Professional Documents
Culture Documents
Es la cuarta religión con más creyentes del mundo, superada sólo por el
cristianismo, el islam y el hinduismo. Se calcula que hay entre 488 y 535 millones
de budistas en el planeta, es decir, aproximadamente el 8% de la población
mundial. Además de una religión, el budismo es una filosofía y un estilo de vida
que promueve determinados preceptos morales; en las religiones asiáticas,
como el hinduismo, el sijismo y el jainismo, se denomina “Dharma” a una serie
de normas de conducta que favorecen el mantenimiento y la estabilidad del
orden social y del cósmico, es un camino de enseñanzas prácticas.
Las prácticas Budistas, tales como la meditación, son un medio para que uno
mismo se transforme, desarrollando las cualidades de consciencia, bondad y
sabiduría. La experiencia desarrollada dentro de la Tradición Budista durante
miles de años creyó un recurso incomparable para aquellos que desean seguir
un sendero del desarrollo espiritual. El sendero Budista lleva a lo que se conoce
como Iluminación o Budiedad.
“El Buda no era un Dios ni profeta de Dios, no declaró ser un Ser divino. En el
Budismo no habiendo el concepto de Dios creador se entiende al Buda como un
ser humano que, a través de esfuerzos tremendos, se transformó a sí mismo y
trascendió su humanidad creándose en él un nuevo orden de Ser: Un ser
Iluminado”
A los 29 años, después de contemplar los cuatro encuentros, decidió iniciar una
búsqueda personal para investigar el problema del sufrimiento. A esta decisión
se le llama La Gran Renuncia. Se unió al entonces numeroso y heterogéneo
movimiento hindú de los sramanas (‘vagabundos religiosos mendicantes’),
renunciando a todos sus bienes, herencia y a su posición social, para seguir
prácticas religiosas y ascéticas.
FUNDAMENTOS BUDISTAS
Esta enseñanza describe las características del mundo material, el que podemos
percibir con los sentidos y que confundimos con la realidad, según el budismo:
El noble camino óctuple nos habla de una revelación enunciada por el propio
Buda tras dos meses meditando en soledad. En ella, se explica que la vida va
de la mano del sufrimiento, sin embargo este siempre tiene una causa que puede
tratarse y aliviarse para poder trascender y avanzar en paz. El modo de lograrlo
requiere que pongamos en práctica ocho claves muy concretas.
Las ocho partes del camino a la liberación se agrupan en tres pilares muy
definitorios de la propia práctica budista. Asimismo, y de algún modo, también
se relaciona bastante con muchas de esas perspectivas psicológicas basadas
en el humanismo o los enfoques positivos. Así, esas tres dimensiones que
estructuran el noble camino óctuple son la conducta correcta, la disciplina mental
y la sabiduría.
¿Qué es el hombre?
Como la mente es tan poderosa, capaz de crear el cielo y el infierno, por lo tanto
el hombre es un mundo en sí mismo, ya que es capaz de crear todo lo que es
pensado y poseer esta característica esencial del mundo de las cosas que es el
constante flujo y cambio.
El budismo nos plantea una psicología que está dentro del hombre, pero sin
psique, ya que si consideráramos la mente como algo material, se caería en algo
dañino y por lo tanto no se podría juzgar como algo casi supremo, en
consecuencia la mente es algo inmaterial pero que está sujeto al cambio y es
por esto que se debe entrenar y seguir en camino que en un principio nos enseñó
Siddhartha, esto es lo que los budistas llaman el “Noble Camino Óctuple”.
Por último, el hombre posee cinco realidades o skandhas: el cuerpo material, los
sentimientos, las percepciones, la predisposición ante las cosas o tendencias
kármicas y la conciencia; cada hombre está constituido por la combinación de
éstas cinco realidades, que están sujetas a constantes cambios.
¿Cuál es su devenir?
La filosofía budista no cree que exista una sola vida en un cuerpo, sino que el
flujo de vida puede transmigrar de un cuerpo a otro, es más, tampoco cree que
la muerte sea la aniquiladora de este flujo de vida permanente, es decir que la
vida presente sería algo así como un episodio o estado de esta eternidad. La
transmigración o reencarnación está determinada por el “karma”, el que es la ley
causa-efecto que regula el devenir del flujo de vida en una nueva sustancia, el
flujo de vida será castigado o premiado según las acciones de su anterior
“corporeidad”, determinando en qué tipo de corporeidad tendrá que seguir su
eterno devenir.