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MATERIA: NUEVO TESTAMENTO

CLASE 2
PRIMERA GENERACIÓN CRISTIANA
En el principio fue el coraje

Puntos de encuentro
Nos parece interesante poder ver este proceso constructivo que, en diálogo con el tiempo
y el territorio que les toca vivir, las comunidades viven y expresan en los escritos de Se-
gundo Testamento. Cada libro responde, a su modo, a los interrogantes, conflictos y ten-
siones que se le van presentando.
La primera generación tiene la fisonomía de los grupos, comunidades y colectivos a quie-
nes les toca inaugurar un proceso. Tienen la potencia y la incertidumbre de los inicios…

Actividad
Para ponernos en camino con ella, nos ponemos en clima...

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Crece desde el pie
crece desde el pie amurallada
Crece desde el pie, musiquita,
crece desde el pie
crece desde el pie
uno dos y tres, derechita, Dentro de su lata la mata
crece desde el pie. crece desde el pie,
crece desde el pie la fogata
Crece la pared por hiladas
crece desde el pie.
crece la pared
crece desde el pie amurallada Crecen los mejores amores
crece desde el pie crecen desde el pie,
para sus colores, las flores
Crece desde el pie, musiquita,
crecen desde el pie.
crece desde el pie
uno dos y tres, derechita, Crece desde el pueblo el futuro
crece desde el pie crece desde el pie,
ánima del rumbo seguro
Crece la pared por hiladas
crece desde el pie
crece la pared
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Cantan para usted los cantores después de la noche la aurora
crecen desde el pie crece desde el pie.
un poco de fe y los tambores Crece la pared por hiladas
pueden florecer. crece la pared
Crece desde el pie la mañana crece desde el pie amurallada
crece desde el pie crece desde el pie.
el sonido de la campana No olvides que el día y la hora
crece desde el pie. crecen desde el pie
Crece desde el pie la semana después de la noche la aurora
crece desde el pie crece desde el pie.
no hay revoluciones tempranas Crece desde el pueblo el futuro
crecen desde el pie crece desde el pie
No olvides que el día y la hora ánima del rumbo seguro
crecen desde el pie crece desde el pie.
 ¿Qué proyectos, actividades, prácticas nos tuvo como iniciadores/as de camino?
 ¿Qué memorias, imágenes, resonancias nos quedan?

Mapeando nuevos territorios

LAS COMUNIDADES SE EXPANDEN POR EL MUNDO GRECO-ROMANO

1. La vida de Pablo después del concilio del 49 d.C.


2. Estrategia pastoral del equipo de Pablo

3. Las cartas auténticas de Pablo y su equipo


Primera carta a los Tesalonicenses / Primera carta a los Corintios / Segunda carta a los Corintios /
Carta a los Gálatas / Carta a los Filipenses / Carta a Filemón y comunidad / Carta a los Romanos

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LAS COMUNIDADES SE EXPANDEN POR EL MUNDO GRECO-ROMANO
"Que la gracia del Señor Jesús permanezca con ustedes.
Yo los amo a todos ustedes en Cristo Jesús." (1 Co 16,23-24)

De acuerdo con nuestra división, la segunda parte de la época apostólica va desde


la asamblea de Jerusalén hasta el 67 d. C. aproximadamente, cuando estalla la guerra de
los judíos contra la ocupación romana. Este período es el que vamos a intentar profundi-
zar.
Después del concilio de Jerusalén, carecemos de mayores informaciones sobre las co-
munidades de Galilea y las de Jerusalén. Con las comunidades helenistas sucede algo
diferente. Es el momento en que están en auge los equipos misioneros. Anuncian la Bue-
na Nueva y organizan comunidades en ciudades greco-romanas. Pablo fue el coordinador
de un gran equipo de misioneros y misioneras. En este período la Palabra atraviesa los
límites del Antiguo Oriente y llega hasta Europa. Además del grupo de Pablo, había otros
misioneros y misioneras. Es el caso de la fundación de las comunidades de Roma. Aun-
que exista una carta de Pablo a los Romanos, esas comunidades no fueron fundadas por
él.
No conocemos ningún libro cristiano anterior a la asamblea de Jerusalén. En cam-
bio, en la época inmediatamente posterior, nacieron los primeros escritos del Segundo
Testamento. Son las cartas de Pablo y de su equipo de colaboradores.
Finalmente, queremos recordar que existen cartas posteriores atribuidas a Pablo,
costumbre muy común en la época. Son las cartas pospaulinas o deuteropaulinas. Ellas
serán objeto de estudio en la próxima ficha. Sobre seis de esas epístolas existe una au-
tenticidad literaria discutida o contestada. Muchos estudiosos consideran las cartas pos-
paulinas, escritas aproximadamente en las siguientes fechas: 2 Tesalonicenses (80 d. C.),
Colosenses y Efesios (90 d. C.). La gran mayoría de los biblistas acepta como deutero-
paulinas 1-2 Timoteo y Tito (posteriores al año 100 d.C.). Después de su muerte, los dis-
cípulos de Pablo, valiéndose de su liderazgo, habrían redactado estas cartas, colocándo-
las bajo su autoría.
En esta segunda parte de la ficha, estudiaremos las llamadas cartas auténticas del equipo
de Pablo. Todos los críticos admiten que hay siete cartas auténticas 1 Tesalonicenses (51
d.C.), 1 Corintios, Gálatas, Filipenses y Filemón (54-56 d.C.), 2 Corintios (55-56 d.C.) y
Romanos (56 d.C.).
En la década del 60 d.C., varios acontecimientos marcaron la vida de las iglesias
cristianas. Uno de ellos fue la persecución de Nerón a los cristianos de Roma a partir del
64 d.C. Otro fue la masacre de los judíos que se rebelaron en varias partes del imperio,
sobre todo en Egipto en el 66 d.C. Un tercer acontecimiento fue la guerra judaico-romana
(66-73 d.C.) que tuvo como punto culminante la destrucción de Jerusalén y del Templo.
Un cuarto factor que agravó la crisis de las comunidades fue la muerte de los apóstoles y
de los misioneros de la primera generación cristiana.
Para comenzar situaremos los viajes misioneros de las iglesias de Antioquía en los
años 50 d.C. y reflexionaremos sobre la estrategia pastoral del equipo de Pablo y sobre
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algunos conflictos que tuvo que enfrentar. Finalmente, haremos una pequeña introducción
a cada una de las cartas auténticas.

1. LA VIDA DE PABLO DESPUÉS DEL CONCILIO DEL 49 D.C.


"Como no los encontraron, arrastraron a Jasón y a algunos hermanos ante los magistra-
dos de la ciudad, gritando: ‘Esos que han revolucionado todo el mundo, han venido tam-
bién aquí y Jasón los ha recibido en su casa. Toda esta gente contraviene los edictos del
emperador, pretendiendo que hay otro rey, llamado Jesús’.” (Hch 17,6-7)

Segundo viaje de Pablo (50-52 d.C.)


Recordemos una vez más que los autores del Libro de los Hechos, más que elabo-
rar una historia de las comunidades primitivas, quieren hacer una teología del camino de
las iglesias. Como veremos en la próxima clase, tienen la intención de ensalzar la figura
de Pablo y así legitimar la misión a los gentiles y las comunidades que surgen más allá
del judaísmo. Por eso, la imagen que presentan de Pablo, no condice mucho con el Pablo
de las cartas.

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Alrededor del año 50 d.C., después de enfrentarse con Bernabé, Pablo partió a otro
viaje misionero. Según Hechos, es el segundo viaje de Pablo y de sus colaboradores, rea-
lizado durante los años 50 - 52 d.C. (Hch 15,36 -18,22).
Saliendo nuevamente de Antioquía, Pablo y Silas se ponen en dirección a Asia
Menor (Hch 15,36-40). Silas era un cristiano influyente de las comunidades de Jerusalén,
que había sido enviado a Antioquía, juntamente con Pablo, Bernabé y Judas, para comu-
nicar las decisiones de la asamblea de Jerusalén (Hch 15,22). Pablo lo llama Silvano (2
Co 1,19; 1Ts 1,1). Visitan las comunidades fundadas durante el primer viaje del equipo
misionero. De esta forma, confirmaron a las iglesias de diversas ciudades. Siguiendo Hch
15-18 podemos ver todo el camino realizado y las tensiones y conflictos que enfrentaron:
llegan a Europa (Filipos es la primera ciudad evangelizada); son encarcelados y tortura-
dos; conflictos con judíos; encuentros con personas de diversas prácticas religiosas; con-
flictos por la liberación de esclavos; fundan y organizan iglesias; se agranda el equipo mi-
sionero; se separa el equipo por diversos caminos; Pablo en Corinto se une al mundo de
trabajo junto a Priscila y Áquila, colegas en la profesión de tejedores (Hch 18,3). Al mismo
tiempo, Pablo se dedica a la evangelización, integrándose en el trabajo pastoral que Áqui-
la y Priscila venían realizando (Hch 18,1-4). Pablo es un trabajador que evangeliza.

A partir de Corinto, Priscila y Áquila pasan a ser grandes colaboradores en el equi-


po de Pablo. En su casa se reunía una iglesia doméstica, tanto en Corinto como, más tar-
de, en Éfeso (1 Co 16,19) y Roma (Rm 16,3-5), donde Priscila también es llamada Prisca.
Sobre esta pareja misionera podemos leer en Hch 18,18-26; Rm 16,3-4; 1 Co 16,19.
El tema de la iglesia doméstica es fundamental para tener una comprensión más
clara y concreta de la persona, y de la práctica de Pablo. Es una iglesia al servicio de la
vida y de la dignidad de las personas que en ella se reúnen. No se fundamenta tanto en
dogmas, leyes y doctrinas, sino que es una manera de vivir bien concreta, en torno a la
mesa, compartiendo comida, bienes y servicios. Al mismo tiempo, tiene un mensaje de
vida para toda la sociedad.

Cerca del año 51 d.C., cuando Timoteo trajo buenas noticias de Tesalónica (1Ts
3,6), Pablo, Silvano y Timoteo elaboran en Corinto el primer escrito del Segundo Testa-
mento: la Primera carta a los Tesalonicenses.

Tercer viaje de Pablo (53-57 d.C.)

Es narrado en Hch 18,23-21,16. Saliendo nuevamente de Antioquia, el equipo mi-


sionero de Pablo pasó otra vez por las comunidades confirmando a todos los discípulos
(Hch 18,23). Se dirigió a Éfeso (Hch 19,1), donde permaneció alrededor de tres años.
Éfeso, una de las más bellas ciudades del imperio, era un centro político, comercial y reli-
gioso, cruce de las rutas comerciales entre oriente y occidente, con una población de dife-
rentes procedencias. Además de ser la capital de la provincia romana de Asia, se encon-
traba en ella un importante templo a Artemisa, lugar de peregrinaciones (Hch 19,24.28).
Era la Diosa griega de la caza, de los ciclos de la vida y de la madre tierra.

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En Éfeso, Pablo se reúne con Priscila y Áquila que ya estaban organizando comu-
nidades en esa ciudad (Hch 18,24-19,10). Pablo cura a varias personas (Hch 19,11-20).
En esta ciudad, Pablo estuvo preso a consecuencia de su trabajo evangelizador (2 Co
1,8-10; Flp 1,12-26). Su prisión señala que la nueva práctica de las comunidades cristia-
nas era una amenaza para las estructuras. No sólo la estructura civil del imperio romano,
sino también de la religión que era utilizada para legitimar el sistema esclavista.
Desde Éfeso, Pablo y sus colaboradores escribieron las cartas a los Gálatas, a los
Corintios y probablemente a los Filipenses y a Filemón. Éfeso llegó a ser un centro de
difusión del Evangelio. Pasados tres años en Éfeso, Pablo y sus colaboradores parten
hacia Corinto. En el viaje, visitan las comunidades que habían fundado en las ciudades de
Macedonia (Hch 20,1-2). Probablemente en el 56 d.C., escribió desde Corinto la epístola
a los Romanos.

Pablo prisionero en Roma


Cuando llegó a Jerusalén (58 d.C.), Pablo fue tomado prisionero en medio de un
motín provocado en su contra (Hch 21,17-23,22). Después de defenderse ante el Sane-
drín, fue salvado de la muerte por su sobrino que vivía en Jerusalén (Hch 23,12-22). Fue
trasladado a Cesarea, donde estuvo preso durante dos años (58-59 d.C.: Hch 23,23-
26,31). En aquel tiempo, los gobernadores estaban asentados en esa ciudad. Después,

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fue llevado a Roma; llegó alrededor del 60 d.C. (Hch 27,1-28,14). Durante dos años, per-
maneció en prisión domiciliaria (61-62 d.C.), siendo posteriormente liberado (Hch 28,15-
31).
Las informaciones sobre este período de la vida de Pablo provienen solamente del
Libro de los Hechos. Según la tradición, algunos años más tarde, murió mártir (alrededor
del 65 d.C.). Como Pedro, habría sido víctima de la persecución de Nerón en el 64 d.C.

Pablo, según el Libro de los Hechos y según las Cartas


Los autores del Libro de los Hechos parecerían no conocer personalmente al após-
tol, ya que no hacen ninguna referencia a sus cartas. Los discursos que coloca en su bo-
ca son muy diferentes al contenido de las epístolas.
Todavía unos veinte años después de su asesinato, existían muchos adversarios
de Pablo. Hechos es un libro que sale en defensa del gran apóstol y trabajador. Llega a
glorificarlo, haciendo una apología de su persona. Ante los cristianos judaizantes, es de-
cir, judíos que adherían a la Buena Nueva pero continuaban viviendo bajo la Ley, el Libro
de los Hechos presenta a Pablo haciendo lo que Pedro había realizado. Pedro era el hé-
roe de estos judaizantes. Según Hechos, Pedro, por la fuerza del Espíritu, lleva el bautis-
mo de Jesús a los incircuncisos, antes que Pablo (Hch 10). Para hacer más aceptable la
figura de Pablo en las comunidades de los años 80 d.C., los autores de Hechos presentan
un Pablo menos radical, modificando su fisonomía y mensaje. De esta forma, hacen coin-
cidir su rostro y su teología con el camino de las iglesias de aquellos años. Veamos, en la
secuencia, las principales modificaciones que se introducen en el Libro de los Hechos.

Pablo en el Libro de los Hechos Pablo en las Cartas


Se reserva el título de apóstol para los Doce, negándose- Pablo lucha para que su apostolado sea reconocido en
lo a Pablo. Las excepciones de Hch 14,4.14 se refieren pie de igualdad con el de los demás apóstoles (Rm 1,1; 1
de modo genérico a Pablo y Bernabé. Para Hechos, Co 1,1; 9,1-2; 15,8-10; 2 Co 11,22-30; Ga 1,1.11-12.15-
Pablo es testigo y no apóstol (Hch 22,15; 26,16). 16).

Se insiste en decir que Pablo fue escogido tanto para Pablo dice claramente que su misión es evangelizar a los
judíos como para no judíos (Hch 9,15). En los viajes incircuncisos, mientras que la de Pedro es anunciar el
misioneros, siempre presenta a Pablo dirigiéndose prime-
evangelio a los judíos (Ga 2,7-10). Pablo habla, en sus
ro a las sinagogas y, solamente después del rechazo porcartas, de miembros de sus comunidades que llegaron de
parte de los judíos, se dirige a los griegos (Hch 13,14-
otros cultos. Es probable que muchas personas converti-
16.44-46). Es más, Hechos llega a hacer de Pedro el das por los equipos de Pablo fueran judías, temerosas de
primero que lleva la conversión a un no judío sin necesi-
Dios, es decir, simpatizantes del judaísmo, y prosélitos.
dad de la circuncisión (Hch 10). Además, afirma que Ciertamente, Pablo no las discriminó; en cambio, le in-
prácticamente todos los no judíos que habían adherido al
teresa afirmar que muchas personas se convirtieron direc-
Evangelio eran prosélitos, es decir, convertidos a la reli-
tamente de los cultos a las divinidades greco-romanas
gión de Israel, y temerosos de Dios. (1Ts 1,9; Ga 4,8).
Se presenta a Pablo como judío, fiel observante de las Según las epístolas, Pablo fue fiel a la verdad del Evange-
tradiciones de Israel. lio, sin depender de la Ley. Ni siquiera aceptó el decreto
de las autoridades cristianas de Jerusalén (Ga 2,5-6; 1 Co
8; 10).
Se omiten o se atenúan los conflictos de Pablo con Pe- Pablo tuvo que luchar mucho para que la apertura del
dro, Bernabé y los superapóstoles. Evangelio a las naciones fuera aceptada por las iglesias
de Judea. Señal de esto son los conflictos con Pedro y
Bernabé (Ga 2,11-14); su separación de Bernabé y Juan
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Marcos, compañeros de su primer viaje misionero (Hch
15,39); su lucha con los superapóstoles (2 Co 11-12) y los
judaizantes (Ga 1,6-10; Flp 3,1-6).
El Libro de los Hechos oculta todo conflicto con las auto- Pablo predica la sumisión a las autoridades romanas
ridades romanas. Se convierten al Evangelio (Hch 10; como actitud prudente ante un imperio implacable, pero
13,6-12) y sus intervenciones junto a Pablo son siempre sin presentar jamás una visión positiva del imperio.
para protegerlo (Hch 18,12-17; 21,27-40). Hechos se
preocupa de ocultar a sus lectores la información sobre
la muerte violenta de Pablo bajo el emperador Nerón.
En los Hechos, la vida de Pablo es contada como la vida Pablo nunca hace referencia a la ciudadanía romana, ni a
de un héroe, como una historia llena de hechos maravi- su poder de hacer milagros. Al contrario, afirma que su
llosos. Pablo aparece como persona que tiene el poder poder está justamente en su debilidad (2 Co 12,9-10). Él
de hacer quedar ciego a un mago (Hch 13,10-11), de mismo se presenta como alguien que subió a lo más alto
curar a un lisiado (Hch 14,8-10), de expulsar un espíritu de los cielos (2 Co 12,2-4.7), lo que revela una espirituali-
(Hch 16-18), de hacer curaciones y expulsar demonios dad no controlable por las estructuras. Su fortaleza está
(Hch 19,11-12), de resucitar muertos (Hch 20,7-12) y de en la acción del Espíritu Santo, actuante en las comuni-
impedir que el veneno de una cobra lo dañe (Hch 28,1- dades (1Ts 1,4-10).
10). Por otro lado, tiene poder por ser ciudadano romano
(Hch 16,37-38; 22,25-29).

2. ESTRATEGIA PASTORAL DEL EQUIPO DE PABLO

"En efecto, de allí partió la Palabra del Señor, que no sólo resonó en Macedonia y Acaya;
en todas partes se ha difundido la fe que ustedes tienen en Dios." (1 Ts 1,8)

La apertura de la Buena Nueva de Jesús


Jesús, como profeta de su pueblo, organizó un movimiento comprometido en el
anuncio y en la concreción del proyecto liberador del Reino de Dios, especialmente para
el pueblo pobre de la Galilea. En su mayoría, eran comunidades campesinas empobreci-
das con fuerte cultura rural, donde se hablaba especialmente el arameo.
Por el contrario, los equipos misioneros de las iglesias helenistas transformaron es-
te proyecto histórico local ligado a la cultura semita, en uno abierto a otras regiones y cul-
turas, anunciándolo en las ciudades greco-romanas, en medio de una cultura urbana de
habla griega.
Si Jesús anunció el Reino de Dios a un grupo homogéneo de campesinos pobres, Pablo
lo llevó a diversos grupos heterogéneos de las ciudades.
Para hacer el paso entre mundos tan diferentes, el equipo de Pablo necesitó hacer
adaptaciones importantes. Lo principal fue poner en diálogo el proyecto histórico de libe-
ración que Jesús anuncia a los campesinos galileos (Lc 4,18-19) con otros contextos. Lo
presentan como proyecto de liberación de toda forma de opresión, sea personal, social o
estructural.
Hablar de Reino de Dios o de Año de la Gracia del Señor tenía sentido para el pueblo de
Israel. Estas expresiones venían cargadas por siglos de un sentido de liberación, de re-
partición de las tierras, de perdón de las deudas, de fraternidad. Este lenguaje no decía
prácticamente nada cuando era dirigido a la cultura urbana en el mundo greco-romano.
Entonces fue necesario adaptarla al nuevo contexto. En vez de Reino de Dios, Pablo y su
equipo hablan de redención, salvación, liberación. No es casual que la libertad y la ciuda-
danía sean tan centrales en la práctica de Pablo. Estas eran concepciones muy valoradas
por la cultura helenista.
Mientras que todas las personas eran consideradas ciudadanas en las comunida-
des cristianas, la gran mayoría de los miembros de las iglesias no lo eran en la sociedad
greco-romana. Así, la práctica de igualdad ayudaba a rescatar, de manera concreta, la
dignidad de las personas. Consecuentemente cuestionaba radicalmente las relaciones y

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bases de la estructura de las ciudades y del imperio romano. Para la elite griega, la vida
digna solamente era para pocos ¿Qué hizo, entonces, el movimiento misionero cristiano?
Universaliza la libertad y la ciudadanía. Ella no es privilegio de una pequeña elite. Com-
prenden que su estrategia de organizar pequeñas comunidades con la vivencia de nuevas
relaciones étnicas, de género y de clase, era camino para la liberación radical de las per-
sonas y de toda la creación.

Una red de comunidades solidarias


En los viajes misioneros promovidos por las iglesias helenistas, se evidencian otros
aspectos de la estrategia pastoral de Pablo y de sus colaboradores y colaboradoras. Su
intención es organizar comunidades en los grandes centros urbanos del mundo greco-
romano. Estos se encargarían de llevar la misión a las ciudades menores y aldeas de su
entorno, constituyendo una red de comunidades interrelacionadas (1Ts 1,7-8).
Pablo apuesta a una red de pequeñas comunidades fraternas, solidarias, que expe-
rimentan nuevas relaciones (Ga 3,28) y nuevos valores (Ga 5,22-23), superando los anti-
valores que esclavizan (Ga 5,19-21; Rm 1,28-32; 1 Co 6,9-11).
Después que se establecían estas iglesias domésticas, Pablo seguía en misión ha-
cia otras ciudades. Cuando podía, visitaba personalmente a las comunidades que había
acompañado. Enviaba también cartas para las iglesias. Y no escribía sólo esporádica-
mente. Existía una intensa correspondencia entre Pablo y sus comunidades. Las cartas
se copiaban y también eran leídas en otras iglesias.

Las comunidades como cuerpo de Cristo


En las iglesias helenistas, la propuesta de vivencia comunitaria estaba basada en
lo colectivo, en el servicio a la comunidad. No es casual que Pablo insista en describir las
iglesias como cuerpo, donde todos sus miembros son interdependientes. Ninguno de ellos
debe querer sobrepasar a los demás.
Como podemos percibir, Pablo prefiere llamar a quienes ejercen el liderazgo en sus
comunidades, apóstoles, profetas, encargados de la asistencia, de gobierno, etc. Más que
considerarlos como dueños de las iglesias (1 Co 1,12), son los líderes quienes pertenecen
a las comunidades (1 Co 3,22-23). Su función es asumir la diaconía, el servicio a Dios y
las iglesias (1 Co 3,5; Rm 16,1), ser colaboradores y colaboradoras de Dios (1 Co 3,9), al
servicio de Cristo, en la administración de los misterios divinos (1 Co 4,1).
Pablo entiende el ejercicio del poder como diaconía. Diakonía (en griego) ministe-
rium (en latín), ministerio, es decir, servicio (en castellano). (Flp 1,1; Rm 16,1). En Rm
16,1 Pablo nos informa que Febe ejercía como diaconisa y protectora, es decir, ayudaba a
las comunidades.
Los sinópticos y Hechos reservan el título de apóstol (enviado) para los Doce. En
cambio, Pablo lucha en sus cartas en defensa de este título para sí mismo (Rm 1,1; 1 Co
1,1; 2 Co 1,1). Más aún, amplía el círculo de personas a quien reconoce este ministerio.
Andrónico es llamado apóstol. Junia es apóstola, convertida al cristianismo antes que Pa-
blo (Rm 16,7).

Un equipo en misión
Pablo continuó la práctica de Jesús al anunciar el Evangelio en equipo. Eran após-
tolas y apóstoles, diáconos y diaconisas, colaboradoras y colaboradores, como prefería
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llamarlos. En lugares y épocas diferentes, trabajaba con equipos que se iban modificando.
Se distribuían para llevar la Buena Nueva a la mayor cantidad posible de ciudades.

Conflictos que Pablo tuvo que enfrentar


"Estos son falsos apóstoles, que proceden engañosamente, haciéndose pasar por apósto-
les de Cristo." (2 Co 11,13)
Con autoridades judaicas
El Libro de los Hechos narra varias persecuciones sufridas por Pablo y su equipo por
parte de los judíos de la diáspora tanto en el primero (Hch 13,45.50; 14,2-5.19), como en
el segundo (Hch 17,5-9.13; 18,12-17) y tercer viaje misionero (Hch 20,3.19). Cuando Pa-
blo llega a Jerusalén para entregar la colecta, nuevamente unos judíos intentan lincharlo
(Hch 21,27-40). Después de interrogarlo, es golpeado por gente del Sumo Sacerdote (Hch
22,30-23,2). Unos cuarenta judíos juraron matar a Pablo (Hch 23,12-22).

Con judeo-cristianos
La opción de apertura a las iglesias helenistas por parte de las naciones trajo muchos
conflictos. Además de sufrir la hostilidad de los judíos, tuvieron también dificultades con
los judeocristianos. El conflicto se centraba en la pureza de los alimentos, la circuncisión y
la pureza étnica. El conflicto de Pablo con Pedro en Antioquía (Ga 2,11-14). También es
muy fuerte la crítica de Pablo a los apóstoles misioneros que intentan minar el trabajo de
su equipo, tergiversando la verdad del Evangelio en las comunidades fundadas por él. Así
fue como sucedió en las iglesias de Galacia (Ga 1,6-10), Corinto (2 Co 11,1-12,18), y Fili-
pos (Flp 3, 2.18-19).
A los apóstoles que predican otro Evangelio o un Jesús diferente (Ga 1,6.9; 2 Co 11,4)
Pablo los llama “superapóstoles” o “apóstoles por excelencia” (2 Co 11,5; 12,11), “malos
obreros y falsos circuncisos” (Flp 3,2). Los acusa de falsos apóstoles, engañadores y ca-
muflados de apóstoles de Cristo (2 Co 11,13). Todo indica que el conflicto con los repre-
sentantes de las iglesias de Judea era muy fuerte.

Con ciudadanos griegos


Su opción por el trabajo generó fuertes conflictos con la sabiduría griega. Para los ciu-
dadanos de Grecia, el trabajo era algo indigno, cosa de esclavos y artesanos. Los prime-
ros cuatro capítulos de 1 Corintios son una discusión con la sabiduría griega, propia de la
cultura de las elites. Al optar por el trabajo manual y por la convivencia con las personas
indignas, Pablo entró en conflicto con quienes vivían a costa de los que trabajan.

Con el poder económico y político


El Libro de los Hechos nos informa que Pablo y su equipo tuvieron problemas con los
dueños de esclavos. Podemos leer Hch 16,16-24. Allí los señores explotaban a una es-
clava que tenía el don de la adivinación. Liberando a la joven esclava, Pablo les quitó la
posibilidad de seguir ganando y obteniendo lucro. Pablo y Silas fueron apresados y tortu-
rados.
Sobre la pérdida de lucro de los artesanos que hacían estatuas de Artemis en Éfeso,
podemos leer Hch 19,23-40. Una vez más, la novedad de la Buena Nueva obstaculiza los
intereses de quien busca ganancias. Además, recordemos que, en las mismas comunida-
des, Pablo tuvo que ser duro con los más acomodados económicamente (1 Co 4,10;
11,17-34).

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3. LAS CARTAS AUTÉNTICAS DE PABLO Y SU EQUIPO

“ Este es mi saludo, de puño y letra: Pablo" (1 Co 16,21)

Las epístolas de Pablo y su equipo querían completar, de alguna manera, la obra


misionera comenzada durante las visitas. Sin embargo, su objetivo principal era orientar a
las iglesias con respecto a diversos problemas, conflictos y dudas que surgían después
de la partida del equipo misionero hacia otra ciudad.
Las cartas, por lo tanto, no quieren ser una teología en el sentido académico. Son
escritos ocasionales que hacen teología a partir de la práctica, de lo cotidiano, de los pro-
blemas y dudas de las comunidades. En este sentido, Pablo fue desarrollando su Evange-
lio poco a poco, en la medida en que su práctica lo iba clarificando. Para la elaboración
de las cartas, los misioneros aprovecharon e integraron diferentes elementos de uso co-
mún en la tradición de las iglesias: fórmulas kerigmáticas, estrofas de himnos, fórmulas
litúrgicas de acción de gracias, exhortaciones y homilías. No son un catecismo de doc-
trina o de teología. Más bien, son escritos relacionados directamente con los interlocuto-
res, que realizan preguntas, presentan preocupaciones, dudas o piden orientación ante
los conflictos. En este sentido, son cartas que no pueden ser leídas y aplicadas univer-
salmente, sin considerar su contexto de origen. Además de temas variados, en casi todas
sus cartas Pablo busca fundamentar su misión.

Clave de lectura para las cartas


El siguiente cuadro, ofrece un posible ordenamiento cronológico de las cartas auténticas,
su probable lugar de redacción y el equipo que participó en su elaboración.

Destinatarios Fecha Lugar Autores/as


Tesalonicenses 51 d.C. Corinto Pablo, Timoteo y Silvano (1Ts 1,1)
(1ra carta)
Corintios Entre el 54 y el 56 d.C. Éfeso Pablo y Sóstenes
(1ra carta) durante el tercer viaje (1 Co 16, 8-9) (1 Co 1,1)
misionero Áquila y Priscila
(1 Co 16,19)

Gálatas Entre el 54 y 56 d.C. Éfeso Pablo y los hermanos (Ga 1,2)


durante el tercer viaje
misionero, probable-
mente en prisión
Filipenses Entre el 54 y el 56 d.C. Éfeso Pablo y Timoteo (Flp 1,1)
Probablemente durante
su prisión
Filemón y Entre el 54 y el 56 d.C. Éfeso Pablo y Timoteo (Flm 1)
comunidad durante el tercer viaje
misionero
Corintios Entre el 55 y el 56 d.C. Éfeso y Pablo y Timoteo
(2ra carta) durante el tercer viaje Macedonia (2 Co 1,1)
misionero

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Romanos 56 d.C. Corinto Pablo y equipo
(Rm 16,21-23)
Febe es la portadora de la carta
(Rm 16,1-2)

PRIMERA CARTA A LOS TESALONICENSES

"Nosotros, por el contrario, seamos sobrios, ya que pertenecemos al día; revistámonos


con la coraza de la fe y del amor, y cubrámonos con el casco de la esperanza de la salva-
ción". (1Ts 5,8)
Contexto
Tesalónica era la capital de la región de Macedonia. Se situaba cerca del mar. Constituía
un centro de encuentro entre occidente y oriente. Es importante destacar que era el lugar
de residencia del procónsul, representante del imperio para la región.
Allí, llegaban navíos de todo el mundo. Su población era diversificada: cada cual con su
cultura, lengua, dioses y tradiciones. Los comerciantes llevaban y traían mercaderías del
mundo entero. En la ciudad había pensiones, hospederías, saunas, teatros, plazas, san-
tuarios, casas de prostitución. En el campo se criaban rebaños y se cultivaban olivares,
uvas y frutas. Las tierras estaban en manos de latifundistas. La pesca era una actividad
importante.
Tesalónica poseía una elite dominante, formada por líderes políticos y militares, y por las
minorías que controlaban el comercio y los medios de producción. Los sectores medios
estaban formados por funcionarios públicos, militares y otros. La mayoría del pueblo era
pobre. Eran esclavos y cargadores del puerto.
Pablo llegó allí en el 50/51 d.C., viniendo de Filipos (Hch 17,1-15). Después de algunos
meses de predicación, los judíos, provocaron un motín, forzando la salida precipitada de
Pablo y Silas hacia Berea, de donde también tuvieron que huir hacia Atenas. De allí, Pa-
blo envió a Timoteo de vuelta a Tesalónica a fin de consolidar la comunidad.

Estructura
Los invitamos a leer la carta utilizando el siguiente esquema:
•1,1-3: Saludo y acción de gracias.
•1,4-10: Presentación de los temas.
 v. 8: Fe activa (2,1-3,10).
 v. 9: Servir a Dios en el amor capaz de sacrificio (3,11-4,12).
 v. 10: Firmeza en la esperanza (4,13-5,11).
•2,1-3,10: Fe activa que subsiste en medio de tribulaciones.
 2,1-12: Ejemplo del apóstol.
 2,13-3,10: Ejemplo de la comunidad en medio de persecuciones. Completar
lo que falta en la fe (3,2.10).
•3,11-4,12: Amor capaz de sacrificio. Completar lo que falta en el amor (4,1.9-10).
•4,13-5,11: El tema central de la carta es la firmeza en la esperanza. Corregir lo que falta
en la esperanza.
 4,13-18: Resurrección de los muertos.
 5,1-11: Fin de los tiempos. Es un texto apocalíptico.
•5,12-22: Síntesis y exhortaciones varias.
•5,23-28: Oración y saludo final.

Tema central
El núcleo principal de esta carta busca responder al interrogante: ¿Cuál es la función de
una pequeña comunidad en la gran ciudad? Fe activa, amor capaz de sacrificios y firme
esperanza. Este es el pilar que sustenta a la comunidad de los tesalonicenses. La espe-

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ranza es el fundamento que anima y da sentido a la comunidad cristiana en medio de ese
contexto. La persecución y los duros trabajos marcaban la vida de la mayoría de la gente.
Esta es la clave de lectura más relevante de la carta, que constituye el primer escrito del
Segundo Testamento.
Al mismo tiempo que estimula a la perseverancia en medio de las tribulaciones, el texto
responde a algunas cuestiones, como es el caso de la venida gloriosa de Cristo. Conviene
que recordemos el significado de los términos Kyrios (Señor) y parusía (llegada, entrada)
en el ámbito imperial de Tesalónica: representaban la entrada triunfal de un político o un
comandante. Pablo tomará estas palabras para referirlas a Cristo y su segunda venida,
que debe ser aguardada en la esperanza y en el compromiso con la tarea diaria.
En definitiva, destaquemos que la propuesta de Pablo para los tesalonicenses es vivir un
realismo en la espera. Lejos de evadirse, los invita a reforzar la cohesión comunitaria, im-
pulsando la acción hacia el bien, tanto interno como externo.
La carta también es un grito de alegría y gratitud (1,7) y se dirige de modo especial a per-
sonas no judías convertidas al Evangelio (1,9).
Todavía no existe una organización eclesial centralizada, ya que no hay referencias a la
jerarquía, sino que se habla de líderes espirituales (5,12-13). El concepto de iglesia que
aporta la carta se acerca más al sentido de familia, ya que está constituida por los herma-
nos amados de Dios (1,4). El término tiene un sentido democrático, tanto en lo que se re-
fiere al modo de pertenencia, como a las relaciones dentro de la comunidad. Se produce
así un giro importante frente al modo de aquella sociedad. Ante el trato con los señores,
expresado en relaciones clientelistas que contradicen la fraternidad, la comunidad de los
tesalonicenses vive como hermanos y hermanas, otorgando a este concepto un valor no
solamente religioso, sino ante todo, sociológico.

PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS

"Más aún, los miembros del cuerpo que consideramos más débiles también son necesa-
rios, y los que consideramos menos decorosos son los que tratamos más decorosamen-
te. Así nuestros miembros menos dignos son tratados con mayor respeto..."
(1 Co 12,22-23)
Contexto
Corinto era una de las ciudades más importantes del imperio romano. Tenía alrededor de
400 mil habitantes, en su mayoría inmigrantes. La ciudad tenía mucho movimiento, desde
sus dos puertos: Laques, al oeste, y Cencreas, al este. Unían Roma con Asia. Los escla-
vos cargaban las mercaderías y empujaban los navíos alrededor de seis kilómetros entre
un puerto y otro. Era un trabajo duro. En Corinto, vivía la mayor parte de los latifundistas
de Grecia. Había un abismo entre ricos y pobres. Corinto era centro comercial, administra-
tivo, industrial (bronce) y cultural.
El poder político y económico estaba en manos de pocos que vivían explotando a los po-
bres y esclavos, dedicándose a las fiestas, la música, el teatro y los juegos atléticos. Es-
tos eran realizados cada dos años en honor a Poseidón, Dios de los mares. Veamos có-
mo Pablo se vale del lenguaje deportivo, en 1 Co 9,24-27. Había todo tipo de religiones y
cultos a varias divinidades:
La ciudad tenía mala fama. Vivir como corintio era sinónimo de una vida que corrompía
todos los vínculos. Pablo entró en Corinto por la puerta de los esclavizados (1,26-28).
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Llegó a Corinto durante su segundo viaje (51 d.C.), permaneciendo allí 18 meses (Hch
18,1-18). Se asoció a Priscila y Áquila tanto en el trabajo artesanal como en la evangeli-
zación.

Estructura
Esta carta puede ser dividida del siguiente modo:
•1-4: Personas de la casa de Cloe (1 Co 1,11) informan que hay conflictos entre ricos y
pobres que dividen a la comunidad. Consecuentemente, hay rivalidades entre los líderes,
formando partidos. Pablo toma la defensa de los débiles. Insiste en que los líderes deben
ser servidoras de la comunidad (3,5; 4,1), colaboradores de Dios (3,9) y administradores
de los dones de Dios (4,1), animados por el Espíritu (2,12). Más que promoción personal,
es un don del Espíritu servir a la comunidad, que es Templo de Dios. Los empobrecidos
son poseedores de la sabiduría de Dios.
•5-6: Pablo enfrenta tres casos de prácticas inmorales que los fuertes continúan reprodu-
ciendo en las comunidades: un incesto (5,1-13); hermanos cometiendo injusticias contra
otros miembros de la comunidad (6,1-11); la santidad del cuerpo, no conviene someterlo a
pasiones que esclavizan, como en el caso de la prostitución (6,13-20).
•7: A partir del capítulo 7, Pablo responde a las cuestiones que recibió a través de una
carta. En este capítulo, ilumina tensiones y dudas con respecto a personas casadas, se-
paradas, solteras, viudas, así como con respecto a casamientos mixtos, circuncisión, es-
clavitud, virginidad y novios. Pablo aplica su tesis de Ga 3,28 para casos bien concretos:
“no hay varón ni mujer”, está desarrollado en 7,1-16.25-40; “...no hay ni judío ni pagano”,
está en 7,17-20: y “no hay esclavo ni hombre libre”, tiene su aplicación en 7,21-24.
•8,1-11,1: En 1 Co 8 y 10,14-11,1, Pablo reflexiona sobre la participación en los cultos a
las divinidades griegas. Recomienda que, aún teniendo el derecho de comer carnes sacri-
ficadas a los ídolos, conviene no escandalizar a las personas que todavía no tienen firme-
za en la fe.
•11,2-14,40: Estos cuatro capítulos están respondiendo a algunas dudas sobre las cele-
braciones litúrgicas. En el centro de estos tres capítulos se encuentra un bello himno al
amor (cap. 13).
•15: La fe en la resurrección generaba conflictos tanto en el Judaísmo como en el mundo
greco-romano. Por lo tanto, era natural que surgiesen muchas dudas. En este capítulo,
Pablo reafirma la fe en la resurrección y, al mismo tiempo, procura esclarecer su com-
prensión.
•16: La conclusión contiene noticias sobre la colecta, sobre los planes de viaje de Pablo,
junto con otras noticias y recomendaciones.

Tema central
La carta quiere restablecer la unidad en la comunidad que estaba dividida por grupos que
peleaban entre sí, apoyándose en la autoridad de algunos predicadores (1 Co 1,12). Ad-
vierte que el único líder es Cristo, la sabiduría de Dios. La comunidad de fe debe estar
unida en la pluralidad, sin discriminar a nadie, superando los conflictos.

SEGUNDA CARTA A LOS CORINTIOS

"Él nos ha capacitado para que seamos los ministros de una Nueva Alianza, que no reside
en la letra, sino en el Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida." (2 Co 3,6)

Estructura
2 Corintios es una colección de cartas. Este es un ejemplo que muestra claramente la in-
tensa correspondencia entre Pablo y las comunidades que fundó. Proponemos la siguien-

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te reconstrucción de las cartas a las iglesias de Corinto. Esta reconstrucción incluye tanto
la primera como la segunda carta a los Corintios que aparecen en nuestras Biblias.

•Primera: En 1 Co 5,9, Pablo habla de una primera carta. Según algunos investigadores,
esta se habría perdido. Otros, opinan que esta primera correspondería al trecho de 2 Co
6,14-7,1. Para la mayoría, sin embargo, estos versículos son deuteropaulinos.
•Segunda: Es la carta que conocemos como Primera carta a los Corintios.
•Tercera: Después de visitar a la comunidad, donde se enfrenta abiertamente con algu-
nas personas, Pablo envía otra carta desde Éfeso, para defenderse, sin obtener resulta-
dos satisfactorios. Es una reflexión sobre el agente de pastoral y el poder. Sería 2 Co
2,14-6,13 y 7,2-4. En esta carta, Pablo trata de modo especial la cuestión del poder de la
tradición (3,1-18), de la seducción que engaña (4,1-5,10) y de las apariencias (5,11-17).
Además, trata sobre la reconciliación (5,18-6,2), presentando un perfil del agente de pas-
toral (6,3-10).
•Cuarta: Partiendo de Éfeso, Tito es portador de esta cuarta carta, alrededor del 56 d.C.,
intentando mediar en el conflicto de Pablo con la comunidad. Sería 2 Co 10-13, donde
Pablo defiende, indignado, la autenticidad de su ministerio apostólico contra los supera-
póstoles. Estos lo acusan de ser débil (10,1-11) y ambicioso (10,12-18). Se defiende de
esos misioneros que quieren desacreditarlo. Reprende también a los corintios que creye-
ron en las calumnias y dice que es justamente en la debilidad y en el sufrimiento que está
su fuerza, la fuerza misma de Dios (11,1-13,10).
•Quinta: Pablo encuentra a Tito en una de las ciudades de Macedonia (2 Co 7,5-6). Este
le informa que el conflicto fue superado. Entonces escribe la carta de la reconciliación: 2
Co 1,1-2,13 y 7,5-16. Comienza con un himno de alabanza por la consolación recibida de
Dios (1,3-11) y expresa su alegría porque perdonó a quien lo había calumniado en la co-
munidad (1,12-2,11). Por último, saca enseñanzas a partir del conflicto vivido con los co-
rintios (2,12-13; 7,5-16).
•Sexta: Hechas las paces con la comunidad, Pablo recuerda un compromiso asumido ha-
ce más tiempo (1 Co 16,1-4) y que aún no había sido realizado. Por un lado, se trataba de
la solidaridad con las iglesias pobres de Jerusalén. Por otro, era la forma de promover la
unidad con las iglesias de Judea. Esta esquela escrita en Macedonia la encontramos en 2
Co 8. Tito, su portador, llevó en su equipaje otra pequeña carta sobre el mismo tema, des-
tinada a las otras comunidades de Acaya. Corresponde al texto de 2 Co 9. Es el gran tra-
bajo colectivo solidario para lograr la igualdad.

Tema central
En la Segunda carta a los Corintios, aparece con fuerza la cuestión del agente de pastoral
y el poder. Muestra el conflicto abierto entre Pablo y los apóstoles venidos de Jerusalén,
llamados superapóstoles (11,5). La carta trata abundantemente de los falsos agentes de
pastoral en las comunidades de Corinto. Se alegra por la reconciliación alcanzada.

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CARTA A LOS GÁLATAS
" y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí: la vida que sigo viviendo en la carne,
la vivo en la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. Yo no anulo la gracia
de Dios: si la justicia viene de la Ley, Cristo ha muerto inútilmente." (Ga 2,20-21)

Contexto
Galacia era una de las provincias de Asia Menor. Sus habitantes eran celtas o galos, de
origen indo-ariano, que en el siglo 3 a.C. emigraron para esta región. Era un pueblo for-
mado por una mezcla de etnias. Entre ellos había muchos esclavos y mercenarios. Es
famosa la región por sus mercados de esclavos. La mayoría de las tierras pertenecían al
imperio.
Las comunidades de Galacia estaban formadas en su totalidad por no-judíos (4,8). Los
judaizantes se dirigieron a Galacia para imponer la Ley judaica a los cristianos de cultura
greco-romana, especialmente la circuncisión. Los Gálatas se dejaron seducir, creando
una gran polémica (1,6-10). Pablo les escribe la más dura de todas sus cartas.

Estructura
Luego de estas consideraciones, proponemos hacer una lectura de la carta siguiendo el
esquema que ofrecemos a continuación:

•1,1-5: Introducción.
•1,6-2,21: Afirmación sobre la verdad del Evangelio.
 1,6-10: Defensa del Evangelio único.
 1,11-24: Pablo es apóstol por llamado de Dios.
 2,1-10: Concilio de Jerusalén.
 2,11-14: Pablo enfrenta a Pedro en Antioquía.
 3,15-21: La verdad del Evangelio.
•3-4: La fe libera mientras que la Ley esclaviza.
 3,1-14: Fe y Ley: El ejemplo de Abrahám.
 3,15-18: Promesa y Ley.
 3,19-24: La Ley como pedagoga.
 3,25-4,11: La fe libera de la Ley y nos hace hijos e hijas.
 4,12-20: Súplica de Pablo a los Gálatas.
 4,21-31: Libertad y esclavitud.
•5,1-6,10: De la esclavitud a la libertad.
 5,1-15: El amor es la base de la libertad cristiana.
 5,16-26: La vida en el Espíritu.
 6,1-10: Ayudarse mutuamente es cumplir la Ley de Cristo.
•6,11-18: Conclusión y despedida.

Tema central
La carta a los Gálatas es, junto con 2 Co 10-13, la carta más radical. Describe con fuerza
la postura paulina. En ella acusa (1,7-10), defiende y hace apología (1,11-20). Quiere
afirmar la autenticidad de su apostolado ante los Gálatas, cuya fe había sido zarandeada
por la predicación de cristianos de tendencia judaizante. La clave es la libertad en Cristo:
"Esta es la libertad que nos ha dado Cristo" (5,1a). Los que viven según la Ley no viven la
libertad dada por Jesús. Los cristianos son personas nuevas que viven en la libertad, ac-
tuando por el amor (5,6) y guiados por el Espíritu (5,16-26). Ga 3,28 resume la transfor-
mación traída por el Evangelio. De la esclavitud de la Ley, del imperio, de los opresores,
de los maridos y de divinidades manipuladas, el Evangelio libera para la fraternidad: "Por
lo tanto. ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre libre, varón ni mujer...". Invita a su-
perar la discriminación por cultura, etnia, clase y género.

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CARTA A LOS FILIPENSES
“Él, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que de-
bía guardar celosamente: Al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de
servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano,
se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz. ”. (Flp 2,6-9)

Contexto
Filipos era una colonia romana desde el 148 a.C. En el 42 a.C., llegó a ser la capital del
imperio en Macedonia. Fue centro de explotación de minerales, comercio y puerto. Tiene
importancia estratégico-militar. A partir del 31 a.C., los filipenses pasaron a tener los mis-
mos derechos que las ciudades de Italia.
El poder político era controlado por la aristocracia local (magistrados y latifundistas). La
esclavitud predominaba. Más o menos la mitad de sus habitantes eran de origen latino,
considerándose romanos. La otra mitad era de origen greco-macedónico y de inmigran-
tes, entre los cuales también había judíos. Existía una gran variedad de cultos en Filipos.
Durante el segundo viaje misionero (50 d.C.), Pablo fundó allí la primera comunidad cris-
tiana de Europa (Hch 16,12-40), que nace a partir de un grupo de mujeres, formada por
unos pocos judíos, algunos prosélitos y sobre todo de adoradores de otras divinidades.
Allí, Pablo y Silas fueron perseguidos y apresados, pues la Buena Nueva de Jesús sub-
vierte el orden establecido, que privilegia a poca gente (Hch 16,16-24).

Estructura
Los invitamos a leer la carta a los filipenses siguiendo el esquema que proponemos a con-
tinuación:
•1,1-11: Introducción.
•1,12-26: Noticias sobre la situación del apóstol.
•1,27-2,18: Exhortación a la unión de la comunidad e himno cristológico.
•2,19-30: Aviso sobre Timoteo y Epafrodito que serán enviados a la comunidad.
•3,1: Invitación a la alegría.
•3,2-4,1: Polémica contra los judaizantes.
•4,2-9: Exhortaciones e invitación a la alegría.
•4,10-20: Agradecimiento por las donaciones recibidas.
•4,21-23: Saludos finales.

Tema central
Es probable que la carta sea una colección de esquelas sobre diversos temas: Pablo
agradece el auxilio enviado por la comunidad, anuncia la visita de Timoteo, advierte a la
comunidad contra la división y previene a los filipenses contra la predicación de los cris-
tianos judaizantes. Por un lado, aparece con fuerza el anuncio del Cristo pobre, rebajado
al asumir la condición humana, muerto en la cruz y modelo para la comunidad cristiana:
por otro, la unión fraterna en Cristo, fuente de alegría. La carta a los filipenses es el anun-
cio de Jesús encarnado en las realidades humanas más sufridas (2,6-11). También Pablo
asume la condición de siervo, dispuesto a entregar la vida por el Evangelio que anuncia.

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CARTA A FILEMÓN Y COMUNIDAD
"Tal vez, él se apartó de ti por un instante, a fin de que lo recuperes para siempre, no ya
como un esclavo, sino como algo mucho mejor, como un hermano querido. Si es tan que-
rido para mí, cuánto más lo será para ti, que estás unido a él por lazos humanos y en el
Señor." (Flm 15-16)
Contexto
Filemón vivía en Colosas, según las informaciones de Cl 4,7-9. En su casa, se reúne una
iglesia doméstica. Era una persona con cierto nivel de vida ya que, además de tener una
casa grande para recibir a la comunidad, poseía por lo menos un esclavo doméstico que
se llamaba Onésimo. La situación de los esclavos no era la misma en las diversas regio-
nes del imperio, según los trabajos en los cuales estuvieran empleados. El esclavo podía
esperar conseguir su liberación en algún momento. Había incluso normas para su rescate
(redención). El precio para el rescate, una vez fijado, no podría ser alterado y el tiempo
para la liberación no podía ser aumentado.
Tradicionalmente se presenta a Onésimo como esclavo fugitivo, que le habría robado a
Filemón y que va en busca de refugio junto a Pablo (v. 18). Del texto no se desprende
directamente esta conclusión. Tal vez, esta lectura, puede derivarse de cierto prejuicio
clasista. La pérdida de la que habla el versículo puede entenderse perfectamente en el
sentido de perderlo como propiedad al no recibir el precio por el rescate de la libertad del
esclavo. Pablo escribe esta esquela pidiendo que lo reciba como hermano.

Estructura
Para hacer la lectura de esta breve carta, tomemos el siguiente esquema:
•1-3: Destinatario (1-2) y saludo (3).
•4-5: Agradecimiento (4-5) y pedido (6).
•7-22: En Cristo, todos son hermanos.
•23-25: Saludos finales.

Tema central
La carta a Filemón es el más breve y más personal escrito de Pablo y sus colaboradores.
Es la aplicación concreta del principio de Ga 3,28 y 1 Co 12,13. Al enviar de regreso a
Onésimo, esclavo, a Filemón, Pablo lo provoca para que rompa con el sistema esclavista.
La gran novedad de esta breve carta es que, en el proyecto de Jesús, la esclavitud, como
agresión a la dignidad humana, es definitivamente desautorizada. Con esta postura, Pablo
desenmascara la base del funcionamiento del sistema imperial, que se sustenta gracias a
la explotación de la mano de obra barata o gratuita de los esclavos que conformaban los
dos tercios de la población excluida en todo el imperio. El amor, que genera igualdad y el
compartir de los propios bienes, constituyen el eje que motiva esta carta, ya que en Cristo
todos son hermanos y hermanas, sin ninguna discriminación. Las nuevas relaciones de
hermandad que han de darse en la eklesía cristiana son desestabilizadoras del modelo
hegemónico.

CARTA A LOS ROMANOS


“Pero ahora, sin la ley, se ha manifestado la justicia de Dios atestiguada por la Ley y los
Profetas: la justicia de Dios, por la fe en Jesucristo, para todos los que creen. (Todos)
son justificados gratuitamente por su gracia, en virtud de la redención cumplida en Cristo
Jesús." (Rm 3, 21-22.24)
Contexto
Roma era la capital del imperio, donde existen grandes desigualdades económicas y so-
ciales.
Pablo no fundó las comunidades cristianas romanas. Son las únicas iglesias a las que, no
habiendo visitado, escribe una carta. Al momento de escribir, ya eran comunidades flore-

18
cientes (1,8). En un principio, la mayoría eran judeocristianos. En el 50 d.C., el emperador
Claudio expulsó a los judíos de Roma, incluso a los que participaban de las iglesias cris-
tianas (Hch 18,2). A partir de allí, los no judíos llegaron a ser mayoría, hasta que, en torno
del 55 d.C., Nerón permite el retorno de los judíos.
Eran comunidades heterogéneas, ricas en diversidad étnica y de género. Aunque hubiera
algunas personas económicamente bien situadas, la mayoría era pobre. Leyendo Rm
16,1-16, percibimos esta diversidad. Veremos que había varias iglesias domésticas (vv.
5.10.11.14.15) donde el liderazgo era tanto de varones como de mujeres. En 12,3-8, hay
una lista de dones que revelan la riqueza y la diversidad en las iglesias de Roma.
En el 60 d.C., Pablo es llevado prisionero a Roma, permaneciendo en prisión domiciliaria
durante dos años (Hch 28,11-31).

Estructura
Una posible estructura de la carta puede ser la siguiente:
•Introducción (1,1-15): Saludo, acción de gracias y objetivo de la visita a Roma.
•Primera parte (1,16-8,39): El Evangelio es la fuerza y la justicia de Dios que salva gratui-
tamente a los que creen, sean judíos o no judíos.
•Segunda parte (9-11): Fidelidad de Dios e incredulidad de Israel. El papel de Israel den-
tro del proyecto de Dios que culmina en Jesús
•Tercera parte (12,1-15,13): Sentido de la vida cristiana en la comunidad y orientaciones
prácticas para el actuar cristiano
Conclusión de la carta (15,14-16,27): Pablo habla de la autoridad de su ministerio
(15,14-21) y de sus proyectos de viaje (15,22-33). Hace recomendaciones y saludos fina-
les a diversas personas de Roma (16,1-24), terminando con un himno de acción de gra-
cias (16,25-27).

Tema central
Pablo quiere corregir las falsas interpretaciones sobre su predicación que los cristianos
judaizantes habían difundido en Roma. Quiere, al mismo tiempo, preparar a las comuni-
dades para su deseada visita a España (15,23-24). En este sentido, esta epístola de Pa-
blo también es una carta pastoral, ya que quiere preparar a las iglesias de la capital impe-
rial para su paso por Roma.
En Romanos, el apóstol profundiza la temática de la carta a los Gálatas: la salvación vie-
ne por la fe y no por las obras de la Ley. Si bien Pablo se preocupa por ubicar la Buena
Nueva de Jesús en relación con Israel, profundiza en esta carta su tesis de la opción de
Dios por todas las naciones. De este modo, no olvida el papel importante que el Judaísmo
tradicional cumple en el misterio de Dios.

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Habitando territorios
 ¿Qué nuevas miradas podemos rescatar sobre las cartas?
 ¿Qué experiencia de Jesús transmitimos en la comunidad? ¿Cómo son nuestras
maneras de organizarnos y de vincularnos? ¿Los servicios y ministerios?
 ¿Qué claves nos presenta la literatura bíblica de este período para nuestra espiri-
tualidad y para nuestras prácticas?

Te invitamos a terminar este trayecto rezando con el himno de Filipenses 2,5-11

Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús.


El, que era de condición divina,
no consideró esta igualdad con Dios
como algo que debía guardar celosamente:
al contrario, se anonadó a sí mismo,
tomando la condición de servidor
y haciéndose semejante a los hombres.
Y presentándose con aspecto humano,
se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte
y muerte de cruz.
Por eso, Dios lo exaltó
y le dio el Nombre que está sobre todo nombre,
para que al nombre de Jesús,
se doble toda rodilla
en el cielo, en la tierra y en los abismos,
y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre:
«Jesucristo es el Señor».

Para ver el video, haz click aquí.

¿Cuál es la experiencia del resucitado que está en el corazón de mi experiencia creyente?

Charlar sobre las cartas de Pablo: sabíamos esa diferenciación de Cartas


auténticas y de otras que no son del Apóstol?
¿Para qué nos sirve conocer las auténticas de su autoría y las que no co-
rresponden?

Texto complementario de profundización


De este Número de la Revista RIBLA, los/as invitamos a leer el artículo de Néstor Miguez1
(pg. 51): Lenguaje bíblico y lenguaje político.
http://www.claiweb.org/images/riblas/pdf/4.pdf

1
Néstor Míguez es pastor de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina, Doctor en Teología, Profesor Titular en las áreas de Biblia
(Nuevo testamento) y de Teología Sistemática, y Director de Investigaciones en el Instituto Universitario ISEDET. Se desempeña
desde hace muchos años como docente-facilitador de la lectura popular de la Biblia acompañando a las comunidades en su camino
de leer Vida y Biblia desde una experiencia creyente. Acompaña muchos espacios ecuménicos de reflexión y compromiso evangéli-
co con el caminar de las comunidades en América Latina.

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