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Rehabilitación de la parálisis facial


B. Baujat, P. Gangloff

La parálisis facial provoca una asimetría facial limitada al territorio inferior en las parálisis
centrales, mientras que en su forma periférica afecta a los territorios superior e inferior.
Ante esta afectación socialmente inaceptable, los pacientes que la sufren exigen un
resultado idéntico a su estado anterior. En este artículo se recordará la evaluación que
debe realizarse para precisar la topografía, cuantificar el grado y determinar la etiología
de la parálisis antes de tratarla. Se describe la conducta práctica urgente, debido al riesgo
de aparición de complicaciones oftalmológicas que pueden comprometer el pronóstico
visual. A continuación, se expondrá el tratamiento precoz, que siempre es preferible
cuando es posible, detallando las técnicas para restablecer la continuidad nerviosa. En
el estadio de secuelas, se abordan las técnicas de rehabilitación para cada uno de los
niveles de la cara antes de proponer una estrategia que permita una rehabilitación
reproducible y eficaz para cada nivel en forma de árboles de decisiones. Gracias a las
distintas técnicas que se presentan en este artículo, el objetivo del cirujano será lograr
un resultado simétrico, tanto en reposo como durante la mímica, que debe ser funcional.
© 2015 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Parálisis facial; Nervio facial; Procedimientos de cirugía reconstructiva;


Colgajos tisulares libres

Plan En el contexto de las parálisis faciales periféricas, el


médico debe buscar y prevenir particularmente las com-
■ Introducción 1 plicaciones oftalmológicas que puedan comprometer el
pronóstico visual. Ante esta afectación socialmente ina-
■ Evaluación inicial 1 ceptable, los pacientes que la sufren exigen un resultado
■ Tratamiento médico urgente y quirúrgico precoz 2 idéntico a su estado anterior. Gracias a las distintas téc-
Tratamiento médico 2 nicas que se presentan en este artículo, el objetivo del
Tratamiento quirúrgico 2 cirujano será lograr un resultado simétrico, tanto en
■ Parálisis facial establecida: tratamiento paliativo 6 reposo como durante la mímica, que debe ser funcio-
Reanimación paliativa de los labios paralizados 6 nal. Se abordarán las distintas técnicas existentes antes de
Reanimación del nivel orbitofrontal 8 proponer un árbol de decisiones que permita una rehabi-
Cirugía del lado sano 11 litación reproducible y eficaz para cada nivel.
Tratamiento complementario 11
■ Indicaciones 11
Tratamiento urgente y precoz 11  Evaluación inicial
Tratamiento paliativo en el estadio de secuelas 11

El médico encargado del tratamiento del paciente con
Conclusión 12
parálisis debe realizar una exploración física precisa, com-
pletada en ocasiones con pruebas complementarias antes
de plantear una rehabilitación.
Mediante la anamnesis, deben precisarse los anteceden-
 Introducción tes y caracterizar la parálisis por su momento y modo
de aparición. Hay que buscar los signos asociados, como
La parálisis facial provoca una asimetría facial limitada hipoacusia, hiperacusia dolorosa o un trastorno del equili-
al territorio inferior en las parálisis centrales, mientras brio. Por último, el contexto también aporta información,
que en su forma periférica afecta a los territorios supe- por el antecedente de traumatismo, o de cirugía otoneu-
rior e inferior. Por tanto, se debe realizar una evaluación rológica o parotídea.
inicial detallada para precisar la topografía y cuantificar La exploración física permite al médico precisar la topo-
el grado de afectación antes de determinar su etiología. grafía de la afectación, así como cuantificar su grado. La

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 1


Volume 16 > n◦ 1 > abril 2015
http://dx.doi.org/10.1016/S1635-2505(15)70765-6
E – 46-200  Rehabilitación de la parálisis facial

Cuadro 1. masticación. En los pacientes ancianos con distensión


Clasificación de House y Brackman. cutánea, la incontinencia salival no es infrecuente. Estas
Grado I: función facial Función facial normal en todas las anomalías son más marcadas cuanto más antigua es la
normal áreas parálisis.
Esta exploración se puede resumir mediante la utiliza-
Grado II: afectación Reposo: tono y simetrías normales
ción de pruebas validadas. La clasificación de House y
discreta Frente: algunos movimientos o
movimientos normales
Brackman [1] es la más usada, pues permite distinguir con
Ojo: cierre normal con el esfuerzo rapidez seis grados de afectación creciente (Cuadro 1). Se
mínimo o máximo trata de una evaluación global. Se han añadido modifica-
Trastornos secundarios: sincinesias ciones a esta clasificación y Kanzaki propuso en 2001 una
muy leves e inconstantes. Ausencia versión modificada de esta escala, separando en dos clases
de contractura los grados 3, dependiendo de la afectación ocular [2] . Freyss
Grado III: afectación Reposo: tono y simetría ha elaborado una clasificación más analítica que mide los
moderada Frente: movimientos discretos o movimientos de cinco músculos del territorio medial y de
ausentes cinco músculos del territorio lateral, puntuándolos de 0
Ojo: cierre normal con el esfuerzo (ausencia de movimiento) a 3 (contracción normal) para
máximo con asimetría evidente cada grupo muscular, de modo que se obtiene una puntua-
Trastornos secundarios: sincinesias ción sobre un máximo de 30. La utilidad de estas pruebas
y/o contracturas notables pero no realizadas precozmente es que su repetición permite obje-
graves tivar una posible recuperación.
Grado IV: afectación Reposo: tono y simetría normales En lo que respecta a las exploraciones radiológicas, la
moderadamente grave Frente: ningún movimiento resonancia magnética (RM) del nervio facial se realiza de
Ojo: cierre incompleto con el forma sistemática para analizar su trayecto, pero también
esfuerzo máximo las estructuras que atraviesa. Si existe una anomalía en su
Boca: movimiento asimétrico con el porción petrosa, también se puede realizar una tomografía
esfuerzo máximo computarizada con cortes finos del peñasco.
Trastornos secundarios: sincinesias La electromiografía facial, cuando está disponible, tam-
y/o contracturas graves bién puede guiar el tratamiento.
Grado V: afectación Reposo: asimetría facial Por último, se efectúa una evaluación oftalmológica sis-
grave Frente: ningún movimiento temática, que debe incluir una exploración con lámpara
Ojo: discreto movimiento con el de hendidura. Las complicaciones de la parálisis facial son
esfuerzo máximo oftalmológicas; una queratitis puede evolucionar a la cica-
Trastornos secundarios: sincinesias, trización, con una opacidad corneal definitiva, o hacia
contracturas habitualmente un absceso y perforación corneal, así como a la ceguera.
ausentes La evolución espontánea del párpado inferior hiperlaxo
Grado VI: parálisis Reposo: pérdida total de tono provoca un ectropión con epífora.
total Frente: ningún movimiento
Ojo: ningún movimiento

 Tratamiento médico
Boca: ningún movimiento
Trastornos secundarios: ausentes
urgente y quirúrgico precoz
topografía se determina por el análisis de los reflejos esta-
pediales, la prueba de Schirmer y la afectación gustativa. Tratamiento médico
La cuantificación de la afectación se realiza después de una
exploración física minuciosa, detallando la afectación en Una vez que aparece la parálisis facial, la medida
los distintos niveles de la cara. más urgente es la cobertura ocular. Se deben prescribir
En el nivel orbitofrontal, se observa una desaparición cuidados locales, basados en lágrimas artificiales sin con-
de las arrugas de la frente, un descenso de la ceja y una servantes (en monodosis) varias veces al día y la aplicación
ampliación de la hendidura palpebral. La parálisis del de una pomada de vitamina A por la mañana y por la
músculo orbicular del ojo provoca una ausencia de oclu- noche en el ojo del lado paralizado. Para las parálisis facia-
sión palpebral y un ascenso del borde libre del párpado les en las que la oclusión palpebral es incompleta (grado
superior, porque el músculo tarsal superior y el músculo > III de House y Brackman), se recomienda una oclusión
elevador del párpado superior, inervados por el III par cra- ayudada con un apósito adhesivo al acostarse, para fijar
neal, no tienen antagonista. Se produce una relajación del el párpado superior a la mejilla. Se aconseja usar gafas de
párpado inferior, favorecida por el músculo retractor de sol que protejan bien los lados, así como un seguimiento
dicho párpado. Esto provoca un lagoftalmos que expone oftalmológico estrecho.
el ojo a los traumatismos. Este riesgo de lesión predomina
en el cuadrante inferior de la córnea y aumenta por la
anestesia secundaria a la parálisis del V, que se encarga de Tratamiento quirúrgico
la sensibilidad de este territorio. Durante los movimientos
voluntarios, se observa un signo de las pestañas de Sou-
Tarsorrafia lateral asimétrica
ques en las afectaciones moderadas o un signo de Charles Debe proponerse rápidamente, sobre todo en los
Bell en las formas graves. Este último es patognomónico pacientes ancianos con párpados laxos. Se puede realizar
de una parálisis facial periférica. con anestesia local: después de la infiltración con lido-
En el nivel inferior, la parálisis provoca un descenso y caína al 1% de la región del canto externo, se incide el
una elongación de los labios, un descenso del ala nasal, borde libre del tarso, sobre la línea gris, partiendo del
un borramiento del surco nasogeniano y una caída de la ángulo externo, con una prolongación en sentido infe-
comisura labial. La mejilla aparece deprimida y flácida. La rior de 1 cm y superior de 5 mm. Por tanto, la incisión
aparición de una hiperactividad compensadora del lado cumple la regla de «uno por dos», pues la incisión inferior
sano desvía la punta de la nariz y la cresta del philtrum. es dos veces más larga que la superior. Se suturan los dos
Estas deformaciones aumentan por la mímica. Desde el tarsos entre sí con un punto de poliglactina 5/0 que queda
punto de vista funcional, puede haber dificultades para la enterrado en las incisiones, anudado al nivel del ángulo
alimentación por acumulación de alimentos en el surco externo. Este punto vuelve a tensar el párpado inferior
gingivoyugal o por mordeduras de la mejilla durante la al elevarlo. A continuación, los bordes anteriores de las

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Rehabilitación de la parálisis facial  E – 46-200

Figura 1. Tarsorrafia lateral asimétrica.


A. Incisión tarsal externa.
B. Sutura en dos planos.

incisiones se suturan entre sí con nailon 6/0 (Fig. 1). Esta


técnica sencilla mejora la comodidad ocular de los pacien- 1 2 3
tes, pero no basta para proteger el ojo por completo. Es
reversible, pues se puede seccionar bajo anestesia local en Figura 2. Acceso del nervio facial.
caso de recuperación. Sus repercusiones estéticas son prác- A. Incisión de parotidectomía.
ticamente nulas cuando se limita al sector lateral de los B. Referencias profundas. 1. Músculo esternocleidomastoideo; 2.
párpados [3] . nervio facial; 3. vientre posterior del músculo digástrico.

un despegamiento anterior superficial dependiendo del


Vías de acceso del nervio facial procedimiento practicado, que asocia un despegamiento
Acceso petroso subcutáneo del sistema musculoaponeurótico superficial
Después de penetrar en el peñasco por el conducto (SMAS). A continuación, la cara posterior de la glándula
auditivo interno inmerso en el paquete acusticofacial, el se libera de sus inserciones posteriores, salvo a nivel del
nervio facial motor se introduce en el conducto homó- ángulo entre la mastoides y el cartílago auricular, donde
nimo, donde sigue un trayecto en forma de Z con tres se proyecta el tronco del nervio facial. La cara anterior del
porciones: laberíntica entre el laberinto anterior y el labe- cartílago del conducto auditivo externo, el borde anterior
rinto posterior hasta su rodilla, después timpánica en la del músculo ECM y el borde inferior del músculo digás-
pared medial de la caja del tímpano hasta su codo y, por trico se liberan, de modo que la glándula sólo queda sujeta
último, mastoidea vertical hasta el agujero estilomastoi- a nivel posterior por un tracto fibroso dispuesto entre el
deo. borde posterior de la parótida y el ángulo timpanomastoi-
La vía de acceso depende del procedimiento que se deo. A continuación, el nervio se descubre en este ángulo,
vaya a realizar, del estatus auditivo y de las anomalías 2 mm por encima del borde superior del vientre poste-
radiológicas. Si existe una fractura del peñasco asociada rior del músculo digástrico (Fig. 2B). Después, se sigue
a una cofosis, el acceso del nervio facial se realiza por hasta su bifurcación en un ramo superior temporofacial
una vía translaberíntica asociada a una exclusión del oído y un ramo inferior cervicofacial, para tener la certeza de
medio. En caso de fractura extralaberíntica con conserva- haberlo identificado. Su disección se prosigue a continua-
ción total o parcial de la audición, se utiliza una vía mixta ción ramo a ramo, de forma anterógrada hasta el borde
suprapetrosa y mastoidea [4] . Para el acceso de la tercera anterior de la parótida [5, 6] .
porción mastoidea durante las anastomosis hipoglosofa-
ciales, se utiliza una vía mastoidea. Trayecto superficial del nervio facial.
Existen grandes variaciones anatómicas en el modo de
Acceso cervical división del nervio facial. El ramo temporofacial, que
Permite identificar su tronco en su salida del agujero es el más voluminoso, proporciona los ramos tempo-
estilomastoideo. A este nivel, el tronco es la continua- ral, cigomático y bucal superior, mientras que el ramo
ción de la porción petrosa del nervio. Se realiza una cervicofacial, más delgado, proporciona los ramos bucal
incisión de parotidectomía para obtener una exposición inferior, mandibular y cervical. A partir del borde anterior
satisfactoria. Dicha incisión consta de tres segmentos uni- de la parótida, los ramos del nervio facial se disponen en
dos por trazos curvilíneos: un segmento superior vertical «abanico» sobre la cara para inervar los músculos cutá-
preauricular, un segmento intermedio sublobular corto, neos faciales por su cara profunda. Los ramos temporales
apenas curvado, con una discreta orientación inferopos- ascienden verticalmente por fuera de la cara lateral del
terior, y un segmento inferior que sigue el borde anterior arco cigomático, a 1 cm por delante del trago. El ramo mar-
del músculo esternocleidomastoideo (ECM) y que ter- ginal de la mandíbula sigue el borde inferior del cuerpo
mina en un pliegue natural del cuello en dirección al mandibular (Fig. 3). Algunas técnicas quirúrgicas, como
asta mayor del hueso hioides (Fig. 2A). Se puede realizar las transferencias musculares libres, requieren un acceso

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 3


E – 46-200  Rehabilitación de la parálisis facial

Figura 3. Trayecto superficial del nervio facial.

Figura 4. Sutura nerviosa epiperineural según Bourrel.


Figura 6. Injerto nervioso: ramo del plexo cervical (A) super-
ficial o del nervio sural (B).

La vía de acceso debe ser amplia. El acceso al ner-


vio lesionado se realiza en una zona sana, dirigiéndose
hacia la zona patológica. Los dos extremos del nervio
lesionado deben aislarse e individualizarse, disecándolos
Figura 5. Resección del neuroma proximal.
únicamente unos milímetros para no desvascularizarlos
(el mesoneuro que vasculariza al nervio se debe conser-
directo de los ramos bucales superiores e inferiores. A var). La manipulación de los nervios debe ser atraumática
continuación, se realiza una incisión de parotidectomía, La sutura nerviosa debe realizarse sin tensión, como lo
asociada a un despegamiento bajo el SMAS hasta el borde demuestran los trabajos de Millesi [11] . En la práctica, la
anterior de la parótida. A este nivel, se localizan los ramos sutura nerviosa directa está indicada en caso de sección
del nervio facial, en ocasiones con ayuda de monitoriza- neta y cuando la pérdida de sustancia nerviosa tras el
ción. desbridamiento no es mayor de unos milímetros. Si debe
realizarse de forma diferida, se debe resecar el neuroma
proximal (Fig. 5) [10] .
Sutura e injerto nervioso
Técnica de sutura nerviosa [7, 8] Técnica de injerto nervioso
La sutura nerviosa se realiza con microscopio y de forma Cuando existe tensión, o si existe una pérdida de sustan-
atraumática, con microinstrumentos e hilo 10/0. Uno cia nerviosa, la reparación debe realizarse con un injerto
de los aspectos esenciales consiste en realizar una sutura nervioso. Se trata de autoinjertos extraídos de los nervios
sin tracción para garantizar su éxito. Entre las distin- sensitivos o de un territorio paralítico. Los nervios utili-
tas técnicas descritas, la sutura epiperineural con puntos zados como injertos son principalmente el plexo cervical
separados, descrita por Bourrel, se considera la técnica superficial por su proximidad y el nervio sural por su lon-
de elección [9] . La sutura engloba a la vez el epineuro y gitud (Fig. 6). El nervio sural (o safeno externo) es sensitivo
el perineuro periférico de los fascículos correspondien- para el borde externo de la pierna y del pie. Se origina en
tes (Fig. 4) [10] . Se debe señalar que, en esta técnica, los el hueco poplíteo y discurre entre los músculos gastroc-
fascículos centrales del nervio no se suturan, sino que úni- nemios, tras lo que adopta una situación superficial en
camente se afrontan. La técnica tiene varias ventajas: no el tercio superior de la pierna. Rodea el maléolo externo
deja ningún hilo en el interior del tronco nervioso y su pasando por detrás y se divide en varios ramos en el borde
resultado es mejor que el de una sutura epineural clásica. externo del pie. Su extracción se realiza a través de inci-
Los principios de la sutura nerviosa son los siguientes. siones horizontales escalonadas a lo largo de su trayecto.

4 EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial


Rehabilitación de la parálisis facial  E – 46-200

Figura 7. Injerto nervioso.

Su diámetro es de 2 mm y su longitud puede alcanzar los


30-40 cm. En el postoperatorio, queda una estrecha zona
de hipoestesia supramaleolar externa.
Los principios de la sutura nerviosa (Fig. 7) son los
siguientes. Las suturas deben realizarse sin tensión, y las
manipulaciones deben ser atraumáticas. El injerto se debe
colocar en un lecho receptor sano y bien vascularizado.
Se debe conservar el sentido de transmisión del impulso
nervioso. La neurorrafia terminoterminal consiste en rea-
lizar una sutura epiperineural en cada extremo del injerto.
Figura 8. Anastomosis hipoglosofacial después de la transpo-
Existen otras técnicas, como las suturas terminoterminal
sición del VII.
y lateroterminal.
Aplicación a los injertos transfaciales. Se realiza una
incisión de parotidectomía en el lado sano y se identifi- incisión de parotidectomía, cuya unión entre los segmen-
can varios ramos bucales del nervio facial por delante de tos intermedio sublobular horizontal e inferior vertical
la parótida. Se realiza una anastomosis entre estos ramos se desplaza hacia atrás hacia la punta de la mastoides. A
y el extremo distal del nervio sural. El injerto nervioso se continuación, la mastoides se fresa para esqueletizar la ter-
tuneliza a continuación de forma subcutánea en la parte cera porción intrapetrosa del VII, desde su codo hasta la
superior del labio superior y después se fija al surco nasoge- punta, que se sacrifica parcialmente. La disección del VII
niano o al trago de la oreja contralateral. La regeneración se continúa fuera de la mastoides hasta su bifurcación en
nerviosa se vigila por el signo de Tinel: la percusión del la parótida. Después, el VII se secciona a nivel de su codo y
nervio sural en su trayecto desencadena la percepción de se transpone hasta el XII. El XII se localiza bajo el músculo
pequeñas descargas eléctricas a medida que progresa dicha digástrico sobre la carótida externa y se diseca en sentido
regeneración. El injerto se anastomosa 6 meses después al retrógrado hacia la región estiloidea. Se efectúa una hemi-
trasplante muscular libre. sección del XII y después una anastomosis lateroterminal
con sutura nerviosa epiperineural con cuatro puntos de
Principio de neurotización nailon 9/0. Si existe una tensión excesiva, el XII puede
músculo-nervio-músculo [12, 13] descruzarse respecto al músculo digástrico. En lo que res-
La neurotización muscular directa es una técnica de rei- pecta a los resultados funcionales de esta técnica, hay que
nervación por implantación directa de un nervio o de recordar la imprevisibilidad de la regeneración nerviosa, la
un ramo nervioso en uno o varios músculos después del presencia de sincinesias y el riesgo de parálisis de la hemi-
arrancamiento del nervio o de la avulsión de la porción lengua. Además, el plazo máximo para realizar esta cirugía
neural del músculo. Las fibras nerviosas implantadas for- después de la aparición de la parálisis es de 14 meses y
man a continuación nuevas placas motoras. Esta técnica los resultados son menos buenos en las parálisis de larga
sólo puede plantearse cuando persisten fibrilaciones en evolución según Fisch [20] . Existen distintas variantes. El
el electromiograma del músculo desnervado. Proporciona ramo descendente del XII puede anastomosarse a la parte
unos resultados mediocres. distal del XII seccionado para disminuir la amiotrofia de
la hemilengua. También se puede seccionar longitudinal-
mente el XII para conservar la movilidad lingual, pero en
Anastomosis nerviosas
tal caso existe un riesgo de fracaso de la rehabilitación de
Anastomosis hipoglosofacial XII-VII la cara y de la movilidad lingual.
Anastomosis XII-VII lateroterminal con injerto de Anastomosis XII-VII terminoterminal. Esta técnica,
interposición. Se trata de la técnica descrita por May en que es más antigua, se sustituyó por la precedente durante
1991 [14] . Consiste en extraer un injerto de nervio auricular la década de 1990 debido a los inconvenientes derivados
mayor en la cara anterior del músculo ECM. El VII se loca- de la sección completa del XII. Sin embargo, algunos auto-
liza y se secciona antes de su bifurcación en la parótida. El res la prefieren debido a su menor tasa de fracaso y a los
XII se localiza a nivel de la bifurcación carotídea. A con- progresos de la rehabilitación, que disminuyen las secue-
tinuación, se efectúa una anastomosis terminoterminal las de la sección del XII. Desde el punto de vista técnico,
entre el extremo distal del VII y el extremo proximal del el acceso del nervio facial se realiza como se ha descrito
injerto y, después, una anastomosis lateroterminal entre previamente. El nervio facial localizado de este modo se
el extremo distal del injerto y una incisión transversal del secciona a 4 mm de su bifurcación. El XII se localiza en la
XII. región subdigástrica y se secciona antes de su entrada en la
Anastomosis XII-VII lateroterminal sin injerto de celda submaxilar. El asa cervical también se secciona [21] . El
interposición. Esta técnica la describieron Conley y XII se asciende a la región parotídea, pasando por la parte
Baker [15] utilizando un fragmento de XII desdoblado a medial del vientre posterior del músculo digástrico [22] . En
lo largo de varios centímetros, y después Cusimano y una serie de 38 pacientes publicada por Lamas en 2010,
Sekhar [16] sin desdoblamiento del XII ni transposición el resultado final fue de un grado III en el 37% de los
del VII. Varios equipos la desarrollaron a finales de la casos y un grado IV en el 60% de los casos, con un único
década de 1990 utilizando una transposición del nervio grado V [23] . Estos resultados concuerdan con los de Calti, y
facial [17, 18] . En Francia, esta técnica la ha desarrollado aunque esta técnica permite una rehabilitación de la cara
Darrouzet [19] . El principio de esta intervención consiste eficaz desde los puntos de vista estático y dinámico, se
en transponer el nervio facial intratemporal para hacerlo debe señalar la aparición de secuelas invalidantes de tipo
descender hasta que contacte con el XII antes del origen amiotrofia de la hemilengua, y de disartria, que requieren
de su ramo descendente y por encima del vientre posterior un tratamiento logopédico intenso [24] . En este caso tam-
del músculo digástrico (Fig. 8). El acceso se realiza por una bién, el plazo máximo para realizar esta cirugía después

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de la aparición de la parálisis no debería ser mayor de un


año y los resultados son menos buenos en las parálisis de
larga evolución.
Anastomosis transfacial VII-VII
Anderl describió en 1973 la utilización del nervio facial
sano contralateral para reinervar los músculos cutáneos de
la cara del lado paralizado con injertos de nervio sural que
atravesaban la cara. La primera etapa consiste en localizar
los ramos del VII en el borde anterior de la parótida por
una incisión de parotidectomía. Los injertos se tunelizan
de forma subcutánea por encima del labio superior. Los
injertos nerviosos se anastomosas por grupos fasciculares
con la mitad de los fascículos nerviosos funcionales del
nervio facial sano. A continuación, los injertos se suturan
a los grupos fasciculares del VII del lado paralizado a nivel
de los ramos bucales, cigomáticos y temporales. Las sutu-
ras requieren dos puntos para cada grupo fascicular [25–28] .
Esta técnica proporciona resultados decepcionantes con
contracciones en masa y sincinesias.

 Parálisis facial establecida:


tratamiento paliativo
El tratamiento siempre se adapta a la demanda del
paciente, a su edad y a su estado general. Cualquier
intervención se precede de un estudio fotográfico con Figura 9. Mioplastia de músculo masetero.
fotografías de frente en reposo y sonriendo, con los ojos
cerrados y abiertos. Los objetivos de la cirugía son la sime- Mioplastia de músculo masetero (Fig. 9)
tría facial en reposo y durante la mímica, así como la Descrita inicialmente por Lexer, se ha abandonado pro-
mejora de la calidad de vida. gresivamente debido a la tracción horizontal, al recorrido
demasiado corto y, por tanto, a unos resultados estéticos
insatisfactorios; además, era necesario extraer más de la
Reanimación paliativa de los labios mitad anterior del músculo para obtener una contracción
paralizados eficaz. Sin embargo, esta técnica puede proponerse como
alternativa cuando el músculo temporal no se puede uti-
Suspensiones y métodos estáticos lizar.
Entre los tratamientos paliativos, estas técnicas pasivas
proporcionan unos resultados siempre decepcionantes. Se Mioplastias de músculo temporal
pueden citar: En la actualidad son las más utilizadas, después de haber
• la escisión nasogeniana: su principio consiste en la experimentado muchas modificaciones. La técnica des-
realización de un huso a todo lo largo del surco naso- crita por Gillies en 1934 consistía en desinsertar el colgajo
geniano, ascendiendo por encima del ala nasal. La de músculo temporal de su inserción superior temporal,
escisión incluye el plano muscular subyacente y debe tras lo que se pasaba por encima del arco cigomático
ser suficiente para lograr una hipercorrección, debido a y se prolongaba con un injerto de fascia lata hasta el
la relajación cutánea secundaria; modiolo [30] . Los principales inconvenientes de esta téc-
• el estiramiento cervicofacial en las personas mayores: nica consistían en el abombamiento debido al músculo
se puede realizar de forma bilateral y, por tanto, asi- plegado sobre el arco cigomático y la necrosis o fibrosis
métrica, con un retensado más marcado en el lado de del injerto de fascia lata. En 1952, Mc Laughlin propuso
la parálisis, o de forma unilateral en dicho lado. Esta desinsertar el músculo temporal de su inserción inferior,
segunda técnica se utiliza con más frecuencia para las realizando una osteotomía de la apófisis coronoides y des-
paresias faciales. pués interponer un injerto de fascia lata que se pasaba
También pueden citarse otras técnicas cada vez menos bajo el arco cigomático entre el tendón del temporal
utilizadas. y el modiolo [31] . La utilización de fascia lata exponía
• la suspensión comisural; al riesgo de fibrosis, que transformaba esta técnica en
• las queiloplastias. una suspensión pasiva. Labbé describió en 1997 la más
reciente de las técnicas de mioplastia (Fig. 10), que es la
técnica de mioplastia de alargamiento del músculo tem-
Mioplastias poral [32, 33] . Consiste en desinsertar el músculo temporal,
El principio de las mioplastias es utilizar el músculo por una parte, de su inserción alta en toda la fosa tempo-
temporal o el músculo masetero, inervados ambos por ral, dejando en su lugar la aponeurosis temporal profunda
el nervio trigémino, para rehabilitar el nivel inferior de y, por otra parte, de su inserción baja realizando una osteo-
la cara. Uno de estos músculos se moviliza preservando tomía de la apófisis coronoides. El tendón se reinserta
su inervación y su vascularización para insertarlo a nivel a continuación en el músculo orbicular de la boca y el
del hemilabio paralizado. Con el fin de obtener un resul- cuerpo del músculo temporal se reinserta en la aponeu-
tado simétrico, el cirujano debe analizar la sonrisa del lado rosis temporal profunda que se ha dejado en su lugar.
sano, sobre todo con ayuda de la clasificación descrita por Una alternativa es la transposición del vientre posterior
Rubin, para localizar los sitios de inserción de la transfe- del músculo temporal descrita por Krastinova (Fig. 11): el
rencia muscular [29] . Aunque estas técnicas proporcionan músculo temporal se expone por vía coronal. Su porción
buenos resultados estáticos y dinámicos voluntarios, no posterior se libera. Un colgajo fascioadiposo se levanta de
permiten obtener una sonrisa emocional. El cirujano tam- detrás hacia delante en el plano de desdoblamiento de la
bién debe informar al paciente de la necesidad de realizar aponeurosis temporal, por encima del arco cigomático. El
una rehabilitación logopédica y kinesiterapéutica. cuerpo muscular se incide en el sentido de las fibras. Se

6 EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial


Rehabilitación de la parálisis facial  E – 46-200

Figura 10. Mioplastia de alargamiento del músculo temporal. Figura 12. Principio de la transferencia muscular libre en dos
tiempos con injerto nervioso.

realizar una disección orbitaria circunferencial [34] , una


cantopexia lateral con la que se puede retensar la banda
palpebral paralizada, un mask-lift con miectomías de los
músculos frontal y corrugador de la ceja contralaterales
y la resección de una banda cutánea por delante de la
incisión hemicoronal homolateral para elevar la ceja del
lado paralizado. Suele obtenerse la simetría en reposo y es
posible lograr la sonrisa, que se vuelve espontánea con el
tiempo.
Respecto a la técnica de Labbé, el recorrido de la sonrisa
suele ser menos amplio, pero los resultados son más cons-
tantes y las complicaciones son infrecuentes. La comisura
labial se retensa en una dirección más fisiológica. El ala
nasal y el labio inferior se incluyen en la fijación y la
estática mandibular se respeta. La elección entre estas dos
técnicas dependerá de la experiencia del cirujano. Las con-
traindicaciones de la mioplastia son la destrucción del
músculo en el contexto de un traumatismo por arma de
fuego, del fracaso de una mioplastia de alargamiento o de
resección quirúrgica amplia y la presencia de un músculo
no funcional en caso de afectación del contingente motor
del V.

Transferencias musculares libres


Aunque Zielenko intentó realizar una transferencia
libre de músculo estriado ya en 1874 y, a partir de 1895,
Figura 11. Transposición del vientre posterior del músculo Charles Ballance comenzó sus trabajos sobre los injertos
temporal. nerviosos en la rehabilitación de la cara, hubo que espe-
rar a 1976 para que Harii, gracias al desarrollo de la cirugía
sacrifica el arco cigomático y se realiza un túnel subcu- microvascular, realizara con éxito las primeras transferen-
táneo yugal. El vientre posterior del músculo temporal se cias musculares lisas de músculo grácil en la rehabilitación
bascula hacia el túnel y su porción distal se fija al ala nasal, de la cara paralizada. El principio de estas técnicas consiste
al músculo orbicular de la boca. Se conserva una doble en interponer entre el cigoma y el modiolo un colgajo
prolongación aponeurótica que se pasa por dos túneles muscular libre con anastomosis vascular a los vasos facia-
submucosos y se sutura a la línea media de los labios. Esta les o temporales superficiales y anastomosis nerviosa a los
fijación se realiza por una incisión del surco nasogeniano ramos bucales del nervio facial contralateral (Fig. 12). La
cuando éste es muy marcado en el lado contralateral, o por superioridad de esta técnica respecto a las mioplastias se
vía endobucal cuando no es muy marcado (sobre todo en debe a la obtención de una motilidad espontánea de la
las mujeres jóvenes). El colgajo fascioadiposo se sutura a comisura bucal que permite la sonrisa. Sin embargo, estos
nivel posterior para recubrir el hueco dejado por la trans- métodos son técnicamente más difíciles y conllevan más
ferencia del colgajo. Cuando el músculo es voluminoso, riesgo que una transferencia de músculo temporal, pues
el hueco puede rellenarse colocando una malla de Mersu- necesitan, entre otras cosas, el dominio de las anastomo-
ture bajo el colgajo fascioadiposo. La vía coronal permite sis microvasculares. Además, el cirujano debe seleccionar

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 7


E – 46-200  Rehabilitación de la parálisis facial

cuidadosamente a los pacientes jóvenes y cumplidores, partir de 1993 una técnica de transferencia de dorsal
que serán los candidatos a este tipo de rehabilitación. A ancho en un tiempo utilizando el nervio toracodorsal
continuación, se describirán las principales técnicas de anastomosado al nervio facial contralateral [44] . Dado que
transferencias musculares libres que se utilizan en la reha- el músculo es voluminoso, en la mayoría de los casos se
bilitación de la parálisis facial. adelgaza antes de transferirlo. Harii et al han publicado
una serie de 344 casos con una contracción eficaz en el
Transferencia muscular libre de músculo recto
87% de los casos [45] . Sus defectos se relacionan con su
interno (grácil)
pedículo demasiado voluminoso y la aparición de con-
En 1976, Harii presentó dos casos de transferencia mus- tracciones en masa.
cular libre de grácil; los vasos se anastomosaron a los vasos
temporales superficiales y el nervio del grácil al nervio Transferencia muscular libre de músculo serrato
temporal profundo [35] . O’Brien desarrolló a continuación anterior
una técnica en dos tiempos, en la que primero se reali- Whitney describió la utilización del músculo serrato
zaba un injerto transfacial, como habían descrito Smith anterior en 1990, tanto para la rehabilitación de la cara
en 1971 y Anderl en 1973, y luego, varios meses después, como para rellenar las pérdidas de sustancia. Las ventajas
realizaba la transferencia muscular libre con anastomosis de este colgajo son la presencia de un pedículo vascular
microneurovascular. El nervio del grácil se anastomosaba largo, que es útil cuando no se puede emplear el pedículo
al nervio facial contralateral mediante un injerto sural. facial, así como la baja morbilidad del sitio donante rela-
Este autor utilizaba el músculo extensor corto de los dedos cionada con la presencia de dos vientres musculares. Sus
del pie antes de que se demostrase la superioridad del inconvenientes son el mayor grosor y una cicatrización
músculo grácil [36] . Esta técnica ha sido validada por otros más prolongada del sitio donante.
equipos, sobre todo Sassoon et al [37] . Más adelante, Kumar
y O’Brien desarrollaron una técnica en un tiempo, en la Actitud práctica
que el nervio del grácil se anastomosaba directamente
al nervio facial contralateral, lo que permitía evitar el En cada caso, se debe plantear la elección entre mio-
período de 12 meses necesario entre la anastomosis trans- plastia y transferencia muscular libre (motricidad no
facial y la transferencia muscular [38] . El equipo de Kumar espontánea frente a movilidad espontánea de la cara). Si se
et al comparó la técnica, demostrando la superioridad de opta por esta última, a continuación hay que elegir entre
la transferencia en un tiempo en términos de duración de una cirugía en uno o dos tiempos.
la rehabilitación y de complicaciones [39] . Se debe señalar
que esta técnica suele requerir la realización de un procedi-
miento para «adelgazar el músculo», lo que puede inducir Reanimación del nivel orbitofrontal
una fibrosis cicatricial. Párpados
Transferencia muscular libre de músculo pectoral Las principales consecuencias de la parálisis facial peri-
menor férica a nivel oftalmológico son la aparición de un
A raíz de los trabajos de Thomson, quien pensaba que lagoftalmos asociado a un ectropión. El párpado superior
la transferencia muscular debía incluir toda la longitud paralizado está retraído, debido a la acción del músculo
de las fibras musculares, Harrison buscó un músculo más elevador del párpado superior. La parálisis del párpado
pequeño que el grácil para el trasplante, pero también inferior provoca una ineficacia de la bomba lagrimal, una
más ancho para simular la función de los músculos de eversión del punto lagrimal y una malposición del pár-
la mímica facial. La técnica quirúrgica en dos tiempos es pado inferior, que se manifiesta por un ectropión y una
parecida a la de O’Brien, con asociación de una anasto- exposición de la esclera. El defecto de drenaje de las lágri-
mosis transfacial seguida 6 meses después del segundo mas provoca sequedad de la córnea y su irritación, con el
tiempo con transferencia muscular libre tras realizar el consiguiente compromiso visual [46] . Por tanto, la rehabili-
seguimiento del injerto mediante el signo de Tinel. Desde tación del párpado paralizado tiene un objetivo funcional
el punto de vista técnico, se extrae un colgajo de músculo de protección de la córnea. Tal y como ha resumido Harri-
pectoral menor por una incisión axilar. El músculo pecto- son, la rehabilitación de los párpados paralizados consiste
ral mayor se rechaza hacia delante. La sección del tendón en descender el parpado superior y elevar el inferior [47] .
del músculo pectoral menor a ras de la apófisis coracoides En los siguientes párrafos, después de recordar la utili-
permite exponer el pedículo vasculonervioso, originado dad de la tarsorrafia lateral asimétrica y de la cantopexia
en la arteria y la vena subclavias. En el mismo tiempo, se externa, se describirán las principales técnicas quirúrgicas
localizan la arteria y la vena faciales del lado paralizado de rehabilitación pasiva que se utilizan para los párpados
por una vía de estiramiento hasta por encima del surco superiores y después para los inferiores.
nasogeniano. El injerto sural se libera en sus últimos cen-
tímetros. El músculo pectoral menor se extrae y se fija al Tarsorrafia lateral asimétrica
arco cigomático a nivel posterior y al ala nasal, la comisura Esta técnica (cf supra) se debe proponer sistemática-
labial y el orbicular de los labios lo más posible en sentido mente en caso de complicación corneal y de forma precoz
anterior. La arteria, la vena y el nervio se suturan de forma para las parálisis faciales donde la oclusión palpebral sea
terminoterminal a la arteria y la vena facial, así como al incompleta (grado > III de House y Brackman), sobre todo
injerto sural [40, 41] . Harrison ha publicado una serie de 637 en pacientes mayores con párpados laxos. En los niños
pacientes que presentaron buenos resultados funcionales, y los adultos jóvenes, inicialmente se propone un segui-
con realización de un tiempo de revisión quirúrgica en miento simple si no existen complicaciones corneales. En
el 27,2% de los casos [42] . Sus ventajas son una morbili- caso de complicación oftalmológica grave o en el período
dad inapreciable del sitio donante, así como su forma y postoperatorio precoz, también puede que sea necesario
su tamaño adecuados; sus inconvenientes son el pequeño realizar una blefarorrafia medial provisional.
tamaño del pedículo, con necesidad de una anastomosis
Cantopexia externa por vía de mask-lift
distal al pedículo facial, con unos vasos de pequeño diá-
metro, así como las exigencias relacionadas con los dos Se realiza en el mismo tiempo que una mioplastia
tiempos quirúrgicos distanciados 6 meses. temporal para la rehabilitación del labio. La vía coronal
permite efectuar una disección orbitaria circunferencial,
Transferencia muscular libre de músculo dorsal y la cantopexia lateral permite retensar la banda palpe-
ancho (latissimus dorsi) bral paralizada. El principio consiste en horizontalizar el
Después de haber utilizado una técnica en dos tiempos, borde libre del párpado inferior [48] . Se puede asociar a una
como la descrita por Dellon et al [43] , Harii desarrolló a remodelación ósea de la órbita para mejorar el resultado.

8 EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial


Rehabilitación de la parálisis facial  E – 46-200

b
a

Figura 13. Incisión del elevador del párpado superior. a: dis-


tancia normal entre el borde libre del párpado y la pupila; b:
distancia de alargamiento recomendada del párpado paralizado.

Figura 14. Colocación del injerto de fascia lata.

Figura 16. Sostén del párpado inferior mediante injerto de


pabellón.
A. Vista anterior.
B. Vista lateral.

Sostén del párpado inferior mediante injerto


de pabellón auricular y sección del músculo retractor
Se realiza una incisión subtarsal, a través de la cual se
despega un bolsillo preseptal hasta el borde orbitario. La
parte central del músculo retractor del párpado se incide
Figura 15. Medición de la altura palpebral.
abriendo el tabique en el borde inferior del tarso, lo que
limita la tendencia a la retracción secundaria del injerto de
pabellón auricular. Este procedimiento puede bastar para
Alargamiento del músculo elevador del párpado ascender el párpado 2 mm, lo que puede ser suficiente en
superior según Tessier un primer momento en una persona joven. El injerto de
La retracción del párpado superior puede corregirse cartílago de pabellón se extrae por vía retroauricular. Se
mediante el alargamiento de su músculo elevador: por una reseca todo el pabellón, que se aplasta con una pinza para
incisión de blefaroplastia, se accede al borde superior del contornear después de haber realizado incisiones cruza-
tarso abriendo el tabique palpebral. Se localiza el músculo das para debilitar el pericondrio y suprimir su memoria
elevador por hidrodisección y se incide en toda su anchura de forma. El pabellón, una vez reducido de este modo,
(Fig. 13), ascendiendo la incisión lateralmente para seccio- se coloca en el bolsillo preseptal (Fig. 16A, B). La piel se
nar sus alerones. Se interpone un fragmento de fascia lata vuelve a suturar y el montaje se mantiene con una blefa-
(Fig. 14) cuya anchura debe ser dos o tres veces el alarga- rorrafia y un apósito ocular ligeramente compresivo. Sin
miento palpebral esperado (por lo general, alrededor de 8 embargo, a largo plazo existe un riesgo de que el injerto
mm de ancho). Éste está determinado por la diferencia de se enrolle sobre sí mismo [56–58] . Existen otras técnicas de
altura entre el borde libre del párpado paralizado y el del inclusión de un elemento de sostén en el párpado inferior.
párpado del lado sano (Fig. 15) [49–51] . Darsonval coloca un cartílago de tabique nasal; también
se puede colocar un injerto condromucoso bajo el tarso.
Aumento del peso del párpado superior La técnica de injerto de fibromucosa palatina consiste en
Esta técnica, desarrollada por Jobe, consiste en colo- seccionar los ligamentos retractores del párpado inferior
car una placa de oro por vía cutánea, que se fija delante en su cara interna y después colocar un injerto lo más fino
del tarso [52] . Esta técnica no proporciona protección en posible en el borde inferior del tarso.
posición acostada. Los autores de este artículo han aban- Minitendón
donado este procedimiento porque la presencia de un Esta técnica, desarrollada por Terzis consiste en realizar
cuerpo extraño en el párpado provoca con demasiada fre- una suspensión del borde libre del párpado inferior. Se
cuencia, en un plazo más o menos largo, complicaciones extraen las fibras del tendón del músculo palmar mayor
de tipo extrusión de la placa, retracción del párpado o del miembro superior no dominante. A continuación,
astigmatismo [49, 53–55] . se realizan dos incisiones, una precantal interna y otra

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 9


E – 46-200  Rehabilitación de la parálisis facial

Figura 17. Injerto de minitendón en tensión (A, B).

Figura 19. Procedimiento de Kuhnt-Szymanowski (A, B).

Figura 18. Colgajo heteropalpebral.

externa, que permiten aislar los ligamentos cantales res-


pectivos. Se tunelizan las fibras el tendón palmar mayor
por delante del borde libre del tarso, tras lo que se fijan al
canto interno con ayuda de un hilo no reabsorbible 5/0.
Después de ajustar la tensión del párpado, se fijan las fibras
tendinosas al canto lateral (Fig. 17). Las complicaciones a
nivel del sitio donante son excepcionales y la ausencia
Figura 20. Resección suprasuperciliar en líneas quebradas
de secuelas funcionales es la regla. En lo que respecta a
(elevación de la ceja).
los resultados, esta técnica realizada de forma aislada o
asociada a un procedimiento palpebral superior permite Procedimiento de Kuhnt-Szymanowski
disminuir tanto el lagoftalmos y como la exposición de la En pocas ocasiones, el párpado inferior está distendido
esclera [59] . Su estiramiento secundario puede requerir que hasta el punto de presentar un exceso de longitud. En este
vuelva a tensarse, lo que es fácil de realizar. caso, y exclusivamente en tales circunstancias, se puede
Colgajo heteropalpebral en «asa de cubo» proponer una escisión pentagonal del borde libre del tarso
En las parálisis faciales antiguas, en los pacientes con base superior, asociada a un despegamiento amplio
mayores, la lámina anterior del párpado inferior puede palpebrocigomático musculocutáneo. El retensado del
retraerse, lo que provoca una insuficiencia de altura. Esto colgajo despegado se acompaña de una resección cutánea
hace que el soporte del párpado con un cartílago de temporocigomática triangular de base superior (Fig. 19).
pabellón sea insuficiente. En estos casos, se realiza un col- La resección tarsoconjuntival debe realizarse lateralmente
gajo heteropalpebral en «asa de cubo» (Fig. 18). Si la piel para no desplazar demasiado en sentido lateral el punto
residual a nivel del párpado superior después de esta trans- lagrimal inferior.
ferencia no es suficiente (es decir, si mide menos de 2,5
cm de altura), es necesario injertar todo el párpado supe-
Nivel frontoorbitario
rior con un injerto de piel total retroauricular. Para evitar Resección suprasuperciliar en líneas quebradas
su retracción, se talla en forma de mariposa (es decir, más En las personas mayores en quienes no se recomienda
estrecho en la parte central correspondiente al pliegue pal- una anestesia prolongada para un mask-lift, se propone
pebral y las puntas de las «alas» se suturan en unos trazos una elevación de la ceja (brow-lift) paralizada mediante
de incisión que abren en X los ángulos de la pérdida de una resección cutánea suprasuperciliar en línea quebrada
sustancia). (Fig. 20).

10 EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial


Rehabilitación de la parálisis facial  E – 46-200

Figura 21. Árbol de decisiones. Rehabilitación del


Estado general compatible con una anestesia general de labio.
3 horas y parálisis facial que justifica una transposición
de músculo temporal: transposición + mask lift +
cantopexia lateral. Cirugía palpebral idealmente en un
segundo tiempo

Paciente joven, músculo temporal homolateral a la parálisis


Estadio de secuelas inactivo: transferencia libre de músculo pectoral menor.
Cirugía palpebral durante el primer tiempo(injerto sural)

Paciente anciano, sufrimiento ocular predominante en el


cuadro: cirugía palpebral de entrada + elevación de la ceja

Mioplastia de frontal asimétrica. Si ya existe una complicación oftalmológica


Cuando el estado general del paciente es compatible o se produce en el postoperatorio inmediato, se puede
con una anestesia general de tres horas y su parálisis facial proponer una blefarorrafia medial.
justifica una cirugía de simetrización de la sonrisa por En el contexto de las secciones nerviosas, la repara-
transposición de músculo temporal, esta cirugía se efec- ción debe realizarse lo antes posible. Se efectúa una sutura
túa en primer lugar por vía coronal. Esto permite realizar nerviosa si se puede realizar sin tensión; en caso con-
un mask-lift y una cantopexia lateral; el mask-lift permite trario, se debe interponer un injerto nervioso. Cuando
lograr una simetrización de la frente al suprimir las arru- existe una pérdida de sustancia larga, lo ideal es utili-
gas del lado sano. A continuación, se realiza la cirugía zar un injerto vascularizado [63, 64] . Según algunos autores,
palpebral, idealmente en un segundo tiempo. las anastomosis hipoglosofaciales también pueden utili-
zarse precozmente cuando no es previsible la recuperación
facial. En tal caso, se escoge la técnica lateroterminal
Cirugía del lado sano o terminoterminal, dependiendo de las costumbres del
equipo.
Miectomías
En la actualidad, se han abandonado como indicación
aislada, sustituyéndose por la toxina botulínica, salvo a Tratamiento paliativo en el estadio
nivel frontal, donde pueden asociarse a una cirugía que de secuelas
comprenda una mioplastia temporal, un mask-lift y una
cantopexia lateral. Este procedimiento se realiza de forma El estadio de secuelas se objetiva mediante la explora-
progresiva. ción física y por el período transcurrido hasta su aparición.
Esto se puede completar con una electromiografía facial,
Toxina botulínica que no muestra signos de recuperación. El tratamiento
quirúrgico de las parálisis faciales en este estadio se realiza
Permite ejercer una acción selectiva sobre los distintos
con una única intervención, si es posible. Si el objetivo es
grupos musculares de la cara. El interés principal de la
corregir de entrada la asimetría en los distintos niveles
toxina botulínica en el tratamiento de la parálisis facial
de la cara, se debe analizar cada nivel de forma indivi-
es inhibir los músculos de la mímica contralaterales hipe-
dual previamente para determinar los procedimientos que
ractivos (músculo frontal, corrugador de la ceja, prócer,
deberán realizarse en el lado paralizado, pero también en
cigomático menor, depresor del ángulo de la boca, depre-
el lado sano.
sor del labio inferior). En la mayoría de los casos, se utiliza
En los árboles de decisiones (Figs. 21 y 22) se resume la
como complemento, sobre todo a nivel del músculo
estrategia terapéutica que se debe adoptar en las parálisis
frontal, del cigomático menor o del depresor del
faciales en el estadio de secuelas. Dicha estrategia debe
ángulo de la boca. Además, permite tratar los espas-
adecuarse al estado general del paciente, a sus demandas
mos en las paresias y los espasmos hemifaciales pospara-
y a la repercusión de la parálisis facial.
líticos [60, 61] .
La cirugía de la parálisis facial proporciona una como-
didad y una mejora indiscutibles de la calidad de vida
Tratamiento complementario de los pacientes. Se debe establecer una relación de con-
fianza con el cirujano, que ha de explicar con sinceridad
Kinesiterapia los beneficios y los riesgos de las intervenciones propues-
Debe comenzarse desde la aparición de la parálisis tas, sin engañar al paciente con ilusiones de un objetivo de
facial [62] . Después de la cirugía, su objetivo es ayudar al normalidad. Se debe informar adecuadamente al paciente
paciente a recolocar su cara optimizando la utilización de de la necesidad de varias intervenciones para lograr un
la reconstrucción y relajando el lado sano. objetivo satisfactorio, pero aclarando que el resultado
final nunca es igual de óptimo que la normalidad. Es nece-
Liporrelleno sario un tratamiento global de la parálisis facial y se debe
Es útil para rellenar una depresión temporal residual, proponer al paciente la realización de procedimientos con
para corregir una depresión dejada por una parotidecto- fines estéticos para igualar el lado sano del paciente (mask-
mía o para devolver volumen a la región malar, lo que lift, liporrelleno, etc.) en la cirugía rehabilitadora. Esto
mejora el sostén del párpado inferior. le proporcionará a menudo un beneficio en términos de
autoestima y de aceptación de su cara.
La parálisis facial tiene una repercusión psicológica
 Indicaciones muy variable. El cirujano debe procurar no crear una
relación de dependencia de la cirugía en los pacientes
frágiles, con unas expectativas demasiado altas, que no
Tratamiento urgente y precoz aceptan su rostro paralizado, sin cerrar por ello la puerta
Si existe un riesgo de complicaciones oftalmológicas a unos retoques quirúrgicos ligeros que les permitan espe-
a corto plazo, se debe realizar una tarsorrafia lateral rar progresos adicionales. Aunque estas intervenciones no

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 11


E – 46-200  Rehabilitación de la parálisis facial

Estadio precoz Tarsorrafia asimétrica


Rehabilitación del
nivel orbitofrontal
Estadio de Alargamiento del músculo
Retracción del
secuelas elevador/interposición
párpado superior
de fascia lata

Leve sin ectropión: sección


del músculo retractor
Retracción del
páparo inferior
Intensa ± ectropión: injerto de
pabellón aplastado/minitendón

± ± ±

Lámina posterior Lámina anterior Párpado inferior


corta corta demasiado largo

Colgajo Escisión pentagonal


Sección del
heteropalpebral del borde libre o
músculo retractor
bipediculado técnica de Kuhnt

Figura 22. Árbol de decisiones. Rehabilitación del nivel orbitofrontal.

mejoran espectacularmente el resultado, permiten que el [5] Righini CA. Découverte du nerf facial lors d’une parotidecto-
paciente tome consciencia de los progresos realizados y mie. Ann Fr ORL Pathol Cervicofac 2012;129:236–41.
que acepte mejor su cara gracias a pequeños retoques. En [6] Beutter P, Laccourreye L, Lescanne E, Morinière S. Chirurgie
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cial debe basarse en un estudio exhaustivo que precise la cations des sutures nerveuses en ORL. Consulté le 11 août
duración, el grado y la etiología de la parálisis. Si se trata 2013. Disponible sur: www-em-premium-com.frodon.univ-
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12 EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial


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B. Baujat (bertrand.baujat@tnn.aphp.fr).
P. Gangloff.
Service d’oto-rhino-laryngologie et de chirurgie cervicofaciale, Hôpital Tenon, 4, rue de la Chine, 75020 Paris, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Baujat B, Gangloff P. Rehabilitación de la parálisis facial. EMC - Cirugía
otorrinolaringológica y cervicofacial 2015;16(1):1-13 [Artículo E – 46-200].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 13

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