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CODIGO: 084850502018
GRUPO 1
INTRODUCCIÓN
Pretender conceptualizar un término tan amplio como “región” representa un trabajo arduo
considerando su complejidad, está determinada por diversas perspectivas que generan
definiciones de todo tipo, por ejemplo, desde un punto de vista político se entiende como:
“los marcos políticos, es decir, las áreas estatales limitadas por sus fronteras, van a
constituir las divisiones dentro de las que va a efectuarse las presentaciones o descripciones
geográficas” (Valentí, 1925), sobre esta definición podemos decir que es austera en cuanto
abarca elementos de un territorio en el cual se delimita la presencia de un estado a partir de
una imagen geográfica, una extensión de territorio encaminado a desarrollar actividades de
un Estado que igualmente está conformado por su población, territorio y soberanía; es en este
punto en que surge un término que podría causar confusión al intentar definir la región, y es
el territorio, el cual, según Claude Raffestin (1986), es: “un estado de la naturaleza que alude
a un trabajo humano que se ejerce sobre una porción de espacio”, por lo cual llego a estimar
que el término territorio, es esencialmente aplicable al término de región, igualmente
tomándolo desde su comprensión política que representa una generalidad conceptual pero
que de igual forma abre paso a muchas otras definiciones que podrían ser incluso más
engorrosas de digerir, por ejemplo, volviendo a Valentí, este evidencia una complejidad
mayor en el concepto de región natural, el cual ha sido determinado por algunos autores
como un conjunto de aspectos fisiográficos o en aspectos netamente físicos y naturales, es en
este punto donde se adiciona ambigüedad al concepto, ya que este busca limitarlo a elementos
que son eminentemente ajenos a la voluntad y actividad humana. Ahora bien, a partir de las
consideraciones anteriores, podríamos hablar de una ambivalencia, entendiéndola como la
posibilidad de coexistencia entre diversas interpretaciones sobre algo, en este caso, sobre el
concepto de región; dicha ambivalencia no puede estar discriminada por una mera dificultad
conceptual, es decir, no se debería cavilar como un obstáculo a la visión que estamos
buscando, ya que esta se justifica por la variedad de elementos que integra y por las
perspectivas en que se aborden, por lo que en este punto es ostensible que el concepto de
región se condiciona al área en la cual se estudia. Siguiendo esta misma línea, para lograr
llegar a un concepto que logre integrar elementos de una región que no sean meramente
físicos es donde se debe incorporar el complemento que, para mi criterio, es el más fructífero
y el que realmente determina una región desde sus cimientos, y es el sentido o elemento
humano, caracterizado por una visión puramente social donde son los modelos de interacción
en sociedad los que realmente nos enfocan en el origen y el valor de la regionalización; en
este caso, la región, según la investigación: Pensar el espacio: región, paisaje, territorio y
lugar en las ciencias sociales por Levi y Velázquez, se puede contextualizar bajo el
pensamiento de algunos filósofos como: “la totalidad ideal de todos los individuos posibles
de una esencia concreta” entendiendo que: “todo objeto empírico concreto se subordina,
con su esencia material, a un género material sumo, a una región de objetos empíricos”,
esto lo podemos interpretar como la necesidad de la persona de buscar su autodeterminación
a través de su movilidad en un espacio, o de buscar un espacio de vida, como lo expresó
Husserl, por lo cual se aprecia que el concepto de región haría referencia a una complejidad
de elementos más allá de los físicos y naturales, condicionado a la actividad humana como
el quehacer de las personas, del control sobre su territorio, dentro de un espacio material.
Como apreciaciones finales podemos decir que a lo largo del texto hemos determinado que,
existe una complejidad dentro del concepto de región por lo que este puede abarcarse de
diversas formas según la materia de estudio por la cual nos estemos inclinando, que
igualmente hay una generalidad dentro de este concepto como un espacio en el cual se
determina la soberanía de un Estado, pero que está condicionado a la movilidad o la
interacción social de la población, es decir, los individuos que representan su necesidad de
un espacio de vida y que dan sentido al mismo por sus actividades humanas.
Por otro lado, en cuanto a la región y la digitalización del espacio, precisamos que existe una
relación entre la geografía y la tecnología a través del análisis espacial, es decir, del estudio
de todos los elementos que hacen parte del espacio y que lo transforman, sabiendo que la
metodología otorgada por la digitalización es mucho más atractiva que los métodos
geográficos tradicionales, pero lo más importante es que permiten la facilitación de la
exploración de nuestro mundo como espacio y como vida.
BIBLIOGRAFÍA:
Liliana López Levi y Blanca Rebeca Ramírez Velázquez: pensar el espacio: región, paisaje,
territorio y lugar en las ciencias sociales -
http://www.posgrado.unam.mx/geografia/admision/espacio.pdf
¿Son las tecnologías de la información geográfica (TIG) parte del núcleo de la geografía? -
file:///D:/Datos/Downloads/2008-1989-1-PB.pdf