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ENSAYO PSICOLOGÍA FORENSE

Ante las manifestaciónes acaecidas en nuestro país por parte de la comunidad Mapuche y
adherentes, como reacción al asesinato del comunero Mapuche xxxx es de total pertinencia un análisis
enmarcardo en la concepción y formas de la violencia en los seres humanos, con su individualidad y
sociabilidad en interacción que dan lugar a tal vivenciar. Amparados en los capítulos revisados en este
curso, la violencia y la agresión en nuestra vida puede y debe ser revisada desde distintos niveles de
análisis y aspectos, en pos de encausarnos a una comprensión más profunda.

Comenzando por el suceso, propiamente tal, de la muerte del comunero mapuche Camilo
Catrillanca, hay que contextualizar, que estamos ante los efectos de la historia que se remonta desde
los cimientos de nuestro país en conflicto con los mapuches, por tanto, prioridad a considerar, es que
nos encontramos con un grupo minoritaria introducido a la fuerza por otra, la “dominante”. Así, si
hablamos de conformidad social vemos posiblemente a tal grupo minoritario dividido (tal como siempre
hace quien quiere dominar; dividir) entre personas que no están de acuerdo con las reglas del grupo
pero que por miedo, la mayor parte del tiempo pueden aceptarlas y hasta adaptarse sin que vean en
ello reflejados sus rasgos más íntimos, y otro de extremistas. En el primer caso, claro, aceptando todo
en tono de relativo pues esta misma división en su grupo que da argumentos para el uso de la fuerza
a la sociedad dominante; en conjunción a la división de tampoco poder ser parte de la sociedad
dominante que no lo permite por racista (y que como gran absurdismo cree que no tiene sangre
mapuche), se genera un círculo vicioso difícil de detener, que posiblemente lleva a que ya ningún
bando realmente se preocupe o sepa bien porque hacen lo que hacen primando el nivel etológico
muchas veces, y una muy miope socialización, terminando en muertes irracionales, pues como vemos
es la división dentro de la división; ¿y que es lo que aceptan ellos? vivir en una democracia, derecho
a protestar, pero sobre todo estar controlados por un grupo de carabineros especializados contra el
terrorismo, la violencia institucionalizada. Todo lo anterior, puede enmarcarse en la teoría del
aprendizaje social de la agresión; violencia y agresión como fenómeno social, (nivel psicosocial)
contextualizado a pautas históricas, culturales, políticas y económicas. Y de como los niños, de ambos
lados, han de aprender de sus modelos, igualmente en conexión a la importancia del contexto para la
violencia; el modelaje familiar y escolar. “Actos violentos enseñan normas violentas”.

Habiendo contextualizado, continuaremos abarcando los niveles de análisis, dimensiones y


contextos, en torno, a las protestas, manifestaciones consecuentes del lamentable hecho; destrucción,
barricadas incendiarias, quema de autobuses, etc. Es lo predecible tras eventos como estos. Y no es
para menos. Es el patrón producto del circulo vicioso, respecto de todo el panorama analizado
anteriormente, siendo el problema base, la falta de una efectiva socialización, consciente y
estratégicamente dirigida, en Chile, (y en el ser humano en general)

La socialización de los adherentes mapuches, dictamina contra quien hay que atacar. Por su puesto,
la cultura de la sociedad dominante no es la suya, y viceversa, por ende, son “rivales”. Y hay plena
aceptación de la violencia para ambos; los mapuches por no conformidad colectiva, y las fuerzas
policiales y los chilenos que se manifiestan en contra de “esos mapuches” porque la violencia esta
justificada en las normas. (para que sea un acto violento debe romper las normas sociales
establecidas) y en el contexto actual, el asesinato pretende también encontrar, tal vez, a la fuerza y
por ende todas las distorsiones de información, justificación en lo mismo. no obstante, tal como actos
fallidos en una especie de consciencia global, (dentro de las policías) arrojan graves daños a la imagen
de las policías; “uno menos” publicaba un oficial segundo.

Dicho sea de paso, e interesante autoreflexión es que poco impacto personal me generó el hecho de
las protestas antes de la oportunidad de este ensayo, y la explicación la encuentro en los mismos
capítulos; sin duda, en cuanto a las dimensiones de la violencia estamos acostumbrados a las
protestas violentas, la tomamos como algo cotidiano, además de estar desensibilizados, lo aceptamos
culturalmente, pues enraizada en juicios valóricos legado de la cultura, y aceptado socialmente pues
es un shock ver la destrucción de bienes públicos y privados, cosas que es esfuerzo de todos..
Interesante es mencionar que el hecho que detonó en la muerte del comunero, para el grupo policial,
tal vez, fue tomado como algo excepcional, considerando su predisposición al terrorismo, atentados,
y catástrofes.

En sí, analizando las conductas de las masas manifestantes, cabe mencionar que tenemos ejemplos
plenos de desinviduación, el individuo se hace anónimo, pierde noción de identidad personal, su
sentido de responsabilidad./sentimiento de culpa y temor al castigo se pierde en las masas. Policías
actuando con violencia al amparo de la norma, y espectadores aceptando, por conformidad colectiva
y refuerzo social la violencia, especialmente cae de lleno, el aspecto de esta referida a las conductas
xenófogas y racistas basados en prejuicios sociales, apoyados por gran parte de la población
consciente o inconscientemente. Esto podría explicar cual es la percepción y cultura dentro de
carabineros, que lleva a un oficial publicar en su red social “uno menos”, en un acto de inhumanización.
En cuanto al nivel cognitivo, vemos que el efecto de la violencia es violencia, en este tira y afloja de
las manifestaciones. Considerando que por todo lo expuesto, ha habido muy poca reflexión
(superficial) respecto de este conflicto histórico. Reduciendose a factor inductor de violencia igual a
violencia, y evidenciado en la predisposición en las políticas al terrorismo sin efectuar en paralelo
empresas que propicien formular respuestas no agresivas.
Completando el aspecto dimensional de la violencia cabe mencionar que para ambas partes, se
presenta normalizado (vs patológico) en el sentido que presentan objetivos concretos, fines
extrínsecos e instrumentales.
En consideración de la perspectiva psicoanalítica en relación a las manifestaciones, la palabra
que primero puede aparecernos en cuanto a las personas involucradas en los desmanes que tienden
a producirse es la de delincuente, ante ello, citar que “ni todos los delincuentes padecen un trastorno
de la personalidad, ni todos lo sujetos con trastorno de la personalidad, es delincuente. Luego, es
interesante analizar, pudiendo ser la figura materializada del super yo, la policía, a partir de la
conclusión de M.Klein en el contexto del “criminal”, análogo a los manifestantes que sin compasión
aparente utilizan armas, como bombas molotov; supongamos que estamos ante perversos, y que
según Klein, no carecerían de un super yo, y que sería más severo que el neurótico, diferenciados en
que el perverso no presenta culpa aparente en efectuar su deseo perverso. Quizás la mención más
pertinente en el tema referido, es la culpa. ¿Cómo estas personas que generan disturbios y pueden
llegar hasta atentar con armas manejan la culpa? Sabemos que ambos lados, tienen justificación para
sus actos, no obstante, el matar parece ser siempre un potencial latente que no pasa por sus mentes.
Según el texto, la culpa sería un elemento presente en distintos gradientes de configuración
dependiendo de la estructura de personalidad, teorizando que en algunos puede incluso ser la
necesidad de librarse de ella la gatillante de un acto criminal.

Ahora, si tuviéramos que teorizar estructuras de personalidad de los protagonistas de estos


hechos, sobre todo los extremistas, posiblemente encontraríamos organizaciones limites de la
personalidad con difusión de identidad y operaciones defensivas primitivas centradas en la
escisión,(así de dividido que de la violencia institucionalizada o normal según tenga un objetivo
concreto, se salta al extremo de matar o intentar hacerlo) pero con un buen juicio de realidad, pues
sabe donde estar para liberar sus pulsiones más perversas. O lisa y llanamente personalidades
agresivas o antisociales, en apariencia, pudiendo parecer comprometido con el otro, pero en su interior
solo buscando algún beneficio propio, por último, si tomamos los aspectos de acumulación y descarga,
en un sentido económico, es posible que hayan también sujetos con personalidad explosivo
bloqueada/trastorno explosivo intermitente, o personalidad confusional o limite. Las primeras dos, si
decimos que se describen como explosiones agresivas desproporcionadas al respecto de los
estresores, se nos puede venir a la mente, las imágenes de los noticieros por estos días.

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