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BUDISMO

¿QUÉ ES Y SUS CARACTERÍSTICAS?

El budismo es una religión no teísta, es decir no creen en la existencia de un dios


creador y absoluto, pero se diferencia del ateísmo porque creen en el alma y en
la vida después de la muerte.

Es la cuarta religión con más creyentes del mundo, superada sólo por el
cristianismo, el islam y el hinduismo. Se calcula que hay entre 488 y 535 millones
de budistas en el planeta, es decir, aproximadamente el 8% de la población
mundial. Además de una religión, el budismo es una filosofía y un estilo de vida
que promueve determinados preceptos morales; en las religiones asiáticas,
como el hinduismo, el sijismo y el jainismo, se denomina “Dharma” a una serie
de normas de conducta que favorecen el mantenimiento y la estabilidad del
orden social y del cósmico, es un camino de enseñanzas prácticas.

Las prácticas Budistas, tales como la meditación, son un medio para que uno
mismo se transforme, desarrollando las cualidades de consciencia, bondad y
sabiduría. La experiencia desarrollada dentro de la Tradición Budista durante
miles de años creyó un recurso incomparable para aquellos que desean seguir
un sendero del desarrollo espiritual. El sendero Budista lleva a lo que se conoce
como Iluminación o Budiedad.

HISTORIA DEL BUDISMO

El budismo se desarrolló a partir de las enseñanzas difundidas por su fundador


Siddhartha Gautama, alrededor del siglo V A.C. en el noreste de la India. Inició
una rápida expansión hasta llegar a ser la religión predominante en India en el
siglo III a. C. En este siglo, el emperador indio Asoka lo hace religión oficial de
su enorme imperio, mandando embajadas de monjes budistas a todo el mundo
conocido entonces. No será hasta el siglo VII D.C. cuando iniciará su declive en
su tierra de origen, aunque para entonces ya se habrá expandido a muchos
territorios. En el siglo XIII había llegado a su casi completa desaparición de la
India, pero se había propagado con éxito por la mayoría del continente asiático.

SU FUNDADOR: BUDA GAUTAMA

“El Buda no era un Dios ni profeta de Dios, no declaró ser un Ser divino. En el
Budismo no habiendo el concepto de Dios creador se entiende al Buda como un
ser humano que, a través de esfuerzos tremendos, se transformó a sí mismo y
trascendió su humanidad creándose en él un nuevo orden de Ser: Un ser
Iluminado”

Hay certeza histórica y científica sobre la existencia del Buda Gautama,


originalmente llamado Siddhartha Gautama. Se sabe que provenía de la
segunda casta hindú, la kṣatriya, compuesta de guerreros y nobles. No obstante,
algunos estudiosos como Andreu Bareau afirman que no es posible saber con
exactitud si era un príncipe o un noble.
Los relatos sobre la vida de Siddhartha están mezclados con mito, leyenda y
simbolismo, estas historias son vistas como una guía para la vida de sus
seguidores, en la que los diferentes episodios clave constituyen metáforas de los
procesos de crisis y búsqueda espiritual del ser humano. Además de la
recopilación sobre su vida como Siddhartha, existen también relatos sobre sus
vidas previas llamadas jatakas. En estos relatos Buda aparece como un
bodhisattva; alguien que atraviesa obstáculos a través de varias vidas en el
camino hacia el Nirvana.

Los Cuatro Encuentros fueron una de las primeras contemplaciones de


Siddhartha. A pesar de las precauciones de su padre, alcanzó a salir del palacio
en cuatro ocasiones en las que vio por primera vez en su vida a un anciano, a
un enfermo, a un cadáver y por último a un asceta, realidades que desconocía
personalmente.

A los 29 años, después de contemplar los cuatro encuentros, decidió iniciar una
búsqueda personal para investigar el problema del sufrimiento. A esta decisión
se le llama La Gran Renuncia. Se unió al entonces numeroso y heterogéneo
movimiento hindú de los sramanas (‘vagabundos religiosos mendicantes’),
renunciando a todos sus bienes, herencia y a su posición social, para seguir
prácticas religiosas y ascéticas.

Siddhartha se dio cuenta, después de casi morir de hambre a causa de un


estricto ascetismo, que la moderación entre los extremos de la mortificación y la
indulgencia hacia la experiencia sensorial, lograba incrementar sus energías, su
lucidez, y su meditación. Con este hallazgo, que llamó Camino medio, comió
algo y se sentó bajo una higuera Bodhi, una especie sagrada en la India, con la
promesa de no levantarse hasta hallar la solución al sufrimiento y ser un Buda.

Siddhartha atravesó distintas etapas de meditación. En la primera parte de la


noche logró el conocimiento de sus existencias anteriores, durante la segunda
parte de la noche alcanzó el conocimiento de ver seres morir y renacer de
acuerdo con la naturaleza de sus acciones y durante la última parte de la noche
purificó su mente y tuvo un entendimiento directo de las Cuatro Nobles
Verdades.

Como última prueba se presentó Mara (la tendencia a la maldad en seres


samsáricos, a veces interpretado como demonio), quien hizo una serie de
tentaciones. Sin embargo, Siddhartha no cayó en estas tentaciones, con lo que
logró ser libre del aferramiento a las pasiones pero sin represión de estas
(destruyendo las cadenas del samsara).

Al final, conoció que había logrado un estado definitivo de “no-retorno” al que se


llama Nirvana, que significa ‘cese (del sufrimiento)’ pero que no es posible
describir claramente con lenguaje. En ese momento dijo “hecho está lo que debía
hacerse”. Tras alcanzar la iluminación, dedicó su vida a propagar sus
enseñanzas en el norte de la India.
El despertar de Gautama es el punto de partida histórico del budismo, y parte de
la enseñanza de que alcanzar el Nirvana es posible; todos los seres humanos
tienen el potencial de lograr un cese del sufrimiento y comprender la naturaleza
del bodhi.

FUNDAMENTOS BUDISTAS

También llamado el Dharma, los Fundamentos budistas son la base de las


enseñanzas del budismo. Todos los elementos de las enseñanzas filosóficas
fundamentales se caracterizan por estar estrechamente interrelacionados y
contenidos en otros, por lo que para alcanzar su entendimiento se necesita una
visión holística de su conjunto. Además, se suele subrayar el hecho de que todas
las enseñanzas son solo una manera de apuntar, guiar o señalar hacia el
Dharma, pero del cual debe darse cuenta el mismo practicante. El Dharma solo
puede ser experimentado o descubierto de manera directa a través de una
disciplinada investigación y práctica personal.

Las Tres Características de la Existencia (Tri-laksana)

Esta enseñanza describe las características del mundo material, el que podemos
percibir con los sentidos y que confundimos con la realidad, según el budismo:

a) Impermanencia (Anitya): todas las cosas, incluida la vida, cambian,


decaen y resurgen constantemente; nada es permanente, excepto los
seres que alcanzan la liberación (o Nirvana).
b) Insustancialidad (Anatman): las cosas y los seres vivos no tienen una
esencia, por lo que el “yo” y el alma no existen.
c) Sufrimiento o insatisfacción (Duhkha): este término incluye el dolor que
surge de la vida y del transcurso hacia la muerte.

Las Cuatro Nobles Verdades

1. Toda existencia es sufrimiento: El nacer es sufrimiento, la enfermedad


es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, la pena
es sufrimiento, así como la lamentación, el dolor y la desesperación. El
contacto con lo desagradable es sufrimiento, la separación de lo que es
placentero es sufrimiento, el deseo insatisfecho es sufrimiento. En
definitiva, los cinco agregados de la mente y el cuerpo que producen los
deseos (corporiedad, sentimiento, percepción, formaciones mentales
predispuestas y consciencia discriminativa) son sufrimiento.

2. El origen del sufrimiento es el anhelo: El sufrimiento se origina en el


ansia que causan los deseos, los sentidos y el placer sensual, buscando
la satisfacción ahora aquí y después allí, el ansia de llegar a ser, el ansia
de nacer de nuevo y el ansia de ser aniquilado.

3. El sufrimiento puede extinguirse cuando se extingue su causa: El


sufrimiento se extingue con el abandono del ansia de placeres sensuales,
de llegar a ser y de aniquilación, y con la ausencia de pasión, el no
albergar ya más.
4. El noble camino óctuple es el método para extinguir al sufrimiento:
El budismo prescribe un método, o camino, con el que se intenta evitar
los extremos de una búsqueda excesiva de satisfacción por un lado, y de
una mortificación innecesaria por el otro. Este camino comprende la
sabiduría, la conducta ética y el entrenamiento o cultivo de la ‘mente y
corazón por medio de meditación, atención y la plena consciencia del
presente de manera continua.

EL VIAJE INTERIOR DEL NOBLE CAMINO ÓCTUPLE

El noble camino óctuple nos habla de una revelación enunciada por el propio
Buda tras dos meses meditando en soledad. En ella, se explica que la vida va
de la mano del sufrimiento, sin embargo este siempre tiene una causa que puede
tratarse y aliviarse para poder trascender y avanzar en paz. El modo de lograrlo
requiere que pongamos en práctica ocho claves muy concretas.

Las ocho partes del camino a la liberación se agrupan en tres pilares muy
definitorios de la propia práctica budista. Asimismo, y de algún modo, también
se relaciona bastante con muchas de esas perspectivas psicológicas basadas
en el humanismo o los enfoques positivos. Así, esas tres dimensiones que
estructuran el noble camino óctuple son la conducta correcta, la disciplina mental
y la sabiduría.

Buda hablaba de esta práctica en todos sus discursos. La consideraba esencial


en su filosofía, un legado que transmitir a los suyos y a la propia humanidad.
Veamos por tanto en qué consiste ese sendero.

 El entendimiento correcto. Debemos comprender que todo en esta vida


es fugaz y perecedero. Las cosas van y vienen, tienen su curso, su inicio
y su fin.
 Pensamiento correcto. Los pensamientos determinan la calidad de
nuestra vida. Si nos esforzamos en llevarlos siempre por la orilla de la
esperanza, de la liberación, del equilibrio y lo positivo podremos disuadir
al sufrimiento.
 Discurso correcto, palabra recta. En el noble camino óctuple se enfatiza
la necesidad de hacer uso de la verdad, de dirigirnos a los demás sin
engaños. No hay que hablar por hablar o caer en discursos vacíos, llenos
de críticas o desprecios.
 Acción correcta. Actuemos sin dejar a un lado las emociones. La bondad
trae equilibrio, el respeto y la humildad nos regala paz y interna (menos
sufrimiento)
 Medios de vida correctos. Tu profesión, tu comportamiento, tus
acciones más grandes o más pequeñas deben estar orientadas siempre
a hacer el bien.
 Esfuerzo correcto. En este mundo nada se obtiene sin esfuerzo. Solo
cuando invertimos todas nuestras energías y esperanzas en algo nos
sentiremos realizados, completos y afortunados.
 La atención correcta. Debemos controlar la propia mente, entrenarla en
la atención, en esa mirada que elige en lo que fijarse sin perder su objetivo
y su humildad.
 Concentración correcta. El último escalón del noble camino óctuple
hace referencia cómo no, a la meditación. Una mente en calma alivia
preocupaciones y apaga los sufrimientos. Es un modo de liberarnos y de
alcanzar la iluminación.

Antropología que plantea el budismo.

¿De dónde proviene el hombre?

La filosofía budista manifiesta que el surgimiento del hombre no está claro,


porque no contempla un punto de partida de esta sustancia-materia, lo que sí
plantea el budismo es que el hombre se crea a sí mismo, pero como
personalidad, una vez que ya posee espíritu y sus extensiones (cuerpo).

¿Qué es el hombre?

Lo que se considera principal del planteamiento filosófico budista, es la mente,


no así lo que rodea y es extensión del hombre, es decir cuerpo, sentimientos,
percepciones, mente, consciencia, pensamiento, estados mentales, objetos
mentales, actividad mental, puesto que estas particularidades del hombre, están
en constante cambio, son impermanentes y por ello, son dañinas. La mente es
la que eleva al hombre a un pedestal sobrehumano o lo degrada a un nivel
infrahumano; al igual que la electricidad, la mente es una fuerza poderosa, al
mismo tiempo constructivo y destructivo, ya que ésta crea, y la creación produce
cosas que cambian y por ello son dañinas. Por ello, la tendencia budista debe
inclinarse hacia la estabilidad y la permanencia de la mente, alejándose de las
cosas mundanas que provocan daño y desequilibrio.

Como la mente es tan poderosa, capaz de crear el cielo y el infierno, por lo tanto
el hombre es un mundo en sí mismo, ya que es capaz de crear todo lo que es
pensado y poseer esta característica esencial del mundo de las cosas que es el
constante flujo y cambio.

El budismo nos plantea una psicología que está dentro del hombre, pero sin
psique, ya que si consideráramos la mente como algo material, se caería en algo
dañino y por lo tanto no se podría juzgar como algo casi supremo, en
consecuencia la mente es algo inmaterial pero que está sujeto al cambio y es
por esto que se debe entrenar y seguir en camino que en un principio nos enseñó
Siddhartha, esto es lo que los budistas llaman el “Noble Camino Óctuple”.

Por último, el hombre posee cinco realidades o skandhas: el cuerpo material, los
sentimientos, las percepciones, la predisposición ante las cosas o tendencias
kármicas y la conciencia; cada hombre está constituido por la combinación de
éstas cinco realidades, que están sujetas a constantes cambios.
¿Cuál es su devenir?

En cuanto al devenir, el fin del hombre es lo que ha dispuesto su creador y que


tiende a la felicidad, por otro lado se ha dicho que el hombre construye su propio
destino en base a proyectos realizables. En el budismo, al ser la mente la
creadora del entorno, es también así arquitecta del propio destino.

El destino puede ser orientado hacia la destrucción o hacia la felicidad, en caso


de optar por la destrucción, estamos hablando de una vida llena de vicios y de
cosas materiales, es decir de la vida común

La filosofía budista no cree que exista una sola vida en un cuerpo, sino que el
flujo de vida puede transmigrar de un cuerpo a otro, es más, tampoco cree que
la muerte sea la aniquiladora de este flujo de vida permanente, es decir que la
vida presente sería algo así como un episodio o estado de esta eternidad. La
transmigración o reencarnación está determinada por el “karma”, el que es la ley
causa-efecto que regula el devenir del flujo de vida en una nueva sustancia, el
flujo de vida será castigado o premiado según las acciones de su anterior
“corporeidad”, determinando en qué tipo de corporeidad tendrá que seguir su
eterno devenir.

La meta del hombre budista es llegar a un estado de total y completa realización


del potencial espiritual del ser humano este se puede entender como:

Un estado de ver las cosas como realmente son (Sabiduría, Gnosis).


Un estado de 'sensibilidad' infinita con todo lo que existe (Compasión y
Amor).
Un estado de energía incasable e inagotable (Creatividad).

Estos tres aspectos constituyen la parte más importante y determinante del


budismo y son las que se desarrollan por medio de métodos prácticos, que
nombramos anteriormente, lo que tienden a la meta trascendental del budismo,
es decir, la Iluminación o Budeidad.

El hombre budista logra convertirse en un ser auténtico al aceptar su


intrascendencia en este mundo material, acepta su eterno peregrinar por la vida
material, transcurriendo en estas “vidas” de la mejor manera posible,
entendiéndose esto como una entrega de bienestar colectivo, siempre
procurando el bien individual para así llegar al colectivo.

Es tanto el procurar el bien que cuando un hombre budista alcanza el Nirvana,


que es la culminación máxima de su esencia, este no se queda ahí sino que
vuelve para ayudar a los demás para que así también puedan experimentar la
tan ansiada perfección.

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