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Kohataneko
Se trata de la cuestión de los caídos. Después de cada período de persecución violenta, la iglesia
tenía que enfrentarse a la cuestión de qué hacer con los que habían sucumbido ante las amenazas o
las órdenes de las autoridades, y ahora pedían ser restaurados a la comunión de la iglesia. En el
siglo tercero, esto produjo en Roma el cisma de Novaciano, y en Cartago —en el norte de África—
Cipriano tuvo que defender su autoridad como obispo frente a quienes sostenían que eran los
De hecho, el número de estos últimos fue tan grande, que algunos observadores nos cuentan que
hubo días en que las gentes no cabían en los templos paganos. Por otra parte, no faltaron cristianos
que se mantuvieron firmes en la fe, y que por causa de ello sufrieron cárceles, torturas y muerte.
Como en otros casos anteriores, los miembros de este grupo que lograron sobrevivir recibieron el
título de “confesores”, y se les veneraba por la firmeza de su fe. Pero algunos de ellos, a diferencia
de los confesores del tiempo de Cipriano, se mostraron harto rigurosos para con los que habían
Estas eran, en pocas palabras, las cuestiones teológicas que se debatían. Pero cuando nos
adentramos más en los documentos de la época, y empezamos a leer entre líneas, nos percatamos
Esto me impacta sobre los que son del grupo donatismo aunque son grupos de Cristianos que se
levantan pero sobre todo en el siglo VII se desaparecieron cuando los musulmanes lo conquisto los
romanos y hoy en nuestra actualidad hay grupos de personas que pueden levantar con otra doctrina
pero sobre todo cuando no es la voluntad del Señor todo será destruido.
local, creció hasta convertirse en una seria disensión en la que Constantino creyó deber intervenir,
y poco después dio en una serie de intrigas políticas. Pero si nos percatamos del espíritu de los
tiempos, lo que ha de sorprendernos no es tanto esto como el hecho de que a través de todo ello la
iglesia supo hacer decisiones sabias, rechazando aquellas doctrinas que de un modo u otro ponían
Las raíces de la controversia arriana se remontan a tiempos muy anteriores a Constantino, pues se
otros, la iglesia entendía la naturaleza de Dios. Según dijimos en nuestra Primera Sección, cuando
los cristianos de los primeros siglos se lanzaron por el mundo a proclamar el evangelio, se les
recordemos que varios de los presentes habían sufrido cárcel, tortura o exilio poco antes, y
que algunos llevaban en sus cuerpos las marcas físicas de su fidelidad. Y ahora, pocos años
después de aquellos días de pruebas, todos estos obispos eran invitados a reunirse en la ciudad
Pero cuando los obispos oyeron la exposición de las doctrinas arrianas su reacción fue muy distinta
de lo que Eusebio esperaba. La doctrina según la cual el Hijo o Verbo no era sino una criatura —
por muy exaltada que fuese esa criatura— les pareció atentar contra el corazón mismo de su fe. A
los gritos de “¡blasfemia!”, “¡mentira!” y “¡herejía!”, Eusebio tuvo que callar, y se nos cuenta que
El resultado de todo esto fue que la actitud de la asamblea cambió. Mientras antes la mayoría quería
tratar el caso con la mayor suavidad posible, y quizá evitar condenar a persona alguna, ahora la
mayoría estaba convencido de que era necesario condenar las doctrinas expuestas por Eusebio de
Nicomedia.
Creemos en un Dios Padre Todopoderoso, hacedor de todas las cosas visibles e invisibles. Y en un
Señor Jesucristo, el Hijo de Dios; engendrado como el Unigénito del Padre, es decir, de la
substancia del Padre, Dios de Dios; luz de luz; Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no
hecho; consubstancial al Padre; mediante el cual todas las cosas fueron hechas, tanto las que están
en los cielos como las que están en la tierra; quien para nosotros los humanos y para nuestra
salvación descendió y se hizo carne, se hizo humano, y sufrió, y resucitó al tercer día, y vendrá a
juzgar a los vivos y los muertos. Y en el Espíritu Santo. A quienes digan, pues, que hubo cuando
el Hijo de Dios no existía, y que antes de ser engendrado no existía, y que fue hecho de las cosas
que no son, o que fue formado de otra substancia o esencia, o que es una criatura, o que es mutable
COMENTARIO PERSONAL
Hay muchas cosas que realizaron en el concilio de Nicea aunque los arrianismos tienen otra postura
pero los más obispos defendieron la doctrina igualmente nosotros tenemos que velar y ser prudentes