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JUSTIFICACIÒN: En Colombia persisten aún problemas relacionados con la seguridad alimentaria de

algunos grupos poblacionales en los que el consumo y la disponibilidad de alimentos se ven afectados por
los factores que determinan la sostenibilidad y suficiencia de la canasta básica tales como la falta de
ingresos.
A esto se suma un déficit en la veeduría para la implementación del reglamento sanitario internacional en
la producción, manipulación, almacenamiento y transporte de los alimentos, lo cual aumenta el riesgo de
las enfermedades relacionadas con la comida, que es mucho mayor en países en vía de desarrollo como
Colombia, dado que su aparición está íntimamente ligada con la preparación de alimentos con agua
contaminada, por la falta de higiene y condiciones inadecuadas de almacenamiento.
Los más afectados son; víctimas del conflicto, comunidades indígenas, sector rural, niños menores de 5 años de edad.
Vigilar el cumplimiento de las normas de higiene en alimentos por parte de las empresas productoras y
transportadoras.
Construcción de comedores comunitarios y escolares.
Capacitar a personas con bajo nivel de educación para aumentar su posibilidad de empleo.
Campañas que informen al consumidor la importancia de la cocción y el lavado adecuado de los alimentos.
Reducir el numero de intermediarios para la ejecución de proyectos de alimentación.

El hecho que el país mire el problema de la crisis


alimentaria como falta o poca inversión en estrategias
de desarrollo, pone a la situación en un punto
más crítico. El mismo director de la FAO dice que
en el caso de Colombia hace falta más voluntad
política: “En el caso de Colombia nos está haciendo
falta un empujoncito más. Hubo una reducción
importante en la década del 90, pero se estancó”.
Sin embargo, los datos son claros: las cifras
más recientes de carácter oficial indican que 12
de cada 100 niños y niñas menores de 5 años sufren
de desnutrición crónica; el 44.7 % de las mujeres
gestantes son anémicas o el 11 % darán a
luz bebés con bajo peso; el 53 % de los menores
de 6 meses de edad no reciben lactancia materna
exclusiva; el 36 % de la población tiene una deficiente
ingesta de proteínas; y, el 41 % del total de
hogares colombianos manifiesta algún grado de
inseguridad alimentaria (Consejo de los derechos
humanos – Quinta sesión, 2005).
La seguridad alimentaria en Colombia no supone
más que un beneficio a corto plazo, agudizando
los procesos de dependencia económica en tanto
los agricultores y campesinos de ven supeditados
a la compra de insumos agroindustriales y de semillas,
e igualmente, se estrangulan las economías
locales por la imposibilidad de competir con los
mercados internacionales.

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