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El

callejón del sapo.




Escena uno, la escalera al cielo.


Candia: ¿Todo bien allá afuera?
Tomás: Excelente.
Candia: Pasa.
Tomás: Eso de excelente es un decir en medio de todo el desmadre.
Candia: ¿Alguien te vio?
Tomás: Que yo sepa no.
Candia: Como llegaste, cual fue el camino que seguiste.
Tomás: Vengo de volante. Pase por los controles de revisión sin problema.
Candía: ¿Cómo eres capaz?
Tomás: NO tengo nada que ocultar, Soy ciudadano, estoy aquí con derechos. Además
con mi facha a nadie llamo la atención.
Candía: No te ves muy confiable, eso si.
Tomás: Relájate.
Candía: ¿Ves esa luz? Como que ya me habia pasado antes. Todo. El momento, el
respiro, el brillo de las cosas.
Tomás: NO creo.
Candia: ¿Por qué no?
Tomás: Hace por lo menos 50 años, que esto no se veia en México.
Candia: Tienes razón. Me llamo Candia, tu eres, Tomás.
Tomás: Tomás Tomás.
Candia: ¿Cómo?
Tomás: MI nombre es Tomás y mi apeido Tomás. Un mal chiste de mis padres.
Candia: Si da risa un poco, pero no importa. Bienvenido Doble Tomás.
Tomás:¿Y tu amiga?

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Candia: Estoy sola. Pásate. Echate esa montaña en la espalda. NO hay elevador. Con los
cortes de luz, se atrofio y no hay manera de que venga alguién a rreglarlo.
Tomás: No te preocupes estoy acostrumbrado.

Suben.

Candia: ¿Cómo soportas, esa carga en tus espaldas?
Tomás: Tengo espalda fuerte.
Candía: No es un lugar muy amplio, pero es comodo. Espero te guste. Ahora, podrás
descansar.
Tomás: ¿Ahora? NO creo.
Candía: Aunque tiene dos habitaciones pequeñas. Es muy comoda. ¿Seguro que nadie
te siguio? El edificio se ha ido desalojando. Solo quedan la portera y un anciano del
cuarto piso, creo. Son cuartos amplios, con mucha luz. ¿En la estación habia mucha
gente, cuando llegaste? La sala es lo mejor ya lo verás. En la cocina, es amplia, pero la
verdad, ahi con nosotras, no pasa casi nada.
Tomás: Yo soy un experto en abrir latas de atún.
Candia: ¿Cómo puedes hacerlo?
Tomás: NO se, el instinto.
Candía: En la página, no puse todo. Espero no te moleste. Por ejemplo, no tengo
animales de ningún tipo. Pense que si ponia que tenemos animales, la gente se
animaba mas. No se… una idea muy absurda. ¿No has sentido eso? ¿Qué dices algo y
que los demás no entienden pero que para ti parece de lo mas lógico? Pues a mi se me
pasa. Por eso, puse que tenía un perrito. Por lo demás todo, esta limpio.
Tomás: Sera poco tiempo.
Candía: Si, eso el mejor de estos tratos.
Tomás: Recibes a mucha gente. Bueno, como esta la situación allá afuera no creo.
Candía: Bueno, es un lugar comodo, es barato, esta limpio. La gente viene y se va.
Tomás: Oye, espera.
Candia: Yo no te puedo ayudar, soy debilucha de nacimiento.

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Tomás: Solo quiero agradecerte.
Candia: NO es necesario. Todos andamos igual.
Tomás: No, no. Escuchame. Tengo que ser sincero. No muchas personas hacen lo que
ustedes hacen.
Candia: No muchas eso si.
Tomás: Ella esta de acuerdo, me imagino.
Candia: Necesitamos el dinero.
Tomás: Pero esta de acuerdo.
Candia: Ya la conocerás. NO, no te precocupes por favor, todo esta perfecto. Buena
onda. Buen camino.
Tomás: Me iré muy pronto. En cuanto consiga un salvoconducto me ire.
Candía: ¿Cuánto tiempo hace que saliste de tu casa?
Tomás: De mi casa hace años. De la sierra, hace dos meses. Esta muy cabrón.
Candia: Me imagino. Solo faltan dos pisos mas.
Tomás: Aquí cerca tienes todo. Digo, al menos así se ve.
Candía: La gente cree que por aca es peligroso. Pero yo lo siento menos peligroso que
en otros lados. Aquí las batallas no son tan crueles. Pero a mi, nunca me ha pasado
nada. Tuve una amiga alemana, a ella si, hasta la violaron, pero a mi, no me ha pasado
nada, nunca. Ni ahora ni antes. Salgo lo menos que se ocupa. Ahora vienen menos
alumnos. No es tiempo para tomar clases de yoga. Pero no creas, todavía vienen dos o
tres. La gente es asi. En los momentos más dificiles hace las cosas más absurdas, te
digo. ¿Otra vez esta sensación rara? No te fgijes. Sube. Así son las cosas. Hay causas
para todo, y esto que estamos viviendo no fue por la nada. Sin embargo, yo prefiero
entender las cosas a mi manera. ¿Tú cuando te vas? No tienes que decirme. No me he
puesto a investigar, no hasgas esa cara. No tengo tiempo para ello. Prefiero pensar que
a mi no me tocara. Me relajo, y entonces, no pasa. Hay cosas que suceden solo de una
vez por milenios. ¿Sabias?
Tomás: En alguna parte lo he oído, si.
Candía: Es la causualidad sumada a la casualidad cuantica. Es otra lógica.
Tomás: Y ella, como se llama.

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Candía: ¿Quién?
Tomás: Tu amiga. Has estado hablando de ella.
Candía: Ella se llama ADRIA. Tiene nombre de heroína de una novela romantica.
Tomás: ¿Te parece?
Candía: ¿A ti no?
Tomás: No lo se, igual y tienes razón.
Candía: Esta es la puerta. Deja encuentro las llaves. Hace una semana me fui a casa de
mis padres. Ellos ya no estan y a mi me da miedo estar sola. Asi que mejor me regrese.
¿dónde quedaron las llaves, por Dios? Antes yo cocinaba. Preparaba un ceville de poca.
Una reseta inventada por las dos. A veces, me tiro en el sofa. Estiro los pies hasta que
la punta de mis dedos toca, el brazo del sofa. Aquí estan. Ahora entramos. Y me
abandono a emociones desconocidas. Por ejemplo tengo que mirar siempre a los ojos,
de frente. Y espero siempre que los demás hagan lo mismo, pero eso no siempre es
posible, algunos lo sienten invasivo.
Tomás: Claro, yo lo hago también.
Candía: ¿Sabes de que te hablo?
Tomás: Claro.
Candía: Baja tu mochila, en lo que hallo la llave. Que pena. El cuarto está lindo, ya lo
verás.
Tomás: ¿Cómo fue que llegaste aquí?
Candía: Te refieres al departamento.
Tomás: La ventana es fantástica, ¿dices?
Candia: Y el sofá.
Tomás: Hace meses, tal vez años, que no descanso en un sofá.
Candía: Y verás, cuando llegue la tarde, verás, que todo toma sentido.
Tomas: ¿Qué pasa en las tardes?
Candía: ¿No vas a bajar tu mochila? Siempre me he preguntado, que cargan en esas
mochilas ustedes.
Tomás: ¿Ustedes?
Candía: Los que van de mochilazo.
Tomás: Bueno, de todo. A veces tienes que dormir en un punto ciego de tu existencia.

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Escena segunda, en la sala vacia/

Candia: Es distinto. Puedo explicarlo pero no sabria como llamarlo.
Adria: A ver, explicalo.
Candia: Solo mira a tu alrededor. Mira. Anda.
Adria: Ya estoy mirando. Ç
Candia: NO hay nada.
Adria: Yo diría que si.
Candia: ¿Dónde, que?
Adria: Estamos tres aquí, ¿no lo notas?
Candia: Eso es obvio. Pero, ¿sientes el vacío de las cosas?
Adría: Siento más amplio el piso.
Candia: Exacto. ¿Tu también lo sientes?
Adría: Lo sentiria cualquiera que entre aquí. No hay nada, Candia. Nada.
Candia: No es solo eso. Estamos nosotros, claro, pero las cosas ya no.
Adría: Eso lo veo.
Candia: Entonces, cuando no están las cosas. Las que antes si estaban. Algo pasa.
Tomás: Estan las paredes. El aroma de otros tiempos.
Candia: Es un cambio total. Algo tuvo que pasar en uno. Sino lo te pasa es que no
tienes alma.
Adría: Eso si, ya esta muy cañon. ¿No crees tu?
Tomás: …
Candia: Nos roban, nos dejan sin nada, y nada.
Adria: Si, eso si. Pero hay que cambiar eso. Todo depende de lo que hagamos.
Candia: No sientes si perdida. ¿te cae? ¿no sientes nada?
Adria: ¿Y tú como te llamas, a todo esto?
Candia: El es Tomás.
Tomás: Tomás Tomás.
Adría: Hola, Tomás… Tomás.
Candia: No te presente. Perdona. Ella es Adria, de quien te hablaba.
Adría: ¿Hablaban de mi?

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Candia: Nada que ver. Relájate.
Tomás: Si, hablamos de ti.
Candia: Nada que ver. Nada que ver.
Tomás: Yo tambien siento el espacio vacío.
Candia: ¿Verdad que sí?
Adria: Lógico, esta vació, no hay forma de no sentirlo.
Tomás: En la página se veía distinto.
Candia: Porque en las fotos habia cosas. Cosas nuestras. Ahora no estan. A eso es a lo
que me refiero, a esa sensación de entrar a aun lugar donde primero todo esta lleno y
luego, ya no y luego, simplemente no debes sentir la perdida.
Adria: No estoy diciendo eso Candia.
Candia: Asi parece.
Adría: Te apegas mucho a las cosas.
Tomás: ¿Tu no?
Adria: Tal vez. A otras. Mas importantes que unas sillas viejas.
Candia: Relajate.
Adria: Si, me vuelves a decir relajate, te voy a mandar a freir exparragos, ¿ok?
Tomás: Con el hambre que tengo, los esparragos son una nube azul en mi cabeza.
Adría: ¿Sabes cocinar? Nosotras no.
Candia: Justo de eso hablamos.
Tomás: Que habia en el cuarto.
Candia: Todo. Unas “sillas viejas” que eran de mi abuela. Un trinchador de caoba. Dos
jarrones chinos (Comprados en la lagunilla, claro) Y sobre todo. Sobre todo, un sofá.
Adría: Eso si. Un gran sofá.
Candia: Un magnifico, sofá. Algo parecido a un paraíso.
Tomás: Que sugerente. ¿Por qué tanto?
Adria: Por el sol.
Candia: El sofá y el sol, eran uno mismo.
Adría: En las tardes, justo a una hora mortal del sol. Sus rayos pegan aquí al centro de
la habitación, y te arropan. Hacen que nuestros cuerpos, el sofá y el sol, sean uno solo.
Candia: Me dijo: “eres muy apegada a las cosas”

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Adría: Mordacidad de perra rabiosa. NO te oigo.
Candia: Que va a decir nuestro inquilino, Dios.
Adria: Qués estas bien rete loca, Candia.
Candia: Ahora no hay nada. Por eso me siento asi.
Adría: Desapego, amiga. Necesitamos desapego.
Tomás: En la sierra. NO teniamos donde oir música. Entonces cantabamos a capela.
Como en karaoke montañez. Jaja. El bueno, es que de esa manera cualquier gorjeo es
buen tono.
Candia: Buen tono. Se llama la plaza que queda aquí, a nuestras espaldas. Ahí compre,
hace un año, el dije que estaba siempre ahí. Adentro del cajo, del mueble que estaba
precisamente ahí. Ahora ya no hay dije, ya no hay mueble, ya no hay nada.
Adría: Me duele que te duela a ti. Precisamente eso es lo que me pasa. Me duele tu
apego a las cosas.
Candia: Eso ha desparecido, ¿no entiendes?
Adría: Sinceramente no.
Candia: Pues, no entiendes porque no quieres. En esas cosas habia recuerdos. Ese dije,
era de mi bisabuela, de tiempos lejanos.
Tomás: Mira, en mi mochila, cargo este caracol. Tal vez, te puede servir de consuelo.
Adría: Que lindo.
Candia: Dicen que los caracoles guardan el mar.
Adria: El sonido. Lo que guardan es el sonido.
Tomas: Si, eso dicen.
Candia: Se ve muy lindo aquí. En medio de la sala. Solo.
Adria: Relájate.
Candia: Adría… ¿tú no has perdido nunca nada?
Adría: Todos hemos perdido algo siempre.
Candia: Si, pero algo valioso.
Adría: Todos hemos perdido siempre algo valioso.
Candia: ¿Tu Tomas?
Tomas: Si.
Candia: ¿Cómo qué?

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Tomas: Prefiero no decirlo. NO te conozco lo suficiente. Perdón.
Adria: Huy, se va a ofender. No la conoces, ¿eh?
Candia: No me ofendo.
Adría: Si te ofendes. Hipocrita.
Candia: ¿Eso que? No me ofendo. Y no me gusta insisitir para convencer. Me produce
esa angustia que ya conocerás. Noo se como se llama, esa sensación que ocurre en el
alma, cuando uno sabe que dice la verdad y los otros no le creen a una.
Tomás: FRUSTRACION.
Adria: Frustrada. Ya decía yo.
Candia: NO, no me ofendo.
Candia: ¿Cómo pudo pasar?
Adria: No tengo la menor idea.
Candía: ¿Qué vamos hacer?
Tomás: ¿Comprar otro igual?
Ambas: Imposible.
Candia: ¿Pero cuanto tiempo te fuiste?
Adria: Nos fuimos, querida, tu tambien te fuiste.
Candia: Solo quiero explicarme que paso.
Adria: Sabes lo que pienso.
Candia: Nunca lo se, ese es el problema.
Adria: Hay mas cosas en la vida en este momento por lo que vale la pena preocuparse.
Candia: No mames.
Adria: ¿Qué quieres entonces, que me ponga a llorar porque se robaron, dos o tres
sillas destartaladas?
Candia: Y nuestro sillón.
Adria: Puta madre. Siempre tienes que ser asi.
Tomás: Bueno, el sol, seguirá entrando por donde mismo, ¿digo, no?
Adria: Eso es cierto Candia.
Candia: Un tapete Persa, auntentico, dos sillas de anticuario, un estereo de colección
numerados, que era de mi abuelo, y el jarrón que mi abuela conservo por casi 100
años, el único regalo de mi abuela.

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Adría: Tambien se llevaron mi gato.
Candia: ¡No mames!
Adría: Si, tambien. No te lo quería decir.
Candia: Y asi sigues tan tranquila.
Adria: No sigo tranquila, pero no voy a pasarme la vida llorando por una figura de
ceramica y un pinche gato que ni habla ni nada.
Candia: Y un sillón y un sol.
Tomas: El sol ahis sigue.
Adria: Después de que hallamos muerto, el pinche sol, ahí va a seguir.
Candia: ¿Qué vamos a hacer?
Adria: Nada, solo seguir.
Candia: Esto me va a matar.
Adria: Amiga, en verdad te entiendo. Si quieres vamos a la comandancia, les
entregamos lo que nos queda y asi repartimos nuestra pobreza con los policias
tambien.
Candia: IRONIA. Cambia de rumbo. Por eso, te dije mil veces, que no salieras dejando
la puerta abierta.
Adria: No deje la puerta abierta.
Candia: ¿No? Entraron por la ventana. ¿A 6 pisos de altura? ¿Quién vino a despojarno,
Superman?
Adria: Cometi un error. Lo reconozco.
Candia: Un error imperdonable.
Adria: No deje la puerta abierta.
Candia: NO TE ESTOY COBRANDO, que conste.
Adria: Claro que me estas cobrando. Y estoy diciendo que te lo pagare.
Candia: Con que ojos.
Adria: Con estos que tengo.
Candia: ¿Quién desaparecio nuestras cosas, como?
Adria: Me voy meter a la ciudad y voy a gritar como loca, a los cuatro vientos por
nuestras cosas. Más se perdió en la guerra y la gente no llora. Hay muchas otras cosas
por las que uno puede llorar. En los saqueos en las invasiones, la gente se arremolina

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por lo que necesita para vivir, ¿entiendes? Para vivir, para saciar el hambre, para
alimentar un poco el cuerpo, no para llorar por un pinche figurin de ornato.
Candia: Eran mis cosas. Eran mis recuerdos. Cada quien se muere por lo que le
interesa. No todos nos vamos a morir por lo que tu haces.
Tomas: ¿Tú que haces?
Adria: No le hagas caso.
Candia: Tu te mueres por algo inutil.
Adria: No deje la puerta abierta te digo.
Candia: Los recuerdos son mi vida.
Adria_ Eso es una mentira de burguesa.
Candia: ¿Cómo desaparecieron? Díemlo.
Adria: Si le bajas a la histeria te lo puedo decir.
Candia: Escucho, pues.
Adría: No solo deje la puerta abierta. Yo misma les abri, y les ayude a vaciar el cuarto
de recuerdos.

Silencio.

Escena tres, los tres ahí, en donde estaba el sofá, con el sol en la frente.

Candia: Perdón. No los presente. El es Tomás.
Adría: Tomás. Mucho gusto. Bienvenido.
Tomás: Muchas gracias por recibirme en casa.


Escena IV El dia en que te conoci.

Escena en pintando la pared, diferencias politicas
Escena en la cocina preparar un atun coincidencias
Escena en la recamara/ El amor.
Escena en un taxi /de vuelta a casa/ Candia no existe.

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en le sofa/ Ella ya no existe
Escena en la escalera/ Tengo miedo por ti/Nada es para siempre
Escena en un taxi / La próxima vez traeremos tu cadaver. Ellas dos/
Escena ultima /El sol pega al sofá/ El se va también.












Candía:

Planteamiento:

Tres tristes tigres tirados en un sofá.


3 jovenes dos mujeres y un joven compran un sofa.
Es un sofa feo, que huele mal, pero es lo que hay.
El sofa se queda.
Llegaron a esa casa porque no pueden vivir en otro lugar, aunque son unos
desconocidos sin trabajo y sin muchas expectativas.
Una tarde en que el sol de la tarde pega en el sofa que nadie ocupa,
Imaginan que dentro del sofa hay una fortuna. O hay un mapa de un tesoro, o hay un
testamento.

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Se preguntan que harían cada uno en ese caso.
Una piensa en devolver el dinero
Otro piensa que podria pagar su carrera y hacer bien a la humanidad.
La otra guarda silencio.
Afuera hay gran agitación politica, el país cambia, el gobierno cae, la agitación irrumpe
en las mentes de cada uno, deben tomar posición. Y un camino.
Se confrontan posiciones con respecto al sofa, al amor, al dinero, al pais al camino.
Son incompatibles.
Ella y Ella y El, son un volcan que hace erupción.
Una de ellas esta muerta.
Los otros dos, nunca podran estar juntos a pesar del sofa.

El mundo no cambia, y las personas solo nos volvemos extrañas.

En la ventana, el sofa, recibe el rojo atardecer.

Una mujer y hombre viejos comen despacio en el sofa



Desarrollo 1:


El llega a la ciudad, ha localizado una habitación, no es de aquí. Se quedara tal vez, solo
una semana.

Ella, vive ahí, con su amiga, que no la vemos de principio.

El ha viajado, esta de paso. No se quedará.

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Las dos chicas son amigas. No son novias. NO tienen celos una de la otra. Solo son
distintas.

Una quiere cambiar el mundo, hacer politica.

La otra, da clases de yoga, es muy apegada a sus creencias. El mundo cambiara si
cambiamos nosotros.

La casa esta vacía.

Los tres consiguen un sofa. En algúna pagina, cuando buscaba el cuarto, vio que se
vendia un sofa, resulta estar cerca.

El sofa llega a presidir la tarde.

EL departamento enta en la parte alta del edificio y recibe el sol de la tarde.

Afuera se escuchan a tres calles las manifestaciones.

México esta por entrar en una guerra. La situcaión es insostenible, los niveles de
pobreza son insostenibles, el cinismo de los politicos ha hecho inposible la vida en el
país. Los grupos se organizan, en alguna sierra del sur y del norte, se han empezado a
organizar rebeliones, ya se han dado muerte a varios alzados, el gobierno esta
atrincherando sus fuerzas en la capital.

El y ellas se enamoran

Podrian los tres vivir siempre juntos

Unidos

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Todo podria ser muy lindo, sino fuera por un pequeño detalle, una de ellas, esta
muerta.



A: Situación Social: ¿Qué piensas de los desaparecidos?
Son el fiel reflejo de la sociedad en que vivimos. Una sociedad que no puede resolver
sus contradicciones, porque dominada por el capitalismo estas contradicciones son
inherentes. Creas una minoría de privilegiados, estos generan a su vez una mayoría
de explotados. Los cuales de cuando en cuando se acuerdan que tienen derechos y
pelean por ellos. Es el exterminio de los poderosos de quienes les estorban ¿Cómo
solucionan esto? Desapareciendo gente, eliminando a quienes les estorban, a quien
ven como un objeto y no una persona. La cárcel por ejemplo es otra forma de
desaparecer gente. Encerrarlos es también desaparecerlos. La cárcel es el basurero de
un proyecto socio-económico determinado, al cual arrojan todas aquellas personas
que molestan dentro de la sociedad: por eso la cárcel alberga principalmente pobres…

B: Situación Amorosa, personal:

Negarse al amor es desaparecer. Entre nosotros tres uno debe desaparecer.

Desarrollo 2:

A: Situación Social:

-¿Qué piensas de lo que pensamos de los demás?
La gente ha perdido la habilidad de pensarse y sentirse dentro de una sociedad ya no
existe la sociedad, lo que existe es un cumulo de millares de pendejos individualismos,
la gente se aqueja y se adolece por su propia individualidad no por el colectivo. Están
tan acostumbrados a verse como objetos, ven en los demás cosas prescindibles. Si,
cosas. No personas, no seres.

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Desaparecen a tu vecino y bueno... El tiempo los sepulta.

B: Situación colectiva, amorosa de la juventud.
El olvido es instantáneo. El olvido es un cuerpo joven tirado en un sofá, esperando
que el sol pinte de rojo intenso la ventana. Los olvidamos. Somos una sociedad de la
mercancía que nos convierte en mercancía y así nos pensamos. Acostumbrados al
clima en que vivimos, vemos como natural las desapariciones. Tan acostumbrados
estamos a ello que nos parece más importante si se lesionó un futbolista o lo que pasa
en la telenovela que lo que sucede en nuestro entorno. Se le ha lavado el cerebro muy
bien a las masas haciéndolos creer únicos e irrepetibles y por tanto su sentido de
comunidad y homogeneidad se rompió. "yo soy mi propia historia"
"tu eres único” porque sabemos que eres especial" Clichés que se han repetido por
décadas y que han terminado por romper la visión de conjunto. Hoy en día ya no
existen patrias ni ciudadanos, solo corporaciones y consumidores. "no es un auto... es
tu armadura" "no es la ropa... son las miradas que atraes" Eso rompe la habilidad de
pensarse y sentirse en una sociedad y en cambio nos posiciona en un mundo entre
competidores no de vecinos o semejantes. Por lo general, todos creemos que estamos
llenos de vida y alardeamos de nuestros esfuerzos y de su fruto. En realidad, llevamos
a la espalda un saco vacío que llenamos de vez en cuando con migajas de realidad. El
hombre es un mendigo de la existencia.


Nudo:
A: Que posición política tomo.


-¿Qué piensas de lo que realmente está pasando en México, porque la injusticia? Una
sociedad mecanizada como la nuestra tiene que reproducir necesariamente la
injusticia. Está injusticia a su vez genera desigualdad. Esto es inevitable cuando el
capitalismo domina. Y en un país como México donde el capitalismo domina a sus
anchas, la injusticia prevalecerá mientras los desposeídos no se decidan a terminar

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con ella.

B: Que hago con el amor que siento por ti.


Desenlace:


-¿Qué piensas que podemos o debemos cambiar para que tu generación no
desaparezca sin hacer nada?


Debemos estudiar las soluciones posibles. No por encima, sino a fondo. La sociedad
nueva que debemos de realizar necesita que estemos preparados para poder influir en
ella primero, y saber hacia donde vamos después. No podemos pretender una
sociedad nueva sin más, debemos saber como, donde y porque caminos deseamos
cambiarlo todo.
La organización de las personas es básico también.
Podemos estar preparados, saber mucho, pero sin organización nos quedaremos solos
e impotentes de poder cambiar las cosas.







-¿Qué piensas de los medios, las redes sociales?
Queramos o no, los medios están al servicio del poder, y las redes sociales en la
medida en que escapan un poco (no del todo) a ese dominio, son un espacio donde
debemos estar presentes. Difundir por todos los medios, clásicos o nuevos como las

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redes sociales, creo que es de mucha importancia. Usarlas no para perder el tiempo
en chismes, sino como medio de difusión.




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