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El cántico de los arrebatados

(Introducción por apóstol Raúl Martinez) Hemos estado siendo preparados para el arrebatamiento que tanto
anhelamos para estar eternamente con nuestro Señor Jesucristo; el año está por culminar pero la preparación
continuará.
Cántico. Salmo de los hijos de Coré. Para el director del coro; sobre Mahalat Leannot. Masquil de Hemán
ezraíta. Oh SEÑOR, Dios de mi salvación, de día y de noche he clamado delante de ti. (Salmos 88:1 LBLA)
Mahalat: enfermedad, débil, afligido.
Leannot: intimidación, dominio forzoso, humillación, opresión.
Dice la Biblia que el espíritu triste debilita los huesos pero el corazón alegre nos conforta. Las personas que
tienen mal carácter, frecuentemente están cayendo en ciclos de enfermedad que afecta directamente sus vida
con ulceras, pierden el balance de su cuerpo, se les mancha su piel, padecen de artritis, etc., de tal manera
que muchas personas, que se han dejado atrapar por esos ataques del enemigo, los llevan al borde de la
muerte porque las enfermedades toman ventaja cada vez que le abrimos la puerta, dejando que
pensamientos aniden nuestra mente.
En la Biblia encontramos la historia de un rey que Dios le envía advertir que moriría, y de pronto él enferma y
eso hizo que empezara a derramar lágrimas; lo cual hizo que cambiara el corazón de Dios. Esto es una
enseñanza a nuestra vida, porque sabiendo que nosotros podemos tener propósitos definidos y que todo eso
se quedará guardado porque no alcanzamos a realizarlo consecuencia de no haber caminado como a Dios le
agrada; pero de pronto si tenemos un arrepentimiento de corazón y derramamos nuestra alma ante su
presencia; El puede postergar el tiempo de nuestra partida y otorgarnos el tiempo para cumplir el propósito
por el cual llegamos a la tierra.
Abandonado entre los muertos, como los pasados a espada que yacen en el sepulcro, de quienes no te
acuerdas ya, y que fueron arrebatados de tu mano. (Salmos 88:5 RV 1960)
Nosotros no seremos arrebatados de la mano de Dios y aunque de pronto tengamos que morir como muchos
de los que nos han antecedido; esa muerte solamente es una puerta para llegar a otra dimensión donde
esperaremos a recibir un cuerpo incorruptible.
He aquí, no se ha acortado la mano del SEÑOR para salvar; ni se ha endurecido su oído para oír. (Isaías 59:1
LBLA)
De pronto nos podemos encontraremos de frente con la muerte por una enfermedad; pero Dios ha decretado
vida sobre nosotros y sin importar lo que diga la ciencia, por más adelantada que esté; Dios tiene el control de
nuestra vida completamente porque la mano de Dios no se acortará y en El podemos encontrar lo que
necesitemos; pero si ese fuera nuestro destino, primero tuvieron que pedir permiso a Dios para que suceda
cualquier situación sobre nuestra vida y todo lo que sucederá, será con propósitos definidos.
Serás también corona de hermosura en la mano del SEÑOR, y diadema real en la palma de tu Dios. (Isaías
62:3 LBLA)
Dentro de los tratos que Dios tiene con nosotros, es cambiar nuestra forma de pensar, con el propósito de que
dejemos de ser barro y nos convirtamos en diadema real; porque somos una piedra preciosa que necesitamos
ser trabajados para que alcancemos a ser lo que Dios ve en nosotros a futuro.
¿Seguirás en la senda antigua en que anduvieron los hombres malvados, que fueron arrebatados antes de su
tiempo, y cuyos cimientos fueron arrasados por un río? (Job 22:15-16 LBLA)
El principio espiritual dice que el necio edifica sobre la arena y el sabio sobre la roca. Existían hombres que
anduvieron en la senda eterna, pero eran malvados y fueron arrebatados antes de tiempo. Cuando el enemigo
venga como río queriéndonos arrasar, debemos recordar todas las promesas de Dios, promesas que aún
están pendientes en Su voluntad para que se hagan efectivas y que si no las hemos alcanzado, no importa
quién se levante; no lograrán exterminarnos porque estamos en la mano de Dios.
Ellos dijeron a Dios: "Apártate de nosotros" y: "¿Qué puede hacernos el Todopoderoso?" (Job 22:17 LBLA)

Friday, July 8, 2011


En la Biblia encontramos que hubo un pueblo que comían las eses de paloma, habían llegado a darle las
espaldas a Dios que ellos mismos se condujeron por sendas de tinieblas, porque le habían atribuido
despropósitos a Dios y hablaron mal de El; pero nosotros debemos tener presente que Dios no tiene
despropósitos en nuestra vida, lo que Dios desea es bendecirnos en todo momento y que vayamos de gloria
en gloria permitidas por El.
Hablaron contra Dios, y dijeron: ¿Podrá Dios preparar mesa en el desierto? (Salmos 78:19 LBLA)
No debemos dudar del poder de Dios, porque El adereza mesa delante de nuestros angustiadores; porque los
justos no tendrán falta de ningún bien, todo aquello que necesitemos El nos proveerá. El enemigo siempre ha
tratado de ponernos trampas para que no le creamos a Dios; como lo hizo con Israel cuando los sacó de
Egipto, el enemigo los había hecho pensar que Dios los había sacado de Egipto para que murieran en el
desierto; cuando la realidad era que Dios los había libertado, pero al moverlos de su acomodamiento, se
habían puesto a pensar incorrectamente acerca de Dios. Nosotros debemos cuidarnos en no caer en ese
error porque podríamos ser arrebatados antes de tiempo.
El SEÑOR es mi porción--dice mi alma-- por eso en El espero. (Lamentaciones 3:24 LBLA)
Si Dios es nuestra porción asignada, tenemos la trinidad asignada: Padre, Hijo y Espíritu Santo y a donde
nosotros tengamos acceso, no todos lo tendrán; porque El murió por nosotros para que por El fuéramos
libertados y a partir de ese momento, todas nuestras necesidades fueran suplidas. De tal manera que siempre
tendremos cosas buenas que hablar de Dios.
Muchos dicen de mí: Para él no hay salvación en Dios. (Selah) (Salmos 3:2 LBLA)
Aunque el mundo diga que para nosotros no hay arreglo o salvación, Dios dice: YO ESTOY CONTIGO; lo
único que debemos hacer es creer la voz de Dios, creer los decretos de nuestro Señor Jesucristo.
Mas tú, oh SEÑOR, eres escudo en derredor mío, mi gloria, y el que levanta mi cabeza. (Salmos 3:3 LBLA)
No importa lo que digan de nosotros en el mundo; no debemos olvidar que Dios es nuestra herencia y no nos
faltará nada.
El justo perece, y no hay quien se preocupe; los hombres piadosos son arrebatados, sin que nadie comprenda
que ante el mal es arrebatado el justo, y entra en la paz. Descansan en sus lechos, los que andan en su
camino recto. (Isaías 57:1-2 LBLA)
Nos vamos a encontrar en momentos en que no comprenderemos el por qué de algunas situaciones; quizá
nos quedamos sin trabajo secular; pero de lo que debemos estar seguros es que tendremos las bendiciones
de Dios a donde vayamos y sin importar la situación que debamos atravesar, debemos estar seguros que
Dios nos está arrebatando de algún mal. Vemos que el Apóstol Juan de pronto es llevado en espíritu a la
presencia de Dios para que viera todo lo que estaba por venir, el Apóstol Juan vio el futuro, vio el Apocalipsis;
entonces el propósito de haberlo llevado a la isla de Patmos, era con propósitos debidamente definidos por
Dios.
Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos
en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre. Por tanto, confortaos
unos a otros con estas palabras. (1 Tesalonicenses 4:17-18 LBLA)
Aunque estemos en medio de una enfermedad mortal; no es porque hayamos sido olvidados por Dios;
seguimos en Su mano poderosa y no habrá nada que nos separe de Su amor; lo que debemos hacer es
clamarle para que sane nuestro espíritu, alma y como consecuencia será sanado nuestro cuerpo; pero nunca
atribuirle despropósitos a Dios, nunca poner nuestra boca en contra de El; para que no seamos arrebatados
antes de tiempo, sino que, podamos llegar a la meta como lo dijo el Apóstol Pablo, y que finalmente solo nos
reste recibir la corona que tenemos reservada en el corazón de nuestro Señor Jesucristo.

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