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Universidad Fermín Toro

Facultad de ciencias económicas y sociales


Escuela de Comunicación Social

ARTÍCULO DE OPINIÓN

La Jerarquía de las normas, los derechos humanos y la Libertad de Expresión

Felicia Benyamin Camacho Lopez


Prof. Klisbeyda Gonzalez
Ética y Legislación de la Comunicación
2018/04 - SAIA C

Barquisimeto. Diciembre, 2018


La Jerarquía de las normas, los derechos humanos y la Libertad de Expresión
Comunicación Social
Por: Felicia Camacho
En la República Bolivariana de Venezuela, para informar sobre el tema de la jerarquía de la
norma jurídica se requiere distribuir los diferentes instrumentos que las recogen en tres niveles, el
fundamental donde se ubican la Constitución, los tratados y convenios internacionales en materia
de derechos humanos suscritos por el país, siempre que contengan derechos y garantías más
espléndidos que los previstos en la Carta Magna y las reglas que trasladen competencias desde el
poder nacional a Estados y Municipios; por otro lado se ubica el nivel legal también llamado sub
constitucionales, donde se incluyen las leyes orgánicas (Ley Orgánica de Educación, el Código
Penal), las leyes ordinarias (Ley de Ejercicio del Periodismo en Venezuela, la Ley Contra la
Corrupción, la Ley Contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia), y los decretos-
leyes (Surgidos de una Ley Habilitante); y por último el nivel sub legal en el que se incluyen las
ordenanzas, (Ordenanzas de Convivencia Ciudadana), reglamentos (Reglamento de la Ley de
Educación), los decretos (Fijación del Sueldo Mínimo) y las resoluciones que establecen
disposiciones normativas.
En ese sentido, Kelsen, creador de la conocida Pirámide normativa, desarrolló una técnica
jurídica precisa, mediante la cual aspiraba excluir cualquier influencia psicológica, sociológica y
teológica en la arquitectura jurídica, y delimitar el cometido de la ciencia del derecho al estudio
distintivo de las formas preceptivas posibles y los enlaces fundamentales entre ellas. Dicha
pirámide buscó categorizar los distintos tipos de normas situándolas de una manera sencilla de
distinguir, el predominio de una por sobre las otras, como se mencionó al inicio, Constitución,
tratados de Derechos Humanos, ley orgánica, ley especial, decreto ley, entre otras.
En el primer de la pirámide llamado fundamental donde se ubican la Constitución, pero a la
vez se agrega los tratados y convenios internacionales en materia de derechos humanos suscritos
y ratificados por Venezuela, si se toma en cuenta que la Constitución (1999) establece en el
preámbulo el reconocimiento al principio de progresividad en la protección de tales derechos,
conforme al cual el Estado garantizará sin discriminación el respeto, goce y ejercicio
irrenunciable, indivisible e interdependiente de los mismos. Igual, en el artículo 23 de la carta
magna pautan que, “los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos, suscritos y
ratificados por Venezuela, tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la
medida en que contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las establecidas en la
Constitución y en las leyes de la República, y son de aplicación inmediata y directa por los
tribunales y demás órganos del Poder Público.
Ahora bien, tratando de establecer la relación entre la pirámide de Kelsen como derecho
internacional y la defensa de los derechos humanos, la concordancia deviene del carácter
enunciativo de los derechos derivados de la garantía objetiva constitucional, principio que en el
sistema constitucional europeo contemporáneo creó Hans Kelsen pero que en el latinoamericano
se incorpora en cantidad de Constituciones, desde inicios del siglo XIX tal como pasó en la
Constitución venezolana de 1811.
El principio antes citado, involucra que todas las decisiones Estadales que contraríen los
derechos humanos pautados en la Constitución es nula, con lo cual la garantía objetiva deriva del
propio texto, declarando la nulidad de lo que contrario a los derechos. Por ejemplo, en el artículo
25 de la Constitución de 1999, se orienta que "todo acto dictado en ejercicio del Poder Público
que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la Ley es nulo; y los
funcionarios públicos que lo ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y
administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusa órdenes superiores".
Así mismo, los Estados está en la obligación de practicar las responsabilidades asumidas
por medio de tratados válidamente celebrados, pero la manera en que cada Estado ejecuta un
tratado en el entorno nacional es materia no regulada por el derecho Internacional y sujeta al
orden jurídico del Estado, sobre todo constitucional.
Por último, y para reseñar la importancia de la libertad de expresión, opinión y de la prensa
para fortalecer un sistema democrático, debo acudir al contenido de los artículos . 57, 58 y 108 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. El artículo 57 expresa el derecho de
todos de expresar libremente pensamientos, ideas y opiniones de viva voz, por escrito o mediante
cualquier otra forma de expresión y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y
difusión, sin que pueda establecerse censura. Sin dejar a un lado que, quien utiliza este derecho
asume la responsabilidad por lo expresado.
Por su parte, el artículo 58, señala a la comunicación como libre y plural comportando
deberes y responsabilidades de ley; y agrega que todos tienen el derecho a información oportuna,
veraz e imparcial, sin censura, según principios de la Constitución, así como a réplica y
rectificación cuando se afecte por informaciones inexactas o agraviantes. Por último, el artículo
108, señala la contribución a la formación ciudadana de los medios de comunicación social,
públicos y privados, expresando el deber del Estado de garantizar servicios públicos de radio,
televisión y redes de bibliotecas y de informática para permitir acceso a la información.
Del contenido de las disposiciones consideradas es evidente la contribución de los medios
de comunicación al fortalecimiento del sistema democrático, resultando elemental que censurar
ideas contrarias a las de un gobierno no contribuye a la construcción de la democracia, sino que
la reduce. La libertad de expresión se ha convertido según el texto constitucional en derecho
institucional al suponer un cimiento de la democracia, ningún Gobierno o poder debe criminalizar
a los ciudadanos por expresiones que se manifiesten. Es en ese sentido, una garantía de que la
sociedad ejerce contrapeso al poder establecido.
La libertad de expresión, por mucho que a algunos les duela profundamente, consiste en
proteger aquellas manifestaciones que cuestionen incluso el sistema democrático, las que nos
remueven y nos animan a convencer a quien así se expresa de que está equivocado. Si en el
debate faltan quienes nos ofenden y nos perturban, quienes se reprimen so pena de ser multados,
entonces no habrá verdadero debate y no nos haremos visibles ante una sociedad que se halla
necesitada de verdaderas ideas constructivas, para formar un mundo mejor.
Por eso, el enfoque que hay que darle al derecho a la información, elevado a Derecho
Humano por la Constitución, es dar protección a las ideas no complacientes con la narración
imperante o políticamente correcta. Así, censurar las ideas contrarias no contribuye a la
edificación de la democracia que la que tenemos. Hoy se entiende el grave daño cometido por el
gobierno de Venezuela, sobre el ejercicio de libertades públicas, han impuesto un veto bajo la
defensa de la seguridad ciudadana.
Para terminar, los derechos políticos y la libertad de expresión son generosamente
reconocidos en las constituciones de casi todo el mundo y en especial en los tratados
internacionales como, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, entre otros. La libertad de
expresión y los derechos políticos son interdependientes, y las autoridades venezolanas están
obligadas a promover, respetar, proteger y garantizar estosos derechos.

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