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Historia de nuestros barrios

Domingo,23 Mayo 2010

elsuralavista.com
Blog Barrios del Sur
Por Rafael Torrech San Inocencio
torrech.rafael@gmail.com

Barrios Cacao Alto y Cacao Bajo, Patillas


http://www.elsuralavista.com/periodico/?p=21037

Demografía

Los barrios Cacao Alto y Cacao Bajo están localizados en región suroeste de Patillas. Ambos
colindan con el Municipio de Arroyo y Cacao Bajo cuenta con un pequeño litoral costero al Mar
Caribe. Ambos barrios colindan con la zona urbana de Patillas.

Con una extensión combinada de 3.56 millas², los dos barrios Cacao ocupan el ocho por ciento
del territorio de Patillas. En conjunto, registraron 2,991 residentes en el Censo del 2000, lo que
representa el quince por ciento de la población de su municipio. Más de una quinta parte de su
territorio (21%) ya es considerada parte de la zona urbana de Patillas.

Cacao Bajo, más al sur, es el más grande de los dos. Con una extensión territorial de 2.45 millas²
o el 5 por ciento del territorio de Patillas, Cacao Bajo ocupa el noveno puesto en tamaño entre
los dieciséis barrios de Patillas. En el 2000, la zona urbana de Patillas había absorbido el siete
por ciento del territorio de Cacao Bajo. Según el Censo del 2000, Cacao bajo contaba con 1,425
residentes, o el 7 por ciento de los 20,152 residentes de Patillas. Después lograr un aumento
poblacional de once por ciento entre el Censo de 1980 y 1990, el barrio perdió una cuarta parte
de su población (25%) entre los censos de 1990 y el 2000, borrando la ganancia previa y
resultando con una población menor (-17%) a la registrada en el Censo de 1980 (1,718). Su
densidad poblacional en el 2000 fue de 583 personas por milla².

Dentro del territorio del Barrio Cacao Bajo, el Censo reconoce a la comunidad de Palmas, con 25
por ciento de su territorio y 16 por ciento de su población. La comunidad de Palmas de Cacao
Bajo es una extensión de su barrio colindante, el Barrio Palmas de Arroyo. Como es muy usual
en Puerto Rico, el crecimiento natural de las comunidades no se detiene en las colindancias entre
municipios. Por tanto, sus topónimos se repiten a los dos lados de los deslindes municipales y
las comunidades absorben parte del territorio del barrio aledaño.

Barrio Cacao Bajo:


Cacao Alto, más al norte, es el barrio de menor extensión pero el más poblado de los dos. Su
tamaño (1.12 millas² o 2.3% del territorio de Patillas) lo hace el tercer barrio más pequeño de
Patillas, después del casco urbano municipal y el Barrio Egozcüe en lo alto de la Sierra de
Pandura. En el Censo del 2000, Cacao Alto reportó una población de 1,566 residentes, o 8 por
ciento de la población del Municipio. A diferencia de Cacao Bajo, Cacao Alto ha registrado una
tendencia contante de aumento poblacional desde el Censo de 1980, con un crecimiento de siete
y dieciséis por ciento, respectivamente, en los censos de 1980 y 1990, para un aumento total de
25 por ciento entre el 1980 y el 2000. En el Censo más reciente (2000), la zona urbana de
Patillas había absorbido el once por ciento del territorio del Barrio y la mitad de su población.
Según ese mismo Censo, el Barrio contaba con una densidad poblacional de 1,398 personas por
milla².

La mayor parte de la población del Barrio Cacao Alto se concentra en su región este, cerca de la
ruta #184 que cruza la Cordillera y conecta a Patillas con el Barrio de Guavate de Cayey y con
el Bosque Nacional homónimo. Por su parte, el Barrio Cacao Bajo cuenta con dos vías
principales, la Carretera Estatal #3 rumbo al pueblo de Patillas, y la ramal del Expreso #53 que
cruza el Río Patillas y crea una vía alterna o “bypass” entre Arroyo y Maunabo. La parte sur de
este barrio está prácticamente despoblada, presumiblemente por ser zona inundable del Río
Patillas y gran parte de su población se concentra en su región norte, en las cercanías de las
carreteras #3 y #184.

Barrio Cacao Alto:


El Río Grande de Patillas cruza ambos barrios en su ruta al Mar Caribe y marca parte de la
colindancia del Barrio Cacao Bajo con el Barrio Pollos de Patillas. La parte noreste del Barrio
Cacao colinda con el Lago de Patillas, un lago artificial creado como parte del cauce del Río
Patillas en 1914 para la producción de energía eléctrica, el control de inundaciones y la pe

sca recreativa. El lago, con una capacidad original de 18.5 millones de metros³ y una extensión
de 25 millas², ayuda a controlar las inundaciones en el litoral costero, ya que en tiempo de
lluvias, la rápida y pronunciada pendiente carga grandes caudales de agua y piedras río abajo. La
desembocadura de la Quebrada Yaurel al Mar Caribe marca la colindancia entre Cacao Bajo y el
Municipio de Arroyo. Otras quebradas menores cruzan el territorio de ambos barrios

La mayor parte del territorio del barrio Cacao Bajo es parte del Llano Costero del Sur, e incluye
la margen oeste del Río Patillas. En su territorio está ubicado el pequeño aeropuerto de Patillas.
Cacao Bajo, por su parte, incluye gran parte de la zona de transición entre el Llano Costanero del
Sur y las elevaciones que caracterizan sus barrios septentrionales. Su mayor elevación es el
Cerro Piedra Gorda (291 m.) en su colindancia norte con el Barrio Jagual.

Según el Censo del 2000, el 47 por ciento de la población del Barrio Cacao Alto y el 65 por
ciento de la Cacao Bajo registraron ingresos por debajo del nivel de pobreza, lo que apunta a una
severa desventaja económica en Cacao Bajo, particularmente cuando en índice para todo Puerto
Rico ese año fue de 42 por ciento. Más del 37 por ciento de la población de 25 años o más de
ambos barrios no contaba con un diploma de escuela superior.
Historia

El territorio del actual municipio de Patillas perteneció a Guayama hasta el año 1811, cuando se
constituyó en poblado aparte. Sin embargo, varios cronistas reportan la existencia de vecinos en
pequeños núcleos poblacionales en su litoral costero desde el Siglo XVII.

Algunos historiadores han señalado que la localización original del vecindario que luego se
conoció como Patillas fue en una región conocida como Cacao Bajo, correspondiente al barrio
del mismo nombre. Su ubicación actual responde a la donación de una parcela de ocho cuerdas
por parte de la vecina Adelaida Cintrón. Por tanto, territorialmente el Barrio Cacao Bajo es el
antecedente del actual pueblo de Patillas.

Para la época de la fundación de Patillas, el cultivo de la caña de azúcar era la actividad agrícola
predominante en el valle de Patillas, y se ha planteado que sus ingresos viabilizaron la fundación
formal del poblado. Sin embargo, aparentemente le precedieron otros cultivos, muy pertinentes a
la toponimia de los dos barrios Cacao.

Según Fray Íñigo y Lasierra del cultivo del cacao en Puerto Rico comenzó entre 1525 y 1530,
como reacción al ocaso de la riqueza aurífera y a las calamidades de invasores y huracanes. Sin
embargo, el canónigo Diego Torres Vargas señaló en 1647 que el cacao se había traído de Tierra
Firme en 1636 y que se comenzó a sembrar a través de toda la Isla con gran entusiasmo para
1646. El canónigo señala que la Isla se había esforzado en la siembra de cacao, y que aunque no
se producía suficiente para el comercio externo, esto se podría lograr en aproximadamente cuatro
años. Otros cronistas identifican litorales, como Sabana Llana en el actual Río Piedras, en donde
inmigrantes de las Islas Canarias cultivaban cacao en el Siglo XVII.

Según Coll y Toste, la predicción de Torres Vargas no se materializó, en gran parte, debido a la
susceptibilidad del cacao a las tormentas y huracanes. Varios historiadores posteriores han
planteado que el cultivo del cacao y el tabaco se promovieron para sustituir al jengibre, una de
las principales cosechas de Puerto Rico durante la primera mitad del Siglo XVII, cuyo cultivo se
prohibió para evitar su contrabando y fomentar la siembra de caña de azúcar. Aparentemente el
tabaco prevaleció sobre el cacao debido a que era más conveniente para el pequeño labrador, al
demandar menos esfuerzo, y no requerir –como el cacao– varios años para dar fruto.

Según el gobernador Diego de Torrecilla (1674) el cacao se vio severamente afectado por una
persistente enfermedad llamada “algorra” que arruinó y secó sus árboles, y que provocó que se
perdieran muchas de sus arboledas a través de la Isla. Sin embargo, Coll y Toste indica que el
jengibre y el cacao —materia prima del chocolate– se continuaron sembrando a menor escala
para producir bebidas estimulantes que fueron eventualmente sustituidas en el Siglo XVIII por la
nueva predilección local por el café.

A pesar de estos infortunios, el cacao se mantuvo latente en las propuestas de desarrollo


económico para la isla durante el Siglo XVIII. En 1765, en su informe al Rey, el Mariscal
Alejandro O´Reilly incluyó al cacao entre los productos de buena calidad que producía la Isla, y
aunque no suplió datos sobre su producción, lo incluyó entre sus recomendaciones para mejorar
la economía. En 1767, Ramón Allende, subdelegado de la Audiencia de Santo Domingo enviado
a Puerto Rico para explorar el establecimiento de un Juzgado de Tierras, propuso una reforma de
tierras para desarrollar las tierras improductivas y entre otras cosas, aumentar la producción de
cacao. En 1775, el Gobernador Miguel de Muesas propuso al cacao como uno de cuatro cultivos
principales más aptos para producción y transporte, y de mayor ganancia potencial para la Isla.
Ese mismo año, Fernando Miyares también destacó al cacao como uno de los cultivos de mayor
interés en la Isla. En 1778, mediante Cédula Real, se autorizó la entrada de labradores
extranjeros católicos a Puerto Rico para aumentar la producción de seis cosechas principales,
entre ellas el cacao.

En su descripción de la Isla de 1782, Fray Íñigo Abbad y Lasierra señaló la existencia de


arboledas de cacao silvestre en el litoral entre Humacao y Guayama, región que corresponde
geográficamente a la actual ubicación de Patillas. Íñigo lamentó que el cultivo estuviera casi
enteramente abandonado en la Isla, aunque la tierra era propicia, y señaló que aún existían varios
residuos de los planteles que hubo en otra época. Para entonces, el cacao se sembraba junto a
filas de matas de plátano, para protegerlo del sol. Íñigo describió arboledas de Cacao en Cabo
Rojo y Toa Alta, y en éste último señaló que éstas “fructificaban pasmosamente… sólo sirven
para acreditar que la tierra es a propósito para él” (árbol de cacao). Sin embargo, en la memoria
descriptiva de la Primera Exposición Pública de la Industria, Agricultura y Bellas Artes de
Puerto Rico (1854) se mencionó que el cultivo del cacao estaba nuevamente en aumento, con
cultivos en Trujillo-bajo (actual barrio de Carolina), Gurabo y Mayagüez. Poco después volvió a
decaer y fue sustituido definitivamente por el tabaco.

Todos estos datos sugieren que los dos barrios Cacao corresponden a antiguas áreas de cultivo de
Cacao; donde probablemente aún quedaban algunos árboles silvestres para inicios del Siglo
XIX. Esta hipótesis, consecuente con la toponimia de los dos barrios, es sustentada por el
cronista Pedro Tomás de Córdova, quien en 1828 señaló a Guayama –municipio del cual Patillas
fue parte hasta 1811– como un antiguo productor de cacao.

En 1828, poco más de tres lustros de fundado, Córdova describió las tierras de Patillas como
muy fértiles y señaló la existencia de cultivos de caña, café y arroz. Para 1827, Patillas contaba
con apenas 4,026 residentes. Con una riqueza de 527,598 pesos, ocupaba el puesto número 27
entre los 56 municipios que existían para entonces. En su detallada estadística, no menciona el
cacao, por lo que parece que para entonces su cultivo había sido abandonado. A Córdova le
debemos la primera enumeración de todos los barrios de Puerto Rico, pero en el caso de Patillas,
aunque menciona que existían doce de ellos, no provee sus nombres. Sin embargo, por la
antigüedad del topónimo, podemos suponer que Cacao fue uno de los barrios fundacionales de
Patillas, aunque no podemos afirmar que para entonces constara de dos barrios. Pero poco más
de dos décadas después, como parte de las descripciones topográficas de los pueblos de la isla,
ordenada por el Gobernador Rafael de Arístegui, se incluye a dos barrios –Cacao Alto y Cacao
Bajo– como parte de los dieciséis barrios de Patillas.

En 1878, como parte de su valiosa crónica estadística de los pueblos del País, Manuel Úbeda y
Delgado reconoce a Cacao-alto y Cacao-bajo como dos de los dieciséis barrios de Patillas.
Señala que en Cacao Alto residían 39 familias y en Cacao Bajo 46. Cacao Bajo y Cacao Alto, en
ese orden, figuran como los dos barrios con menos familias en Patillas. Cada uno contaba con
sólo cinco casas; Cacao Alto con apenas 30 bohíos y Coamo Bajo con sólo 36.
A través del Siglo XIX, ambos barrios se dedicaron al cultivo de la caña de azúcar, actividad
caracterizó a Patillas hasta bien avanzado el Siglo XX. En la parte del Barrio Cacao Alto que
colinda con el Lago de Patillas –uno de los primeros desarrollados en Puerto Rico para
producción hidroeléctrica y control de inundaciones– se construyó en 1910 una zanja de riego
que conducía las aguas del Lago hasta Salinas para beneficiar las siembras de azúcar. Algunos
de sus canales persisten hasta el día de hoy tanto en Cacao Alto como en Cacao Bajo. La
siembra de caña de azúcar también trajo prosperidad al Barrio Cacao Bajo, sede del Ingenio La
Felicia y de grandes extensiones cañeras propiedad de las familias Rivera y Fantauzzi, quién
también estableció allí una industria de licores. Como resultado, a finales del Siglo XIX, Patillas
figuró como el undécimo municipio en Puerto Rico con más superficie dedicada al cultivo de
azúcar.

Un año más tarde, el primer censo (1899) conducido por las autoridades estadounidenses, sólo se
enumeran diez barrios patillenses. Mediante la integración de varios barrios colindantes, se
configuraron barrios con poblaciones equivalentes. Cacao Alto apareció junto a Jagual con
1,018 habitantes; y Cacao Bajo junto a Quebrada Arriba con 928 residentes, reportando la
antepenúltima y penúltima menor población entre todos los barrios enumerados.

Toponimia

Cacao es un topónimo indígena de origen náhuatl (México) y es uno de cuatro topónimos de


barrios puertorriqueños vinculados a lenguas indígenas centroamericanas: Achiote (Naranjito),
Guatemala (San Sebastián) y Mambiche (Humacao). Aparte de alimento –de él se deriva el
chocolate y la cocoa– los aztecas utilizaron el cacao como moneda. En Puerto Rico se llama
también cacao bobo a un árbol espinoso, también conocido como motillo, aguacatillo, cacaíllo,
espejuelo, azufaíto y cascarilla.

Además de en Patillas, Cacao sirve de topónimo de barrios en Carolina, Quebradillas y Orocovis


(Cacaos); denomina un sector en el Barrio Sierra Alta (Yauco); y a quebradas en Aguada,
Aibonito, Juncos y Orocovis. Esta multiplicidad de topónimos e hidrónimos pudiera sugerir
antiguas localidades dedicadas al cultivo del cacao.

Bibliografía Mínima

Buró del Censo de los Estados Unidos (Censo 2000 de población y vivienda) Junta de
Planificación (Mapa de municipios y barrios, #20 – Patillas – 1953) Comisión Estatal de
Elecciones (Elecciones generales 2000: desglose de sectores y centros: Patillas 91, 2000) Íñigo
Abbad y Lasierra (Historia geográfica, civil y natural de la isla de San Juan Bautista de Puerto
Rico, 1979) Cayetano Coll y Toste (Boletín histórico de Puerto Rico, Tomos I, II, IV y VIII,
1914, 1916, 1917 y 1921) Altagracia Ortiz (Eighteen-Century Reforms in the Caribbean, 1983)
Adolfo de Hostos (Tesauro de datos históricos de Puerto Rico, Tomo III y IV, 1995) Ramón
Rivera Bermúdez, (Historia de Coamo, la villa añeja, 1980) Pedro Tomás de Córdova
(Memorias geográficas, históricas, económicas y estadísticas de la Isla de Puerto Rico, Tomos
III y VI, 1832) Manuel Ulpiano Lizardi, (Descripción Topográfica del Pueblo de Patillas,
1853) Manuel Úbeda y Delgado (Isla de Puerto Rico: estudio histórico, geográfico y estadístico
de la misma, 1878) Lidio Cruz Monclova (Historia de Puerto Rico, Siglo XIX, Tomo I y Tomo
III, parte 3, 1964) Office of the Director, Census of Porto Rico (Report on the Census of Porto
Rico, 1899) Luis Hernández Aquino (Diccionario de Voces Indígenas, 1969) María Vaquero y
Amparo Morales (Tesoro lexicográfico del Español de Puerto Rico, 2005) Rafael A. Torrech
San Inocencio (Los barrios de Puerto Rico, 1999; y Orígenes, configuración y toponimia de los
barrios de Puerto Rico, 1994).

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