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Carl Ransom Rogers

Fundador (junto con Abraham Maslov) del Enfoque Humanista en psicología.

Rogers fue el padre de la no-directividad, desde su perspectiva, el


clima psicológico de libertad favorece el desarrollo pleno del individuo,
valora la empatía y la autenticidad.

Todo el proceso educativo debe entonces centrarse en el niño,


no en el profesor ni en el contenido pragmático.

Para Rogers, los principios básicos de la enseñanza y del aprendizaje


son:

 Confianza en las potencialidades humanas


 Pertinencia del asunto que va a ser aprendido o enseñado
 Aprendizaje participativo
 Autoevaluación
 Autocrítica
 Aprendizaje del propio aprendizaje.

El aprendizaje sería tan profundo como importante para la


totalidad de la persona que se educa: no podemos enseñar a otra
persona directamente, de ahí la importancia al educador, o facilitador
.
del aprendizaje: él debería crear el clima inicial, comunicar confianza,
aclarar, motivar con congruencia y autenticidad, él llama a esto
“comprensión empática”.

Para Rogers, el objetivo de la educación es ayudar a los alumnos a


convertirse en:

- Individuos capaces de tener iniciativa propia para la acción


- Responsables por sus acciones

- Que trabajarán no para obtener la aprobación de los demás, sino


para alcanzar sus propios objetivos.

Algunos principios del aprendizaje del enfoque humanista:

Los seres humanos tienen natural potencialidad para aprender.

El aprendizaje significativo se verifica cuando el estudiante percibe


que la materia por estudiar se relaciona con sus propios objetos.

Es por medio de actos como se adquiere un aprendizaje más


significativo.

El aprendizaje es facilitado cuando el alumno participa de su


proceso responsablemente.

El aprendizaje autoiniciado que comprende toda la persona del


aprendiz (sus sentimientos al igual que su inteligencia) es el más durable
e impregnable.

El aprendizaje socialmente más útil, en el mundo moderno, es el del


propio proceso de aprendizaje, una continua apertura a la experiencia
y a la incorporación dentro de sí mismo del proceso cambio.

Una persona no puede enseñar directamente a otra, solo puede


facilitar su aprendizaje.
.
Una persona se resiste por medio de la negación o la distorsión a
una experiencia que, al asimilar, provocaría un cambio en su propia
organización.

La estructura y la organización propias de una persona se vuelven


rígidas bajo amenaza y se relajan si la persona no se siente amenazada.

Para Gondra (1981). La comprensión empática del mismo:

 Exige al terapeuta dos cosas: comprender al cliente y


comunicarle tal comprensión.
 La comprensión empática es la disposición y capacidad de
percibir el marco interno de referencia del cliente, tal como éste
lo percibe. “Un sentir los componentes cognitivos, perceptuales y
afectivos del campo experiencial del cliente, tal como existen en
él”.
 Sin embargo, no es una plena identificación. Es un vivenciar los
sentimientos del otro como si fueran propios. Pero sin dejarse llevar
por ellos.
 No sólo ha de captar aquello obvio sino también aquellas
experiencias sentidas únicamente de modo confuso y vago.

Carl Rogers:

“El individuo posee en si mismo potenciales, recursos para su propia


comprensión, para cambiar su auto concepto, sus actitudes y para
dirigir su conducta, estos recursos pueden ser liberados a condición de
que un determinado clima de actitudes psicológicas facilitadoras
pueda ser logrado.” Según Carl Rogers, las tres actitudes básicas
pueden crear un marco propicio para que la persona pueda
comprenderse así misma de una mejor manera, recobra confianza en sí
mismo y obtiene una autoestima indispensable para su bienestar.

Rogers, mencionaba que la empatía es la capacidad que se tiene para


comprender la experiencia única de la otra persona, por decirlo así de
simple, es “estar dentro de los zapatos de alguien” y comunicar algo de
esta compresión. Desde el punto de vista clínico es la capacidad de
captar el marco de referencia del cliente, percibir sus significados
personales como si fueran propios y acompañarlo en sus sentimientos,
.
de modo que éste pueda explorar con mayor precisión sus experiencias
y clarificar sus sentimientos más profundos

La tercer actitud o condición es la Comprensión Empática, o


simplemente la Empatía, un concepto sobre el que escribió mucho y
enfatizó mucho como uno de los factores claves para el éxito de la
psicoterapia.

Se trata de la comprensión íntima del otro, del mundo interno del


otro, tal como éste lo vive, aunque no sepa con claridad cómo lo vive.
Es la percepción del otro en uno, como alguien que no soy yo, pero que
me resulta tan familiar como lo soy para mí mismo.

Es una vivencia paradojal, porque a diferencia de la transferencia, no


es una proyección (y por lo tanto inconsciente) sino la vivencia de otro
como otro en mí. No es una identificación sino la impresión de la
vivencia del otro como si fuera mía, con la posibilidad de discriminarme
de ella y continuar siendo yo mismo y él, él, separados y juntos. (Gelsi,
2011).

La comprensión empática exige no olvidar que se trata de los


sentimientos de otra persona y no de los nuestros. Si lo que escuchamos
tiene alguna relación con problemas o sentimientos nuestros, es muy
fácil identificarse con ellos y sufrir el dolor del otro como si fuera nuestro.
Lo ideal es poder entrar en el mundo privado del otro y ver sus
sentimientos y motivaciones, sin juzgar ni evaluar, tal como él los ve.
Moverse en ese ámbito con delicadeza, sin pisotear conceptos o
valores que son importantes para él. Se trata de percibir intuitivamente,
no sólo aquellas experiencias que para él son conscientes, sino también
esas otras que percibe apenas en forma velada y confusa.
Según decía Rogers: «Cuando la persona se da cuenta de que se le ha
oído en profundidad, se le humedecen los ojos... Es como si un prisionero
encerrado en una mazmorra - o un sepultado vivo consiguiera por fin
comunicarse con el exterior. Simplemente eso le basta para liberarse de
su aislamiento. Acaba de convertirse de nuevo en un ser humano.»
.
Bibliografias:

Rogers, C. (1980) Persona a persona. Editorial Amorrortu, Buenos Aires.


Rogers, C. (1989) El proceso de convertirse en persona. Editorial Paidós,
Barcelona.

Gelsi, P. (2011). Transferencia y Empatia. Recuperado de:


http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-
42212011000100009

Gondra, J. (1981). La psicoterapia de Carl Rogers. Sus orígenes,


evolución y relación con la psicología científica. Bilbao: Desclée de
Brouwer.

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