Poner la siguiente hipótesis en discusión: Si un incendio acabara con un edificio ¿qué podría hacerse

con las cenizas?

Hacer la siguiente reflexión: Muchas veces podemos llegar a creer que nuestro interior está en
cenizas y ya no hay nada que hacer con él, pues es imposible que del polvo pueda nacer algo. Sin
embargo, veamos como Dios puede volver lo imposible realidad.

La vara de Aarón es la muestra de cómo con la presencia de Dios una vara que ha sido
cortada y está seca (en cenizas), logra dar fruto. El accionar desde adentro, llenando con
la presencia de Dios hace que el milagro de reverdecer sea evidente en el exterior.
Muchas personas piensan que los cambios externos son fruto de trabajar en lo que se ve, sin embargo,
lo que realmente hace que una vida sea transcendente y fructífera es lo que sucede en el interior, es
el mismo proceso que nos muestra la Biblia en números 17:8

Ezequiel 17:24

Lo que obró en la vara que estaba seca e hizo lo imposible posible, fue el agua de vida que percibió,
la presencia de Dios, la cual hizo que una vara carente de vida reverdeciera. Regularmente, es el agua
el elemento que hace que una vara reverdezca y dé fruto; en nuestro caso, cuando nuestra vida esta
necesitada de una renovación profunda, el agua de vida es el Espíritu de Dios. Solo la presencia de
Dios en nuestro interior puede hacer de la nuestra, una vida nueva.

Isaías 66:14

Para poder avanzar en los procesos de sanidad de Dios y permitir que el quite la sequedad en nuestra
vida llenándonos y fortaleciéndonos, es necesario trabajar en lo más importante que es el corazón,
pues el cambio se da de adentro hacia afuera.

La vara representa nuestro corazón y el testimonio de Dios en nuestra vida. Allí Él escribe su palabra,
que limpia y renueva, de la misma manera como en las 12 varas estaban escritos los nombres de los
12 príncipes, en nuestra vara se escribe su palabra para libertad.

La renovación del corazón necesita agua, que es su palabra limpiándonos día a día y fuego que es la
presencia del Espíritu Santo purificándolo.

Joel 2:22

Nuestro anhelo es ver cómo Dios convierte los desiertos en campos verdes, pero esto también traerá
otras consecuencias en nuestras vidas. El resultado del reverdecer tiene que ser completo, que los
plantíos del Señor que son nuestros corazones florezcan y den fruto, ambas cosas evidentes a los
demás, expresiones externas de lo que Dios está haciendo en nuestro interior.
3.1 De las cenizas a una flor (Echar flores)

Las flores representan el proceso previo del fruto, aunque el mismo florecimiento ya se puede contar
como fruto cuando lo que esperamos recoger son las flores. Las flores, además, representan la gracia
que da Dios en nuestras vidas y que otros pueden notar y así conocer de Dios a través de lo que Él
hace en nosotros.

3.2 Muchos podrán ver el cambio (Arrojar renuevos. Isaías 11:1)

Los renuevos representan no solo mostrar en mi vida el proceso de renovación interna, sino que lo
que vivo afecta además a mi alrededor, es la garantía de que el reverdecer se verá en otros y nunca
cesará.

3.3. Los resultados (Producir almendros. Juan 15:16)

Los almendros están relacionados con el producir el fruto. En términos de renovación, todo parte desde
adentro. El fruto es evidencia de permanencia en Él, Una vida de fruto es una vida que le glorifica. El
fruto es una vida de discipulado, pues los almendros son para alimentar a otros. Se puede reverdecer
y solo producir flores, pero el fruto muestra algo más profundo y una permanencia más cercana.

Muchas veces podemos creer que ya no hay nada que hacer con ciertos aspectos en nuestra vida
pues hemos sido lastimados, heridos o nos hemos endurecido y parece que alrededor solo hay cenizas
de lo que fuimos, pero la biblia dice que al percibir el agua podremos ser renovados.

La renovación no es cuestión de una ocasión particular que se deja atrás, debe ser permanente, diaria
y constante en nosotros; de esta manera de lo que creemos está seco y sin frutos Dios sacará flores,
renuevos y almendros y muchos otros serán impactados con este milagro.

Pedirles a los jóvenes que piensen en algo respecto a sus vidas que lleva muchos años
igual y quisieran que fuera diferente (Relación con sus padres, malas notas, imagen
inadecuada de sí mismos, etc.)

Ahora pedirles que escriban 3 acciones que van a empezar a hacer para recibir el agua de Dios y
poder ser renovados. (Hacer devocional, asistir a las citas, inscribirse en cf etc.)

Orar con la canción “Espíritu santo” de Josué del Cid

La siguiente semana escoge 1 hábito de los que escribiste y haz un plan para implementarlo
durante esos 7 días, al terminar la semana, toma otro de los hábitos para hacer lo mismo
y así al terminar el mes habrás hecho un plan y tomado decisiones para desarrollar esos
tres hábitos que te permitirán transcender.
 1. A la entrada del distrito se le va a pedir a los jóvenes que pongan sus celulares en una
caja en silencio; el cual se le entregará al final de la reunión.
2. Cada Joven deberá escoger dentro del salón a la persona con la que menos tenga
conexión, o comparta, o conozca; se les dará 10 Minutos para que comparta con esas personas
y se conozcan un poco.

Se proyecta el siguiente video y se les pide a los jóvenes que reflexionen en que situación actual
de sus vidas están experimentando algo similar.
https://www.youtube.com/watch?v=P81JH6_YUzs

Como jóvenes debemos entender que la conexión que sana nuestras heridas es la
presencia misma de Dios; en este siglo estamos invadidos de tecnología y aunque es una
herramienta maravillosa que nos lleva a estar conectados con el mundo exterior; la mayoría
de las veces nos desconecta de nuestro mundo interior; una muestra de lo anterior es que hoy en día
la sociedad experimenta más vacíos y soledad a pesar de que se cuenta con más herramientas de
comunicación.

En nuestra agenda tenemos diferentes actividades donde Dios casi no encuentra espacio, y si lo
tiene es poca la prioridad que le damos. La palabra de Dios utiliza el término desarraigado cuando
se deja de estar cimentado al fundamento, es como arrancar una planta desde su raíz, pierde la
posibilidad de sostenerse y tomar nutrientes de la tierra y prontamente perece, a eso le llamaremos,
una persona sin conexión la cual nunca vuelve a dar renuevos que provengan de la raíz que es
Cristo. Veamos algunos aspectos que experimentamos cuando estamos desconectados
1.1 Se desconecta nuestro corazón: Prov. 4:23
Cuando no cuidamos nuestro corazón; de lo que vemos, oímos, sentimos, decimos; con el paso
del tiempo se endurece como una piedra, se vuelve impenetrable y terminamos apartados de
nuestra fuente de vida que es Jesús.
Hay dureza en mi corazón cuando cuesta buscar a Dios, cuesta agradecerle, cuesta buscar su
consejo. Por eso Proverbios habla de bienaventurado el que siempre “teme” pero no se refiere a
vivir con miedo, sino a estar atento, sensible a su necesidad, priorizando su relación con Dios
porque él es su fuente, su roca y refugio.
 1.2 Me creo que tengo carga completa: Proverbios 16:18
Pierdo todo sentido de humildad, y se ensoberbece mi corazón. una persona soberbia es aquella
que se obstina en hacer lo que no le conviene; se vuelve sabio en su propia opinión y no se deja
ceñir.
La soberbia no solo afecta mi vida termina afectando mi entorno y área de impacto en la sociedad.
Termina desarraigando mi vida de Dios (estar desconectado de Él) me impide dejarme enseñar.
1.3 Me vuelvo autosuficiente: Romanos 12:3
Termino rechazando el líder pastoral que Dios me ha dado; y no dejo que Dios cuide mi vida a
través de las personas que él ha dispuesto para esto.
Apacentarnos a nosotros mismos es vivir de nuestra opinión, no reconocer la autoridad ni dejarnos
enseñar. No aceptamos que otro nos guie, corrija y moldee, es creer que ya somos perfectos tal y
como somos.

1 Corintios 3:11
Así como la raíz de un árbol es la que recibe todos los nutrientes; para darle vida al árbol; así mismo
Cristo es el fundamento en el que debe estar cimentada mi vida.
Por esta razón debemos quitar la maleza, y desarraigar aquellas cosas que nos están impidiendo
que los nutrientes de la raíz (Cristo); invada todo nuestro ser:

Nosotros nacimos en una generación donde la tecnología está a la vanguardia; por esta misma razón
diariamente debemos tomar la decisión de desconectarnos del mundo para conectarnos con Dios.
Dios quiere darle un verdadero sentido a nuestra vida; y en su conocimiento diario quiere que
experimentemos una vida de victoria, que nos permita ser una generación que trasciende y que se da
la oportunidad de llegar a lugares inimaginables con el Señor.

Se les va a pedir a 3 voluntarios que cuenten su experiencia de haber estado desconectados por 2
horas; y haberse conectado con su nuevo compañero de célula.

Se llevará a los jóvenes que en la oración reconozcan su necesidad de acercarse a Dios y

disfrutar de su presencia; y se termina con la canción “Todo empezó Funky”

Durante la semana se les va a pedir a los jóvenes que se desconecten del celular media hora al
día y se conecten con Dios; meditando en el devocional que hicieron en la mañana y aplicándolo
a su vida.
Durante la semana escogerá a 3 miembros de su familia; o amigos con los cuales sienta que es
necesario desconectarse de redes sociales y conectarse con ellos: vayan a comer un helado; hablen de cosas
importantes para el otro; cuéntense anécdotas. La próxima reunión contaremos la experiencia.
 Se proyecta y lee la siguiente narración: “En el centro de un bonito pueblo existía una enorme roca que
nadie había sido capaz de destruir. Cierto día el alcalde decidió que ya era hora de deshacerse de
la piedra. Varios ingenieros propusieron sus ideas. Alguien propuso construir un sistema especial de
grúas que arrastraran la piedra, lo que costaría 50.000 euros. Otra persona propuso trocearla
primero con explosiones controladas de baja potencia lo que reduciría el costo a 40.000 euros” León Tolstoy.
Luego se les pide a los asistentes a la reunión que proponga cada uno una solución que sea viable y que cueste
mucho menos que las ya propuestas en la narración. Se les da cinco minutos para que piensen en las diferentes
soluciones y luego se socializa cada propuesta. Por último, se comparte la propuesta de Tolstoy: “Cavar un hoyo,
sacar la arena y enterrar la roca”. El líder puede concluir haciendo una corta reflexión sobre la importancia de
romper los esquemas a la hora de tomar decisiones.

El águila imperial nos da un gran ejemplo de lo que significa tomar la decisión de cambiar o
extinguirnos, en la siguiente historia veremos lo que nos puede enseñar.
Se debe imprimir o escribir en 7 hojas (sin la numeración) las frases que están relacionadas a
continuación, luego se le entrega al grupo las 7 hojas en desorden y se les da un minuto para que ordenen la
historia de forma correcta. Al final se le pide a uno de ellos que lea toda la narración de corrido y se puede
pedir un par de reflexiones de los demás asistentes al ministerio.
1. La increíble historia del águila real nos dice que esta ave llega a vivir hasta 70 años
2. Sin embargo, al llegar a los 40 sus plumas comienzan a ser tan pesadas que se le complica volar, su pico
es tan encorvado que se lastiman y sus uñas son tan largas que ya no puede sujetar a sus presas.
3. Es justo en ese momento en el que deben tomar una difícil decisión: pasar por un proceso de 150 días de
dolorosa renovación, o morir.
4. Si ésta decide pasar por el proceso doloroso de renovación,
5. tiene que aislarse en lo alto de una montaña y golpear su pico contra las rocas hasta que caiga por
completo,
6. después esperar a que le crezca, arrancar una por una sus uñas y con las nuevas debe quitar todas sus
alas para que le nazcan nuevas
7. Por fin, renovada, el águila puede vivir 30 años más.

Las decisiones son aquellas acciones que nos deben llevar a caminar hacia el
cumplimiento de nuestros objetivos y siempre estamos tomando decisiones, unas más
trascendentales que otras, pero todas esenciales a la hora de cumplir nuestro propósito de
vivir. Hoy tenemos una oportunidad, la de renovar aquellas decisiones que son vitales
(vitales porque son las más importantes) en nuestra vida para no equivocarnos ni tener que
arrepentirnos cuando ya no haya nada más que hacer.
Este día nos encargaremos de comprender cómo renovar las tres decisiones más significativas que
cualquier persona debe tomar y en las que por ninguna razón debiera equivocarse en la elección que
haga.
“Pero tengo contra ti que has abandonado tu primer amor. Así que ponte a pensar en qué has fallado,
y arrepiéntete, y vuelve a actuar como al principio. De lo contrario, vendré a ti y, si no te arrepientes,
quitaré tu candelero de su lugar”. Apocalipsis 2:4-5 RVC
Si hoy estamos acá es porque hemos tomado la mejor decisión de la vida, la de permitir que Cristo
entre a nuestro corazón y nos de la vida con propósito y felicidad que Él ha provisto para nosotros
como sus hijos. Seguramente todos recordamos ese “primer amor” en el que empezamos a caminar
de la mano de Él, y en el que con una fe absoluta creímos en la veracidad de sus planes para nosotros,
pero puede que ese deseo ferviente de caminar con Él haya empezado a menguar y es allí donde
debemos empezar a renovarnos, haciendo que ese amor pase de ser un sentimiento fugaz a una
decisión diaria que nos lleve a buscarlo para disfrutar de su compañía de forma permanente. Volver a
ese primer amor nos debe llevar a hacer nuevamente las buenas obras que hicimos cuando
empezamos a caminar con Él.

“Pero si no les parece bien servirle, escojan hoy a quién quieren servir, si a los dioses que sus padres
adoraron cuando aún estaban al otro lado del río, o a los dioses que sirven los amorreos en esta tierra
donde ahora ustedes viven. Por mi parte, mi casa y yo serviremos al Señor.” Josué 24:15 RVC
Dios nos ha dado dones, talentos y habilidades que podemos aprovechar poniéndolas a su servicio o
que simplemente podemos desperdiciar dejándolas de lado o incluso desconociéndolas. Así que lo
primero que debemos hacer, es identificar aquellos regalos que hemos recibido y que es necesario
poner a funcionar. Una pregunta que puede surgir es ¿qué hacer con estos dones? Y la respuesta la
encontramos en Josué 24:15 que nos enseña que tenemos dos opciones, ponerlos al servicio de Dios
o desaprovecharlos como lo hace la mayoría de personas que por desconocer sus capacidades viven
una vida sin sentido.
Servir a Dios es más fácil de lo que parece, puesto que lo único que necesitamos es disponernos a
ser usados por Él, permitiéndole que se manifieste no en nuestras grandes cualidades sino en nuestras
debilidades que son la oportunidad ideal para que se muestre su poder a través de nosotros.
Necesitamos entonces renovar el corazón y la mente, quitando los esquemas que existan en nuestro
interior y que nos estén impidiendo cumplir el propósito con el cual fuimos formados: servir a Dios con
nuestra vida para ganar, edificar y enviar a otros.

Aunque somos jóvenes y seguramente nos faltan algunos años para pensar en esta importante
decisión, es muy importante renovar nuestra manera de pensar con respecto al matrimonio y a la
familia. Lastimosamente el panorama actual de la familia no es el más alentador, puesto que cada vez
se le da menos importancia y por esto encontramos el reflejo de esta en una sociedad en crisis y
resquebrajada. El matrimonio no es un compromiso, ni un formalismo, es la tercera decisión más
importante de nuestra vida y no podemos tomarla a la ligera porque si lo hacemos de esta manera,
terminaremos dándonos cuenta que fue la decisión equivocada.
Construir una familia puede convertirse en una experiencia única si elegimos de manera correcta la
persona con la que lo vamos a hacer, pero ¿cómo saber quién es el indicado o indicada?
 - Renovando mi búsqueda de Dios: Salmo 37:3-5 Es claro que lo mejor es permitir que sea
Dios quien escoja (puestos que sus planes para mí son perfectos), teniendo claro que él tiene
lo mejor para mí, incluso mejor de lo que yo quiero.
- Renovando los esquemas mentales: Romanos 12:2 Puede ser que tengamos una visión
errada del matrimonio y esto nos puede llevar a no reconocer el plan de Dios para nuestra área
emocional; por esto es necesario renovar la mente de aquellos esquemas que se pudieron
generar en nuestra vida, por la propia experiencia que hayamos vivido en nuestra familia o por
la concepción que tenemos de familia por lo que hemos visto y oído.
- Renovando nuestra vida para que sanen las heridas del pasado: 2 Corintios 5:17 Puede
que a nuestra edad ya hayamos tenido que experimentar situaciones dolorosas en el área
emocional, fruto de malas decisiones que hemos tomado tratando de llenar los vacíos de
nuestro corazón; por esto es necesario permitir que la teoterapia actúe en nuestro interior y
renueve también nuestro corazón.
- Renovando el concepto de amor: 1 Corintios 13:4-8 El verdadero amor es el amor ágape
(incondicional) que Dios nos brinda y para poder amar realmente a alguien, es necesario
experimentar esta clase de amor que no se limita a lo sentimental, sino que se convierte en una
decisión tan fuerte que nada ni nadie la puede cambiar, sino que se renueva a diario y se
fortalece con el paso del tiempo.

Si no estamos dispuestos a ser renovados nos vamos a extinguir y nuestra vida va a perder su sentido.
Renovarnos implica permitir que Dios quite (pode) de nuestra vida todas aquellas cosas que me
impiden crecer y dar fruto y esto se da en el marco de una búsqueda permanente de Dios. Recordemos
entonces que:
- Si renuevo la mente, se renueva mi actitud
- Si renuevo el corazón, se renueva mi actuar
- Si renuevo la voluntad, se renuevan mis acciones

Se sugiere poner música instrumental y luego entregar 3 corazones de papel a cada asistente y
pedirles que en el primero escriban la decisión que van a tomar hoy para renovar y fortalecer su
relación con Dios; en el segundo la decisión que van a tomar hoy para renovar su deseo de servirle
a Dios; y en el tercero la decisión que van a tomar hoy para renovar su área emocional y su concepto
de la familia.

Tener un tiempo de oración en el que se lleve a los jóvenes a renovar sus decisiones más importantes y a
comprometerse con las decisiones que acaban de escribir en cada corazón, estableciendo su compromiso
de buscar al Señor de forma permanente, sirviéndole con sus dones y talentos y renovando su mente y su
concepto del matrimonio y la familia.

Pedir a los asistentes a la reunión que durante la semana respalden con un versículo de su
devocional, las decisiones que han tomado y escrito en los corazones y que lo escriban en el
corazón respectivo.
 Se les pide que se hagan en parejas indistintamente, en lo posible que escojan a una persona del
grupo con la que menos se hablen, luego se le vendará los ojos a uno de los compañeros; en el
momento que este ya tenga sus ojos cubiertos, sin que este lo note se cambiarán las parejas, sin
hacer ruido, y se le pide a quien tiene los ojos vendados que vaya describiendo a su compañero
solo tocando su rostro, quien no tiene cubierto los ojos va apuntando en su hoja lo que su compañero le va diciendo
(la idea es que no hable para que no se dé cuenta quien es la persona), puede describir no solo lo físico, sino lo
que percibe de su compañero en ese momento. Luego se vendan los ojos los compañeros contrarios y de nuevo
cuando tengan los ojos cubiertos cambian de lugar los que no los tienen y se hace lo mismo. Se les quita la venda
de los ojos y se les pide que lean lo que cada uno escribió de sí mismo, y en contraste lo que escribió de la
descripción que hizo su compañero, se les dice que saquen las conclusiones pertinentes, es decir puntos que
coincidan o lo que les dijeron los demás, si alguno quiere compartir lo puede hacer. Al final se cierra el ejercicio,
hablando de la importancia de reconocer que todos somos únicos, pero también que de la manera como yo me
vea así mismo me podrán ver los otros.
Luego de la actividad anterior, se le entrega a cada joven un limón, se les indica que examinen
su limón con todo cuidado; para ello, que lo ruede, lo exprima, lo frote, lo inspeccione, etc. Explica
que el limón quizá es tan agrio como el carácter que podamos tener. Luego se les dice que le
pongan un nombre al limón, y que hagan una definición mental de los puntos fuertes de su limón.
Después el líder del grupo recoge todos los limones y los mezcla a la vista de todos. Extiende todos los limones en
una mesa, o el suelo, y pide a todos los asistentes que se acerquen y tomen su limón original.
Se hacen las siguientes preguntas:
¿Cuántos de ustedes están seguros de haber vuelto a tomar su limón original? ¿Cómo lo saben?
¿Qué semejanza hay entre distinguir entre muchos limones y distinguir entre muchas personas? ¿Qué diferencias?
¿Qué hace que sea único cada limón, ¿Los rasgos que caracterizan a una persona puede hacerla única o diferente
de otra? ¿Qué es un rasgo?

Un rasgo se define como la manera de describir alguna característica de una persona, sea
esta física, social, emocional, conductual, lo cual la hace ser única y peculiar, es decir es
aquella acción, facción facial o forma de ser que se vuelve una identificación para cada joven,
lo que lo vuelve diferente e inconfundible, tanto así que por medio de esa cualidad se hace
reconocido por quienes le rodean.

Hay un rasgo característico que los jóvenes deben cultivar diariamente, es algo que los llevará a ser
únicos, inconfundibles pero lo mejor de todo a conquistar lo que se propongan, y este es la libertad,
aquella que solo quienes se sienten hijos, identificados con Cristo pueden alcanzar. El apóstol Pablo
habla de ella como un fruto del sentido de pertenencia y de conocer la verdad, pero también como
aquel requisito que se debe tener para lograr ganar y encontrar la realización generando un impacto
positivo en quienes estén a su alrededor. (Juan 8:32)
El ser hijo hace que se pueda disfrutar de unos beneficios; como jóvenes estamos llamados a vivir
esta condición; negarse a ello es menospreciar el derecho a la libertad y otros tantos beneficios que
trae consigo el sentido de identidad y pertenencia, característico de quienes se sienten y son hijos.

1.1. Ser hijo implica conocer al padre

1.2. Ser hijo es disfrutar la provisión del padre
1.3. Ser hijo es confiar en el padre
1.4. Ser hijo es tener libertad y sentido de pertenencia con el padre

(1 Corintios 9:19)
El joven que ha entendido que es un hijo, puede servir a los demás; se hace evidente en su vida diaria
una actitud de servicio, entiende que este es parte del legado de su Padre y no lucha contra esto, sino
que es feliz y realizado en ello. Sirve porque conoce a su Padre, porque sabe que llevar a cabo el
servicio es hacer las obras del padre, es su herencia.

Esta frase peculiar define al que es hijo, pues se hace visible en su vida el fruto. Él joven que ha
aprendido a vivir en libertad hace de ella su mayor rasgo característico y ha descubierto que de esta
manera puede ganar ganar.

El hijo no pierde el tiempo, ni invierte sus fuerzas en aquello que no lo lleva a cumplir el objetivo y
legado del Padre, sabe que está llamado a una cosa y esta es ser libre para poder con esa libertad
llegar hasta lo último de la tierra.

El ser libre es el todo en el joven de hoy, pues define lo que es; evidencia que es un verdadero hijo e
hija de Dios, le lleva a tener una rara identidad y sentido de pertenencia que lo llevará a ser de aquellos
que no se conforman, que sabe que tiene un legado que engrandecer, que debe trascender y que lo
más importante no es tratar de ser, sino que ya lo es, lo entiende y así lo siente, así lo transmite. Hace
de la libertad su mayor rasgo, lo más representativo, no abusa de ello por el contrario se convierte en
su mayor aliado para la conquista de sus objetivos, pero lo mejor aún para el cumplimiento de los
sueños de su padre; esto es lo que lo hace único, inigualable y ante todo lo que lo lleva a ser diferente
de aquellos que se quedan en el conformismo y siguen siendo esclavos de todo.

Para culminar se les entrega una hoja con una silueta de hombre o mujer sea el caso y se le pide
que ponga lo siguiente:
En su cabeza: a que pensamientos debe renunciar hoy que no le permiten verse y creer que es un
hijo o hija de Dios.
En el corazón: que cosas hoy no le dejan ser libre (conflictos, pasado, heridas etc)
En las manos: Que acciones debe renovar, cambiar o erradicar para ser feliz.
En los pies: Que decisiones ha tomado que no lo dejan disfrutar de ser hijo o hija de Dios.
(Se anexa el modelo)
 Luego de que terminen el ejercicio se les pide en oración tomar la decisión de vivir la libertad y el
privilegio de ser hijos. Se va guiando la oración de acuerdo al tema y cada punto que se ha
desarrollado en la hoja recibida, se ora conforme a cada parte del cuerpo y lo que esta representa
de acuerdo al ejercicio.

Se les invita a que durante la semana puedan compartir a 3 amigos, compañeros de clase o 3
jóvenes de Cristo, pero la idea es que lo haga invitándolos a algo que sus compañeros o amigos
les guste o llevando a cabo un servicio que le favorezca a esa persona, haciendo alusión al “me he
hecho siervo de todos para ganar a mayor número”.
Se deberá realizar la siguiente Dinámica:
https://www.youtube.com/watch?v=yJGUFvkMGK4

La vida es una carrera en la que nos encontramos con muchas personas y también con diversas
dificultades, todo depende de lo que cada dificultad desarrolle o cause en mi: ¿evolución o
estancamiento?

La evolución se define como: Cambio o transformación gradual de algo, como un estado,

una circunstancia, una situación, unas ideas, transformación o movimiento de un lado a
otro. la podemos entender como un cambio de “estado”, de una cosa o de una persona, el
ser humano ha sido diseñado para estar en continua transformación, por eso su vida obedece a un
ciclo que incluye nacer, crecer, reproducirse y morir.
Nuestra vida está configurada para vivir en continuo avance, no somos estáticos, y en cada proceso
el anhelo de Dios es que crezcamos, que nos pulamos y que lleguemos hasta la mejor versión de
nosotros mismos, cumpliendo nuestro ciclo de vida de la mejor manera. Juan 10:10b
Pero en este proceso de avance y crecimiento podemos encontrarnos con diversas dificultades, que
prueban los fundamentos de nuestra vida y que pueden pulirnos y potencializarnos o pueden acabar
nuestro propósito y proyecto de vida. A estas dificultades se le denominan “pruebas”, las pruebas son
circunstancias que nos obligan a evolucionar, Dios permite que pasemos por pruebas y dificultades,
Él prueba la mente, el corazón y nos enseña a limpiarnos y a guardarnos para vivir la renovación,
aquella que se hace desde el interior.
Si entendemos el propósito de la prueba en nuestra vida, también comprenderemos que a esta
precede un estado de abundancia, es decir que antes de vivir la plenitud de la vida en abundancia
debe existir una prueba que nos defina y fortalezca. Así como el diamante que debe ser pasado por
un proceso extenso y doloroso para convertiré en piedra preciosa y cumplir el fin para el cual fue
creado, así somos nosotros, Dios necesita introducirnos en un proceso para pulirnos y que en nuestra
vida se cumpla su propósito.

Proverbios 17:3

Este hace referencia a la prueba que tiene el oro, la cual es de fuego, El fuego limpia, pule, y
brilla. Cuando el oro es pasado por fuego, podemos hablar de tres términos: probar, ensayar y
afinar, todos forman parte del proceso.
Así mismo es nuestra vida, somos probados ensayados y afinados veamos:
 Job 23:10

Dios prueba nuestra mente y nuestro corazón (que es lo que pienso y siento), pues para Él
no hay nada oculto. Hay sentimientos y pensamientos que se asientan en nuestro corazón
que no nos dejan avanzar, que nos detienen y nos convierten en frustrados de la vida, allí
es cuando Dios sabe meter su mano y purifica nuestra vida por medio del fuego, pero lo
hace por amor a nosotros.

Él conoce nuestro camino, conoce también nuestra debilidad y sabe y conoce aun lo que
nosotros No, por eso cada prueba que nos permita pasar debemos pasarla con él y
saldremos siempre como el ORO.

En orfebrería el oro se prueba con la aplicación del ácido Nítrico, si el metal es oro no le
pasará nada, las pruebas entonces determinan de qué tipo de material estamos hechos y
en que proporción. La prueba nos ayuda a identificar en qué medida nuestro material es oro
en cada área de nuestra vida, así que la prueba nos ayuda a identificar la medida para mejor
en oro nuestra vida

Proverbios 25:4

Ensayar en orfebrería tiene que ver con la separación del oro y la plata del plomo que ha
actuado como colector. En el proceso de limpiar las escorias del corazón, como se hace
con los metales, es necesario cambiar muchas condiciones y ser sometido a otro tipo de
metales y sustancias químicas para ser pasado por fuego y poder sacar las impurezas y los
metales que no queremos que se encuentren.

Hay situaciones que ocurren solo par que nos demos cuenta que había cosas que identificar
en el corazón, no se sorprenda si descubre que hay cosas que salen y afloran de su corazón,
cosas que usted no sabía que tenía, lo importante es detectar toda la escoria (lo que daña
mi corazón), porque lo malo no es que salga de su corazón, sino que se quede.

Malaquías 3:3

Se afina para dar la mayor pureza y fidelidad del material de la joya o del material que se
ha contaminado que tiene limaduras o asperezas.

La prueba de fuego se completa no solo pasándola, es necesario ser afinado, porque el

fuego es la condición que permite la maleabilidad necesaria para sacar las escorias y darle
mayor calidad, fidelidad y pureza.

El afinar es como ¡“limar!, “pulir”, en nuestro corazón cuando salimos afinados salimos
fuertes y con más brillo, listos para recibir de parte de Dios la abundancia prometida y para
llevar a otros a que la vivan también.
En el camino de la vida siempre nos encontraremos con pruebas que nos llevan a evolucionar, pero
no basta solo con pasarlas, es necesario para salir mejor, cuidar siempre nuestro corazón para que no
sea contaminado, y que sea Dios quien nos pruebe, nos ensaye y nos afine hasta llegar a ser la piedra
preciosa en la que ÉL mismo nos quiere convertir.
Como dice la biblia no nos turbemos cuando nos hallemos en alguna prueba, porque esta produce en
nosotros lo necesario para ser pulidos Santiago 1: 2.4

Explicar a los jóvenes el proceso de un alfarero, que toma el barro para hacer una obra maestra,
para lo cual debe moldearlo, darle forma, cambiarlo y en ocasiones echarlo a perder.
Leer Jeremías18:1-6 y explicar que los momentos difíciles, o las pruebas nos hacen mejores y nos
moldean para ser la obra de arte que Dios quiere de nosotros.

Orar con la canción “El alfarero” de Evan Craft

En la semana pensar en 2 pruebas que haya pasado en su vida y agradecer a Dios por
moldearnos con ellas.

BIBLIOGRAFÍA
1. Biblia Reina Valera Contemporánea. Edición 2009.
2. El Renuevo. 2017
3. Serie cumplimiento. Bendición. 2011
4. Para tener un vuelo de águila imperial.
5. Teoterapia para solteros. 2002