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Índice
Presentación 9
l. Definición de la modernidad 13
de la naturaleza 35
3. Acepciones de la Ilustración 43
4. Imágenes de la blanquitud 57
5. La modernidad "americana"
7. Arte y utopía
SEDE ECUADOR @ - 8. Sartre a lo lejos 157
ISBN: 978-607-445-047-7
www.edicíonesera.com.m.x
7
Presentación
"
9
tirse a sí mismo beyo las más variadas metamorfosis. Nada po viene a completar sino que es completada por la parte orgáni
dría alterarla realmente, ni la prepotencia conquistadora que ca, sin la cual no obstante le sería imposible funcionar. El ca
la aqueja en sus épocas de auge y la lleva a sobresaturarse de pital necesita que los agentes de su acumulación, el trabeyador
elementos identitarios aj~nos ni la sumisión a otras identida y el capitalista, que en principio podÍian ser robots carentes de
des en tiempos de penuria, cuando los humanos a los que voluntad propia, posean y reproduzcan al menos un mÍni
identifica se avergüenzan de ella, la deforman y maltratan, y mo de esa facultad exclusiva de los humanos, puesto que en
creen poder repudiarla. Transformada, sin duda, pero iniActa eH'ondo es la succión que hace de ella 10 que a él le mantie
en el fondo, reaparecería siempre, haciendo burla de todo ne en vida. ¿Cómo construir una identidad humana en la que
intento de subsumirla en una identidad global y uniforme. la voluntad libre y espontáñea se encuentre confundida e iden
Por otro lado, también el aparecimiento de nuevos individuos tificada con esa tendencia irrefrenable a la valorización de su
colectivos de todo orden, síntoma de la transformación civili propio valor económico, que late en él con la fuerza de una
zatoria de nuestros días, implica una proliferación de iden "voluntad cósica", artificial? La solución a este problema sólo
tidades desconocidas hasta ahora, dotadas cada una de mayor pudo ofrecerla un tipo de ser humano cuya identidad es pre
o menor fuerza y permanencia; proliferación que podría ofre cisamente la blanquitud:, un tipo de ser humano perteneciente a
cer una resistencia al totalitarismo de la uniformación identi una historia particular ya centenaria pero que en nuestros días
taria impuesta por el funcionamiento del aparato productivo amenaza con extenderse por todo el planeta. La blanquitud
diseñado en la modernidad capitalista. no es en principio una identidad de orden racial; la pseudo
La argumentación principal de los textos reunidos en el pre - concreción del homo capitalisticus incluye sin duda, por nece
sente volumen intenta problematizar la confianza humanista sidades de coyuntura histórica, ciertos rasgos étnicos de la
en estas dos aparentes garantías de la· pluralidad indispensa blancura del "hombre blanco", pero sólo en tanto que encar
ble de lo humano, averiguar los mecanismos que llevan a ese naciones de otros rasgos más decisivos, que son de orden
poderoso impulso homogeneizador a esquivar, cuando no in~ ético, que caracterizan a un cierto tipo de comportamiento
tegrar, las resistencias que le presentan las identidades natura humano, a una estrategia de vida o de sobrevivencia. Una cierta
les -sean éstas tradicionales o inéditas-, a imponerse sobre·la apariencia "blanca", que puede llegar a mostrarse de maneras
tendencia centrífuga y multiplicadora que ellas traen consigo. extremamente quintaesenciadas, es requerida, por ejemplo,
La blanquitud -que no la blancura- es la consistencia identi para definir la identidad ideal del ser humano moderno y ca
taria pseudoconcreta destinada a llenar la ausencia de concre pitalista, quesería en principio una identidad indiferente a
ción real que caracteriza a la identidad acljudicada al ser humano los colores: para consinrir su blanquitud. Una apariencia que
por la modernidad establecida. no elude ningún desfiguro, ninguna distorsión de la blancu
La maquinaria· aparentemente perfecta de la producción ra, siempre que ellos contribuyan a demostrar a escala global
de la riqueza social, que en la modernidad.se configura como la intercambiabilidad impecable de la voluntad libre del ser
un proceso de acumulación de capital, tiene sin embargo un humano con la "voluntad" automática del capital y su valor
defecto de estructura; descansa en un parasitismo muy espe que se autovaloriza.
cial: está diseñada de tal modo que en ella el huésped, que ha Los cinco primeros capítulos del presente volumen preparan
subordinado completamente al anfitrión, debe cuidar ahora y ponen a prueba este concepto de blanquitud. Los tres últi~
de que este último no se extinga. El aparato productivo mo mos, en cambio, están dedicados al tratamiento de \lna iden
derno es un cyborg invertido, en el que la parte mecánica no tidad moderna completamente diferente, la identidad barroca,
10 11
frecuentada sobre todo en la América Latina y particulannente l. Definición de la modernidad
en México. En polémica con Edmundo Q'Gorman, las medi
taciones sobre el barroquismo que se incluyen aquí intentan
mostrar que el "nuevo Adán", el criollo iberoamericano exal
tado por el autor de las "Meditaciones sobre el criollismo", le
jos de ser el sujeto de la historia del mestizaje, sólo es una
respuesta a una "sujetidad" que comienza a esbozarse en la pe Dies WerlJm um den Kosmos, dieser Ver
culiar manera que "se inventa" la población indígena vencida such :tu neuer,. nie erhiirter Vermihlung
mit den kosmischmGewaltm, vollzog sich
de sobrevivir a la gran devastación. Entre los dos grupos de ca
im Geiste der Technik. Weil aher die Profit
pítulos, el libro contiene además dos excursos conectados con gier der herrschmden Klasse an ihr ihren
la historia de la modernidad: uno que aborda el destino del Willen su büjm gedachte, hat die Technik
arte en la "época de la actualidad de la revolución", donde se die Menschheit verraten und das Brautla~
examina el aparecimiento de las vanguardias artísticas en la ger in ein Blutmeer verwandelt.!
anterior vuelta de siglo Yse comenta la tesis de W. Benjamin Walter Benjamin, Einóahnstraje
sobre la obra de arte "post-aurática", y otro que reexamina el
concepto de izquierda política a la luz de una relectura del exis
tencialismo de Jean-Paul Sartre. l La novedad de lo moderno
el rector José Narro y el secretario general Enrique del Val, la problemati dito, con las potencias cósmicas;se cumplió en el espíritu de la técnica. Pe
zación pública de temas aparentemente alejados de las urgenciaS inmedia ro como la avidez de ganancia de la clase dominante pretendió calmar con
tas de la vida, como los que se abordan aquí, resultaría extremadamente ella su ambición, la técnica traicionó a la humanidad e hizo del lecho nup
dificil, si no es que imposible. • . cial un mar de sangre."
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substanciales llamadas a satisfacer.llna necesidad de transfor yel mundo; la convicción empírica de que el ser humano, que
mación surgida en el propio seno de ese mundo. estaría sobre la tierra para dominar sobre ella, ejerce su ca
Tomados así, como un conjunto en el que todos ellos se pacidad conquistadora de manera creciente, aumentando y
complementan y fortalecen entre sí, ya de entrada estos fenó extendiendo su dominio con el tiempo. siguiendo una línea
menos modernos presentan su modernidad como una ten temporal recta y ascendente que es la línea del progreso. Una
dencia civilizatoria dotada de un nuevo principio unitario de versión espacial o geográfica de este progresismo está dada por
coherencia o estructuración de la vida social civilizada y del otro fenómeno moderno que consiste en lo que puede llamar
mundo correspondiente a esa vida, de una nueva "lógica" que se la determinación citadina del lugar propio de lo humano.
se encontraría en proceso de sustituir al principio organiza De acuerdo con esta práctica, ese lugar habría dejado de ser
dor ancestral, al que ella designa como "tradicional". el campo, el orbe rural, y habría pasado a concentrarse justa
Para precisar un poco más el asunto voy a mencionar al azar mente en el sitio del progreso técnico; allí "donde se asienta,
tres fenómenos en los que se manifiesta esta característica de se desarrolla y se aprovecha dé manera mercantil la aplicación
lo moderno o en los que se muestra en acción esta "lógica" nue técnica de la razón matematizante.
va, moderna. Como se ve, estamos ante una confianza práctica nueva que
Quisiera mencionar pJjmero el fenómeno moderno que es se impone sobre la confianza técnic::a ancestral· -a la que se
tal vez el principal de todos ellos: me refiero al aparecimiento contrapone- en la capacidad mágica "del ser humano de pro
de una confianza práctica en la "dimensión" puiamente"físi vocar la intervención en su vida de fuerzas· sobrenaturales
ca" -es decir, no "metafísica"- de la capacidad técnica del ser benévolas, de dar lugar a la acción favorable de los dioses o in
humano; la confianza en la técnica basada en el uso de una ra cluso, ya en última instancia, del propio Creador.
zón que se protege del delirio mediante un autocontrol de Este fenómeno moderno central implica un ateísmo en el
consistencia matemática, y que atiende así de manera pre plano del discurso reflexivo, el descreimiento en instancias
ferente o exclusiva al funcionamiento profano o no sagrado metafísicas mágicas; trae consigo todo aquello que conoce
de la naturaleza y el mundo. Lo central en este primer fenó mos de la literatura sobre la modernidad acerca de la "muerte
meno moderno está en la confianza, que se presenta en el de Dios", del "desencantamiento" (Entzauberung) del mundo,
comportamiento cotidiano, en la capacidad del ser humano según Max Weber, o de la ~desdeificación" (Entgiitterung), según
de aproximarse o enfrentarse a la naturaleza en términos pu Heidegger. Es un fenómeno que consiste en una sustitución
ramente mundanos y de alcanzar, mediante una acción pro radical de la fuente del saber humano. La sabiduría revelada
gramada y calculada a partir del conocimiento matematizado es dejada de lado en calidad de "superstición" y en lugar de
de la misma, efectos más favorables para él que los que podía ella aparece como sabiduría aquello de lo que es capaz de en
garantizarla aproximación tradicional a lo otro, que era una terarnos la razón que matematiza la naturaleza, el "mundo
aproximación de orden mágico. En la confianza en una téc físico". Por sobre la confianza práctica en la temporalidad CÍ
nica eficientista inmedita("terrenal"), desentendida de cual clica del "eterno retorno" aparece entonces esta nueva con
quier implicación mediata ("celestial") que no sea inteligible fianza, que consiste en contar con que la vida humana y su
en términos de una causalidad" racional-matemática. historia están lanzadas hacia arriba y hacia delante, en el sen
Se trata de una confianza que se amplía y complementa con tido del mejoramiento que viene con el tiempo. Y aparece
otros fenómenos igualmente modernos, como sería, por ejem también el adiós a la vida agrícola como la vida auténtica del
plo, la experiencia "progresista" de la temporalidad de la vida ser humano-con su promesa de paraísos tolstoianos-, la con
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signa de que "el aire de la ciudad libera", el elogio de la vida comunitarismo, es decir, sobre la convicción de que el átomo
en la Gran Ciudad. de.la sociedad no es el individuo singular sino un conjunto de
Un segundo fenómeno mayor que se puede mencionar co individuos, un individuo colectivo, una comunidad, por míni
rno típicamente moderno tiene que ver con algo que podría ma que ésta sea: una familia, por ejemplo; siempre en proce
llamarse la "secularización de lo político" o el "materialismo so de eliminar la diferenciación jerarquizante que se genera
político", es decir, el hecho de que en la vida social aparece espontáneamente entre los individuos que componen una co
una primacía de la ~política económica" sobre todo otro tipo munidad; de desconocer la adjudicación, que. se hace . en estas
de "políticas" que uno pueda imaginar o, puesto en otros tér sociedades tradicionales pre-modernas, de compromisos so
rninos,Ja primacía de la "sociedad civil" o "burguesa" en la de ciales innatos al individuo singular y que lo trascieitden. El
finición de los asuntos del Estado. Esto es. lo moderno; es algo individualismo se contrapone a todo esto: al autoritarismo na
nuevo que rompe con el pasado, puesto que se impone sobre tural que está en la vida pública tradicional, a que haya unaje
la tradición del "espiritualismo" político, es decir, sobre una rarquía social natural, al hecho de que los viejos o los sabios, por
práctica de lo político en la que 10 fundamental es lo religio ejemplo, tengan mayor valía en ciertos aspectos que los jóvenes,
so o en la que lo político tiene primaria y fundamentalmente o bien de que los señores, los dueños de la tierra, sean más im
que ver con lo cultural, es decir, con la reproducción identi portantes o tengan más capacidad de decisión que los demás
taria de la sociedad. El materialismo político, la secularización ciudadanos. El individualismo es así uno de los fenómenos
de la política, implicaría entonces la conversión de la institu modernos mayores; introduce una forma inédita de practicar
ción estatal en una "supraestructura" de esa "base burguesa" o -la oposición entre individualidad singular e individualidad co
"material" en que la sociedad· funciona corno una lucha de lectiva.
propietarios privados por defender cada uno los intereses Éstos son tres ejemplos de ese conjunto de fenómenos mo
de sus respectivas empresas económicas. Esto es lo determi dernos cuya modernidad consiste en afirmarse a sí mismos
nante en la vida del Estado moderno; lo otro, el aspecto más corno radicalmente discontinuos respecto de una estructura
bien comunitario, culttiral~ de reproducción de la identidad tradicional del mundo social y corno "llamados" a vencerla y,a
colectiva, pasa a un segundo plano. sustituirla.
Pensemos ahora, en tercer lugar, en el individualismo, en el En referencia a esos fenómenos quisiera llamar la atención
comportamiento social práctico que presupone que el átomo brevemente sobre dos datos peculiares que ilustran el carácter
de la realidad humana es el individuo singular. Se trata de un problemático de esta presencia efectiva de la modernidad co
fenómeno característicamente moderno que implica, por ejem rno una discontinuidad radicalmente innovadora respecto de
plo, el igualitarismo, la convicción de que ninguna persona es la tradición.
superior o inferior a otra; que implica también el recurso al Lo primero que habría que advertir sobre la modernidad
contrato, primero privado y después público, corno la esencia corno' principio estructurador de la modernización "reaInlen
de cualquier relación que.se establezca entre los individuos te existente" de la vida humana es que se trata de una moda
singulares o colectivos; que· implica finalmente la convicción lidad civilizatoria que domina en términos reales sobre otros
democrática de que, si es necesario :un gobierno republicano, principios estructurado res no modernos o pre-modernos con
éste tiene que ser una gestión consentida y decidida por todos los que se topa, pero que está lejos de haberlos anulado, en
los iguales. Es un fenómeno moderno que se encuentra siem terrado y sustituido; es decir, la modernidad se presenta corno
pre en proceso de imponerse sobre la tradición ancestral del un intento que está siempre en trance de vencer sobre ellos,
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pero como un intento que no llega a cumplirse plenamente,
que debe mantenerse en cuanto tal y que tiene por tanto que La modernidad y el "desafio" de la "neotécnica"
coexistir con las estructuraciones tradicionales de ese mundo
social. En este sentido, más que en el de Habermas, sí puede Quisiera pasar ahora a un segundo punto en estas reflexiones
decirse que la modernidad que conocemos hasta ahora es "un sobre el concepto de modernidad. Tal vez lo más conveniente
proyecto inacabado", siempre incompleto; es como si algo en para describir en qué consiste la modernidad sea relatar de
ella la incapacitara-para ser lo que pretende ser: una alterna dónde proviene, cuál es su origen, cuál es su base o funda
tiva civilizatoria "superior" a la ancestral o tradicional. Éste es mento, es decir, datar aunque sea de una manera general y
un primer dato peculiar que a mi parecer hay que tener en aproximada su aparecimieñto histórico. Tal vez así pueda per
cuenta en lo que toca a estos fenómenos modernos y su mo cibirse o definirse mejor en qué consiste la modernidad de es
dernidad. tos fenómenos modernos. .
Lo segundo que llama la atención, desde mi punto de vis Hay que decir, en primer lugar, que en la historia del trata
ta, es que la modernidad establecida es siempre ambigua y se miento de la modernidad se ha detectado una buena cantidad
manifiesta siempre de manera ambivalente respecto de la bús de fenómenos que pueden llamarse "temprano-modernos" o
queda que hacen los individuos sociales de una mejor dispo proto-modernos en épocas muy anteriores al siglo XIX, el "si
sición de satisfactores y de una mayor libertad de acción. Es glo moderno" por antonomasia. Y esto no sólo en los tiempos
decir, la modernidad que existe de hecho es siempre positiva, en los que suele ubicarse el inicio histórico de la' moderni
pero es al mismo tiempo siempre negativa. En efecto, si la mo -dad, entre el siglo XV y el XVI. En el Renacimiento, según
dernidad se presenta como una ruptura o discontinuidad ne unos, con el surgimiento del "hombre nuevo" -respecto del
cesaria frente a lo tradicional es sin duda porque permite a los "viejo" ser humano de la época medieval-, de ese hombre bur
individuos singulares la disposición de mayor y mejor canti gués que cree poder "hacerse a sí mismo" saliendo de la nada,
dad de satisfactores y el disfrute de una mayor libertad de ac reconquistar pn~meditadamente la densidad cualitativa de
ción. Ahora bien, lo interesante está en que la experiencia de una identidad humana concreta que había sido sacrificada
esta "superioridad" resulta ser una experiencia ambivalente, por los evangelizadores de Europa y su cristianismo radical,
puesto que si bien es positiva respecto de estas dos necesida despreciativo del "mundo terrenal" y sus cualidades. Otros ven
des a las que pretende estar respondiendo, resulta al mismo coincidir este aparecimiento de la modernidad con el descu
tiempo negativa en lo que toca a la calidad de esos satisfacto brimiento de América, puesto que sería a partir de él que el
res y de esa libertad: algo de lo viejo, alguna dimensión, algún mundo deja de ser un -universo cerrado y se abre hacia las
sentido de lo ancestral y tradicional queda siempre como in fronteras infinitas, como dice Koyré. Hay quienes ubican ese
superable, como preferible en comparación con lo moderno. comienzo mucho más acá en la historia y sostienen que la ;mo
La ambigüedad y la ambivalencia de los fenómenos modernos dernidad comienza verdaderamente con la Revolución indus
y su modernidad. son datos que no deberían dejarse de lado trial del siglo XVIlI y que corresponde propiamente al siglo
en el examen de los mismos. XIX, a la consolidación de la Gran Ciudad que tiene lugar
entonces. Pero -y esto es sumamente interesante- hay tam
bién autores, como Horkheimer y Adorno en su Dialéctica de
la Ilustración, que llegan incluso a detectar una modernidad
en ciernes ya en la época antigua de Occidente, subrayando
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así el carácter occidental de la modernidad en general. Se ha Dédalo aparece el primer hombre netamente "técnico", el
bla por ~emplo de la presencia, dentro de la tradición que que se propone, inventa, calcula y diseña nuevos instrumentos
arranca de la mitología griega, de una figura como Prometeo, imitando desde la perspectiva humana y para las dimensiones
el titán que entrega el fuego a los hombres, que rompe el do de lo humano la eficacia del comportamiento de la naturale
minio· monopólico ancestral de la casta sacerdotal sobre este za. Conectada íntimamente con la figura de Dédalo está, en el
medio de producción y la administración de su uso, "desper relato mítico, la de Teseo, el héroe fundador para los griegos
tando así en el corazón de los mortales la esperanza" de que atenienses -asesino involuntario de Egeo, su padre, el rey
"las cosas cambien", la miseria se mitigue; de que el tiempo de sagrado, y vencedor de Mill,os, garante de esa sacralidad a
je de ser el tiempó siempre repetidor, cíclico, del "eterno cambio de sangre de jóvenes griegos-; el descubridor de la le
retomo". Al abrir nuevas posibilidades Qe uso para el fuego, gitimidad profana del poder político; el instaurador de la so
Prometeo despierta la idea de una temporalidad que deja de beranía· y autonomía de la polis por encima de la soberanía
ser cerrada y se abre hacia el futuro, inaugurando así un ele tradicional y divina de los reyes. En fin, no faltan indicios fas
mento esencial de los fenómenos modernos y de su moderni cinantes que apuntan al hecho de que la modernidad de los
dad. O bien se destaca, como lo hacen Horkheimer y Adorno, fenómenos modernos se muestra ya en destellos en la época
la protomodernidad de una figura homérica como Odiseo, el de los griegos.
héroe que hace ya un uso distanciado o "ilustrado" de la mi
tología arcaica y que es capaz de desdoblar su yo y ser un su·
jeto que dispone de sí mismo como objeto; que puede hablar Sin desechar los planteamientos anteriores, me. parece, sin
consigo mismo de sí mismo como si fuera con otro y de otro, embargo, que resulta más explicativo de la modernidad reco
y de manipular de esta manera el momento conquistador de nocer su origen y fundamento en un mom'ento histórico dife
la naturaleza que hay en la renuncia ("Entsagung') o posposi rente, muy posterior al del aparecimiento de los fenómenos
ción productivista del placer, en el autosacrificio de los in de la protomodernidad griega. Me refiero a un momento en
dividuos singulares. Para ellos, en el personaje Odiseo estaría la historia de la técnica que se ubicaría alrededor del siglo X
ya el primer esbozo de un nuevo tipo de ser humano, un pro de nuestra era y que ha sido puesto de relieve por Lewis Mum
to-burgués, un individuo identificable ya como moderno. ford en su obra Técnica y civilización, siguiendo la tradición de
Otros más hablan de latejné griega qllese autopresenta mÍ Patrick Geddes y en concordancia con Marc Bloch, .Fernand
ticamente en la figura de Dédalo, el artífice, el inventor por Braudel y otros estudiosos de la tecnología medieval, como
excelencia, el que, por ejemplo, entre tantas otras cosas, se in Lynn White, por ejemplo. Dicho entre paréntesis, sería ese
genia un simulacro de vaca para que la reina Pasifae pueda momento histórico que queda presupuesto en el ensayo de W.
engañar a la naturaleza y gozar del toro maravilloso regalado Benjamin sO'IJre la nueva obra de arte, cuando habla de .una
f·
por Neptuno a Minos, su marido; el que sugiere el hilo guía "segunda t€cnica" o una "técnica lúdica". Se trata del mo
para que Ariadna y Teseo escapen del laberinto· después de mento histórico de una "revolución tecnológica", como le lla
matar al Minotauro; el que confecciona un par de alas, con la man estos autores, que se esboza ya en tomo a ese siglo X,
eficacia de las de un pájaro, para huir, volando por los aires, durante lo que Mumford llama la "fase eotécnica" en la historia
de la isla de Minos convertida en prisión. Es también el artis de la técnica moderna, anterior a las fases "paleo-técnica" y
ta que rompe con el hieratismo canónico en las formas plásti "neo-técnica" reconocidas por su maestro Geddes. Una revo
cas al hacer visible en ellas su causa eficiente. Con la figura de lución tecnológica que sería tan radical, tan fuerte y decisiva
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-dado que alcanza a penetrar hasta las mismas fuentes de del Hombre como sujeto puro se volvería innecesaria en el
energía y la propia consistencia material (físico-química) del momento mismo en que esa amenaza deja de existir para el
campo instrumental- que podría equipararse a la llamada "re ser humano gracias a la revolución tecnológica iniciada en el
volución neolítica". Se trata de un giro radical que implica momento "eotécnico" de la· historia tecnológica al que hace
reubicar la clave de la productividad del trabajo humano, si referencia Mumford.
tuarla en la capacidad de decidir sobre la introducción de A mi ver, con esa revolución de la neotécnica que se inicia
nuevos medios de producción, de promover la transformación ría en el siglo X aparece por primera vez en la historia la posi
de la estructura técnica del aparataje instrumental. Con este bilidad de que la interacción del ser humano y lo otro no esté
giro, el secreto de la productividad del trabajo humano va a dirigida a la eliminación deuno de los dos sirio a la colabora
dejar de residir, como venía sucediendo' en toda la era neolí ción entre ambos para inventar o crear precisamente dentro
tica, en el descubrimiento fortuito o espontáneo de nuevos de lo otro formas hasta entonces inexistentes en él. la posibi
instrumentos copiados de la naturaleza y en el uso de los mis lidad de que el trabajo humano no se autodiseñe como un ar
mos, y va a comenzar a residir en la capacidad de emprender ma para dominar a la naturaleza en el propio cuerpo humano
premeditadamente la invención de esos instrumentos nuevos y en la realidad exterior, de que la sujetidad humana no im
y de las correspondientes nuevas técnicas de producción. Éste· plique la anulación de la sujetidad -inevitablemente misterio
sería entonces el momento de la revolución de la "eotécnica", sa- de lo otro.
la "edad auroral" "':'dice Murnford- de la técnica moderna. El tránsito a la neotécnica implica la "muerte del Dios numi
Lo principal de este recentramiento tecnológico está, des - noso", el posibilitador de la técnica mágica o neolítica; muerte
de mi punto de vista, en que con él se inaugura la posibilidad de que viene a sumarse a la "agonía" del "Dios religioso'~, el pro
que la sociedad humana pueda construir su vida civilizada so tector de la comunidad política ancestral, una agonía que venía
bre una base por completo diferente de interacción entre lo aconteciendo al menos por dos mil años con la mercantifica
humano y lo natural, sobre una interacción que parte de una ción creciente de la vida social, es decir. con el sometimiento de
escasez sólo relativa de la riqueza natural, y no como debieron las comunidades humanas a la capacidad de la "mano invisible
hacerlo tradicionalmente las sociedades arcaicas, sobre una del mercado" de. conducir sus asuntos terrenales.
interacción que se movía en medio ..c:le la escasez absoluta de
la riqueza natural o de la reticencia absoluta de la naturale
za,ante el escándalo que traía consigo la humanización de la En una primera definición aproximada se podría decir que la
animalidad. A diferencia de la construcción arcaica de la vida modernidad consiste en la respuesta o re-acción aquiescente
civilizada, en la que prevalecía la necesidad de tratar a la na y constructiva de la vida civilizada al desafío que aparece en la
turaleza -lo otro, lo extrahumano- como a un enemigo ame historia de las fuerzas productivas con la revolución neotécni
nazante al que hay que vencer y dominar, esa construcción ca gestada en los tiempos medievales. Sería el intento que la
puede ahora, basada en esta nueva técnica, tratarla más bien vida civilizada hace de integrar y así promover esa neotécnica
como a un contrincante/colaborador, comprometido en un (la "técnica segunda" o "lúdica" presupuesta por W. Benjamín)
enriquecimiento mutuo. la conversión narcisista que defiende lo mismo en su propio funcionamiento que en la reproduc
la· "mismidad" amenazada del ser humano mediante la cOn": ción del mundo que ha levantadorpara ello. la modernidad
versión de lo otro amenazante, la "Naturaleza", en un puro ob sería esta respuesta positiva de la vida civilizada a un hecho an
jeto que sólo existe para servir de espejo a la autoproyección tes desconocido que la práctica productiva reconoce cuando
22 23
"percibe" en la práctica que la clave de la productividad del de que la "escasez absoluta" de la que él parte para justificar
trabajo humano ha dejado de estar en el mejoramiento o uso su moral ha dejado de ser "natural" con la neotécnica y se ha
inventivo de la tecnología heredada y ha pasado a centrarse vuelto artificial, reproducida solamente para efectos de la acu
en la invención de nuevas tecnologías; es decir, no en el per mulación capitalista. Este "malestar en la civilización" consiste
feccionamiento casual de los mismos instrumentos sino en la en la experiencia práctica de que sin las formas tradicionales
introducción planificada de instrumentos nuevos. Cuando Dé no se puede llevar una vida civilizada, pero que ellas mismas
dalo reaparece, pero ya no como la figura esporádica de una se han vaciado de contenido, han pasado a ser una mera cás
excepción en el ámbito del trabajo y las artes, sino como la fi cara hueca.
gura de la condición misma de su realización plena. El contenido de la fonna social consiste en la necesidad de
Se puede decir entonces que la modernidad no es la caracte la comunidad, transmitida a todos los miembros singulares
rística de un mundo civilizado que se encuentre ya reconstitui de ella, de contribuir con el sacrificio de una parte de sí mis
do en concordancia con la revolución tecnológica post-neolítica, mos a la lucha colectiva por afinnar la mismidad de la comu
sino la de una civilización que se encuentra comprometida en nidad en el enfrentamiento a lo otro, a la naturaleza (y a los
un contradictorio, largo y dificil proceso de reconstitución; un otros, los "naturales"). Las fonnas sociales no son otra cosa
proceso histórico de "muy larga duración" -usando un ténni que órganos o medios de sublimación de un autosacrificio, de
no de Braudel- que de ninguna manera tiene asegurado el una represión productivista que en principio ha perdido ya su
cumplimiento de su meta. Ya desde 'el primer siglo del segun razón de ser.
do milenio se gesta y comienza a prevalecer algo que -exage Para precisar la idea de esta relación entre la fonna y el con
rando la fónnula de Freud- podríamos llamar "un malestar tenido de las realidades institucionales tradicionales resulta, útil
en la civilización", una Stimmungo "estado de ánimo" que pa observar, por ejemplo, aunque sea de paso, lo que se festeja ac
rece caracterizar a toda la vida civilizada del Occidente euro tualmente en las ceremonias nupciales. En estas ceremonias se
peo. Un "malestar" que la afecta primero débilmente, pero festeja el sacrificio que la comunidad social hace del polimor
después, a partir del siglo XVI o del siglo XVIII, de manera ca fismo sexual de sus individuos singulares, la fonna que adopta
da vez más aguda, hasta convertirse desde finales del siglo XIX la represión de la libertad de identificación sexual; unsacrifi
en un horizonte anímico verdaderamente detenninante de la cio que, siendo necesario sólo en las condiciones arcaicas de la
experiencia cotidiana. Y es que la experiencia práctica que construcción social, es aún consagrado y encomiado por ellas
se expresa en este "malestar" es la de una fonna social o una en los tiempos modernos como naturalmente necesario e in
estructura institucional que se reproduce tradicionalmente cluso como deseable por parte de todos los que se van a some
porque sigue siendo indispensable para la vida, pero cuyo ter a él. Por ejemplo, la condena impuesta sobre el varón de
contenido se enrarece'crecientemente, convirtiéndola en una guerrear y producir "como hombre" o la condena impuesta so
especie de simple simulacro o imitación de lo que ella misma bre la hembra, de procrear y administrar la casa "como mujer",
fue en el pasado. Tal seríad caso, por ejemplo, del ~ristianis esta doble condena que excluye (y castiga) otras opciones de
mo, un rasgo esencial de la civilización occidental pre-capita identificación sexual o "de gender" sería el contenido de la for
lista al que el Occidente moderno recurrió en sus primeros ma institucional del matrimonio, una fonna que presenta la,
pasos -y al que sigue recurriendo hasta nuestros días, aunque pérdida ontológica de esos varones y hembras "proto-huma
sea en una versión ya caricaturesca- para ocultar, tras su en nos", de esos jóvenes de identidad sexual indecisa, como si
raizamiento en los usos y costumbres tradicionales, el hecho fuera el ascenso a la "plena humanidad", a esa humanidad que
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I ,.
UNIVERSIDAD ÁJ~lNASIMONBOL¡v.U
SEDE ECUAOOR @
habría sido creada por Dios para ser sexualmente bipartita. El teles y que nos permite hablar de una "modernidad potencial"
matrimonio como fundación de la familia, que es el átomo de o esencial, opuesta a la modernidad efectiva o realmente exis
las sociedades tradicionales, es una forma institucional del apa tente, a la que tanto mencionamos. Se podría decir que el
reamiento humano que debe disimular el vaciamiento de su aparecimiento de la neotécnica, de esta revolución tecnoló
contenido en los tiempos modernos, lo deleznable que se vuel gica que arranca del siglo x, trae consigo algo así como un
ve cada vez más la necesidad de sacrificar el polimorfismo "desafio" que es echado sobre la vida civilizada, el desafio de
sexual, y que se ayw.da para ese disimulo precisamente con el hacer algo con ella: de rechazarla de plano o de aceptarla,
festejo de esa necesidad en la ceremonia nupcial. La experien promoverla e integrarla dentro de su propia realización, so
cia del carácter insostenible y al mismo tiempo indispensable metiéndose así a las alteraciones que ello introduciría en el
que adquieren las formas arcaicas del apareamiento humano proyecto civilizatorio que la anima en cada caso concreto.
en los tiempos modernos es sólo un ejemplo de ese ya casi mi Que en efecto se trata de un desafio se comprueba por el
lenario "malestar en la civilización". sinnúmero de transformaciones en el proceso de trabajo que
El "malestar en la civilización" muestra que la necesidad del se registran en esa época a todo lo ancho del planeta y que pa
sacrificio, sin haber desaparecido como correspondería a una recerían ser distintas reacciones que se dan en la vida civilizada
vida propiamente moderna, sí se ha debilitado; que la forma a la transformación técnica espontánea de las fuerzas produc
civilizatoria ancestral, aunque no esté aún deslegitimada ple tivas. Los historiadores de la técnica relatan que son muchas
namente, se ha vuelto ya profundamente cuestionable. Sugiere las civilizaciones, en Oriente primero y después también en
que la modernidad efectiva o realmente existente no acaba de Occidente, que van a responder al desafio de la neotécnica,
aceptar o simplemente no puede aceptar su propia base, es que van a actualizar la esencia de la modernidad, a hacer de
decir, no termina de integrar la neotécnica -la "técnica se ésta una modernidad realmente existente, y ello de maneras
gunda" o "lúdica"-, con los efectos de abundancia y emanci muy diferentes. Hay sin embargo, entre todas ellas, una que se
pación que ello traería consigo; que no acaba de afirmarse concentra en el aspecto cuantitativo de la nueva productiVi
plenamente sobre ella en lugar de seguir sustentándose sobre dad que la neotécnica otorga al proceso de trabajo humano y
la técnica arcaica, neolítica o de conquista de la naturaleza. que será por esta razón la que promueva esa neotécnica de
De esta inconsistencia de la modernidad realmente existente manera más abstracta y universalista, más distinguible y
-obstaculizar la tendencia de aquello que Ja despertó- saldría portable", más evidente en el plano económico y más exitosa
precisamente la capacidad de supervivencia que tienen las for en términos histórico:-pragmáticos. Será precisamente este
mas sociales arcaicas o tradicionales. "éxito histórico" de la respuesta occidental el que hará del Oc
cidente romano cristiano un Occidente ya propiamente euro
peo y capitalista. Lugar de origen y centro de irradiación -de la
La modernidad, el capitalismo y Europa modernidad capitalista, la Europa "histórica" se identifica con
lo moderno y 10 capitalista; no hay que olvidar, sin embargo,
Pienso que si se quiere encontrar una explicación de esta in que, aparte de ella, ha habido y hay otras Europas "perdedo
consistencia de la modernidad históricamente establecida, ras", minoritarias, clandestinas o incluso inconscientes, dispues
hay que buscarla en la zona de encuentro de la modernidad tas a intentar otras actualizaciones de lo moderno.
con el capitalismo. Para ello creo que es importante tener en Ahora bien, la clave de este éxito de la respuesta producti
cuenta una distinción que se remonta a la filosofia de Aristó- vista abstracta del Occidente cristiano al desafio de la neotéc
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nica está -siguiendo el planteamiento de Fernand Braudel- en neotécnica haya llegado a ser la actualización de la moderni
el encuentro fortuito de dos hechos de diferente orden, que se dad que encontró las mayores posibilidades de desarrollo en
da en Europa y no en otros lugares del planeta. El primero es términos pragmáticos.
el de las dimensiones reducidas del mundo civilizado dentro En Occidente, la neotécnica es convertida en la base de
del que se experimenta en la práctica la presencia de la revo aquel incremento excepcional de la productividad de una em
lución neotécnica; las dimensiones del "pequeño continente presa privada que lleva a la consecución de una ganancia ex
europeo", como lo llama Braudel, facilitan la interconexión de traordinaria, un tipo de ganancia que, como lo explica Marx
los brotes de neotécnica que aparecen, en un espacio geográ en su Critica de la economía política, es la meta pragmática más
fico "manejable". Se trata además de un escenario práctico di inmediata de la economíifo mismo mercantil que mercantil
namizado-como dice el mismo Braudel.... por una "dialéctica" capitalista. Y aunque el empresario privado no dispone de una
muy peculiar, la "dialéctica norte-sur" -"de amor-odio"- entre visión de conjunto de la economía, sí introduce innovaciones
la Europa mediterránea y la del Mar del Norte. técnicas en su proceso de trabajo (y las mantiene en secreto el
La aceptación del reto neotécnico por parte del Occidente mayor tiempo posible) porque sabe que en la práctica ello le
romano cristiano a partir de este movimiento que unifica los garantiza lograr una ganancia superior a la que obtienen nor
medios de producción del "pequeño continente europeo" me malmente los otros empresarios -"capitalistas" o no- con los
diante la peculiar dinámica de la "dialéctica norte-sur" contri que compite. La neotécnica es percibida así desde una perspec
buye determinantemente a que ella resulte más efectiva o más tiva en la que ella no es otra cosa que el secreto de la conse
prometedora en el plano pragmático. - cución de una ganancia extraordinaria, la clave de un triunfo
El otro hecho que converge fortuitamente en la explica en la competen:cia mercantil que sólo podrá ser superado por
ción del éxito histórico pragmático de la respuesta occidental un nuevo uso de esa misma clave.
al impacto de la neotécnica sería la presencia ya considerable
para entonces del comportamiento capitalista en su economía
mercantil. De acuerdo no sólo a Braudel sino sobre todo a Es importante subrayar que a partir de este peculiár empleo
Marx, cuando habla de las "formas antediluvianas del capital", de la neotécnica se desata un proceso en el que ella, de un
el comportamiento capitalista existe ya en el orbe mediterrá lado, y la economía capitalista, de otro, entran en una sim
neo desde la época homérica. Ya desde"entonces el capitalis biosis de consecuencias epocales, simbiosis que alcanzará su
mo se encuentra determinando, si se quiere sólo· desde nivel óptimo apenas a partir de la Revolución industrial del si
afuera, desde el comercio y la usura, el proceso de producción glo XVIII. Se trata de uña simbiosis que se venía ajustando du
y consumo de las sociedades europeas, imponiendo su im rante un largo tiempo, madurando su organicidad, hasta que,
pronta en ellas, convirtiéndolas a una fe productivista que al fin, en el siglo XVIII, se configuró como esa caracterfstica
ellas no conocían. definitoria del modo de producción capitalista descrita por
Así, pues, la coincidencia de estas dos cosas, la dinámica au Marx como la "subsunCÍón real del proceso de trabajo b.yo el
tomotivada de unas fuerzas productivas de dimensiones rela proceso de autovalorización del valor". La modernidad, esta
tivamente menores y por ello :taciles de interconectar, por un respuesta autorrevolucionaria que la civilización milenaria da
lado, y la acción ya determinante del capitalismo primitivo en al desafio que le lanza el aparecimiento de la neo técnica, que
la economía mercantil, por otro, daría razón de que la re-ac da de esta manera atada en Occidente al método con el que
ción del Occidente romano cristiano al aparecimiento de la allí se formuló esa respuesta. Queda atada al órgano del que se
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sirvió para potenciar exitosamente el aspecto multiplicador surdo que, de no ser por la profusión de sangre y lágrimas que
de la neotécnica, queda confundida con el capitalismo. El ca ha costado, la llevaría, como en una película de Chaplin, a su
pitalismo se transforma en un "servo padrone' de la modernidad; bir por una escalera mecánica que funciona en modo de des
invitado por ella a ser su instrumento de respuesta al revolu censo (y que es más rápida que ella).
cionamiento de la neotécnica, se convierte en su amo, en el
señor de la modernidad. Se puede decir entonces que, a par
tir de ese siglo, la modernidad "realmente existente", primero La esencia de la modernidad y la modernidad "realmente existente"
en Europa "y después en el mundo entero", es una actualiza
ción de la esencia de la modernidad a la que está justificado Veamos esto un poco más de cerca. La reproducción del mun
llamar "modernidad capitalista". do de la vida, la producción/consumo de valores de uso, obe
El método capitalista discrimina y escoge entre las posibili dece a una lógica o un principio cualitativo que es propio de
dades que ofrece la neotécnica, y sólo actualiza o realiza aque ella como realización de una comunidad concreta, de un su
llas que prometen ser funcionales con la meta que persigue, jeto social identificado. Frente a esta lógica "natural", como la
que es la acumulación de capital. Al hacerlo demuestra que llama Marx, la "realización autovalorizadora del valor mer
sólo es capaz de fomentar e integrar la neotécnica de una ma cantil capitalista" posee un principio organizador qiferente,
nera unilateral y empobrecedora; la trata, en efecto, como si que es no sólo extraño sino contradictorio respecto de ella.
fuera la misma vieja técnica neolítica, sólo que potenciada Ahora bien, el modo capitalista de reproducción de la vi
cuantitativamente. En este sentido, recurrir a él implica no só -da social implica un estado de subordinación o subsunción
lo dejar de lado sino incluso reprimir sistemáticamente el mo del principio de la "forma natural" de esa reproducción bajo
mento cualitativo que hay en la neotécnica, el desafio que está el principio de la autovalorización mercantil capitalista. Nada
dirigido a la transformación de la "forma natural" -como la se produce, nada se consume, ningún valor de uso puede rea
llamaba Marx- o correspondiente al "valor de uso" del proceso lizarse en la vida práctica de la sociedad capitalista, si no se
de reproducción de la riqueza objetiva de la sociedad. Implica encuentra en función de soporte o vehículo de la valorización
también, por 10 tanto, reprimir todo lo que atañe a la posibi del valor, de la acumulación del capital. Yes precisamente es
lidad de un nuevo trato de lo humano con lo otro, lo extra te modo capitalista de reproducción de la vida y su mundo el
humano o la naturaleza. La neotécnica está siendo vista como que determina finalmente la respuesta de la civilización occi
una técnica de apropiación, como una técnica actualizada por dental al reto lanzado por el aparecimiento de la neotécnica.
él como un instrumento más potente de conquista y dominio Interiorizada y promovida con este sentido en la vida práctica de
sobre la naturaleza, cuando -como veíamos- lo que ella posi Occidente, la técnica nueva -esa técnica segunda o lúdica de la
bilita es justamente la eliminación de todo tipo de relaciones que hablaba Walter Benjamin- mira cómo su tendencia in
que sean de dominio y de poder. trínseca a la abundancia resulta reducida y disminuida, y cómo
Puede decirse e~tonces que, en su versión capitalista -que su tendencia intrínseca a la emancipación resulta tergiversada
es la que, proveniente de Europa, se ha impuesto en el pla e invertida.
neta-, la modernidad, esto es, la revolución civilizatoria en la En primer lugar, la modernidad capitalista genera justo lo
que se encuentra empeñada la humanidad durante esta ya lar contrario de aquello que se anunciaba con la neotécnica. La
ga historia, sigue una vía que pareciera haberla instalado en acumulación capitalista se sirve de ella, no para establecer el
un regodeo perverso en lo contraproducente, en unjuego ah mundo de la abundancia o la escasez relativas, sino para re
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producir artificialmente la escasez absoluta, la condición de de especial importancia: la efectuación o realización capitalis
esa "ley de la acumulación capitalista" según la cual el creci ta de la modernidad se queda corta respecto de la modernidad
miento de la masa de explotados y marginados es conditio sine potencial, no es capaz de agotar su esencia como respuesta ci
qua non de la creación de la riqueza y de los deslumbrantes vilizatoria al reto lanzado por la neotécnica, como realización
logros del progreso. Y en segundo lugar, la realización o efec de la posibilidad de abundacia y emancipación que ella abre
tUación capitalista de la modernidad culmina en el "fenómeno para la vida humana y su relación con lo otro. Es innegable
de la enajenación") descrito por Marx y después por Lukács. que en la experiencia práctica de todo orden se hace vigente
El ser humano de la modernidad capitalista se encuentra so un conato, una tensión y uI).a tendencia espontáneos, dirigi
metido -"esclavizado", diría Marx- bajo una versión meta das hacia una efectuación de la esencia de la modernidad que
morfoseada de sí mismo en la que él mismo existe, pero como sea diferente de su efectuación actual, capitalista, hacia una
valor económico que se autovaloriza. El ser humano se enajena actualización no-capitalista de esa esencia. Son exigencias que
como valor mercantil capitalista y se esclaviza bajo esa meta parecen remitir a esa modernidad potencial o esencial como
morfosis sustitutiva de sí mismo en la que se ha auto-endiosado una entidad "denegada" en y por la modernidad "realmente
como sujeto absoluto y cuya voluntad incuestionable obedece existente" -entidad virtual o supuesta, sugerida "en negativo"
él mismo religiosamente. La promesa de emancipación del in dentro de ésta-, pero reacia a someterse a ella ya desaparecer.
dividuo singular, que se sugería como respuesta posible a la Se plantean así una discordancia y un conflicto entre ambos
neotécnica, se ha efectuado, pero convertida en lo contrario, niveles de la modernidad, el potencial, virtual o esencial y el
en el uso de la libertad como instnlmento de una constricción -'efectivo,empírico o real; el primero, siempre insatisfecho, aco
totalitaria del horizonte de la vida para todos y cada uno de sando al segundo desde los horizontes más amplios o los de
los seres humanos. talles más nimios de la vida; el segundo, intentando siempre
Si el mundo de la vida moderna es ambivalente, como ha demostrar la inexistencia del primero. Se abre también así, en
bíamos mencionado al principio, ello se debe a que la sujeti la vida cotidiana, un resquicio por el que se vislumbra la uto
dad -el carácter de sujeto del ser humano- sólo parece. poder pía, es decir, la reivindicación de todo aquello de la modernidad
realizarse en ella como una sujetidad enajenada, es decir, en que no está siendo actualizado en su actualización moderna
ella la sujetidad de lo humano-se autoafirma, pero sólo ha capitalista.
cerlo en la medida en que, paradójicaJJlente, se anula a sí
misma. La modernidad capitalista es una actualización de la [Transcipción de la exposición del autor en la primera sesión del seminario
tendencia de la modernidad a la abundancia y la emancipa "La modernidad: versiones y<dimensiones", 7 de febrero de 2005; en Con
trahistorias, n. 11, agosto de 2008.]
ción, pero es al mismo tiempo un "autosabotaje" de esa ac
tualización, que termina por descalificarla en cuanto tal. Éste
sería el secreto de la ambivalencia del mundo moderno, de la
consistencia totalmente inestable, al mismo tiempo fascinan
te y abominable, de todos los hechos que son propios de la
sociedad moderna~ W. Benjamin tenía razón'.acerca de la mo
dernidad capitalista y su historia: todo "documento de cultura"
es también, simultáneamente, un "documento de barbarie".
Para concluir, conviene dejar claro en todo esto un punto
32 33
2. "Renta tecnológica" y "devaluación"
de la naturaleza
1 "Para vender una cosa sólo se necesita que sea monopolizable y vendible."
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titución natural que imprime una dimensión necesariamente nancia extraordinaria", como Marx la denomina, tiene en el
cooperativa a la utilización de las fuerzas productivas. capitalismo histórico una función esencial: desencadenar una
Para descifrar este mecanismo es indispensable recordar y otra vez la revolución tecnológica permanente que es jus
que, cuando conceptualiza el funcionamiento de la "tasa me to una de sus principales características distintivas. Cada nue
dia de ganancia", Marx revela que su conformación propicia vo descubrimiento técnico que incrementa la productividad
la integración de un "comunismo entre capitalistas". La com proporciona al capitalista que lo introduce en el proceso de
posición de esta tasa de ganancia -señala- distribuye equitati trabajo la oportunidad -que sería ineludiblemente sólo tran
vamente la totalidad del plusvalor que en su conjunto la clase sitoria si la economía fueraJ~Jlramente mercantil- de vender
capitalista ha succionado a la clase obrera. Entre otras cosas pe sus mercancías arriba del precio normal, esto es, lo dota del
ro de manera decisiva, esta distribución tiene que tomar en poder para venderlas con un precio que está por encima del va
cuenta el hecho de que la reproducción de la riqueza capita lor que ha sido objetivado en ellas.
lista depende ineludiblemente de una función particular de Un descubrimiento técnico puede comprender un campo
los dueños de la tierra: depende de un peculiar servicio no. inédito y mejorado de transformaciones materiales, trae con
mercantil que esta nobleza "nacional" cumple para la actuali sigo nuevos elementos para nuevos valores de uso dirigidos a
zación o encarnación del capital. Aquí se juega la violencia la satisfacción de nuevas necesidades. Se asemeja a la situa
institucionalmente aceptada de esta clase precapitalista -cuyo ción que provoca la escasez de mejores tierras en la agricultu
sostenimiento consume una considerable porción del plusva ra o la rareza de suelos abastecidos con minerales y fuentes de
lor global- que, precisamente, es la que le permite al capital -energía, por eso, puede incluirse bajo el rubro de 10 que des
existir en el mundo real. De hecho, esta violencia consagrada de su concepción del proceso de trab.,yo Marx califica como
pone un límite a la tendencia autodestructiva de la economía "medios de producción no producidos", es decir, dentro de
mercantil: la tendencia a destruir su misma base, el mundo aquellos multiplicadores de la productividad del proceso de tra
concreto de la vida, que deriva invariablemente de su dinámi b.,yo que se encuentran naturalmente determinados, que fue
ca dirigida a imponer la absoluta mercantificación de todos ron descubiertos y conquistados por el ser humano pero cuya
los valores de uso. En efecto, al poner este límite le propor existencia no es debida a él. En realidad, un descubrimiento
ciona al capital la posibilidad de adquirir un cuerpo concreto, técnico, como el descubrimiento de un nuevo continente ha
de tener una presencia empírica o histórica. ce quinientos años, constituye por supuesto un producto, pero
Esta tesis sobre el arreglo que el capital debe entablar con un producto que cesa de_ser un producto debido a la necesaria
una clase anticapitalista para existir se encuentra vinculada, insuficiencia de la empresa que constituye su descubrimiento
en el discurso crítico de Marx, con otra tesis referida a que la para conquistarlo propiamente. En otras palabras, la inversión
reproducción del capital debe integrar un factor extra-mercan del capital en la investigación científica y la expeIjmenta
til para concretar su existencia histórica o empírica. La razón ción técnica que conduce hacia el descubrimiento técnico se
inmediata o el motivo directo para incrementar la productivi vuelve relativamente muy pequeña al hacer a éste realmente
dad del proceso de trab.,yo, de acuerdo con Marx, deriva, para rentable, se mantiene en una escala económica demasiado ba
cada capitalista individual, de su avidez de apropiarse de una ja ante los requerimientos de su adecuada explotación.
parte injustificada de la ganancia global común, disposición Tierra y tecnología, estos "medios de producción no pro
que lo lleva a buscar arrollar las sagradas leyes mercantiles de ducidos", corresponden a la peculiar clase de mercancías que
intercambio equivalencial. La incesante búsqueda de esta "ga "tienen un precio sin tener ningún valor", mercancías por las
36 37
cuales debemos pagar aunque ellas mismas no sean producto aceptadQ, normal e institucional, como ha sido el caso en la vi
del proceso de trabajo. Mientras el nombre para el precio de da real del capitalismo histórico durante los últimos cien años.
las mejores tierras es "renta de la tierra", el nombre para el La ventaja transitoria, que es la base de la ganancia extraordi
precio de la tecnología avanzada es "ganancia extraordinaria"._ naria, es dejada atrás para convertirse en una ventaja perma
Estos dos precios no son usualmente considerados bajo la mis nente, que es la base de un nuevo tipo de renta opuesto a la
ma categoría únicamente porque ellos parecen no corres vieja renta de la tierra. El propietario de una nueva tecnología
ponderse entre sí~ mientras la "renta de la tierra" se muestra a puede proteger el uso monopólico de- ella y, además, puede
sí misma como una cantidad de dinero estable e indepen vender su uso a otros prod~f!Dres. En este caso, se vuelve pro
diente, la "ganancia extraordinaria" se oculta a sí misma y sólo pietario de un multiplicador tecnológico de Iá productividad
puede detectarse como una parte imprecisa y transitoria del de la misma forma en que un terrateniente es propietario de
precio de otras mercancías. las mejores tierras. Si llamamos renta de la tierra al dinero que
Dos ganancias impuras, no justificadas por la legalidad mer;.. el terrateniente recibe por el uso de su tierra, podemos llamar
cantil-capitalista, una legalidad basada en la ley del valor y la también renta tecnológica al dinero que el propietario tecno
equivalencia del trabajo, deben provenir, entonces, del fondo lógico recibe por el uso de "su" tecnología.
común de las ganancias propia y puramente capitalistas. La Un "señorío" nuevo o moderno, el señorío fundado en la
reproducción de la riqueza capitalista únicamente puede con propiedad monopólica ejercida sobre la tecnología de van
tinuar si la formación de la tasa media de ganancia incluye, guardia, surge así oculto pero como figura protagónica en la
por un lado, la ganancia determinada por la propiedad basa - historia real del capitalismo. Un señorío por entero diferente
da en la violencia, no sobre el trabajo, y, por otro, la ganancia al viejo -porque se basa únicamente en la subordinación eco
determinada por la propiedad basada en la desigualdad de los nómica y no en la subordinación física de los competidores en
propietarios, otra vez no sobre el trabajo. el mercado-, pero igualmente importante para la existencia
Si ahora consideramos la forma en que estos elementos per real de la reproducción capitalista de la riqueza. Un señorío
miten avanzar desde el estudio del capitalismo descrito como con el cual esta reproducción debe entablar un arreglo debi
un modelo teórico hacia su realidad empírica, en la cual estos do a su poder sobre la base de su realización, es decir, sobre
elementos aparecen como caracteristicas reales del capitalis la dinámica de las necesidades sociales concretas y sobre las
mo histórico, tenemos que reconocér,dos hechos de suma transformaciones resultantes de los valores de uso.
relevancia. El primero es la conversión de la ganancia extraor Un hecho histórico de longue durée parece prevalecer a lo
dinaria propiamente en una renta, en una renta tecnológica. El largo de la historia del sistema económico mundial desde
segundo es la tendencia de esta renta tecnológica a crecer a principios del siglo pasado, durante la "era del imperialismo",
costa de la renta de la tierra que apunta a sustituirla como la logrando extender sus alcances hasta nuestro tiempo. ~í lo
principal receptora de esa parte de la ganancia capitalista re reveló, hace algunas décadas, la crisis del petróleo, cuando
servada a la propiedad no capitalista. la propiedad de la tecnología para explotarlo demostró ser
La tentación de obstruir la difusión del progreso tecnológi más importante que la propiedad de los yacimientos mismos.
co está siempre allí, en el productor capitalista que obtiene Constituye un trend sistémico que ha cambiado gradualmente
una ganancia extraordinaria por el uso exclusivo que de él rea la posición principal en la apropiación de la renta, llevándola
liza. Pero esta tentación no puede durar mucho tiempo siendo del campo de los señores de la tierra hacia el campo de los se
una tentación: tiene que convertirse en un comportamiento ñores de la técnica. Un trend dentro de la difícil y secular ba
.,
38 39
1
F
talla entre estos dos campos que muestra muy nítidamente la cas, cabe decir que los ciudadanos pueden concluir que si un
decadencia de la renta de la tierra y el consecuente ascenso de Estado nacional es' incapaz de romper el círculo vicioso del
la renta tecnológica. subdesarrollo, no siempre o no exclusivamente es debido a una
¿Qué funciones cumple el recordar y desarrollar este par de "constitución deforme" de su población activa o de su cultura
tesis de Marx para la discusión de la relación que existe entre política y la consiguiente carencia de productividad de su pro
el capitalismo histórico y la renta tecnológica? Al menos tres ceso de trab.yo, dos hechos que generan desventaja para una
de las principales características de la crisis de la modernidad competencia mercantil equitativa con los Estados-nación del
capitalista y sus manifestaciones empíricas, me parece, podrían mercado mundial. Pueden_<:~:)flcluir que el sujeto del Estado
entenderse mejor si tomamos en cuenta este trend secular que nación, es decir, el conglomerado nacional del capital, ha
rige ambas formas de renta, la renta de la tierra y la renta tec "elegido" organizar su acumulación en tomo a una base ine
nológica, en la historia real del capitalismo. quitativa o no mercantil regida por una desproporcionada
Primero, lleva a reconocer la inexorable incapacidad de to mente elevada renta de la tierra y que, al mismo tiempo, esta
das las clases de política económica para romper el círculo elección lo condena a perder sistemáticamente en la compe
vicioso del subdesarrollo, esto es, para superar la diferencia sis tencia con otros conglomerados nacionales de capital que hayan
témica que existe entre ciertas economías nacionales que se "elegido" organizar su acumulación en tomo a una igualmen
encuentran en proceso de desarrollo continuo y otras que te inequitativa base no mercantil regida por una aún más des
se encuentran, correlativamente respecto de aquéllas, en pro proporcionadamente elevada renta tecnológica.
ceso de subdesarrollo permanente.
Segundo, conduce a observar la depreciación relativa de los [Texto de la conferencia dictada por el autor en el Fernand Braudel Center
productos naturales y de la tierra en general que tiende a de de la Binghamton University el4 de diciembre de 1998. Traducción de Via
ney Ramírez y Luis Arizmendi; en Mundo Siglo XXI, revista del Centro de In
satar no solamente una situación catastrófica para la agricul vestigaciones Económicas, Administrativas y Sociales (CIECAS) , Instituto
tura de la periferia del sistema-mundo, sino una indetenible Politécnico Nacional (IPN), México, n. 2, otoño de 2005.] .
devastación generalizada de la naturaleza -a la cual acompa
ña, por supuesto, la devastación de los "pueblos naturales".
Tercero, permite explorar como-p:t:oducto de la victoria de la
renta tecnológica sobre la renta de la tierra la pérdida de so
beranía de todos los Estados nacionales en el sistema-mundo
que ha venido sucediendo junto con una re-feudalización de
la vida económica y el surgimiento de un cuasi-Estado trans
nacional desde la segunda mitad del siglo xx.
Todas estas características, como puede observarse, tienen
que ver con la sustitución de la naturaleza directa o bruta por
una naturaleza mediada o pre-elaborada tecnológicamente
como objeto de toda clase de apropiación que autoriza a un
propietario no capitalista para demandar y recibir una parte
considerable de la ganancia burguesa.
Redondeando el análisis de la primera de estas característi
40 41
3. Acepciones de la Ilustración
1 "la vida no es más que un cuento contado por un idiota, lleno de ruido
y furia, que no significa nada."
2 Max Horkheimer y Theodor W. Adorno, "Dialektik der Aufliliirung
(Philosophische Fragmente)", en Max Horkheimer, Gesammelte Schrijten, t. 5,
Fischer, Frankfurt; 1987, pp. 25 Y 16.
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En Dialéctica de la Rustración, por "humanidad" se entiende ¿Pero cuál es la esencia de la Ilustración, de ese abandono
el tipo o la versión occidental europea de humanidad; hay en del refugio reconfortante dentro del cuento (mito) que nos
esta obra el fundado convencimiento de que esta humanidad dice qué es lo otro omnipotente, cuál es su nombre y cómo
ha sido dotada del poder de subyugar a las otras humanidades hay que tratarlo y avenirse con él para sobrevivir; de, ese salir
por las buenas o por las malas, y de que así lo ha hecho en a la intemperie de lo desconocido, al enfrentamiento con lo
efecto y lo seguirá haciendo . otro omnipotente, armados sólo de la razón que pretende
Para Horkheim~r y Adorno, la clave de la humanidad o el descubrir sus secretos y mostrarnos por dónde hay que ata
proyecto civilizatorio de Occidente -y por tanto de la inteligi carlo para someterlo y pod~r así vivir a nuestro antojo?
bilidad del "contrasentido" de su historia- está en la Ilustra El texto de Dialéctica de la Rustración no sólo es sui generis en
ción, y la Ilustración consiste en la instauración del uso libre la historia de la filosofía; es un texto que pugna por diseñarse
o profano de la razón -en oposición al uso ancilar o henne para transmitir un nuevo tipo de pensar filosófico. Aleccio
néutico, aplicador respetuoso de verdades ya reveladas- como nado en obras como las de Marx y Nietzsche, percibe cla
instrumento de la producción de conocimientos y del consi ramente que tiene que batirse contra una "depravación" del
guiente incremento del poder humano en el enfrentamiento discurso: "las ideas se han convertido en mercancías y el uso
a la naturaleza (lo no-humano todopoderoso) y en su preten dellengu.ye parte siempre del elogio de este hecho".4 Para
sión de someterla. cultivar el discurso reflexivo sin caer en esta depravación se ha
La peculiaridad de la historia de Occidente está en que la vuelto necesario abandonar el tipo establecido del discurso
barbarie en que ha desembocado no se debe a una "decaden --científico moderno, apartarse de la tradición enmohecida del
cia" de su principio civilizatorio (como lo pensaba Spengler, discurso filosófico y atreverse a sacudir su armonía semántica
al describir el debilitamiento de lo "fáustico") sino precisamen engañosa, incluso a costa de recurrir a una cripticidad que pue
te a lo contrario, al despliegue más pleno de ese principio. (En de parecer impenetrable. En vano se buscará así en la Dialéc
sus Tesis sobre el materialismo histórico, que inspiran en mucho a tica de la Rustración una definición clara, completa y siri fisuras
Horkheimer y Adorno, Walter Benjamin dejó dicho: "la bar ni contradicciones de lo que es la Ilustración.
barie del fascismo no viene a interrumpir el progreso, sino La riqueza reflexiva del texto de Horkheimer y Adorno des
que es el resultado de su contirtuacicSn".)8 cansa sin duda, en buena medida, encesta consistencia agóni
Evidente ahora, cuando la culminación del progreso resul ca del mismo. Y la mejor manera de respetar esta consistencia
ta ser la catástrofe, el "contrasentido" ha sido inherente a to está en aceptar la invi~ción que trae consigo a que el lector
da la historia de la Ilustración y sólo es posible explicarlo en "meta mano" en el texto y lo trate como un "texto abierto",
virtud de una peculiar "dialéctica" de auto-negación que pa que es precisamente lo que intentaré hacer a continuación al
rece trabajar en el interior mismo de la auto-afinnación de la proponer una clasificación de las acepciones con las que apa
Ilustración; "dialéctica" en virtud de la cual la actualización rece en él la palabra "Ilustración" (A ufkliirung).5 Cabe advertir
de la pérdida del miedo ante "la naturaleza" acontece gracias de inicio que, salvo en el tercer ensayo, sobre el Marqués de
a la (re)instauración del terror ante una espantosa mutación Sade, Nietzsche y la moral, la palabra es poco usada para refe
de la misma. rirse al hecho histórico que dio lugar a su acuñación, es decir,
s Walter Benjamín, Tesis solm lo. historia Y otros Jragrrvmtos, Contrahistorias, 4 M. Horkheimer y T. W. Adorno, op. cit., p. 17.
44 45
la secularización y racionalización de buena parte de la men al trascender lo que a partir de ahí resulta ser "lo otro". Es el
talidad colectiva que, originándose en Francia, se expandió acto de autoafirmación (SelJJstbehauptung) del sujeto como rea
por toda Europa a lo largo del siglo XVIII. Con "Ilustración", lización de la "libertad" -entendida ésta, a partir de Kant y
Horkheimer y Adorno prefieren referirse a la esencia de lo Schelling, como la capacidad de circunscribir y ordenar un
que, según Kant, está enjuego en la Ilustración, y no a la Ilus cosmos concreto o identificado.' Dentro de la indetermina
tración 6 propiamente dicha. ción absoluta del ser aparece, trascendiéndola, algo que es
Es posible suponer que un relato subyace en los distintos una pura capacidad de determinar, la "libertad", el carácter
usos o acepciones que tiene la palabra "Ilustración" a lo largo de sujeto del ser humano. S~J:tre lo describe así en los mismos
de los cinco ensayos y un suplemento de que consta el libro años en que Horkheimer y Adorno trabajan en la Dialéctica de
Dialéctica de la Ilustración, un relato que narraría las peripecias la Ilustración: en medio el "ser en-sí", como una falla del mis
de su concepto al atravesar campos de inteligibilidad no sólo mo" aparece una grieta, un hueco, una "burbuja de nada" que
diferentes sino incluso incompatibles entre sí. Una es la Ilus es el "ser para-sí": la existencia humana. 8
tración que aparece casi confundida con la "condición huma En la apertura indefinida de lo otro aparece así la circuns
na", otra la que se muestra en el respeto irónico a los dioses cripción o cerramiento propios del cosmos, el "territorio" de
arcaicos, otra más la que festeja su triunfo en la industria ca la autoafirmación del sujeto, la misma que, al delimitar y or
pitalista y el nazismo, otra, en fin, la que está en la resistencia denar, implica necesariamente una trascendencia por sobre
y el combate a la opresión totalitaria de la política religiosa, lo aquello "otro" de lo que procede. Se trata de un acto de vio
mismo antigua que moderna. lencia (bias) elemental que consiste en "cambiar de su lugar o
modo de estar propio" o simplemente en "refuncionalizar"
aquellos elementos de eso "otro" que entran en la constitu
La aparición del sujeto y la posibilidad de la Ilustración ción del cosmos.
La indiferencia del ser (lo "otro") hacia lo humano, el sim
Apenas formulado, casi implícito en la obra, el concepto más ple "caos",' "vacío" o "ausencia de orden", es forzada a aparecer
básico y determinante de Ilustración se refiere a ella en su es como un verdadero "des-orden", como una presencia hostil, co
tado original. La Ilustración se presenta en él sólo in nuce, b~o mo una proyección del propio sujeto-pero en negativo: el
el modo de lo posible, como un hecho ontológico fundamen "universo eterno e infinito" o la "naturalidad salvaje" que, con
tal sin el cual ella sería inexplicable. su acción enigmática, rodean y penetran al sujeto y su cosmos.
No sólo en la historia sino en la constitución actual del ser Al igual que para la ontología fenomenológica, para Hork
humano es necesario reconocer, afirman Horkheimer y heimer y Adorno no hay un continuum entre el ser humano y
Adorno, un "acto de violencia que les sobreviene por igual a el ser natural; en términos antropológicos, el "Hombre" no es
los hombres y a la naturaleza", una violencia mediante la cual "la coronación" de la "historia de la Naturaleza", la hominiza
"lo humano" se al..ltoconstituye al destacarse y "desprenderse",
6 "la salida del hombre del estado de irresponsabilidad del que él mismo , "De iniciar por sí mismo una serie autónoma,de acontecimientos; es la
es culpable. Irresponsabilidad significa la incapacidad de servirse de su pro libertad del carácter inteligible, que se da a sí mismo su propio carácter em
pio entendimiento sin la guía de otro" (Immanuel Kant, "Beantwortung der pírico" (en 1. Kant, "Grundlegung zur Metaphysik der Sitten", en ibid., t. VI,
Frage: Was ist Aufkliirung?", en Wilhelm Weischedel (ed.), Werlwusgabe, t VI, p.83).
Suhrkamp, Berlín, 1977, p. 53. 8 Jean-Paul Sartre, L'Etre et le néant, Gallimard, París, 1943, p. 60.
46 - 47
ción no es un "progreso" dentro de la misma línea de desa prende de lo anterior, sólo tiene vigencia en tanto que "re
rrollo de la "armonía natural", sino una interrupción de la construida". )
misma y el inicio de otra diferente; es la "huida hacia adelan La posibilidad de la Ilustración se encuentra en esta "vio
te", el salto desesperado del animal desobediente, que con "un lencia" ontológica fundamental que está en la auto-afirmación
grito de terror"9 se experimenta condenado a sucumbir (dada (Selhstbehauptung) del s~eto respecto de lo otro; que constitu
.su "anomalía") bajo la "ley natural" de la supremacía del más ye al "sí-mismo" (Selhst), en su sujetidad concreta o identidad
fuerte. (Selhstheit) determinada "trans-naturalmente" (o "meta-fisica
Como trascendencia que es de lo otro "natural", y parti mente"). En ciertos pasajes, c::1 t.exto de Dialéctica de la Ilustración
cularmente como "trans-animalización" del "animal proto-hu parece entender la violencia de la Ilustración exclusivamente
mano", esta humanización del ser en general o de lo otro es como una violencia de agresión y no de trascendencia, como
necesariamente una "negación determinada"; es una separa un "pecado" contra la "Creación", como una hybris contra el
ción respecto de lo animal pero es también, en igual medida, orden natural, que el ser humano moderno repite de manera
una animalización de aquello que se separa de él: una anima potenciada y por la que, dialécticamente, convertido él mismo
lización de la sujetidad. Es "re-formación" de lo natural, pero en "naturaleza" u hostilidad a lo humano, recibe un castigo te
es también "naturalización" de la forma; es "cosmificación" rrible. "La civilización es un triunfo sobre la naturaleza con el
que violenta a lo otro, pero es también reactualización de la que la sociedad convierte todo en simple naturaleza."1O Sin em
otredad a través del cosmos. bargo, el conjunto de la obra permite reconstruir un concep
La trascendencia, como "trans-naturalización", no es una ac To de Ilustración según el cual la violencia de ésta respecto de
ción violenta que sólo pertenezca al pasado; es una acción que lo otro puede ser vista no sólo como un pecado o una hybris,
está siempre sucediendo o teniendo lugar en el presente, que no sino también como una peculiar manera de respeto y exalta
termina nunca. ción a través del desafio.
La violencia fundamental del ser humano al trascender al La constitución de la sujetidad sobre el sustrato de la natu
ser en general desata entre ellos un conflicto que no tiene so ralidad animal trae consigo el conato o tendencia del sujeto a
lución, un "enojo" o "enemistad" que no acepta "reconci "perseverar en su ser", a repetirse como idéntico a sí mismo
liación" (Vers¿ihnung), si "solución" o "reconciliación" deben en situaciones diferentes en el curso del tiempo, en la exten
significar un regreso al estado anteriu:r: a la autoafirmación sión del espacio. Ser sujeto es afirmarse en una identidad. Esta
del sujeto, una renuncia al ejercicio de la libertad. Como se ve tendencia del sujeto a seguir siendo "el mismo" puede efec
rá más adelante, para Horkheimer y Adorno un.a verdadera tuarse sin embargo de dos maneras completamente diferentes
"reconciliación" o des-enojo entre lo humano y lo otro sólo entre sí, con lo que "perseverar", al igual que "Ilustración",
puede consistir, paradójicamente, en una insistencia en eso pueden significar dos cosas totalmente contrapuestas. Se t.Ip.ta
"nuevo" que ha aparecido en medio de lo otro, es decir, pre de una diferencia que es de importancia decisiva en la argu
cisamente, en el. ejercicio renovado de la libertad. (Para ellos, mentación de Dialéctica de la Ilustración.
la libertad no es, como para Kant, "más mala que buena", si Yes que, en efecto, la perseverancia en el propio ser como
no que está "más allá del bien y el mal", de la concordancia o realización espacio-temporal de la autoafirmación o Selhstbe
la discordancia éon una armonía natural, que, como se des hauptung del sujeto no tiene necesariamente que ir por el ca
48 49
mino de la Selbsterhaltung o autoconservación, Se lleva a cabo El primer modo de perseverar en el propio ser comienza con
de dos modos o con dos tendencias contrapuestas, que siguen un desafio que respeta la "sujetidad otra" de lo otro en la vi
sentidos encontrados: a] como una auto-puesta en peligro gencia que esto otro mantiene al estar presente como '/ysis
(Selbstpreisgahe); o b] como una "auto-conservación" (Selbster (natura) o creación perpetua; avanza por la afirmación del ca
haltung) , rácter contingente y aleatorio de la identidad del sujeto y de
La auto-afirmación puede ser simplemente una fidelidad a su cosmos en medio de lo otro. El segundo modo avanza por
la forma que debió inventarse el sujeto al trascender a lo otro, la anulación de la otredad de lo otro y su conversión en un
y que lo identificó como tal: al pasar por la experiencia de una "caos" o naturaleza salvaje R()r conquistar y domesticar; pasa
"trans-naturalización" que acepta y asume la huella de la ani por la afirmación del carácter absolutamente necesario de la
malidad negada y "superada" en ella. Una fidelidad que con identidad del sujeto y su cosmos y por la subordinación de
siste en el intento de alcanzar una meta-morfosis o traslación de la realidad de lo otro a esa necesidad. El primero se encami
esa forma a cualquier substancia diferente aportada por el na a encontrar para el sujeto y su cosmos un lugar propio en
curso del tiempo o la extensión del espacio (Ovidio: "in nova medio de lo otro, mientras el segundo se dirige a someter lo
mutatae formae corpara"). 11 Perseverancia es aquí el esfuerzo de otro al sujeto y a integrarlo dentro del cosmos,
rescatar una forma, una entidad volátil, de la amenaza de desa El tono desconsolado y "pesimista" que prevalece a 10 largo
parición que surge cuando es puesta a prueba o en peligro en del texto de Dialéctica de la ilustración expresa sin duda las
una migración o cambio de situación, Como metamorfosis, condiciones políticas de la época en que fue escrito. Eran
la perseverancia no resguarda ningún "terreno ganado", no "tiempos que sólo ofrecían a.sus autores motivos para dudar de
protege una herencia o una integridad sustancial: no es capaz la posibilidad misma del primer modo de la perseverancia del
de fundar destino alguno ni es apta para someterse a él. Es un sujeto en su ser o su identidad; todo les conducía a identificar
acto gratuito, contingente, 'sin fundamento, de insistencia en esa perseverancia con el segundo modo, el de la auto-conser
una forma que debe aún demostrar su vigencia. vación (Selbsterhaltung) del sujeto idéntico a sí mismo, y a cons
La perseverancia en el propio ser puede, sin embargo, to tatar desilusionados la dialéctica negativa que llevaba a esa
mar otro camino, aquel que Horkheimer y Adorno ven de Ilustración o autoafirmación a "morderse la cola" y concluir
sembocar en su época en la maca.,bra apoteosis del "Estado en la devastadora anulación del sujeto. De todos modos, como
autoritario,j,12 La auto-afirmación del sujeto puede consistir en destellos casi borrados por el examen de esa dialéctica, no de
una consolidación o susbstancialización de su forma identia jan de aparecer esporádicamente aseveraciones según las cuales
ria, en el resguardo o la conservación de esa substancia como una Ilustración "buena": de perseverancia por metamorfosis
"terreno ganado" o "coto de poder" arrebatado a lo otro (con de la identidad, resulta posible. Para Horkheimer y Adorno,
vertido ya en un mero "caos"), Perseverancia es aquí el empe sólo la Ilustración readueñada de sí misma,.es decir, retomán
ño en proteger la "mismidad" del sujeto como un poder dose en la práctica real como la auto-afirmación contingente
equiparable al poder que se supone como lo esencial de lo del sujeto humano, "podría romper los límites de la Ilustra
otro. Es una perseverancia que acumula esa "mismidad"-poder cíón".13
y que, por lo tanto, funda un destino y lo obedece.
"
50 51
La Rustración como el "destino" de Occidente mitos que [en la época moderna] caen víctimas de la Ilustra
ción eran producto de ésta."15
"La proposición IV, XXII coro de la Ética de Spinoza", escriben Según ellos, el comportamiento mágico despliega una as
Horkheimer y Adorno, "contiene la verdadera máxima de la tucia muy peculiar como arma de conservación de la identi
civilización occidental: conatus sese conservandi primum et uni dad de un sujeto humano: el mago se mimetiza con una figura
cum virtutis est fundamentum (el empeño en autoconservarse inventada de lo otro todopoderoso y "hostil" para, en represen
es el fundamento primero y único de la virtud)."14 Intentan tación de ella, entablar un diálogo con la comunidad humana
así localizar un modo de comportamiento civilizado que fue y entrar con' ésta en un contrato mediante el cual accede a ha
"elegido" tempranamente (unos ocho siglos antes de nues cer una excepción en su "hostilidad" a cambio de recibir un
tra era) en el mundo mediterráneo centrado en torno a Gre sacrificio ton el que la comunidad le ofrenda una parte de sí
cia y que, saliendo airoso una y otra vez de duras pruebas, se misma. La astucia del mago consiste en comportarse como
fue consolidando e imponiendo a la manera de un "destino" si la existencia humana tuviese alguna importancia para lo
que ha dominado en la historia de Occidente. Es el modo de otro; en tratar a lo otro como si ello se atuviera a lo que el
comportamiento de la Ilustración por autoconservación ser humano hace o deja de hacer y en adjudicar a..í a lo que
("Selbsterhaltungj o de la civilización liberada de la magia acontece en lo otro una necesidad que le es ajena, que es una
que asegura la vigencia de sus formas mediante la cosifica proyección de la coherencia interna de la identidad comu
ción de la vida de las mismas en la dinámica del intercambio nitaria. De esta manera, si lo que acontece en lo otro resulta
mercantil. Un modo de comportamiento que Occidente "eli -desfavorable a lo humano, ello no sería algo casual o fortuito
gió" repetidamente frente a otro suyo alternativo -el de la sino una accióri deliberadamente hostil provocada por lo
Ilustración por auto-puesta en peligro (Selbstpreisgabe)-, el otro, una acción que puede entonces ser materia de negocia '
mismo que, vencido y dominado, lo <acompaña desde enton ción. Elevado a la jerarquía de fuerza todopoderosa, lo otro
ces desobedeciendo a ese "destino" desde los ángulos más queda sutilmente sometido al poder de lo humano. En la mÍ
variados. mesis mágico-mítica hay una peculiar impostura: aquello que
va a ser imitado se crea en el acto mismo del imitar. 17 El com
portamiento mágico imprime en lo otro la necesidad que
La llustración que hay en el mito corresponde a su propio cosmos identificado; le otorga una fi
Según Horkheimer y Adorno, la presencia de la Ilustración co gura terrorífica con la qlleel ser humano puede mimetizarse
mo autoafirmación conservadora del sujeto no correspondería para exigirse a sí mismo, en bien de la reproducción de su
exclusivamente a la civilización moderna; ellos la reconocen ya identidad, un sacrificio al que de otro modo no se s01;netería.
en el comportamiento mágico y en el discurso mítico. 15 "Ya los El mito, por su parte, al darle un nombre a la figuro en que
lo otro se presenta, hacerle personaje de su relato y mostrarla
14 Ibid., p. 52. ,
15 Y lo hacen con intención polémica, en contra de cierta tendencia de
la filología clásica alemana que veía en Homero al iniciador del racionalis mediante una depuración de los elementos político-raciales ('Judeo-bol
mo ilustrado e imaginaba los tiempos pre-homéricos o de la mitología ar cheviques") que habrían introducido el racionalismo ilustrado en el seno
caica como tiempos de annonía con la naturaleza a través de los dioses del pueblo alemán.
telúricos. La ideología antirracionalista del nacionalsocialismo, con la que 16 Ibid., p. 30.
esa filología simpatizaba, proponía regresar a esos tiempos pre-racionalistas 17 Ibid., p. 73.
<,
52 53
en una relación de reciprocidad con 10 humano, pone en pa pitalista de la modernidaá a cambio de la benevolencia de lo
labras el comportamiento mimético que está en la magia yjus otro hacia su identidad como propietario del "mundo de las
tifica así la necesidad del sacrificio en bien de la conservación mercancías", como tesaurizador o acumulador de valor econó
de la identidad. La magia y el mito documentan un proceso de mico abstracto.
doble filo que se impone en las condiciones históricas de la Pero el destino de la Ilustración occidental o moderna se
escasez absoluta: el del sometimiento de la naturaleza, por un impone sobre ella incluso cuando, ya en la modernidad capi
lado, y de autorrepresión, "renuncia" (Entsagung) o sacrifi talista, el mecanismo mercantil de distribución de la riqueza
cio sociales, por otro. Por esta razón, para Horkheimer y Ador social es desobedecido, burlado y ocupado por la presencia
no, "el mito es ya Ilustración [autoconservadora]", más aún; el desquician te de la mercancía<apital, es decir, por la acción del
mito pone en marcha ese "proceso sin fin de la Ilustración" valor de esa mercancía, que está en una constante autovalori
que, en lugar de interrumpirse como era de esperar con la lle zación gracias a la explotación del trabajo de los asalariados
gada de los tiempos modernos, habría de continuarse hasta que producen y consumen tal mercancía. la Para sobrevivir con
nuestros días, y de manera exacerbada. la identidad de propietario, de "amo y señor de la naturaleza",
el sujeto debe ahora sacrificar no sólo su función administra
dora del cosmos, sino, radicalmente, su misma función de suje
La Dustración moderna to, su sujetidad; debe cosificarse radicalmente, pasar a existir
La Ilustración moderna vive de "desencantar el mundo", de como "sujeto enajenado" bajo la forma del valor autovalori
combatir al mito en lo que éste tiene de expresión y apología -zándose que habita en la mercancía-capital. Yes que ser pro
del comportamiento "mimético" propio de la magia cuando pietario de una riqueza capital es ser propietario de un valor
recurre al sacrificio humano como instrumento para someter económico cuya autoafirmación no puede detenerse mientras
a la naturaleza. Pero, irónicamente, su combate lo lleva a ca no haya sometido completamente al valor de uso de la rique
bo desde una posición que es la misma del mito, sólo que za social, mientras no haya reducido la totalidad cualitativa
"más desarrollada". del mundo a su versión puramente cuantitativa. "La Ilustra
El "destino" de la nustración occidental o moderna comen ción [moderna] -:dicen los autores- es el temor mítico que se
zó a tener vigencia cuando el sttieto se desentendió de la ad ha vuelto radical."19 Mientras el "temor mítico" se da ante la
ministración de su cosmos, función que ponía en peligro su amenaza de lo otro que le llega a través del caos, el "temor
integridad pues lo enfrentaba al conflicto entonces irresolu ilustrado" de la modernidad capitalista aparece ya ante la sim
ble entre justicia social y sobrevivencia de la comunidad, y pasó ple amenaza de la otredad de lo otro; ante el peligro prove
a asegurarla -y de este modo a resguardarse a sí mismo- en niente del "resto" de lo otro que es irreductible a la figura de
comendándola a la "mano invisible" (A. Smith) del merca "caos" y que está en la promesa de placer que se anuncia en la
do, cosificándola como una función que dejaba de requerir de consistencia cualitativa del valor de uso de los "bienes de este
su intervención y pasaba a cumplirse casual o "automáticamen mundo".20 "La Ilustración [en la modernidad capitalista] es to
te" en el entrecruzamiento de la infinidad de "procesos de talitaria como ningún otro sistema."2l La sola posibilidad de
realización del valor" de los bienes convertidos en mercancías. 18 Ibid., p. 175.
54 55
un "afuera", de algo diferente al sí mismo, es la fuente del te 4. Imágenes de la blanquitud
mor. Nada debe estar afuera; la identidad se mantiene y salva
guarda creando la inmanencia. H Sólo si el caos que se muestra
en la consistencia concreta de las cosas llegara al fin a consis
tir plenamente en una mera proyección negativa del sujeto y
su cosmos, a ser exclusivamente aquello "aún no" conquistado
e invadido por él, ~I temor a lo otro podría desvanecerse en el Sein Auge ist blau
sujeto ilustrado. Sólo que esta sensación de seguridad ante la er trifft dich mit bleiemer Kugel
identidad perfectamente conservada gracias a la anulación de er trifft dich genau.I
lo otro en cuanto tal sería una sensación que carecería de su Paul Celan, Todesfuge
jeto para sentirla,
Anulado lo otro en provecho del sujeto plenamente enaje La palabra "espíritu" que aparece en el famoso ensayo de Max
nado, el paiseye que quedaría sería el de una devastación to Weber sobre La ética protestante y el espíritu del capitalismo se refie
tal: la Ilustración habría completado su "dialéctica", re sin duda a una especie de demanda o petición de un cierto
Al llevar a cabo su empresa de auto-emanipación, el sujeto tipo de comportamiento que la vida económica de una socie
humano tomó un camino que lo ha llevado paradójicamente, dad hace a sus miembros. El "espíritu" es una solicitación o un
de estar sometido beyo un poder ubicado en lo otro, en el caos, requerimiento ético emanado de la economía. El "espíritu del
en la naturaleza salvaje, a estar sometido a un poder equiva -capitalismo" consiste así en la demanda o petición que hace la
lente, pero ubicado ahora en él mismo; en él, como sujeto que vida práctica moderna, centrada en tomo a la organización
salvaguarda al fin plenamente su identidad al cosificarse y ena capitalista de la producción de la riqueza social, de un modo
jenarse como valor económico capitalista siempre valorizándo especial de comportamiento humano; de un tipo especial de
se. Para dejar de sacrificar una parte de sí mismo, como debía humanidad, que sea capaz de adecuarse a las exigencias del me
hacerlo en tiempos pre-modernos, el sujeto, en esta dialéctica jor funcionamiento de esa vida capitalista. Según Weber, el ethos
perversa, ha pasado a sacrificarse todo entero. que solicita el capitalismo es un ethos "de entrega al trabajo, de
A esta Ilustración, que persigue a toda costa la autoconser ascesis en el mundo, de conducta moderada y virtuosa, de ra
vación del sujeto y retrocede ante ·la,it:lea de una autoafir cionalidadproductiva, de búsqueda de un beneficio estable y
mación como "puesta en peligro" de sí mismo, Horkheimer y continuo", en definitiva, un ethos de autorrepresión-producti
Adorno le recuerdan: "Todo auto-sacrificio implica destruir vista del individuo singular, de entrega sacrificada al cuidado
'más' que 10 que se salva gracias a él",2s de la porción de riqueza que la vida le ha confiado. Y la prác
tica ética que mejor representa a este ethos solicitado por el. ca
[En Sophia, Revista de Filosofta, n. 1, Quito, Ecuador, 2007; y Contrahistorias. pitalismo es, para Weber, la del cristianismo protestante, y en
La otra mirada de Clio, n. 9, México, 2007.] especial la del puritanismo o protestantismo calvinista, aquel
que salió del centro de Europa y se extendió históricamente a
los Países Bajos, al norte del continente europeo, a Inglaterra
y finalmente a Estados Unidos de América.
I
22 Ibid., p. 67.
28 Ibid., p. 73. 1 "Su ojo es azul/te apunta con una bala de plomo/te apunta y no falla."
56 '-.
57
En la nota preliminar a sus Artículos escogidos de sociología de realista, puritana o "protestante-calvinista" del ethos histórico
la religión, Max Weber dejó planteada la idea de que la capaci capitalista. 2
dad de corresponder a la solicitación ética de la modernidad En el contexto que nos interesa, es importante señalar que
capitalista, la aptitud para asumir la práctica ética del protes la "santidad económico-religiosa" que define a este "grado ce
tantismo puritano, puede tener un fundamento étnico y estar ro" de la identidad humana moderno-capitalista, característica
conectada con ciertas características raciales de los individuos. de este nuevo tipo de ser humano, es una "santidad" que de
Las reflexiones que siguen intentan problematizar este plan be ser visible, manifiesta; que necesita tener una perceptibilidad
teamiento de Max Weber a partir del reconocimiento de un sensorial, una apariencia o,l!na imagen exterior que permita
"racismo" constitutivo de la modernidad capitalista, un "racis distinguirla. La modernidad de un individuo, lo efectivo de su
mo" que exige la presencia de una blanquitud de orden ético interiorización del ethos puritano capitalista, es decir, su "san
o civilizatorio como condición de la humanidad moderna, pe tidad" o el hecho de haber sido elegido por la gracia divina, es
ro que en casos extremos, como el del Estado nazi de Alema reconocible antes que nada en el alto grado de productividad
nia, pasa a exigir la presencia de una blancura de orden étnico, del trab..yo que le toca ejecutar. Lo evidentemente producti
biológico y "cultural". vo de su actividad es lo que lo ubica por encima de la línea
Se puede hablar de un "grado cero" de la identidad concre que separa t,yantemente a los "winners" (triunfadores) o "sal
ta del ser humano moderno, que consistiría en la pura fun vatf' de los "losers" (perdedores) o "sommersi". Pero no se ma
cionalidad ética o civilizatoria que los individuos demuestran nifiesta sólo en este dato estadístico; también se muestra en la
tener respecto de la reproducción de la riqueza como un pro 'imagen que corresponde a esa santidad evidente: en todo el "
ceso de acumulación de capital. En este plano elemental, la conjunto de rasgos visibles que acompañan a la productividad,
identidad humana propuesta por la modernidad "realmente desde la apariencia fisica de su cuerpo y su entorno, limpia y
existente" consiste en el conjunto de características que consti ordenada, hasta la propiedad de su lenguaje, la positividad
tuyen a un tipo de ser humano que se ha construido para sa discreta de su actitud y su mirada y la mesura y compostura de
tisfacer al "espíritu del capitalismo" e interiorizar plenamente sus gestos y movimientos.
la solicitud de comportamiento que viene con él. Pero el grado cero de la identidad individual moderna es
Distintos elementos determinantes de los modos de vida tra en verdad un grado insostenible, evanescente, que en la his
dicionales, distintas sub codificaciones de los sistemas semióticos toria cede su lugar enseguida a un grado primero o inicial de
y lingüísticos heredados, distintos usos y costumbres pre-mo concreción identitaria: el grado de identidad que correspon
demos o simplemente no-modernos, en pocas palabras, dis dea la identidad nacional. En efecto, sólo excepcionalmente
tintas determinaciones de la "forma natural" de los individuos las masas de la sociedad moderna son, como suele decirse, ma
(singulares o colectivos) son oprimidos y reprimidos sistemá sas amorfas y anónimas; por lo general son masas identificadas
tica e implacablemente en la dinámica del mercado a lo largo en la realización del proyecto histórico estatal de alguna em
de la historia, en, el camino que lleva a este "grado cero" de la presa f:ompartida de acumulación de capital, es decir,son ma
identidad humana moderna. Son precisamente aquellas deter
minaciones identitarias que estorban en la construcción del 2 Sobre la multiplicidad del ethos histórico de la modernidad capitalista,
nuevo tipo de ser humano requerido para el mejor funcio que incluría, además del realista, a otros tres más: el "romántico", el " (neo)clá
namiento de la producción capitalista de mercancías y que ilusiones de la modI!miiúJd, Universidad Nacional Autónoma de México-El Equi
deben ser sustituidas o reconstruidas de acuerdo con la versión librista, México, 1995.
"-.
58 59
sas dotadas de una identidad de "concreción falsa", como di XVIII), esa casualidad o arbitrariedad se fue convirtiendo po
ría el filósofo Karel Kosík, pero concreta al fin, que tiene una co a poco en una necesidad y pasó a ser codeterminante de la
consistencia nacional. identidad moderna del.ser humano como una identidad civi
Ahora bien, en lo que concierne a estas reflexiones, es de lizatoria capitalista, en su variante puritana o "realista". En otras
observar que la identidad nacional moderna, por más que se palabras, debido a su frecuencia abrumadora, el hecho de que
conforme en función de empresas estatales asentadas sobre so los "santos visibles" fueran también, además de todo, "de raza
ciedades no europeas (o sólo vagamente europeas) por su y de usos y costumbres blancos" abandonó su factualidad y pa
"color" o su "cultura", es una identidad que no puede dejar só a convertirse en una con.Qi.ción imprescindible. Es gracias
de incluir, como rasgo esencial y distintivo suyo, un rasgo muy a este quid pro quo que el ser auténticamente moderno llegó a
especial al que podemos llamar "blanquitud". La nacionalidad incluir entre sus determinaciones esenciales el pertenecer de
moderna, cualquiera que sea, incluso la de Estados de pobla alguna manera o en cierta medida a la raza blanca y conse
ción no-blanca (o del "trópico"), requiere la blanquitud" de sus
lO cuentemente a relegar en principio al ámbito impreciso de lo
miembros. Se trata sin duda de un dato a primera vista sor pre, lo anti o lo no-moderno (no humano) a todos los indivi
prendente, ya que la idea de una identidad nacional parecería duos, singulares o colectivos, que fueran "de color" o simple
excluir la subsunción de ella b<.Yo alguna identidad más gene mente ajenos, "no occidentales",!
ral (por ejemplo, "europea" u "occidental"), que trascienda las Pero el proceso fue, en verdad, un tanto más complicado.
determinaciones étnicas particulares de la comunidad "nacio Lo interesante está en que, durante este tránsito subrepticio
nalizada" por el Estado capitalista. La explicación de esta posi -de lo casual a lo necesario, la condición de blancura para la
ble paradoja de una nación "de color" y sin embargo "blanca" identidad moderna pasó a convertirse en una condición de
puede encontrarse en el hecho de que la constitución fundan blanquitud, esto es, permitió que su orden ét~ico se subordina 11
te, es decir, primera y ejemplar, de la vida económica moderna ra al orden identitario que le impuso la modernidad capitalista
fue de corte capitalista-puritano, y tuvo lugar casualmente, como cuando la incluyó como elemento del nuevo tipo de humani
vida concreta de una entidad política estatal, sobre la base hu il
mana de las poblaciones racial e identitariamente "blancas" del 8 la imagen de contraste o imagen de lo contra-moderno, de lo incom 1
1
noroeste europeo. Se trata de un hecho que hizo que la apa patible con la blanquitud, ubica a un personaje de la novela El últi17UJ encuen "
riencia "blanca" de esas poblaciones se'"asimilara a esa visibili tro, de Sándor Márai, en la de una "humanidad determinada por el trópico":
dad indispensable de la "santidad" capitalista del ser humano "Has de saber que todos los ingleses que han pasado cierto tiempo en,el
moderno, que se confundiera con ella. La productividad del trópico son sospechosos en su propio país, Son dignos de admiración y de
trabego como síntoma de la santidad moderna y como "mani reconocimiento, pero son también sospechosos. En sus fichas secretas figu
ra seguramente la palabra 'trópico' como si dijera 'sífilis' o 'espionaje'. Son
festación" del "destino" profundo de la afirmación nacional pa- I sospechosos aunque hayan conservado la costumbre de jugar al golf o al te
só a incluir, como acompañante indispensable, a la blancura nis,·aunque hayan estado bebiendo whisky, aunque hayan aparecido en las
racial y "cultural". de las masas trab<.Yadoras. fiestas del gobernador, vestidos de esmoquin o con un uniforme lleno de
El rasgo identitario-civilizatorio que queremos entender por condecoraciones: todos ellos son sospechosos. Simplemente por haber vivi
"blanquitud" se consolida, en la historia real, de manera casual do én el trópico. Simplemente por haber sobrevivido a esa infección terrible
e imposible de asimilar que también tiene sus atractivos, como cualquier pe
o arbitraria sobre'la base de la apariencia étnica de la pobla ligro mortal. El trópico es una enfermedad. Las enfermedades tropicales
ción europea noroccidental, sobre el trasfondo de una blan se curan con el tiempo, pero el trópico jamás" (Salamandra, Barcelona,
cura racial-cultural. A lo largo de tres siglos (del siglo XV al 1999, pp. 74-75).
"
60 61
[1]
Geran! Ter Borch, [2]
La dama escribiendo Lucas Cnmach,
una carla, 1655 Adán y Eva, 1528
dad promovido por ella. Es ésta la razón de que, en principio, le también para la representación que se hace en esa época
en la modernidad capitalista, los individuos de color puedan del cuerpo humano desnudo [fig. 2]. En la pintura de Lucas
obtener la identidad moderna -siIl tener que "blanquearse" Cranach, Adán y Eva son sin duda de raza blanca, pero no es
completamente, de que les baste con demostrar su blanquitud. su blancura sino la inocencia de su sensualidad lo que el pin
. Podemos llamar blanquitud a la visibilidad de la identidad tor circunscribe y enfatiza.
ética capitalista en tanto que está sobredeterminada por la blan Puede decirse, entonces, que un racismo identitario, promo
cura racial, pero por una blancura racial que se relativiza a sí tor de la blanquitud civilizatoria, que no de la blancura étnica
misma al ejercer esa sobredeterminación. ' -es decir, un racismo tolerante, dispuesto a aceptar (coJ;ldi
Es la compostura de los personajes, una compostura que cionadamente) un buen número de rasgos raciales y "cultura
denota blanquitu(1, y no blancura de raza, lo que impresiona les" alien, "ajenos" o "extranjeros"-, es constitutivo del tipo de
en la representación de la nueva dignidad humana que hay en ser humano modemo-capitalista. Sin embargo, por más "abier
los numerosos retratos de burgueses u hombres modernos de to" que sea, este racismo identitario-civilizatorio no deja de ser
la pintura flamerica en los siglos XV YXVI [fig. 1]. La blancu un racismo, y puede fácilmente, en situaciones de excepción,
ra está allí, pero precisamente sólo como un sobreentendido readoptar un radicalismo o fundamentalismo étnico virulen
(Holbein, Van Eyck, Ter Borch, etcétera). Esta observación va to, como lo veremos enseguida.
62 ' 63
[3]
La intolerancia que caracteriza de todos modos al "racismo son una expresión necesaria pero no suficiente de esa inte
identitario-civilizatorio" es mucho más elaborada que la del riorización, y son además bastante imprecisos dentro de un
racismo étnico: centra su atención en indicios más sutiles que amplio rango de variaciones. En los países nórdicos del capi
la blancura de la piel, como son los dela presencia de una in talismo más desarrollado, una buena parte del "ejército obre
teriorización del etJros histórico capitalista. Son éstos los que sir ro industrial" del que hablaba Karl Marx -y no sólo del "de
ven de criterio para la inclusión o exclusión de los individuos reserva", compuesto de desempleados y marginados, sino in
singulares o colectivos en la sociedad moderna. Ajena al fana cluso del "ejército obrero en activo"-, que era un ejército de
tismo étnico de la blancura, es una intolerancia que golpea "raza" indiscutiblemente "blanca", ha fracasado siempre e~ su
con facilidad incluso en seres humanos de impecable blancu empeño de alcanzar una blanquitud plena [fig. 4].
ra racial pero cuyo comportamiento, gestualidad o apariencia Los negros, los orientales o los latinos que dan muestras de
indica que han sido rechazados por el "espíritu del capitalis "buen comportamiento" en términos de la modernidad capi
mo" [fig. 3]. El "racismo" de la blanquitud sólo exige que la in talista estadounidense pasan a participar de la blanquitud. In
teriorización del'ethos capitalista se haga manifiesta de alguna cluso, y aunque parezca anti-natural, llegan con el tiempo a
manera, con alguna señal, en la apariencia exterior o corpo participar de la blancura, a parecer de raza blanca. La mani
ral de los mismos; los rasgos biológicos de una blancura racial pulación que MichaelJackson [fig. 5] hace de los rasgos étni
64 -"
65
cos de su rostro es sólo una exageración caricaturesca de la
manipulación identitaria y somática que han hecho y hacen
con sus modos de comportamiento y con su apariencia física
otros "no-blancos" atrapados en el American way 01 life.
Me refiero, por ejemplo, a aquellos negros estadounidenses
que en los años sesenta recibían el apodo de "Vnele Toms ",
a quienes hoy su blanquitud a toda prueba les ha pennitido
triunfar, lo mismo en la política [fig. 6] que en los negocios y
el mundo del espectáculo, y cuya figura emblemática sería la
ex secretaria de Defensa Condoleezza Rice. Pero me refiero
también a tantos otros grupos "de color" cuya adopción de la
blanquitud, cuya "americanización" o interiorización del ethos
realista del capitalismo contribuye a que la "modernidad ame
ricana" pueda ostentarse a sí misma como la única moderni~
[5] [6]
dad válida y efectiva; son grupos humanos cuyas figuras
II Michael1ackson Condoleezza Rice
emblemáticas serían, por ejemplo, el primer ministro japonés
Junichiro Koisumi [fig. 7] o el presidente peruano Alejandro
.- Toledo [fig. 8].
II El racismo étnico de la blancura, aparentemente superado
ijl por y en el racismo civilizatorio o ético de la blanquitud, se en
cuentra siempre listo a retomar su protagonismo tendencial
mente discriminador y eliminador del otro, siempre dispuesto
a reavivar su programa genocida. Los mass media no se cansan de
recordar, de manera solapadamente amenazante, el hecho
de que la blancura acecha por debajo de la blanquitud.
Basta con que el Estado capitalista entre en situaciones de
recomposición de su soberanía y se vea obligado a.reestructu
rar y redefinir la identidad nacional que imprime a las pobla
[7]
ciones sobre las que se asienta, para que la definición de la
[8]
1unichiro Koisumi
Alejandro Toledo
66 "
67
[12]
Diferencias raciales 1
[9] [lO]
[11]
[13]
(taIjeta postal)
El ejemplo paradigmático de la,posibilidad de esta regresión Estado, que por supuesto implicaba también un nuevo pro
se encuentra en la historia de la sociedad alemana: en la re yecto de nación, planteaba como indispensable un retorno
fundación catastrófica del Estado alemán como Estado nacio -fundamentalista a la blancura racial como condición de la hu
nalsocialista entre 1933 y 1945. El racismo de la blanquitud fue manidad moderna [fig. 9]; el regreso a una blancura étima o I ...
sustituido entonces por un racismo exaltador de la blancura, pura [fig. 10], enfáticamente noreuropea, germánica o aria
gracias al cual la reivindicación histérica de una pureza racial [fig. 11], que no pudiera confundirse con la "blancura» mes
aria se hizo acompañar de un reavivamiento igualmente histé tiza, solapada bajo esa blanquitud tolerante que prevalecía en
rico del antijudaísmo tradicional de las poblaciones europeas. las naciones de la modernidad capitalista liberal y cuyos rasgos
A comienzos del siglo XX, la gran mayoría de los alemanes estaban presentes de manera excelente entre los alemanes ju
de origen judío cumplía todas las exigencias de la blanquitud, díos [figs. 12 y 13).
y lo hacía con creces: la asimilacióii"ent;p.siasta y constructiva Dos razones estrechamente ligadas entre sí permiten explicar
al mundo de la Europa moderna había llevado a muchos de -que no justificar- el he~ho de que el movimiento nazi encau
ellos incluso hasta el extremo de esa autotransformación so zara la reafirmación racista de la blancura étnica en el sentido
mática de la que Woody Allen hace burla en su película Zelig. de un antijudaísmo exacerbado: en primer lugar, se trataba de
Por esta razón, la disfuncionalidad que la ideología nazi esta un movimiento constitutivamente demagógico [fig. 14], que
ba interesada en encontrar en la población judía respecto del disfrazaba con una retórica revolucionaria su intención pro
nuevo proyecto nacionalsocialista de Estado capitalista era funda qe tendencia contrarrevolucionaria [fig. 15], Y que ne
una disfuncionalídad que sólo podía distinguirse y ser com cesitaba por lo tanto borrar de la percepción del proletariado,
batida y extirpada si la realización de ese nuevo proyecto de al que engañaba, la evidencia de su continuismo efectivo con
fiesta en los "usos y costumbres" e incluso en la ~ltanschauung, como sucede el Estado capitalista al que decía atacar. La única manera de
ya en el presente siglo, bautizado por Samuel Huntington como el de un hacerlo era recurrir a acciones abiertamente violentaS que lle
"clash o/civilizations". varan a cabo una aparente "transformación radical de 10 esta
68 "
69
blecido". En esta línea, la acción violenta de arrancarle al
cuerpo social alemán su parte judía (el uno por ciento de su
población), y deshacerse de ella para "purificarlo y fortalecer
lo", resultaba impactante, demostraba una "voluntad revolucio
naria" más potente y pura que la del "marxismo"5 [fig. 16]; con
la ventaja, además, de que se trataba de una acción relativa
mente inofensiva para "el sistema", irrelevante grosso modo pa
ra el funcionamiento capitalista de la economía y la sociedad
alemanas. En segundo lugar, la tendencia a hacer de los judíos
el "chivo expiatorio" de todas las calamidades sociales, con una
tradición que se remontaba a la Edad Media, había retomado
fuerza a finales del siglo XIX en las sociedades noreuropeas.
Este renacimiento general del antijudaísmo europeo llegó en
Alemania a su punto más alto después de la Primera 'Guerra
Mundial, a mediados de los años veinte, al término de la de
vastadora inflación que pauperizó aún más a las masas traba [15]
[14]
jadoras mientras beneficiaba a la "élite plutocrática", aquella _Miembro de las SA entre un obrero Victoria o bolchevismo (cartel)
de la que la opinión pública pequeño-burguesa, en pleno uso de y un campesino 1
I
su irracionalidad, tenía por partícipes y cómplices a todos los
i'
alemanes de origen judío. '1
El nazismo puede aprovechar el antijudaísmo tradicional
de la pequeña burguesía europea, ese sentimiento que invier
te la carga valorativa de admiración-envidia de esta clase hacia
los judíos y la presenta como si fuera un desprecio-rechazo
[fig. 17]. Los pequeño-burgueseseuropeos cultivan un odio de
resentimiento hacia los judíos, porque los 'tienen por superiores.
En efecto, a diferencia de ellos, que dejaron que sus lazos co
munitarios ancestrales se perdieran con la mercantificación
total de su vida y con la consagración de la misma por el cris
tianismo puritano, los judíos mantienen y cultivan esos lazos
'-.
70 71
[19] [201 [21]
72 ' 73
cura racial extrema, una blancura aria, que sería la portadora El racismo es un contenido programático de la producción
natural de una modernidad "regenerada". artística promovida excluyentemente por el Estado nazi en
Es evidente el momento psicótico que se encuentra en la Alemania. Se expresa en la producción de un arte que se res
recomposición racista de la nación alemana, proyectada y pues guarda y protege ante lo que el pintor Adolf Ziegler --conocido
ta en práctica por el movimiento nazi; la idea misma de una por sus colegas como el "pintor del vello púbico alemán"-lla
comunidad racial que posea "por naturaleza" unas virtudes re mó "arte degenerado" y que no es otra cosa que el arte pro
generadoras de la'modernidad capitalista es una idea absurda, ducido por la revolución de las formas estéticas modernas que
completamente insostenible. Resulta por ello interesante con llevaban a cabo en esos años.las vanguardias del "arte moder
siderar los distintos intentos de plasmación de este absurdo en no", arte acusado de judaísmo y de comunismo (o "bolchevis
medio de la vida real de la sociedad alemana durante los do mo", como los nazis lo llamaban peyorativamente). El arte
ce años que duró el Tercer Reich. Dado el hecho de que las fomentado por el Estado nazi pretende, como lo afirma Albert
artes plásticas trabajan con imágenes y de que el racismo tie Speer, el favorito de Hitler y su "arquitecto de cabecera", re
ne que ver directamente con ciertas características de la ima tomar fuerzas de un retorno a las formas estéticas clásicas y a
gen del cuerpo humano y su mundo, el intento que esas artes la representación probadamente occidental del cuerpo hu
hicieron de poner en práctica ese absurdo durante este perio mano. "Las artes plásticas de nuestros días", dice, "han reencon
do de la historia alemana resulta especialmente ilustrativo. 6 trado la sencillez y la naturalidad clásicas y con ello lo verdadero
y lo bello." 7 Se trata sin embargo de un arte que termina por dar
6 La tendencia propia del Estado nazi se dirige a la represión de la crea
un paso atrás precisamente respecto de aquella ruptura del
tividad estética de la sociedad. Los individuos no deben emitir, sino sólo reci 1I ~
hieratismo egipcio en la representación del cuerpo humano,
bir los mensajes de una política que se ha "autoestetizado" y que los requiere
como espectadores dispuestos a entrar en empatía con ella y participar en con la que comienza el arte plástico occidental [fig. 22] entre
ella. El Gesamtkunstwerlt propuesto por Richard Wagner, la "obra de arte to los griegos del siglo VII o VI antes de Cristo, y por reinstalar en
tal" del Estado nazi, su "estetización" de la política (de la que hablaW. Ben la representación ,realista del cuerpo humano un hieratismo
jamin en su famoso ensayo sobre la obra de arte), consiste exclusivamente especial que impacta por lo insostenible de su retórica.
en la ora minuciosa ora grandilocuente escenificación cotidiana de la unidad
Lejano del hieratismo de las figuras egipcias, que reposan
popular supraclasista, en e! espectáculo,pennanente de la Heimat recobrada,
con e! que todos y cada uno de los VolRsgeiiosse eran inducidos a identificarse.
en sí mismas seguras de su eternidad, el hieratismo de la escul
Toda obra de arte era en principio sospechosa"porque implicaba el desen tura nazi, exagerado hasta el umbral de lo grotesco, se guía,
mascaramiento de esta impostura estética de intenciones demagógicas. Hay según el crítico Klaus Wolbert, por el Prinzip der Starre (el prin
que mencionar que no sólo en e! Estado nazi la estetización de la política fue cipio de la rigidez), que quiere simbolizar a la consistencia
impuesta de manera terrorista. El Estado "soviético" de Rusia hizo otro tan moral interior (Innerlichkeit) como el núcleo escondido de la
to. La represión casi total de la revolución fonnal del "arte moderno", sin el
motivo potenciador que en el Estado nazi identificaba a las "vanguardias" ar
presencia corporal del hombre sobre la tierra, pero que sólo
tísticas con e! enemigojudío, se acompañó en él del fomento de un arte pro alcanza a reproducir la apariencia que debió haber tenido el
gramático al servicio ,de una "revolución socialista" imaginaria. El arte oficial ser humano europeo después de haber sido castigado por to
propuso un canon de la figura humana obediente también a la imagen con dos los siglos del medioevo cristiano. El hieratismo nazi se afir
sagrada de la blanquitud -de ahí la gran similitud que se observa entre mu ma en abierta contraposición a la sensualidad de la imagen
chas obras plásticas de! nazismo y muchas del "socialismo"-, sólo que su
fundamentalismo no resaltaba en ella las marcas del autosacrificio para la gue
rra sino otras, "stajanovistas", propuestas por el "realismo socialista": las del 7 "Die bildende Kunst unserer Tage hat '1.uTÜckgefunden zur klassischer Einfach
autosacrificio para el trabajo conquistador del futuro. heit und Natürlichkeit und damit '1.um Wahren und Schonen,"
74 -- 75
[24]
Arno Breker,
El pa:rtifÚJ, 1939
[251
Amo Breker,
El i!fército, 1939
76 ' 77
[%6]
Albert Speer,
Patio de Honores de
la Nueva Cancilleria
del Reich
[%9]
[%7]
Albert Speer,
Fachada de la Nueva
Cancilleria del Reich
[%8]
Albert Speer,
Nueva Cancilleria [30]
del Reich (vista nocturna) T. Rieger, Niño de la Hítlerjugend
78 ' 79
[321
JosefThorak.
Camaradería, 1937
[311
~
Wolfgang Willrich,
tuaría desde la "Deutsche Innerlichkeil' (el predominio de la vi Albert Speer, maqueta de la
da interior en el hombre alemán) en la apariencia del cuerpo Plaza Circular, proye¡:to para [34]
80 ' 81
[37] [38] [39J
]osefWackerle. Karl Albiker, Comdoms Arte degenerado, portada de
D011ItUim. 1936 de relevos. 1935 la guía de la exposición
82 ' 83
[40] [41]
Adolf Ziegler, Adolf Ziegler, Los cuatro elementos, 1937
TerpsícUTII, ca. 1937 [43] [44]
Amo Breker, Amo Breker, El ejército, 1939, en el patio
Camaro.das, 1939 de la Nueva Cancillería dcl Reich
[42]
Adolf Ziegler,
Desnudo fl'!/lUmino,
1939
84 ' 85
5. La modernidad "americana"
(claves para su comprensión)
la Tercera Internacional
La "americanización" de la modernidad durante el siglo XX es
Comunista (1919-1920)
un fenómeno general: no hay un solo rasgo de la vida civiliza
- da de ese siglo que no presente de una manera u otra una so
bredeterminación en la que el "americanismo" o la "identidad
que acompañó y pretendió inspirar. Víctimas de la primera
americana" no haya puesto su marca. Se trata de un fenóme
fueron él mismo y el arte de la escultura en Alemania [fig. 44];
no que no se da solamente, como sería de esperarse, en las so
VÍctima de esta otra fue, en cambio, la modernidad alternativa
ciedades del norte de Norteamérica, donde se gestó a partir del
a la capitalista [fig. 45], que venía con el movimiento comunis
siglo XVII, sino que se hace presente, ya desde finales del siglo
ta, y fueron, junto con ella, los veinte millones de muertos de
XIX, a todo 10 ancho del planeta.
la guerra y de los campos de exterminio en Europa [fig. 46].
La expansión de la modernidad "americana" más allá de sus
El racismo normal de la moderniq.adcapitalista es un racis
fronteras originales no se ha dado única o preferentemente ha
mo de la blanquitud. Lo es, porque el tipo de ser humano que
cia situaciones poscoloniales más o menos recientes -donde,
requiere la organización capitalista de la economía se caracte:
como en Asia o África, la modernidad europea se mantuvo en
riza por la disposición a someterse a un hecho determinan- ,
una zona aparte, como una dimensión extraña o de élite-, sino
te: que la lógica de la acumulación del capital domine sobre la
incluso y con especial fuerza hacia situaciones de viejo arr:aigo
lógica de la vida humana concreta y le imponga día a día la ne
de la modernidad, como las de Europa o la América Latina.
cesidad de autosacrificarse, disposición que sólo puede estar
garantizada poI' la ética encarnada en la blanquitud. Mientras 1 '''Su ropa es cara', dijo Karl [ ... ] 'Sí', dijo Robinson, 'casi todos los días
prevalezcan esta organización y este tipo de ser humano, el ra me compro algo. ¿Qué le parece este chaleco?' 'Muy bueno', dijo Karl. 'Pe
cismo será una c,Ondición indispensable de la "vida civilizada". ro losholsillos no son reales, son hechos "sólo así', dijo Robinson y le tornó
de la mano para que se convenciera por sí mismo." América, novela incon
[En Diego Lizarazo et al., Sociedades icánicas. Historia, ideofogía y cultura en la clusa, se publica ahora con el título que su autor quería darle originalmente:
imagen, Siglo XXI, México, 2007.] Dfff Verschollene (El desaparecido), Fischer, Frankfurt, 1994, p. 163.
86 ' 87
También en esta vuelta de siglo, como en toda la historia ciertos recursos nuevos que puedan usarse para combatirla
moderna, las sociedades y los Estados extraeuropeos -del ex adecuadamente.
tremo Oriente, por ejemplo- pagan el acceso a las ventajas ci 1. La modernidad capitalista es un "proyecto civilizatorio"
vilizatorias de la modernización con una "occidentalización" que se gestó de manera inconsciente y espontánea en la vida
mayor o menor de su vida, sólo que ahora esa "occidentaliza práctica de las sociedades europeas a comienzos del segundo
ción" se ha reducido a una "americanización". En la época del milenio de nuestra era. Su propósito ha sido reconstruir la vi
mundo "globaliza,do", el "americanismo" se ha impuesto co da humana y su mundo mediante la actualización y el desarro
mo la "identidad franca" o mínimamente universal que deben llo de las posibilidades de una revolución técnica que comenzó
compartir todos los habitantes del planeta en la medida en que a hacerse presente en esa época en toda la extensión del pla
aspiran a ser usuarios adecuados de los bienes modernos, a neta. Lo peculiar de este proyecto de modernidad está en su
participar en la vida "civilizada". modo de entregarse a esa reconstrucción civilizatoria, un mo
El interés en distinguir lo específicamente "americano" do que la lleva a dotar a ésta de un sentido muy particular: dar
que hay en la modernidad contemporánea proviene de una le "otra vuelta de tuerca" a la ya milenaria mercantificación de
constatación de hechos y tendencias: el proceso de deterioro la vida humana y su mundo, iniciada ocho o nueve siglos antes
del conjunto de la vida económica, social y política en el úl de la era cristiana; radicalizar la "subsunción" o subordinación
timo medio siglo -que parece encaminar a la historia mundial a la que está siendo sometida la "forma natural" de esa vida por
a una situación catastrófica de magnitud y radicalidad des parte de su "doble", la "forma de valor" que ella misma desarro
conocidas hasta ahora- es un proceso que sigue la línea de Ha en tanto que vida mercantilizada. 2 Convertir esa subsun
desarrollo definida por una de las múltiples versiones de la ción, de un hecho sólo exterior o "formal", en otro "real" o de
modernidad capitalista de la vida civilizada, la versión "ameri alcance "técnico"; en un hecho que "interioriza" o incorpora el
cana". Cualquier intento de frenar, tal vez revertir o incluso peculiar modo capitalista de reproducir la riqueza en la compo
simplemente sobrevivir a ese proceso de deterioro y sus con sición misma del campo instrumental-del sistema de aparatos
secuencias debe preguntarse acerca de los recursos que pue de la sociedad, y que consolida de esta manera la explotación del
de encontrar en medio de la civilización moderna actual para trab~o humano en su forma asalariada-proletarizada.
ser realmente viable. Sería equivocado suponer que estos recur El proceso que lleva a la generalización del telos de la valori
sos siguen siendo los mismos o del Íiiism~ orden que aquellos zación del valor, inducido por el modo capitalista de repro
de que disponía la vida civilizada moderna en el siglo pasado ducción de la vida social, es sin duda el proceso dominante en
para contrarrestar sus propias aberraciones, y que fueron de la historia de la moderniiación europea; pero está lejos de ser
saprovechados entonces con los resultados catastróficos tan el único. Otras propuestas de vida moderna que reivindican el
conocidos. Las diferencias de todo orden (lo mismo en 10 telos propio de la "forma natural" de la vida humana aparecen
técnico que en lo social y lo político) entre la modernidad junto a él y lo acosan una y otra vez a 10 largo de esa historia;
prevaleciente hace un siglo (la "europea") y la que domina se trata, sin embargo, de propuestas sobre las que ese proceso
actualmente (la "americana") pueden ser evidentes en 10 ge "no ha dejado de vencer" hasta ahora.
neral, pero son confusas en lo particular; sólo si se las describe 2. El proyecto civilizatorio de la modernidad capitalista só
con precisión y se las examina críticamente se podrá recono lo pudo llevarse a cabo en ténninos histórico concretos, pri
cer la especificidad de la segunda por debajo de su similitud
aparente con la primera y se podrá así detectar en ella misma 2 Véase el Apunte sobre estos conceptos [pp. 110-114 de este volumen].
88 "-
I 89
mero, invadiendo las figuras pre-existentes de la civilización (Fernand Braudel registra la dificultad de este paso cuando
en Europa e imponiéndose dentro de ellas o incluso sustituyén habla de una "extrañeza" y "torpeza" del capital ante los asun"
que resultaban de otras actualizaciones, éstas no-capitalistas, de 3. La historia de la civilización moderna-capitalista se bifur
ese revolucionamiento técnico. Por esta razón, la realidad his ca a partir del siglo XVII; aparecen dos ramas o líneas de de
tórico concreta de la civilización moderna en Europa sólo se sarrollo yuxtapuestas, paralelas y contiguas, pero autónomas:
vuelve comprensible si se la descifra como la realización del pro la línea europea, a todas luces la principal, antonomásica, y la
yecto civilizatorio que trae consigo el modo capitalista de la línea aparentemente secundaria, la "(norte) americana".
reproducción social, llevado a cabo bajo la forma de un arro Lo que distingue entre sí aestas dos ramas es el grado de den
llamiento de las resistencias presentadas por las distintas civi sidad del compromiso que se establece entre la realización del
lizaciones pre-modernas y los múltiples esbozos no-capitalistas proyecto civilizatorio capitalista y la realidad ya civilizada (pre
de civilización moderna. En la lucha o enfrentamiento desa moderna y moderna) que ella debe tomar en cuenta. La línea
tado por esta resistencia, la parte vencedora, la capitalista, sólo europea de la civilización moderna es una línea "impura" de
resulta serlo a través de un conjunto dinámico de compromisos bido al alto grado de densidad que ese compromiso adquiere
en los que debe entrar con esas otras civilizaciones ya estable en ella; es una línea que avanza sinuosa y lentamente refuncio i_
cidas y con esas otras propuestas civilizatorias, compromisos nalizando una identificación social "pagana" que está dotada
que permiten a éstas reproducir refuncionalizadamente cier de una consistencia y dinámica propias y que obliga a la "for
tos rasgos esenciales de la "forma natural" de la vida social y -ma de valor" capitalista a contemporizar con una múltiple y
que obligan a aquélla, a la parte capitalista, a desviar su auto compleja vigencia de formas "naturales" o concretas de la vida,
afirmación y a retardarla. unas todavía premodernas y otras ya propiamente modernas.
Especialmente en el mundo mediterráneo, y como resulta La línea "americana" de esa civilización es en cambio una
do de una historia milenaria, la "subsunción formal", impues línea prácticame;nte "pura", debido a lo tenue de ese compro
ta por el capital comercial y el capital usurero (a los que Marx miso entre lo capitalista y lo "natural"; sigue una trayectoria
llamaba "antediluvianoS") sobre la civilización de Occidente, casi rectilínea, sobre la que se desenvuelve sin mayores con
se había decantado ya en la vida social en un rico entramado de tratiempos, en medio de una vida civilizada bastante rasa o
usos y costumbres, en un amplio y complejo conjunto de iden elemental en la que la identificación "natural" de la vida por
tidades cultivadas cotidianamente con fervor. Por esta razón, refuncionalizar se reduce, quintaesenciada, a la fe ardiente en
el paso del predominio de ese capital "antediluviano" al pre las Sagradas Escrituras judeo-cristianas y la obediencia ciega a las
dominio del "capital productivo" -que es el tipo de capital con directivas morales derivadas de ellas.
el que se consuma la "subsunción real" de la vida social al capi 4. Tras las diferencias de apariencia puramente doctrinal
talismo-, un paso que se concreta apenas a mediados del siglo que distinguían a los cristianos de la rama europea frente a los
XVIII, resultó ser un paso considerablemente difícil. Tan difícil, colonos puritanos que irán a fundar la rama americana -dife
que llevó a que' se abriera, a partir de la Revolución francesa, rencias que llevaron a que éstos fueran "expulsados" a Améri
toda una época histórica, la de la "actualidad de la revolución" ca-, se esconden otras, más determinantes, que tienen que ver
(como la llamó'Ceorg Lukács), en la que un proyecto alter con lo "elaborado" (mestizado) o lo "elemental" (castizo) de
nativo de modernidad, el proyecto comunista, llegó a poner la vida civilizada que unos y otros representaban en el proce
90 ' 91
\\'\'111
\::
La modernidad europea es, en lo fundamenta1;- una mo 5. la modernidad "americana", como prolongación de la
dernidad europea del sur o del orbe mediterráneo mientras particular modernidad noreuropea, viene a culminar algo que
que la modernidad "americana" deriva más bien de una mo el cristianismo pareciera haber tenido el encargo de prepa
dernidad europea noroccidental. Y aquí la diferencia geográ rar: una socialidad dotada de un "ethos" que la vuelva capaz de
fica apunta hacia una diferencia de orden identitario que tuvo dar una respuesta positiva, "realista", aquiescente y dócil, al
gran importancia en la consolidación del modo capitalista de "espíritu del capitalismo" (Max Weber), a la solicitación que
reproducir la riq.ueza social. La primera es una modernidad éste hace de un cierto tipo de ser humano capaz de ser funcio
"católica", la segunda, una modernidad "protestante", no tan nal con la acción que subsl!me la vida humana al capital; de
to en el sentido teológico de estos calificativos cuanto en su una cierta humanidad que demuestre una "blanquitud" ético
sentido identitario-político, es decir, en el que atañe al grado de antropológica como característica básica de su comportamien
radicalidad de la cristianización de la vida cotidiana; a la medi to y apariencia. 4
da en que la asamblea religiosa propiamente cristiana, la ecclesia, En la vía "americana" -exageradamente noreuropea- de la
había alcanzado a ponerse en el lugar o sustituir a la comunidad modernidad capitalista, la mercantificación de la vida y su mun
o poZis en calidad de instancia socializadora e identificadora do, la subsunción de la "forma natural" de esa vida a su "for
, La modernidad europea católica o mediterránea presenta de la primera, de escasez de posibilidades para resistirse a la
ba un grado de cristianización relativamente b~o debido a que. acción de esta última. Es una vida "natural" cuya creatividad
provenía de un proceso de evangelización cuyo efecto destruc -está obstaculizada, encerrada en la inercia o la repetición. Na
tivo sobre las identidades y la') culturas paganas de las socieda da o casi nada hay en la experiencia práctica de los individuos
des mediterráneas se enfrentó a fuertes resistencias, las mismas sociales que los lleve a percibir una contradicción entre el pro
que lo obligaron a seguir una "estrategia" peculiar de integra ducir y consumir objetos en calidad de "bienes terrenales" y el
ción o mestizaje de las mismas en una identidad y una cultura hacerlo tratándolos en calidad de mercancías, de "bienes ce
cristianas que debieron relativizarse y "aflojarse" para el efecto.s lestiales" o puros valores económicos. El desarrollo paulatino
La modernidad europea protestante o noroccidental presen pero consistente de la "forma natural" sometida al capital en
taba, en cambio, un alto grado-de cristianización debido a que la vida " (norte) americana" moderna explora más allá de todo
se había gestado en un proceso de evangelización cuyo efecto límite las posibilidades de incremento cuantitativo de los bienes
devastador había avanzado sin grandes obstáculos sobre las producidos/consumidos; por otro lado, sin embargo, impone
ruinas de las identidades y culturas noreuropeas (celtas y ger una repetición sin alteraciones sustanciales de la consistencia
mánicas) y, sin necesidad de hacer ninguna concesión de cualitativa ancestral de los mismos. Los nuevos valores de uso
principio, sin entrar en las complejidades del mestizaje, había deben descubrirse así a partir de la proyección, sobre una na
impuesto una identificación eclesial puristamente cristiana en turaleza de disponibilidad en principio inagotable, de las exi
el lugar que ocu,paban antes esas identidades y culturas. gencias de los propietarios privados, enriquecidos en dinero
pero inhabilitados para romper colectivamente con el sistema
s Como re-cread<;Sn de la modernidad europea católica, la modernidad
de la América Latina, que vuelve recurrentemente en su historia al etJws ba 4 Véase Bolívar Echeverría, "Imágenes de la blanq-uitud", en Diego Liza
rroco de la modernidad, resulta especialmente hábil para sufrir/vivir el pro razo et al., Interpretaciones icónuas, Siglo XXI, México, 2007 [y pp. 57-85 de
92 "' 93
de necesidades establecido. Proceso que contrasta con el que 6. La europea y la "(norte)americana" son dos ramas de la
tiene lugar en la modernidad europea, donde los nuevos valo historia moderna que se rencontrarán a partir de la segunda mi
res de uso que se descubren han sido refuncionalizados por el tad del XIX, tres siglos después de su separación. Para enton
valor capitalista pero sin anular la "lógica" social-natural ni ces, mientras la primera ha llevado a la modernidad capitalista
bloquear la creatividad que viene de una interacción colectiva a un estado de autonegación, la segunda la ha conducido a
espontánea con la naturaleza; interacción concretamente iden uno de realización plena. La primera, la de la modernidad
tificada que resulta siempre conflictiva, dado que incluye la "europea" -impugnada por el proyecto comunista-, está en
revisión de los "contratos" inter-humanos y humano-naturales plena crisis debido a que no pudo concluir a satisfacción la ta
objetivados en la consistencia cualitativa del mundo de la vida. rea de subordinar completamente a la "forma natural" (ni en
Considerada en el nivel esencial de la historia de la moder su versión tradicional ni en sus versiones nuevas). La segunda,
nidad realmente existente, la "americanización" de la moderni en cambio, la de la modernidad "americana", se encuentra en
dad en el siglo :xx sería sin duda una culminación: el arribo al pleno crecimiento y expansión, satisfecha de haber concluido
punto de la más estrecha interconexión entre la consolidación la tarea.
de la revolución técnica en las fuerzas productivas y el procedi Los vasos comunicantes que se instalan entre ambas versio
miento capitalista de actualizarla. Sería la conquista del grado nes de la modernidad capitalista no estarán al servicio de un
más alto de subsunción de la lógica "natural" o lógica del va "retomo", de una reinserción de la versión "americana" en la
lor de uso de la vida social moderna a la lógica capitalista de la "europea", sino al de una invasión de ésta por la primera, me
autovalorización del valor mercantil, el grado casi pleno de diante la cual intentará absorberla y sustituirla, en un proceso I!
la identificación entre ambas. lento y probablemente inacabado a lo largo de todo el siglo :xx.
Por el contrario, si lo que se tiene en cuenta es la historia de 7. La simbiosis de ambas inyecta savia nueva y revitaliza a la
la consistencia formal concreta de la vida moderna, la america "modernidad europea", sobre todo a partir de la segunda pos
nización de la modernidad traería consigo un empobrecimien guerra europea del siglo :xx, pero se trata de una transfusión
to radical: implica, en efecto, en primer lugar, una ruptura que se dirige solamente a las partes de ella que la "moder
tajante con el pasado pre-moderno, no sólo pagano sino también nidad americana" considera "rescatables". Al hacerlo de esta
cristiano; un pasado sin el cualla-mqdernidad, como "negación manera, esa simbiosis abre en la modernidad europea ,una es
determinada" que es de otras formas civilizatorias anteriores, cisión entre su versión re-conformada a la "americana" y su
queda severamente disminuida en su substancia histórica. Im versión castiza o "auténtica", fiel a la identidad "eurdpea" tra
plica además, en segundo lugar, una eliminación sistemática, dicional, versión que, por lo demás, se encuentra en una pro
dentro de la vida cotidiana, de la competencia entre las múlti funda crisis. "Ser moderno a la europea" implica hoy en día
ples propuestas de vida o los distintos" etM' posibles dentro de reconocer, como Jean Baudrillard, que una "verdad ameri
la modernidad capitalista; tiende, en efecto, a asegurar C11 mo cana" había estado siempre esperando, como un destino por
nopolio del modo de ser capitalista para uno de ellos en par cumplirse, en el horizonte de lo europeo e implica constatar
ticular, el ethos "realista" ("protestante" o "puritano").5 al mismo tiempo que aquello contra lo que se vuelca toda mo
dernidad capitalista, la substancia histórico concreta -eso que
5 Véase Bolívar EcheveITÍa, "Modernidad y capitalismo, Las ilusiones fk la
es lo "prescindible" en la perspectiva "americana"-, es lo úni
modernidad, Universidad Nacional Autónoma de México-EI Equilibrista, Mé co que legitimaba y otorgaba especificidad a la modernidad
xico, 1995. "europea",
'-
94 95
Por su parte, también la rama histórica "(norte)americana" viene sólo a medias del esfuerzo humano (como Karl Marx les
de la modernidad capitalista experimenta modificaciones con recordaba a los soci3J.demócratas), pues la naturaleza pone
siderables como resultado de este reencuentro simbiótico, tan "gratuitamente" su propia parte; demostraban que la riqueza
decisivas e incluso más que las que se observan en la rama eu social es una objetivación de la actividad humana, pero no
ropea; modificaciones que vienen a completarla y a hacer de como una proyección sobre un sustrato vacío e indiferente,
ella precisamente la "modernidad americana" que existe ac simplemente gratuito, sino como una "colaboración" con ella,
tualmente, el Avzerican way 01 life. como una acción que completa o "complementa" una "acción
8. Tal vez la clave histórico empírica principal de la moderni natural" que está siempre en proceso por sí misma.
dad "americana" esté en la coincidencia casual, "providencial", Sin embargo, al proyecto de modernidad "americano" -que
si se quiere, de un peculiar proyecto de vida comunitaria, el no persigue el perfeccionamiento de la sociedad sino la ga
proyecto cristiano puritano, con un hecho natural igualmen nancia capitalista-le convenía más aferrarse a la seguridad que
te peculiar, el de la abundancia relativa de medios de produc aporta la fe; se mantuvo lejos de la aventura política que vie
ción naturales; en el encuentro inesperado de una moralidad ne con el cuestionarniento del fundamento sobrenatural de los
96 '
97
ociosa" (Thorstein Veblen) consagraba también por otro la 10. La más característica y determinante de todas las trans
do, a su manera, el carácter precioso de la naturaleza. En el formaciones que experimenta la modernidad capitalista con
capitalismo del siglo xx, que ha sustentado a la modernidad su "americanización" es sin duda la introducción de lo que po
"americana", la "renta de la tecnología", es decir, de laobjeti dría llamarse "la hybris americana", que consiste en aquello
vación de la astucia humana, vino a desplazar a la "renta de la que muchos autores coinciden en describir como una "artifi
tierra"; con ello, al bajar de precio siendo funcionalizada co cialización de lo natural" o una "naturalización de lo artificial".
mo relativamente "superabundante", la naturaleza perdió ese La "forma natural" de la vida humana, con su proyecto de
carácter precioso que siempre tuvo, y el abuso destructivo de autoafirmación sujetiva, es 13:_que otorga necesidad o "natura
ella pasó a ser cosa de menor importancia. lidad" a los objetos de su mundo. Por ello, de una determinada
9. En las bases de la modernidad '~americana" parece en cualidad de la vida o de su mundo puede decirse que es "arti
contrarse una constatación empírica, la de que en América se ficial" cuando es el resultado de la combinación fortuita de
encuentra vigente un "destino manifiesto" adjudicado por Dios otras cualidades, que se da con el mero incremento cuantita
a la comunidad de godlies (divinos) o puritanos (calvinistas, no tivo de las mismas o de su número; es decir, cuando no obe
cuáqueros) recién desembarcada del Mayflowery a sus descen dece a un "proyecto" o intención, y carece de la "necesidad" o
~1 dientes; un destino que se hace evidente en la entrega que
Dios habría hecho a los colonizadores neo-ingleses de un Le
"naturalidad" descubierta/instaurada por un sujeto. Dicho en
términos históricos: cuando es el efecto de una simple reali-'
bensraum natural por conquistar libremente, que se extiend,e zación ampliada del valor económico de la mercancía, y no de
Far West al infinito. una transformación "interior" concreta, "concertada en algún
Lejos de llevar a una demostración de la falta de sustento tipo de demo-cracia", de la vida y de su mundo o conjunto de
de esa ética e inducir el cuestionamiento de la misma, la mul valores de uso.
tiplicación inusual y exagerada de los "santos visibles" -debida La hybris o desmesura absoluta de la modernidad "america
al despliegue de la ética puritana productivista en las condi na" consiste en la pretensión de haber alcanzado al fin una
ciones inesperadas de una abundancia natural relativa- vino subsunción total de la "forma natural" de la vida humana y su
más bien a "sobre-legitimar" empíricamente esa ética. La exu mundo a la "forma de valor", subsunción que habría llegado
berancia natural del "nuevo mundo" ,....la "tierra prometida" no sólo a refuncionalizar esa vida "desde afuera y desde aden
provocó una generosidad inusitada en 1",- "mano invi~ible" del tro", sino de plano a anular en ella esa "forma natural". Se ma
mercado, una validación irónicamente excesiva de la ética nifiesta en la vida práctica a través de la impugnación tácita de
del elegido excepcional o el ,"santo visible". La excepción pu una "naturalidad" como'fundamento del mundo de la vida; a
do pasar a ser casi la regla: el winner o elegido por Dios para través de la reivindicación, inherente a esa práctica, de la au
ser salvado devino el tipo humano "normal" o mayoritario en tosuficiencia de su "artificialidad". Por contraste, el respet~ de
la sociedad "(norte)americana", el loser, el "hundido" de la esa "naturalidad" social e histórica en la modernidad europea
white trash, la minoría anómala confirmadora de la regla. Co pareciera ser la causa de la crisis y la decadencia de ésta.
mo asamblea de' "santos visibles", la comunidad parroquial de Con la "modernidad americana" se estaría ante la puesta en
farmers y la comunidad de comunidades, la "nación" WASP vigencia de una nueva "naturalidad artificial", una naturali
(White Anglo-Saxon Protestant), podía sentirse favorecida por un dad propia del valor de la mercancía-capital, valor que sería
evidente "destino de salvación". capaz no sólo de autovalorizarse independientemente de los
valores de uso "naturales" sino de promover, él por sí solo
98 ' 99
-fantasma de un great pretender-, el aparecimiento y la consti lidad europea.' La civilización "(norte)americana" ha podido
tución de valores de uso sustitutivos de ellos. La "modernidad festejarse a sí misma como autosuficiente, como dueña de una
americana" se desentiende de la tarea elemental, "natural", de "naturalidad artificial" que le autorizaría a prescindir de la "na
todo proyecto civilizatorio concreto, la de crear simultánea turalidad" antigua y moderna de la vida, porque así lo permiten
y articuladamente en la vida humana una suficiencia para el las condiciones de una crisis civilizatoria radical y generalizada.
subsistema de capacidades sociales de producción y .una sa Sitiada en su "pequeño continente" (Braudel), la civilización
tisfactibilidad para el subsistema de necesidades sociales de "europea", que respeta el valor de uso "natural", pero para es
consumo. Para ella, la ampliación de las capacidades de pro tancarlo en su casticismo, e~perimentá una disminución de sí
ducción, por infinitas que sean sus posibilidades de crecimien misma que la lleva. al borde del automatismo, mientras en el
to, no puede coincidir jamás -obedeciendo a un paralelismo resto del vasto mundo las otras civilizaciones "naturales" del pla
asintótico- con la apertúra siempre indefinida, con la insaciabi neta no encuentran la manera de armonizar su propia tendencia
lidad constitutiva, metafisica, de las necesidades de consumo. a inventarse una modernidad con la defensa fundamentalista
La tergiversación fundamental del valor de uso al que tendía de una identidad substancializada. Sobre este endeble trasfon
técnica o "naturalmente" la gran industria moderna -tergi do, la "modernidad americana" ha podido ostentar su "validez"
versación que desde el siglo xvm convirtió a ésta, de instru y desconocer y hacer que se desconozca lo insostenible de su
mento de liberación del trabajador en instrumento de su hybris, de su desmesura absoluta: la devastación que ella impli
esclavización orgánica-6 sirve de base al "diseño" del valor de ca para lo humano y para la naturaleza que lo posibilita.8
uso que el valor económico mercantil capitalista induce en la 12. Si examinamos lo que distingue a la modernidad "ameri I
producción ya con el mero acto de imponer su autovaloriza cana" de la modernidad europea -de la que es una prolonga !
ción dentro del juego aleatorio del mercado. Se trata de un ción histórica independiente-, el rasgo peculiar de ella parece
valor de uso monstruoso por definición: útil, sin duda, pero
7 No son escasos los ejemplos de hombres de letras europeos, extasia
no para alimentar la vida sino para lograr el suicidio del ser
dos ante las noches transformadas en días en Las Vegas, o ante los antros de
humano y el arrasamiento de la naturaleza en la que se de Los Ángeles, que .anillan el sol implacable de sus calles, chocados por la
senvuelve su vida. temperatura helada de los climas interiores en medio del calor de Miami o
11. No debe extrañar la buena-:Íncluso entusiasta- acogida por los remansos tropicales instalados en los matls de Chicago.
que esta pretensión de la "modernidad' americana" pudo tener 8 La fase de ascenso del "americanismo" a su hybris contiene de todos mo
hasta hace poco, sobre todo en una vasta capa de la intelectua dos un elemento impugnador de la traición a la "naturalidad contingente"
perpetrada por las formas modernas de la Europa de la Belle Époque y el
"malestar en la cultura" (Sigmund Freud), formas penetradas por la auto
6 Todos los elementos del campo instrumental y del proceso de trabajo suficiencia y la arrogancia de los Estados nacionales imperialistas. Flotando
que corresponden a la Revolución iridustrial se planifican y diseñan no se libremente en el aire de una "artificialidad" inocente, despreocupado'del
gún el principio de "ahora resulta más fácil producir los mismos bienes con fardo de una "naturalidad" aparentemente prescindible, el "(norte)ameri- .
menos esfuerzo", si~o según el de "ahora resulta más fácil producir más bie cano" moderno disfrutaba del valor de uso descubierto en la línea del telos ca
nes con el mismo esfuerzo". Es el principio del diseño que regirá la revolu pitalista con una ingenuidad que sólo en los años de la guerra de Vietnam
ción urbanística del siglo XIX -con los barrios obreros y sus Mil{tskaseme, con dejaría de ser explicable. Mucho de lo más fascinante de las formas de vida
los servicios públicos Yde transporte más "eficientes" (los trenes con los que "(norte)americanas", incluidas su literatura y su música, proviene de la en
soñaba Mussolini, que llegan y parten a la hora exacta estipulada en los ho trega espontánea al quid pro que que confunde esa "artificialidad" (desvirtuada
rarios)- habiéndose extendido a partir de las naves industriales y la disposi por dentro, dada stipertenencia a la necesidad capitalista) con la contigen
ción productivista abstracta de la maquinaria y la "coreografia" laboral. cia de la "naturalidad .. humana.
"progresismo americano" se muestra, primero, como un "pre da en donde el telos de la valorización del valor mercantil de las
sentismo", y segundo, como un "apoliticismo". cosas domina sobre el de la "forma natural" de las mismas. Lo
Según esto, el "progresismo americano" implicaría esencial "más eficiente" o lo "mejor" deben determinarse en referencia a
mente una. clausura sistemática de la experiencia cotidiana los criterios de unser humano interesado exclusivamente en la
frente a las determinaciones provenientes dd pasado y del fu: productividad abstracta o "productividad de valor" que demues
turo de la sociedad, concebida COJIlO una colectividad supra tran tanto su propia actividad como los objetos de los que ella
tribal o propiamente republicana. En otros términos, llevaría se sirve. (Productividad, por lo demá'l, que es la que legitima
a una indiferencia lo mismo frente a los compromisos históricos la membresÍa o pertenencia de cada individuo a la comunidad.)
objetivados o cristalizados en el mundo de la vida compartido El progreso al que se entrega la realización del American
por todos, que frente a las expectativas proyectadas hacia el dream es aquel que, mientras pretende "mejorar" al ser huma
futuro desde la vida actual de la sociedad en su conjunto. El no y a su mundo, lo que "mejora" o incrementa en verdad es
"progresismo americano" generana así una fobia a cualquier el grado de sometimiento de la "forma natural" de la vida ba
instancia polític;a que pretenda "imponerle", desde su polis o jo su "forma de valor".
su tiempo-espacio citadino, determinaciones trascendentes 13. El valor de uso de la ciudad del siglo xx, del campo del
o de alcance meta-privado a una vida social vivida siempre en siglo xx, de las vías de comunicación del siglo XX, es un valor
la serie de preséntes de las innumerables "tribus" o comuni de uso deformado, invertido de sentido por un diseño del
dades ad hoc compuestas por individuos privados, comprome mismo en el que el telos de la valorización parece haber susti
tidos a llevar a cabo una empresa determinada . tuido definitivamente al telos que la sociedad moderna puede
.""
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plantearse a sí misma democráticamente. El valor de uso del y estética de la sociedad al servicio del autoelogio práctico que
automóvil individual (del Ford-Tyel Volkswagen en adelante) el establishment necesita hacerse cotidianamente. La "industria
no responde a necesidades de transportación "naturales", es cultural" promueve el surgimiento de una abrumadora "ri
decir, socialmente concretas, que el ser humano moderno deci queza de formas" en el universo de los bienes producidos, he
diera tener soberanamente; por el contrario, es un valor de cho que se hace evidente lo mismo en la sucesión acelerada
uso que "se adelanta a sus deseos" e infunde en él una necesi de los cambios de moda (en el diseño del automóvil, del home
dad que no es de él sino del capital, que satisface la suya, la de y de la autopresentación) que en la agitación del universo del
acumularse, a través de ella. Con el valor de uso del hogar y espectáculo. Se trata de una_riqueza de formas que invade in
de los utensilios domésticos aparentemente "indispensables conteniblemente la experiencia humana singular y colectiva y
para el ama de casa moderna" sucede-lo mismo; también con en la que expresa, más allá de su autopresentación exagerada
el valor de uso del cuerpo propio (como instrumento de tra -a través del cine de Hollywood y sus estrellas, de la música de
b~o y consumo) y los productos e implementos de su alimen rock y sus derivados y sobre todo de la televisión y su fomento
tación y salud, de su higiene y cuidado; con el valor de uso de de la afición pasiva al deporte y sus héroes y a la pseudo-inte
los medios de diversión y entretenimiento, etcétera. racción de los videojuegos-, el dinamismo profundo, él mis
Globalizada, omnipresente, la "modernidad americana" inun mo conflictivo y ambivalente, de una realidad que es la de una
da desde todos lados el mercado mundial con mercanCÍas cu imposición civilizatoria. En efecto, dentro del proceso en que
yo valor de uso se diseña y se genera desde las necesidades de esa imposición se cumple -sobre todo en el mestizaje de formas
autovalorización del valor; agobia con bienes que, por esa razón, que se da en Nueva York y otras grandes ciudades estadouni
no se ofrecen a la fruición liberadora -dotada de esa "débil denses, a las que la "América" WASP da la espalda como si fueran
fuerza dionisiaca" que está en todo disfrute determinado des Sodoma y Gomorra-, no se puede saber en qué medida es el
de la "forma natural" de la vida-, sino sólo a la saciedad que capital, con su peculiar "voluntad de forma", el que simplemen
viene con el consumo abundante permitido por la disposición te usa y abusa de las "formas naturales" (las tradicionales y las
de una cierta cantidad de dinero, el representante de cualquier modernas) como, recursos de su autopromoción y en qué me
mercanCÍa. La "americana" es así una modernidad que pro dida son estas últimas, las "formas naturales", las que se mi
mueve necesariamente el fenómeno del "consumismo", es de metizan con las formas inducidas por el-capital a fin de resistir y
cir, de una compensación cuantitativa. por la imposibilidad poder sobrevivir precisamente a través de su "deformación".
de alcanzar un disfrute cualitativo en medio de la satisfacción; 15. El temperamento propio del WASP aporta sin duda deci
consumismo tjemplificado claramente en el "Give me more!" de sivamente al "plano retÓrico" del "americanismo" que carac
la industria de la pornografía, en la precariedad del disfrute teriza a la modernidad dominante en estos últimos cien años.
sexual en medio de la sobreproducción de orgasmos. Pero, así como "lo alemán" no basta para explicar causalm~nte
14. El triunfo de la "modernidad americana", la demostra la realidad del nazismo, así también "lo norteamericano" re
ción de la superioridad del American way oi lije sobre los otros sulta insuficiente para dar cuenta de una figura histórica de la
modos de ser moderno dentro del capitalismo, se viene dan modernidad capitalista que, lejos de ser una emanación suya,
do gracias a un proceso de permanente "negociación civiliza cl~ es más bien la que 10 usa de instrumento de su propia afirma
toria" que se vuelve especialmente perceptible en el intento ción histórica.
que hace la "industria cultural" (Max Horkheimer y Theodor Más que la idiosincrasia de un imperio, el "americanismo"
W. Adorno), a escala mundial, de poner la creatividad festiva es el imperio de una "idiosincrasia": la del ser humano cortado
106 '"
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Eliminada la identidad revolucionaria más evidente de la capital cuando orienta a la mano invisible del· mercado es real
masa de los propietarios de la fuerza de trabajo -identidad en mente una convicción espontánea militante, dotada de bases
la que se manifestaba social y políticamente la resistencia pro firmes.
funda de la vida humana a su sumisión bajo la valorización del Fueron pocos quienes advirtieron al principio que tras la
valor capitalista-, este mismo valor, que es el verdaderos~eto ingenua prepotencia con la que comenzó a exhibirse la "hybris
de la vida enajenada, comenzó a comportarse como si estuvie americana" se escondía el triunfo catastróficamente peligroso
se por alcanzar al fin su autorrealización plena, como si estu de la contrarrevolución.
viese por llegar a su meta histórica última: subsumir o someter
de manera completa y absoluta la forma natural del proceso de
producción/consumo de bienes. Feeling and Courage: un mito de la modernidad "americana"
Las sociedades de la modernidad capitalista "europea!' se
encontraban comprometidas en el combate abierto contra la El colmo del winner, el "gran entrepreneuT'. El hombre que dis
revolución anticapitalista que ellas mismas habían desperta crepa del common sense, de la racionalidad standard, confia en
do, y no estaban así en capacidad de ofrecer al capital reno su hunch, en su corazonada, y está dispuesto a un extraño sa
vado la substancia concreta adecuada que él necesitaba para crificio: el empleo de un su1jJlus de violencia contra sí mismo
su auto-manifestación. JI Sólo la sociedad de la modernidad ca y contra los otros a fin de alcanzar sus metas. Un criminal. re
pitalista "americana" podía hacerlo, y sobradamente. Sólo en dimido por el éxito: un héroe. Un.freak: Citizen Kane y simi
ella, como lo detectó el enviado de L'lllustration, la convicción lares comoJonas CordJr., Camegie, Rockefeller, Ford, Hearst,
de lo absurdo y por tanto inaceptable y reprimible que tendría etcétera. Pero un monstruo admirable e incluso loveable que se 1
cualquier duda ante el indudable "humanismo" que inspira al convierte en el modelo a imitar por todo aquel que aspire en
serio al success en su vida.
Pasar el umbral que lleva al territorio concedido pero por
ce transnacional, cuyo funcionamiento minaba desde dentro la sustentabi
lidad de esos cotos. El capital comenzó a burlar la necesidad de desdoblar
conquistar de la abundancia exigía del early American un acto
se en "muchos capitales" (Roman Roskolsky); su acumulación parecía de violencia dirigido contra lo otro pero también y sobre todo
poder cumplirse sin el requisito de pasar por la mediación de la competen contra sí mismo, acto en el que el segundo aspecto debía com
cia entre muchos Estados apoyados en distinlos proletariados nacionales pensar Coh creces el primero y que resultaba ser así un acto
dentro de un mercado mundial libre y neutral. La legitimidad de Estados na auto-sacrificial. Como el cine de los Wru-terns no se cansó de re
cionales modernos de tipo europeo amenazaba con desvanecerse. La exa
cordar al mundo, la muerte física de los indios masacrados y
cerbación de los nacionalismos en la primera mitad del siglo xx, lo mismo
en Alemania que en Rusia. en elJapón que en Estados Unidos. resultaba ser, losbosqués arrasados se opaca ante lo principal: la "muerte y re
no un signo de la actualidad de los pseudo-sujetos estatal-nacionales en ca surrección" del hombre excepcional que supo tomar sobre. sí,
lidad de encamaciones de la sujetidad histórica económica del capital, sino fundadoramente, la responsabilidad y la tarea de matar a los
precisamente un signo de lo contrario, de su obsolescencia y de su últilna. unos y talar a los otros. Un héroe "de orden moral" cuya ac
desesperada y violenta, resistencia a aceptarla.
ción injustificable se perdona por la magnitud de Jo alcanza
JI Si algo es digno de elogio en la modernidad capitalista europea es pre
cisamente su fracaso. en la tarea ortodoxa de anular la "forma natural" de la
do con ella; un Cristo redivivo sobre cuyo sacrificio se levanta
vida social, ese fracaso que la llevó a una autonegaclón -en la Revolucion la felicidad de la comunidad de los little mm y sus familias.
francesa- de la que sólo muy tarde, "americanizándose", ha comenzado a
reponerse.
Apunte sobre la "forma natural" principio que corresponde al ser humano, lo mismo singular
que colectivo, en tanto que es él mismo una totalización cua
1. Según la Critica de la economía política de Karl Marx, en la vi litativa, un juego permanente de auto-identificación, un ani
da social mercantil-capitalista rigen simultáneamente dos mal libre para hacer y rehacer su propia polis, un zoon politikón.
principios estructuradores que le son inherentes, dos cohe 3. La "forma natural" de la vida humana -del proceso de
rencias o dos racionalidades que son contradictorias entre sí: la reproducción de sí misma y del mundo en que se desenvuel
del modo o la "forma natural" de la vida y su mundo y la del mo ve- es propiamente una forma social ehistórica; es el modo que
do o la "forma de valor" (económico abstracto) de los mismos. tiene el ser humano de auto-~rmarse e identificarse mientras
Son, además, dos "lógicas" de las cuales la segunda, la del «va se define o se determina en referencia a lo otro, a la "natura
lor", está permanentemente en proceso de dominar sobre la leza". Es la forma "meta-física" que adoptan las funciones "fí
primera, la "natural", o de "subsümirla".1I sicas" o vitales del animal humano cuando éste comienza a
2. La "lógica" o racionalidad inherente al proceso de la vi ejercer una sujetidad, esto es, a ser "libre" (Immanuel Kant).
da social en su modo o "forma natural" (histórico-social) es la Articular en un solo sistema armónico y dinámico el subsiste
que corresponde a las necesidades de reproducción del, ser ma de las capacidades de producción -a través del cual el su
• humano como un ser que se auto-identifica concretamente.
Esto quiere decir: es el principio de coherencia que deriva de
jeto persigue la superación de la escasez o reticencia de lo
otro ante las exigencias de lo humano- con el subsistema de
'1
la praxis de autorreproducción de un sujeto cuya libertad se rea las necesidades de consumo -a través del cual el sujeto persi
liza en la auto trans-formación, en la creación o re-creación gue su autorrealización plena-; en otros términos, articular lo
tendencialmente "democrática" de una forma para sí mismo siempre limitado del primero con lo siempre ilimitado del se J
en correspondencia con las posibilidades de hacerlo que se gundo, de manera tal que ni lo uno ni lo otro puedan experi
abren para él en lo "otro" o la naturaleza. Es una "lógica" o un mentarse como tales, como limitado el uno e ilimitado el otro:
11
éste es el acto fundamental que está en la constitución de la
11 El ténnino "foIma natural" no hace referencia a una "substancia" o
identidad, en la construcción de la forma o modo de vivir que
"naturaleza humana" de vigencia metafisica, contra la ciJ.aJ.la "fonna de va
lor" estuviera "en pecado"; tampoco a un ancI¡ge de lo humano en la nor
un grupo humano reconoce como ideal para sí mismo. Puede
matividad de la Naturaleza, respecto de'la cual la "fonna de valor" fuera decirse, por ello, que el origen último de la riqueza de formas
artificial y careciera de fundamento. Se refiere exclusivamente al hecho de o la diversidad cualitativa de la vida humana y su mundo se en
que lo humano, siendo por esencia "artificial", no-natural, es decir, contin cuentra en la "democracia" o cumplimiento comunitario (a la
gente, auto-fundado, debe siempre construir sus fonnas en un acto de ~.tras vez colectivo y singular) de la autonomía y autarquía políticas;
cendencia de lo otro" o de "trans-naturalización", acto que hace de ellas
en alguna de sus múltiples formas; ella es la conditio sine qua
fonnas construidas a partir de proto-fonnas que se encuentran en la natu
raleza, las mismas que, "negad:is detenninadamente", pennanecen en ellas non de la realización de la sujetidad del sujeto como una fun
en calidad de substancia suya. Es esta "trarls-naturalización" -r no "naturali dación de cosmos.
dad"- que constituye a las fonnas actuales la que mantiene en ellas, incluso 4. En su "forma natural", el ser humano ·es un "ser semióti
después de milenios de acumulación histórica civilizada que las hace pare co"; ello se debe a que su auto-reproducción, por ser una ac
cer arbitrarias y por más elaborada'! y artifiosas que puedan ser (fonnas de tividad "libre", implica un acto de re-formación ejercido por
otras·formas de otra<¡ fonnas ... ), mi sutil nexo casi imperceptible con los ac
tos arcaicos de transnaturalización que fundaron las fonnas básicas de las
el sujeto sobre sí mismo, un acto de comunicación mediante el
múltiples maneras de ser humano, las simbolizaciones elementales de las múl cual él (en· un tiempo 1) se indica a sí mismo (en un tiempo
tiples "lenguas naturales". 2) la nueva forma que pretende darse. Los bienes u objetos
110 111
con valor de uso llevan de uno a otro el mens.ye, que consiste de "producir por producir" emanada del "mundo de las
exclusivamente en una determinada alteración de sus formas mercancías" capitalistas y exigida por el automatismo de la re
objetivas, alteración hecha o "cifrada" por el uno y aceptada o producción ampliada del valor económico puro -por la "au
"descifrada" por el otro de acuerdo a un código o una simbo tovalorización del valor". Es un principio estructurador que
lización elemental creada para el efecto, en la que se encuen actúa y se refleja en ella "proveniente de las cosas mercantifi
tran estipuladas las infinitas posibilidades de determinar la cadas" y que tiende a organizarla como si fueraexc1usivamen
"utilidad" o el valor de uso de lo otro o naturaleza. La realiza te un proceso en el que el ser humano, en calidad de pura
ción del ser humano como una auto trans-formación del sujeto fuerza de trab.yo, debe ser e;plotado en cada ciclo reproduc
tiene lugar durante el consumo del objeto o, mejor dicho, du tivo, compelido a producir ese "plusvalor" que habrá de pasar,
rante el "consumo" de la forma del objeto impresa en él duran como "plus capital" , a mantener la acumulación capitalista.
te el proceso de producción. 8. La subsunción de la "forma natural" bajo la "forma de
5. La "lógica" o racionalidad inherente al proceso de la vida valor" puede ser relatada como el "esfuerzo" permanente del
social en su "forma (histórico-social) natural" se extiende a la "fantasma" por mantener y afirmar su dominio sobre el ser real:
constitución de su cosmos, es decir, a la estructura del "mundo "Le mort saisis le vif", como le gustaba decir a Karl Marx. Nada
'j
11 de la vida" o "mundo de los valores de uso". Esto es así, pri se produce ni se consume en la sociedad puramente moder 1,
112 113
que implica una condena de poblaciones enteras a la muerte 6. De la Academia a la bohemia y más allá
en vida de la marginalidad (cuando no a la muerte sin más) a
fin de abatir el "precio del trabajo" a escala global, y, segundo,
en el "perfeccionamiento" de la explotación irracional o con
traproducente de la naturaleza actual (tratada como un simple
reservorio de ciertas materias y ciertas energías), que insiste
en destruir el equilibrio propio de ella, si tal destrucción sirve a El que imita hace que una cosa se vuelva
los intereses -en verdad siempre coyunturales- de la acumu presente. Pero se puede decir también que
lación capitalista. juega a ser esa cosa, tOcando con ello la
polaridad que se encuentra en el fonda de
la mímesis.
Walter Benjamin l
!:
tura, entendían lo siguiente por mímesis o imitación de la
114 115
table el atrevimiento de su obra cuando vieron que, al re do de ella. Para ellos, la obra de arte se hace con el fin de vi
tratar los objetos, comenzaban a alterar arbitrariamente sus vir en el mundo de una manera especial, y no con el de do
formas y sus colores y a hacer abstracción de la realidad ob minarlo. Por esta razón ella es sobre todo algo más que un
servable hasta el punto en que se volvía imposible reconocer producto que el "creador" ha alcanzado y que entrega al "es
qué de las cosas conocidas por todos era lo que estaba re pectador"; salta por encima de la separación de fu,nciones entre
presentado en el mundo de las imágenes. Se comenzó en emisor y receptor. Está hecha para quedar siempre "inconclu
tonces a hablar del arte "abstracto" y se vio en él el polo sa", pues este último, que es quien en verdad la completa, nun
contrario más extremo frente al arte naturalista. 2 ca termina de ser un recept()~r diferente.
Suele reconocerse en la obra de los pintores impresionistas
Si examinamos la revolución del arte moderno descrita de el comienzo de la historia de las "vanguardias" del "arte mo
esta manera lo que salta a la vista es el hecho de que, con ella, derno". En efecto, la rebelión ante la tarea impuesta al arte
parece haberse dado un vuelco o giro de 180 grados en la ubi por la modernidad consiste en que, más allá de "dejar a me
cación del objetivo o teZos perseguido por los artistas en su tra dias" la obra de arte, en estado de "mero bosquejo", según les
bajo: de dirigir su esfuerzo a la meta de aumentar la cercanía parecía a sus contemporáneos, lo que hacen es explorar in
111 que el parecido o similitud de lo formado en su obra guarda con tencionalmente en ella su ser necesariamente un "bosquejo",
111
el modelo exterior a ella, estos artistas pasaron a encauzarlo unarepresentación que no cumple su propósito porque duda
precisamente hacia la meta contrapuesta: hacer presente, en de sí misma como tal.
fatizar y exagerar incluso, la inmensa lejanía de esa similitud, ~ Al sustituir la percepción precisa, analítica, de la obra de
aunque sin dejar de suponerla en última instancia. Se diría que arte por otra difusa, "gestáltica", el impresionismo se aparta
no están interesados en maximizar la cercanía o minimizar la de la creación/contemplación de la misma que la venía tra
lejanía de esa similitud; que lo que persiguen no es una re tando como un objeto cerrado y terminado. La precisión ve
presentación del modelo capaz de producir un conocimiento rista o el "acabamiento" realista de la misma, que estarían
"estético" del mismo, mientras más verista más gozoso, sino, dirigidos a pasar un examen epistemológico, no sólo resulta
por el contrario, en establecer una muy peculiar asociación para él un rasgo o ''virtud'' inútil, inesencial de la obra de ar
mimética con él, que se despreocupa de su evidente falta de te, sino que implica toda una traiciórral tipo de percepción
verismo, pues lo que le interesa es otra cosa: producir un des que correspondería a la misma. Paradójicamente, una "re
quiciamiento del hecho de "representar" en cuanto tal. Más cepción gestáltica", "desatenta" o "no reconcentrada" -para
en general, son artistas que parecen rechazar la posición de hablar como lo hará máS tarde Walter Benjamin- no es nece
poder desde la que el artista convierte al mundo en simple sariamente el indicio de una indiferencia del receptor ante
"modelo" de sus reproducciones y hace del público un sim la obra de arte, sino todo lo contrario, como es notorio en la
ple espectador o receptor pasivo de las mismas. Que además "recepción" intensa pero subliminal o subconsciente ,que tie
parecen dudar profundamente de que una obra de arte pueda nen las obras arquitectónicas (cuyo consumo en tanto que
cerrarse o concluirse jamás mientras haya alguien -aunque valores de uso se da bajo el modo de un habitarlas que al ha
sea el mismo pero en otro momento- que aún no ha disfruta cerlo las "interpreta" como si fueran una partitura); es una
recepción que consiste más bien en una peculiar contribu
2 Friedrich Tomberg, Mimesis der Praxis und abstrakte Kunst, Luchterhand,
ción al "acabamiento" o,la realización plena de la misma, en
Neuwied-Berlín, 1968, p. 7. una participación que no sería ex postfactum, ante la obra con
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cluida, sino que estaría siempre en acto, pues forma parte de la vida normal o formal consagrada por la modernidad ca
esencial de la performance que hace de ella una ocasión de ex pitalista. s
periencia estética. El planteamiento de los artistas "de vanguardia" -que se
Resulta perfectamente comprensible la reacción que pro manifiesta sobre todo en la práctica, aunque también en la teo
vocaron en sus contemporáneos los artistas "modernos" re ría- impugna ese encargo o "misión" que la modernidad ad
beldes a la modernidad, la de expulsarlos del oficio que la judicaal arte; denuncia la intención reduccionista que hay en
sociedad burguesa tiene consagrado como "arte", calificando él y que disminuye o reb<!ia esencialmente el orden de la acti
de "no-arte" lo. que ellos hacían. No se engañaban al sospe vidad humana al que perte~ece la actividad artística en tanto
char que la actitud de estos "no-artistas" implica un desa que promotora principal de esa experiencia suz generis que es
catamiento, cuando no una verdadera rebelión -retadora y la experiencia estética; se rebela contra la convicción moder
escandalosa-contra el encargo o la encomienda determi na capitalista de que el goce estético tiene su dimensión más
nante que la civilización moderna ha hecho al oficio de artista. adecuada en el orden esencial de la apropiación cognoscitiva
Dentro de este proyecto civilizatorio, al artista le correspon del mundo. Su actitud es profundamente anti-cognoscitista.
de entregar a la sociedad imágenes de la vida, del mundo y Es preciso recordar aquí que esta actitud de desacatamiento
sus objetos, en las que éstos se encuentren retratados o imi del encargo moderno al arte no aparece recién en la segunda
tados lo más fielmente posible, con el fin de que así, al ser mitad del siglo XIX. Ya antes, durante toda la historia moder
percibidos sensorialmente, reconocidos en su representación, na, fue la actitud que estaba secretamente en la base de la pro
provoquen en quienes aprecian tales imágenes el placer de ~ducción de los artistas más fascinantes, desde el Renacimiento
r
apropiarse de lo que ellas representan. La obra de arte so hasta el Romanticismo: de Miguel Ángel y Da Vinci a Goya y r
licitada por la sociedad moderna capitalista debe completar Delacroix, pasando por el Tiziano, Velázquez o Rembrandt, ¡:
la apropiación pragmática de la realidad -la naturaleza y el por mencionar sólo la pintura y sólo unos cuantos nombres fa
mundo social, sea real o imaginario- que el "nuevo" ser hu mosos. En las obras de todos ellos es notorio que el acto de la
mano lleva a cabo a través de la industria maquinizada y el pe representación o imitación de la realidad se encuentra subor
culiar conocimiento técnico-científico que la acompaña. Y lo dinado al modo en que se lleva a cabo, un modo que es en sí
hace de una manera especial; la apropiación que ella entre mismo cuestionador del hecho del representar y que sólo fue
ga de esa realidad es por un lado indirecta y por otro directa: apreciado entonces como una "manierd' o estilo inconfundibles,
indirecta, porque, en el objeto que ella vuelve apropiable, la un toque o "aura" singular e irrepetible. Ya Kasimir Malevich,
realidad misma no está allí sino sustituida o "representada" en el Manifiesto suprematísta de 1915, observó agudamente: hay
por un símbolo o simulacro suyo; y directa o placentera ("esté en la historia del arte a partir del Renacimiento un modo de
tica") porque el símbolo que representa esa realidad es apre producir objetos representativos de la realidad exterior a ellos
hendido como una especie de "adelanto" cognitivo sensorial
de la "verdadeI,'a" apropiación de la realidad, la apropiación 3 Sólo cuando la "actualidad de la revolución" fue reprimida en Europa
pragmática, que se cumple con los productos del trabajo hu y la "industria cultural" con su competencia mercantil ha alterado el gusto y
mano industrializado. Obras como las del "arte moderno" y promovido un disfrute anti-vanguardista de la propuesta vanguardista, di
fundiendo un ampliación "progresista" de la noción tradicional desimilitud
sus "vanguardias" que, lejos de halagar este afán de apropia entre modelo y representación, ese tipo de obras ha podido regresar de su
ción simbólica del mundo, lo cuestionan y hacen burla de él, ostracismo y recibir una aceptación comercial, en ocasiones monstruosa
son en principio obras inaceptables que deben ser excluidas mente exagerada.
118 119
que exige un trabajo sobre la objetividad misma del objeto re": se adscribe a la bohemia. Su lugar deja de estar en los talleres
presentado y que lleva a esa objetividad hasta el límite de la destinados al oficio, bien dotados pero alejados de la vida po
evanescencia. Es el trabajo que se distingue por debajo de las pular; lo encuentra ahora en lugares como el Moulin de la
obras de estos artistas excepcionales. En efecto, la actitud re Galette, donde la vida se libera de su compulsión productivista.
belde al mandato que subordina lo estético a lo cognoscitivo El "no" a la representación pragmática que este arte "alter
no es extraña a todo lo largo de la historia del arte en la épo moderno!' -más que "moderno"- pone en práctica se acompa
ca moderna; lo que sucede es que, de ser excepcional y no de ñade un "sí" a la mímesis festiva, trae consigo el proyecto de
liberada en los siglos anteriores, pasa a generalizarse y a un re-centramiento de la esencia del arte en tomo a la que
volverse militante y programática a finales del siglo XIX. 4 fuera su matriz arcaica, pre:moderna: la fiesta. El rechazo a la
Las vanguardias del "arte moderno'! proponen un vuelco o academia y la predilección por la bohemia expresan en medio
giro de 180 grados en el telos del arte: de perseguir el conocer de la ebullición progresista de Pans, "capital del siglo XIX", es
placentero de una apropiación cognoscitiva inmediata en la te profundo cambio en el escenario vital reconocido como
representación del mundo pasan a buscar simulacros del mun propio por la actividad artística.
do capaces de provocar un desquiciamiento gozoso de la pre La fiesta suele entenderse como un hecho secundario den
1.1 sencia aparentemente natural del mismo. Más radicalmente, se tro de la vida normal, éomo un acto de catarsis en el que ella
trata de un vuelco o giro que trae consigo la propuesta de una se deshace más o menos periódicamente de la energía bruta
'.11
re-defiilición de la esencia del arte, de una re-ubicación de su o salvaje que ha sobrado y se ha acumulado después de la re
pertenencia dentro del conjunto de la existencia humana: de -presión a la que debe someterla la vida civilizada a fin de ga 1
tener el arte su matriz en el comportamiento social de la pro rantizar la vigencia de sus formas. Mirar en ella otra cosa que !~
ducción pragmática debe pasar a tenerla en otro de un orden no sea un mero apéndice de la vida productivista o, más aún,
completamente diferente, el comportamiento del dispendio considerarla como un modo de ser esencial de la existencia
festivo. humana, de jerarquía perfectamente equiparable si no es que
En la segunda mitad del siglo XIX el artista efectúa un des superiora la del modo de ser no festivo, es algo que sólo pudo
plazamiento que, más allá de la anécdota, tiene mucho de aparecer después del libro de Nietzsche sobre la tragedia grie
"sintomático": cambia de residencia. Abandona la Academia y ga, contemporáneo tanto del surgimiento del proyecto comu
nista de una modernidad alternativa a la capitalista como del
4 Cabe aquí una nota de orden terminológico acer(4 de las expresiones nacimiento del llamado "arte moderno" y sus vanguardias. 5
"arte moderno" y "arte de vanguardia". Ambas son obviamente inadecua En la existencia festiVa, el ser humano parece encontrarse
das, pese a haber sido acuñadas por los propios artistas revolucionarios: la
"fuera de sí mismo", si se supone que el estar "en sí mismo",
existe, aunque sea de manera profundamente anti-moderna; la segunda existencia entregada por entero a la actividad reproductora
120 121
de la especie y de los "bienes terrenales" necesarios para sus ella debe mantener reprimido, pero sin el cual no puede se
tentarla. En efecto, los mismos lugares en los que discurre la guir adelante porque es la condición sine qua non del primero:
existencia productivista son sometidos a una transfiguración el telos de la satisfacción ilimitada del productor, del consumo
para fines de la existencia festiva; el tiempo mismo se desen dispendioso de los "bienes terrenales" producidos por él, ese
tiende del ritmo mecánico del movimiento pragmático y se telos precisamente que parece ser el que guía a la existencia
atiene ahora a otros, completamente alterados; el propio cuer festiva.
po humano que produce y se reproduce se ve acondicionado La fiesta es la versión más acabada del comportamiento del
para ella por alimentos, bebidas y olores inusuales, embriaga homo ludens estudiado por Huizinga. Se conecta con el juego
dores o alucinantes; el mundo de la rutina se encuentra con como el segundo tubo de un telescopio lo hace con el primero.
vertido en "otro mundo". Si no abolidos, el telos y las normas Es en verdad el mismo juego, pero en un nivelo escala "su
de la existencia pragmática parecen suspendidos, fuera de vi perior": ha pasado de ser la "puesta en contingencia" de la
gencia, remplazados temporalmente por otras instancias im necesidad de todo cosmos en cuanto tal-de la vigencia de su
precisas que sólo aproximadamente pueden ser llamadas "telos' capacidad de dar normas o reglas-- a ser la "puesta en contin
y "normas". Y es que la existencia festiva consiste en un si gencia" de la necesidad de la forma de ese cosmos como un
mulacro: en su "mundo aparte", de trance o traslado, sobre mundo de la vida concreto o identificado -de las realizaciones
un escenario ceremonial construido ex profeso, hace "como si": concretas de las reglas o normas cósmicas. Se trata de un jue
juega a que gracias a ella, a su desrealización teatral de lo real, go que trab~a ahora, no abstractamente sobre la factualidad
a su puesta en escena de un mundo imaginario, aconteciera por -del cosmos como sistema formal, sino sobre la factualidad subs I
un momento un vaivén de destrucción y reconstrucción de. la tancial del mismo: sobre la clave cualitativa de la totalidad de
consistencia cualitativa concreta de la vida y su cosmos; un vai formas de un mundo de la vida concreto.
vén de anulación y restablecimiento de la subcodificación que En la fiesta tiene lugar una ruptura o interrupción virtual y
en cada caso singulariza o identifica a la semiosis humana, y pasajera del modo ordinario de la existencia humana median
por lo tanto un ir y volver que de-forma y reforma las formas te la irrupción disruptiva en medio de ella de lo que podría
vigentes en la estructuración de un "mundo de la vida" deter acontecer en el modo extraordinario de la misma. Es como si,
minado. La experiencia del éxtasis en tomo a la que se de en ella, el caos -lo otro, humanizado o "domesticado" como la
senvuelve la existencia festiva es la de un retomo mimético al contraparte del cosmos humano- hiciera un gesto de amena
statu nascendi de la contraposición entre cosmos y caos, al es za, fingiera hacer estallar esa humanización o "domesticación"
tado de plenitud de cuando la subcodificación de la semiosis que lo tiene aherrojado, destruirla (así sea, lúdicamente, para
humana se está constituyendo, 10 informe está adquiriendo reconstruirla después).
forma y lo indecible está volviéndose decible; de cuando la oh Sea en la versión pública, abiertamente ceremonial, de~ in
jetidad y la sujetidad están fundándose. dividuo colectivo o en la versión íntima e improvisada del
"Fuera de sí", el ser humano de la existencia festiva da sin individuo singular -cuyo ejemplo sería por antonomasia el es
embargo indicios de ser indispensable para el que está "en sí", tado de amor pasional-, la existencia festiva reactualiza mimé
el no festivo, básico o normal, que se postula a sí mismo como ticamente y de manera enfática y concentrada el fundamento
prioritario. Es como si, paradójicamente, por debajo del telos mismo del modo peculiar del ser humano, esto es, la libertad,
manifiesto de éste -la acumulación del producto y la procrea la capacidad de crear órdenes necesarios a partir de la nuda
ción-, .su existencia productivista supusiera otro, secreto, que contingencia. Lo hace después de encontrar ese fundamento
122 123
en los brotes excepcionales que hay de él en la existencia pro rales de excepción dentro del continuum pragmático-funcional
ductivista ordinaria o cotidiana, así como en la memoria que que caracteriza a todo espacio-tiempo habitado por la vida
queda de cuando se manifestó originariamente en la existencia productivista. La mímesis o teatralidad -esto es, el uso poético
extraordinaria, y en el deseo de que vuelva a manifestarse .. de la palabra, el movimiento dancístico del cuerpo, la musi
Definida como uno de los dos hemisferios o las dos dimen calización del sonido, el reacomodo arquitectónico del espa
siones de la vida cotidiana -el rutinario, pragmático o pro cio- "desentona", interfiere, es disfuncional y choca con la
ductivista y el dis,ruptivo, dispendioso o lúdico-, la existencia buena marcha productiva de la vida cotidiana. La represen
festiva vuelve evidente una bipolaridad o "maniqueísmo" estruc tación pintada en un cuac!n), por ejemplo, interrumpe la
tural que parece caracterizar al modo de ser humano, con sus continuidad funcional de la superficie del muro hecho para
dos comportamientos contrapuestos y complementarios: el que proteger ese micro-cosmos que es el recinto de la habitación
corresponde al momento ordinario de la existencia, que sería humana; la obra escultórica hace 10 mismo con la continuidad
un comportamiento automatizado u orgánico, autoconservador funcional del volumen espacial abarcado por él. Los hechos
y "esencialista", y el que corresponde al momento extraordi artísticos son como burbujas o instantes de dispendio impro
nario de la misma,· que sería libre o trans-natural, autocues ductivo, injustificado, lujoso, en medio de la masa compacta de
tionador y "existencialista". Lo mismo en su versión política la vida y del mundo entregados al pragmatismo y al producti- .
que en su versión privada, el comportamiento en libertad -que vismo que garantizan la supervivencia social durante toda la
se afirma como una trans-naturalización o transcendencia del "era neolítica" o "de la escasez". Si son aceptados dentro de ese
automatismo animal- sólo puede ser un hecho inestablé y -espacio-tiempo es gracias a un compromiso que la vida rutina
efímero, pues toda estabilidad y permanencia implica una ria acepta cerrar con esa otra dimensión con la que comparte !
esencialización o "re-naturalización" que vendría a negar ese la vida cotidiana, una dimensión que, siéndole heterogénea, i
trascender. Es como un brote excepcional en medio delconti extraña, implicando una ruptura de su conti'(/,uum, parece sin
nuum rutinario de la existencia cotidiana, pragmática y pro embargo resultarle a la vez indispensable, complementaria: la
ductivista; un bro'te que debe desvanecerse para que el otro dimensión lúdica, festiva y estética.
comportamiento básico del ser humano, el comportamiento El resultado de la actividad artística -la "obra de arte"- in
r orgánico o automático, retome dialécticamente, y él se con duce o al menos propicia la experiencia de esa mÍmesis de un
vierta de nuevo en motivo de añoranza. mundo que se ha tnmsfigurado ya durante la fiesta; prepara la
El hemisferiodisruptivo-festivo de la existencia cotidiana repetición de esa experiencia extática con la que ésta repitió
pone en escena este segundo modo de comportamiento del a su vez aquel tránsito primero que lleva a 10 humano a auto
ser. humano, el modo extraordinario o libre; enfatiza su dife afirmarse concretamente en esa diferenciación respecto de
rencia radical respecto del comportamiento ordinario, orgá "lo otro", a inventarse un código yal mismo tiempo una subco
nico o automático. dificación identificadora para la inervación semiótica del
comportamiento específicamente humano.
Presencia disfuncional en medio de la vida rutinaria, la obra
. Es bien sabido: toda obra de arte o, más en general, todo ac de arte engaña con su consistencia cósica, con su aparente .
to de consecuencias estéticas, aunque no 10 haga necesaria trans-temporalidad o permanencia; andada en el material del
mente de manera espectacular o escandalosa, como 10 hace la que está hecha -la palabra, el espacio, el sonido, el color, la
fiesta, introduce de manera esencial recortes espacio-tempo consistencia material, el olor, el sabor, etcétera- y segura de
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seducir alguno de los sentidos del animal humano -la aten cía festiva hace del momento extraordinario del modo de ser
ción mental, la vista, el oído, el olfato, etcétera-, pareciera humano.'
que para ser tal no requiere entrar "en estado de fusión" retro Cuando Giorgio de Chirico propugna una "obra de arte
trayéndose a la consistencia dinámica de una actividad artísti metafisica" que bajo su aspecto realista, sereno, "da sin em
ca compartida que es la suya en verdad; pareciera bastarse a sí bargo la impresión de que algo nuevo debe estar sucediendo
misma y no necesitar de nada ni nadie para suscitar en los hu en aquella misma serenidad y que otros signos, más allá de los
manos la experiencia estética. Esta fetichización de la obra de ya evidentes, deben estar actuando desde abajo sobre el rectán
arte, que pretende eliminar de ella el momento "performati gulo del lienzo"; cuando un Kandinsky o un Brancusi invocan la
vo" -de invasión disruptiva en el automatismo cotidiano-- del "espiritualidad" de la creación plástica; cuando Kasimir Male
que ella proviene y que se reactualiza eon ella, que busca anu vich habla de que "en el arte debe prevalecer una "suprema
lar aquel acto en que, quien la disfruta, al disfrutarla como cía absoluta" de la sensibilidad plástica pura por encima de
ella lo exige, la "completa", es uno de los fenómenos caracte todo descriptivismo naturalista" y propone buscar "un arte no
rísticos que se dan en torno a la obra de arte programada en objetivo, en el que lo figurativo o representativo esté total
la modernidad capitalista y que la revolución del "arte mo mente anulado" ("mi obra Cuadrado blanco sobre fondo blanco",
derno" se propuso superar.6 dice, "no era tanto un cuadro vacío, un icono borrado y pues
to en marco, sino una invitación a percibir lo no objetivo o lo
objetivo in statu nascendi"); cuando Marcel Duchamp tacha al
Al hablar de las vanguardias del "arte moderno" y señalar que
artista como creador y lo subraya como "encontrador"; cuan
su actividad gira en torno al modo festivo de la existencia hu
do VIadimir Tatlin se refiere a la "otra movilidad que hay en
mana, y no al modo productivista y pragmático de la misma,
la inmóvilidad de la escultura"; cuando Arnold Schonberg
se sugiere aquÍ que ella supone o propone una definición del
afirma la posibilidad de una "música absoluta", atenida exclu
',. arte radicalmente diferente de la que prevalece en la moder
sivamente a "su propio lenguaje"; cuando Bertolt Brecht teo
nidad capitalista y a la que uno de los principales vanguardis
riza sobre su "teatro épico" como una mÍmesis autoconsciente;
i.i"
I tas, Pablo Picasso, llegó en su práctica pictórica después de cuando Dziga Vertov distingue entre la función del ojo hu
examinar el tipo de "representación" que implican las figuras mano y la realidad represora de la mirada y propone al cine
escultóricas del arte africano. Una definición según la cual el como liberador de la visión; cuando Adolf Loos, y más aún la
arte se auto afirma como una mímesis de segundo grado, que Bauhaus, se empeñan en encontrar una "funcionalidad" del es
no imita la realidad sino la desrealización festiva de la reali pacio arquitectónico que es capaz de trascender "desde el va
dad; una mímesis que no retrata los objetos del mundo de la cío" la que corresponde a su habitabilidad pragmática, todos
vida sino la transfiguración por la que ellos pasan cuando se ellos plantean el problema de una práctica del arte que saGa a
encuentran incluidos en otra mímesis, aquella que la existen éste del ámbito en que parece ser una representación de la vi
6 Bocetos que se hicieron al calor de una actividad artística compartida, 7 En la fiesta, la des realización del mundo cotidiano parte del sujeto in
íntima y efimera, se comerciaron algún tiempo después como si fueran dividual -singular o colectivo-: él es quien se traslada a un escenario ficticio
obras cerradas en sí,misma.'! e irradiadoras de un "aura", ya no arcaica sino que se sobrepone al espacio-tiempo rutinario y lo transfigura. En el arte, en
moderna, de tina "magia estética que el artista dotado de genio, el homo sa cambio, la desrealizaci6n estética de este mundo emerge del objeto prácti
cerde estos "tiempos descreídos", habría puesto en ellas; obras que tendrían co, en la medida en que ha sido convertido en una repetición mimética
reservada su magia para quien puede comprarlas. -ahora sí en una "reproducción" o "re--presentación"- del objeto festivo.
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da y el mundo, dirigida a un tipo especial, "estético", de apro dante en que el manzano habría dejado de pertenecer sólo a
piación cognoscitiva de los mismos; una práctica nueva que lo la cadena ecológica y habría aceptado convertirse sobre todo
traslada a otra esfera, en la que su relación con ellos es de un en alimento humano, en vehículo de una forma gustativa (un
orden diferente. Este orden es el que se intenta definir aquí sabor), de una significación práctica inventada o creada por el
como el de una mímesis de segundo grado, referida a una pri ser humano, improvisada e introducida por él allí donde antes
mera, festiva, en la que, con necesidad, el ser humano reafir no había nada. No el objeto de la praxis productivo-consunti
ma en la región..- de lo imaginario la especificidad de su ser va sino el "fantasma festivo" de ese objeto es lo 'que el pintor
libre en medio del automatismo igualmente necesario de su tiene ante sí como "modelo yirtual" para su trabajo de "repro
existencia. 8 ducción".9
El paisaje pintado no reproduce el paisaje que está extra mu El arte sería así la actividad humana que se concentra en el
ros del recinto humano sino el que rodeó y fue el trasfondo de intento de repetir, en condiciones de una cotidianidad no fes
la fiesta; reproduce lo que acontece con lo otro, lo no huma tiva, la experiencia que acontece en el recorteespacio-tempo
nizado, al aceptarse y entregarse, en un caso singular, como el ral de aquella mímesis festiva que reactualiza alucinadamente
fondo caótico de un cosmos humano que, él también, por su ese espacio-tiempo profundo -sea en lo hondo del tiempo pa
parte, se acepta y se afirma a sí mismo en calidad de una ver sado o en lo hondo de la ''jetztzeif' o el "tiempo del ahora", del
sión más, aunque especial, de eso otro. que habla Benjamin- en, el que un primer tránsito, fundador il
No es la manzana real, pragmático-empírica, que adorna la del "cosmos", hace que la vivencia de "lo otro" como tal, que 1I
mesa y llama a ser mordida y a endulzar y refrescar la boca, sería "insoportable" (como la presencia del "ángel de lo bello" li
la que está pintada, retratada o representada en el cuadro de en la "Elegía" de Rilke) sea efectiva, esto es, que aquello abso 1I
Cézanne. Pero es innegable que en él hay algo así como una lutamente "inefable" se vuelva una contrapartida del cosmos y li
"representación" de "esta manzana". Podría decirse que lo que sea ya sólo un "caos" o vaciedad de sentido; que lo indistingui
¡, en él está representado es una especie de "proto-manzana": el ble se vuelva palpable, audible, visible, y adquiera consisten
:'~
fruto del manzano, en tanto que visto, olido, tocado, mordido cias, olores y sabores, tonalidades y ritmos, perfiles y colores; que
y saboreado, pero todo ello sólo mientras acontece el mo lo informe se convierta en una presencia perceptible, dotada
¡l
mento de reactualización festiva de un hipotético hecho fun de forma; que lo indecible y desconcertante resulte decible y
concertador.
8 La diferencia entre la primera mímesis y la segunda es una diferencia
entre dos modos de onto-fanía ("verdad") interrelacionados pero sin duda
diferentes, el uno religioso y el otro artístico, que Martin Heidegger no lle Dos observaciones finales sobre la reactualización de la activi
ga a reconocer en el famoso ejemplo del templo griego, explicado en Der
dad artística como una mímesis de la mímesis festiva.
Ursprung des Kunstwerkes (Reclam, Stuttgart, 1960). El templo como el re
cinto o la circunscripción espacial imaginaria, creada en y por la mímesis ce
remonial, son dos ~dificios que pueden existir sobrepuestos, confundidos el 9 De acuerdo a la interpretación "chamanística" que hace David Lewis
uno en el otro, pero que no necesariamente tienen que hacerlo. Una cosa Williams de la pintura rupestre del pueblo San (Sudáfrica), el chamán-pin
es el baldaquino ceremonial de una comJlllidadjudía (nómada) y otra el bal tor, ya "en sus cabales", plasma sobre las paredes de la gruta lo que vio en la
daquino artístico do Bemini en la Basílica de San Pedro (sedentaria por an alucinación de la ceremonia festiva. En la fiesta, y b::go los efectos de la dro
tonomasia). La una tiene en sí el germen de la otra, sin necesitar de ella; e ga, se abre una ventana a lo otro (como caos). El pintor pinta lo visto a tra
igualmente ésta, aunque tiene a la primera de antecedente, puede existir vés de esa ventana. David Lewis-Williarns y Jean Clottes, Los chamanes de la
por sí sola. prehistoria, Ariel, Barcelona, 2001.
128 129
A La rebelión del "arte moderno" contra el programa art:ís El adiós a la belleza castiza, el "anti-clasicismo" como "anti
tico de la modernidad capitalista, su reubicación de la esencia casticismo", había comenzado ya en tiempos de Delacroix y el
del arte en el modo festivo de la existencia humana, lo condu "malestar con Occidente"; se prolongó en el "orientalismo"
ce necesariamente hasta el nivel más radical de la ruptura del del "modernismo" y llegó a culminar en el "africanismo" de
acontecer cotidiano que esa existencia implica, aquel en el que Picasso, al que poco más tarde se sumarían todos los abomi
ella, al mimetizarlos, cuestiona hasta los rasgos más elementales nables "ismos" que fueron reunidos por la cultura oficial del
y decisivos de la "forma natural" arcaica, del modelo civilizatorio Estado nazi para montar la magna exposición Entartete Kunst
básico, neolítico, que prevalece aún por debajo de la vida ("Arte degenerado") en 19~8.La "fealdad" de una "señorita
humana moderna y su mundo. El "arte moderno" sólo es pro de Aviñón" (si se la compara con la belleza de una de las mu
piamente moderno -es decir, otra cosa que moderno-capitalista jeres pintadas por Ingres en un harén) no es para los artistas
en la medida en que su mímesis, que se lleva a cab.o en una épo de vanguardia un obstáculo, sino por el contrario el mejorde
ca de replanteamiento crítico de la esencia de la modernidad y los accesos a la experiencia estética.
su deformación capitalista, llega a poner enjuego la concreción B. A mediados del siglo XIX apareció en Europa ese movi
occidental arcaica de esa "forma natural" o la identificación oc miento social y político que se autodenominó "comunismo" y
cidental básica de esa estructura civilizatoria. Dicho en otras pa que desde entonces pretende transformar la "sociedad bur
labras, en la medida en que llega a profanar, desacatar y hacer guesa" o "moderna" mediante una revolución capaz de susti
burla dél canon que refleja el ideal o la propuesta de perfec tuir el modo capitalista de reproducir la riqueza, sobre el que
ción de esa "forma natural"; en la medida en que alcanza a po ella se sustenta -un modo de reproducción que impide al ser
ner· en duda y relativizar su definición práctica de "la belleza". humano ejercer su autarquía política y que necesita explotar
Para estos artistas occidentales, la "belleza" occidental deja sin piedad a los productores e incluso eliminar a muchos de
de ser el objeto privilegiado de la experiencia estética, dado ellos-, por otro modo de organizar la vida social en el que,
que ella consiste en haber alcanzado el grado más alto posible dentro de la abundancia de bienes, que ya es alcanzable, pre
de "casticidad" o "clasicidad", es decir, de fidelidad a un "sub valezcan la libertad, la igualdad y la fraternidad. En tanto que
código" concretizador o identificador del código de la semio revolucionario, ese movimiento se trasladaba fuera de la polí
sis humana que pertenece a todo ese tipo de subcódigos que ticacotidiana, se ubicaba en la dimensión extraordinaria de lo
es precisamente el que entra en crisis con la modernidad (pues político, allí donde la libertad propia de la existencia humana
son subcódigos que debieron ser construidos en medio de la se ejerce en toda su radicalidad al fundar y volver a fundar las
escasez premoderna neolítica, es decir, de la hostilidad recí formas elementales de la convivencia humana. Los revoluciona
proca insalvable entre el ser humano y la naturaleza) .10 rios, los que se habían entregado a "cambiar el mundo, cambiar
la vida", avanzaban sobre la misma calle por la que transitaban
10 Anterior a la revolución del "arte moderno" (y freudiano avant la lettre),
los artistas "revolucionarios" o vanguardistas del "arte moder
Karl Marx piensa q'!le la infancia es definitiva. hasta que otra "infancia", más no". La confusión era inevitable. Para muchos, la revolución
fuerte, llega a sobreponérsele. y que si el prototipo griego de belleza "sigue en el ámbito de lo imaginario y la revolución en el plano de lo
dándonos placer estético" y tiene un encanto que parece "irrebasable". "eter real parecieron ser una y la misma cosa.
no", es porque no ha llegado aún el tiempo en que las condiciones únicas e En efecto, el modo festivo de la existencia humana, en refe
irrepetibles en las que se fundó sean superadas por otras de similar alcance
pero "más fuertes" y de orden diferente. Karl Marx, Grundisse, Dietz, Berlín rencia al cual el arte de las vanguardias afirma su especificidad,
Este, 1953, p. 32. se encuentra en una relación mimética con el acontecimien
130 131
to extraordinario por excelencia que es el de fundación o re "arte moderno" completaron su ciclo de vida. El nervio "revolu
fundación de las formas concretas lo mismo de la socialidad cionario" que las llevó a sus aventuras admirables se había se
humana que de la interrelación con lo otro,lo no-humano, es cado junto con el fracaso del comunismo y el fin de toda una
decir, con .el acontecimiento de la revolución. ·EI arte com primera "época de actualidad de la revolución". La industria
parte .con la fiesta su carácter de revolución efimera. Hay que cultural, es decir, la gestión capitalista de las nuevas técnicas
añadir a esto que, para completar su propia "revolución", las artísticas y el nuevo tipo de artistas y públicos, ha sabido tam
vanguardias del ~'arte moderno" necesitaban que una revolu bién integrar en su funcionamiento muchos elementos que
ción se realizara también "en la vida", una revolución que ellas fueron propios del arte de ~sas vanguardias y hacer incluso
veían comenzar teniéndoles precisamente a ellas como desa del "arte de la ruptura" un arte de la "tradición de la ruptura",
tadoras del proceso. un arte que retoma a su oficio consagrado en la modernidad
La nueva relación entre autor y disfrutador de la Qbra de "realmente existente", a la Academia restaurada como "Aca
arte requería no sólo la permutabilidad de las funciones de emi demia de la no Academia", regentada por "críticos de arte",
sor y receptor, sino el establecimiento de unas condiciones so galerías y mecenas.
ciales en las que la actividad que produce oportunidades de Pero es interesante advertir que el giro vanguardista de ha
experiencia estética no estuviese'recluida en la órbita del "ar ce cien años, que recondujo al arte al ámbito desquiciante de
te profesional", sino fomentada en la cotidianidad, y esto no la existencia festiva, no ha podido ser anulado y que hoy en j¡
sólo como una compensación intermitente de su rutina, sino día una extendida "estetización salvaje" de la vida cotidiana, li
como un quiebre o un pliegue permanente de la misma, co practicada por artistas y públicos improvisados, ;:yenos al mun 11
nectada dialécticamente con ella. Contribuir al establecimien do de las "Bellas Artes de Festival", parece indicar que, pese a I~
IJ
to de eSas condiciones era algo que ese arte de vanguardia todo, no todo está perdido.
consideraba como una tarea suya.
Pero también para la revolución que se abría paso en el pla 11
no social y político la coincidencia con la "revolución" dentro
del arte era un hecho de importancia esencial: sólo la radica
, lidad de alcances civilizatorios que, caracterizaba a éste en· tan
to que reinsertado en la·existenciafestiva y su "destructividad"
implacable, podía enseñarle a ella que cambiar el "modo de
producción", de uno capitalista a otro comunista, implica ir
hasta el fondo, hasta allí donde las formas arcaicas de la vida
y su mundo -reproducidas opottunistamente, en la moderni
dad capitalista por debajo de sus pretensiones "ilustradas" de
innovación- ne~esitan sustituirse por otras construidas a par
tir de esas posibilidades de una abundancia y una emancipación
armónicas con la naturaleza que dejó abiertas el advenimien
toesencial de la' modernidad.
Con la Segunda Guerra Mundial y la destrucción de Euro
pa por el nazismo y quienes lo vencieron, las vanguardias del
132 133
7. Arte y utopía
135
en la barbarie". Para 1936 po.día pensarse to.davía, co.mo. lo. ha de arte--, la impresión que tiene de la idea que prevalece en
cía la mayo.ría de la gente de izquierda, que lo.s dados estaban tre ello.s acerca de la relación entre creación artística y co.m'"
en el aire, que era igualmente po.sible que el régimen nazi fra pro.miso. revo.lucio.nario. es co.mpletamente negativa: mientras
casara -abriendo. las puertas a una rebelión pro.letaria y a la el partido. desprecia la co.nsistencia cualitativa de la o.bra inte
revo.lución anticapitalista- o. que se co.nso.lidara, se vo.lviese irre lectual y artística de vanguardia y se interesa exclusivamente en
versible y co.mpletara su pro.grama co.ntrarrevo.ludo.nario., hun el valo.r de pro.paganda que ella puede tener en el escenario.
diendo. así a la histo.ria en la catástro.fe. de la po.lítica, lo.s auto.res de ella, lo.s "intelectuales burgueses",
El Walter Benjamín que había existido. hasta ento.nces, el po.r su lado., no. ven en su aC~Icamiento. a lo.s co.munistas o.tra
auto.r que había publicado. hacía Po.co. un libro. insuperable so co.sa que la o.po.rtunidad de do.tar a susperso.nas de lapo.sición
bre lo. barro.co., Ursprung des deutschen' Trauerspiels, y que tenía "po.líticamente co.rrecta" que no. so.n capaces de distinguir en sus
en preparación una o.bra o.mniabarcante so.bre la historia pro pro.pias o.bras. Se trata de un desencuentro. que Benjamín mira
funda del siglo. XIX, cuyo. primer bo.rrado.r (el único. que que críticamente. Tendrá la o.po.rtunidad de presenciar un episodio.
dó después de su suicidio. en 1940) co.no.cemo.s aho.ra co.mo del mismo. enjunio.del año. siguiente, durante el "Co.ngreso. de
"La o.bra de lo.s pasajes", no. po.día seguir existiendo.; su vida se lo.s escrito.res antifascistas para el rescate de la cultura". En esa
~tI había interrumpido. definitivamente. Su perso.na, co.mo. pre o.casión, el no.velista austriaco. Ro.bert Musil pudú iro.nizar acer
senda perfectamente identificada en el o.rbe cultural, co.n una ca de la po.litización del arte, entendida co.mo. co.mpromiso. co.n
11 la po.lítica de lo.s partido.s po.líticos; la po.lítica puede "co.ncernir
o.bra que se insertaba co.mo. elemento. a tenerse en cuenta en
n el sutil mecanismo. de la vida discursivaeuro.pea, se desva 'a, to.do.s", dijo., "co.mo. también co.ncierne a to.do.s la higiene",
necía junto. co.n la liquidación de ese o.rbe. Perseguido. pri sólo. que a nadie se le o.curriría pedimo.s que desarro.llemo.s po.r 1I
li
mero. po.r "judío." y después po.r "bo.lchevique", privado. de to.do. ésta una pasión especial.
l recurso. privado. o. público. para defenderse en "tiempo.s de El ensayo. so.bre la o.brade arte tiene su mo.tivación inme
I~
1
I~ penuria", había sido. co.nvertido. de la no.che a la mañana en diata en la necesidad de plantear en un plano. esencial esta re i.
•• 1
'1 un paria, en un pro.letario. cuya capacidad de trabajo. ya no. lación entre el arte de vanguardia y la revo.lución po.lítica. Al
II era aceptada po.r la so.ciedad ni siquiera co.n el valo.r apenas mismo. tiempo., le sirve a su auto.r co.mo. tabla de salvación; fo.r
~I maparte de un intento. desesperado. de so.brevivir rehacién
pro.bable de una fuerza de reserva. La dispo.sición a interio.ri
1
,1
zar la situación límite en la que se había encerrado. la histo do.se co.mo. o.tro. a través de una fidelidad a un "sí mismo." que
1I
ria mo.derna era en su perso.na mucho. más marcada que en se había vuelto. impo.sible. La redacción de este ensayo. es una
1I
" ningún o.tro. intelectual de izquierda en la Alemania de lo.s manera de co.ntinuar el trabajo. so.bre "París, capital del siglo.
año.s treinta. XIX" o. "La "o.bra de lo.s pas.yes" en co.ndicio.nes co.mpleta
Exiliado. en París, do.nde mucho.s de lo.s escrito.res y artistas mente diferentes a aquellas en las que fue co.ncebido. o.rigi
alemanes expulsado.s po.r la persecución nazi intentan perma nalmente. En su carta a Ho.rkheimer del 18 de septiembre de
necer activo.s y ~po.yarse mutuamente, Benjamín se mantiene 1935, Benjamin explica el sentido. de su ensayo.:
sin embargo. distanciado. de ello.s. Aunque le parece impo.r
tante cultivar el co.ntacto. co.n lo.s intelectuales co.munistas, en En esta o.casión se trata de señalar, dentro. del presente, el
cuyo. Instituto. para el Estudio. del Fascismo., en abril de 1934, .punto. exacto. al que se referirá mi co.nstrucción histórica
da una co.nferencia, "El auto.r co.mo. pro.ducto.r" -que co.ntie co.mo. su punto. de fuga [ ... ]. El destino. del arte en el siglo.
ne adelanto.s de algunas ideas pro.pias del ensayo. so.bre la o.bra XIX [ ... ] tiene algo. que decirno.s [ ...] po.rque está co.nteni
136 137
do en el tictac de un reloj cuya hora sólo alcanza a sonar en meno De acuerdo al primero de ellos, la obra vale como testi
nuestros oídos. Con esto quiero decir que la hora decisiva go o documento vivo, como fetiche dentro de un acto cúltico
del arte ha sonado para nosotros, hora cuya rúbrica he fija o .una ceremonia ritual, de la reactualizaci6n festiva que hace
do en una serie de consideraciones provisionales [ ...]. Estas la sociedad del acontecer de lo sobrenatural y sobrehumano
consideraciones hacen el intento de dar a la teoría del arte dentro del mundo natural y humano. De acuerdo al segundo,
una forma verdaderamente contemporánea, y esto desde la obra vale como detonador de una experiencia profana de la
dentro, evitando toda relación no mediada con la política.! contingencia que habita en la necesidad del mundo humano
natural, la experiencia de la_pelleza estética. Según Benjamin,
Benjamin está convencido de que en su tiempo ha sonado esta experiencia. estética de la objetividad del objeto artístico
la "hora decisiva del arte". En coincidencia plena con la cita no consiste en una derivación de la vivencia mágica -de la in
de Paul Valéry que pone como epígrafe de su ensayo, piensa teriorización de ese acontecer sobrenatural y sobre-humano
que en la "industria de lo bello" tienen lugar cambios radi sino en una relación con el mundo que, aunque emparenta
cales como resultado de las conquistas de la técnica moderna; da con esa vivencia, es sin embargo completamente autóno
que no sólo el material, los procedimientos de las artes, sino ma. Aparte de la objetividad de culto que hay en el valor de
la invención artística y el concepto mismo de arte están en ple uso del objeto artístico hay también en él una objetividad que
na transformación. Pero, más allá de Valéry, piensa.que estos le es característica como objeto artístico propiamente dicho.
cambios radicales en la consistencia misma del arte tienen La obra de arte como fetiche, esto es, concentrada en el po
que ver, en igual medida que con las "conquistas de la técni lo cúltico de su valor de uso, tiene la función de.una reliquia,
ca", con una reconfiguración profunda del mundo social. 2 es decir, de un testigo aún vivo o de una prolongación meto
Según Benjamín, el arte de su época --que de alguna mane nímica no sólo de la ceremonia pasada de la que proviene si
ra es también la nuestra- se encuentra en el instante crucial de no también, indirectamente, del sacrificio religioso que ésta a su
una metamorfosis. Se trata de una transformación esencial que vez repetía festivamente. El automatismo o la rutina de la vida
lo lleva, de ser un "arte aurático", en el que predomina un "valor cotidiana se ve roto en la ceremonia festiva por la re-actualiza
de uso para el culto", a convertirse en un arte plenamente pro ción, dentro de ella, del acto político extraordinario, fundador
fano, en el que predomina en cambio un ''valor de uso para la y refundador -"revolucionario"-, en el que la consistencia cua
exhibición" o para la experiencia propiamente estética. litativa del mundo de la vida es destruida y reconstruida verti
En todos los tipos de obras de arte que ha conocido la histo ginosamente, llevando a su plenitud lo mismo la dignidad de
ria sería posible distinguir dos polos contrapuestos de objetivi sujeto en el ser humano que la de objeto en el mundo de su
dad o presencia, que compiten en la determinación del valor vida. Se trata de una reactualización cuyo tiempo y lugar son los
de uso que la obra tiene para quienes la producen y la consu de un escenario imaginario dedicado expresamente a untran
ce,extático de orden mágico-político en el que partiCipan en
1 Walter Benjamin, Gesammelte Schriften, Band 3.1, Suhrkamp, Frankfurt, principio los miembros consagrados de una comunidad.
1991, p. 983. En cambio, la obra de arte como tal, concentrada en el po
2 "La intención de Benjamin apunta hacia un estado de cosas en el que
lo público o profano de su valor de uso, el plano de la "exhi
las experiencias esotéricas de la felicidad se hayan vuelto públicas y univer
sales" (Jürgen Habennas, "BewuBtmaéhende oder rettende Kritik", en Sieg
bición", sirve para promover e inducir en quien la disfruta la
fried Unseld [comp.], Zur Aktualitlit Walter Benjamins, Suhrkamp, Frankfurt, experiencia propiamente estética que tiene lugar en la míme
1972, p. 199). sis, distanciada o no extática de aquellos efectos disruptivos
138 139
imaginarios que la suspensión festiva del automatismo coti entrega del valor de uso como ofrenda al valor mercantil-ca
diano introduce en la existencia social. pitalista, en la subsunción o sometimiento de la vida social
Al tratar del valor cúltico de la obra de arte, Benjamin no "natural", con toda la riqueza de sus singularidades cualitati
lo reconoce únicamente en obras realizadas en conexión con vas, a la reproducción del "dios" moderno, el capital.
la vida religiosa; lo distingue igualmente en obras que reivin La capacidad de reactualizar este sacrifició es el nuevo valor
dican un carácter civil o profano. El aura o valor de culto de la de uso cúltico, religioso-profano, que viene a ponerse en lu
obra de arte no proviene solamente de la inserción de la mis gar del valor de uso cúltico anterior, el religioso-sagrado.
ma en la dimensión sagrada arcaica de la vida social premo El artista de la moderni~d, el hombre de genio que está
derna; proviene también, en nuestra época, de su inserción en detrás de la obra de arte única y extraordinaria, de esa mer
otra dimensión igualmente "mágica" y "religiosa" pero dene cancía que, con su precio arbitrario, hace mofa de las leyes de
gada como tal por la profesión deprofanidad o secularidad la equivalencia mercantil, es el paradójico homo sacer profano
que es propia de la vida moderna. que "oficia" en esta reactualización ceremonial del sacrificio
A la virtud de entregar representaciones del mundo capa moderno. La creatividad concentrada puntual y excepcional
ces de acompañar al ser humano moderno en la apropiación mente en su obra, en su mercancía sui generis, es la versión en
práctica de lo real, ciertas obras de arte suman la característi negativo, todavía "natural", singularizada, formadora de valo
ca adicional de poseer una calidad artística única e incompa res de uso, previa al sacrificio de la mercantificación pero des
rable, reputada como excepcionalmente alta, que las vuelve tinada a él, del automatismo del trabajo objetivado como valor
inconmensurables con todas las demás, ::yenas a toda intercam económico en los demás productos mercantiles. Ya en la épo
biabilidad (como no lo son éstas, que comparten el valor de .• ca barroca, el hombre de talento artístico -un Borromini, por
t! .
uso general de entregar retratos del mundo), obras reacias a ejemplo-. fue admirado como un ser misterioso, bendecido y
la exigencia que supedita el valor de uso de todas las cosas al a la vez maldecido por Dios. De manera parecida, aunque me
valor de cambio o valor económico mercantil. Son obras de nos católica, durante el tiempo de la "fiebre romántica", ese
.,ii arte que ostentan un prestigio especial en el mercado y que mismo hombre ha sido idolatrado en calidad de "genio", de par
pueden así alcanzar un precio arbitrario, inusitadamente eleva tícipeen la creatividad de un sujeto sobrenatural, sea por la
do, que resulta ::yeno a la disputa de la oferta y la demanda. via de la "inspiración" -en un Berlioz, por ejemplo-. o, des
El valor de uso cúltico de estas obras de arte modernas se pués del interregno de la época de las vanguardias artísticas,
concentra en la unicidad extraordinaria o genial que sale a re en la segunda mitad del siglo XIX -en un Pollock, por ejem
lucir a contrario, en forma de una "renta de la genialidad", plo-., por la vía de una marginación psico-existencial;
dentro de esa "ceremonia" muy especial, fría pero excitante,
que está en el acto de intercambio mercantil.
En el acto de intercambio como "acto de culto", y en virtud Según BerYamin, en los comienzos del arte occidental euro
del regateo o forcejeo en la oferta y la demanda, se reactuali peo el polo dominante en las obras de arte fue el del "aura", el
za, se cuestiona y restituye la necesidad del mercado como "valor de uso cúltico". Pero este hecho ha cambiado a lo largo
mundo de los "fetiches" mercantiles o instancia "milagrosa de la historia. El "valor para la exhibición" ha ido venciendo ese
mente" mediadora o posibilitadora de la vida social. En él se dominio de modo tal que ya para la segunda mitad del siglo
destruye y reconstruye cotidianamente la necesidad de ese sa XIX es posible hablar de una decadencia del aura o "valor pa
crificio fundante de la socialidad moderna que consiste en la ra el culto" de la obra de arte y de un ascenso concomitante
140 141
del dominio en ella de ese "valor de uso para la exhibición pú para el culto", sólo puede ser una obra auténtica; no admite
blica" o para la experiencia estética. copia alguna de sí misma. Toda reproducción de ella es una
¿Qué caracteriza esencialmente a la obra de arte dotada de profanación.
"aura"?! Como la aureola o el nimbo que rodea las imágenes
de los santos católicos oel "contorno ornamental que envuel
ve a las cosas como en un estuche en las últimas pinturas de Contrapuesta a la obra aurática, la obra de arte profana, en
Van Gogh", el aura de las obras de arte trae también consigo, cambio, en la que predomina el "valor para la exposición", es
una especie de "efecto de ajenamiento" o "extrañamiento" (V siempre repetible, reactualizable, sin dejar de ser sin embar
effekt), contrapuesto al descrito por Brecht, un efecto que se go, ella también, única y singular. Desentendida de su servicio
produce en quien las contempla cuandb percibe cómo en ellas al culto, la obra de arte musical, por ejemplo, que se pre-exis
una objetividad "meta-ñsica" viene a sobreponerse e incluso a te guardada en la memoria del músico o en las notaciones de
sustituir a la objetividad meramente "física" de su presencia una partitura, pasa a existir realmente todas las veces que es eje
material. El "aura" de la obra de arte es el modo como su ob cutada por uno de sus innumerables intérpretes. No hay de
jetividad o presenciacúltica se deja percibir desde la expe ella una performance original y auténtica que esté siendo copia
riencia de su objetividad estética. En virtud del aura -que las da por las demás; hecha ante todo para "exhibirse" o entre
obras de arte pueden compartir con determinados hechos na garse a la experiencia estética, está ahí en infinitas versiones o
turales encantados-, esta objetividad, que sería lo cercano en actualizaciones diferentes, y es sin embargo, en cada caso, siem
ella, 10 familiar, se presenta sólo como la apariencia precaria pre única. Su unicidad no es perenne y excluyente, como la
que ha adquirido lo lejano, lo extraordinario, lo digno de cul de la obra aurática; sino reactualizable y convocan te. Es siem
to. Aura es, dice Benjamin apoyándose enladefinición que da pre la misma y siempre otra. Es una obra que está hecha para ser
de ella Ludwig K1ages,4"el aparecimiento único de una leja reproducida o que sólo existe b.yo el modo de la reproduc
nía, por cercana que pueda estar". ción. Lo mismo puede decirse, considerando el otro extremo
La objetividad de culto o aurática de una obra humana se del "sistema de las artes", de la obra arquitectónica, pese a que
muestra en el carácter irrepetible y perenne de· su unicidad o parece estar hecha de una vez y para siempre, en una sola ver
singularidad, carácter que· proviene del hecho de que lo valio sión acabada de sí misma, y existir en estado de obra única,
so de ella reside en que fue el lugar en el que, en un momento irrepetible, incopiable e irreproducible. "Exhibirse", darse a
único, aconteció una epifanía o revelación de 10 sobrenatural; la experiencia estética, es para la obra de arte arquitectóni
una epifanía que perdura metonímicamente en ella y a la que ca lo mismo que ser habitada, y el ser habitada, que implica una
es posible acercarse mediante un ritual determinado. Por esta especie de improvisación de innumerables variaciones en tomo
razón, la obra de arte aurática, en la que prevalece el "valor a un tema o sentido espacial propuesto por ella, la convierte
en una obra que se repite y se reproduce a sí misma incansa
..
~
g Un examen minucioso del concepto de "aura" en Benjamin se en blemente, como si fuera diferente en cada episodio de vida hu
cuentra en Josef Furn.kis, "Aura", en Michael Opitz y ErdmutWizisla mana al que ella sirve de escenario. No es posible habitar la obra
(comps.)., Benjamins Begriffe. Suhrkamp, Fra.nkfurt, 200(). Véase tambiép. de arte arquitectónica sin re actualizar en ella ése que podría
Shieny M. Weber, "W. B.: el fetichismo de los objetos, lo moderno y la e~
periencia de la historia", en OIIman Berte1 et al., Marx, Reich'J Marouse, Pai
llamarse su "estado de partitura", en el que, como la música,
dós, Buenos Aires, 1974, pp. 94 Yss. . ella también, paradójicamente, está siempre pre-existiéndose
• 4 Rolf Wiggershaus, Die Frankfurter Schule, D1V, Múnich, 1988, p. 224. así misma.
142 143
Cuando Benjamin habla de la decadencia y la destrucción las vanguardias, y a manera de un puente fugaz entre dos épo
del aura, se refiere a algo que sucede con la unicidad o singu cas extremas, comienza a desvanecerse como arte independien
laridad perenne y excluyente que es propia solamente de las te o puro, viéndose entregado en el presente a una experiencia
obras de arte cuyo valor se afinca en el servicio al culto. Se trata de una vida social recién en formación que integra y difunde
de un hecho que él, en lo íntimo, parecería lamentar, siguien en sí la experiencia estética que él es capaz de suscitar. De su
do una fidelidad a la tradición artística en la que se formó, pe frir bajo su inserción en una obra de culto, el objeto de puro
ro al que, simultáneamente y en plena ambivalencia, saluda arte estaría pasando a sufrir por su expulsión fuera de una
en nombre de la realización de la utopía en la que tal hecho obra dedicada exclusivamente a él. El estatus de la obra de arte
parece inscribirse. Benjamin trata de convencerse a sí mismo emancipada, de valor de uso puramente estético, habría sido
y de convencer a sus lectores de que la manera en que la ex así transitorio; habría estado, durante la época de las vanguar
periencia estética se ha alcanzado gracias a la obra de arte au dias, entre el estatus arcaico de sometido a la obra de culto y el
rática está a punto de ser sustituida por una manera mejor, estatus futuro de integrado en la obra de disfrute cotidiano.'
más libre, de hacerlo, una manera capaz incluso de redefinir La reproducción técnica de la obra de arte -como sacrilegio
la noción misma de lo estético. abrumadoramente repetido contra el arte que fue producido
A la inversa de Hegel, para quien el arte "muere" si es pri y que se produce aún en obediencia a la vocación aurática- es
vado de su altísimo encargo metafisico -el de ser la figura más para Benjamin sin duda un factor que acelera el desgaste y la
acabada del espíritu-,S para Benjamin, el arte sólo comienza a decadencia del aura; pero es sobre todo un vehículo de aque
ser tal una vez que se emancipa de su aura metafisica. 6 llo que podría ser el arte en una sociedad emancipada y que
En el texto de este ensayo puede rastrearse sin embargo se esboza ya en la actividad artística de las vanguardias o del
una idea singular y trágica de lo que ha sido y tiende a ser el arte que se autorreconoce como "arte moderno".
destino del arte en el devenir de la historia. Pareciera que pa Una es la obra de arte que sufre el hecho de su reproducti
ra Benjamin la consistencia propiamente artística de la obra bilidad o multiplicabilidad técnica como un factor externo a
,¡ de arte ha sido siempre un fenómeno parasitario, que, pese a sí misma -positivo o negativo- y otra muy diferente la que asu
¡
i su autonomía profunda, nunca ha tenido y tal vez nunca po me ese hecho como un momento esencial de su propia cons
i drá tener una existencia independiente. Que el arte indepen.. titución. Una es la obra de arte, como la de las vanguardias,
:1:
diente o puramente estético apareció. como tal en la época cuya técnica de producción y consumo está determinada sólo
i!
moderna, durante el Renacimiento, todavía atado al culto re
ligioso cristiano y al valor que tenía en él, precisamente en el 'Brecht especula acerca de·un tipo desconocido de obra de arte que apa
recerá probablemente cuando el mercado deje de ser la instancia que de
momento en que comenzaba la decadencia o descomposición
termina la validez social de los objetos. Entre tanto, mientras esto aún no
de ese "valor de culto", y que, ya como "arte moderno" o de sucede, aquello que se produce y se consume como mercancía en lugar-del
antiguo tipo de obras de arte sería algo que podemos llamar simplemente
5 Georg W. F. H~gel, Asthetik, Aufbau, Berlín, 1955, p. 139. un "cosa". De esa "cosa", cuando su consistencia se desvanezca junto con la
6 Eva Geulen (Das Ende der Kunst, Suhrkamp, Frankfurt, 2002, pp. 88 Y centralidad determinante del mercado, en la nueva obra de arte que podrá
ss.) examina con agudeza la presencia de. la idea hegeliana de la "muerte aparecer no quedará, según él, ni el recuerdo. Ya antes de él, Flaubert (en
del arte" en este ensayo. Véanse también, Umberto Eco, "Dos hipótesis so una carta a Louise Colet) especulaba también: "La belleza llegará tal vez a
bre la muerte del arte", La definición del arte, Destino, Barcelona, 2002, pp. convertirse en un sentimiento inútil para la humanidad, y el arte ocupará
261; y Hans-Georg Gadamer, "Ende der Kunst?", Das Erbe Europas, Suhrkamp, entonces [abriéndose un espacio en el quadrivium] un lugar intermedio en
Frankfurt, 1989, pp. 63 Y ss. tre el álgebra y la música",
144 145
f!
"fonnalmente" por el valor para la exhibición o experiencia cionando la afinidad que ellos tienen con la esencia profana
estética, y otra la obra de arte en la que esa detenninación ha del arte.
pasado a ser "real" y ha llegado a alterar su técnica misma de La decadencia del aura de la obra de arte no se debe, según
producción y consumo, esa obra cuyo primer esbozo puede es Benjamin, a una acción espontánea que los progresos técnicos
tudiarse, según Benjamin, en el cine revolucionario. de la producción artística ejercerían sobre ésta, sino al em
En la obra de arte alterada constitutivamente por su com pleo de los mismos en una perspectiva post-aurática, "vanguar
promiso con la exhibición, Benjamin observa lo que sería la dista".8 La pregunta acerca del origen de esa perspectiva se
posibilidad más prometedora en medio del proceso de me plantea entonces necesariamente. Una pregunta cuya res
tamorfosis radical que vive el arte en su época: que la nueva puesta por parte de Benjamin fue recibida con incomodidad,
técnica que se esboza en la producción de bienes en general cuando no con incomprensión, incluso entre los amigos más
llegue a ser concretada como tal primeramente en la esfera de cercanos a éL!! Gershom Scholem, por ejemplo, no lograba en
la producción artística, y que esto suceda en una práctica del contrar el nexo filosófico entre la "concepción metafisica" del
arte que esté entregada completamente a satisfacer en la vida aura y su decadencia, en la primera parte del ensayo, y las elu
cotidiana la necesidad de una experiencia estética mundana o cubraciones marxistas acerca del nuevo arte, en la segunda
terrenal, "materialista". Entre la nueva técnica de la produc parte del mismo. Cuenta Scholem:
ción artística y la demanda propia de un arte emancipado
-postaurático, abiertamente profano- hay para Benjamin una En una conversación larga y apasionada sobre estetrabtH0
afinidad profunda que las incita a buscarse entre sí y a pro . que sostuve con él en 1938 respondió así a mis o~eciones:
mover mutuamente el perfeccionamiento de la otra. "El nexo filosófico que no encuentras entre las dos partes
Una buena parte del ensayo sobre la obra de arte contiene las "c;on el texto de Wal~er Benjamín se completa el paso de la significación
utópico-revolucionaria a la tecnológica del fin del arte" (GianniVattimo,
reflexiones de Benjamin sobre el cine como el arte más pro
~I "Muerte o decadencia del arte", Elfin de la modernidad, Gedisa, Barcelona,
:1 pio de la época de la reproductibilidad técnica. Junto al exa 1989, p. 59) .
•i
men crítico del nuevo tipo de actuación y el nuevo tipo de 9 Así, por ejemplo, B. Brecht, resistente a toda'definición no ilustrada de
recepción que él requiere de sus intérpretes y de su público, "naturaleza" o de "técnica", después de su lec;tura, anota en su diario de tra
se encuentran observaciones agudas sobre la técnica del monta bajo: "Todo pura mística, bajo una actitud antimística. ¡Vaya 'manera de
je cinematográfico y sobre otros aspectos que le parecendeci adaptar la concepción materlalista de la historia! ¡Es bastante funestol~
(Bertolt Brecht, Arbeitsjoumal, t. l, 1973, p. 16). T. W. Adorno, por su parte,
sivos en el cine, incluida una supuesta función psico-social en su carta a Benjamin del 18 de marzo de 1936 (Theodor W. Adorno y Wal
profiláctica del mismo. No es, sin embargo, el cine realmente ter Benjamín, BriefwechslJ~ 1928-1940, Suhrkamp. Frankfurt, 1994, pp. 171
existente, dominado ya por la "modernidad americana" lo 72) le objeta un cierto "anarquismo" en su idea de un arte "democrático" y
que morlvasus reflexiones, sino el cine como adelanto expe distraído" y lo acusa de un romanticismo que tabuiza a la inversa a la bar
rimental de lo que puede ser la nueva obra de arte. Por esta barie tan temida, idolatrándola si es de origen proletario. Adorno confun
de la técnica sólo formalmente subsumida por la profanidad en el arte de
razón no deja de tener en .cuenta que el cine puede ser tam
las vanguardias con la técnica subsumida realmente a ella, que es de la que
bién el ejemplo 'de las aberraciones en las que la obra de arte trata Benjamin y que da fundamento a ese nuevo tipo de arte que estaría
puede caer si sólo emplea los nuevos procedimientos técnicos aún por venir (Lienhard Wawrzyn, Walter Benjamins Kunstthearie, Luchter
para insistir en la producción de obras de arte.auráticas, trai hand, Darmstadt, 1973, p. 68).
146 147
de mi trab.yo lo entregará, de manera más efectiva que yo, lorar en cambio la singularidad reactualizable y la fugacidad
la revolución" .10 de la misma. Rechazan la lejanía sagrada y esotérica del culto
a una "belleza" cristalizada de una vez por todas corno la "apa;.
y es que, para Benjamin, la respuesta a la pregunta acerca riencia de la idea reflejada en lo sensible de las cosas";l1 buscan
del fundamento de la tendencia anti-aurática en la historia del por el contrario la cercanía profana de la experiencia estética
arte contemporáneo hay que buscarla en la resistencia y la re y la apertura de la obra a la improvisación corno repetición in
belión de las masas contemporáneas frente al estado de ena ventiva. 12 Son las masas de tendencia revolucionaria que propo
jenación al que su sujetidad política se encuentra condenada nen también un rilodo comp!c::tamente nuevo de participación
en la modernidad capitalista; actitudes que, según él, habían en la experiencia estética. u
madurado durante todo un siglo y que, depués de vencer al Desentendidas de la sobre determinación tradicional de la
estertor contrarrevolucionario del nazismo, estarían en capa experiencia estética corno un acontecimiento ceremonial, estas
cidad de consolidarse corno una transformación postcapitalis nuevas masas sociales plantean un nuevo tipo de "participa
ta de la vida sodal. ción" en ella, lo mismo del artista que de su público. Afirman
Benjamin detecta el aparecimiento y la generalización de un una intercambiabilidad esencial entre ambos, corno portado
nuevo tipo de masas humanas en calidad de substrato demo res de una función alternable; introducen una confusión entre
gráfico de la nueva sociedad moderna, el de las masas que se el "creador" de la obra, cuyo viejo carácter sacerdotal desco
resocializan a partir de la propuesta práctica espontánea del nocen, y el "admirador" de la misma. La obra de arte es para
"proletariado consciente de clase", es decir, de los trab.yadores ellas una "obra abierta"14 y la recepción o disfrute de la misma
rebeldes a la socialización impuesta por la economía capitalis no requiere el "recogimiento", la concentración y la compene
ta. Son las masas amorfas, anonimizadas -cuya identificación tración que reclamaba su "contemplación" tradicional. Aleccio
moderna corno masas nacionales se había debilitado catastró nadas en el modo de aprehensión de la belleza arquitectónica
ficamente corno resultado de la Primera Guerra Mundial-, que -que sería el de un uso transformador o un "acostumbramien
están en busca de una nueva concreción para su vida cotidia to"-, su recepción creativa de la obra de arte, sin dejar de tener
na; una concreción que ellas prefiguran corno de un tipo di efectos profundos, es desapercibida, desatenta, "distraída".
ferente, formal y transitorio, pero p.o menos potente que el de El arte que corresponde a este nuevo tipo de masificación
esas concreciones substanciales arcaicas que fueron manipu en libertad, el arte post-aurático -que para quienes no quie
ladas y refuncionalizadas en la modernidad capitalista para ren despedirse del aura sería un post-arte o un no-arte sin
componer con ellas las identidades nacionales "eternas". más-, es así un arte en d que lo político vence sobre 10 má
Detecta en las nuevas masas un nuevo tipo de "percepción" gico-religioso. Y su carácter político no se debe a que aporte
o sensibilidad, que sería la "rúbrica formal" de los cambios
que caracterizan a la nueva época. Una nueva "percepción" o 11 G. W. F. Hegel, op. cit.
sensibilidad que trae consigo ante todo la "decadencia del au 12 "Lo esencialmente lejano es lo inacercable: de hecho, la inacercabili
ra". Son masas que tienden a menospreciar la singularidad dad es una de las cualidades principales de la imagen de culto" (WalterBen
.
irrepetible y la durabilidad perenne de la obra de arte ya va jamin, Charles Baudelam, ein Lyriker im Zei.talter des Hochkapitalismus, Suhrkamp,
Frankfurt, 1969, p. 157) .
19 Chryssoula Kambas, "Kunstwerk", en M. Opitz y E. WIZisla (comps.),
10 Gershom Scholem, "Walter Benjamin", en Theodor W. Adorno et al., op. cit., p. 538.
Über Walter Benjamin, Suhrkamp, Frankfurt, 1968, pp. 151-52. 14 U. Eco, op. cit.
148 149
al proceso cognoscitivo pro-revolucionario sino al hecho de to, pese a la fama indiscutible que ha tenido en la historia de
que propone un comportamiento revolucionario ejemplar. 15 El la estética y la teoría del arte 'del siglo XIX -baste mencionar la
nuevo arte crea "una demanda que se adelanta al tiempo de importancia que tuvo en la influyente obra de André Malraux
su satisfacción posible"; ejercita a las masas en el uso demo o 10 inspiradora que fue para el "cine de emancipación" de los
crático del "sistema de aparatos" -el nuevo medio de produc años sesenta en Francia y Alemania-, hay que reconocer que su
ción- y las prepara así para su función recobrada de sujetos de radicalidad excepcional lo mismo dentro de este campo que
su propia vida SQcial y de su historia. en el del discurso político es a tal punto extrema que se ha
La reflexión de Benjamín acerca de la obra de arte en la vuelto un obstáculo para sttlectura y su discusión generali
época de la nueva técnica culmina teóricamente en una distin zadas. 17 Se trata, sin duda, de un escrito extemporáneo, pero
ción que da fundamento a todo el vuelo utópico de su dis habría que añadir que las razones de su extemporaneidad no
curso. Una sería la base técnica actual del proceso de trabajo son las que Fuld aduce: que el tipo de cine al que se refiere
social capitalista, continuadora de las estrategias técnicas de era ya del pasado y que la discusión sobre teoría del cine a la
las sociedades arcaicas -dirigidas todas ellas a responder a la que pretendía contribuir había cesado diez años antes. Las ra
hostilidad de la naturaleza mediante la conquista y el someti zones son otras y de un orden diferente, y tienen que ver más
miento de la misma-, y otra, muy diferente, la nueva base téc bien con el abismo que, ya en el momento de su redacción,
nica que se ha gestado en ese proceso -reprimida, malusada y comenzaba a abrirse entre la historia en la que vivía su autor
deformada por el capitalismo-, cuyo principio no es ya el de (la historia de la revolución comunista) y la historia que arran
la agresión apropiativa a la naturaleza sino el "telos lúdico" de la -caba precisamente del fracaso de la misma (del triunfo de la
creación de formas en y con la naturaleza. Una nueva base téc contrarrevolución): la historia que vivimos actualmente.
nica que implica una nueva manera de abrirse hacia ella o, en Para reconstruir la figura del lector implícito como interlo
'1 otro sentido, el descubrimiento de "otra naturaleza". Tratar cutor de estas "tesis" de Benjamin sobre el arte moderno en la
'11
con el nuevo "sistema de aparatos", en el que se esboza ya es hora de su metamorfosis es necesario imaginarlo completa
ta "segunda técnica", requiere la acción de un sujeto demo mente diferente del común de los lectores de hoy; pensar en
crático y racional capaz de venir en lugar del sujeto ese otro lector que habría podido estar en lugar del actual si
automático e irracional de la sociedad establecida, que es el
capital en plan de autorreproducirse. El nuevo arte sería el que 17 La lejanía de este texto para los lectores que le hubieran correspondi
se adelanta a poner en acción a ese sujeto, el que le enseña a do tiene además no poco que ver con el hecho de que fuera elegido por
dar sus primeros pasos. Horkheimer para aparecer pñmero en francés, antes que en el alemán, en
el que fue escrito originalmente, en señal de reciprocidad por el hosped.ye
que la Librairie Félix Alcan había brindado a las ediciones del Instituto, una
vez que éste se vio obligado a huir de su sede natural en Frankfurt como
Es dificil no coincidir con Werner Fuld, uno de los biógrafos resultado de la represión nazi. La versión francesa de Pierre Klossowski es
de Walter Benjamin, cuando afirma: "Característico de este admirable en muchos aspectos, aunque tiende a suavizar la radicalidad po
ensayo es que fue completamente extemporáneo" .16 En efec lítica y a simplificar en ocasiones el significado muchas veces enrevesado del
texto. Se trata de una versión retrab.yada por la redacción de la revista en
medio de fuertes discrepancias con el autor, yen la que se observa, como di
15 Herbert Marcuse, DiePermanenz. der Kunst, Hanser, Múnich, 1969, p. 58. ce otro de los biógrafos de Benjamin, que "la censura [ejercida por Hork
16 Wemer FuId, Walter Benjamin %wischen den Stühlen, eine Biographie, Han heimer y Adorno] desde Nueva York funcionó implacablemente" (Bemd
ser, Múnich, 1979. pp. 253-54. Witte, Walter Benjamín, Rowohlt, Reinbek. 1985, p. 111).
150 151
la utopía con cuya realización contaba el autor se hubiera rea autores de la Dialéctica de la flustración, constituye el trasfondo
lizado efectivamente, y no hubiera sido sustituida por una res del desolador panorama de imposibilidades que ellos descri
tauración de ese mismo mundo que parecía llegar a su fin en ben para el arte y para el cultivo de las formas en general en
las primeras décadas del siglo pasado. Hay que intentar ver en lo el mundo de la segunda posguerra. En la antípoda de las ma
que ahora existe de hecho el resultado de la frustración de un sas proletarias soñadas por Benjamín, lo que ellos encuentran
futuro que entonces podía ser pre-vivido en el presente como es una masa amorfa de seres sometidos a un "Estado autorita
el resultado probable (y deseable) de sus conflictos. Pensar, rio", manipulada al antojo de los mánagers de un monstruoso
por ejemplo, que la España que fue detenida y anulada en los sistema generador de gustos'y' opiniones cuya meta obsesiva es
años treinta por la Guerra Civil, y que fue concienzudamente la reproducción, en infinidad de versiones de todo tipo, de un
olvidada durante el franquismo, tenía un futuro probable que solo mensaje apologético que canta la omnipotencia del capi
gravitaba ya, desde su irrealidad, en la vida de los españoles tal y encomia las mieles de la sumisión. La realidad de la "in
de entonces y que habría diferido esencialmente del presente dustria cultural" examinada en ese capítulo es el "mal futuro"
actual de España. Pensar que el presente actual de Europa se que Benjamín detectó ya como amenaza en este ensayo suyo -en
ubica en un continuum que nada tiene que ver con el futuro po sus observaciones sobre la pseudo-restauración del aura en el
sible de aquella Europa anterior al nazismo, ese futuro en el culto de las "estrellas" del cine hollywoodense- y que vino a
"JI
que un socialismo propio, no importado de Rusia, era perfec ponerse, como sustituto caricaturesco, en lugar del futuro re ~!:
tamente realizable e incluso, adelantándose a cualquier "to volucionario a la luz de cuya posibilidad examinaba él su pro
ma del poder",. se realizaba ya en determinadas dimensiones pio presente. 111:
de la vida. . ,,1
152 153
te es mirar esa idea benjaminiana como una profecía cumpli ro, sobre todo, desentendido de este hecho y convencido de
da, pero mal cumplida. 19 Observar que algo así como un arte la calidad superior de sus obras, el arte aurático que se ha so
post-aurático sí llegó en la segunda mitad del siglo XX, como brevivido a sí mismo en la figura del "arte moderno" se conten
lo presentía Benjamín, pero no como él hubiera deseado que lo ta con repetir ahora aquello que hace un siglo fue el resultado
hiciera, sino de otra manera: por el "lado malo", que es, según de un móvimientó revolucionario, el fruto de la ruptUra van
decía Hegel en sus momentos pesimistas, el que la historia guardista con el tipo de arte solicitado por la modernidad
suele elegir ante J.ma disyuntiva. capitalista; se limita a convertir esa ruptura en herencia y tra
En nuestros días, la "estetización" del mundo no se cumple dición.
ya a través de una formalización de la producción espontánea Walter Benjamin fue de lós últimos en llegar al comunismo
de arte bajo la acción de las "bellas artes"; ha dejado de ser, co clásico y fue tal vez el último en defenderlo (con una radica
mo sucedía anteriormente en la sociedad moderna, un efecto lidad que sólo se equipara a la de Marx, potenciada por el uto
que se extiende sobre la vida cotidiana a partir de la produc pismo fantasioso de Fourier, a quien tanto admiraba).20 El
ción artística tradicional (de la baja o de la alta cultura). Aho suyo no era el comunismo del "compañero de ruta", del inte
ra es, por el contrario, el resultado de un cultivo "salvaje" de lectual que simpatiza con el destino del proletario explotado
las formas de ese mundo en la vida cotidiana; un cultivo que o que intenta incluso entrar en empatía con él, sino el comu
I!!
se lleva a cabo dentro de las posibilidades "realmente existen nismo del autor-productor judío, proletarizado él mismo, e in i\i
tes", es decir, dentro de un marco de acción manipulado di Cluso "lumpenproletarizado", en la Alemania del "detenible
rectamente por la "industria cultural" y su encargo ideológico. "ascenso" del nazismo. 21 Desde esta posición es desde donde
Se da, por ejemplo, a través de fenómenos como los actuales puede permitirse escribir las últimas frases de su ensayo: con
"conciertos" de "post-música", que no implican simplemente la estetización que el fascismo introduce en la política, la hu
una alteración de la forma concierto propia de la "alta cultu manidadautoenajenada, transubstanciada en esa entidad que
ra" sino una desfrucción de esa forma y una sustitución de ella Marx llamó "el sP,jeto sustitutivo", "el valor autovalorizándo
por "otra cosa", cuya consistencia es dificil de precisar, dada su se", llega a tal grado en esa autoen.,yenación, que se vuelve
sujeción al negocio del espectáculo. una espectadora de sí misma capaz de disfrutar "estétican¡ente"
.La sobrevivencia del arte aurático, que sería la prueba fe su propia aniquilación. El comunismo, como proyecto histó
haciente de lo desatinado de la utopía benjaminiana, presen rico dirigido a revertir esa en.,yenación, responde al fascismo
I
ta sin embargo indicios inquietantes. Con ella se repite, pero en con la "politización del arte", con la práctica del arte eomo ade
términos generales, lo que sucedió ya con el teatro en la época lanto ejemplar del futuro comunista.
del cine y con el cine en la época de la televisión: el arte aurá
tico sigue existiendo de manera paralelajunto al arte pseudo [Una primera versión de este ensayo fue publicada como introducción a
postaurático, pero ha sido relegado a ciertos nichos que son . Walter Benjamin; La obra de amen la época de su reproductibilidad técnica, "tra
ducción de Andrés E. Weikert, Itaca, México, 2003. La presente es una ver
tratados como négligeables por el sistema d~ la industria cultu sión revisada y corregida por el autor.]
ral y sus mass media o, en el mejor de los .casos, integrados en
ella como "zonas de investigación" y de "caza de talentos". Pe
20 Benjamín pensaba de sí mismo que era "el primero en formular dia
154 155
Bibliografía 8. Sartre a lo lejos
156 157
que esto implicaba de malentendidos, deformaciones yem los mattres ti penser, se desenvolvían sobre ese escenario con un
pobrecimientos, de las creaciones mentales de los filósofos. El cierto aire sacerdotal; eran oídos y respetados por todos.
"ismo" del existencialismo fue sin duda el "ismo" por excelen Para la noche en que tiene lugar el nacimiento formal del
cia y además el último de ellos. Los "ismos" que aparecieron existencialismo, el gobierno del Estado francés restaurado, des
después de él, el estructuralismo, el posmodernismo, etcétera, pués del aniquilamiento del Estado alemán nacionalsocialista
llegaron cuando a la filosofía se le había privado ya del esce que lo venció y lo ocupó durante cuatro años, se encuentra en
nario de la "opinión pública" como lugar para exponerse. manos de las fuerzas que ofrecieron resistencia a esa ocupación,
Después de París 68, la "opinión pública" fue sustituida, golpe desde posiciones ideológicas,encontradas, es decir, en pocas
tras golpe, por una instancia de "autoconciencia" social instala palabras, la Francia liberada parece indecisa entre los segui
da y reproducida directamente por esa entidad omniabarcante dores del general De Gaulle, los "demócratas burgueses", por
a la que Horkheimer y Adorno llamaron la industria cultural una parte, y los seguidores del Partido Comunista, los "demó
de la modernidad capitalista. Los "ismos" post-existencialistas cratas populares", por otra. El terreno dentro del que se identi
no pudieron así rebasar el alcance de los pasillos universita fican, el de la ideología o el proyecto político racional, parece
rios y las columnas de los suplementos culturales. ser el campo determinante del que ambos bandos sacan su legi
El movimiento parisino del 68 no fue sólo un acto de aper timidad y su poder. Aparecer dentro de él con una propuesta 1,
tura; fue también, en gran medida, un acto de clausura: con discursiva alternativa, como pretende hacerlo el existencialismo, .1 1
vocó por última vez, en las calles de su ciudad y en tomo al era así un hecho que estaba fuertemente sobredeterminado por
prestigio público del discurso racional, a los ciudadanos con el enfrentamiento que mantenía en tensión a ese campo.
vencidos de que detentaban una soberanía. Al despedirse del Leída sesenta años después, la conferencia de Sartre mues
r
11
existencialismo intentando superarlo, despedía también a la tra un rasgo sorprendente que tiene que ver con la estrategia
,ji
época del discurso como instancia decisiva en la vida políti expositiva desplegada en ella. Es la estrategia propia de una
1I
ca formal, y agotaba y clausuraba de esta manera la importancia defensa jurídica, de un plaidoyer. Sartre intenta descalificar las
1:
de los intelectuales y sus "ismos", y en general del "ismo" como acusaciones que caen sobre el existencialismo y que provienen
una figura de la opinión pública. sobre todo, desde un extremo, de defensores de la doctrina
En París, y sobre todo en el París de la segunda posguerra, católica y, desde el otro, de militantes del Partido Comunista.
los intelectuales poseían todavía un carácter protagónico en la Son acusaciones de todo tipo que se resumen sin embargo,
vida social y política; no eran las voces exóticas, aisladas y en todas ellas, en una sola: la acusación de anti-humanismo. En una
definitiva insignificantes que resultan ahora en medio de la dic encuesta entre intelectuales de todas las tendencias, promovi
tadura de los mass media. La definición ideológica de los ciuda da por la famosa revista Les Lettres Fran~aises en noviembre de
danos, y sobre todo de los que por cualquier razón apareCían ese mismo año, encontramos expresiones como la siguien,te,
en público -políticos, potentados, científicos, empresarios, lite de Pierre Emmanuel: "No quiero hablar del existencialis
ratos, actores y artistas de todo tipo-, era entonces una exigen mo. Es infecto. Me parece una enfermedad del espíritu, incu
cia de suma importancia en su realización como tales. El plano rable. ¿Por qué se nos quiere hacer creer que el hombre es un
del discurso racional, lugar en donde se discuten las ideolo chancro abominable sobre la faz de la naturaleza?" O como
gías, era la inst.arlcia de arbitraje aceptada y respetada por toda esta otra, del agudo filósofo Henri Lefebvre, que se niega a re
la sociedad. Lo que allí se jugaba era decisivo para el destino conocer entonces una posición que pronto hará suya:
158 159
El existencialismo es un fenómeno de podredumbre que una introducción a la doctrina de su expositor que vulgariza
está completamente en la línea de la descomposición de la y disminuye la radicalidad de lo que él tiene escrito en obras
cultura burguesa. El humanismo es una reconquista de la sa como Lo imaginario o El ser y la nada.2 Atrapada en el proble
lud humana. Decir "el infierno son los otros" es negar el hu ma moral, simplifica exageradamente la complejidad de la re
manismo. l lación entre ética y ontología, que es el núcleo de la filosofía
de la existencia. Demasiado atenta a la política coyuntural, de
¿Por qué era tan importante defenderse de esa acusación? ja de lado la problematización de los límites de la misma co
¿Por qué el existendalismo tenía que afirmarse como un hu mo actualización' real de lo político. De todas maneras, allí
manismo? No se debía únicamente al hecho de que la población donde se atiene al guión estrictamente filosófico que había
francesa, recién salida de la época del nazismo, del antihuma preparado,! especialmente al final la conferencia, Sartre al
nismo por antonomasia, necesitaba borrar toda huella de co canza a exponer de manera brillante la idea que el "existen
laboracionismo afirmándose como absolutamente contraria a cialismo" defiende ante todo y que justifica su nombre: "[En lo
lo nazi, como humanista. Resultaba importante sobre todo por que corresponde al modo de ser de lo humano] la esencia es
que el humanismo era entonces un concepto de valor emble tá precedida por la existencia"; es decir, 10 que el ser humano
mático. es en cada caso, su consistencia fáctica, sólo se sostiene en la
Se trataba de encontrar una identidad común capa..z de- re asunción libre que él hace de ella. El ser humano y el mundo
basar la heterogeneidad de los dos mundos que se consolidaban de 10 humano trascienden la necesidad que los determina co
rápidamente después de la victoria aliada sobre la Alemania mo lo que deben ser en cada caso; el ser humano es libre y en
nazi, una definición política compartida que permitiera la con su mundo se lee que es fruto de la libertad. Ser libre significa I~
vivencia o coexistencia pacífica entre ellos, adelantándose a la ser capaz de fundar, a partir de la anulación de una necesidad I~
instalación de la Guerra Fría. Y sólo la identidad humanista establecida, una "necesidad" diferente, de otro orden; una 1I
era capaz de aceptar por igual los dos adjetivos, el de "burgués" "necesidad" propia que es ella misma "innecesaria", gratuita,
.1 y el de "proletario", de ser lo mismo liberal que socialista. Si contingente, basada en la nada, sin encargo físico ni misión l'
l¡, Sartre puso tanto empeño en ser reconocido como humanis metafísica alguna que cumplir.4 j ~
,1
ta es porque, a diferencia del otro gran filósofo de la existencia,
Martin Heidegger, que venía de una desilusión y un resenti 2 Al leer la transcripción, a Sartre le molesta ante todo la actitud que fue
miento con lo político (encarnado en el Estado nazi al que había adoptando bajo la presión del público a medida que avanzaba' la primera
apoyado), él, por el contrario, partía de un descubimiento de parte de su exposición, esa actitud de quien dice "todas son calumnias, en
verdad somos unos chicos buenos", que llevó a Boris Vian a bromear con el
las oportunidades que la lucha contra el nazismo parecían ha
título de la conferencia proponiendo que se llamara más bien "El existen
ber abierto para una regeneración revolucionaria de la política. cialismo es un moralismo". De todas sus obras, es la única de la que Sartre
Adoptar la posición humanista era entonces el mejor modo se distanció en gran parte (ibid., p. 132).
de comenzar a ~provecharlas. s Annie Cohen-Solal, Sartre, 1905-1980, Gallimard, Pans, 1985, pp. 329-30.
Si se la lee como un texto filosófico, la conferencia "El exis 4 En su Discurso sobre la dignidad túl h~, Pico de la Mirándola escribe:
"La limitada naturaleza de los astros se halla contenida dentro de las leyes
tencialismo es un humanismo" deja mucho que desear; es
" prescritas por mí. Tú, Adán, determinarás tu naturaleza sin verte constreñi
do por ninguna barrera, según tu arbitrio, a cuya potestad te he entregado
1 Michel Contat y Michel Rybalka, Les écrits tú Sart:re, Gallimard, París, No te he hecho ni celestial ni terreno, ni mortal ni inmortal, para que
1970, p. 128. por ti mismo, como libre y soberano artífice, te plasmes y te esculpas de la
160 161
El ser humano sólo existe en la medida en que se inventa a to"? De la humanitas grecorromana, la actitud humanista de
sí mismo. Al adoptar con sus decisiones una consistencia tal o los burgueses del quattrocento se sentía atraída sobre todo por
cual, cada quien se asume ante todo como reivindicador o co su antropocentrismo: el tipo antiguo de ser humano sobren
mo represor de lo humano, como libre o como autómata; al tendía que el ser humano, y no algún otro ser superior, es "la
elegir entre distintas posibilidades, está "condenado" a elegirse medida de todas las cosas". En su dimensión sobrehumana,
primero como una realización de la libertad o como una re los dioses antiguos, inmortales y poderosos, parecían sin em
nuncia a ella. Hay una "voluntad de libertad", dice Sartre, "que bargo no existir para sí mismos sino para los humanos, se mos
está implícita en la libertad misma". Por ello, por ejemplo, es traban más fascinados por las peripecias de los mortales que
imposible "elegirse libremente como traidor". La traición es un por las suyas propias. Esta concentración de la importancia
atentado contra un compromiso entre seres libres, una agresión ontológica en el ser humano, a partir del cual ella se extiende
a la libertad en cuanto tal. El ser traidor implica una claudi sobre los otros seres, era lo que más atraía al "hombre nuevo"
cación o una destrucción "previa" de la libertad; para "elegirse" en la imagen que se hacía del cosmos anterior al cristianismo.5
como traidor es necesario ante todo despojarse de la libertad, Dentro de esta imagen del cosmos antiguo que el humanismo
suicidarse, dejarse ser el autómata-animal, para el que nada burgués anhelaba reproducir, el "hombre emprendedor", el
.~ puede ser más valioso que lo que manda el instinto de super que desde entonces cree que cabalga sobre el capital y no que
vivencia, ejecutar el "designio superior", divino o humano, de es cabalgado por él, se veía retratado en su función de centro :,
l' anular la libertad propia del compromiso o juramento con el del mundo y motor de la dinámica de la historia.
acto mismo de romperlo. . Hipostasiada como "el Hombre" o "la Humailidad", como el
El humanismo fue originalmente una actitud generalizada sujeto o el fundamento por excelencia, frente al cual todo lo
entre las élites del nuevo tipo de ser humano que emergía demás es puro objeto inerte o pura "Naturaleza", la actividad
de la obsolescencia de la cristiandad medieval en las ciudades libre del ser humano, aquella que se había mostrado en su pu 11
mercantiles y capitalistas del siglo XV europeo. Era una actitud reza en el siglo xv, como resultado de la implosión de la cris 11
que, sin ser la única, fue la que más caracterizó el intento de 1I,
tiandad medieval, y de la que con tanto brillo y tanta esperanza
este "hombre nuevo" de recomponer lo que la historia de su hablaron los filósofos del humanismo renacentista (Pico de la
humanidad cristiana tradicional había anulado sistemática Mirándola: "Tú determinarás tu naturaleza -le dice Dios a
mente, esto es, la riqueza cualitativa concreta de la vida y el Adán- sin verte constreñido por ninguna barrera, según tu ar
mundo de la vida (el "mundo terrenal"), un intento que de bitrio, a cuya potestad te he entregado"), fue convertida poco
bía pasar por la reinvención de una identidad concreta para a poco, con la autodefiniclón capitalista de la modernidad, en
su nueva humanidad post-cristiana. ¿De dónde podían sacar objeto de una "antropolatría" que la volvía contraproducente,
esas élites un modelo que guiara esa recomposición y esa in que la llevaba a esclavizarse a sí misma. El humanismo propio
vención, si no de aquella identidad humana de perfección le de la modernidad capitalista ha endiosado al Hombre o la Hu
gendaria, de esa humanitas antigua que había existido antes manidad una vez que le ha adjudicado la omnipotencia que el
de la época cristiana y que bien podía tener un "renacimien
5 El humanismo, dice Heidegger, "indica aquella interpretación filosófi
fonna que elijas". Como decían los jesuitas molinistas del siglo xvn, yjunto ca del ser humano que explica y valora la totalidad de los seres a partir del
con ellos sorJuana Inés de la Cmz; la mayor "fineza" que Dios puede tener con ser humano y en dirección a él" (Holz:wege, KIostermann, Frankfurt, 3a. ed.,
el ser humano es la de dejarlo en paz, abandonado a su libre arbitrio. 1957, p. 86).
162 163
ser humano enajenado, es decir, el valor de la mercancía capi ellos lo altera a él, de que su actividad despierta y respon
talista, demuestra tener en un mundo de la vida que sólo pa de siempre reciprocidades, y de que por tanto es responsable
rece poder existir como "mundo de las mercancías". El no sólo de sí mismo sino también de los otros.
humanismo consagrado por los Estados y las instituciones mo Esta conexión de la trascendencia, en el sentido de supera
dernas ha puesto al ser humano a adorarse a sí mismo, mejor ción [ ... ] y de la subjetividad, en el sentido de que el hom
dicho, a una versión o una metamorfosis suya en la que él es bre no está encerrado en sí mismo sino siempre presente
tá, sin duda, pero enajenado de su propia sujetidad, presente en el universo humano, es lo que llamamos humanismo exis
como sujeto-capital; es decir, en la que está activo, pero al mis tencialista. 7
mo tiempo carente de libertad, confundido con el poder de lo
otro, lo no-humano, obediente a una voluntad suya que se ha
convertido en una necesidad de vigencia metafísica. Las afirmaciones de Sartre sobre el humanismo no pueden
Crítico implacable y muchas veces acerbo -como en Saint separarse de las que sobre el mismo tema expresó Martin Hei
Genet, comédien et martyr, uno de sus libros más brillantes- de degger, su contemporáneo y maestro, en su famosa carta de
este humanismo moderno,6 Sartre intenta volver a las fuentes 1946 ajean Beaufret, Sobre el humanismo.8 En ella, en respues
proto-modernas del humanismo, al humanismo primero de ta a la conferencia de Sartre de 1945, el pensador de Messkirch
,
I~
Marsilio Ficino, Pico de la Mirándola y tantos otros. El huma emprende todo un autoexamen filosófico. Tomando distancia
nismo de Sartre realza al ser humano entre los demás seres respecto del "existencialismo", Heidegger interpreta allí la
por tres razones. Aparte de la que mencionamos más arriba, ·prepotencia del hombre respecto de lo otro o frente a la "na
que "[en lo que corresponde al modo der ser de lo humano] turaleza"; la ve como una hybris o desmesura del sujeto humano
la esencia está precedida por la existencia" -es decir, que lo de Occidente al instaurar la apertura técnica del ser; una hybris
que importa en un ser humano es el hecho de que ejerce la li que se ha revertido sobre él en el "destino de devastación" de
bertad a la que "está condenado", de que asume o da sentido la "técnica moderna desatada", y que sólo podría revertirse si,
a las determinaciones que condicionan su vida, y no lo que a través de un "antihumanismo" restaurador de las jerarquías
esas condiciones hacen de él antes o después de ese ejercicio, ontológicas (un antihumanismo que después, a partir de Fou
Sartre insiste en una segunda razón: el ser humano es "trascen cault, tendrá ta,~to éxito en el posmodernismo), se comienza
dente", es un ser volcado sobre el mundo para transformarlo, a pensar que, antes que el hombre, está el ser. Escribe Hei
"condenado" a la actividad, responsable de que las cosas mar degger:
chen por una vía o por otra, de que los objetos del mundo de
la vida sigan en el estado en que están o pasen a un estado di La esencia del hombre se basa en su ek-sistencia. De ésta se
ferente. La tercera razón del carácter especial del ser humano trata esencialmente, es decir, del ser mismo, en la medida
entre los demás seres está para Sartre en. su estar "condena
dos" al engageme'!lt (compromiso), en el hecho de que su pre
sencia entre los otros los altera tan esencialmente como la de 7 lbid., p. 93.
8 Los textos sobre el humanismo de los dos principales "filósofos de la
existencia", Heidegger y Sartre, suelen publicarse juntos, y bastante hay en
6 "El culto de la humanidad tennina en un humanismo cerrado sobre sí ello de una injusticia editorial: el uno transcribe la improvisación de Sartre
mismo [ ...] y, hay que decirlo, en el fascismo" (L'existentialisme est un huma en el Club Maintenant y el otro es en cambio el de una carta bien medita
nisme, Nage1, París, 1970, p. 92). da, redactada por Heidegger en la calma de su hütte en la Selva Negra.
164 165
en que el ser hace acontecer al hombre en la verdad como voz distinta al modo de ser del Dasein, que debería ser su úni
el que ek-siste para el cuidado de la misma. "Humanismo" ca voz, para que éste, en una peculiar tautología, le escuche.
significa así, si nos decidimos a conservar la palabra: la Las dos tendencias principales de la "filosofia de la existen
esencia del hombre es esencial para la verdad del ser, y de cia" se separan en este punto; el existencialismo de Sartre sigue
tal modo, que, consecuentemente, no es sólo el hombre en la vía decididamente atea y antimetafisica, se afirma en el pla
cuanto tallo que importa. Pensamos así un "humanismo" no del "estado de yecto" o "condición de arrojado" (de la
muy peciliar.l.a palabra se vuelve un título que es un "locus Geworfenheit o délaissement) , enfatiza la "carencia de suelo" (Bo
a non lucendo" (una expresión impresentable).9 denlosigkeit) y la soledad pleIla de lo humano, negando toda
posible "necesidad" detrás de esta contingencia de la libertad
Interesante de anotar es que Heidegger, al ubicar su pensa humana; el "nuevo pensar" de Heidegger, en cambio, invita
miento en "el plano del ser" y diferenciarlo del existencialismo, de manera difusa o indecisa a considerar la posibilidad de una
que "se quedaría" en el "plano del hombre", parece haber dado penenencia de lo humano a un designio proveniente del ser
un paso atrás respecto de sus planteamientos en Ser y tiempo. (o del "esser", &in); insinúa que la libertad puede consistir, en
Debilita subrepticiamente la idea de la Geworfenheit, del de1ais última instancia (en el sentido propuesto por Ignacio de Lo
sement, es decir, de la falta de sustento o la contingencia pro yola), en un modo de la obediencia.
pias de la condición humana, y reconstruye una necesidad
metafisica para esa condición humana, un sustento que pro
vendría de una relación meta-eksistencial del ser humano con Nada hay que pueda darse por ganado en la historia de las
el ser, con un ser al que este Heidegger tardío tiende a subs ideas; en ella, como en el mito de Sísifo, todo tiene que ser pen
tancializar e incluso a antropomorfizar y "personalizar", con sado cada vez de nuevo. La noción de progreso no tiene cabida
fuertes aunque imprecisas insinuaciones teológicas. El ser, en ella; la sabiduría no es acumulativa. Ningún filósofo poste- 1 1!
11
que de acuerdo a Ser y tiempo, la obra fundadora de la filosofia rior a Platón fue ~mejor" que Platón porque pudo filosofar en 11
de la existencia, no se abre a los humanos más que como un caramado sobre sus hombros. No obstante, puede hablarse de
"sentido" de sí mismo, un "sentido" que se constituye precisa ideas del pasado (o mejor de un presente más amplio, que en
mente con el Dasein, es decir, a través o en virtud de la existen globa lo mismo a ese pasado que a nuestro presente panicular)
cia humana; este ser, cuya manifestación para el ser humano que se refieren de manera ejemplar a cienos temas percibidos
no puede consistir en otra cosa que precisamente en el modo todavía como actuales, ideas que son capaces de enriquecer la
humano de ser, en el Dasein o la existencia humana, comien reflexión en nuestros días. La idea central del humanismo sar
Vom Ereignis de 1936 Ymuy especialmente en su carta ajean Si algo hay que pueda caracterizar a la época moderna. es,
Beaufret, como capaz de manifestarse no sólo en él sino a él, en palabras de Karl Marx, el fenómeno de la enajenación, es de
"desde fuera" o desde "alIado" de él. Substancializado como al cir, de la entrega del ser humano a una "voluntad" extra hu
go o alguien de orden meta-eksistencial y de rasgos innegable mana que parece actuar desde el ámbito de las cosas; una
mente cercanos>a los del Dios cristiano, el ser "habla" con una "voluntad" que, según él, resulta de una peculiar "humanización"
de las cosas, de una antromorfizaCÍón del valor de las mer
9 Martin Heidegger "Briefüber den 'Humanismus'", en Platons Lehre von cancías producidas de modo capitalista cuando se apropia de
der Wahrheit, 2a. ed., Francke, Berna, 1954, pp. 53-119. la voluntad del ser humano, encama en ella y la subordina a
166 167
su dinámica de autovalorización. El dominio de la moderni tencia y transformación que no corresponde solamente a un
dad capitalista convierte a todos y cada uno de los individuos sujeto social y político mayor, que estaría por constituirse, si
singulares que viven de acuerdo a ella, voluntaria o involun no también y sobre todo al sujeto menor, singular e íntimo que
tariamente, en "socios" de sus respectivas entidades estatales' puede siempre constituirse en cualquier parte. Incluso si la re
capitalistas, en cómplices de la explotación, tanto de los otros sisteQ.cia mayor a la enajenación moderna se muestra ausente,
como de sí mismos, y sobre todo de la abdicación de su dig hay siempre la posibilidad de que se regenere y reconstruya: a
nidad humana, de la renuncia a su carácter de sujetos libres, partir de la resistencia pequeña.
de artífices de Su propia vida.
Condenado a una singularización abstracta que lo atomiza
y le impide vivir en comunidad, el ser humano moderno hace Sartre y el marxismo
la experiencia de esa condición en.yenada b.yo la forma de una
S'il essaye de devenir lui-mime une politi
represión de su individualidad singular concreta. Rescatarse , que [...] [l'éxistentialisme] ne pourra que
de esta imposibilidad es el horizonte de su acción libre, que déguiser en dlYuble oui san dlYuble non, pro
coincide y se confunde con el de la resistencia colectiva, social poser qu 'an carrige la démocratie par la réoo
y política, al dominio del modo de producción capitalista ya lunan et la révolutian par la démocratie. lo
la en.yenación resultante de él. Sartre propuso a la izquierda
Maurice Merleau-Ponty,
rescatar una actitud política que, siendo propia de ella, se en
Sartre et 1'ultra-bolchevisme
contraba reprimida por un comportamiento y una ideología
autodenominados "marxistas" que, al pretender representar
la, en realidad la anulaban; propuso reconocer que la acción En 1960,]ean-Paul Sartre llama "ideología" a su propia teoría,
el existencialismo. Dice: el existencialismo es "un sistema pa ",
revolucionaria no consiste en el mero cumplimiento de una I
I
"necesidad histórica"; que sólo puede ser el resultado de la rasitario que ha vivido en las márgenes del Saber, que se opuso
'/ coincidencia libre, inventiva, con un proyecto público de po a él inicialmente y que hoy intenta integrarse en él". El Saber
lítica revolucionaria, de cada militante en el acto en que, des es el marxismo. La definición que Sartre da de él es sin duda
de su singularidad concreta, trasciende el estado de cosas que la más elogiosa que éste ha recibido; para construirla, Sartre
lo conmina a ser realista y bajar la cabeza. llega incluso a inventar una nueva acepción para la palabra
La obra de Sartre recuerda al ser humano de esta moder "filosofía". Habla de ésta como una entidad discursiva o una
nidad que se sobrevive a sí misma que lo político sólo puede figura muy especial del discurso social que sería todo esto a la
realizarse en la política si está actualizado en el nivel profundo vez: una "totalización del saber, un método, una idea regulado
de la existencia individual singular; que la política no puede ra, un arma ofensiva y una comunidad de lenguaje". El mar
separarse de la moral, del plano de la elección libre de cada xismo sería "la filosofía de nuestro tiempo", la tercera y última
uno en medio rl;e la concreción de su vida cotidiana. Según él de las filosofias propias de la historia moderna -después de la de
-se diría-, la acción de anular y trascender la necesidad rea Descartes-Locke y la de Kant-Hegel.
lista de ser modernos de manera capitalista, la acción de fundar
una necesidad propia que trascienda esa necesidad metafisi 10 "Si intenta convertirse él mismo en una política [ ...] [el existencialis
ca, que vaya por encima de la vida garantizada por el capital y mol no podrá sino disfrazar de doble sí su doble no, proponer que se co
su organización económico-política, es una acción de resis rrija la democracia con la revolución y la revolución con la democracia."
168 169
El elogio de Sartre es directo y franco; no tiene nada de ir6 de "tratado de economía política comunista", sino que se au
nico, no pretende carcomer al objeto elogiado hasta dejarlo tocalifica simplemente de "crítica de la economía política",
en puro cascarón, pero es un elogio que termina por ser con una contribución a la crítica general del "mundo burgués" o
traproducente. Contradice la conocida afirmación de Marx y de la modernidad capitalista.
Engels en La ideología alemana, que reconoce esa capacidad de Una vez que Sartre ha presentado su definición del "mar
"dominar", de "totalizar el saber", no a las ideas del proleta xismo" como "la filosofia irrebasable de nuestro tiempo", la
riado revolucionario, sino a "las ideas de la clase dominante". pregunta que se impone consecuentemente la formula él mis
A esta descripción, que comparte en principio, Sartre con mo: "¿Por qué entonces el "existencialismo" ha guardado su
trapone sin embargo la observación de que, "cuando la clase autonomía? ¿Por qué no se ha disuelto en el marxismo?" Y
ascendente toma conciencia de sí misma, esta toma de con su respuesta es contundente: "Porque el marxismo", que sólo
ciencia actúa a distancia sobre los intelectuales y desagrega las puede ser una totalización que se re-totaliza incesantemente,
ideas en sus cabezas". la presencia real del marxismo, insiste, "se ha detenido". Toda filosofia es práctica, añade, "el método
"transforma las estructuras del Saber, suscita ideas y cambia, al es un arma social y política", y la práctica marxista, habién
descentrarla, la cultura de las clases dominantes". dose sometido al "pragmatismo ciego" del "comunismo" stali
la distinción puede parecer bizantina, pero es sustancial. nista, ha convertido a su teoría en un "idealismo voluntarista".
Sartre no percibe que las miserias de lo que él reconoce corno I~~
Mientras Marx habla del dominio de las ideas de los domi
nantes como un hecho propio de la reproducción del orden "marxismo" no se deben a un problema de velocidad, a que el
establecido, Sartre habla del dominio de la nueva "filosofia" marxismo se haya detenido recientemente, sino más bien a una
como algo que tiene lugar dentro del enfrentamiento entre cuestión de sentido, a que lleva ya un buen tiempo -desde las
ese orden y las fuerzas sociales y políticas que lo impugnan. fechas en que el propio Marx tomó distancia de sus discípulos l'
,: '
Puede ser, diría Marx, que la clase de los trabtYadores "lleve "marxistas"- de haber abjurado de su vocación crítica.
las de ganar" en esta lucha, y sea "dominante" es este sentido, De lo que se trata para el existencialismo, plantea Sartre, es
pero, aquí y ahora, el dominio efectivo sigue estando del lado de ayudar al "marxismo" a salir de su marasmo teórico, y de ha
del capital y las clases a las que favorece. El elogio de Sartre re cerlo introduciendo en él lo que el existencialismo puede mejor
sultaría así contraproducente porque, al elevar al marxismo a que nadie: la exploración de la dimensión concreta, es decir,
la categoría de "el Saber" de nuestro tiempo, desactiva en el singular de los acontecimientos, a través de las "instancias de
discurso de Marx aquello que su autor más preciaba en él: su mediación práctico-inertes" que conectan a los individuos con
carácter crítico. Para Marx, en efecto, el discurso de los traba sus entidades colectivas y con la historia. Las condiciones ob
jadores revolucionarios es un discurso de la transición y para jetivas determinan, sin duda, la realización de todo acto hu
la transición "de la pre-historia a la historia", y en esa medi mano, pero ese acto no es el producto de esas condiciones, sino
da carece de la consistencia propia de los saberes históricos siempre el resultado de una decisión humana libre. El exis
que acompañan,el establecimiento de un orden económico y tencialismo puede enseñarle al "marxismo" que la dimensión
social; es un discurso que tiene la misma fuerza y la misma eva de "10 vivido" en medio del cumplimiento o la frustración de
nescencia que caracteriza al proceso de transición: un discurso un proyecto no es un subproducto del proceso histórico sino
parasitario-demoledor, des-constructor del discurso dominan su verdadera substancia.
te. Su obra inaugural, El capita~ no es la "primera piedra" de El esfuerzo teórico de Sartre en su obra de aporte al "mar
un nuevo edificio, el del Saber Proletario, no lleva el título xismo" es descomunal. Las 755 densas páginas de su Crítica de
170 171
la razón dialéctica rebosan creatividad; hay en el1as innumera
en el tren de la historia", sino solamente como la continuación
bles conceptos y argumentos nuevos -"praxis e historia de la
mejorada de un mismo vi.ye, como la reiteración perfeccio
escasez", la "serialidad" y lo "colectivo", el "juramento" y el
nada de un mismo proceso, el del progreso de "la humani
"grupo en fusión", la "mediación" y "lo práctico-inerte"- que
dad" o de "las fuerzas productivas" .
su autor presenta a través de ejemplos concretos de com
El "marxismo" cuyo rescate el Sartre de 1960 se empeña en
prensión histórica, tan diferentes entre sí como la toma de la
creer todavía posible era una teoría constitutivamente incapaz
Bastilla, en un extremo, y la identificación de Flaubert con
de concebir la conciencia de clase de los trabajadores como
Madame Bovary, en el otro. Se trata sin embargo de un es
una conciencia identificadora_ concreta, superadora de la iden
fuerzo cuyos resultados efectivos fueron marginales, por no tidad masiva, esto es abstracta, "re-serializadora", que se gene
decir nulos. El "marxismo" tenía razón'al no querer enterarse ra automáticamente en el proceso de trabajo fabril capitalista
de la obra de Sartre y permitir sólo una discusión escasa e in diseñado en el siglo XIX (la del contingente obrero sindica
substancial de la Crítica. Y es que, en verdad, el aporte de Sar lizado en la CGT-Renault o en la CfM-Luz y Fuerza, por ejem
tre resultaba para él un regalo envenenado. plo). Era una doctrina que debía detestar puritanamente lo
Para el "marxismo" con el que Sartre polemiza -"marxismo que venía con los nuevos tiempos: el juego libre, aparentemen
de la segunda internacional" (Korsch) o "marxismo soviético" te caótico, de la constitución de una conciencia de clase revo
(Marcuse) o "marxismo del socialismo realmente existente" lucionaria a partir de experiencias laborales y de identidades I¡iil
¡
(Bahro)-, la conciencia de clase del proletariado sólo podía vitales completamente diferentes entre sí, pero todas ellas le
consistir en la suma de aquiescencias individuales de los pro janas de la tutoría uniformizadora del mundo fabril, y rebel
letarios a un proyecto histórico global anti-capitalista existen des ante ella. Sorprendido por el movimiento estudiantil del
te de antemano, heredado de la socialdemocracia alemana 68, en el que aparecía ya eljuego libre de la afirmación revo
por los bolcheviques leninistas, y radicalizado por ellos; un pro lucionaria, ese "marxismo" no supo otra cosa que condenarlo
yecto que cada uno de los proletarios recibía inmediatamente por "pequeño-burgués". Sartre tuvo entonces que responder:
acljudicado, en la medida en que era un ejemplar singular más,
perteneciente a la clase obrera dentro del conjunto de la rea Lo que reprocho a todos aquellos que insultaron a los es
lidad masiva de la sociedad moderna. Pensar, siguiendo el tudiantes es no haber visto que ellos expresaban una rei
aporte de Sartre, que la "conciencia de clase proletaria" pudie vindicación nueva, la de soberanía. En la democracia, todos
ra consistir en el "compromiso" generalizado, en la coinciden los hombres deben ser soberanos, es decir, poder decidir lo
cia de las innumerables iniciativas singulares individuales de que hacen, no solos, cada uno en su rincón, sino juntos.
los proletarios, dirigidas a la construcción del proyecto histó
rico anti-capitalista, era algo estructuralmente imposible para Afirmación que completó al entrevistar a uno de lbs di.ri
ese "marxismo", implicaba su autonegación. Aceptar una de gentes estudiantiles:
finición así equiyalía para él a un suicidio. Se trataba de un
marxismo que concebía al movimiento histórico del cual pre Lo que tiene de interesante la acción de ustedes es que po
tendía ser la expresión teórica, no como una novedad verda ne a la imaginación en el poder [... ]. Ustedes tienen una
dera, como el acontecimiento revolucionario que Marx vio en imaginación mucho más rica que la de sus mayores, así lo
él, como una ruptura del conunuum que comenzaría, 'según W. prueban las frases que se leen en los muros de la Sorbona.
Benjamin, por un "tirar de la palanca del freno de emergencia Algo ha salido de ustedes que sorprende, que trastorna,
172 173
que reniega de todo lo que ha hecho de nuestra sociedad Sartre había contribuido a formar decisivamente: la de que,
lo que es ahora. A eso llamo yo una ampliación del campo por deb.go de las políticas absurdas de los "partidos comunis
de los posibles. No renuncien a ello. tas", la revolución proletaria estaba en marcha y era indete
nible, y la de que la acción política de los ciudadanos en las
Hay, sin duda, un marxismo distinto, que sí habría podido calles y plazas de su ciudad, guiada por la palabra y la razón,
enriquecerse con el aporte de Sartre; es el marxismo que ha podía adoptar ese proyecto proletario y transformar la socie
bía comenzado a.formularse mucho antes, en los años veinte, dad de manera a la vez radical y democrática. Sólo veinte años
a partir de la primera catástrofe del siglo XX y el descubri más tarde quedaría claro queJa figura del trab.gador fabril del
miento de un "Marx maduro" (el de El capital) diferente del siglo XIX, a partir de la cual el "marxismo" había construido la
canónico, que se podía leer a la luz del Marx de juventud (el de identidad proletaria, había sido sustituida en la realidad por
los Manuscritos ecOrtÓmico-filosóficos); es el marxismo que se ha una figura muy diferente, mucho más diferenciada y comple
bía bosquejado en el libro de Georg Lukács, Historia y conciencia ja, y de que los brillantes discursos de los jóvenes que llama
de clase, y que, para 1933, cuando la barbarie nacionalsocialista ban a que "la imaginación tome el poder" resonaban en un
vino a clausurar la historia moderna, pugnaba apenas por salir ágora que estaba siendo ya desmantelada por una sociedad ca
a las calles, descendiendo del plano filosófico de un Bloch, un pitalista diferente, cuyos consensos se construyen en otras par
Korsch, un Marcuse, un Horkheimer o un Benjamin. Se trata tes y de otras maneras, vaciando de contenido e importancia
sin embargo de un marxismo que quedó para el futuro, que al escenario de la política.
174 175
¡;
~:
~i
í Bibliografia 9. ¿Dónde queda la "izquierda"?
Cohen-801a1, Annie, Sartre, 1905-1980, Gallimard, París, 1985.
Contat, Miche}, y Michel Rybalka, Les écrits de Sartre, Gallimard, París, 1970.
- - , "Brief über den 'Humanismus"', en Platons Leh17J van der Wahrheit, 2a.
176 177
La posición de derecha comenzó a definirse como aquella Se trata de una corriente dirigida a alcanzar:
que se niega a reconocer esa tendencia natural y que, por el a] Que la "mano invisible del mercado" no esté obligada a
contrario, defiende la forma tradicional de las instituciones someterse a las necesidades de acumulación del capital, en tan
sociales como garantía de una vida civilizada, amenazada pre to que éstas son necesidades ajenas a la voluntad social y cuya
cisamente por la búsqueda utópica de los ideales revoluciona satisfacción beneficia solamente a una clase particular de ciu
rios antes mencionados. dadanos -los propietarios de medios de producción-; nece
Ser "de izquie.rda" comenzó entonces a significar "ser pro sidades que se imponen automáticamente en el mercado sólo
gresista" mientras ser "de derecha" comenzó a significar "ser cuando éste no se encuentra protegido institucionalmente con
reaccionario": "conservador" o incluso "retrógrado". tra sí mismo, dada su propia tendencia aabsolutizarse, es de
La distinción política entre derechae izquierda culminó en cir, a promover la proletarización de los propietarios privados, a
la época de la Revolución Francesa cuando, a mediados de reducirla propiedad de los mismos a la de su simple mercan
1790, Babeuf y Maréchal condujeron la "conspiración de los cía fuerza de trab.yo.
iguales" y plantearon que la "libertad" y la "fraternidad" -dos b] Que el "liberalismo" político se radicalice, es decir, ase
de los tres ideales revolucionarios- sólo podían alcanzarse si gure la libertad real de Jos ciudadanos mediante una deter
se garantizaba la realidad del tercero, la "igualdad", en espe minación o definición socialista del ~liberalismo económico",
cialla del b.yo pueblo, el de los sans-culottes, que había sido el esto es: primero, mediante una prohibición del monopolio i~
verdadero protagonista de la Revolución del "tiers-état" (la privado de la propiedad sobre los medios de producción de in
burguesía) en 1789. El aseguramiento de esta igualdad, con terés social general (tierra, agua, energéticos, comunicación,
cluían, implicaba entrar en una segunda época de la Revolu etcétera) y, segundo y consecuentemente -dada la existencia de
ción Francesa, una época más radical, en la que el proceso un patrimonio comunitario que pertenece a todos-, median "
revolucionario debía perseguir la socialización de la propiedad. te un ~eguramiento social contra la miseria de los ciudada
De esta manera, la posición de izquierda pasó a ser la de nos (el desempleo y el desamparo), contra una situación que
quienes defendían esta radicalización del proceso revolucio los condena a confundir su destino con el de la única "mer
nario. Entre ella y la posición de derecha o contrarrevoluciona cancía" que les queda: su propio cuerpo.
ria apareció una posición de "centro", posición adoptada por c] Que la política realmente existente o "política de la so
los burgueses, que tenían suficiente con las conquistas alcan ciedad civil" se convierta en una verdadera "política de la repú
zadas mediante la liberalización de la economía. blica", esto es, que la política como la supraestructura de la vida
económica que ella es actualmente, como actividad guberna
mental de los miembros de la comunidad en tanto que burgue
B ses o propietarios privados, deje de ser tal-y de estar secuestrada
por la gravitación de la riqueza capitalista- y se transforme en
Por "izquierda" puede entenderse una corriente supra-partidis una esfera libre y autónoma de actividad organizadora de la
ta de la opinión pública dentro del escenario de la política de vida social, realizada por los miembros de la comunidad en
mocrática moderna. Expresaría ella una tendencia especial tanto que ciudadanos interesados exclusivamente en los asun
de la actividad pblítica: la que pugna por completar o perfeccio tos generales o públicos de la misma.
nar las transformaciones institucionales alcanzadas en la socie
dad moderna como consecuencia de la Revolución Francesa.
178 179
La izquierda es sólo una de las vías por las que la vida moder
na "profunda" resiste y se rebela contra el modo capitalista de
la modernidad realmente existente. Es la vía de oposición ra
dical que abre upa brecha dentro del proceso de organización
estatal-nacional de la sociedad aprovechando el momento en
que dicha organización, que debe construir la aquiescencia
de la población á.I destino histórico que le impone la clase ca
pitalista, construye en efecto esta aquiescencia mediante la
instauración de un campo de acción política "democrática" y
180 181
10. Meditaciones sobre el barroquismo
183
Ir:'
~.
una estrategia de sohrevivencia. Alonso Quijano no soportal0 do por Cervantes para su person:ye Don Quijote, por un lado,
que los españoles de su época están haciendo de España, no y un comportamiento social todo menos que ficticio que se
comulga (como tampoco Shakespeare con la Inglaterra de en inicia en un cierto sector de la vida práctica en la América de
tonces) con la España pragmática y inercantil que comienza a comienzos del siglo XVII, por otro.
levantarse sobre las ruinas enterradas de una edad anterior, La clave que permite reconocer esta homología y todo el
edad de la afirmación humana como hazaña desprotegida an conjunto de sugerencias y asociaciones que viene con ella es
te la muerte. Se r.esiste al surgimiento de esa España cuya san la de "lo barroco", entendido como ese "espíritu de época his
ta patrona sería -según Unamuno- su propia sobrina, tórica" y de "orbe geográfico" propio del mundo mediterráneo
Antonia Quijana, dechado de cordura y realismo, manipu del siglo XVlI,que ha sido tan intensa y profusamente estu
ladora de curas, barberos y bachilleres, enemiga de la poesía: la diado, al menos en su manifestación particular como realidad
misma que, ya en el siglo xx, espantada ante la amenaza comu artística y literaria.
nista, cobijará el pedido de auxilio al generalísimo Franco. Don Prácticamente todos los intentos de describir la obra de ar
Quijote, esto es, la locura de Alonso Quijano, es para Una te barroca subrayan en ella, en calidad de rasgo característico
muno el resultado de la resistencia de este hidalgo al ente y distintivo, su "ornamentalismo", pero un "ornamentalismo"
rramiento de la España heroica inspirada por el "sentimiento que expresa en ella una profunda "teatralidad". .
trágico de la vida", la España abierta al mundo y a la aventura. Cuando se plantea la pregunta acerca de lo específico en el
La "locura" de Alonso Quijano consiste en la construcción carácter decorativa-teatral de las obras de arte barrocas -pues
de una realidad imaginaria, diseñada según el mundo descri 'to que existen también, por supuesto, otras decoraciones que
to y codificado por la literatura caballeresca; de lo que se tra no son barrocaS (la del arte mudéjar, por ejemplo)- pienso
ta,para él, es de poner allí en escena o de teatralizar el mundo que es conveniente recordar una afirmación que aparece en
real de su sobrina, del cura, del bachiller Carrasco, el mundo de los Paralipomena de la teoría estética de Theodor Adorno. La
la realidad que le rodea y abruma, y cuya esencia consiste, según afirmación es la siguiente:
Unamuno, en la anulación de la realidad profunda de Espa I
ña, que sería una realidad heroica y trágica. Si Alonso Quijano Decir que lo barroco es /decorativo no es decir todo. Lo ba
se embarca en esta teatralización es porque la realidad de ese rroco es decorazione assdluta:, como si ésta se hubiese eman
mundo realista le duele y le es insoportable, y porque sólo así, cipado de todo fin y hubiese desarrollado su propia ley
transfigurada en la representación, des-realizada y trascendi formal. Ya no decora algo, sino que es decoración y nada
rescatable y vivible.
No es para huir o escapar de la realidad, sino al contrario Adorno apunta hacia la paradoja encerrada en la decora
para "liberarla del encántamiento" que la vuelve irreconoci ción barroca. Es una decoración que se emancipa de lo cen
ble y detestable" que Alonso Quijano se convierte en Don Qui tral en la obra de arte, de su núcleo esencial, a cuyo servicio
jote; no es para anularla sino para rehacerla y revivirla, para debe estar; pero que, sin embargo, al mismo tiempo, no deja
"desfacer el entuerto" que se le hace a toda hora cuando se la de ser una decoración, una serva, una ancilla de aquel centro. ,
reduce a la realidad mortecina del entorno de Antonia Quijana. Sin llegar a convertirse en una obra diferente o independien
La intención de esta ponencia es mostrar una singular ha te en medio de la obra básica, permanece atada a ésta, como
mología que puede establecerse entre el comportamiento idea una sutil pero radical transformación de la misma, como una
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propuesta completamente diferente de la que-está realizada cipado de todo servicio a una finalidad teatral (la imitación
en lo que ella es a primera vista. Sólo se distingue de una de del mundo) y hubiese creado un mundo autónomo. Ya no
coración simple, es decir, no absoluta o no barroca, en la ma pone en -escena algo (esa imitación), sino que es escenifi
nera de su servicio, en el modo de su desempeño: un modo cación y nada más.
exagerado de servir, r~conformador de aquello que recibe el
servido. El modo absoluto en que está decorado lo esencial La teatralidad inherente a la obra de arte barroca sería en
cuando se trata de una obra de arte barroca es un modo que tonces una teatralidad específicamente diferente, precisamente
no tiende a aniquilarlo, sino solamente a superarlo; que no lo una teatralidad absoluta, por:que, en ella, la función de servi
anula o destruye, sino que únicamente lo trasciende. Aque cio respecto de la vida real, que le corresponde al acontecer
llo que afirma y desarrolla su ley formal propia, autónoma, en escénico en cuanto tal, ha experimentado una transforina
el interior mismo de la ley central de la obra de arte no con ción decisiva. En efecto, sobre el espacio circunscrito por el
sisteen otra cosa que en este modo peculiar del decorar, del escenario, ha aparecido un acontecer que se desenvuelve con
preparar lo esencial para que aparezca de mejor manera a la autonomía respecto del acontecer central y que lo hace sin em
contemplación. bargo, parasitariamente, dentro de él, junto con él: un acon
El juego de los pliegues que esculpe Bernini como decora tecer diferente que es toda una versión alternativa del mismo
ción de apariencia inocente en el hábito de Su famosa San acontecer.
ta Teresa (un juego que es incluso más elaborado en el de su En el arte barroco, incluso las obras arquitectónicas, que es
Beata Ludovica) introduce en la representación de la exp~ tán conformadas con materiales de larga duración, tienen la
riencia mística que se encuentra en estas obras una subco consistencia formal del arte efimero. Las obras del arte ba
dificación que permite descubrir, por debajo de la estrechez rroco son obras cuyo efecto sobre el receptor debe imponer
ascética, la substancia sensorial, corpórea o mundana de dicha se a través de una conmocióq.inmediata y fugaz, a través de un
experiencia. De esta manera, sin abandonar el motivo cristia shock psíquico. Esta experiencia introductoria es la experien
no, la capilla Cornaro (en el templo de Santa Maria della Vi cia de lo paradójico, es decir, la experiencia de una crisis de la
toria), donde puede contemplarse el grupo escultórico de la percepción~ El carácter absoluto de lo ornamental-teatral-que
Santa Teresa, se transfigura subrepticiamente en un lugar de distingue a la obra de arte barroca, según Adorn()--' se vuelve
estetización pagana e incluso anti-cristiana de la vida. manifiesta en esta perturbación inicial-profunda pero pasa
Sin embargo, como dije anteriormente, lo ornamental de jera- del equilibrio psíquico en el receptor. Así, por\ejemplo,
la obra de arte barroca sólo es el aspecto más evidente de un ¿cuál de los dos mundos, percibidos con igual verosimilitud por
rasgo suyo que la caracteriza de manera más determinante. La Segismundo en La vida es sueño, de Calderón de la Barca, es
afirmación de Adorno acerca de la decorazione assoluta del ba el efectivamente real y cuál el solamente soñado? ¿El del en
rroco debería según esto re-escribirse o parafrasearse a fin de cierro en la torre o el de la corte del rey? La convicción per
que mencione n~ sólo una decoración absoluta sino una tea turbadora de la ambivalencia de ambos mundos, dice Gracián,
tralidad absoluta de la obra de arte barroca. La afirmación se haciendo explícita la idea de Calderón de la Barca, es el primer
ría entonces esta: paso de la peculiar sabiduría barroca.
En todo tipo de representaciones, incluso en aquellas que
Decir que lo barroco es decorativo no es decir todo. Lo ba no necesitan directamente de un escenario, como la estetiza
rroco es messinscena assoluta; como si ésta se hubiese eman ción poética, por ejemplo, al arte barroco le importa enfatizar
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10 teatral, lo escenográfico; y ello, porque la escenificación ab Más que a través de la realización de una "copia creativa" del
soluta que él pretende alcanzar parte del presupuesto de que arte europeo, más que en una importación enriquecedora de
todo artista tiene de por sí la función de un hombre de teatro, lo importado, lo barroco se gestó y desarrolló inicialmente, en
de un actor. En esencia, el pintor, el poeta serían hombres de América, en la construcción de un ethos social propio de las
teatro, sólo que su obra, el resultado de su acto de represen clases bajas y marginales de las dudades mestizas del siglo XVII
tación, se habría separado espacial y temporalmente de la rea y XVIII. Lo barroco se desarrolló en América en medio de una
lización del mismo ~ lo habría "sobrevivido". vida cotidiana cuya legalidad efectiva implicaba una transgre
¿Qué es entonces lo que hace, cuando se trata del arte ba sión de la legalidad consagrada_por las coronas ibéricas, una
rroco, que esta teatralidad que domina en todas las obras curiosa transgresión que, siendo radical, no pretendía una im
artísticas sea una teatralidad propiamente absoluta, una mes pugnación de la misma; lo hizo sobre la base de un mundo
sinscena assolutá? La respuesta se encuentra tal vez en la "estra económico informal cuya informalidad aprovechaba la vigencia
tegia melancólica de trascender la vida", propia de Don Quijote. de la economía formal con sus límites estrechos. Y lo barroco
Para él, la consistencia imaginaria del mundo transfigurado apareció en América primero como una estrategia de supervi
poéticamente -del mundo escenificado con la ayuda de las vencia, como un método de vida inventado espontáneamente
novelas de caballería- se ha vuelto, como mundo de la vida, por aquella décima parte de la población indígena que pudo
sobrevivir al exterminio del siglo XVI y que no había sido ex
l.
mil veces más necesaria y fundamentada que la del mundo real
del imperio de Felipe 11, mundo necesario en virtud del oro y pulsada hacia las regiones inhóspitas.
basado en la fuerza de las armas. Una vez que las grandes civilizaciones indígenas de Améri [ '
La messinscena assoluta es aquella en la que el servicio de re ca habían sido borradas de la historia, y ante la probabilidad
presentar -de convertir al mundo real en un mundo represen que dejó el siglo XVI de que la empresa de la Conquista, desa
tado- se cumple de manera tal, que desarrolla él mismo una tendida ya casi por completo por la Corona española, termi
necesidad propia, una "ley formal" autónoma, que es capaz de nara desbarrancándose en una época de barbarie, de ausencia
alterar la representación del mundo mitificado en la vida co de civilización, esta población de indios integrados como sier
tidiana hasta el punto de convertirlo en una versión diferente vos o como marginales en la vida citadina virreinalllevó a ca
de sí misma. bo una proeza civilizatoria de primer orden.
Al descubrir una legalidad propia, una necesidad o una "na Para finales del siglo XVI, el primer poeta castellano nacido
turalidad" en algo tan falto de fundamento, tan contingente en México, Francisco de Terrazas, recrimina así a la Nueva Es
e incluso improvisado como es un mundo puesto en escena, paña:
la teatralidad absoluta invita a invertir el estado de cosas y a
plantear, al mismo tiempo, la legalidad del mundo real como Madrastra nos has sido rigurosa,
una legalidad cuestionable; descubre que ese mundo es tam y dulce madre pía a los extraños,
bién, en el fondo, c:;sencialmente teatral o escenificado, algo con ellos de tus bienes generosa,
que en última instancia es también, él mismo, contingente, ar con nosotros repartes de tus daños.
bitrario. . Ingrata patria, adiós, vive dichosa
con hijos adoptivos largos años,
que con tu disfavor, fiero, importuno,
consumiendo nos vamos uno a uno.
188 189
y es que a finales del siglo de la Conquista, los españoles
que fuera el modo europeo de subcodificar y particularizar
nacidos en América, los criollos, se sentían repudiados por
aquella simbolización elemental con la que lo humano se auto
España. La carrera de Indias, los convoyes navales con escolta
construye al construir un cosmos dentro del caos el que pre
militar, habían comenzado a disminuir en volumen y en fre
valeciera sobre el modo antiguo de sus ancestros, que se volvía
cuencia; el interés de Europa por la plata americana había
cada vez más desdibujado y lejano. Es decir, dejaron que, sobre
comenzado a descender; el cordón umbilical que unía a laEu
sus lenguas originarias, se estableciera la lengua de los euro
ropa europea con la Europa americana se adelgazaba, privando
peos, la manera propia de éstos de volver decible lo indecible,
a esta última de los nutrientes civilizatorios que le eran. indis
de dar nombre y sentido a los elementos del cosmos.
pensables, amenazando con dejarla a la deriva.
Pero lo más importante y sorprendente de todo esto es que
Rescatar a la vida social de esta amenaza de barbarie que fueron los mismos indios quienes asumieron la agencia o su
venía junto· con ese repudio y abandono, y que se cernía no jetidad de este proceso, su ejecución; hecho que llevó a que éste
sólo sobre los criollos sino sobre toda la población del llama se realizara de una manera tal que 10 que esa re-construcción
do "nuevo mundo", se había vuelto un asunto de sobrevi iba reconstruyendo resultaba ser algo completamente diferen
vencia. Y fue precisamente la parte indígena de esa población, te del modelo que pretendía reconstruir. De ella resultaba una
descendiente de los vencidos y sometidos en la Conquista, la civilización occidental europea retrabajada en el núcleo mis
que emprendió en la práctica, espontáneamente, sin pregonar
planes ni proyectos, la reconstrucción de una vida civilizada
mo de su código precisamente por los restos sobrevivientes de
ese código civilizatorio indígena que esa civilización tenía que l'
en América, la que impidió que se marchitara la nueva civili asimilar para poder ser revivida. Jugando a ser europeos, no
zaciónimpuesta por los conquistadores. Para hacerlo, y ante copiando las cosas o los usos europeos, sino imitando el ser
la imposibilidad manifiesta de reconstruir sus mundos antiguos europeo, 'simulando ser ellos mismos europeos, es decir, repi
-tan ricos y complejos como fueron, pero a la vez tan frágiles-, tiendo o "poniendo en escena" lo europeo, los indios asimilados
reactualizó el recurso mayor de la historia de la civilización hu montaron una muy peculiar representación de lo europeo.
mana, que es la actividad del mestiz'!ie cultural, instaurando Era una: representación oimitación que en un momento dado,
así elque habría de ser el primer compromiso identificador asombrosamente, había dejado de ser tal y pasado a ser una
de quienes más tarde se reconocerán como latinoamericanos. realidad o un original: en el momento mismo en que, ya trans
Llevó a cabo, no un traslado o prolongación de la civilización formados, los indios se percataron de que se trataba de una
europea -ibérica- en América, sino toda una repetición o re representación que ellos ya no podían suspender o detener y
creación de la misma. de la que, por lo tanto, ellos mismos ya no podían salir; era una
Los indios citadinos, desarraigados de sus comunidades de "puesta en escena absoluta", que había transformado el teatro
origen, que habían llegado para trabajar en la construcción en donde tenía lugar, permutando la realidad de la platea con
de templos, conventos, calles y mansiones y que se habían asen la del escenario.
tado en las ciudades como empleados, artesanos, criados y traba Al llevar a cabo esta "puesta en escena absoluta", esta re
jadores no especializados, dejaron que los restos de su antiguo presentación barroca, los indios que mestizan a los europeos
código civilizatorio que habían quedado después del cataclis mientras se mestizan a sí mismos vienen a sumarse a todos aque !'
!
mo de la conquista' fuesen devorados por el código civilizatorio llos seres humanos que pretendían en esa época construir para
vencedor de los europeos. En otras palabras, los indios indis sí mismos una identidad propiamente moderna, sobre la base
pensables en la existencia de las nuevas ciudades permitieron de la particularización capitalista de la modernidad. Y viene a
190 191
sumarse, específicamente a uno de esos intento de construc que Adorno sugiere de lo barroco, una "puesta en escena ab
ción de una identidad moderna, al que aparece ya a finales soluta".
del siglo XV en Italia y en la penísula ibérica y que conocemos Sostenido en el aire, es decir, contingente, sin fundamento
como el "ethos barroco". En efecto, la aceptación indígena de en ninguna identidad "natural", ancestral, el mundo latinoa~
una fonna civilizatoria ajena, como una aceptación que no só mericano, improvisado desde comienzos del siglo xvII por los
lo la transfonna sino que la re-confonna, sigue la misma pecu indios vencidos y sometidos en las ciudades de Mesoamérica y
liar estrategia barroca que adoptan ciertas sociedades de esa de los Andes, es un mundo plenamente moderno: nació con
época en la interiorización de la modernidad capitalista, que la modernidad capitalista y se desarrolló dentro de una de sus
impone el sacrificio de la fonna natural de la vida -y de los modalidades. La identidad que se afinna en el mundo latinoa
valores de uso del mundo en que ella vive- en bien de la acu mericano es una identidad que reivindica el mestiZ3Je como el
mulación de la riqueza capitalista. Así como esta variedad modo de ser de la humanidad universalista y concreta: recoge
barroca de la humanidad moderna acepta ese sacrificio con y multiplica toda posible identidad, siempre y cuando ésta, en
virtiéndolo en un reivindicación de segundo grado de la vi su defensa de un compromiso de autoafirmación, no pon
da concreta y de sus bienes, así también, sumándose a ella, los ga como condición de su propia cultura la cerrazón ante otros
mestizos americanos han aceptado el sacrificio de su antigua compromisos ajenos, el rechazo -sea éste hostil o sólo desco
fonna civilizatoria, pero haciendo de él, al construirla nueva nocedor- de otras identidades diferentes.
civilización, un modo de reivindicarla.
A diferencia de la puesta en escena de sí mismo como Don
Quijote, que hace Alonso Quijano cuando transfigura imagi El guadalupanismo y el ethos barroco en América
nariamente la miseria histórica de su mundo para sobrevivir
en él, la estancia de los indios citadinos de América en ese otro Los historiadores de la vida cotidiana prefieren cada vez más
mundo soñado, tan extraño para ellos, el de los europeos, que una historia indiciaria, desconfiada de los documentos y des
los salva también de su miseria, es una estancia que no tenni cifradora de huellas; porque una y otra vez se topan con u,na dis
na. No despiertan de su sueño, no regresan al "buen sentido" crepancia que no tiene nada de inocente entre lo que una
no se "despeñan en el abismo de la sensatez" o "mueren a época dice que es y lo que ella es en realidad, entre lo que ella
;J
la cordura de la vida", como dice Unamunoque hace Alonso pretende hacer fonnalmente y lo que ella hace en efecto, aun i\
que lo haga infonnalmente. Nadie pone en duda, por ejem i
Quijano al renegar del Quijote el día de su muerte; no vuel
ven de ese otro mundo reproducido, representado, sino que plo, que la vida económÍCa y política en los Estados modernos
pennanecen en él y se hunden en él, convirtiéndolo poco a es una vida profana, en la que la vigencia de lo sobrenatural,
poco en su mundo real. Se trata, por lo demás, de una repre milagroso o sagrado, si no ha sido expulsada, eliminada por
sentación dentro de la cual nacieron los "españoles criollos", completo, sí ha sido neutralizada o puesta entre paréntesis
con los "esplendores y las miserias" del mundo virrenal, ma sistemáticamente. Sólo ciertos indicios de un especial feti
nifiestos de manera tan rica, aguda y exquisita en su arte y su chismo llevaron a Marx, en el siglo XIX, a develar la función
literatura, y dentro de la cual nosotros, los latinoamericanos central que cumple lo sobrenatural o milagroso en esa vida
de hoy, después de tantos siglos, nos encontramos todaVÍa. económica y lo profundamente religiosa (no a la manera ar
Como la de Don Quijote en su "locura", la puesta en esce caica sino de una manera moderna) que es la sociedad capi
na de esos indios fue y sigue siendo, de acuerdo a la definición talista.
192 193
Cuando el papa Juan Pablo n exclamó en uno de sus tan Santísima Trinidad, del Dios uno y trino, síntesis que es asu
tos viajes a México: "México, semper fidelii', no hacía otra cosa mida sólo de una manera formal o no interiorizada. Lo que se
que redundar en una verdad oficial mil veces documentable: asume realmente en su lugar es el orden de un panteón mul
la religión del pueblo mexicano es la católica, apostólica y ro tipolar: María es una diosa, como lo es Cristo Jesús y lo es Dios
mana. Los dogmas de fe de esta religión, su doctrina, su cere Padre y el Espíritu Santo y como lo son tantos otros santos ma
monial, su organización eclesial tienen una vigencia y una yores y menores; una constelación "politeísta" de configuración
vitalidad incuestiqnables, más allá de ciertos datos estadísticos cambiante según los lugares de culto y las épocas.
alarmantes que puedan mostrarlos un tanto disminuidos. En la cúspide o en lo homl.()de·lo sobrenatural abstracto o
Sin embargo, y sin necesidad de acudir a constatarlo el 12 incorpóreo, tan alto o tan lejano que es prácticamente inal
de diciembre ante la basílica del Tepeyac, el santuario de la canzable -y que por ello sólo "cuenta" terrenalmente en última
Virgen de Guadalupe, es suficiente acercarse a los usos reli instancia, en situaciones catadísmicas- está Dios Padre, acom
giosos cotidianos de los creyentes católicos de México para pañado del Espíritu Santo. En un plano central, de densidad
distinguir no sólo una discrepancia sino una distancia muchas concreta intermedia, se encuentra el dios Salvador, Cristo Je
veces abismal entre lo que consta formalmente como el cato sús. En el plano inferior o más cercano a los mortales, que en
licismo mexicano -ése del que se congratulaba el papa- y el la jerarquía formal sería el menos sobrenatural -aunque in 1I
catolicismo que practican de manera informal pero efectiva formalmente o en la realidad sea el más decisivo por estar en
los creyentes mexicanos. el trato efectivo con los humanos-, está María, la "madre de
Como se ha repetido tantas veces, el catolicismo de los me Dios" y "Madre nuestra". En medio de los humanos, en con
xicanos es un catolicismo especial, un catolicismo no sólo tacto directo con ellos, se despliega toda la constelación de
"mariano" sino "guadalupano", a lo que, si se mira bien, es santos mayores y menores, de beatos y almas ejemplares, do
indispensable añadir que lo "guadalupano" de este catoli tados de una sobrenaturalidad concreta, que, con su poder
cismo no parece traer consigo solamente una alteración su limitado, cumplen la función de ángeles, pues escuchan las
perficial, idiosincrásica y por tanto inofensiva del catolicismo necesidades apremiantes de ayuda milagrosa y tramitan de
dominante; no parece consistir solamente en un uso peculiar ellas las más graves hacia instancias superiores, más sutiles e
del código católico ortodoxo que pese· a ciertas divergencias impenetrables.
lo dejaría intacto, sino, por el contrario,en un uso del mismo El cielo o panteón cristiano ha sufrido en el catolicismo ma
que implica la introdución en él de fuertes rasgos de una "ido riano un re-centramiento substancial. La figura determinante,
latría", que no por vergonzante es menos substancial o radical, es decir dominante, así no lo sea en términos absolutos como
pues trae consigo la configuración de un catolicismo áltema Dios Padre, sino sólo en términos "de excepción", ha pasado
tivo "que no se atreve a decir su nombre" (o al que no le con a ser la figura de la Virgen María. Diosa central mientras dlp'a
viene decirlo). una "coyuntura" indefinida que, de tanto serlo, resulta a fin
de cuentas un estado permanente, María es la "Emperatriz del
cielo, hija del Eterno Padre". .
El catolicismo guadalupano es un catolicismo exageradamen
te mariano que lleva en cuanto tal una peculiar idolatría en su
seno. La práctica del culto mariano implica en efecto una ne El propósito de mi intervención en este coloquio es argumen
gación de la síntesis monoteísta que está en el dogma de la tar en tomo a la afirmación de que la identidad barroca que
194 195
ha asumido una·buena parte de la población latinoamericana de Sahagún, el autor de la gran Historia general de las cosas de la
a lo largo de considerables periodos de sus historia -identidad Nueva España. 2
que se ha hecho manifiesta no sólo en las magníficas obras de Siguiendo a Miguel León-Portilla, 3 se puede decir que el Ni
su arte y su literatura sino ante todo en sus usos lingüísticos y can mopohua presenta algo así como cuatro capítulos. El capí
en las formas de su vida cotidiana y su política- tiene su origen tulo inicial relata el primer aparecimiento de la Virgen Máría
ya en el siglo XVI, en una fonna de comportamiento inventa al indio Juan Diego y reproduce los primeros diálogos entre
da espontáneamente por los indios que sobrevivieron en las los dos, en los que ella hace de él su mens~ero para que trans
nuevas ciudades, después de que sus padres fueron vencidos mita a las autoridades religiosas su deseo de tener un santua
en la conquista de· América por la Europa ibérica; fonna de rio en el cerro del Tepeyac; cuenta además el fracaso de su
comportamiento que originándose sobre todo en México y en primera gestión con Zumárraga, el "gobernante de los sacer
el Perú, se afianzará y generalizará por toda América en los si dotes". El capítulo siguiente refiere el segundo encuentro de
glos XVII y XVIII. Juan Diego con la Virgen donde le comunica su fracaso, que
Precisando esa afinnación quisiera insistir en la idea de que él atribuye a la humildad de su persona, y le pide que envíe en
esta fonna barroca de comportamiento -que habría tenido a lugar suyo a gente de valía y distinción, sólo para recibir de
Malintzin, la "lengua" de Cortés, como precursora- se mani ella la orden de volver e insistir ante el prelado, puesto que su
fiesta de manera inicial pero ya claramente distinguible justo en voluntad es que su emb~ador sea precisamente él, el indio hu
esa peculiar exageración del culto· católico mariano que se milde, y no otros de rango elevado. El tercer capítulo cuenta
encuentra específicamente en el "guadalupanismo" de los indios el segundo encuentro de Juan Diego con el obispo Zumárraga
mestizos y de los criollos mexicanos ya a partir del siglo XVI. y la exigencia que éste pone de una prueba del aparecimien
to y la voluntad de la Virgen; reproduce el tercer intercambio
de la Virgen con Juan Diego, al que, despues de reconfortar
Como es comprensible, la discusión en torno a la religiosidad con la curación de su tío gravemente enfenno, envía nueva
guadalupana ha dado lugar no sólo en México a una inmensa mente a San Francisco portando la milagrosa prueba de unas
producción de libros y artículos, a toda una copiosa bibliogra flores imposibles. El último capítulo relata el cumplimiento de
(
fia que llena y sigue llenando más y más anaqueles, bibliote esta orden "y cuanto ocurre entonces en el palacio del prela
cas enteras. Quisiera tocar aquí solamente dos de estos textos, do: los diálogos finales y el que se describe como desenlace, el
el primero y el hasta ahora último de los más importantes en portento de la imagen de la Virgen, dejada por las flOres en la
est.} ya inabarcable literatura. Me refiero, por supuesto, al Ni tilma de Juan Diego".
can mopohua del indio del siglo XVI Antonio Valeriano y a Des Muchos son los aspectos y detalles admirables e interesantes
tierro de sombras, del criollo del siglo XX Edmundo O'Gonnan. de esta bella relación escrita por Valeriano, pero de todos ellos
La primera pieza de la literatura guadalupana es el breve y sólo quisiera llamar la atención sobre los cinco siguientes:
delicado texto de,la relación del aparecimiento de la Virgen
Maria al indio macehual Juan Diego; relación conocida como
2 El Nican 'I1IIJjJohua fue publicado sólo en 1649 por Luis Lasso de la Vega.
el Nican mopohua (Aquí se relata) y redactada en 1556, como es
Su manuscrito se conserva actualmente en la Biblioteca Pública de Nueva
ya reconocido por todos, por Antonio Valeriano, un indio cul
York,
tivado -sin ser pilli o noble de nacimiento- en el famoso Co 3 Miguel León-Portilla, Tonanrun Guadalupe, Fondo de Cultura Econó
legio de Tlaltelolco, discípulo aventtgado de fray Bernardino mica, México, 2000, p. 83.
196 197
Primero, el deseo aparentemente "caprichoso" de la VIrgen ajena, son capaces de florecer incluso a destiempo "flores co
María de aparecerse precisamente allí donde había estado el mo las de Castilla"; en donde lo europeo -así lo sugeriría la
lugar de culto de Tonantzin y de insistir en que sea allí, "en metáfora-, pese a toda inconveniencia, puede renacer entero.
la cumbre del cerrito del Tepeyac", donde se le construya su Veinte años después de la caída de Tenochtitlan, los indios ha
santuario, su "casita divina", como ella lo llama. Segundo, la bían renovado "en todo su esplendor idolátrico -escribe O'
decisión enfáticamente significativa de aparecerse a un indio Gorman-4 1a antiquísima costumbre de su periódico peregri
macehual, Juan Diego, un pobre y sencillo fiel recién conver naje desde lejanas tierras al cerro del Tepeyac". Pero era un
tido al cristianismo, y de hacer de él su mensajero, y no de un peregrinaje que no lo hacían,ya, como antes, para venerar a
miembro "conocido, reverenciado, honrado" de la nobleza in Tonantzin sino para adorar a la Virgen María.
dígena, cristianizada por conveniencia. . ¿Qué había sucedido? Los indios habían sido convertidos o
se habían convertido al cristianismo. A un cristianismo que ellos
No falta gente de rango entre los servidores míos, entre mis pretenden practicar de manera ortodoxa pero que no puede
me~eros, a los que pueda encargar que lleven mi aliento, ocultar distintas supervivencias "idolátricas".
mi palabra. Pero es muy necesario (de todo punto preciso) El cristianismo puro, castizo u ortodoxo resultaba incom
que vayas tú, que con tu mediación se cumpla (que gracias patible con la vida real de los indios, lo mismo en la ciudad que
a ti se realice) mi querer, mi voluntad. en el campo. Adoptarlo implicaba, paradójicamente, ser re
chazados inmediatamente por él, condenados al sufrimiento
Tercero, su auto definición como "madrecita compasiva" de eterno como castigo por su inacapacidad de practicarlo ade
naturales y españoles, "de todos los hombres que vivís júntos cuadamente. Y es que, en efecto, esa. vida real resultaba para
en esta tierra", como consoladora de los afligidos (consolatrix ellos invivible sin el recurso a algún elemento técnico propio,
aJ.llictorum), bienhechora y enderezadora de entuertos (virgo p() sin un cultivo aunque sea de b.ya intensidad de los usos y cos
tens). Cuarto, su decisión de plasmarse milagrosamente a sí tumbres ancestrales, sin la insistencia en un mínimo de iden
misma como imagen en la tosca tilma deJuan Diego, teniendo tidad propia; insistencia que, a su vez, equivalía a una
como testigo al nuevo obispo franciscano,Juan de Zumárraga. fidelidad recalcitrante a la "idolatría" y que llevaba así a un es
tado de pecado mortal. Por otro lado, cerrando la pinza de un
Y extendió luego su blanca tilma en· cuyo hueco estaban las dilema dramático, deshacerse de ese mínimo identitario, con
flores. Y al caer al suelo las variadas flores como las de Cas vertirse en cristianos puros, implicaba para ellos algo así como
tilla, allí en su tilma quedó la señal, apareció la preciosa una "sustitución del alma", un hecho que sólo puede darse
imagen de la en todo doncella Santa María, su madrecita mediante el paso por un estado transitorio de "vacío de alma",
de Dios, tal como ahora se halla, allí ahora se guarda, en su por una especie de muerte; implicaba un dejar de ser huma
preciosa casita, en su templecito, en Tepeyácac, donde se no, un incapacitarse incluso para aceptar y adoptar libremen
dice Guadalupe. te el cristianismo.
198 199
Para volverse cristiano (que es para él una condición de su su y lo podemos hacer teniendo en cuenta no sólo las obras de
pervivencia física), es decir, no para desaparecer o morir como arte reconocidas como barrocas, en las que la "teatralidad ab
americano y ser sustituido por la copia de un europeo, sino pa soluta" resulta evidente, sino también el comportamiento ba
ra pasar a ser europeo sin dejar de ser americano, el indio que rroco que se extiende sobre Europa viniendo del sur, en la
se auto-españoliza tiene que ejercer. un trabajo de. transfor segunda mitad -la mitad llamada "contrarreformista"- del si
mación estructural de ese cristianismo que las circunstancias lo glo XVI. La vida terrenal del ser humano, definida por el orden
compelen a interiorizar: debe re-crearlo haciendo de él un cris establecido -por el cristianismo-- como un ascenso a la salva
tianismo capaz de aceptarlo como un ser humano que, aun ven ción, como una vida dotada º~ un sentido positivo, es vivida
cido y subyugado, se identifica concretamente por sí mismo en la por muchos de los cristianos escépticos de la época moderna
asunción de su derrota; re-hacerlo como un cristianismo que de una manera barroca. Obligados por las circunstancias, vi
integre positivamente su obligada auto-negación religiosa. ven la vida como si ella fuera en efecto 10 que dice su defini
Por esta razón, puede decirse que el cristianismo de los in ción; viven una representación de esa vida sobre el theatrum
dios macehuales recién convertidos estaba llamado a actuali mundi, sólo que, al hacerlo, se interiorizan tanto en ella que la
zarse como un cristianismo enfáticamente mariano. Debía convierten en una "representación absoluta" dentro de la cual
dejar intacto, en el plano más profundo y distante del cielo, al aparece un sentido diferente y autónomo para la vida.
Dios uno y trino del esquema ortodoxo del mito católico -cu Los indios americanos integrados en la vida citadina de sus
ya vigencia lo expulsaría sin más trámite a los infiernos-; ser vencedores y conquistadores ibéricos, antes ya de tomar sobre
un cristianismo cuya religiosidad permanezca en un plano ce sí en la práctica, en el siglo XVII, la tarea de reconstruir a su ma
lestial anterior, absorbiendo toda su fe y su observancia ritual. nera la civilización europea -empresa espontánea e informal
Este plano más asequible de lo celestial presupone al primero en la que comprometieron a los españoles americanos-, ya en
y esotérico, pero lo relativiza a fin de que ciertos pecados mor el siglo XVI, refuncionalizaron lo europeo mediante un com
tales puedan ser disimulados o "puestos entre paréntesis" en portamiento barroco: reinventaron el cristianismo católico al
el balance del Juicio Final, pecados como, ante todo, el que trasladarlo a una representación o "teatralización absoluta", la
está implicado en la fidelidad a un mínimo de identidad no del catolicismo guadalupano, en la que ellos se perdían a sí
occidental. Se trata de ese plano o círculo celestial más cerca mismOS a tiempo que clausuraban también todo retorno al ca
no y menos exigente en donde reina la Virgen María. tolicismo "de la realidad", ortodoxo y castizo.
Es difícil encontrar un ejemplo más claro del comporta En el siglo XVII, los teólogos jesuitas reunidos por Brading
miento barroco que se extenderá en las sociedades latinoame en su edición de Siete sermones guadalupanos 5 tomarán por su
ricanas desde el siglo XVII que el de esta alteración de la cuenta y llevarán a extremos delirantes esta conmoción teoló
religiosidad cristiana llevada a cabo por los indios guadalupa gica iniciada en la práctica por los macehuales cuando (acep
nos de México en el siglo XVI. tando y al mismo tiempo rebasando la evangelización de fray
En efecto, podemos localizar -siguiendo una pista de Theo Juan de Zumárraga en 1531) sustituyeron el culto a sus dioses
dor W. Adorno--la esencia de lo barroco en la "teatralidad ab antiguos con el culto a unos peculiares dioses cristianos re
soluta" de una representación, en. el carácter de aquellas construidos por ellos.
representaciones del mundo que lo teatralizan con tal fuerza
que su "realidad" virtual o vigencia imaginaria llega a volverse 5 David Brading (comp.), Siete sermones guadalupanos (1709-1765), Centro
equiparable a la realidad "real" o vigencia objetiva del mismo. de Estudios de Historia de México, Condumex, México, 1994.
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No es necesario encomiar o encarecer la magnitud e impor O'Gorman centra su atención en la manipulación que, ya
tancia del hecho histórico que está en juego en el mestizaje de en un sentido ya en otro, los españoles hacen-de la reciente fe
identidades humanas favorecido por el ethos barroco que se cristiana de los indios; se desentiende, sin embargo, de esta fe en
gestó en la vida práctica de las clases bajas y marginales de las cuanto tal. No ve en ella, en este "incipiente guadalupanismo
ciudades americanas de la época virreinal, mestizaje del cual indígena" -como él mismo lo llama-, 7 un ejercicio de sujetidad
el guadalupanismo es una muestra temprana yelara. La moder por parte de los indios, un acto realizado por ellos mismos.
nidad de la vida civilizada es y seguirá siendo impensable sin Sólo la considera en tanto que material de una manipulación,
la emancipación de esa interpenetración identitaria comen de la que, por supuesto, el s!!ieto sólo podían haber sido los
zada entonces por los indios americanos. españoles en su naciente versión criolla. La fe de los indios sir
El gran acierto de Edmundo O'Gorman, el más original y ve de material, primero, a las distintas órdenes evangelizadoras
agudo historiador de los orígenes del guadalupanismo, está interesadas en una cristianización masiva y apresurada, ejem
en haber reconocido el acontecimiento de este novum históri plificada por frayZumárraga (1531); sirve después, veinticin
co en la América posterior a la Conquista ibérica: un aconte co años más tarde, de material para los prelados españoles
cimiento que, como él reconoce, "vino a enriquecer el escenario acriollados, ejemplificados por el arzobispo Montúfar (1556),
de la historia universal" con la introducción de una "nueva en su conspiración para unificar la Iglesia mexicana y quedar
modalidad" de ser humano, de una humanidad moderna con se de paso con los diezmos.
su propio sujeto histórico. 6
Si hay algún error en su relato histórico, éste se presenta en
la ubicación e identificación que su autor hace del portador de Ya a comienzos del siglo XVII, como bien lo observa Serge
esa nueva sujetidad histórica. Según O'Gorman, éste se en Gruzinski,8 la "idolatría" no era un objeto de preocupación
cuentra en la figura del "criollo novohispano". En mi opinión, central para la autoridades de la Corona. No necesitaba serlo,
equivoca al hacerlo la identidad de la figura histórica en la que porque la población urbana de indios, que es con la que ellas
esa nueva sujetidad se hizo presente: toma por tal figura a la estaban en contacto y la que les interesaba, no presentaba ya
que sólo es un reflejo de ella, y no a esta misma, al original. ninguna resistencia que se contrapusiera directamente a la re
La reconoce en la identidad históri~a del español americano y ligiosidad católica. El grado de "idolatría" que presentaba su
no en la que lo fue en realidad, la identidad del americano catolicismo no rebasaba el nivel que era usual en las comuni
. auto-españolizado: la de los indios que sobrevivieron a la catás dades católicas mediterráneas como resultado, en ellas, de la
trofe de la Conquista y, poniendo en práctica un mestizaje resistencia pagana a la cristianización.
identitario, supieron re-hacerse en medio de la ciudad españo Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la resistencia que
la. Es la nueva identidad "histórica" de estos indios mestizados la los indios habían ofrecido en el siglo XVI a la cristianización .no
que, mimetizándose en la identidad histórica de los españo fue sólo directa o abierta -como en el caso de los "ídolos de li
les americanos, dio lugar a la figura del "criollo", ese "nuevo naje" o tlapialTi o del tonalli (bautismo introductor) o de los ticitl
Adán" que el maestro O'Gorman prefiere poner en lugar de o chamanes-, no fue sólo una resistencia de contra-conquista o
ellos.
7 E. O'Gorrnan, Destierro de sombras, cit., p. 60.
6Edmundo O'Gorrnan, "Meditaciones sobre el criollismo", ElDía, 29 de s Serge Gruzinski, La colonisation de l'imaginaire, Gallimard, París, 1988,
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de mestinYe por absorción de 10 otro, 10 europeo, sino que fue Zumárraga (en 1531), para él (en 1576), el culto a la Guadalu
también una resistencia indirecta o escondida, de "trans-con~ pana intenta en verdad "paliar la idolatría debajo de la equivo
quista" o de mestinYe por infiltración en eso otro europeo. cación de este nombre de Tonantzin". Para el obispo Montúfar,
Esta resistencia que resguarda la propia identidad quintae en cambio, lo único que hace la devoción por la Guadalupana
senciándola e inyectándola en la identidad acepp¡dacomo es encauzar la religiosidad de los indios por el buen camino
válida es la que se observa en la creación indígena del gua (de la ortodoxia), cristianizarlos. Aunque es posible también
dalupanismo. Una resistencia, una "sorda rebeldía", como la que percibiera que este efecto de la devoción guadalupana iba
llama O'Gorman, que él mismo disminuye sin embargo al in acompañado por otro: "indianizaba" al cristianismo y lo invita
terpretarla solamente como el resultado del "poderoso incen ba a "acriollarse".
tivo" que era el "sentimiento de menoscabo" de los indios "al En verdad, como 'escribe Gabriel Zaid, puede decirse que si
verse excluidos de las prácticas y las pompas religiosas de los en todo esto "hubo conspiración, ésta fue de los indios".lo Fue
españoles, en las que ellos deseaban participar".9 ron éstos quienes propagaron los "prodigios obrados por una
desconocida imagen usurpadora del título de la antigua y ve
nerada Guadalupe española", como dice O'Gorman. l1 Pero la
En 1556, fray Francisco de Bustamante pronuncia un sermón, suya fue una curiosa "conspiración"; una conspiración practi
que causa gran escándalo en el auditorio y en la ciudad, en cada, no confabulada, y no urdida para hacerse de una ima
contra de la creciente devoción, según él idolátrica, a la ima gen sino para ceder una diosa a fin de crear otra. Robaron y
gen de Guadalupe en el Tepeyácac, "adorada allí como si fue se apropiaron del nombre y la fama de la Virgen española, pe
ra Dios" 16 ~ismo por los naturales que por los españoles, ro em,yenando a cambio, al mismo tiempo, los de su propia
cómo el famoso "ganadero" español curado milagrosamente diosa, la Tonantzin. No pretendían hacer de la Guadalupana
por ella, escándalo que el arzobispo Montúfar aprovecha para española la máscara de una Tonantzin mexicana siempre viva;
promover la "Información de 1556", cuyo procurador,juan de pretendían re-hacer a la Guadalupana con la muerte de la To
Salazar, deberá concluir con la consideración de que es pru nantzin, lograr que una diosa se recree o re-vitalice al devorar
dente censurar a Bustamante, y esto no sólo porque la devoción, a otra y absorber su energía sobrenatural.
que reúne ya a todos, ha crecido desmesurada e indetenible Es en ese mismo año de 1556, y seguramente en conexión
mente, sino porque la devoción guadalupana resulta útil con con la estrategia concebida por el arzobispo fray Alonso Mon
tra la idolatría abierta, precristiana, a la que Salazar llama túfar para "acriollar" -en contra del interés de los evangeli
eufemísticamente "excesos que la gente hacía antes de que se zadores franciscanos- la nueva veneración indio-mestiza a la
venerara a la Madre de Dios en el Tepeyac". Guadalupana mexicana, que el autor indio Antonio Valeriano
Bustamante comparte con Sahagún la justificada sospecha escribe, en tecpilahtolli o lengu..ye elevado, el Nican mopohuq,.
de que hay una conspiración de los indios. De acuerdo al au Valeriano no piensa, como su maestro, que se trate de un
tor de la Relación. fl María no se le debe llamar "Tonantzin" ("ma simple retomo a la idolatría; el culto guadalupano lo ve él co
dre nuest:ra"), -la diosa que junto a Totahtzin, "nuestro padre", mo un recurso que puede estar al servicio de una nueva y muy
integra el ser del doble dios supremo Ometéotlr-, sino Teotl especial "ortodoxia" católica. Al redactar la narración del apa
Inantzin ("madre de Dios"), dice Sahagún. Más malicioso que
10 Gabriel Zaid, "Milagros certificados", Reforma., 27 de octubre de 2002.
9 E. O'Gorman, Destierro de sombras, cit., p. 148. 11 E. O'Gorman, Destierro de sombras, cit., p. 104.
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recimiento mariano pretende formalizar y "adecentar" un pro Bibliografia .
cedimiento de mestizaje de formas religiosas que ya los indios
macehuales habían empleado desde 1531, cuando le recono AIberro, Solange, El águila Y la cru.t, Fondo de Cultura Económica, México
cieron un origen milagroso a la imagen que ellos, junto con 1999.
el evangelizador fray Juan de Zumárraga, vieron plasmada so Brading, David A., La Virgen de Guadalupe, imagen y tradición, Tauros, Méxi
co,2002.
bre la tilma de Juan Diego, imagen que exageraba alucinada
- - (comp.), Siete sermones guadalupanos (1709-1765), Centro de Estudios
mente el dibujo y los colores que se distinguían en ella y que de Historia de México, Condumex, México, 1994.
sólo eran las huellas dejadas casualmente por las flores que Castillo, Ana (comp.), La diosa de las Américas, Plaza yJanés, México, 2001.
había contenido, envolviéndolas y apretándolas. Imagen, valga Gruzinski, Serge, La CQlonisation de l'imaginaire, GaIlimard, París, 1988.
decir, que no es la que conocemos ahora,.ya que -como lo de León-Portilla, Miguel, Tonantzin Guadalupe, Fondo de Cultura Económica,
México, 2000.
muestra O'Gorman- ésta es también de 1556, cuando la tilma
Lockhart,James, Las nakuas después de la Conquista, Fondo de Cultura Eco
fue sacada de su resguardo y expuesta en la ermita, y provie nómica, México, 1999.
ne del intento que hizo el indio Marcos tal vez de re-pintar la Maza, Francisco de la, El guadalupanismo mexicano, Fondo de Cultura Eco
original sobre la vieja tela o de copiarla sobre otro lienzo sus nómica, México, 1981 (al que OG, con su conocida displicencia, lIama
tituto, corrigiéndola y aumentándola, ateniéndose para ello a "importante librito").
las descripciones españolas de la imagen de la Guadalupana. Nebel, Richard, Santa María Tonantzin, Virgen de Guadalupe, Fondo de Cul
tura Económica, México, 1995.
Sólo la resistencia de su maestro en 1567 y el peligro que
O'Gorman, Edmundo, Destierro de sO'lÑJras, Universidad Nacional Autónoma
podía traerle el "doblar la rama demasiado" en defensa del nue de México, México, 1986.
vo culto llevarán a Valeriano a retirar su proyecto, dejando para Torre ViIlar, Ernesto de la, y Ramiro Navarro de Anda, Testimonios históricos
más tarde y para otros la realización del mismo. (Al bachiller guadalupanos, Fondo de Cultura Económica, México, 2004.
Miguel Sánchez en 1648, con su obra Imagen de la Virgen Ma
ría Madre de Dios Ouadalupe,y al capellán del Santuario, Luis
Lasso de la Vega, editor del Nican mopohua en 1649.)
En la redacción del Nican mopohua coinciden dos proyectos
de enfrentar de manera igualmente barroca una situación de
crisis ontológica de identidad: el proyecto básico de los in
dios huérfanos de su mundo aniquilado y el proyecto reflejo
de los españoles expulsados del suyo. Por ello, bien puede de
cirse que, paradójicamente, "el primer criollo" fue precisamen
te un indio, Antonio Valeriano; "extraña contradicción" que el
propio O'Gorman reconoce explícitamente,12 pero que, en su
unilateralidad criolla, no atina a explicar.
12 Ibid., p. 61.
206
207
11. El 68 mexicano y su ciudad
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ropeos de ultramar- a quienes adjudican virtudes de todo tipo, 1 de la medieval) no había existido antes nada así como una
todas ellas condensadas en el "espíritu americano" al que per edad propia'y específicamente juvenil; ésta fue una innova
ciben primaria y fundamentalmente como un "espíritu prác ción civilizatoria de la modernidad "americana" introducida
tico". Los europeos miran hacia sí mismos y se encuentran en la segunda posguerra del siglo xx.
obstruidos por su propio pasado; se consideran a sí mismos Era una innovación que iba más allá de la idea productivista
como excesivamente formales, demasiado exigentes en deter tradicional que prevaleció en la modernidad europea, según
minados condicionamientos de la producción y el consumo la cual los años de juventud debían ser años de una transición
que a la luz del practicismo pragmático del American way of li rápida, de un periodo de veI!iginosa iniciación. El hombre jo
fo resultan totalmente prescindibles, incluso ridículos. ven era tratado como un niño que ha crecido demasiado y que
En los años cincuenta, la Tercera Guerra Mundial, que ha tiene que pasar rápidamente a convertirse en adulto. Debía
bía comenzado antes de que terminara la Segunda, había ya dejar lo más pronto posible su condición de mantenido y pa
adoptado la apariencia engañosa de una "guerra pacífica" o sar a la de mantenedor. Lajuventud había existido siempre, por
"Guerra Fría". La economía estadounidense yjunto con ella la supuesto, pero no por sí misma, sino como un modo de ser de
europea se reconfiguraban aparentemente como "economías alguna manera híbrido e innecesario, incluso anómalo, pro
de paz", después de haber funcionado durante varios años co pió tan sólo de la legendaria vida de la nobleza. Es en los años
mo "economías de guerra". Toda la planta industrial se recom~ cincuenta y sesenta cuando surge esta otra idea según la cual
ponía para iniciar un nuevo gran ciclo de crecimiento sobre la juventud debe ser aceptada y reconocida como una edad
el fundamento técnico que había sido desarrollado por la in específica de la vida de todo ser humano singular. Durante un
dustria bélica. El Plan Marshall vino a financiar esta transfor periodo de cinco o seis años, sin ser un niño "crecido de cuer
mación de la economía europea, sobre todo en Alemania, y po" ni un adulto "inmaduro", el ser humano es llamado a ser
permitió algo desconocido hasta entonces, algo así como un simple y llanamente '~oven". Es un dispositivo civilizatorio que
subempleo sustentable del conjunto de la fuerza de trabajo se introduce, no para emancipar a lajuventud, sino para poner
de esta región; un subempleo subsidiado por supuesto con la la al servicio de una tarea especialmente diseñada para ella.
explotación del resto del mundo gracias a las ventajas tecno En efecto, la sociedad burguesa reconoce la especificidad
lógicas de su aparato industrial y técnico-científico. Íntimamen de este periodo de la vida ubicándola en ciertos rasgos ético
te conectado con esta cooperación en el relanzamiento de psicológicos: la irreverencia, la iconoclasia, el innovacionismo
la economía se llevó a cabo una importante pero poco reco radical, ese carácter, como ella suele decir, del "revolucionario
nocida exportación de Estados Unidos a Europa, la de un in que todos somos a los veinte años, pero que dejamos de ser
vento muy peculiar que consiste en un dispositivo civilizatorio cuando la vida nos obliga a sentar cabeza". Si los jóvenes son
desconocido hasta entonces en la historia de la modernidad revolucionarios es porque son jóvenes, y ese carácter revolucio
europea. nario-juvenil es para ella un rasgo altamente valorable porque,
En los años cincuenta y sesenta, primero en Estados Unidos al fin de cuentas, todo aquello que fue revolución, rebelión, im
y después en Europa -y posteriormente en el resto del "mun pugnación e iconoclasia puede convertirse fácil y rápidamente
do occidental"-, tuvo lugar la introducción de toda una edad en innovación racional depuradora, útil para mantener y for
dentro de la serié de edades que se reconocían tradicional talecer la continuidad de la vida social establecida.
mente en la vida individual: la edad de "la adolescencia" o "la La irreverencia que caracteriza a los jóvenes es una expre
juventud adolescente". En la Europa moderna (a diferencia sión de su libertad. Los jóvenes son seres sin compromisos, lú
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dicos, que no tienen que pensar dos veces su acción dado que La década de los sesenta en Europa es la época de los "re
no tienen ninguna atadura, ninguna consideración especial beldes sin causa". Primero en 1967, en Berlín, y un año des
de respeto ante 10 que pueda oponerse a su empresa, sino que pués, en 1968, en Pans, va a darse en el escenario europeo un
pueden lanzarse libremente a ella. Yes precisamente esa irre fenómeno que no estaba calculado ni parecía natural en este
verencia la que puede resultar útil para el progreso de la so proceso ideal que sena el de inventarse la juventud para que
ciedad burguesa. sirviera de instrumento del progreso y la reconsolidación de la
I En esta breve etapa de transición, la juventud puede desarro sociedad moderna en su fQrma establecida. Estos jóvenes man
llar sus caractensticas "revolucionarias", que son positivas para tenidos, que no n.ecesitan ~!:>~jar todavía, que pueden dedi
el aggiornamento de las costumbres de la sociedad y que deben car su tiempo a estudiar varios años sin ninguna presión, que
servir para fomentar el progreso en el sentido de la llustra tienen todo en casa y algo de dinero en el bolsillo, que pueden
ción. La sociedad burguesa inventa la edad de lajuventud pa disfrutar de la vida; estos jóvenes que no tienen ninguna ra
ra tener un instrumento que le sirva en este proceso ya zón para rebelarse ... se rebelan. Aparecen brotes de una ju
centenario que es el de la modernización ilustrada, de la lu ventud que les dice "¡no!" a sus padres, a la sociedad que los
cha contra las tinieblas, contra las pervivencias del pasado y las mantiene y que tiene planeado incluirlos dentro de su pro
tradiciones que obstaculizan el progreso con su irracionali- . yecto de progreso capitalista.
dad. La juventud pasa a ser a la vez instrumento y protagonis Ahora bien, ¿cuál es el núcleo íntimo de esta rebeliónjuve
ta en esta lucha en contra de las tinieblas. Es interpretada nil que aparece en la segunda mitad de la'década de los sesen
como la portadora de la ilustración, de la guerra contra todas ta en Europa? ¿Por qué estos jóvenes que no tendnan por qué
esas formas añejas y estorbosas que obstaculizan el despliegue rebelarse se rebelan en esos años? ¿Son, en verdad, unos "re
lihre de la vida burguesa, sobre todo en Europa. beldes sin causa"?
Para Europa, que acaba de deshacerse, gracias al podeno Se rebelan, ante todo, porque perciben que esta toleran
de Estados Unidos, de su miembro disfuncional, la Alemania cia de sus padres, de la sociedad burguesa, este permitirles
nazi, este nuevo avance en el camino de la llustración adqúie que vivan su vida libremente, no es otra cosa que una "tole
re además la forma de una recepción e interiorización de la rancia represiva". Así la teoriza Herbert Marcuse, uno de los
modalidad específicamente "americana'" de la modernidad, más importantes pensadores de la Escuela de Frankfurt, que
la del progresismo sin trabas, del practicismo descamado y del sobrevivió al nazismo en California.
igualitarismo pragmático. Los jóvenes perciben que, en efecto, por deb.go de esa tole
Se trata de avanzar en el proceso del "desencantamiento" rancia benévola hay un fundamento de represión. La sociedad
del mundo, del que habla Max Weber, es decir, de eliminar los les permite vivir como '~óvenes", pero lo hace con una "se
rasgos remanentes de la vida mágica, de todo aquello para lo gunda intención"; los está preparando para ser "integrados tn
cual el ser humano invoca o recurre a la intervención de lo ex el sistema". Usa esa libertad para sus propios fines, y estos fi
trahumano, de lQ sobrenatural. Todo aquello que aún man nes consisten, como lo filmó VIsconti en n gattopardo de Lam
tiene "encantado" al mundo debe ser eliminado, y los jóvenes pedusa, en "cambiar todo para que todo siga igual". Losjóvenes
europeos, innovadores ala "americana", están encargados de tienen, pues, la experiencia de que esta sociedad, practicando
cumplir esta tarea. ese "gatopardismo", les lleva a convertirse en "verdugos en su
Los años sesenta debieron haber sido los años de esta '~u propio sacrificio", Se sienten inmolados por estos padres que
ventud", pero los cálculos fallaron, no llegaron a serlo. los tratan tan bien porque los están convirtiendo en destruc
212 213
',
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..•.•....
tores de sí mismos, de su propia juventud, de su libertad. En Sartre afirma además que la libertad sólo puede ser tal si se
traidores a esta libertad que se supone que los caracteriza. afirma como libertad para la solidaridad, como "libertad com
El fondo que aparece en la rebelión de los jóvenes euro prometida" con la vida concreta, con los otros, con la eman
peos es así esa percepción de que lajuventud, al ser una edad cipación de la sociedad. Un gran traidor a la burguesía, como
tolerada, está siendo reprimida, instrumentalizada para fines lo es Sartre, es quien guía a estos jóvenes, quien les da pala
que no tienen que ver con los que ellos podrían descubrir pre bras para formular esa percepción de lo que sus padres hacen
cisamente en uso de' esa libertad. con ellos, esa sospecha básica de que están siendo utilizados
No hay que olvida-r,' por otro lado, que los jóvenes de los para fines que contradicen la libertad.
años sesenta son hijos de los combatientes de la Segunda Gue Es por ello entonces que estos jóvenes sienten también una
rra Mundial, de aquellos soldados que no te:rminan por creerse gran admiración por todos aquellos acontecimientos, seres hu
los héroes que dicen ser, porque esconden una mala concien manos y lugares del mundo, sobre todo del Tercer Mundo, en
cia. Ellos saben que su papel en la guerra no fue tan valiente los que observan que esa libertad, con la que ellos se identifi
ni tan limpio como lo cuenta la historia oficial. Tienen la sensa can, está manifestándose o realizándose.
ción de que de alguna manera, cuando no fueron los repre China, Cuba y especialmente Vietnam son los países en los
sores de otros pueblos, fueron colaboradores al menos pasivos que para ellos esa libertad puede ser vista en acción. Es in
del régimen nazi al que aparentemente combatían. La mala mensa la admiración por lo que acontece en estas luchas de li
conciencia que se transluce en la actitud de los padres de es beración en el Tercer Mundo y está guiada por esta idea de
tos jóvenes que salen a las calles de Berlín o de París contri Sartre que las conecta con su propia experiencia vital indivi
buye a que las intenciones de ,la sociedad burguesa resulten dual. Hay entonces esta doble conexión entre su propia ex
para ellos al menos sospechosas. . periencia y el reconocimiento internacionalista de que fuera
En Berlín, los jóvenes que perciben la traición y la autorre de Berlín o de París es posible detectar otro uso de la libertad
presión a la que los están induciendo sus propios padres, arti que no sea el de convertirla en mero instrumento del progre
culan su percepción a la luz de ciertos teoremas que vienen de so capitalista.
los teóricos marxistas de los años veinte y treinta y de algunos
sobrevivientes de la masacre nazi, como Ernst Bloch y Herbert
Marcuse. En París, la gran figura teórica que cumple esa fun Es así como los jóvenes europeos comienzan una "revolución"
ción articuladora esJean-Paul Sartre, el filósofo de la libertad. que aparentemente "no tiene causa", que es lúdica, sin duda,
Sartre plantea que lo fundamental en el ser humano es justa porque ellos no sienten las terribles razones que tenían los
mente la capacidad que tiene de asumir las determinaciones proletarios del siglo XIX para levantarse y poner en pie el mo
del medio dentro del cual debe existir, de fundar a partir de vimiento revolucionario comunista. Los mueven razones más .
ellas una existencia propia, eligiendo siempre entre opciones sutiles, más imperceptibles, que conciernen a la emancipación
incompatibles. El ser humano se encuentra determinado por de los trabajadores en lo más hondo de su condición humana
todos lados, pero es libre' en el sentido de que es capaz de asu y que ellos traducen a un espíritu lúdico, gratuitamente crea
mir esas determinaciones y de tomar decisiones en referencia tivo, que apunta a metas que el movimiento obrero debió des
a ellas. Es la idea que guía la experiencia que tienen estos jó cuidar dado el condicionamiento histórico de su lucha. Ellos
venes de unas determinaciones que pesan sobre ellos y que es quieren introducir un momento de irresponsabilidad, de jue
tán organizadas en dirección a su sacrificio. go, de invención gratuita en el proceso de la revolución mun
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dial, un proceso que en la perspectiva pseudo-revolucionaria Pero ante todo y sobre todo, "integrarse" implica aceptar y
de la Tercera Internacional, de los partidos comunistas y de adoptar la lección y la herencia principales de la Segunda
esa tradición "marxista" que fue expresamente desautorizada Guerra Mundial en la dimensión política de la vida social.
por el propio Marx, .debía ser un proceso serio, gris y discipli y esta lección· o herencia consiste en la necesidad de reali
nado como el ejército industrial empleado por el capital, muy zar un voto de abstinencia preventivo sobre aquellos conte
poco dado a juegos y experimentos. Los jóvenes del 68 euro nidos de la política cuyo cuestionamiento puede conducir a
peo intentan trasladar este ludismo de la juventud hacia el mo las sociedades y a las democracias occidentales a experiencias
vimiento obrero, tratan de alguna manera de llevar a cabo una terribles como la reciente gueqa. Un voto de abstinencia que
revolución lúdica que importaría a Europa la frescura revolu equivale a una autolimitación o una autocensura fundamen
cionaria que ellos perciben en la verdadera revolución de esa. tales de la política y que queda postulado como un dogma
época, que para ellos es la del Tercer Mundo. intocable. Un principio incuestionable que viene a institucio
A mediados de los años sesenta, los jóvenes se encontraban nalizar la sustitución enajenante que en los hechos hace del
ante una encrucijada en la que estaba por decidirse si iban a capital el verdadero sujeto que actúa por debajo de la "sobe
integrarse a la vida burguesa o no. Éste era el tema de las con ranía popular". La soberanía de los Estados democráticos queda
• versaciones personales. Estaban en juego los destinos de cada planteada como una instancia de toma de decisiones acota
uno de ellos. Se preguntaban: "¿qué voy a hacer, qué va a ser da por un límite que es dificil no distinguir, un límite que le
de mi vida en los próximos años, si quiero mantenerla en co desautoriza para decidir sobre asuntos políticos mayores, como
nexión con el acontecer revolucionario de todas esas fuerzas serían por ejemplo el cambio de régimen económico o de
sociales, económicas y políticas que están en juego?" Es la en modo de producción. La democracia moderna europea occi
crucijada, el momento de decisión de unajuventud que todavía dental oficializa su autolimitación en la segunda posguerra.
no ha sido integrada y que se resiste a pasar a la edad adulta Hay ciertos problemas que no caen dentro de su competencia.
que le. tienen preparada. En ese momento, mediados de los No está autorizada,. por ejemplo, para decidir sobre un "sí" o
años sesenta, la posibilidad de dejarse integrar o de no inte un "no" a la revolución. Es un voto de abstinencia (y también
grarse a la sociedad burguesa parece estar en juego en la exis de obediencia y de pobreza) de la democracia soberana, que
tencia de cada uno de los jóvenes. se justifica con la lección dejada por la Segunda Guerra Mun ", '
Integrarse en el trabajo tal como lo piden los padres im dial: plantearse esos' problemas radicales conduceinelucta
plica entrar en el proceso de reacomodo capitalista de la mo blemente al totalitarismo, sea éste un totalitarismo de derecha
dernidad europea y colaborar en él; implica reconocer que el como fueron el fascismo y él nazismo, o un totalitarismo de iz
sistema capitalista es detestable, pero detestable sólo por vie quierda, como es el "comunismo" stalinista. La mejor manera
jo, no por injusto; que 10 que es necesario es poner al día el de no caer en el peligro del totalitarismo es entonces abste
sistema capitalista, mejorarlo. Si uno se integra y emprende nerse de entrar en esta problemática. El Estado capitalista mo
una "larga marcha". por las instituciones, está aportando nue derno es intocable; el modo de producción capitalista es algo
va sangre para el sistema capitalista reformado. natural, que no puede entrar siquiera en consideración, que
no puede ser discutido en ningún parlamento. Nadie puede
poner en cuestión o traer a discusión el modo de producción
de una sociedad. Esto no es competencia del pueblo, no es
asunto del demos, está por sobre la república. La nueva repú
216 217
blica moderna tiene que adoptar esta autodisminución inevi
tablemente.
,
I!
1
te- esta autolimitación de la vida política que, bajo el nombre
de "reconstrucción de la democracia", la sociedad contempo
1
La rebelión de los jóvenes del 68 en Europa tiene un fun J ránea viene sufriendo desde entonces.
damento: perciben esta autolimitación de la soberanía demo Los jóvenes del 68 sueñan con que la pose revoluci<¡maria
crática, de los alcances de la vida política; se dan cuenta de que ellos adoptan se convierta en acción. En cada uno de estos
que esta autolimitación mutila todo aquello que podría ser el jóvenes, elludismo de sus manifestaciones expresa ese deseo.
ejercicio de su libertad, de la libertad en general, que ese vo Ellos saben que su actitud es una "pose" revolucionaria, que en
to por una apoliticidad es la mejor prueba de la enajenación su boca el significádo de la p~abra "revolución" no tiene el
capitalista, y se rebelan contra ello; salen a las calles y a las pla fundamento de una fuerza social capaz de sustentarlo. Saben
zas .de lo que debería ser la democracia moderna para actua que es apenas un gesto, pero lo emplean, porque creen o sue
lizar, en torno a la fiesta del discurso, del verbo político, una ñan que este gesto puede transfigurarse en acción.
dimensión de lo político que ha sido clausurada por la socie En mi opinión, este tipo de inquietudes es lo que estaba en
dad burguesa europea, remodernizadaa la "americana". juego en el plano político y cultural más profundo del movi
Sobre todo en el Berlín de Rudi Dutschke, en 1967, o en el miento juvenil de los años sesenta en Europa.
París de los oradores de la Mutualité, en 1968, esta autolimi
tación de la democracia occidental es percibida como un fe
nómeno de autocensura y decadencia del discurso político, y No quisiera terminar esta charla sin opinar también sobre lo
es combatida como tal. El discurso político está autocensura que aconteció en ese corto periodo del 68 mexicano, que abar
do de entrada, no puede, ni debe pensar ni decir ciertas co ca los dos meses y una semana que van del 26 de julio al 2 de
sas; la reflexión racional sobre los asuntos públicos, sobre la octubre. La rebelión de los jóvenes mexicanos se conecta sin
res publica; está siendo limitada y reprimida, y la rebelión estu duda a la de sus contemporáneos en Berlín, en París o en Ca
diantil de fines de los sesenta viene a desobedecer esta autoli lifornia; pertenece' al movimiento de los rebeldes aparente
mitación y autorrepresión. Y esto es tal vez lo más importante mente sin causa. Pero se diferencia de ellos' por un hecho
de aquel movimiento estudiantil, su capacidad de luchar con decisivo: la rebelión mexicana tiene lugar dentro de un Estado
....,
tra la corriente, de desobedecer esta autolimitación de la polí autodtario. El poder del movimiento del 68 fuera de Méxi 1,
'1
tica democrática occidental y esta autocensura del discurso co es más simbólico que real; en México es más real que sim
político que viene imponiéndose desde hace medio siglo. Los bólico. Ello se debe a que en un Estado como el mexicano
jóvenes hicieron algo que no debían hacer, que nadie debe durante el sexenio de Díaz Ordaz, cuyas instituciones tienen
hacer: retomaron el discurso político y se regodearon en el puesta en juego toda su legitimidad en la mayor o menor ca
empleo del más prohibido de los conceptos, de la más censu pacidad negociadora o "política" del' señor presidente, hasta
rada de las palabras, el concepto y la palabra "revolución". Los el menor de los actos de desobediencia puede adquirir un po
jóvenes del 68 tiene,n la palabra "revolución" en la boca; para der relativo muy alto. Y el movimiento estudiantil me)(icano
todo emplean ese término, que es justamente el que no debe no era propiamente un acto de desobediencia menor. Su po
pronunciarse, porque, según diría la experiencia, conduce al der era real, y así debía ser también su sometimiento por la
totalitarismo, a la negación de la democracia, para no men fuerza.
cionar sus consecuencias últimas, la guerra y la destrucción. Y Lo que intenta el movimiento del 68 en ese corto periodo es
el movimientoj1,lvenil del 68 impugna -tal vez ya tardíamen obligar al gobierno mexi~ano arespe~r y refrendar su auto
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"
220 221
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mental. En su lugar queda ese lugar, inhóspito hasta ahora,
donde está la prolongación del Paseo de la Reforma. Allí se
construyen grandes conglomerados anónimos de habitación
" dad Ysu alta cultura, su "intelectualidad". Al centro de la ciudad
de México se le extirpa su nervio intelectual y cultural, para
congregarlo en un lugar aparte, que es la Ciudad Universitaria.
social, que son súper modernos pero absolutamente incone Por debajo del orgullo de haber construido una entidad ar
xos con la tradición urbanística y arquitectónica de la ciudad quitectónica tan fabulosa como es la Ciudad Universitaria, el
de México. Serán los nuevos edificios habitacionales de la mo habitante de la ciudad de México tiene la sensación de que al
dernidad americana, en México, que rodean la Plaza de las gún engaño está ahí a la obra.
Tres Culturas donde tendrá lugar el final trágico del movimien La idea de un "campus univ~!Sitario" pertenece al proyecto
to estudiantil. civilizatorio de la "modernidad americana" y aparece aquí como
La ciudad de México queda desde entonces desarticulada. parte de la ecuación del régimen del presidente Alemán que
Empieza un proceso de descomposición, de desarreglo urba~ identifica "progreso" con "americanización". Según esta idea,
nístico de la ciudad, y sus habitantes 10 experimentan en su vi la actividad intelectual necesita aislarse y concentrarse para
da cotidiana sin saber bien 10 que acontece con ellos cuando poder ser verdaderamente productiva, necesita sustraerse de
ven un vacío allí donde antes estaba uno de los núcleos prin toda conexión con el resto de la vida cotidiana concreta de la
cipales de su orientación. Hay un malestar, un estado de agra.., ciudad. Sólo así puede tener el espacio libre que necesita pa
vio inexpresado que se va a volver visible para ellos mismos ra atenerse exclusivamente a las tareas de investigación y de
cuando los estudiantes pasen por las calles yesos ciudadanos re producción de conocimientos aplicables a la producción ca
conozcan en ellos a alguien que está tomando la palabra en su pitalista. Toda conexión con el resto de la sociedad es ruido
lugar y que está diciendo de una manera inesperada aquello sa, obstaculiza la eficiencia de la actividad intelectual. Por ello
que ellos quisieran decir también. es importante que exista un campus, una zona aparte, es de
Pero ya antes, en esos mismos años cincuenta, había tenido cir un "campo de concentración" de la actividad intelectual.
lugar otro agravio mayor a la ciudad de México por parte de La idea de un campus universitario es algo que nunca existió
sus gobernantes. Había sucedido algo que para los universita en la historia de la América Latina, que no se aviene con la
rios de ahora, de tantos decenios después, parece un· hecho identidad que se cultiva tradicionalmente en su cultura y que
'.
positivo, pero que en su tiempo fue referido irónicamente, in no está centrada en el productivismo capitalista. Tal vez por
cluso con sarcasmo, por alguien que es una persona non grata ello es una idea que' ha funcionado aquí de manera "defec
para el movimiento del 68, por el cronista de la ciudad, Salva tuosa": el campus de la Ciudad Universitaria nunca llegó a ser
dor Novo, cuando calificó la construcción de la Ciudad.Uni 10 que debió haber sido, un campus de corte estadounidense;
versitaria como la creación de "la zona roja de la cultura". El es un campus que se mexicanizó poco a poco a lo largo de los
centro de la ciudad de México recibe un fuerte agravio cuan años hasta restablecer en buena medida su relación con la ciu
do se extirpa de él la actividad intelectual. Esa conexión ínti dad que lo circunda y lo alimenta de muchas maneras.
ma que existía entre la vida intelectual y la del conjunto de la El movimiento estudiantil llega a tocar el nivel profundo del
sociedad en el centro de la ciudad de México sufre un gol sentimiento de agravio que tiene la población de la ciudad
pe definitivo cuando, cortada como con bisturí, ,la primera es de México hacia el gobierno mexicano: por esta razón, cuando
trasladada y concentrada en el campus de la Ciudad Universi ella ve pasar a los jóvenes en rebeldía y los ve retomar al lugar
taria mientras la segunda queda abandonada culturalmente a que les pertenece, al centro político de la ciudad, puede re
la manipulación televisiva. Aparece una ruptura entre la ciu conectarse con ellos, y los acepta y los apoya.
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Unas palabras finales acerca de la función que se le suele ad mas de hacer política que rebasan utópicamente el horizon
judicar al movimiento del 68 como precursor o desatador de ~ te burgués.
la llamada "democratización de México" en la época del neo Desde la Revolución Francesa había existido una política de
liberalismo. ideas, en la que el discurso racional tenía una función protagó
Algunos intelectuales arreglan los datos de lo que fue el mo nica. Es en el discurso político donde se da la confrontación
vimiento del 68 en México de tal manera que éste resulta ser racional de propuestas de gestión de los asuntos públicos. La
el primer paso de lo que ellos quieren ver "optimistamente" presencia de la razón, del discurso, es lo fundamental de la po
como un proceso de "reconstrucción" de la democracia que lítica moderna. La importanc!aque tenían -o que al menos
estuviese teniendo lugar en México en los últimos decenios. parecían tener-las ideas para guiar el destino de la república
Pienso que esta idea debería ser puesta ea cuestión. Más que era esencial para la política moderna. Sin ideas, sin discurso,
adelantado de un desarrollo democrático del Estado mexica no había política. Era una política basada en el discurso, en la
no que resulta trabajoso constatar, el movimiento del 68, con reflexión racional.
el fracaso real de su proyecto a manos de las fuerzas represivas En lugar de ella, a partir de la segunda posguerra y el triunfo
de un Estado autoritario, parece mostrar un aspecto bastante de la "modernidad americana" se va a imponer algo completa
menos prometedor del destino de la democracia moderna, no mente diferente en el escenario de la vida política occidental,
sólo en México sino en general. algo que podríamos llamar el aparecimiento de una "demo
Muy en general, la función histórica del movimiento del 68 cracia directa" de la "sociedad civil" -en otras palabras, una
en el mundo parece haber consistido en desatar la reafirma díttadura oligárquica capitalista por consenso tácito-; de
ción definitiva de un peculiar aggiornamento en el Estado capi una "sociedad civil" dominada por las corporaciones o las aglo
talista moderno: la clausura del tipo de democracia que había meraciones de capitalistas con poder excepcional dentro del
tenido vigencia desde los tiempos de la Revolución Francesa. proceso de acumulación de capital. Una "democracia directa
Con ésta, con la revolución burguesa, había comenzado en la de los grandes capitalistas" que creen poder deshacerse del re
historia moderna un cierto modo de hacer política que se pro curso tradicional, que parecía indispensable, a una "supraes
longó con dificultades, dadas sus contradicciones internas, tructura política" autónoma. La democracia ya no va a discutir
hasta la Primera Guerra Mundial; un modo de hacer política racionalmente en medio de la opinión pública diferentes pro
•I
que, después de la Segunda Guerra Mundial, al pretender de puestas de destino para la república, sino que los designios del
purarse de las mismas, entró en un proceso de auto-clausura capital acerca de cómo se deben solucionar los problemas de la
que dura hasta hoy, con momentos de resistencia excepciona sociedad van a imponerse directamente, sin pasar por la prue
les como el de la rebelión juvenil en los años sesenta. Hay, ba de fuego de la reflexión política, del discurso racional, es
pues, un cambio muy radical en lo que es hacer política en la decir, a través de una "democracia" sin demos ni ágora y depu p
historia del Estado democrático occidental. Y el nuevo modo rada de su concepto central, el concepto de revoluciono
de hacerla no impl~ca un perfeccionamiento de la democra El ocaso del discurso político racional como eje de la polí
cia burguesa, sino más bien todo lo contrario. Es un cambio tica democrática moderna había comenzado en los años veinte
más bien negativo. Si, más allá de su resistencia a ese deterio y treinta con el ascenso al poder del fascismo por vías demo
ro, se quiere ver en el 68 un momento de comienzo, de arran cráticas, se había manifestado en la recomposición política
que, de iniciación, es posible hacerlo, pero no de nuevas tutelada por Estados Unidos en la segunda posguerra y ha
formas de hacer la misma política burguesa, sino de otras for bría avanzado tranquilamente hasta su precipitación a partir
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de 1989 Y la implosión del "socialismo real", si el movimiento Respuestas a preguntas del público
juvenil de los años sesenta no hubiera roto esa tranquilidad y
hecho evidente el carácter oligárquico y represivo (totalitario) -Lo que movía a los estudiantes mexicanos era diferente a
de la política "occidental". aquello que movía a los estudiantes europeos. Los estudiantes
En efecto, los lineamientos democráticos trazados por la europeos tenían una actitud de rebelión contra los padres y
Revolución Francesa de 1789 se han desdibujado casi por com contra el destino que los padres les habían asignado. Era fun
pleto. Los márgenes de decisión democrática de los Estados se damentalmente un movimiento de impugnación acotado en
han restringido hasta incluir ya sólo asuntos de poca monta sus consecuencias políticas, y_ell esa mec;iida "simbólico", lúdi
en comparación con el asunto de la situación revolucionaria co, en contra de un tipo de sociedad burguesa que estaba en
o del "estado de excepción", que debía ser su contenido prin caminando a losjóvenes a traicionarse a sí mismos. En México
cipal, y en lugar de ella, el capital, mediante las "fuerzas vivas" en cambio hay un trasfondo político inmediato que no per
o "beligerantes" de la sociedad civil, es decir, los burgueses mite ese momento lúdico del 68 europeo. Aquí hay también,
más poderosos, impone su "voluntad" sobre la sociedad sin sin duda, un momento lúdico y hay la impugnación de los pa
necesidad de consultar con ella ni discutir en ella otros temas dres como funcionarios privados de la represión social, pero
que no sean los de la mejor "implementación" de esa "volun el problema se convertía inmediatamente en algo mucho más
tad". Como se ha visto de manera creciente en los últimos de serio. En México lo que percibían los jóvenes era la gran men
cenios, la fuerza de las ideas es nula en el escenario de la tira de un Estado que durante muchos decenios había ejercido
política. Los políticos ya no necesitan ideas, no requieren de úna especie de totalitarismo, si se quiere atenuado, pero tota
un discurso político. Los políticos simple y llanamente nego litarismo en fin, que insistía sin embargo en presentarse a sí mis
cian. Hoy en día el modo de hacer política está muy por atrás mo como una democracia. Esta hipocresía era insoportable
de aquel que se inauguró en la Revolución Francesa. El 68 fue para los jóvenes, por lo que plantearon un desafio al gobier
el último momento en que el discurso político brilló como en no: que reconociera que pertenecía a un Estado totalitario,
tonces, que dijo lo que había de decirse. La palabra política se fundado en la represión violenta de los oprimidos desconten
pronunció por última vez en el 68. Después, sustituida por el tos, o que diera muestras de que era verdad aquello en lo que
verbo-imagen de los espots lanzados desde los mass media, que tanto insistía cuando se presentaba como una democracia.
interpretan más eficientemente la "voluntad" del capital, la Ahora bien, este proceso se alimenta no sólo del dilema que
política siguió sin tratar nada decisivo y pasó a ser un juego de se les planteaba a los jóvenes europeos en la experiencia vital
negociación de intereses particulares. En la política actual de cada uno, la de integrarse o no en la recomposición del Es
aquello que tanto brilló en el 68, el discurso político en cuan tado burgués, sino que aquí se alimenta directamente de una
to tal, sale sobrando. cuestión política tan esencial que incumbía· al co'njunto de la
población y que llevaba a los jóvenes a comprometerse con el
[Intervención en la serie de conferencias sobre el movimiento estudiantil descontento profundo de la ciudad de México. Los estudian
de 1968 organizada por el Centro Cultural Universitario, 11atelolco, a cua tes no podían zafarse de este compromiso: comenzaron a re
renta años del mismo.]
presentar a la sociedad mexicana en su conjunto.
El movimiento estudiantil estaba conectado con la población
de la ciudad por canales profundos, no en términos progra
máticos. No había algo así como un programa político elabo
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rado del que se hubiese apropiado la población mexicana, pero
1
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modernidad, es una posibilidad actual. La enseñanza del 68 es 12. La modernidad y la anti-modernidad
la de que ese "¡no!" de resistencia es posible decirlo incluso
de los mexicanos
allí donde todo implica que no decir "sí" es una locura.
230 231
l
en unas fuerzas productivas y una técnica "encantadas", penneá capas altas de la sociedad civil proponga alguna otra entidad
das de magia, reacias a la explicación cientÍ.fico-matematizado política capaz de contener el desbocamiento absurdo del neo
ra del universo y la sociedad. La afirmación de la modernidad liberalismo"económicorEl mundo reorganizado a la luz de la ra
incluye así una lucha permanente por el "desencantamiento" zón en beneficio de todos los seres humanos, esta meta de la
del mundo. modernidad ilustrada, quienes todavía creen distinguirla en el
Sería relativamente fácil identificar en la situación latinoame futuro, la vislumbran cada vez más lejos y más dillcil de alcanzar.
ricana y particularmente mexicana de nuestros días las fuerzas En segundo lugar, ese mismo cuestionamiento del carácter
económicas, sociales y políticas que promueven esa moderni moderno ihlstradode la mod~midad realmente existente se
dad y las que la rechazan. Evidentemente, la modernidad esta radicaliza en muchos casos y llega a dudar incluso de si la de
ría representada por los promotores del desarrollo económico finición ilustrada de lo que es la modernidad es ella misma
y técnico capitalista y de la institucionalidad política ,montada acerta4a o no. En efecto, se argumenta: ¿no se debe el fraca
en torno a él, mientras que la anti-modernidad lo estaría no so innegable de la modernización del mundo llevada a cabo
tanto por los cultivadores a ultranza de la. identidad católica por la modernidad realmente existente al hecho de que ésta
-guadalupana, en el caso de México-, sino principalmente por es ella misma una anti-modernidad? La modernidad ilústrada,
todos aquellos que impugnan ese desarrollo técnico y econó que sería el ideal de la modernidad realmente existente, re
mico capitalista, sea en nombre de metas utópicas inalcanzables, conoce el primer "obstáculo de la felicidad humana" en la su
como los llamados izquierdistas, o en nombre de soluciones de misión de la humanidad a fuerzas mágicas sobrehumanas que
sesperadas, cripto o cuasi religiosas, como los populistas. "encantan" el mundo mientras consagran la infelicidad, en la
Pero una identificación así de ciara de las fuerzas y los cam confianza ciega que ella tiene en el mito arcaico. Sin embar
pos que son favorables y de los que son reticentes a la moderni go -como lo indican los autores de Dialéctica de la Ilustración-,
dad es demasiado simple para ser atinada; se topa de entrada al hacer este reconocimiento, la modernidad ilustrada deja de
con serias dificultades, sobre las que es conveniente estar ad percatarse de que la principal fuerza sobrehumana que en
vertidos. canta al mundo a su manera no es de orden cosmogónico sino
En primer lugar, muchos datos acerca de los efectos devas que es ella misma moderna: es el dios de la modernidad his
tadores que dicho desarrollo trae consigo sobre la vida social y tóricamente vencedora, el valor de la mercanCÍa capitalista va
sobre su fundamento natural llevan a cuestionar la congruen lorizándose por sí mismo, automáticamente, en medio del
cia o fidelidad de la "modernidad" promovida hoy en día por proceso de reproducción de la riqueza social; deja de advertir
las "fuerzas vivas" de la sociedad civil con aquel proyecto de vi que la razón con la que pretende vencer sobre el mito es ella
da civilizada moderna que formuló la Ilustración en el siglo misma un mito, un dispositivo discursivo para explicar y al mis
XVIII y que la Revolución Francesa pretendió poner en prác mo tiempo engañar.
tica. Ni la libertad ni la igualdad ni mucho menos la fraternidad En tercer lugar, y como consecuencia y a la luz de los cuestio
caracterizan actualmente la vida social en el mundo moderno. El namientos anteriores, ciertos rasgos reconocidos por la sociedad
Estado nacional, aquella entidad pública con la que elliberalis civil contemporánea como característicamente anti-modernos
mo político de la sociedad moderna ilustrada pensó necesario pued~ ser interpretados al contrario, no como tales sino, cu
refrenar los desmanes del liberalismo económico en bien de riosamente, como características pro-modernas, como resisten
la república, se encuentra en la actualidad en proceso de des cias sea frente a una modernidad que debería ser ilustrada, como
mantelamiento, sin que la modernización promovida por las pretende serlo y no lo es, o frente a una modernidad que aun
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siendo de veras ilustrada, precisamente por el hecho de serlo, adjetivo del que pareciera no poder prescindir, el adjetivo de
no alcanza a dar cuenta de todo lo que está en juego en el pro "capitalista". En efecto, por modernidad debe entenderse no
ceso profundo de modernización de la civilización humana. En sólo la esencia del proyecto moderno de reubicación del ser
efecto, si -como afirman sus críticos-lo que hace la moderni humano en la naturaleza y de recomposición radical de sí mis
dad realmente existente no es otra cosa que remplazar al dios mo, sino esa misma esencia, pero bajo el modo en que ella de
arcaico por un dios moderno, a una fuerza mágica por otra, si bió realizarse en la historia concreta, es decir, tal como fue
su discurso no.hace más que sustituir el mito abiertamente fan materializada, encamada o dotada de cuerpo por las fuerzas
tástico de los tiempos arcaicos por otro mito, sólo que cripto económicas y sociales reales.que la reconocieron y la impulsa
fantástico, aparentemente racional y experimental; en otras ron cuando ella apenas se esbozaba como posibilidad. En tanto
palabras, si la modernidad realmente existente traiciona el pro que proyecto histórico real, la modernidad se adjetivó perma
yecto profundo de la modernidad de construir, un cosmos hu nentemente como capitalista porque fue precisamente la bús
mano en el que lo sobrehumano no esté instrumen tal izado queda de la ganancia capitalista en el mercado -la ganancia
como justificación de la injusticia; si esto es así, muchas de las del que compra barato y vende caro-la que llevó a que los capi
actitudes, comportamientos y movimientos sociales que des talistas percibieran en la incipiente "revolución neotécnica"
confían de ella y descreen de la 'conveniencia estratégica de los de la modernidad un medio o instrumento para incrementar
sacrificios exigidos a las formas de vida humana pre-modernas la productividad y alcanzar con ello una ganancia extraordi
o alter-modernas y al sistema ecológico del planeta podrían te naria. La modernidad fue descubierta por el capitalismo, el
ner un sentido y una función indirectamente pro-modernos, que la fomentó, formándola a su imagen y semejanza y crean
afirmativos de la esencia de la modernidad. do con ello un tipo de ser humano desconocido hasta entonces
Advertidos de las dificultades que trae consigo la identifica en la historia. Esta coincidencia histórica casual entre una po
ción de aquello que puede ser moderno y aquello que puede tencialidad -la modernidad- y una vía realista para su reali
ser anti-moderno en México, conviene explorar los dos polos zación -el capitalismo- es la razón de que la modernidad en
de esta oposición o contraposición con un poco más de dete general parezca cQndenada a ser siempre lo que la moderni
nimiento. Es lo que intento a continuación. dad realmente existente ha sido hasta ahora, es decir, una mo
En mi opinión, por modernidad debe entenderse un pro dernidad capitalista.
yecto civilizatorio de muy larga duración que instaura relaciones o En el otro extremo de la contraposición, en el polo de la
radicalmente nuevas entre el mundo humano y la naturaleza anti-modernidad, lo notorio es que se trata de un polo que
y entre el individuo colectivo y el individuo singular, todo es es necesariamente múltiple. Como es comprensible, muchos
to sobre la base de una "revolución neotécnica" de las fuerzas pueden ser los motivos de una actitud adversa al proyecto ci
productivas que se habría iniciado a comienzos del segundo vilizatorio de la modernidad capitalista o realmente existente;
milenio. Un proyecto que, a través de un proceso tortuoso, varias pueden ser las fuentes de la reticencia a la modernización
lleno de contradicciones y conflictos, viene a sustituir, con las de la vida social que sigue en marcha en nuestros tiempos. Po
perspectivas de abundancia y emancipación que él abre, a los drían mencionarse tres, esquemáticamente.
proyectos civilizatorios ancestrales o arcaicos, que se basan en Tan precarios y tan contraproducentes pueden llegar a ser
la escasez de la natlIra1eza y la necesidad de instituciones re en determinadas zonas del cuerpo social -en ciertos estratos
presoras. y en ciertas regiones-- los resultados de la neotécnica manipu
Pero no sólo eso; el término "modernidad" trae consigo un lada por la modernidad capitalista que quienes tienen la expe
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riencia de ellos, quienes los sufren -yen verdad que no son pasada, puede decirse que de ellos los más decisivos histórica
pocos-, no alcanzan a comprender por qué esta nueva técnica mente han sido tres, que se han conformado en torno a tres
debe ser preferible a la técnica mágica que rige tradicional ethos diferentes: el "ethos barroco", el "ethos neoclásico" o "ilus
mente en sus procesos de reproducción de la riqueza social. El trado" y el "ethos romántico". Aceptar el carácter capitalista del
efecto milagroso que resulta del recurso a dioses y fuerzas mundo moderno no equivale, para ellos, a identificarse ple
sobrenaturales sigue siendo para ellos más efectivo y digno de namente, sin distanciamiento alguno, con el impulso del valor
confianza. que el efecto calculable del empleo de la técnica que se autovaloriza, a seguir el modelo ideal de persona fo
moderna. La modernidad viene sólo a trastornar su mundo mentado por ese mundo-,_Por ejemplo, vivir la modernidad es
tradicional, pero no es capaz ni de mejorarlo ni de sustituirlo. tablecida es algo para lo que el ethos barroco prepara al ser
Ésta es la primera fuente, la más radical y general, de la resis humano moderno en abierta contraposición al ethos realista;
tencia e incluso la hostilidad frente, a la modernidad estable según él, vivir en la modernidad-establecida, lejos de suponer
cida. La anti-modernidad de "lo real maravilloso" se actualiza una asunción de la voluntad de autovalorización del valor ca
y fortalece ante la modernidad, aunque hay que precisar que pitalista, puede implicar más bien un soportarla y un sobrevi
10 hace ante una modernidad que se encuentra impedida de vir a la devastación del núcleo social-natural de la vida que esa
manifestarse plenamente, dada la forma capitalista que la res valorización trae consigo. Según el ethos barroco, sobrevivir al
tringe y deforma. capitalismo consiste en una huida o escape hacia una teatrali
El segundo grupo de actitudes contrarias a la modernidad zación de esa devastación del núcleo cualitativo de la vida; una
capitalista es menos radical pero no menos efectivo que el pri puesta en escena capaz de invertir el sentido de esa devasta
mero. Son actitudes que no van dirigidas en contra de ella en ción y de rescatar ese núcleo, si no en la realidad, sí al menos
cuanto tal, sino en contra del tipo de ser humano que ella pro en el plano de lo imaginario. En verdad, la anti-modernidad
mueve en la vida práctica como el ser humano idealmente mo de lo barroco, lo mismo que la anti-modernidad de los otros
derno; un tipo de persona humana que se configura en torno dos ethos mencionados, está dirigida contra el ethos realista y el
a una determinada estrategia de comportamiento, a un "ethos tipo de persona que la modernidad capitalista impone sutil
peculiar", que induce al individuo singular a ser "realista" e in mente como parte esencial de su proyecto civilizatorio.
teriorizar las exigencias de la autovalorización del valor capi La tercera fuente de las actitudes antimodernas de la actua
talista como si fueran exigencias suyas naturales, a definir su lidad proviene de la propuesta de un proyecto' civilizatorio
identidad a partir de un comportamiento de autorrepresión moderno pero no capitalista que comenzó a precisarse y a po
productivista. Sin embargo, la historia de la modernización de nerse en práctica a m·ediados del siglo XIX en el movimiento
Europa fue una historia difícil, que la llevó por un camino comunista de los proletarios u obreros industriales europeos.
de substanciales compromisos con otros proyectos civilizato La sociedad moderna capitalista-o "sociedad burguesa~ como
rios allí existentes, pre-modernos o alter-modernos; llevó a que la llaman Marx y Engels en el Manifiesto comunista de 1848- ha
otros ethos configuran tes, opuestos al impuesto por ella, pro puesto la nueva técnica al servicio del valor capitalista y la va
pusieran otros tipos de personálidad divergentes respecto del lorización de sí mismo que él alcanza mediante el recurso a la
tipo ideal. Sin dejar de ser funcionales al carácter capitalista "esclavitud moderna", es decir, a la expropiación de un plus
de la modernidad, son tipos de persona humana moderna que valor a la masa de los trab~adores asalariados. Al hacerlo, al
provienen de estrategias de comportamiento alternativas a la fomentar de esta manera sesgada, deformante y empobrece
del ethos realista. Para no dejar de mencionarlos aunque sea de dora la actualización y el desarrollo de la nueva técnica, la so
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ciedad moderna se condena a sí misma a no poder jamás ex la que se desarrolla: como resultado de su aparecimiento, el
plorar radicalmente las posibilidades abiertas por la moderni tejido social se rasga en dos partes, la una tradicional y la otra
dad en términos esenciales; se condena a sí misma a ser una moderna, y se da una duplicación de la identidad colectiva. La
pseudo-modernidad. El movimiento comunista es anti-moder parte modernizada se destaca de la parte tradicionalista, antes
no en el sentido de ser contrario a la modernidad estableci de volver sobre ella para someterla; se ubica primero en cier
da, en nombre de las posibilidades inéditas de la modernidad. tos niveles del proceso global de trabajo y en ciertas regiones
La tercera fuente de la anti-modernidad se encuentra así en la del territorio, en las ocupaciones profesionalizadas y en el es
permanencia y la renovación, apenas perceptibles en el esce pacio citadino, antes de avat}zar, para completar su dominio, so
nario de la política contemporánea, de este movimiento radi bre los demás niveles de la vida social y sobre las regiones
cal de impugnación del modo de producción capitalista. aldeanas y campesinas, que suelen ser los lugares más fieles a
Hablar, en nuestros días, de modernidad y anti-modernidad la tradición.
en México y América Latina implica, como se ve, adentrar Cuán traumática puede ser esta duplicación de la identidad
se en un tema lleno de aristas y rincones, de complicaciones de social y este intento de recomponerla en términos modernos
todo orden. Es un tema, por lo demás, que ha sido abordado es algo que pudo comprobarse catastróficamente en la .his
desde hace siglos ya por gran número de autores, muchos de toria alemana. El origen de la llamada revolución nacional
ellos excelentes, como por ejemplo, para mencionar tres de los socialista de 1933 en Alemania se encuentra en gran parte en
más recientes, Octavio paz y nuestros dos interlocutores en es el resentimiento de la Alemania aldeana y campesina, tra
te coloquio, Carlos Monsiváis y Roger Bartra. dicionalista, oprimida y amenazada por el progresismo de la
Se trata del tema conocido como el de "los dos Méxicos" y Alemania re-modernizada recientemente con vocación impe
cuyo tratamiento puede rastrearse hasta el siglo XVII, el pri rial, una Alemania citadina y cosmopolita, capitalista y social
mero en el que la historia de América adquiere una dinámica demócrata, que se aprestaba ya a abarcarlo todo. Sin ese conflicto
propia y deja de ser un simple apéndice de la historia de la Es entre modernidad y antimodernidad la aventura suicida a la
paña peninsular. que convocó Hitler no hubiese tenido los seguidores que tuvo.
¿Cuál es la identidad del mexicano? ¿Es la del criollo o es En México, el proceso de modernización fue tan largo co
pañol aindiado o es la del mestizo o indio españolizado? mo en Alemania, pero más complejo y en esa medida menos
Muchas denominaciones ha tenido la pareja de los dos "her explosivo. ComenZó en los tiempos de la primera pruebfl de
manos enemigos" que cohabitarían en el mismo México; se ha existencia de la modernidad capitalista, junto con la impug
hablado del "México profundo" por debajo del México mo nación abierta del mundo medieval yjunto con la manifestación
derno, el uno campesino, el otro citadino; del México religioso política de la misma en la construcción del primer Estado na
en resistencia al México secular, el uno conservador y guada cional moderno, el Estado imperial español de Isabel la Cató
lupano, el otro liberal y científico, el uno tradicionalista, el lica. Pero después de este shock primero y traumático de
otro progresista; se ,ha hablado, en fin, del "México bronco" modernización, que dio lugar al México barroco y jes\lÍtico
amenazando siempre al México civilizado, el uno "populista", del siglo XVII, pasó por otros más, como el shock del Despotis
el otro "democrático" -como se diría ahora. mo Ilustrado o el de la construcción republicana del siglo XIX,
Es conocido que, 'no sólo en Méxic-o y América Latina sino hasta el shock de modernización del nacionalismo económico
en todas las sociedades del planeta, el proceso de moderniza y el último, el de la globalización neoliberal. Esta larga histo
ción tiene como primer resultado la escisión de la sociedad en ria de la modernidad realmente existente en México ha he
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cho que su efecto sobre la identidad social mexicana no sea mostración práctica de su superioridad, a los otros Méxicos,
solamente duplicador de la identidad sino al menos cuatripli con los que cohabita pero que le obstaculizan la realización
cador de la misma. de sus planes. ,
En efecto, aproximándose con mayor sutileza y diferencia El "México profundo" no sólo es el México minoritario de
ción al tema de la "doble personalidad" de la sociedad mexi los muchos pueblos indígenas que sobreviven en el territorio
cana actual, puede descubrirse que. no se trata solamente de mexicano y que mantienen una tenue relación con la socie
"dos Méxicos" que estén en conflicto entre sí dentro del mis dad civil, sin alcanzar un lugar dentro de ella. Es también el
mo México: el de la modernidad y el de la anti-modernidad, "México 'guadalupano" o profundamente católico que domi
el progresista y el retardatario, sino en verdad de un caso de na todavía en amplios sectores de la sociedad civil. Aparente
"personalidad múltiple", de cuatro Méxicos enfrentados entre mente aislado, el México indígena, con la autosuficiencia de
sí dentro de México: el México de la modernidad y el México su técnica mágica, gravita desde afuera pero con una fuerza
de tres tipos diferentes de anti-modernidad: primero, el "Mé innegable sobre los estratos más bajos de la sociedad civil. Es
xico profundo" o de la antimodemidad civilizatoria; segundo, el un México al que el progreso de la tecnificación capitaI~ta de
México barroco o de la antimodernidad anti-realista, y terce la vida le tiene los días contados: su multiplicidad de lenguas
ro, el México contestatario o de la antimodernidad anticapi y de sistemas de usos y costumbres no es integrable en la ar
~~ta. . quitectura totalizadora y uniformizadora de la modernidad
El México de la modernidad establecida o·modernidad ca capi~ista; Un México que atenta contra la modernidad esta
pi~~ta -que a 10 largo del siglo XX fue convirtiéndose en blecida con su simple presencia, el México guadalupano es el
modernidad capi~~ta "americana"- es aquel país en cuya México de recambio que se revi~iza y alimenta con todos los
construcción se empeña desde hace veinticinco años lasocie momentos y todas las "zonas de fracaso" del México moderno,
dad civil dominada por sus miembros económicamente más que no son propiamente escasas; su confianza en las fuerzas
poderosos y "dinámicos". Es un México post-nacIonalista que sobrenaturales del panteón cr~tiano es uno de los obstáculos
se cree capaz de conquistar un lugar ventajoso en la globali más serios contra los que tiene que combatir esa modernidad.
zadón económica capi~istasi sólo se atiene a las exigencias El México barroco es una entidad de orden. puramente ético
de la política económica neoliberal,abre sus medios de pro que no decanta necesariamente en sistema de usos y cos
ducción a los monopolios transnacionales y limpia y endereza tumbres y que consiste en una peculiar estrategia de compor
el edificio institucional de la república después de los estragos tamiento a la que la población
.
mexicana y deI otras regiones
de la corrupción y los abusos que lo volvieron irreconocible al latinoamericanas ha recurrido y recurre con una frecuencia
terminar los setenta años de un régimen político cuasi mono abrumadora. Una estrategia dirigida a sustituir la entrega sin
partid~ta y cuasi despótico. (Régiinen cuya legitimidad viene cera a la moral exigida por el "espíritu del capitalismo~ con
de que su ins~ación vino a rescatar al país de la ingoberna una teatralización de la misma capaz de invertir imaginaria
bilidad y del "vacío de Estado" en que se encontraba después mente el sentido sacrificial de la actividad productiva, sentido
del levantamiento de las huestes de Villa y Zapata a comien exigido por esa moral, haciendo de él un ~entido gozoso o dis
zos del siglo XX.) Es un México :yeno ya a los usos y costumbres frutativo. Se trata de un México que subyace bajo el México de
tradicionales y populares, y. abierto a la· transformación de los la modernidad establecida, saboteándolo y minándolo siste
~os en el sentido del American way o/lije. Un México segu máticamente, haciendo burla del "real~mo" que lleva a ese
ro de su capacidad de someter por las buenas, es decir, por de México moderno a confundir el éxito cuantitativo del capita
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lismo con una plenirud cualitativa que el capitalismo está im caso cuyo tratamiento teórico es un reto del más alto grado de
pedido de alcanzar. dificultad. El caso del PRI. En él como entidad política que do
Finalmente, el México contestatario o de la antimoderni minó en un largo periodo del siglo XX mexicano podemos
dad anticapitalista es el México compuesto por todos aquellos distinguir la presencia del México de la modernización ca
mexicanos que perciben que no son los defectos de la vida pitalista que pretende afirmarse como Estado en torno a la
moderna los que vuelven invivible la vida, sino esa misma vi voluntad de acumulación de capital de la sociedad civil. Pero
da moderna en el modp en que se lleva a cabo, y que ofrecen advertimos también un correctivo romántico nacionalista, lo
resistencia o se rebelan, sea en lo privado o en lo público, a mismo liberal que guadalupano, a ese primer México que, con
ese modo de vida. Es un México de presencia a veces difusa e tal de modernizarse estaría dispuesto a perder su identidad tra
imperceptible y a ve<;es concentrada y amenazadora. Un Mé dicional. Localizamos además al México barroco, que se resiste
xico que es antimoderno porque la modernidad realmente yjuega hasta el grado de la corrupción con el disciplinamiento
existente es una modernidad capitalista, pero que es pro-mo de la vida exigido por la modernidad. Y reconocemos final
derno porque lo que pretende tendencialmente es liberar a la mente al México revolucionario que proyecta reconstruirse
modernidad del destino capitalista que se ~e ha impuesto has en términos socialistas. Pero de distinguir esta múltiple presen
ta ahora. cia en la entidad política PRI a encontrar el modo en que ella
Como es comprensible, existe la tendencia de cada uno de se articula internamente en las distintas instancias sociales y
estos distintos Méxicos a ubicarse en determinados estratos políticas a lo largo de los muchos y distintos decenios de su vi
del proceso de trabajo y en determinadas regiones del terri da y su sobrevida hay una distancia muy grande. Cubrirla es
torio que le son más favorables. Dicho rápidamente y con un una tarea aún pendiente.
esquematismo y una generalización abusivos: el "México mo Termino aquí mi ponencia en este coloquio y espero que
derno" prefiere ubicarse en el mundo de los negocios y los tanta diferenciación y tanta clasificación como hay en ella no
servicios de comunicación, y en el norte del país; el "México contribuya a oscurecer el tema de la modernidad y la antimo
profundo" en la agriculrura tradicional, yen los estados del dernid~d en México, si~o por el contrario a aclararlo.
sur; el México barroco en las funciones "políticas", burocráti
cas e intelectuales, y en la región central, siendo el México [Ponencia presentada en el coloquio "Modernidad y anti-modernidad en
contestatario el único al que se le puede encontrar en cual México", organizado por el seminario "La modernidad: versiones y dimen
quiera de las actividades y en todo el territorio nacional. siones", Universidad Nacional Autónoma de México, 25 y 26 de agosto de
2008.]
Sin embargo, mucho más interesante que esta tendencia de
los varios Méxicos a dispersarse es la necesidad contraria, más
potente que ella, de reunirse en una misma actividad y en un
mismo lugar. Lo que prevalece en verdad en México es una
convivencia forzada entre los cuatro Méxicos, que los lleva a
interactuar los unos c'on los otros y a entrar en combinacio
nes muy peculiares entre sí. Tratar de distinguirlos, aislarlos
descriptivamente y ponderar las funciones cambiantes que ad
quieren dentro del conjunto se vuelve por ello una tarea ex
tremadamente dificil de realizar. Baste con mencionar un
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I
,1
!
Ensayo y testimonio en Biblioteca Era
f
Jorge Aguilar Mora
La divina pareja. Historia y mito en Octavío paz
Una muerte sencilla, justa, eterna
Carlos Antonio Aguirre Rojas
'¡ Critica del sistema-mundo capitalista. Entrevista a Immanuel
" Wallerstein
Arturo Anguiano
El ocasO interminable. Po/(tica y sociedad en el México de los
cambios rotos
Robert Antelme
La especie humana
Fernando Benítez .
En la tierra mágica del peyote
Les hongos alucinantes .
Les indios de México [5 tomos]
Les indios de México. Antolog(a
Les primeros mexicanos
Les demonios en el convento (Sexo y religión en la Nueva Espafla)
El peso de la nache (Nueva España de la edad de plata a la edad
de fuego)
John Berger
Laforma de un bolsillo
José Joaquín Blanco
Función de medianoche
Un chavo bien helado
Álbum de pesadillas mexicanas
Federico Campbell
Laficción de la memoria. Juan Rulfo ante la crftica (comp.)
Claudia Canales
El poeta, el marqués y el asesino
Luis Cardoza y Aragón ¡
Ojo/voz
Pintura contemporánea de México
Laura Castellanos
Pedro Castro
TIros en el concierto
Impn:sión: Litográfica Ingmmex SAo de C,V.
Wda de Fray Servando
Centeno 162-1. Col. Granjas Esmeralda
Bolívar Echeverría
09810 México, D.F.
La modernidad de lo barroco
25-XI-2010
Vuelta de siglo Héctor Manjarrez
La mirada del ángel. En torno a las Tesis sobre la historia de Walter El camino de los sentimientos
Benjamin (comp.)
El bosque en la ciudad / El cuerpo en el DF
La americanización de la modernidad (comp.)
José Carlos Mariátegui
Modernidad y blanquitud
Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana
Mircea Eliade Eugenia Meyer
Tratado de historia de las religiones John Kenneth Turner. Periodista de México
Javier Garciadiego y Emilio Kourí (compiladores) Carlos Monsiváis
Revolución y exilio en la historia de México. Homenaje a Friedrich Katz Días de guardar
Juan Gelman Amor perdido
Miradas A ustedes les consta. Antolog(a de la crónica en México
Adolfo Gilly Entrada libre. Crónicas de la sociéikzd que se organiza
La revolución interrumpida
Los rituales del caos
Chiapas: la razón ardiente
Nuevo catecismo para indios remisos
El cardenismo: una utopta mexicana
Salvador Novo. Lo marginal en el centro
Historia a contrapelo. Una constelación
"No sin nosotros" Los días del terremoto, 1985-2005
Felipe Ángeles en la Revolución (comp.)
El 68. La tradición de la resistencia
Margo Glantz Augusto Monterroso
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~tistas sin fronteras. Las redes de solidaridad con Chiapas y el
altermundismo
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Insurgentes. Guatemala, la paz arrancada
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Luz espejeante. Octavio Paz ante la cr{tica
James C. Scott
Los dominados y el arte de la resistencia
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La edición sin editores. Las grandes corporaciones y la cultura
El control de la palabra
Guillermo Sheridan !!.-""
,;t.
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Poeta con paisaje. Ensayos sobre la vida de Octavio Paz
José Sotelo Marbán
Oaxaca. Insurgencia civil y terrorismo de Estado 30...,..,
LevTolstói t'< .'