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MODELIZACIÓN NUMÉRICA CON

PLAXIS 2D

MÓDULO 1.

INTRODUCCIÓN AL MÉTODO DE LOS ELEMENTOS FINITOS (MEF)

Profesor. Javier Moreno


Módulo 1. Introducción al método de los elementos finitos (MEF)

Introducción
En el presente Curso se va a mostrar una poderosa herramienta de cálculo numérico en el campo de la
geotecnia, como es el Plaxis2D; software de amplia implantación en el mundo de la ingeniería.

Sin embargo en estas primeras líneas se quiere dejar claro que un buen modelizador geotécnico debe ser
mucho más que un usuario avanzado de una herramienta de cálculo.

A modo de símil, si se considera que un modelo numérico geotécnico es como una mesa, las cuatro patas
necesarias para soportarla serían: conocimientos geotécnicos, conocimientos matemáticos, sentido “ingenie-
ril” y, por último y como el aspecto menos importante, el empleo adecuado de una herramienta de cálculo.

Lógicamente sería muy pretencioso pensar que en un Curso de unas semanas se puede conseguir abarcar
las cuatro “patas” anteriores, siendo un objetivo suficientemente ambicioso abordar únicamente la última. Sin
embargo se reitera que el alumno deberá comprender que la “mesa” sólo tendrá un apoyo firme cuando dis-
ponga de las cuatro patas.

Por otro lado, y desde un punto de vista más material, prácticamente la totalidad del contenido del Curso
será de aplicación a las últimas versiones del programa Plaxis2D.

Sin embargo, la actualización de dicho código numérico es constante, incorporándose nuevas capacidades
y/o nuevos menús con diferentes apariencias. Por ese motivo, el alumno podría observar que en aspectos muy
puntuales, las imágenes y figuras que se muestran en los diferentes Módulos y Temas puedan diferir de la ver-
sión que él tenga instalada. En cualquier caso, las diferencias serán mínimas y la aplicación del Curso para la
conclusión del objetivo que se ha marcado será total.

Por último, se hace especial énfasis en recomendar al alumno un estudio pormenorizado y cuidadoso de
los manuales que incluye el programa en su instalación, donde se podrá encontrar una información mucho más
extensa y detallada del manejo del mismo.

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Modelización numérica con Plaxis 2D

Tema 1. Fundamento y origen del MEF

El método de los elementos finitos (en adelante MEF) permite obtener una solución numérica aproxi-
mada sobre un cuerpo, estructura o dominio (cuando es un medio continuo) —sobre el que están definidas
ciertas ecuaciones diferenciales en forma débil o integral que caracterizan el comportamiento físico del proble-
ma— dividiéndolo en un número elevado de subdominios no-intersectantes entre sí denominados «elementos
finitos».

El conjunto de elementos finitos forma una subdivisión del dominio también denominada discretización.

Dentro de cada elemento se distinguen una serie de puntos representativos llamados «nodos». Dos nodos
son adyacentes si pertenecen al mismo elemento finito; además, un nodo sobre la frontera de un elemento finito
puede pertenecer a varios elementos. El conjunto de nodos considerando sus relaciones de adyacencia se llama
«malla».

Los cálculos se realizan sobre una malla de puntos (llamados nodos), que sirven a su vez de base para dis-
cretización del dominio en elementos finitos. La generación de la malla se realiza usualmente con programas
especiales llamados generadores de mallas, en una etapa previa a los cálculos que se denomina preproceso.

Toda la información del modelo se la transmiten entre los diferentes elementos mediante los nodos. Es de-
cir, si los nodos no son comunes o no están relacionados de alguna manera, aunque ocupen la misma posición
no habrá transferencia de información.

De acuerdo con estas relaciones de adyacencia o conectividad se relaciona el valor de un conjunto de va-
riables incógnitas definidas en cada nodo y denominadas grados de libertad. El conjunto de relaciones entre el
valor de una determinada variable entre los nodos se puede escribir en forma de sistema de ecuaciones lineales
(o linealizadas). La matriz de dicho sistema de ecuaciones se llama matriz de rigidez del sistema. El número
de ecuaciones de dicho sistema es proporcional al número de nodos y al número de grados de libertad de cada
nodo.

En definitiva, con esta metodología en lugar de obtener la solución exacta a una variable que cumple un
sistema de ecuaciones diferenciales, se obtiene el valor aproximado de dicha variable en unos puntos determi-
nados (nodos) estimándose posteriormente el resto de variables asociadas.

Típicamente, en los cálculos mecánicos, el análisis de los elementos finitos se programa computacio-
nalmente para calcular el campo de desplazamientos y, posteriormente, a través de relaciones cinemáticas y
constitutivas las deformaciones y tensiones respectivamente, cuando se trata de un problema de mecánica de
sólidos deformables o más generalmente un problema de mecánica de medios continuos.

El método de los elementos finitos es muy usado debido a su generalidad y a la facilidad de introducir
dominios de cálculo complejos (en dos o tres dimensiones). Además el método es fácilmente adaptable a
problemas de transmisión de calor, de mecánica de fluidos para calcular campos de velocidades y presiones
(mecánica de fluidos computacional, CFD) o de campo electromagnético. Dada la imposibilidad práctica de
encontrar la solución analítica de estos problemas, con frecuencia en la práctica ingenieril los métodos numé-
ricos y, en particular, los elementos finitos, se convierten en la única alternativa práctica de cálculo.

Una importante propiedad del método es la convergencia; si se consideran particiones de elementos finitos
sucesivamente más finas, la solución numérica calculada converge rápidamente hacia la solución exacta del
sistema de ecuaciones.

La idea de subdividir un dominio complejo en elementos o “porciones” con una cierta relación entre ellas
no es reciente.

El MEF fue al principio desarrollado en 1943 por Richard Courant, quien utilizó el método matemático

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Módulo 1. Introducción al método de los elementos finitos (MEF)

de Ritz de análisis numérico y minimización de las variables de cálculo para obtener soluciones aproximadas
a un sistema de vibración.

Poco después, un documento publicado en 1956 por M. J. Turner, R. W. Clough, H. C. Martin, y L. J. Topp
estableció una definición más amplia del análisis numérico. El documento se centró en “la rigidez y deforma-
ción de estructuras complejas”.

Con la llegada de los primeros ordenadores se instaura el cálculo matricial de estructuras. Éste parte de
la discretización de la estructura en elementos lineales tipo barra de los que se conoce su rigidez frente a los
desplazamientos de sus nodos. Se plantea entonces un sistema de ecuaciones como resultado de aplicar las
ecuaciones de equilibrio a los nodos de la estructura. Este sistema de ecuaciones se esquematiza de la siguiente
manera: F = Kd donde las incógnitas d son los desplazamientos en los nodos que se hallan a partir de las “fuer-
zas” o “solicitaciones” en los nodos (F) y de la rigidez de las barras (matriz de rigidez K). Conocidos dichos
desplazamientos es posible determinar los esfuerzos en las barras. La solución obtenida es exacta.

Cuando se produce la llegada de los primeros equipos de cálculo en la década de los años 50, el cálculo
de estructuras se encontraba en un punto en el que los métodos de cálculo predominantes consistían en método
iterativos (métodos de Cross y Kani) que se realizaban de manera manual y, por tanto, resultaban bastante te-
diosos. El cálculo de una estructura de edificación de varios pisos, por ejemplo, podía llevar varias semanas, lo
cual suponía un coste sustancial de tiempo en detrimento de la posibilidad de invertir éste en la optimización
de la estructura.

La llegada de los ordenadores permitió el resurgimiento del método de los desplazamientos ya conocidos
en siglos anteriores (Navier, Lagrange, Cauchy), pero que eran difíciles de aplicar dado que al final conducían
a la resolución de enormes sistemas de ecuaciones inabordables desde el punto de vista manual.

Cuando las aplicaciones prácticas de elementos finitos crecieron en tamaño, los requerimientos de tiempo
de cálculo y memoria de los ordenadores aumentaron. En ese punto el desarrollo de algoritmos más eficientes
se volvió fundamental. Para la resolución de los sistemas de ecuaciones se potenció el estudio de la adaptabili-
dad de los algoritmos ya conocidos (Gauss, Cholesky, Crout, Gradiente conjugado, etc.). El ahorro de tiempo
es fundamental y con ello el uso del método matricial se extiende.

Sin embargo, y a pesar de desarrollarse modelizaciones de elementos superficiales mediante barras (losas
con emparrillados, elementos curvos mediante aproximaciones de elementos rectos, etc.), se plantean grandes
dificultades ante estructuras continuas (superficies y volúmenes) y con geometrías complejas. De ahí que sea
precisamente dentro del campo aeroespacial donde comiencen a desarrollarse las nuevas técnicas del MEF.
Dada su generalidad el método se amplió a otros campos no estructurales como la conducción de calor, la
mecánica de fluidos, etc. donde compitió con otros métodos numéricos como el de método de las diferencias fi-
nitas que aun siendo más intuitivos, tenían de nuevo dificultades de planteamiento para geometrías complejas.

Con la llegada de los centros de cálculo y los primeros programas comerciales en los años 60, el MEF a la
vez que se populariza en la industria mecánica refuerza sus bases teóricas en los centros universitarios.

En los años 70 se produce un gran crecimiento de la bibliografía científica (el primer libro sobre elementos
finitos propiamente dicho fue publicado en 1967 por Zienkiewicz y Cheung) así como su extensión del método
a otros problemas como los no lineales. En esta década, el MEF estaba limitado a caros ordenadores centrales
generalmente en propiedad de las industrias aeronáuticas, de automoción, de defensa y nucleares. Se estudian
nuevos tipos de elementos y se sientan las bases matemáticas rigurosas del método, que había aparecido antes
más como técnica de la ingeniería que como método numérico de la matemática.

Por último, a partir de la década de los 80, con la generalización de los ordenadores personales, se extiende
el uso de los programas comerciales que se especializan en los diversos campos, instaurándose el uso de pre
y postprocesadores gráficos que realizan el mallado y la representación gráfica de los resultados. Se continúa
en el estudio de la aplicación del método a nuevos modelos de comportamiento (plasticidad, fractura, daño

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Modelización numérica con Plaxis 2D

continuo, etc.) y en el análisis de los errores.

En la actualidad, dentro del campo estructural, el MEF comparte protagonismo con el método matricial,
siendo muchos los programas que mezclan el análisis por ambos métodos, debido sobre todo a la mayor nece-
sidad de memoria que requiere el análisis por elementos finitos frente a un cálculo de “barras”.

Particularizando al caso del programa Plaxis2D, éste surgió en la década de los años 70-80 como desa-
rrollo numérico de la Universidad de Delft (Países Bajos) para alumnos de doctorado. En 1986 el Ministerio
de Obras Públicas de dicho país junto con la propia Universidad decidió darle un impulso al código, de forma
similar a lo que estaba ocurriendo en otros lugares del mundo. Finalmente, en 1993 el programa abandonó el
entorno académico fundándose la empresa Plaxis bv responsable del desarrollo y comercialización del mismo
desde entonces 1.

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Puede consultarse más información en https://www.plaxis.com

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Módulo 1. Introducción al método de los elementos finitos (MEF)

Tema 2. Diferencias principales entre el MEF genérico y el MEF geotécnico

En el Tema anterior se ha indicado el proceso que ha seguido la técnica de los elementos finitos hasta la
fecha actual. Se puede ver claramente que desde su origen se pretendía dar solución a problemas mecánicos
y/o estructurales, asimilándolos a problemas lineales.

Así pues, el MEF genérico se podría aplicar a un problema donde la geometría está perfectamente definida
(por ejemplo, el tamaño y forma de una pieza mecánica de una máquina), se conoce con suficiente precisión
el comportamiento del material que la conforma (el acero del ejemplo anterior tiene un comportamiento razo-
nablemente sencillo y bien conocido) y las acciones/cargas a las que se encuentra sometida se pueden estimar
con suficiente precisión (momento torsor de la pieza, por ejemplo).

En este caso, el empleo del método MEF permitirá una precisión en los resultados muy elevada, ya que las
hipótesis de partida y condiciones del modelo se establecen con gran certeza.

Pensemos ahora en un problema geotécnico elemental, como es el efecto de una excavación y posterior
construcción de un edificio sobre un terreno blando saturado.

En su resolución mediante el método MEF tenemos que tomar numerosas decisiones, cuanto menos, de
dudosa interpretación. La primera de ellas es la geometría del terreno. Mediante la campaña geotécnica hemos
podido establecer unos diferentes materiales, razonablemente agrupados en niveles litológicos. El espesor de
cada uno de estos materiales, así como su disposición, no es habitual conocerlos con gran precisión, sino que
se deben realizar diferentes hipótesis razonables, siempre desde el punto de vista de la seguridad. Por lo tanto
la geometría del problema a resolver no es conocida con toda la precisión que se dispone en el caso del MEF
genérico.

Es bien conocido que el suelo es un elemento tri-fase compuesto con partículas sólidas y poros total o par-
cialmente rellenos de agua/aire. El comportamiento de este tipo de material está muy influenciado por aspectos
tales como velocidad de carga, permeabilidad, historia de tensiones a las que ha estado sometido, procesos de
descarga-recarga, etc. Es decir, el suelo tiene un muy marcado carácter no lineal (que se ve incrementado con
el empleo de elementos interface o juntas), haciendo que su modelo constitutivo de comportamiento sea muy
complejo. Esto queda de manifiesto cuando se observa el gran número de modelos existentes, pretendiendo
reproducir con mejor precisión algún aspecto señalado del comportamiento del suelo. Se vuelve a ver que,
comparándolo con el MEF genérico, el MEF geotécnico presenta grandes dificultades.

Adicionalmente, por la naturaleza del suelo, existe con frecuencia la necesidad en el MEF geotécnico de
incorporar en el mismo cálculo materiales con módulos de deformación (por ejemplo, una arcilla con un E’ =
200 kp/cm2 y el hormigón con E = 250.000 kp/cm2) o coeficientes de permeabilidad (por ejemplo, una arcilla
k = 10-7 m/s y grava arenosa k = 10-2 m/s) muy diferentes. Estas grandes variaciones en las propiedades traen
consigo una complejidad en la resolución matemática del problema.

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Modelización numérica con Plaxis 2D

Tema 3. Tipos de cálculos mecánicos. Deformación plana y axilsimetría.

El comportamiento del terreno suele analizarse como un elemento tri-fase, donde se estudia tanto el com-
portamiento del esqueleto sólido, como el de los fluidos (aire y agua) existente en sus poros 2.

Atendiendo al estudio del esqueleto sólido (lo que se suele referir como cálculo en tensiones efectivas),
si se considera un comportamiento tridimensional, las tensiones sobre un elementos diferencial se pueden ver
en la Figura 1.

El tensor de tensiones se puede expresar según la siguiente matriz:

Figura 1. Sistema global de coordenadas y convenio de signos. Tomado del Reference Manual de Plaxis.

Si se considera un comportamiento elástico, según las ecuaciones de Lamé se obtiene la relación entre las
tensiones y deformaciones siguientes:

σx = λεv + 2Gεx

σy = λεv + 2Gεy

σz = λεv + 2Gεz

τxy = Gγxy

τyz = Gγyz

τxz = Gγxz

Siendo λ y G las constantes de Lamé:

λ = υE / ((1+υ)(1-2υ))

G = E / (2(1+υ))

2
Según se indicará más adelante, en ocasiones se estudiará el comportamiento acoplado suelo presiones de agua.

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Módulo 1. Introducción al método de los elementos finitos (MEF)

Siendo otras relaciones muy empleadas en la práctica:

K = E / (3(1-2υ)) Módulo volumétrico

D = (E(1-υ)) / ((1+υ)(1-2υ)) Módulo edométrico

A partir de este planteamiento general tridimensional, se pueden observar tres casos particulares de ten-
sión que suponen una simplificación de las matrices: deformación plana, axilsimetría y tensión plana.

Figura 2. Croquis esquemático de problema de deformación plana y simetría axial. Tomado del Reference Manual de
Plaxis.

Deformación plana

Un problema de deformación plana es aquel en que el que una de la dimensiones (longitud) del elemento
de estudio es mucho mayor que las otras dos, y sobre ella actúan únicamente cargas uniformemente distri-
buidas a lo largo de toda la longitud del elemento y están contenidas en plano ortogonales al eje que une los
centros de gravedad de las distintas secciones transversales.

De una forma más intuitiva, un cuerpo en un estado de deformación plana es aquel que se puede analizar
descomponiendo el cuerpo en rebanadas idénticas y estudiar sobre cada rebanada la distribución de deforma-
ciones como problema bidimensional usando dos coordenadas para la posición de cada punto sobre cada una
de las rebanadas (por ejemplo, una presa en un valle abierto, un túnel en la zona alejada de los emboquilles,
una tubería sometida a la presión interior o un muro de gran longitud).

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Modelización numérica con Plaxis 2D

Figura 3. Ejemplos de aplicación de estados de deformación plana.

Considerando un sistema de coordenadas cartesianas con el plano coincidente con una de las rebanadas
idénticas, el campo de desplazamientos por efecto de las fuerzas resultan ser:

ux = ux(x,y)

uy = uy(x,y)

uz = 0

Al ser ux y uy independientes de z, y al ser uz = 0, si se particularizan las ecuaciones generales, teniendo


en cuenta que

∂/∂z = γxz = τxz = γyz = τyz = uz =0

Se obtiene εz = 1/E [σz-υ(σx+σy)] = 0 luego σz = υ(σx+σy)

Además

εx = 1/E [σx-υ(σy+σz)]

εy = 1/E [σy-υ(σx+σz)]

γxy = [(2(1+υ))/E] τxy

Quedando el tensor de tensiones

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Módulo 1. Introducción al método de los elementos finitos (MEF)

Simetría axial o axilsimetría

La simetría axial, también llamada rotacional, radial o cilíndrica, es una simetría alrededor de un eje (que
en Plaxis obligatoriamente tiene que ser el eje Y) en lugar de un plano.

En este caso, se deben transformar las coordenadas cartesianas en polares, siendo las tensiones y defor-
maciones independientes del ángulo θ que define el plano Π con respecto a los ejes coordenados cartesianos.

Figura 4. Ejemplo de aplicación de estados de simetría axial.

Este tipo de simplificación sería aplicable, por ejemplo, al cálculo del comportamiento de un único pilote
frente a carga axial, una zapata-losa circular sometida a carga simétrica, un pozo cilíndrico excavado por ni-
veles horizontales, etc.

Las formulaciones tensionales, por ser más complejas que las expresadas en los ejes cartesianos, no se
incluyen en este documento, remitiéndose al alumno a cualquier tratado de elasticidad general donde podrá
encontrarlas.

Tensión plana

Un problema de tensión plana es aquel en que el que una de la dimensiones (espesor) del elemento de
estudio es mucho menor que las otras dos, y las cargas actúan únicamente en el plano medio del elemento.

Ejemplos de este estado tensional pueden ser discos o placas de reducido espesor sometidas a esfuerzos en
su plano, vigas de gran canto y cada uno de los contrafuertes de una presa de esta tipología.

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Modelización numérica con Plaxis 2D

Figura 5. Ejemplos de aplicación de estados de tensión plana.

Según se puede ver, este estado tensional es más propio de un cálculo estructural que de uno geotécnico,
por lo que el programa no lo tiene incorporado como opción de cálculo.

A modo informativo se indican las expresiones de la elasticidad particularizadas en este tipo de estado
tensional.

Al ser

∂/∂z = γxz = σzz = τxz = γyz= τyz = uz = 0

Se obtiene

Además

εx = 1/E (σx-υσy)

εy = 1/E (σy-υσx)

εz = (-υ)/E (σx+σy)

γxy = [(2(1+υ))/E] τxy

γxz = γyz = 0

Quedando el tensor de tensiones

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Módulo 1. Introducción al método de los elementos finitos (MEF)

Tema 4. Tipos de cálculos geotécnicos. Deformacionales, filtración y formulaciones aco-


pladas.

En los modelos geotécnicos, debido a la naturaleza “trifásica” del suelo, se pueden realizar tres tipos bá-
sicos de cálculo.

Atendiendo al esqueleto sólido del suelo se puede ver cómo varían sus deformaciones en función de las
tensiones externas aplicadas. En este tipo de cálculo (cálculo deformacional) la variable nodal son los movi-
mientos (ux y uy en los nodos de elementos volumétricos 2D y ux, uy y θz en los estructurales 2D).

A partir de estos movimientos se pueden obtener las deformaciones del material (a modo de ejemplo
εx = ∂ux/∂x), que teniendo en cuenta su modelo constitutivo permitirá obtener las tensiones internas del ma-
terial asociadas a la los movimientos obtenidos. La complejidad de los modelos constitutivos incorporarán
módulos en carga, descarga-recarga, variables con la presión de confinamiento, etc. así como plasticidad.

En este tipo de cálculos deformacionales se considera que la presión intersticial del material no ha cambia-
do debido a los incrementos tensionales (y por ende, deformacionales) de las tensiones efectivas. Este tipo de
comportamiento en el que se diferencian las dos variables fundamentales que actúan (en este caso movimien-
tos y presiones de poro) no influyendo los resultados de una en la otra, se llama “formulación desacoplada”.

En el caso de centrarse en el comportamiento de las presiones de agua en los poros del suelo, la varia-
ble fundamental no será ya los movimientos sino su presión (o altura manométrica). A partir de los valores
obtenidos de presión en los poros se puede calcular la variación de la misma con respecto a una dirección,
obteniéndose el gradiente del flujo en dicha dirección. Integrando el flujo de que atraviesa una sección de la
geometría se puede calcular el caudal por la teoría de filtración (habitualmente Darcy al tratarse de un flujo en
régimen laminar).

En este tipo de cálculos (cálculo de red de filtración) se considera que el agua pasa por los poros del ma-
terial “suelo” sin variar la tensión efectiva del mismo. Es decir, el suelo se debe visualizar como un esqueleto
rígido e insensible que no se verá afectado por la circulación del agua. Por lo mismo, se llama a este tipo de
cálculo “en formulación desacoplada”.

Por último podemos tener la necesidad de estudiar el comportamiento de un suelo de forma que las va-
riaciones de presiones efectivas influyan en las presiones de poro y viceversa. Es decir, estudiar el comporta-
miento “acoplado” de ambas variables. De esta manera se puede pensar en el efecto de un terraplén que se va
a ejecutar sobre un suelo cohesivo blando, que inicialmente sufrirá un incremento de presión de poro que irá
disipando progresivamente (Figura 6).

Figura 6. Esquema de disipación de presiones intersticiales. Gens, A. 2016.

Para realizar este tipo de análisis se pueden emplear dos metodologías diferentes: el cálculo llamado de
“consolidación” y el más moderno cálculo “totalmente acoplado”.

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Modelización numérica con Plaxis 2D

En el cálculo tipo consolidación (Consolidation), la presión de agua se compone de dos diferentes suman-
dos. La presión permanente (psteady) y el exceso de presión de poro (pexcess) que se habrá generado en un cálculo
sin drenaje. La presión total del agua será pwater = psteady + pexcess.

La formulación empleada estudia únicamente la variación con el tiempo del término de exceso de presión
de poro (pexcess), debiéndose calcular la presión permanente (psteady) de forma previa mediante un cálculo de
nivel freático o un cálculo de red de filtración en régimen permanente.

Se realizará un acoplamiento entre la deformación y el exceso de presión de poros (pexcess), por lo que se
debería denominar estrictamente “comportamiento semi-acoplado” ya que sólo interviene en las deformacio-
nes del esqueleto sólido una de las componentes de la presión de agua.

Como alternativa al anterior, más recientemente se ha formulado el cálculo totalmente acoplado (Fully
coupled) en el que la presión de agua se analiza con una única variable pwater = pactive.

La formulación empleada estudia la variación con el tiempo de la presión de poro (pactive) de forma que no
tiene porqué existir un régimen previo de distribución de presiones de poro, sino que se pueden ir variando en
función del tiempo (por ejemplo, el estudio de la consolidación del cimiento de una presa durante su llenado).

El acoplamiento entre la deformación y la presión de poros (pactive) es completo y se pueden variar las
condiciones de contorno respecto al agua durante la fase de cálculo.

No obstante lo anterior, y como una herramienta de presentación de los resultados y aun cuando no lo
utilice en el cálculo, se pueden mostrar los excesos de presión de poro.

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