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Experiencias

innovadoras
en el ámbito
de la salud mental
Alfredo Olivera

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Experiencias innovadoras
en el ámbito de la salud mental
Experiencias
innovadoras
en el ámbito
de la salud mental

Alfredo Olivera
El encargo y la creación de este material docente han sido coordinados
por el profesor: Asun Pié (2016)

Primera edición: febrero 2016

© Alfredo Olivera, del texto.

Todos los derechos reservados


© de esta edición, FUOC, 2016
Avda. Tibidabo, 39-43,
08035 Barcelona

Realización editorial: Oberta UOC Publishing, SL

Depósito legal: B-3.297-2016

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reproducida, almacenada o transmitida de ningún modo ni a través de ningún medio,
ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, de fotocopia o por otros métodos
sin la previa autorización por escrito de los titulares del copyright.
Autor

Alfredo Olivera
Nació en 1966 en Buenos Aires (Argentina). Es Psicólogo (U.B.A). Fundador y director de «LT 22
Radio La Colifata», la radio de los internos del hospital Borda, primera radio en el mundo en trans-
mitir desde un psiquiátrico (Buenos Aires).
Fundador y actual director de la Asoc. Civil «La Colifata, Salud Mental y Comunicación» (O.N.G).
Es emprendedor social de Ashoka, entidad que brinda ayuda a personas que poseen una idea inno-
vadora, replicable a nivel global, y que produzca un cambio social significativo.
En el año 2005 fue nombrado «Ciudadano Destacado de la Ciudad de Buenos Aires» por la Legisla-
tura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En 2007 coorganizó junto al equipo de la Asociación en Buenos Aires, el Primer Encuentro Mundial
de radios realizadas por usuarios de servicios de Salud Mental.
Desde 1994 y hasta la fecha realizó asesoramiento y cursos de formación a decenas de experiencias
inspiradas en el modelo de La Colifata en Argentina, Chile, España, Francia, México e Italia.
Desde 2004 hasta 2009 proveyó de material editado de la radio al artista Manu Chao para el arma-
do del disco «Viva La Colifata», finalmente publicado en 2009. En 2010 y 2011 se desempeñó como
docente de la materia Teoría y Técnica de Grupos Cátedra II de la facultad de Psicología de la Uni-
versidad de Buenos Aires.
Alfredo Olivera es fundador de la Asociación «La Colifata Francia» abordaje de medios de comuni-
cación como herramienta clínica, de producción de ciudadanía y de intervención desestigmatizan-
te, donde desarrolla tareas de supervisión y capacitación para proyectos basados en el abordaje de
medios para la producción colectiva de la salud mental.
En París (reside allí desde 2012), trabajó como director del «Servicio de Acompañamiento para la
Vida Social» (SAVS) de la Asociación Elan Retrouvê y como director responsable de Radio Citron.
Trabaja en la Psiquiatría del Sector en el Hospital Roger Prevot de Moisselles y como referente ins-
titucional del CATTP del Sector de Asnières-Sur-Seine donde junto a otras personas desarrolla el
proyecto de radio «Sin Nombre» o Radio «Liprane».
Ha dictado conferencias en el campo de la Salud Mental y la comunicación en ámbitos académicos
de Alemania, Brasil, Colombia, Francia, España, Italia, Holanda, Cuba, México, Ecuador, Chile,
Uruguay, Rusia y China así como también en Argentina.
Agradezco especialmente a Veronica Kazimierczak,
Maria Pía Olivera, Sergio Suez, Ignacio Sourrouille,
Gustavo «Wimpy» Salgado, Guillermo Bravo,
Asunción Pié Balaguer, Martín Correa Urquiza
y a todas y todos los colifatos.

Las fotografías que acompañan esta publicación fueron cedidas


gentilmente por Ignacio Sourrouille y por Gustavo «Wimpy» Salgado.
© FUOC • PID_00227500 9 Índice

Índice

Introducción. Lo colectivo: motor de producción de condiciones


para la salud ............................................................................................ 13
1. Dos ideas ............................................................................................ 15
2. Nuevas posibilidades para la salud, nuevos territorios para el arte,
nuevas condiciones para la política ................................................... 17
3. La subjetividad ................................................................................... 18
4. Significaciones sociales imaginarias ................................................... 22
5. Salir a la calle ...................................................................................... 25
6. Novedad ............................................................................................. 26

Capítulo I. Semillas ................................................................................. 29


1. Surgimiento de otras radios «colifatas», los viajes y el armado
de redes .............................................................................................. 29
2. Surgimiento de nuevas experiencias después del Encuentro Mundial
en 2007 ............................................................................................... 78

Capítulo II. «Westinhousenn». La radio en el grabador ........................ 101


1. Por el Ojo, video sin cámara. LT22 La Colifata, radio sin antena ...... 101
2. La idea surge en el colectivo ............................................................... 107
3. La mesa en el Borda y el grabador Westinghouse .............................. 108
4. El nombre ........................................................................................... 115
5. Ya somos una radio ............................................................................ 120
6. Don Américo ...................................................................................... 123
7. La feria de los inventos ....................................................................... 124

Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo............................... 127


1. Consultorio de Armando Bauleo en Buenos Aires ............................ 130
2. Encuentro en la Escuela de Psicodrama de Tato Pavlovsky ............... 142
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Capítulo IV. Lo abierto como multiplicación dramática ...................... 159


1. «Los locos y los niños…», juego en una escuelita de Dock Sud ......... 159

Capítulo V. Nuevos actores para la creación de espacios en salud ........ 165


1. Los medios de comunicación como potenciales productores
de espacios en salud ........................................................................... 166
2. La Colifata como significante ............................................................ 170
3. Prácticas de inclusión en el dispositivo radial. Temáticas delirantes.
Modos de abordaje ............................................................................. 182

Capítulo VI. Proyecto político, ético-terapéutico y estético (1999) ...... 191


1. Ladran ................................................................................................ 191

Capítulo VII. La dimensión diagnóstica ................................................ 195


2. Colifata 24 horas ................................................................................ 196
3. El DRG ................................................................................................ 198
4. Estudio móvil. Radio itinerante ......................................................... 202
5. Estudio externado de radio ................................................................ 204
6. Nuevos dispositivos de trabajo........................................................... 205
7. Volviendo a la cuestión diagnóstica .................................................. 209

Capítulo VIII. Aproximaciones para pensar la dimensión estética


en La Colifata...................................................................................... 215
1. Tramatizadores de lo disperso ............................................................ 215
2. Proceso de conformación de grupalidad
en el incipiente dispositivo. Algo de historia ..................................... 222
3. La operación técnico-terapéutica como recurso de intervención
en el dispositivo radiofónico grupal o instalación plástica sonora .... 229

Capítulo IX. El dispositivo en La Colifata. Clínica del asombro ........... 241


1. El arte en el «entre» del dispositivo/instalación. Desarrollo
de una lógica del acontecimiento y de situaciones clínicas ............... 241
2. Anexo ................................................................................................ 268
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Capítulo X. Retazos de La Colifata ......................................................... 275


1. Noticias de la eternidad. La noción social del tiempo en La Colifata ..... 276

Capítulo XI. La promoción de la salud................................................... 291


1. Colifata Solidaria ................................................................................ 291
2. Rehabilitación ¿o promoción y empoderamiento? ........................... 292

Capítulo XII. Crónica de una intervención de la Asociación La Colifata


en el barrio 34 Hectáreas de Bariloche a pedido de la fundación
Nuevo Encuentro. Informe para Ashoka ........................................... 309
© FUOC • PID_00227500 13 Introducción

Introducción. Lo colectivo: motor de producción


de condiciones para la salud

Figura 1. LT22 La Colifata. Acrilico de 47 x 30 cm. Año 2002. Ignacio Sourrouille.

Esta publicación referirá una experiencia llamada La Colifata ue nació en


agosto de 1991. Con un modo de existencia y difusión original, fue la primera
radio en el mundo en transmitir desde un neuropsi uiátrico y, dada la gran re-
percusión y visibilidad obtenida, dio origen después a cientos de experiencias
ue se han ido diseminando por el globo.
e reunido para este libro una selección de artículos de diversas épocas algunos
fueron escritos para la ocasión, otros publicados oportunamente y los hay ue
permanecieron inéditos. Los presentaré en su mayoría de manera cronológica.
Invito al lector a sumarse al recorrido de un pensamiento ue se produce y se in-
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terpela de manera constante, en el ejercicio permanente de la práctica y ue, mal


o bien, pero de manera cierta, ha influido, acompañado y marcado su desarrollo.
A través del recorrido de los distintos escritos, trataremos de dar cuenta de
cómo fue pensada, o al menos esbozada, la dimensión de lo colectivo, enten-
diéndola como motor de producción de condiciones para la salud.
Lo colectivo es como lo inconsciente, no se interpreta si no en expresiones o
formas diversas ue emanan de él. Lo colectivo, como entidad abstracta, es en sí
mismo inasible, funciona como motor para la producción de condiciones para
ue «algo pase», ue podrá ser saludable o no, y ue, además, podrá crear condi-
ciones para la política o el arte. Ahora bien, ¿ ué es lo saludable y ué entende-
mos por salud?
La existencia de La Colifata denuncia lo colectivo, lo enuncia, lo anuncia, lo
remite y se ampara en él. Lo colectivo como má uina abstracta, en palabras de ean
Oury1, se da en espacios de confluencia y se expresa a modo de constelaciones.
emos creado usinas sensibles a esto, «usinas de la espera para lo inesperado», un
contrasentido básico ue se abre a la fuerza de lo diverso, y crea cierta distancia
para ue en la relación entre las cosas y los sujetos «algo pase», es decir, algo se
produzca. Algo inasible también pero advenido a la forma, ue será mutante como
efecto de lo pluridimensional o «polidimensional» seg n Fran ois Tos uelles2.
ay algo « ue pasa» ue va pasando, ue se constituye en fenómeno, y ue
«es más fuerte ue la voluntad de provocarlo expresamente».3 Las «usinas de la
espera para lo inesperado» no garantizan la aparición de algo ue podríamos
llamar fenómeno, ya ue si bien nos animamos a nombrarlo, él será lo suficien-
temente escurridizo como para no uedar atrapado en discursos ue lo reduzcan
a una explicación. Sin embargo, esto no evita ue sea apropiado de modo singu-
lar por uien lo vive. Es allí donde radica su fuerza. Todo fenómeno es una suerte
de expresión de lo colectivo en la confluencia de una particular constelación, su
forma es efímera y escurridiza, pero es al fin el punto del instante o periodo don-
de algo pueda modificarse la percepción de sí mismo, del mundo, etc.
Lo inasible de lo colectivo y del fenómeno no es lo mismo una cosa ue la
otra, aun ue todo fenómeno incluye lo colectivo se nos presenta de manera

1. Nicola Filibert. «Le nombre de Choses». Entrevista a ean Oury «L Invisible». https // .you-
tube.com/ atch?v yllVU9kY2Os
2. Psi uiatra catalán refugiado en Francia. Considerado el padre de la psicoterapia institucional.
3. Nicola Filibert. «Le nombre de Choses». Entrevista a ean Oury «L Invisible». https // .you-
tube.com/ atch?v yllVU9kY2Os
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distinta. No es el fenómeno en sí, sino sus condiciones y/o bien, lo ue produce


en nosotros. No podemos hablar de inconsciente colectivo o de fantasma de un
grupo sin violentar masivamente una interpretación.
La Colifata se constituyó fenómeno, entidad ue podemos llamar sujeto co-
lectivo se dejó y se deja amorosamente hablar por una multiplicidad de discur-
sos ue la explican, pero a la vez es lo suficientemente resistente como para
uedar atrapada en ninguno de ellos, ya ue también es creadora de una narrati-
va, a veces poética, a veces caótica. Siempre hay algo más, siempre algo se escapa,
y es en parte esa fuerza la ue radica en el fenómeno.
En La Colifata creamos dispositivos abiertos, lo aleatorio funciona como prin-
cipio regulador, y lo colectivo como «má uina abstracta». ¿Por ué planteo lo
aleatorio como principio regulador? Algo no previsto se presenta, lo produjo la
usina misma o viene de su entorno próximo o lejano, lo cierto es ue irrumpe en
un espacio com n. Tenemos como principio incorporarlo para su circulación,
interpelación y trabajo. No podemos pensar lo colectivo como má uina abstrac-
ta si no introducimos la dimensión del azar como principio regulador. Lo aleato-
rio a uí está planteado de manera «batesoniana».
¿Y la salud? A uí tenemos tal vez el mayor problema. ¿Nos centramos acaso en
lo colectivo ue habita a un sujeto?, ¿al grupo, a la institución, a la sociedad? Lo
nico ue afirmamos es ue lo colectivo habita y atraviesa todas esas instancias y
ue la salud deberá ser construida con categorías diferentes en cada una de ellas.
La nave Colifata se lanzó a la deriva en un mar de condiciones cambiantes ue
podríamos llamar lo colectivo y se construyó estocástica4 en la línea del tiempo,
pudiendo incluso llegar a mutar en sus características. Lo aleatorio o el azar en La
Colifata fue y es constitutivo de su experiencia. El azar como principio invarian-
te, más ue un contrasentido, es una guía para el trabajo de creación de condi-
ciones para la salud. Si La Colifata es una nave, lo colectivo no solo está en el mar,
sino en cual uier otro náufrago del tiempo con uien conecte.

1. Dos ideas

La Colifata se presentó al mundo desde dos ideas fuertes. La primera fue la


aparición de un sujeto de la enunciación no esperado junto al lugar desde donde

4. En el sentido de ue incluye variables no determinadas, aleatorias, azarosas.


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se originó la experiencia. La segunda fue el modo de presentarse la radio sin an-


tena, «existir a partir de otro solidario ue hace un lugar» como eje central de una
estrategia comunicacional ue permitió trabajar en el camino de cuestionar terri-
torios y circuitos circunscritos al discurso y recorrido de de personas con padeci-
miento psí uico. Estas dos ideas instalaron preguntas acerca de los modos del «ser
nombrados» y pusieron en movimiento dispositivos grupales con objetivos tera-
péuticos y de promoción de la salud, ue en nuestro caso se presentaron «abier-
tos» a lo social. Espacios basados en coordenadas ue incorporaron lo aleatorio
como principio regulador, e hicieron hueco a la expresión de gestos y procesos
instituyentes en la tarea de la producción colectiva de condiciones para la salud
mental. La carencia se transformó en potencia y el azar, en parte de una estrategia.
El modo de difusión adoptado desde sus orígenes devino metodología para la
creación y el desarrollo del proyecto, operando el nombre La Colifata como resul-
tado y a la vez como analizador de un proceso de construcción ue partió del ima-
ginario ue la produjo y frente al cual se posicionó como elemento ue lo intervi-
no en la tarea de deconstrucción de ciertas significaciones sociales imaginarias5.
Esta lógica de «lo abierto» inauguró un diálogo de campos y creó condiciones
para el trabajo en m ltiples direcciones. Una de ellas fue ue, de manera concre-
ta, logramos torcer o burlar los modos de transitar el espectro social asignados a
estas personas, ya ue al «loco» se le destinan circuitos de contacto y sociabilidad
con «otros locos», bajo el resguardo o no de uienes trabajan para ue se «inte-
gren». Estos modos de producción de llamémoslo así maneras de circular so-
cialmente no son privativos nicamente de los sujetos con padecimiento o fun-
cionamiento psí uico particular, sino ue operan de manera general en diversos
colectivos, tales como por ejemplo los de inmigrantes, produciendo identidades
en resistencia. «Me constituyo en tanto posibilidad para el ser en la negación de
lo ue el otro dice ue soy». Una fórmula ue podría ser «Soy en la afirmación
del no soy de lo ue dices ue soy». A veces, posicionarse así, si bien abre un
espacio para el sujeto nuevo de la enunciación, le inscribe una matriz de discurso
ue por negación o afirmación lo instala en la lógica ue pretende cuestionar. Tal
vez lo más cruel de los procesos de estigmatización sea el estar condenados a
pasar la vida en circuitos y territorios relacionales restringidos a la condición de
diferente, de enfermo, de extranjero. Creo ue en ese punto fallan la mayoría de
los dispositivos ue se nombran como de rehabilitación o de acompañamiento,

5. Adoptamos esa terminología desde el pensamiento de C. Castoriadis.


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al terminar siendo refugios para «identidades» ue finalmente se erigen resisten-


tes y cerradas. Cabría señalar entonces ue lo ue verdaderamente vale no es el
«ser diferente», sino la creación de condiciones de posibilidad para producir di-
ferencia6, ue no es lo mismo. La diferencia es un valor ue se crea en el encuen-
tro de diferentes, es así como vamos logrando salir de los terrenos y circuitos
ghetificantes y de las identidades en resistencia ue funcionan como paradoja de
un «abrigo ue aprisiona». Iremos viendo cómo en La Colifata hemos trabajado
abonando movimientos hacia la «exogamia» en el sentido de ir creando redes de
contacto ue faciliten a los integrantes del espacio el relacionarse con personas
ue se desenvuelvan fuera de los circuitos de la psi uiatría.
La existencia de La Colifata creó también condiciones para el surgimiento de
decenas de experiencias, primero en Argentina, luego en Latinoamérica y más
tarde en Europa, y se debió al fenómeno suscitado, no solo como irrupción de
algo nuevo sino también como práctica con fuerte impacto ue perduró en el
tiempo. Su metodología de retransmisión de microprogramas editados y distri-
buidos en diversas radios la llevo rápidamente a distintas regiones del país y cu-
riosamente a la Rep blica Oriental del Uruguay, donde ya en 1992 era retransmi-
tida por más de tres radios. La «radio sin antena» precisó nuevos actores, los
comunicadores sociales, uienes desde un principio se manifestaron entusiastas
receptores de la idea, y llamaron luego a colectivos e instituciones locales a lan-
zarse a la aventura de hacer radio, abriendo nuevos escenarios de creación para
la participación salutífera del colectivo social.

2. Nuevas posibilidades para la salud, nuevos territorios


para el arte, nuevas condiciones para la política

La Colifata nació en la comunidad, se nutrió de las iniciativas de uienes


conectaron con la experiencia, se produjo como sujeto colectivo y se lanzó
para deconstruir imaginarios y construir nuevos territorios para el arte, nuevas
condiciones para la política y nuevas posibilidades para la salud.
Decir «nuevas posibilidades para la salud» es muy amplio y debe ser preci-
sado. Elegimos hablar de espacios en salud y no de salud en como potencial,

6. Olivera, A. Buenos Aires, septiembre de 2009 . Ponencia en audiencia p blica sobre la nueva ley
de servicios y medios audiovisuales.
© FUOC • PID_00227500 18 Experiencias innovadoras en salud mental

de como dada , ya ue la salud no está definida ni garantizada por el espacio,


sino ue es en él donde se crean condiciones para producirla. Si lográsemos
definir ué entendemos por salud, y si además nos aventuráramos a hablar de
salud mental colectiva, ¿a ué nos estaríamos refiriendo?, ¿ uiénes participa-
rían y en ué territorio se constituiría?
Lo colectivo puede pensarse como escenario «de fondo» y también como
reunión de varios en espacios concretos. Lo de má uina abstracta de ean
Oury lo remito más a una topología lógicas de confluencia ue introducen a
las determinaciones la dimensión de lo aleatorio ue a una topografía terri-
torios donde confluyen , luego somos nosotros uienes intentamos situarlo
en espacios institucionales, de la clínica y de lo grupal. El primero engloba al
colectivo social como entidad abstracta al ue dirigimos la propuesta. El se-
gundo, a lo colectivo expresado y localizado como nudos de confluencia en
los dispositivos montados, ue son espacios de encuentro entre sujetos ue
interact an antes el DRG y los espacios en las radios retransmisoras, ahora
además las redes sociales como dispositivos también . En ese caso, la fuerza de
lo colectivo interact a y es alojada en dispositivos de trabajo donde oyentes,
internos de un psi uiátrico, exinternos, visitantes, familiares, amigos, estu-
diantes, periodistas, etc., coinciden en la experiencia de encuentro. La radio se
lleva adelante con todos estos participantes, incluso los oyentes y sus formas
variadas de participación, sean estas llamadas o mensajes en redes sociales.
Todos pueden tomar la palabra, con presencia virtual o real en los jardines del
ospital, y esto en el marco de una coordinación realizada por el e uipo de
intervinientes.

3. La subjetividad

Será en la dimensión grupal «abierta» donde haremos lugar a diferentes posi-


cionamientos subjetivos y donde uedarían habilitadas nuevas posibilidades
para la producción de recorridos de la singularidad, entendida en términos de
trazo experiencial, como camino de la subjetividad. A propósito de esto y refi-
riéndose al grupo, uan Carlos De Brasi es citado por Marcelo Percia en Notas para
pensar lo grupal y dice ue un grupo «puede referirse como un proceso desenca-
denado por los cruces y anudamientos deseantes entre miembros singulares …
una singularidad existe solo a partir de sus conexiones, vecindades y relaciones
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… La singularidad recuerda De Brasi se practica»7. La tensión entre lo indivi-


dual y lo colectivo no se presenta dicotomizada en una definición simple lo
singular adviene en lo colectivo. En dispositivos como La Colifata importa el
sujeto en tanto «va siendo» en la impronta colectiva, es decir, en el contacto, el
roce, el cruce, el encuentro, el desencuentro con los otros.
Pero lo colectivo no solo se expresa en el roce, en el contacto lo colectivo es
en un sujeto/sujetado y como síntesis particular de lo diverso8.
La Colifata, así como la mayoría de las experiencias ue se inspiraron en ella,
creó condiciones para un trabajo de intervención en procesos subjetivos mediante
situaciones clínicas ue emergen y habilitan a una operatoria inmersa en ese movi-
miento la tarea no es solo de a uel ue ubicamos como interviniente, pero la res-
ponsabilidad en la conducción sí. Situaciones grupales ue habilitan operatorias
ue puedan significar un cambio de posicionamiento subjetivo o más bien un
cambio en la manera de gestionar subjetivamente un posicionamiento. Esto sí,
pensado desde la clínica psicoanalítica y desde coordenadas tales como Edipo/cas-
tración. ablar de subjetivación en espacios abiertos de lo grupal es creer ue pue-
den crearse situaciones ue confronten el sujeto a «nuevos posibles», o en la anda-
dura de los procesos grupales «sorprenderse» en un nuevo recorrido antes
impensado para uien lo transita. Espacio para la expresión singular de la subjetivi-
dad ue lo confronte a nuevas versiones de sí mismo y del mundo. Lo terapéutico
de nuestros espacios radica en la posibilidad de advenir a nuevos modos de apropia-
ción subjetiva de recorridos ue se producen en la situación de lo grupal, en el tra-
bajo de creación de versiones de la propia historia y del presente compartido ue,
entre otras cosas, permita al sujeto descapturarse de sufrimientos inconmensura-
bles. Algunos presentados como reproducción serial de las mismas escenas, las
mismas visiones, los mismos modos de satisfacción. Salirse de las repeticiones ue
capturan y hacen sufrir a uienes la ejercitan puede ser parte del trabajo terapéuti-
co. En otros casos, generar condiciones para ue algo se instale, aun ue sea como
ritual repetitivo, puede oficiar como marco o sostén, y en ese sentido también pue-
de ser terapéutico. No será igual el trabajo psí uico de sujetos constituidos desde la
neurosis ue el de a uellos estructurados desde las psicosis, ni tampoco las inter-

7. Percia, Marcelo 1993 . Notas para pensar lo grupal pág. 42 . Buenos Aires Lugar Editorial. Las
palabras de uan Carlos De Brasi las toma de uan Carlos De Brasi 1987 . «Desarrollos sobre El Gru-
po-Formación». En Lo Grupal 5. Buenos Aires Ed. B s ueda.
8. Rozichner, León 1979 . Freud y los límites del individualismo burgués.
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venciones, pero en todo caso habrá un espacio abierto para la creación de nuevas
condiciones de posibilidad para la salud, ue alojará la particularidad discursiva,
modal y/o relacional de a uel ue se acer ue a ser parte de la radio.
Volviendo a lo señalado por Leon Rosichner a su vez citado por Marcelo Per-
cia , él dice ue la singularidad es la síntesis particular de lo diverso, es decir ue
en a uello producido como singular en un recorrido de la subjetividad, ya sea
por agenciamientos, roces y conexiones, etc., lo colectivo no se hallará presente
nicamente en el entre o en la multiplicidad de vecinos colindantes, sino ue se
expresará además en un posicionamiento, como síntesis particular de lo diverso.
Singularidad, para nosotros, además de plantear un recorrido, remite a una posi-
ción y a lo colectivo ue habita un sujeto. Tenemos asimismo el problema del
ue interpreta y del interpretante es así como un mismo texto dicho puede reso-
nar polifónicamente abandonando la síntesis para volver a lo diverso en uien
escuche. Entonces la subjetividad se expresa en recorridos, como estructura
abierta a lo otro, es un posicionamiento respecto a lo colectivo ue la habita y
ue al enunciar se enuncia y lo enuncia.
¿ ué hay de lo inconsciente en todo esto? ¿Y del deseo? No existe lo humano
sin deseo, y esto supera incluso toda categoría diagnóstica.
El hecho de haber mencionado categorías diagnósticas tales como neurosis o
psicosis nos lleva a preguntarnos sobre el particular. ¿Cómo se aborda desde La
Colifata la cuestión diagnóstica y, en definitiva, cómo está construido ese sujeto
de la intervención?
El diagnóstico, en su dimensión estructural, la división neurosis-psicosis, nos
sirve como puerta de entrada a la «verdad» subjetiva de « uien hable» en sus
variados recorridos y en el marco de los dispositivos montados, pero no como
criterio de nica verdad ue defina al sujeto.
Trabajaremos a partir de un «diagnóstico de situación» conforme a una no-
ción de salud mental construida desde el encuentro de diversas disciplinas y sa-
beres. Conforme a una concepción amplia definida recientemente por la OMS
calidad de vida, acceso a pertenecer a la comunidad de donde se viene, a traba-
jar, a los afectos, a la historia, a la identidad .
Nuestro trabajo se asemeja a la concepción de una «clínica ampliada» y con-
forme a una idea de salud mental ue no niega pertinencias y abordajes específi-
cos, pero ue los integra en una visión centrada en el sujeto y también en su
contexto articulando intervenciones de diversos campos. Me valgo ahora de un
párrafo citado por Alicia Stolkiner en su trabajo «Conceptualizando la salud
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Mental en las prácticas Consideraciones desde el pensamiento de la medicina


social/salud colectiva latinoamericanas»9, donde cita a De Sousa Campos.

«Los postulados sobre salud-enfermedad-cuidado de la corriente médico social/salud


colectiva llevan indefectiblemente a desplazar el eje de las prácticas de la enfermedad
al sujeto y a cuestionar la práctica médica centrada en las patologías individuales. Se
propone, entonces, una práctica integral ue incorpora la dimensión subjetiva, histó-
rica y social tanto en el abordaje de poblaciones como de sujetos singulares. Práctica
ue se desplaza de la ontología de la enfermedad al sujeto, produciendo una clínica
ampliada ue re uiere de nuevos modos de gestión del trabajo en salud horizontali-
zación y articulación entre especialización e interdisciplinariedad»10.

La cuestión es sumamente compleja si decimos ue el dispositivo radiofónico


de grupo da cabida a m ltiples personas, todas ellas se erigen en «usuarios» del
espacio. Sin embargo, no es lo mismo ese oyente ue se acerca una vez ue el ue
se hace visitante habitual, como tampoco es lo mismo uien estando internado
se acerca una vez o esporádicamente, ue a uel ue viene regularmente, entra en
transferencia con el espacio y en relación con el cual no solo se interviene, sino
ue se realizan una serie de procedimientos. ¿Cuáles son esos procedimientos y
cuáles los objetivos del trabajo? En el capítulo referido a la cuestión diagnóstica
nos referiremos al tema.
En la clínica tradicional puede constituirse una demanda y hay espacios especí-
ficos donde se aloja un padecimiento. En La Colifata los síntomas y los padeci-
mientos son alojados pero no significa ue uien participe se acer ue demandan-
do un alivio. El sujeto ue se acerca no es a priori un sujeto preso de la enfermedad
ue demanda una atención aun siendo alguien ue lleve años de internación o
incluso si está atravesando sufrimientos insondables , sino más bien un sujeto de
la «curiosidad» caracterización posible para un ser en «b s ueda» ue podrá o no
enunciar sus padecimientos, y donde pueda crearse en la situación una demanda
ue permita una intervención terapéutica. La escucha va a ser sostenida desde un
lugar de la ética en tanto alojar y trabajar desde la «verdad subjetiva» de uien

9. Stolkiner, Alicia Ardila Gómez, Sara 2012 . «Conceptualizando la salud Mental en las prácticas
Consideraciones desde el pensamiento de la medicina social/salud colectiva latinoamericanas». Ver-
tex-Revista Argentina de Psiquiatría pág. 19 .
10. Gast o Wagner De Sousa Campos 2001 . Gestión en Salud. En defensa de la Vida. Buenos Aires
Lugar Editorial.
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enuncia un dolor o relata su modo particular de percibir y significar el mundo.


uien se acerca a la radio entonces puede estar atravesando un periodo de emer-
gencia de una enfermedad psí uica o un proceso agudo, pero lo abordaremos a
priori como un «sujeto de la curiosidad», y la radio puede ser incluso parte de una
estructura con pretensiones de salud mental. Esto es muy importante para poder
reubicar lo ue llamamos terapéutico en La Colifata y nos invita a pensar cuestio-
nes del orden principalmente del deseo, de la demanda y también lo referido a la
constitución de un diagnóstico. Nos anticipamos diciendo ue nos saldremos de
la triada enfermedad-diagnóstico-tratamiento sin renunciar por ello a la clínica ni
a lo ue llamamos terapéutico en la reconfiguración de los espacios de interven-
ción y teniendo en cuenta la redefinición del concepto de salud.

4. Significaciones sociales imaginarias

Otro aspecto de nuestra intervención ue estará presente en los capítulos si-


guientes es el referido al trabajo de deconstrucción de significaciones sociales
imaginarias, en palabras de Castoriadis. La operación ue se realiza sobre el mag-
ma de representaciones o significaciones sociales imaginarias se basa en un
modo de intervención ue podemos resumir de manera sencilla transformar en
pregunta todo a uello ue se presente como certeza, es decir, ubicarnos como
tercero entre la comunicación ue se establece entre el otro social y el protago-
nista de la radio. Lo ue hay ue saber es ue los «saberes cristalizados» se presen-
tan como «sentido com n» o verdad cuasi natural y ue, en todo caso, el pensa-
miento hegemónico de una época se expresará fragmentado y estallado en
discursos del sentido com n, de manera heterogénea y clivada o disociada in-
cluso por más valorativos ue parezcan algunos de ellos. La táctica en nuestro
caso será de deconstrucción lenta.
El proceso de construcción colectiva ue da nacimiento a un sujeto colectivo
llamado La Colifata es tal no tanto por advenir a la conciencia de sí, sino más
bien por alojar las inconsciencias pululantes, heterogéneas y eficaces del imagi-
nario ue la precede, la produce y frente al cual interviene. Sujeto colectivo ue
resulta analizador11 del contexto ue lo provoca forzando un poco el concepto

11. Analizador en el sentido planteado por René Loureau en El análisis institucional 1975 , cap. 7
« acia una intervención socioanalítica».
© FUOC • PID_00227500 23 Introducción

creado por René Lourau y capaz de arrojarse a interpelarlo e interpelarse. Sujeto


lanzado a la herida del tiempo no como entidad autodefinida a partir de una se-
rie de valores preestablecidos, ni como resistencia ante a uello presentado como
hegemonía de valores si bien no desconoce ni renuncia a ese tipo de lecturas ,
sino un ser colectivo en el movimiento y sus formas alcanzadas nunca finales,
siempre abiertas, metabolizando y devolviendo como pregunta a uello ue en
expresiones particulares del imaginario se produce como certeza. Incubadora de
sueños expresados por uienes conectan oyentes, comunicadores, otros en ge-
neral , movimiento lanzado a atravesar su época, muestrario grotesco de las ex-
plosiones del sentido com n. La Colifata como hallazgo, como palabra adorme-
cida del lunfardo, como loca ue despierta y sale a caminar caminada,
caminando y caminante.
Rastrearemos entonces los modos de su ser nombrada, así como las formas a
las ue advino en sus accidentes, tropiezos, aciertos, imposibilidades e «imagine-
rías locas». También podremos pensar el deseo allí como deseo del Otro12. Podría-
mos incluso valernos de la imagen aportada desde el «estadio del espejo»13 como
figura imaginaria, nunca como verdad científica, pero sí como metáfora para la
ilusión de un «yo colifato».
La posición privilegiada a la ue advino por ser pionera, la irrupción como
sorpresa ue obligó a crear modos de nombrarla en espacios diversos. ¿Cómo fue
apropiada por uienes la realizaban? ¿Cómo la nombraron a través del tiempo
los internos de un psi uiátrico, la prensa, los ámbitos académicos y de divulga-
ción cultural, así como también las decenas y luego centenas de radios ue la
presentaron y la retransmitieron?
Sujeto colectivo ue en alg n momento adviene a un modo propio de nom-
brarse en una primera fórmula para el ser «la radio sin antena» y en una segunda
para su avenir «existir solo a partir de otro solidario ue hace un lugar». Se puede
comenzar a ser en el lugar donde el otro desea, y se adviene deseante también por
eso. Pero esta segunda fórmula es también claramente política seré en la medida
en ue hagas un lugar para mí, el lugar para mí es en la palabra y «mí» se confi-
gura y se delimita en soportes ue vienen del otro. Es decir, ue advenir al ser en
nuestro caso precisó no solo del deseo, sino de un acto, de una acción deseante

12. Fórmula del deseo en . Lacan, trabajada en el Seminario 11.


13. Lacan, a ues 2013 . «El estadio del espejo como formador de la función del yo je tal como se
nos revela en la experiencia psicoanalítica». En Escritos 1 pág. 99 . Madrid Ed. Biblioteca Nueva.
© FUOC • PID_00227500 24 Experiencias innovadoras en salud mental

realizada por los otros. La Colifata atraviesa la experiencia de lo complejo de ser,


a la vez producto de una época y actriz para su transformación.
No será la hegemonía como discurso homogéneo la ue nos interese al ue
por lo tanto habría ue oponerle otra homogeneidad en formato contrahegemó-
nico , sino ue, en todo caso, nos importa la complejidad por donde el discurso
hegemónico se exprese de manera heterogénea y frente al cual ensayaremos for-
mas lo más creativas posibles para su abordaje, deconstrucción e intervención/
transformación. Todo esto es posible desde la lógica de lo abierto expresada más
arriba y en la apertura a lo aleatorio como reguladora del funcionamiento colifato.
Estoy hablando de una cuestión de estrategia, de una lectura de situación,
de un estar en tiempo presente. Lo evidente, frente a una serie de representacio-
nes ue auspicien conductas de exclusión, sería oponerle otra serie de represen-
taciones ue las refuten. Frente a a uello ue se presenta como hegemónico o
dominante, oponerle una fuerza contrahegemónica, como resistencia de argu-
mentos sólidos y elaborados. Lo ue planteamos es ue para poder deconstruir
debemos desarrollar escenarios en los ue la construcción se exprese. acer si-
tio a a uello ue se presente como certeza, para introducir una distancia ha-
ciéndole preguntas. Estas «preguntas» lanzadas al imaginario se constituyen en
el ir y venir de los microprogramas presentados en las radios y en el registro de
las llamadas y mensajes de los oyentes. Preguntas siempre tangibles, referidas a
situaciones concretas.
¿Cuáles son las condiciones de producción de la experiencia? ¿Cómo el pro-
ceso de su construcción creó además condiciones para la producción de conoci-
miento?
La Colifata ser colectivo en tanto espacio o dispositivo radiofónico productor
de singularidad con efectos subjetivantes, y ser en tanto sujeto de la cultura y su
tiempo deviniendo actriz en el imaginario.
Es evidente ubicar este proyecto como una intervención permanente en el
imaginario colectivo, pero tal vez no resulte tan evidente el hecho de plantear
ue La Colifata adviene al ser, en el imaginario ue la precede, y ue al crearla
La Colifata es resultado de una creación colectiva la expresa en su modo de
concebir el mundo, la delimita, le hace lugar, le habla. El proyecto en sí se cons-
tituye como analizador de una época y sus modos particulares de crear espacios
para la locura, y por ello se convierte en instrumento de intervención. Es nece-
sario continuar este camino para el análisis y poder conceptualizar este modo de
construcción de condiciones para la política. Digamos en principio ue se es, se
© FUOC • PID_00227500 25 Introducción

adviene a algo en la manera particular de ser concebidos, y ue la intervención


es posible dejando entrar maneras particulares de la expresión de uien conecte
para desde allí introducir una pregunta ue ponga distancia a eso ue se afirma,
haciendo espacio al intersticio en territorios nuevos, lugares de abono y de en-
cuentro. Es ese un modo concreto, una invitación al colectivo social para ue
cree y a la vez se piense creando, pudiendo o no tomar distancia de algunas de
sus certezas. Me resulta necesario plantear e insistir en ue las «certezas» se ma-
nifiestan y descubren/encubren/recubren en infinidad de lenguajes propios del
«sentido com n». La tarea de deconstrucción se organiza micropolíticamente.
La cuestión de lo hegemónico y lo contrahegemónico planteada por Gramsi, y
trabajada entre otros por Guattari, se descompone y reorganiza de otro modo.
Ya no es identificar nicamente una fuerza «nociva», la del estigma, y oponerle
otra como resistencia, sino ue trabajamos con la fuerza del otro entre otras
operaciones posibles.
oy, tras casi 25 años de andadura y con la existencia de internet y las redes
sociales, la posibilidad de indagar las encarnaduras concretas de los imaginarios
e intervenir en ellos introduciendo pe ueñas diferencias como pregunta se ha
multiplicado de manera inusitada. Lo ue intento explicar entre otras cosas es
ue para poder desmitificar, el mito deberá aparecer, y va a aparecer justo en el
punto de contacto entre personas. Incluso insistirá en el discurso de las personas
internadas, no solamente en el de los oyentes. La Colifata, para constituirse,
tomó la fuerza del deseo colectivo y sus construcciones imaginarias, y pudo ad-
venir al ser en ese diálogo.

5. Salir a la calle

La Colifata salió del psi uiátrico para alojar deseos de otros en situación de
b s ueda, no solo a través de grabaciones sino de manera concreta con su DRG
Dispositivo Radiofónico Grupal . La feria del Fanzine donde participábamos
con «los corresponsales» en 1991, la segunda Bienal de Arte oven, donde se ori-
ginó el primer programa en vivo desde otra emisora, las transmisiones desde la
Feria de los inventos en la Sala Municipal de Exposiciones, la «radio recreo» des-
de la escuela Normal 5 de Barracas junto a los niños, allí ya con el transmisor de
1 ats. La aventura de La Colifatita en el ospital Infanto uvenil Carolina Tobar
García. Luego las salidas a las plazas, y a los pueblos del interior del país.
© FUOC • PID_00227500 26 Experiencias innovadoras en salud mental

La Colifata fue considerada un «clásico» de los Congresos de Salud Mental y


DD. . organizado por las Madres de Plaza de Mayo, participó de manera inin-
terrumpida en al menos ocho de los once Congresos. Transmitió el primer teóri-
co de la materia Teoría y técnica de grupos II14 en la Universidad de Buenos Aires al
abrir un cuatrimestre. Es decir, ue el dispositivo sirvió como elemento dinami-
zador para un trabajo colectivo de reflexión el contenido de una materia de
grado de la Facultad de Psicología. La radio cerró con una transmisión el III
Congreso Metropolitano de Psicología en tanto dispositivo de trabajo, cedió la
palabra a los cientos de psicólogos ue habían participado en ese encuentro y fue
escenario para la discusión y las conclusiones. El oyente com n seguía la trans-
misión del cierre del Congreso desde su casa, ya sea por antena o por internet. La
Colifata, además, hizo innumerables transmisiones en el marco del programa
«Colifata Solidaria» y en recitales de m sica, como por ejemplo con el artista
Manu Chao, transmitiendo en directo desde el estadio Luna Park por FM e inter-
net para el mundo.
Otra cuestión ue debería captar nuestra atención y ueda pendiente abordar
es el hecho de ue la palabra colifata dio nombre a grupos de m sica rock en Río
IV Argentina , de hip hop en Chile, a restaurantes en México, a una hostería en
Verona Italia , a un hostel en Gualeguaych Argentina y a una pizzería en el
barrio de Belgrano en la Ciudad de Buenos Aires además, cientos de usuarios
identifican sus correos electrónicos con el nombre de colifata o colifato, o se pre-
sentan así en las redes sociales. La importancia de haber alojado movimientos
como el de los m sicos de la calle en Barcelona merece un capítulo aparte.

6. Novedad

El hecho de ser una novedad la instaló rápidamente en los medios masivos


como experiencia innovadora. Muy rápidamente fuimos invitados a exponer en
ámbitos académicos y culturales, creando condiciones para la replicación de la
idea. Además, desarrollamos estrategias de comunicación y construcción política

14. La cátedra de Marcelo Percia. Cátedra a la ue fui invitado por él para trabajar como docente
durante los años 2009 y 2010. Entre las cosas interesantes ue hicimos menciono también el armado
de un disco ue se llamó Deliberar La Colifata y ue invitaba a los estudiantes a reflexionar sobre la
experiencia La Colifata.
© FUOC • PID_00227500 27 Introducción

basada en la creación de «autopistas comunicacionales no convencionales»,


como puede ser una publicidad, un largometraje cinematográfico, la participa-
ción en vivo en conciertos, la grabación de discos y vídeos con artistas de la esce-
na p blica, etc. Este ltimo aspecto no solo debe ser considerado como nuevos
modos de comunicar, sino ue fue fruto de un posicionamiento sensible y de
una estrategia, y sus consecuencias fueron m ltiples. Por ejemplo, hoy muchos
integrantes de radio La Colifata, si bien ya no concurren al espacio, son amigos
de los amigos de a uellos ue alguna vez se presentaron como oyentes o visitan-
tes y contactaron con nosotros. uiero decir ue esta estrategia, ligada a la idea
de ue para producir salud mental hay ue «sacar los pies del plato de la salud
mental», repercutió muy significativamente y en concreto en la formación de
redes y lazos sociales de los integrantes de La Colifata. Como mencionaré en el
capítulo referido a la cuestión diagnóstica, entre los años 2008 y 2010 más del 40
de las relaciones sociales sostenidas regularmente por los integrantes de La
Colifata se habían originado en el marco de las actividades de la radio y luego
habían tomado total independencia.
La Colifata fue un nombre políticamente incorrecto, un «alarde de sentido no
com n, para correr ciertas cosas del orden»15. Fue jugar con la asignación social
ue viene del otro social para desde allí hacer preguntas, poder hablar y echar a
circular también espacios de acción concreta, permitiendo a los oyentes conver-
tirse en hacedores de la experiencia.

15. Con esa frase un locutor de FM Radio del Plata cerraba el espacio de Radio La Colifata de los fines
de semana en Canal 95. Originalmente la frase decía «un alarde de sentido com n para poner ciertas
cosas en orden».
© FUOC • PID_00227500 29 Capítulo I. Semillas

Capítulo I
Semillas

Los ejes a través de los cuales se produjeron condiciones para la difusión, pro-
yección y replicación de la idea «Colifata» fueron su metodología de difusión, la
aparición sistemática en medios de prensa la participación permanente en espa-
cios académicos y culturales, el desarrollo de capacitaciones y asesoramiento di-
rectos y la estrategia de llegar con el proyecto a través de vías innovadoras de
comunicación filtrándose en intersticios de lo social. Para ello hemos desarrolla-
do de manera sistemática iniciativas y actividades ue han resultado «prensa-
bles» es decir de interés publico y general. El hecho de haber sido elegido por
Emprendedor Social de Ashoka ayudó en gran parte al proceso de comunicación
y multiplicación de la idea.
En el capitulo ue sigue haré un recorrido historico de la influencia de Radio
La Colifata en el nacimiento de nuevos proyectos inspirados en ella y en sus mo-
dos de funcionamiento. Daré cuenta del lento proceso de armado de redes, inter-
cambio, y mutuo aprendizaje entre las experiencias emergentes. La Colifata se ha
instalado como «marca» en la cultura de nuestro tiempo.

1. Surgimiento de otras radios «colifatas», los viajes


y el armado de redes

« … el maestro radialista José Ignacio López Vigil menciona que “el comunicador debe ser
apasionado”…, la mejor radio es aquella que se hace fuera de los estudios, con la gente.»1

1. osé Ignacio Lopez Vigil, comunicador popular cubano. Fundador de la Asociación Mundial de
Radios Comunitarias AMARC para Latinoamérica. Entre otros libros ha escrito Manual urgente para
radialistas apasionados y apasionadas. Cita extraída de «Incertidumbre», periódico de la Semana de la
Comunicación de la Universidad Politécnica Salesiana de uito, Ecuador. Año 2010. http //incerti-
dumbreups.blogspot.fr/2010/06/mano-mano-radio-parlantes-de-la.html
© FUOC • PID_00227500 30 Experiencias innovadoras en salud mental

1.1. Modalidades y mutaciones

En sus comienzos, Radio La Colifata existía como espacio abierto en el ospi-


tal Borda y sus producciones se hacían oír en otras emisoras, ese mismo año «los
corresponsales colifatos» iban cada viernes a realizar notas en la calle a los tran-
se ntes. A partir de obtener la primera antena, donada por un oyente en 1992,
pasó a ser la primera radio en el mundo en transmitir desde un psi uiátrico. Las
salidas con el dispositivo abierto de intervención, en espacios p blicos e institu-
cionales, se sistematizaron en el año 1993 en oportunidad de ser invitados a la
Feria de los Inventos y de ofrecer transmisiones grupales con la pe ueña antena
móvil de un vatio en las escuelas, nombrando radio nómade o itinerante a la
nueva modalidad.
Para el año 1994 inauguramos el «Multimedio Colifato», basado en la misma
idea de difusión de micros, pero en este caso se trataba de producciones escritas y
periodísticas ue se publicaban en diferentes medios de interés general, como dia-
rios y revistas de circulación masiva y periódicos barriales. En 1995 comenzó un
ciclo semanal en vivo en una FM comunitaria llamada FM Latinoamericana, ue
conducían entre seis y ocho integrantes con participación activa de los oyentes.
acia 1999 «el móvil colifato» vino a darle continuidad a la tarea de los anti-
guos «corresponsales colifatos», esta vez por medio de salidas al aire en vivo y en
directo desde el lugar donde se encontraban. Un viejo vehículo donado por los
oyentes trasladaba al e uipo de corresponsales para ue pudieran realizar notas
de actualidad, ue se difundían en directo por medio de otras radios.
Entrado 2003 se sumó La Colifata TV con sus diversos formatos micro, maga-
zine, sección en vivo y especiales anuales, difundiendo en canales abiertos y de
cable, p blicos y privados, así como en la eb.
En 2006 la resolución de la Autoridad Federal de la Comunicación le otorga
frecuencia legal a La Colifata en el 100.3 FM de la ciudad de Buenos Aires, reco-
nocida mediante la resolución 753-COMFER/2006.
En abril de 2011 la radio comenzó a emitir las veinticuatro horas todos los
días por antena y como radio eb, y, ya en 2014, la compra de un transmisor de
diez kilovatios el anterior era de medio kilovatio y el emplazamiento de una
torre de cuarenta y dos metros con su nueva antena permitieron a La Colifata
cubrir gran parte de la ciudad de Buenos Aires. De este modo pasó a ser una radio
más entre las otras con un alcance medio. Meses más tarde se sumó el hecho del
armado de un estudio «externado», ue permitió tener un nuevo lugar desde
donde transmitir fuera del hospital. Estos avances se dieron en el marco de la
© FUOC • PID_00227500 31 Capítulo I. Semillas

nueva Ley de servicios de comunicación audiovisual argentina n mero 26.522,


y, por primera vez en la historia de la radio, con apoyo del Estado argentino.
Las emisiones se realizan entonces desde tres lugares los días sábado, en di-
recto desde el hospital durante la semana, desde su estudio en la sede de la Aso-
ciación La Colifata, Salud Mental y Comunicación y el tercero seguirá siendo el
ya tradicional estudio móvil ue emite desde plazas, par ues, universidades,
teatros, estadios, etc. La Colifata continuará filtrándose como acontecimiento en
los intersticios sociales «hasta ue el río se mezcle con el mar». Estas modalidades
de existencia y difusión coexistieron y a n algunas de ellas coexisten entre sí,
todo ello de manera articulada.
Con el auge de internet y la aparición de las redes, la totalidad de los conteni-
dos radiofónicos y audiovisuales pasó a formar parte de una estrategia de comu-
nicación destinada a crear situaciones de encuentro en lo social con efectos clí-
nicos, inclusivos y desestigmatizantes.

1.2. Repercusión en los medios

En el primer aniversario la reconocida revista La Maga le dedicó una nota y el


diario La Prensa publicó un extenso reportaje. Inmediatamente después hubo
artículos en la revista del diario Clarín, en la revista Noticias, en el diario La Na-
ción y en casi todos los medios de la Argentina, incluso en algunos del Uruguay.
El diario Página 12, en 1993, destacó en doble página un reportaje hecho por los
integrantes de La Colifata al director del ospital Borda donde, entre otras cosas,
se le preguntaba acerca del uso del electrocho ue.

Figura 2. Revista La Maga. Agosto de 1992. Ícono cultural de la Ciudad de Buenos Aires durante la
década de los ' 90.
© FUOC • PID_00227500 32 Experiencias innovadoras en salud mental

Figura 3. Diario Página 12. Marzo de 1993. Un grupo de siete integrantes de La Colifata entrevistan en
exclusiva al Director del Hospital Borda Raúl Ktroba. Nace «Multimedio Colifato» cuya idea es generar
contenidos comunicacionales que se inserten en medios de comunicación de interés general, masivos o
comunitarios. «Multimedio Colifato» funciona como una agencia de noticias y con el mismo concepto
que la retransmisión de microprogramas.

Pero fue a partir de 1994 cuando, a través de agencias de noticias como Reu-
ters la experiencia empezó a conocerse en el mundo. Medios de Alemania, como
Der Spiegel, Der Tagesspiegel y la cadena ARD de televisión de Inglaterra, como
The Sunday Times, The Telegraph, The Independent y la BBC, radio y televisión de
Francia, como Le Monde, L’Humanité, Courrier International, L’Express, las revistas
L’Âne, Télérama, TV5 y France Culture de Estados Unidos, como The Lancet, The
Boston Globe, San Francisco Chronicle, Chicago Tribune, Washinton Post, New York
Times, la revista Times y el canal de noticias CNN diarios, radios y televisiones de
Cánada, olanda, Noruega, Tailandia y Australia se hicieron eco de la existencia
del fenómeno La Colifata, así como los sudamericanos Folha de São Paulo, O Glo-
bo de Río en Brasil, el diario El Tiempo y la revista Gatopardo de Colombia, El
Mercurio de Chile, La República y el semanario Brecha del Uruguay, entre muchos
otros. En 1995 La Colifata se retransmitía en más de veinte radios de Argentina
AM y FM, p blicas, privadas y comunitarias siete del Uruguay, dos radios comu-
nitarias de España y regularmente unas veinte de América Latina, ue estaban
afiliadas a la red AMARC Asociación Mundial de Radios Comunitarias .
© FUOC • PID_00227500 33 Capítulo I. Semillas

En el año 1996, luego de una nota publicada en la sección internacional del


New York Times escrita por el periodista Calvin Syms, los estudios Paramount
Pictures se pusieron en contacto conmigo por ue estaban interesados en ad ui-
rir parte de los derechos de la historia de mi vida Rights History Life . En ese mo-
mento, Terry Gilliam2 estaba interesado en hacer un filme y tuvimos una serie de
entrevistas telefónicas con su e uipo de producción. La película hasta el momen-
to no se hizo, pero, con el dinero recibido por la cesión de derechos, pudimos
dedicarnos de lleno a desarrollar el proyecto. No sería inexacto decir ue, duran-
te el periodo ue va desde el año 1996 hasta el 2000, La Colifata fue financiada
casi en su totalidad por olly ood.

Figura 4. Diario The New York Times. Mayo de 1996. Este artículo motivó el interés de la compañia
cinematográfica Paramount Pictures de filmar una película sobre La Colifata.

2. Terry Gilliam es actor y director de cine, nacido en Estados Unidos. Miembro del grupo humorís-
tico Monthy Python de Inglaterra. Como director, entre otros, se encuentran los filmes Monty Python
and the Holy Grail 1975 , Brazil 1985 y Twelve Monkeys 1995 .
© FUOC • PID_00227500 34 Experiencias innovadoras en salud mental

Figura 5. Diario Le Monde, Francia. Junio de1996. Señala, además del éxito de audiencia, los efectos
traumáticos de la guerra de Malvinas y de la dictadura militar en la sociedad Argentina y, como
La Colifata refleja de alguna manera esas situaciones.

Figura 6. Diario Bangkok Post, Tailandia. Febrero de 1996. A través de las agencias de noticias
La Colifata llega a lugares recónditos del planeta.
© FUOC • PID_00227500 35 Capítulo I. Semillas

Figura 7. Diario Jornal do Brasil. Agosto de 1996. Habla de suceso entre el público argentino y destaca
el hecho de ser la primer radio que transmite en directo desde un hospital psiquiátrico.

Figura 8. Diario The Independent, Inglaterra. Agosto de 1996. Refiere al éxito de audiencia y el nivel de
participación obtenido fruto del mecanismo de retransmisión de microprogramas en radios de escucha
masiva en Argentina.
© FUOC • PID_00227500 36 Experiencias innovadoras en salud mental

La enorme e inusitada repercusión en la prensa local e internacional, la retrans-


misión en otras radios de habla castellana y la presentación de trabajos en congre-
sos internacionales motivaron diversas invitaciones para participar en foros acadé-
micos y culturales, principalmente en Europa y Sudamérica, incluida Argentina.
Esta estrategia de comunicación ue solo fue posible debido a la irrupción de algo
inesperado, como lo fue una radio gestionada por personas con diagnóstico psi-
uiátrico creó condiciones para ue en diversas partes del planeta no solo surjan
sino ue sean bien acogidas iniciativas de este tipo, y nos puso en contacto con
grupos e instituciones específicos, interesados en replicar la idea. La Colifata ha
influido directa e indirectamente en la creación de un sinn mero de experiencias
radiofónicas realizadas por personas usuarias de servicios de salud mental, en algu-
nos casos diría personas «padecientes» de esos «servicios».

1.3. Antecedentes

Debo mencionar algunas experiencias ue se realizaron previamente, y de las


cuales no tuve conocimiento hasta cierto tiempo después. El primer caso es muy
interesante, ya ue ocurrió en el mismo espacio donde luego fundé La Colifata.
Andrés Mouratian formaba parte de Cooperanza en 1987 y coordinaba un taller
literario hasta 1989, cuando abandonó el espacio y no regresó hasta 1997 para
desarrollar un proyecto de radio ue se llamó Radio Babel. La experiencia Babel
duró poco más de un año. La Colifata para esa época ya funcionaba de manera
independiente a la Cooperativa Esperanza. Andrés Mouratian, a uien no tuve
oportunidad de conocer personalmente, había realizado grabaciones de manera
sistemática con los internados entre 1987 y 1989, ue tomaron la forma de re-
portaje. Algunas de las grabaciones fueron presentadas en un programa de radio.
ubo entonces antes de mi llegada y en el mismo espacio un registro, alguien
ue grabó con personas hospitalizadas en el psi uiátrico, ue luego fue compar-
tido en un espacio radiofónico. Podría ser considerado ello como un «germen»
de lo ue luego fue la lógica de existencia de La Colifata, es decir, la grabación y
difusión de microprogramas en otras emisoras.
En el mes de diciembre de 1991 hubo un encuentro de Desmanicomialización
en el Centro Cultural General San Martín, y los corresponsales colifatos participa-
ron haciendo reportajes a los panelistas y concurrentes. Pude escuchar en boca de
un diputado brasilero por primera vez ue un grupo de «loucutores» tenía un
programa de radio en una FM de la ciudad de Santos, Brasil, y se llamaba Tam
© FUOC • PID_00227500 37 Capítulo I. Semillas

Tam. «Loucutores» es un juego de palabras en portugués entre louco y locutor, es


un neologismo construido de manera inteligente. Supe ue se hacían llamar así
muchos años después y ese modo de nombrarse se corresponde con la lógica de
nuestro trabajo, es decir despertar las palabras para ponerlas en movimiento.
Deconstruir no es cambiar una cosa por otra, sino más bien hacer algo con lo ya
construido. Simplemente esa palabra, loucutores, condensa y desplaza el pasaje de
la locura a un devenir otro sin tapar o negar esos modos desde donde la sociedad
nombra, pero no por ello aceptándolo como mote condenatorio. El nombre «Tam
Tam» remite a los tambores y es un modo también de referirse a la locura en Brasil.
Recién en 1997 volví a encontrarme con esta experiencia cuando, en oportu-
nidad de participar en Río de aneiro en un apartado del Congreso de Rehabilita-
ción Psicosocial organizado por la WARP World Association for Psychosocial
Rehabilitation , mi presentación fue precedida por Paulo Amarante, uien se re-
firió al proyecto Tam Tam ue, por ese entonces, ya había dejado de funcionar.
Diez años más tarde, esta vez en Buenos Aires, fui invitado a exponer en una
mesa en el Congreso de Salud Mental y Derechos umanos de Madres de Plaza
de Mayo junto con él. El nombre de la mesa fue «Lucha antimanicomial. Trans-
formación de saberes, luchas y prácticas», y luego fue publicada en el libro Salud
mental. Experiencias y prácticas.3 Fue en ese momento cuando por primera vez
entré en contacto directo con la bailarina Claudia Alonso, ue formaba parte de
Tam Tam, ya ue estaba prevista la llegada de la compañía de teatro Orgone, ue
formaba parte del proyecto. Pude saber por medio de ella ue la experiencia co-
menzó a idearse en 1989 en el centro de salud Anchieta el ue fuera el antiguo
ospital Psi uiátrico Anchieta, conocido como «La casa del horror» y en 1990
tuvieron su programa de radio en Radio Universal AM de Santos.
Tam Tam fue fundado por Renato Di Renzo, si bien el programa de radio ya no
existe, el proyecto sigue siendo una usina de producciones creativas, incluso hasta
han realizado eventos de modas. Tam Tam, si bien no fue una radio ue transmitía
desde un hospital psi uiátrico, fue la radio como instrumento de intervención en
el espacio p blico con objetivos de inclusión de la diversidad. Fue planteada como
una experiencia de creación y surgió desde un espacio destinado a la salud mental.
También se menciona Radio Fragola como antecedente de La Colifata, aun-
ue disiento de esa afirmación, conozco esa experiencia por ue estuve allí en el

3. azi, Gregorio Ajerez, Margarita Coord 2008 . «Lucha antimanicomial. Transformación de sa-
beres, luchas y prácticas», Salud mental. Experiencias y prácticas cap. 5, pág. 77 . Buenos Aires Espacio
Editorial.
© FUOC • PID_00227500 38 Experiencias innovadoras en salud mental

año 2004. Esta radio es hija de la tradición de las radios libres de los años setenta
y ochenta en Europa. Es una radio comunitaria creada en 1984 «expresión de las
mujeres y hombres ue viven, trabajan y estudian en nuestra ciudad»,4 ue se
vino a sumar a un espacio físico donde antes hubo un manicomio, efecto de una
política ue logró transformar un lugar de segregación y encierro en un espacio
p blico, abierto a expresiones sociales diversas y con la intención no totalmen-
te lograda de integrarlo al paisaje urbano de la ciudad. Radio Fragola responde a
la lógica de las radios libres de Europa, como la mítica Radio Poppolare de Milán.
Es a partir del año 1998 cuando pasó a formar parte de la Red Net ork y recién
en 2003 se incorporó al proyecto la cooperativa La Piazzetta, destinada a generar
espacios de trabajo para colectivos excluidos y de salud mental.

1.4. Semillas de la comunicación

En 2001, luego de un largo proceso de selección, fui elegido emprendedor


social de Ashoka, una organización de origen norteamericano ue tiene sede en
todos los continentes y trabaja identificando líderes en innovación social. Du-
rante un periodo de tres años ayudan a los «emprendedores» a desarrollar su
idea innovadora otorgándoles un estipendio. La idea innovadora debe tener un
fuerte impacto a nivel local y ser replicable a escala global. En el marco de mi
pertenencia a Ashoka fuimos creando indicadores de impacto, tanto clínicos
como comunitarios, y comenzamos a elaborar los informes semestrales a partir
de 2002.
Basándome en un trabajo escrito en el año 2000, como parte de la aplicación
al proceso de selección en el apartado referido a la «replicación de la idea» para
ser parte de la Red de Emprendedores Sociales, presentaré las experiencias surgi-
das por influencia directa de La Colifata. Para ello, organizaré las diversas modali-
dades de existencia y de difusión alcanzadas desde la radio, para luego destacar en
ué aspecto fueron replicadas. Es interesante notar ue todas ellas se hacen llamar
«radio», cuando en la mayoría de los casos no lo son técnicamente sino concep-
tualmente, lo cual marca claramente una definición en términos políticos.
ay experiencias ue nacieron como taller en hospitales psi uiátricos, otras
en servicios de psicopatología de un hospital general, algunas en hospitales de
día, en centros de rehabilitación o acompañamiento a la vida social. Incluso las

4. http // .radiofragola.com/la-radio/radiofragola.html
© FUOC • PID_00227500 39 Capítulo I. Semillas

hay ue nacen desde asociaciones. Muchas de ellas fueron mutando con el tiem-
po, tal es el caso de nuestra radio, ue nace como grupo informal dentro de otro
grupo parainstitucional y ue funciona «dentro del hospital pero fuera de la
institución»,5 y ue luego se constituye en asociación civil sin fines de lucro.
En cuanto a modalidades de existencia, distingo someramente dos tipos de
dispositivo de trabajo. El primero refiere al dispositivo abierto radiofónico grupal, y
el segundo al dispositivo radiofónico tradicional, entendido este como emplazado
en un estudio cerrado, con participación de algunas personas ue pueden ejecu-
tar diversas funciones, como conducción, locución, o desarrollar secciones o
columnas. Este formato concibe la radio en dos tiempos, uno de producción y
otro de puesta al aire.
A la hora de definir modalidades de difusión, podemos clasificar y reconocer
al menos seis.
La primera es la transmisión con antena en directo desde el hospital o institu-
ción desde donde se trabaja. La segunda remite a la confección y retransmisión
de microprogramas en otras emisoras. La tercera modalidad contempla el desa-
rrollo de un programa en vivo en una FM de la ciudad o pueblo. La cuarta se re-
fiere al traslado de la radio como dispositivo de intervención a espacios p blicos
e instituciones radio nómade o itinerante . La uinta es mediante una página
eb, podcast y difusión en redes sociales. Y la sexta es montar una radio eb a
través de un streaming. Todas estas modalidades funcionan en algunos casos arti-
culadas entre sí.
Los primeros ecos en su camino de influencia fueron en Argentina y se debie-
ron principalmente a la modalidad de retransmisión, además de la alta visibili-
dad obtenida mediante las apariciones en la prensa.
Durante los primero años, más precisamente en 1992, hemos trabajado con
un grupo de terapistas ocupacionales, ayudándolos a formar un taller de radio en
el ospital Infanto- uvenil Carolina Tobar García. El taller se llamó Desde Aden-
tro, y años después, junto con otras personas y amigos como avier González de
FM La Boca, se formó Imagínate, cuyo director fue Luis Moreyra, e incluso logra-
ron poner una antena en la terraza del hospital.
En Neu uén comenzó a existir Radio Vida 97.3 M z, en el Servicio de Salud
Mental del hospital de la capital. Esta radio de inspiración directa en La Colifata
nació el 29 de octubre de 1994 y transmitía con antena. Luego de casi veinte

5. Moffatt, Alfredo 1997 . Psicoterapia del oprimido. Buenos Aires Lumen- umanitas. Bajo el título
Socioterapia para sectores marginados pág. 184 en su sexta edición.
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años contin an a n reclamando una frecuencia legal. Entre los años 1994 y
1998 aparecieron el taller de radio «Viento Norte», en el ospital Frenopático
Fracasi de Rosario, Santa Fe el proyecto de Radio Coco Loco, en el ospital Psi-
uiátrico El Sauce de Mendoza, un taller en el ospital Pereyra, en la misma
provincia, y otro en el ospital Psi uiátrico Lobarrio, en San Miguel de Tucu-
mán. También en el psi uiátrico de Posadas, Misiones, nació LT11 Radio Un
Millón de Mangos, ue funcionaba justamente debajo de un árbol de mango. En
el ospital Alvear de la ciudad de Buenos Aires, Radio Límite luego El Desper-
tador , y en el ospital Melchor Romero de La Plata, El Encendedor. Todas estas
experiencias funcionaron bajo la modalidad de taller y hacían sus grabaciones
con un dictáfono ue, previo un trabajo de edición, difundían en otras radios en
formato de microprograma.
En Paraná, Entre Ríos, comenzó FM De La Nuca, ue derivó luego en Radio La
Bisagra, una radio «abierta y andariega», ue contin a en la actualidad y forma
parte de lo ue hoy es el ospital Escuela Roballos. Es llevada adelante por el
trabajo de un e uipo interdisciplinario, y en su recorrido han cosechado varios
reconocimientos. La Bisagra existe bajo la modalidad de programa de radio y se
realiza una vez por semana en una FM de la ciudad. Bajo esa misma modalidad
surgió tiempo antes en Rosario del Tala, también en Entre Ríos, el taller de radio
Abriendo Puertas, ue se producía en el Psi uiátrico Liniers y transmitía en vivo
en una radio local. Además de las mencionadas, posteriormente existió un taller
de radio en el ospital de Día perteneciente al ospital doctor Braulio Moyano,
donde las personas usuarias se trasladaban una vez por semana a FM La Tribu a
transmitir en vivo a principios del año 2000.
También existieron experiencias ue comenzaron con transmisor y antena des-
de un hospital. En 1997, por ejemplo, apadrinada por La Colifata, nació LT18 Radio
ondita 92.7 M z, en el ospital Psi uiátrico El onda, de San uan. En a uella
ocasión, una delegación de integrantes de La Colifata fue invitada a la provincia
para participar en su inauguración y en la ceremonia fueron nombrados padrinos.
Poco tiempo antes, en 1996, se creó Radio Puertas Abiertas, en la Colonia Do-
mingo Cabred, Open Door, emitiendo con frecuencia propia. Para su relanza-
miento, hemos brindado una capacitación en el año 2002, ue formó parte de un
plan de reformas de la región sanitaria para incorporar dispositivos en la comu-
nidad, como las casas de convivencia del partido de Moreno. Roto su transmisor,
la experiencia derivó en Radio en Movimiento, un dispositivo nómade ue fun-
ciona todavía en la zona de Luján, impulsado por ngel Rutigliano y avier Pere-
yra, uienes formaron parte del curso.
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Figura 9. Diario de Cuyo. Junio de 1999. La Colifata invitada de honor en la inauguración de FM Zondita,
radio con antena que transmite desde el Hospital Psiquiátrico El Zonda de la Provincia de San Juan, Argentina.

Figura 10. Diario Los Andes, Mendoza, Argentina. 1997. La idea de La Colifata comienza a extenderse a
distintas regiones de la Argentina.
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osé Ignacio López Vigil, cubano, a uien conocimos en 1993 gracias a un com-
pañero de ruta, Ernesto Lamas, uien era responsable latinoamericano de AMARC.
En esa época, osé Ignacio ya estaba desarrollando el concepto de radialistas radioa-
pasionados, y fue uien tuvo la idea de incluir, en los envíos de material ue regu-
larmente hacía AMARC a más de doscientas radios comunitarias suscritas en Amé-
rica Latina y el Caribe, un casete ue contenía veinte microprogramas de Radio La
Colifata. En esa oportunidad me pidió ue grabara un mensaje de apertura, donde
invitaba a todos los oyentes a escribirles a «los colifatos». Como resultado, recibi-
mos decenas de cartas ue procedían de muchos rincones de América. La experien-
cia de recibir mensajes sonoros y cartas conmovió a los integrantes del grupo,
uienes se organizaron para contestarlas o grabar sus respuestas. Ser parte de esta
red permitió ue muchas radios pasaran a retransmitir regularmente La Colifata e
inspiró el surgimiento de nuevas experiencias en América Latina.
En Argentina, desde sus inicios, Radio La Colifata fue retransmitida por cien-
tos de radios comunitarias, a través de ellas, sus integrantes encontraron una
proximidad con los oyentes, ue pasaron de ser anónimos a establecer un víncu-
lo y a llamarse por sus nombres. La primera fue la SOS de San Andrés, la segunda
fue FM La Boca y continuaron centenas de radios en el país. Por mencionar solo
algunas FM Alas del Bolsón, Radio El Arka, FM de La Calle de Bahía Blanca, FM
Encuentro de Viedma, FM Sur de uilmes, Futura de La Plata, Aire Libre de Rosa-
rio y, finalmente, radios de casi todas las provincias.
Las radios p blicas y las radios universitarias generaron también espacios ue
se instalaron durante años y en las ue la cercanía con el oyente era una constan-
te. En la ciudad de Pergamino una psicóloga, Griselda Enrico, no solo sostuvo la
retransmisión desde una AM muchos años, lo interesante era ue el micro de La
Colifata funcionaba como disparador para el tratamiento de problemáticas situa-
das «por fuera» de la locura.
En el año 1995, recibimos la propuesta de hacer un programa en vivo en una
FM comunitaria, situada en el barrio de Saavedra. FM Latinoamericana transmi-
tía en el 97.1, y tenía un nivel de inserción sumamente interesante en los barrios
de Ur uiza, Pueyrredón, Saavedra y otros. Fueron casi tres años una vez por se-
mana, un grupo de personas ue se encontraban internadas hacía un programa
de una hora en vivo. Era conducido, entre otros, por Alberto Gaspar, orge Osval-
do Garcés, Carlos Perrota, León Salvador Gaviota, Mario Váz uez, Diego Oliveri
y Ever Beltrán. Fue allí donde Garcés, el «filósofo de la colifata» como lo llama-
ban sus compañeros, leyó gran parte de sus obras, y fue en parte gracias a ello ue
las pudo recuperar, el día ue perdió su valija con todos sus escritos originales.
© FUOC • PID_00227500 43 Capítulo I. Semillas

uan Carlos Perrota no faltaba casi nunca, llegaba gracias a la gentileza de los
choferes de la línea 67. El saludo a los colectiveros en cada emisión aumentaba
su popularidad en Barracas, allí donde estaba la estación terminal de la línea y la
playa de estacionamiento de los colectivos. Perrota les llevaba los casetes con las
grabaciones y se uedaba muchas veces a tomar mate con ellos.
El programa era a la tarde y la vuelta al hospital se hacía larga. Siempre tenían
problemas para ue les guardaran la cena fue así como se lanzó al aire el pedido
una semana después, un oyente, un chico de unos 15 años llamado Pablo Cozza-
ni, se presentó portando porciones de comida. Cada miércoles uien años más
tarde se incorporara al e uipo de coordinación llegaba hacia el final del progra-
ma con la comida para seis personas, hecha por él mismo y con ayuda de su
madre. Pablo era un oyente de Radio FM Latinoamericana.
Estos ejemplos, así como muchos otros, dan cuenta de la importancia del de-
sarrollo de dispositivos abiertos ue hacen lugar a la impronta subjetiva de seres
«en b s ueda», es decir, espacios ue hacen lugar a «inscripciones deseantes» y
a la posibilidad concreta de realizar «actos en salud». Saberes «no expertos» ue
se activan o se producen en contacto, hay uienes trabajamos para promoverlos
y de esa manera también hacemos lugar o propiciamos una «clínica de la situa-
ción» pudiendo acompañar procesos de índole terapéutico con relación a las
personas para uienes trabajamos.

Figura 11. Revista «Viva» del diario Clarín, año 1995. Dos oyentes de las retransmisiones de Radio
La Colifata –una pareja de jubilados– luego de leer el artículo se comunicaron con la radio para donar un
vehículo Dos caballos que permitiera el traslado de los equipos. Este automóvil se convirtió luego en el
«móvil de exteriores» de La Colifata.
© FUOC • PID_00227500 44 Experiencias innovadoras en salud mental

1.5. Surgimiento de radios en Europa y Latinoamérica


en los años noventa

En Montevideo, en el mes de noviembre de 1997, surgió Radio Viladevoz,


para ese entonces, La Colifata continuaba siendo retransmitida en varias estacio-
nes del Uruguay.
Las primeras retransmisoras de La Colifata fueron la hoy desaparecida C 44
Radio Panamericana, allá por el año 1992, y FM El Dorado con su programa Port-
land al aire. En C 44 salía en dos programas, uno de ellos era el clásico de las
mañanas Amargueando en la Panamericana.
Asimismo hubo repercusiones en la televisión, en 1992 Omar Gutiérrez, con-
ductor de otro clásico magazine en Canal 4 de Montevideo, realizó un reportaje
en vivo en sus estudios junto al grupo de arte callejero Por el Ojo. Recuerdo ue
condujo la entrevista con dos micrófonos, uno era el de la televisión y el otro era
el de La Colifata.
Luego se sumaron más retransmisoras, como C 30 Radio Nacional y Radio
Carbe. En 1993 nos afiliamos a Latinoamérica y entramos en contacto con un
proyecto llamado COMCOSUR Comunicación para el Cono Sur , ue era finan-
ciado desde Alemania y tenía como objetivo el desarrollo local de experiencias de
participación ciudadana. COMCOSUR producía un programa llamado Eternau-
tas ue era distribuido en la red local de radios comunitarias del Uruguay, y co-
menzaron a incluir nuestras producciones en ese circuito, como por ejemplo en
FM El Puente. Carlos Cáceres y uergen Moritz fueron importantes impulsores de
La Colifata en el país vecino ellos les sugirieron a Andrés iménez6 y a las perso-
nas ue estaban montando la radio en el ospital Vilardebó producir en formato
de microprograma y desarrollar una estrategia de comunicación ue permitiera
hacer circular esos contenidos en espacios diversos. Tal es así, ue durante los
primeros años Radio Vilardevoz se hacía llamar «La radio sin antena». En 1999
fui invitado al encuentro nacional de radios comunitarias organizado por
AMARC Uruguay, «Con los pies en la tierra y la voz en el aire», con la intención
de promover una ley ue tuviera en consideración y legalizara las radios comu-
nitarias. Fue luego de esa visita cuando se sumó también a las retransmisiones el
programa El planetario, ue se emitía en AM 810 Radio El Espectador. En el marco
de ese encuentro pude visitar el ospital Vilardebó, el Centro de Día y la Sala de

6. Andrés iménez junto a un grupo de estudiantes de Psicología fundaron Radio Vilardevoz y fue su
principal referente.
© FUOC • PID_00227500 45 Capítulo I. Semillas

uegos desde donde se iniciaba la increíble aventura de ir del bó a la voz, también


con un pe ueño grabador de periodista ue circulaba mano en mano.
Encontré a Andrés iménez, a Cecilia Baroni y a Mónica Giordano, y discuti-
mos acerca de las políticas de comunicación y de la concepción ética puesta en
juego a la hora de editar microprogramas. Recuerdo largas conversaciones en
casa de Andrés y Cecilia. La radio sin antena del Uruguay pasó luego a ser con an-
tena, gracias al deseo y esfuerzo de sus integrantes y al trabajo de Gustavo Gómez,7
así como al desarrollo alcanzado por las radios comunitarias de ese país. Radio
Vilardevoz ha generado el dispositivo de «fonoplatea», un concepto interesante
usado por las radios comunitarias del Uruguay ue toma de las entrañas de la
historia de la radiofonía esa manera colectiva de hacer radio, actualmente llaman
«desembarco» al dispositivo radiofónico nómade de intervención directa en la
comunidad.

Figura 12. Periódico La Brecha, República Oriental del Uruguay. 1998. Sobre Radio Vilardevoz: «Somos
una radio sin antena» dice Andrés Jimenez ...«hemos ido variando para generar las condiciones de una
comunicación espontanea» agrega en otro pasaje Geraldina Pezzani.

7. Presidente de AMARC Uruguay a mediados de los años noventa.


© FUOC • PID_00227500 46 Experiencias innovadoras en salud mental

Figura 13. Microprogramas de radio Vilardevoz para la difusión en radios retransmisoras. (Foto: La
Colifata).

Muchas de las radios «colifatas» o «locas», realizadas por usuarios de servicios


de salud mental, ue florecieron en otras partes del mundo en la segunda mitad
de los años noventa, lo hicieron bajo la modalidad de programa con un disposi-
tivo tradicional de radio y emitían algunas hoy lo siguen haciendo desde emi-
soras comunitarias o municipales.
A partir del año 1996 se creó Aterrizaje Forzoso, en el Servicio de Rehabilita-
ción del ospital General de I ui ue, dos años más tarde comenzó Radio Dur-
chgeknalt en N remberg, Alemania, así como Radio La Vitrina en Collado Villal-
ba, en las afueras de Madrid. En 1999, Romper Barreras en Málaga, España, y
Radio Estación del Paraíso, en Santiago de Chile.
Thomas Leifth, periodista de la cadena de televisión ARD, había sido enviado
a la Argentina para realizar un informe documental sobre Radio La Colifata, tra-
bajo ue luego fue premiado por el canal Arte de Alemania. Recibieron una suma
de dinero y parte de este fue donado a la Asociación La Colifata. Más tarde, cuan-
do Thomas organizó, junto a un grupo de miembros del Foro Latinoamericano en
Berlín, una serie de conferencias bajo el título «Aprender de Latinoamérica», fui
invitado a disertar, y ese encuentro marcó el comienzo de Radio Durchgeknalt.
© FUOC • PID_00227500 47 Capítulo I. Semillas

Un grupo de periodistas ue presenciaron la conferencia, junto con Thomas


Leifth, decidieron formar el grupo. «Durchgekgnalt» vendría a ser un homónimo
del nombre «Colifata», pero en una especie de lunfardo alemán. Comenzaron
emitiendo en Radio de N remberg con participación de usuarios de un servicio
de salud mental ambulatorio. Esta experiencia contin a hasta nuestros días, re-
cientemente fui entrevistado telefónicamente para Radio , retomando el con-
tacto luego de casi veinte años.
Radio La Vitrina de España, del Centro de Salud Mental de Collado Villalba,
transmitía desde la radio de la Alcaldía de esa localidad, en las afueras de Madrid.
Nació en 1998 y el día de su primer aniversario nos sorprendieron con una llama-
da telefónica para contarnos de su existencia, además de realizarme un reportaje.
Lo interesante en este caso y en muchos otros es ue comienzan a surgir expe-
riencias construidas de manera transversal, donde hay participación de diversas
instituciones un efector en salud mental se articula con la municipalidad y reci-
be fondos de un programa de desarrollo social. Considero clave el desarrollo de
políticas ue contemplen la intersectorialidad, aunando recursos en beneficio de
la inclusión.

Figura 14. Agencia Deutsche Presse de Alemania (DPA). Reproducido en el Diario Río Negro de la Patagonia
Argentina. Mayo de1999. Después de ser invitados al ciclo «Aprender de Latinoamérica» en el Foro
Latinoamericano en Berlín, periodistas presentes en la conferencia crearon Radio Durchgeknalt en 1998.
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Figura 15. Diario Tagesspiegels. Año 1997. Durante la visita realizada a Berlín invitados por el el Foro
Latinoamericano en Berlín, el ciclo: «Aprender de Latinoamérica».

En 1999 viajé a Santiago de Chile y pude conocer el Psi uiátrico de La Paz, un


lugar oscuro, parte de la imaginería del terror de los santiaguinos. Luego se puso
en contacto conmigo un grupo de psicólogos ue trabajaba en el Sanatorio El
Peral, en esa época era dirigido por Mauricio Gómez, uien lideró una serie im-
portante de transformaciones en favor de la integración de las personas, transfi-
riendo recursos de internación en asilos a la red general de salud, principalmente
para la creación de servicios de salud mental en hospitales generales y el desarro-
llo de una red de hogares y residencias protegidas gestionadas por los servicios de
salud con financiamiento p blico. Durante mi estancia en Santiago asesoré al
e uipo de Radio Estación del Paraíso, uienes venían de comenzar su andadura.
Visité las instalaciones y trabajamos específicamente lo referido a estrategias de
difusión mediante el armado de microprogramas.
© FUOC • PID_00227500 49 Capítulo I. Semillas

Radio Estación del Paraíso se «externó» años más tarde del psi uiátrico y con-
tinuaron como programa en la Comuna de San Miguel, transmitiendo desde una
FM comunitaria.
En Chile, La Colifata se había hecho conocida principalmente gracias a un
programa de televisión ue se llamaba De Pé a Pá, conducido por Pedro Carcu-
ro, al ue fuimos invitados. Asistimos, junto con dos integrantes, ngel Villa y
Vicente C., en el año 1996. Ese día también estaba presente como invitado en
los estudios Diego Armando Maradona recuerdo a «Villita», creador del Borda
Tango Club, cantando Caminito en los camarines del canal junto al ídolo de
todos.
Radio Romper Barreras tuvo sus inicios en 1999. Creada por Blanca Moreno
Mitjana, docente y responsable del Departamento de Personalidad, Evaluación y
Tratamiento Psicológico de la Universidad de Málaga, uien toma de La Colifata
la idea de la radio como herramienta ue permite articular, en un dispositivo
radiofónico de grupo, la dimensión clínica, propia del padecimiento psí uico,
con la dimensión social del problema cristalizado en el estigma. Fue presentado
como proyecto de investigación y en ese contexto comenzó a funcionar.

1.6. Surgimiento de radios en el siglo xxi

Para el año 2003, y seg n el informe del segundo semestre presentado a As-
hoka sobre el apartado dedicado a la replicación de la idea, sumaban ya veintiséis
las experiencias en el país y doce las ue funcionaban en otras partes del mundo
como efecto del impacto de La Colifata y del trabajo de armado de redes.
Entrando en el segundo milenio, continuamos con los pedidos de capacita-
ción y los viajes, las radios «colifatas» o «locas» continuaron multiplicándose en
Europa y Latinoamérica. En agosto de 2001 recibí la invitación de Beate Schulze8
para participar en la Primera Conferencia Internacional Todos contra la Estigma-
tización Together Against Stigma International Conference , celebrada en Lei-
pzig, Alemania, y auspiciada por el departamento alemán del programa interna-
cional Open-the-Doors y el Departamento de Psi uiatría de la Universidad de esa

8. Beate Schulze es investigadora de la Universidad de rich y ha dedicado varios trabajos al proble-


ma de la estigmatización de la es uizofrenia. Uno de sus trabajos, «Mental-health stigma expanding
the focus, joining forces», fue publicado por la revista científica Lancet 2009 an 31 373 9661 362-3.
doi 10.1016/S0140-6736 08 61818-8. Epub 2009 an 21 .
© FUOC • PID_00227500 50 Experiencias innovadoras en salud mental

ciudad. Realizamos el viaje junto a uno de los integrantes de la radio, Daniel


López, uien conducía en esa época el programa Mundo deportivo.
Daniel nació en Galicia y cuando tenía un año y medio viajó junto a sus pa-
dres a la Argentina, escapando de la guerra civil española. Era uno de los «niños
del 36». En ese periodo, trabajábamos junto a su psi uiatra y la asistente social de
su servicio lo referido a su proceso de alta y, al tener una nueva posibilidad de
viajar a Europa, pensamos ue podía ser la oportunidad para ue regresara a su
tierra y conociera el lugar donde nació. Por eso, durante los cuatro meses previos
al viaje, Daniel trabajó junto a su asistente social buscando datos sobre su familia
en España.
Por fin viajamos al Congreso de Psi uiatría, durante nuestra conferencia esta-
ban presentes varias asociaciones de familiares, ue plantearon la in uietud de
realizar proyectos de radio. Tal vez lo más importante de esos días no fuera la
presentación académica sino la planificación de esa aventura. Daniel tenía 65
años y había partido de España con menos de 2 años. Terminado el congreso en
Leipzig, nos trasladamos al sur de Portugal, para desde allí iniciar un largo viaje
en tren, ue duró tres días.
No teníamos muchos datos, salvo el teléfono de una prima suya llamada Mi-
lucha, y mientras transcurría el periplo nos disponíamos a encontrar a su familia
o lo ue uedara de ella. Mi tarea era ayudarlo a prepararse, o bien para un en-
cuentro o para un desencuentro, y ambas posibilidades necesitaban de un traba-
jo de elaboración. Fue así ue el lento viaje en tren, saliendo desde Faro con pa-
radas en Lisboa y Oporto, nos dio ese tiempo necesario para conversar y evocar
innumerables sucesos de su vida, así como para trabajar sus expectativas respecto
del viaje. Sus nueve internaciones, sus años de trabajo en el ferrocarril, la muerte
de su esposa, el nacimiento de su hija, fueron temas recurrentes en el camino
hacia tierra galega.
Llegamos a Pontevedra, y nos comunicamos con su prima, uien nos dijo ue
debíamos tomar a n otro tren. unto con su esposo, nos fueron a buscar luego a
la estación de Catoira.9 Daniel saludó parco, era evidente ue estaba conmovido,
y habló poco durante el viaje hasta la casa. Su prima, mientras tanto, le enseñaba
los campos al tiempo ue decía «Detrás de a uellos viñedos vivía tu tío, el her-
mano de tu padre. Del otro lado de la colina estaba el pueblo del ue era oriundo
tu padre. Yo vivo del lado de la estación, junto a mi marido y mi hija, también

9. Catoira es el nombre de una pe ueña ciudad ue cuenta con una población de entre mil uinientos
y dos mil habitantes aproximadamente, ue viven en caseríos dispersos en la zona rural de Pontevedra.
© FUOC • PID_00227500 51 Capítulo I. Semillas

tengo nietos. Tu madre venía a descansar junto a este solar, y al fondo puedes ver
la capilla de Catoira». Doblamos hacia la derecha y Milucha nos señala el cemen-
terio y dice «Y esta es la casa de todos…». Continuamos, entonces, por el cami-
no, dimos la vuelta en una es uina y al fondo divisamos un gran portón. «Llega-
mos, Daniel, a uí naciste t ».
Se asomó tras la puerta un hombre de unos 80 años o más, era pe ueño y es-
taba en buena forma era su tío político. Daniel parecía petrificado. El hombre
nos hizo entrar, luego nos invitó a sentarnos debajo de una parra y apareció una
mujer muy anciana, ue era la hermana de su madre. Al fondo había dos casas,
una nueva y otra de piedra muy antigua. Nos sentamos, nos sirvieron café e in-
mediatamente nos ofrecieron de comer, chorizos, tomates y tortillas.
Daniel seguía sin decir palabra y a sus familiares parecía no preocuparles, yo
fui presentado como su amigo. Luego Milucha nos hizo entrar en la casa de pie-
dra, allí fuimos todos conmovidos mientras observábamos la cocina, el comedor
y en el viejo cuarto todavía estaba una anti uísima cama de hierro, ue supimos
era la cama de sus padres.
A la semana de llegar, un mediodía, sentados alrededor de la mesa, Daniel co-
menzó a hablar. Contó ue había estado internado varias veces en un psi uiátrico
y recién ahí les dijo ue yo era psicólogo y ue lo estaba acompañando. ablaba
ahora fluidamente, sin embargo, parecía estar pidiendo perdón mientras avanza-
ba en su relato, al momento en ue su prima lo interrumpió y le dijo «¿De qué te
inquietas, Daniel?, ue a tu madre la ingresaron cuando visitó por ltima vez Ca-
toira en 1954, fueron solo unos días. Además, varios de la familia tuvieron proble-
mas así, la tía, por ejemplo», y señala a su madre, ue se había levantado de la
mesa. Al ver el rostro de Daniel sentía y comprendía ue se estaba sacando tone-
ladas de peso de encima. Daniel se uedó un mes en Catoira. El cura de la parro-
uia le entregó una copia de los discursos realizados por su padre en el Centro de
Armadores de Catoira ue funcionaba en Buenos Aires en la sede del Centro Ga-
llego. El cura había tomado las actas de la asociación luego de hacer un viaje a la
Argentina y en ellas estaban transcriptos los sentidos discursos de su padre.
Esta experiencia le sirvió para recuperar y mejorar luego la relación con su hija
y sus nietos. Vivió hasta los 79 años y en el ltimo periodo, si bien no concurría
a la radio, lo íbamos a visitar junto con sus compañeros. A pocos días de su falle-
cimiento, su hija y su nieta vinieron a pasar la tarde en La Colifata y se dedicó la
transmisión entera a la evocación de su persona. El encuentro de Daniel con su
familia fue retratado por un programa de la televisión española llamado Alerta
112 de Antena 3.
© FUOC • PID_00227500 52 Experiencias innovadoras en salud mental

Figura 16. Contracubierta del diario La Razón. Año 2001.

1.7. Receptividad en Europa

Continué viaje hacia Madrid, luego a Barcelona y Bilbao, antes de recalar en


Biarritz, Francia. En España, la prensa fue particularmente receptiva al fenómeno
La Colifata. Acababa de producirse el atentado a las Torres Gemelas y en cada
ciudad ue visitaba se publicaban reportajes sobre la radio gracias a la inestima-
ble ayuda de Chemi uintana, un periodista de Radio Nacional de España ue se
ofreció a oficiar como «agente de prensa». «La Contra» del diario La Vanguardia
y El Periódico de Cataluña , el diario El Mundo y El País de Madrid , Radio Na-
cional de España y El País del País Vasco reflejaron la experiencia.
En Biarritz se inauguraba el festival de cine documental y tenía fecha de estreno
la película realizada por Pierre Barouger y Chloé Ouvard sobre La Colifata. El docu-
mental fue reprogramado a pedido del p blico y se repitió cuatro veces con la sala
llena. Allí se encontraban el cineasta Pino Solanas y el actor Gastón Pauls, uienes
participaron de manera entusiasta invitando a la gente a ver el filme y haciendo
parte de los debates. Pino Solanas, años atrás, había incluido en su película La nube
© FUOC • PID_00227500 53 Capítulo I. Semillas

algunas escenas donde el protagonista hacía una radio en los patios del Borda para
ello, visitó repetidas veces La Colifata durante el año 1996, el actor era Fabio Posca,
y durante el rodaje participaron algunos integrantes de La Colifata como extras.
El trabajo efectuado por estos documentalistas, así como una serie de artículos
previos publicados en la prensa, sumado al informe realizado por la radio France
Culture en 1999, con la colaboración de Domini ue Wintrebert,10 abrieron las
puertas en Francia para inspirar a otros colectivos a desarrollar proyectos similares.
El psicoanalista argentino radicado en París uan David Nasio11 utilizaba en sus
seminarios parte de ese documental francés para trabajar con sus alumnos lo refe-
rido al proceso de constitución del yo en el estadio del espejo de a ues Lacan, incluso
fui invitado a disertar en sus seminarios en 2005. A n hoy, el filme sigue rodando
en circuitos culturales y de la salud mental en Francia, sobre todo durante el ciclo
«Semana de la Salud Mental», ue se celebra todos los años en todo el país, y está
destinado a sensibilizar a la población respecto de la problemática del estigma.

Figura 17. Contratapa del diario La Vanguardia, Barcelona. Octubre de 2001. Presenta la experiencia
desde la rareza, sin embargo en la columna «sin muros» logra transmitir el sentido básico del proyecto.

10. Médico psicoanalista, responsable de servicio en el Servicio de Psi uiatría del centro hospitalario
de salud mental Les Murets La ueue-en-Brie fue el primero en introducir en ámbitos académicos
y de la salud mental de Francia a La Colifata, publicando un extenso reportaje en la revista L’Âne,
dirigida por udith Miller, y dando testimonio en el reportaje radiofónico de France Culture.
11. Director de los Séminaires Psychanalyti ues de París. Psicoanalista ue a pedido de a ues Lacan
tradujo sus Escritos al español. Primer psicoanalista distinguido con la Legión de onor de Francia.
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Figura 18. Sección opinión del diario El Periódico de Cataluña. Octubre 2001.

Figura 19. Diario Sud Ouest de la región Vasco francesa. Octubre de 2001. En el marco del Festival Latino
de Biarritz el artículo destaca la metodología de retransmisión, el éxito de audiencia y la replicación de la
idea en países de Europa y América.
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Figura 20. Diario El Correo de Bilbao. Octubre de 2001.

1.8. La primera experiencia en Francia

acia el año 2001 nacía Leon Dit en el hospital de día Saint Léon de Toulouse,
protagonizado por adolescentes, ue se difundía a través de las ondas de Radio
Campus. El documental de Chloé Ouvrard y un segundo informe de la radio
France Culture, grabado junto a mí a orillas del mar en Biarritz, inspiraron a un
grupo de comunicadores y a un educador especializado a imaginar el proyecto.
Leon Dit fue la primera experiencia de radio y salud mental en Francia.
Stéphane Chilon, Marc Lazaro y Sylvain Bourg produjeron un fenómeno co-
municacional con una dinámica de trabajo muy creativa. Las producciones
eran especialmente cuidadas y los adolescentes participaban activamente y de
manera entusiasta. A su vez, el proyecto de radio se articulaba con el trabajo
terapéutico del centro diurno y se orientaba hacia la creación de condiciones
para la producción de autonomía, así como para el desarrollo de la capacidad
de gestionar la relación con los demás.
Solamente Sylvain venía del ámbito psi, Stéphane Chillon formaba parte de
la dirección de Radio Campus y Marc Lazaro llevaba varios años como monta-
jista y creativo, coordinando diversos grupos en la tarea de hacer radio. Prepa-
raban sus emisiones en el hospital de día, y luego compartían media hora, una
vez por mes, en Radio Campus de Toulouse.
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Nuestro primer encuentro fue en el año 2004, y regresé en 2005 para presentar
La Colifata TV y trabajar en la propuesta de armado de una red mundial de radios
«colifatas» o «locas». En 2007 viajaron con un grupo cercano a diez integrantes,
para participar en el Primer Encuentro Mundial de Radios Colifatas, realizadas
por usuarios de servicios de salud mental, organizado por nuestra asociación en
Buenos Aires. Fue la primera gran experiencia de encuentro entre varios grupos
de diferentes nacionalidades ue venían desarrollando experiencias de salud
mental y comunicación, y el primer paso hacia el armado de redes y sobre todo
la puesta en conexión por primera vez entre los diversos colectivos, ya ue hasta
el momento los contactos eran solo con La Colifata.
A su regreso, y sumidos en una dinámica institucional asfixiante, decidieron
separarse del hospital y fundar una asociación. La nueva experiencia se llamó
Microsillons y en su carta de intención se proponían realizar viajes y desarrollar
experiencias radiofónicas y de comunicación. Comenzaron las tratativas para
constituirse en un GEM groupe d’entraide mutuelle , grupo de ayuda mutua gru-
pal, una estructura financiada por el Estado francés, parte del ámbito médico-
social, ue permite y promueve el armado de asociaciones con participación ac-
tiva en los puestos directivos de personas con experiencias psi uiátricas. Estas
estructuras prevén contratar a un máximo de dos coordinadores externos.

1.9. De regreso a la Argentina

acia fines del año 2001 en Argentina estalló la gran crisis. El corralito, el de-
fault, los cacerolazos, la angustia generalizada, pero también las asambleas en los
barrios, la vuelta al true ue, las fábricas recuperadas cientos de nuevas formas de
organización social creativas y solidarias. El rol de la radio en ese periodo fue
importante, sobre todo lo fue el del móvil colifato, un viejo Citro n ue se despla-
zaba cotidianamente hacia los centros donde se producía alg n acontecimiento.
La posición tomada desde la organización tenía ue ver con llevar la solidaridad
de los integrantes de La Colifata y traducirla en modos creativos de difusión un
aliado incondicional fue Lalo Mir, uien nos permitía salir en vivo con el móvil
colifato desde las asambleas, los clubes y los espacios de reunión. Permanente-
mente recibíamos llamados de las asambleas de barrio y allí acudían los colifa-
tos con su móvil de exteriores. De alguna manera la operación en el imaginario,
el trabajo de deconstrucción, se producía en una suerte de inversión de las posi-
ciones había una aflicción generalizada y uienes «de eso sabían» llevaban su
© FUOC • PID_00227500 57 Capítulo I. Semillas

calma y sus herramientas propaladoras de la voz, para potenciar la creación de


respuestas nuevas y de lucha frente al sa ueo y el dolor.
Nos proponíamos cabalmente la promoción de espacios en salud y la respues-
ta social se sentía en la calle. El paso del móvil colifato era acompañado general-
mente de bocinazos y manos extendidas de la gente ue se agitaban al pasar. El
saludo de los colectiveros se caracterizaba por el juego de luces. Fue tan impresio-
nante ese momento ue hasta organizábamos paseos por la ciudad, dos o tres
integrantes de la radio subían al viejo Citro n para vivir la experiencia del afecto,
dábamos vueltas por Constitución, por el Centro y luego regresábamos al Borda
para ue subieran otros tres y así… el «tour colifato del amor», como lo llamába-
mos entre nosotros.

Figura 21. «Móvil colifato» en acción. De izquierda a derecha: Alfredo Olivera, Diego Oliveri,
Julio Rivero, Paola Di Pietro y Ever Beltran. (Foto: Ignacio Sourrouille. 2000)

Figura 22. «Móvil colifato» frente a la Casa de Gobierno (La Casa Rosada) entrevistando un funcionario.
Eduardo Codina reportero. (Foto: Ignacio Sourrouille. 2001)
© FUOC • PID_00227500 58 Experiencias innovadoras en salud mental

Figura 23. «Móvil colifato» en la Plaza de los Dos Congresos entrevistando a un manifestante durante la
crisis del 20 de diciembre de 2001. Reporteros Julio Rivero y Ángela Tormei. (Foto: Ignacio Sourrouille. 2001)

1.10. México

Durante el periodo en el ue brindábamos la formación en la Colonia Do-


mingo Cabred comenzamos también a recibir pedidos de asesoramiento des-
de el exterior Adriana Guido y Luz María Méndez de la Universidad Autóno-
ma de México UAM, Unidad ochimilco se pusieron en contacto con
nosotros en 2002. Ese mismo año viajé por primera vez al Distrito Federal
invitado por la organización de la Bienal Internacional de Radio, y por inter-
medio de uergen Moritz, para participar como panelista en la mesa ue tuvo
por nombre «Rompiendo fronteras La radio como herramienta de integra-
ción cultural», junto a ugo Morales de Radio Biling e de Estados Unidos, la
agencia radiofónica Onda de Alemania y Alberto Sierra de Radio Nedher-
lands, entre otros. Radio La Colifata, además, ganó una mención de honor en
el concurso de la bienal y durante un tiempo sus microprogramas fueron re-
transmitidos en Radio Educación, la radio de la UAM, y en ehuelga Radio.
Los diarios Milenio, La Jornada y Excélsior se hicieron eco de la visita, publican-
do varios artículos.
Al año siguiente fuimos invitados por un grupo de estudiantes de la UAM a
dar una serie de conferencias en diversos ámbitos, tanto académicos como cultu-
rales, como el Foro Alicia. En esa oportunidad viajaron conmigo dos integrantes
de la radio, Diego Oliveri y Diego Pichicacco, junto a la psicóloga Laura Gobet,
coordinadora de la radio.
© FUOC • PID_00227500 59 Capítulo I. Semillas

Una de las experiencias más intensas e interesantes, sin duda, fue la puesta
en funcionamiento del dispositivo de Radio La Colifata en Casa 4 «Cuemanco»,12
junto a una cincuentena de personas internadas. La conducción estuvo a cargo
de «los Diegos» y participaron de manera entusiasta tanto los internos como los
trabajadores del lugar. También se realizó una transmisión desde la explanada
de la Facultad de Ciencias Políticas de la UAM, con la presencia de cientos de
estudiantes.

Figura 24. Diario La Jornada, México. Mayo de 2002. Segunda Bienal Internacional de radio «Rompiendo
fronteras, la radio como medio de integración socio cultural».

Regresamos a México por tercera vez en octubre de 2008 para brindar una
capacitación, destinada a estudiantes y profesionales de la UAM ochimilco, y
convocados por la profesora Sara Mako ski, doctora en Ciencias Antropológicas

12. Casa Nro. 4 es un centro ue recibe a personas en situación de calle. Muchas de ellas afectadas
por problemas de alcoholismo y padecimiento psí uico. Está situada en ochimilco, en las afueras
del Distrito Federal, México.
© FUOC • PID_00227500 60 Experiencias innovadoras en salud mental

e investigadora de esa universidad. Resultado de esa capacitación/formación na-


ció Radio Abierta, a la ue me referiré más adelante.
Estuvimos otra vez en el Distrito Federal en el año 2010, junto al grupo pop
español El Canto del Loco, para presentar el disco Radio La Colifata presenta El
Canto del Loco, con uienes realizamos un trabajo en com n, y, a su vez, llevar a
cabo la primera supervisión de Radio Abierta.
Nuestra ltima visita al país azteca fue en diciembre de 2014 para la uinta
edición de los premios ue otorga la Fundación Vidanta. Allí La Colifata ganó el
segundo lugar en los premios «Contribuciones a la reducción de la pobreza y la
desigualdad en América Latina y el Caribe», otorgado por la fundación en cola-
boración con la OEA Organización de Estados Americanos y la SEGIB Secreta-
ria General Iberoamericana .

1.11. El trabajo de los comunicadores y las nuevas


tecnologías para la aparición de nuevas experiencias

Además de contar con el apoyo incondicional del padrino de La Colifata y


referente fundamental de la radiofonía argentina, Lalo Mir, y la ayuda del perio-
dista Nelson Castro ambos comunicadores de renombre y con alcance nacio-
nal , el hecho de ser retransmitidos en las provincias permitió crear un acerca-
miento fecundo con la población del país e inspirar el surgimiento de nuevas
experiencias en diversas regiones.
Solo a modo de ejemplo, hacia finales de 2002, La Colifata continuaba sus
retransmisiones en tres radios de la ciudad de Rosario FM Red TL, AM LT2 y
Radio Aire Libre. Este hecho determinó el surgimiento y el posterior fortaleci-
miento de varios talleres de radio ue se realizaban en el sur de la provincia de
Santa Fe.
Pato Galetti, conductor del programa Argentos desde Red TL, había logrado
captar una masa importante de oyentes ue seguían a La Colifata y respondían a
los llamados solidarios. Araceli Colombo desde LT2, en su segmento llamado «La
Colifata», difundía noticias de todas las experiencias de la región y, en algunos
casos, ponía al aire sus microprogramas. En la Colonia Oliveros, en el Frenopáti-
co Fracasi y en muchos centros de salud mental se multiplicaban las experiencias
radiofónicas. Araceli ejercía una especie de «madrinazgo» y su programa se con-
virtió en un clásico de las mañanas. Radio Aire Libre también cedía espacios en
vivo a experiencias locales. Por eso Colifata Solidaria, ue se hizo para Navidad
© FUOC • PID_00227500 61 Capítulo I. Semillas

en el Anfiteatro de la Ciudad, otorgó un lugar privilegiado a la presentación en


sociedad de todas estas experiencias. Rosario miraba hacia sus márgenes y se re-
descubría incluyendo realidades negadas, y los colifatos eran uienes las presen-
taban, generando el contacto.
Llegando el año 2000, con la consolidación de internet y el avance tecnológi-
co, había dejado de editar con un mixer y una casetera para pasar a hacerlo con
programas de edición en computadora.
En el mismo sentido, podría decir ue 2002 fue un año importante. En el en-
cuentro E2, propiciado por Ashoka, ue reunía a emprendedores sociales con
emprendedores de negocios, conocí a Federico Seineldin, uien, luego de escu-
char la exposición sobre nuestra metodología de difusión, propuso crear una
plataforma virtual ue permitiría a las radios retransmisoras descargarse fácil-
mente las producciones de microprogramas y subir luego las respuestas de oyen-
tes, así como el momento de salida al aire en contextos diversos. De este modo el
flujo comunicacional entre los jardines del Borda y los oyentes de cual uier
parte del país y de regiones de habla hispana se aceleró considerablemente. Asi-
mismo, los días sábados, gracias a la transmisión por antena, se escuchaban los
mensajes en el dispositivo radiofónico, pero también en todo el nosocomio y el
barrio. Comenzamos igualmente a recibir producciones de otras experiencias
«colifatas» y a colocarlas en la plataforma para promover su circulación e inter-
cambio con radios de todo el país, ya no estábamos solos y articulábamos nuestro
trabajo en red.

1.12. Y nuevos vehículos para la comunicación

1.12.1. La Colifata, siempre fui loco y La Colifata TV

Otro acontecimiento de ese año fue la salida del disco Siempre fui loco, publi-
cado en Barcelona, con m sica de los artistas callejeros mezclada con fragmentos
de la radio, bajo la edición y producción de Manu Chao. Este hito marcó el co-
mienzo de una relación ue se mantiene hasta el día de hoy.
En 1996 Carlos Larrondo era estudiante de cine en Argentina. Como parte de
un trabajo práctico, se dirigió al Borda y comenzó a filmar de La Colifata en Coo-
peranza y a tomar imágenes del Frente de Artistas del Borda. Años más tarde, en
2001, radicado en Barcelona y siendo vecino del artista francoespañol Manu
Chao le mostró esas imágenes. Manu había tenido contacto con la experiencia
© FUOC • PID_00227500 62 Experiencias innovadoras en salud mental

de La Colifata por primera vez en 1999, al leer un extenso reportaje publicado en


el diario L’Humanité, pero esta vez se encontró con la experiencia en movimien-
to. Por esos días se encontraba trabajando en la publicación de un disco «pirata»
realizado a partir de la recopilación de canciones grabadas por m sicos ue pro-
ducían su arte en las calles de Barcelona, en su mayoría inmigrantes, y ue eran
sistemáticamente perseguidos por la policía. Le pidió permiso a Carlos para to-
mar fragmentos de lo grabado por él en La Colifata e integró parte de las graba-
ciones en las canciones del disco. Así nació La Colifata, siempre fui loco, más tarde
rebautizado por nosotros con el nombre de Siempre fui loco. Carlos Larrondo,
años más tarde, logró finalizar el rodaje y el resultado fue el documental produ-
cido por Bausam Films, LT22 Radio La Colifata, del año 2007, con m sica de
Manu Chao. Los integrantes del grupo de m sica mestiza Che Sudaka, uienes
habían sido parte del primer disco, años más tarde realizaron junto a Radio Niko-
sia de Barcelona un álbum de conmemoración de sus diez años.
Nos enteramos de Siempre fui loco una vez ue ya estaba publicado, decidimos
producir una versión de este en Argentina y lo editamos junto a FM La Tribu. El
disco era vendido exclusivamente por los integrantes de La Colifata en el marco
del programa de acción llamado Microemprendimiento colifato, mientras ue
en España la venta la realizaban exclusivamente los m sicos de la calle ue ha-
bían colaborado en el disco y todo a uel otro m sico ue lo necesitara. De esta
manera, los fondos se repartían entre los inmigrantes m sicos de Barcelona ue
vivían una situación difícil y los integrantes del colectivo La Colifata.
También fue a finales de 2002 cuando nos lanzamos a un nuevo desafío, para
el cual nos preparamos largo tiempo La Colifata TV.
Durante muchos meses discutimos y elaboramos cuidadosamente el concep-
to y las secciones junto a Pedro Saborido, uien nos acercó la propuesta de indagar
en el formato de televisión. En esa época producía el programa humorístico Todo
por dos pesos en Canal 7, la televisión p blica. Nuestro vínculo con él se remonta al
año 1993, cuando retransmitía La Colifata «versión micro» en Radio Mitre de la
ciudad de Buenos Aires, en el segmento ue tenía junto a Omar uiroga.
ubo también decenas de reuniones con los integrantes de La Colifata donde
se debatían ideas respecto al programa. Se abrió un grupo para reflexionar sobre
las implicancias de realizar dicho programa y preparar «el día después», ya ue
estimábamos ue se podía lograr un gran impacto mediático y social, y nos im-
portaba de sobremanera preservarlos de posibles efectos de una exposición ue
no sabíamos ué alcance tendría. Todo el proceso duró cerca de un año hasta ue
llegó el día del estreno. Fue muy fuerte encontrarse con la reacción del p blico
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cuando los reconocían por la calle, y fue más conmovedor a n constatar la forta-
leza psí uica por parte de los integrantes del grupo para asimilar lo ue ocurría.
Pasados los «ecos» de la emisión, a pedido de ellos, decidimos continuar con las
reuniones semanales, dado ue, más allá de lo eventual de un programa de tele-
visión, un espacio terapéutico de grupo resultaba necesario, sobre todo para
a uellas personas ue iban saliendo de la hospitalización. Así, se instituyó como
un nuevo dispositivo dentro de La Colifata, de intervención clínica y de acompa-
ñamiento a la vida social.

Figura 25. Critica del Diario La Nación de Argentina en la sección espectáculos sobre La Colifata TV.
Enero de 2004.

Finalmente La Colifata TV tuvo su preestreno en 2003 durante el evento de


Colifata Solidaria en Resistencia, en la provincia de Chaco, y meses después fue
su lanzamiento por el canal Telefé. Se emitió como un especial el 4 de enero de
2004, presentado por el actor ulián Weich, y superó los dos millones de televi-
dentes y generó más de siete mil de mensajes vía correo electrónico y a través de
la página eb. Claudio Villarruel, gerente de programación del canal, fue el res-
ponsable de otorgar el espacio en uno de los más importantes canales de televi-
sión de la Argentina.
© FUOC • PID_00227500 64 Experiencias innovadoras en salud mental

Figura 26. Diario Página 12, Argentina. Enero de 2004. Critica en sección espectáculos del programa de
La Colifata TV. «Frente al riesgo de la farandulización apostamos a la dignidad».

1.13. Viaje a España, Francia e Italia en 2004

En abril de 2004, la Asociación oia13 nos invitó a la inauguración formal


de Radio Nikosia, la experiencia «colifata» de Barcelona. Allí viajamos nueva-
mente junto a Laura Gobet y oracio Surur, integrante de la radio. Durante la
estadía, tuve varias reuniones con Martín Correa, su fundador, para ayudarlo
a pensar con relación al armado de micros como estrategia comunicacional.
En ese momento, me parecía central desarrollar políticas de comunicación
ue ubi uen en la esfera p blica contenidos y situaciones circunscriptas a la
órbita de la salud mental, y los microprogramas eran parte de esa estrategia.
Además, el armado de estos pe ueños espacios ponía en escena otra proble-
mática la de la edición en cuanto ue operación en la ue interviene un tex-
to ya dicho por lo tanto la necesidad de reflexionar en torno a pensarla como
recurso ligado a campos donde reconocemos problemáticas el campo grupal
y el campo de lo social . Lo innovador de La Colifata siempre estuvo en pen-

13. Asociación sin fines de lucro de Cataluña ue desarrolla servicios de inserción en salud mental.
© FUOC • PID_00227500 65 Capítulo I. Semillas

sar los medios y las operaciones mediales como vector ue permite interven-
ciones en campos disímiles.
Fue en Barcelona el comienzo de un viaje donde también acompañamos la
presentación del disco Siempre fui loco en vivo junto a Manu Chao y con las
bandas callejeras, entre las ue se encontraba Che Sudaka. En casa del mismo
m sico grabamos una emisión de radio histórica con la conducción de oracio
Surur, la participación de los «nikosianos» y la m sica de Manu. El viaje conti-
nuó en Toulouse para visitar a los hacedores de Leon Dit y al colectivo Tactiko-
llectif, una asociación musical y ciudadana nacida en los barrios del norte de la
ciudad impulsada por el grupo musical ebda, con uienes intercambiamos
experiencias.
Llegamos a París invitados por el doctor Leonardo Scolnik y el doctor Thierry
Trémine, jefe de servicio del Sector B del ospital Robert Ballanger en Aulnay-
sous-Bois, en las afueras de París, para brindar una serie de conferencias. Además
montamos un taller de radio en el cual participaron las personas ue se encon-
traban allí internadas. Brindamos también un espacio de formación para estu-
diantes de psi uiatría y enfermeros acerca de la radio como espacio grupal de
intervención terapéutica.
El viaje continuó en Mantua, Italia, allí nos pusimos en contacto con la perio-
dista Francesca Granneri y el psi uiatra Giovanni Rossi, responsable del centro
de día donde se realizaba Rette 180.
El encuentro con estos colectivos en la tarea permanente de crear lazos para el
desarrollo de redes fue retratado en el filme LT22 Radio La Colifata, un documen-
tal producido por Bausan Films, dirigido por el argentino Carlos Larrondo.
Terminamos nuestro viaje en la ciudad de Trieste, donde pude conocer las
experiencias de las cooperativas de salud mental, visitamos un hotel atendido
por usuarios y participé en Radio Fragola, donde fui entrevistado. Con los res-
ponsables de Radio Fragola de esa época viajamos juntos a Liubliana, en Eslove-
nia, para realizar contactos con asociaciones de esa ciudad.

1.13.1. Radio 180 en Italia

En 2003 se publicó en Italia un artículo a doble página en el diario Il Manifes-


to, escrito por Francesca Graneri, ue inspiró a profesionales de Mantua para el
armado de lo ue luego sería Radio Rette 180, en honor a la ley conocida como
«Ley Basaglia», ue lleva ese n mero.
© FUOC • PID_00227500 66 Experiencias innovadoras en salud mental

Francesca Graneri lo realizó sobre la base de entrevistas y material aportado


por mí. Al tiempo de publicarse la nota en el periódico Il Manifesto, se puso en
contacto con ella el doctor Giovanni Rossi, jefe de servicio de un centro de día de
Mantua, uien le manifestó su interés de reproducir el concepto. Rossi redactó el
proyecto basándose en los escritos teóricos sobre La Colifata.
En Rette 180 trabajaban con un dispositivo de producción «abierto» y allí ocu-
rrían vivos debates. Montaron una página eb para los contenidos en formato de
microprograma. Pasé varios días con ellos en la primavera de 2004, y conocí de
cerca la experiencia, siempre en compañía de Carlos Larrondo, ue registraba lo
ue sucedía. Dos de los usuarios junto a Lelia oppellari, una de las coordinado-
ras, participaron luego en el Primer Encuentro Mundial en Buenos Aires.

Figura 27. Diario Il Manifesto. Italia. Mayo 2003. La prensa escrita fue uno de los vehículos para expandir la
idea de la radio e influir en el nacimiento de nuevas experiencias. En este caso, inspiró el nacimiento de
Rette 180 de Mantova, Italia. Nombre que se refiere a la Ley 180 promovida por Franco Basaglia

1.13.2. Radio Nikosia en Cataluña

Radio Nikosia fue fundada por Martín Correa Ur uiza, en el año 2003 bajo el
amparo de la Asociación oia.
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Martín hizo su tesis de graduación de la carrera de Comunicación Social en la


Universidad de Buenos Aires presentando un trabajo sobre Radio La Colifata.
Para realizarlo, presenció algunos meses las emisiones de los sábados y se basó en
las numerosas entrevistas ue me hiciera, así como en el trabajo presentado en el
uinto Congreso Latinoamericano de Psicólogos Marxistas, en La abana, Cuba,
llamado «La Colifata, una radio sin antena», en el año 1997.
Algunos años más tarde, ya instalado en Barcelona, decidió trasladar la expe-
riencia pero adaptándola al contexto de Cataluña. Se discutió en esa oportuni-
dad el nombre para la nueva radio y estuvo cerca de llamarse también La Colifa-
ta. Para ello, hubo un rico intercambio entre los integrantes de la nueva
experiencia con los integrantes de La Colifata. En Argentina, se producían deba-
tes ue grabábamos y luego los enviábamos a Barcelona, allí escuchaban y conti-
nuaba la discusión. Finalmente el nombre escogido fue Nikosia, una «ciudad di-
vidida».
En sus comienzos elaboraban microprogramas, aun ue no fue fácil conseguir
ue otras emisoras los difundieran de manera regular en España. La experiencia
de Nikosia ancló en Radio Contrabanda, una radio libre ue emite desde el 94.1
FM. Desde allí realizan una emisión semanal de dos horas ue habitualmente
aborda el tratamiento de un tema en particular. También hacen intervenciones
directas en plazas e instituciones llevando la radio a espacios p blicos.
Si bien la modalidad de retransmisión de microprogramas no prosperó, Niko-
sia ha adoptado el concepto de filtrarse en espacios «otros» a la psi uiatría, adop-
tando la modalidad del «multimedio colifato», ue llevaba sus producciones es-
critas para publicarlas en medios de circulación masiva, por fuera de las esferas
destinadas a la salud mental. Su ejemplo más acabado fue la publicación de un
especial sobre los uinientos años de El Quijote en el periódico La Vanguardia,
donde sus columnistas escribieron a la par de otros periodistas de ese diario, reu-
niéndose en una producción conjunta.
Con el tiempo los «nikosianos» se separaron de la Asociación oia y fundaron
una asociación cultural independiente, donde realizan actividades abiertas a la
comunidad, ya no solo de radio sino diversos talleres a los ue acude un p blico
variado, no necesariamente vinculado a la psi uiatría. Radio Nikosia se propone
un trabajo de acción, creación e intervención ue crea condiciones para la de-
construcción del estigma asociado a la locura y produce efectos terapéuticos en
sus integrantes por medio de la operación de salirse de todo «espacio clínico»,
entendido este como todo espacio institucionalizado con pretensión de «cura».
Además de haber logrado un fuerte impacto en Cataluña y España, Radio Nikosia
© FUOC • PID_00227500 68 Experiencias innovadoras en salud mental

es referencia de un modo de pensar la lucha contra el estigma, partiendo de la


deconstrucción del «corsé identitario» ue los diagnósticos y las instituciones de
salud mental producen en los afectados. Sin embargo, considero ue Radio Niko-
sia y su asociación cultural, al salir de los circuitos «guetificantes», lejos de alejar-
se de la clínica inauguran, en todo caso, una nueva «clínica» ue merece ser
conceptualizada. El ejemplo de la asociación cultural puede ser pensado como
dispositivo abierto ue produce nuevos sujetos de la intervención en espacios de
confluencia. El lugar de los intervinientes, es decir, del personal rentado de la
asociación funciona como soporte para el desarrollo de procesos «exogámicos»
de construcción de lazo y esta función amerita también ser analizada.

1.13.3. Italia. Rassegna Malati di Niente, nuevo


documental en Italia y fin de año en Argentina
junto a Manu Chao desde el estadio de All Boys

En 2005 fuimos invitados a la primera Rassegna Malati di Niente,14 organiza-


da en esi, Italia, por Gilberto Maiolatesi, responsable de la Comunidad Sotería15
de la Región Sanitaria de «Le Marche», y en donde también colabora Susana
Ciummelli, responsable de la Asociación YaBasta en esi, Italia. La idea de la ras-
segna es producir intervenciones en espacios p blicos para sensibilizar sobre la
problemática del estigma, para ello, organizan encuentros, muestras, obras de
teatro, cine, fiestas y ferias con participación directa de usuarios, además de lle-
var adelante un ciclo de conferencias.
A esa primera edición acudieron también representantes del Atelier du Non
Faire de París, con la presencia de Christian Sabas, su creador, y de Simonetta Di
Girolamo, su coordinadora psicológica. En esa oportunidad, viajé con ugo Ló-
pez, participante de la radio, uien fue elegido por votación directa de sus com-
pañeros. Terminado el evento, partimos a París donde ugo tenía familiares, lo
acompañé unos días y regresé a la ciudad de Bolonia, en Italia, para participar en
el preestreno de otro documental, esta vez italiano, sobre La Colifata.

14. Malati di niente como juego de palabras frente a malati di mente, la traducción sería «enfermos de
nada» en lugar de «enfermos de la mente».
15. Comunidad residencial de rehabilitación. Estos centros están en conexión con el Centro de Sa-
lud Mental de la Región Sanitaria. Se ubican, en general, en espacios alejados, en ambientes tran ui-
los y se intenta allí disminuir o anular el tratamiento de psicotrópicos. Trabajan educadores y opera-
dores ue acompañan a los usuarios.
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Se trata de un filme, realizado por Valentina Monti y Mirta Marcia Morrone,


ue plasma el trabajo sistemático en favor de la restitución de los derechos ci-
viles de las personas internadas ue realizamos desde el año 1995. La acción
más conocida era la organización de comicios simbólicos para elegir al presi-
dente de la Rep blica en Argentina. Los comicios se realizaban un día antes de
las elecciones ordinarias y, para la ocasión, llevábamos boletas oficiales, se
proponían jefes de mesa y fiscales entre las personas hospitalizadas. Las urnas
ue se armaban eran móviles y, junto a las autoridades de mesa elegidas, se
desplazaban por todos los pabellones del hospital, para facilitar la posibilidad
de sufragio de la mayor cantidad de personas. Mientras tanto, los corresponsa-
les de la radio acompañaban el recorrido y se conectaban con los «estudios», o
sea, la mesa de transmisión, contando los pormenores de la votación en direc-
to. Terminada la jornada, otro grupo se dedicaba al recuento de votos y a la
noche se leían los resultados, terminando con una fiesta a la ue solían acudir
muchos oyentes.

Figura 28. Tapa del diario Pagina 12, Argentina. 15 de mayo de 1995. Resaltan la «coincidencia» entre los
resultados de la elección presidencial a nivel nacional con los resultados obtenidos en la elección simbólica
realizada por La Colifata en el Hospital Psiquiátrico Borda donde votaron casi trescientos internos.

La particularidad es ue los resultados de las elecciones presidenciales realiza-


das en el manicomio siempre fueron exactamente iguales ue los resultados na-
cionales. Esta operación no solo apelaba a la necesidad de restituir derechos, sino
ue además era pensada como un trabajo de intervención sobre el escenario p -
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blico a través de los medios. La estrategia de deconstrucción de significaciones


sociales imaginarias y el llamado a la restitución de derechos combinaba dos as-
pectos el primero del orden del acontecimiento, y el segundo del orden de la
comunicación, es decir, trabajábamos para generar situaciones disruptivas ue
sean además «prensables», montando estrategias de difusión. El diario Página 12,
por ejemplo, publicó en su tapa del 15 de mayo de 1995 la «Coincidencia», tal
fue el título del destacado, y las radios nos llamaban para pedirnos los resultados
y realizar informes. Inclusive, una vez recibimos el llamado de la agencia EFE de
España, para obtener una «tendencia» anticipada de los posibles resultados. El
mensaje era claro o bien los «locos» estaban en condiciones de votar, o bien la
sociedad argentina estaba un poco «loca».
Desde 1995 Radio La Colifata organizó comicios simbólicos en el hospital
psi uiátrico y difundía luego los resultados. Luego de la aprobación de la Ley
nacional de salud mental 26.657, para la cual la Asociación La Colifata trabajó,
esta práctica se extendió a todos los hospitales psi uiátricos ya no de manera
simbólica, sino desarrollando espacios de sensibilización para el voto y acom-
pañando a las personas en situación de internación a votar.
Regresé a París y luego a Toulouse para encontrarnos nuevamente con los
hacedores de Leon Dit, y finalmente me dirigí al sur de España, más precisa-
mente a Málaga, allí fui recibido por Blanca Moreno Mitjana, de la universidad
de esa ciudad. Pasé allí tres días y participé de la habitual transmisión de Rom-
per Barreras desde FM El Sol. Dos integrantes de la radio y un coordinador,
junto a su fundadora participaron también del Encuentro Mundial de Radios
Colifatas. Actualmente, transmiten desde Radio Onda Azul y son apoyados por
FAISEM Fundación Andaluza para la Integración del Enfermo Mental .
Terminamos el año 2005 participando en un concierto multitudinario en un
estadio de f tbol en Buenos Aires, junto al artista Manu Chao. Durante más de
un mes previo al concierto, en talleres creativos organizados para la ocasión, un
grupo de integrantes de La Colifata se dedicó a escuchar las canciones, a leer sus
letras y a intervenirlas escribiendo nueva prosa y poesía. Subieron al escenario
luego para integrar su producción en medio de las canciones y compartirlas con
el p blico, para ello realizaron ensayos junto a Manu y su guitarrista, Madjid
Fahem, los días previos en Radio La Tribu. En ese concierto se anunció por pri-
mera vez la organización del Primer Encuentro Mundial de Radios Colifatas.
Manu Chao donó un porcentaje de la recaudación del concierto del 15 de
noviembre de 2005 a la Asociación La Colifata, ue representó el 35 del pre-
supuesto anual de La Colifata en ese año.
© FUOC • PID_00227500 71 Capítulo I. Semillas

Figura 29. Manu Chao supo por primera vez acerca de La Colifata gracias al articulo de L'Humanité de
1999. Luego en 2001 por intermedio del cineasta Carlos Larrondo se topo con imágenes de la radio e
insertó sus sonidos en el disco «La Colifata, Siempre fui loco».

1.13.4. Radio Les Z’Entonnoirs en Francia

En el año 2005 daba sus primeros pasos la radio Les Entonnoirs. En 2002
había aparecido un artículo titulado «Microthérapie» en la revista Télérama de
Francia, escrito por Anne Marie Gustave, esa extensa producción con textos y
fotos de cuatro páginas alcanzó al gran p blico francés y sembró condiciones
para nuevas experiencias.
Se puso en contacto conmigo Erika Shroeder, una enfermera cadre supérieur de
santé ue trabajaba en el Centro Médico Psicológico CMP de la Región Centro
de la ciudad de Roubaix. Me dijo ue había guardado ese artículo en su cartera
desde el momento en ue llegó a sus manos y ue jamás lo uitó hasta ue logró
montar la experiencia.
© FUOC • PID_00227500 72 Experiencias innovadoras en salud mental

Figura 30. Diarios y revistas especializadas y de circulación masiva se hicieron eco de la existencia de La
Colifata. La revista semanal Télérama le dedicó cuatro páginas en abril de 2003

En septiembre de 2004, el municipio de Roubaix organizó el «Festival de pe-


ueñas experiencias y utopías de barrio» y allí, entre otras expresiones culturales,
armaron una radio «efímera» a la ue llamaron Radio Extramundi. Esta acción se
logró gracias a la iniciativa de la asociación Autres Ondes, junto con los EPSM
establecimientos p blicos de salud mental , concretamente con el CMP. El artis-
ta Manu Chao participaba en el festival y se cruzó con los protagonistas, seg n
me contó luego. El encuentro fue cálido, la comunicación fluida y no se fue sin
antes estimularlos a continuar. Así fue como, al volver al CMP, todos pugnaron
por seguir. Así nació la radio Les Entonnoirs.
Radio Les Entonnoirs tiene su sede en los locales de Manufactura Cultural
de la Condición P blica de la ciudad, allí graban la emisión, luego realizan un
«afinamiento» o pe ueña edición de treinta minutos ue luego es emitida en la
radio p blica de la ciudad. En 2006 llegó a mis manos un informe del Journal de
TV5 realizado por eti Deli sobre Les Entonnoirs, en ese momento me encon-
traba en París, y retomamos la comunicación. rica me propuso encontrarnos,
partí para Roubaix y pasé algunos días con ellos. Además de ser entrevistado en
su programa, les propuse grabar unos videos con mensajes para inaugurar un
intercambio ue se sostuvo durante años entre Les Entonnoirs y La Colifata.
Un año después, uno de sus integrantes también viajó a Buenos Aires para el
Encuentro Mundial «colifato» de radios «locas».
© FUOC • PID_00227500 73 Capítulo I. Semillas

1.13.5. Radio Diferencia de Chile

acia 2005, del otro lado del mundo, sobre el océano Pacifico, nació Radio
Diferencia en Valparaíso, Chile. Anteriormente tuvo otro nombre, se llamaba
Radio Experimental, y transmitía con altoparlantes hacia el interior del hospicio.
Esta experiencia, ue contin a hasta estos días, fue fundada por el periodista
chileno Carlos Olivares, ex preso político, uien años antes había visto las reper-
cusiones de La Colifata en los medios de prensa de su país. Algunas de las apari-
ciones más importantes fueron en el programa televisivo De Pé a Pá y en el artí-
culo publicado en el diario El Mercurio de Valparaíso.
Radio Diferencia comenzó como un taller en el interior del psi uiátrico, con
apoyo de la dirección de este, y con el tiempo fue mutando hasta pasar a ser ges-
tionada por la Asociación de Usuarios de Salud Mental. Igualmente, al principio
realizaban programas de radio ue luego se retransmitían en FM comunitarias de
la zona. oy tienen una página eb donde cuelgan sus producciones, además de
continuar con la retransmisión en otras emisoras. Al igual ue Radio Romper
Barreras, participaron en el primer Encuentro Mundial.

Figura 31. El Mercurio de Valparaíso, Chile, mayo de 1996.


© FUOC • PID_00227500 74 Experiencias innovadoras en salud mental

1.13.6. Radio Totalnormal en Suecia

A principios de 2006, la periodista Idji Maciel de Suecia se puso en contacto


con nosotros para hacer un reportaje ue luego sería difundido por la Radio Na-
cional sueca. Tuvimos una serie de encuentros, y le brindé algunos artículos es-
critos por mí. Tras conocer la experiencia de La Colifata en el Borda decidió, por
fin, lanzarse a imaginar una radio de estas características pero en su país.
En abril de 2008 recibieron financiamiento del Estado y a fines de septiembre
ya existía Radio Totalnormal. Su nombre es un verdadero hallazgo, remite a una
especie de reverso de la propuesta provocativa del nombre La Colifata. Transmi-
ten una vez por semana en una radio local, y la emisión es realizada por personas
ue asisten a la Fountain ouse, una casa ue recibe diariamente a gente ue
viene de realizar tratamientos psi uiátricos. En el año 2009 vino a Buenos Aires
anna Samlin, enfermera ue trabaja en la Fountain ouse, y parte del e uipo
de Totalnormal, uienes fueron recibidos en el espacio abierto de los sábados.
Todos celebraban la iniciativa, resultaba fascinante imaginar una experiencia así
desde un lugar tan lejano. Fue entonces cuando realizamos un juego nos propu-
simos regalarles la nueva artística para su radio. No fue la primera vez, para Radio
Nikosia ya lo habíamos hecho, pero esta vez tenía ue ser en sueco. Los partici-
pantes decían las frases primero en español, anna las traducía al sueco y luego
se repetía fonéticamente. Seg n nos cuentan, esa artística formó parte de las
primeras emisiones y fue entendida claramente por la gente de allí. El min sculo
milagro estaba hecho, las diferencias nos igualaban.
anna regresó varias veces a Buenos Aires en 2010 y participó activamente en
las transmisiones de La Colifata, además colaboró para organizar una radio en la
asociación Arte sin Techo y se puso en contacto conmigo para proponer el arma-
do de una red mundial de radios.
La siguiente conexión con Radio Totalnormal fue en 2012, cuando, ya insta-
lado en París, tomé a cargo la dirección de Radio Citron, experiencia nacida
también a partir de La Colifata luego de un curso de formación ue brindamos
en 2008. Este encuentro fue en el marco del proyecto europeo SOVO Sonidos y
Voces , ue contaré más adelante.
Las Fountain ouse han alojado también otras experiencias radiofónicas. En
2014 integrantes de la UP ouse Donald Berman de Montreal, Canadá, nos con-
taron haber visto un documental sobre Radio Totalnormal en el ue mencionaba
su origen basado en La Colifata. Radio Totalnormal ya tuvo hijos, así como Radio
Nikosia y muchas otras experiencias.
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1.14. Primer Encuentro Mundial de Radios Colifatas

Del 29 de mayo al 2 de junio de 2007 realizamos el Primer Encuentro Mundial


de Radios Colifatas «Los medios de comunicación como instrumento de recupe-
ración y promoción de la salud mental, clínica y comunitaria». Fue gracias al
trabajo inestimable de un e uipo dirigido por Pablo Cozzani, uien se había
acercado a la radio años antes como oyente y luego se incorporó como productor
y responsable principal de la organización del evento. Logramos reunir el apoyo
de un conjunto importante de instituciones y personas Margarita Ajerez, una de
las organizadoras de los Congresos de Madres de Plaza de Mayo la Secretaría de
Derechos umanos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la Legislatura
Porteña, ue cedió los salones y aprobó una declaración de interés Fernando
Maz uin, jefe de prensa del diputado de la Ciudad de Buenos Aires Fernando
Cantero. Nos acompañó el m sico y amigo Manu Chao Pocho Roca, represen-
tante del grupo argentino de rock Los Piojos, ue donó parte de las ganancias de
las ventas del merchandising y facilitó traslados Emilio Cartoy Díaz, ue colaboró
en logística y cedió el auditorio de la Escuela TEA Imagen entre muchos otros.
Las actividades se realizaron en la Legislatura Porteña, el Auditorio TEA Imagen,
FM La Tribu y el ospital Borda. Contamos con la participación de usuarios y pro-
fesionales de la salud mental y la comunicación de Argentina, Brasil, Uruguay,
Chile, Francia, España e Italia. Participaron Radio Vilardevoz de Montevideo, Uru-
guay Radio Rette 180 de Mantua, Italia Radio Nikosia de Barcelona y Radio Rom-
per Barreras de Málaga, España Radio Diferencia de Valparaíso, Chile Potencia
Mental de Porto Alegre, Brasil Leon Dit de Toulouse y Les Entonnoirs de Rou-
baix, Francia el Taller de Radio Casa Club Bienestar de Córdoba y el Taller de Radio
del hospital de día del ospital de Emergencias Psi uiátricas Torcuato de Alvear de
Buenos Aires, Argentina. Nos acompañaron, entre otros, el doctor Emiliano Galen-
de, Alfredo Moffatt, Marcelo Percia, Graciela ald a, el doctor Carlos Repetto, Lalo
Mir, Edgardo Esteban y Nelson Castro y Gaston Montells de FM La Tribu.
El congreso abarcó tres dimensiones una teórica, destinada a conceptualizar
y repensar las prácticas mediante el intercambio de experiencias una dimensión
práctica, para garantizar a los protagonistas de la radio espacios de realización
radiofónica compartida, y una Social, a través del concurso de cortometrajes lla-
mado Locura, la Otra Mirada. El eje teórico, conceptual y de intercambio de ex-
periencias se llevó a cabo en el Palacio de la Legislatura Porteña la proyección de
los cortometrajes finalistas, en el auditorio de TEA Imagen las fiestas y emisiones
de radio abierta al p blico, en el ospital Borda, con la participación en el cierre
© FUOC • PID_00227500 76 Experiencias innovadoras en salud mental

del encuentro de la Or uesta de Tango de la Ciudad de Buenos Aires, en el ue


más de cincuenta m sicos invadieron el psi uiátrico, regalaron su arte y provo-
caron un masivo baile colectivo entre las más de mil personas presentes.
FM La Tribu ofició como la casa hospitalaria del encuentro. Durante los días ue
se llevó a cabo el evento, representantes de radios locas y colifatas de salud mental
de Francia, Italia, Argentina, Chile, España, Uruguay y Brasil se reunían cada tarde
a hacer radio en vivo durante una hora desde sus estudios. Por las mañanas, el pro-
grama La mar en coche compartía con la audiencia la reseña del día anterior. Fue
también en La Tribu donde tuvo lugar el cierre del concurso de cine Locura, la Otra
Mirada, ue fue lanzado como parte de las actividades del Encuentro Mundial.

Figura 32. Diario La Croix, Francia, junio de 2007

El festival Locura, la Otra Mirada perseguía el objetivo de generar un espacio


de reflexión respecto al imaginario social de la locura promoviendo instancias de
creación y participación de la comunidad, lanzando una convocatoria abierta a
toda persona u organización ue uisiera presentar cortos, mediometrajes o lar-
gometrajes referidos a la temática. La respuesta fue positiva, recibimos más de
sesenta películas. En los meses previos al encuentro, participaron en el jurado
para la preselección integrantes y parte del e uipo de coordinación de La Colifa-
ta, junto con miembros de la Secretaría de Derechos umanos del Gobierno de
© FUOC • PID_00227500 77 Capítulo I. Semillas

la Ciudad y eligieron a doce finalistas. Durante el Encuentro Mundial se formó


un jurado internacional colifato, integrado por dos representantes de cada expe-
riencia de radio de cada país, uienes tenían la tarea de elegir al ganador del
certamen. El método para la selección era llegar a un acuerdo por medio del de-
bate. Se sucedieron monumentales discusiones, en varias lenguas, acerca de
cómo el otro, el otro social, o el otro concreto ese ue había rodado una pelícu-
la construía una mirada del fenómeno al ue llamamos «locura». Todo esto su-
cedía en vivo en los micrófonos de FM La Tribu, en el marco de un programa
especial, La Tribu, la casa hospitalaria del encuentro.
Este encuentro fue la concreción y resultado de una construcción lenta pero sos-
tenida de un armado de redes creadas con el transcurrir de los años. Además permitió
a las diversas experiencias conocerse entre sí por primera vez, lo ue dio origen a un
intercambio profundo y una fluidez de la comunicación ue ya no se detuvo.

Figura 33. Convocatoria abierta a la comunidad


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Figura 34. Sección «Cultura» del diario La Nación de Argentina, 27 de mayo 2007

2. Surgimiento de nuevas experiencias después


del Encuentro Mundial en 2007

2.1. FM Desate

A finales de 2007 recibí la llamada de Silvia Maltz, psicóloga y terapista ocupacio-


nal ue trabaja en el ospital Psi uiátrico de Mujeres Braulio Moyano de la Ciudad
de Buenos Aires, uien me comentó sobre su idea de armar un proyecto de radio
contaba con el visto bueno del director y uería tener una orientación de mi parte.
Consideramos oportuno, en su caso, ue avanzara en la escritura y yo uedaría a
disposición para su lectura y eventuales comentarios. FM Desate fue el nombre ele-
gido y, mediante un dispositivo de taller, se planteaban reuniones semanales para
realizar luego microprogramas. La radio nació en junio de 2008 y comenzamos a
realizar supervisiones periódicas. FM Desate realizó una alianza estratégica funda-
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mental con la cátedra de Comunicación Comunitaria de la carrera de Ciencias de la


Comunicación UBA dirigida por el licenciado Magarola, y desarrolló un acuerdo
con el ISER,16 lo cual les permitió realizar algunos talleres de capacitación para las
pacientes integrantes de la radio y recibir asistencia para producir microprogramas.
Estos microprogramas conservaban el formato clásico de una emisión de radio con
presentación, desarrollo y cierre y rápidamente obtuvieron una columna semanal
en Radio Nacional, así como años más tarde en la nueva Radio Vorterix, durante el
programa Cheque en Blanco, con el inestimable trabajo de ulio Leiva, uien años
antes había trabajado con Lalo Mir. El proyecto está fuertemente inscripto en la lí-
nea de promoción de la Ley de salud mental 448 de la Ciudad de Buenos Aires y la
Ley nacional 26.657, estructuradas sobre la base de una perspectiva de derechos.
ablan de efectos clínicos positivos en los pacientes, pero sobre todo enfatizan en
un cambio de rol en la radio no se es un enfermo sino un comunicador. Principalmen-
te tienen por objetivo pensar la radio como una herramienta de inclusión laboral.

2.2. Radio Citron

La asociación L lan Retrouvé fue creada en 1948 en la posguerra por Paul


Sivadon médico psi uiatra y fue reconocida en 1956 mediante un decreto
como de «utilidad p blica». Este estatuto le confiere un financiamiento perma-
nente por parte de Estado francés. Su principal objetivo ha sido desarrollar es-
tructuras en salud mental de atención a personas con sufrimiento psí uico ue
favorezcan el sostenimiento de sus vidas en comunidad, en oposición a las inter-
naciones de larga estadía en los hospitales psi uiátricos. Su misión es «favorecer
la reinserción y la readaptación de enfermos y discapacitados psí uicos». Actual-
mente la asociación desarrolla sus actividades en más de veinte establecimientos
entre los ue hay hospitales de día, centros de ayuda para el trabajo ESAT ,
centros de acompañamiento a la vida profesional SAIPP , servicios de acompa-
ñamiento a la vida social SAVS y departamentos terapéuticos, además de otros
servicios de atención a personas con diagnóstico de autismo.
En el año 2007 se pusieron en contacto conmigo miembros de la asociación
ue estaban interesados en crear un proyecto. Entre junio y diciembre del año

16. Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica. Organismo perteneciente al Estado Argentino for-
ma profesionales para los medios de comunicación. Operadores, Locutores, Guionistas, Productores
y Directores de radio.
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2008 trabajamos junto a mi colega Laura Gobet brindando asesoramiento se


trató de un curso de capacitación dividido en dos etapas para un n mero impor-
tante de profesionales de la institución. Resultado de ello nació Radio Citron en
enero de 2009.
En el caso de Radio Citron, se realizan talleres de radio en tres de sus estable-
cimientos mediante un dispositivo de taller, uno funciona en el hospital de día
el otro, en el servicio de adictología, y el tercero y más desarrollado , en un
servicio de acompañamiento a la vida social. Las dos primeras estructuras for-
man parte de lo ue llaman el campo «sanitario» y a uienes participan los lla-
man «pacientes», la otra estructura, el SAVS, forma parte del campo médico-so-
cial y a uienes participan los llaman «usuarios». El campo médico-social fue
creado a principios de los años ochenta y es un intermediario entre el mundo
sanitario de asistencia y el mundo social espacio estructurado desde el Estado .
Los campos mencionados son realmente importantes a la hora de ubicar al ciu-
dadano respecto del marco institucional, jurídico y legal, y esos campos organi-
zan el acceso a «derechos» en su relación con la ley.
Radio Citron trabaja en dos tiempos. Uno es el tiempo de preparación y otro
el tiempo de la realización. La Colifata trabaja en dos tiempos también pero a la
inversa primero el de la toma de la palabra en el dispositivo radiofónico y, como
segundo tiempo, la forma a la ue puede advenir esa participación y el armado
de espacios de producción de programas.
El segundo tiempo de Radio Citron re ne a los tres dispositivos de taller, es un
espacio de confluencia y lo llaman el enregistrement. Se re nen una vez por mes
para realizar la emisión de radio. En sus orígenes solo la grababan para luego pre-
sentarla en formato de podcast en su página eb. En la mesa de operación técnica
se ubica la casi totalidad del e uipo de profesionales se emiten desde allí los jingles
y la artística de la radio. Desde septiembre de 2012 se sumó también una conexión
a internet, ue permite la difusión en directo, y también una computadora conec-
tada al Facebook de Radio Citron para leer los mensajes de los oyentes.
ay una mesa donde se ubican los animadores son dos o tres usuarios ue
conducen la emisión y el usuario o paciente a uienes en esa instancia denominan
chroniqueur, ellos suelen traer producciones escritas para compartir en las llamadas
r bricas o secciones del programa. Se produce un diálogo entre animadores y per-
sona ue produjo el escrito o su sección, los animadores suelen preparar por escri-
to algunas de estas preguntas. A veces se abre la palabra al p blico y se generan
debates suelen ser los animadores uienes hacen ese trabajo de abrir o cerrar el
debate, de preguntar a los presentes y de presentar todo a uello ue sucederá .
© FUOC • PID_00227500 81 Capítulo I. Semillas

El p blico se ubica en sillas, en general están allí los usuarios/pacientes ue


esperan su turno, el personal de la institución y visitas o p blico en general.
Entre la mesa de radio donde están los animadores y el o los participantes de
la radio, se ubica un profesional con micrófono inalámbrico para facilitar la co-
municación entre uienes están en la mesa y el p blico.
Entonces, en estos tres dispositivos de preparación, el sujeto al ue se aborda
es o bien «paciente» o bien «usuario» y en el segundo tiempo de enregistrement el
planteo es salirse de la figura del «usuario» o «paciente» y se instituye el chroni-
queur o cronista.
Llegué a vivir a París en febrero de 2012 y me desempeñé como jefe de servicio
del SAVS desde abril de ese año hasta enero de 2014, luego pasé a trabajar en el
sistema p blico de salud mental en el sector de Asni res-sur-Seine, y a partir de
julio de 2015 comenzamos la experiencia de la radio Sans Nom sin nombre…
por ahora , con un estilo de trabajo similar al de La Colifata. La Radio «Sans
Nom» es una radio ágil, en permanente movimiento. Transmite en directo todos
los martes a las 14h. por internet desde diversos barrios de la ciudad y alrededores
y desde el local del CATTP centro terapéutico de atención parcial para dar visi-
bilidad a colectivos, proyectos, emprendimientos e instituciones ue realicen
actividades diversas, principalmente fuera de los ámbitos de la salud mental.
Además radio «Sans Nom» comenzará a transmitir las 24h desde internet y una
vez al mes desde una FM local. Con mi incorporación a Radio Citron a partir de
2012 los enregistrements pasaron a transmitirse en directo vía internet, y se suma-
ron más transmisiones desde espacios abiertos por fuera de la institución. Una
participación importante fue en el marco del Foro de las Asociaciones del I
Distrito IXe arrondissement donde los integrantes de la radio cedieron espacios
de palabra y difusión a diversas asociaciones de la zona.
La mentora y principal referente de Radio Citron es la psicóloga Colette Laury.
Desde el año 2013 en adelante ha habido una proliferación de radios de salud
en París y en diversas regiones de Francia. Algunas de ellas son Radio «Arc n ciel
de Marmande» coordinada por ean Pierre Boulhol, uien participó varias veces en
las emisiones de La Colifata en Buenos Aires, «Bruits de couloir» del GEM de Saint
Denis, ue hacen un programa en Radio Frecuence Paris Pluriel y es coordinada
por Christophe Munier y Alexandre Vaillant, Radio «Tisto» coordinada por ulien
Bancilhon, ue me contactó en 2009 para el armado del proyecto en un hospital
de día para personas con diagnóstico de autismo, y ue hoy transmiten en las on-
das de Radio «Libertaire». Radio «Grenouille», recientemente surgida de Marsella,
coordinada por Nelly Flecher, a uien acompañamos en parte durante el proceso
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del armado del proyecto. Recuerdo en esa oportunidad haber insistido particular-
mente en la necesidad de salir de los espacios tradicionales de la atención o acom-
pañamiento en salud mental y de ir a los barrios, mezclarse con las diversas proble-
máticas en fin ue los «usuarios» de servicios de salud mental pudieran
posicionarse como dadores de espacios de palabra para la comunidad generando
diversos escenarios de encuentro. La forma para ello es lo ue llamo «radio nóma-
de». Estas son solo algunas de las nuevas experiencias surgidas en Francia en los
ltimos tiempos y algunas de ellas se inscriben en una lógica del acontecimiento.

Figura 35. Radio Citron en acción después del curso de capacitación. (Foto: La Colifata)
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2.3. Radio Abierta

En 2008 volvimos a ser convocados por Sara Mako ski, profesora de la Uni-
versidad UAM ochimilco de México. Allí ofrecimos un curso de formación para
el nacimiento del proyecto de Radio Abierta.
Radio Abierta nació en 2009, luego de haber sido convocados a realizar una
capacitación a profesores y estudiantes interesados de la Universidad UAM o-
chimilco. El contenido del curso se centró en el armado del dispositivo abierto
radiofónico grupal y en el uso de plataformas comunicacionales tradicionales y
nuevas como las redes sociales al servicio del desarrollo de una lógica del aconte-
cimiento. Luego, durante algunos años, continué acompañándolos como super-
visor. En solo cinco años lograron posicionarse como referencia del trabajo por
la inclusión de personas con experiencias psi uiatrías en México. Ampliaron los
lugares desde donde se realizan talleres, multiplicaron sus modos de difusión y
perfeccionaron el abordaje de redes sociales. Crearon, además, una revista llama-
da Toing, donde se publican producciones de usuarios de servicios de México y
de otros países. Radio Abierta, en sus inicios, tomó el modelo del dispositivo ra-
diofónico grupal de Radio La Colifata, con la particularidad de desarrollarlo una
vez por semana no en un psi uiátrico sino en los jardines de la Universidad o-
chimilco. Parte de esa emisión se transmite en vivo por la FM de la UAM. Actual-
mente esa modalidad ha cambiado y ha pasado a ser Sara Mako ski la conducto-
ra del espacio.

Figura 36. Cierre del curso de la capacitación con una radio «abierta» desde la Casa Cuemanco, D F, México.
(Foto: La Colifata)
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Figura 37. Artículo presentado por la doctora Sara Makowski, creadora de Radio Abierta de México

Figura 38. Diario El Universal. Apartado. Octubre 2008.


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Figura 39. Artículo publicado por el diario La Jornada de México

2.4. Radio Aurora A Outra Voz

« ola, compañeros de La Colifata, les hablamos de Lisboa, Portugal, para de-


cirles ue hemos creado una radio inspirada en La Colifata por acá. Es una expe-
riencia increíble para nosotros y nos gustaría decirles Gracias ». Así comenzaba
la carta firmada por Nuno Faleiro Silva de Radio Aurora A Outra Voz. Este proyec-
to nació en marzo de 2009 en Lisboa, Portugal. Nuno es psicólogo clínico del
Centro ospitalar Psi uiátrico y nos contó ue había visto un documental sobre
Radio Nikosia en el cual se referían a La Colifata como fuente inspiradora. Su
llamado seg n sus dichos era para «conocer de cerca a la radio madre». Comen-
zaron grabando en el hospital una vez por semana y a difundir por tres canales
dos radios locales y una universitaria, aun ue su intención es sumar emisiones
en directo por medio de internet. También armaron un blog donde suben sus
producciones, en su mayoría reportajes. En los ltimos años ampliaron su red de
retransmisoras a veinte. El proyecto se inscribe como programa de radio realiza-
do en la Unidad de Convalecencia del Centro ospitalar Psi uiátrico lio de
© FUOC • PID_00227500 86 Experiencias innovadoras en salud mental

Matos de Lisboa y su enunciado básico refiere a la radio como instrumento ue


da voz a personas con dolencias psi uiátricas y ue lucha contra el estigma y la
exclusión.
En abril de 2010 fuimos invitados a participar en el I Congreso Europeo de
Resiliencia «Crecer desde la adversidad», organizado por la Universidad Autó-
noma de Barcelona, y no dudamos en ue fuera Eduardo Codina uien viajara
allí. Eduardo vivió más de diecisiete años en situación de calle junto a su ma-
dre, Stella, además de pasar mucho tiempo internado con un diagnóstico in-
cierto. Más de una vez fue ingresado a la fuerza en la Colonia Domingo Ca-
bred, conocida como Open Door, después de episodios en los ue era
expulsado de las tiendas bajo el ejercicio del «derecho de admisión y perma-
nencia». Una vez firmé como responsable de su alta dando mi domicilio como
el lugar donde viviría. Ya el juez le había impedido viajar a Bariloche, la policía
olvidó archivar una causa ue estaba prescripta, lo cual un día antes de viajar
lo dejó fuera del avión. Ahora seríamos oradores del Congreso de Resiliencia,
y Eduardo subiría por primera vez a un avión, viajaría a Europa y lo haría con
su premio de «empoderador empoderado» y como desmitificador tecnológico.
Viajamos en esa oportunidad gracias a la ayuda de Marca País Argentina,17 de
hecho la conferencia fue auspiciada por la «marca». Estar en Barcelona le per-
mitió encontrar a Eduardo a sus amigos m sicos ue habían participado en el
disco Siempre fui loco.
La Colifata creó condiciones en la cultura para la emergencia de nuevas expe-
riencias de radio y también produjo efectos de otro orden. Luego de la experiencia
con A uarius, de los trabajos con Manu Chao y de la acción realizada junto a El
Canto del Loco, nació en Cádiz una murga llamada La Colifata en Madrid, una
asociación de motoristas con ese nombre, y en Arroyo Molinos, hasta un e uipo
de f tbol llamado La Colifata Futbol Club, auspiciado por la confitería abeska.
Allí fuimos para conocerlos, pero antes nos inscribimos como jugadores del e ui-
po. Llegamos con siete camisetas de f tbol con el logo de La Colifata impreso para
regalarlas. También llevamos la bandera ue bregaba por la aprobación de la nueva

17. Radio La Colifata ha sido elegida Marca País en 2009. La Marca País Argentina es una Política de
Estado ue desarrolla el Ministerio de Turismo de la Nación difundiendo nacional e internacional-
mente los factores diferenciales de la Argentina sobre cuatro escenarios comunicacionales Turismo,
Cultura, Inversiones y Comercio Internacional. Estos factores diferenciales son el conjunto de la
imagen con la ue históricamente se relaciona a la Argentina futbol, tango, asado, etc. y otra mira-
da ue sobre nuestro país uieren difundir innovación, creatividad, identidad, solidaridad fuente
http //marcapais.turismo.gov.ar/?page_id 97 .
© FUOC • PID_00227500 87 Capítulo I. Semillas

ley de salud mental en Argentina, ue fue colgada en la tribuna junto a otra de


Marca País Argentina. La Colifata perdió ese día once a dos. Terminado el partido
se acercaron dos personas, uno era Nuno Faleiro, uien había viajado desde Portu-
gal para conocernos. La sorpresa y la emoción fueron grandes.
Tiempo después el e uipo de Aurora A Outra Voz nos envió un video rea-
lizado por sus integrantes destinado a los «colifatos». Como La Colifata,
Aurora A Outra Voz no concibe la radio como excusa o pretexto para lo tera-
péutico, sino ue la concibe como una herramienta ue impacta en lo social,
ue produce encuentros con otros, ue inscribe la acción de la radio en el
marco de un presente compartido y ue por ello justamente puede ser o resul-
tar terapéutica.

2.5. Las radios parlantes

En Ecuador existe un fenómeno en relación con las radios comunitarias son


las llamadas «radios parlantes». Se trata de radios ue surgieron en ámbitos rura-
les y de pe ueños pueblos, radios nómades. Con un parlante de alta voz, la radio
hace lugar a m ltiples expresiones locales en espacios abiertos, es propaladora
cultural y no solo mantiene vivas las tradiciones sino ue, sobre todo, produce
encuentros en su incesante rodar. Allí fuimos, a la ciudad de uito, invitados
para ofrecer nuestros talleres. La Colifata, en sus casi veinticinco años de historia,
además de ser una radio nómade, ha realizado decenas de talleres de comunica-
ción, no solo capacitaciones y asesorías para el surgimiento de nuevas radios
«colifatas», sino ue su dispositivo ha servido para animar m ltiples procesos
culturales.
Una de las experiencias más intensas fue esta, la de uito en 2010, en oportu-
nidad de los talleres de comunicación ue procuramos a los miembros de las
«radios parlantes», medio de expresión de las comunidades originarias y campe-
sinas de la región de Pichincha. El taller se propuso mediante la puesta en escena
del dispositivo «abierto» de Radio La Colifata. El encuentro con la gente de la
provincia de Pichincha nos permitió aprender mucho acerca de las formas de
comunicación propias de esas comunidades.
Nuestro primer viaje al Ecuador fue en el año 2004, invitados por Grace urita,
María del Carmen Benítez y María osé Boada, docente y directoras, respectiva-
mente, de la carrera de Comunicación de la Universidad Politécnica Salesiana de
uito y de la Facultad de Psicología de la misma universidad. En este primer viaje
© FUOC • PID_00227500 88 Experiencias innovadoras en salud mental

se realizaron talleres para los estudiantes de las carreras de Psicología y de Comu-


nicación ue estuvieron a cargo de coordinadores de La Colifata, con participación
también de un integrante de la radio, uien animó esos talleres para estudiantes.

2.5.1. Radio Podemos Volar

Adrián Solís es licenciado en Comunicación por la Universidad de Costa Rica.


Tiempo atrás se había enterado de existencia de La Colifata por el filme docu-
mental de Carlos Larrondo, luego se topó con el trabajo discográfico Viva La
Colifata de Manu Chao. Le contó a su amigo Andrés la existencia de una radio
ue transmitía desde un psi uiátrico y le propuso iniciar una experiencia en
Costa Rica. En agosto de 2010 recibimos una carta de Andrés Dinantes, uien nos
decía « ... acá, en Costa Rica, estamos intentando adaptar la idea de La Colifa-
ta … . Es algo histórico en el país, por ue aperturas de este tipo son casi imposi-
bles, pero por dicha se está abriendo una nueva posibilidad». Andrés es psicólogo
y trabaja en el Centro Diurno en San osé de Costa Rica, el nico hospital psi uiá-
trico del país, y junto a Adrián Solís dieron comienzo a la radio «tica».
Iniciaron sus actividades en 2010. Graban una emisión semanal, en la ue ge-
neralmente tratan un tema en particular, luego realizan un trabajo de edición y el
resultado es un programa de treinta minutos ue se difunde en Radio Universidad
de Costa Rica con alcance nacional y es acompañada por el uso de las redes socia-
les como Facebook y T itter. Para poder montar el proyecto, lograron rápidamen-
te apoyo de la Escuela de las Ciencias de la Comunicación Colectiva y de la Escue-
la de Psicología, esta ltima les ofreció traer a personas del extranjero como parte
de la extensión docente, y decidieron invitarnos. Por cuestiones administrativas,
finalmente la visita no se concretó había programada una capacitación/forma-
ción con el formato similar al impartido en Radio Abierta de México.
La radio se iba a llamar en el origen «Estamos todos rayados» pero, en decisión
abierta, democrática y participativa, los usuarios del espacio propusieron «Pode-
mos Volar», y así uedó.
Todos los sábados durante largo tiempo, el señor Rodríguez, locutor de Pode-
mos Volar, llamaba por vía Skype a La Colifata, enviaba canciones y contaba
chistes, con lo ue se constituyó en columnista permanente de la radio.
ay dos cuestiones ue me gustaría señalar a propósito de este encuentro. Tal
vez la repercusión internacional y la abundancia de material en internet haya
creado condiciones favorables para ue las autoridades del nico hospital psi-
© FUOC • PID_00227500 89 Capítulo I. Semillas

uiátrico del país valoren la propuesta. También uiero subrayar el hecho de


desarrollar estrategias de comunicación por medio de carriles no convencionales
de comunicación. La presencia de La Colifata en el filme Tetro, dirigido por Cop-
pola, es un ejemplo la aparición en un anuncio publicitario en España, es otro.
Crear un disco profundamente elaborado con un artista como Manu Chao o su-
bir al escenario y ser parte de sus canciones puede ser un modo diferente de llegar
a la gente y en diversos contextos culturales.

2.5.2. Colifata Solidaria en Costa Rica

El primer encuentro con los integrantes de Podemos Volar fue en octubre del
año 2012 y luego de haber recibido una invitación un tanto particular. Me en-
contraba radicado ya en Francia y trabajaba como director del Servicio de Acom-
pañamiento a la Vida Social SAVS en París y como responsable de Radio Citron.
Logramos pasar unos días juntos en San osé de Costa Rica y luego en la región
de Osa, al sur del país, sobre el océano Pacifico. Osa es una región ue concentra
el 5 de toda la biodiversidad del planeta. Allí habíamos sido invitados por la
Municipalidad y por un empresario, uienes uerían promocionar la zona desde
la óptica del turismo sostenible. Además, presentaban como particularidad de la
zona la existencia de unas esferas de piedra redonda a las ue les atribuían extra-
ños poderes energéticos, e incluso dejaban trascender la duda de ue esas esferas
hayan sido construidas por seres de otros planetas. Si bien el escenario de fondo
comenzaba a presentarse un tanto confuso, el marco inicial del trabajo era reali-
zar el programa de acción al ue llamamos Colifata Solidaria, es decir, reconocer
actores ue trabajen en defensa de la biodiversidad, producir entrevistas a estos
actores realizadas por los participantes de La Colifata, Podemos Volar y Radio
Citron, y luego publicar en medios masivos de Argentina, Francia y Costa Rica
artículos escritos, radiofónicos y audiovisuales ue difundan la problemática li-
gada a la defensa de la biodiversidad en el planeta. Claro está ue lo ue nos in-
teresaba era ue uienes lo difundan sean las personas ue en otro contexto de-
sarrollan sus vidas como «pacientes». Lograr introducir artículos sobre temas de
interés global en periódicos y medios de difusión masiva escritos y realizados por
personas con «padecimiento psí uico» no solo produce sujetos posicionados
como agentes de cambio, ciudadanos activos, sino ue los efectos ue se alcan-
zarán crearán inmejorables condiciones para trabajar y deconstruir la dimensión
del estigma. Toda esa propuesta ahora pienso ue tal vez por considerarla ade-
© FUOC • PID_00227500 90 Experiencias innovadoras en salud mental

más delirante pareció interesarle al empresario organizador hasta el punto de


ue invitó a un e uipo de cuatro personas desde Francia y tres desde Argentina.
Pasajes, alojamiento y traslados por la península para realizar todo tipo de notas
periodísticas. Además incluyó a cuatro representantes de la radio Podemos Volar.
untos subimos al escenario del improvisado y extrañísimo festival OSASTOC ,
emplazado en una zona plena de vegetación selvática y en medio de una lluvia
torrencial ue no creo haber visto jamás. Participó en ese festival, entre otros, el
m sico Boy George. Viajamos desde París una educadora especializada del SAVS,
dos usuarios del servicio y yo. Y desde Buenos Aires, la coordinadora general de
La Colifata, Verónica azimierczak, y dos integrantes de la radio, Cristian Rugeri
y ugo López. Realizamos allí un encuentro entre las tres experiencias, filmamos
diversas notas para La Colifata TV y al fin de cada día realizábamos una transmi-
sión en directo desde la selva contando lo realizado en el día.
Lo más interesante de ese encuentro fue haber conocido a Paulino Nájera y su
familia. Paulino es parte de un pueblo originario ue había sido despojado de sus
tierras en el segundo lustro del siglo xx. Se había procedido al ani uilamiento del
bos ue nativo y los terrenos se habían destinado al monocultivo. Luego de años
de lucha, lograron ue se aprobara en el Parlamento una ley de restitución de
tierras ue permitió a su pueblo recuperar el territorio. Gracias a los conocimien-
tos ancestrales transmitidos oralmente, lograron replantar las semillas origina-
rias de árboles, plantas y flores ue allí habían estado durante siglos, eso fue a
fines de los años setenta. Treinta y cinco años después el bos ue con su flora
original recuperó parte de su forma y con ello la fauna regresó poco a poco al
lugar. Además contando nuevamente con sus bos ues, reactualizaron sus cono-
cimientos en hierbas y ung entos medicinales. Paulino y su gente recuperaron la
historia para crear un presente próspero y vivo con proyección hacia el futuro.

2.5.3. Radio Los Inestables

Radio Los Inestables nació a fines de abril de 2010 forma parte de los talleres
artísticos del ospital Neuropsi uiátrico Provincial de Córdoba, Argentina. Es
una radio alegre, transmite esa energía propia de los ue se lanzan a con uistar
espacios nuevos. Su modo de difusión es a través de la circulación de micropro-
gramas en las redes sociales y en radios retransmisoras, y su dispositivo de traba-
jo es el dispositivo radiofónico grupal al ue llaman radio abierta, este dispositivo
al igual ue en La Colifata es concebido como un dispositivo de salud mental
© FUOC • PID_00227500 91 Capítulo I. Semillas

comunitaria, y sus ejes para el trabajo son la participación, el ejercicio de los de-
rechos y la recuperación de la voz. Tal vez lo más interesante sea su política deli-
berada de salir al encuentro de espacios e instituciones ue están trabajando en
la comunidad, lo hacen llevando su «dispositivo «abierto» radiofónico grupal».
A esta modalidad la llaman desembarco, una alegoría de la nave de los locos adop-
tada tiempo atrás por Radio Vilardevoz. Si bien no forma parte del planteo explí-
cito de Radio Los Inestables, estos dispositivos de intervención en la comunidad
crean condiciones para un trabajo m ltiple y complejo ue produce efectos
desestigmatizantes y situaciones de una potencia clínica inaudita.
Se puso en contacto conmigo Solana Yoma una de sus responsables a prin-
cipios de agosto de 2010, me contó ue habían comenzado una «radio interna»
con las personas hospitalizadas, ya ue las experiencias anteriores de los talle-
ristas habían sido con personas externadas. Solicitó participar en una emisión
de La Colifata ya ue «ustedes son para nosotros un ícono y un ejemplo a seguir
en esta dinámica desmanicomializadora ue nos hermana». Luego del Borda
volvimos a encontrarnos ese año en el Congreso de Madres de Plaza de Mayo,
nos pidieron asesoramiento después de la presentación de mi trabajo «El arte
en el «entre» del dispositivo/instalación», donde puse especial interés en de-
mostrar la pertinencia de estos dispositivos «abiertos» de radio como producto-
res de acontecimiento interviniendo en espacios disímiles y cuando en todo
caso la lucha contra el estigma se corre del centro de la escena para ue pueda
resultar eficaz. Fueron ellos uienes grabaron la conferencia esa y luego me la
alcanzaron, lo cual me permitió seguir pensando y produciendo más tarde. Al
cumplirse veinte años de La Colifata, fuimos homenajeados en Córdoba en
otro Congreso Internacional de Salud Mental y Derechos umanos, organiza-
do por la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, y realizamos allí un en-
cuentro y una transmisión conjunta desde la plaza central, junto a FM Desate
del ospital Moyano, con la grata sorpresa de encontrarme con Ricardo Alba-
ren ue, uien en 1991 se encontraba internado en el ospital Borda y partici-
paba fervorosamente de las primeras emisiones de La Colifata. oy Ricardo es
miembro activo de Radio Los Inestables.

2.5.4. Radio Radiola

En el año 2011 y en el marco del proceso de aprobación y reglamentación de


la Ley Nacional de Salud Mental 26.657, se produjo en la Ciudad de Tándil un
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interesante movimiento de reforma en la atención de la salud mental. Se inaugu-


raron nuevos dispositivos de atención y acompañamiento y en ese contexto in-
vitaron profesionales de La Colifata para dar una capacitación/sensibilización a
profesionales del Departamento de Salud Mental de la Región. Viajaron también
doce integrantes de la radio junto a coordinadores para hacer una presentación
p blica de la experiencia, algunos de ellos se sumaron a la capacitación. En esa
jornada se presentó además el video ue captó el encuentro de los integrantes de
La Colifata con la en ese entonces Presidente de La Nación Argentina, Cristina
Fernández de irchner en oportunidad de la promulgación de la Ley Nacional de
Salud Mental junto a Leonardo Gorbacz autor de la Ley. Radio La Colifata traba-
jó activamente junto a otras organizaciones de la sociedad civil y del Estado para
lograr su aprobación. Como resultado de esas jornadas nació Radio Radiola de
Tandil, Buenos Aires.
Se estructura desde el departamento de Salud Mental a partir de generar espa-
cios de Producción radiofónica en al menos tres instituciones de la zona Centro
Geriátrico y Psi uiátrico «Los Churrinches», «Taller Protegido Tandil» e «Institu-
to Tandil de Salud Mental». Allí se producen contenidos radiales ue luego se
difunden de manera regular en LU 22 AM 1140, Radio Tandil, pudiendo traspa-
sar estas producciones las fronteras ue separan lo «sano» de lo «enfermo». Radio
Radiola trabaja desde la promoción de los derechos de las personas usuarias de
servicios de salud mental y busca generar espacios de inclusión social y de de-
construcción del estigma ue produce efectos segregativos.

Figura 40. El 3 de diciembre de 2010 Radio La Colifata fue recibida en la Casa de Gobierno por la
Presidente de la Nacion Argentina en oportunidad de la promulgación de la Ley Nacional de Salud Mental.
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Figura 41. El periódico Perfil publicó días después una editorial donde sugería un lazo entre los
integrantes de La Colifata y un «diagnóstico» presuntivo para la Presidente.

2.5.5. Radio Senza Muri

A todos los nacimientos mencionados, debemos sumar el de Radio Senza Muri,


una iniciativa ue parte de la Asociación YaBasta de esi junto a la casa Sotería.
Esta experiencia fue creada por un colectivo de operadores de salud mental18 ue
eran también activistas de la Asociación Ya Basta. Antes de instalarme definitiva-
mente en París, fuimos convocados Laura Gobet, Verónica azimierczak y yo to-

18. La figura del operador es central en el proceso de la reforma psi uiátrica llevada en Italia. El ope-
rador se capacita para poder acompañar al usuario en diversas acciones ue tienen ue ver con su
vida en comunidad y no en instituciones de encierro.
© FUOC • PID_00227500 94 Experiencias innovadoras en salud mental

dos del área de investigación de La Colifata a dar un curso de capacitación en


esi, como resultado de este nació el 24 de marzo de 2012 Radio Senza Muri, ue
transmite desde los jardines de la casa Sotería. La radio re ne a personas ue están
o han estado en esa comunidad y en centros diurnos del territorio, y a vecinos y
miembros de diversas asociaciones de la región de Las Marcas. Funciona como
dispositivo abierto, al igual ue La Colifata, los sábados y transmite una vez al mes
por internet. Suelen realizar, además, emisiones móviles desplazándose a distin-
tas regiones de Italia y abriendo la posibilidad de la palabra a variados colectivos.

Figura 42. Marzo de 2012. Primera transmisión de radio Senza Muri desde los jardines de la casa Sorería.
(Fotos: La Colifata)
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Figura 43. Diario Tiempo Argentino. Mayo de 2012. Repercusión en Argentina de la capacitación
brindada en Italia.

Figura 44. Y continua el armado de redes. Radio Senza Muri cumple 3 años, envía pasantes a Radio
La Colifata para realizar sus prácticas y se integra a la red Larghe Vedute que reúne experiencias italianas
de medios y salud mental.

2.5.6. Radio Collegamenti

Collegamenti ha hecho su primera transmisión en junio de 2009. Realizan una


puntata en directo una vez a la semana a través de Punto Radio 91.6 M z. El pro-
yecto nace del Departamento de Salud Mental de Adultos de la hacienda sanitaria
© FUOC • PID_00227500 96 Experiencias innovadoras en salud mental

5 de Pisa, Italia, por iniciativa de la psicóloga argentina Cristina Solari, radicada en


esa ciudad. Cristina fue oyente de Radio La Colifata durante varios años y propuso
al centro diurno el desarrollo de la experiencia radiofónica. Participó junto a otros
colegas en el curso de capacitación de Radio Senza Muri en 2012 y luego en 2013
fue parte del ltimo encuentro SOVO, y en julio de 2014 organizaron un encuen-
tro, en el marco de un proyecto de formación junto a la Citt del Teatro en Pisa,
ue se llamó ««Dare voce aiuta, ma che fatica » La radio come dispositivo di comu-
nicazione e riabilitazione». La jornada se estructuró en una primera parte donde se
planteó la pregunta de la radio como dispositivo clínico allí fui invitado a presen-
tar la problemática desde el abordaje de Radio La Colifata, luego siguió una presen-
tación de Radio Collegamenti y cerró con una mesa redonda donde participaron
representantes de Radio Collegamenti, PsicoRadio de Bolonia, Radio Senza Muri
de esi, la Terra Blue y La Colifata de Argentina. En ese encuentro tuvimos la opor-
tunidad de conocer, además, la hermosísima experiencia de la ciudad de Siena
llamada Radio Liberamente, inspirada también en La Colifata.

Figura 45. Diario Nazione, Pisa, Italia. Julio de 2014. La Radio como medio de rehabilitación psicosocial.
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Figura 46. «Dare Voche aiuta…ma che fatiga». Presentación de Radio Collegamenti por parte de sus
integrantes. Julio 2014 (Foto: Alfredo Olivera)

2.6. Los encuentros continuaron

A siete años del primer encuentro mundial celebrado en Buenos Aires, en oc-
tubre de 2014 algunas de las experiencias presentes y otras nacidas a partir del
2009 volvimos a encontrarnos en Montevideo, en el «Primer Encuentro Latino-
americano de Radios Locas…hermanando pueblos, acortando distancias, desa-
fiando geografías». Radio Vilardevoz fue la anfitriona y junto con Radio Abierta
de México organizaron el Encuentro. Participaron además, Radio Podemos Volar
de Costa Rica, Los Descosidos del Per , Radio Los Inestables de Córdoba, Argen-
tina y La Colifata. No pudieron llegar los hacedores de Radio Diferencia de Val-
paraíso Chile y de Maluco Beleza de Campiñas, Brasil. La realización del encuen-
tro fue posible gracias al proyecto binacional «Salud Mental y Comunicación
Participativa. Dispositivos alternativos para la inclusión social» financiado por la
Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional AUCI y la Agencia Mexicana
de Cooperación Internacional Amexid . Luego de participar en este encuentro
Radio La Colifata pasó a transmitir cada semana en su frecuencia 100.3 y por
internet la programacion de sus radios hermanas.
Un mes después, en noviembre de 2014 nos reunimos en Mosc invitados
todos al Festival «El ilo de Adriadna» ue reunía a cientos de experiencias rusas
y de Europa del Este ue trabajan desde el arte y dispositivos de Salud Mental. Esa
© FUOC • PID_00227500 98 Experiencias innovadoras en salud mental

fue la segunda vez ue radios de todo el mundo estuvimos reunidas. Radio a-


zerkalie «El otro lado del espejo» de Moscu, Nikosia, Vilardevoz, Totalnormal,
Aurora Outra Voz, Podemos Volar, Radio Abierta y La Colifata. Cada noche al
terminar la jornada Radio La Colifata realizaba transmisiones en directo desde
Mosc para su frecuencia 100.3 FM de Argentina y por internet para el mundo.
Estos programas reunían a todas las experiencias presentes y desde La Colifata se
proponía la realización de una emisión en com n. Luego de Moscu viajamos
nuevamente a esi Italia para dar una conferencia llamada «La parola restitutta»
junto a miembros de Radio Senza Muri ue habían realizado una pasantía en La
Colifata.

Figura 47. Transmisión en directo desde Moscú con todas las radios de Salud Mental (Foto: La Colifata)

Sin embargo entre los años 2012 y 2013 se produjeron los encuentros SO.VO
Sound and Voices , financiados por el programa GRUNDTVIG LLP de la Co-
munidad Europea cuyo objetivo manifiesto era « el intercambio de competencias
en el uso de la radio para la promoción de la salud mental ». Los encuentros se
realizaron en cinco ciudades Milán, Barcelona, Lisboa, Paris y Florencia, y parti-
ciparon siete partenaires europeos, dos de ellos en formacion La Terra Blue per-
teneciente al net ork de Radio Poppolare de Milan, Radio Citron de Paris, Radio
Nikosia de Barcelona, Radio Aurora Outra Voz de Lisboa, Radio Totalnormal de
Estocolmo, y dos asociaciones, una inglesa y otra polaca ue luego formo un ta-
ller radofonico ue difunde por internet y se llama Radio SOVO. Se unieron al
ltimo encuentro en Florencia, Italia Radio Senza Muri de esi y Radio Colega-
menti de Pisa, ambas italianas y creadas por inspiración directa en La Colifata.
© FUOC • PID_00227500 99 Capítulo I. Semillas

Esta iniciativa fue propulsada por Sara ambotti uien conduce el programa
Caterpillar en Radio 2 de Italia y uien seg n manifestó en las jornadas realiza-
das en Paris había leído sobre La Colifata y los encuentros internacionales deci-
diendo por ello presentar el proyecto a escala europea. La coordinación general
del proyecto bianual estuvo a cargo de la Asociacion social «Il Cantiere di Critica
Cultural C.C.C . En mi caso, participé de cuatro de las cinco reuniones represen-
tando a Radio Citron de Paris, ya ue durante esos años fui su responsable. Me
tocó organizar el encuentro SOVO en la ciudad de Paris donde entre otras activi-
dades realizamos un homenaje a la radio La Colifata, estableciendo un contacto
directo via skype con los jardines del psi uiatrico en Buenos Aires en presencia
de representantes de las 7 radios europeas, y luego de proyectar el film documen-
tal sobre de La Colifata de Carlos Larrondo.

Figura 48. Con la colaboracion del Bar Lieu Dit, la Asociacion Pico y Pala de cine y la organizacion
Utopsy, clinica y politica, se organizo la noche de sosten a Radio La Colifata.

Figura 49. La Agencia de noticias France Press cubre el evento.


© FUOC • PID_00227500 100 Experiencias innovadoras en salud mental

oy la Colifata destina un apartado especial en su pagina eb a cada expe-


riencia e incluye en su programación de 24 horas la expresión de las diversas ra-
dios hermanadas otorgando un horario determinado a cada una de ellas. Por
ejemplo los miércoles conecta y transmite en directo radio Nikosia desde radio
Contrabanda, los miércoles también radio Abierta desde los jardines de la Uni-
versidad, los sábados la fonoplatea en directo de radio Vilardevoz, los domingos
retransmite la versión de la radio «Sin Nombre» desde Asni res Francia, experien-
cia ue coordino en la actualidad junto a una psi uiatra y una enfermera. Radio
La Colifata transmite también las producciones de radio Senza Muri, Podemos
Volar, Los Inestables y FM Desate, Aurora Outra Voz, entre otras.
La red mundial ya es un hecho, las radios « locas» y «colifatas» de salud men-
tal llegaron para uedarse y ser parte de procesos de transformación de la aten-
ción en salud mental.
En marzo de 2015 un grupo de experiencias de Radio y Salud Mental forma-
ron una red llamada Largue Vedute ue re ne a varios de los proyectos de italia-
nos de salud mental para la integración y la inclusión. Uno de los impulsores
directos es Massimo Cirri, Psicólogo, uien conduce además el programa «Cater-
pilar» de la RAI 2. Trabaja en el servicio p blico de salud mental y realizó duran-
te años un programa para promover la salud llamado «La Terre Blue» en Radio
Popolare de Milán y su red net ork. Participan de la red Largue Vedute, Senza
Muri, Collegamenti, Liberamente, PsicoRadio, Fuori Onda de Roma en colabora-
ción con el Departamento de Salud Mental de la Ciudad, Fragola de Trieste, Ra-
dio Incredibile ue es una plataforma multimedia de m sica ue utiliza la radio
como instrumento educativo y de integración. Radio Tab de Regio Emilia, inspi-
rada en La Colifata y con uienes tuvimos un encuentro en 2009 luego de una
invitación recibida por parte de la Universidad de Regio Emilia para pensar la
radio como herramienta de inclusión socio laboral. Radio Ohm ue es una radio
Web de Torino y ue participo de la capacitación ue dimos a Radio Senza Muri.
Radio Stella 180 «Tutti mati per la radio», una Asociación ue nace del centro
diurno de l A uila. Radio Ueb de un centro diurno de Roma ue data del año
2011. Casi todas estas experiencias funcionan como plataformas multimediáti-
cas destinadas a la expresión e integración de personas usuarias de servicios de
salud mental y se estructuran en su mayoría bajo la forma de Asociación. En abril
de 2016 realizarán su segunda asamblea de radios de promoción de la salud men-
tal en Milán, en el marco del festival internacional de radio «Radio City», al ue
he sido gentilmente invitado y ue será además transmitido en directo por Radio
La Colifata.
© FUOC • PID_00227500 101 Capítulo II. «Westinhousenn»...

Capítulo II
«Westinhousenn». La radio en el grabador

Yo soy el quedar roto de tu paso olvidado…


…aquel que te camina descalzo.
Miguel Abuelo

1. Por el Ojo, video sin cámara. LT22 La Colifata, radio


sin antena

Era un sábado de octubre en 1990, tomé un colectivo de la línea 95. Por la


calle Pichincha ya se veía la cárcel de Caseros, pe ueñas manos salían de entre
los barrotes del séptimo u octavo piso. El colectivo dobló en la calle Ramón Ca-
rrillo y llegué al ospital Psi uiátrico Borda de Buenos Aires, donde funciona la
Cooperativa Esperanza, Cooperanza. Recuerdo al grupo de teatro, la calidez de la
gente y, sobre todo, a Ever y su adminiculo una de las primeras cosas ue me
contó era ue en la terraza del hospital estaba construyendo un helicóptero para
volver a Bolivia. Seguí esa construcción como uien sigue una obra de arte, sába-
do a sábado la pregunta acerca de cómo continuaba la construcción en la azotea
del Borda me acercaba a él. Ever tenía buen vínculo con todo el mundo, el nues-
tro creo ue fue especial. Un día me trajo los planos, «para ir a Bolivia, hermani-
to. Para ir con mamá Paulina, con papá osé Ignacio, para ver al Fredy, al Riony,
al hermanito Fannor y a ulieta Arnés, mi señora. Yo me llamo Ever Isaak Beltrán
Claure Aguilar García de Arnés, y busco a mi señora ulieta». Al mirar los planos
de lo ue sería un helicóptero sencillo, vi ue dentro había un tocadiscos marca
Winco, se lo señalo con el dedo y me dice «Para escuchar m sica mientras viajo
a Bolivia», y estalla en carcajadas.
Meses más tarde entendí ue eso mismo es la radio. Radio La Colifata es el
helicóptero de Ever, pero hecho para muchos.
© FUOC • PID_00227500 102 Experiencias innovadoras en salud mental

Figura 50. Ever Beltrán, «El corresponsal desde arriba del cielo». (Foto: Ignacio Sourrouille. 1991)

Figura 51. A finales de 1991 cada integrante de La Colifata ya tenia su credencial.

Entre finales de 1989 y principios de 1990 comencé a formar parte de un gru-


po de arte callejero ue más tarde se llamaría Por el Ojo.
La iniciativa partió de Ignacio Sourrouille, ue uería desarrollar una expe-
riencia de video autogestionado, por ello, durante cierto tiempo, nuestro objeti-
vo era poder comprarnos una cámara para hacer películas. Mientras tanto, nos
reuníamos para discutir, pintar, mirar documentales y filmes. Organizábamos
fiestas para conseguir dinero y así poder comprar la cámara, pero siempre fraca-
© FUOC • PID_00227500 103 Capítulo II. «Westinhousenn»...

sábamos. Decidimos entonces no esperar más, y hubo uien propuso «Seamos


un grupo de video sin cámara ». Comenzaba la década de 1990 y salimos a la
calle. Por la madrugada recorríamos la ciudad haciendo pegatinas valiéndonos
de una plantilla ue definía el marco de un televisor y en su interior colocába-
mos, sobre la pared, una serigrafía. Eran recreaciones de obras clásicas de Picasso
y de Goya entre otros intervenidas por mis amigos artistas. Como yo había
trabajado de letrista tiempo atrás, colaboraba pintando los marcos, además de ser
un entusiasta miembro activo del grupo.
El «video sin cámara» se transformó en una herramienta de intervención so-
bre el paisaje urbano. Por el Ojo regalaba pinturas coloridas a la ciudad, y siempre
con un ojo enigmático ue surgía desde alg n punto interior de la obra.
Alguien llegó un día con un material en crudo ue había filmado en el ospi-
tal Borda. Fue así como conocí Cooperanza, surgida a partir de La Peña Carlos
Gardel, de la cual había leído algo sobre todo por su vínculo directo con Enri ue
Pichón Rivi re, uien fuera maestro de Alfredo Moffatt, su fundador.
Moffatt, para mí, era un ar uitecto un tanto extraño, ue me fascinaba por su
trabajo en los manicomios y con los linyeras. No sabía mucho de él hasta leer
Psicoterapia del oprimido. Antes de ese momento lo tenía asociado con un peronis-
mo de iz uierda, incluso con lo ue me había llegado como discurso de los años
setenta de la mano de orge Abelardo Ramos y su «socialismo criollo».
La experiencia de La Peña me interesaba en la adolescencia había leído las
conversaciones de Vicente ito Lema con Enri ue Pichón Rivi re las historias
del Conde de Lautrémont y el relato de Pichón acerca de lo siniestro me habían
capturado. l tenía la valentía de decir ue el electrocho ue, en algunos casos, se
constituía en experiencia de muerte para poder seguir vivo obviamente yo esta-
ba en desacuerdo y me ubicaba del lado de Vicente ito Lema, uien condenaba
abiertamente esas prácticas. Sin embargo, me marcó la honestidad de este hom-
bre, ue creía profundamente en lo ue decía, por ue era claro ue su compro-
miso tenía ue ver con aliviar sufrimientos y, sin embargo, argumentaba en línea
contraria al pensamiento dominante.
Y así como Por el Ojo fue «video sin cámara», La Colifata fue «radio sin ante-
na». Pudimos generar un espacio de inclusión de la palabra de los «locos» en
contextos ue nada tenían ue ver con la locura, y ue hasta el momento nada
o poco uerían saber de ella, salvo en modos de concebirla marcados por el este-
reotipo.
Video sin cámara y radio sin antena. El arte de la pobreza, transformar carencia
en motor para la potencia.
© FUOC • PID_00227500 104 Experiencias innovadoras en salud mental

Imaginar ser algo sin tener los medios para serlo fue la condición para poder
ser. El arte de la pobreza se abrió a la experiencia como satisfacción alucinada de
deseos, lo interesante en este caso es ue la alucinación vino del otro como equí-
voco comunicacional. La Colifata fue la plasmación de una imagen anticipada,
proporcionada por los otros, captó el deseo del otro, y fue radio sin serlo, aun en
términos técnicos. Lacan conceptualiza este proceso, claro está ue para la cons-
titución del psi uismo y el lugar del «yo», definiendo ue a partir del denomina-
do estadio del espejo el sujeto puede identificar su imagen como un yo diferenciado
de otro humano. El «yo» colectivo del sujeto colectivo La Colifata re uirió tam-
bién de una cierta enajenación estructural, dado ue «lo designado como yo es
formado a través de lo ue es el otro es decir, mediante la imagen ue, en espejo,
proviene del otro». Esta idea no es más ue una metáfora sin ning n tipo de pre-
tensión de verdad, es más bien la introducción para poder pensar otro orden de
cosas la cuestión del imaginario social. Sin embargo, debo decir y por eso lo
traigo ue en la época de gestación de La Colifata el pensamiento estructuralis-
ta, inmerso en la teoría del psicoanálisis, me acompañaba para pensar su proceso
de constitución. Funcionó para mí como conector lógico entre una metáfora ue
da cuenta de procesos ligados a la formación del psi uismo, y otras ue nos apro-
ximan al universo de lo social y de lo abierto.

Figura 52. Exposición y transmisión conjunta LT22 La Colifata y Por el Ojo en el Hospital Borda. En la foto
Miguel Angel Boezzio, Don Alfredo Hipolito Sanchez, Ever Beltran y Alfredo Olivera.
© FUOC • PID_00227500 105 Capítulo II. «Westinhousenn»...

Figura 53. Miky, el locutor oficial. La Colifata relata los cuadros de Por El Ojo en el Hospital Borda

Figura 54. Exposición de Por el Ojo en el Borda. Daniel Sanjurjo –miembro fundador de Por el Ojo–
montando la muestra. Por el Ojo además fue fundado por Federico González, Ignacio Sourrouille y Julia
Balmaceda.

La Colifata fue la plasmación de una imagen anticipada, proporcionada por los


otros, captó el deseo del otro y fue radio. Y no por tener antena ya ue llegó des-
pués , sino por llevar al extremo la norma más sencilla de la comunicación el
© FUOC • PID_00227500 106 Experiencias innovadoras en salud mental

feedback radiofónico. Un feedback ue, a falta de antena, necesitó de una especie


de chasqui de ese tiempo, alguien ue llevara y trajera información desde una lo-
calidad a la otra, desde el hospital psi uiátrico a otras radios y ue regresara luego
portando en casetes los mensajes de oyentes y sus modos de concebir este fenó-
meno incipiente. Yo fui el primer mensajero ue portaba esas grabaciones ue se
producían en dos lados el ospital Borda y una radio llamada SOS de San Andrés,
situada en las afueras de la ciudad de Buenos Aires. Llevaba información ue mo-
tivaba otra información y, a su vez, me encargaba de traerla junto a la informa-
ción primera, para así generar una nueva. Por lo tanto, uien había hablado en el
Borda se convertía luego en auditor de sí mismo y de otros ue lo nombraban.
Este movimiento producía una distancia óptima ue ayudaba a poder saberse
«alguien» para otros y uien como oyente había realizado un llamado, se encon-
traba además luego con una respuesta. Casi sin saberlo estábamos encontrando
un lugar importante para los oyentes, ya ue con sus movimientos le devolvían el
estatus de existente a uien había uedado invisibilizado tras los muros.
La radio en el grabador fue fruto del imaginario colectivo. Cornelius Castoriadis
rompe con el materialismo histórico ortodoxo, reconoce una base no material
como parte del motor de la historia la imaginación. Los imaginarios radicales se
expresan a través de gestos y actos singulares ue se concretizan como diferencia,
en el modo particular de apropiación ue los sujetos hacen de lo ue el autor de-
nomina escenarios de fondo y ue funcionan dando estabilidad a las cosas en tér-
minos de significación, y a los ue llama imaginarios efectivos. La construcción de
La Colifata fue fruto del desarrollo de una posición sensible, un lugar de escucha
para la conexión, un silencio o vacío ue auspició la puesta en lazo de expresiones
singulares de sujetos concretos ue conectaban con la radio y ue en sus modos
de nombrarla la cocreaban abriéndola a nuevos horizontes de posibilidad siendo
ellos portadores de los imaginarios efectivos sociales, pero ue al conectar produje-
ron un imaginario radical. Su modo particular de apropiación de sentido expresa-
do como diferencia no remite solo a un equívoco comunicacional definido por es-
tructura, sino ue, a mi parecer, es por entrar en conexión, ue dieron lugar a
gestos instituyentes, a algo nuevo, a un espacio inédito, y ue fue fruto también
de la imaginación un imaginario radical activado en los puntos de encuentro con
el fenómeno colifato. El fenómeno no está antes, se produce en movimiento y es
fenómeno justamente por eso. Y no solo eso, es fundamental señalar ue no solo
se «imaginariza» un proyecto, una experiencia, sino ue el acto del oyente ue
devuelve una palabra produce efectos en uien habló, bordea y crea espacio para
devenires otros y para la activación de procesos subjetivos varios.
© FUOC • PID_00227500 107 Capítulo II. «Westinhousenn»...

Para poder ser, hubo ue lanzarse a la aventura… y en el camino nos llamaron


Colifata. Lo aceptamos para retrabajarlo negarlo, afirmarlo, dramatizarlo, des-
dramatizarlo, recrearlo, hacerlo mito, desmitificarlo.
Colifata despierta, vuelve a rodar, y «se sale» del significado para devenir sig-
nificante.

2. La idea surge en el colectivo

Cooperanza era y es un espacio no reconocido por las autoridades del hospital


pero aceptado, aun ue nunca ayudado. Allí se trabaja mediante talleres artísticos
ue funcionan los días sábado, y es coordinado por personas ue se acercan de
manera voluntaria, algunos de ellos psicólogos sociales.
En a uella época trabajaba como encuestador haciendo sondeos de opinión e
intención de voto, y me tocaba viajar bastante por el interior del país. A nueve
meses de haber comenzado a ir al Borda, y regresando de un viaje desde la pro-
vincia de San Luis, conocí en el ómnibus a una persona uien me contó ue,
junto a un amigo, conducían un programa de radio, en el ue en cada emisión le
proponían a la audiencia el tratamiento de un tema en particular. Lanzaban una
temática a debatir y permitían luego el ingreso de llamados telefónicos, pudien-
do entrar en diálogo con los oyentes, en esos años no existía a n internet. El
programa se llamaba Pasajera en trance a mi turno, le comenté ue concurría al
hospital Borda como voluntario, ue participaba de un grupo llamado Coope-
ranza, y ue allí hacíamos diversos talleres pintura, lectura de diarios y periodis-
mo, teatro, juegos, mateada, m sica y percusión. Le conté, además, ue al final
del día se realizaba una asamblea, en la ue cada uno presentaba y compartía lo
ue había hecho, lo ue permitía cierta circulación de lo producido, y ue era un
gran espacio donde el voluntariado social ingresaba y se producían situaciones
vinculares de enorme potencia.
Entonces me propuso ir a su programa como invitado para ue contara la
experiencia, y me dijo «Podríamos tocar el tema de la locura». Entusiasmado, le
dije ue tal vez sería más interesante ue uienes hablaran fueran ellos y no yo
«en nombre de…», y además tal vez lo más importante , ue la participación de
los internos no se agotara en una emisión especial, sino ue aprovecháramos la
estructura y dinámica de su programa para incluir sistemáticamente sus voces,
en los temas ue se abrían a la reflexión colectiva. Mientras me descubría dicien-
do estas palabras, mi frenesí aumentaba y continué «¿Por ué no inaugurar una
© FUOC • PID_00227500 108 Experiencias innovadoras en salud mental

columna permanente de los internos del hospital Borda, ue saldría al aire a


través de cintas grabadas previamente? Puedo ir al hospital con un grabador de
periodista y proponerles entrar en comunicación con la gente de afuera … ui-
zás ustedes me pueden decir previamente cuál es el tema ue uieren tratar y yo
proponérselo a los muchachos »,1 le dije. Llegamos a la estación Retiro y bajé
del micro a n más excitado por las ideas.

3. La mesa en el Borda y el grabador Westinghouse

Me prestaron un grabador marca Westinghouse, esos de la década del setenta,


cuadrado parecía un ladrillo, llegué al hospital y lo encendí

Mario ola, hola…

Alfredo ¿Cómo te llamas?

Mario Mario.

A ¿ ué tenés ganas de contar, Mario?

M Tengo ue contar historias de media hora.

A ¿De ué?

M De media hora.

A ¿Y ué te gustaría contar en media hora?

M En media hora tengo ue contar los vienas de Wilson.

A ¿Las vienas de Wilson?

M Los bienas de Wilson.

1. El término muchachos era el utilizado para referirse a las personas internadas también se utilizaba
compañeros, incluso se hablaba de los compañeros de adentro y los compañeros de afuera.
© FUOC • PID_00227500 109 Capítulo II. «Westinhousenn»...

A ¿ ué son los bienes de Wilson?

M Son sainetes de secretos fomentados de registro televisor viandada electric.

A Che, más temprano me dijiste ue uerías hablar de la familia.

M uise hablar de la familia, sí.

A ¿ ué cosa, por ejemplo?

M uise saber de personas, uise saber de mala suerte y de grande nobleza.

A ¿ ué es la mala suerte para vos?

M La mala suerte es el sistema de gillette de afeitada.

A ¿Cómo?

M Es mala suerte el problema de gillette afeitada.

A ¿Por ué?, ¿ ué pasa con la gillette?

M Pasó ue me enganché la pluma en la gillette y me salió sangre acá.

A Y ¿la buena suerte?

M La buena suerte es poder tener buen descanso.

A ¿ ltimamente tenés buen descanso?

M Tengo buen descanso.

A Gracias Mario.
© FUOC • PID_00227500 110 Experiencias innovadoras en salud mental

Allí hablé con Lea Furman2 y le pedí permiso para montar un taller. «Taller
¿de ué?», me dijo. «De radio», contesté. Me dijo «Bueno, ¿por ué no vas al
taller de periodismo y lectura de diarios?, ya ue orge3 se reincorpora hoy des-
pués de un tiempo de no venir». Entonces fui con orge Camerones, pusimos la
mesa, la gente se acercó, y comenzamos a grabar

Alfredo Esto es el taller de periodismo… ¿ ué les gustaría hacer en relación a eso?

Carlitos «Cooperanza» Romper las bolas

Carlos Barrios Traé las bolas ue las rompemos.

Alfredo Y ¿a vos, San uan?

Enri ue Miguel San Juan Y… hacer dibujos…

orge Camerones ¿En periodismo, hacer dibujos?

Risas

Alfredo Les cuento una cosa… Vieron ue el sábado pasado no vine por ue fui a tra-
bajar a San Luis… Conocí una persona ue tiene un programa de radio, en San Andrés,
en Buenos Aires. Y en este programa, ue va los miércoles, tratan distintos temas. Te-
mas comunes, temas ue nos preocupan a todos, entonces pensaba, ¿cómo podríamos
hacer para ue ustedes también puedan participar del programa, diciendo opiniones
acerca del tema? Y ue después, cuando el programa sale al aire, lo podamos grabar y
puedan escuchar sus opiniones saliendo en el programa, más la gente de afuera ue
llama por teléfono a la radio y ue va a opinar también sobre los temas. Entonces, un
poco la idea es crear un diálogo, ue podamos hablar con la gente de afuera, ue nos
escuchen…

Enri ue M …Y con la gente de adentro…

2. Lea Furman era coordinadora general de Cooperanza, desde la partida de Alfredo Moffatt.
3. orge Camerones coordinaba el taller de periodismo, y durante un tiempo se dedicaron a la lectu-
ra de diarios y a comentarlos. Estuvo presente durante el primer tiempo de La Colifata, así como
también arina Furchi, uien luego pasó a coordinar el taller literario en Cooperanza.
© FUOC • PID_00227500 111 Capítulo II. «Westinhousenn»...

Alfredo Y con la gente de adentro, sí. Como una forma de salir, con nuestras voces,
salir.

Carlitos Cooperanza Yo el primer tema, perdoná, el primer tema diría ¿Por ué la


mujer es un bichito raro? ue ellos opinen de eso.

Alfredo ¿Ustedes ué piensan de lo ue dice Carlos?

Carlitos Cooperanza Para mí la mujer tiene ue lavar, planchar, cocinar, atender al


marido y ser esclava. Tipo Roma.

Enri ue M Yo pienso de la mujer… es ue hay algunas mujeres ue son medias malas.

Mario ue las mujeres son bellezas, mujeres.

Carlos Barrios La mujer es como una flor.

Mario …tienen belleza…

orge C ¿Tienen belleza las mujeres?

Mario …tienen ma uillaje, se pintan los labios, se pintan los ojos… Y traen lindos
pelos, largos… Muchas cosas tienen las mujeres.

Carlos Barrios Yo conozco un dicho ue dice «casa sin mujer, barco sin timón».

Carlitos C Yo pienso ue a las mujeres hay ue cagarlas a palos.

Carlos B Sádico

Claudio Yo pienso ue las mujeres son muy lindaaaaas…

Alfredo ¿Y usted?

Anónimo ue todas las mujeres son iguales

Alfredo Siles, ¿vos ue opinás?


© FUOC • PID_00227500 112 Experiencias innovadoras en salud mental

Siles Y ue la mujer es el sexo opuesto del hombre, son los dos sexos ue somos. Para
la procreación, la naturaleza nos ha hecho así.

Carlos B Claro

Siles Y entonces, ué sé yo, tanto hombres como mujeres por igual tenemos defectos
y virtudes, ¿no? Pero yo uería decir ue, ahora pasando ya a hablar de la cuestión de
cómo el sexo..., de cómo la sociedad…, ue uno habla de «cagar a palo», otro de «echar
un polvito», el otro habló de ue «son muy lindas cuando se pintan». Este… A mí ac-
tualmente me gustan las cortesanas, o sea, las prostitutas, ¿no?, y las mujeres decentes
no me gustan…

Carlos B Depravado…, te medico, ¿eh?…

Siles …Por ue yo le tomé odio al matrimonio, bah No uiero ser tan… pero sí, odio
al matrimonio Por ue pienso ue como los mismos apologistas ue abogan a favor
del presente statu quo, de cómo la sociedad está estructurada actualmente, se basan en
ue la familia, seg n el argumento de ellos, es el n cleo de toda esta sociedad, y yo
rechazo esta sociedad…

Carlos B Depravado, depravado…, te medico, ¿eh? Lo vamos a medicar a este

Enri ue M señalando al grabador Después lo va a borrar esto, ¿no?

Alfredo No… Después lo vamos a escuchar…

Pasé la semana escuchando esas cintas una y otra vez, pero cuando escucho…
¿ ué escucho?
«Los individuos socializados son fragmentos hablantes y caminantes de una
sociedad dada y son fragmentos totales es decir ue encarnan en parte efecti-
vamente, en parte potencialmente el n cleo esencial de las instituciones y de
las significaciones de su sociedad».4 Digamos entonces ue el costado caminante
permite encuentros y tropiezos sobre un fondo estable o efectivo. Concebir un
proyecto abierto al accidente, y a la expresión de fragmentos hablantes y caminan-
tes, es optar por lo instituyente en cuanto fuerza de creación pero pudiendo sopor-

4. Castoriadis, Cornelius 1997 , «El imaginario social instituyente», Zona Erógena n m. 35, pág. 3 .
© FUOC • PID_00227500 113 Capítulo II. «Westinhousenn»...

tar la reproducción de lo mismo en esos trayectos ue los sujetos hablan y cami-


nan… y son hablados.
Escucho frases ue me resuenan

…Son lindas cuando se pintan…


Hay que cagarlas a palos…
Casa sin mujer, barco sin timón…
…Te medico, ¿eh?, te medico.

¿ uién habla? ¿ uién nos habla? ¿Somos hablados por uién?


¿Cuántos hablantes y cuántos escuchadores pasan por la cadena de escucha
antes de ser emitidos por una o varias radios?
A uí ¿escucho sujetos de la enfermedad o sujetos de la cultura y su tiempo
atravesados por discursos ue emanan de las instituciones?
Pero si siguiera, por ejemplo, el recorrido singular del discurso de Carlitos
«Cooperanza», ¿ ué escucho? Está claro ue lo escucho, y al poder reescucharlo
tantas veces como uiera, hasta podré percibir no solo desde dónde habla, sino
también su rítmica y cadencia.
Sé entonces, desde el principio, ue el acto de escuchar es plenamente activo
y sé ue puedo pes uisar posicionamientos subjetivos particulares, puntos desde
donde el ancla caló, o decires sin ancla, o momentos de una situación grupal, de
instituciones hablantes en fragmentos ue las hablan y ue son hablados por
ellas. Escuchar es acto siempre interpretativo, editar en parte es eso y en parte es
mucho más complejo.
Sé también ue a priori el oyente final el oyente de radio, el ue escuche esto
por alguna radio estará esperando y escuchará primero un sujeto de la locura, al
menos eso supongo. Si hablan personas internadas en un psi uiátrico, donde nos
remite a la locura. Pero el «loco» expresa cosas o matrices de las ue todos esta-
mos atravesados.
Mi escucha entra en crisis, mi sorpresa se expande, el loco habla de mí, y tal
vez algo le devuelva y no será igual a lo ue dijo.
Trabajé con un grabador «doble casetera» para poder hacer una selección
y presentarla en la radio comunitaria. Lo ue tenía para compartir no era
una temática ligada a la locura, sino a la mujer durante casi tres horas se
sucedieron debates y discusiones. Adrián uiroga, conductor de Pasajera en
trance, aceptó el cambio, así ue el tema pasó a ser «el lugar de la mujer en
la sociedad».
© FUOC • PID_00227500 114 Experiencias innovadoras en salud mental

De este modo concreto dábamos un salto cualitativo a la problemática de la


marginación, al menos en el plano de la circulación de la palabra. No declama-
mos la integración, sino ue la producimos «en acto». El nuevo actor ue practi-
ca la inclusión no es psicólogo ni enfermero, sino un comunicador los conduc-
tores de los programas ue retransmitían La Colifata.
La persona internada con diagnóstico psi uiátrico ofrecía su palabra y era
alojada en un contexto hospitalario ue no era el hospital, y su palabra empeza-
ba a tener cierta circulación. Ya la primera vez hubo llamados de oyentes ue se
refirieron al tema propuesto, pero también uien llamó para hacer preguntas.
Desde un principio estaban presentes los nuevos actores los comunicadores, ue
brindaban un espacio de inclusión, y los oyentes, ue no solo escuchaban sino
ue les hacían preguntas.

Grabación FM SOS San Andrés. Fragmento del programa Pasajera en trance.

Adrián uiroga ola, creo ue tenemos un llamado. ola, ¿ uién sos?


Oyente Sergio de Villa Adelina. Yo uisiera preguntar si, en realidad, ¿los tratan bien
o los tratan mal? Por ue se han visto muchas películas o se han visto muchos docu-
mentales sobre el electroshock ue se ha usado un tiempo. No sé si se usa…
Adrián uiroga Esto lo estamos grabando, así ue seguro lo escucharán y tal vez te
respondan…

Comenzamos la reunión a la semana siguiente, escuchando los mensajes de


los oyentes sumados a la grabación de la salida al aire de lo ue fue la primera
intervención de «La columna del Borda», como nombraban los conductores del
programa a nuestra participación. A partir de entonces, cada sábado empezába-
mos de la misma manera, escuchando las respuestas o preguntas de los oyentes
y las presentaciones ue hacían los comunicadores, así como los mircroprogra-
mas ue ya habían comenzado a difundirse también en FM La Boca5 y, a finales
de octubre de 1991, en la FM Rock Pop, en el programa de Lalo Mir y Elizabeth
Vernacci Buenos Aires, una divina comedia, el más escuchado de las mañanas de
FM en la ciudad de Buenos Aires. El tema del tercer taller de la radio fue entonces
«El trato, o cómo me tratan».
ay un presente ue se vuelve convocante, aglutinante.

5. El programa se llamaba Perdóname y era conducido por Ana Pitterbarg.


© FUOC • PID_00227500 115 Capítulo II. «Westinhousenn»...

Luego de dos meses de nacida esta experiencia, cada semana en la asamblea


final de Cooperanza también compartíamos la grabación de la salida al aire y
escuchábamos los mensajes de los oyentes. A su vez, siempre había alg n repre-
sentante del grupo ue comunicaba la temática ue habíamos tratado ese día.

4. El nombre

En septiembre, los conductores del programa Pasajera en trance les piden a los
internos ue le pongan un nombre a su columna. Por mi parte insistía en ue los
conductores no solo le hablen a la audiencia, sino también a los integrantes de
ese espacio de «charla y reflexión», ue todavía no se llamaba La Colifata.

Grabación FM SOS San Andrés. Fragmento del programa Pasajera en trance.


Adrián uiroga Les vamos a pedir a ellos ue le pongan el nombre a su columna,
por ue es «su» columna. Les vamos a pedir ue le pongan un nombre, esto lo estamos
grabando para ellos.

Alrededor de una mesa, nos reunimos unas uince personas. Me acompaña-


ban orge Camerones y arina Furchi cuando escuchamos la propuesta. Los pre-
sentes comienzan a proponer algunos nombres para la columna del Borda en la
SOS San Andrés, el grabador Westinghouse circula de mano en mano y Carlos
Rial es el primero en contestar «Yo le pondría Tiempo viejo ,6 por ue estamos
todos acá y hay gente de todas las edades. Por ue los ue están acá ya llevan
mucho tiempo y son de muy larga edad». Entonces pregunto uién uería salir
de corresponsal. Carlos Rial se ofrece, toma el grabador, y se va a recorrer Coope-
ranza primero y los pasillos del hospital después, llevando la pregunta pero con
un cambio fundamental «¿ ué nombre le pondrías a la radio ue vamos a escu-
char ahora?».

Extracto de la grabación.

Ever Yo le pondría un nombre «La voz del valle y radio Punata».

6. Carlos emula un programa de televisión emblema de la época neoliberal, inaugurada con la presi-
dencia de Carlos Menen. Se trata de Tiempo nuevo, conducido por Bernardo Neustadt y Mariano
Grondona.
© FUOC • PID_00227500 116 Experiencias innovadoras en salud mental

Pablito «Transistor». «Radio Transistor».

Anónimo «Radio Del Plata», ¿puede ser?

Areco «La radio del capitán Pilufo».

Carlos «El capitán Piluso», muy bien. ¿Por Olmedo? ¿Un homenaje a Olmedo sería?

Claudio Y… «Aspen 102».

Anónimo «Radio Spika».

Carlos Rial ¿ ué nombre le pondrías?

Anónimo ¿A la radio? Mira el grabador ue Carlos tiene en sus manos. «Westinhou-


senn».

Carlos R ello baby, hello baby. Uadanousen baby, alou very ell… la paz del señor
sea con nosotros.

Garcés «La Colifata»

Se escuchan risas de fondo.

Anónimo «LT22, el loco».7

Estos fueron algunos de los nombres propuestos, en total sumaron unos cua-
renta, «Amanecer criollo», «La gran granja», «Carlos Gardel», «Novelero», y otros
más también formaron parte de la lista. Era necesario decidirse por uno entre
tantos posibles ninguno aludía al tema de la locura salvo «La Colifata». En eso
estábamos, cuando Pablito propone ue no sean ellos mismos uienes decidan
el nombre, sino ue lo vote «el oyente». La propuesta fue inmediatamente acep-
tada por los presentes y, como uien arroja una botella al mar, se fue el casete con
la lista de nombres rumbo a la FM SOS de San Andrés.

7. La propuesta de LT22 remite también a una radio. En Argentina, seg n la zona geográfica ue se ocupe,
se otorga una sigla, por ejemplo las radios de la zona de Córdoba son LU y las del litoral este son LT.
© FUOC • PID_00227500 117 Capítulo II. «Westinhousenn»...

Figura 55. Pablo fue quien propuso que el nombre lo eligieran los oyentes

El viernes 27 de septiembre de 1991 fue especial desde Pasajera en trance se


emitió la grabación entera, y el tema ue ocupó la segunda parte del programa
fue la invitación a los oyentes a participar de la elección del nombre para «la co-
lumna del Borda». Recuerdo ue el operador técnico ese día, uien participaba
cada vez de manera activa y entusiasta e incluso aportaba muchas veces a la edi-
ción, olvidó dar vuelta al casete donde se grababa la emisión, por lo tanto la in-
tervención de los oyentes con sus llamados votando por un nombre no uedó
registrada. A raíz de ello, le pedí enfáticamente a Adrián uiroga ue fuera él en
persona uien se acercara el sábado al Borda para comunicar el resultado de la
elección a los muchachos.
Intentemos rastrear los primeros modos de nombrar a La Colifata. Considero
interesante compartir un fragmento de la reunión del sábado siguiente, a uí
podremos encontrar por primera vez, de manera anticipada, la idea de La Colifa-
ta en cuanto radio ue emite y ya no como columna en un programa de una ra-
dio comunitaria. Cabe añadir ue a través del juego se producen situaciones ue
dan cuenta del lugar ue ocupará un coordinador, y de cómo en el decir de los
pacientes está presente la dimensión de la soledad y el apartamiento de la vida en
el hospital. ay igualmente una impronta festiva, de nacimiento y celebración
en la llegada al mundo.
© FUOC • PID_00227500 118 Experiencias innovadoras en salud mental

Extracto de la grabación.

Adrián uiroga Así uedó denominado el espacio ue ustedes tienen en el programa.


Se hizo la votación con todos los nombres entre los oyentes y la gente de la radio...
Salió primero «LT22 La Colifata», después creo ue uedó «El capitán Piluso» y terce-
ro…, no me acuerdo cuál era el tercero… O sea ue el nombre del espacio ue tienen
ahora todos los viernes en la SOS, se llama LT22 La Colifata.

Alfredo ¿Se copan con ue ensayemos una presentación como si fuéramos locutores?

Ricardo Suarez Yo, yo, yo sé imitar una radio… Transmite LU5 Radio la voz del Coma-
hue, en su frecuencia de tresmil uilosientos, trescientos mil kilovatios por segundo…
en este programa presentamos «El Borda en ruinas».

Ariel Gazaneo … Por escuchar FM La Colifata no desayuno, por escuchar FM La Coli-


fata no almuerzo. Y por escuchar FM La Colifata me muero de hambre.

Pablito Por ue le falta tornillo. Por eso le pusieron «La Colifata», por ue le falta un
tornillo.

Ariel Tarararán, tarararán, tarararán…

Tararea la m sica de Los locos Adams, los demás ríen, lo siguen y sostienen el coro
acompañando el resto de las locuciones.

Ariel Con ustedes… ¿cómo es? Lt22 La Colifata, señores. Con ustedes LT22 La Colifa-
ta, no se la pierdan, está regenial

Ya todos corean la musi uita con palmas y golpes en la mesa y se desata la fiesta.

Ever Colifata está muy hermosa, con su gente muy uerida para todo el mundo ente-
ro, hasta para Dios.

Vanesa Amén

Ariel No es un pecado La Colifata, no se la pierda.


© FUOC • PID_00227500 119 Capítulo II. «Westinhousenn»...

Ever Radio Punata informa… estamos contentos, hermano, me emborraché el otro


día…

Ricardo Suárez Lu5 transmite en su frecuencia de tres mil uinientos kilowatts presen-
tando el programa «La Colifata Los locos del Borda tienen hambre»…

Ricardo Padilla Vanesa …pero ¿hambre de ué?

Ricardo Suárez …de cigarrillos, de mujeres, de comida, de buen vino…

Anónimo Si la hacemos, la hacemos bien

Carlos Barrios Transmite Radio La Colifata. Atención señores, ltima noticia Ayer un
psicópata paranoico se para frente a un espejo, se pone a mirar al espejo y se ve él mis-
mo y le pregunta Y ¿vos, uién sos? y ¿vos, uién sos? ¿ ué me mirás? ¿ ué me mi-
rás? Tanto, ue le dio una trompada al espejo. Un colifato n mero 1…

Ricardo Suárez No tengo visitas, pero con la doctora me conformo. Está diez puntos

Siles ¿La Colifata? Bueno, para mí La Colifata es la más linda del burdel.

Risas.

Anónimo ... Con una boliviana de retiro después en la comisaria 21 estuve y uedé
una noche sin dormir y me metieron sin dormir y por la mañana me entregaron todas
mis cositas, documentos, pero no tengo novia también, no me atienden bien, no sé
con mis ojos nomás estoy solo…

Alfredo ¿ uiere mandar un mensaje para LT22 La Colifata?

Anónimo ¿Para la radio el 22? Sí. Ya lo dije…, uiero un mensaje con cigarrillos tam-
bién.

Ricardo Padilla Vanesa LT22 La Colifata, buenas noches.

Se escuchan aplausos y algarabía. Estamos por interrumpir.


© FUOC • PID_00227500 120 Experiencias innovadoras en salud mental

5. Ya somos una radio

Lo somos como atisbo de palabras ue sus protagonistas balbucean. Somos


también un espacio analizante por ue abrimos lo sucedido en una reunión a
m ltiples interpretaciones o atribuciones de sentido de a uello ue se dice. Por
mi parte escucho al sujeto, al grupo, a la institución y las instituciones de la cul-
tura y esto puedo hacerlo en el momento mismo en ue se dice, o bien en un
segundo momento dedicado a la edición. Lo ue haga a partir de esa escucha es
determinante, ya sea como intervenciones en el dispositivo de taller, ya sea como
elección de los fragmentos ue se editarán.
La Colifata llega al mundo como lugar o espacio ue hace el otro y sujeta a las
condiciones de espacio y tiempo de la época. Los nuevos actores presentes en
este proceso de construcción abierta fueron las personas internadas, los coordi-
nadores, los comunicadores, los oyentes y las personas o instituciones ue se
sintieron convocadas.
Con la pregunta de Carlos Rial, «¿ ué nombre le pondrías a la radio ue va-
mos a escuchar ahora?», y, durante el juego de locutores, con las afirmaciones de
Ariel Gazaneo hablando de FM La Colifata y de Carlos Barrios presentando
«Transmite LT22 Radio La Colifata» me ubico como testigo privilegiado y pri-
mer oyente, ya ue vuelvo a escuchar las cintas grabadas en la semana para rea-
lizar una síntesis o edición con el viejo grabador doble casetera.
Este primer oyente hace de ese lugar de privilegio una devolución Somos una
radio, Radio La Colifata, LT22. Es este un lugar de poder, y con ese poder trato de
crear condiciones para un poder hacer colectivo. Una posición ética ética en cuan-
to posición de «escucha» y respeto de la «verdad» del otro ética, en tanto hacer
lugar a todo tipo de manifestación otra y facilitar su circulación, y ética, en el
sentido de una toma de posición responsable del poder ue se detenta en térmi-
nos institucionales, aun ue en ese momento se trata más de algo instituyente ue
de algo instituido.
emos planteado claramente desde un principio ue se trataba de una expe-
riencia surgida de entre las grietas de la institución. Por eso la radio de los internos
del Borda y no del Borda. Por eso lo de taller de radio alternativo, no oficial,8 como
veremos más adelante.

8. Más ajustado es decir alterativo ue alternativo. Esa fórmula era utilizada por el colectivo de Radio
La Tribu y por Ernesto Lamas, director latinoamericano de AMARC Asociación Mundial de Radios
Comunitarias en esa época.
© FUOC • PID_00227500 121 Capítulo II. «Westinhousenn»...

LT22 Radio La Colifata, en ese mismo septiembre de 1991, ya se dirigía los vier-
nes a la plaza de los Dos Congresos para participar de la Feria del Fanzine, a la ue
habíamos sido invitados. A uellos internos ue tenían permiso de salida tomaban
junto conmigo el colectivo 95, hacían reportajes a los transe ntes y compartían la
tarde con los feriantes. Allí nació el Concurso de la risa de Ariel y Ever Beltrán. Ariel
grabador en mano paraba a la gente por la calle y ambos invitaban a participar
del concurso de la risa había ue sonreír igual ue lo hacía Ever y decir « a, ja, ja»
tres veces , «ja ja, ja ja» dos veces en par . Ever se encargaba de repartir los pre-
mios, ue en esa época eran barcos, trenes y aviones el momento culminante en
ese certamen fue cuando hizo concursar al policía de la plaza…
Ana Piterbarg, amiga de esa época, conducía un programa en FM La Boca y
comenzó a transmitir fragmentos de la ahora LT22 Radio La Colifata. Virginia
Bazer ue, otra amiga, me insistía «Llévale a Lalo las grabaciones, estoy segura de
ue te va a dar bola».
Entregué en la radio un sobre con un casete destinado a Lalo Mir. En la caja
escribí «LT22 Radio La Colifata, la radio de los internos del Borda», allí había
editado una síntesis de todo el proceso de comunicación. Comenzaba con un
debate grabado en el Borda pero puesto al aire en FM La Boca, a continuación se
podía escuchar el llamado de un oyente ue le hacía una pregunta a los internos,
y luego la respuesta de los internos en el momento de difundirlo nuevamente
por FM La Boca, lo ue provocó a su vez nuevos llamados. No se entendía bien
dónde terminaba La Colifata y dónde empezaba FM La Boca, para Lalo Mir era
todo lo mismo era La Colifata y eso lo comprendí después. No pasaron más de
veinticuatro horas y por la mañana, escuchando el programa de Lalo, oigo ue
dice «A continuación pasamos a transmitir conjuntamente con LT22 Radio La
Colifata…», y presenta la secuencia como si fuera un enlace en vivo, un directo
con una emisora ue tiene una sede y e uipos. Al finalizar la grabación Lalo dice
«En cual uier momento, más contacto con Radio La Colifata desde el Borda, una
radio hecha por internos… e internados». Me di cuenta allí de ue estaba verda-
deramente «internado» en esta historia y, de alguna manera, era necesario pen-
sar también cuál era mi lugar como coordinador.
Fui a la radio esa misma mañana. Me recibió Lalo y me dijo «Está muy bueno
eso ue mandaste. ¿ ay una radio de los pacientes del Borda?». Al contestar ue
sí, agregó «Pero ¿dónde está la radio?». Comprendí ue se refería a dónde estaba
ubicada la planta transmisora, uería saber físicamente dónde estaba ubicada, así
ue le respondí «Acá», y le mostré el grabador Westinghouse ue tenía en mi
mano la radio, para mí, era ese grabador. Acto seguido dijo «Tráeme más».
© FUOC • PID_00227500 122 Experiencias innovadoras en salud mental

Lalo comenzó a pasar los microprogramas de La Colifata en la Rock Pop de


manera regular.
Los comunicadores se encontraban con un fenómeno no muy preciso y, al
tener ue nombrarlo, de alg n modo lo delimitaban y en cierta medida lo crea-
ban. Es Lalo Mir ue presenta «Radio La Colifata, la radio de los internos del
Borda» y son los oyentes los ue imaginan una radio, si bien lo era, pero en el
sentido antes descripto y no en términos técnicos. Este equívoco instaló en los
otros la idea de ue había una radio en el Borda.
Y un e uívoco nos llevó a otro. La primera emisión fuera del psi uiátrico se
hizo en el marco de la II Bienal de Arte oven en Puerto Madero, donde fuimos
invitados por Edgardo Esteban.9 Por ese entonces Puerto Madero era un conjunto
de edificios antiguos, depósitos del puerto ue estaban abandonados, y la bienal
ue se hizo allí cambió la historia de La Colifata.
El encuentro sería en el mes de noviembre, nos habían asignado tres espacios
de una hora en FM La ungla, la radio de la bienal. ¿Cómo hacer un programa de
radio en una radio otra, si ni si uiera éramos radio? ni tampoco un programa,
sino tan solo un espacio o taller de charla y reflexión, con la particularidad de ser
grabado. Como La Colifata ya se retransmitía en FM La Boca, uno de sus dueños
de la calle de Palos 590 me dijo «Si uieren venir a practicar al estudio para la
bienal no hay problema. El nico inconveniente es ue debe ser recién a partir
de las doce de la noche, pero pueden venir los días ue uieran». Por a uellos
años transmitían hasta la medianoche y luego interrumpían hasta la mañana
siguiente.
Tramité entonces permisos de salida para varios integrantes de La Colifata,
entre ellos Ever Beltrán, Ariel Gazaneo, umberto Arce, Siles, Mario Váz uez,
Teodoro y otros nos acompañaban algunos ue ya estaban externados, como
Franco, y algunos más. Fuimos dos veces a FM La Boca a ensayar, había ue irse
antes de las cinco de la tarde por ue, si no, no les permitían salir del hospital,
entonces dábamos vueltas por el centro hasta la noche, para comer luego en una
pizzería e irnos para La Boca.
En a uel estudio nació el radioteatro «En busca de un amor», de Ever, basado
en sus encuentros telepáticos con ulieta, su señora boliviana. Como terminába-
mos a la madrugada y a esa hora no se podía volver al Borda, venían todos a
dormir a mi casa, donde también produjimos muchas otras cosas, como por

9. Edgardo Esteban, periodista y excombatiente de Malvinas, es autor del libro Iluminados por el fuego,
ue luego Tristán Bauer llevaría al cine.
© FUOC • PID_00227500 123 Capítulo II. «Westinhousenn»...

ejemplo «La historia de los pescadores», en la ue Ever le enseñaba a pescar so-


ñando a un hombre rudo del puerto. Siles relataba sus historias de anar uistas y
Peto offman traía para grabar una especie de portaestudio de plástico, ue pa-
recía un juguete.
Traigo estos momentos para compartir con el lector un ambiente marcado
por el entusiasmo de esta época fundacional y, sobre todo, para insistir acerca de
ue fue la participación de la comunidad la ue permitió ue La Colifata pudiera
nacer y lo hiciera de esa manera tan particular.
Doce internos del Borda participaron de la experiencia de la Bienal de Arte
oven. Edgardo Esteban creyó ue había una radio por ue Lalo Mir lo sugería.
Lalo Mir lo sugería por ue la radio era el grabador, y la radio era el grabador por-
ue él llevaba y traía mensajes y palabras. Al fin esto ocurría por ue Pablito había
propuesto ue el nombre lo eligieran los oyentes. El nombre elegido por los
oyentes generó risas y fiesta en los internos, ue la empezaron a llamar la «radio
de nosotros». Y la «radio de nosotros» ya era una definición política. Entonces
fuimos radio, aun ue todavía faltaba la antena.
Los ue volvieron de la bienal lo hicieron de modo distinto, ya no era lo mismo.
A Miky, el locutor oficial, le gustaba presentar los temas ue se iban a tratar Carlos
Rial uería salir de corresponsal Ariel solicitaba ser corresponsal «en el exterior» y
Gaspar dijo «Yo uiero tener mi programa de radio Los 30 de Gaspar».
Con sacrificio había podido comprar un pasacasete doble ue reproducía CD
y, junto al Westinghouse, comencé a llevarlo al Borda. Miky tomaba el grabador
en sus manos y presentaba «Ahora nuestro programa conducido por Alberto
Gaspar», y se lo pasaba al conductor, uien comenzaba «Y ahoraaaaaa Los 30
de Gasparrrrrrrr … Music doctor», Gaviota apretaba play en el nuevo e uipo y
sonaban los Beatles. Gaspar acercaba el grabador suavemente a los parlantes y
luego lo llevaba hacia su boca. Gaviota, como musicalizador, subía y bajaba el
volumen.

6. Don Américo

Ya siendo radio y retransmitiendo en FM SOS de San Andrés, FM La Boca,


también en FM La Tribu, y comenzando a enviar casetes al interior del país, como
FM de La Calle en Bahía Blanca, un sábado llegó un señor llamado Américo de la
radio FM Barrial de San Miguel, uien se presentó y nos dijo «Si ustedes son una
radio, séanlo pues», y nos regaló el primer transmisor de un vatio de potencia,
© FUOC • PID_00227500 124 Experiencias innovadoras en salud mental

con una antena «parag ita». Tenía tres perillas una para un micrófono, la otra
para un tocadiscos y la tercera para una entrada de audio com n lo instalamos
juntos y la antena la colgamos arriba de un árbol. Mario, primera persona ue
habló en La Colifata el de «las bienes de Wilson» , fue el encargado «oficial» de
testear el alcance con una pe ueña radio portátil sintonizada en el 96.3, partía
desde la mesa donde nos reuníamos y Gaviota comenzaba a decir al micrófono
«Mario, Mario, ¿me escuchás? Si me escuchás, levantá el brazo». Y Mario levan-
taba el brazo, mientras se iba alejando cada vez más. A veces lograba distanciarse
bastante, como unos cien metros, y se tornaba necesario ue hiciera movimien-
tos más vistosos. De este modo, continuó el ritual durante más de un año. Gra-
cias a Mario logramos deducir ue el alcance de Radio La Colifata en el Borda era
de unos doscientos metros a la redonda en espacios abiertos y mucho menor
cuando estábamos en el interior del hospital, debido al grosor de los muros de
piedra y hormigón.
Mi tarea, en todo momento, fue la de escuchar, como decisión absolutamente
activa, manifestaciones de otros ue de otra manera hubiesen uedado desaper-
cibidas. Y también trabajar en la puesta en contacto entre unos y otros, por ejem-
plo, entre el señor Américo y Mario. Este hecho fue muy importante tanto para
uno como para el otro, y constatar esto me llevaba a pensar ue la radio producía
efectos no solo en los internos, sino también en la comunidad, ue empezaba a
ser protagonista activa de una gesta. A n hoy, cada tanto, tomamos contacto
con la esposa del ya fallecido Américo, uien nos manifestó en más de una oca-
sión lo trascendente ue fue para su marido el haber podido realizar esa labor.

7. La feria de los inventos

En el año 1993 La Colifata se trasladó a la Feria de los Inventos, allí tenía un


estand permanente y emitía con el e uipo de transmisión de un vatio y su «ante-
na parag ita». Con ese mismo e uipo empezamos a visitar escuelas, la primera
fue la Normal N.o 5 de Barracas. acia allí nos dirigíamos para hacer «Radio Coli-
fata en recreo», durante esos momentos la antena la poníamos en el mástil junto
a la bandera y con un grupo de ocho a diez internos, y por invitación de la direc-
tora de la escuela, nos transformábamos ese día en docentes, salíamos a enseñar-
les a los alumnos la magia de la radio. uizás podamos ubicar a uí el antecedente
de lo ue luego sería el programa Colifata Solidaria, en tanto correrse del lugar de
asistido para pensar la rehabilitación en términos de promoción de la salud.
© FUOC • PID_00227500 125 Capítulo II. «Westinhousenn»...

En esas ocasiones Gaspar repartía entre algunos chicos pe ueñas radios portá-
tiles ue habían sido donadas por los oyentes. Parte del juego era recorrer el dial
hasta encontrar la voz de los colifatos y sus propios compañeritos de escuela. La
otra parte era simplemente estar juntos y hablar de las aulas, las maestras y el
barrio. Era en ese barrio donde teníamos algo en com n los colifatos eran sus
vecinos. Igualmente íbamos al hospital situado al lado del Borda, el Tobar García,
para hacer lo mismo pero con los niños ue estaban internados allí.
La Colifata, como acto en la cultura, se produce en su devenir y su nombre,
así como su modalidad de existencia primera nos remite desde el principio a la
participación de la comunidad. La contribución de ese otro ue a priori estig-
matiza, crea y sostiene instituciones de encierro, o bien idealiza sobre la base de
una negación, la del padecimiento psí uico pero ue, en la experiencia de
encuentro produce otra cosa, produce una radio La Colifata, la radio de los
internos del Borda.
La Colifata pretende atravesar la herida del ser nombrada de ese modo para
desde allí reconfigurar estamentos, resignificar ciertas significaciones sociales ima-
ginarias e inaugurar un modo donde la construcción del proyecto en sí esté mar-
cada por la impronta de una sociedad ue aloje el fenómeno, ue filtre sus ima-
ginerías, ue aporte su creatividad, acción y solidaridad imaginario radical
Castoriadis .
El estigma no se rompe con la mera voluntad, ni saliendo a reclamar para ue
las cosas sean de otra manera, tampoco estableciendo nicamente nuevas institu-
cionalidades semánticas. La radio hecha por personas con capacidades diferentes
tal vez no hubiera llegado a ning n lado, no por ue no las hubiera las capacida-
des , sino por ue partir de ese nombre, desde acciones creativas y propuestas de
encuentro, produjo una intervención disruptiva en lo social de alcance inusitado.

Figura 56. Reencuentro entre Ever y Alfredo. Hospital Borda . (Foto: Wimpy Salgado. 2015)
© FUOC • PID_00227500 127 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

Capítulo III
Conversaciones con Armando Bauleo1

Solo se hace urgente señalar que era el maestro


que enseñaba a pensar…
Armando Bauleo, sobre Pichón Rivi re2

En los noventa se hablaba mucho de desmanicomialización. La experiencia


de la Ley 24403 de Río Negro en Argentina, ue había cerrado el manicomio de
Allen y lo reemplazó por un sistema de atención comunitaria, estaba presente en
muchos debates. Además, la reforma italiana en psi uiatría, llevada adelante por
Franco Basaglia y cristalizada en la Ley 180 a principios de los ochenta, era mate-
ria de reflexión.
En Buenos Aires se organizó un encuentro en la Ambasciata d Italia - Istituto
Italiano di Cultura para discutir sobre el tema, organizado por la revista Zona
Erógena, dirigida por Fernando Uribarri de la Facultad de Psicología. No sé
cómo llegué allí, aun ue participar en espacios de ese tipo era lo habitual. Esta-
ban presentes ernán esselman y Armando Bauleo, entre otros, y creo ue se
encontraba también Gregorio Baremblit. Todos ellos grandes grupalistas, psi-
coanalistas y discípulos directos de Pichón Rivi re, uien fuera padre de la
psicología social, creador de la teoría de los grupos operativos, y uien fuera

1. Armando Bauleo, psicoanalista, grupalista, cofundador del grupo Plataforma Internacional, un


movimiento psicoanalítico con raigambre marxista. Luego en Argentina es cofundador de Platafor-
ma, ue produce una escisión de la Asociación Psicoanalítica. Discípulo directo de Enri ue Pichón
Rivi re, trabajó junto a osé Bleger, jefe de trabajos prácticos en la Universidad de La Plata. Cofunda-
dor en España, junto a ernán esselman, de la revista Clínica y Análisis Grupal. Creador de los corre-
dores terapéuticos, un modelo grupal de asistencia comunitaria. Bauleo vivió entre Argentina y Espa-
ña para radicarse luego en Venecia. Falleció en abril de 2008.
2. Bauleo, A. 1989 , Contrainstitución y grupos pág. 11 , Madrid Athuel S. A. Ediciones.
3. La Ley provincial 2440, de promoción sanitaria y social de las personas ue padecen sufrimiento
mental, de la provincia de Río Negro, fue promulgada en el año 1991.
© FUOC • PID_00227500 128 Experiencias innovadoras en salud mental

además miembro fundador de la Asociación Psicoanalítica Argentina en la dé-


cada de 1940.
La discusión se había estancado entre un representante de una agrupación
política de la Facultad de Psicología llamado Lorenzo, con Fernando Uribarri. El
clima era tenso y me decidí a intervenir, tímidamente, pedí un minuto de aten-
ción llevaba en mi mochila algunos casetes de La Colifata junto al grabador de
periodista, así ue lo acer ué al micrófono para compartir el testimonio de ngel
Villa acerca de «la pastilla». Antes, les dije a todos ue en el ospital Borda estaba
funcionando una radio y ue lo ue escucharían había salido al aire esa mañana
por FM del Plata 95.1 M z, en sus habituales retransmisiones de fin de semana,
sin más, pasamos a escuchar.

Audio

Locutor FM Del Plata A continuación Canal 95 conecta su transmisión con LT22 Ra-
dio La Colifata, la radio de los internos del Borda.

Locutor de La Colifata LT22..., columnistas…, colifatos…

ngel Apolinario Villa Yo le voy a decir lo ue pasa en un enfermo de muchos años…


Yo llevo treinta y dos años… van a hacer ue estoy acá. Lo ue pasa en la pastilla…, lo
ue me pasa a mí en la pastilla, es ue… cuando uno toma tanto como yo…, treinta y
dos años siguiendo «meta a tomar pastilla», llega el momento en ue la asimila. Toma,
y hace cuenta ue toma un Geniol. La pastilla ue me dan ahora a mí, toda la clase de
pastilla no me hace ni bien ni mal por ue ni se siente. Eso es lo ue pasa cuando llega
a un enfermo ue tomó muchas pastillas después de treinta años… hace cuenta que
toma Bayaspirina, Cafiaspirina o Geniol… Esa es la verdad. La verdad es esa, y la verdad de
todo enfermo de la edad mía le va a decir lo mismo.

Carlos Barrios O sea, ue entraste como enfermo mental y te convertiste en drogadic-


to. Muchas veces uno entra como enfermo mental y se convierte en drogadicto.

Sube cortina musical.

...cuanto hace que no hablo todo lo que quiero hablar...


© FUOC • PID_00227500 129 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

Locutora FM Del Plata LT22 Radio La Colifata presentó en este canal, su nueva pro-
ducción Columnistas colifatos. Un alarde de sentido com n para poner ciertas cosas en
orden. Radio La Colifata es un taller alternativo, no oficial, desarrollado, producido y
puesto en el aire por internos del ospital Psi uiátrico osé T. Borda, y es del grupo
Cooperanza. FIN

Figura 57. Don Ángel Apolinario Villa, creador del Borda Tango Club.

La dulzura de la voz de don ngel Villa, así como la simplicidad con la ue


hablaba y la contundencia de sus dichos, transformó la tensión en un instante de
profunda escucha, y de explosión emocionada en aplausos después. Esa fue mi
nica intervención.
Al salir de la sala, un señor robusto me llamó y me dijo «Pibe, dame un abra-
zo, me hiciste emocionar…». Era Armando Bauleo, con uien uedamos en rea-
lizar una serie de encuentros y a uien le di mi primer texto escrito, «La Colifata,
una radio sin antena».
© FUOC • PID_00227500 130 Experiencias innovadoras en salud mental

Conversaciones con Armando Bauleo

Bauleo era coorganizador de los Congresos de Psicoanálisis y Psicología Mar-


xista en Cuba, y me invitó a participar en la ue sería mi primera ponencia sobre
La Colifata a partir de allí las presentaciones en diversos ámbitos académicos y
culturales no cesaron. Se convirtieron en espacios donde poner en acto pensa-
miento y práctica.
Años más tarde, recuerdo ue estuvimos juntos en esi, Italia, en la maravillo-
sa Rassegna Malati di Niente, con el objetivo de plantear el problema de la estig-
matización de la locura desde una perspectiva crítica. Allí Bauleo daba semina-
rios para los cursos de operadores en salud mental, y tuve la suerte de participar
en ellos, así como de la asamblea multifamiliar ue llevaba adelante Alfredo Ca-
nevaro, con la presencia de Bauleo, en la comunidad Sotería.
Entre los meses de junio y agosto de 1994, luego de ue apadrinara mi presen-
tación en Cuba, tuvimos una serie de encuentros en su consultorio para conti-
nuar pensando el fenómeno de Radio La Colifata.
Rescato a uí algunos pasajes de esos momentos como homenaje a uien fue-
ra un ser alegre y l cido ue me introdujo en el mundo del pensamiento. Me
uedo con ese abrazo ue sentí como una verdadera bienvenida al ejercicio del
pensar.

1. Consultorio de Armando Bauleo en Buenos Aires

Bauleo Mi estimado Alfredo… A uí hay una serie de problemas ue son muy intere-
santes, y sería necesario desarrollarlos por separado.
Usted comienza el artículo con una reseña histórica sobre La Colifata, mencionando
La Peña Carlos Gardel y trayendo sus dos ejes o pilares principales «La reconstrucción
de los vínculos, a través del afecto, del encuentro entre seres humanos de la revalori-
zación de la persona por sobre la patología». Y la otra, «las técnicas comunitarias de
terapia grupal habrán de ser montadas sobre el rescate de las formas populares de inte-
racción social». Yo sacaría «populares» y pondría «cotidianas».

Olivera Es tomado textualmente del libro de Alfredo Moffatt Psicoterapia del oprimido.4

4. Moffatt, Alfredo 1997 , Psicoterapia del oprimido. Buenos Aires Lumen- umanitas. Bajo el título
Socioterapia para sectores marginados pág. 184 en su sexta edición.
© FUOC • PID_00227500 131 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

Bauleo En esos momentos, creo ue en el año 71, cuando fue creada La Peña, decir
«popular» tenía una indicación ideológica precisa. Considero más importante poner
el término cotidianas, por ue sería la recuperación de otro cotidiano el ue es fuera del
hospicio.

Olivera A mí me llega la experiencia de La Peña Carlos Gardel desde lo ue vivo hoy


en el grupo Cooperanza, no desde una teoría, sino desde algunos rasgos ue perduran
lo pienso como transmisión y como herencia. Ese fogón de hace treinta años, esa ron-
da de mateada, las guitarreadas, reviven hoy en La Colifata se recrean en la reproduc-
ción de la disposición del espacio, en un micrófono ue circula como el mate en la
ronda y a través de la m sica. Moffatt rescata esos modos «criollos» o populares o
«cotidianos», como usted dice como maneras de sanarse, como rituales saludables
ue inventan los pueblos. El corazón gardeliano, el corazón cooperancero es el latir de
nuestro pueblo arrancado de sus pasos. El Club El Fogón, creado por Osvaldo García,
fue el antecedente a La Peña, funcionaba como «ranchada» al aire libre, y tenía dos
premisas la primera «lo ue se decía en la rueda no debía salir del grupo» y la segunda
era «la actitud de amistad y respeto mutuo».5
La Colifata se encontró con el corazón en ese tesoro de fin de hospicio ue a n conser-
va La Coope, y lo recrea para ue la rueda fogonera vuelva a rodar ahora por fuera de
la rueda, para ue esa especie de «concentrado psí uico expulsado» recupere su ele-
mento faltante, para abandonar la prisión y volver a producirse como seres en el otro,
con historia y dignidad.

Bauleo Sería como plantear una retraducción en estos momentos de a uellas dos ma-
trices, pero volviendo a circular por fuera del espacio. Muy interesante eso.

Olivera Moffatt decía ue, a través de la Cátedra Libre de Psicología ue iba al hospi-
tal, se trataba de recrear el lazo social allí hay una oxigenación y este vínculo se daba
en base al afecto, al recrear una conexión como primera cosa, para retomar o recuperar
el lazo social perdido. La realidad de uien está internado se produce en un corte
abrupto de su sistema de relaciones, de afectos, de familia, de trabajo. Es un corte ue
se va a reinstalar luego en otros modos de relaciones, pero en el espacio cerrado del
hospicio. La Peña rescata la manera espontánea de El Fogón como resistencia saluda-
ble, pero lo abre al encuentro con estudiantes y voluntarios ue se adentran.

5. Ibid. pág. 177 .


© FUOC • PID_00227500 132 Experiencias innovadoras en salud mental

El hospital era nacional y venían personas de todas las provincias esta experiencia se
desplegaba recuperando esa cotidianeidad perdida. Creo ue fue algo fundamental, lo
ue más me uedó. Es lo ue más rescato junto con las ganas de armar algo ue ayude
a salir, a abrir las ventanas, a sacar el olor a tufo, pero no para uedarse limpito dentro,
sino para ue circule llevando aire fresco al «entufado» social.
Después vino la dictadura militar, hubo ue partir, y más tarde retomó la Cooperanza
en el año 85, nuevamente fundada por Alfredo Moffatt, uien estuvo unos años y se
retiró para seguir creando espacios.
Cooperanza si bien toma la esencia o el «gran corazón» de La Peña Carlos Gardel,
aparece con talleres de trabajo. Ya hay una producción.

Bauleo Se vuelve más como un trabajo en tanto el otro, como formas espontáneas de
relación. Ahora aparece una especie de organización…

Olivera Cierta organización de esa energía ue permite ser canalizada y produce algo
concreto, algo ue trasciende a uien lo ejecuta basándose en la producción grupal.
Me interesa también lo realizado por grupos alternativos ue se han movido dentro
del hospital, entender cuál aspecto priorizaron para el trabajo.
Paralelamente a la aparición de Cooperanza, en el año 85, surge el Frente de Artistas
del Borda, ya con una intención de salir hacia la comunidad, también con talleres y
desde una perspectiva ideológica bien clara, más explícita, aun ue, a mi entender, sin
este «gran corazón». Me refiero a esto de estar desde el fondo del hospital con a uellos,
la mayoría, crónicos o cronificados.
La Cooperanza conecta un voluntariado de fuera con ese n cleo o «corazón» confinado
al fondo del hospicio La Peña Carlos Gardel toma forma también en un encuentro,
entre los compañeros de El Club El Fogón y el seminario ue Alfredo daba en la escuela
de Pichón. Es el espacio donde se reproducen de manera «¿estereotipada?» esos modos
cotidianos de relación dejados en el «afuera». A mí me importa la idea del «concentra-
do» hay algo concentrado como información cultural, por lo aprisionado y por lo rico.
Mientras ue el Frente de Artistas, creado por Alberto Saba, sale, va al frente, sale a com-
batir, a luchar, y lo hace desde una construcción ideológica, Cooperanza, como también
La Peña, se metieron allí y escucharon las manifestaciones de las entrañas del hospicio,
ue no eran otra cosa ue la entraña social cultural de nuestra sociedad toda.
El Frente de Artistas se coló también allí y sale hacia el exterior, para mí fueron los
primeros, obviamente ue Pichón también, pero son los ue conozco y con uienes
hablo. Con Saba la relación es permanente por ue contin a en el Borda. Yo uiero,
respeto y admiro profundamente a Moffatt y a Saba.
© FUOC • PID_00227500 133 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

Creo ue La Colifata toma, hereda este «gran corazón», esta relación vincular, este
afecto fuerte ue posibilita ue se empiecen a desplegar m ltiples posibilidades de
acción concreta y de trabajo. Y, en esas dos matrices, se torna producción y sale como
viento de palabras, algunas de ellas en desuso.
Es interesante por ue lo ue podemos llamar producción en La Colifata sería ese regis-
tro de diversos modos de encuentro entre personas, infinitas posibles versiones de
encuentro entre seres humanos desde los fondos del hospicio ue, con la organización
como usted dice se hace producto los microprogramas ue asimismo se hacen au-
dibles para salir al exterior e ir al frente, ya no para luchar por una verdad, sino tal vez
para producir nuevas «verdades».

Bauleo Vos tuviste ue llamar «corazón» a la cosa, como mostrar un poco ue estaba
guiada por afectividad, por voluntad, más ue por una cierta organización y coordina-
ción del asunto.

Olivera Absolutamente, pero no es solo el afecto sino también ese «concentrado cul-
tural». El manicomio como receptor, como «tacho de basura de los desechos psí uicos
de la sociedad», como productor de residuos o restos ue entran en contacto con otros
residuos. ¿Cómo decirlo? De lo expulsado psí uico y los modos cotidianos o «popula-
res», expulsados también, pero conservados en la psi uis de los expulsados mismos,
ue allí se van a encontrar en un fogón «desde la visión de los enfermeros esa reunión
de crotos ue hay ue desarmar» .6 La Colifata, más de veinte años después, va a
proponer un «reciclado» sería entonces un proyecto ecológico.

Bauleo Y poco a poco se pasa a una cosa más organizada, ue permite después encarar
un discurso.

Olivera Exacto, yo creo ue ese es el proceso, valorizando lo ue de «corazón ueda».


Si el «gran corazón» se ueda en eso nicamente, no tiene demasiado sentido. De to-
das maneras, pienso ue la aparición de La Peña o de la Cooperativa Esperanza es ya
un acto de comunicación, entre lo ue era el «viejo fogón» previo a La Peña, ue fun-
cionaba como modo espontáneo de encuentro producido por los propios internados,
y gente ue se metía allí, digamos, a bucear en ese «concentrado cultural» producien-
do algo La Peña primero, la Cooperanza después. Moffatt fue el primer explorador, se
fue al «fondo de los fondos» y comenzó a salir desde allí.

6. Ibid. pág. 177 .


© FUOC • PID_00227500 134 Experiencias innovadoras en salud mental

Bauleo Estamos hablando de etapas o fases históricas de una problemática, ue era


directamente qué se hace con esos individuos abandonados a su destino. Al principio
no se sabía bien ué era.

Olivera El voluntariado ingresaba, iba y daba. Repartía un poco de afecto, generaban


en conjunto cosas maravillosas, pero se uedaban ahí, faltaba la circulación social.

Bauleo No sé en ué momento de la Cooperanza parte La Colifata. En ué momento


es ue ustedes dan el salto… Parecerían como saltos cualitativos cambia la cualidad de
las relaciones en cada salto. Así como cambia de La Peña Carlos Gardel, y luego desde
Cooperanza, cambia de nuevo cuando sale La Colifata.

Olivera La Colifata nace en lo social, en el encuentro con «el afuera». Los oyentes
votan La Colifata y esto se da en una FM ue no estaba en el hospital. Cooperanza
trabaja adentro, sería el «afuera» en el «adentro» y La Colifata la podemos pensar como
el «adentro» en el «afuera» y produciría algo por ue ese «adentro» son en realidad
muchos «afueras» de otro tiempo ue han sido «mandados a guardar». ¿ ué destino
tenían las producciones de Cooperanza? Si bien se hacen a veces exposiciones afuera,
no es ese el eje central.
Si existe esta realidad de abandono, si existen los hospicios, es por ue, entre otras
cosas, hay una sociedad ue legitima este estado de situación. Con La Colifata traba-
jamos, entonces, en dos direcciones. Además es ue, en la interrelación entre el tra-
bajo hacia dentro y en el afuera, en este contacto del interno con el otro ue está del
otro lado, se abre también toda una perspectiva ue hace al trabajo terapéutico
también.

Bauleo Es interesante para analizarlo en profundidad La Peña Carlos Gardel y Coope-


ranza son momentos en los cuales se trabaja más con los internos, la gente viene a
colaborar para ver si se pueden formar otras redes, de interrelación, de interacción, de
afectividad, de lo ue sea. Todo un trabajo para poner en juego nuevamente una «sub-
jetividad aprisionada», pero dentro, todavía, del hospital. Venía gente de afuera, pero
esos eran n cleos digamos así totalmente motivados y pe ueños. En un momento
determinado, surgen los talleres, ya hay una organización y La Colifata aparece como
emergente de esa organización.

Olivera Cooperanza nace en el 85 y La Colifata en el 91. ay un período de cinco, seis


años de trabajo en talleres, y La Colifata comienza a partir de un ofrecimiento de una
© FUOC • PID_00227500 135 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

radio comunitaria de ue vayamos, a uellos ue trabajábamos en Cooperanza, a par-


ticipar de un programa ue iba a tratar sobre «la locura».
En este programa, se trataba en cada emisión un tema particular la mujer, la sexua-
lidad, el f tbol, la locura, por ejemplo. Entonces nos dicen «Podríamos tocar el tema
de la locura y podrías venir vos a hablarnos sobre eso». Allí surge la idea matriz,
propongo no ser yo uien hable sino ue sean las personas internadas a través de
cintas grabadas. Y ya no solamente hablando sobre la locura y creo ue ahí hay un
salto cualitativo , sino pudiendo participar de todos los temas ue se abordaban en
el programa.

Bauleo Ahí hay un paso, no podemos negar ue La Colifata es como la ruptura del
mundo entre el adentro y el afuera. Ya no es un grupo ue viene voluntariamente los
sábados al hospital. Está el Borda, está la comunidad y La Colifata es, digamos así, un
canal para eso para ese doble vínculo, de entrada y salida.

Olivera Un puente, de entrada y salida, de la comunidad hacia el Borda y de los inter-


nos hacia la comunidad, a través de actividades concretas afuera y de la comunicación.

Bauleo Tiene como un doble juego, una doble idea de «clínica». Primero es para ver
ué pasa adentro. Un poco terminar con los mitos, con los prejuicios y todo eso ue se
tiene sobre qué sucede adentro, pero además, ue los ue se encuentran adentro no
tengan una realidad distorsionada de lo ue pasa afuera.

Olivera Claro, por eso lo del descentramiento.

Bauleo De las dos partes.

Olivera Comienza un movimiento ue es simultáneo y recíproco coincide con la


demanda social respecto a develar, de alguna manera, el misterio ue se esconde detrás
del muro, con gente ue está encerrada, cronificada, bastante separada de lo ue ocu-
rre afuera cotidianamente. ay una demanda de saber cómo se vive dentro, y ellos
viven adentro. A medida ue se le va dando tiempo de desarrollo a este proceso de
intercomunicación, se empieza a ver cómo «los de adentro» comienzan a abordar pro-
blemáticas ue hacen al conjunto de la sociedad. Y va coincidiendo con otras deman-
das ue empiezan a surgir desde afuera si bien todavía existe muchísimo misterio hay
mitos y demás con relación a la locura, uienes ya conocen algo del trayecto de La
Colifata le piden también actividades periodísticas concretas, o bien, los mensajes y
© FUOC • PID_00227500 136 Experiencias innovadoras en salud mental

preguntas ya refieren a cosas ue pasan afuera. ay medios de comunicación ue hoy


nos dicen «bueno, ya sabemos de adentro ahora, ¿ ué pasó con la marcha de los ju-
bilados, ué pasó con lo ue ocurrió ayer en tal lugar?»

Bauleo Entonces, poco a poco, lo ue empieza a pasar es ue esa división artificial


entre adentro y afuera por ue en ltimo caso eran todas personas, tanto unos como
otros se uiebra. División artificial por ue se armó a través de fronteras inventadas.

Olivera En el trabajo hablo de eso de dos realidades artificialmente divididas, constitui-


das. Y La Colifata impactando en ambos lados.

Bauleo Ahora ¿ ué pasa cuando esas dos realidades entran en contacto, en interacción?
¿Cuánto es terapéutico para los de adentro, y cuánto es terapéutico para los de afuera?

Olivera Bueno, esa es una de las grandes preguntas… Y la otra gran pregunta ue me
acompaña es acerca de cómo un mismo dispositivo de trabajo puede impactar en dos
espacios distintos con problemáticas diversas y con categorías conceptuales ue deben
ser también diferentes para poder abordarlas.
Algo de mi preocupación y de mi interés es ver cuánto resulta «terapéutico» para los de
afuera, aun ue tal vez no sea esa justamente la palabra. ¿Terapéutico por ué? Algo
duele, desarrollo una «terapéutica» y luego deja de doler. En esa lógica y con otras
palabras, podríamos decir «hay un problema de un lado y un problema del otro» mu-
chos problemas en realidad generamos una vía de comunicación entre estos proble-
mas de índole diversa y encontramos ue hay alivio. Alivio y entusiasmo… y por razo-
nes también diversas.
¿Enfermedad o salud? ¿Atención o promoción? El escenario en com n lo veo en gene-
rar hechos de salud o hechos en salud donde participan en forma integrada los dos
polos de este es uema del ue estamos hablando. Pero ¿ ué es un hecho en salud?
Está la palabra «solidaridad», está la palabra «caridad», está la palabra «reparación»...
Yo veo ue hay muchísima gente ue se acerca a La Colifata desde una propuesta acti-
va, no solo para donar o dar algo ue ya no le sirve a uien considera «desposeído»,
sino también para generar actividades en conjunto.
¿ ué está pasando cuando una persona ue escucha La Colifata se toma el trabajo de
confeccionar una «cortina musical» de presentación para uno de los programas? ¿ ué
fenómeno o proceso opera allí? Un hombre ue escucha La Colifata le pide a una ami-
ga suya, locutora, ue grabe una presentación para el programa de tango ue conduce
don ngel Villa. Le elige la m sica, arma la presentación y se la lleva a este señor, uien
© FUOC • PID_00227500 137 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

está internado y ue ideó y conduce el programa. Lo hace viniendo un sábado a la


transmisión de la radio. El fragmento sonoro dice «A uí presentamos El Borda Tango
Club, con su conductor ngel Villa… ue ya ueda con ustedes». El programa se llama-
ba La historia del tango pero obviamente, luego de recibir el regalo junto a una docena
de casetes con m sica variada de tango, don ngel decidió ue pase a llamarse El Borda
Tango Club».
Yo me pregunto ¿por ué lo hace? Y no tengo la respuesta. Solo sé ue algo de la pro-
puesta de la radio le llegó y tocó alg n fuero íntimo. Eso es interesante, algo de lo ín-
timo, de lo propio, de lo subjetivo se pone en juego en una acción creadora y de comu-
nicación. abría algo del crear hacia fuera ue repararía algo de dentro, no sé, hay algo
del sentido reparatorio en esa acción. Por otro lado, también este modelo de radio
colifata trata de presentarse abierto a la gente, abierto para la construcción y otorga
también a uien está del otro lado un canal para construirla. De alguna manera sería
yo ue estoy «afuera», a través de mi acción puedo modificar algo de una realidad ue
generalmente los medios me la muestran como inmodificable, como «La realidad», y
en esa acción modifico algo de la realidad propia. Cuando me siento al televisor y veo
los chicos de la calle, o los borrachos, o cual uier problemática social, el medio no me
facilita o no me sugiere ninguna posibilidad de acción para modificar algo de esto.
Entonces o me sumo en la impotencia, o digo « ué barbaridad» y me siento culpable,
o no. Ahora, si bien partimos de un estado de marginación, ue viene de las familias,
de las instituciones, de la sociedad en su conjunto, la propuesta no estará centrada en
la denuncia de ese estado de marginación, sino ue la «denuncia» estará contenida en
el movimiento ue intenta dar un salto cualitativo a este estado, proponiendo accio-
nes en conjunto ue involucren a ambas partes, y ue cada parte no sé si cabe el tér-
mino obtenga un beneficio, algo de bienestar en esto, sienta ue gana algo. Ejemplos
de esto hay muchísimos…

Bauleo A uí viene una de las problemáticas centrales, en esta «terapia mutua» diga-
mos así, adentro-afuera. Parecería ue la terapia mutua es un poco para recuperar
partes, ue los de adentro dejaron afuera y los de afuera dejaron adentro… Esa división
artificial era también una manera de depositar sea adentro, sea afuera, cierta parte de
cada uno de los sujetos. ay una recuperación de esa parte, esto ue estás diciendo
muestra ue el ue hace un tipo de acción, de preparar un tema musical, un telón de
entrada o lo ue sea está claro ue él se encuentra ahí, trabajando no solamente para
los de adentro sino para sí…

Olivera Es como un rencuentro con algo de sí mismo.


© FUOC • PID_00227500 138 Experiencias innovadoras en salud mental

Bauleo Entonces esto es uno de los aspectos a teorizar, el otro, es cómo juega la comu-
nicación de masa en las relaciones institucionales o en las relaciones entre la institu-
ción y una comunidad. Y cómo esa comunicación de masas se transforma en vehículo,
más ue en un punto fijo, para un lado o para otro. La cosa más difícil de La Colifata
es no tomar posición.

Olivera Es ue la posición es la de ser vehículo para ue hablen «m ltiples versiones


de las cosas». uiero compartir con usted una situación ue me parece interesante se
nos acerca mucha gente ue primero se interesa por La Colifata, y finalmente nos
confían algo de ellos. Nos dicen «¿sabes lo ue pasa?, es ue yo tuve un hermano in-
ternado, o tuve un pariente o tuve alguien cercano» no se refieren a ese ue habló por
la radio sino ue ese hecho los conectó con algo de su historia. ay uienes nos dicen
«desde ue escuchamos La Colifata en casa, estamos empezando a hablar de este fula-
no ue estaba internado». Entonces me trae a pensar ue el hecho de ue alguien
considerado «loco» o ue está detrás del muro, hable, tenga voz, esta presencia cotidia-
na creo ue, de alguna manera, permite o abre camino a ue a uellos ue están afec-
tados por esta problemática de manera directa o indirecta comiencen a hablar.
Y algo más ue me parece importante es ue, a través de la palabra de los internos, se
interroga el mito es decir, se desanuda o se despliega toda una problemática ue tiene
ue ver con los prejuicios, con los miedos. De alguna manera a uello ue estaba tapa-
do empieza a salir y también empieza a salir la posibilidad de palabra. Se empieza a
poder hablar en forma no tan difícil o tan dramática de esto, es como ue abre un ca-
nal para el pensamiento, por eso tampoco salen fórmulas cerradas o ideologizadas al
máximo, por ue la cosa «es así o es asá».

Bauleo Ahora el coordinador, este coordinador ue tiene ue ser tan plástico, ¿cómo
se pone acá?

Olivera Cuesta.

Bauleo Y sí, claro, cuesta. Por ue el coordinador hace un trabajo como doble o triple.
Por ue es coordinador no solamente de los grupos, del grupo ue está trabajando ahí,
sino ue coordina, compagina todo lo ue viene de ahí.

Olivera Sí. La coordinación general engloba muchas tareas a la vez, es decir, el mode-
lo de trabajo, la estrategia, el trabajo de edición, la distribución del material en las ra-
dios, el registro de las respuestas de los oyentes y las presentaciones de los comunica-
© FUOC • PID_00227500 139 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

dores. El trabajo de feedback, todo este ida y vuelta, las relaciones políticas,
institucionales todo tuvo un desarrollo muy vertiginoso.

Bauleo Es interesante ver también cómo la palabra «coordinación» ahí no es una coor-
dinación solamente del grupo. Es verdaderamente una coordinación de ordenamiento
del discurso ue se va produciendo. ay ue seleccionar el material, hay ue ver ué
material va, cómo va con la m sica, cómo va para ué lado, cuál es el discurso, cuál es
la pausa. Todo eso lo haces vos, ¿no?

Olivera Sí. Pero la tarea de coordinación de la radio la realizo con María Celia Vieyra.
Al inicio de la radio, el taller de radio se circunscribía solamente a una mesa donde se
sentaban los internos, se prendía un grabador de periodista, y generalmente se habla-
ba sobre distintas cosas hasta ue un tema emergía, o un tema consonaba o entraba,
es decir, todos lo tomaban, lo hacían propio, lo desarrollaban y posteriormente apare-
cía yo, para tomar partes de toda esa producción tratando de respetar el espíritu de lo
ue se había tratado.
Pero, hoy por hoy, el trabajo de edición ya es diferente al de las primeras etapas, por ue
sobre la mesa hay una consola, una bandeja de tocadiscos, un compact disc, hay micrófo-
nos, etc. Entonces de la artística, de las producciones, también participan ellos, es decir, se
van cada vez organizando más, se van acercando cada vez más al producto final. Este fin
de semana van a salir, por ejemplo, pedacitos de programas, uno se llama «Las gaviotas del
León», donde la m sica ha sido elegida por él, y la artística también la ha hecho un inter-
no. Lo ue uiero decir es ue pasamos de los debates sobre alg n tema al hecho de ue
en la radio también hay programas y ue ellos participan de manera activa en ellos.

Bauleo Claro, esto llevaría poco a poco, digamos así, va a llegar un momento en ue
ellos se apropien de La Colifata.

Olivera En el sentido de ser sujetos activos de su radio y de ue vayan tomando posi-


ciones y roles, ue vayan abarcando un poco los distintos circuitos de salida. Nosotros
creemos ue es importante nuestro rol, nuestra posición y eso no va en contra de un
trabajo donde los internos puedan ir asumiendo niveles de responsabilidad cada vez
mayores. Sobre todo la responsabilidad en a uello ue se dice. Por otra parte es nece-
sario crear organización. ue las funciones ue realizo puedan ser tomadas por otros
también.

Bauleo Está muy bueno lo del delirio, de ipólito…


© FUOC • PID_00227500 140 Experiencias innovadoras en salud mental

Olivera Eso como prácticas de inclusión…

Bauleo Y el otro, los diálogos de un interno ue está hablando y la letra de una can-
ción popular. Todo el problema este de la m sica es muy, muy interesante. En alg n
momento habría ue verlo un poco más…

Olivera Ahí hay ejemplos de trabajo con relación a esto con consignas precisas. Es
decir, elegí una canción, un tema, el ue vos uieras, tratamos de escuchar ese ue sea
instrumental, o no, elegí el ue vos uieras, lo ponemos... Bueno en base al clima ue
te transmita esta m sica, trata de ponerle letra, de poder hablarlo, de hablarla. Si es
alguien ue canta una canción, trata de entrar en diálogo, es decir, en todas las instan-
cias de la producción de la radio Colifata está el otro, ese alter. Esto abre toda una gama
de posibilidades de trabajo.
Cuando usted habla de un diálogo de un interno del Borda ue es tanguero con Goye-
neche, y le dice «es una curda nada más tu confesión» o «estás desorientado, no sabes
ué trole hay ue tomar para seguir», tanto como se da en ese diálogo con el cantante, o
como este mismo interno escuchando esa producción ue realizó en el contexto de otro
programa con oyentes ue llaman y opinan sobre lo ue dijo ahí, en ese otro lugar, tam-
bién se da el diálogo con el otro ¿ ué pasa con la vuelta de estas producciones? Tratamos
de poner mucho cuidado, ue no sea una descarga catártica de uien se acerca y esto se
pierda, sino ue pueda tener un retorno, y además en un sentido concreto hay alguien
ue está frente a un micrófono y está produciendo algo, y tiene su artística también. Y
este material recorre la ciudad y vuelve con otra gente, con mensajes, opiniones…

Bauleo Me pareció bárbaro, el método de ir abarcando poco a poco a más gente den-
tro. Como si ustedes hicieran todo un movimiento de englobamiento, en el sentido de
participación, en el sentido de pregunta, en el sentido de varias cosas a su vez. De
producción colectiva, sean internos, sean externos.

Olivera El discurso es construido colectivamente.

Bauleo Lo otro ue me gustó mucho, y es algo muy inteligente de tu parte, es ver ué


tipo de comunicación se puede hacer de acuerdo con la radio, si es masiva, si no. Mues-
tra también ue no todo medio de comunicación de masas es homogéneo permite
una heterogeneidad ue muchas veces, tanto las radios como la televisión no toman
en consideración. ustamente lo homogéneo hace perder de nuevo, de visión, lo nue-
vo ue puede ser la realidad para los internos, o la realidad interna para los externos.
© FUOC • PID_00227500 141 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

En una radio masiva, es claro ue, como va indiscriminado el p blico, tenés ue ha-
blar de temas ue son más sociológicos, ue comprenden a la mayoría. En cambio si
te dirigís a una FM comunitaria, ue en ltimo caso es una pe ueña comunidad, ahí sí
ue puede ser más íntimo el discurso.

Olivera Y además las particularidades de cada medio abren posibilidades de trabajos to-
talmente distintas. Por ejemplo, hasta el año pasado había una emisión folclórica en una
radio de La Boca, Universidad Popular de La Boca, donde salían los fragmentos de La
Colifata en el mismo momento ue se hacía el taller y donde el diálogo entre los locutores
y los oyentes con los internos era fluido. Además, a través del tiempo, uien escuchaba la
voz de un «loco» ya no escuchaba «un loco», sino ue lo escuchaba a don ipólito, a
Pedro, a Ana. Entonces el oyente entra en comunicación con esa persona. Eso se constru-
ye, no es espontáneo utilizamos los recursos ue nos dan los medios, en este caso las FM
comunitarias, para apuntalar lo ue tiene ue ver con la recuperación de la identidad, el
nombre propio, la historia, etc., en esta cuestión habría ue ahondar muchísimo más…

Bauleo Y sí… ahí se abrió otro capítulo ue tendríamos ue estudiar ¿ ué es esto ue


estás diciendo? La voz se personifica, la voz era, en un momento determinado, cual uier
voz luego hay voces ue se identifican… Me hace recordar algo muy interesante ue dice
Bion,7 «la identificación proyectiva es una comunicación», entonces no sabemos, en esa
voz cuánto hay de identificación proyectiva del dentro con el afuera y del afuera con el
dentro. Aparecen elementos ue ya podríamos entender en términos psicológicos más
precisos. Abriría la problemática para darle una vuelta más de espiral, entre nosotros…

Olivera Exacto. Incluso otra cosa, partimos de estado de marginación, sujeto ue se ha


tornado objeto en una institución asilar, cerrada, total. ¿Pero invalida esto la existen-
cia de una patología, de ue algo no funciona bien? ¿ ué pasa con el paranoico, con
relación a este espejo auditivo ue le ofrece la interacción radial? ¿ ué pasa con el tipo
es uizofrénico? Decir «es uizofrenia», es solo una violencia contra la persona? ¿No
hay sufrimiento, padecimiento más allá de la condena «social» y «científica»?
Al principio podía jugar un poco con el «lirismo», pero ahora… Está claro ue «atrave-
sar la locura», o como lo ueramos llamar, no es algo alegre, romántico, ni lindo.
Cuando la psi uis se desarma y aparece el pánico, los tormentos, las angustias sin fin,

7. Wilfred Bion 1897-1979 , psicoanalista, miembro de la Asociación Psicoanalítica Británica, traba-


jó en el ejército inglés como psi uiatra trabajando con grupos. El concepto de «identificación proyec-
tiva» fue creado por Melanie lein y posteriormente desarrollado por él.
© FUOC • PID_00227500 142 Experiencias innovadoras en salud mental

no estamos jugando... La radio aparece en ese momento como un sostén, es importan-


te eso… Lo tendría ue desarrollar también…

Bauleo Claro. Además la radio y sus movimientos… ¿Le confirma o le modifica la es-
tructura?
Ahí se empieza uno a preguntar…
Bueno, Alfredito, por hoy cortamos… y más adelante hay ue hacer una segunda sobre
esto…

2. Encuentro en la Escuela de Psicodrama


de Tato Pavlovsky

Olivera La vez pasada hicimos un recorrido por la historia e intentamos poder definir
La Colifata, su modalidad de trabajo y situamos algunos aspectos ue teorizar…

Bauleo Lo ue podríamos tomar es el problema de cómo salir del aislamiento, de ué


manera ustedes crean un instrumento para elaborar ese aislamiento. Aislamiento ue
puede ser en soledad o en compañía, pero aislamiento al fin. Cómo, en un momento
determinado, arman un medio de comunicación, ofrecen un instrumento para forjar
una vía de salida eso es lo más «entusiasmante», si uno piensa una cierta modalidad
de la enfermedad mental, considerando el aislamiento como una de sus característi-
cas la radio aparece como un instrumento social para salir de esa situación. Yo creo ue
por ahí tenemos una punta para trabajar.

Olivera Me uedé pensando cómo puede ser varias cosas a la vez como usted dice, un
instrumento social para salir del aislamiento, entendiéndola como producto de m lti-
ples factores la internación permanente, el rechazo social y la enfermedad en momen-
tos de crisis. Pero también, con relación a La Colifata como instrumento, ¿es un movi-
miento de reivindicación social? ¿Es una herramienta terapéutica? ¿Podría
circunscribirse de alguna manera a un dispositivo terapéutico, no solo teniendo en
cuenta el aspecto de la reinserción, sino como instrumento para trabajar las diferentes
problemáticas ue presenta la psicosis? ¿Es posible, tal como está armado el circuito?
¿La Colifata es una herramienta política para transformar instituciones? ¿Es un instru-
mento para trabajar los prejuicios de la sociedad? ¿Sirve para crear lazo social y facilitar
la reinserción? Yo creo ue es un poco todo eso y esta complejidad nos exige también
pensar de modo complejo.
© FUOC • PID_00227500 143 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

Bauleo Ustedes arman un artefacto, digamos así, La Colifata en la radio favorecen la


relación entre el oyente en general y el usuario en general. Y una relación entre el pa-
ciente en particular con la comunidad. Pero en un momento determinado, uno se
pregunta ¿ustedes uiénes son? ¿En ué posición se tienen ue colocar, cuál es su
función? ¿Uno de la comunidad, y los mira como de afuera a ellos? ¿O juega a ue es
de adentro y los mira como los de adentro miran a los otros de afuera?

Olivera ay allí otro aspecto a teorizar ¿cuál sería el lugar de uienes intervenimos?
¿En calidad de ué? Si los problemas ue abordamos son diversos, ¿cómo se construye
nuestro lugar? Yo me considero un operador aun ue habría ue ver ué es esto de ser
un operador . Usted decía también ue éramos una bisagra, o ue facilitábamos o sos-
teníamos el puente. Entonces, somos bisagra, somos el puente, pero somos también
uienes coordinamos e intervenimos en el espacio de la radio, ue es grupal, abierto,
y con una dinámica particular.

Bauleo Me uedé pensando por un lado están los pacientes, personas internadas en
un psi uiátrico, por el otro, la comunidad, y ustedes, ¿en dónde están?

Olivera Somos vector y somos uienes intervenimos en un espacio delimitado al ue


llamamos «dispositivo de grupo». Yo estoy en la comunidad, no estoy internado en el
Borda, también soy uno de esos ue se encuentran con una realidad ue pertenece a la
sociedad en ue vive y uiere hacer algo por modificarla. Como me formo o deformo,
no sé a través de la carrera de Psicología, y es uno de los universos de mi interés, ope-
ro en el campo de la salud mental. Pero hay otros campos del conocimiento ue se
sienten convocados por esta experiencia. Yo siempre digo ue La Colifata es lo sufi-
cientemente amorosa como para dejarse contar por diversos discursos y disciplinas, y a
la vez lo suficientemente resistente como para no dejarse atrapar por ninguno, incluso
el mío y allí está entonces la fuerza de una experiencia ue hoy la podemos pensar
como fenómeno. Pero volviendo a su pregunta, nosotros somos operadores en salud
mental ue conciben el acto de «operar» entendiendo ue para ello la comunidad
misma puede convertirse en operadora no convencional de procesos de salud, desde
otros lugares, sin ser profesionales pero operando en salud mental gracias a un trabajo
hecho desde La Colifata. No van a ocupar el mismo lugar ue nosotros, pero sí van a
«operar» en salud son los oyentes y los comunicadores ue retransmiten La Colifata.
Ellos pueden, a través de esta propuesta, generar acciones ue modifi uen algo de la
realidad ue también los involucra, en tanto miembros de esta sociedad. Incluso uie-
nes «operan» también son uienes han uedado del lado de «pacientes», son ellos los
© FUOC • PID_00227500 144 Experiencias innovadoras en salud mental

principales protagonistas de una gesta ue hace lugar a gestos ue en el circuito de la


comunicación se transforman en acciones productoras de salud. Ahora bien, ¿ uién o
uiénes pensamos de esta manera? Nosotros. Y ¿ uiénes somos nosotros? Los intervi-
nientes o coordinadores. Entonces esta manera de pensar y de concebir los procesos
ligados a la salud, abiertos a la participación de m ltiples y nuevos actores, se inscribe
en el marco de este «artefacto» llamado Colifata y habilita un espacio para una gran
serie de movimientos ue podrán tener valor de «intervención». La intervención
como acción deliberada en función de las situaciones de encuentro ue se producen,
sean estas cara a cara o través de los medios.
Un ejemplo, la semana pasada pedimos por Radio Del Plata ayuda, por ue nos roba-
ron dentro del hospital, entonces ahora todos los aparatos los tenemos ue llevar a mi
casa cada vez, y eso es muy pesado. A través de la radio ue retransmite a La Colifata
hicimos principalmente un pedido a las empresas para ue nos puedan hacer el trasla-
do de los e uipos, y la mayoría de los ue respondieron llamando fueron oyentes, o
sea, gente de la comunidad. Cuando hablaba por teléfono para agradecerles, eran ellos
uienes decían «gracias». Nos agradecían la oportunidad de poder hacer algo, de sentir
ue hay algo ue se podía hacer. Entonces, creo ue somos uienes operamos en salud
mental para ayudar no solo a los internos del Borda sino también a la comunidad a ue
descubra sus capacidades, produciéndolas de manera concreta.
¿Cuál es mi modo de operar? Intentar ue, en el intercambio entre los internos y la
gente de afuera, se vayan creando soluciones, ue ambos puedan generar acciones ue
modifi uen, ue generen alg n cambio. ue sepamos ue las cosas se pueden cambiar
y ue cada uno desde su «saber hacer» puede crear La Colifata y, ¿por ué no?, crearse
a sí mismo de otro modo. Tal vez por eso la gente agradezca.
acer La Colifata significa desandar cierto «edificio del saber» y crear nuevos, y sumar
nuevos actores desde un lugar también nuevo. No digo ue no haya lugar para un
hacer profesional, específico, sino ue podemos redistribuir las cosas, abrir un espacio
para ue la comunidad en su mismo seno pueda ir encontrando alg n tipo de solu-
ción, a los propios problemas ue en la misma comunidad se generan. Lo ue es ma-
ravilloso es ue ese modo de concebir la salud abre una puerta no solo a nuevos acto-
res, sino ue me la abre a mí en tanto interviniente ue va creando también su propia
especificidad, allí hay un lugar ue necesita profesionalizarse. Es en ese sentido ue
incorporo nuevas maneras para trabajar en la conexión de campos con problemáticas
diferentes el problema de la locura y el sufrimiento, y la dificultad de la comunidad
para reconocerse hacedora de procesos saludables para otros e incluso para ella misma.
Ambos espacios están relacionados, hay comunicación. Mi trabajo también sería «te-
rapéutico» en un sentido amplio, y específico en sentido restringido.
© FUOC • PID_00227500 145 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

Bauleo Es interesante por ue al inicio era el soporte, pero después el discurso se trasladó
a qué hace un agente de salud mental… Ya no es soporte solamente, ya no es hacemos esto
para que unos se comuniquen con los otros. A uí viene uno de los problemas si ustedes no
se colocan por momentos como tercero, en ese vínculo, no se va a poder salvar la comu-
nicación. De ahí lo de soporte, pero ese soporte, ¿cómo lo podemos desarrollar?
Vendrá un problema mayor, bastante interesante hasta un cierto momento, ustedes,
sus compañeros, fueron Radio La Colifata. Estaban los pacientes y el mundo exterior,
ustedes hacían el soporte, sostenían la comunicación de unos con otros y, poco a
poco, ellos se fueron apropiando también del instrumento, como si dijesen «bueno,
ahora vamos a ser el soporte de nosotros mismos». Por lo tanto, tenemos ue ir viendo
adónde van siendo desplazados ustedes en ué se están transformando, si son ellos, al
final, uienes «hacen todo». Entre comillas digo, no sé si «hacen todo», o si lo pueden
hacer… Si hicieran todo, entonces ¿ ué harían ustedes?

Olivera Una posibilidad sería, entonces, trabajar para acompañar y sostener ese «ha-
cer todo» por parte de ellos, lo cual es una manera de seguir siendo «soporte». Ojalá lo
pudieran hacer, ese es un camino posible, aun ue traería también ciertas dificultades.
También podríamos pensar ue en alg n momento los ue se tendrían ue ir son ellos
en todo caso, no nosotros ese sería el mayor logro, para ue vengan otros ue lo nece-
siten, y así… Si pueden hacer todo, entonces podrán hacerlo en cual uier parte, y en
ese caso, deberíamos pensar en cómo acompañarlos hacia eso.
A mí me interesa lo ue tiene ue ver con la salud mental y la comunicación. Me im-
porta lo ue de la cultura surge en el discurso de una persona ue uedó internada, ese
concentrado del ue hablamos en nuestro primer encuentro.
La pregunta de «¿ uién habla cuando habla un loco ?» y, sobre todo, si esa persona
lleva años y años de estar internado. Por eso la idea de los «desechos psí uicos», me
interesa rastrear en la cultura ciertas «matrices», modos de entender las cosas, de mol-
dear comportamientos. Maneras de hablar ue ya no se usan, ue decantaron en la
cultura, pero donde el modo de relacionarnos puede seguir siendo el mismo. uizás
hoy con otras palabras, o menos estereotipado, pero con la misma matriz.
Por ejemplo, en Canal 7 a la noche, pasan películas argentinas de la década del 40 y me
encanta verlas ¿Vio usted la película Toscanito?, es viejísima y es la historia de un tan-
guerito. Toscanito es un chico ue interpreta a Alberto Castillo y le dicen «Castillito».
Grabé algunos fragmentos y ahora los pasamos en El Borda Tango Club. En un mo-
mento, al pibe, la mamá le dice «No uiero ue veas más a ese señor, ¿me vas a hacer
caso?», y él le contesta «Por favor, mamá, un pedido de mi vieja es una orden para
mí». El lugar de la madre en nuestra cultura, ese tipo de cosas, yo creo ue siguen ope-
© FUOC • PID_00227500 146 Experiencias innovadoras en salud mental

rando hoy. Me parece ue también me acer ué al Borda desde esta perspectiva, más
antropológica, si uiere, por preguntas ue siempre me acompañaron. Esto ue apare-
ce en películas antiguas de hace cincuenta años, estos modos de hablar ue ya no
usamos están presentes hoy en el asilo, y en la palabra de los internados. Podría pen-
sarse La Colifata hasta como un proyecto ecológico, en alg n sentido, en cuanto al
reciclaje de visiones del mundo, al relanzamiento de palabras en desuso, estéticas ue
nos devuelven un espejo a veces distorsionado, a veces muy ajustado, otras muy gro-
tesco. Los oyentes nos donan toneladas de discos y pensaba ue tendríamos ue editar
los microprogramas usando solo esa m sica. La Colifata es ecológica, es un reciclaje,
por eso es actual y la gente la escucha.
allo ue en el encierro aparecen de forma explícita, en la palabra, matrices compor-
tamentales ue operan en todos nosotros en el encierro mental también. En ese aisla-
miento ue usted mencionó hace un rato, en «los de afuera», aparece recubierto por
toda otra cosa, más tapado, pero en el manicomio están en bruto y en superficie. Creo
ue es la parte ue más me mueve, viendo esas películas, escuchando los discos y ha-
ciendo La Colifata desde ese modo de ver es algo ue me apasiona.

Bauleo El asunto es ue ahora se van aclarando mucho los términos de la situación.


Esto es un instrumento, pero, además, un instrumento con determinadas característi-
cas, implantado en un espacio-tiempo con rasgos esenciales, propios. Entonces tiene
ue tener otras connotaciones, otro significado el proyecto ue involucre una radio
así tiene ue ser un proyecto o antropológico o psicológico o sociológico o ecológico.
Pero tiene necesariamente ue estar involucrado dentro de un proyecto, en donde la
radio deviene un instrumento de ese proyecto. Debe ir conjugado con un desarrollo
lo ue sería interesante indicar es cuándo La Colifata puede aparecer más claramente
como instrumento y cuándo podría aparecer ese instrumento más claramente circuns-
cripto a un proyecto.
Si La Colifata fuera todo el proyecto, yo estaría diciendo ue ya estamos por termi-
nar. Si el proyecto hubiera sido el instrumento y su desarrollo, ya estaríamos termi-
nando por ue ¿ ué uisieron ver, ue funcionaba una cosa así? Funciona. ¿ ue
podían hacer conexión? Tienen conexión. ¿ ue una radio podía ser necesaria para
el interno y para el externo, desde el momento ue establecieron conexiones y com-
binaciones? Sí. ¿Los pacientes hicieron pasos adelantados, casi terapéuticos, com-
portándose ellos mismos y asumiendo responsabilidades ue de otra manera no
asumían? Así es… ¿El mundo exterior respondió a esos llamados haciendo cierto
tipo de elaboraciones, brindando solidaridad? También... Si todas estas cosas ya las
lograron, entonces el proyecto estaría casi por terminar, si el proyecto La Colifata
© FUOC • PID_00227500 147 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

fuera para demostrar todo esto, ya estarían terminando, lo ue pasa es ue no es so-


lamente esto… La Colifata es más.

Olivera Yo creo ue todo este esfuerzo tiene sentido si algo cambia, ¿ ué uiere ue le
diga? A mí me gustaría ue no existieran más los manicomios, aun ue no uisiera ue
el Estado se desentienda de la salud. El proyecto es político.

Bauleo Claro Por eso digo ue en este momento hay ue hacer una discriminación
entre instrumento y proyecto. Por ue empiezan a aparecer otros niveles proyecto polí-
tico, proyecto sanitario, etc. Surge más claramente ue La Colifata no es solamente un
instrumento cuando aparecen todos estos proyectos… Eso va a demostrar ue no se
acabó, cuando uno podría decir ue ya está demostrado todo, ue como radio, ya está
dicho todo… Ahí viene la cuestión…

Olivera Cuando usted me comenta ue está formando operadores en salud mental en


Italia, ue formó parte del proceso ue llevó a la abolición de los manicomios, ue se
instaló otro sistema de atención sanitaria, pienso ue una de las preguntas ue estuvo
presente desde el principio de La Colifata fue ¿cómo puede ser herramienta de un pro-
yecto como la desmanicomialización? ¿ ué lugar ocuparía una radio? ¿ ué función
puede tener? ué pasa si hoy Cohen,8 supongamos, logra consenso en la cámara para
ue la Ley 2440 se nacionalice y entonces se cierra el Borda, el Moyano, etc. ¿ ué otro
sistema de salud se tiene ue crear? Por ue, cuidado, todo este discurso abolicionista
puede ser muy til a los propósitos privatistas, y no se trata solo de cerrar, sino sobre
todo de crear, de abrir nuevas estructuras desde una nueva concepción de la salud.
Pero, por otro lado, ¿la sociedad está preparada, tiene ganas, lo re uiere, lo demanda?
¿Cómo lo viviría? ¿Lo absorbería, lo asimilaría? Es decir, ¿incorporaría estos cambios?
Yo creo ue la respuesta es ue no… Entonces creo ue, con relación a ese proyecto,
La Colifata podría ser un buen instrumento para trabajar lo ue tiene ue ver con las
representaciones sociales. En el plano político sanitario, desde el principio lo pensé
como una herramienta de transición.
En el mismo sentido, gente de Río Negro, puntualmente Analía Broide9 me había co-
mentado ue en Italia, obviamente usted me lo va a poder confirmar o no, en Trieste,

8. El doctor ugo Cohen era director del Programa de Salud Mental de Río Negro había trabajado
para la OPS en El Salvador, México y Estados Unidos y fue protagonista en la reforma ue se llevó
adelante en esa provincia. asta 2014 fue asesor subregional en Salud Mental para Sudamérica, Or-
ganización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud, Bs. As., Argentina.
9. Psi uiatra. efa del Servicio de Salud Mental en El Bolsón, Río Negro. Fallecida en 2009.
© FUOC • PID_00227500 148 Experiencias innovadoras en salud mental

la cosa había funcionado muy bien por ue respondía a un trabajo previo con la comu-
nidad y ue la Ley 18010 era la consecuencia, era el resultado de toda esa tarea. Des-
pués, al nacionalizarse, en otras regiones del país hubo innumerables problemas,
como ue a uellas casas de medio camino se habían tornado minihospitales. El mani-
comio igual seguía en la cabeza de la gente y de los profesionales… Entonces, con re-
lación a estos cambios, nos hacemos esas preguntas… por ue el mundo iría hacia eso,
ya no es solo Italia, hay un montón de lugares, está Dinamarca…

Bauleo olanda, mismo Inglaterra…

Olivera Sectores de España también, ¿no?

Bauleo Sobre todo en Galicia y en Asturias. Allí participé, muy interesante…, por
ejemplo La Colifata tendría ue tener alguna audición, hablar con alg n gallego o
algo…
También La Colifata la podríamos tomar como una «radio libre».11 Las famosas radios
libres, ue no pagaban nada, se hacían de acuerdo con la longitud de onda, era tipo
como La Colifata… Uno sintonizaba y había dos horas para los jóvenes, o directamente,
no sé, los tipos solitarios de alguna zona, había gente ue se comunicaba con ellos, les
contaba cosas o pasaban a la noche m sica especial, con las noticias ue uerían, etc.
Pero eso estaba cuando el problema de la radio era la comunicación social en general.
Acá no se exige solamente eso, sino ue se inserta en una situación mucho más con-
flictiva entra la salud mental, entra la antropología, entra toda una visión de la cultu-
ra, entra toda una filosofía. Entonces, por momentos, lo ue a mí me parece es ue está
llegando el momento primero ue usted se tiene ue recibir de una vez, por ue se es-
tán acortando los tiempos… Por ue ya la radio está presentada, ahora es necesario
empezar a explicitar el proyecto ue está detrás de la radio. Proyecto ue, en parte,
puede estar explícito, pero ue en parte hay ue enunciarlo no alcanza con ue diga
«es un proyecto antropológico, es un proyecto social», eso solo, no va.
Por eso muchas veces en las discusiones falta material conceptual y hay ue producir-
lo. Se podrán cerrar los manicomios, podrá aprobarse una ley, pero con eso no alcanza,
hay ue darse además un debate teórico y conceptual de fondo.

10. Ley 180 sancionada en Italia, en el año 1978, ue permitió ue se llevara adelante la reforma
psi uiátrica de la mano de Franco Basaglia en la ciudad de Trieste.
11. ace referencia al movimiento de radios libres, ue apareció en algunos países de Europa en los
años setenta y ochenta.
© FUOC • PID_00227500 149 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

Es lo mismo la cuestión con Rotelli,12 cuando se habla de las prácticas, como si la prác-
tica no tuviese por momentos teoría… Yo deseo ue exista otra psi uiatría, trabajé
para ue haya otra psi uiatría… Por ejemplo, en la facultad, el problema deviene en
ue tengo ue pensar cómo hago para ue esta gente ue va a empezar a trabajar en
psi uiatría no tenga ue pasar por las mismas vicisitudes ue pasé yo, ue empiecen
por «psi uiatría general», hasta ue verifi uen ue todo eso no sirvió para nada y hay
ue hacer otra cosa… No puede ser eso ¿Entonces, ué enseño? ¿Cuál es la psicopa-
tología nueva? ¿Cuáles son los métodos terapéuticos nuevos? ¿Cómo se piensa la salud
mental? ¿Cómo se piensa la enfermedad? Esto es lo ue por momentos falta…

Olivera Sí, y es obviamente extensible a nosotros…

Bauleo Entonces es lo ue ustedes tienen ue explicitar. Ya ue hay un proyecto an-


tropológico, psicológico, hasta ecológico detrás, en todo esto, hay ue empezarlo a
desarrollar.
Ustedes demostraron algo muy interesante, como es cierto el problema de la comunica-
ción. Y «ablandaron» esa comunicación entre el interior y el exterior. Este interior y ex-
terior ue era intramuros y extramuros también se convierte en un interior/exterior
entre mundo interno y mundo externo del sujeto. Con este tipo de juego, digamos así,
de juego real se transformó en juego metafórico. El dentro/fuera de los muros, después
se transforma en un dentro/fuera de los individuos, muchos de ellos gracias a eso van
ad uiriendo una capacidad de comunicación, muchos van disminuyendo su fantasmá-
tica, pudiendo tomar sus mismos elementos sintomatológicos, sean delirios, alucinacio-
nes, etc., como material para la comunicación, de manera ue ellos mismos puedan
hacer una elaboración de eso. Ahí se abre todo un capítulo de la psicopatología, a partir
de la comunicación. Pero, insisto, ¿cómo lo hicieron ustedes? Tenemos ue contar ue
eso se pudo ir realizando por ue hubo soportes ue lo facilitaron, ue fueron ustedes.
¿Cuánto les costó? ¿Cuánto no les costó? Si era lo mismo la función ue hacían ustedes
ue la de un acompañante de pacientes o no si trabajaron de otra manera, ¿cuál fue la
manera? ¿ ué tipo de terapeutas fueron de esos pacientes? ¿O no fueron terapeutas, sino
ue directamente fueron, no sé, agentes de cambio de esos pacientes?
Ahora una cuestión no hay una crítica a lo ue se hizo con esto ue estoy diciendo…
Ni de ue hay ue recibirse, ni nada de eso, sino lo siguiente La Colifata ya empieza a
exigir a ustedes otra cosa.

12. Franco Rotelli, psi uiatra italiano, trabajó con Basaglia en el proceso de desmanicomialización
en Trieste, Italia.
© FUOC • PID_00227500 150 Experiencias innovadoras en salud mental

Olivera Confío en ue la respuesta irá llegando como resultado de estos intercambios,


por un lado. Pero, por otro lado, está la cuestión ue también es para pensar ue
tiene ue ver con el poder. Es muy difícil, y fue muy difícil, ir con uistando espacios.
Partimos de la nada, tuvimos ue legitimarnos «afuera» para poder nacer desde aden-
tro y sobrevivir.

Bauleo Ya estás legitimado. asta la marca. Es decir, ustedes ya ni piden ue los colo-
uen y los colocan. uiere decir ue el espacio está logrado.

Olivera … y hay ue sostenerlo, por ue puede desaparecer. Es decir, y ¿si deja de ser
novedad? Y si en realidad todo esto fue…

Bauleo Eso es el tope ustamente eso ue estás diciendo. Y ¿si deja de ser novedad? Y
¿si esto era lo máximo ue podía dar? Por eso ahora hay ue dar el salto.

Olivera Bueno, ahí aparece otra cuestión. ¿Cuánta gente está trabajando en salud
mental hoy, con ué proyectos y a cuáles podríamos sumarnos? Nuestra práctica llegó
mucho más allá de lo ue nos hubiéramos imaginado. La Colifata está presente hoy en
la sociedad, es una marca, como bien dice usted. Pero los movimientos están desarti-
culados... Algo ue me asombra, no sé si se lo comenté, pero el otro día leí un proyecto
de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires donde hablan de la «psi uiatría co-
munitaria», deben tomar todo eso de la Organización Panamericana de la Salud…

Bauleo Sí, conozco el proyecto de la Municipalidad de Buenos Aires. Me lo mostró


Soriano13 hace años atrás…

Olivera Al leer el proyecto observaba ue en la práctica estábamos haciendo eso mismo


ue decía el escrito. Entonces pensaba «Bueno, hablo con Méndez ue es el director de
Auditoría y le digo «Ustedes hablan de tal cosa, nosotros estamos generando esto».

Bauleo ¿Y por ué no le va a hablar? ¿ asta dónde uno está esperando ue lo lla-


men? abría ue ir, tocar el timbre y decir «Bueno estamos trabajando esto, ¿piensa
ue hay una articulación posible? Yo pienso ue sí, ¿ustedes ué piensan?». Y ahí
entra a discutir…

13. El doctor Ricardo oracio Soriano era director de Salud Mental de la Ciudad de Buenos Aires en
1994.
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Ahora bien, primero de todo, si ustedes uieren protegerse, tienen ue ir a la ley, a


derecho de autores, para ue nadie les sa ue la idea ue ha tenido de La Colifata. Esos
son medios mínimos de protección…, pero después hay ue ponerle un proyecto,
por ue, si no, ueda como instrumento nomás. ¿Cómo se inscribe en lo demás, si no?
Y es más, muchos pueden estar interesados en lo ue ustedes hacen, pero en estos
momentos lo ue tenemos ue pensar es «Basta, Alfredo, ya los conocen, no tienen
ue conocer más gente. Los pueden conocer de todo el mundo, el problema es ue
ahora ya tienen ue jugar a otro nivel, y ver si se insertan o no en proyectos sociales».
Por eso, algo interesante sería hablar directamente con Soriano, para ver ué hace la
Municipalidad. Por ue ustedes están insertados en una estructura hospitalaria, hacer
valer eso. No están en cual uier lado, no es la casa particular de… Sobre todo ue aho-
ra esos manicomios no son más nacionales, sino municipales.

Olivera Yo creo ue hay dos cosas, una ue tiene ue ver con nosotros, con asumir el
crecimiento…

Bauleo Un poco como cuando los chicos crecen…

Olivera La otra son las inmensas presiones políticas ue sufrimos en la institución no


es fácil con lo ue tenemos ue lidiar. ay fuerzas cruzadas La Colifata es algo así
como una «niña bonita», de un lado no pasa en nada desapercibida, pero por otro nos
presentan todos los obstáculos ue puedan existir. ace unos sábados nos robaron
todos los e uipos de sonido en el hospital, no tenemos lugar físico asignado, solo un
depósito para guardar las cosas en los sótanos, un lugar repugnante con aguas servidas
y ratas.
Paradójicamente La Colifata no tiene un lugar dentro del hospital si llueve, tenemos
ue suspender o trabajar con lonas y paraguas, y, por otra parte, somos conocidos,
reconocidos y aplaudidos también. Nos afirma el deseo, un par de ideas claras y sobre
todo la alianza con la comunidad, ue valora y sostiene eso ue hacemos.
Dentro del hospital hay pujas, hay una interna entre Espacios Abiertos y Compartidos
y el Departamento de Rehabilitación, pujas de poder ue nos exceden, pero, sin em-
bargo, a Cooperanza y La Colifata llegan los coletazos de esa puja. Es un mundo muy
difícil de andar veo a los muchachos ue esperan toda la semana, ue el sábado puede
haber cinco grados de temperatura y se uedan inmutables para hablar por la radio.
Veo ue, a pesar del frío y la precariedad, ya nos visitan cada sábado entre uince y
veinte personas de afuera, ue vienen muchos pacientes a veces pasan más de cin-
cuenta y se uedan pase lo ue pase. Esa es nuestra mayor fuerza.
© FUOC • PID_00227500 152 Experiencias innovadoras en salud mental

Bauleo ¿Y por ué no lo fueron a ver a Materazzi?14

Olivera Materazzi, mentor del Psicocine, buena idea de los años sesenta, es un antece-
dente, un psi uiatra ue se posiciona desde una perspectiva crítica…

Bauleo ¿Nunca se habló con él directamente?

Olivera Le explico nos vinieron a buscar para hacer una nota desde el programa de
Nelson Castro, y fue Edgardo Esteban al hospital a hablar con las autoridades. Me en-
teré de casualidad, un jueves a ltima hora, me lo cuenta Miky, el locutor «oficial» de
La Colifata, ue trabajaba como secretario de la dirección. Al día siguiente, fui a Radio
Del Plata y pedí participar de la reunión de producción, me dijeron ue la nota la ue-
ría dar el director junto al director asistente, y algunos jefes de departamento como el
doctor Portnoy. Además, obviamente, uerían ue estuviera presente y ue fuera al
despacho del director con varios pacientes. Acepté con una condición, les pedí ue
pusieran al aire un microprograma llamado el «Concilio Vaticano II» y ue se los haga
escuchar.

Figura 58. La Colifata, sábado con lluvia. (Foto: Ignacio Sourrouille. 2000.)

14. Miguel ngel Materazzi, psi uiatra, director del Asistente de Atención Psi uiátrica del ospital
Borda. Fue luego su director a partir de 1997.
© FUOC • PID_00227500 153 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

Figura 59. Sábados de lluvia y radio. (Foto: Ignacio Sourrouille. 2000)

Transcripción del microprograma.


Garcés Yo me permito profetizar un hecho que tal vez ocurra un día que yo ya no esté acá,
aunque sea por haberme muerto.
Muchos de los psiquiatras, enfermeros psiquiátricos y psicólogos, que conmigo no se han
portado bien, o no me han interpretado, o me han maltratado, o lo que sea, se convertirán,
–no por obra mía, sino por obra de su propia miseria– en enfermos psíquicos. Además, así
como la Iglesia tuvo su Concilio Vaticano II, y se vio en él que el sacerdote no es necesa-
riamente santo, muy bien puede tener la psiquiatría un congreso mundial que haga las
veces de concilio, donde se demuestre que el psiquiatra no es necesariamente cuerdo.

Figura 60. Jorge Osvaldo Garces, «el filosofo de La Colifata», propuso el nombre para la radio.
© FUOC • PID_00227500 154 Experiencias innovadoras en salud mental

El día sábado fui temprano por los servicios a buscar a los muchachos, ue ya estaban
preparados. Don ipólito Sánchez, ngel Villa, Miky, Ever y muchos otros me acom-
pañaron al despacho del director para hacer la comunicación telefónica. Tenemos
grabada esa salida al aire, fue algo surrealista… Nelson Castro le preguntaba al director
de clínica médica, ¿cuántos internos participaban de La Colifata?, y él hacía gestos
para demandar un n mero, «Cerca de trescientos», dijo. abló maravillas, como ue
el promedio de externación era enorme y otros datos más. Se dijo ue La Colifata tenía
ocho años de existencia, y solo tenía dos. Esa fue mi experiencia con la plana mayor
del Borda. Gente ue nunca había venido a la radio, ue no tenía idea de lo ue se
estaba gestando, ue no brindaba ning n tipo de apoyo, ahora resultaba ue la ue-
rían y valoraban. El doctor Portnoy era el más ortodoxo de todos, pero, sin embargo,
él sí ue nos ayudaba, otorgando permisos de salida, interesándose por la experiencia
y hasta haciendo la vista gorda cuando nos colábamos en la terraza para instalar la
antena cada sábado.
A los meses, vinieron del diario Crónica para hacernos otra nota, entonces me llama
el doctor Materazz al despacho y me dice «La nota la van a hacer, pero en mi des-
pacho, con el doctor Imbriano, ue es jefe del Departamento de Rehabilitación»,
entonces le dije ue no era necesario, ue las notas las hacíamos siempre por desi-
ción del grupo con los integrantes de La Colifata en espacios distendidos, y ue el
doctor Imbriano podía venir a la radio y participar allí mismo de la nota. El doctor
Materazzi dio por terminada la reunión, salí al pasillo y justo pasaba el doctor tro-
va, ue es el actual director, y le dice al doctor Imbriano, uien salía junto conmigo
del despacho y uien siempre nos trató de manera respetuosa y cordial «A este
muchacho cuídemelo, por ue vale oro…». usto Y por ltimo, en la otra punta del
hall, se encontraba el doctor Carofile, uien más tarde me dijo «Me parece injusto
lo ue hacen con ustedes. Yo tengo el teléfono de la periodista, llámela y arregle con
ella directamente».
Finalmente, la nota nos la hicieron en el Bar de Pepe, frente al Borda, y con la participa-
ción de varios muchachos. Cuando vino la periodista de Crónica, le contamos lo sucedido
y me mostró un fax con un cable de la Agencia DYN ue decía algo así como «Radio La
Colifata, una continuación de la experiencia de Psicocine, gestada por el doctor Matera-
zzi. Radio La Colifata se presenta en sociedad con su Borda Tango Club de ngel Villa, su
locutor Miguel ngel Boezzio, etc.». Y nosotros ni si uiera nos habíamos enterado…
Desde La Colifata comenzamos desde hace un tiempo a ir durante la semana al hospi-
tal, para hablar con los médicos y psicólogos de los servicios donde están internadas
las personas ue vienen a la radio, y les decimos «Tal persona viene regularmente a La
Colifata, participa de este modo, se interesa por tal tema, nos contó determinada situa-
© FUOC • PID_00227500 155 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

ción, nos habló de la familia, etc.». Primero le pedimos permiso al paciente para poder
ir a hablar con su médico, y luego le preguntamos al e uipo tratante si les sirve ue
estemos en comunicación. Buscamos formas de integración para beneficiar siempre a
las personas ue están en situación de internación y ue consideramos ue hay ue
acompañar y asistir en su proceso de recuperación.
Me parece ue esta experiencia se tiene ue inscribir en un movimiento mayor, ser parte
de un proyecto, no me cabe duda de eso. Pero a lo ue no estoy dispuesto es a ue vengan
otros a apropiarse de nuestro trabajo, a ponerle firma, vaciando el esfuerzo… tanto, pero
tanto esfuerzo de tantas personas, ue, además, tenemos ue tener tanto empuje para
hacernos un lugar. No es un tema de egos, es un tema de respeto al trabajo del otro.

Bauleo ue no les corresponde Claro ue no corresponde, pero para nada

Olivera Y yo sé ue Materazzi ha hecho cosas muy interesantes con el Psicocine, ue es


una persona de un discurso progresista dentro de la psi uiatría y ue ha abierto muchos
espacios verdaderamente importantes. Es además un referente para muchas personas.

Bauleo Es ue son tan obsesivos, son tan formales por momentos… Son buena gente,
pero son tan formales por momentos, tienen miedo de ue todo salte por los aires si
no hay formalidad…

Olivera ay ue intentar no uedarse con una respuesta fácil. Por ue es sencillo


dibujar un monstruo por delante y es fácil caer en la película de «los buenos y los
malos». Las cosas son complejas, aun ue hay injusticias, violencias y atropellos, no
creo ue tengamos ue dejarnos avasallar justamente, la enfermedad tiene ue ver
con los estereotipos. Creo ue se han formado una imagen estereotipada de noso-
tros, y nosotros también de ellos bajo «la psi uiatría» rotulamos y ponemos todo en
una misma bolsa.
Como si fuera la psi uiatría clásica, la ue medica nada más, la ue hace tener a los
pobres internos ahí, encerrados, etc. También hay gente ue hace otras cosas la insti-
tución no es un «señor malo», no tiene manos y cerebro. En la institución hay una
puja permanente de fuerzas en contradicción. Creo ue habría ue trabajar para tener
otro tipo de instituciones.

Bauleo Sería bueno hacer una red, ue un poco salteara todo este tipo de situaciones.
Me gustaría traer a La Colifata, acá, a cosas ue se están haciendo en el hospital de
Córdoba, algo ue se hace en Paraná, generar una especie de red, me daría mucho
© FUOC • PID_00227500 156 Experiencias innovadoras en salud mental

placer. El problema es ue se trabaja muy aisladamente, no conocen unos lo ue hacen


los otros. La desmanicomialización en Córdoba está funcionando de maravillas.

Olivera abía una psicóloga, Betty Orgañaraz, ue había estado muy interesada con
La Colifata, ue incluso me conectó con gente…, no me acuerdo de ué psi uiátrico
de Córdoba, ue habían empezado a hacer un programa de radio.

Bauleo Claro por ue uieren modificar Oliva. El viejo…

Olivera Esta señora me uiso llevar a Oliva uería ue hablara con la gente… Ahí
aparece La Colifata como instrumento siendo parte de un proyecto.

Bauleo Sí, mi uerido Alfredo, yo sé ue eso funcionaría mejor y además no depende-


ría ni de los jefes del hospicio ni de los jefes de un carajo, por ue andaría «por sobre»
todo ese tipo de cosas. Por ue uno, en serio, acudiría más a las comunidades, acudiría
un poco más a la sociedad, se trabajaría en otros intersticios. Pero a n no podemos
hacerlo Si yo me voy a Córdoba dentro de uince días para ver si formamos un comi-
té, para ver si de ahí puede salir financiado el día a día… Pero cuesta...

Olivera Eso es lo ue hicimos nosotros, hemos acudido a la sociedad. ¿Le puedo hacer
una ltima pregunta?

Bauleo Sí, por supuesto…

Olivera Estábamos hablando de La Colifata como instrumento… Entonces usted,


cuando piensa una estrategia en salud mental ligada a un proyecto, como instrumen-
to, ¿de ué serviría La Colifata?

Bauleo Y, yo diría ue La Colifata tiene ue buscar conexiones en las distintas provin-


cias, por ue La Colifata habla acá y allá. ue organice «Colifatas» en todas las provin-
cias, en distintos lados, para ue empiece a circular toda una información. La Colifata
¿ ué brinda? No solamente información sobre ué es salud mental, ué no lo es y todo
eso, sino ue rompe los prejuicios de qué es un loco. Se transforma de «radio de hospi-
cio» a «radio libre», a una radio de cual uier comunidad, lo ue decíamos antes. Es
para la comunidad, y es de comunicación social poco a poco sale, y eso es el gran re-
corrido.
© FUOC • PID_00227500 157 Capítulo III. Conversaciones con Armando Bauleo

uiebra los prejuicios sobre la enfermedad mental. Esta sería para mí una de las gran-
des funciones, y de ahí entonces la posibilidad de ue La Colifata se podría reproducir
para transformarse luego, poco a poco, en Radio Corazón, en Radio Libertad, Radio de
Noticias Políticas, de cual uier cosa. Y ya no interesan si son radios comunitarias o no
comunitarias, o uién habla, uién no habla, poco a poco se va rompiendo el muro.
En definitiva La Colifata, mi uerido Alfredo, cumple una función del carajo

Figura 61. El señor Palavecino se apresta a entonar «el clavelito». (Foto : Ignacio Sourroulille. 2000)

Figura 62. La Colifata los sábados. (Foto: Ignacio Sourroulille. 1996)


© FUOC • PID_00227500 158 Experiencias innovadoras en salud mental

Figura 63. Extraído del libro Psicoterapia para los sectores marginados de Alfredo Moffatt.
© FUOC • PID_00227500 159 Capítulo IV. Lo abierto como multiplicación...

Capítulo IV
Lo abierto como multiplicación dramática

Este trabajo fue realizado sobre la base de microprogramas, se trata de «El corres-
ponsal de Marte», «El corresponsal desde arriba del cielo» y un tercero ue se llamó
«La Colifata va a la escuela». Originalmente fue presentado cuando era estudiante,
en 1994, como parte de un examen de promoción de la materia Teoría y técnica de
grupos, en la Facultad de Psicología, acompañado de un casete donde se podían
escuchar los tres audios.
uince años después, tuve la sorpresa y la alegría de encontrarme con uien
fuera mi profesora en esa materia. Se acordaba del trabajo presentado y me contó
ue a partir de ese momento pasó a ser oyente de Radio La Colifata a través de las
radios ue la retransmitían.

1. «Los locos y los niños…», juego en una escuelita


de Dock Sud

En 1992, en el ámbito del taller de radio ue coordino LT22 Radio La Colifa-


ta , en el ospital . T. Borda, propuse un ejercicio llamado «el juego de los co-
rresponsales». Se trataba de establecer una comunicación con alguien ue nos
hablara desde otro lugar, un lugar lejano, otro escenario, ue nos contara cómo
veía las cosas desde allí. El objetivo en ese momento era introducir técnicas pe-
riodísticas como medio para trabajar desde lo ue las personas traían al espacio,
como, por ejemplo, Ever, ue decía habitar en el segundo cielo. Se trataba de ir
hacia esas otras localidades ue se constituyen en formaciones delirantes «soy el
nico ue estoy sentado en los verdes pastos, no hay gente, estoy solito…», per-
mitiendo ue se incorporen a la escena.
El ejercicio se planteó como juego, ellos lo sabían y lo vivían como tal. En esa
oportunidad una de las preguntas ue me hacía era ¿cómo viven ese «estar en otro
lugar» cómo viven el «ser de otro lugar»?, esta pregunta se trasladó luego hacia
«los de afuera» ¿Cómo se instala en el imaginario social lo diferente, cómo circula?
© FUOC • PID_00227500 160 Experiencias innovadoras en salud mental

Dos años más tarde, en el marco de la materia de Teoría y técnica de grupos,


tuve la oportunidad de vivir una experiencia grupal creada como dispositivo con
fines pedagógicos el objetivo era aprender a través de la vivencia lo referente a
las distintas conceptualizaciones ue se hacen de los grupos. Una de las formas
para pensar «lo grupal» fue mediante la multiplicación dramática donde, par-
tiendo de una escena original, comenzamos a desplegar otras escenas. Comenza-
mos a multiplicar «por el efecto de resonancia ue en cada integrante produjo la
escena inicial».1 Así fue cómo, mediante las escenas, se fueron desplegando dis-
tintas instancias o niveles, la dimensión institucional, la dimensión social, lo
ue conforma el imaginario social... Todas ellas en alg n momento «hicieron
nudo» en el entramado de hilos sostenidos por una ilusión. Insistencias, rarezas,
ue hoy luego del análisis las recreamos en posibles líneas de sentido, reconoci-
miento de m ltiples atravesamientos, etc.
Me fui de la jornada de grupos sintiendo ue habían pasado muchas cosas, esta-
ba conforme, aun ue todavía no entendía muy bien. Días después, escuchando
grabaciones de La Colifata, recordé a uel viejo juego de los corresponsales. Tomé el
casete, apreté play, y reconocí la escena, luego pensé «Se fue a Marte por ue en la
tierra está todo mal, se refugió en el delirio por algo»…, y me pregunté «¿Se fue…?,
¿lo expulsaron…?, ¿cómo es?». Luego las preguntas se sucedían una tras otra
«¿Cómo funcionará en otros la idea de lo extraño , lo diferente, lo extranjero, la
idea de otra localidad , es decir, lo extranjero alojado en otro espacio diferente?
¿ ué respuestas encontramos como cuerpo social frente a esta problemática?
¿Cómo actuamos?». Es preocupación central y permanente para los ue trabajamos
en la radio interrogarnos acerca de los mitos e ideas ue operan en nuestra cultura
como elementos disociantes entre personas de una misma comunidad.
Volviendo al juego de corresponsales semanas después de realizarlo nos deci-
dimos a trasladar esta experiencia al tercer grado de una escuela de Dock Sud. Nos
acompañó la premisa de ue los niños se prestan en forma más libre y más es-
pontánea al juego de la dramatización. Nos dirigimos entonces a un ámbito de-
finido, una institución escolar en un barrio de escasos recursos, donde los niños
de entre 8 y 10 años de edad, coordinados por su maestra, comenzarían a realizar
el mismo juego. oy podría decir, a multiplicar dramáticamente.
A los chicos se les dijo ue iban a escuchar «un juego ue habían hecho otros
señores», se les preguntó si alguno sabía algo sobre los «locos», y poco a poco se
fue instalando el tema con preguntas y opiniones, finalmente escucharon la gra-

1. . esselman E. Pavlovsky. La multiplicación dramática, Buenos Aires Atuel.


© FUOC • PID_00227500 161 Capítulo IV. Lo abierto como multiplicación...

bación. ubo risas y comentarios también de asombro y cierto recelo en algu-


nos. En general, seg n me cuenta la maestra, el clima fue ameno y l dico.
¿Puede esta charla considerarse como «caldeamiento»? Se habló del Borda y
de ue estas personas viven en un hospital podría pensarse esto como caldea-
miento específico, como «preparatorio para la realización de una determinada
escena prevista por el coordinador».2
En este caso, ¿podría hablarse de multiplicación dramática? La escena no solo
fue propuesta por el coordinador la maestra , sino ue ya venía hecha, no la
armó el grupo de chicos, sino ue dramatizaron sobre ella. Ahora pienso ue en
este sentido no sería multiplicación dramática, aun ue si lo pensamos desde «la
obra abierta», tenemos ue hay un texto la escena original de los internos del
Borda ue se presta para la multiplicación. «Dramatizar en un grupo es también
patetizar los fantasmas, jugar con ellos y entre ellos. Exorcizarlos como los niños
elaboran sus ansiedades más terroríficas jugando con sus propios fantasmas».3
Creo ue de esto trató la experiencia, seguramente también de mucho más los
«locos» del Borda prestando su escena para ser dramatizada por niños. Y de cómo
a través de la dramatización de los niños circula algo del «imaginario social»,4
respecto a esa «otra localidad», el contacto con lo diferente, y las posibles res-
puestas también frente a eso desplegado. Reconozco, además, atravesamientos
institucionales «Uniforme igual ue en la guerra tienen, la ropa no la compran,
la tienen de unos lugares ue sacan ellos».5
A través de la multiplicación se abren, se despliegan y esto es lo importante
infinidad de líneas para el análisis. Cuando hago el trabajo de edición de los
microprogramas me confronto con eso, con el despliegue de innumerables posi-
bles líneas de sentido. Sin embargo hay recurrencias, insistencias y nudos ue
orientan en la toma de decisiones. No es mi propósito analizar en este trabajo lo
ue hace específicamente al contenido de las escenas ue son muy ricas, por
cierto si no ue lo ue me interesa es poner en evidencia el valor de la multipli-
cación dramática como dispositivo para abrir el campo grupal, para pensarlo
como campo de problemáticas atravesado por m ltiples inscripciones y ue esto
no es solo una entele uia. Me produce j bilo la radio, esta experiencia ue he-

2. Saidon, O ononovich, B. 1991 . La escena institucional. Buenos Aires Lugar.


3. Pavlovsky, E. esselman, . y Fridlevsky 1985 . «La Obra Abierta de Umberto Eco...», Lo Grupal
5. Buenos Aires Editorial B s ueda.
4. «Poder e imaginario social» de E. Mari y «Del imaginario social al imaginario grupal» de Ana María
Fernández.
5. Escena ue parece ser traída de un campo de concentración.
© FUOC • PID_00227500 162 Experiencias innovadoras en salud mental

mos montado y su metodología, como elemento central ue lleva y trae escenas


una y otra vez. Escenas de lo individual, lo grupal, lo social, lo institucional hacia
una multiplicación ue puede ser infinita. La cuestión no es lo infinito, sino ue
tenemos oportunidad de valernos de una herramienta maravillosa la radio, ami-
ga de desanudar estas cuestiones, ue a veces nos aprietan o nos ahogan y ue
nos repiten en serie, hacia la repetición de lo siempre repetido.6

Transcripción del microprograma «La Colifata va a la escuela».

Ever Los diositos somos a uellos ue somos peludos. Somos lindos diositos, somos los
más ueridos para todo el mundo. Para el papá y para la mamá, las familias, los herma-
nos y las hermanas.

Maestra ¿Comunico con el cielo? ¿Está arriba del cielo? ¿Me escucha la gente de arriba
del cielo? Cambio.

Niño Sí, la escuchamos, señora. Acá anda todo tran uilo, buscamos de todo pero no
encontramos nada. Están los angelitos, están jugando a la pelota y después a la noche
se van a dormir.

Coordinador en Radio Colifata ¿Está la cara de Dios arriba del cielo? Por favor, informe.

Ever Soy el nico ue veo ue estoy sentado en los verdes pastos, y veo los coches. No
hay gente, estoy solito.

Maestra ¿ ué estaban buscando ue no encontraban? Cambio.

Niño Los angelitos, pero no los encontramos.

Maestra ¿Pero vieron algo? ¿Los vieron, pudieron comunicarse con ellos?

Niño No, no nos pudimos comunicar.

6. La ltima grabación ue se escucha en el casete es un blo ue ue ha sido editado. Tomé fragmen-


tos de cada escena y plasmé una especie de collage auditivo, algo parecido a lo ue se hizo en la jorna-
da sobre el afiche, un collage gráfico. Así es como por consonancia y resonancia, por insistencias y
recurrencias y aun ue también por implicancia realicé mi escena, ue deberá uedar abierta, si ue-
remos ue algo pase. Tal vez una multiplicación más.
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Maestra ¿Por ué razón?

Niño Ellos están en un lado y nosotros estamos en otro.

Maestra ¿Usted considera ue puede llegar a acercarse a ellos?

Niño Puede ser... por ahí. Capaz ue podemos llegar, sí.

Ever Sí. Arriba del cielo tenemos muchos coches verdes. Nos faltan barcos, helicópte-
ros y aviones… Sí, hermanito.

Maestra ¿Algo más necesita ue le mandemos adentro de las naves?

Niño No, nada más.

Maestra Muy bien, enseguida volvemos a comunicarnos. asta luego.

Maestra Comunico con Marte. ¿Me escuchan?

Washington, el uruguayo Nosotros pensamos en Marte ue la tierra está mal. Por ue hay
guerras, hay hambre, hay frío, hay tristeza, hay dolor. Pero yo sé, como marciano ue soy,
ue todo esto va a cambiar por ue hay un Dios ue nos uiere mucho. Nada más.

Maestra ¿Cómo siguen ustedes…, les llegaron las máscaras de oxígeno?

Niña Sí. Allá estamos bien, podemos respirar bien. Encontramos unos extraterrestres
ue estaban enfermos… pero nos trajeron comida y cosas para calentarnos.

Maestra Bueno, ué suerte. Una felicitación desde acá an encontrado extraterres-


tres, ué alegría. Cuénteme cómo son. Cambio.

Niña Son…, no son tan feos, tan feos, no son. Eh… usan la ropa verde… Y la ropa no
la compran, la tienen de unos lugares ue sacan ellos.

M sica, final.
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Capítulo V
Nuevos actores para la creación de espacios en salud

Este artículo fue escrito en 1998 a pedido de la revista Media Development,


Journal for the World Association for Christian Communications,1 de Inglaterra, y
publicado ese mismo año, gracias a la sugerencia de la dirección de AMARC,
puntualmente de su director mundial de la época, Bruce Girard.
acia fines de ese año tomé ese texto como base para realizar una monografía
en el marco de la materia de Clínica de adultos de la cátedra del doctor Tausk, de
la Facultad de Psicología en la Universidad de Buenos Aires. A continuación se
presenta el texto entero, corregido y aumentado para dicha asignatura.

Figura 64. Lalo Mir recibe el premio «colifato de bronce» otorgado por los integrantes de La Colifata y
diseñado por el artista callejero Daniel Sanjurjo, en el festejo del sexto aniversario de la radio. Lalo Mir,
conductor de programas de radio en FM en Argentina, fue un actor clave que se constituyó vector entre
la palabra de las personas internadas y el resto de la sociedad. (Foto: Ignacio Sourrouille 1997)

1. Media Development, ournal for the World Association for Christian Communications vol. LV,
n m. 2, págs. 27-30 , ennington, Inglaterra, 1998.
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1. Los medios de comunicación como potenciales


productores de espacios en salud

1.1. Introducción

Siete modalidades de existencia ue se articulan entre sí hacen de LT22 La


Colifata una realidad ue entrelaza el ámbito comunitario, el comunicacional y
el terapéutico generando espacios en salud pluridimensionales.

1.2. LT22 La Colifata, siete modos de existencia

1.2.1. Radio con antena

Transmite los días sábado desde el FM 99.3 M z, con una potencia de tres-
cientos vatios. Su alcance es suficiente para ue desde cual uier lugar del hospi-
tal los internos puedan sintonizarla y, asimismo, cubre los barrios de la zona sur
de Buenos Aires.
Se realiza al aire libre en un patio de la institución, y se plantea como un espa-
cio al que puede acudir cualquiera de las mil doscientas personas que se encuen-
tran internadas, pero que también está abierto a la participación comunitaria;
estudiantes, oyentes, comunicadores o visitantes ocasionales ue uieran acer-
carse para acompañarnos en la emisión, incluso formando parte de esta. Cada
sábado se reúnen alrededor de una mesa aproximadamente cincuenta personas;
entre veinticinco y treinta internos y de uince a veinte visitantes. La transmi-
sión es llevada a cabo por locutores, columnistas, conductores y lectores de co-
rrespondencia, todos ellos internos del hospital.

1.2.2. Radio «sin antena» o microprogramas

La Colifata nació con esta modalidad de difusión existiendo a partir de un


otro solidario que hace un lugar. Esos otros solidarios ue hacen lugar a la voz de los
internos del Borda son los comunicadores sociales, que conducen diferentes pro-
gramas en distintas radios AM y FM de Capital Federal, Gran Buenos Aires y el
interior de la Argentina, como así también en algunas emisoras del Uruguay. En
© FUOC • PID_00227500 167 Capítulo V. Nuevos actores para la creación...

este momento, son aproximadamente cincuenta las retransmisoras de micropro-


gramas en todo el país.
Cada microprograma es resultante de un trabajo de edición realizado a partir
de lo producido por los internos en la emisión de los sábados. Son fragmentos
que duran aproximadamente dos minutos.
A las radios del interior del país se le entregan casetes ue contienen veinte
microprogramas para ue puedan ser emitidos en el transcurso de un mes, a cam-
bio se les solicita ue graben las salidas al aire de La Colifata en el contexto de sus
programas, así como la repercusión en la audiencia ue pueda tener el material.
Finalizado el mes, pedimos ue nos envíen las grabaciones con la palabra de los
comunicadores y los mensajes de los oyentes. Este material, a su vez es escuchado
posteriormente por los internos en el espacio de Radio con Antena, con fines tera-
péuticos y de integración social.
Bajo esta modalidad, el correo comunicacional inaugurado está mediatizado
por otros los medios de comunicación , ue hacen de bisagra entre la voz de los
internos y la comunidad, siendo la tarea de edición un aspecto importante en
este proceso.

1.2.3. Programa en vivo en una FM comunitaria

Esta tercera modalidad de existencia se inaugura en 1995 y toma consistencia


cuando un grupo de internos a uellos ue tenían más historia y experiencia en
la radio y ue habían alcanzado un mayor nivel de autonomía respecto a sus
compañeros se trasladan a una FM comunitaria de un barrio de la Capital Fede-
ral la FM Latinoamericana del barrio de Saavedra, y conducen desde allí su pro-
grama en vivo, alentando la participación comunitaria desde los mensajes y lla-
mados al aire.

1.2.4. Radio en vivo fuera del psiquiátrico

Desde 1992 y sistemáticamente desde 1995, Radio La Colifata sale periódica-


mente del psi uiátrico para hacer transmisiones desde ciudades, pueblos, univer-
sidades y todo tipo de espacios p blicos. La radio se monta en esos espacios y
permite un contacto directo con la comunidad.
© FUOC • PID_00227500 168 Experiencias innovadoras en salud mental

1.2.5. Corresponsales colifatos

Este modo comienza hacia el mes de noviembre de 1991, durante las visitas a la
Feria del Fanzine, ue tenía lugar todos los viernes en la plaza de los dos Congresos.
Enviados por el grupo, un interno o varios de ellos salen a la comunidad para
realizar notas periodísticas, que pueden ser tanto a partir de una motivación en
particular como destinadas a rescatar hechos de interés en general. Esta modali-
dad establece un contacto cara a cara con el oyente y nos permite ir midiendo a
lo largo de estos casi siete años de actividad los cambios de conducta de la gente
respecto a este ajeno ue se le aparece en escena haciéndole preguntas. Semana a
semana, las notas obtenidas se incluyen en las emisiones de la Radio con Antena
y, por ende, en los micros de la Radio sin Antena.
oy, La Colifata es reconocida como un medio periodístico y obtiene, al igual
ue otros, acreditaciones de prensa para asistir a diversos eventos por ejemplo,
hay dos periodistas internados ue están acreditados en el estadio de f tbol de
Boca uniors y siguen la campaña del e uipo desde el palco destinado a la prensa.

1.2.6. Agencia de noticias

Instalada en una mesa sobre un margen de la Radio con Antena en los jardines
del hospital, y con ayuda de una vieja má uina de escribir donada por una oyen-
te, Agencia de Noticias es un espacio ue recibe noticias urgentes, esas ue no
pueden esperar y se deben comunicar al instante. Es la modalidad incorporada
más recientemente, surgió como una técnica de inclusión para a uellas personas
con mayores dificultades de comunicación.
La noticia puede ser concebida desde la mirada de cada uno delirante o no ,
o bien delatar modos de vida dentro de la institución. Adopta el formato de cable
de agencia, para ser leído por el locutor durante el transcurso de la emisión cada
media hora.

1.2.7. Multimedio colifato

Es la versión gráfica de esta experiencia. Los internos producen notas, colum-


nas, etc. y sus producciones se incluyen en periódicos de circulación diversa y de
interés general.
© FUOC • PID_00227500 169 Capítulo V. Nuevos actores para la creación...

Trabajamos desde la misma lógica con la ue se realizan los microprogramas,


la idea es compartir esas producciones en contextos ue nada tengan ue ver con
los espacios destinados a la salud mental. Pienso ue, si bien podría resultar til
hacer una revista «de los internos del Borda» o de un «taller» de los internos, el
mercado al cual se destinaría sería muy limitado, y llegaría solo a a uellos ue ya
están involucrados o se encuentran cercanos a estas problemáticas. Me parece
mucho más interesante ue sus producciones lleguen al hombre com n, a a uel
ue porta los prejuicios de una sociedad ue adopta conductas discriminatorias,
a través de medios gráficos ue forman parte de su vida cotidiana.

1.3. El porqué de esta metodología

Lo ue comenzó siendo una carencia en sus comienzos La Colifata no tenía


e uipo de transmisión y dependía solamente del gesto solidario de otras emiso-
ras para difundir sus grabaciones se transformó en apropiada y novedosa meto-
dología de enlace entre los internos y la comunidad debido a tres cuestiones
posibilita espacios para la participación de gente ue no está directamente vin-
culada con la problemática de la salud mental los oyentes permite ue los co-
municadores comiencen a ser operadores no convencionales en salud, actuando
como nexo entre los internos y los oyentes, y, por ltimo, incluye socialmente a
través de la palabra a a uellos ue, al hecho de padecer un sufrimiento psí uico,
se les suma la marginación social los internos .
Se trata de ue los internos ejerzan libremente el derecho a la expresión, recu-
perando un auditorio, la dimensión humana del otro de la cultura, la posibilidad
de estar sujetos a ella reinscribiendo en lo social su figura, provocando una nueva
mirada o, al menos, cuestionando a aquella detenida cristalización de sentido
ue, entre otras cosas, iguala la figura del llamado «loco» con alguien ue es na-
tural y potencialmente peligroso.
Se trata, en síntesis, de la utilización de los medios de comunicación para ge-
nerar procesos de construcción de espacios en salud, entendiendo a estos espa-
cios como resultado y a la vez como promotores de la articulación de tres niveles
el espacio comunitario, el espacio comunicacional de la metodología de enlace,
y el espacio clínico, ue es en sí mismo el del dispositivo radial grupal.
La Colifata surge, en principio, como respuesta a un estado de marginación, y
para ello genera una «práctica de inclusión» propiciando la integración de los
internados pero, en el devenir de su práctica, agrega un plus ue se traduce en
© FUOC • PID_00227500 170 Experiencias innovadoras en salud mental

efectos terapéuticos positivos en los pacientes espacio clínico en el despliegue


de recursos y capacidades comunitarias como, por ejemplo, la idea de la solidari-
dad entendida como un recurso de salud ue pueden desplegar los pueblos es-
pacio comunitario y en entender a los medios de comunicación como un po-
tencial elemento dinamizador, a la vez que un espacio en sí mismo donde se
produce encuentro espacio comunicacional .

2. La Colifata como significante

2.1. Primeros pasos en la construcción del dispositivo

Paralelamente a la dinámica ue dio origen a esta experiencia, se fue constru-


yendo el espacio de lo ue más tarde se llamaría dispositivo radiofónico grupal. En
sus comienzos podría homologarse a un taller de charla y reflexión se abordaban
distintos temas propuestos por uienes integraban el espacio y la función del
coordinador era saber hacer lugar para la expresión y la escucha. Lo particular de
ese espacio es ue se grababa, y ue luego una parte de ello se emitía por diversas
radios en un espacio extrahospitalario. Pero no solo eso, el grabador operaba
como un «tercero» ue definía las características de este incipiente dispositivo
como el de un dispositivo abierto.
Cada participante, a la vez ue le hablaba a sus compañeros, debía tomar en
sus manos el grabador, para cederlo luego a uien manifestara la intención de
uerer hablar. De este modo no solo ueda un registro, sino ue se funda la con-
dición para ue se produzca un acontecimiento como eventual. Este tercer obje-
to ue opera regulando la posibilidad de un intercambio será productor de even-
tualidades. Por ejemplo, la lucha por la toma de la palabra la pulseada por la
posesión de ese objeto garante de registro y de posibilidad de fuga del hospital.
Un objeto ue permite reescuchar lo ya dicho produciendo, además sobre todo
al principio , cierta fascinación.
Intervengo sosteniendo la palabra de uien acaba de pronunciarla, puedo
funcionar como eco o simplemente como uien repite lo ya dicho para facilitar
una cierta circulación. Puedo subrayar o repetir, es decir, relanzar lo ya dicho o
bien preguntar hasta ue se instale un debate. Es allí cuando me retiro hasta ue
considero volver a intervenir. Lo novedoso es ue este espacio está siendo graba-
do y luego tendrá una salida en una FM y retornará información desde fuera. Ese
tercero ue era el grabador, y hoy el micrófono y los parlantes de retorno, no solo
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registraba sino ue comenzaba a emitir información en dos direcciones. Situacio-


nes grupales ue se ubicaban en un lugar, «La columna del Borda» hacia fuera, y
mensajes ue comenzaban a llegar al interior de este dispositivo abierto. Esto
funcionaba como dinamizador de la tarea, poco a poco, intentamos sumarle
técnicas periodísticas, introducidas desde lo lúdico.
Entre personas internadas y el coordinador o analista espacio transferen-
cial aparece un tercero ue registra, circula como objeto concreto, permite
emitir luego y regresa una semana después al hospital conteniendo lo ue ya
fue dicho, pero ue suma otras voces la de los oyentes y la comunidad. El lu-
gar del analista como posición de escucha y de interviniente se va configuran-
do en esta dinámica que funda el dispositivo abierto radiofónico. Interviene
además con la inclusión de ese tercero el grabador trae sonidos ue vienen de
los oyentes, de los comunicadores en general. Es la «botella tirada al mar» re-
gresando a las costas con nuevas cosas en su interior. Se escuchan fragmentos
ya editados donde son ellos mismos los ue hablan internos auditores de sí
mismos , o hay otros ue los nombran, todo ello pensado en términos de in-
tervención. A uí es donde cobra valor el otro oyente, ue con su escucha sensi-
ble y, sobre todo, con sus mensajes actualiza o produce el estatus de existente
de a uel o a uellos ue hablaron. Esto marca una diferencia con cual uier
otro dispositivo.

Figura 65. José Maria Cabrera, «su lengua en la noticia». El micrófono reemplazó el lugar del grabador en
el dispositivo radiofónico grupal. Año 1996. (Foto: Ignacio Sourrouille)
© FUOC • PID_00227500 172 Experiencias innovadoras en salud mental

2.2. Aporte particular y único de una minoría al resto


de la sociedad

¿Discapacidad o sobrecapacidad involuntaria?


¿Cuál es el aporte particular y nico ue puede realizar esta especial minoría
marginada al cuerpo social? ¿Por ué a través de esta experiencia pudimos lo-
grar ue la palabra de uienes están internados volviera a circular socialmente,
representando un valor para otros? ¿Cómo un decir delirante puede tornarse
«audible» para el cuerpo social, y por lo tanto obtener el valor de mensaje?
Entre otras cosas, el hecho de sostener la transmisión durante ya casi siete
años y ue cada vez sean más las radios ue retransmiten microprogramas marca
la presencia de otro ser humano, semejante, sosteniendo la experiencia desde la
escucha. Incluso han aumentado en calidad y cantidad los modos de participa-
ción comunitaria, pudiendo trascender al exotismo y a la moda, marcando, a mi
entender, que no solo es bueno este espacio para los internos, sino que toca otra
necesidad. ay una demanda social respecto a esta experiencia y es til pregun-
tarnos por qué.
En este punto se torna necesario detenernos a reflexionar; pensemos, por
ejemplo, lo relativo al discurso jurídico. Este toma de la psicopatología la figu-
ra del alienado, entendiendo a la salud mental en términos de conciencia con
dos componentes fundamentales intelección y volición, es decir, trata de «la
concepción de un sujeto de la conciencia dirigido por su conocimiento y vo-
luntad», concepto aristotélico en donde se apoyará la noción de un acto res-
ponsable y libre. Al «loco», en cambio, se lo sit a como alguien fuera de sí. Si
esto es de esta manera, el llamado «loco» no podrá ser responsable de sus ac-
tos, será inimputable penalmente y su ser jurídico obtendrá representación en
otro, un juez.
Asimismo, desde cierta tradición psicopatológica, el delirio es la expresión de
un ser hablado. «Allí donde ese significante al ue el sujeto apela no responde
viene al lugar el automatismo mental de palabras impuestas … . El psicótico ig-
nora la lengua ue habla»,2 y este concepto es solidario con la concepción del
«fuera de sí».
Cabe preguntarnos, entonces, cuando un llamado «loco» habla, ¿ uién ha-
bla?

2. Fernández, E. 1999 . «Diagnosticar la psicosis». Teórico I. Cuadernillos de Cátedra II pág. 30 .


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Si el yo está roto, dañado y hay un otro3 ue irrumpe y se expresa en el delirio


haciendo del «loco» un decir y un hacer no responsable, fuera de sí... ¿ uién es
el ue habla?
Algo de la cultura y su tiempo emerge, crudo, desprolijo, sin filtros, inocente
y bestial. Este modo particular de ser hablados por la cultura el Otro con may s-
cula 4 que se expresa a través del mecanismo de producción discursiva de la psi-
cosis, una vez ubicado en el andarivel comunicacional propuesto, podrá tradu-
cirse en un aporte al cuerpo social por ue expresará algo en donde todos podamos
reconocernos. «En el origen de lo ue nosotros somos, incluso como cuerpo, está
el disquete que nos es aportado desde el inicio; llamarlo Otro quiere decir no
empirizar uién es el ue nos pasa el diskette». I. Vegh se pregunta «¿ ué uiere
decir ue ese Otro está en el comienzo? eso ue Lacan pone en un aforismo el
inconsciente está estructurado como un lenguaje ».5
Desde esta perspectiva, los manicomios serían reservorios simbólicos o de LO
REAL de enorme valor antropológico. Encontraríamos allí, a nivel de superficie
lo ue en el «afuera» habría decantado. Como en el Valle de la Luna un nicho
ar ueológico del centro oeste de Argentina , donde hay en superficie rastros de
un pasado que nos acerca datos sobre la evolución de la vida en la tierra, en los
institutos psi uiátricos, encontraríamos al descubierto en el decir - ser dicho de
los pacientes datos simbólicos6 de nuestra identidad como cultura, «intrusiones
de lo real»7 pasibles de ser simbolizadas por la cultura de lo «normal», es decir,
por uien escucha si por normal ubicáramos a la estructura neurótica . Crear
andariveles comunicacionales por donde esos decires «encriptados» en el delirio
circulen permitiría develar, correr velo y echar luz sobre algunas matrices cultu-
rales ue diría son, aun hoy, «eficaces» y ue rigen nuestro mundo de relaciones.
Y a la vez, la creación de estos canales restituye el derecho a hablar de estos suje-
tos y los liga a un presente compartido.
En estos «decires» habría una especie de «sobrecapacidad involuntaria», no
responsable, determinada por el mecanismo de producción discursiva de la psi-

3. «Variedad ue inaugura un conjunto de significantes ue está en el origen de cada uno de noso-


tros es lo ue en la terminología de Lacan llamamos el Otro». I. Vegh. Estructura y transferencia en la
psicosis. Clínica de Adultos, Catedra II. Titular prof. uan Tausk, 1999.
4. Lacan, . 1958 . Seminario III, El Otro Autre como «tesoro del significante».
5. Vegh, I. 1999 . Estructura y transferencia en la psicosis pág. 73 . Clínica de Adultos Catedra II. Ti-
tular prof. Juan Tausk.
6. Digo «simbólicos» por ue me posiciono en uien escucha a uien supongo neurótico. Simbólico
desde un interpretante ue incorporó como mecanismo fundante la «represión».
7. Lacan, ., Seminario III. pág. 118 . «Algo ue fue rechazado del interior reaparece en el exterior».
© FUOC • PID_00227500 174 Experiencias innovadoras en salud mental

cosis ue, en nosotros los neuróticos los llamados cuerdos o normales estaría
produciendo efectos de metáfora. Por ahora dejemos lo del efecto metafórico para
después. uisiera introducir algunas preguntas.
¿ ué supone todo esto?
El decir de un psicótico se rige por proceso primario. Freud nos dice «En la
esquizofrenia las palabras son sometidas al mismo proceso que desde los pensa-
mientos oníricos latentes. Crea las imágenes del sueño y ue hemos llamado
proceso psí uico primario … , en el pensamiento de un es uizofrénico las pala-
bras mismas … pasan a ser objeto de elaboración por parte del proceso
primario».8 A saber, condensación y desplazamiento, esto es, por las leyes de lo
inconsciente.
¿Eso uiere decir ue se trata de un decir puramente inconsciente?
La sumatoria de pacientes psi uiatrizados depositados en estos reservorios
simbólicos llamados manicomios ¿daría como resultado un conjunto de in-
conscientes hablantes por no actuar en ellos la barrera de la represión?
¿Incs. Incs. Incs… Incs. colectivo?
¿Manicomios a reverso de la cultura?
Estas preguntas me remiten a la diferencia de estructuras neurótica y psicótica.
Contin a Freud «el sueño conoce una regresión tópica, la es uizofrenia no».9
Primero, si en la psicosis no hay mecanismo de represión, como consecuencia
estrictamente lógica no podríamos hablar tampoco de inconsciente, dado que es
la represión la ue lo funda. «Puede entonces suceder ue algo primordial en lo
tocante al ser del sujeto no entre en la simbolización, y sea, no reprimido, sino
rechazado».10 Entonces ¿Cuál es el mecanismo de la psicosis y esto es lo ue me
importa ué sujeto funda? En la neurosis se funda un sujeto del inconsciente.
¿Y en la psicosis?
Ensayemos respuestas ¿Sujeto del goce Otro? ¿Sujeto del Otro sin barrar? Sujeto
del Otro no perteneciente al terreno de lo simbólico Otro barrado sino sujeto del
Otro real. Real en tanto ausencia de ese significante primordial, ausencia de la «ins-
cripción de la falta. Lo ue nunca estuvo inscripto retorna desde lo Real».11 Con-
cepto de verwerfung, no inscripción de la afirmación primordial, juicio de atribu-

8. Freud, S. 1917 . Complemento metapsicológico a la doctrina de los sueños tomo IV . Buenos Aires
Amorrortu.
9. Ibid., Freud, S.
10. Ibid., Lacan, . Seminario III. pág. 118 .
11. Ibid., Lacan, .
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ción y de existencia.12 La verwerfung se lee como forclusión o rechazo de lo ue


nunca estuvo inscripto. ¿De ué se trata? Se trata del significante primordial, del
significante del nombre del padre, el significante de la falta, de lo ue llamaría-
mos metáfora paterna, ausencia del significante de la castración. Esa pieza faltante
ue permite toda una serie de movimientos en las piezas inaugurando la posibi-
lidad del deseo como engranaje y con él todo el andamiaje del lenguaje. La falta,
como ley ordenadora del cosmos infinito. LEY - ORDENADOR, una limitación
ue habilita bordes, contornos, y permite ingresar en las dimensiones de espa-
cio, tiempo ue nos habitan.
Delimitación como fundante del aparato psí uico habilitante de un orden
el del discurso.
En la psicosis, lo que intenta reemplazar la no inscripción de la metáfora pa-
terna es la metáfora delirante.13 ¿El sujeto ue se funda en lo ue ubicamos como
aparato psí uico de un psicótico es el sujeto de la metáfora delirante? ¿ ué hace-
mos con el delirio en una radio? Vayamos de a poco.
uro ue creo estar entendiendo a uello ue digo, a pesar de parecer estar
alienado a otro discurso amo, el discurso de Lacan. Es lógico, soy neurótico y no
psicótico… «Tengo la palabra del Otro, estoy habitado por el lenguaje, pero pue-
do armar mi juego. Encuentro mi palabra».14 La palabra, el lenguaje como herra-
mienta para comunicar… puedo sostener esa «ilusión imaginaria» por ue estoy
inscripto en lo simbólico.
Llegado a este punto me uedan dos caminos retomar el tema de la existencia
de los manicomios como reservorio simbólico de enorme valor antropológico o
continuar con la metáfora delirante como formación propia del existir psicótico.
En caso de optar por lo segundo, me interesa ahora preguntarme ué efectos
tiene esta formación en los oídos de uien escucha, a saber, los oyentes de Radio
La Colifata, ue en su mayoría son neuróticos recordemos ue la audiencia ma-
siva ue obtiene esta experiencia se da a través de las re-transmisiones ue reali-
zan las radios amigas . Provisoriamente, y para poder continuar, cambiemos el

12. «Detrás de todo proceso de verbalización neurótica hay una Bejahung primordial o juicio de atri-
bución previo al de existencia ue constituiría una admisión en el sentido de lo simbólico. Esta
admisión es la ue podría faltar. Lacan está trazando a uí las coordenadas ue lo llevarían a situar el
concepto de metáfora paterna y los efectos de la no inscripción en las psicosis». E. Fernández, Diag-
nosticar las psicosis.
13. Ibid., Fernández, E.
14. Ibid., Vegh, I.
© FUOC • PID_00227500 176 Experiencias innovadoras en salud mental

nombre de reservorio simbólico por reservorio de lo real,15 tal vez sea útil por lo que
sigue la dimensión de la presencia del otro semejante el oyente ue en el nivel
de lo que llamo participación comunitaria opera sin saberlo con un sentido. Su
participación podría funcionar con efecto de acotamiento del goce Otro. Puede
cumplir una función de coto, de circunscripción de límite ue abra, habilite al
desarrollo de otros procesos en quien sufre mentalmente. Es tarea del coordina-
dor realizar esta operación que describiré más adelante, cuando me refiera al
dispositivo abierto grupal radial.

Figura 66. Domingo Faustino Leiva, nacido en Cancha Huinganco provincia de Neuquen, Argentina,
hace su programa en defensa de los animales. (Foto: Ignacio Sourrouille)

Encontré en el hospicio a un paciente regando un mástil ue no tenía bandera.


Uno podría pensar ue se trata de una alegoría, de una representación de una
nación estéril ue no produce símbolos con los cuales identificarse, etc. Y justa-
mente por allí pasa la psicosis. Falla16 en ella la capacidad de utilizar el lenguaje

15. Lacan habla de registro simbólico, imaginario y real.


16. Falla en el fenómeno de desencadenamiento psicótico. En la irrupción del brote psicótico.
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como representación que produzca sentido a la existencia. Esto es lo que falla.


Pero, a uien ve esa imagen una persona regando un mástil sin bandera puede
producirle un efecto metafórico ue, insisto, puede ser til como espejo de la cul-
tura. Lo ue hablaría es un «nosotros» en nuestros puntos de conflicto en «eso»
ue insiste. Diálogo entre psicosis y neurosis, diálogo de campos clínico y social.

2.3. La utilización de los medios de comunicación


en la construcción de espacios de salud

En general los medios de comunicación nos muestran problemáticas sociales de


modo casi obsceno. Nos muestran el dolor en su regodeo, casi como un espectáculo
la locura, los marginados, los niños de la calle, los borrachos . Los medios mues-
tran, no crean condiciones para la comunicación, intercambio y encuentro. La
Colifata abre una nueva ventana para intentar modificar algo. Cual uiera de noso-
tros viaja en el transporte p blico, se detiene en un semáforo, vemos a un chico
pidiendo o inhalando, y no sabemos ué hacer. Desde La Colifata abrimos espacios
por donde, en conjunto, podamos hacer todo un recorrido complejo partiendo de
una metodología muy simple echar a rodar en un contexto «otro» producciones
atribuidas a personas con una localización concreta «adentro» y «afuera» . Lo ue
se dice en un espacio es registrado, editado y puesto a rodar en otro. Lo ue se pro-
duce en ese otro espacio y vuelve como feedback es registrado, y luego puesto a rodar
en el «adentro». El adentro ya no es el adentro, y el afuera tampoco lo es. Las reali-
dades empiezan a mezclarse y la radio deviene «experiencia de encuentro».
Primero es el cuestionamiento con respecto a los mitos, «¿ ué me pasa a mí
con la locura?», y no solo «¿ ué es la locura para mí?». La Colifata, al ser un con-
tacto directo de voz a voz, de interno a externo, golpea en el corazón de uien la
escucha, no es solo una cuestión de reivindicar ciertos derechos nada más, sino
recuperar la dimensión humana de a uel ue está internado. Como humanos
somos todos, esa es la dimensión ue nos iguala y desde allí podemos conmover-
nos, sentir también ué nos pasa frente a eso. La Colifata no solo es canal de ex-
presión de los internos del Borda ue salen al aire diciendo distintas cosas. La
Colifata es la voz de los oyentes y las voces en diálogo de un lado y el otro del
muro. En muchos microprogramas editados aparece la gente, los oyentes por
medio de llamados, a través de las visitas ue hacen al Borda, de reportajes ue
hacen en las calles los corresponsales. La gente aparece reflexionando acerca de
ué es la locura o ué le produce enfrentarse a un «loco». El oyente siente ue
© FUOC • PID_00227500 178 Experiencias innovadoras en salud mental

colabora para modificar algo, una realidad ue es dolorosa para todos, y eso le
hace bien. Eso sería construir salud. No es solo La Colifata la ue va a generar
esto, es un espacio posible. Es interesante observar cómo La Colifata responde no
solo a una necesidad por parte de los internos, sino a otra gran necesidad ue es
de todos crear espacios de encuentro en el intento de modificar algo de la reali-
dad. En este sentido hablamos de salud. Como La Colifata toca en lo afectivo, yo
creo ue es un espacio virgen por eso funciona como un nuevo espacio para
intentar cambiar algo. Cada uno de nosotros tiene, de alguna manera, un «de-
sierto en el corazón» al menos de alguna etapa de su vida, entonces todos tene-
mos o necesitamos reparar hacia dentro y hacia fuera. A mí me sorprende desde
el lugar ue me toca, el de coordinador, la implicancia ue van tomando los
oyentes, la comunidad respecto a esta cuestión.
Los ue «tiran la primera piedra» se supone ue son los ue carecen, sin embar-
go ofrecen la dignidad de su palabra, desde allí parte la posibilidad del intercambio.
Me interesa también señalar, luego de siete años de existencia, cómo van cam-
biando las prácticas. Vamos viendo gente ue al principio dona discos, trae ropa
vieja, pero poco a poco se va implicando de otro modo. Aparecen señales, datos
de una implicación subjetiva por parte del oyente. Se empieza a jugar algo de su
subjetividad en estos espacios de construcción de salud. Para evaluar los cambios
en el comportamiento y en las actitudes, tomamos dos extremos de un mismo
movimiento en un extremo lo ue llamamos «caridad», y en el otro la «solidari-
dad». La solidaridad tiene ue ver con el intercambio, con poner en juego algo de
uno en función de otro. Por eso hablamos de subjetividad.
De este modo la palabra de los internos psi uiátricos llega a la comunidad
inaugurando un espacio para la reflexión deconstruir un mito, desnaturalizar-
lo , participación despliegue de subjetividad e intervención operación ue
realiza el coordinador de comunicadores y oyentes en procesos de despliegue y
producción mutua de subjetividad en cada uno de los espacios en salud propues-
tos. Estos son promoción de la salud en el espacio comunitario y abordaje tera-
péutico en el espacio clínico del dispositivo radial grupal.

2.4. Diálogo de campos. De la participación comunitaria


al estatuto de intervención en el dispositivo

Con La Colifata, en el movimiento de articulación entre la palabra de los in-


ternos y uien escucha y contesta el oyente, el hombre com n , vamos tejiendo
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otra posibilidad, un aspecto de lo que llamaríamos terapéutico. Como dispositi-


vo abierto permite ingresar a otro el comunicador, el oyente ue al nombrar a
los internos y a su radio, produciría un efecto de reinscripción en lo simbólico a
las personas que padecen sufrimiento mental. Hablar de reinscripción en lo sim-
bólico es demasiado pretencioso, digamos entonces, efecto de acotamiento del
goce. Pero para ue tenga sentido lo ue digo y pueda entenderse, digamos ue la
presencia de otro marca un límite, bordea, y ayuda a «crear intención» mensaje
ue se dirige a otros en el decir de uien es por momentos, o de modo perma-
nente, atrapado por el fenómeno «psicótico». Para decirlo de manera sencilla si
el interlocutor privilegiado de uien habla es la voz interna ue da órdenes, o los
signos ue capta en las expresiones de los otros en función de significaciones ue
solo tienen sentido para él. El sostener la presencia de un otro semejante ue
hace un lugar desde la escucha, ue invita17 a testimoniar, y ue ofrece una devo-
lución hecha mensaje. El sostener a ese otro oyente como real o potencial, ue
además se ubica a una distancia, no solo geográfica, sino también en el tiempo 18
algo de esto, de este modo de conformación de un dispositivo ue hace eje en la
palabra, pasará a formar parte de la posibilidad del desarrollo de un proceso que
podríamos nombrar como terapéutico. Es en el seno del dispositivo abierto don-
de abrimos toda una serie de posibilidades de participación e intervención a
muchos otros el oyente, el compañero, el comunicador ue retransmite los mi-
croprogramas, y el analista ue maniobra en ese espacio, para que se pueda crear
algo del orden del lazo, de la trama y, sobre todo, de un sentido ue se produzca
como propio, en ese sujeto ue habla y ue ya es parte de un todo.
La presencia/ausencia del otro oyente en la radio el otro oyente es un presen-
te ausente trae efectos en uien habla por ue recibe un soporte externo ya cin-
celado por el oído neurótico la gente normal . La presencia de este otro semejan-
te, interlocutor que por estructura va a tender a interpretar como intencional un
decir, es decir, interpretarlo como mensaje, abriría el camino para el pasaje de la
posición del «ser hablado» a la de «hablar por sí» a la dimensión de la responsa-
bilidad en el intento de recuperar un sujeto.

17. Los oyentes llaman a las radios y les hacen preguntas. Por ejemplo ¿cómo los tratan?, ¿cómo ven
el mundo de los de fuera?, etc.
18. Estamos hablando de oyentes ue escuchan la radio gracias a las retransmisiones ue hacen de
manera solidaria otras emisoras. Esto permite ue las respuestas de los oyentes lleguen en diferido.
© FUOC • PID_00227500 180 Experiencias innovadoras en salud mental

2.5. Articulación en la cadena

De lo ue se trata es de un nuevo espacio, trabajamos en el ospital Borda con


pacientes psi uiátricos donde más del 60 tiene más de diez años de interna-
ción, la mayoría de ellos están cronificados. De la radio participan crónicos y
agudos, internos y exinternos. No hay una preselección de protagonistas, a la
radio se acerca el ue uiere, no obstante, los grupos ue conforman La Colifata
son relativamente estables treinta internos aproximadamente . El camino pro-
puesto pretende articular dos aspectos, generando efectos el uno sobre el otro.
Con relación a los internos, intentar el largo proceso de volver a ser protagonistas
de la propia palabra en el ingreso al dispositivo radial y, por otro lado, un nuevo
espacio no solo para la reflexión por parte de los oyentes, sino, además, el ingre-
so de sus mensajes al dispositivo, con el objetivo de advenir a un valor de inter-
vención terapéutica desde lo comunitario a la participación de los oyentes, en
esta tarea, la labor del coordinador será fundamental. La práctica ue intentamos
construir es ue podamos encontrar una relación ue sea funcional entre

1. Operar sobre el imaginario social, instalando una pregunta allí donde está la
certeza, para ue nuevas representaciones sociales se vayan construyendo a
partir de esta nueva conexión, y para ue se traduzcan luego además en
modos específicos de participación comunitaria. Y que
2. estos modos específicos de participación comunitaria se transformen en re-
cursos de intervención, por parte del analista, a la hora de evaluar su ingreso
en el marco del dispositivo abierto.

Es decir, hacer el pasaje de lo ue sería en un plano y campo participa-


ción comunitaria, al valor de intervención como recurso del analista en el
ingreso al dispositivo radiofónico y ue también habilite procesos particula-
res o singulares de modo de apropiación por parte de los integrantes de la
radio. Insistimos con esto participación comunitaria transformada en inter-
vención a partir de la operación de los coordinadores, ubicándose estos
como vectores entre la participación de la gente y el dispositivo de radio in-
cluyendo el mensaje de la comunidad en un momento determinado, para
ue genere determinados efectos en realidad los efectos son indetermina-
dos, se eval an luego . Nótese ue, a uí, vuelvo sobre el campo comunitario
pero para «hacerle un lugar» en el dispositivo clínico pudiendo producir, o
no, efectos terapéuticos.
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ablo acerca del «nombrar» pero también hablo de afecto, de empatía como
compenetración emotiva entre los seres, y se me ocurre ue es clave en este pro-
ceso la libidinización ue los oyentes hacen de la palabra del llamado «psicótico».
Investimento libidinal como contratransferencia de cargas. Esto es necesario por ue
ayuda après coup a la constitución de un discurso destinado a «otros». Libidinizar
el discurso es ayudar a producirlo.
El camino propuesto pretende articular los tres aspectos mencionados ante-
riormente, cuando me refería a los espacios en salud 1) el comunitario; 2) el co-
municacional específico con su metodología de enlace y nexo, y 3) el dispositivo
grupal radiofónico de los internos. A grandes rasgos, el objetivo refiere, en rela-
ción con los internos, a intentar el largo proceso de volver a ser protagonistas de
la propia palabra en el ingreso al dispositivo radial y sus emisiones en relación
con los oyentes, a generar un nuevo espacio ue pueda servir para su propia re-
flexión, a la vez ue les proporciona el ingreso de sus mensajes al dispositivo
otorgándoles valor de intervención desde lo comunitario.

Figura 67. La respuesta social se hace escuchar. El dispositivo abierto inaugura caminos de ida y vuelta.
(Foto: Ignacio Sourrouille 1995)

La práctica construida intenta encontrar una relación ue sea funcional e in-


terdependiente entre estos dos polos, generando m ltiples y mutuas influencias.
La palabra de los internos opera sobre el imaginario social, instalando una pre-
gunta allí donde está la certeza loco peligroso y promueve nuevas representa-
© FUOC • PID_00227500 182 Experiencias innovadoras en salud mental

ciones sociales ue se van construyendo a partir de esta nueva conexión para ue


se traduzcan en modos específicos de participación comunitaria.
La experiencia de La Colifata permite hacer el pasaje de lo ue es participación
comunitaria a la intervención en el dispositivo del taller, para ue genere efectos
en lo grupal pero también en lo individual, en la persona.

3. Prácticas de inclusión en el dispositivo radial.


Temáticas delirantes. Modos de abordaje

La Colifata es una práctica de inclusión en la comunidad de la voz de los «lo-


cos» implementada a través de un mecanismo específico, el feedback radial. Pero
también podemos hablar de inclusión como operación sistemática del intervi-
niente en el dispositivo.
El dispositivo de radio tiene que ser lo suficientemente abierto como para
ue cual uiera desde lo ue trae pueda incluirse produciendo trama en lo gru-
pal. En muchos, su discurrir puramente metonímico, como en el caso de las
es uizofrenias graves, o, en el mejor de los casos y como intento restitutivo ,
han logrado construir una metáfora delirante, o presentan un delirio sistemati-
zado. Cual uiera ue sea el modo en ue se exprese el sujeto, intentaremos
construir una herramienta ue nos permita incluir en el dispositivo a estas
personas. Partiendo del presupuesto de ue todas estas formaciones tienen algo
en com n la posición de ser hablados por ese otro ue irrumpe tornando al
sujeto objeto de su goce, por eso goce Otro. Sujeto ue no puede elaborar psí ui-
camente esta intrusión desde lo real porque no cuenta con el soporte simbóli-
co, por ue hay algo ue nunca se inscribió ue ha uedado forcluido el signifi-
cante del nombre del padre. Sujeto en posición de objeto, decir tomado por el
goce Otro ue no se dirige a «otro semejante», ue no encuentra espacio ni
auditorio. La castración como ley ordenadora del cosmos infinito. Ley - ordena-
dor, limitación ue habilita. Bordes, contornos, espacio, tiempo… delimitación
habilitante de un orden el discurso. A uella función psí uica ue nos permite
sostener la ilusión de ue nos entendemos. El lenguaje para «representar» la
existencia, dándole cauce y dirección a nuestra energía, ue de lo contrario se
torna mortífera. Angustia extrema. Locura.
El movimiento propuesto desde el dispositivo radiofónico tiende en principio
a la recuperación de un auditorio. ¿De ué manera? Algunos ejemplos permitirán
ilustrarlo.
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Figura 68. El cobijo de la palabra. En la foto Maria Celia Vieira coordinadora de la radio junto a un
integrante que esta atravesando un período de crisis. (Foto: Ignacio Sourrouille 1996).

Don Alfredo Hipólito Sánchez

A don Alfredo ipólito Sánchez no le importaba lo ue se hablaba en la radio,


sin embargo, venía siempre. Participó desde 1991 hasta 1993, cuando fue trasla-
dado a otro centro y nunca más supimos de él. En ese momento, el dispositivo de
radio se organizaba en torno al grabador y luego se sumó otro aparato ue podía
emitir m sica. Los internos le hablaban al grabador como si fuera un micrófono,
y luego lo acercaban y alejaban de los parlantes ue emitían m sica, logrando un
efecto de mixer, aun ue de modo muy artesanal.
Don Alfredo está presente y se ueda generalmente de pie a un costado, cuan-
do alguien le pregunta su opinión, responde siempre igual «Yo le voy a cantar
unos versos» y a partir de allí, es imposible detenerlo. Don ipólito puede estar
en silencio, pero una vez que empieza nadie lo para. Se autodefine como un pri-
sionero, nació en un pe ueño pueblo del interior y cantaba canciones folclóricas
que tenían que ver con la cárcel.

Yo le voy a cantar unos versos:

Atrás de las rejas

Atrás de las rejas todo es tortura, todo es silencio.


Nadie me quiere, todos rehúyen de mi amistad.
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Y cuando salga yo sé que nadie sabrá quererme.


Y en las estancias ya ni trabajo me van a dar.
Porque estoy preso por una muerte en defensa propia.
Por ser muy hombre y no dejarme suerellevar.

Quien causó delito.


Que es un santiagueño.
Y en defensa propia hunda su facón.
Que mató a otro gaucho.
Que robó sus priendas.
Aquí en la hora y en la traición…

Pero hoy es domingo y nadie ha venido a visitarme,


no tengo amigos, no tengo novia quien me recuerde,
por veinte años en este encierro,
por ser muy hombre y no dejarme suerellevar…

Don ipólito ya se apoderó del grabador, lo sostiene firme en sus manos y


contin a

Catorce años estuve preso

Catorce años estuve preso,


siempre maldiciones pensaba.
Catorce años estuve preso,
siempre maldiciones pensaba.
Ya me sacan para ajuera.
a ver martillo segundo,
aquí me vengo y me despido
de las delicias del mundo.
Ya me sacan para ajuera
a ver martillo tercero,
aquí me vengo y me despido
amigos y compañeros.
Ya me sacan para juera,
a ver martillo primero,
aquí me vengo y me despido,
© FUOC • PID_00227500 185 Capítulo V. Nuevos actores para la creación...

amigos y compañeros.
Amigos y compañeros,
un favor les guaa pedir,
que la traigan a mi madre,
que me quiero despedir.
A mi madre la trajeron,
de un torco de una rama,
a aquel que se le perdió su hijo,
nacido de sus entrañas…

l cantaba, arrebataba el grabador a sus compañeros y cantaba. Los problemas


llegaron de inmediato, entonces nos preguntamos ¿ ué hacer?
Por a uel entonces otro integrante de la radio, Ever, decía vivir arriba del segun-
do cielo y, como en uno de los encuentros nos dedicamos a «buscarle la cara a
Dios», hubo uien propuso preguntarle, ya ue, seguramente, el segundo cielo
estaría más cerca de Dios. Así fue como pasó a ser el corresponsal exclusivo de arriba
del cielo. Con el conflicto de don ipólito en puerta, no fue muy difícil imaginar
una «figura» ue aloje a uien se sentía convocado a cantar, por lo cual, podría ser
corresponsal cantor de La Colifata, y así fue. Se le hizo una credencial con su nombre
ue decía «corresponsal cantor», ue fue entregada durante una breve ceremonia
donde fue aplaudido, cantó unos versos y fue presentado por el locutor. El acuerdo
fue p blico, realizado durante la emisión y don ipólito aceptó. Pero nosotros es-
perábamos algo de él lo nico ue se le pedía era ue tuviera paciencia solamente
para ser anunciado y cuando terminaba el debate, o ueríamos hacer una pausa, el
locutor, un interno, lo anunciaba «Ahora, el corresponsal cantor...».
Don ipólito comenzó a integrarse llegaba temprano, colaboraba en el arma-
do de la radio había ue traer mesas, sillas, colocar los e uipos en la mesa, subir
al árbol para colgar la antena, etc. , hablaba con sus compañeros, contaba histo-
rias, formaba parte.
Con el tiempo comenzó a cantar canciones que tenían que ver con la temáti-
ca ue se estaba tratando don ipólito comenzaba a escuchar.
Un sábado de noviembre del 91 el tema ue surgió fue el amor, el primer
amor. Se anunció al corresponsal cantor don Alfredo ipólito Sánchez, uien se
lanzó con dos canciones

El sábado busqué novia,


el domingo me casé,
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el lunes dormimos juntos,


el martes de digurcié.
El sábado jue por cierto,
el domingo la despedida.
Dame tu mano derecha,
ya me voy, prenda querida.

La güelta quién sabe cuándo.


Eso nomás te gua pedir:
Y en los brazos que yo duermo
otro no dejes dormir.

Y contin a casi sin pausa anunciando

Para qué me diste el sí

Para qué me diste el sí,


ingrata, teniendo dueño.
Teniendo voluntad,
se goza con gusto ajeno.
De noche te vengo a ver
porque de día no puedo.
Estoy dispuesto a perder la vida,
pero olvidarte no quiero.

Más tarde inició un programa ue se llamó La Colifata Interior, donde le ofrecía-


mos como soporte a su palabra diversas cortinas musicales. Le traíamos m sica,
chacarera fundamentalmente ue era el ritmo musical de su pueblo, del norte ar-
gentino, y utilizaba una cortina de identificación ue se encargaba de reclamar
antes del inicio. Lo ue trabajábamos en ese momento junto a él era la posibilidad
de utilizar la palabra para recuperar su historia a partir de recrear su territorio como
espacio de identidad cultural. Sus historias se recreaban en un contexto ue incluía
su voz y esta cobraba sentido para sí mismo y para uienes lo escuchaban. l empe-
zó cantando, y ya tenía su programa destinado a otros. Dirigía su mensaje a otros.
Luego comenzó a utilizar la radio para buscar a Blanca, su hermana, a uien
hacía treinta años ue no veía. Empezaba a ampliarse su posibilidad de comuni-
cación, a la vez que estaba recuperando su interés por el presente. Tenía un espa-
© FUOC • PID_00227500 187 Capítulo V. Nuevos actores para la creación...

cio que era esperado por otros; sus compañeros de radio, los internos que se
acercaban a escuchar y los oyentes, la sociedad.
Fuimos construyendo espacios radiales, en función de la realidad ue plantea-
ba esa gente ue estaba internada con niveles muy distintos de patología, aptitu-
des y capacidades.
Nos podrían cuestionar diciendo que ponemos el acento en el delirio, o lo
«en uistamos» en ese lugar. Pero es mucho más compleja la apuesta realizada no
se busca aprisionar a nadie en una posición delirante, por el contrario, trabajamos
para generar condiciones de comunicabilidad de a uello con lo ue se viene, con
lo ue se llega. El llamado delirio en algunos casos es la puerta de entrada, desde
donde comenzamos a trabajar.
¿ ué operación proponemos con relación a esta «emergencia» desde el dispo-
sitivo grupal?
La implementación de prácticas de inclusión, de actos de inclusión, ue es un
movimiento u operación ue realiza el grupo guiados por el analista y ue descri-
bí someramente en el ejemplo citado.

Figura 69. Don Alfredo Hipólito Sánchez posando para la foto carnet que le otorgara una credencial de
conductor del programa creado por él «La Colifata interior». (Foto: Ignacio Sourrouille 1991)

3.1. La edición como modo de intervención

Este punto es fundamental en la construcción del espacio clínico como


terapéutico. No solo encontramos la intervención verbal del analista, sino
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que además está presente ese tercero ue menciono al comienzo grabaciones


ue los internos escuchan y ue, previo trabajo de edición, obtienen valor de
intervención en el dispositivo grupal radial. A veces se trata de una devolu-
ción especular, imaginaria y otras… Un analista en una sesión grupal puede
interpretar una situación vincular por ejemplo, o puede simplemente hacer
un señalamiento señalamiento ue, por más objetivo ue pretenda ser, im-
plica inexorablemente un recorte de la situación. Con la escucha de la edición
pasa lo mismo. Allí encontramos un fragmento ue puede resultar, a veces, en
un trabajo de ordenamiento, una devolución organizada de lo ue produje-
ron, inaugurando un nuevo punto de partida para el debate. Cuando esto
ocurre es cuando la edición logra valor de intervención muchas veces, y aho-
ra solo me estoy refiriendo a situaciones de interacción grupal hay otras,
como por ejemplo el trabajo con los columnistas, etc. , la construcción del
discurso se reduce a una sumatoria de monólogos donde todos opinan sobre
un tema y ninguno escucha lo ue dice el otro. En ese caso, un recurso técni-
co posible puede ser editar a algunos de los monólogos dispuestos de tal ma-
nera que a posteriori, por efecto de la escucha, se produzca efectivamente un
diálogo. Por ejemplo, el tema gira en torno al alta médica participan A, B, C,
D… , I, … etc. Lo ue dijo I contesta lo ue dijo A, pero A no escuchó a I.
Lo edito siguiendo esa secuencia y luego es escuchado en la radio. Es recién
allí cuando A entra en diálogo con I, y tal vez se le sume C y D. Entonces ha-
bría otro efecto de intervención.
Ahora bien, no se trata de generar un diálogo por el diálogo en sí... ay recur-
sos radiales, técnicas generales que acompañan este proceso, lo que permite la ra-
dio es armonizar musicalmente la palabra, los separadores que a veces tienen el
valor de poner una coma al discurso, un punto, un punto aparte, de detener.
Permite continuar o pasar a otro tema, es un soporte externo ue ubica, ue da
contornos, ue limita y a la vez habilita.
Estas técnicas de inclusión generan lo ue llamamos efectos de inclusión; lo
definiría como el intento de inscripción, de entrada en lo simbólico. Operación
que ubica a otro como auditor, otro semejante comunicadores, oyentes, sus com-
pañeros y «sí mismos» como auditores de su propio discurso. Efecto es crear in-
tención, mensaje por tanto dirigido a «otros». Ya de entrada, la presencia de ese
tercero ue registra, instala y los ubica con relación a «otros» indeterminados, la
sociedad o la familia, los amigos o la mamá. Toda esta batería pretende operar en
el pasaje del «ser hablado» al «hablar por sí», efecto de recorte ue viene de «otro»
ue acota entonces el goce del otro.
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3.2. Los internos, verdaderos promotores de salud

Veamos ahora cómo, por medio de un breve ejemplo, podemos explicar el


camino inverso de ué manera desde el dispositivo grupal radial se puede im-
pactar en lo comunitario, no solo en el imaginario social, sino en el despliegue de
las capacidades comunitarias. Incluso, como los internos se convierten en verda-
deros animadores sociales, ejerciendo el rol de promotores en salud, es decir,
«creando comunidad» junto a los auditores y comunicadores.
Un grupo de oyentes de La Colifata, ue sigue sus audiciones a través de una
FM de la ciudad de Bariloche,19 se organizó para invitar a uince integrantes de
La Colifata ue fueron elegidos democráticamente por sus compañeros median-
te el voto entre treinta y seis internos postulados a conocer el paraíso rodeado de
montañas donde se ubica esa ciudad. Los internos uisieron retribuir esa invita-
ción y eligieron organizar una campaña previa en Buenos Aires para recolectar
ropa, tiles escolares y juguetes para una organización no gubernamental ue
trabaja con los niños de la calle de Bariloche. La convocatoria fue llevada a cabo
a través de las radios retransmisoras; repartimos treinta casetes a las emisoras de
mayor audiencia, donde los mismos internos invitaban a la gente a participar en
su proyecto.
Y el resultado fue un éxito lograron juntar más de tres metros c bicos de ele-
mentos donados ue fueron entregados personalmente en Bariloche a los chicos.
Este evento se realizó en la plaza principal de la ciudad, donde transmitieron en
forma abierta durante cinco horas, en conexión con una emisora local y una de
las radios de audiencia juvenil más grandes de la Argentina la FM Rock Pop
que transmitió en dúplex durante más de diez minutos a través de su cadena, que
abarca muchos rincones del país.
En la plaza se reunieron más de trescientas personas y fue verdaderamente
una fiesta de la ue participaron artistas del lugar y, por supuesto, los oyentes.
Creo ue este es un ejemplo claro de cómo los internos de un hospital neu-
ropsiquiátrico pueden intervenir en la sociedad como verdaderos promotores de
salud, al dinamizar las potenciales capacidades solidarias de la comunidad; al
salir al encuentro en la tarea compartida de derrumbar prejuicios y muros, y al
generar en los conductores de los medios de comunicación la irrupción de sus
posibilidades como operadores no convencionales en salud.

19. Ciudad ubicada en el sur argentino, a 1.700 km de distancia de Buenos Aires.


© FUOC • PID_00227500 190 Experiencias innovadoras en salud mental

Podemos ver, en definitiva, cómo internos, comunicadores, oyentes y nuestro


e uipo compuesto por profesionales de la salud y la comunicación podemos
abordar los medios de comunicación para producir nuevos espacios de salud.

Figura 70. «La Colifata en Bariloche». Revista Humor. Febrero de 1998. «Quería devolverles a los colifatos
algo de lo que me daban a mi con sus micros», dice Sergio Suez, oyente ilustre de La Colifata.
© FUOC • PID_00227500 191 Capítulo VI. Proyecto político, ético-terapéutico...

Capítulo VI
Proyecto político, ético-terapéutico y estético (1999)

Con motivo del décimo aniversario de La Tribu, fui invitado a participar del
libro ue editaron. El artículo se llamó «Ladran», el título elegido por ellos ya ue
originalmente llevaba otro «Proyecto político, ético-terapéutico y estético».
La pregunta ue me acompañaba en ese momento era cómo, en una práctica
comunitaria, se podían integrar visiones atravesadas por lógicas de funciona-
miento diferentes. Resultó entonces este texto donde planteo ue cada dimen-
sión, la política, la ético-terapéutica y la estética, operan como límite y motor la
una para la otra.

1. Ladran

La Colifata nació sin apoyo institucional, sin medios técnicos ni económicos,


tan solo un grabador de periodista y una metodología apropiada como respuesta
creativa ante un estado de necesidad y dolor.
Nació existiendo a partir de «Otro solidario ue hizo un lugar» y entre esos
«otros» estuvieron desde el principio los comunicadores. Las FM comunitarias y
gente como Lalo Mir y Nelson Castro.
Fuimos l cidos, supimos construir poder desde afuera.
Luego llegaron los premios, el reconocimiento y la antena.
oy con alegría y orgullo vemos ue el proyecto se consolida. La Colifata ya
tiene hijos LT18 Radio ondita de los internos del psi uiátrico El onda de San
uan Radio Vilardevoz del ospital Psi uiátrico Vilardebó de Montevideo Radio
Durchegknallt del centro de salud de N remberg, Alemania Radio El Encende-
dor del psi uiátrico Melchor Romero Radio La Vitrina del centro de Salud Men-
tal de la Alcaldía de Collado Villalba, España. Son solo algunos de los ejemplos
ue exhiben ue la herramienta creada es til para otros. oy prácticamente en
todos los psi uiátricos p blicos y privados de Argentina hay talleres de radio.
© FUOC • PID_00227500 192 Experiencias innovadoras en salud mental

Esto hace diez años era impensable y fue producto del suceso de La Colifata, ue
abrió este espacio de reconocimiento a la dignidad de las personas con sufrimien-
to mental.
No obstante, no se trata solo de ue los «locos» hagan radio. Detrás hay un
proyecto.
El de La Colifata es un proyecto político, ético-terapéutico y estético.
Proyecto político macro , en el sentido de orientar acciones para la transfor-
mación de las instituciones de salud mental. Nuestro compromiso es con la des-
manicomialización, y no con la deshospitalización.
Proyecto político micro , por ue su lógica de construcción propone hacia lo
social nuevos modos de relación. Y es político, además, por ue se abre a una
clínica donde el proceso de toma de decisiones se inscribe en el marco de un
trabajo colectivo con objetivos terapéuticos.
Proyecto ético-terapéutico, en el sentido de generar un espacio de rescate y
producción de subjetividad. Condición necesaria para iniciar cual uier proceso
de democratización ue se asienta en la idea del reconocimiento del «otro» como
capaz de producir diferencia.
Y proyecto estético, por ue se trata de un acto creativo donde, en nuestro
caso, la materia prima es el dolor y de él hacemos metáfora, no negación, ni ba-
nalización, ni morbo.
Metáfora implica un plus de sentido ue «conserva, suprime y a la vez supera»1
un estado anterior. Metáfora no es la cosa misma, por eso es comunicable. El oído
«neurótico» cincela, le dibuja una intención a un decir tal vez «delirante». Ahora
bien ese oído «normal» tiene ue tener ganas de escuchar, por eso la necesidad
de generar un producto audible, estéticamente atractivo.
Proyecto político, ético-terapéutico y estético como regulador del funciona-
miento «colifato». Tres dimensiones reguladoras del devenir del proyecto ue posi-
bilitan el desarrollo, a la vez ue marcan un límite para el trabajo. Es decir, cada una
es límite y motor para la otra. Cada dimensión funciona como motor de desarrollo
del proyecto, a la vez ue como límite y condición de posibilidad para la otra.
acer abuso de solo uno de los aspectos mencionados del proyecto, creo, es
riesgoso.
acer del discurso de los «locos» un instrumento para la expresión de nuestro
propio discurso significaría lisa y llanamente el «aplastamiento» de la persona.

1. Concepto de «aufhebung» de la dialéctica hegeliana. Instancia ue contiene a la vez ue suprime


y supera un estado anterior.
© FUOC • PID_00227500 193 Capítulo VI. Proyecto político, ético-terapéutico...

Cometeríamos actos alienantes como los ue denunciamos. Se trataría de


trocar un discurso «amo», el de la institución manicomial, por otro discurso
«amo», el de nuestra organización.
Al mismo tiempo, se trata de no creer est pidamente en un endiosamiento
híbrido de a uello ue llamamos subjetividad, algo ue, en sí mismo, no existe,
sino como efecto de diversas tramas o redes sociales.
Y por ltimo lo obvio. Podemos alcanzar profesionalismo en las produccio-
nes, editar microprogramas «bellos» pero estos solo cobrarán sentido en función
de una estrategia de comunicación, ue se encuadre en un proyecto político, con
un posicionamiento.
tico en el sentido antes descripto y con ese agregado de ue solo pertenece al
campo de lo estético a uello ue se escapa, ue es indecible, ue gusta o ue no,
ue se siente.
© FUOC • PID_00227500 195 Capítulo VII. La dimensión diagnóstica

Capítulo VII
La dimensión diagnóstica

Somos una asociación civil ue brindamos servicios en salud mental a través


de la divulgación en medios de comunicación y mediante el desarrollo de di-
versos espacios y programas para personas con sufrimiento psí uico ue han
sido diagnosticadas y atraviesan o han atravesado experiencias de internación
psi uiátrica. La dimensión psicopatológica es escuchada, pero no define al «su-
jeto de la intervención». En La Colifata se construye y aborda un «sujeto en
situación» podemos alojar lo ue se presenta como síntoma y desarrollamos
estrategias para incluir la materialidad discursiva de uien habla, sea esta
«adaptada o no», lo ue no uiere decir ue nos valgamos de la radio para es-
cuchar a personas enfermas. Alojamos la particularidad de los diversos modos
de sentir y expresar el mundo y también cuando es el caso escuchamos la
producción de personas cuyo modo particular de estructuración de su psi uis-
mo es la psicosis. La radio puede formar parte de la clínica de la psicosis, pero
la aproximación al sujeto se realiza en situación. La herramienta construida
para tal fin la llamamos cuadro de situación o de vulnerabilidad y recursos. El
cuadro de situación o de vulnerabilidad y recursos contempla a la persona en
su situación diagnóstica, institucional, de tratamiento, jurídica, habitacional,
laboral, de lazo social y de redes creadas por ella misma para sostener y desarro-
llar su vida en comunidad.
Trabajamos con la radio para ue, en los dispositivos de intervención monta-
dos, la persona pueda crear y desarrollar recursos simbólicos ue produzcan
sentido a su existencia, alivio a sus dolores y herramientas para gestionarlos.
Trabajamos además en la promoción de lazos, en la creación y el sostenimiento
de la red social, e incluso nos planteamos el desarrollo de proyectos ligados a la
inclusión económica. En todos los casos tratamos de favorecer procesos de cons-
trucción de autonomía hacia una vida social integrada, saludable, digna y en el
ejercicio de sus derechos ciudadanos. Por ello, ponemos en práctica una política
deliberada de trabajo en red con otras instituciones y organizaciones.
© FUOC • PID_00227500 196 Experiencias innovadoras en salud mental

Para el abordaje de situaciones ue devienen clínicas y conforme a esta visión


m ltiple y compleja, insistimos en la importancia de considerar distintas dimen-
siones la situación institucional, judicial, laboral, habitacional la de espacios de
sociabilidad y lazos o referencias sociales, además del diagnóstico, la historia de
internaciones, las coberturas sociales ue puedan derivarse de su situación judi-
cial o médica, etc. Allí concentramos una serie de informaciones ue nos ayudan
a intervenir frente a lo singular de la producción de cada sujeto en los dispositi-
vos montados.
Uno de los dispositivos es el radiofónico grupal DRG , pero también hubo y
hay otros dispositivos y programas de acción está el de La Colifata TV, el dispo-
sitivo de intervención en la comunidad o radio nómade, el grupo terapéutico el
programa «Colifata Solidaria», y más recientemente el programa «Colifata 24h»,
para el cual hemos desarrollado nuevos dispositivos de trabajo e intervención el
grupo de los proyectos, el de producción artística y el «estudio externado». Para
poder intervenir en todos estos espacios y programas tenemos en cuenta el mapa
de vulnerabilidad y recursos. La posición de cada sujeto en cada uno de estos es-
pacios varía, ya ue se ubican de distinta manera seg n sea el dispositivo, y cam-
bia también entonces la construcción de ese «sujeto de la intervención», así
como la estrategia de abordaje.
Para ello, vayamos al modo como se estructura La Colifata en la actualidad.
¿Desde dónde se generan contenidos? ¿Cuáles son las características de
cada dispositivo montado? ¿Cuáles, las reglas de juego en cada uno? Defini-
do esto, podremos integrar la dimensión diagnóstica pensada en términos
de situación.
Veamos cómo funciona cada uno a partir de la redefinición reciente de los
espacios de la radio tras haber comenzado a transmitir las 24 horas, los 365 días
del año, y de haber aumentado la potencia de 500 atts a 10.000 atts.

2. Colifata 24 horas

2.1. Tres lugares desde donde se producen contenidos

Nos planteamos tres escenarios desde donde se generan contenidos para


comunicar enlazados de manera directa con la planta transmisora FM 100.3 y
con Colifata Online. Funcionan de manera diferente y con objetivos diferencia-
dos. Son estos
© FUOC • PID_00227500 197 Capítulo VII. La dimensión diagnóstica

• Dispositivo radiofónico grupal (DRG) de los sábados en los jardines del


ospital Borda, con objetivos terapéuticos y desestigmatizantes. Funciona
desde 1991.
• Dispositivo de intervención en la comunidad. Dispositivo radiofónico
grupal de radio «móvil», «nómade» e «itinerante» en la comunidad pla-
zas, barrios, teatros, estadios, universidades, etc. . Los objetivos son la
promoción de la salud y el ejercicio de derechos y ciudadanía. Funciona
desde 1992.
• Estudio externado de radio y TV. Emplazado fuera del hospital, en la sede
de la Asociación Civil La Colifata. Los objetivos están ligados a la integra-
ción e inclusión. Pensaremos la radio y la TV como herramienta de acom-
pañamiento para la inclusión. Se trata de un nuevo espacio ue construir.
Actualmente y desde 2011 se realizan algunas transmisiones desde la sede
social de La Colifata Asociación Civil.

Este proyecto, con sus modalidades incluidas y articuladas busca además

• Lograr una programación estéticamente audible, e uilibrada entre espa-


cios de m sica, radiofónicamente artística y progresivamente poblada de
espacios en vivo realizados en el estudio externo, con el dispositivo de es-
tudio móvil en la comunidad instituciones, plazas, estadios, etc. y con-
servando el espacio en vivo ue emite desde el DRG.
• Ofrecer un espacio de práctica y expresión para el «semillero social» en
proceso de formación jóvenes estudiantes de carreras de comunicación,
periodismo, negocios con orientación social, psicología, etc. en el estudio
externado y en el dispositivo móvil e itinerante de intervención en la
comunidad. Continuar recibiendo pasantes como espacio de práctica y
formación en el DRG.
• Incluir en la programación 24 horas en vivo propuestas ue surjan de la
comunidad, propiciando un espacio de encuentro entre personas con vi-
vencias psi uiátricas y ue nunca las han tenido.
• Establecer para el futuro un mecanismo ue permita la inclusión sociola-
boral partiendo del desarrollo de contenidos en vivo desde el estudio
externado como espacio diferenciado del DRG en sus métodos y sus
fines.
• Consolidar el DRG en el psiquiátrico como dispositivo «abierto» ue per-
mite un feedback directo e indirecto con la comunidad, entendiendo la
participación de la comunidad como clave en el proceso terapéutico.
© FUOC • PID_00227500 198 Experiencias innovadoras en salud mental

• Generar canales ue favorezcan la autosostenibilidad de la asociación civil


sin ánimo de lucro La Colifata, Salud Mental y Comunicación mediante
patrocinadores en La Colifata 24h y, de este modo, ayudar a la concreción
de los objetivos fijados en su misión.
• Integrar e integrarse en una red de radios retransmisoras de programas y
microprogramas de La Colifata.

Figura 71.

3. El DRG

3.1. Historia

Surgió en 1991 con una grabadora de periodista. La premisa era ue pasase de


mano en mano para permitir hablar a uien lo uisiera. La grabadora era como
un micrófono, introdujo coordenadas de espacio y tiempo para uien hablaba y
para uienes escuchaban. Era el objeto preciado, el ue introdujo un tiempo
presente en conexión, objeto de disputas y conflictos, objeto de transporte de
palabras ue se iban solas y regresaban acompañadas.
© FUOC • PID_00227500 199 Capítulo VII. La dimensión diagnóstica

Lo ue registraba permitía luego un trabajo de edición para ofrecerlo a diver-


sas radios, ue retransmitían pe ueños fragmentos. Estas radios grababan esas
salidas al aire y, además, las llamadas de oyentes motivados por la escucha. Final-
mente, nos enviaban las grabaciones, lo ue permitía a todos escuchar y escu-
charse.
En 1993 la grabadora continuaba como micrófono y se le sumó un radiocase-
te, ue permitía poner m sica y sintonizar Radio del Plata, ue pasaba los micros
en el mismo horario de la radio. Apareció la figura del musicalizador, por lo ue
la grabadora debía acercarse a los altavoces cada vez ue se emitía m sica.
En 1994, por iniciativa de oyentes de Radio del Plata, se logró comprar una
consola míxer, una compactera y micrófonos. Ya contábamos con una antena y
continuábamos con las retransmisiones en otras radios.
Durante los años siguientes, el DRG fue evolucionando y, entre otras accio-
nes, se crearon los indicadores de impacto del área clínica, con lo ue se pudo
constatar el índice de externaciones propiciadas desde La Colifata, el casi nulo
índice de reinternaciones y la cantidad de personas ue utilizaban el espacio del
DRG, entre otros indicadores como el de frecuencia de interconsulta, etc.
Fue en 2007 con motivo de la organización del primer encuentro mundial de
radios «colifatas» realizadas por usuarios de servicios de salud mental cuando
inauguramos la actual «camilla» de transmisión, ue consta de un míxer y un
sistema integrado ue permite salir al aire desde el patio e integrar al espacio un
formato audiovisual, pudiendo ver en directo los mensajes de oyentes a través de
las redes sociales.

3.2. Objetivos

1. Abrir y garantizar un espacio de expresión para personas transitoriamente


internadas en una institución psi uiátrica.
2. Poner en juego nuestra invención particular, el dispositivo radiofónico grupal
DRG , como espacio de producción de subjetividad con objetivos terapéuti-
cos, donde, de la situación de «lo grupal», emerge una clínica ue llamamos
«del asombro o imprevisto», y ue solo existe por tratarse de un dispositivo
«abierto», en conexión con la otredad social.
3. Crear a partir del nuevo campo diseñado nuevos recursos de intervención
clínica ue exceden la intervención verbal no la excluyen e introducen re-
gistros sonoros varios.
© FUOC • PID_00227500 200 Experiencias innovadoras en salud mental

4. Articular ese espacio clínico junto al trabajo del e uipo tratante y otros efec-
tores. Para ello y siempre con la aprobación y el consentimiento de los usua-
rios de La Colifata , realizamos periódicamente interconsultas.
5. Acompañar y favorecer procesos ue alojen, den acogida y presten escucha a
la necesidad de expresión de personas, sea cual sea el modo de sentir o expre-
sar sus sentimientos y su visión del mundo.
6. Utilizar el espacio radiofónico de grupo para la constitución, el sostenimien-
to, el desarrollo y la multiplicación de los lazos sociales.
7. Favorecer procesos ue deriven en la externación de las personas.

3.3. Procedimientos

Para cumplir con estos objetivos, y conforme a una concepción de la salud


pensada en términos de situación de las personas, hemos creado una serie de
procedimientos ue apuntalan y orientan la tarea, y ue podríamos resumir de
la siguiente manera

• Se creó un cuadro de situación ue releva recursos y vulnerabilidades en el


ámbito clínico y social situación clínica, judicial, laboral, familiar, de la-
zos, habitacional, social como instancia ue nos permite acompañar a
estas personas en su proceso y orientar nuestras intervenciones en el mar-
co del DRG.
• Se realiza de manera permanente y sistemática un trabajo de edición de los
contenidos ue se producen en el DRG con criterios ético-terapéuticos y
estéticos, como recurso de intervención en relación con el propio espacio,
además de la producción de microprogramas ue son difundidos en Coli-
fata 24h, retransmitidos en una importante red de retransmisoras y reescu-
chados en el espacio del DRG.
• Se entiende la «operación técnica» como un lugar de intervención en rela-
ción con el campo clínico ue habilita el dispositivo. Los «recursos de in-
tervención» son una variedad inacabada de sonidos y ambientes ue ayu-
dan a la creación de una trama compartida.
• Se realizan de modo permanente consultas con el e uipo tratante, y even-
tualmente con otros espacios efectores de salud mental.
© FUOC • PID_00227500 201 Capítulo VII. La dimensión diagnóstica

Figura 72. Dispositivo Radiofónico Grupal (DRG). Espacio de creación de trama en lo disperso. Foto: La
Colifata.

Figura 73. DRG, espacio de encuentro en gestos, miradas y palabras con objetivos terapéuticos desde un
paradigma basado en el respeto y los derechos humanos.
© FUOC • PID_00227500 202 Experiencias innovadoras en salud mental

4. Estudio móvil. Radio itinerante

4.1. Historia

Nació en 1991 en el marco de la Segunda Bienal de Arte oven de Buenos Aires


y con el trabajo de los corresponsales en la plaza de los Dos Congresos.
En 1992 un oyente dona un e uipo portátil de transmisión de 1 atts y una
antena «parag ita». La Colifata comienza a realizar transmisiones desde escuelas
en los recreos Normal 5 de Barracas , así como desde diversas plazas y en even-
tos. La premisa por a uel entonces era salir al encuentro de la comunidad para
poner en contacto y contrastar las «ideas previas» frente a la «percepción en el
encuentro». El objetivo directo era trabajar en la deconstrucción del estigma.
Fue a partir de 1998 cuando el dispositivo de intervención en la comunidad
comenzó a utilizarse ya no solo como práctica desestigmatizadora, sino, además,
para el desarrollo de acciones de promoción de la salud, en las ue los «pacien-
tes» dejan de serlo para ubicarse como agentes promotores de estas.
La primera acción de «Colifata Solidaria» así la llamamos fue en enero de
1998 en San Carlos de Bariloche, en una acción vinculada al grupo Encuentro,
ue trabaja desarrollando emprendimientos para niños y jóvenes en situación de
calle. Fuimos invitados por iniciativa de sus oyentes, ue escuchaban las retrans-
misiones de una FM local.
Continuamos en Rosario, con las intervenciones en el barrio Ludueña y Toba
poco después del asesinato de «Pocho Lepratti» en 2001. Entre otros destinos
también se realizaron intervenciones en el Chaco barrio y comunidad Toba , en
Mar del Plata para apuntalar el nacimiento del taller de radio «La Azotea», en
Mendoza en el barrio La Gloria, en La Pampa junto al Departamento de Salud
Mental, en Tandil junto al Departamento de Salud Mental y en muchos otros.

En la actualidad
Enlazados ahora gracias a los avances tecnológicos con la planta transmiso-
ra, esto permite emitir en directo a través de un enlace externo desde cual uier
lugar, ya sea espacio p blico, barrio y/o institución plazas, universidades, esta-
dios, etc. .
Podemos entonces realizar intervenciones en salud mental en la comunidad
orientadas a la prevención y promoción de la salud, así como el desarrollo de
producción de ciudadanía, abordando temáticas específicas ue conciernen a
todos pobreza, contaminación, etc. .
© FUOC • PID_00227500 203 Capítulo VII. La dimensión diagnóstica

La intervención territorial impacta, además, de manera macro, al ser transmi-


tida en directo por FM e internet, y con el apoyo de las redes sociales.
Se interviene en lo micro, se irradia hacia lo macro, se impacta a escala terri-
torial y también a escala global.
Además, este dispositivo permite conectar en directo con todas las radios «co-
lifatas» de salud mental y con toda a uella «buena práctica» ue se desarrolle en
distintos lugares.

Figura 74. Volver al barrio es volver a uno mismo. Intervención en el Club San Lorenzo, 2014.
Transmisión en directo desde la cancha de San Lorenzo todos los domingos.

Figura 75. Transmisión en vivo y directo desde la plaza de los Dos Congresos por la aprobación de la ley
nacional de salud mental, 2010.
© FUOC • PID_00227500 204 Experiencias innovadoras en salud mental

5. Estudio externado de radio

De este modo, La Colifata comenzó a transmitir a partir de 2015 de lunes a


viernes en directo desde la sede social de la asociación, actualmente situada en
Villa Ort zar, de la ciudad de Buenos Aires. Mantiene la transmisión habitual de
los sábados desde el ospital Borda. De manera progresiva, se irán desarrollando
espacios «en vivo» con producción y conducción a cargo de los integrantes de La
Colifata en colaboración con diversos sectores de la comunidad, como actividad
remunerada, lo ue inaugurará una nueva manera de pensar la radio como he-
rramienta de inclusión sociolaboral.
Vía enlace, este estudio ya cuenta con la tecnología y el e uipamiento nece-
sarios ue permiten transmitir las 24 horas a través de nuestra frecuencia FM
100.3 y a través de internet mediante un streaming de audio de calidad broadcas-
ting.
El estudio de radio externado permite ue La Colifata se transmita desde el
seno de la comunidad, no ya solo desde el hospital, lo ue favorece procesos de
construcción de autonomía y empoderamiento de las personas ue la utilizan,
abriendo y acompañando los procesos de externación en algunos casos y de in-
clusión social en todos.

5.1. Historia

En 1997 un grupo de siete integrantes de la radio y tres coordinadores comen-


zaron una experiencia semanal desde un estudio externado fuera del psi uiátri-
co. Todos los miércoles, a las 17 horas, emitía en directo La Colifata desde FM
Latinoamericana 97.3 M , ubicada en el barrio de Saavedra de la ciudad de
Buenos Aires. La experiencia se prolongó hasta 1999.
En el verano del año 2000 pasó a transmitir los viernes desde los estudios de
FM La Tribu, con un programa llamado «El asiento de atrás y sus columnistas
fantasmas». Este programa era conducido originalmente por un oyente de La
Colifata llamado Omar Dianese, ue decidió ofrecer el espacio para sustituirlo
durante la temporada estival. Era un programa de entrevistas a personalidades de
la cultura y contó con dos conductores, una locutora y varios columnistas.
También La Colifata transmitió en vivo en dos oportunidades en el año
2001 y 2002 desde los estudios de FM del Plata en el marco del programa Lalo
Bla Bla.
© FUOC • PID_00227500 205 Capítulo VII. La dimensión diagnóstica

5.2. Objetivos

El proyecto de estudio externado se inscribe en el marco de La Colifata 24h y


algunos de sus objetivos específicos son estos

1. Generar contenidos en vivo programas de radio a cargo de e uipos ue se


compondrán en parte por integrantes de La Colifata ue ya han alcanzado el
alta y lograron mantener sus condiciones de vida en la comunidad junto a
estudiantes de carreras de periodismo y comunicación, así como de economía
social, en el marco de su proceso de aprendizaje.
2. Dar lugar a programas propuestos desde diversos actores espontáneos de la
comunidad a condición de incluir en sus e uipos al menos a dos integrantes
del colectivo La Colifata.
3. Para acceder a tener un espacio en vivo, en este caso se deberá pagar una ta-
rifa por la hora de aire, ue tendrá como destino un porcentaje para los inte-
grantes del colectivo La Colifata y el resto para el mantenimiento de la emiso-
ra y los recursos humanos ue demanda operador técnico, limpieza, etc. .
4. Desarrollar alianzas con universidades y escuelas de Periodismo y Comunica-
ción, ue permitirán disponer de un lugar concreto para los alumnos junto a
profesores para el desarrollo de sus prácticas y, a la vez, sostener una experien-
cia de encuentro junto a personas ue desarrollan un proyecto y ue suelen
ser estigmatizadas a consecuencia de la circunstancia de su padecer psí uico.
5. Lograr la concreción y el desarrollo de una empresa social dirigida por los
usuarios de La Colifata con acompañamiento y apoyo por parte de la coordi-
nación y pensada desde una lógica de inclusión laboral. Este armado llevará
tiempo, pero será un proceso en el ue apostamos por ir construyendo.
6. Lograr una programación estéticamente audible, e uilibrada entre espacios
de m sica, radiofónicamente artística y progresivamente poblada de espacios
en vivo realizados en el estudio externado y desde el dispositivo de estudio
móvil en la comunidad instituciones, plazas, estadios, etc. y conservando el
espacio en vivo ue emite desde el DRG.

6. Nuevos dispositivos de trabajo

Para desarrollo del proyecto Colifata 24h y teniendo en cuenta el estudio


externado como nuevo lugar desde donde se emite y ue se suma a los anterio-
© FUOC • PID_00227500 206 Experiencias innovadoras en salud mental

res DRG y Radio Nómade , es como hemos montado nuevos dispositivos de


trabajo.

Dispositivo clínico institucional. El grupo de los proyectos


Grupo iniciado en febrero de 2015, es coordinado por dos psicólogas y está
destinado solo a las personas ya externadas.
Atraviesa tres etapas cronológicas pero permanentes una vez ue se inicien

• La primera tiene ue ver con la participación colectiva en la creación de un


encuadre com n para la participación de sus integrantes en el proyecto La
Colifata-AFSCA-Ministerio de Trabajo. Este proyecto se desarrolló durante
2015 y permitió ue un grupo cercano a veinte integrantes de la radio se
capacitasen en lenguaje radiofónico y pusieran en práctica sus conoci-
mientos en La Colifata 24h, tanto en el grupo de creación artística como
en el estudio externado. Permitió, además, ue todos sus integrantes reci-
bieran una paga mensual durante diez meses.
• La segunda es «alojar» las ideas, los sueños, las necesidades y así acompa-
ñar para dar forma a los proyectos desde la lógica de armado de e uipos
puede incluir la participación de personas internadas y después la incor-
poración a los e uipos de estudiantes, profesores y personas de la comuni-
dad .
• La tercera etapa es de acompañamiento de la experiencia una vez ue se
activen los proyectos radiofónicos en un nuevo espacio semanal. A su vez,
se abrirá a lo ue ocurra en otros espacios donde los grupos de proyectos
radiofónicos ya conformados se reunirán de manera independiente.

Desde su inicio, el grupo sirvió para crear un espacio de sostén y producción


simbólica frente a este nuevo desafío o proyecto de carácter institucional. Esta-
mos hablando de un espacio institucional de elaboración y producción psí uica,
ue es clínico por ser un espacio ue habilita una serie de fenómenos observables
como expresión de la singularidad de las personas, y por ello desde lo clínico nos
habilitamos a intervenir. Además, es abierto por ue remite a espacios de acción
concreta en la producción radiofónica, y político, por ue da lugar al sujeto polí-
tico ue analiza su realidad en un contexto colectivo donde se crea también un
espacio para la discusión, los acuerdos, los desacuerdos y la toma de decisiones.
Por ue es político y abierto es por lo ue puede ser clínico no se trata de una
terapia de grupo, se trata de un dispositivo clínico institucional .
© FUOC • PID_00227500 207 Capítulo VII. La dimensión diagnóstica

El grupo de los proyectos se organiza en función de tres ejes, ue son la di-


mensión conflictual, decisional y de proyectos. Allí no solo se trabajan proyectos
radiofónicos, sino ue se dirimen los conflictos y se toman decisiones de manera
colectiva.

Talleres de producción radiofónica para la creación artística y presenta-


ción de las nuevas secciones de Colifata 24h
Se trata de dos talleres semanales de creación radiofónica, uno en el ospital
Borda para personas internadas y con dificultad para salir, y otro en la sede de la
organización para personas externadas y también internadas ue estén en proce-
so de alta.
La programación de base planteada para 2015 se nutre principalmente de
material de archivo y se organiza a partir de secciones. Estas secciones necesitan
ser presentadas, comentadas, explicadas, etc., lo ue da m ltiples posibilidades
de trabajo. Además, en estos grupos se crea y se recrea de manera permanente la
grabación de «artística» de la radio institucionales, separadores, pisadores, pu-
blicidad social, etc. .

Figura 76. Columna política de Mario Maneiro en el «estudio externado»


© FUOC • PID_00227500 208 Experiencias innovadoras en salud mental

Figura 77. Fernando Aquino, Cristian Rugeri y Diego Oliveri en el «Magazine colifato» desde el estudio
externado

Figura 78. Analia Valotta, coordinadora del grupo artístico, y Laura Gobet, coordinadora del grupo de los
proyectos en el estudio externado
© FUOC • PID_00227500 209 Capítulo VII. La dimensión diagnóstica

7. Volviendo a la cuestión diagnóstica

Me referiré a continuación en detalle a uno solo de los dispositivos, el DRG.


Durante muchos años nos referíamos a tres categorías de «usuarios» del espa-
cio de los sábados, el DRG. Y también considerábamos como usuarios a todos
a uellos visitantes u oyentes ue se acercaran a la transmisión, ya ue, como
hemos dicho, la radio no distingue entre p blico y protagonistas, sino ue la
radio la hace todo a uel presente en la «instalación» o DRG. De las tres categorías
construidas para los «usuarios», una de ellas era la de «tratamiento». Este modo
de categorizar fue modificado con el tiempo y se denomina ahora como usuarios
«activos». Tratamiento es una palabra controvertida remite en principio a trata-
miento de una enfermedad con el objetivo de alcanzar la cura. Ya hemos defini-
do nuestra concepción de salud mental, el modo de abordaje clínico y desde ué
criterios debe realizarse. Sin embargo, sostuvimos esa categoría durante un tiem-
po y definimos una serie de condiciones ue deben darse para la entrada, así
como una serie de procedimientos ue realizamos indefectiblemente con a ue-
llos considerados como «usuarios activos».
Las condiciones son la asistencia regular al espacio y la entrada en transferen-
cia con el dispositivo y la organización.
Los procedimientos son los siguientes Apertura de una historia clínica donde
se vuelca la totalidad de los datos. Se evoluciona lo significativo de sus produc-
ciones en el espacio para ello se realiza un cuadro de seguimiento de participa-
ción . La realización de consultas con profesionales del ámbito clínico, judicial y
psicosocial y social. El relevo de los ámbitos de sociabilidad a los ue asiste la
persona y el de sus «referentes». Finalmente, la elaboración del cuadro de «vulne-
rabilidad y recursos» ue nos permite el abordaje en situación.
Además de los usuarios activos, las personas ue asisten al espacio de La Coli-
fata se categorizan como usuarios ue toman el espacio como en referencia. Son
personas ue asisten regularmente al espacio y ue pueden estar en «transferen-
cia» con el dispositivo. Realizamos un seguimiento pormenorizado de su partici-
pación a través del cuadro de participación y obtenemos un registro de cada vez
ue toman la palabra en el espacio planilla de trackeo individual . Son personas
ue posiblemente entren en «tratamiento» en alg n momento. No realizamos
interconsultas ni desarrollamos cuadro de vulnerabilidad y recursos.
La tercera categoría es la de usuarios ocasionales, ue suelen ser personas in-
ternadas en el hospital y ue asisten ocasionalmente. En relación con ellas, rea-
lizamos acciones ligadas a alojarlas en el espacio y, en algunos casos, llevamos
© FUOC • PID_00227500 210 Experiencias innovadoras en salud mental

adelante lo ue denominados «técnicas de inclusión de temáticas delirantes». Y,


por ltimo, tenemos las visitas, ue pueden ser oyentes, familiares, estudiantes o
periodistas. Con cada grupo ponemos en práctica una política de «alojamiento»
diferente. Con todos ellos trabajamos para ue puedan participar tomando la
palabra, haciendo radio junto a los demás presentes.
El rol de la comunidad es condición para el nacimiento y desarrollo de la ex-
periencia. Estimulamos en ella procesos de participación, donde quien participa
es creador de sus recursos en el encuentro con otros; y esto es válido para la
comunidad tanto como para los usuarios activos o en tratamiento. Lo impen-
sado como acontecimiento es lo ue se crea como recurso en la conexión/en-
cuentro y produce, entre otras cosas, situaciones clínicas ue habilitan nuevas
intervenciones.
Retrotrayéndonos a la cuestión ligada a un «tratamiento», considero impor-
tante señalar ue «en tratamiento» no implica adjudicarse la responsabilidad en
la dirección de la cura, sino ue la participación en los dispositivos montados, así
como las estrategias pensadas para su abordaje, tendrán incidencia en el curso de
un proceso en particular ue podrá obtener efectos terapéuticos positivos, ocu-
pando La Colifata un lugar diferencial en cada caso. Si bien nuestras herramien-
tas de intervención son específicas conforme a lo particular de cada dispositivo,
las estrategias ue deban implementarse con cada persona considerada «activa»
se confeccionan conforme a un abordaje integral de la problemática de cada
cual, teniendo en cuenta diversas situaciones ue no se reducen nicamente a la
dimensión psicopatológica, como ya he señalado repetidas veces.

7.1. Abordaje en situación

En La Colifata trabajamos para la construcción de espacios en salud desde una


perspectiva de salud mental comunitaria, entendiéndola no solo como una loca-
lización, sino además como lógica de producción colectiva de condiciones para
la salud.
En este camino, nuestro principal aliado es la comunidad ue construye estos
espacios con su participación, favoreciendo la tarea de construcción colectiva de
la salud mental.
La herramienta principal construida, el cuadro de vulnerabilidad y recursos,
nos permite realizar un diagnóstico de situación ue nos ayuda a intervenir en el
marco de los dispositivos montados y en el desarrollo de los programas de acción.
© FUOC • PID_00227500 211 Capítulo VII. La dimensión diagnóstica

Anualmente utilizan los micrófonos de La Colifata más de seiscientos usuarios.


Este no es solo un indicador de participación, La Colifata resulta un espacio vital para
personas ue viven en situación de encierro… No obstante, sería imposible brin-
dar apoyo directo o servicios pormenorizados a un colectivo tan amplio. Cada
año elaboramos políticas y estrategias de asistencia y acompañamiento para más
de 38 usuarios de media desde el 2002 al 2008 para ellos, La Colifata es o forma
parte de su tratamiento.
Por ejemplo, durante el año 2008 el 85 de los usuarios asistidos recibían
alg n tipo de tratamiento fuera de La Colifata. Si analizamos la composición del
tipo de tratamiento, la totalidad es de tipo psi uiátrico, mientras ue no abun-
dan otros, como atención psicoterapéutica individual o grupal, asistencia en
dispositivos de socialización, empresas sociales, etc.
El término tratamiento aparece a uí ligado casi exclusivamente a la dimensión
psicopatológica tratada en el ámbito psi uiátrico. Nuestra tarea en estos casos
consiste en trabajar de manera articulada con los diversos efectores en salud me-
diante interconsultas, ya sea del ámbito clínico, el judicial o el psicosocial.
ay un 15 restante de los usuarios ue tuvieron como nico espacio en
salud mental a La Colifata, y es nuestra meta reducir este n mero a cero. En el
año 2005 el porcentaje era del 25 .
En los ltimos años, durante el periodo 2002-2010, el índice de adherencia al
«tratamiento» en La Colifata fue superior al 80 anual, indicador importante
teniendo en cuenta ue el 97 de los usuarios fueron diagnosticados de psicosis.
Durante ese mismo periodo, La Colifata colaboró en la externación del 35
de los usuarios. Actualmente, el 55 del total de los usuarios ya no están inter-
nados son personas ue lograron salir del psi uiátrico y con ayuda de La Colifa-
ta llevan adelante su vida fuera del internamiento. Desde el año 2002 hasta la
fecha, el índice de reinternación ha sido inferior al 10 , mientras ue el porcen-
taje anual de reinternación en el ospital Borda es del 40 .
Ahora bien, ¿cuál es la situación de los usuarios de los servicios en salud men-
tal ue brinda La Colifata? El cuadro de recursos y vulnerabilidad psí uica y so-
cial arroja los siguientes resultados, seg n datos volcados en nuestro informe
anual del ltimo año.
En cuanto a la situación diagnóstica institucional, al 97 de los usuarios
considerados «en tratamiento» se les diagnosticó alg n grado de discapacidad,
independientemente de su situación judicial.
emos intervenido de manera directa sobre 33 usuarios durante el 2008. Para
este abordaje realizamos una serie de procedimientos ue nos aportan una estra-
© FUOC • PID_00227500 212 Experiencias innovadoras en salud mental

tegia de intervención particularizada con cada uno. El 97 de estas personas


han sido alguna vez institucionalizadas y se les ha asignado un diagnóstico el 60
es uizofrenia, el 20 trastorno bipolar y el resto se reparten entre trastornos
de personalidad y otras patologías.
El 45 se encuentran en situación de internación 33 «cronificados» y 12
agudos, mientras ue el 55 ya han sido externados 15 sin tratamiento
ambulatorio, 34 con tratamiento y 3 sin antecedentes de internación .
En cuanto a la situación judicial, casi el 80 de los usuarios considerados en
«tratamiento» están judicializados esto significa ue pasaron por alguna instan-
cia judicial o se encuentran actualmente en una.
Dentro de los judicializados, el 60 tienen o tuvieron juicio por insania con
o sin sentencia firme , el 16 por inhabilitación y el resto se encuentran a n en
proceso.
En cuanto a la situación social, casi el 80 de la totalidad de los usuarios re-
ciben pensión o jubilación, o se encuentran en trámite de esta, pero solo el 27
de ellos tienen alguna otra fuente de recursos para complementarla al uiler,
trabajo en mercado o protegido . De los ue reciben pensión, en el 86 de los
casos se trata de pensiones no contributivas de distinta índole por discapacidad,
derivada, etc.
Entre los 33 usuarios, el 61 reciben obra social y un 9 la tienen en trámi-
te. De los ue perciben obra social, 60 la tienen por PAMI, el 25 por PROFE,
el 10 por otras, y hay un 10 sobre los ue no tenemos información.
En cuanto a la situación habitacional, el 45 de los usuarios tratados viven
en hospitales, ya sean p blicos o privados, y se trata precisamente de los uince
internos, crónicos y agudos. El restante 55 corresponden a los externos, con o
sin tratamiento ambulatorio, entre los cuales la situación habitacional es la si-
guiente un 40 viven en una casa propia o familiar y un 60 viven en pensio-
nes u hogares donde deben pagar un al uiler mensual.
Si nos referimos a la situación laboral y económica, ninguno de los tratados
trabaja en relación de dependencia, solo el 18 seis usuarios trabajan en ám-
bitos no protegidos y un 9 tres usuarios trabajan en empresas sociales todos
ellos en situaciones laborales precarias, de bajos ingresos e inestabilidad.
A uellos ue perciben ingresos pueden hacerlo mediante distintas vías pen-
sión no contributiva, jubilación, por trabajo protegido o dentro del mercado,
entre otros. Los ingresos se reparten de la siguiente manera del total de los usua-
rios, un 73 perciben alg n tipo de ingreso, un 42 solo reciben pensión, el 21
complementan su pensión con otro ingreso trabajo protegido, dentro del
© FUOC • PID_00227500 213 Capítulo VII. La dimensión diagnóstica

mercado o al uiler de propiedad y el 9 solo perciben ingresos por su trabajo,


ya sea en el mercado o en talleres protegidos. El 27 restante 9 usuarios no
perciben ning n tipo de ingresos.
En torno a la situación vincular hemos realizado el relevamiento de ámbitos
de sociabilidad a los ue asisten y la cantidad de personas ue consideran como
referentes. De la totalidad de los considerados en tratamiento, casi un 50 no
guardan ning n tipo de vínculo con su familia. A la hora de indagar en el univer-
so de relaciones sociales de fuera de la familia, notamos ue más del 30 de las
relaciones sociales ue hoy sostienen fueron originadas en espacios ligados a ra-
dio La Colifata.
Dicho esto, ueda más ue claro el estado de vulnerabilidad psí uica y social
al ue están expuestos uienes participan en el espacio. Por ello, resulta muy
importante pensar estrategias guiadas a promover en ellos la creación, el desplie-
gue y el sostenimiento de recursos ue les permitan gestionar su vida cotidiana
de manera satisfactoria y autónoma. Claro está ue no alcanza con un abordaje
solo desde lo psicopatológico aun ue sea necesario , sino ue, además, es nece-
sario desarrollar propuestas en salud mental ue contemplen la dimensión de
lazo social, así como el problema de la inclusión económica. Por ejemplo, en la
franja del porcentaje de usuarios externados ue solo dependen de una pensión
por discapacidad y ue pagan el al uiler de una habitación, resulta imperioso
implementar políticas de inclusión en lo económico a través de empresas socia-
les o microemprendimientos productivos, potenciando su red de recursos para la
venta.
Del mismo modo, sobre este porcentaje de usuarios internados ue o bien no
guardan relación con su familia, o bien es muy débil su red de contención social,
se haría necesario destinar recursos para la creación, el sostenimiento y la am-
pliación de dicha red.
La Colifata no fue concebida para crear artistas, ni seres geniales y fabulados
la radio funciona habilitando procesos de metaforización en espacios de encuen-
tro, dando lugar a la expresión humana en conexión.
Trabajamos primero para restituir el poder hablar y ser escuchados, el recono-
cerse como seres con derecho a estar en la vida de otro modo. Seres ue tienen
derecho a ue no se reduzca su condición a la de «enfermo», lo cual no supone
negar el hecho de un padecer o una enfermedad. Seres valiosos, reconocidos,
ciudadanos.
Sabemos de los riesgos de lo mediático. ¿ asta ué punto es bueno enfrentar-
se a multitudes, exponerse ante ellas y al voyeurismo social propio de la era de la
© FUOC • PID_00227500 214 Experiencias innovadoras en salud mental

comunicación/información? En Argentina, abundan espacios de televisión ue


presentan a sujetos vulnerables de manera bizarra hay una apuesta por el des-
pliegue del «morbo» social como posición de consumo. Llevar a lo p blico de
manera «bizarra» escenas de lo privado presentadas como espectáculo se ha he-
cho una cuestión de consumo y mercado exactamente este es el uso de los me-
dios de comunicación al servicio de procesos cercanos a lo «enfermo» y no a
potenciar posibilidades para la salud.
La Colifata trabaja tratando de desarrollar otra lógica una relación entre el
campo clínico y el social ue potencie posibilidades de desarrollo saludable, fa-
voreciendo procesos de construcción de autonomía en los usuarios y disminu-
yendo la carga estigmatizada en lo social, promoviendo procesos de participa-
ción y construcción de ciudadanía.
Por todo lo expuesto, debemos hacer esfuerzos por pensar políticas ue gene-
ren «diálogo» de manera intersectorial para desarrollar ofertas en salud mental
ue contemplen la integridad del ser humano.
En nuestro caso, la tarea es pensar los medios como oportunidad para crear la-
zos y como promotores de procesos culturales saludables, entre otras funciones.
© FUOC • PID_00227500 215 Capítulo VIII. Aproximaciones para pensar...

Capítulo VIII
Aproximaciones para pensar la dimensión estética
en La Colifata

Presento una ponencia realizada en la VI Bienal de Arte del Mercosur en la


mesa «Educación para el arte y arte para la educación», realizada en Porto Alegre,
Brasil, en el año 2007.
La pregunta ue acompaña todo el texto es en relación a la estética en La Co-
lifata.

1. Tramatizadores de lo disperso1

uiero agradecer a Luis Camnitzer y a los organizadores de la 6.a Bienal y del


Simposio por haberme invitado. Intentaré desarrollar mi pensamiento a través
del relato de una experiencia en la exposición anterior Marco Villela hablaba
acerca de una «má uina de fabricación de comunidad», supongo ue se refería a
máquina en el sentido delleuziano, y creo ue en La Colifata, además de pensar
en términos de máquina que fabrica comunidad, también pensamos una má uina
ue aloja lo disperso hacia la fabricación de trama.
Somos tramatizadores de lo disperso, hemos creado un dispositivo de recepción
y emisión de sonoridad humana ue lleva su producción inacabada a otras loca-
lidades, propiciando una rueda ue no tiene fin. La postura de uienes interve-
nimos en este proceso, es la de entrar en un estado de «irreverencia hacia lo
uieto», tratando de imprimir dinamismo y nuevas relaciones en una perspecti-
va ue podríamos llamar de construcción micropolítica. Entendemos «comuni-
dad» en el sentido de lo ue planteaba Marco Villela como estado de producción

1. Olivera, A. 2009 . «Tramatizadores de lo disperso». Educação para a arte, Arte para a educação
coords. Luis Camnitzer y Gabriel Perez Barreiro . Porto Alegre Funda o Bienal do Mercosul.
© FUOC • PID_00227500 216 Experiencias innovadoras en salud mental

permanente, como proceso inacabado, como a uello ue soporta una realidad


experiencial, inconsistente, lí uida.
La experiencia de La Colifata encuentra en el abordaje de medios de comuni-
cación un escenario desde donde abordar problemáticas de diverso orden. Se
presenta como dispositivo de intervención clínica y social, y los medios son ve-
hículo para el trabajo en ambos campos. Me parece importante destacar desde un
comienzo ue el eje del proyecto, en términos de estrategia comunicacional, no
pasa por la presentación autorreferencial de la locura sino ue se instituye en un
camino de interrogación sobre «lo humano».
Además de la modalidad de radio, desde hace cuatro años, comenzamos a
desarrollar un proyecto de televisión, tuvieron ue pasar doce años para comen-
zar a hacerlo, siempre nos habíamos negado ya ue, en un medio como este,
existe el riesgo de la sobreexposición. Abordarla exige poner en consideración
incluso más ue en la radio las lógicas de mercado y la problemática del límite
de lo público y lo privado. Desde una perspectiva de mercado, el otro es un consu-
midor si la fórmula fuera a presentar en lo p blico escenas de lo privado colo-
cándolo como espectáculo, captaríamos del otro lado un consumidor, probable-
mente capturado por lo obsceno de una imagen, por una demostración sin velo,
por la ausencia de metáfora. Podría ser capturado en la pulsión escópica de uien
consume «rareza». No digo nada ue nos sea ajeno me refiero a las fórmulas del
talk show y de los reality show, ue abundan hoy en la televisión, donde el dolor
humano y sus miserias se muestran como espectáculo. Trabajamos con personas
ue, por razones ue deberíamos estudiar con más detenimiento, suelen ser ob-
jeto de estos procesos de mostración. Tener en cuenta esta dimensión es absolu-
tamente necesario, si ueremos favorecer procesos ligados a la producción de
subjetividad desalienada y producir prácticas de construcción ciudadana.
La Colifata TV se desarrolla en cuatro formatos el primero, es un programa
especial conducido por los «colifatos» destinado a la gran audiencia, de una hora
de duración, es emitido por un canal de aire con un alcance superior a los dos
millones de televidentes. El segundo formato es el de microprogramas, ue du-
ran de tres a cinco minutos cada uno y son emitidos por la señal de cable del
Canal P blico de la Ciudad de Buenos Aires producciones ue también se suben
luego a nuestro canal de YouTube. El tercer formato fue desarrollado desde el año
2005 hasta 2006 y se trataba de un magazine de entrevistas, conducido por la
madre de un usuario de Radio La Colifata, ue vivía hasta ese momento en situa-
ción de calle. Este programa de una hora también pudo verse a través del Canal
de la Ciudad. Por ltimo, encontramos el formato de sección en vivo, conducido
© FUOC • PID_00227500 217 Capítulo VIII. Aproximaciones para pensar...

por dos usuarios ue presentan notas e informes producidos previamente en la


semana. Esta sección se desarrolla dentro de un programa cuyo nombre es Salu-
darnos, ue se emite por la televisión p blica de la Argentina, Canal 7. En todos
los casos, generamos un espacio donde la comunidad también construye La Co-
lifata TV, así como sucede con la radio.

Figura 79. Tapa del suplemento de espectáculos del diario Página 12 de Argentina. Julio de 2006.

La Colifata llega igualmente a la comunidad de otra manera el dispositivo


radiofónico sale del psi uiátrico periódicamente y transmite desde diversos luga-
res. Esta modalidad surgió desde el inicio del proyecto, las intervenciones direc-
tas en la comunidad o «radio abierta» y dieron origen años más tarde al programa
de acción al ue llamamos Colifata Solidaria.
Esta máquina tramatizadora de lo disperso, dispositivo radiofónico grupal o ins-
talación plástica sonora, sale del hospital y llega a los pueblos, a las ciudades, a
las comunidades ue nos invitan. Esto ocurre por ue durante años se sostuvie-
ron las retransmisiones de La Colifata en medios de diversos lugares del país.
Inicialmente un modo concreto de abordar la problemática del estigma era salir
a encontrarse cara a cara con la comunidad y entre otras cosas poder contrastar
idea previa con percepción en el encuentro. La tarea de uien coordina es, entre
otras, crear condiciones para ue algo ocurra, para ue emerja lo inesperado, lo
impensado, ue se constituyan nuevas preguntas. La emisión se registra y luego
© FUOC • PID_00227500 218 Experiencias innovadoras en salud mental

tratamos no solo de hacer un análisis cuantitativo cantidad de mensajes, etc. ,


sino también cualitativo ué representaciones se ponen en juego en este en-
cuentro . «Radio abierta» significa sacar el dispositivo radiofónico grupal a la
calle y propiciar experiencias de encuentro.
En Colifata Solidaria proponemos concretamente correr el eje de la cuestión
del estigma para poder abordarlo de otro modo una salida donde los «pacientes»
se ubi uen como promotores de acciones en salud, en, con y para la comunidad,
identificando problemas ue son de todos. Es decir, ue aborden problemáticas
ue se localizan en espacios territoriales concretos pero ue son de carácter glo-
bal. Previa alianza con organizaciones y capacitación mediante, se tratan temas
tales como pobreza, desarrollo sostenible, medio ambiente, promoción de ciuda-
danía, etc., y en el despliegue del dispositivo radiofónico in situ, intervienen di-
rectamente en la comunidad creando condiciones para facilitar procesos de
simbolización colectiva alrededor de las problemáticas abordadas. La Colifata
ofrece después sus plataformas comunicacionales para irradiar hacia lo macro lo
ue se trabajó en lo micro.
Me referiré ahora al dispositivo radiofónico grupal DRG La radio un sábado
en el Borda.
Nombraré muchas veces la palabra estética o estético y les pido disculpas por-
ue sé ue en estos contextos tal vez ya esté viciada, maltratada. Puede ser lugar
com n en el ue podemos caer para no decir nada. Para mí, proponerme hablar
desde lo estético es, diría, oxigenante. Entonces disculpen si soy un poco repeti-
tivo o naif en este proceso exploratorio acerca de la cuestión estética.
Llego a esta Bienal pensando en un nivel de lenguaje más allá de la palabra, y
reduzco el espacio de la práctica radial a la dispersión de sonidos convocados por
la promesa «garante» de su irradiación. El lugar donde se desarrolla es el del dis-
positivo de recepción y emisión de sonoridad humana, y lo estético funciona en
principio como intuición hará grato o ingrato el momento de un sábado vivire-
mos instantes mágicos entre todos cuando algo pase. El caos será un constante
contraste presente, condición para la creación de lo «mágico» como referencia de
la in-trama y su posible devenir. Estético será el poder circular entre la superficie
intersticial de seres sensibles ue se re nen en un patio donde ponemos una
mesa y sillas. Los micrófonos recortan el espacio y los parlantes amplifican la
voz. Una antena emite en directo lo ue allí ocurre por la 100.1, frecuencia coli-
fata de FM, y un grabador testigo registra el acontecer en ese espacio intersticial
de esos seres sensibles ue dirán «presente» antes de la forma. Lo estético funcio-
na uizás como motor en el sentido del desliz. Ese tercer actor, el grabador testi-
© FUOC • PID_00227500 219 Capítulo VIII. Aproximaciones para pensar...

go, relanzará parte de la trama al colectivo social mediante un sistema de retrans-


misión ue advendrá en diversos formatos seg n las características de las
plataformas ue los contengan podcast, microprograma, falso vivo, vivo, etc. .
¿Estético será eso ue suene, consuene, mueva y conmueva? Lo estético como
hecho vincular ¿posibilidad para el arte entonces? ¿Es «estética» mi escucha?
¿ ay un «criterio estético» en la configuración o diseño de un espacio ue aloje
lo ue cada sujeto traiga? ¿Se puede ver este dispositivo como una instalación?
¿Lo ue cada sujeto traiga será ya sonoridad de un «registro estético particular»
ue lo represente?
Y si ese modo particular de estar, ver y expresar el mundo hubiese capturado
al sujeto en el dolor y la estereotipia, ¿desde ué ética opero en la transformación
de su «estética»? ¿Sería eso legítimo?
En La Colifata trabajamos para la activación de devenires. La producción de
sentido será una posibilidad lo estético, una configuración particular más allá de
lo bello o no bello. El objetivo, la cohabitación en el símbolo, lograr el estatuto
de lo comunicable y el lenguaje, será la meta y lugar de amparo.
Salomón Resnik dice ue la estética es el arte de «donar sentido». Me pregun-
to ¿para uién, seg n uién, desde uién?
Nuestra posición ética será la de crear condiciones de contexto, condiciones
para ue ese modo particular de expresión, para ue esa estética del ser pueda
emerger, circular, ligar hacer lazo , alcanzar su dignidad gracias a un «criterio
ético y estético», ue lo espere como continente hospitalario, presuponiendo en
él en « uien hable» un valor diferencial ue merece el intercambio social.
¿Nuestro trabajo será el de ser recirculadores «oficiales» de la sonoridad hu-
mana capaz de devenir en trama, sentido, símbolo?
Toda expresión humana configura una estética particular y la valoración esta-
rá del lado de uien escuche o vea. Nuestro criterio será desde el lugar donde
trabajamos suponer a todo sujeto en potencialidad «potente», para ue pueda
realizar ligazones, o lazos en la trama.
«Construcción» y «deconstrucción» hacen a la epistemología de los actos. La
preocupación acerca de las tramas, como líneas constructoras de sentido está en
nosotros desde el principio llevamos dieciséis años trabajando como tramatiza-
dores de lo disperso para la construcción de sentido en el DRG dispositivo radio-
fónico grupal , y como «deconstructores» en el campo de las representaciones
sociales imaginarias.
Siempre supuse una relación interesante entre las producciones de las perso-
nas con diagnóstico de psicosis y los caminos a deconstruir en el entramado
© FUOC • PID_00227500 220 Experiencias innovadoras en salud mental

social. Nuestras conductas de exclusión, discriminatorias, xenófobas, etc. for-


man parte del destino ue hay ue deconstruir. Para ello, desde nuestra perspec-
tiva, consideramos necesario crear espacios para ue lo «construido» se exprese.
Deconstruir sería entonces saber hacer silencio para ue la dificultad hable en
sentidos coagulados, y con la fuerza del «sentido com n». La intervención po-
drá hacerse a partir de allí no nos importa «concientizar» a nadie, no somos
evangelizadores, ni tampoco la vanguardia esclarecida. La táctica en nuestro
caso es, más bien, trabajar con la fuerza del «yudo», ue no es otra cosa ue la
fuerza del otro.
Si bien consideramos importante y necesario el desarrollo de políticas p bli-
cas ue aboguen por un tratamiento «correcto» del tema y den visibilidad a bue-
nas prácticas si bien además, en términos institucionales, tomamos posición e
intervenimos políticamente en este plano o registro ue es un plano de inter-
vención sobre microprácticas y representaciones optamos por escuchar, por
preguntar, por complejizar. Los intervinientes, en este camino de construcción
de lazo y salud, no nos posicionamos como portadores de la verdad, ni la encar-
namos en cuanto dimensión normalizante. No es la hegemonía como discurso
homogéneo la ue nos interesa al ue por lo tanto habría ue oponerle otra
homogeneidad en formato contrahegemónico , sino ue, en todo caso, nos im-
porta la complejidad por donde el discurso hegemónico se expresa de manera
heterogénea.
Personas diagnosticadas toman la palabra y los comunicadores, conductores
de espacios radiales en la comunidad «le dan un lugar» al «no lugar», realizan el
primer acto de inclusión y de solidaridad. Los medios representan una oportuni-
dad no solo para escuchar la palabra de minorías excluidas, sino para escuchar la
razón / sin razón de nuestras conductas y pensamientos. Se constituyen en oca-
sión para ue no solo hable «la locura», sino también los miedos asociados a ella,
las fantasías ue la sustentan, las proyecciones de los otros en la pregunta por lo
humano. Dan lugar a la producción deseante del colectivo comunitario, para ue
no solo hable, sino ue haga, ue construya, ue ponga en juego sus saberes, sus
b s uedas, sus capacidades creativas. Estos medios se utilizan para producir es-
pacios en salud, para promover su abordaje en pasiones ue conecten.
La locura pone en ja ue al «sentido com n», ue a su vez la recubrirá como
repostería en uistada e inamovible, y en ese juego toma lugar nuestra tarea.
¿La «diferencia» es amenaza ue desnuda la fragilidad del ser? ¿El ser es eso
estructuralmente llamado a asirse de ropajes ue le den ilusión de sustanciali-
dad?
© FUOC • PID_00227500 221 Capítulo VIII. Aproximaciones para pensar...

La psicosis ue falla en la función, ue produce esos ropajes imaginarios ue


llamamos delirios, nos recuerda esa fragilidad, nos interpela en cuanto humanos
y sufre por sobre su propia carne.
ablo de una relación funcional entre la producción estético-discursiva de un
grupo de personas en su mayoría diagnosticadas de psicosis y la tarea de decons-
truir formaciones sociales imaginarias, y creo descender, uizás, a esos puntos de
matriz fundante en la naturaleza de los mitos.
Estas producciones, las producciones del « uien habla» en este caso, ¿darían
cuenta de «capas geológicas fundantes en sus puntos de falla» al interior de nues-
tra cultura? uiero decir ue en el « uien hable» del decir de a uel llamado
«psicótico», algo de estas matrices culturales fundantes podría ser «palabra» en su
punto de «falla» o insistencia.
abría algo en estos decires, algo en esa rítmica, algo en ese vestir, algo en esa
configuración estética ue es alojada en el dispositivo plástico sonoro, ue tal vez
no solo hable de sí mismo, sino de todos, o de algunos otros. La diferencia, en-
tonces, aparece como dimensión ue no iguala.
Creo, además, ue las psicosis, como modo particular de estructuración del
psi uismo, en su mecanismo de producción discursiva, invitan a repensar lo
obvio, tropiezan con lo ya naturalizado o instituido. Se presentan como error,
como «falla» ue pregunta sobre lo «no preguntable», ue cuestiona lo no cues-
tionable. Realizan un trabajo deconstructivo y de desnaturalización sin propo-
nérselo. Despojarían a lo humano de su ropaje, desnudando su condición de
fragilidad. Apuntan hacia las bases si es ue las hubiera de nuestras produccio-
nes culturales la locura en su expresión se presentaría como «grotesco» de la
cultura.
¿Es necesario aclarar acaso ue las psicosis en realidad nunca hablan? ablan
personas ue a veces sienten el fin del mundo como fin de las palabras, el sufri-
miento como pulsión de muerte, como extravío en el lenguaje, como falla del
lenguaje en su función. La locura entonces se entiende como una angustia extre-
ma, como un sinsentido sobre el hecho de existir ue en estado de crisis se vi-
vencia absoluto , es el cuerpo como cosa, la palabra como cosa. Es delirio ue
pretende estabilizar, es poder omnímodo de alucinación ue atormenta.
Recientemente estuve en Francia visitando la ya mítica clínica La Borde, lle-
vando la propuesta de una radio, y traigo de allí una escena
En un castillo acontece una reunión, será lugar de toma de decisiones, de dis-
cusión, deliberación, reflexión, lugar de la psicoterapia institucional. La mujer
anciana de tez muy blanca no habla, pero con su capelina y cierta combinación
© FUOC • PID_00227500 222 Experiencias innovadoras en salud mental

de colores, yo veo la presencia de la nobleza en la campiña francesa del siglo xvii.


«Ella era del campo y su marido murió», dijo alguien. Es una especie de « uedar
roto» y camina descalza nuestro paso olvidado.2 Siento ue nadie espera ue
hable, la siento integrada al lugar y vivo una experiencia de esteticismo pleno.
Es « uien escuche» el ue será beneficiado por ese decir «hablado», y « uien
hable hablado» el ue padezca... por ahora.
Retomo un ejemplo expuesto en otras oportunidades. Me acuerdo de ue
cada sábado en El Borda se repetía el mismo ritual un interno regaba un más-
til sin bandera. Tal vez eso presuponía el nacimiento de símbolos, sostén de
identidad. Seguramente sea ese el efecto metafórico en mí. ¿ ué uiero seña-
lar? Cuando hablo de la psicosis como espejo de la cultura espejo ue no es-
peja exactamente lo mismo , cuando la defino como deconstructora descen-
diendo hacia los puntos matrices de significación social, uiero dar cuenta de
una operación ue legitima y valida discursos y estéticas ue fueron deshabi-
litadas uiero acompañar y asistir en ese proceso de construcción de dignida-
des no solo de uien habla, sino del ue escuche. Ubico a la ética como el
punto de partida ue supone siempre al otro como capaz de producir diferen-
cia, y considero ue los instrumentos ue se utilizarán para ese rescate pro-
ducción de subjetividad son sensibles a lo aleatorio, escuchan en situación,
piensan en situación e incorporan lo inesperado relanzándolo. Alojan lo ue
cada uno trae ya sea delirante o no, sensato o insensato, y emigran a otras lo-
calidades hacia el encuentro con otras sensibilidades, otros saberes, otras b s-
uedas, u otros paradigmas en el sentido de modos particulares de estructura-
ción de racionalidades.

2. Proceso de conformación de grupalidad


en el incipiente dispositivo. Algo de historia

Durante la primera grabación de lo ue luego sería Radio La Colifata si bien


el tema propuesto desde la radio comunitaria SOS San Andrés era abordar el tema
de la locura y los manicomios, los integrantes presentes prefirieron hablar sobre
«la mujer» o «las mujeres». Fue Barrios uien dijo «La mujer vive a costillas del
hombre», y esta afirmación provocó un debate. «¿Alguien uisiera salir de corres-

2. «Yo soy el uedar roto de tu paso olvidado, a uel ue te camina, descalzo». Canción Buen día, día
de Miguel Abuelo.
© FUOC • PID_00227500 223 Capítulo VIII. Aproximaciones para pensar...

ponsal?», pregunto, «Corresponsal es alguien enviado por nosotros para ue le


pregunte a otros lo mismo ue nos estamos preguntando a uí». Entonces Carlos
toma el grabador y sale a caminar por el hospicio.

Audio Corresponsal «La costilla de Adán».

Carlos Acá… acá hay dos lindas chicas, yo le podría preguntar a ella si la mujer le debe
una costilla al hombre. ¿ ué respondés a eso, vos? Por ue Dios le dio una «piña»
trompada al hombre, lo durmió y le sacó una costilla. Y de esa costilla nació la mujer.
¿ ué opinás de eso? ¿Nos deben una costilla ustedes?

Chica 1 De eso no sé nada…

Risas.

Chica 2 Para mí es mentira eso, no le debe nada la mujer al hombre

Carlos Muchas gracias…

El incipiente grupo en su trabajo podía construir preguntas proceso laborio-


so y rico , y mis intervenciones en ese sentido tenían ue ver con acompañar el
proceso de la generación de in uietud, ayudar a «instituirlas», si se uiere, devol-
verlas como válidas, otorgarle una habilitación a circular como resultante de otro
trabajo ue hemos comenzado a producir como espacio de acontecimiento el de
instituirme como coordinador algo de la ley en el juego de la transferencia .
Ellos habían trabajado y yo introducía otra pregunta «¿Acaso no les gustaría sa-
ber ué piensan los demás?». La pregunta Colifata sale a circular con «registro»
no olvidemos ue el grabador es soporte de la palabra y la registra para luego
hacerla circular en nuevos contextos y rueda para volver enri uecida con pen-
samientos y expresiones de otros. El grupo inventa ahora la «espera» y el « ué
hacer» mientras se espera.
Ever, un paciente boliviano ue habla también en uechua, entiende rápida-
mente la propuesta, la denuncia sin uererlo en lo mágico de su literalidad.
Cuando digo «mágico de su literalidad» estoy superponiendo dos dimensiones
ue se corresponden exacerbación de literalidad con efecto metafórico en uien
escucha. «Ever, vos llevá las preguntas y traé las respuestas», le dice Carlos, uien
ya realizó esa tarea.
© FUOC • PID_00227500 224 Experiencias innovadoras en salud mental

Audio Ever corresponsal sobre la mujer.

Ever Preguntar sobre la mujer, preguntar sobre la mujer, preguntar sobre la mujer…
Najua na portu, najua cai tai reportaje pin…

Llega al lado de una mujer, la mira y le dice «Preguntar por la mujer».

Mujer ¿ ué uerés ue diga? La mujer tiene los mismos derechos del hombre y el
hombre los mismos derechos ue la mujer. Ya ue están los derechos, hay ue usarlos.

Ever ¿Nada más? ¿Está todo escrito? ¿Está todo escrito?

Tigre interrumpiendo Yo creo ue no tiene ue haber ni machismo ni feminismo,


término medio.

Ever Término medio, término medio, término medio, término medio, término me-
dio, término medio…

Ever llega hasta la mesa y entrega el grabador.

Esta dimensión de un tercero ue registra y soporta a la vez grabador funcio-


na en Ever de otro modo como Carlos le pidió ue «lleve las preguntas y las
traiga», él lo tomó realmente así, y se cuidó de traer la respuesta «término medio,
término medio, término medio…», ue como consecuencia genera risa, risas en
el auditorio . Efecto de metáfora entonces, ue tendría ue ver con el «donar
sentido» pero de nuestro lado, no tanto en la intención de Ever en hacer poesía
ni mucho menos. Probablemente esta risa genere ternura, genere cariño inten-
tamos utilizar los medios de comunicación para ir tejiendo esta posibilidad de
«vínculo amoroso», de «libidinización» la conexión será más allá del nivel del
discurso.
Mientras se realizaba el uinto encuentro del grupo, La Colifata todavía no se
llamaba de ese modo. ubo una primera emisión en la FM comunitaria donde
los pacientes hablaron de la mujer, una segunda donde hablaron de los manico-
mios, una tercera donde hablaron del f tbol, y así cada vez. En cada una de las
emisiones había llamadas de oyentes y así fue desde la primera vez, cuando una
persona preguntó si en el psi uiátrico Borda se daba electroshock y cómo los tra-
taban. ubo uienes contestaron ue los trataban bien y uienes contestaron
© FUOC • PID_00227500 225 Capítulo VIII. Aproximaciones para pensar...

ue los trataban mal, muchos decían ue sí se usaba electrocho ue, otros ue a


veces, y otros decían no saber. Las respuestas se pusieron al aire en la siguiente
emisión del programa era muy interesante el hecho de la espera por ue cada
sábado ya no significaba solamente el hecho de juntarse para hablar sobre alg n
tema, sino también el hecho de esperar lo ue venía como devolución.
Probablemente los mensajes venían por ue, digámoslo así, la posición ética
de uien se constituye como primer oyente el coordinador en posición de escu-
cha define un p blico. Ayer se hablaba de la construcción de un p blico, y yo lo
pienso como una suerte de delimitación habilitante. Diría ue la definición del
p blico es algo más ue una cuestión de mercado o destinatario, la definición del
p blico es una oferta de posición. Definimos p blico capaz de hacer algo más
ue consumir.

Figura 80. Suplemento «Libre» del diario La Nación. Septiembre del año 2000. Anuncio de construcción
del estudio de La Colifata gracias al aporte de oyentes, amigos y figuras reconocidas como el exfutbolista
Oscar Rugeri.
© FUOC • PID_00227500 226 Experiencias innovadoras en salud mental

Figura 81. La periodista Verónica Pagés desde su artículo del diario La Nación de Argentina invita y
convoca a oyentes a sostener y seguir creando La Colifata. Resultado de este anuncio y de los llamados
por diversas radios amigas, un número importante de artistas y tres mecánicos se ofrecieron a
acondicionar el automóvil. Detalle de la nota publicada en el suplemento «Libre» del diario La Nación.
Septiembre del año 2000.

Figura 82. Un artista plástico, oyente de La Colifata diseña para el «móvil colifato» lo que será años más
tarde el logo oficial de la radio. (Foto: Ignacio Sourrouille 2000)
© FUOC • PID_00227500 227 Capítulo VIII. Aproximaciones para pensar...

Figura 83. La Colifata transmite en directo los partidos de fútbol del Club San Lorenzo de Almagro. Para
ello realiza una convocatoria en las redes para quien quiera ser relator junto a los comentaristas de radio
La Colifata.

Espacios en proceso de construcción como lo fue La Colifata de a uella época,


la creación del dispositivo o instalación plástica sonora, y las características de
uien escucha y su posición ética, definieron un p blico in uieto, interesado y
conmovido habilitado a hacer, a decir, a participar. uiero decir ue la posición
ética de uien escucha e interviene en este proceso es no solo suponer valor en
uien habla, sino además introducir una instancia para ue uien escuche no
solo aloje, sino ue se sienta convocado a participar, más allá de escuchar u ob-
servar. Y digo incluso ue no alcanza con la posición del interviniente, sino ue
también hay un dispositivo montado con características particulares, dos de ellas
centrales abierto e inacabado, ue ayudará a esta construcción de un p blico
in uieto e irreverente. Lejos de responder con esto el por ué de los mensajes,
uedo cerca, a n más, de la pregunta ¿por ué desde el principio siempre hubo
mensajes de oyentes?
Mientras se realizaba el uinto taller le estábamos buscando la cara a Dios. Era
el tema del día, uno de los participantes lo había propuesto. Se habla entonces
acerca de las posibles caras de Dios, si existe o no existe… y Ever ue estaba ahí
cerca es llamado, teniendo en cuenta ue decía ue habitaba «arriba del segundo
cielo» segundo piso del hospital Borda , para relatarnos si desde allí lo veía o no
suponíamos ue al vivir en el segundo cielo tal vez estuviera más cerca de Dios. Lo
convocábamos a ue compartiera su relato, a ue se sumara al grupo, ue lo insti-
© FUOC • PID_00227500 228 Experiencias innovadoras en salud mental

tuyó como el «corresponsal exclusivo desde arriba del cielo». Ya en el uinto en-
cuentro ser corresponsal era un recurso del grupo y parecía natural. Así como Ever,
aparece otra persona, El Uruguayo, uien dice «Bueno, entonces yo uiero ser
corresponsal desde Marte», frente a lo cual digo «Ya ue estamos hablando de los
planetas, ¿alguno uisiera ser de la Tierra?», y oa uín agrega «No, yo uiero ser
corresponsal, pero del Borda». Y finalmente, es Carlos Rial, uien dice ue va a ser
corresponsal de la Tierra. uego de corresponsales ue en ese momento está pensa-
do como una técnica l dica al servicio de la inclusión de discursos y estéticas del
estar, ue de otra manera no hubieran podido ingresar. Esto fue el antecedente de
los ue luego he llamado «técnicas de inclusión de temáticas delirantes».

Audio Corresponsal de Marte.

Washington, El Uruguayo Nosotros pensamos en Marte ue la Tierra está mal por ue


hay hambre, hay frío, hay tristeza, hay dolor. Pero yo sé, como marciano ue soy, ue
todo esto va a cambiar por ue hay un Dios ue nos uiere mucho. Nada más.

Coordinador Ahora, disculpe corresponsal en Marte, me parece ue en la Tierra está


la cara de Dios. ¿Es verdad, es así?

Washington Es la mentira más grande ue pude haber escuchado…

Coordinador Entonces no está la cara de Dios en la Tierra. ¿Y dónde está la cara de


Dios? ¿En Marte?

Washington La cara de dios es el amor… Estamos viendo ue allá en la Tierra hay


desunión, ue se los consuela a los enfermos, ue hay alegría también, hay amistad,
hay buena gente… y en fin.

Coordinador Disc lpeme, y en Marte ¿ ué hay? Usted ue está allá, ¿ ué nos puede
decir?

Washington En Marte, lo nico ue yo conozco ue hay es el amor.

Audio Corresponsal del Borda.

Coordinador Tenemos el corresponsal del Borda también. Buenas tardes.


© FUOC • PID_00227500 229 Capítulo VIII. Aproximaciones para pensar...

oa uín Y, ¿ ué uiere ue le diga? ue en el Borda anda mejorando la comida y es-


peremos ue mejore el personal, ue nos trate bien. Eso es lo ue espero yo, vamos a
ver. Y ue nos dejen salir a menudo a afuera, a la calle y sin tanto permiso.

Coordinador ¿Alguna otra cosa ue uiera agregar desde el Borda?

oa uín Nada más, nada más… e hablado demasiado, creo…

3. La operación técnico-terapéutica como recurso


de intervención en el dispositivo radiofónico grupal
o instalación plástica sonora

ace dieciséis años el grabador registraba a la vez ue obraba de micrófono


haciendo un recorte del campo, un recorte, diría, habilitante a la palabra. uien
hablaba tomaba el grabador en sus manos y cuando terminaba se lo pasaba a
otro. oy en La Colifata intervenimos varios profesionales ue cumplimos diver-
sos roles en el DRG me interesa señalar ahora el rol o función del operador téc-
nico-terapéutico ya ue desde allí podemos retomar algo de la dimensión estéti-
ca, al servicio del proceso de «tramatización» entendiendo lo estético como
proceso y como condición para la creación, a uello ue remite a lo complejo de
una función y sus particularidades.
Tenemos ue entender primero ue no se trata de operación técnica en el
sentido habitual de la palabra y el rol ue se espera de ello. Se trata de un lugar
importante, casi fundamental, destino de m ltiples líneas transferenciales y ob-
jeto de fuertes cargas es a partir de esta realidad transferencial ue la operación
técnico-terapéutica se hace importante. Ese lugar es, además, el lugar de la mira-
da, no solo de los pacientes sino de uno en relación al campo habilitado.
Se trata de pensar la operación técnica en términos de recursos de interven-
ción en relación al dispositivo montado, el DRG, donde el objetivo central es el
encuentro entre seres sostenidos en la palabra. Es clave en este proceso todo
a uello ligado a la creación de condiciones para la comunicabilidad, entendien-
do a esta incluso más allá de la palabra, pero dentro de lo simbólico.
La operación técnico-terapéutica es una operación sensible, es una operación
ue intenta desanudar puntos de densidad en el ambiente, es un complemento
de la intervención verbal como recurso. El operador técnico-terapéutico no solo
escucha la producción de palabra en tanto texto dicho escucha la rítmica grupal,
© FUOC • PID_00227500 230 Experiencias innovadoras en salud mental

su latido. Ensaya melodías en función de las emociones, las provoca, las sostiene,
las soporta. Es un artista al ue le cabe una enorme responsabilidad desde lo ético
y lo ético-terapéutico pensemos el término artista en relación al concepto de
instalación. La «obra» se enciende, se crea y comunica con el aporte viviente de
esta función la del operador técnico terapéutico.
Como recurso de intervención, la operación técnico-terapéutica no solo in-
troduce ambientes o los refleja, sino ue incluye, además, producciones discursi-
vas de los mismos pacientes luego de haber pasado por un proceso de edición, y
también la producción de los oyentes de la comunidad a través de los mensajes
ue les destinan a los «colifatos». Esta función incorpora al otro semejante y al
«uno» en posición de escucha de uno mismo.
La operación técnico-terapéutica también presenta la dimensión política se
trata de introducir elementos de dislo ue para la lógica manicomial. Se trata de
provocar movimiento a lo ue está estanco, feudalizado, en a uellas lógicas de
poder aplastantes.
La operación técnico-terapéutica está al servicio de lo ue llamamos una clíni-
ca del acontecimiento y el interviniente es parte viva de la instalación plástica so-
nora. Ayudar en el camino hacia la tramatización de lo disperso, y tender puen-
tes para su comunicabilidad, es casi un arte arte como proceso ue al advenir a
la forma arte como configuración estética se lanza luego permeable a la per-
meabilidad de los otros, estimulando sus producciones.
ablamos de dispositivo abierto por ue se acerca uien uiera, pero, sobre
todo, por ue lo ue allí se produce se escucha en otro lado. uiero generar un
punto de encuentro con la comunidad desde la dignidad y no hay dignidad sin
intercambio. ablo e interrogo lo estético en la b s ueda de la creación de con-
diciones para la comunicabilidad y no hay comunicación sin consonancia. Con-
sonancia estética y producción deseante como punto de encuentro. Por ue su-
pongo valor en uien habla, es ue creo condiciones para ue se produzca. Pero
no alcanza con suponer para encontrar el valor no se encuentra, se produce, y se
produce como «encuentro» en un camino inacabado.

3.1. El lenguaje

Entendemos el lenguaje no solo como lugar de palabra, sino como posible


efecto de la expresión humana, lenguaje más allá de lo verbal, lenguaje como
registro simbólico, o en lo simbólico, como estética del estar y sonoridad en el
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decir, ya sea en la rítmica, en la melodía, en lo verbal o en lo gestual. ustamente,


el recorrido será en el sentido de a uello ue dé direccionalidad al flujo energéti-
co vital humano, logrando ue eso se juegue en estados de cohabitación por el
símbolo para generar efectos de lenguaje, lugares de resonancia, de consonancia, de
encuentro. Efecto de lenguaje será ese lugar donde dos o más personas se encuen-
tren, entendiendo la producción posible de sentido como «lazo». Efecto de lengua-
je, trazo de simbolización, trama ue teje sentido en el incluir del sinsentido, en
el hacerle un lugar.
Mi intervención estará dirigida a la facilitación o creación de lugares. Sentido
ue va más allá de lo verbal aun ue puede incluirlo y ue sería «ese espacio
intersticial donde el ser se sostiene o se sujeta». El encuentro será en el trazo de la
simbolización y allí estaremos hablando de salud. Salud será también promover
en los participantes espacios de autonomía y responsabilidad en a uello ue se
hace o se dice. Cuando el grupo en sí mismo se da espacios donde la palabra pue-
da circular, bordeada, contenida, delimitada y soportada en otros, es entonces
cuando estamos generando salud.
Es en el grupo donde las sonoridades podrán confluir en un hecho estético,
donde el sentido devendrá de la trama, en un lugar para cada uno, en un espacio a
habitar en conjunto. Lo ue se busca entonces es una polifonía saludable. Los inter-
vinientes vamos a la b s ueda de lo ue emerge en situación asistimos, acompa-
ñamos y promovemos la experiencia colectiva y compartida de vivir, eso ue
emerge, no como error o discapacidad, sino como posibilidad de comunicación.
Apoyaremos las intervenciones en una escucha de contexto, en la construcción
de «tramas ambientales» por ejemplo. En ese, uizás, estadio previo a lo dicho en
términos de verbalidad. Necesitamos de la generación de contextos para ue eso
ue presuponemos como potencial capacidad diferencial se ponga en juego y haga
lazo. En el DRG se crean condiciones para la creación y lo ue se crea es, entre otras
dimensiones, la posibilidad de sujetos con palabra, historia, arte e identidad.
En nuestro caso hay una invitación a ligar la energía vital a la vida, en oposi-
ción al tánatos a la muerte del símbolo. Una invitación constante a la creación
de m ltiples líneas de sentido, y en esto la comunidad tiene su papel. El DRG
genera condiciones para la emergencia de lo particular, para la producción y res-
cate de subjetividad y de propuestas subjetivantes, da espacio para lo ue cada
uno traiga y para eso nos valemos de técnicas ue llamamos «de inclusión» al-
gunas de ellas «técnicas de inclusión de temáticas delirantes».
En La Colifata intentamos inventar contextos ue contengan, contextos ue in-
cluyan no corregimos, no obligamos, muy por el contrario, facilitamos «lecho al
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agua, para ue se la pueda nombrar río». No le decimos ue venga, vamos a buscarlo


allí donde uedó. En la radio lo delirante recupera un auditorio y esto trae efectos.
El «Dr. Valle» propone temas y el grupo los trabaja. Comparto un micropro-
grama y un debate sobre el tiempo. En la edición se prioriza o intenta ue pueda
entrar en interlocución con otros, o bien ue a uello ue dice pueda resonar en
otros y de esta manera pueda el grupo trabajarlo.

Audio Microprograma sobre el tiempo.

Dr. Valle Buenas tardes, estamos hablando hora sin tiempo, el tiempo luz, años luz.
Viajamos sin tiempo, el reloj pasó de moda, años luz. asta la próxima, en vía ovni.

Diego Continuamos a uí en LT22 Radio La Colifata transmitiendo en vivo y presen-


tamos a continuación, «El mundo y la salud», con el Dr. Valle. Aplausos

Dr. Valle Y bueno. El tiempo... El tiempo no tiene n meros. Yo digo ue marcar el


tiempo sin n meros es vivir en plenitud la vida.

Coordinador ¿Cómo es eso? ¿A ver? ¿Se puede explayar un poco más?

Dr. Valle El tiempo lo marcan con n meros, yo marco el tiempo sin n meros y sin reloj.

Coordinador ¿Podría abrir el micrófono por si alguien le uiere hacer una pregunta?

Evaristo El tiempo de hoy, el tiempo de ahora, el tiempo de ayer. De hoy, de ahora. Ya


ahora es ayer por ue ya pasó. Ahora es ahora pero ya va a pasar y todo va a ser ayer.

Christian ¿Sobre el tiempo? Tiempo temperatura, tiempo espacio, tiempo cantidad,


cuantificable, cualificable o tiempo...

Coordinador Tiempo En el sentido de «se acabó tu tiempo».

uan El tiempo ue se pierde no se recupera jamás, dicen, ¿no? ¿Es verdad eso?

Evaristo Yo te puedo decir algo. El tiempo ue se pierde… cuando uno pierde gana,
entonces el tiempo perdido es ganado, por ue nos ueda más tiempo por seguir. En-
tonces ganamos, eh
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uan O sea, ue sería algo así como ue si perdemos ganamos y si ganamos perdemos,
algo todo invertido, todo dado vuelta.

ugo ace tiempo ue no como, hace tiempo ue no me baño, hace tiempo ue no me


aumentan el sueldo, hace tiempo ue no cumplo años. ace tiempo. El tiempo se hace,
por lo tanto el tiempo no existe, el tiempo lo hacemos nosotros. asta otro tiempo.

Silvina El tiempo es lo más precioso ue hay, por eso nunca hay ue perder el tiempo.
Yo soy lo más preciosista ue hay en el tiempo.

Trinity El tiempo es la existencia. El tiempo… el propio cuerpo tiene sus tiempos, sus
ciclos. Tenemos un reloj biológico, tenemos ciclos de todo tipo, así ue no tenemos
necesidad de depender de ninguna ma uinita para saber si es de día, de noche, para
saber si me tengo ue levantar o acostar o si tengo ue comer.

Daniel Bueno, pienso ue tenemos una tarde maravillosa acá sobre el Borda, una tarde
sensacional. Estoy esperando un amigo a ver si se atreve a venir a tomar unos mates
a uí en el Servicio 5 conmigo, ue lo uiero mucho y un gran amigo mío.

Coordinador ¿Y «el tiempo»?

Daniel Y... ya lo dije al tiempo una tarde maravillosa, estupenda, con poco sol. Una
temperatura con dieciséis grados y medio. Una tarde estupenda.

Sube la m sica.

Dr. Valle Yo digo ue todo el mundo sin reloj es más feliz…

Lo interesante es ue uien produjo este instante de interrogación acerca del


tiempo fue una persona «delirante». Alguien a uien nadie escucha, ue justa-
mente en su insistencia de interrumpir, en su particular «rítmica interrumpido-
ra», adviene a un lugar frente a un grupo ue sabe hacer lugar a ese no lugar. Y a
partir de este arte como predisposición plástica de los intervinientes en el camino
de tramatizar lo disperso se configura una forma para su estar o no estar, en el ue
no solo intervengo sino ue interviene el grupo deliberando. Lo ue generó Valle
son preguntas sobre lo humano, preguntas ue nos hacemos todos probable-
© FUOC • PID_00227500 234 Experiencias innovadoras en salud mental

mente, sea esta la dimensión ue nos iguale y lo ue buscamos como posible


punto de encuentro con la comunidad.

Figura 84. Dr. Valle, «interrumpidor oficial» de Radio La Colifata y creador del programa «El tiempo y la
salud». (Foto: Wimpy Salgado 2014)

Nótese el trabajo de edición lo ue se subraya es el hecho de ue sus produc-


ciones tienen efecto en otros y esto luego hará efecto en él. ay una política de-
liberada en este sentido, a la vez ue pensamos el micro como producto final li-
gado a lo estético e intentando hacer un aporte. Sin embargo, cabe la pregunta
en cuanto al montaje ¿ ué posición legitima mi acción de trabajar con la mate-
rialidad discursiva de un grupo de pacientes del Borda y editar, esto es cortar,
pegar, mover, reducir sus discursos, para luego hacérselo escuchar al oyente?,
¿desde ué lugar ueda autorizada la posibilidad de disponer de tiempos y mo-
dos para acercar sonidos, o imagen cuando hacemos televisión? La edición o
montaje en La Colifata es pensada en términos de intervención y su objetivo no
es capturar, sino siempre dinamizar, abrir posibilidades para el trabajo o procesos
de subjetivación, producción de sentido y su multiplicación.
Tramatizar lo disperso puede ser leído como modos ligados a procesos de con-
formación de grupalidad y esto tiene ue ver con creación de espacios de inclu-
sión en un dispositivo abierto. Todo lo ue ocurre allí se está transmitiendo por
radio hacia todo el hospital y el barrio y, a su vez, los microprogramas se incluyen
en una red muy grande de retransmisoras solidarias del país y de plataformas de
internet ue suben estas producciones, tanto radiofónicas como audiovisuales.
Este particular remite a una metodología de uso de medios montada para llegar
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a la comunidad, para llegar al «hombre com n», para conectar con muchos
otros, con el objetivo de integrar a los pacientes, pero, también, algo más ue se
refiere no solo a la tarea de desestigmatización, sino a la propuesta de un uso
creativo de medios producido por la comunidad y produciendo comunidad.

Figura 85. El uso creativo de los medios necesita de la complicidad creativa también de los periodistas de
los medios en general y de sus editores. La Colifata ha demostrado que esto es posible. Un medio publica
el robo de una computadora. La respuesta social fue tal que no sólo donaron otra sino que además se
acercaron voluntarios para dar cursos de computación a los integrantes de La Colifata, otros oyentes
organizaron eventos a beneficio o donaron la recaudación de sus espectáculos, entre otras múltiples y
variadas acciones.

Figura 86. El periodista Alfredo Simón realizó una nota televisiva sobre Radio La Colifata previa a un
partido de fútbol ente Boca y River. Allí además de hablar de fútbol los integrantes de La Colifata
contaban sus dificultades para transmitir los días de lluvia. Fue Alfredo Simón quien fuera contactado por
Oscar Rugeri para viabilizar la ayuda. Todos pueden producir espacios y acciones en salud.
© FUOC • PID_00227500 236 Experiencias innovadoras en salud mental

¿Cuál es el proceso mediante el cual estimulamos esos espacios de producción


deseante en la comunidad? Desde lo conceptual algo importante ue tener en
cuenta ¿Por ué la gente conecta con La Colifata? ¿Por ué la gente participa y
construye el espacio? Espacios en la sociedad donde se promueven acciones cul-
turales, hechos de arte, etc. hay muchos, pero ¿por ué son los dolientes menta-
les uienes despiertan en este proceso de investidura libidinal el desarrollo de po-
tencialidades en la comunidad?
Vamos a presentar un microprograma, y tiene sentido compartirlo por ue
liga algo del orden de la reparación. ay una persona llamada orge Garcés, está
internado y fue uien propuso el nombre de La Colifata. Durante años se retrans-
mitieron microprogramas a través de una emisora de mucha audiencia, la FM
Rock Pop, y el conductor es alguien ue uería mucho a Garcés. Tal vez, sea
mejor decir ue esta serie de retransmisión de microprogramas a lo largo del
tiempo construyó y constituyó un «sujeto mediático». «Sujeto mediático» no
como captura sino como otro espacio de construcción subjetivante. Este comunica-
dor, ue era Lalo Mir, junto a la serie sistemática de producciones presentadas en
esa radio, hicieron ue Garcés sea alguien conocido por los oyentes la gente lo
uería y lo conocía. Una vez tuvo un problema y dijo lo siguiente

Audio Microprograma «Garcés y el viaje sideral».

Garcés Bueno, yo uería decir ue he perdido una valija marrón el lunes 24 de agosto,
cuando me dieron un permiso vencido para ese día y ue estuve deambulando y confuso
por los alrededores, por ue primero pensaba ue debía realizarse el cohete sideral ue
debía partir hacia alfa centauro o no sé dónde. Y terminó siendo una estafa, una engañifa.
oy vino mi cuñado, me hizo perder est pidamente el tiempo en minucias sobre la
ropa. Me hizo perder el tiempo y no se dedicó en nada a hablar conmigo. e perdido...
e perdido todos los aforismos… Yo los he vendido. Si les pudiera pedir a todas las
personas a las cuales he vendido los aforismos ue me los trajeran para ue podamos
reunirlos y publicarlos sería una gran cosa. Ahora me he uedado sin mis aforismos, es
algo terrible, ahora soy un pobre mendigo ue no tengo nada para vender ni si uiera.
Insto a todos los ue me han comprado mis cosas desde el 85 en adelante a ue traigan
ejemplares y los re nan y se los den a Olivera para ue, por favor, me los hagan publi-
car a la brevedad, si es posible este año.

Oyente Me uedé pensando en esto de Garcés ue pide sus cosas y… ué bueno ue


escriba y además se lo dé a otros Por ue parece ser ue dárselo a otros es una manera
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de tenerlo seguro, por ue ahora él lo va a poder recuperar por ue lo dio... Si él no se


lo hubiera dado a nadie, o vendido, ahora no lo podría recuperar.

Este fragmento salió al aire por la FM Rock Pop y los oyentes comenzaron a
hacernos llegar las fotocopias de mucho del material ue Garcés había produci-
do. l vendía fotocopias de sus escritos y fue así como pudo recuperar gran can-
tidad de ellos a partir y a través de la movilización de los oyentes ue le habían
ido comprando a lo largo de los años sus aforismos. Entonces ahí aparece un
oyente, ue no es un psi uiatra, no es un psicoanalista, no es enfermero, no es
un profesional de la salud, pero ue sí puede construir salud en términos de «ayu-
dar a reconstituir y recuperar una historia» es un ejemplo muy concreto, algo
ue se dio a través del uso de los medios para construir espacios en salud. Incluso
la persona ue dice «... gracias a ue lo dio es ue lo pudo recuperar...» es alguien
ue se acercó un sábado a compartir la tarde con los internos, cuando cada sába-
do vienen en promedio más de veinte visitantes de la comunidad.
Trato de pensar ahora las condiciones de lo ético y estético en la práctica liga-
da a la televisión.
En el año 2004 se realizó el primer programa de televisión ue fue emitido por
un canal de aire con audiencia masiva cerca de dos millones de telespectadores ,
ue luego recibió más de dos mil correos electrónicos. En esa época habíamos
firmado un acuerdo de cooperación con una escuela de educadores sociales de
París llamada Saint onoré. Creamos junto a los estudiantes una base de datos
para analizar cualitativamente el contenido de esos mensajes en términos de re-
presentaciones sociales. Más tarde, comenzamos a hacer La Colifata TV en ver-
sión microprograma el mismo concepto ue aplicamos a los micros en la radio
pero llevado a la televisión. Esas producciones se emitieron por televisión abierta
y por cable a través del Canal de la Ciudad. Allí también tuvo lugar un ciclo ue
llamamos «El living de Stellita» conducido por una mujer ue vivía en situación
de calle y ue su hijo estaba internado. Este programa tenía también secciones
conducidas por otros usuarios de La Colifata. Los temas ue se planteaban eran
universales la producción, la risa, la responsabilidad, la comunicación, la salud,
etc. Durante un mes los pacientes trabajaban en talleres las cuestiones referidas
al tema ue se iba a desarrollar, por ejemplo «¿por ué el hombre pone su cuerpo
al servicio de representar su propia vida?». Se trataba de un programa con mirada
antropológica, ue tornara en valor periodístico temáticas ligadas a a uello ue
nos constituye como humanos y, para ello, también se hacían entrevistas a invi-
tados especiales ue pudieran aportar a la discusión.
© FUOC • PID_00227500 238 Experiencias innovadoras en salud mental

En estos programas Alejandro, un usuario, tenía su sección una columna de


opinión ue también se grababa para luego emitirse. El audio de esta grabación lo
subíamos a la página eb de La Colifata .lacolifata.org y les pedíamos a los
televidentes y a los oyentes ue la escucharan para ilustrarla como uisieran. En-
tonces, cuando se televisaba el programa un mes después, la Columna de Alejandro
siempre estaba construida por alguien de la comunidad, ue hacía los dibujos.
De este modo en La Colifata TV no solo trabajamos en el sentido de cuidar al
sujeto, protegerlo, promoverlo a ue circule, disminuir el impacto de «lo crudo»
de la imagen, resguardarnos de lo obsceno para evitar el goce morboso y la cap-
tura del espectador en lo obsceno-porno. Intentamos proponer incluso algo más
facilitar el empoderamiento del oyente/televidente, incluir sus manifestaciones
en la construcción del programa mismo a esto lo llamamos proactivo.
Alejandro en su columna elige un cuento de Borges y un televidente dibujante
envía sus ilustraciones inspirado en la escucha del audio, la plataforma de encuen-
tro es la página eb de La Colifata, desde donde se convoca a la gente y se publican
los fragmentos ue se ilustrarán. Una maestra de tercer grado hizo escuchar a los
alumnos la columna, uienes luego también comenzaron a dibujar. El concepto
puesto en juego a uí reuniría dos aspectos en principio primero, se trata de un
acto de integración, de investidura amorosa y deseante entre la comunidad y un
usuario, y lo segundo, es ue no nos interesa tanto ue un «consagrado» ilustre un
segmento o sección nos importa ser plataforma de lanzamiento y realización del
«semillero» social, donar espacios de puesta en circulación a producciones de nues-
tra sociedad. La comunidad idea y practica solidaridad desde el despliegue de sus
capacidades para intervenir con relación a problemas. Lo significativo a uí es ue
no solo se acercaría en la intención de hacer un bien sobre todo, participaría por-
ue encuentra una oferta y un espacio para desplegar su arte. Asimismo serían los
usuarios los ue brindarían estos espacios de expresión y circulación de sus pro-
ducciones. Eso para nosotros es trabajar en salud comunitaria y en este caso, los
promotores de estas acciones saludables serían uienes se supone no la tienen.
El destino de los microprogramas de radio y programas de televisión es el gran
p blico, la sociedad ue aloja el problema de las lógicas segregativas hacia «lo
diferente», a uella sociedad ue construye mitos, ue teme, ue criminaliza, ue
niega, ue se paraliza, ue consume morbo, ue idealiza... Una sociedad ue está
educada en y para el «consumo» de lo ue los medios produzcan, y no en la po-
sibilidad de su uso para producir ciudadanía, bienes culturales o salud, como en
nuestro caso, donde todas esas dimensiones confluyen para producir lo ue lla-
mamos actos en salud. ¿No debería ser esa la función de la televisión p blica, por
© FUOC • PID_00227500 239 Capítulo VIII. Aproximaciones para pensar...

ejemplo? ¿No es esa una función posible entre otras de los medios de comuni-
cación en general? ¿No es acaso su tarea promover interactivamente el desarrollo
de las potencias de una comunidad? Cuando hablo de potencias me refiero a
promover el despertar y el desarrollo de los recursos de una comunidad, y hablar
de recursos es referirnos a lo simbólico como motor de producción cultural. Es
allí cuando lo proactivo se asocia a lo p blico en el uso de medios.
Para finalizar, comparto una experiencia ue podría sintetizar este recorrido
La Colifata TV tuvo un espacio de diez minutos en vivo dentro de un programa
ue se emite por el Canal 7, ue es la televisión p blica, abierta y con alcance
nacional. Dos usuarios conducían en directo ese segmento donde se presentaban
diversas notas realizadas por otros participantes. Desde esa plataforma comuni-
cacional se convocó a los televidentes a ue ingresaran a la página eb de La
Colifata y para descargar el microprograma «La Colifata va a la escuela» así se
llamó un microprograma donde diversos corresponsales hablan desde diferentes
localidades. Se trata de un mix entre las grabaciones de los pacientes del psi uiá-
trico y los niños de la escuela ue también «juegan a los corresponsales». La
propuesta era ue, uien uisiera, lo ilustre y nos lo envíe podían ser dibujos ue
sirvieran a una edición posterior ue realizaríamos nosotros, o bien podía ser una
obra acabada. Lo primero ue recibimos fue un video confeccionado por una
televidente se trataba de una animación en plastilina apoyándose en el audio.
Me parece interesante el hecho de ue no remarcó en su obra lo mismo ue se
señalaba en nuestra edición podría decir ue el criterio ue utilizamos para edi-
tar ese fragmento sonoro fue el de indagar acerca de cómo, en este caso los niños,
construyen la relación con un otro, con un otro diferente. Desde esa perspectiva
aparecían en sus relatos algunos pasajes muy significativos, como por ejemplo
«encontramos unos extraterrestres ue estaban enfermos», y ante la pregunta de
su maestra de cómo eran, una niña contesta «Mmmm..., no son tan feos usan
la ropa verde y la ropa no la compran, la tienen de unos lugares ue sacan ellos».
Algo ue sucede en el hospital psi uiátrico la ropa no la compran, la «tienen de
unos lugares ue sacan ellos». En este caso, el recorte remite a una posición de
escucha ue toma en cuenta criterios ue pretenden ubicarse como éticos y esté-
ticos, y ue el grupo relanza. En cambio, la persona ue realizó la animación creó
una nueva serie de sentidos, hizo su obra, multiplicó dramáticamente lanzando
al infinito a uello ue la producción nos inspiró en un principio. Y es así ue
esperamos continuar, con esta máquina productora de comunidad, como bien lo
señaló Marco Villela, en este arte de multiplicar sentidos y de estimular produc-
ciones interviniendo hacia la tramatización de lo disperso.
© FUOC • PID_00227500 241 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

Capítulo I
El dispositivo en La Colifata. Clínica del asombro

Figura 87. El feed back y su multiplicación Foto de Wimpy Salgado intervenida luego por un oyente
anónimo en las redes sociales. 2015

Presento a continuación la versión escrita y retrabajada de la participación en


el Primer Foro Internacional «Arte, puente para la salud y el desarrollo», ue tuvo
lugar en Lima, Per , del 17 al 20 de agosto de 2009, organizado por la OPS y la
Red Latinoamericana de Arte para la Transformación Social RLATS . Mesa «Arte
y transformación institucional».

1. El arte en el «entre» del dispositivo/instalación.


Desarrollo de una lógica del acontecimiento
y de situaciones clínicas

La Colifata es una asociación civil sin fines de lucro ue brinda servicios en


salud mental utilizando los medios de comunicación para la creación de «espa-
© FUOC • PID_00227500 242 Experiencias innovadoras en salud mental

cios en salud». Tal es el modo habitual de presentarnos. Tomamos el término


salud mental por no contar con otro por ahora, de todos modos la noción de sa-
lud antes ue de salud mental debe ser indagada. «El éxito del campo de la Salud
Mental sería su desaparición para incorporarse en prácticas sociales de salud-en-
fermedad-cuidado en las ue la dimensión social y subjetiva haya sido restituida».1
Esta construcción de espacios en salud se hace desde una perspectiva de salud
mental comunitaria, entendida como proceso permanente e inacabado de crea-
ción de condiciones para la salud y de promoción y despliegue de recursos en
salud, y ubica la participación deseante, colectiva y social como su razón de ser o
razón de su estar siendo a uello ue da sentido a nuestras prácticas.

1.1. Campos en diálogo

Nuestro trabajo inaugura un diálogo de campos ue se construyen mutua-


mente en el desarrollo de dispositivos abiertos, permeables o porosos y median-
do entre ellos plataformas desde donde son lanzadas producciones ue circulan
como flujos. A uno de los «dispositivos abiertos» lo llamamos radiofónico grupal
DRG mientras ue las plataformas comunicacionales de lanzamiento y circula-
ción serán m ltiples y variadas.2 Lo ue se produce en un espacio ocurre también
en otro y lo ue allí se genera regresa en diversos modos de participación. En
todos los casos lo ue circula es acción y palabra constructora y participativa, ue
en el encuentro inauguran procesos de mutua producción y transformación.
¿De qué campos hablo? y ¿qué lugar hay para la clínica en todo esto? En principio
hablo de un campo delimitado por la existencia de un dispositivo al ue llama-
mos dispositivo radiofónico grupal DRG , ue se instala cada sábado en los pa-
tios de una institución psi uiátrica y a él me referiré de modo detallado. Al mis-
mo tiempo hablamos del campo de lo social.

1. Stolkiner, A. Solitario, R. 2007 . «Atención primaria de la salud y salud mental la articulación


entre dos utopías». En Maceira, D. comp. . Atención primaria en salud. Enfoques interdisciplinarios
págs. 121-146 . Buenos Aires Paidós.
2. Algunas de las plataformas a las ue nos referimos son el sitio eb de La Colifata, las redes sociales
como Facebook, T itter, YouTube. También ubicamos a uí como plataforma a la antena propia ue
emite por FM, y a las radios p blicas, privadas y comunitarias, ue retransmiten los microprogramas
de La Colifata en diferido. También nos referimos a la emisión en directo vía internet por streaming y
a las radios en línea, así como los blogs de otros ue «suben» contenidos de La Colifata, etc.
© FUOC • PID_00227500 243 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

La articulación de campos permitiría trabajar en sentido de la disminución


del sufrimiento psí uico en uno y de la carga estigmatizada en el otro. O bien,
dicho de otro modo, del trabajo en la creación de recursos simbólicos, produc-
ción de subjetividad y activación de caminos singulares en uno, junto a la pro-
moción y el despliegue de recursos y prácticas en salud en el otro.
Plantear la existencia de campos en diálogo reconfigura la idea de una clínica
y nos remite a la concepción de lo abierto. No es solo un diálogo de estructuras
abiertas, sino ue un campo es en el otro y viceversa. En La Colifata hablaremos
de una clínica del acontecimiento, concepción ue habilita a pensar en situación,
y nos remite a lo ue Ignacio Le kovicz llama «situaciones clínicas en el sentido
de una intervención ue mediante una operatoria produce un efecto de
subjetivación».3

Figura 88. Conexiones sorprendentes. (Foto: Wimpy Salgado. 2015)

El dispositivo radiofónico grupal DRG es acotado, micro y caracterizado


como abierto. El otro es el campo de lo social inabarcable, macro, pero ue a
través de las plataformas comunicacionales desplegadas se constituye como tal,
en el sentido de oportunidad para la acción, creación e intervención. Sobre este
campo entendido como macro nos daremos una serie de estrategias ligadas a la
comunicación e intervención valiéndonos de variadas «autopistas comunicacio-
nales» muchas de ellas no convencionales, como por ejemplo una publicidad o

3. Le kovicz, I. 2003, 10 de abril . «Situaciones clínicas», texto inédito, coordinadores Cristina


Correa e Ignacio Le kovicz reunión n m. 2, pág. 1 , Perfil desgrabación.
© FUOC • PID_00227500 244 Experiencias innovadoras en salud mental

la participación en un filme, en conciertos, etc. Pero a su vez como ya dijera lo


social es parte constitutiva del dispositivo radiofónico abierto y grupal, y será
abordado con categorías propias construidas en el DRG. Para esta aproximación
compleja de comunicación entre estructuras abiertas, y de mutua formación y
transformación, hemos desarrollado no solo dispositivos y programas, sino ade-
más una serie de procedimientos ue nos permiten medir y evaluar el impacto en
los usuarios y en la comunidad.

1.2. La Colifata en acción

La radio no funciona como taller de arte terapia, ni de labor terapia, ni como


excusa para lo terapéutico, ni como objeto mediador, ni como espacio de recu-
peración de habilidades cognoscitivas. No es un señuelo para... La radio habilita
procesos de metaforización en espacios de encuentro haciendo lugar a la expre-
sión humana en conexión. Los pacientes no juegan a la radio, tienen una radio.
Es en la creación de condiciones para el armado de un presente convocante4 don-
de se abre la posibilidad a la clínica. La radio se inscribe en la cultura y su tiem-
po, y los medios de comunicación se despliegan al servicio del desarrollo de ese
proceso.
En La Colifata hablan uienes se valen de ese espacio, no hablamos en nom-
bre de ellos. «Los oyentes y pacientes son creadores ue se constituyen como
tales en el proceso de b s ueda de a uello ue podrá llegar o no, pero ue no
importa ue llegue».5
¿Podemos pensar el arte atravesando el proceso de salud-enfermedad y cuida-
do? ¿De ué manera? El arte digámoslo de manera anticipada será en el a prio-
ri del interviniente, en la predisposición estética de uien participa, en la actitud
plástica de estructuras abiertas ue se ofrecen a la construcción de lo imprevisto
una clínica del asombro , y en el producto de contenidos ue circulan abiertos

4. De modo intuitivo utilizo esta fórmula desde 1991. Creación de un presente convocante ue nos
lleva a pensar acerca de las condiciones de la creación y el sentido ue alcanza este presente ue con-
voca, ue invita, ue mueve y promueve. Si revisáramos la historia acerca de cómo se creó La Colifa-
ta veríamos cómo la ri ueza del fenómeno nos mueve permanentemente a pensar nuestra práctica.
Desde el punto de vista epistemológico la práctica Colifata crea condiciones para ser pensada y pro-
ducir conocimiento.
5. Olivera, A. 2009, septiembre . Ponencia en audiencia p blica sobre la nueva Ley de servicios y
medios audiovisuales, Buenos Aires.
© FUOC • PID_00227500 245 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

hacia una multiplicación inacabada de sentido. Se trata de una construcción


micropolítica,6 en una lógica desterritorializante,7 y desde una micropráctica estéti-
ca.8 La radio los medios en general pueden abrir la posibilidad para el encuen-
tro entre seres de la comunidad ue al crear, al producir sentido inacabado en el
flujo comunicacional, generen cultura y comunidad como bien colectivo, fabri-
cando acontecimiento y oportunidad para la creación en el encuentro.
El dispositivo radiofónico grupal proponemos pensarlo maquínico,9 creando
texto en contextos devastados, como usina de metáfora en escenarios de muerte
y mortificación.10 Como texto entre el espacio intersticial hecho textura y entra-
mado. Texto ue va creando distancia de la muerte real y tangible, rodeándola,
nutriendo como flujo de vida, naciendo de vivencias de muerte. Y nuestra tarea
como intervinientes la de ir siendo «tramatizadores en lo disperso».11

1.3. ¿Qué entendemos por arte?

Inés Sanguinetti12 dice ue esa no es la pregunta, la pregunta es acerca del arte


como un derecho, por fuera de las órbitas elitistas. Entre otras cosas dice «El arte

6. Deleuze, G. 1977 . «Diálogos … análisis de flujos y situaciones del deseo, y teoría del rol capital
jugado por las minorías y todo a uello ue se refiera a lo menor en los grupos o los individuos
procesos moleculares, líneas de fuga . La micropolítica supone una má uina de guerra, individual y
colectiva, ue se opone a las grandes instituciones mayoritarias y estables, incluido el Estado».
7. Parnet, C. «El Abecedario de Gilles Deleuze» A2, pág. 5 . Dice Deleuze « … el territorio no vale
más ue en relación con un movimiento mediante el cual se sale del mismo. ay ue reunir ambas
cosas necesito una palabra aparentemente bárbara, y entonces con Félix construimos un concepto
ue me gusta mucho, y ue es el de … desterritorialización … no hay territorio sin un vector de
salida del territorio, y no hay salida del territorio, desterritorialización, sin ue al mismo tiempo se dé
un esfuerzo para reterritorializarse en otro lugar, en otra cosa».
8. Guattari, F. 1991 . «El devenir de la subjetividad», Conferencias, entrevistas, diálogos pág. 49, oc-
tubre de 1998 . Chile Dolmen Ediciones S.A..
9. Ecosistemas o má uinas. Má uina en sentido de Deleuze y Guattari.
10. Ulloa, F. 1995 . Novela clínica psicoanalítica, historial de una práctica pág. 239 . Buenos Aires /
Barcelona / México Paidós. Utilizo la palabra mortificación en el sentido planteado por Ulloa cuando
habla de una «cultura de la mortificación». Desarrolla el concepto y entre otras cosas dice «procesos
manicomiales, como formas clínicas terminales de la mortificación».
11. «Tramatizadores de lo disperso» es el título de una ponencia realizada por mí en Porto Alegre.
«Tramatizadores» como neologismo ue me ayuda a poner en juego la idea de trama y de drama.
Olivera, A. 2007, octubre . «Tramatizadores de lo disperso», Educação para a Arte, Arte para a Educação
coords. Luis Camnitzer y Gabriel Pérez-Barreiro . Porto Alegre Funda o Bienal do Mercosul, 2009.
12. I. Sanguinetti es bailarina y presidenta de la Red Latinoamericana de Arte para la Transformación
Social RLATS .
© FUOC • PID_00227500 246 Experiencias innovadoras en salud mental

es el acceso a la producción simbólica de toda esa población ue tiene ue estar


produciendo las visiones de futuro sobre las cuales vamos a formar nuestro mun-
do material y real».13
¿Se trataría, acaso, de abrir más y más espacios para facilitar la producción
artística a sectores de la población ue com nmente ven restringida esa posibili-
dad? Sin duda ue sí, el eje no está puesto en el producto final sino en la posibi-
lidad de acceso a estos espacios como plataformas simbólicas. La forma para ello
sería el desarrollo de talleres artísticos, lo cual nos invita a pensar el arte y su re-
lación con los dispositivos de producción.
Contin a Inés Sanguinetti «Estamos procurando nuevos territorios para el
arte … en contextos de vulnerabilidad, para ue sean nuevos lenguajes en la
política, sean nuevas condiciones de posibilidad para la salud».14 Esta frase es
muy potente. ay presente con toda la fuerza lo ue podemos llamar una lógica
del acontecimiento y es en ese proceso de generación de nuevas condiciones para
la salud donde trataré de pensar el desarrollo de dispositivos abiertos como he-
rramienta de transformación social atravesados por el arte, y como nuevos espa-
cios donde situaciones clínicas acontezcan y permitan intervenciones con efec-
tos subjetivantes.
abría un intento de ubicar el arte en alg n lugar. Lo artístico del arte en tan-
to productor de fenómeno se nos escapa, se nos escurre como realidad lí uida,
como flujo del arte. La pregunta es si podemos desarrollar dispositivos ue acom-
pañen, produzcan y potencien estos procesos en la creación de condiciones para
la salud. David Tejada en su conferencia magistral nos dice «El arte es tremenda-
mente complejo, en todo se re uiere arte … . ay el arte sustantivo, el arte de
finalidad ue tiene una expresión fundamentalmente estética. ay el otro arte
ue es el arte mecánico, el arte de cómo hacer las cosas, el cómo poder llevar a
cabo las cosas».15 Cambiaría la expresión mecánico por maquínico, dado ue esta
ltima puede ser pensada en conexión abierta por fuera de la repetición serial de

13. I. Sanguinetti, Primer Foro Internacional «Arte, puente para la salud y el desarrollo», Lima, Per ,
del 17 al 20 de agosto de 2009, organizado por la OPS y la Red Latinoamericana de Arte para la Trans-
formación Social RLATS . Panel sobre marco conceptual, 19 de agosto 2009.
14. Ibid., I. Sanguinetti, Primer Foro Internacional «Arte, puente para la salud y el desarrollo».
15. Tejada, D. Primer Foro Internacional «Arte, puente para la salud y el desarrollo», Lima, Per , del
17 al 20 de agosto de 2009, organizado por la OPS y la Red Latinoamericana de Arte para la Transfor-
mación Social, conferencia magistral.
© FUOC • PID_00227500 247 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

lo mecánico. Podrá ser pensado como ecosistema o ecosofía16 al decir de Guattari.


Maquínico como plástico, cambiante, como motor y productor de sentido y acon-
teceres.
«La salud re uiere el arte de crear»17 y uno, como interviniente, es una especie
de piloto de tormentas en un océano de condiciones cambiantes. Por ello plan-
teo un estar siendo del arte desde una epistemología de la aparición. Aparición ue
nos lleva a preguntarnos acerca de las condiciones de la aparición y sentido o no de
lo que aparece. Un estar siendo del arte planteado en principio como condición,
proceso y producto para reconfigurarlo luego en una lógica del acontecimiento y de
situaciones clínicas ue se presentan en esas coordenadas de espacio/tiempo. Un
estar siendo del arte ue tiene lugar en

el a priori del interviniente,


dispositivos abiertos como actitud plástica de estructuras ue se ofrecen a la
construcción de lo imprevisto,
el movimiento del interviniente como parte del dispositivo, maniobrando
como causa de, semblante de aparición,18
el instante efímero de cierta configuración como aparición y vivencia estética
compartida,
el producto de contenidos ue circulan abiertos hacia una multiplicación in-
acabada de sentido a través de diversas plataformas comunicacionales y en
diálogo,
procesos de transformación institucional al servicio de una estrategia desterri-
torializante en el desarrollo de «microprácticas estéticas abiertas».19

16. Ibid., Guattari, F. Chile, 1991 , pág. 43. Ecosofía como articulación de sistemas abiertos. «Todas
esas má uinas están concernidas en lo ue yo llamo ecosofía, ue es una expansión del concepto de
ecología. ¿Por ué expandir las cosas, por ué pretender reunirlo todo bajo este concepto de má uina
y ecosistema? Por ue si se tiene una visión demasiado reducida, mecanicista de la má uina, se obten-
drá una concepción ecológica de carácter científico positivista, racionalista reductivista, exclusiva-
mente. Será muy problemático hacer un puente entre la ecología política y la ecología científica».
17. Ibid., Tejada, D. Primer Foro Internacional «Arte, puente para la salud y el desarrollo».
18. Aparición en el sentido planteado por Deleuze a propósito de ant. Deleuze, G. 1978 . Kant y el
tiempo. Buenos Aires Cactus «Serie Clases», 2008 . Aparición y causa de serán referidos más adelante.
19. Ibid., Guattari, F. Chile, 1991 . Micropráctica estética plantea Guattari. El agregado de «abierto»
es escrito por mí.
© FUOC • PID_00227500 248 Experiencias innovadoras en salud mental

Adoptaremos el término de instalación para referirnos a estos dispositivos de


producción efímera de sentido como vivencia estética compartida. Instalación20
es la figura ue aloja la posibilidad del arte como condición, como proceso y
como producto.

¿Cuál es la relación ue podemos pensar entre el arte y el desarrollo de estos


dispositivos a los ue llamaremos instalación?
En La Colifata, los dispositivos/instalación funcionan como espacios de pre-
sente convocante, ue crean condiciones para la creación, ¿pero de ué? ¿Cómo
pensar la relación entre arte y salud mental en el marco de un proyecto donde en
principio el producto es la posibilidad de encuentro en el lenguaje? ¿Lenguaje es
solamente palabra? ¿ ay lugar en una radio para otro tipo de procesos creativos?
Pensaremos lenguaje como algo ue incluye a la vez excede a la palabra y nos
adentraremos en la dimensión estética para transitar este camino.
¿Cómo estos dispositivos pueden ayudarnos a pensar un desarrollo concep-
tual ue ubi ue el arte como puente hacia la salud? Suponiendo ue podamos
conceptualizar un estar siendo del arte como condición, como proceso y como
producto en el despliegue de una experiencia como La Colifata y ue logremos
precisar a uello ue entendemos por salud ¿de ué manera o en ué medida
podría además ser puente el arte hacia procesos de transformación institucional?
Tales son las preguntas ue me in uietan, ue son motivo y motor de este trabajo.
Considero importante comentar ue muchas de estas in uietudes surgieron
de un espacio ue funciona como máquina de a uietamiento. Todo esto ue es-
toy pensando surge principalmente de una actitud permanente de pensar una
práctica, y esta práctica nació en una institución caracterizada como total.21 Por
ello resulta interesante el surgimiento de in uietud en espacios productores de
uietud.
El a priori ue puede traernos a uí es el supuesto de ue si a un joven en situa-
ción de precariedad y pobreza ue vive en un barrio marginal lo invitamos a pin-

20. Tomo el término instalación por sugerencia de Marcelo Percia, uien luego de leer el escrito lla-
mado «Utilización de los medios de comunicación como potenciales productores de espacios de sa-
lud» 1998 y preparando la edición de su libro Deliberar las psicosis 2004 me propuso esa palabra
para oponerla al término de dispositivo, por considerarlo ya «viciado», reducido a un aspecto mera-
mente técnico, de aplicación y ligado a «dispositivos de control».
21. Concepto ideado por E. Goffman, «lugar de residencia o trabajo, donde un gran n mero de indi-
viduos en igual situación, aislados de la sociedad por un periodo apreciable de tiempo, comparten en
su encierro una rutina diaria, administrada formalmente».
© FUOC • PID_00227500 249 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

tar, posiblemente aportemos a la reducción de las tasas de delincuencia y drogadic-


ción. Creo ue eso sería bastardear el arte, y faltarle el respeto a ese sujeto. El arte
puede atravesarnos de muy diversas maneras y vale la pena encontrarnos a pensar
cómo potenciar estos procesos ligados a la vida y la creación. El arte no tiene ue
funcionar como paliativo en ning n caso, ni como elemento de desvío de pulsio-
nes humanas. El arte puede ser una herramienta de empoderamiento social, de
alivio de un sufrimiento, de tránsito gozoso y obviamente un proceso ligado a la
sublimación. El arte es un derecho por ue es patrimonio de todos en cuanto hu-
manos. El arte como creación es salud y salud es arte. El arte es lo suficientemente
artístico como para dejar atraparse por pretensiones normalizantes.
Nos ueda claro, entonces, la necesidad de acceso al arte en el armado de pla-
taformas simbólicas, y la noción de arte se hace necesaria en el «entre» como
creación, como acción creadora de todos los elementos vivientes con una fun-
ción la del interviniente al ue le cabe una enorme responsabilidad. No hemos
desarrollado lo suficiente hasta el momento una reflexión respecto a la defini-
ción de arte como producto acabado, sin embargo, nos orientamos en otro sen-
tido, la idea del arte como abierto a lo m ltiple, como configuración estética
efímera, siempre incompleta y abierta a una multiplicidad de apropiaciones de
sentido la figura de la instalación soporta esta idea y sobre todo muestra la expe-
riencia clínica donde cientos de situaciones hacen nudo y pregunta, situaciones
ue remiten a sujetos, a grupos, a instituciones, a lo social. Productos o instantes
ue serán apropiados seg n diversos posicionamientos subjetivos presentes y
ue darán comienzo a trazas de singularidad en sujeción.

1.4. El dispositivo radiofónico grupal de La Colifata

Ahora bien, La Colifata transmite solo los días sábado desde el ospital Psi-
uiátrico Borda durante siete horas. No es fácil hacerse una representación del
lugar y de cómo funciona. No es una radio com n, es un espacio al ue vienen
cada vez unas ochenta personas cincuenta personas ue viven en el hospital o
vivieron en él y más de treinta oyentes visitantes ue se acercan a compartir el
espacio y a hacer la radio junto con todos los presentes.
La reunión es en los jardines, al costado de un estudio al ue ingresamos
cuando llueve. Viene allí todo a uel ue uiere, ya sea en situación de interna-
ción, externos ambulatorios o visitas. Todo a uel ue uiera reunirse y participar
sale al aire en directo a través de FM 100.3 con un alcance barrial. Repito todos
© FUOC • PID_00227500 250 Experiencias innovadoras en salud mental

pueden participar y nadie sabe bien ué va a ocurrir. ay cuatro micrófonos ue


se distribuyen en el espacio abierto circulando entre mano y mano para la toma
de la palabra de uien lo re uiera. No funciona como asamblea pero tiene algo
de eso. Es un espacio de deliberación permanente, pero no es nicamente eso.
Funciona como radio abierta en el sentido tradicional, pero no es exactamente
eso. Durante casi siete horas se suceden programas conducidos por los usuarios,
pero sobre todo espacios de intercambio, de debate, de reflexión y comunicación
entre los presentes. Como parte del proceso de creación de trama se incluyen en
cual uier momento llamados telefónicos vía Skype, mensajes de oyentes escri-
tos en línea, lectura de correspondencia llegada en la semana. M sica, cortinas,
separadores, pisadores, publicidad de emprendimientos sociales, fragmentos de
emisiones anteriores, microprogramas de Radio La Colifata de cual uier tiempo,
documentales, videos de YouTube e incluso películas.
La otredad por lo abierto a lo otro caracteriza el espacio, hace parte y motor de
la instalación. Se incluyen las visitas y los interlocutores-oyentes presentes, o los
ue sintonizan la radio en la FM 100.3, o se conectan vía internet. Como conse-
cuencia «el caos será constante contraste presente, condición para la creación en
tanto referencia de la in-trama y su posible devenir».22
¿Por ué se re ne tanta gente? ¿Por ué los pacientes vuelven y los oyentes
también? La clínica de lo imprevisto acontece, produce y permite ue lo ue se
hable sea interesante, y justamente lo es por ue no se busca hacer radio en el
sentido tradicional. Lo ue se produce son preguntas en el encuentro con todo
otro de la instalación la vida, la muerte, los sueños, la guerra, la pasión, la políti-
ca, el psi uiátrico. En este sentido Marcelo Percia sostiene « uiero recuperar La
Colifata como experiencia donde acontece la clínica. La radio como instalación
de enunciación y recepción colectiva. Un espacio para palabras todavía no pro-
nunciadas. Soporte para una metáfora ue habla».23
El dispositivo/instalación es un espacio para la «expresión viva y l cida de un
grupo de personas ue se re nen a preguntarse cosas, a contarse cosas, a escu-
char. Es un espacio de sostén y tránsito por las incertidumbres paradójico esto
ltimo, cuando el espacio de la radio aloja a uien a veces se acerca tomado por
certezas delirantes . Es en ese espacio donde generamos condiciones de contexto

22. Olivera, A. 2007, octubre . «Tramatizadores de lo disperso», Educação para a Arte, Arte para a
Educação pág. 262 , coords. Luis Camnitzer y Gabriel Pérez-Barreiro . Porto Alegre Funda o Bienal
do Mercosul, 2009.
23. Percia, M. 2004 . Deliberar las psicosis pág. 129 . Buenos Aires Lugar Editorial.
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para ue pueda emerger algo de cada uien, y al emerger se sorprenda en el en-


cuentro con el otro y algo se encienda una canción, una mirada cómplice, un
pensamiento».24 Esas siete horas de radio, ese tiempo de comunicación entre
presentes físicos y virtuales, esa maratón radiofónica sabatina, esa emisión, esa
promesa ue funciona como garantía de irradiación, esa sucesión de programas,
ese caos ordenado, ese diálogo multimediático además de emitir en directo, es
grabado, se registra.

Figura 89. Dispositivo radiofónico grupal «un espacio para palabras todavía no pronunciadas» (Foto:
Wimpy Salgado 2015)

La semana es el momento para transformar estos instantes radiofónicos en


formatos diversos para distribuirlos a través plataformas de relanzamiento. Lo
hace un e uipo psicólogos, psi uiatras, comunicadores, periodistas. Estas plata-
formas pueden ser las radios AM o FM comerciales, p blicas o comunitarias, el
sitio eb de La Colifata, otros portales, etc.
En sus años de vida ha sido retransmitida en cientos de radios comunitarias,
p blicas y comerciales bajo el formato de microprograma. El objetivo es llegar al
hombre común, abarcar otros espacios territoriales, llegar a distintos p blicos
como potenciales interlocutores.
Realizamos un trabajo de montaje o edición ue transforma parte de los mo-
mentos de la emisión del sábado en otros formatos, ya sea el de microprograma

24. Olivera, A. 2009, septiembre . «Manu Chao y La Colifata. Una relación de sensibilidad», .
lacolifata.org, .vivalacolifata.org, Buenos Aires.
© FUOC • PID_00227500 252 Experiencias innovadoras en salud mental

para la retransmisión en otras radios o el de podcast25 para subir al sitio eb de La


Colifata. La edición o montaje se piensa en términos de intervención dirigida a
alg n campo particular o a generar diálogo entre campos diversos. Es un recurso
ue me interesa mencionarlo para pensar los microprogramas de Radio La Coli-
fata como elementos de intervención y parte de los dispositivos/instalación
montados.
Luego intentamos obtener registro de a uello ue ocurra en uien escuche,
haciéndolo ingresar luego nuevamente en otro formato al dispositivo. Dada esta
rueda ue multiplica sentido inacabadamente, se inaugura la posibilidad de pro-
cesos de creación y transformación en ambos campos.

1.5. La intervención desde la idea de aparición


y la lógica del acontecimiento

1.5.1. Capas geológicas

En lo ue de mí ueda de una visión estructuralista seguiré sosteniendo ue


en las psicosis, en cuanto modo particular de estructuración del psi uismo, lo
ue habla es la cultura y su tiempo como capas geológicas lo ue ha decantado
en el afuera social se halla en superficie en el adentro manicomial. Es en la super-
ficie del quien habla de las psicosis para cierto discurso psicopatológico habla el
alienado, el fuera de si donde se expresan rastros, quedares rotos de nuestra sim-
bología social atravesada por el tiempo. De alg n modo las psicosis nos hablan y
somos hablados por ellas.
Si lográsemos unos y otros convertirnos en interlocutores de las certidumbres
e incertidumbres ue nos habitan, podríamos provocar, tal vez, un estar siendo
compartido y solidario, creativo en la b s ueda, siendo habitantes de tiempo y
espacio en esta aventura ue es vivir. Algo de la salud se estaría produciendo allí.
Menciono esto para llegar al lugar de uien escucha e interviene en dispositivos
de transformación social y de producción de situaciones clínicas y para dar
cuenta de su predisposición plástica en modos de estar a la zaga de la potencia en
el otro, para lo cual no hay receta sino una puesta en juego del propio cuerpo
haciendo parte importante de una instalación, en consonancia con otros cuer-

25. Un podcast es un archivo de audio ue se puede descargar gratuitamente desde plataformas de


internet y oír luego en cual uier ordenador o reproductor de MP3.
© FUOC • PID_00227500 253 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

pos y con sus particulares estéticas del estar y del ser. En nuestro caso, hacemos
lugar a los recolectores de palabras en desuso, a la gente de visión particular, a los
descalificados de siempre, a los delirantes, a los auditores de voces,26 a los doli-
dos, a los sufrientes, pero también hay lugar para los oyentes ue se constituyen
como interlocutores. acemos lugar para promover un camino de creación de
trama en lo disperso.
Llegado a este punto debemos preguntarnos acerca del o de los espacios don-
de hacemos lugar, es decir, los dispositivos/instalación, la posición de uien inter-
viene y su estar maniobrando, y finalmente la dimensión de los productos y su
circulación. Pensaremos el arte atravesando todo este proceso.
Si bien para poder exponer estas ideas no encuentro otro modo ue presentar-
las de manera es uemática corro el riesgo de caer en una lógica causa/efecto ,
considero oportuno y, justamente en función de la ruptura de un modo clásico
de pensar lo temporal, presentar algunas ideas ue nos acer uen a otra lógica
para habitar los fenómenos una lógica del acontecimiento.
Deleuze en un ciclo de conferencias ue dio en 1978 sobre ant y el tiempo
introduce la idea de la pareja disyuntiva en relación con la pareja conjuntiva.27
Esto me sirve para poder pensar los dispositivos/instalación como má uinas pro-
ductoras de aconteceres, digamos el estar siendo del arte en la producción ma uí-
nica de las instalaciones. Dice Deleuze «con ant ... el fenómeno ya no será en
absoluto la apariencia».28 Deleuze ubica a ant como fundador de la fenomeno-
logía. « ay fenomenología cuando el fenómeno ya no es definido como aparien-
cia sino como aparición … . ant va a sustituir la pareja disyuntiva apariencia/
esencia por la pareja conjuntiva aparición/sentido, sentido de la aparición … .
Ya no hay esencia detrás de la apariencia, hay el sentido o el no sentido de lo ue
aparece».29 En mi opinión, esto funciona como revelación, por ue permitirá
pensar el arte como un entre o un estar siendo en la aparición. Dispositivos o insta-
laciones como plataformas de acceso a lo simbólico en la producción de sentido/
sin sentido habilitando un sinfín de posibles configuraciones estéticas como
aparición.
Contin a Deleuze « ... desde ant se piensa espontáneamente en términos
de la aparición/condiciones de la aparición o aparición/sentido de lo ue apa-

26. Existe en Italia una organización llamada Auditores de Voces ue cada año se re ne en un en-
cuentro nacional de «auditores de voces».
27. Deleuze, G. 1978 . Kant y el tiempo pág. 26 . Buenos Aires Cactus «Serie Clases», 2008 .
28. Deleuze, G. 1978 . Idem.
29. Deleuze, G. 1978 . Ibid.
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rece, y ya no en términos de apariencia/esencia.30 En ese caso me pregunto ¿ ué


aparece? Presente convocante31 respondo. La posibilidad de trama en lo simbóli-
co es lo ue aparece además. En la radio ¿sería la palabra dicha? Aun en el dis-
positivo radiofónico no solo se produce palabra. Aparece sí lo ue llamo coha-
bitación en el símbolo.32 La instalación hace lugar a m ltiples maneras del
expresar lo humano, ue cobran sentido en conexión si hablásemos de un ta-
ller de pintura en una población amazónica con niños, estaríamos hablando de
lo mismo . ¿Por ué cohabitación en el símbolo? Pensaremos el lenguaje como
lazo, como trazo de la simbolización en un encuentro, ya sea de miradas, pala-
bras, sonidos, etc. Trabajamos en el registro de lo estético para generar efectos
de lenguaje, lugares de resonancia, de consonancia, de encuentro. En la confe-
rencia presentada en la Bienal de Arte del Mercosur en Porto Alegre mencioné
« ... efecto de lenguaje será ese lugar donde dos o más personas se encuentren
producción de sentido entonces como lazo. El encuentro será en el trazo de la
simbolización y allí hablaremos de salud … . Si esta posibilidad existe, el lugar
para activarla es el grupo. Allí las m ltiples sonoridades y su rítmica expresiva
pueden confluir en un hecho estético, en un lugar para cada uno, en un espacio
a habitar en conjunto donde el sentido devenga de la trama. Lo ue se busca es
una polifonía saludable, estados de cohabitación por el símbolo y para ello in-
tentamos crear condiciones de producción en un contexto contenedor y con-
fiable para uienes participan».33

1.6. El concepto de instalación: la comunicación


como noción de arte

Pensemos entonces el arte y su relación con lo ue serían los dispositivos de


intervención. Tenemos los dispositivos como actitud plástica, como configura-
ción estética móvil, efímera. El concepto de instalación incorpora como no-
ción de arte a la comunicación la obra adviene como tal en la conexión vivien-
te de sus elementos la obra nunca se completa la obra se abre a una

30. Deleuze, G. 1978 . Ibid pág. 27 .


31. Véase la nota 75.
32. Olivera, A. 2009, marzo-junio . «La Colifata, relación entre arte y salud mental», Clepios, revista
de residentes de salud mental vol. V, n m. 1, págs. 42-43 . Buenos Aires Polemos.
33. Olivera, A. 2007, octubre . «Tramatizadores de lo disperso», Educação para a Arte, Arte para a
Educação. Porto Alegre Funda o Bienal do Mercosul.
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permanente construcción de sí misma. La obra o configuración estética parti-


cular se soporta en una instalación en tanto estructura abierta en conexión de
elementos. Una instalación funciona como dispositivo abierto en la medida
ue la presencia del p blico no es pasiva sino constructora de la configuración
efímera arte como producto, sentido / no sentido de la aparición . Efímera no es
superflua sino su contrario. La estructura de la instalación o dispositivo está
preparada para alojar sujetos y producir devenires. Relaciones vivientes se crean
en conexión, no hay objetos sino sujetos dado ue solo se es en un estar siendo
y el estar siendo de las cosas se da en conexión, en sujeción del uno en el otro,
del uno en el nosotros como un entre en el entramado en permanente construc-
ción. Sujeto en cuanto elemento en conexión, de allí la noción de comunica-
ción ue incorpora el arte. La obra en construcción efímera es estructural-
mente inacabada además por su condición de abierta. Abierta a otros campos,
a otras localidades, a otros discursos, otras disciplinas, otras apropiaciones de
lenguaje. Abierta a lo social, a lo institucional, a lo grupal, a lo individual. Efí-
mera en el sentido del instante de la vivencia estética. Vivencia ue puede acti-
var devenires para el cambio, vivencia ue advino a una nueva combinación de
elementos ue crea condiciones para pensar a uello antes impensable. Enton-
ces cuando desarrollamos dispositivos de intervención desde la perspectiva del
arte ya sea en lugares de catástrofe, en instituciones totales o en la cama de un
hospital lo hacemos en cuanto creadores de condiciones para alojar lo impen-
sado de los grupos humanos. Vuelvo a nombrar lo efímero no como superfluo
ni como distracción, sino como creación de condiciones y producto, para ue
un colectivo social trabaje en la elaboración simbólica de diversos estados de
experiencia, ue permitan combinaciones y conexiones tales ue habiliten
nuevos modos y formas de lo simbólico en instantes también de comprensión
de situaciones y productores de identidad.
Lo estético puede estar en la palabra pero es un más allá está emparentado
con lo l dico, con la plasticidad con el hecho de generar condiciones para la
creación y conferirle carácter efímero a la configuración estética, es decir, al pro-
ducto en el sentido de lo abierto y del instante. Pero esa configuración estética
¿ ué es? Digo por ahora y de manera intuitiva ue es ese punto de confluencia
entre muchas energías y recorridos de lo psí uico ue alcanza una forma ue
soporta el instante de mayor fluidez de conexión entre todos los elementos de la
instalación, sería el punto ue soporta el mayor grado de comunicación, si se
uiere. Allí radicaría su potencia clínica. En el dispositivo radiofónico grupal o
instalación se crean condiciones para la creación y «lo ue se crea es una posibi-
© FUOC • PID_00227500 256 Experiencias innovadoras en salud mental

lidad de sujetos con palabra, historia, arte e identidad»34 y preguntas. Invitación


a ligar la energía vital a la vida en oposición a Tánatos, a la muerte del símbolo y
condición básica para el trabajo subjetivo y los recorridos de la singularidad.
Considero importante insistir en subrayar la cuestión del hecho estético
como configuración efímera, como vivencia compartida ue se produce en un
instante. Allí podríamos identificar esos momentos de potencia clínica ue per-
miten o se abren a condiciones para un trabajo psí uico por parte de los partici-
pantes. Son momentos ue cobran una importancia com n y a la vez una signi-
ficación particular para cada miembro ue compone la instalación. Cada uien
podrá reconocer y/o producir un propio texto, una particular significación. El
momento es com n, pero el modo de ser significado por cada uien, no. La con-
figuración estética como aparición es del orden de la presentación y crea condicio-
nes para el trabajo clínico a nivel de las representaciones.

Figura 90. Algo está pasando. (Foto: Wimpy Salgado 2015)

34. Olivera, A. 2009, marzo-junio . «La Colifata, relación entre arte y salud Mental», Clepios, revista
de residentes de salud mental vol. V, n m. 1, págs. 42-43 . Buenos Aires Polemos.
© FUOC • PID_00227500 257 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

1.7. Condiciones de la aparición. Lugar y «herida»


del interviniente

¿ ué podemos pensar entonces acerca de las condiciones de la aparición?


¿Cómo crear condiciones? El interviniente se lanza a la creación de condiciones
de contexto para la aparición, y en ese sentido hace parte de la instalación, pero a
su vez pone en movimiento los elementos de la instalación como recursos de
intervención en situación de lo ue emerge o aparece.
ago lugar a la pregunta acerca de las condiciones de la aparición35 y puntual-
mente ubico al interviniente en este proceso digo ue trabajaremos desde un a
priori como predicado universal, pero entregados a la herida del tiempo. El a priori
como posición ética del interviniente será «suponer en todo otro, capacidad de
producir diferencia»36 y puede ser pensado en el marco de lo ue Guattari llamó
ecosofía. Este a priori en el interviniente funciona como semblante o causa de la
potencia de los otros. Y su herida en el tiempo hará de su accionar una función
plástica, variable, ue intervendrá en situación, ue podrá cambiar de táctica de
manera imprevista, en el marco de una instalación o dispositivo donde el inter-
viniente sea parte de la obra, como ya he nombrado. Esto re uerirá del «arte de
poder adecuarse a las condiciones de cada realidad»,37 de lo ue emerge en situa-
ción como aparición acontecimiento y condiciones de la aparición. Estos ecosiste-
mas abiertos ubican al interviniente como semblante de la potencia en los otros.
Menciono el término semblante en su reminiscencia especular.
Volvemos a Deleuze y a ant. « ay predicados ue se atribuyen a todos los
objetos posibles, ue son entonces más ue predicados, y ue son lo ue ant va
a llamar condiciones, condiciones de la experiencia posible».38 Planteamos ubicar-
nos como predicado o condición, ser causa de como posición del interviniente en
la instalación multimedia o plástica sonora. Si avanzáramos podríamos decir ue
nos ubicamos como causa de, como semblantes de la producción deseante en los
otros. Suponer al otro como capaz de producir diferencia es suponer en todo otro

35. Deleuze dirá « ... si me preguntan ué son esas condiciones de la aparición … son por una
parte las categorías, y por otra el espacio y el tiempo». Deleuze, G. 1978 , pág. 28. Si ubicara en esta
definición al lugar del interviniente diría ue su ética es una categoría y su accionar es en el espacio/
tiempo.
36. Olivera, A. 1999 . «Ladran», La tribu, comunicación alternativa págs. 264-265, Sección Países .
Buenos Aires Argentina Ediciones La Tribu, 2000.
37. Tejada, D. Ibid., conferencia magistral, agosto de 2009.
38. Deleuze, G. 1978 . Kant y el tiempo pág. 23 . Buenos Aires Cactus «Serie Clases», 2008 .
© FUOC • PID_00227500 258 Experiencias innovadoras en salud mental

un potencial potente. Funciona esto como prejuicio universal y rector, como a


priori. El arte estará en el cómo funcionar como causa de la potencia del otro,
como predicado para el otro y en el cómo semblantear en los anudamientos en-
tre los seres ue la instalación propone las potencias de cada uien. Yo creo ue
allí está el arte también. El ser causa de condiciones de la experiencia posible nos
remite también a un lugar de creación. Una visión kantiana en el armado de ca-
tegorías al decir de Deleuze «lo ue se llama categoría es un predicado universal.
Es decir un predicado ue se atribuye o se predica o se dice de todo objeto».39
Suponer a un otro como siempre capaz de producir diferencia suponerlo así me
lanza a ubicarme en la instalación para la creación de condiciones de contexto,
de posibilidad y de experiencia para ue estos particulares modos del ser y estar
en el mundo, para ue estas diversas estéticas del ser ue asisten a estos espacios,
en su expresión, alcancen el estatuto de lo comunicable, hagan lazo, conecten y
produzcan sentido en el encuentro. Es interesante por ue en la posición del ser
causa de, la creación no se cierra en el predicado. Lo ue planteo es ubicarse como
causa de producción deseante en el otro. Mi a priori funciona como estructura abier-
ta ue provoca y aloja al otro en su ser buscando, en su producción deseante. En el
otro supongo la potencia y supongo el deseo deviniendo producción. Ese a priori
define mi posición ética. La instalación y el lugar del interviniente como parte
viva de ella un sí mismo de la instalación ue a su vez es inacabadamente abier-
to funciona como activador de devenires y mis intervenciones serán imprevisi-
bles. e a uí mi herida.
El interviniente o coordinador no es externo a la instalación. No es ue la
instalación o dispositivo está allí como continente donde el interviniente desa-
rrolla su tarea. El interviniente forma parte de la obra, es un móvil en la instala-
ción, constituye a la misma y re uiere del «arte de poder adecuarse a las condi-
ciones de cada realidad»40 ue emerge en situación. El arte de ser facilitador para
una creación/construcción colectiva. Allí se juega tal vez el nivel más alto de
responsabilidad. Ser artistas de lo impensado, tramatizadores de lo disperso, alo-
jadores del quedar roto de los otros, receptor hospitalario, presuponedores de po-
tencia, invocadores.

39. Deleuze, G. 1978 . Ibid.


40. D. Tejada. Ibid., conferencia magistral, agosto de 2009.
© FUOC • PID_00227500 259 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

Figura 91. El interviniente forma parte de la obra, es un móvil en la instalación, constituye a la misma y
requiere del arte de poder adecuarse a las condiciones de cada realidad que emerge en situación. (Foto:
Wimpy salgado 2015)

Figura 92. El interviniente como receptor hospitalario, presupone potencia en todo otro de la instalación.
(Foto: Wimpy Salgado 2015)

Un ejemplo de interviniente como presuponedor de la potencia del otro es el


caso ue describiré a continuación. Durante el Primer Foro Internacional «Arte,
puente para la salud y el desarrollo» del ue participé en Lima, Per , en agosto de
2009 tuve la oportunidad de ver un video de una conferencia del médico nortea-
© FUOC • PID_00227500 260 Experiencias innovadoras en salud mental

mericano Patch Adams a beneficio de Bola Roja.41 Las imágenes me impresiona-


ron increíblemente una niña en su silla de ruedas, ensimismada, ausente, se
corporiza bella se transfigura ante nuestros ojos y deviene pasible del ser amada.
La niña mira, da la sensación de ue no lo hace desde hace mucho tiempo. Mira
a Patch y luego gira mirando a cámara. Su mirada mata la muerte del nosotros
ue se había posado en ella. A uello ue produjo Patch Adams en su insistencia
del amor responde a una ética de la potencia. Condición del arte en su prejuicio
rector. Proceso creador, estar siendo del arte ue no solo modifica algo en esa
niña, sino ue «la niña en su mirar mata la muerte del nosotros ue se ha posado
en ella como jaula mortificante». Tal es el nombre posible y provisorio de a uella
configuración estética alcanzada, de esa instalación abierta de la ue ahora soy
parte. Y yo no fui a esa ciudad, ni sé cuándo y dónde Patch Adams cruzó a esa
niña. Se produce una situación clínica de enorme potencia y todos somos parte
de esa instalación. Ahora soy usuario. La obra abierta multiplica y recrea aconte-
cimientos. Los dispositivos/instalación abiertos permiten ue meses después o
años después en Lima construyamos otro modo de relación con los otros y con
nuestras propias miradas mortíferas y mortificadas. A eso me refiero cuando ha-
blo de sentido inacabado y en permanente circulación/producción. Arte como
producto y producto no como punto final, sino como condición para multipli-
caciones inacabadas. Producto para ue circule, para ue vaya y venga, producto
como fluido, e incluso producto como recurso de intervención, tal es el caso de
La Colifata.
¿Cómo pensar la transferencia42 en estos espacios? Es válido preguntárselo. La
actividad del interviniente va a suponer siempre a los otros como capaces de
producir diferencia, como potencia deseante, con su saber no sabido, lo cual no
significa necesariamente lo mismo. Sin embargo, cabe la pregunta de cómo se
instituye este lugar de interventor y ué papel juega la transferencia, dado ue
ella es condición para un tratamiento.
Esto es importante por ue en La Colifata trabajamos con personas ue entran
en transferencia con el espacio y la organización y por ello podemos intervenir.
De modo clásico pensamos ue puede constituirse un espacio de abordaje tera-
péutico o de tratamiento cuando se instala la transferencia en el marco de un
dispositivo analítico. Nuestro dispositivo es abierto y grupal, nuestro criterio de

41. Organización peruana de clowns o payasos ue trabaja interviniendo en hospitales o en zonas de


catástrofe fundada por Wendy Ramos.
42. Transferencia en sentido freudiano.
© FUOC • PID_00227500 261 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

admisión es particular, nuestro abordaje es en su mayoría con personas conside-


radas psicóticas,43 y bien es sabido ue la transferencia en esos casos se despliega
de otra manera, incluso hay mucha discusión respecto a este punto en la clínica
de la psicosis, así como con la cuestión del deseo.
El dispositivo/instalación de La Colifata interviene de manera regular una vez
por semana, y, si bien es abierto, sus intervenciones se dirigen a personas ue de
alguna manera hemos categorizado para su posible abordaje, haciendo en algu-
nos casos el relevamiento de un cuadro de situación,44 y a su vez haciendo lugar al
visitante o al usuario ocasional. En nuestro caso, al menos en los considerados
usuarios activos o en tratamiento, conocemos si está internado o no, su diagnós-
tico, algo de su historia, si tiene o no amigos, si trabaja o no, si judicialmente le
confirieron un estatus particular desde el punto de vista de responsabilidades y
derechos, conocemos a sus médicos tratantes, realizamos interconsultas, etc.
Conocemos el proceso ue esa persona además viene haciendo en cada emisión
desde ue comenzó a venir a la radio, cuál es su participación, ué han dicho. Es
decir, ue sobre las personas consideradas en tratamiento en La Colifata, unas
treinta de ochenta ue asisten cada sábado, nuestras intervenciones y los recur-
sos de intervención ue la instalación habilita los hacemos teniendo en cuenta
no solo el contexto institucional donde lo desarrollamos, sino también el proce-
so grupal e individual conforme a información ue vamos relevando en el deve-
nir del grupo, la instalación y las personas.
Entonces, en relación con cada categoría de usuario pensar la categoría de
usuario/servicio en tratamiento, en referencia, ocasionales o visitas ya descrip-
tos 45 hay una construcción de sujeto de la intervención diferente y los pasos o
procedimientos ue se realizan para su abordaje también varían. Nuestras inter-
venciones se harán teniendo en cuenta las distintas categorizaciones y serán
siempre en situación. Es decir, ue mi arte de intervenir en función de lo ue
emerge, este arte de la producción de lo espontáneo, de lo inaudito, etc. se sostie-
ne en un marco estable y planificado.
Nos caben entonces las siguientes preguntas

43. El 97 de las personas consideradas en tratamiento en La Colifata tuvo el diagnóstico de psico-


sis.
44. Véase la nota 14.
45. Véanse las descripciones de cada categoría de usuario en las notas 15, 16, 17 y 18.
© FUOC • PID_00227500 262 Experiencias innovadoras en salud mental

¿cuál es el sujeto de la intervención, a uién abordo? ¿a personas ue sufren


consecuencias de una guerra?, ¿a devastados por un tsunami?, ¿a personas
con su psi uis des uiciada?, ¿a sujetos psicóticos?, ¿a víctimas de tratamien-
tos violentos?, ¿a encerrados en instituciones totales?, ¿a enfermos en camas
de hospital?, ¿a víctimas del estigma?
¿cuál es la duración de la intervención desde estos dispositivos/instalación?,
¿es acotada a tiempo y circunstancia, o es permanente?
¿podemos evaluar efectos posibles de dispositivos/instalación ue se montan
como parte de un proceso de intervención?
¿podemos plantearnos la pertinencia de estos dispositivos/instalaciones aun
cambiando el sujeto de la intervención o alojando al mismo tiempo una di-
versidad de sujetos construidos?
¿buscamos paliar efectos nocivos?, ¿potenciar recursos simbólicos?, ¿contri-
buir a cierta estabilización de la psicosis?, ¿las tres cosas?

Abordo lo humano como potencial potente, pero eso no significa desconocer


circunstancias particulares y diferencias ni tampoco la pertinencia de tal o cual
abordaje. Estos dispositivos en su modo de funcionamiento se constituyen en un
recurso terapéutico, producen salud, acceso a plataformas simbólicas, empodera-
miento, arte, acontecimiento. Estas instalaciones pueden servirnos para abordar
problemáticas diversas, seg n la construcción ue hayamos hecho de esa pobla-
ción o grupo, y también son tiles ya sea para desarrollar presencias regulares o
acotadas en tiempo y espacio. Creo ue estos dispositivos abiertos son válidos y
potentes, incluso en lugares y en situaciones de los cuales podemos hacer una
caracterización general de su población, pero ue desconocemos la realidad psí-
uica y cotidiana de cada particular, o bien suponemos una perturbación psí ui-
ca a consecuencia de alg n suceso potencialmente traumático.

1.8. Colifata Solidaria

Llegado este punto debo exponer, aun ue sea de manera mínima, la expe-
riencia de Colifata Solidaria, ya ue plantea la salida del hospital del dispositi-
vo/instalación, para intervenir en territorios diversos abordando realidades
puntuales ue no tengan ue ver directamente con problemáticas ligadas a lo-
cura, estigma o salud/enfermedad. La Colifata Solidaria es un programa ue
habilita espacios de palabra y condiciones para un poder colectivo respecto a
© FUOC • PID_00227500 263 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

problemas particulares y de carácter global intervención en lo micro, irradia-


ción hacia lo macro y, a la vez, es un programa ue promueve en colectivos de
personas caracterizadas con sufrimiento psí uico el pasar de ser objetos de la
rehabilitación a ubicarse como sujetos de la promoción de acciones saludables en
la comunidad.
Desarrollamos el programa estableciendo alianzas de gestión asociada con
organizaciones de la sociedad civil y/u organismos del Estado ue trabajen pro-
blemas o temáticas concretas salud, medio ambiente, inclusión, ciudadanía,
sostenibilidad, etc. y para su ejecución llevamos adelante diversos pasos y pro-
cedimientos.
En Colifata Solidaria el lugar del interviniente se complejiza y el de «usua-
rios», también. Esto es muy interesante. uienes serían usuarios-constructores
del espacio cada sábado en el ospital Borda se ubican como promotores de es-
pacios de palabra y empoderamiento ciudadano. Podría decirse, desde el sentido
com n, ue el lugar ue a ellos les hizo bien el del dispositivo funcionando
como instalación en un contexto problemático como el de un psi uiátrico aho-
ra lo utilizan para beneficio de otros y esta acción se traduce en un nuevo modo
de hacerse bien.
Mediante el dispositivo de intervención directa o instalación, los integrantes
de la radio se ubican como uienes disparan las temáticas ue trabajar y operan
como garantes de palabra, promotores de espacios para la simbolización y elabo-
ración de problemas de la comunidad y sus posibles soluciones. Para ello se for-
man previamente en talleres de capacitación-encuentro ue dictan las organizacio-
nes asociadas.46 uienes intervienen como actores/promotores de estos espacios
son los usuarios de Radio La Colifata, y los intervinientes nos ubicamos como
facilitadores de este movimiento donde los originales usuarios, o sea, los pacien-
tes, se habilitan como sujetos promotores de acciones en salud, como sujetos
sociales capaces de producir comunidad. Se complejiza el papel de los intervi-
nientes, de los usuarios y la instalación se abre a nuevos sujetos de la intervención.
Puede ser una comunidad amenazada por la contaminación de su río, jóvenes en
situación de pobreza y vulnerabilidad, víctimas de catástrofes, etc. Es desde la
perspectiva de esta experiencia, ue comenzamos a desarrollar a partir de 1998
con la primera Colifata Solidaria en la ciudad de Bariloche, ue podemos pensar

46. Más interesante a n es ue el dispositivo para el curso, justamente, es el del dispositivo/instala-


ción de La Colifata, y en algunas ocasiones estos talleres de capacitación-encuentro se transmiten por
radio, lo ue permite la capacitación formación encuentro junto con otros «otros».
© FUOC • PID_00227500 264 Experiencias innovadoras en salud mental

los dispositivos/instalación interviniendo de manera acotada en diversos con-


textos sociales o institucionales y con distintos sujetos de la intervención.
ohn Glick47 ha presentado en este foro una serie de escenas ue pueden ilus-
trar la idea de instalación y del lugar del interviniente en ella, creándola en el
devenir de su intervención. Tomo particularmente una experiencia relatada por
ohn.
«Fue en Rusia, éramos cuatro clowns ... . Trescientos niños y profesores fue-
ron asesinados por terroristas. Ellos estuvieron secuestrados por tres días. Esos
niños fueron profundamente dañados y un grupo de diez niños fue cuidado en
un centro psi uiátrico de Mosc . Los psi uiatras y psicólogos tenían a los niños
en pe ueños grupos con sus familias en un local residencial psi uiátrico. Los
clo ns llegaron y los niños de entre 6 y 8 años empezaron a jugar. El juego era
muy violento. Los niños estaban agitados, se pellizcaban, se herían. En sus ros-
tros había expresiones de rabia, felicidad, confusión, tristeza. En cada momento
diferentes expresiones. Después de veinte minutos decidimos tomar un descan-
so. Llevamos una torta, nos sentamos en una mesa mientras la torta era cortada
y repartida. Los niños de un lado de la mesa y las niñas del otro lado. Payasos
hombres y payasos mujeres en cada lado de la mesa. Di la vuelta hacia uno de los
niños sentado al lado mío. Uno de los más violentos y el más asustado. Giré hacia
él y le tiré un codazo haciéndole un gesto y señalando hacia las niñas como di-
ciendo mira uiénes están en frente y sa ué la lengua hacia las niñas y él hizo
lo mismo. Y las niñas vieron eso y las clo ns mujeres vieron eso e hicieron lo
mismo con las niñas. Y ellas hicieron un gesto mucho más grande, con sonido.
Eso era un feedback positivo. Ahora era nuestro turno, el de los niños. Un juego
con reglas. Iríamos unos y otros a la vez. Primero los niños y luego las niñas yen-
do y viniendo, con gestos más grandes y sonidos más grandes. En diez minutos
éramos como demonios gritando, saltando arriba de las mesas. Después todos
comimos torta, después jugamos, y los gestos eran tiernos, con abrazos y más
abrazos. Tomándonos las manos. En el juego todos los ar uetipos son revelados.
La violencia, el demonio de esos niños fue revelado a través del juego. Los niños
estaban apoderados. El psi uiatra lloraba viendo eso».48

47. Glick, . Primer Foro Internacional «Arte, puente para la salud y el desarrollo», Lima, Per , del 17
al 20 de agosto de 2009, organizado por la OPS y la Red Latinoamericana de Arte para la Transforma-
ción Social. Panel «Cohesión social y arte en conflictos y desastres».
48. Escena completa. Desgrabación del relato de ohn Glick en el Primer Foro Internacional «Arte,
puente para la salud y el desarrollo», ibid.
© FUOC • PID_00227500 265 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

Traigo la escena completa por ue me parece ilustrativa de lo ue intento co-


municar. Estos procedimientos o intervenciones solo pueden pensarse en la es-
tructura y concepción de un dispositivo abierto,49 sensible a lo aleatorio, a lo ue
emerja en situación. ohn hace parte a un guion construido en situación, es parte
de la trama. La configuración estética en formación con pedazos de torta volan-
do por los aires se sostiene en la relación viviente y móvil de sus elementos.
Puede ser considerada en términos de aparición y pensada en relación con el
sentido de lo que aparece.

1.9. Palabras finales

ueda claramente delimitado y expuesto algo de la lógica propuesta apari-


ción ue nos lleva a preguntarnos acerca de las condiciones de la aparición y del
sentido o no sentido de lo que aparece. Entonces arte en el entre de la aparición, con-
dición y sentido. Lo ue antes ubi ué como condición, proceso y producto.
La Colifata funciona en la creación de condiciones para un presente convocan-
te, entendiendo la realidad como estado experiencial y este modo de pensar la
práctica se corresponde con la lógica expuesta.
Tenemos entonces ue estos dispositivos/instalaciones plástico-sonoras ope-
ran en la disrupción de las coordenadas espacio/tiempo en contextos diversos,
como aporte esencial ue crea condiciones de posibilidad para la elaboración
colectiva de estados experienciales particulares ue sin la ayuda de estos disposi-
tivos podrían devenir traumáticos o instalarse en el estereotipo de la repetición.
Allí el arte está siendo salud en un sentido cabal. Acontecimiento como nueva
posibilidad para una reconfiguración siempre inacabada de sentido pero ue
dona, ofrece un ancla no solo para tramitar situaciones complejas sino para
transformar impotencia en potencia, síntoma en posibilidad interconectiva,

49. Abierto a la participación del ue uiera. Abierto por ue el criterio de admisión es abierto, es el
deseo de participar, aun ue en el caso de los usuarios en tratamiento de Radio La Colifata hay una
serie de procedimientos para la admisión. Abierto por estar en conexión con otros espacios la trans-
misión en directo FM, la conexión a internet, el ingreso de llamados etc. Abierto a lo ue suceda en
el camino de construcción de trama, abierto al imprevisto, abierto a incluir lo aleatorio, eso ue
emerge como recurso de intervención un llamado, la emisión de un microprograma, etc. . Abierto
por ue elementos como la antena, la computadora o el proyector pueden incluir como recurso de
intervención los input ue vienen de otras localidades. Y abierto por ltimo a una diversidad de gestos
instituyentes ue puedan incluso hacer variar las reglas de juego del dispositivo/instalación en su
devenir.
© FUOC • PID_00227500 266 Experiencias innovadoras en salud mental

como dijera Gustavo Wilches Chaux, «para restablecer sistemas de comunica-


ción nuevos».50 Allí la potencia creativa de estos dispositivos abiertos o instala-
ciones ue alojan un sinfín de efímeras conexiones nuevas. Lo importante es ue
algo ueda y no es poco lo ue ueda.
ohn Glick relata acerca del testimonio de un ar uitecto presente en un cam-
po de refugiados «Cuando yo vi ue nos estaban mandando payasos, yo me
pregunté con todas las cosas ue necesitamos, ¿por ué nos están mandando a
estos malditos payasos? Pero esta mañana cuando desperté escuché canciones,
escuché sonrisas, vi niños agarrándose de las manos. Vi el espíritu de mi gente
riendo». ¿ ué ueda entonces? uedan niños agarrándose de las manos y «arte,
clo n, teatro, m sica y juego, ayudan a revelar y a soportar el espíritu de la
gente».51 Revelar y soportar. Revelar no la esencia sino el sentido de lo que aparece, y
arte, clown, m sica y juego soportan esa aparición. Lo ue la soporta es la instala-
ción, la instalación humana como dispositivo estético, como micropráctica estéti-
ca. El arte, clown, m sica y juego funcionan como flujo de la instalación y el na-
vegante acompaña, improvisa, soporta y es clave en el armado de la obra el
codazo al niño guiñándole el ojo y mostrándole la presencia de las niñas, por
ejemplo. Obra como configuración plástica, estéticamente efímera pero, sin em-
bargo, obra como instante transformándose en pilar, en condición para la salud.
Condición para la salud en términos de posibilidad de elaboración de situaciones
traumáticas. La instalación pone en juego y conexión diversos modos de expre-
sión y el clown o interventor anima, ayuda a tramatizar y crear condiciones para
la salud. Pensar el arte en el acceso a lo simbólico resulta fundamental y eviden-
te52 a la hora de pensar o responder a la pregunta acerca del ¿ ué ueda? uedan
nuevas condiciones para la aparición y eso es enorme.
Sintetizamos el arte como condición ue implica la posición ética del intervi-
niente como semblante de la potencia del otro. El juicio sintético a priori es supo-
ner al otro como capaz de producir diferencia. El arte como proceso, arte de trama-
tizar en lo disperso a través de dispositivos/instalación sujeción viviente de
elementos animados e inanimados. Y arte como producto en permanente circula-

50. Wilches Chaux, G. Primer Foro Internacional «Arte, puente para la salud y el desarrollo», Lima,
Per , del 17 al 20 de agosto de 2009, organizado por la OPS y la Red Latinoamericana de Arte para la
Transformación Social. Panel «Cohesión social y arte en conflictos y desastres».
51. Glick, . Primer Foro Internacional «Arte, puente para la salud y el desarrollo», Lima, Per , del 17
al 20 de agosto de 2009, organizado por la OPS y la Red Latinoamericana de Arte para la Transforma-
ción Social. Panel «Cohesión social y arte en conflictos y desastres».
52. Retomo a uí lo planteado por Inés Sanguinetti en la sección «¿ ué entendemos por arte?».
© FUOC • PID_00227500 267 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

ción/recirculación acontecimiento, experiencia colectiva en la producción de lo


inédito configuración estética, obra producto/condición para diálogo de campos.
Para terminar subrayo la idea de pensar estos dispositivos efímeros de interven-
ción como configuraciones estéticas ue crean y recrean situaciones en conexión
viviente de sus elementos y ue en situación crean la potencia para la producción
de acontecimiento, en cuanto herramienta fundamental de producción de sentido
y transformación en lo social, institucional, grupal e individual. Conservamos el
término clínica como espacio del acontecer y sumamos a ella la posibilidad de una
intervención. De allí la importancia de la posición ética del interviniente. Clínica
ueda despegado de la orientación ligada a la «atención médica reparativa orien-
tada a la enfermedad»,53 lo cual no significa negar la existencia de un padecer y la
necesidad de intervenir con relación a uienes padecen.
Este encuentro, este primer foro merece ue maquine diálogo y no Babel,
como señalara David Tejada de Rivero. Por eso me pareció pertinente citar pasa-
jes de mis colegas como interlocutores de una b s ueda ue es de todos. La rela-
ción entre la clínica del acontecimiento y la producción de asombro, como esta-
do de perplejidad creativa ue habilita condiciones para la elaboración de
situaciones complejas y diversas es algo ue hemos ido forjando entre muchos.
Es un «modo de transitar juntos por el puente»,54 aprendiendo a saber esperar
como semblante la aparición de flores de entre las ruinas y, en ese sentido, po-
dríamos llegar a pensarnos casi como agentes del sol.

Figura 93. «Radiobaile» en La Colifata un sábado desde el Hospital Borda. (Foto: Wimpy Salgado. 2015)

53. Tejada, D. Ibid., Primer Foro Internacional «Arte, puente para la salud y el desarrollo».
54. Díaz, A. Primer Foro Internacional «Arte, puente para la salud y el desarrollo», Lima, Per , del 17
al 20 de agosto de 2009, organizado por la OPS y la Red Latinoamericana de Arte para la Transforma-
ción Social. Apertura.
© FUOC • PID_00227500 268 Experiencias innovadoras en salud mental

2. Anexo

2.1. Estructura y relaciones del dispositivo radiofónico


grupal

Describiré a uí el dispositivo ue se despliega cada sábado en los jardines del


ospital Psi uiátrico Borda. Detallaré sus elementos así como la posición y fun-
ción ue ocupa cada interviniente. Esto nos servirá para pensar los dispositivos
como instalación.

Referencias:

1. Pizarra: grilla de programación registro-garante . A uí se anotan todos los


programas ue son invención de los usuarios.
Algunos de los segmentos o programas anotados en la pizarra 1 son Apertu-
ra general, Presentación individual todos los presentes se presentan así vengan de
visita o sean usuarios del espacio, etc. , Momento romántico con Enri ue Bolero, El
rumor de los bosques con el beat, Acuse de recibo, Triángulo político, La fogonera, Visi-
© FUOC • PID_00227500 269 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

tas con ulio Rivero, Amo a Gabriel, Plumita a la sanfasón, La hora tereré con Ro-
mualdo Iz uierdo, Música de ascensor para viajar tranquilo, Radio Tika, El hombre
desconocido, Gracias al cielo y más, El Borda Tango Club, Momento boliviano, Aguan-
te Perú, Reinventando la vida, El interrumpidor oficial, Los indecidores del Club Atléti-
co Borda Jr., Don Alfredo Hipólito Sánchez, Corresponsal con handy a cargo de Sergio,
El club de todos, etc.

2. Personas y sillas: cincuenta sillas dispuestas en semicírculo. Allí se sientan


y pueden tomar la palabra personas consideradas en tratamiento, en referencia,
usuarios ocasionales y visitas. El índice de toma de la palabra de los usuarios pa-
cientes es cercano al 75 y el de las visitas, también.

3. Mesa de operación técnico-terapéutica TT ue posee


3A mixer, mezcladora de m sica y palabras operada por 11A y 11D.
3B grabador de minidisc registro . El día lunes se titula para el tra ueo
individual, para subir al sitio eb de La Colifata.
3C notebook 1 operada por 11D, ue
• contiene m sica y artística de la radio cortinas musicales, microprogra-
mas, mensajes sonoros de oyentes, separadores, institucionales. Toda la
artística de la radio la hacen los usuarios y la editan profesionales. Esta
computadora guarda la memoria institucional en sonidos. Dieciocho
años de La Colifata en sonidos de formato breve en el tiempo.
• «registra para editar» es una planilla de Excel donde los intervinientes
registran a uello ue consideran es oportuno para realizar el trabajo de
montaje o edición durante la semana. En el momento y conforme a lo
ue surja, los intervinientes 11D y 11A deciden el futuro formato a
advenir en el trabajo de montaje-edición y desde ué plataforma será
relanzado. Las categorías son para microprograma y retransmisión,
para podcast en la eb de La Colifata, para reescucha clínica, para inter-
consulta, para usuarios ocurre muchas veces ue un usuario pide ue se
le entregue grabado en CD su segmento para guardarlo, para dárselo a
su médico o para regalar a alg n amigo, etc. .
3D notebook 2 operada por 11A, ue
• contiene m sica y artística de la radio ídem 3C .
• cuenta con conexión a internet con programa Skype para recibir llamadas.
• está conectada al cañón 6 ue puede proyectar páginas eb, blogs,
videos de YouTube, Facebook, documentales, películas, en pantalla
© FUOC • PID_00227500 270 Experiencias innovadoras en salud mental

grande 7 para todos los presentes y se constituye como un recurso más


de intervención.

4. Micrófonos: tres micrófonos móviles y uno fijo en la mesa de operación TT


para intervenciones de la coordinación desde allí. Estos micrófonos son utiliza-
dos por 2, y por 11A, 11B, 11C, 11D, 11E y 11G.

5. Notebook 3 operada por 11F, ue registra en un archivo de Excel la partici-


pación individual en cada segmento o programa seg n la categoría de usuario
en tratamiento, en referencia, ocasional o visita y escribe observaciones clínicas
significativas solo de los considerados en tratamiento y en referencia. Esta informa-
ción será volcada luego en las historias clínicas.

6. Cañón conectado a notebook 2. Puede proyectar videos y/o sitios eb.

7. Pantalla conectada al cañón.

8. Parlantes ue devuelven amplificado el sonido ue se produce en el espacio.

9. Transmisor de uinientos vatios.

10. Antena ue transmite por el 100.3 FM con un alcance de 3 km a la redonda.

11. Coordinadores intervinientes en la instalación o dispositivo radiofónico


grupal, operadores técnico-terapéuticos
11A Alfredo Olivera director en la instalación y psicólogo sus recursos
de intervención son la palabra y la inclusión en el espacio de las platafor-
mas multimedia mensajes, micros, videos, etc. orienta sus intervencio-
nes en la producción colectiva del discurso.
11B Laura Gobet psicóloga y responsable del área clínica su recurso de
intervención es la palabra se especializa en intervenciones dirigidas a
personas puntuales y se ubica de manera móvil en el espacio facilitando
la circulación de la palabra.
11C Sheila Rosensvaig psicóloga su recurso es la palabra e interviene
facilitando la circulación de micrófonos.
11D Verónica azimierczak m sica y docente su recurso principal es la
puesta al aire de diversas sonoridades m sica ue ambienta, micropro-
© FUOC • PID_00227500 271 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

gramas, separadores, cortinas, etc. Es responsable de armar y desarmar la


instalación cada sábado.
11E Susana Pujol psicóloga se ubica en la periferia. Está atenta a los
usuarios ue se acercan, les propone tomar la palabra, los invita a inte-
grarse al espacio. Realiza el registro estadístico de los presentes y el por-
centaje de toma de la palabra administra y distribuye la encuesta para los
visitantes.
11F Débora Chevnik psi uiatra registra en Excel la participación indi-
vidual en cada segmento o programa seg n categoría de usuario en trata-
miento, en referencia, ocasional y/o visita, y escribe observaciones clínicas
significativas solo en los considerados en tratamiento y en referencia. Esta
información será volcada luego en las historias clínicas.
11G Laura Ruiz operadora comunitaria se ocupa de recibir las donacio-
nes de ropa o comida de los visitantes y de distribuirlas durante la tarde
administra la casita o depósito 13 .
11 Pablo Cozzani recibe a estudiantes y periodistas visitas y encuadra
su tarea colabora en el armado y ayuda a administrar el dinero de los mi-
croemprendimientos 12 .

La Colifata cuenta además con cuatro profesionales ue aportan al proyecto


desde distintas funciones gestión/administración comunicación edición, ma-
nejo de contenidos de la eb , manejo de datos para análisis de indicadores co-
munitarios y prensa.

12. Mesa de microemprendimientos


Se venden productos de los microemprendimientos de La Colifata CD y
DVD de producciones de radio y televisión de La Colifata y documentales
sobre La Colifata .
Manos del Borda taller de serigrafía y estampado los usuarios venden
remeras y pañuelos.
iosco La Colifata los usuarios venden bebidas y café.

13. Depósito: «casita» donde se guarda el transmisor, la ropa y diversos ele-


mentos es administrado por 11g.

14. Estudio: mide 9 x 6 metros y se utiliza solo en días de frío y con lluvia. En
ese caso el dispositivo se monta allí.
© FUOC • PID_00227500 272 Experiencias innovadoras en salud mental

2.2. La trama de La Colifata en funcionamiento

Cada sábado unas ochenta personas, en promedio durante toda la emisión, se


re nen en semicírculo alrededor de la mesa de operación técnico-terapéutica, ue
es una vieja camilla de hospital reformada. En esta mesa se encuentra el mixer,
ue permite mezclar m sica y palabras recibe información de las dos computa-
doras portátiles sumado a lo ue se diga a través de los cuatro micrófonos, ue
circulan en el espacio del dispositivo. Todo lo ue ingresa al mixer, es decir, toda
emisión de sonoridad, tendrá luego tres destinos el primero es hacia el grabador
ue registra digitalmente toda la emisión y permite luego la titulación y segmen-
tación de lo acontecido. El segundo es hacia la potencia y los parlantes, ue de-
vuelven amplificado el sonido ue se produce en el espacio. Por ltimo, el terce-
ro, será hacia el transmisor y la antena, ue emite por 100.3 FM desde la terraza
para todo el hospital y el barrio. Tenemos proyectado inaugurar en el mediano
plazo la transmisión en vivo a través de internet.
En la pizarra se anotan los distintos programas ue se sucederán durante la
tarde los integrantes de La Colifata pueden producirlos previamente o no. La
elaboración del espacio de cada uno forma parte de una construcción ue se va
dando en el tiempo por ejemplo, encontramos un programa llamado ¿Cómo
andás Marisabel?, donde María Isabel cuenta ué hizo durante la semana o
a uello ue uiera compartir. Muchas veces el hecho de ue cuente ué hizo o
cuáles fueron sus logros o dificultades, motiva a los otros a relatar lo propio.
Ella estuvo internada en el ospital Moyano y los sábados se acercaba a la ra-
dio tomaba la palabra generalmente en la sección de presentación individual y
contaba sus experiencias de la semana. Durante la tarde volvía a participar,
pero sus intervenciones poco tenían ue ver con el tema de discusión se lanza-
ba rápidamente a comentar sus estados de ánimo, la relación con su novio, etc.
Se planteó la discusión en la radio respecto a este particular y se le propuso
hacer un programa, así comenzó ¿Cómo andás Marisabel?. Es frecuente ue los
programas empiecen de este modo y con el tiempo evolucionen, cambien de
nombre o se preproduzcan.
El señor V viene con su mujer cada sábado e irrumpe tomando el micrófono.
El tono de sus palabras resulta convincente y logra captar la atención y el tiempo
de sus interrupciones es breve. Se presenta un conflicto y la irrupción se transfor-
ma en objeto de discusión colectiva los micrófonos circulan entre muchas per-
sonas ue dan su parecer de allí se decide nombrar al señor V como «interrum-
pidor oficial». Es el nico habilitado «oficialmente» a realizar esa acción si es ue
© FUOC • PID_00227500 273 Capítulo I . El dispositivo en La Colifata...

lo deseara, muchas veces, se acerca y pide «un departamento con llave y pasador»
o exige «vida privada» para él y los diez apóstoles.
La interrupción introduce la posibilidad de un trabajo para todos un coordi-
nador relanza lo planteado por el señor V y pregunta «¿ ué importancia tiene
para ustedes tener vida privada?». Surgen entonces relatos de la cotidianeidad en
los servicios, lugares donde hay cuarenta y cuatro camas, una al lado de la otra.
Alguien menciona ue su vida privada la encuentra bajo la frazada,55 y el señor V
se va, no escucha el debate y menos piensa ue su decir obtenga el peso de anali-
zador institucional.
Uno de los operadores técnico-terapéutico sensible a lo ue emerge en situa-
ción busca en su computadora a uel viejo microprograma donde Gaspar, un
antiguo corresponsal, realizara entrevistas en los interiores del psi uiátrico, en su
segmento llamado «Gaspar se mete en los agujeros», y lo pone al aire. Se escu-
chan los testimonios de las personas hablando desde sus pabellones, Gaspar se
inmiscuye de las «ranchadas», comparte rondas de mate y entrevista a los inter-
nados. Nunca sabemos cuáles serán los efectos de nuestra intervención, tal vez
nos lleve a recordar a Gaspar, o bien a continuar hablando de la vida en los ser-
vicios.
Abel Rubén pide la palabra y se presenta «Soy del servicio 15, y Pujol me tiene
ue devolver los cigarrillos por ue, si no, lo voy a denunciar a la 20»,56 entonces
Plumita le pregunta «¿Por ué te presentás con el nombre del servicio y no con
el tuyo, uerido?», ante lo cual responde «Yo soy del 15 y Pujol me tiene ue
devolver los cigarrillos», y Plumita agrega, sorprendiendo a todos «Yo no nece-
sito ni de mi nombre para saber uién soy». Posiblemente la encargada de escri-
bir en la planilla de Excel señale como observación clínica significativa esta frase o
definición.
Continuo preguntando «¿Cómo hacés, Plumita, entonces para saber uién
sos? Pero antes, ¿por ué no pasamos el micrófono entre los presentes para ue
nos cuenten cómo hacen para ir sabiendo uiénes son?».
Plumita dice «Antes me sostenía en la idea de un Dios, pero eso era muy pe-
sado. Ahora prefiero la idea de una pluma, por eso Plumita ». Cada uno, visitas
y usuarios van ensayando respuestas, y uienes trasladan los micrófonos asisten,

55. Alfredo Moffatt suele traer en sus escritos la figura de la «frazada» como delimitante de un espa-
cio íntimo o privado.
56. La unidad n mero 20 era un pabellón dentro del hospital ue dependía del Servicio Penitencia-
rio Federal. Fue trasladado al Penal de Ezeiza en el año 2011.
© FUOC • PID_00227500 274 Experiencias innovadoras en salud mental

facilitan y ofrecen, poniendo en juego su cuerpo en movimientos y posturas ue


implican una lectura de situación, teniendo como función garantizar la partici-
pación de todos y darle fluidez al intercambio. Otro interviniente anota en la
planilla de edición la siguiente indicación «En el segmento de interrupción ofi-
cial, hacer microprograma sobre cómo hago para saber uién soy, incluida la
conversación sobre los servicios».
La pregunta acerca de cómo hace cada uno para ir sabiendo uién es es una
interrogación universal. Tal vez ese segmento una vez transformado en micro-
programa, seg n los criterios éticos, estéticos y políticos, se suba al sitio eb de
nuestra organización con una pregunta ue acompañe, «¿Cómo hace usted para
saber uién es?». Los oyentes escriben, participan en los foros, llaman por teléfo-
no o se comunican a través de Skype. Si lo hacen por esta ltima vía, saldrán en
directo en la emisión, ya ue el DRG está conectado a internet en tanto disposi-
tivo abierto. Si el oyente escribe, posiblemente su mensaje será leído en el progra-
ma Acuse de recibo, conducido por Fernando, por ejemplo « uan de uilmes dice
Para mí es el trabajo, amo lo ue hago y eso me hace saber uién soy ». Uno de
los intervinientes relanza la pregunta «¿Y si no trabajo, cómo hago para saber
uién soy?». Y así la rueda contin a yendo y viniendo de la misma rueda.
Es posible ue luego el microprograma se distribuya en la red de radios re-
transmisoras y un conductor de un programa FM en una localidad del interior de
Argentina lo ponga al aire y habilite las líneas telefónicas o el correo electrónico
para ue la gente llame o escriba. Puede ocurrir también ue recibamos por co-
rreo electrónico un dibujo titulado «Cómo hago para saber uién soy», inspira-
do en el relato de los presentes. Seguramente, cuando llegue la noche del sábado,
ese dibujo será proyectado en la pantalla gigante ue forma parte de la instala-
ción. Así es como uienes intervenimos lo hacemos en el marco de una instala-
ción abierta ue forma parte de un diálogo entre campos y lo hacemos en situa-
ción tomando decisiones a cada momento para favorecer procesos de creación de
trama y de presente convocante.
© FUOC • PID_00227500 275 Capítulo X. Retazos de La Colifata

Capítulo X
Retazos de La Colifata

Tal como se trabaja la edición o montaje en radio, intento reorganizar el pen-


samiento en función de mi interés por continuar trabajando la noción social del
tiempo en el decir de aquellas personas con diagnóstico de psicosis, que están
además internadas en dispositivos manicomiales. Y como a partir de la lectura de
esa «noción» se puede devolver o crear condiciones para la inclusión y el bienes-
tar de estas personas.
Para insistir con la idea de la edición en radio, este texto se produjo en una ida
y vuelta con el doctor Martín Reca, uien reside en París y trabaja en el ospital
Universitario Pitié- Salp tri re. Fue a él a uien le comenté mi interés de indagar
la noción social del tiempo en el discurso de los «colifatos» sirviéndome de
Borges y sus conferencias sobre el tiempo.1
Martín recibió un escrito donde estaban esbozadas algunas ideas que había-
mos discutido. Como resultado de este intercambio, produje luego el trabajo que
fuera presentado en el coloquio «El interés público del psicoanálisis», organizado
por la Asociación Franco-Argentina de Psi uiatría y Salud Mental en la Maison
de l Argentine de París, al ue fui gentilmente invitado.
Comparto con el lector este texto donde reconocerán citas textuales de otras
producciones ya presentadas en este libro.

1. Me refiero a Jorge Luis Borges en sus conferencias sobre «El tiempo», en la Universidad de Belgrano
en 1979.
© FUOC • PID_00227500 276 Experiencias innovadoras en salud mental

1. Noticias de la eternidad. La noción social del tiempo


en La Colifata2

Quisiera trabajar la noción social del tiempo a través del discurso de sujetos
con diagnóstico de psicosis, en el cuadro del dispositivo abierto grupal radiofóni-
co La Colifata, que emite desde los intersticios de otro dispositivo: el manicomial.

1.1. Tres cuestiones a presentar

La primera sostiene la pregunta acerca de «¿quién habla?» en el decir de la


persona ubicada como psicótica. La segunda presenta la complejidad del dispo-
sitivo de trabajo. Y la tercera plantea el problema del tiempo como noción social.
Si ensayara repentinamente respuestas diría uien habla es el expulsado del
tiempo, la eternidad explotando en un cuerpo. abla el sujeto psicótico, lo ue
retorna de lo real. abla lo imaginario como texto de un delirio y se expresa en él
la cultura y su tiempo; se transforma en noticias como polifonía para quien escu-
cha; habla siempre un sujeto y se puede escuchar en él al grupo, la institución, la
sociedad.
La segunda cuestión es la del dispositivo radiofónico grupal definido como
abierto, que aloja cuerpos y decires diversos y dispersos de los que se sienten con-
vocados, y que inaugura líneas de fuga en todas direcciones haciendo lugar a la
estética del ser, como particularidad expresiva o discursiva, desde el desarrollo de
una lógica del acontecimiento.
En cuanto a la noción social del tiempo diría: La noción de tiempo pensada
en términos kantianos genera una pasarela o pasaje entre un modo particular de
estructuración del psiquismo y la cultura en general. Esta noción dará sentido a
la idea de una radio como herramienta de intervención con relación a problemas
ubicados en el orden de la clínica y de lo social.
¿Cómo presentar la noción social del tiempo en el discurso de aquel ubicado
como psicótico?
Tomaré el pasaje de un texto de Borges,3 donde habla del tiempo y la eternidad,
para aportar una metáfora social sobre la configuración psíquica del sujeto psicótico

2. Trabajo presentado en el colo uio «El interés p blico del psicoanálisis» organizado por la Asocia-
ción Franco-Argentina de Psi uiatría. Diciembre de 2012, París, Francia.
3. Borges, . L. Buenos Aires, 1979 . Borges oral. Madrid: Alianza Editorial, 1998.
© FUOC • PID_00227500 277 Capítulo X. Retazos de La Colifata

y, por otro lado, me valdré del dispositivo manicomial trayendo otra metáfora, la
del «Valle de la Luna», definiendo los manicomios como reservorios de lo real (o lo
expulsado del tiempo , portadores de un enorme valor antropológico.

1.2. Aporte particular y único de una minoría al resto


de la sociedad

¿Cuál es el aporte particular y único que puede realizar esta «especial» minoría
marginada, al cuerpo social?
¿Por qué –a través de esta experiencia– pudimos lograr que la palabra de los interna-
dos volviera a circular socialmente, representando un valor para otros?
¿Cómo un decir delirante puede tornarse «audible» para el cuerpo social, y por lo
tanto obtener el valor de mensaje?
Si desde cierta tradición psicopatológica quien habla está «fuera de sí» cabe pregun-
tarnos «¿quién habla?» cuando habla un loco.
[…] Hay demanda social respecto a esta experiencia y es útil preguntarnos por qué:
[…] Algo de la cultura y su tiempo emerge, crudo, desprolijo, sin filtros, inocente y
bestial
[…] Los manicomios serían reservorios simbólicos (o de LO REAL) de enorme valor
antropológico. Encontraríamos allí, a nivel de superficie, lo que en el «afuera» habría
decantado. Como en el Valle de la Luna (un nicho arqueológico del centro oeste de Ar-
gentina) donde hay en superficie rastros de un pasado que nos acerca datos sobre la
evolución de la vida en la tierra, en los institutos psiquiátricos encontraríamos al descu-
bierto –en el decir-ser dicho– de los pacientes datos simbólicos4 de nuestra identidad
como cultura, «intrusiones de lo real»5 aquello primordial en lo tocante al ser que pro-
duciría efectos de metáfora, pasibles de ser simbolizados por la cultura de lo «normal».
[…] Crear andariveles comunicacionales por donde esos decires «encriptados» en el
delirio circulen permitiría develar, correr velo y echar luz sobre algunas matrices de sig-
nificación culturales que diría son aún hoy «eficaces» y que rigen nuestro mundo de
relaciones.

4. Digo «simbólicos» por ue me posiciono en uien escucha, a uien supongo neurótico. Simbólico
desde un interpretante que incorporó como mecanismo fundante la «represión».
5. Lacan, . Seminario III cap. 6, ap. 3, pág. 118 . «Algo ue fue rechazado del interior reaparece en el
exterior».
© FUOC • PID_00227500 278 Experiencias innovadoras en salud mental

Sostengo lo de «simbólico» por ue me posiciono en uien escucha. Simbólico


desde un interpretante que incorporó como mecanismo fundante la «represión»,
pero en uien habla puede expresarse a veces como «intrusión de lo real».
De eso se tratará. Del paso de un decir sin bordes a un decir donde la presencia
del otro presta estructura y lo torna «audible», lo que no quiere decir bajo ningún
criterio que lo «normalice» o que como efecto se produzca un ser «normalizado».
La lógica del encuentro como acontecimiento nos somete a la fragmentación
necesaria y dialéctica, y puede llegar a alcanzar o producir sentido para quien
habla, y multiplicidad de sentidos/sinsentidos en quienes escuchan y participan.

Fragmento del documental La Colifata de Chloe Ouvrard.


Armado del dispositivo. «Todos n mero 2»

Pancho ¿ uién me anota en la grilla?

Anónimo uy, ué uilombo…

Garrafa Poneme tercero o cuarto a mí, ¿eh?

Pancho A mí anotame cuarto.

Silvina Yo fui la primera ue vine.

Pancho Yo cuarto, yo cuarto.

Silvina Te lo juro por Dios.

Juliana: Los primeros que llegamos y nos quedamos…

Marcelito: Yo, yo, yo…

Juliana: Alfredo, Alfredo…

Alfredo: Vamos a hacer una cosa. Vamos a hacer una cosa: los ponemos a todos núme-
ro 2.

Pancho No, no…, yo cuarto, yo cuarto.


© FUOC • PID_00227500 279 Capítulo X. Retazos de La Colifata

Alfredo Todos n mero 2. ¿Por ué no?

Alfredo: ¿Es mejor al principio que después? ¿O qué?

Pancho No es la ansiedad, no es la ansiedad. Es respetar el orden debido, para ue se


anoten, así colaboramos todos. Uno con el otro.

Alfredo: Quizás ustedes sienten que la radio es siempre mejor al principio y peor al fi-
nal… o no, realmente no lo sé. O en realidad esperaron toda la semana y tienen ganas
de hablar… No lo sé, lo pregunto para saber…

Pancho Yo, por mi parte, hace una semana ue estoy esperando ue venga la radio
pero no por eso uiero estar primero, ni segundo, ni tercero. Solamente cuarto.

Marcelo: Yo, yo, yo primero, yo primero, yo primero… yo, yo, yo, yo, yo, yo primero,
yo primero…

Alfredo Tal vez sea eso. No lo sé.

¿Qué es la eternidad?, se pregunta Jorge Luis Borges… «La eternidad es todos


nuestros ayeres, todos los ayeres de todos los seres conscientes. Todo el pasado,
ese pasado que no se sabe cuándo empezó. Y luego todo el presente. Ese momen-
to presente que abarca todas las ciudades, todos los mundos, el espacio entre los
planetas. El porvenir, ue no ha sido creado a n, pero ue también existe… los
teólogos suponen la eternidad como ese instante donde se juntan todos los
tiempos…».6 Continúa Borges y cita a Willam Blake, que dice: «El tiempo es la
dádiva de la eternidad»,7 y concluye Borges: «[...] si a nosotros nos dieran todo el
ser… el ser es más ue el universo, más ue el mundo. Si a nosotros nos mostra-
ran el ser una sola vez, quedaríamos aniquilados, anulados, muertos. En cambio
el tiempo es la dádiva de la eternidad. La eternidad nos permite todas esas expe-
riencias de un modo sucesivo… Todo eso nos es dado sucesivamente porque no
podemos aguantar esa intolerable carga… La totalidad del ser es imposible para
nosotros. Así nos dan todo pero gradualmente».8

6. Borges, . L. Buenos Aires, 1979 . Borges oral pág. 86 . Madrid Alianza Editorial, 1998.
7. Ibid., pág. 87.
8. Ibid., pág. 88.
© FUOC • PID_00227500 280 Experiencias innovadoras en salud mental

La no inscripción del significante de la falta se asemejaría a la no inscripción


del tiempo como dádiva de la eternidad. Sería esa intolerable carga de lo real que
goza el cuerpo psicótico. En la psicosis lo que intenta reemplazar la no inscripción de
la metáfora paterna es la metáfora delirante;9 como formación propia de su existir pro-
fundo.
La pregunta es, fue y será acerca de si es posible pensar el dispositivo radio-
fónico grupal de La Colifata como un dispositivo terapéutico y/o como espacio
de producción de subjetividad que habilita modos particulares de apropiación
de sentido. Lo segundo estamos en condiciones de afirmarlo ya que creemos (y
lo hemos comprobado ue el DRG de La Colifata es til para el trabajo con
todo colectivo humano por encima de cualquier tipo de diagnóstico. Esta idea
quedó esbozada en el trabajo sobre el «arte en el entre» y en la concepción del
programa Colifata Solidaria. En cuanto a la pregunta por la terapéutica, consi-
dero que la Radio La Colifata sí lo es, ya que hemos desarrollado una manera de
trabajo que, en el caso de pacientes en situación de internación o que atravie-
san periodos de crisis, el dispositivo de radio se ha erigido como espacio que
aloja y permite la articulación con otros espacios sanitarios. La Colifata ha de-
mostrado ser un dispositivo de trabajo donde se juega la posibilidad de una
clínica de la psicosis.

1.3. Abordaje desde el punto de vista clínico

Aproximación a la clínica de la psicosis

El dispositivo radiofónico grupal busca la producción y emergencia de un


discurso como posible. Ese es uno entre otros modos de explicarlo. Un discurso
supone a un otro y una intencionalidad en el decir. Como trabajamos con la
psicosis podríamos partir de «decires» –lo que ubicamos como testimonio no
dialógico– pero... ¿a quién testimonia el loco? Es buena esa palabra, el disvalor
testimonial, el encapsulamiento en el delirio o el «ser hablado»10 se tornará valor
a la hora de ingresar en el andarivel comunicacional que propone la radio.

9. Ibid., Fernández, E.
10. «El sujeto es hablado intrusivamente por algo ue no reconoce como propio, luego hará una inter-
pretación ue dé sentido delirio a esta intrusión». Fernández, E. Diagnosticar las psicosis pág. 36 .
© FUOC • PID_00227500 281 Capítulo X. Retazos de La Colifata

Posibilidad para el trabajo hay entonces, hay un otro, el oyente, ue espera un


decir, lo interpela y luego responde. El pequeño otro dibuja intención, el «poder dis-
crecional del oyente» en este caso es nuestro aliado (lo hace por medio de los mensa-
jes ue deja a través de las plataformas de difusión/participación . El discurso
como meta se constituirá en este proceso.
Esta operación habilitará un lugar al ser en la potencia de su decir y no tan-
to en su «ser hablado». Partimos de un acto fundamental, una operación prime-
ra: el ofrecimiento del micrófono para la toma de la palabra en nombre propio.
Es el dispositivo y sus reglas jugándose en las coordenadas espacio/tiempo que
permite esta toma de la palabra. Pero definir en este caso a uien habla como «ser
en la potencia de su decir» nos remite a lo que desde Kant podría pensarse como
juicio analítico a priori, predicado universal, en tanto predicado del sujeto. Y aquí hay
una posición básica de uien interviene coordinador o analista ue remite a su
ética, en el sentido más riguroso del término. Un prejuicio rector que supone en
todo otro la capacidad de producir diferencia. Del estatuto del «decir» al «discur-
so» entendido como lazo. Cuando hay lazo, cuando hay encuentro se produce
«diferencia». Esta posición nuestra opera como categoría kantiana.
Entonces: siguiendo esta línea de razonamiento, para Kant hay dos tipos
de elementos a priori: las categorías y el espacio y el tiempo. Las categorías
son del orden de la representación, funcionan como a priori y predicado
(universal y necesario) que se atribuye a todo objeto y están del lado del
analista, interviniente o coordinador. Y el espacio y el tiempo se juegan en
las coordenadas del dispositivo creado, es a priori, es decir universal y ne-
cesario, y son del orden de la presentación. La potencia del dispositivo coli-
fato se juega en este nivel, en el orden de la presentación o la aparición. El ser
un dispositivo abierto, no cerrado, auspicia el pasaje de la «eternidad» al «tiem-
po» como noción social como noticia ue emana del reservorio y permite ue
las intervenciones del coordinador, así como la participación del oyente ope-
ren como algo parecido a un agujero que permite descompletar la eternidad y
su explosión.
El campo que inaugura el dispositivo abierto rompe barreras y territorios, la
posibilidad clínica se juega en el «entre» de los lugares y pone en jaque las cate-
gorías construidas. Más allá de eso, podría decirse que si se tratara de campos –
uno social y el otro clínico– no podría pensarse uno sin el otro y viceversa, y que,
como ya he señalado en otras oportunidades, a mayor movimiento en uno, ma-
yor la posibilidad de impacto en el otro.
Pensaremos el entre como potencia de lo colectivo.
© FUOC • PID_00227500 282 Experiencias innovadoras en salud mental

1.4. Inclusión de temáticas delirantes

Modos de abordaje

emos definido ya muchas veces a La Colifata como una práctica sistemática


de inclusión. Una operación en lo social que se monta en diversas plataformas
para incluir y hacer circular materialidades discursivas ue han sido expulsadas
doblemente expulsadas . También hemos incorporado como metodología de
trabajo desde el inicio otra operación por parte del interviniente o coordinador,
quien debe generar condiciones para que quien se acerque al espacio pueda ha-
blar y ser escuchado.
El dispositivo de radio tiene que ser lo suficientemente abierto como para que
cualquier persona, desde lo que trae, pueda incluirse. Y más, que su modo «desa-
daptado», su porción de realidad desadaptada o encriptada, nos confronte con el
hecho de una ruptura, una posible ruptura de sentido, que como «evento», o
como acto que «irrumpe», produzca la invitación a un trabajo colectivo. Y en él,
la posibilidad del armado de una trama ue lo incluya. Pensaremos la irrupción
como intensidad dramática que resolver. La radio es la irrupción de lo imprevisto
como oportunidad para incluir diversos modos del ser y del estar, y para crear
trama de manera colectiva, como guion, a veces, partiendo de esa irrupción.
ablemos de Vicente
El cierre de transmisión de Radio La Colifata en un momento estuvo a cargo
de una persona llamada Vicente. Tenía cerca de sesenta años, era analfabeto y
llevaba entre quince y veinte años de internación. Vicente se acercaba a la radio
primero muy tímidamente, cuando se producía un silencio (aguardaba en silen-
cio alg n instante sin palabras , irrumpía hablando de Dios, por ue era él el re-
presentante directo de Dios en la tierra. Esto producía conflicto, su posición y el
acto de irrumpir hacían del conflicto un tema de radio. Vicente, sensible a los
silencios, lanzaba sus plegarias y anuncios apocalípticos. Entonces se generó un
debate «Echarlo», «Dejar ue así sea», «No permitan ue hable gente delirando»,
« áganlo callar», «¿ uién se cree él para arrogarse la palabra de Dios?». Frases y
puntos de vista de los otros. Conflicto que irrumpe. Y llegamos a la conclusión:
Vicente será el encargado de hacer el «cierre de transmisión» de La Colifata con
su programa llamado «Un momento de meditación con Vicente». Adoptando un
formato de la televisión argentina de los años noventa, donde hay un cura Padre
Lombardero, Canal 9 , ue antes de cerrar la transmisión nos llama a Dios. En
nombre de Dios se nos aparece Vicente uien además de representarlo comien-
© FUOC • PID_00227500 283 Capítulo X. Retazos de La Colifata

za a hacer historia en el grupo. Una microhistoria de sentido y significaciones,


una marca o herida en el espacio que produce, presenta o llama a una noción del
tiempo, como acotamiento en fenómeno grupal. Cuando Vicente habla, eso
significa que la radio está por llegar a su fin.
Vicente ingresa vía «delirio», como irrupción en el espacio, a la pesca de un
tiempo de silencio, se incluye con lo que trae: su delirio… y algo más. Lo impor-
tante aquí no es el delirio en sí mismo, sino el efecto que produce incluirlo, un
efecto de inclusión. Vamos viendo que a partir de que hay otros que lo nombran,
que hay miradas que lo acogen, le hacen lugar, es que en Vicente opera un pasa-
je, un pequeño corrimiento que podríamos capturar como secuencia lógica,
desde esta cuestión del ser hablado a –en principio– un «delirio que se dirige a
otros», un atisbo de delirio «desencriptado», un gesto de intención, un mensaje.
Quiero articular el pasaje de lo que en un campo es leído como participación
comunitaria –llamados, preguntas, propuestas, visitas– acercarlo a algún nivel de
intervención en el sentido de que obtenga algún efecto concreto de modificación
en algunas de las personas o en el grupo. En el caso de Vicente, en uno de sus
programas menciona, de un modo no muy claro al principio, que él era cordobés
y ue tenía hermanos en Córdoba, pero asociándolo a toda una idea de Dios. Mi
tarea en el trabajo de edición es tomar ese fragmento donde «el delirio» se «nutre
de alg n jirón» de su historia. De allí se confecciona el microprograma. Vicente
salió al aire hablando de sus hermanos en Córdoba enlazándolos a una idea de
Dios. Lo enviamos a todas las radios, entre ellas a una radio de Río Cuarto, Córdo-
ba. A los dos meses nos envían por correo las grabaciones de lo emitido al aire
(esto es: los microprogramas, más la repercusión que hayan obtenido en la au-
diencia , llegan respuestas de varios oyentes, ue ninguno de ellos es hermano de
Vicente, pero uno de ellos le envía un mensaje diciéndole: «[...] si bien no soy tu
hermano, puedes considerarme tu hermano del corazón», además de felicitarlo
por tener un espacio para la reflexión, diciéndole ue lo había escuchado en su
«cierre de transmisión», etc. Este es un mensaje de un oyente entre otros. Elijo
hacerle escuchar la grabación a Vicente antes de comenzar su programa. Y en
función de este proceso trato de explicar ue lo ingresamos mensaje de oyente
en el dispositivo de radio tratando de buscar algún efecto, en este caso en Vicente.
Participación comunitaria transformada en intervención a partir de la operación de
los coordinadores, ubicándose estos como vectores entre la presencia de la gente y el
dispositivo radiofónico, incluyendo el mensaje de la comunidad en un momento deter-
minado para que genere indeterminados efectos. Vicente escucha y luego comienza
el programa. abla de Dios, del Apocalipsis, por momentos habla y habla, y
© FUOC • PID_00227500 284 Experiencias innovadoras en salud mental

vuelve a hablar por el acto mismo de hablar. Sus compañeros se miran entre sí.
Uno comienza a aplaudir, los demás también, yo también. Vicente mira a su
entorno y se despide « asta luego, hermanos». Ingresó al dispositivo vía delirio.
Ahora hay algo más. En un principio no podía depositar la mirada en otro, era
una mirada perdida, ahora mira al coordinador. Pareciera entonces ue hay in-
terlocutor, dirige su mirada. Con el correr de las audiciones lo escuchamos salu-
dar a los «hermanos oyentes» al comenzar su programa. Vicente habla de Dios,
pero también nos cuenta que trabajó en una estancia, que participaba de las do-
mas de caballos, que nunca pudo estudiar y que a su familia la perdió hace mu-
cho tiempo. Y Vicente sigue hablando de Dios. Pero ahora, además, habla de él.

1.5. La edición como modo de intervención

Es un recurso que posibilita que la palabra de las personas segregadas en hos-


pitales psiquiátricos llegue al seno de la comunidad mediante el mecanismo –ya
descripto– de la retransmisión. Los microprogramas editados son contenidos que
circulan y se lanzan desde plataformas propias y de otros, y son parte de un re-
curso del que se vale el analista o profesional de la salud, para intervenir en el
campo de lo social y producir instancias de reflexión y de participación activa en
la comunidad. oy, con la explosión de las redes sociales, estos procesos se ace-
leraron y la producción de contenidos se ha diversificado pudiendo ser pensados
estos como recurso de intervención también. La realidad del fenómeno «multi-
media» nos permitió continuar el desarrollo de la lógica metodológica inaugura-
da hace veintidós años con el concepto de « radio sin antena » llamada solo ue
hoy, además de «colgar» contenidos radiofónicos, podemos poner en circulación
todo tipo de contenido multimedia, incluso La Colifata TV, o bien artículos pe-
riodísticos referidos a La Colifata, u otro tipo de contenidos que puedan impactar
al nivel de las representaciones sociales.
De este modo ueda descripto de manera sucinta lo referido a una política de
difusión donde la edición o montaje es pensada en términos de intervención
pero con relación al campo de lo social. aberlo desarrollado así nos permitió
fundar un lugar nuevo para un interviniente (un descompletador de certezas, un
deconstructor , y nos abrió camino a pensar el abordaje de medios como «poten-
ciales productores» de espacios en salud.
Voy a plantear ahora la cuestión de la edición como intervención pero referi-
da al DRG. A uí no solo cuenta la palabra del analista o coordinador, sino ue
© FUOC • PID_00227500 285 Capítulo X. Retazos de La Colifata

además incorporamos como recurso diversas materialidades sonoras que harán


parte del dispositivo/instalación. Me retrotraigo aquí a una serie de fragmentos
ya presentados en el texto de 1998 «Utilización de medios de comunicación
como potenciales productores de espacios en salud».

[…] Este punto es fundamental en la construcción del espacio clínico. No solo está la interven-
ción verbal del analista sino que además está presente un «tercero», grabaciones que los in-
ternos escuchan y que, previo un trabajo de edición, son escuchadas nuevamente en el espacio
pudiendo obtener valor de intervención. […] Léase como un recorte de texto que ingresa al
dispositivo vía escucha («te considero hermano del corazón...» en el ejemplo de Vicente) los
internos se escuchan a sí mismos y escuchan a otros que los nombran.

[…] Un analista en una sesión grupal puede interpretar una situación vincular por ejemplo, o
puede simplemente hacer un señalamiento. Ese señalamiento, por más objetivo que pretenda
ser, implica inexorablemente un recorte de la situación. Con la escucha de la edición pasa lo
mismo. Las personas que participan del dispositivo escuchan una edición de dos minutos que
originalmente fuera un debate de media hora. Allí hay un recorte, a veces un trabajo de orde-
namiento, una devolución organizada de otro modo de lo que los participantes produjeron, y
esta acción deliberada, inaugura un nuevo punto de partida para el debate.

[…] Muchas veces, y ahora solo me estoy refiriendo a situaciones de interacción grupal, el
trabajo de construcción colectiva del discurso se enfrenta a una constante, a una sumatoria de
«monólogos» donde todos opinan sobre un tema pero ninguno o muy pocos escuchan lo que
dice el otro. En ese caso, un recurso de intervención posible puede ser el de editar a algunos con
sus monólogos dispuestos de tal manera que a posteriori, por efecto de la escucha se produzca
efectivamente un diálogo. Por ejemplo: el tema gira en torno al alta médica. Participan A, B,
C, D…, H, I, J…, etc. Lo que dijo I contesta lo que dijo A, pero A no escuchó a I. Lo edito en
esa secuencia y luego se escucha en la radio. Recién allí A entra en dialogo con I. Y tal vez se
le sume C y D. Allí habría otro efecto de la intervención que provocaría una nueva situación
donde los actores entran en interlocución.

ay recursos radiofónicos ue acompañan este proceso. M sica ue acompa-


ña a la palabra. Separadores de radio tienen el valor de puntuar un decir, una
coma, un punto, un punto aparte. Permite continuar o pasar a otro tema.
En la edición respeto el ritmo, el modo, la manera de construir frases, a la vez
que rescato sobre todo lo que genere como vínculo, como lazo, una propuesta de
diálogo con otros.
© FUOC • PID_00227500 286 Experiencias innovadoras en salud mental

Se trata de un problema ético complejo ¿desde dónde me posiciono para de-


finir qué es interesante y qué no lo es? Entonces tomo tramos que tengan que ver
con procesos de construcción colectiva del discurso.
No escucho a un «enfermo» sino a un sujeto ue en su devenir enfermó, en
cuanto momentos que desencadenan sufrimientos insondables en quien padece
y en su entorno.
Escucho a sujetos que llevan veinte o treinta años encerrados que ahora em-
piezan a responder a un llamado que viene de otro lugar (esto funciona como
acontecimiento .
La posición ética de quien edita funciona como «predicado universal» que
tiene ue ver con suponer potencia en el discurso de cada uien. Desde la posi-
ción de quien interviene, registra, o edita hay una suposición de que ese colecti-
vo de personas puede decir cosas potentes e interesantes. Esta posición de «oyen-
te» de alguna manera va a preconfigurar las características del dispositivo y de las
producciones mediatizadas. Esa posición de oyente supone potencia del espacio
montado y de quienes estén allí.
Escucho a veces matrices de la cultura actualizarse en esos decires. Por ejem-
plo «La mujer y la costilla». Transcribo una secuencia entera, sin editar. Solo se
toma un tramo que no dura más de cuarenta segundos.

Ramón Por eso, el hombre está en esta tierra y había perdido la verdadera vida de
ellos. O sea, que era el paraíso que los llevaron y el reino de los cielos...

Barrios Claro. «No es bueno ue el hombre esté solo», dijo Dios, y creó a la mujer de
la costilla de Adán...

Alfredo coordinador ¿Cómo?

Barrios Por ue digo ue es la ley natural de la vida tener ue reproducirse, nacer y


morir, en la palabra de la Biblia está, y lo conoce hasta el más tonto, y dice así «No es
bueno que el hombre esté solo, e hizo a la mujer de la costilla de Adán. Fue entonces
cuando Adán se enojó con Eva, por ue le hizo cometer el pecado y le dijo Devolve-
me la costilla!”».

Carlos: Claro, lo que vos decís es que las mujeres nos deben una costilla. Que no se
hagan las tontitas...
© FUOC • PID_00227500 287 Capítulo X. Retazos de La Colifata

Barrios interrumpe Por ue vive a costillas del hombre. Por eso la mujer vive a costi-
llas del hombre!

Toda mi vida escuché y utilicé el dicho «vivir a costillas de...» cuando alguien
se aprovecha de otro o vive del otro. Se dice com nmente «No voy a permitir
que sigas viviendo a costillas mías». Utilizamos esa frase cotidianamente: «vivir
a costillas de...». Es una denuncia frente a quien se parasita. Yo no sabía que debía
su origen a un mito bíblico que reduce la condición de la mujer a la posición de
deudora del hombre, y nada menos que deudora de su ser.
Esa conversación derivó en un microprograma radial que luego se llamó «Ba-
ses bíblicas para una cultura machista».
Al escuchar este diálogo, escucho sujetos que producen sentido en el encuen-
tro. Pero también escucho no solo sujetos en cuanto expresión de una traza sin-
gular, sino procesos culturales en producción. O más bien, cultura en deconstruc-
ción. Colectivo de personas deconstruyen, sin proponérselo, ciertas matrices de
significación y comportamiento, apelando a la Biblia. La mujer queda ubicada en
posición de deudora: vivir a costillas de… Mito bíblico.
Mi tarea era facilitar la posibilidad del encuentro con otros. Entonces, la edi-
ción o el montaje tenían que ver con pensar cómo facilitar o asistir la posibilidad
de un encuentro en la palabra, entre los oyentes y los pacientes. En esta acción se
constituía ya una radio.
¿Por ué escucho de esta manera? Al escuchar así, tiendo a construir condicio-
nes de comunicabilidad y producción de lazo. Y si logramos eso están dadas las
condiciones para un trabajo clínico con la psicosis. Mi trabajo no es de traduc-
ción sino de transducción.
oy, con el desarrollo tecnológico alcanzado, la dificultad no está en hacer
una radio. La dificultad está y estuvo en generar hechos comunicacionales que
produzcan encuentro entre las personas.

1.6. Eternidades parlantes

Llegamos a adentrarnos en un dispositivo «manicomial». Lo abordamos como


uien se dirige a un nicho ar ueológico de enorme valor antropológico. Su loca-
lización territorial, sus modos de funcionamiento y el hecho de que allí hay
personas que lo habitan desde hace larga data, producen rituales y disciplina-
mientos. Pero hay algo ue se escapa, ue se desata en el decir de estas personas,
© FUOC • PID_00227500 288 Experiencias innovadoras en salud mental

y en la utilización que ellos hacen de los espacios en el «adentro manicomial» (el


fogón, la ranchada, los espacios alternativos . Vamos hacia allí como dirigiéndo-
nos a un lugar donde hay «quedares rotos». Condenados al olvido se reúnen
entre sí actualizando matrices de significación que han «decantado»... A propó-
sito de esta cuestión el poeta Miguel Abuelo dice: «[…] yo soy el quedar roto de
tu paso olvidado», y contin a « ... a uel ue te camina… descalzo». Probare-
mos a crear condiciones para que ese «quedar roto» vuelva a caminar y se erija en
nombre propio. Escucharemos desde allí también. «Soy todos tus olvidos y de
todos tus olvidos aparece mi alimento»…
Inventamos un dispositivo nuevo, el radiofónico grupal, donde eternidades
parlantes en carnes sufrientes emanan sentido y sin sentido en posición –no
siempre– de objeto: objetos del goce OTRO.
Creamos una instalación artística sonora, un círculo mágico, un ritual de los
encuentros, adentrándonos en otro dispositivo el manicomial. Institución admi-
nistradora de olvidos y multiplicadora de des-hechos que en su contacto inevitable
por tener que vivir el encierro pero sobre todo por el hecho de los agenciamientos
irrenunciables del ser, concentran la «tuferia» de una sociedad enferma y eternal.
Eternidades parlantes emanan del reservorio, y se sienten convocadas por el
dispositivo nuevo que aloja y produce líneas de fuga hacia «orejas incalculadas»,11
los oyentes.
Será el «oyente» uien por estructura realice una operación transformar la
eternidad en noticia.
Oyentes que transforman «eternidad» en «noticias de la eternidad», dispositi-
vo radiofónico grupal DRG como dispositivo abierto, dialogal ue lo propicia.
Concluimos.
Eternidad parlante en quien habla / es hablado.
Noticias de la eternidad para uien escucha poesía en esta radio .
Pero… ¿ uién escucha?
En La Colifata lo más importante es la escucha:
Escucha el analista, escucha en el dispositivo y luego en la edición.
Escucha el oyente y con su escucha produce a quien habla.
Escucha el integrante de La Colifata, que al escuchar se escucha. Y se escucha
ya atravesado por la «herida del tiempo» que él mismo ayudó a producir en situa-
ciones de encuentro.

11. Percia, Marcelo. Deliberar la psicosis, capítulo sobre La Colifata.


© FUOC • PID_00227500 289 Capítulo X. Retazos de La Colifata

El tiempo será la distancia, el tiempo será la medida que haga tolerable la eter-
nidad parlante, pero será más, mucho más. Es lo que permitirá trazos de singula-
ridad. Quizás la terapia sea esa.
© FUOC • PID_00227500 291 Capítulo I. La promoción de la salud

Capítulo I
La promoción de la salud

1. Colifata Solidaria

Fue la construcción de un p blico in uieto lo ue dio posibilidad al surgi-


miento de Colifata Solidaria comenzó en 1998 como una idea simple utilizar la
radio como medio para motorizar flujos de intercambio entre actores de la comu-
nidad, siendo los usuarios o integrantes de La Colifata los promotores de esos
encuentros.
Este programa de acción plantea un cambio de posición no solo en cuanto a
los usuarios del espacio, sino ue exige además repensar la función de los coordi-
nadores y el nuevo lugar ue ocupa la comunidad, organización o grupo en
donde se interviene. Permite, además, constatar la ri ueza o potencia del DRG
también a la luz de la aparición de nuevas tecnologías.
La clínica acontece, sucede. En el despliegue de dispositivos abiertos se habilitan
conexiones nuevas y situaciones impensadas ue posibilitan un abanico de in-
tervenciones conforme a entre otras cosas la construcción de ese otro «sujeto
de la intervención».
Antes de 1998 las transmisiones en espacios p blicos o institucionales tenían
por objetivo principal la tarea antiestigma, confrontar idea previa a experiencia en
el encuentro era la fórmula, pero con la primera Colifata Solidaria en Bariloche el
eje cambió, pasando a ser importante la radio como experiencia de promoción de
potencias de la comunidad y la de supuesta en conexión. Se ubicaron sus integran-
tes como parte activa de la misma, estimulando con el dispositivo el intercambio
de los flujos potentes o recursos salutíferos. Este corrimiento reconfiguró el modo
de concebir las intervenciones, nos obligó a repensar el «sujeto de la interven-
ción» y complejizó el lugar de uienes intervenimos en el dispositivo. La salida
de la «instalación colifata» fuera del hospital y el nuevo lugar ocupado por sus
integrantes como promotores de espacios de salud no nos llevó a abandonar los
© FUOC • PID_00227500 292 Experiencias innovadoras en salud mental

objetivos clínicos para con los usuarios,1 pero sí a repensar el modo de acompa-
ñamiento frente al cambio de posición. Además, correr el eje de la escena ligada
a la lucha contra el estigma y la discriminación nos permitió abordarlo de otro
modo, cambió la construcción de ese otro «social» frente a uien intervenimos,
ya no es alguien ue porta prejuicios ue trataremos de desarmar, sino alguien
ue podrá poner en juego sus saberes, ue discutirá con otros acerca de la b s-
ueda de soluciones a un problema, ue podrá interrogarse sobre situaciones
varias ue no necesariamente remitan al estigma o a la exclusión ligadas a perso-
nas con diagnóstico psi uiátrico. Tal vez lo más importante es ue se deja de ir al
encuentro de otros para hablar de sí mismo la construcción ue el otro hizo de
mí . Un sí mismo ue se afirma en la negación de la construcción del otro, una
identidad constituida en resistencia. Esa posición puede ser «dadora» de identi-
dad pero tal vez pueda haber otras posiciones posibles. Deconstruir la identidad
de loco no es solamente afirmarse en su negación, constituirse en un cuasi mili-
tante de su negación, identidades en resistencia ue obturan o impiden el desarro-
llo de nuevos devenires identitarios. Para trabajar en salud mental con dispositi-
vos abiertos es necesario salirse de los circuitos establecidos para la salud mental
e ir al encuentro en lo social. Para ello los dispositivos radiofónicos de produc-
ción de encuentro en la comunidad ue interrogan las prácticas de otros, ue las
difunden, ue las ponen en contacto son una herramienta til ue desde una
concepción de salud mental comunitaria pueden activar y favorecer procesos de
producción cultural. Y más si los habituales «usuarios» de estos espacios forman
parte importante del proceso. Constatar para uien participa en tanto digamos
«actor externo» todo lo ue fue posible en el marco de un encuentro con «locos»
produce tal vez con mayor fuerza los efectos desestigmatizantes deseados y pue-
dan modificar prácticas futuras. La fórmula de antaño no se suprime sino ue se
ve incorporada en una nueva configuración.

2. Rehabilitación ¿o promoción y empoderamiento?

Nuestra propuesta es reabordar la problemática de la rehabilitación a partir de


crear espacios de capacitación para los usuarios sobre temas ue excedan directa-
mente la cuestión de la estigmatización a causa del padecimiento mental exclu-

1. Nuestro criterio «diagnóstico es diferenciado y se basa en el cuadro de situación o vulnerabilidad y


recursos.
© FUOC • PID_00227500 293 Capítulo I. La promoción de la salud

sión/inclusión, discriminación/integración, comunicación, medio ambiente,


sostenibilidad, buenas prácticas, etc. , para ello, a través de la radio y la televi-
sión, salimos a la comunidad, habilitando lugares de palabra, reflexión y expre-
sión colectiva.
Colifata Solidaria consiste en sacar la radio del psi uiátrico y poner en acción
lo particular del DRG para intervenir en diversos espacios territoriales, promo-
viendo el empoderamiento colectivo respecto a problemas particulares y de ca-
rácter global. A uí entran en juego dos conceptos centrales con relación a los
usuarios, ya ue se materializa en colectivos de personas con sufrimiento psí ui-
co, el pasar de ser objetos de la rehabilitación psiquiátrica a ser sujetos de la promoción
de acciones saludables. Se propone dejar el lugar de objeto de las políticas de salud y
sociales, para ser sujeto que promueve ciudadanía, ue construye comunidad.
Los usuarios se ubican como articuladores de acciones solidarias entre la co-
munidad son vector para el intercambio, generadores e intermediarios de flujos
solidarios sociales. Facilitan la transferencia de recursos de una región a otra, de
un sector de la comunidad al otro, utilizando variados dispositivos mediáticos.
Se constituyen igualmente como promotores de espacios de palabra y empo-
deramiento ciudadano mediante el DRG disparan las temáticas ue se trabaja-
rán, y tanto ellos como los profesionales intervinientes operan como garantes de
palabra, promoviendo espacios para la simbolización y elaboración de proble-
mas de la comunidad y sus posibles soluciones.
Lo importante es ue nadie puede estar en posición nicamente pasiva se
tratará siempre de una propuesta de intercambio, como principio básico ue in-
cluye tanto a usuarios como a la comunidad en general.
ay un intercambio de producciones deseantes no es un proyecto de caridad,
sino de solidaridad y de promoción de relaciones dignas y productoras de senti-
do. Es un proyecto de encuentro ue busca crear acontecimiento.
Pensaremos la salud mental colectiva como a uello ue se produce, se crea y
recrea en el encuentro de subjetividades creando condiciones para nuevos trazos
de tinte singular. Y ubicaremos la «rehabilitación» desde el eje de la «promoción»,
realizando una operación ue permita intervenir en el tercer nivel de atención
justamente haciendo lugar al desarrollo del primer nivel, es decir, la promoción.2

2. Me refiero a la distinción en «niveles de prevención en salud», seg n la OMS, siendo el primer


nivel la prevención primaria, ue implica la promoción el segundo la prevención secundaria, ue
abarca el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno, y el tercero la prevención terciaria, ue se
refiere a la acciones relativas a la recuperación integral de una enfermedad clínicamente manifiesta.
© FUOC • PID_00227500 294 Experiencias innovadoras en salud mental

En todos los casos habremos de identificar previamente problemas puntuales


y actores ue intervienen para buscar su solución. En ese sentido, la información
ue puedan darnos personas u organizaciones ue trabajen sobre el particular
será de suma importancia. Pueden, asimismo, dictar talleres de capacitación para
los usuarios, y/o recibirnos en su comunidad para colaborar en el armado de un
diagnóstico de situación condición necesaria y previa para pensar cual uier posi-
ble abordaje. Nosotros aportaremos llevando nuestras herramientas de interven-
ción a sus comunidades y en la posterior difusión se trata de intervenir en lo
micro e irradiar hacia lo macro.
ablamos de llevar a cabo acciones de mediano y alto impacto ue logren
ingresar en la agenda p blica temas vinculados a problemáticas ue son de todos
en cuanto miembros de una comunidad, excediendo los límites impuestos entre
salud y enfermedad, favoreciendo el trabajo ue vienen haciendo personas u
organizaciones en sus comunidades y difundiendo estas experiencias en ámbitos
ue excedan su territorialidad.
Se logra, además, una acción con efectos desestigmatizantes, gracias al hecho
de ue sean los mismos usuarios los promotores de estos espacios en salud. La
clave está justamente en producirse actores de una comunidad atravesados por las
mismas problemáticas de esa comunidad de la ue vienen. Podemos decir ue,
de esta manera, se uiebra en la práctica, en la acción y en la propuesta, la divi-
sión ue el otro social ha hecho «objetivando» una problemática la «locura», los
«lo ueros», etc., como si fundara una especie de sujeto de otra tierra.
Los usuarios son convocados a ser protagonistas de cambio social. En este sen-
tido, pensamos la rehabilitación no como ensayo para una supuesta reinser-
ción, sino como una operación ue habilite un nuevo espacio inscripto en la cultu-
ra y su tiempo. Los «rehabilitados» de ciertas prácticas, en todo caso, seríamos
muchos englobando a lo ue llamamos «comunidad». La operación provoca
un presente ue convoca a un estar compartido y viviente, y los usuarios se
recuperan promoviendo, como señalara anteriormente, el empoderamiento
ciudadano.
El proyecto transita a través de cuatro momentos, sumando un uinto desti-
nado a la evaluación.
El primer momento contempla el desarrollo de talleres de capacitación dicta-
dos por organizaciones de la sociedad civil o actores ue ya se encuentren desa-
rrollando alg n trabajo con relación a la problemática ue se abordará. Los des-
tinatarios de estos talleres serán los usuarios, y la coordinación estará a cargo de
nuestros profesionales de la salud.
© FUOC • PID_00227500 295 Capítulo I. La promoción de la salud

Los usuarios también pueden ser capacitadores en ocasiones por ejemplo u-


lio, participante de La Colifata, viajó a la ciudad de Bariloche, donde realizó in-
formes en formato de televisión. Vivió desde cerca la problemática de la gente
ue habitaba alrededor de un basural, y luego se encontró en capacidad de comu-
nicar a sus compañeros su experiencia y los problemas ambientales y sociales del
lugar. Otro ejemplo es el de Fernando, otro participante, uien viajó a Bolivia y
conoció el trabajo de la comunidad Inti Wara Yassi, ue sostiene una reserva para
la rehabilitación de animales salvajes ue han estado en cautiverio, promovien-
do el regreso a su hábitat natural.
El segundo espacio se constituye en la intervención desde el DRG. Por medio del
dispositivo radial grupal, llevamos una propuesta estética, para trabajar las di-
mensiones de lo ético y lo político. Lo ético pensado en términos de producción
de subjetividad, y lo político en el sentido de la dirección ue uiera tomar el
grupo en el intento de resolución de sus problemas. Lo estético creará condicio-
nes para la producción en las otras dos dimensiones.
El DRG en los patios del Borda trabaja la dimensión ético-terapéutica las in-
tervenciones en la comunidad, si bien no pueden pensarse como terapéuticas,
serán intervenciones de promoción de la salud.
En el espacio de Intervención a través del DRG también podemos mencionar
dos variantes una sería instalar una radio abierta en la comunidad donde los usua-
rios, como promotores de salud y en el marco del DRG, trasladan el dispositivo
mediante sus habituales programas de radio, pero dedicados esta vez a la temáti-
ca ue se trate oficiando de disparadores para la toma de la palabra por parte de
la comunidad. Serán los profesionales ue coordinamos uienes facilitaremos el
puente de comunicación entre los usuarios de La Colifata y los participantes ac-
tores ue trabajan sobre la problemática, organizaciones de la sociedad civil, la
comunidad en general , a la vez ue estimularemos a la comunidad para ue
trabaje alrededor de sus problemas y produzca, reflexione, piense e imagine solu-
ciones.
La otra variante pone en juego el DRG pero su acción es destinada a los inte-
grantes de la organización u institución ue nos convo ue. Es un espacio para
ue la organización piense y reflexione en torno a su acción en un contexto
creativo y l dico. Es la oportunidad de conocer «la má uina deseante» en acción
lo ue motiva a ese colectivo.
Este espacio se graba y posteriormente pueden editarse y difundirse algunos
microprogramas con el objetivo de comunicar la tarea y «contagiar entusiasmo
emprendedor», entre otras cuestiones.
© FUOC • PID_00227500 296 Experiencias innovadoras en salud mental

El tercer espacio será la producción de contenidos, a partir de la edición en


formato radio y televisión de todo lo ue se produjo durante las intervenciones
y el cuarto espacio abarcará la difusión de los mismos por medio de todas las
plataformas comunicaciones. Las ue tienen ue ver con el universo radiofónico
son FM Radio La Colifata, Red Retransmisora de Radio La Colifata y Colifata On-
line, así como la eb de La Colifata, ue permite realizar descargas.
Ligadas a la televisión encontramos la Red Retransmisora de Colifata TV ca-
nal de la ciudad y otros , Colifata TV Web, ue es nuestro canal de YouTube, y
también la página eb de La Colifata. Igualmente tienen un papel en la difusión
las redes sociales como Facebook y T itter, además, todo el material editado de
radio y televisión es entregado a la organización participante, persona o estado
con uien hagamos alianza para ue puedan realizar todas las conexiones ue
deseen con radios y televisiones locales.

2.1. Reseña de antecedentes de Colifata Solidaria

Colifata Solidaria surge a partir de las sucesivas evaluaciones de nuestras ac-


ciones en el campo comunitario dirigidas en un principio sustancialmente al
problema de la estigmatización de la figura del «loco» y ue consistían en la re-
transmisión de las producciones de radio y televisión en formato de micropro-
grama, en más de treinta emisoras de Argentina. Estas producciones, efectuadas
por sujetos diagnosticados de psicosis y dirigidas a a uellos ue portando pre-
juicios basados en el desconocimiento y el miedo practican habitualmente
conductas de marginación y discriminación, tenían por objetivo intervenir en el
plano de las representaciones, generando instancias de reflexión, buscando ha-
bilitar otro tipo de prácticas.
Un paso siguiente y muy importante, por su alto impacto y visibilidad p blica
cincuenta y cinco intervenciones desde el año 1991 y más de veinte mil personas
asistentes aproximadamente , fue sacar la radio del hospital psi uiátrico mediante
la instalación de radios abiertas con la modalidad DRG en plazas y paseos p blicos,
para fortalecer la participación de la comunidad y producir un encuentro directo.
En ese momento se buscaba generar un espacio vivencial donde uien participara
pudiera contrastar su «idea previa» con «percepción en el encuentro», suponiendo
ue en ese movimiento se crearían condiciones para la desestigmatización.
En 1996 Radio La Colifata empezó a ser retransmitida en la ciudad de Bariloche.
Un grupo de oyentes comenzaron a hacer envíos de ropa, yerba y az car al hospital
© FUOC • PID_00227500 297 Capítulo I. La promoción de la salud

cada cuatro meses, hasta ue una vez enviaron un mensaje diciendo ue soñaban
con regalarles a los «colifatos» un viaje a Bariloche, especie de vacaciones en ese
lugar paradisíaco. Fueron ellos mismos entonces uienes se movilizaron para ges-
tionar pasajes, estadía, comida y paseos. Lograron el apoyo de los comerciantes de
la calle principal muchos eran también oyentes de La Colifata y la aprobación del
intendente, uien cedió un predio municipal para la estadía. El dueño de un hotel
financió la comida para veintidós personas, hubo agencias de turismo ue dona-
ron pa uetes turísticos y empresas de colectivos ue aportaron paseos.
En contrapartida, los profesionales ue trabajamos en La Colifata les propo-
nemos a los usuarios ue piensen un modo en ue pudieran retribuir el esfuerzo
de esa comunidad por integrarlos. Entonces aparece la idea de la radio como po-
tencia tener una radio, y ue sea propia, les permitía llevar a cabo acciones no
solo para llegar a la comunidad, sino, además, para ayudarla.
Algunos propusieron hacer una campaña de ayuda para los mapuches,3 aun-
ue, luego de varias jornadas de debate, se decidió finalmente generar una acción
en favor de niños en «situación de calle». De esta manera, durante cuatro meses,
se dedicaron a difundir la temática mediante las radios retransmisoras. En ese
lapso de tiempo los oyentes se acercaban al hospital trayendo juguetes, ropa y
tiles escolares.
Para vehicular la ayuda, nos pusimos en contacto con el grupo Encuentro de
Bariloche, una ONG dedicada al trabajo con niños y adolescentes en esa situa-
ción entre diversas actividades, brindaban apoyo escolar, ayuda para la vuelta al
colegio y elaboraban pan y facturas para la venta.
Siguiendo esta propuesta de intercambio, serían ellos los encargados de pro-
ducir el pan y las facturas para todos los desayunos de los «colifatos» durante la
estadía nadie podía uedar ubicado solamente como receptor.
Finalmente, diecisiete participantes y cinco coordinadores viajaron a Barilo-
che y llevaron más de cuatro metros c bicos de donaciones para los chicos. Se
realizó una radio abierta en la plaza principal con participación de emprendi-
mientos culturales, con la presencia de la gente de Encuentro, y los chicos ue
acudían a ese grupo, y todo el evento fue transmitido por una emisora local. Así
nace Colifata Solidaria ya no se trataba solamente de realizar radios abiertas,
sino, además, de articular acciones solidarias entre la comunidad.
oy pensaremos Colifata Solidaria no solo desde la transferencia de flujos
solidarios también haciendo eje en los dispositivos de intervención, diseñados y

3. Comunidad originaria de la zona sur de Argentina.


© FUOC • PID_00227500 298 Experiencias innovadoras en salud mental

coordinados por los profesionales de nuestra organización, con el fin de desarro-


llar espacios para la simbolización y elaboración de los problemas de la comuni-
dad y sus posibles soluciones. Los usuarios serán promotores de instancias de
producción simbólico-cultural, esto es, verdaderos agentes de salud, donando a
otros ese espacio de palabra ue primeramente les hizo bien a ellos.

2.2. Primeras Colifatas Solidarias

Figura 94. Colifata Solidaria en Bariloche. Enero de 1998, participan más de trescientas personas

Figura 95. Colifata Solidaria en Máximo Paz. Pequeño pueblo ubicado a 300 km de Buenos Aires
© FUOC • PID_00227500 299 Capítulo I. La promoción de la salud

2.2.1. Algunas de las Colifatas Solidarias realizadas:

Año: 1998
Lugar: San Carlos de Bariloche, provincia de Neu uén.
Alianza con: Radio Mascaró de Bariloche, oyentes autoorganizados y grupo
Encuentro.
Acción: Intervención a través del DRG en el Centro Cívico de Bariloche. Los
usuarios realizaron una campaña previa de recolección de ropa, juguetes y tiles
escolares para los niños en situación de calle participantes en el grupo Encuen-
tro, uienes a su vez prepararon en su panadería los desayunos para los «colifa-
tos» durante su estadía.
Impacto (número de personas alcanzadas por el proyecto):4
Total aproximado 572
22 usuarios de La Colifata 150 chicos en situación de calle participantes del
grupo Encuentro 400 participantes de la Radio Abierta Solidaria en la plaza
central de la ciudad.

Figura 96. Diario El Cordillerano, San Carlos de Bariloche. Enero de 1998. «Acciones en salud con
participación comunitaria».

4. En todos los casos, Colifata Solidaria ha repercutido en forma indirecta en millones de personas/
oyentes de nuestra red de radios y televisoras retransmisoras.
© FUOC • PID_00227500 300 Experiencias innovadoras en salud mental

Año: 2000
Lugar: Máximo Paz, provincia de Santa Fe.
Alianza con: FM Máxima de Máximo Paz y Asilo Municipal de Adultos Mayo-
res Guillermo áuregui.
Acción: Intervención a través del DRG en la plaza del pueblo. Los usuarios
realizaron una campaña de recolección de ropa y juegos de mesa para los ancia-
nos uienes prepararon tortas ue fueron vendidas durante el evento. Lo recau-
dado fue donado a La Colifata para comprar insumos.
Impacto (número de personas alcanzadas por el proyecto):
Total aproximado 435
15 usuarios de La Colifata 70 personas del asilo municipal 350 asistentes a
Radio Abierta en la plaza del pueblo.

Año: 2001
Lugar: Mar del Plata, provincia de Buenos Aires.
Alianza con: Grupo de la Azotea.
Acción: Intervención a través del DRG en una plaza de Mar del Plata. El objetivo
era ue los usuarios pudieran donar su experiencia a los integrantes del Grupo de la
Azotea y dar visibilidad e impulso a una idea ue estaba surgiendo como un conve-
nio entre la Facultad de Ciencias de la Salud y Servicio Social de la Universidad Na-
cional de Mar del Plata. A partir de allí este grupo comienza a abrir espacios destina-
dos a prácticas ue utilizan la radio como herramienta de transformación social
haciendo partícipes a los vecinos de la ciudad, maestros, escuelas, etc.
Impacto (número de personas alcanzadas por el proyecto):
Total aproximado 235
18 usuarios de La Colifata 70 beneficiarios del Grupo de la Azotea 150
participantes de la Radio Abierta.

Figura 97. La «troupe» colifata llega a Mar del Plata. (Foto: Ignacio Sourrouille 2001).
© FUOC • PID_00227500 301 Capítulo I. La promoción de la salud

Año: 2002
Lugar: Rosario y Carlos Pellegrini, provincia de Santa Fe.
Alianza con: Organizaciones del Barrio Toba, organización para el Bodegón
Cultural Casa de Pocho y grupo La Vagancia.
FM Red TL y AM LT2 de Rosario ambas radios eran históricas retransmisoras .
Radios terapéuticas ue se inspiraron en La Colifata Radio Viento Norte del
Frenopático Fracassi y talleres de radio de la Colonia Oliveros y el ospital de
Agudos vila.
Acción en Rosario: Festival en el Anfiteatro Municipal, donde se montó el
DRG sobre el escenario. Para ingresar al festival los asistentes debían aportar un
alimento no perecedero, ue sería destinado a los comedores del barrio de la co-
munidad Toba, ue funcionan en centros culturales del barrio. Ellos pusieron a
disposición sus murgas para promocionar previamente el evento por las calles
céntricas de la ciudad.
uienes recibían los alimentos eran los integrantes del grupo La Vagancia del
barrio Ludueña, uienes también se ocuparon de conseguir los camiones para
trasladar lo recaudado a los comedores. Además, proyectaban armar lo ue luego
fue el Bodegón Cultural Casa de Pocho, en el lugar en ue vivió el Pocho Leprat-
ti. Para lograr este objetivo, se montaron puestos de venta de comida y bebida
durante el evento, y la totalidad del dinero fue destinada a ese fin.
Araceli Colombo de la AM LT2 de Rosario fue, además de impulsora de La
Colifata en esa ciudad, responsable de armar redes y dar visibilidad a otras radios
inspiradas en nuestro modelo, por lo cual estas experiencias fueron presentadas
por los «colifatos» en el festival para difundir sus actividades.
«Pato» Galetti, de la FM Red TL, fue responsable de toda la organización del
evento y uien convocó a las bandas más importantes del lugar, entre ellos, Cie-
lo Razzo y Los Vándalos, estos ltimos produjeron un single para Radio La Coli-
fata, ue se convirtió desde entonces en el tema de apertura de todas las emisio-
nes, con locuciones de «Olmedo».
Los participantes de La Colifata presentaron a la comunidad de Rosario las
experiencias y organizaciones ue intentan dar respuesta a los problemas de la
ciudad y todas las organizaciones participantes pudieron expresarse en el esce-
nario.
Impacto (número de personas alcanzadas por el proyecto):
Total aproximado 5.317
22 usuarios de La Colifata 80.000 habitantes del Barrio Toba los asistentes
al comedor son aproximadamente doscientos chicos por día 100.000 habitan-
© FUOC • PID_00227500 302 Experiencias innovadoras en salud mental

tes del Barrio Ludueña Gran Rosario 25 personas integrantes del proyecto de la
casa del Pocho Lepratti y 40 jóvenes del grupo La Vagancia, donde se encontra-
ban también alrededor de diez jóvenes vendedores de la revista ngel Delata
20 participantes de los talleres de radio del Frenopático Fracassi, Colonia Olive-
ros y ospital de Agudos vila 4.000 participantes de Radio Abierta en Anfitea-
tro umberto Benito.

Figura 98. Diario El Ciudadano, Rosario. Diciembre 2002. «Jornada en la que debieron ocupar el rol de
asistentes sociales».

Acción en Carlos Pellegrini: La intervención en Carlos Pellegrini, un pueblo


de cinco mil habitantes ubicado cerca de Rosario, fue en una plaza donde se tras-
ladó el DRG. Lo interesante es ue este pueblo contaba con un gran asilo ogar
Permanente de la Asociación Italiana osé Mazzini ue recibía personas con
diagnósticos psi uiátricos y problemas mentales de muchas provincias de los
alrededores, era una institución portadora de estigma por parte de la comunidad.
En el encuentro ue se produjo junto a las escuelas del barrio, donde los chi-
cos prepararon poesías y canciones para la emisión, también participaron los
internos de este asilo, vecinos y los padres de los niños, por lo cual se generó una
intervención ue produjo un encuentro entre los integrantes de esa comunidad.
Impacto (número de personas alcanzadas por el proyecto):
Total aproximado 277
22 usuarios de La Colifata 15 internos del ogar Permanente osé Mazzini
90 alumnos de las escuelas 150 personas asistentes a la Radio Abierta.
© FUOC • PID_00227500 303 Capítulo I. La promoción de la salud

Año: 2003
Lugar: Resistencia, provincia de Chaco y Rosario, Santa Fe.
Alianza con: Radio FM Libertad y comunidad Toba.
Acción en Resistencia: Intervención a través del DRG en una plaza de Resis-
tencia con proyección del filme La Colifata TV.5 El evento fue íntegramente
transmitido por Radio FM Libertad.
Previamente los integrantes de La Colifata recaudaron ropa y alimentos para
la comunidad Toba de Resistencia, uienes, a su vez, regalaron sus artesanías y,
como reconocimiento, realizaron la entrega del «Violín de Lata» y compartieron
su tradicional ceremonia del «lavado de pies».
Participaron también los usuarios de la radio Puertas Abiertas del ospital
Psi uiátrico Domingo Cabred, ue viajaron junto a los «colifatos» desde Buenos
Aires.

Figura 99. Junto a Radio Libertad y al pueblo Toba del gran Resistencia. El programa «Sin etiquetas», el
dibujante Miguel Rep y los colifatos animaron una jornada solidaria y de encuentro.

5. La Colifata TV, Promofilm, año 2003. Emitida por el canal Telefé el 4 de enero de 2004.
© FUOC • PID_00227500 304 Experiencias innovadoras en salud mental

Impacto (número de personas alcanzadas por el proyecto):


Total aproximado 430
22 usuarios de La Colifata 8 usuarios de radio Puertas Abiertas del ospital
Psi uiátrico Domingo Cabred 150 personas de la comunidad Toba de Resisten-
cia 250 participantes de Radio Abierta.
Acción en Rosario: Se realiza nuevamente un festival en el Anfiteatro Muni-
cipal umberto Benito, donde se montó el DRG sobre el escenario para dar visi-
bilidad a las experiencias radiofónicas inspiradas en La Colifata ue se venían
desarrollando en la zona.
Participaron nuevamente la FM Red TL y AM LT2 de Rosario, sumándose Ra-
dio Aire Libre y las experiencias Radio Viento Norte del Frenopático Fracassi y
talleres de radio de la Colonia Oliveros y el ospital de Agudos vila, además de
los usuarios de Puertas Abiertas del ospital Cabred de Open Door, Buenos Aires.
Impacto (número de personas alcanzadas por el proyecto):
Total aproximado 4.050
22 usuarios de La Colifata 8 usuarios de Radio Puertas Abiertas del ospital
Psi uiátrico Domingo Cabred 20 participantes de los talleres de radio del Fre-
nopático Fracassi, Colonia Oliveros y ospital de Agudos vila 4.000 partici-
pantes de Radio Abierta en Anfiteatro umberto Benito.

Figura 100. En el escenario una antes del comienzo del festival que contó además con el
acompañamiento de las experiencias radiofónicas de salud mental del sur de la provincia de Santa Fe.
© FUOC • PID_00227500 305 Capítulo I. La promoción de la salud

Año: 2009
Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Alianza con: Unidad de Coordinación de Políticas de uventud UCP
CABA, Fundación P 15, Circo Social del Sur, Movimiento Afrocultural de la
ermandad Bonga, Galpón Cultural Piedrabuenarte y el grupo Cooperanza.
Acción: Con el apoyo de la UCP se desarrollaron alianzas con organizacio-
nes de jóvenes o ue trabajan con jóvenes en barrios pobres y estigmatizados.
Se trata de un proyecto donde los «colifatos» se corren del lugar de asistidos y
pasan a potenciar y dar visibilidad a proyectos genuinos, motorizados por los
propios jóvenes ue viven situaciones de violentación cotidiana, al no poder
tener acceso a vivienda digna, educación, trabajo, derechos, etc. Primeramen-
te se desarrolló un diagnóstico de situación. Luego se realizaron diversos talle-
res donde cada organización presentó su trabajo visitamos el Circo Social del
Sur, P 15 dictó un taller de fotos estenopeicas con sus «monstruocámaras»
cámara artesanales decoradas como pe ueños monstruos , el movimiento
afrocultural aportó con su m sica y tambores y los jóvenes del Galpón pinta-
ron un mural en el estudio de La Colifata junto a los integrantes de la radio,
ue, a su vez, realizaron anuncios de radio y televisión para la difusión de cada
experiencia.
Finamente se realizaron dos intervenciones a través del DRG en los barrios
de Piedrabuena y Ciudad Oculta para trabajar colectivamente con la comuni-
dad la visión estigmatizada hacia los jóvenes y mostrar las actividades de las
organizaciones. P 15 organizó una muestra de fotos, en el Galpón Cultural se
pudieron ver las obras ue realizan y los murales en el barrio, y hubo función
de Circo Social del Sur.
El grupo Cooperanza, ue funciona los sábados en el ospital Borda, tras-
ladó sus talleres hasta la radio montada en Piedrabuena y organizó juegos de
mesa con los vecinos y talleres de dibujo donde los internos enseñaban a pin-
tar a los niños del barrio.
Impacto (número de personas alcanzadas por el proyecto):
Total aproximado 362
35 usuarios de La Colifata 20 usuarios de Cooperanza 12 integrantes de
Galpón Cultural Piedrabuenarte 15 de Fundación P 15 20 de Circo Social
del Sur 10 del Movimiento Afrocultural de la ermandad Bonga 250 perso-
nas asistentes a radio en Ciudad Oculta y Piedrabuena.
© FUOC • PID_00227500 306 Experiencias innovadoras en salud mental

Figura 101. Además de las mencionadas, La Colifata ha realizado cientos de intervenciones fuera del
psiquiátrico. Una de ellas fue en la Provincia de La Pampa para acompañar y promover reformas
psiquiátricas en la región. Así lo refleja «El Diario» de Santa Rosa en su sección cultura. Noviembre de
2005.

Figura 102. Colifata Solidaria en Rosario, año 2002. Participaron cerca de cinco mil personas que llevaron
alimentos y ropa a los barrios de Toba y Ludueña. La convocatoria se hizo mediante las radios que
retransmiten los microprogramas de La Colifata en esa ciudad. (Foto: Ignacio Sourrouille 2002)
© FUOC • PID_00227500 307 Capítulo I. La promoción de la salud

Figura 103. Al día siguiente, la comitiva de veinte «colifatos» se acercó a los barrios de Toba y Ludueña
para entregar lo recaudado (cinco toneladas de alimentos). (Fotos: Ignacio Sourrouille 2002)

Figura 104. Jóvenes de Piedrabuenarte pintando el mural en el estudio de Radio La Colifata. (Foto: La
Colifata 2009)
© FUOC • PID_00227500 309 Capítulo II. Crónica de una intervención...

Capítulo II
Crónica de una intervención de la Asociación La Colifata
en el barrio 34 Hectáreas de Bariloche a pedido de la
fundación Nuevo Encuentro. Informe para Ashoka1

Este es el informe escrito con formato de crónica sobre las actividades realiza-
das en Bariloche en el marco del programa de intercambio entre fellows impulsa-
do por Ashoka.
Gustavo Gennuso, presidente de la Fundación Gente Nueva, fellow de As-
hoka, y Alfredo Olivera, presidente de la Asociación Civil La Colifata, Salud Men-
tal y Comunicación, fellow también, acordaron un intercambio entre las organi-
zaciones ue presiden. El pedido surgió de Gustavo Gennuso luego de haber
intercambiado ideas en el Encuentro Latinoamericano de Fello s realizado en
agosto de 2006.
El objetivo explícito y manifiesto de nuestra convocatoria es montar un pro-
yecto de comunicación comunitaria ue ayude a poner en marcha un proyecto
de radio con objetivos de inclusión social y de construcción y reconstrucción de
espacios identitarios en un barrio llamado 34 ectáreas. El aspecto valorado de
nuestra experiencia es el de la metodología de producción y transmisión de mi-
croprogramas.
Este informe adoptó un método expositivo un tanto extraño. Creo ue con-
centra tres informes en uno, para ue sea leído por tres destinatarios diferentes

– Para la gente del programa Desafío de Ashoka. El objetivo es contarles ue


vuestra inversión no fue en vano, al menos a mí me resultó muy til vuestra
ayuda.
– Para los responsables del proyecto de comunicación de la Fundación Gente
Nueva, a uienes les agradezco haber confiado en nosotros, este informe pre-

1. http //argentina.ashoka.org/alfredo-olivera, .ashoka.org


© FUOC • PID_00227500 310 Experiencias innovadoras en salud mental

tende formar parte del intercambio, es un intento de devolución y ordena-


miento de nuestro trabajo de esos días.
– A mis compañeros de trabajo en La Colifata ue somos uienes llevamos ade-
lante todos los días este modelo de trabajo en permanente construcción.

a) Agenda y cómo se llevó a cabo


Crónica
Previa a la salida a Bariloche, desde nuestra organización hicimos una serie de
talleres para estudiar el trabajo de la Fundación Gente Nueva mediante su página
eb. El objetivo de esos encuentros era m ltiple

– Nos interesaba ue el integrante de Radio La Colifata ue viajara junto a la


coordinación se informara sobre la tarea social ue la Fundación Gente Nue-
va hacía en Bariloche, para poder pensar su intervención. La persona elegida
para viajar fue ulio Díaz, y esta elección respondió a una estrategia terapéu-
tica diseñada desde los psicólogos de nuestra organización ue consideró
pertinente su viaje. ulio sería el encargado de describir el trabajo para el
protagonismo social ue lleva adelante la Fundación Gente Nueva mediante
sus crónicas e informes ue realizaría para La Colifata TV, y además el repre-
sentante de sus compañeros frente al grupo a uienes nos to ue coordinar o
asesorar.
– Era oportunidad para pensar junto a uan Pablo Olivera editor de micropro-
gramas de Radio La Colifata los criterios de edición y el modo de transmitir
esos criterios.
– Oportunidad para mí también de conocer desde lo macro el trabajo de la Fun-
dación Gente Nueva e imaginar una posible intervención. En esos encuen-
tros, y como resultado de algunas comunicaciones previas con los integrantes
de la Fundación, surgió la preocupación por el diseño de un dispositivo «ma-
dre» de recepción sonora y el pensar ue podría ser móvil.

Miércoles 27
Llegada a Bariloche. Arriban Alfredo, ulio y uan Pablo, editor de Radio La
Colifata y camarógrafo de La Colifata TV. Por la tarde nos reunimos de modo
informal con Gustavo Genusso y una de las responsables de coordinar el proyec-
to de comunicación en los Barrios del Alto periférico a Bariloche . Escuchamos
algunos microprogramas de La Colifata.
© FUOC • PID_00227500 311 Capítulo II. Crónica de una intervención...

Jueves 28 por la mañana


Reunión con Gustavo Gennuso, Verónica y Mariana ambas responsables del
proyecto . El tema es definir las actividades y el formato ue se seguirá.
Marco la importancia del trabajo en cuatro instancias, y propongo intentemos expe-
rimentar el pasaje por cada una de ellas. La intención es que en dos días podamos
atravesar todas esas instancias de modo práctico y vivencial. Ese será el método escogi-
do para intentar comunicar la lógica de nuestro trabajo.

– DISPOSITIVO RADIAL GRUPAL (DRG). Creación del dispositivo de recep-


ción de sonoridad humana Propongo el modelo del DRG. Discutimos sus
características. ¿A uiénes se convoca, ué temas se tratarían, cómo se organiza
el espacio? Gustavo, Verónica y Mariana definen actores y mencionan coordi-
nadores de proyecto, capacitadores, e uipo de promotores y referentes del ba-
rrio. Está claro ue la idea es generar productos radiofónicos en formato de
microprograma, para luego ser irradiados en radios locales. Manifiestan interés
en ue los ayude a pensar criterios de edición o montaje de los mismos. Sin
embargo, no hay mucha claridad respecto del espacio ue se creará para regis-
trar la palabra de la gente del barrio, y hablamos con relación a ese tema. Estu-
vieron pensando varias alternativas Una agencia de buenas noticias, un espa-
cio donde sean convocados referentes del barrio ue a su vez traigan un temario
ue emane de sus grupos de origen, etc. Luego de reflexionar en conjunto du-
rante unas horas, Mariana habla de posibles reuniones de producción con gen-
te del barrio ue se podrían grabar y ue estas podrían ser itinerantes. La radio
se dirige a un lugar y propone un espacio abierto donde los vecinos charlan de
lo ue uieran o de lo ue consideran son sus problemas acerca de sus activida-
des o proyectos. Luego el e uipo promotor o el e uipo de referentes del barrio
edita fragmentos de lo producido en esos espacios y compone microprogramas
para ser retransmitidos. Verónica habla de la dificultad para pensar espacios
abiertos y se refiere a los temas, si son abiertos o no, si se va con una propuesta
o temario para discutirlo o si se deja abierto a lo ue surja. Desde La Colifata
proponemos la creación de una radio móvil ue pueda ir a las distintas insti-
tuciones del barrio o allí donde la gente se re na. En cada lugar, ya sea con
ancianos, trabajadores de un taller, estudiantes, amas de casa o todos juntos,
la idea es construir junto a ellos un espacio garante de palabra circulante, para
la construcción de una trama ue ayude al vecino o la vecina a pensar y pen-
sarse en su vida cotidiana. Ofrecimiento de un espacio reflexivo en un am-
biente creativo y l dico donde los recursos sonoros promuevan la construc-
© FUOC • PID_00227500 312 Experiencias innovadoras en salud mental

ción y deconstrucción de identidades en un clima de hospitalidad y confianza.


La radio como un espacio ue fomente la creación de grupo e identidad, ue
estimule la autorreflexión y a la vez ue se abra. La radio como un dispositivo
abierto ue lleve a la gente del «alto» al centro de la ciudad y viceversa. Dispo-
sitivo de radio ue pueda a su vez descender a la b s ueda de «la historia
mínima» a lo «particular» presuponiendo allí lo «universal». Ese es uno de los
ejes para repensar fronteras. En lo «particular» habita lo «universal» y su po-
tencia comunicable. La dirección propuesta va desde la espontaneidad a la
forma radial como punto de llegada, y no al revés.

– EDICIÓN DE MICROPROGRAMAS. A partir del registro del acontecer en un


taller cada espacio de radio se graba trabajaremos en la edición con criterios
éticos, estéticos y políticos. La política se construye atendiendo al «diagnósti-
co de situación» y se tejerá entre la distancia del problema y la visión para traba-
jarlo. El diagnóstico nunca será definitivo, es en construcción permanente y
responde a las características de la propuesta cuyo sello distintivo es la escucha y
su condición sensible. La radio no solo emite, la radio escucha las razones y sin-
razones de la discriminación/exclusión del macro social sobre lo micro barrial, y
de la autodiscriminación/autoexclusión del micro grupal y su modo de consti-
tuirse y presentarse frente al macro. En cuanto al diagnóstico inicial, Gustavo
Gennuso dice « … Fundación Gente Nueva ha iniciado un proceso de trabajo
en una zona muy pobre de la ciudad de Bariloche donde, además de la exclusión
ue viven los vecinos, hay una imagen ue el resto de la comunidad tiene sobre
ellos y una autoimagen de los mismos vecinos ue los marginaliza a n más». Lo
ético se juega en la apuesta a la toma de la palabra en nombre propio a cargo del
grupo, a la creación de instancias deliberativas en el sentido del empoderamien-
to y protagonismo grupal para construir sus representaciones deconstruir tam-
bién . Finalmente lo estético no solo se jugará en la calidad de la edición sino en
la plasticidad como estilo de coordinación hacia construcción de tramas o líneas de
sentido en el DRG. Pensaremos la edición como intervención en la edición
están presentes las tres dimensiones nombradas lo político, lo ético y lo estético
en su doble dirección hacia la gente del barrio y hacia la comunidad en general.
Resultado de este proceso será la confección de microprogramas.

– MECANISMO DE RETRANSMISIÓN DE MICROPROGRAMAS. Mecanis-


mo de transmisión de microprogramas en varias radios de la ciudad de Bari-
loche. Importancia de definir políticas de difusión ue promuevan e inclu-
© FUOC • PID_00227500 313 Capítulo II. Crónica de una intervención...

yan la participación del oyente. Crear un registro grabar , la producción


sonora del oyente.

– REGISTRO Y RETORNO DE LO QUE SE PRODUCE EN LA AUDIENCIA. Lla-


mados telefónicos, correos electrónicos, cartas, visitas, etc. Retorno a los es-
pacios de encuentro en radio abierta de los mensajes o hechos producidos por
los oyentes para ue los protagonistas del barrio lo escuchen.

Acordamos generar un primer encuentro para la tarde de ese día jueves 28 de


septiembre con la participación de coordinadores, capacitadores y promotores o
referentes del barrio o alguna de sus instituciones. El espacio dedicado a pensar
ué tipo de proyecto de radio uieren será llevado a cabo con el formato de Radio
La Colifata dispositivo radial grupal, DRG , ue es un dispositivo de interven-
ción en situación, pensado en términos del acontecer, y de construcción de sentido
mediante la creación en el marco de un proceso de historia de grupo de ambien-
tes ue faciliten la circulación de la palabra con técnicas ue vienen del campo de
la comunicación y específicamente de la radio. Con el devenir del tiempo y aten-
diendo a la dinámica grupal, los protagonistas podrán inventar programas, busca-
rán cortinas musicales, etc. Irán desde la convocatoria sonora dispersa y el uso de
la palabra hasta la forma de lo radial. Desde la coordinación se utilizarán separa-
dores y otros recursos de intervención. abrá una propuesta de estilo de coordi-
nación ue siempre tienda a abrir sentido, a transformar certezas en preguntas, a
facilitar la circulación de la palabra tratando de ampliar la participación del gru-
po. Todas esas serán pensadas en términos de «intervención». Cuando decimos
intervención nos referimos a a uella acción ue pueda hacer el coordinador o los
coordinadores para promover el trabajo del acontecer grupal.
En ese sentido, distinguiremos las intervenciones en dos tipos

– Intervenciones verbales: Son para promover la emergencia de lo particular


en el grupo, a uello ue ayude a producir subjetividad. Facilitar la circulación
de la palabra, generar preguntas ue «abran» en el sentido de promover el
trabajo reflexivo del grupo, etc.
– Intervenciones no verbales: Intervención no verbal puede ser cortina, sepa-
rador, tanda, microprograma, mensaje de oyente, tema musical. Todo eso
hace a la ARTÍSTICA. En el DRG son pensadas como intervención. La ARTÍS-
TICA se va construyendo en el marco del DRG y se termina con un trabajo
posterior, el de EDICI N, ue luego podrá ser parte de la artística.
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Es importante ue un coordinador interviniente se ubi ue en el espacio al


lado del operador técnico y ue piense su intervención desde estos recursos
también. Devolver instantes sonoros del trabajo de grupo, colocar un tema
musical ue haga más complejo lo ue se discute, o ue ponga una pausa, un
descanso. O ue propicie la emoción, etc. Un microprograma donde puedan
escuchar su propia producción, el llamado de un oyente, la opinión de un
comunicador, etc. Una cortina musical para leer poesía, el anuncio de un
evento. Las pausas, las prisas, los climas, las sensaciones… pueden ser acom-
pañados o promovidos por estos recursos. Una frase interesante dicha por
alguno de los integrantes del espacio en alg n momento puede devenir luego
en un separador.
Las intervenciones ue llamo no verbales serán recursos sonoros ue proven-
gan de la consola de operación y reflejarán el proceso de construcción grupal del
espacio.

Jueves 28 por la tarde


ulio Díaz, paciente del Borda, abre «la radio del barrio» dando la bienvenida
a los presentes y proponiendo un modo de trabajo. Leerá la pizarra diciendo el
orden de la programación, dará paso a la presentación individual y luego presen-
tará el primer programa a cargo de las coordinadoras. ulio habla con orgullo,
muestra nuestro modo de trabajo y se ofrece como «modelo». Una posición ue
no está muy acostumbrado a ocupar. Toman la palabra Vero y Mariana, en la
grilla de programación hay escrito un temario ¿ ué radio ueremos? ¿Cómo
nos imaginamos programas?
Comienza el diálogo, algunos presentes cuentan ue con su profesor estuvie-
ron hablando sobre algunos temas por ue tienen pensado preparar un programa
de radio. Los temas fueron el problema de la tierra y su distribución, la violencia
en la familia y las relaciones entre los jóvenes, si eran duraderas o no. ubo risas,
indagamos sobre el tema. Los jóvenes comienzan a contar participa un ama de
casa, el capacitador habla de la relación con su esposa, ue ya lleva trece años,
etc. El tema se instala, parece ue hay interés de hablar de eso. Después de un
tiempo pasamos a la m sica. Durante la tarde se habla de otros temas…, hacia el
final intentamos ue algo de lo artístico se ponga en juego. Un joven elige m si-
ca festiva y ensaya tonos para presentarla. Es el encargado, junto a una chica, de
hacer el cierre de la jornada.
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Jueves 28 por la noche


Edición en Radio Nacional de Bariloche junto a Fernando capacitador de un
microprograma de radio tomando un fragmento de lo discutido durante la tarde
en el marco del DRG.
Elegimos el debate acerca de la duración de las relaciones sentimentales en-
tre los jóvenes hoy, por considerar ue fue lo ue motivó mayor interés entre
los presentes. Considero importante resaltar ue nadie tenía la menor idea de
ue íbamos a terminar tratando ese tema. Saber soportar la incertidumbre es lo
ue mueve hacia la producción deseante. Esto habla de un dispositivo de inter-
vención en situación. El grupo en su trabajo construye su inquietud, genera
condiciones para su propia sorpresa. Esto es lo que «sorprende», lo «espon-
táneo», lo «auténtico». Esta dimensión no es menor, casi diría que es la
condición para la posibilidad de la comunicabilidad, para generar un ge-
nuino interés en quienes escuchen. Obtener el valor de comunicable en cuan-
to aporte desde el contenido y como precondición para la escucha por su di-
mensión de b s ueda, de sorpresa, de grupo ue trabaja, ue desea, ue
produce el «universal» dentro del «particular» , esto es ya de por sí DESESTIG-
MATI ANTE.
A las tres y media de la mañana terminamos de editar lo ue sería el primer
microprograma de la experiencia. La presencia de Fernando capacitador fue
fundamental desde sus ideas y hospitalidad.

Viernes 29 por la mañana


9 h Entrevista en Radio Nacional de Bariloche.
ablo de La Colifata en general y muy en particular sobre el motivo de visita
en Bariloche en el marco del programa desafío de Ashoka.
11 h Taller de cierre, conclusión y escucha del microprograma editado. Invi-
tación a ue escuchen por la noche la difusión de ese microprograma en Radio El
Arka de Bariloche. Lamentablemente hubo menos concurrentes a esa cita. Dicen
ue era por ue tenían otra actividad, habría ue indagar eso.

Viernes 29 mediodía
Visitamos el Basural de Bariloche. Entrevistamos a gente ue trabaja allí
separando y clasificando residuos. Cuentan su historia, los comienzos en la
b s ueda de modo anár uico en la basura buscando comida, metales y plásti-
cos… a un nivel actual de organización ue intenta resguardar su salud y reci-
clar la basura de modo ordenado, separando plástico de cartón y metal, com-
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pactándolo y luego vendiéndolo a fábricas de Mendoza, Neu uen y Buenos


Aires. La Colifata TV hizo un informe especial desde allí y ulio realizó una
tarea impecable. Todos uedamos muy impresionados, fue una experiencia
muy fuerte.

Viernes 29 por la tarde


15 h Visita junto a Gustavo Gennuso a Radio 6 de Bariloche. Entrevista y di-
fusión del microprograma editado sobre el tema de las relaciones entre los jóve-
nes. Muy buena recepción.

Viernes 29 por la noche


Visitamos Radio El Arka. ablamos del proyecto La Colifata y de la experien-
cia de llevar nuestro modelo para su replicación en barrios periféricos de Barilo-
che. Participantes del taller de esos días y coordinadores del proyecto escuchan
la audición.

Sábado mediodía
Visitamos el Salón de los Abuelos, un espacio de encuentro y solidaridad entre
los jóvenes del barrio y los ancianos. Se realizan informes para La Colifata TV. Se
rescata el aspecto de la valoración de la palabra de los ancianos, teniendo en
cuenta ue portan un valor diferencial «son historia viva», un til y sabio espejo
donde reconocernos como pasado y presente de la cultura. Pienso ue llevar el
DRG allí puede ser muy rico.

Sábado por la tarde


ulio y uan Pablo uedan liberados, van a pasear al cerro Campanario. ulio
ve plásticos al lado de unas maderas y arma un informe para La Colifata TV, don-
de cuenta ue la gente del barrio 34 ectáreas ya no tiene acceso a la leña por ue
les cercaron el cerro emprendimiento turístico de canchas de golf y ue enton-
ces van al basural a buscar plástico para uemar y calefaccionar. «Es liviano, fácil
de conseguir, calienta», pero mata y contamina.
ulio sube a una aerosilla y relata lo ue ve desde allí.
Yo voy a una comunidad rural donde están emprendiendo un proyecto de
radio. Los pobladores graban mensajes para los pacientes del Borda en la prome-
sa de ue serán devueltos los saludos.
Me llevan al aeropuerto. Regreso a Buenos Aires. ulio y uan vuelven al día
siguiente.
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b) Si se han cumplido los objetivos del intercambio


No solo se han cumplido, sino ue desde nuestra perspectiva se han superado.
La convocatoria inicial era para ayudar a poner en marcha un proyecto de radio
con objetivos de inclusión social y de construcción y reconstrucción de espacios
identitarios en un barrio llamado 34 ectáreas. El aspecto valorado de nuestra
experiencia era el de metodología de producción y transmisión de microprogra-
mas. No solo ese objetivo se ha cumplido sino ue, además, pudimos revalorizar
las características de nuestro dispositivo madre de intervención, el DRG permi-
tiéndonos comprobar ue es un dispositivo til, además, para trabajar con temá-
ticas no vinculadas nicamente con el problema de la psicosis. Siempre pensa-
mos ue el nuestro era un proyecto ue podía servir como herramienta de
inclusión para todo tipo de sector social apartado o marginado abuelos, niños
de la calle, inmigrantes, locos, etc. pero en términos prácticos no sabíamos si
esto era posible.
Pude comprender también ue el «éxito» de este tipo de propuestas no radica
solo en la calidad de edición conforme a los criterios mencionados más arriba po-
lítico, ético, estético , sino en las condiciones de producción en los espacios de re-
cepción de sonoridad humana. La calidad del dispositivo ue convo ue a las voces
reunidas será determinante para la consecución de los objetivos propuestos.
ubo no solo una revalorización de nuestra herramienta de intervención,
sino el agregado de su condición de M VIL. Un kit colifato para ir a ese lugar
donde se necesite.
La calidad de trabajo de la Fundación Gente Nueva, con sus objetivos vincu-
lados a promover el protagonismo y empoderamiento de los más pobres a través
de la organización comunitaria, nos pareció certera, profunda, real. La idea de
transformar las escuelas en bolsones de vida replicante, en medio de lugares y
situaciones de extrema dificultad, nos resultó conmovedora. En ese contexto un
dispositivo como Radio La Colifata puede funcionar como repotenciador de esos
espacios y como herramienta de intervención en el marco de la macrocomuni-
dad barilochense. Por eso creo ue tienen ue montar esos espacios de radio
móvil en los grupos ya constituidos.
Cuando hay pensamiento propio, hay protagonismo y dignidad, hay recono-
cimiento sí de situaciones tristes e indignas en cuanto a condiciones de vida,
pero no hay patetismo. Lo patético se juega en ropajes prestados en oposición a
la construcción de lo propio. Cuando hay dignidad, hay capacidad de aporte a la
rueda social y el intercambio puede ser real. La Fundación Gente Nueva confirmó
nuestra creencia en ese sentido.
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Este intercambio permitió ue viajáramos con un paciente integrante de La


Colifata y con un joven editor en formación.
ulio pudo ubicarse en un rol de enseñanza. Con orgullo repetía su inten-
ción de ayudar a la gente del barrio. Casi nunca es llamado a un lugar de saber
y el hecho de poder compartir sus experiencias con la gente del barrio fue muy
provechoso y til a su proceso terapéutico. ulio, además, de modo paralelo,
realizó una infinidad de informes para La Colifata TV. Lo interesante es ue
esta experiencia será luego transmitida en formato de microprograma de tele-
visión en el Canal Ciudad Abierta de la ciudad de Buenos Aires y publicada
como microprograma televisivo en la página eb de La Colifata .lacoli-
fata.org .
Los cambios en ulio fueron significativos. Desde el cambio en su tono de
voz, su locuacidad, su capacidad de concentración y comprensión de concep-
tos complejos, su rol activo, su protagonismo, etc. ulio se perfila como futuro
cronista permanente de La Colifata TV.
Estar en Bariloche nos permitió realizar notas e informes vinculados a la
temática ue abordaremos a través de talleres de formación el próximo año.
Nos interesa mucho incluso como parte de la rehabilitación de pacientes
comenzar a trabajar en el área de medio ambiente, siendo los pacientes a ue-
llos ue lleven posibilidad de palabra a comunidades involucradas en estos
temas, convirtiéndose ellos en promotores de espacios en salud y en agentes
de su propia recuperación. Las notas hechas en el basural y otras servirán para
nuestro trabajo en talleres del año ue viene.
En cuanto a uan Pablo, el editor, pudo intervenir en la edición del micro-
programa y nutrirse de la ri uísima experiencia del trabajo social realizado por
la Fundación Gente Nueva. Además aprendió a componer situaciones de pro-
ducción televisiva, en ese sentido generó con ulio un vínculo muy saludable,
propiciando en él momentos de distención y confianza.
Por ltimo, pudimos cumplir casi el ciclo completo coordinar un taller
DRG , editar un microprograma y, finalmente, difundir en tres radios locales
una de ellas la de mayor audiencia de la ciudad la producción en versión
microprograma de la gente del barrio reunida. Nos faltó che uear si estas in-
tervenciones produjeron llamados de oyentes.

c) Los principales productos, desafíos y aprendizajes


Creo están detallados en el punto anterior.
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d) Planes que hayan surgido posteriores al encuentro


Continuar con un asesoramiento permanente siempre y cuando lo re uieran.
Asesorar en la compra de e uipo ue permita llevar a cabo las cuatro instan-
cias de trabajo.

Conclusión

El modelo planteado desde un principio por la institución ue nos convocó,


la Fundación Gente Nueva, era el de un proyecto ue contaría con diferentes
actores conforme a un modelo de organización. Los actores mencionados son
coordinadores generales de proyecto, capacitadores, grupo promotor y referentes
del barrio. El diseño y monitoreo estaría a cargo de los coordinadores de proyec-
to. La inclusión de capacitadores sería para transmitir conocimiento técnico y
criterios de edición para la confección de microprogramas. uienes editarían
esos microprogramas serían los promotores luego de haber sido capacitados y
ue además serían uienes coordinarían el taller de radio compuesto por los re-
ferentes de cada institución o sector del barrio.
Considero ue para el desarrollo y supervivencia del proyecto es necesario
conformar un e uipo de coordinación general, ue lleve adelante en un primer
momento todo el proceso a través de las cuatro instancias de acción

– DRG
– Edición
– Retransmisión
– Registro y regreso al DRG de la respuesta obtenida en la audiencia

Este cambio se debe entre otras cosas al hecho de haber comprobado la per-
tinencia de ir a los grupos ya conformados y no el de juntar en un espacio nuevo
a referentes de distintos grupos. Una de las razones esgrimidas es la dificultad
para lograr ue los grupos «se muevan» de su lugar natural de reunión a otro. A
esa razón le agregamos el trabajo en términos de proceso y esfuerzo grupal ue
significa apropiarse de un nuevo espacio. Evaluamos como beneficioso el hecho
de llevar el DRG hacia grupos ya constituidos por ejemplo el grupo de los abue-
los, chicos de una escuela, etc. y proponer un espacio garante de palabra circu-
lante ue ayude a esos grupos a pensar su cotidianeidad a la vez ue a comuni-
carla en lugares ue exceden su territorialidad el mecanismo de retransmisión
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de micros define al DRG como dispositivo «abierto» . De este modo se podrá


abordar la compleja dimensión social para trabajar la problemática del estigma
y, a su vez, acercar a la comunidad barrial estos espacios de producción simbólica
necesarios para retrabajar sus representaciones y afianzar procesos de construc-
ción de identidad saludable.
El e uipo de coordinación debería estar compuesto por

– Coordinadoras/es del dispositivo radial móvil.


– Un operador técnico del dispositivo radial grupal aun ue alguna de las coor-
dinadoras podría aprender a operar. Esto es importante por ue, como ya dije
e insisto, la operación «técnica» es pensada en términos de intervención
podrían ser Mariana o Verónica .
– Un editor técnico capacitador, Fernando el ue trabaja en Radio Nacional ,
– y un director ue tenga la visión de «hacia dónde» se uiere ir.

Creo ue el espacio del DRG debe estar coordinado por dos personas, una
presente en la ronda del grupo facilitando la circulación del micrófono y hacien-
do intervenciones verbales y otra en la mesa de operación, ue podrá asumir la
operación técnica/interviniente.
Creo ue en la edición tiene ue participar al menos un coordinador del DRG,
el editor técnico y el director o responsable del lineamiento estratégico.
Creo ue deberían darse políticas de difusión y seguimiento del material en-
tregado a las radios retransmisoras. Y un espacio de posterior evaluación del
proceso y de las respuestas de la comunidad, si las hubiera. En ese sentido es
importante promover y facilitar instancias de participación en la comunidad en
general. Apelar a la creatividad de la comunidad en sus formas solidarias y parti-
cipativas. emos hecho microprogramas de La Colifata editando saludos de
oyentes.

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