lo encontrado. Dios nos encuentra en medio de nuestras
mismas palabras que intentan hacerle evidente. Dios nunca nos abandona”. Predicar no es
simplemente abrir la boca y hablar. Comienza con la escucha silenciosa del evangelio, la
lucha por comprender, la oración para la iluminación, y concluye con las reacciones de los
oyentes. Cuando yo era fraile joven, recuerdo la visita de un obispo, del que se esperaba
que predicase, que dijo a uno de los frailes un minuto antes de la Misa: “Si eres buen
dominico, deberías ser capaz de predicar ahora mismo sin preparación”. El fraile respondió:
“Precisamente porque soy dominico, no creo que predicar sea simplemente decir lo primero
que me venga a la cabeza”.
d. Quien es tocado por la abundancia de vida ama desinteresadamente, espontánea y
alegremente. Su corazón de piedra se convierte en un corazón de carne. Esta profunda
transformación de nuestra humanidad implica, según nuestra tradición, estudio y oración
al mismo tiempo.
e. Cuando nace un niño, sus padres comienzan a hablarle inmediatamente. Mucho antes de
que pueda entender, el niño es alimentado con palabras, bañado y tranquilizado con
palabras. Su madre y su padre no hablan a su hijo para transmitirle informaciones, le están
hablando para despertarle a la vida. Se humaniza en ese mar de lenguaje. Poco a poco será
capaz de encontrar un lugar en el amor que comparten sus padres. Se va desarrollando
hacia una existencia humana.
f. A medida que el niño es alimentado con las palabras de sus padres va haciendo el
descubrimiento terrible y liberador de que no es el centro del universo. Detrás del pecho
hay una madre. Se descubre a sí mismo como parte de la comunidad humana. En la
conversación de nuestros padres descubrimos un mundo al que podemos pertenecer. Así,
del mismo modo, somos nutridos con la palabra de Dios, somos conducidos a un mundo
más amplio. El buen pastor que vino para que tengamos vida, y en abundancia, es el que
abre la puerta para que podamos salir y encontrar amplios espacios.
g. La oración es una "disciplina que me impide dar por supuesto que soy el centro de un
pequeño universo, y me permite encontrarme, perderme y volver a encontrarme en el
entretejido de modelos de un mundo que yo no hice y que yo no controlo".
h. El niño madura en la conversación de sus padres y descubre que no está solo. Del mismo
modo, nosotros somos también atrapados en la amistad de Dios y curados de la obsesión
por nosotros mismos, comenzando a vislumbrar el verdadero mundo. Yeats escribió:
"Hemos alimentado el corazón de fantasías, y el corazón se ha vuelto salvaje". La oración
cura nuestro corazón de fantasías. Santo Tomás dice que "la oración dominical sirve de
norma a todos nuestros afectos". Pidiendo que se haga la voluntad de Dios y que venga su
Reino remodelamos nuestro corazón.
i. Liberados de nuestras fantasías auto-obsesivas y adentrados en el más amplio mundo de
Dios, descubrimos que los demás sufren violencia y tristeza. Para Santo Domingo, los
24
afligidos y oprimidos "forman parte de 'contemplata' en 'contemplata aliis tradere'
(Contemplar y llevar a los demás lo contemplado)... El doloroso conocimiento que abre la
mente y el corazón de Domingo a la contemplación, permitiéndole experimentar con una
imponente indefensión el dolor y las necesidades de su prójimo, no puede explicarse
simplemente por ciertos imborrables recuerdos del dolor que presenció, ni por su simpatía
natural". Es, dice Paul Murray, una "herida contemplativa". Por eso la vida contemplativa
está en el centro mismo de toda búsqueda de un mundo justo. La contemplación nos hace
capaces de ver desinteresadamente.
PROMESA DE VIDA "YO HE VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA Y LA TENGAN EN ABUNDANCIA"
(Jn 10,10 FR. TIMOTHY RADCLIFFE, O.P. 1998)
Cuando nace un niño, sus padres comienzan a hablarle inmediatamente. Mucho antes de que pueda
entender, el niño es alimentado con palabras, bañado y tranquilizado con palabras. Su madre y su
padre no hablan a su hijo para transmitirle informaciones. Le están hablando para despertarle a la
vida. Se humaniza en ese mar de lenguaje. Poco a poco será capaz de encontrar un lugar en el amor
que comparten sus padres. Se va desarrollando hacia una existencia humana.
A medida que el niño es alimentado con las palabras de sus padres va haciendo el descubrimiento
terrible y liberador de que no es el centro del universo. Detrás del pecho hay una madre. No todo
está a sus órdenes. Se descubre a sí mismo como parte de la comunidad humana. En la conversación
de nuestros padres descubrimos un mundo al que podemos pertenecer. Así, del mismo modo,
somos nutridos con la palabra de Dios, somos conducidos a un mundo más amplio. El buen pastor
que vino para que tengamos vida, y en abundancia, es el que abre la puerta para que podamos salir
y encontrar amplios espacios.
La oración es una "disciplina que me impide dar por supuesto que soy el centro de un pequeño
universo, y me permite encontrarme, perderme y volver a encontrarme en el entretejido de
modelos de un mundo que yo no hice y que yo no controlo".
El niño madura en la conversación de sus padres y descubre que no está solo. Del mismo modo,
nosotros somos también atrapados en la amistad de Dios y curados de la obsesión por nosotros
mismos, comenzando a vislumbrar el verdadero mundo. Yeats escribió: "Hemos alimentado el
corazón de fantasías, y el corazón se ha vuelto salvaje". La oración cura nuestro corazón de fantasías.
Santo Tomás dice que "la oración dominical sirve de norma a todos nuestros afectos". Pidiendo que
se haga la voluntad de Dios y que venga su Reino remodelamos nuestro corazón.
25
doloroso conocimiento que abre la mente y el corazón de Domingo a la contemplación,
permitiéndole experimentar con una imponente indefensión el dolor y las necesidades de su
prójimo, no puede explicarse simplemente por ciertos imborrables recuerdos del dolor que
presenció, ni por su simpatía natural". Es, dice Paul Murray, una "herida contemplativa". Por eso la
vida contemplativa está en el centro mismo de toda búsqueda de un mundo justo. La contemplación
nos hace capaces de ver desinteresadamente.
5.1.4.1 Perfil de los líderes de mesa y finalidad: quienes lideren esta mesa deben ser jóvenes
conscientes de sus talentos y dispuestos a compartirlos. Con habilidades discursivas que permitan
articular el conocimiento con la vida, a través del arte y la lúdica. Organizado y persuasivo a la hora
de planear actividades. Personas con habilidades contemplativas y reflexivas en torno a la propuesta
educativa tomasina.
26
c. El misionero está llamado a ser el portador de una sabiduría, del propósito de Dios “que él
ha manifestado en Cristo como un plan en la plenitud de los tiempos, para reunir en él todas
las cosas, las del cielo y las de la tierra” (Efesios 1, 10). Y esta sabiduría nosotros la
representamos estando presentes con aquellos que están separados de nosotros por las
murallas de la división.
d. Pero debemos dar un paso más allá. Ser misionero no es lo que yo hago, es lo que yo soy. Es
estar presente ante el otro, vivir en las líneas de fractura de lo social implica una
transformación de quien soy. Estando con y para otra persona, descubro una nueva
identidad. Es precisamente nuestra vida la que nos impulsa más allá de cada identidad
pequeña y sectaria, de cada reducido y pequeño sentido de mí mismo, hacia aquello que
apenas podemos vislumbrar. Esta es la encarnación de nuestra sabiduría.
e. Esto no es fácil, y sobre todo requiere fidelidad. El misionero no es un turista. El turista
puede ir a lugares exóticos, tomar fotografías, disfrutar la comida y el paisaje, y regresar a
casa llevando orgullosamente camisetas de recuerdo. El misionero es sólo un signo del
Reino estando allá. Tal como me dijo uno de mis hermanos, “tú no sólo desempacas tus
maletas, tú las arrojas”.
f. No quiero decir que cada misionero deba permanecer ahí hasta la muerte. Puede haber
muy buenas razones para irse: un nuevo reto a ser encarado en algún otro lugar,
enfermedad o cansancio, y así otras más. Sino que estoy sugiriendo que la misión implica
fidelidad. Es la fidelidad de un misionero español que conocí en la Selva peruana, quien sólo
continúa estando allí año tras año, visitando a su gente, haciendo sus viajes alrededor de
pequeños asentamientos, permaneciendo fielmente aun si al parecer no sucede mucho.
Con frecuencia el dolor del misionero es descubrir que uno no es deseado. Quizás la gente
local, esperan de él o ella, que se vaya. Es la fuerza vital de continuar estando ahí, algunas
veces no siendo apreciado. El heroísmo del misionero está en atreverse a descubrir quién
soy yo con estos otros y para estos otros, incluso si ellos no desean descubrir quiénes son
ellos conmigo y para mí. Es permanecer allí fielmente, incluso si esto pueda costar la propia
vida, como lo hizo Pierre Claverie y los monjes Trapistas en Argelia.
g. En muchas partes del planeta, todo lo que pueden hacer los misioneros es estar allí. En
algunos países comunistas o islámicos no es posible hacer nada más, sólo ser un signo
implícito del Reino. De este modo, el reto para nuestra misión es cómo hacer visible la
justicia, la equidad, el amor a través de gestos de libertad, liberación, transformación.
Necesitamos pequeñas irrupciones de la libertad incontenible de Dios y su victoria sobre la
muerte.
h. Nuestra sociedad es profundamente escéptica a cualquier proposición sobre la verdad.
Vivimos en Disneylandia, en donde la verdad puede ser reinventada según queramos. En la
era virtual, la verdad es lo que ideamos en nuestra pantalla de la computadora. Leí acerca
de un piloto que despegó de un aeropuerto en Perú, pero todos sus controles estaban
alterados. Cuando él giraba a la izquierda, los controles decían que él iba a la derecha,
cuando él subía, ellos decían que él bajaba. Sus últimas palabras grabadas fueron: “Es todo
una ficción”. La montaña con la que se estrelló no lo era.
27
i. He sugerido que el comienzo de toda misión es presencia; es estar ahí como signo del Reino,
con aquellos que son los más diferentes, separados de nosotros por su historia, cultura o fe.
Pero esto es sólo el comienzo.
5.1.5.1 Perfil de los líderes de mesa y finalidad: Los jóvenes que lideren esta mesa deben
caracterizarse por su espíritu misionero, sensibles y solidarios con los más necesitado, que
tengan capacidad de gestión y convocatoria para actividades al interior y fuera de la
universidad, ya que estos escenarios permiten impactar y realizar la proyección del Centro
de Evangelización y Cultura. Diligentes, dinámicos, propositivos ante nuevos escenarios de
transformación social.
28
seccionales puedan hacer parte de un voluntariado social que los lleve a
comprometerse de manera decidida con la transformación del país;
9. OBJETIVOS ESPECIFICOS.
29
10. PLAN DE ACCION DE LAS LINEAS DE EVANGELIZACION A 2027
El Plan de acción, es la ruta planteada por el Centro de Evangelización y Cultura que da razón de la
estrategia operativa y de gestión. Marca el derrotero del quehacer del C.E.C a diez años, es decir,
del 2017 al 2027. Este Plan de Acción tiene como propósito, conducir el accionar académico,
humano, espiritual y apostólico de la comunidad tomasina desde la Pastoral Universitaria, divido en
tres trienios denominados:
a. DESAFÍATE
b. SÍGUEME
c. HAZLO
El primer trienio (2017-20), llamado: “DESAFÍATE”, busca hacer énfasis en el Perfil Humano,
“Agentes hacedores de Humanidad”, con el slogan “Desafíate, haz parte del cambio” (2017) Tú eres
el cambio (2018), en el que se busca desafiar a la comunidad a ser y hacer el cambio, iniciando por
la persona misma, desde la LIBERTAD, para hacer libres a los demás, pues el mundo busca a través
de estrategias de manipulación (tecnológica, política, educativa, entre otras) convertir a las
personas en autómatas de un sistema impuesto, en el que prácticamente todo ya está hecho y sólo
se debe ser replicado. De ahí que el propósito de esta primera etapa sea conducir a la persona a
conocerse y reconocerse, proceso en el que afirmará sus talentos, capacidades y competencias, y
los desarrollará en lógica de su promoción y la re-construcción social. En esta primera etapa a través
de desafíos concretos se busca retar a cada persona en lógica de su singularidad confrontada, ante
las problemáticas específicas que afectan el bienestar de la comunidad (universitaria y social) que
habita.
El segundo trienio (2021-23), llamado: “SÍGUEME”, buscará hacer énfasis en el Perfil Evangélico,
“Agentes hacedores de la verdad”, poniendo el acento en la Persona de Jesús de Nazareth como el
humano y líder por excelencia, y modelo de CRITICIDAD, de tal forma que lleve a las persona a la
toma de conciencia ante la sumisión al sistema, y a la toma de decisiones que los libere de toda
esclavitud ideología doctrinaria. El slogan para este trienio es “Sígueme, hagámoslo juntos” (2021).
El propósito de esta etapa es empoderar a la comunidad tomasina en su “ser líder”, teniendo la
capacidad de responder al llamado de los nuevos liderazgos emergentes en pro del Bien común y a
caracterizarse, a su vez, como líder para otros. También, se fortalecerá la experiencia trascendente
como realidad fundamental en toda tarea de liderazgo, siguiendo los pasos de Jesús como el modelo
y referente de liderazgo cristiano y por lo tanto tomasino. Las emociones, los sentimientos, los
sueños, las motivaciones humanas, la fe en sí mismo que mueve a “hacer y ser”, es lo que busca
potenciar esta etapa.
El tercer y último trienio (2024-27), llamado: “HAZLO”, se trabajará el Perfil Apostólico, “Agentes
hacedores del CAMBIO”, con el slogan “Hazlo, es tú tarea”. Es la etapa del compromiso y la
ejecución, del emprendimiento y la consolidación del proyecto de vida, personal y comunitario,
profesional y social, político y cultural. Es el tiempo del envío el cual no consiste necesariamente en
salir de la universidad, sino más bien, en comprender que la misión se haya siempre en el encuentro,
en propiciar un ambiente laboral, académico, universitario en el que se dignifique a la persona antes
que al sistema; en el compromiso con el bien común y la entrega por conseguir que seamos la mejor
universidad para un mejor país.
30
Estas etapas o imperativos serán los ejes transversales a todo el que hacer pastoral de la
universidad, mediante eventos formativos y actividades que incluyen en sí mismas a las demás, es
decir, en el trienio de Desafíate se trabajarán también procesos formativos que respondan al
Sígueme y al Hazlo, y así sucesivamente, consiguiendo así, al finalizar estos 10 años una comunidad
formada no solo académicamente sino también en humanidad, respondiendo así al objetivo de la
USTA, ser Facientes Veritatem desde un diálogo constante entre Fe, Cultura y Ciencia.
Las estrategias que se han planeado para la implementación del Plan de Acción del C.E.C se han
discriminado de la siguiente forma:
PERFIL HUMANO:
a) Campañas de impacto:
Mes de la Verdad (Marzo): el objetivo de esta campaña es “Fortalecer nuestra tarea de ser
constructores de la verdad, entendiendo ésta como la búsqueda del sentido que aborde, de
manera integral, todas las dimensiones de la persona humana como agente transformador
de la sociedad”.
Mes de la Familia (Mayo): el objetivo de esta campaña es “Acercar a las familias de nuestros
estudiantes, docentes, colaboradores, administrativos y directivos tomasinos a los
diferentes estamentos de la Universidad, permitiendo la participación activa de los mismos
dentro de los procesos formativos de la comunidad académica para generar espacios de
pertenencia y apropiación que lleven al fortalecimiento de la familia como matriz del tejido
social”.
Mes de la Palabra (Septiembre): esta campaña tiene como objetivo, “Dar a conocer la
importancia de la PALABRA dentro del quehacer universitario, como medio de construcción
humana, la cual es determinante en la formación y desarrollo humano. Nuestro punto de
partida será la Biblia como palabra, texto, memoria y patrimonio de la humanidad
occidental”.
Mes de la Misión (Noviembre): el objetivo de esta campaña es, “Desafiar a toda la
comunidad universitaria a ser Agentes de Cambio capaces de ejercer un liderazgo desde
nuevos emprendimientos existenciales, para que desde la Universidad podamos contribuir
a la consolidación de un país en paz, con justicia social”.
Nota: De igual forma, dentro de las dinámicas internas de cada oficina, los Agentes de Cambio se
encuentran organizados por mesas de trabajo que responden a las cuatro campañas de impacto
expuestas anteriormente. Así, cada Agente de Cambio del C.E.C., tendrá una misión particular por
la que debe responder en el ejercicio cotidiano de la pastoral y que llevan al planteamiento,
desarrollo y aplicación de los proyectos que desde el C.E.C., se proponen a toda la comunidad.
31
b) Encuentros Tomasinos: son una experiencia de formación en liderazgo tomasino, basada
en la lúdica y la academia, desde la espiritualidad dominicana que busca generar hombres
y mujeres libres, con espíritu crítico y dispuestos al cambio. Los encuentros son dirigidos a
Administrativos, directivos, docentes, egresados, aprendices y personas de servicio general.
c) Campamento de Agentes de Cambio: es una experiencia de desafío en el que se lleva a los
Agentes a experiencias límite, en las que aprenden a tomar decisiones individuales y
grupales para la consecución de un objetivo. Estos campamentos buscan despertar un
espíritu de liderazgo en cada uno de los jóvenes asistentes con el fin de ser Agentes
Transformadores de la realidad.
d) Reuniones periódicas con decanos de programa.
e) Mesas nacionales.
PERFIL EVANGÉLICO:
32
PERFIL APOSTÓLICO:
a) Visitas de impacto a fundaciones y cárceles (Modelo y Buen Pastor): éstas tienen como
propósito apoyar el trabajo social que otros están realizando y abrir espacios de acción para
que la comunidad tomasina pueda comprometerse con los más necesitados y vulnerables
de nuestra sociedad.
b) Visitas de impacto en la calle, Respuesta al parque: tienen como propósito llevar la
universidad a la calle, sensibilizar a los transeúntes de la urgencia de trabajar por el bien
común y la construcción de un país solidario, involucrado, libre y crítico.
c) Misión USTA Colombia: estas misiones se realizan en los tiempos fuertes del año, es decir,
semana santa y navidad, y tienen como propósito, acompañar a las comunidades que se
encuentran olvidadas en las periferias del país, con proyectos planteados por los Agentes
de Cambio que involucran la academia, la acción social, que son oportunos y viabilizan el
bienestar de las comunidades acompañadas.
d) Proyecto Ponle vida a las letras: es el proyecto base que acompaña a todas las misiones, en
el que a través del arte, se enseña nuevas formas de lectura para niños, jóvenes y adultos.
e) Semanas de impacto con toda la comunidad universitaria: son las semanas previas a los
meses de las campañas expuestas anteriormente, que preparan a la comunidad tomasina
para la celebración de dichas campañas.
f) Salidas ecológicas-peregrinación: son salidas extracurriculares que tienen como propósito
el encuentro, la lúdica, la espiritualidad a través de la visita de lugares con alta riqueza
académica, histórico-cultural y religiosa.
g) Vida Sacramental: constituye el acompañamiento por parte de los frailes encargados de la
Pastoral Universitaria en la celebración de los sacramentos a la comunidad Tomasina.
La misión institucional de la USTA es la formación integral de la persona humana, esto quiere decir
la totalidad y sus relaciones de la misma. Así, es necesario para tal fin, un acto que permita lograrlo,
a saber, permitir que la persona sea persona necesita de la educación, ésta no únicamente
académica sino también considerando las otras dimensiones.
La educación es un acto humano, pero este acto humano demanda de una reflexión sobre sí mismo
y lo que lo implica, esto quiere decir que es pertinente para que la educación sea idónea al propósito
(es decir la vida, que la persona pueda ser lo que ha sido llamada a ser, persona), exista una
pedagogía, ésta se refiere a la reflexión sobre tal acto educativo. Pero tal acto educativo no puede
quedar sólo en la reflexión sino que implica un sentido, un camino para poder concretar el
propósito. Dicho sentido y camino hace referencia a una didáctica. La didáctica no es el mero
“cómo” de algo, mucho menos una instrumentalización para un fin, ¡No! La didáctica es el sentido
que permite caer en la cuenta de lo necesario, creativo y valoración de lo que me propicia alcanzar
los propósitos, en esta medida se permite construir, plantear un camino, un método, una evaluación
que dinamice y retroalimente la meta.
33
En otras palabras, no hay persona, si no hay educación. No hay pedagogía sino hay reflexión. No hay
reflexión si no hay didáctica. No hay didáctica sino hay sentido. En esta medida se puede plantear
método, pasos para lograr nuestros fines, y el fin, el camino y el principio es la vida misma, este es
el espiral que debemos recorrer. El referente o criterio de verdad para que lo que se hace, piensa,
dice o sea algo es la vida misma.
Por lo anterior, es fundamental considerar una ruta didáctica para la implementación de los perfiles
Humanos, Evangélico y Apostólico de un Agente de Cambio y en general para el Plan de
Evangelización Permanente Multicampus de la USTA
12.1 Sobre una Ruta Didáctica para la implementación de las líneas de evangelización.
PERFIL PROPÓSITO
34
vida. Esto es ser un apóstol cuya bandera es la justicia
y la verdad.
Castillo J. M., (1999). El Reino de Dios: Por la Vida y la Dignidad de los Seres Humanos.
Madrid. DESCLEE DE BROUWER, 6 Edición.
MEDINA, Miguel Ángel O.P; ¿Estos no son hombres? El profetismo de los primeros
Dominicos en América, Asamblea de Predicación, Ávila 2010.
http://jubileo.dominicos.org/kit_upload/file/Jubileo/Estos-no-son-hombres-Asamblea-
Predicacion-2010.pdf.
1. Contextualización de lo propuesto.
Toda iniciativa, proyecto, actividad, formación debe tener como punto de partida la persona misma,
su caracterización, circunstancias, elementos históricos, no de una mera idea cuyo origen sea la
abstracción. La verdad emerge y acontece desde la vida.
b. Las preguntas deben arrojar un diagnóstico sea escrito, mental, verbal o simbólico
de lo que va a enseñar y juntos van a aprender.
c. Hay un elemento previo al juicio, pero después de hacer las preguntas que debe
mediar, estamos hablando de lo justo, lo pertinente, lo apropiado, y dicho criterio
para determinarlo es la compasión cristiana, es decir, el movimiento de entrañas al
entender la carne del otro, el grito del otro y así poder responder a la necesidad y
no a las ideas que se cree deben ser sobre la necesidad que identifique. La
compasión cristiana y por ende Dominica está determinada por el propósito de
siempre dar vida y vida en abundancia.
35
2. Juicio y estructuración.
El juicio por sí solo, comienza a emerger prudente y sensatamente siempre y cuando este
acompañado por la fuerza del Espíritu, es decir la fuerza de la vida (Entiéndase por juicio un
concepto, palabra, decisión, proceder o hecho sobre algo o alguien). La consideración de la totalidad
de la persona lo posibilita, de lo contrario el acto educativo, los procesos de escucha y propósitos
planteados, están condenados al fracaso. Ahora bien, la experiencia de la vida siempre está
acompañada de una historia y en ella de una comunidad académica, científica o popular que deben
ser consideradas como comunidad y como legado, pero si es necesario cuestionarla, ponerla en
crisis y romper los paradigmas establecidos, debe hacerse, no por el esnobismo sino porque los
signos de dicho tiempo lo están demandando, así nos estaríamos aproximando más a lo verdadero,
recordemos que nuestras escuelas o ambientes de convivencia, predicación, estudio son escuelas
de esperanza, ante una cultura suspicaz, que ha perdido la confianza.
c. Sin embargo, poner en diálogo y deliberar, implica socializar las teorías establecidas
sobre el tema o actividad al respecto, lo que han dicho los que conocen del tema.
e. Todo juicio, se insiste, está mediado por encarnar entrañablemente, he aquí que se
debe tener presente los lenguajes, no sólo verbales, escritos, sino también
corporales, simbólicos.
36
3. Transformación y evaluación de lo propuesto.
La verdad, como la libertad y el cambio de manera crítica es ante todo un asunto evangélico, es
decir, de buena nueva, de calidad de vida y calidad de convivencia, por eso, mantener el horizonte
de comprensión planteado, el sentido que es la didáctica, es siempre considerando estos elementos
que emergen, se reitera, en el encuentro, el servicio, la cotidianidad misma en sus relaciones. Una
transformación es una revolución entendida como aquello que cuestiona el statu quo si es
necesario, no por esnobismos, sino porque los signos del tiempo están demandando la denuncia y
anuncio de lo más coherente a la dignificación de la vida.
En estos términos, toda actividad que permita la ejecución de los perfiles debe trabajar, sea en
enseñanza o aprendizaje, la evaluación, que no es calificación sino valoración, es decir plantear
planes de acompañamiento cualitativos, valoración si es necesario dada la naturaleza de la
actividad, que sean medibles, cuantificables. La evaluación es la revisión del camino realizado, son
los ojos y oídos que permitan mejorar los procesos formativos.
a. Una de los grandes problemas sociales que tienen, también, su origen en los actos
educativos es que se realizan procesos cognitivos de transmisión, sólo formales,
lineales, unívocos y no se considera la importancia de ir más allá, ejemplo el
pensamiento crítico y complejo. O apuntamos a desarrollar el pensamiento crítico
y complejo o estamos reproduciendo modelos hegemónicos, alienantes, seremos
cómplices de muchas injusticias.
37
Visualización Gráfica de la Ruta Didáctica perfiles Humanos, Evangélico y Apostólico de un Agente
de Cambio y en general para el Plan de Evangelización Permanente Multicampus de la USTA.
Transformación y
Evaluación.
Juicio y
estructuración.
Contextulización de
lo propuesto.
• Taller de formación - Seducción y subversión: Otro mundo mejor es posible desde Jesús de
Nazaret.
38
BIBLIOGRAFÍA DE APOYO Y CONSULTA PERMANENTE
Teología:
¿En qué sentido la revelación de Dios, como autocomunicación de su íntima voluntad sobre el
hombre puede suceder históricamente en este mundo? ¿Cómo puede darse tal autocomunicación
de Dios en el hombre de tal manera que este pueda conocerla con certeza? El autor aborda el
concepto mismo de revelación basado principalmente en Karl Rahner, y responde en forma concreta
a las preguntas formuladas. Para esto aborda las tradiciones del Pentateuco en el Antiguo
Testamento, y en el Nuevo las tradiciones pascual y de la pasión. Para finalizar, plantea la
hermenéutica filosófica de la revelación bíblica de Bultmann y, además, configura una hermenéutica
de la revelación esencial según Rahner.
"El Jesús de Edward Schillebeeckx ha supuesto un hito en el extraordinario avance que los estudios
cristológicos han experimentado a partid de la Segunda Guerra Mundial, primero, y del Vaticano II,
después. Por su amplio conocimiento de los estudios exegéticos y por uso no fundamentalista de
los mismos, constituye un punto culminante de la etapa cualificada como New Quest, la nueva
búsqueda de Jesús histórico. Con rigor histórico-crítico y con irrenunciable honestidad intelectual,
lleva el acercamiento al misterio de Jesús hasta aquella frontera donde la inteligencia, aun
sintiéndose desbordada, no renuncia a mantener los mínimos indispensables de sentido y
coherencia. Más allá no niega pero tampoco se atreve a hablar. El resultado es una propuesta
abierta, en la que el respeto a la tradición va muy conscientemente unido a una búsqueda de
sintonía con la cultura actual y a una decidida apertura al futuro" (Andrés Torres Queiruga).
Castillo, José Maria. La humanización de Dios. Ensayo de cristología. Ed. Trotta 2009.
¿Existió Jesucristo? Y si es cierto que existió, ¿qué dijo?, ¿qué hizo?, ¿qué representa Jesús de
Nazaret para todos y cada uno de nosotros? Este libro intenta responder a estas preguntas. Pero,
antes que eso, pretende dejar claro que aquel judío desconcertante que fue Jesús llevó a cabo la
revolución más asombrosa que se ha producido en la historia de las tradiciones religiosas de la
humanidad. Una revolución que pronto fue controlada, domesticada y bien integrada en el sistema
por la religión. Fue la religión de los templos y las leyes, de los sacerdotes y los altares, la religión de
las muchas liturgias y las pocas entrañas de humanidad, la que expulsó a Jesús de la ciudad santa,
lo sacó del espacio sagrado y allí, en el ámbito de lo profano, lo laico, lo secular, allí precisamente,
lo asesinó. Para que quede en evidencia, por todas las generaciones, que al Dios de Jesús no se lo
encuentra en la trascendencia y en la divinidad, sino en la inmanencia y en la humanidad. Guste o
no, las últimas generaciones que han nacido en los países de Occidente están marcadas por la
patética fórmula que acuñó Nietzsche en El Anticristo: «El concepto cristiano de Dios [...] es uno de
los conceptos de Dios más corruptos a que se ha llegado en la tierra; tal vez represente incluso el
nivel más bajo en la evolución descendente del tipo de los dioses. ¡Dios, degenerado a ser la
39
contradicción de la vida, en lugar de ser su transfiguración y su eterno sí». Pero ni Friedrich
Nietzsche, ni nadie entre los mortales, cuando pronuncia la palabra «Dios», está hablando de Dios.
¿Qué vale la pretensión de indagar en lo que sólo se puede encontrar más allá del campo inmanente
de la capacidad humana de conocimiento? Por eso, lo que este libro intenta explicar es que en Jesús
Dios «se despojó de su rango y se hizo como uno de tantos». Y es ahí, sólo ahí, vaciándose de todo
poder y de toda gloria, en la búsqueda de nuestra propia humanidad, donde es posible encontrar el
sentido de la vida, que trasciende las representaciones del Trascendente que nosotros nos hemos
hecho y nos hemos servido a la carta, con frecuencia y por desgracia, para dividirnos más y hacernos
más daño los unos a los otros.
Solo es posible alcanzar la plenitud de «lo divino» en la medida en que nos empeñamos por lograr
la plenitud de «lo humano»; únicamente podemos llegar a ser «más divinos» haciéndonos «más
humanos». Esta propuesta tiene que invadir e impregnar la vida y la actividad toda de la Iglesia: su
teología, su sistema organizativo, su moral, sus leyes, su presencia en la sociedad y, sobre todo, en
la vida y la espiritualidad de los cristianos. Es una propuesta que brota del centro mismo de la fe
cristiana: el Dios del cristianismo es el «Dios encarnado». Es decir, el «Dios humanizado», que se dio
a conocer en un ser humano, Jesús de Nazaret. Pero ocurre que, en la historia del cristianismo, el
hecho de la humanidad de Jesús y sus consecuencias ha resultado más difícil de aceptar que la
divinidad de Cristo. Esta dificultad lleva derechamente a tener que afrontar esta pregunta: ¿Quién
ocupa en realidad el centro de la vida de la Iglesia, Jesús y su Evangelio o san Pablo y su teología?
No se trata de la vieja cuestión sobre quién fundó la Iglesia. La Iglesia tiene su origen en Jesús. La
Iglesia tiene, por tanto, su centro en Jesús, el Mesías, el Señor, el Hijo de Dios. Pero, todo esto
supuesto, no se puede soslayar esta apremiante pregunta. A partir de ella, se concretan otros
interrogantes: ¿De dónde o de quién se han tomado los grandes temas que se proponen y explican
en la teología católica? ¿En qué o cómo se justifican el culto, los ritos y, en general, la liturgia que se
celebra en nuestros templos? ¿Desde quién y desde qué argumentos se legitima el modo de
gobierno que se ejerce en la Iglesia? ¿Qué forma de presencia en la sociedad debe tener la Iglesia?
¿Por qué el cristianismo aparece más como una religión y mucho menos como la presencia del
Evangelio de Jesús en nuestro mundo? Mientras la Iglesia no afronte estas cuestiones, y les dé la
debida respuesta, no podrá recuperar su identidad ni cumplir su misión en el mundo.
Este libro pretende demostrar que el centro, el eje y la clave de la espiritualidad cristiana es el
seguimiento de Jesús. La espiritualidad cristiana no tiene ni puede tener más origen y más
fundamento que la persona de Jesús y su existencia concreta. Pero la forma más radical de recuperar
lo concreto de Jesús y hacer de ello origen y fundamento de toda vida cristiana aparece en los
evangelios como invitación y exigencia de Jesús a su seguimiento. Recuperar a Jesús no significa sólo
tener noticias de lo que fue en concreto su vida, misión y destino, sino participar en ello y
reproducirlo a lo largo de la historia. El seguimiento de Jesús se convierte así en la fórmula breve
del cristianismo porque enuncia la recuperación de Jesús y el modo de recuperarlo. Tiene la
virtualidad de resumir la totalidad de la vida cristiana y de evocarla desde lo concreto. Tiene el
40
carácter de norma y también de ánimo a su realización, de exigencia por lo costoso y de gozo por
haber encontrado la «perla preciosa».
Castillo José María, Estrada José Antonio. El proyecto de Jesús. Ed. Sígueme 2004
El proyecto de Jesús es una invitación y una interpelación que se dirige a la totalidad del hombre y
que abarca todos los ámbitos de la vida humana. El cristiano refleja su opción radical de sentido en
Cristo en todas las expresiones de su vida, y todo queda impregnado por la fe, que es la que
transforma las cosas santificando las actividades más profanas y haciéndolas agradables a Dios
cuando se viven como Cristo y desde Cristo. Ser cristiano es ser vicario de Cristo en el mundo,
sabiendo que la historia de salvación se da en el mundo y en la historia profana y desde una fe que
consagra a Dios todas las realidades de la vida.
En los tiempos que corren, cuando las religiones se ven cuestionadas desde diversos puntos de vista
y por serios motivos (baste pensar en la conflictiva relación entre religión y violencia), la
espiritualidad cobra fuerza. Cada día aumenta el número de personas que experimentan más y más,
no ya la simple curiosidad por el esoterismo o cosas parecidas, sino la necesidad de vivir una
espiritualidad coherente con las nuevas situaciones debidas al rápido y profundo cambio cultural
del momento presente. El problema que muchos se plantean, cuando se habla de este asunto, está
en que, en no pocos ambientes, la espiritualidad se relaciona con lo que aleja de la vida y del mundo,
de la sociedad y de los asuntos serios que viven tantas personas. Se trata, en ese caso, de la
espiritualidad que «entontece». En otros casos, lo que se piensa es que la espiritualidad es lo más
opuesto a lo humano, lo corporal, lo laico, etc. O, lo que es peor, hay quienes sospechan que hablar
de espiritualidad es hablar del sustituto liviano de la sólida fe religiosa de otros tiempos. Este libro
sale al paso de tales malentendidos. Y presenta el significado y la forma de vivir de una espiritualidad
recia que, al mismo tiempo, no renuncia ni a nuestra condición de ciudadanos del mundo ni a la
apremiante necesidad de ser felices que todos experimentamos, sin olvidar en absoluto la utopía
que puede motivarnos para hacer realidad el ideal de los que piensan que «otro mundo es posible».
Castillo José María. La Iglesia que quiso el Concilio. Ed. PPC 2002.
El Concilio Vaticano II desató en un pasado muy cercano muchas expectativas e ilusiones para el
futuro de la Iglesia. Este libro pretende recordar lo que dicho Concilio quiso que fuera la Iglesia y lo
que se planificó para ella: el poder del papa, de los obispos, el perfil de los laicos y las relaciones
entre jerarquía y fieles. La obra consta de diecisiete capítulos, que van acompañados de una
introducción y una conclusión.
La preocupación y hasta la obsesión religiosa por el pecado han impedido tomar conciencia del
problema más inmediato y urgente del sufrimiento humano. Y lo que es peor: la lucha misma contra
el pecado ha causado a veces (y sigue causando) enormes sufrimientos a muchas personas. Pero lo
41
importante es saber si el fundador del cristianismo, Jesús de Nazaret, concedió también ese mismo
lugar al asunto del pecado. Por lo que cuentan los evangelios, parece claro que lo que
verdaderamente preocupó a Jesús fue el sufrimiento de la gente y la felicidad de los que peor lo
pasan en la vida. Pero, entonces, ¿cómo habrá que entender los grandes temas teológicos de la cruz,
de la redención y de la salvación? ¿A qué vino Jesús al mundo, a salvarnos del pecado o a remediar
nuestro sufrimiento? Y, en fin, ¿cómo habría que reinterpretar la moral de la Iglesia?
Toda teología es sexual. La teología indecente más. ¿Qué pueden decirnos las historias sexuales de
fetichismo y sadomasoquismo acerca de nuestra relación con Dios, Jesús y María? ¿No es hora ya
de que los heterosexuales salgan también del armario? Examinando la dialéctica entre la decencia
y la indecencia, y explorando una teología de historias sexuales de los márgenes, este libro reúne
por primera vez la teología de la liberación, la teoría queer, el posmarxismo y el análisis poscolonial
en una mezcla explosiva. La teología indecente es una teología que se hace fuera del armario y
muestra cómo podemos reflexionar sobre la virgen María y la cristología a partir de historias
sexuales tomadas del fetichismo, el sadomasoquismo y el travestismo. La teología indecente se basa
en las experiencias sexuales de los pobres y se sirve del análisis económico y político, al tiempo que
desvela la ideología sexual de la teología sistemática. La teología es un acto sexual, y los teólogos
indecentes han de ser actores sexuales de una praxis comprometida con la justicia social y la
transformación de las estructuras de opresión económica y sexual en la sociedad.
Este libro habla sobre la imprescindible inmoralidad espiritual. Para Nilton Bonder el alma y sus
propuestas son inmorales y la evolución humana depende fundamentalmente de actos
considerados traiciones por las costumbres y la tradición ocupadas en la transmisión de los valores
42
éticos y espirituales del pasado. Sin embargo, el acervo judeocristiano nos ensena que la verdadera
razón de ser del alma es la transgresión y que a ella le cabe la tarea de impulsar pensamientos y
conductas que rompan con la moral establecida. Desde esta perspectiva y contraponiendo el alma
inmoral del texto bíblico con el animal moral de la psicología Bonder revela que traidor y traicionado
son dos potencias humanas en conflicto, pero al mismo tiempo interdependientes: el cuerpo (la
conformidad y la adaptación) y el alma (la rebeldía y la mutación). De la unión de esos elementos
nacerá un nuevo hombre que hará de la desobediencia un factor fundamental para el completo
conocimiento de si y de los otros. El alma inmoral cambiara nuestros conceptos de alma y de traición
al transportarnos a un campo de batalla milenario donde el traicionado ocupa el lugar del traidor;
el santo el del marginal y el cuerpo el del alma.
Martínez, Felicísimo Díez O.P. Santo Domingo de Guzmán, evangelio viviente. Ed. San
Esteban. 1991.
MEDINA, Miguel Ángel O.P; ¿Estos no son hombres? El profetismo de los primeros
Dominicos en América, Asamblea de Predicación, Ávila 2010.
http://jubileo.dominicos.org/kit_upload/file/Jubileo/Estos-no-son-hombres-Asamblea-
Predicacion-2010.pdf.
Filosofía:
Este libro de Paul Tillich tiene su origen en unas conferencias que impartió su autor en la Universidad
de Yale entre 1950 y 1951, cuyo objetivo era desarrollar un análisis filosófico de la existencia
humana y de su situación concreta en el contexto histórico del mundo contemporáneo. Para ello,
Tillich adopta, como hilo conductor de su exposición, el concepto de coraje de ser, entendido como
el poder de la voluntad humana para sobreponerse al miedo y la angustia. El talante de este
planteamiento es esencialmente afirmativo, en el sentido de que por coraje de ser Tillich entiende
el acto ético por el que el ser humano afirma su propio ser a pesar de los elementos de su existencia
que entran en conflicto con su autoafirmación esencial. En síntesis, este libro ofrece un penetrante
análisis de filosofía existencial que impacta por la radicalidad con la que su autor aborda los aspectos
más profundos inherentes al hecho mismo de existir, como la amenaza de la nada y la angustia o
los desafíos que representan llegar a ser uno mismo y a la vez ser como parte de una sociedad. El
libro tiene el mérito de lograr introducir a un lector no necesariamente especializado en una
sofisticada discusión filosófica sobre ontología humana, antropología, psicología profunda y
43
teología. Su lenguaje, destinado a lectores no formados en las teorías filosóficas que sirven de base
a sus diferentes apartados y capítulos, se caracteriza por su precisión y contundencia, y puede leerse
con fluidez sin que haya perdido vigencia e interés todo lo que dice.
Alteridad y trascendencia recopila una serie de 12 textos escritos y publicados entre 1967 y 1989,
donde se encuentran fundamentales aportaciones de Levinas a la reflexión sobre los grandes temas
de su filosofía: la totalidad, el infinito, la trascendencia, Dios, el humanismo, la subjetividad, la
alteridad, la muerte, el derecho, el judaísmo, la justicia, etc. Sin faltar la atención primordial que
Levinas siempre le ha prestado a la política, así como, por supuesto, a la ética. Recopilación
publicada el mismo año de su muerte, con su acuerdo y con el título que él mismo le dio, Alteridad
y trascendencia, nos conduce directamente a la idea de que la trascendencia está «viva en la relación
con el otro hombre», que el «rostro» del otro abre el camino a una forma verdaderamente original
de plantear el problema de la trascendencia.
Este libro intenta explicar los aspectos de la crisis contemporánea de la civilización occidental
relacionados con la libertad del hombre. Una crisis que ostenta diversas manifestaciones, de las que
Fromm destaca dos para sus fines analíticos: su expresión política (el fascismo) y su expresión
sociocultural (la creciente estandarización de los individuos en las sociedades avanzadas). Ambas
manifestaciones de la crisis no son más que formas colectivas de evadir la libertad. Todo ello provoca
varias consecuencias en el hombre de la moderna sociedad industrial: una autoconciencia de
insignificancia personal, una sensación de soledad moral y la resignación a sacrificar su propia vida
en virtud de poderes exteriores y superiores. En este sentido, no importa que el hombre actual haya
conseguido liberarse de los vínculos de la sociedad tradicional y a la vez sentar las bases de una
auténtica potenciación de las cualidades humanas: el análisis de Fromm va dirigido precisamente a
esclarecer esta paradoja a través de un examen del significado de la libertad para el hombre
moderno y de sus intentos de rehuirla.
Fromm Erich, Y seréis como dioses. Editorial: PAIDOS IBERICA 2011 2da edi.
Parece ser que, en el universo contemporáneo, el concepto de Dios ha perdido su base filosófica y
social. Pero, ¿ha muerto realmente ese concepto o ha muerto sólo la experiencia a la que alude el
concepto? Fromm finaliza el presente ensayo con una pertinente pregunta dirigida a los humanistas
teístas: “¿Qué puede ocupar el lugar de la religión en un mundo en el que el concepto de Dios puede
estar muerto, pero en el que tiene que vivir la realidad experiencial que está detrás?”. Si queremos
preguntar acerca de esa experiencia, entonces sería mejor plantearnos la pregunta de si el hombre
ha muerto: “Este parece ser el problema central del hombre en la sociedad industrial del siglo XX“.
Para Fromm, que piensa al hombre contemporáneo como alguien cuyo objetivo es tener mucho y
no ser mucho, que concibe a los integrantes de las sociedades industriales como “consumidores
44
angustiados, vacíos y aislados, aburridos de la vida y compensando su depresión crónica con el
consumo compulsivo“, la cuestión decisiva consiste en lograr las condiciones que ayuden a devolver
la vida al hombre: ciertos cambios fundamentales en la estructura socioeconómica y un
renacimiento del humanismo, con el fin de lograr algo en lo que creyentes y no creyentes están de
acuerdo, la lucha común contra la idolatría, la liberación y el despertar de la humanidad entera.
Es el estremecedor relato en el que Viktor Frankl nos narra su experiencia en los campos de
concentración. Durante todos esos años de sufrimiento, sintió en su propio ser lo que significaba
una existencia desnuda, absolutamente desprovista de todo, salvo de la existencia misma. Él, que
todo lo había perdido, que padeció hambre, frío y brutalidades, que tantas veces estuvo a punto de
ser ejecutado, pudo reconocer que, pese a todo, la vida es digna de ser vivida y que la libertad
interior y la dignidad humana son indestructibles. En su condición de psiquiatra y prisionero, Frankl
reflexiona con palabras de sorprendente esperanza sobre la capacidad humana de trascender las
dificultades y descubrir una verdad profunda que nos orienta y da sentido a nuestras vidas. La
logoterapia, método psicoterapéutico creado por el propio Frankl, se centra precisamente en el
sentido de la existencia y en la búsqueda de ese sentido por parte del hombre, que asume la
responsabilidad ante sí mismo, ante los demás y ante la vida. ¿Qué espera la vida de nosotros? El
hombre en busca de sentido es mucho más que el testimonio de un psiquiatra sobre los hechos y
los acontecimientos vividos en un campo de concentración, es una lección existencial.
La clave del pensamiento de Mounier es 'la realidad personal'. El hombre se comprende, por una
parte, como misterio de interioridad y exterioridad, y por otra, como una paradoja donde lo
individual y lo comunitario conforman su verdadero ser. La presente antología recoge los seis textos
fundamentales que han constituido la original corriente filosófica del personalismo - 1. Revolución
personalista y comunitaria (1935); 2. Manifiesto al servicio del personalismo (1936); 3. Personalismo
y cristianismo (1939); 4. ¿Qué es el personalismo? (1947); 5. El personalismo (1949); 6. La
cristiandad difunta (1950).
Documentos magisteriales:
Constitución pastoral GAUDIUM ET SPES, sobre la iglesia en el mundo actual. Roma, 1965.
Constitución dogmática sobre la iglesia LUMEN GENTIUM. Roma, 1964.
Decreto AD GENTES , sobre la actividad misionera de la iglesia. Roma, 1965.
Juan Pablo II, Encíclica Redemtoris Missio. Roma, 1990.
Constitución Apostólica EX CORDE ECCLESIAE. Roma, 1990.
Sagradas Escrituras
45
Documentos institucionales:
Estatuto orgánico
Proyecto Educativo Institucional (PEI)
Plan General de Desarrollo 2016-2019
Equipo editorial:
46