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Superintendencia Financiera de Colombia

La Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) es la entidad gubernamental


encargada de supervisar los sistemas financiero y bursátil colombianos con el fin de
preservar su estabilidad, seguridad y confianza, así como promover, organizar y
desarrollar el mercado de valores y la protección de los inversionistas, ahorradores y
asegurados.

Establecida en la Ley 45 de 1923 bajo el nombre de Sección Bancaria, el artículo 19 de


esta ley designó como su jefe al Superintendente Bancario, encargándolo a su vez de la
vigilancia de todos los establecimientos bancarios. En 2005 fue fusionada en la
Superintendencia de Valores y cumple su misión institucional mediante la inspección,
vigilancia y control sobre las personas que realicen actividades financiera, bursátil,
aseguradora y cualquier otra relacionada con el manejo, aprovechamiento o inversión de
recursos captados del público. En el ámbito de las instituciones públicas la hoy
Superintendencia Financiera fue la primera superintendencia que se creó en Colombia y
es reconocida como uno de los organismos oficiales de mayor respetabilidad, valorada
por su larga tradición de capacidad técnica y administrativa.

Misión
Preservar la confianza pública y la estabilidad del sistema financiero, mantener la
integridad, la eficiencia y la transparencia del mercado de valores y demás activos
financieros y, velar por el respeto a los derechos de los consumidores financieros y la
debida prestación del servicio.

Visión
Ser una entidad de supervisión financiera comprometida con la excelencia, reconocida
local e internacionalmente por sus altos estándares de desempeño, gestión y nivel
técnico, apoyada en un equipo profesional, capacitado e innovador, que procure el sano
desarrollo del sector vigilado y la satisfacción del consumidor financiero.

Historia
Antecedentes

El proceso de emancipación de la corona Española en la primera mitad del siglo XIX


propició que a lo largo de la segunda mitad de mismo siglo la República de Colombia se
diera a la ingente tarea de expedir una legislación económica apropiada para regular las
relaciones mercantiles y financieras de las diversas empresas surgidas de la iniciativa
privada y del propio Estado. En dicho período se aprobó por el Congreso de la
República el Código de Comercio (1853 y 1887) y se realizaron varios intentos por
establecer un banco nacional sostenible. Así, la banca y la industria aseguradora se
regían por los postulados generales previstos en la ley para las sociedades comerciales y
por los estatutos que éstas se dictaran.

Fue hasta 1886 cuando se aprobó una reforma constitucional que facultó al Presidente
de la República para organizar al Banco Nacional y ejercer la inspección sobre los
bancos privados de emisión y demás establecimientos de crédito, autorización que
permitió la expedición de la Ley 51 de 1918 que estableció concretamente la facultad de
inspección gubernamental sobre las actividades financieras.

Creación de la Superintendencia Bancaria


Durante el gobierno del presidente Pedro Nel Ospina (1922-1926) se produjo una
significativa reforma a las instituciones de la Hacienda, la banca y la supervisión
financiera, adoptadas a partir de las recomendaciones de una de las misiones extranjeras
más exitosas para el devenir de la sociedad colombiana. Con la gestión adelantada por
Enrique Olaya Herrera, embajador colombiano destacado en Estados Unidos, fue
posible que se designara a Colombia como una de las naciones que visitaría un grupo de
expertos internacionales, encabezado por el profesor Edwin Walter Kemmerer. Los
expertos financieros prepararon un conjunto de proyectos de ley que, avalados por el
gobierno, fueron aprobados por el legislativo, uno de los cuales se convirtió en la Ley
45 de 1923 mediante la cual se creó a la Superintendencia Bancaria junto con el primer
sistema de supervisión, vigilancia y control de la actividad financiera con que contó la
nación.

Primeros alcances de la supervisión financiera

El régimen de inspección y vigilancia establecido originalmente para los bancos en


1923 se fue extendiendo paulatinamente a otras actividades financieras, ampliando así la
órbita de responsabilidades de la Superintendencia Bancaria. En 1924, mediante la Ley
68 del mismo año, se dispuso la supervisión estatal a la actividad aseguradora. A ésta se
sumaron, en 1929, los almacenes generales de depósito (Decreto 1821) que fueron
establecidos por la Ley 20 de 1921, las bolsas de valores y martillos en 1936 (Ley 16) y
el conjunto de las nacientes instituciones financieras para el fomento económico creadas
durante la Gran Depresión y durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.

En el transcurso de la administración del Presidente Enrique Olaya Herrera, estando en


curso los años más álgidos de la depresión mundial de los años 1930’s, surgieron, con el
control e inspección de la Superintendencia Bancaria, entidades financieras de fomento
como la Caja de Crédito Agrario, el Banco Central Hipotecario y la Corporación
Colombiana de Crédito. En la administración del Presidente Eduardo Santos, durante el
curso de la Segunda Guerra Mundial, comenzaron a funcionar, también bajo la
vigilancia de la Superintendencia Bancaria, entidades en su época emblemáticas como
el Instituto de Crédito Territorial y el Instituto de Fomento Industrial, así como el Fondo
de Estabilización que administró, mediante contratos fiduciarios, los bienes de los
ciudadanos alemanes, japoneses e italianos, activos sometidos a control por causa del
conflicto armado mundial.

Al terminar la primera mitad del siglo XX la entonces Superintendencia Bancaria se


consolidaba como una institución de control que cumplía su misión a partir del
desarrollo de un conjunto estructurado de instrumentos de supervisión financiera dentro
de los cuales se destacaba, entre otros, a) la aprobación de licencias temporales de
funcionamiento para las entidades vigiladas, b) control de encajes (del 15% para
entidades afiliadas al Banco Emisor y del 30% para no afiliadas), c) requerimiento de
capital mínimo dependiendo del número de habitantes de las ciudades sede de las
vigiladas, d) relación de pasivos para con el público ({capital pagado/exigibilidades} x
100 = 15%), e) exigencia de formación de una reserva legal de capital a partir de un
porcentaje de las utilidades anuales y, f) control de cupos individuales de crédito.

Estos instrumentos permitieron a la entonces Superintendencia Bancaria asumir la


responsabilidad de vigilar un sector que como el financiero y de valores innovaba
continuamente sus negocios y crecía al ritmo de la expansión de las actividades
económicas del país, agregando nuevos actores a su misión de control, como fue el caso
de algunos bancos con capital estatal que surgieron como nuevos actores en la década
1950-1960 (Bancos Popular, Cafetero, Ganadero) junto con las corporaciones
financieras creadas en 1960 (Decreto 2369) y los fondos mutuos de inversión
autorizados por el Decreto 2968 de 1960.

Un paso firme hacia la regulación y supervisión del mercado de valores se dio también
por la época mediante la expedición del Decreto 2969 de 1960 sobre bolsas de valores,
medida que actualizó la normativa de funcionamiento del mercado bursátil y el corretaje
de valores previsto desde la Ley 16 de 1936.

Fruto del trabajo de la Misión Kemmerer nació en 1923 el fundamento para que se
ejercieran tres controles esenciales para el devenir de la República y sus instituciones: a)
el control monetario con la creación del Banco de la República, b) el control fiscal con
la creación de la Contraloría General de la República y, c) el control y supervisión de las
actividades financieras con la creación de la Superintendencia Bancaria.

Financiación de vivienda y creación de la Comisión Nacional de Valores

En 1972, acogiendo la estrategia de generación de empleo y crecimiento incorporada en


el plan nacional de desarrollo propuesto por la Administración del presidente Misael
Pastrana Borrero, se estableció en Colombia un nuevo sistema de financiación de
vivienda que permitió la expansión del sistema financiero, crecimiento que se dio
paralelo con las connaturales mayores responsabilidades de supervisión. Mediante los
Decretos 677 y 678 se dispuso la creación del sistema de valor constante y las
corporaciones de ahorro y vivienda, instrumentos que permitieron un sistema de crédito
de vivienda con el cual muchas familias colombianas lograron acceder a su vivienda
propia.

Un importante avance institucional se produjo en 1979 con la aprobación de la Ley 32


de 1979, norma mediante la cual se creó la Comisión Nacional de Valores con las
atribuciones de constituirse como el organismo gubernamental responsable de estimular,
organizar y regular el mercado público de valores en Colombia. Esta ley facultó a la
citada Comisión para llevar el Registro Nacional de Valores, el Registro Nacional de
Intermediaros de Valores y autorizar y vigilar el funcionamiento de depósitos
centralizados de valores y de sistemas de compensación y de información centralizada
de operaciones, entre otros.

La crisis financiera de 1982


Aunque a lo largo de su vida institucional y en cumplimiento de su deber la
Superintendencia Bancaria se había visto en la obligación de intervenir y liquidar
algunas entidades financieras, no fue hasta el año 1982 cuando el sistema financiero
colombiano resultó golpeado por una crisis sistémica gestada por varios factores
macroeconómicos adversos y actuaciones de algunos de sus intermediarios que
resultaron precipitantes. Como producto de esta crisis se registró la toma de posesión de
diecinueve (19) entidades vigiladas y se contabilizó un total de 69.191 ahorradores
afectados por el evento. Para recuperar y preservar la confianza del público en el
sistema vigilado, la Superintendencia Bancaria gestionó la expedición del Decreto 2920
de 1982 que permitió la intervención del gobierno en el capital societario de entidades
financieras en crisis y se penalizaron prácticas que atentaban con la estabilidad del
sistema, incluyendo la captación masiva y habitual de dineros del público sin la
autorización legal pertinente.

El seguro de depósitos y el énfasis en el capital societario

En 1985 se estableció en Colombia el seguro de depósitos y se creó el Fondo de


Garantías de Instituciones Financieras –Fogafin- para que lo administrara (Ley 117).
Esta ley resultó ser una continuación de las políticas oficiales diseñadas a partir de 1982
para prevenir crisis financieras y asegurar la confianza del público en el sistema
vigilado. Además de fortalecer la confianza pública al habilitar el sistema de seguro de
depósitos, la estrategia se enderezó hacia el fortalecimiento de la capitalización de las
instituciones financieras, permitiendo a Fogafin consolidar el patrimonio de las
entidades inscritas y participar transitoriamente en el capital de éstas. Igualmente, se
facultó a Fogafin para colaborar con las autoridades en la liquidación de entidades
financieras intervenidas y para que asumiera temporalmente la administración de las
que pudieran recuperarse.

Los avances de la supervisión financiera y de valores

La relación de solvencia

El derrotero hacia un fortalecimiento patrimonial de las instituciones financieras


continúo en los siguientes años como punto central de las estrategias de regulación
financiera enfocada a preservar la estabilidad del sector. Fue así como en diciembre de
1989 la Junta Monetaria de Colombia expidió la Resolución 80 mediante la cual se
adoptó el estándar internacional recomendado por el Comité de Basilea y se introdujo la
relación de solvencia, no sobre la relación “Capital/Pasivos”, sino sobre la relación
“Capital/Activos Ponderados por Nivel de Riesgo”. De esta forma, de la mano de la
relación de solvencia y el capital adecuado para las instituciones financieras se terminó
construyendo una nueva estrategia de regulación que conducía la normatividad hacia los
causes del énfasis en la gestión de los riegos de sus activos expuestos, como el riesgo
crediticio para los préstamos, el riesgo de mercado para las inversiones y el control de
riesgos de tesorería ante el desarrollo de innovaciones financieras como las operaciones
de futuros, derivados y titularizaciones, entre otros.

Reformas económicas y nuevos esquemas de supervisión

Con las reformas adelantadas durante la administración del Presidente Cesar Gaviria
Trujillo, dirigidas a la internacionalización y modernización de la economía nacional,
comenzaron importantes actualizaciones y ajustes a la regulación financiera del país. En
1989, la Superintendencia Bancaria estableció para las sociedades matrices y sus filiales
el deber de transmitir al organismo de control sus estados financieros consolidados
(Circular Externa 110). Así mismo, se aprobó la Ley 45 de 1990 que otorgó espacios
para la inversión extranjera en el sector vigilado, permitiendo nuevas operaciones a
través de un modelo de operaciones de matrices y filiales y se profundizó en las figuras
de conversión, escisión, fusión y cesión de activos y pasivos, propiciando más
oportunidades de desarrollo de economías de escala para los intermediarios financieros.
La Ley 45 de 1990 actualizó también la normatividad para la industria aseguradora,
permitiéndole una mayor competencia e innovación en materia de pólizas y tarifas,
consolidando en general reglas prudenciales y el esquema de grupos financieros.

Merced a las facultades especiales concedidas por la Ley 45 de 1990, el Gobierno


Nacional expidió al año siguiente el primer Estatuto Orgánico del Sistema Financiero
(Decreto 1730), normativa que recogió en un solo cuerpo integrado todas las
disposiciones aplicables al sector.

En el lapso 1990-1993 la legislación financiera colombiana avanzó hacia el


establecimiento de nuevos tipos de actores objeto de supervisión. Comenzó con la
formalización de fondos para el depósito anual de las cesantías de los trabajadores, que
antes se acumulaban como pasivos laborales para los empleadores hasta el retiro del
empleado (Ley 50 de 1990), y continuó a los pocos años con la introducción de un
nuevo régimen de ahorro individual para administrar los aportes de la seguridad social y
atender el reconocimiento y pago de las pensiones de los trabajadores colombianos (Ley
100 de 1993).

La apertura económica adelantada por la administración Gaviria Trujillo llegó también


con sus reformas al mercado de divisas, permitiendo el surgimiento de los
intermediarios del mercado cambiario y las nuevas responsabilidades de la
Superintendencia Bancaria al asumir la certificación diaria de la tasa representativa del
mercado cambiario –TRM-. Estos nuevos escenarios de supervisión se desarrollaron
paralelo con la introducción de nuevas plataformas tecnológicas para la comunicación y
transmisión de información entre la Superintendencia Bancaria y las entidades
vigiladas, incorporando canales de comunicación novedosos para la época como lo fue
la tecnología del módem.

Creación de la Superintendencia de Valores


Teniendo como propósito central el establecimiento de una democracia participativa, las
mesas de trabajo previas a las sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente
convocada para adelantar la reforma constitucional de 1991 resultaron propicias para
discutir aspectos centrales del desarrollo del mercado de capitales y la independencia de
la Banca Central. Las diversas propuestas y las discusiones finales de la Asamblea
terminaron por darle el carácter de Superintendencia a la Comisión Nacional de Valores,
de conformidad con lo previsto en el artículo transitorio número 52 de la Constitución
Política.

En desarrollo de este mandato, se expidió el Decreto 2739 de 1991 mediante el cual se


dispuso denominar en lo sucesivo Superintendencia de Valores a la Comisión Nacional
de Valores creada por la Ley 32 de 1979. Además de señalar la naturaleza y
denominación de la Superintendencia de Valores, se definió su estructura orgánica y sus
funciones dirigidas a obtener la eficiencia y transparencia en el mercado de valores.

La Constitución de 1991 dispuso y reitero también en su artículo 335 que las actividades
financiera, bursátil y aseguradora son de interés público y solamente pueden ser
ejercidas previa autorización del Estado.

Objetivos estratégicos de la supervisión financiera

Durante el año 1993 se expidió la Ley 35 por medio de la cual se definió el ámbito de
intervención estatal en el sistema financiero, asegurador y de valores, promoviendo un
sector vigilado competitivo, eficiente y sólido y fortaleciendo los institutos de
salvamento y protección de la confianza pública. Con base en esta reforma, se expidió
igualmente el nuevo Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, Decreto 663 de 1993.
Con este renovado cuerpo normativo, para el año 1994 la Superintendencia Bancaria se
dio a tarea de planificar su acción supervisora bajo el criterio de objetivos estratégicos.
En 1994 los primeros objetivos se focalizaron en a) el control de grandes riesgos, b)
control de conflictos de interés, c) objetivo de información, difusión y transparencia y,
d) objetivo de protección al consumidor.

El enfoque de objetivos estratégicos para la supervisión estuvo acompañado de la


introducción de dos eventos claves para la administración de riesgos financieros: a) la
obligación de las entidades vigiladas de valorar a precios del mercado la porción de sus
activos comprometidos en inversiones y, b) el desarrollo de normas sobre gestión de
activos y pasivos -GAP-. A estos objetivos se uniría el interés por fortalecer el programa
de prevención contra el lavado de activos y financiación del terrorismo a partir de 1995.

La crisis financiera 1998 - 1999, y ajustes a la


regulación prudencial
En 1998 la Superintendencia Bancaria debió enfrentar un episodio profundo de crisis
sistémica que involucro principalmente a los establecimientos de crédito especializados
en crédito hipotecario, cooperativas de ahorro y crédito y banca pública. Esta crisis
afectó el desempeño de la economía y profundizó un reacomodamiento del sistema
financiero reduciendo el número de actores y exigiendo una nueva legislación para la
financiación de vivienda. Como parte del proceso de recuperación se aprobó la Ley 510
de 1999 la cual introdujo reformas al Estatuto Orgánico del Sistema Financiero
relacionadas con el manejo de crisis mediante la regulación de las condiciones de
ingreso al sistema financiero, a las facultades de intervención del Gobierno Nacional, al
régimen de inversiones de capital y a los regímenes específicos de varios tipos de
intermediarios financieros.

Con la Ley 510 de 1999 se actualizó la regulación prudencial para dejarla al nivel de los
estándares internacionales de supervisión bancaria del momento, introduciendo
mecanismos de detección temprana de crisis para reducir los efectos eventuales del
riesgo sistémico. Esta ley autorizó a las Superintendencias Bancaria y de Valores a
afiliarse a agremiaciones de organismos de supervisión del exterior para el mejor
cumplimiento de sus responsabilidades.
La Ley 546 de 1999 dio origen a la Unidad de Valor Real UVR, en reemplazo de la
unidad de valor constante UPAC, y dispuso que la corporaciones de ahorro y vivienda,
que administraban el sistema UPAC, se convirtieran es establecimientos bancarios. La
regulación financiera después de la crisis enfilo su estrategia hacia la gestión y
administración de riesgos creando para los efectos sistemas integrales regulatorios como
el Sistema de Administración del Riesgo Crediticio –SARC- y el Sistema Integral de
Prevención de Lavado de Activos –SIPLA-, entre otros. Esta estrategia después de la
crisis se fortaleció con la expedición de la Ley 795 de 2003 que introdujo un importante
número de ajustes al Estatuto Orgánico del Sistema Financiero.

La Ley 795 profundizó aún más los criterios introducidos por la reforma financiera
concebida mediante la Ley 510 de 1999 para facilitar el proceso de reacomodamiento
del sector vigilado, ajustando la legislación a algunos pronunciamientos de la rama
jurisdiccional, buscando el cumplimiento de los objetivos previstos para los institutos de
salvamento y la protección de la confianza del público en las instituciones financieras.

La Superintendencia Financiera y la supervisión en el


siglo XXI
Fusión de la Superintendencia Bancaria en la Superintendencia de
Valores

En 2005 se aprobó la Ley 964 en virtud de la cual el Gobierno Nacional quedó facultado
para ejercer la intervención en las actividades de manejo, aprovechamiento e inversión
de recursos captados del público que se efectúen mediante valores, con sujeción a los
objetivos de a) proteger los derechos de los inversionistas, b) promover el desarrollo y
la eficiencia del mercado de valores, c) prevenir y manejar el riesgo sistémico del
mercado de valores, d) preservar el buen funcionamiento, la equidad, la transparencia, la
disciplina y la integridad del mercado de valores y, en general, la confianza del público
en el mismo.

En el artículo 74 de esta ley se indicó que en el evento en que se dispusiera la fusión de


las Superintendencias Bancaria y de Valores, los objetivos, las entidades vigiladas, las
funciones y facultades asignadas a las mismas se entenderían trasladadas en su
integridad a la entidad encargada de adelantarlas, o a aquella que resulte del respectivo
proceso de fusión. Señaló además, que dicha entidad asumirá las facultades y funciones
propias de la Superintendencia Bancaria respecto de las entidades supervisadas por esta
y las propias de la Superintendencia de Valores respecto de las entidades y actividades
también supervisadas por esta.

Fue así como en noviembre de 2005 se expidió el Decreto 4327 ordenando la fusión de
la Superintendencia Bancaria de Colombia en la Superintendencia de Valores, la cual en
adelante se denomina Superintendencia Financiera de Colombia y cuyo objeto principal
es ejercer la inspección, vigilancia y control sobre las personas que realicen actividades
financiera, bursátil, aseguradora y cualquier otra relacionada con el manejo,
aprovechamiento o inversión de recursos captados del público, supervisión que tiene
como fin preservar la estabilidad, seguridad y confianza en el sistema financiero y
promover, organizar y desarrollar el mercado de valores colombiano y la protección de
los inversionistas, ahorradores y asegurados.
Fieles a la supervisión por objetivos estratégicos y la gestión de riesgos, la
Superintendencia Financiera concibió su estructura orgánica sobre la base de
dependencias cuyas funciones se distribuían en virtud de los principales tipos de riesgo
objeto de vigilancia y control. Bajo esa concepción se incluyeron en el Decreto 4327,
junto a los tradicionales despachos para supervisión institucional (Delegaturas para
Intermediarios Financieros, Pensiones, Aseguradoras, Emisores e Intermediarios de
Valores), los despachos de los Superintendentes Delegados para Supervisión de Riesgo
de Crédito. Riesgo de Mercado e Integridad, Riesgos Operativos, Riesgo de Lavado de
Activos y Riesgos de Conglomerados y Gobierno Corporativo.

Escenarios regulatorios después de la fusión de las labores de supervisión


del mercado financiero y de valores

El establecimiento de la Superintendencia Financiera como producto de la fusión de las


labores de supervisión del mercado financiero, asegurador y de valores que se realizó en
Colombia a partir de 2005 resulto ser un ajuste institucional que en buena medida se
anticipo varios años a los avances que en tal sentido comenzaron a discutirse y
proponerse en otras naciones, como una respuesta a la crisis financiera internacional que
desembocó en la gran recesión internacional a partir de 2009, crisis financiera que se
desencadenó por el estallido de la burbuja de activos inmobiliarios subprime, la
deficiente calificación de títulos hipotecarios y la quiebra de Lehman Brothers en los
Estados Unidos en septiembre de 2008.

La primera reforma financiera después de la fusión de las labores de supervisión


anotadas para Colombia se produjo con la Ley 1328 de 2009. Esta regulación apuntó al
objetivo de proteger los intereses de los ahorradores e inversionistas del sistema
vigilado y controlado. La ley despliega un régimen de protección al consumidor
financiero, regulando aspectos tales como el sistema de atención al consumidor,
definiendo las prácticas abusivas y redefinió la institución de defensoría del consumidor
financiero. Además de la promoción de las microfinanzas y la liberación comercial de
servicios financieros, la Ley 1328 introdujo también dentro de la estructura del sistema
financiero nuevas operaciones y cambios de nombre de algunos actores del sector,
surgiendo con ello las compañías de financiamiento y las sociedades de intermediación
cambiaria.

Dentro del proceso de fusión de las labores de supervisión financiera y de valores debe
resaltarse como un gran paso para el cumplimiento de los objetivos de la
Superintendencia Financiera la expedición de Decreto 2555 de 2010 por medio del cual
se recogieron y reexpidieron las normas en materia del sector financiero, asegurador y
del mercado de valores. La norma se conoce con el nombre de ‘Decreto Único para el
Sector Financiero, asegurador y del Mercado de Valores’ ya que unificó en una sola
disposición el conjunto de regulaciones dispersas en varios actos administrativos con las
que se orientaba el quehacer institucional de las antiguas Superintendencias Bancaria y
de Valores. El Decreto Único recuerda un similar esfuerzo realizado en 1995 cuando se
logró por la Superintendencia Bancaria la implementación de su Circular Básica
Contable y Financiera, complementada en 1996 con su Circular Básica Jurídica. Estas
circulares básicas, al igual que el Decreto Único, permitieron compendiar en un solo
volumen las normas e instructivos vigentes y disminuir la carga operativa de las
entidades vigiladas en materia de la conceptualización regulatoria contable, financiera y
jurídica.
Tarifas de productos y servicios financieros e integración de las bolsas de
valores de Colombia, Chile y Perú en 2010

En 2010, finalizando la primera década del siglo XXI, la supervisión financiera y de


valores colombiana, junto con su normatividad, habían resistido con éxito los avatares
de la gran crisis financiera internacional (2008-2009), en buena medida por la menor
exposición de los mercados nacionales y por contar de tiempo atrás con una regulación
prudencial suficientemente sólida para prevenir sus efectos. Libres de ese contagio
sistémico internacional, en 2010 la agenda de la Superintendencia Financiera asumía,
entre otros programas relevantes, dos objetivos institucionales relacionados con la
protección al consumidor financiero y la supervisión del mercado de valores.

Así, dentro del contexto de su objetivo misional de velar por el respeto a los derechos de
los consumidores financieros y la debida prestación del servicio, la Superintendencia
Financiera de Colombia asumió en 2010 el compromiso de fortalecer su gestión por la
transparencia y revelación de precios al consumidor financiero, mediante la publicación
de las tarifas de los productos y servicios que ofrecen los establecimientos de crédito.
Esta revelación de precios, que ha permitido que los consumidores financieros puedan
acceder a información cierta, suficiente, comparable y oportuna para la toma de
decisiones, continua extendiéndose y consolidándose hacia otros ramos ofrecidos por el
sector supervisado como es el caso de productos y servicios ofrecidos por las
aseguradoras, el mercado de valores y los fondos de pensiones.

El segundo objetivo institucional importante de la Superintendencia finalizando la


primera década del siglo XXI surgió con ocasión de la creación del Mercado Integrado
Latinoamericano –MILA-. La integración de las plataformas de negociación de los
mercados de renta variable de la Bolsa de Comercio de Santiago, la Bolsa de Valores de
Lima y la Bolsa de Valores de Colombia se constituyó en un paso trascendental en el
proceso de integración de los mercados de valores de los tres países de la subregión.

Esa integración planteó la necesidad de una presencia y acompañamiento en todo el


desarrollo del proyecto por parte de la Superintendencia Financiera en cumplimiento de
su objetivo misional de velar por la integridad, eficiencia y transparencia del mercado
de valores. Con el compromiso y acompañamiento de los reguladores de las tres
naciones y los acuerdos comerciales necesarios, se culminó el diseño de los modelos de
negociación, de compensación y liquidación, se realizaron las adecuaciones
tecnológicas, la capacitación y el acercamiento entre los intermediarios de los países
comprometidos.

Con la integración de las bolsas de valores de Colombia, Chile y Perú la


Superintendencia Financiera continúa avanzando en la implementación de la regulación
necesaria y suficiente para coordinar la supervisión del mercado de valores integrado y
para consolidar las reglas de compensación y liquidación entre las tres naciones.

Superintendentes
Superintendentes Bancarios (1924 - 2005)
Nombre Superintendente Año

1924 –
Jesús María Marulanda
1925

1925 –
Gonzalo Córdoba
1932

1932 -
Félix García Ramírez
1934

1934 -
Eduardo Vallejo
1936

1936 -
Alberto H. Torres
1939

1939 -
Juan Pablo Manotas
1940

1940 -
Héctor José Vargas
1949

1949 -
Álvaro Leal Morales
1951

1951 -
Manuel Antonio Suárez
1953

1953 -
Jorge Echeverri Herrera
1957
Carlos Monroy Reyes 1957

1957 -
Luis Córdoba Mariño
1958

1958 -
Carlos Casas Morales
1961

1961 -
Humberto Mesa González
1962

1962 -
Alfonso Muñoz Botero
1966

1966 -
Aníbal Fernández de Soto
1967

1967 -
Miguel Aguilera Rogers
1970

1970 -
Abel Francisco Carbonell
1973

1973 -
Vicente Noguera Carbonell
1974

1974 -
Ramón E. Madriñan de la Torre
1976

1976 -
Cristian Mosquera Casas
1977
1977 -
Juan Camilo Restrepo Salazar
1978

1978 -
Francisco Morris Ordóñez
1982

1982 -
Germán Botero de los Ríos
1984

1984 -
Germán Tabares Cardona
1986

1986 -
Ernesto Aguirre Carrillo
1988

1988 -
Néstor Humberto Martínez Neira
1991

1991 -
José Elías Melo Acosta
1994

1994 -
Jorge Castellanos Rueda
1996

1996 -
María Luisa Chiappe
1998

1998 -
Sara Ordóñez Noriega
2000

2000 -
Patricia Correa Bonilla
2002
2003 –
Jorge Pinzón Sánchez
2005

Superintendentes de Valores (1991 - 2005)

Nombre Superintendente Año

1991 -
Luis Fernando López Roca
1994

1995 -
Andrés Uribe Arango
1998

1998 -
José Gabriel Taboada
2002

2002 -
Clemente del Valle Borraez
2005

Superintendentes Financieros (2005 - Actual)

Nombre Superintendente Año

César Prado Villegas 2005

2006 -
Augusto Acosta Torres
2007

2007 -
César Prado Villegas
2008
2008 -
Roberto Borrás Polanía
2010

Gerardo Hernández 2010 -


Correa actual

Entidades vigiladas

Entidades
Tipo de entidad vigiladas
(31 dic. 2009)

Establecimientos bancarios 18
Corporaciones financieras 3
Compañías de financiamiento 28
Sociedades fiduciarias 27
Almacenes generales de depósito 4
Organismos cooperativos de grado superior 1
Sociedades de capitalización 4
Sociedades corredoras de seguros 54
Compañías de seguros generales 23
Compañías de seguros de vida 19
Cooperativas de seguros 2
Oficinas de representación en Colombia de organismos financieros del
44
exterior
Instituciones oficiales especiales 11
Sociedades administradoras de fondos de pensiones y cesantía 6
Entidades administradoras del régimen solidario de prima media 6
Oficinas de representación en Colombia de reaseguradoras del exterior 9
Sociedades de intermediación cambiaria y servicios financieros especiales 3
Entidades cooperativas de carácter financiero 7
Organismos de autorregulación 1
Bolsas de valores 1
Sociedades administradoras de depósitos centralizados de valores 1
Sociedades calificadoras de valores 3
Comisionistas de bolsas de valores 30
Sociedades administradoras de inversión 6
Fondos de garantías 1
Fondos mutuos de inversión vigilados 40
Banco de la República 1
Oficinas de representación en Colombia sin establecimiento de comercio 9
Administradoras de sistemas de pago de bajo valor 6
Bolsas agropecuarias 1
Sociedades comisionistas de bolsas agropecuarias 31
Cámaras de compensación de las bolsas agropecuarias 1
Sociedades administradoras de sistemas de negociación y registro de divisas 3
Sociedades administradoras de sistemas de negociación de valores y de
2
registro de operaciones sobre valores
Cámara de riesgo central de contraparte 1
Sociedades administradoras de sistemas de compensación y liquidación de
1
divisas
Oficinas de representación del mercado de valores del exterior 1
Oficinas de representación sin establecimientos de comercio de sociedades
0
fiduciarias
Titularizadoras 1
TOTAL (*) 410

(*) No incluye las entidades sobre las cuales la Superintendencia Financiera ejerce
control concurrente y control exclusivo.

Bibliografía
1. Luis Fernando López Garavito. Pasado y presente de la Superintendencia Financiera
de Colombia. Documento interno SFC, 2010.

2. Estrategias de regulación financiera. Universidad Externado de Colombia, 2004.

3. Superintendencia Bancaria de Colombia 1923-1998. Revista Nº 33, 1998.


Jurisprudencia Financiera 2003

Contabilidad Pública
Corte Constitucional. Sala Plena. M. P. Jaime Córdoba Triviño. Sentencia C-452 del 3 de junio
de 2003. Expediente D-4350.

Síntesis: Marco constitucional de la contabilidad pública y del Contador General de la Nación.


Ambito de aplicación de los criterios que adopta la Contaduría General de la Nación.
Facultades de regulación de las superintendencias en materia contable.

[§ 007] «(…)

I. NORMAS DEMANDADAS

A continuación se transcriben las normas objeto del proceso y se resalta lo demandado:

"Ley 32 de 19791

(mayo 17)

Por la cual se crea la Comisión Nacional de Valores y se dictan otras disposiciones.

El Congreso de Colombia,

Decreta:

(…)

Artículo 9º. Son funciones de la Comisión Nacional de Valores:

(...)

10. Establecer requisitos mínimos sobre forma y contenido de los estados financieros y demás
información supletoria de carácter contable, para que sean observados por quienes participan
en el mercado".

"Decreto 663 de 19932

(abril 2)

Por medio del cual se actualiza el Estatuto Orgánico del Sistema Financiero y se modifica su
titulación y numeración.

EL Presidente de la República de Colombia, en uso de las facultades extraordinarias que le


confiere la Ley 35 de 1993,

Decreta:

(…)
Artículo 95. Contabilidad.

1. Régimen General. Las entidades vigiladas deberán observar las reglas generales que en
materia contable dicte la Superintendencia Bancaria, sin perjuicio de su autonomía para
escoger y utilizar métodos accesorios, siempre que éstos no se opongan, directa o
indirectamente, a las instrucciones generales impartidas por la Superintendencia.

2. Régimen de las agencias colocadoras de seguros y de títulos de capitalización. Toda


agencia deberá tener una organización técnica y contable con sujeción a las normas que dicte
al efecto la Superintendencia Bancaria".

"Ley 142 de 19943

(11 de julio)

por la cual se establece el régimen de los servicios públicos domiciliarios y se dictan otras
disposiciones.

El Congreso de Colombia,

Decreta:

(…)

Artículo 79. Funciones de la Superintendencia de Servicios Públicos.

Las personas prestadoras de servicios públicos y aquellas que, en general, realicen actividades
que las haga sujeto de aplicación de la presente ley, estarán sujetos al control y vigilancia de la
Superintendencia. Son funciones especiales de ésta las siguientes:

79.1 Vigilar y controlar el cumplimiento de las leyes y actos administrativos a los que estén
sujetos quienes presten servicios públicos, en cuanto el cumplimiento afecte en forma directa e
inmediata a usuarios determinados; y sancionar sus violaciones, siempre y cuando esta función
no sea competencia de otra autoridad.

79.2 Vigilar y controlar el cumplimiento de los contratos entre las empresas de servicios
públicos y los usuarios, y apoyar las labores que en este mismo sentido desarrollan los
"comités municipales de desarrollo y control social de los servicios públicos domiciliarios"; y
sancionar sus violaciones.

79.3 Establecer los sistemas uniformes de información y contabilidad que deben aplicar
quienes presten servicios públicos, según la naturaleza del servicio y el monto de sus activos, y
con sujeción siempre a los principios de contabilidad generalmente aceptados.

(...)".

"Ley 174 de 19944

(Diciembre 22)

Por la cual se expiden normas en materia de saneamiento aduanero y se dictan otras


disposiciones en materia tributaria.

El Congreso de Colombia,

Decreta:
(…)

Artículo 5º. efectos contables y fiscales del sistema de ajustes integrales. El segundo inciso del
artículo 330 del Estatuto Tributario quedará así:

"Para efectos de la contabilidad comercial se utilizará el sistema de ajustes integrales por


inflación, de acuerdo con lo previsto en los principios o normas de contabilidad generalmente
aceptados en Colombia, y en los principios o normas de contabilidad expedidos para sus
vigiladas por las respectivas entidades de control, de acuerdo con la naturaleza jurídica y las
actividades desarrolladas por las personas obligadas a llevar contabilidad".

"Ley 222 de 19955

(diciembre 20)

por la cual se modifica el Libro II del Código de Comercio, se expide un nuevo régimen de
procesos concursales y se dictan otras disposiciones.

El Congreso de Colombia,

Decreta

(…)

Artículo 86. Otras funciones. Además la Superintendencia de Sociedades cumplirá las


siguientes funciones:

1. Unificar las reglas de contabilidad a que deben sujetarse las sociedades comerciales
sometidas a su inspección, vigilancia y control.

(...)".

"Ley 298 de 19966

(julio 23)

por la cual se desarrolla el artículo 354 de la Constitución Política, se crea la Contaduría


General de la Nación como una Unidad Administrativa Especial adscrita al Ministerio de
Hacienda y Crédito Público, y se dictan otras disposiciones sobre la materia.

El Congreso de Colombia

Decreta

(…)

Artículo 4º. Funciones de la Contaduría General de la Nación. La Contaduría General de la


Nación desarrollará las siguientes funciones:

a) Determinar las políticas, principios y normas sobre contabilidad, que deben regir en el país
para todo el sector público;

b) Establecer las normas técnicas generales y específicas, sustantivas y procedimentales, que


permitan unificar, centralizar y consolidar la contabilidad pública;
c) Llevar la Contabilidad General de la Nación, para lo cual expedirá las normas de
reconocimiento, registro y revelación de la información de los organismos del sector central
nacional;

d) Conceptuar sobre el sistema de clasificación de ingresos y gastos del Presupuesto General


de la Nación, para garantizar su correspondencia con el Plan General de la Contabilidad
Pública. En relación con el Sistema Integrado de Información Financiera -SIIF-, el Ministerio de
Hacienda y Crédito Público garantizará el desarrollo de las aplicaciones y el acceso y uso de la
información que requiera el Contador General de la Nación para el cumplimiento de sus
funciones;

e) Señalar y definir los estados financieros e informes que deben elaborar y presentar las
entidades y organismos del sector público, en su conjunto, con sus anexos y notas explicativas,
estableciendo la periodicidad, estructura y características que deben cumplir;

f) Elaborar el Balance General, someterlo a la auditoría de la Contraloría General de la


República y presentarlo al Congreso de la República, para su conocimiento y análisis por
intermedio de la Comisión Legal de Cuentas de la Cámara de Representantes, dentro del plazo
previsto por la Constitución Política;

g) Establecer los libros de contabilidad que deben llevar las entidades y organismos del sector
público, los documentos que deben soportar legal, técnica, financiera y contablemente las
operaciones realizadas y los requisitos que estos deben cumplir;

h) Expedir las normas para la contabilización de las obligaciones contingentes de terceros que
sean asumidas por la Nación, de acuerdo con el riesgo probable conocido de la misma,
cualquiera sea la clase o moralidad de tales obligaciones, sin perjuicio de mantener de pleno
derecho, idéntica la situación jurídica vigente entre las partes, en el momento de asumirlas;

i) Emitir conceptos y absolver consultas relacionadas con la interpretación y aplicación de las


normas expedidas por la Contaduría General de la Nación;

j) La Contaduría General de la Nación, será la autoridad doctrinaria en materia de interpretación


de las normas contables y sobre los demás temas que son objeto de su función normativa;

k) Expedir las normas para la contabilización de los bienes aprehendidos, decomisados o


abandonados, que entidades u organismos tengan bajo su custodia, así como para dar de baja
los derechos incobrables, bienes perdidos y otros activos, sin perjuicio de las acciones legales
a que hubiere lugar;

l) Impartir las normas y procedimientos para la elaboración, registro y consolidación del


inventario general de los bienes del Estado;

m) Expedir los certificados de disponibilidad de los recursos o excedentes financieros, con base
en la información suministrada en los estados financieros de la Nación, de las entidades u
organismos, así como cualquiera otra información que resulte de los mismos;

n) Producir informes sobre la situación financiera y económica de las entidades u organismos


sujetos a su jurisdicción;

o) Adelantar los estudios e investigaciones que se estimen necesarios para el desarrollo de la


ciencia contable;

p) Realizar estudios económicos - financieros, a través de la contabilidad aplicada, para los


diferentes sectores económicos;
q) Ejercer inspecciones sobre el cumplimiento de las normas expedidas por la Contaduría
General de la Nación;

r) Coordinar con los responsables del control interno y externo de las entidades señaladas en la
ley, el cabal cumplimiento de las disposiciones contables;

s) Determinar las entidades públicas y los servidores de la misma responsables de producir,


consolidar y enviar la información requerida por la Contaduría General de la Nación;

t) Imponer a las entidades a que se refiere la presente ley, a sus directivos y demás
funcionarios, previas las explicaciones de acuerdo con el procedimiento aplicable, las medidas
o sanciones que sean pertinentes, por infracción a las normas expedidas por la Contaduría
General de la Nación;

u) Las demás que le asigne la ley".

"Ley 454 DE 19987

(agosto 4)

por la cual se determina el marco conceptual que regula la economía solidaria, se transforma el
Departamento Administrativo Nacional de Cooperativas en el Departamento Administrativo
Nacional de la Economía Solidaria, se crea la Superintendencia de la Economía Solidaria, se
crea el Fondo de Garantías para las Cooperativas Financieras y de Ahorro y Crédito, se dictan
normas sobre la actividad financiera de las entidades de naturaleza cooperativa y se expiden
otras disposiciones.

El Congreso de Colombia,

Decreta

(…)

Artículo 36. Funciones de la Superintendencia de la Economía Solidaria. Son facultades de la


Superintendencia de la Economía Solidaria para el logro de sus objetivos:

1. Verificar la observancia de las disposiciones que sobre estados financieros dicte el Gobierno
Nacional.

2. Establecer el régimen de reportes socioeconómicos periódicos u ocasionales que las


entidades sometidas a su supervisión deben presentarle, así como solicitar a las mismas, a sus
administradores, representantes legales o revisores fiscales, cuando resulte necesario,
cualquier información de naturaleza jurídica, administrativa, contable o financiera sobre el
desarrollo de sus actividades.

3. Fijar las reglas de contabilidad a que deben sujetarse las entidades bajo su supervisión, sin
perjuicio del cumplimiento de las disposiciones legales que regulen la materia.

(...)"

"Ley 510 de 19998

(agosto 3)
por la cual se dictan disposiciones en relación con el sistema financiero y asegurador, el
mercado público de valores, las Superintendencias Bancaria y de Valores y se conceden unas
facultades.

El Congreso de Colombia

Decreta

(…)

Artículo 38. Modifícase el numeral 1 del artículo 95 del Estatuto Orgánico del Sistema
Financiero, el cual quedará así:

Artículo 95. Contabilidad.

1. Régimen general. La Superintendencia Bancaria se encuentra facultada para dictar las


normas generales que en materia contable deban observar las entidades vigiladas, sin perjuicio
de la autonomía de estas últimas para escoger y utilizar métodos accesorios, de conformidad
con la ley".

(…)

V. Consideraciones de la Corte Constitucional

(…)

3. Marco constitucional de la contabilidad pública y del Contador General de la Nación

3.1 La Ley 42 de 1923, sobre reorganización de la contabilidad oficial y creación del


Departamento de Contraloría9, le otorga al Contralor General de la República competencia
exclusiva en todos los asuntos referentes al examen, glosa y fenecimiento de cuentas de los
funcionarios o empleados encargados de recibir, pagar y custodiar fondos o bienes de la
Nación, y en todos los asuntos relacionados con los métodos de contabilidad y con la manera
de llevar las cuentas de la Nación, la conservación de los comprobantes y el examen e
inspección de los libros, registros y documentos referentes a dichas cuentas 10. En especial le
asignó al Contralor General, entre otras, las funciones de llevar las cuentas generales de la
Nación, incluyendo las relacionadas con la deuda pública; prescribir los métodos de
contabilidad y la manera de rendir todos los informes financieros de los entes públicos;
prescribir la forma que deben tener los libros de contabilidad, recibos, comprobantes y todos los
documentos que se refieran al recibo o desembolso de fondos, y hacer el examen e inspección
de los libros, registros y documentos relativos a la contabilidad nacional 11.

Posteriormente, en la reforma constitucional de 1968, en la que se enfatiza en la planificación


del desarrollo económico y social de la Nación, se introdujeron reformas referentes a la
contabilidad gubernamental. De una parte, el artículo 8º del Acto Legislativo 01 de ese año
asigna al Contralor General de la República la atribución de "prescribir los métodos de la
contabilidad de la administración nacional y sus entidades descentralizadas, y la manera de
rendir cuentas los responsables del manejo de fondos o bienes nacionales". Así mismo, el
artículo 76, literal a), dispuso que "la ley determinará el organismo encargado de llevar las
cuentas públicas generales de la nación. Entretanto lo seguirá haciendo la Contraloría General
de la República". Esta fórmula fue la respuesta institucional dada en la época a los debates
suscitados en torno a la conveniencia de asignar las funciones de registro y de control a un
mismo organismo.

El desarrollo normativo dado por el Decreto-Ley 294 de 1973 - Estatuto Orgánico del
Presupuesto -, que asignaba al Ministerio de Hacienda y Crédito Público la función de llevar la
contabilidad general de la Nación, a través de la Dirección General de Presupuesto y conforme
a los métodos prescritos por el Contralor General de la República, fue declarado inexequible
por la Corte Suprema de Justicia mediante sentencia del 20 de septiembre de 1973, en
consideración a que el Gobierno excedió el ejercicio de las facultades extraordinarias
concedidas por el Congreso de la República.12

De tal suerte que al no determinarse con posterioridad la autoridad que debería llevar las
cuentas públicas generales de la Nación, continuó rigiendo, hasta la entrada en vigencia de la
Constitución de 1991, el principio consagrado en el artículo 76, literal a) del Acto Legislativo de
1968, según el cual, ante la ausencia de regulación específica, esta atribución estaría a cargo
de la Contraloría General de la República.

En el artículo 354 de la Constitución Política de 1991 se incorpora la figura del Contador


General de la Nación. La ponencia para primer debate en sesión plenaria de la Asamblea
Nacional Constituyente, presentada por el Delegatario Rafael Ignacio Molina Giraldo, se
constituyó en el antecedente más importante del citado artículo. En ella se expresó lo siguiente:

"El Contador General

Exposición de Motivos

(...) ni el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, ningún organismo de la administración


nacional y mucho menos la Contraloría General de la República llevan la contabilidad general
de la Nación. Por lo tanto, tampoco existe contabilidad general de la Nación.

Con fundamento en todo lo anterior debe preverse de una vez y en la Constitución el órgano
encargado de llevar la contabilidad de la Nación y, al mismo tiempo, por tratarse de un asunto
que forma parte del proceso contable, de consolidar la contabilidad de ésta con la que
produzcan el resto de la entidades públicas descentralizadas, territoriales o por servicios, para
que exista una contabilidad general.

Igualmente debe preverse la función de uniformar, centralizar y consolidar la contabilidad


pública así como la de elaborar la cuenta general, en cabeza del Contador General el cual,
conforme a la ley deberá determinar las normas contables que deben regir en el país para que
con base en ellas exista un sistema nacional de contabilidad.

Aquí es preciso recordar los planteamientos expuestos sobre este tema por una de las
principales autoridades del país en esta materia, el doctor Carlos Lleras Restrepo, quien ha
dicho lo siguiente:

"Evidentemente el proceso de perfeccionamiento de la estadística de la contabilidad tanto en el


sector público como en el sector privado, es algo por lo cual tiene que seguirse luchando. En el
sector público, habría mucho que discutir: yo quise introducir en la reforma constitucional del
68, una norma para trasladar la contabilidad pública al Ministerio de Hacienda y conservarle a
la Contraloría su función de vigilancia, separar el ejercicio de la contaduría, la llevada de
cuentas, de la función de control. Todavía creo que es una reforma que debe realizarse, no
parece que el sistema de refundir en unas solas manos el examen y contabilidad de los
movimientos fiscales, con el control, sea una cosa razonable. Así como en el sector privado el
contador público tiene que ser una persona independiente de aquellos empleados de las
compañías que llevan la contabilidad." (Palabras del Señor expresidente de la República,
doctor Carlos Lleras Restrepo en la Universidad Central el 20 de agosto de 1986).

Sobre esta propuesta, Edgar Fernando Nieto Sánchez, presidente de la Junta Central de
Contadores, organismo del Estado que tiene a su cargo velar por la profesión de la Contaduría
Pública, ha dicho lo siguiente:

"Se trata de una propuesta gestada en el último tiempo, a través del examen sobre el manejo
de la contabilidad nacional y de la experiencia vivida en este sentido por otros países de
América Latina: la conformación del sistema nacional de contabilidad, que tendría como órgano
rector, la Contaduría General (…) Este organismo produciría el ordenamiento de la contabilidad
en todas las actividades del Estado en lo relacionado con su economía, sus finanzas, su labor
empresarial, su administración presupuestal y sus relaciones comerciales, internas y externas.

La contabilidad del Estado no puede ser relegada a una simple división del Ministerio de
Hacienda o a la modesta oficina de presupuesto en los demás ministerios o entidades públicas.
Si se quiere moralizar al país en todos los campos de la actividad nacional, respetar el imperio
de la ley, de la Justicia y de la austeridad, la contabilidad no debe reducirse a la elemental tarea
de registro, rechazando la nitidez de un lenguaje que carece de eufemismos y subterfugios (...)

De esta manera, a la Contraloría General de la República, como organismo de control, le


correspondería estrictamente la función de vigilar la ejecución de los presupuestos del sector
público y la gestión y utilización de los bienes y recursos públicos".

Con fundamento en todo lo anterior se ha propuesto y así lo ha aprobado hasta ahora la


Comisión Quinta de la Asamblea Nacional Constituyente, la consagración del contador general,
funcionario de la rama ejecutiva del poder público quien tendrá a su cargo llevar la contabilidad
de la Nación y consolidar ésta con el resto de las entidades públicas para que sea sometida
luego al control y fenecimiento de la Contraloría General de la República.

De esta manera se separan la función contable, a cargo de la administración, y la función de


control, revisoría o auditoría, a cargo de la Contraloría General de la República.

(...)

Es lamentable que no exista en el país un organismo encargado de llevar la contabilidad en la


cual se registren los activos y pasivos de la Nación y se determine el estado patrimonial de
ésta. Un sistema de contabilidad generará la producción de las cuentas nacionales, instrumento
indispensable para el análisis financiero tanto para la administración pública como para la
propia Contraloría General de la República. Sólo si existe un balance general se podrá verificar
la situación real acerca del estado patrimonial de la Nación y de sus entidades
descentralizadas, tanto territoriales como por servicios y con base en él se podrá hacer la
programación financiera que demandan las decisiones legislativas y ejecutivas para la correcta
administración de la Hacienda Pública"13.

3.2 Así entonces, esta institución refleja la voluntad del Constituyente de separar la actividad de
llevar la contabilidad general de la Nación, como una función pública de carácter administrativo
a cargo de un órgano de la Rama Ejecutiva del Poder Público, del ejercicio del control fiscal, a
cargo de la Contraloría General de la República.

La Corte Constitucional ha hecho referencia en otras oportunidades a la naturaleza de tales


funciones y a la distribución de competencias que la Carta consagra entre la Contaduría
General de la Nación y la Contraloría General de la República 14, así como a las dimensiones de
las atribuciones constitucionales del Contador General15.

Para los propósitos del examen de constitucionalidad que se avoca en este proceso, interesa
resaltar lo señalado en la sentencia C-478 de 1992 16, en la que se distinguió la naturaleza de
las funciones del Contralor General de la República y del Contador General de la Nación.
Según lo expuesto por la Corte, en la Constitución económica existen dos autoridades con
atribuciones "para unificar, mediante reglas generales, una determinada área de la conducta
económica. Se trata del Contralor General de la República y del Contador General. El primero,
tiene, entre sus atribuciones, la de 'prescribir los métodos y la forma de rendir cuentas los
responsables del manejo de fondos o bienes de la nación e indicar los criterios de evaluación
financiera, operativa y de resultados que deberán seguirse.' (art. 268-1 CP). Además deberá
'Dictar normas generales para armonizar los sistemas de control fiscal de todas las entidades
públicas del orden nacional y territorial.' (art. 268-12 CP). Nótese que la segunda de estas
funciones de homologación de las normas, se aplicará tanto frente a las autoridades del sector
central como de aquellas que conforman la administración de los entes territoriales. En este
mismo sentido es pertinente anotar que lo relativo a la ejecución presupuestal y
específicamente a su revisión y finiquito corresponde al Contralor por expresa atribución
constitucional (arts 268-2 y 354 CP), que, además, deberá establecer los métodos de rendición
de cuentas en el sector público, otra facultad homologante y unificadora, mediante el recurso
de la expedición de reglas generales (art. 268-1 CP). De otro lado, el Contador General, dará
un manejo integrado a la contabilidad pública, consolidando la contabilidad general de la
Nación con las contabilidades de las entidades descentralizadas territorialmente y de las
descentralizadas por servicios. El ejercicio de esta competencia apunta a lograr la unificación
del lenguaje contable público (art. 354 inciso segundo C.P.). Como en el caso del Contralor
General en lo que hace a la armonización de los sistemas de control fiscal, el Contador General
extenderá su labor unificadora y uniformadora a toda la contabilidad. (art. 354 inciso segundo).
Además, al consolidar la contabilidad general de la nación con aquellas de las entidades
descentralizadas, sea territorialmente o por servicios, está asegurándose la coherencia de todo
el sistema contable de las entidades públicas".

Así pues, a partir de las consideraciones expuestas, procederá la Corte a determinar la


constitucionalidad de las normas demandadas.

4. Análisis de constitucionalidad de las normas demandadas

4.1 Demanda contra preceptos del artículo 4º de la Ley 298 que disponen que el ámbito de
aplicación de las decisiones que adopte la Contaduría General de la Nación es el propio de las
entidades públicas, sin incluir a las entidades privadas.

4.1.1 Problema jurídico

Corresponde a la Corte analizar si las expresiones "para todo el sector público", "pública", "del
sector público", "del sector público", "por la Nación" y "del Estado", contenidas en los literales
a), b), e), g), h) y l) del artículo 4º de la Ley 298 de 1996 y que delimitan el campo de aplicación
de las normas contables que emita el Contador General de la Nación vulneran el artículo 354
de la Constitución, en lo que hace referencia a la facultad para determinar las normas contables
que deben regir en el país, conforme a la ley.

4.1.2 Sujeción del Contador General de la Nación a la Constitución y la ley. Constitucionalidad


de las normas demandadas.

El artículo 354 de la Constitución Política prescribe que el Contador General de la Nación es un


funcionario de la Rama Ejecutiva del Poder Público, quien llevará la contabilidad general de la
Nación y consolidará ésta con la de sus entidades descentralizadas territorialmente o por
servicios, cualquiera que sea el orden al que pertenezcan, excepto la referente a la ejecución
del presupuesto, cuya competencia se atribuye a la Contraloría.

Igualmente, la norma Superior en referencia defiere a la ley la determinación de las condiciones


conforme a las cuales el Contador General cumplirá las funciones de uniformar, centralizar y
consolidar la contabilidad pública, elaborar el balance general y determinar las normas
contables que deben regir en el país. En desarrollo de esta atribución constitucional, el
Congreso de la República aprobó la Ley 298 de 1996 17.

De acuerdo con lo señalado, para establecer la constitucionalidad de las normas demandadas,


en primer lugar debe resaltarse que, al ser el Contador General de la Nación un funcionario de
la Rama Ejecutiva del Poder Público, carece de competencia para expedir normas con fuerza
de ley y que sus actuaciones son de carácter administrativo, sujetas, por lo tanto, a la
Constitución y la ley. Ello es así en tanto no sería asignable una naturaleza legislativa a las
actuaciones del Contador General, sin que se vulneraran los postulados del Estado social de
derecho y del principio democrático18. De tal manera que, cuando la Constitución emplea en el
artículo 354 la expresión "normas contables", hace referencia a la determinación de parámetros
técnicos de contabilidad, de naturaleza administrativa, que deben corresponder al justo
desarrollo de los principios consagrados en la Constitución y la Ley y dentro de los límites que
éstas le fijen.
De otro lado, el contenido de las normas acusadas no constituye un capricho del Legislador
sino el respeto de la voluntad del Constituyente, expuesta durante el trámite de aprobación de
las normas sobre el Contador General de la Nación. Como se describió en el acápite
precedente, la exposición de motivos del artículo 354 de la Constitución Política giró en torno a
la necesidad de crear una institución que, además de llevar la contabilidad general de la
Nación, se encargara de la función de uniformar, centralizar y consolidar la contabilidad pública
y elaborar el balance general.

En esas circunstancias, la finalidad de la función de "determinar las normas contables que


deben regir en el país" asignada al Contador General de la Nación no fue la de investir a un
funcionario administrativo con prerrogativas especiales para que ejerciera paralelamente la
potestad reglamentaria, sino garantizar el cumplimiento de las demás funciones que, frente al
sector público, la Constitución asignaría a dicho funcionario. Este aspecto se fundamenta en
una interpretación sistemática y teleológica de la expresión invocada por el actor, la cual debe
entenderse como elemento integrante del artículo que la contiene y no como una mera
expresión literal y descontextualizada.

Aquella característica de la función normativa del Contador General fue señalada por el
Delegatario Rafael Ignacio Molina Giraldo y admitida por la Asamblea Nacional Constituyente.
Al respecto, interesa retomar los siguientes apartes de la correspondiente exposición de
motivos:

"Con fundamento en todo lo anterior debe preverse de una vez y en la Constitución el órgano
encargado de llevar la contabilidad de la Nación y, al mismo tiempo, por tratarse de un asunto
que forma parte del proceso contable, de consolidar la contabilidad de ésta con la que
produzcan el resto de la entidades públicas descentralizadas, territoriales o por servicios, para
que exista una contabilidad general.

Igualmente debe preverse la función de uniformar, centralizar y consolidar la contabilidad


pública así como la de elaborar la cuenta general, en cabeza del Contador General el cual,
conforme a la ley deberá determinar las normas contables que deben regir en el país para que
con base en ellas exista un sistema nacional de contabilidad.19". (resaltado fuera de texto).

En otras palabras, las normas contables que determine el Contador General de la Nación,
además de su carácter administrativo, tienen como finalidad garantizar el cumplimiento de las
demás funciones que le asigna el artículo 354 de la Constitución Política.

En concordancia con lo anterior, la Ley 298 de 1996 conserva una estructura interna armónica
al señalar que el ámbito de aplicación de las disposiciones que en materia contable emita el
Contador General comprende las actuaciones propias de las entidades públicas. Así se
expresa tanto en las reglas contenidas en el artículo 4º sobre las funciones de la Contaduría
General de la Nación20, algunas de las cuales son objeto de impugnación en este proceso,
como en lo prescrito en otros preceptos de la misma Ley. Las definiciones especiales
incorporadas en el Capítulo II (arts. 7 a 10) de la ley en referencia son particularmente
ilustrativas acerca de la voluntad del Legislador de desarrollar el mandato Superior (art. 354) en
lo referente sólo al sector público y a los particulares que manejen o administren recursos
públicos, en lo relacionado con éstos21.

Finalmente, según el artículo 354 de la Carta Política, el Contador General de la Nación está
facultado para "determinar las normas contables que deben regir en el país" pero únicamente
en aquellos ámbitos que la ley le autorice. La Constitución prescribe expresamente que tal
atribución se ejercerá "conforme a la ley". Así, al fijar las condiciones para el cumplimiento de
las funciones a cargo de este funcionario, el Legislador ha dispuesto en las normas
demandadas que las respectivas funciones se ejercerán frente a las entidades del sector
público, sin aludir al sector privado. Por lo tanto, sólo frente a este escenario el Contador
General de la Nación cuenta con la respectiva autorización legal para cumplir con las funciones
comprendidas en los literales parcialmente impugnados.
Por todo lo anterior, las normas del artículo 4º de la Ley 298, que son objeto de impugnación,
representan el ejercicio legítimo de las facultades constitucionales del Legislador. De su
redacción no se concluye forzosamente que se haya incumplido el mandato contenido en el
artículo 354 de la Carta Política, según el cual al Contador General de la Nación corresponde
"determinar las normas contables que deben regir en el país, conforme a la ley", en la medida
en que, como se observa, el Constituyente reconoce expresamente una amplia libertad de
configuración legislativa en esta materia y en su desarrollo no se adoptan medidas irrazonables
ni desproporcionadas. Además, el ejercicio de esta función por parte del Contador General
estará orientado al cumplimiento de las demás atribuciones señaladas en el artículo 354, las
cuales se refieren exclusivamente al sector público. Igualmente, existe un alto grado de
coherencia material interna entre los preceptos demandados, las demás funciones asignadas
en el artículo 4º y el contenido general y la finalidad de la Ley 298 de 1996 en torno a las
especificidades del sector público y de la contabilidad pública.

De acuerdo con las precedentes consideraciones, las expresiones impugnadas y contenidas en


los literales a), b), e), g), h) y l) del artículo 4º de la Ley 298 de 1996 no vulneran el artículo 354
de la Constitución Política sino que armonizan con sus mandatos, razón por la cual se
declarará su exequibilidad.

4.2 Constitucionalidad de las leyes que asignan a Superintendecias y a órganos de control la


facultad para determinar, fijar y unificar normas contables que deban cumplir las entidades
vigiladas.

4.2.1 Problema jurídico

En consideración al cargo formulado y a las intervenciones dadas en este proceso,


corresponde a la Corte examinar si los apartes acusados del Decreto 663 de 1993 y de las
Leyes 32 de 1979, 142 y 174 de 1994, 222 de 1995, 454 de 1998 y 510 de 1999, que asignan a
Superintendencias y a órganos de control la función de determinar, fijar y unificar las normas
generales en materia contable a las que deban sujetarse las entidades vigiladas, vulneran o no
el artículo 354 de la Constitución Política, que otorga al Contador General de la Nación la
función de "determinar las normas contables que deben regir en el país, conforme a la ley".

4.2.2 La facultad de superintendencias y órganos de control para aprobar normas en materia


contable está supeditada a la Constitución y la ley y a las normas que determine el Contador
General de la Nación. Constitucionalidad de las normas demandadas.

Las Superintendecias son órganos o entidades públicas de creación legal, que hacen parte de
la rama ejecutiva del poder público en el orden nacional y cumplen las funciones de inspección,
vigilancia y control que les asigne la ley o les delegue el Presidente de la República. Su
régimen jurídico está señalado en la Constitución y en la ley.

La Carta Política consagra, de manera expresa, estas referencias sobre la organización de las
superintendencias y las atribuciones de los superintendentes: i) las superintendencias forman
parte de la Rama Ejecutiva del Poder Público (art. 115); ii) Corresponde al Congreso de la
República la creación, supresión o fusión de estos organismos (art. 150-7); iii) los
superintendentes podrán ser delegatarios para el ejercicio de funciones asignadas al
Presidente de la República (art. 211); iv) el Presidente de la República ejercerá a través de la
Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, el control, inspección y vigilancia de las
entidades que presten servicios públicos domiciliarios (art. 370), y v) la Comisión Nacional de
Valores tendrá el carácter de superintendencia (art. tr. 52).

Por su parte, la Ley 489 de 1998, por la cual se dictan normas sobre la organización y
funcionamiento de las entidades del orden nacional, dispone que las superintendencias podrán
ser creadas por la ley como organismos con autonomía administrativa y financiera, sin
personería jurídica, en cuyo caso harán parte integrante del sector central de la rama ejecutiva
del poder público en el orden nacional (Arts. 38 y 66) o como entidades descentralizadas, con
personería jurídica, autonomía administrativa y patrimonial y sujetas al régimen jurídico
contenido en la ley que las crea y en lo no previsto en ella, al de los establecimientos públicos
(Arts. 38 y 82).

De otro lado, para el eficiente cumplimiento de las funciones a su cargo y dada la especificidad
de los sectores económicos en que participan, las superintendencias y órganos de control
podrán fijar aquellos parámetros requeridos para la cabal aplicación de la ley y las normas
reglamentarias. Sobre este aspecto, la Corte Constitucional se pronunció en la sentencia C-397
de 199522 en la cual señaló que "la actividad del Estado en esas materias no se agota en la
definición de políticas, en la expedición de las leyes marco, ni en la de los decretos
reglamentarios que vayan adaptando la normatividad a las nuevas circunstancias, sino que
necesita desarrollarse en concreto, bien mediante normas generales que, en virtud de una
competencia residual, expidan entes administrativos como las superintendencias en lo no
establecido por la normatividad jerárquicamente superior, ya por las actividades de control,
inspección y vigilancia a cargo de tales organismos especializados, todo con el objeto de que el
Estado pueda cumplir el objetivo general señalado en el artículo 335 de la Constitución".

No obstante, la aprobación de normas generales en materia contable por parte de


superintendencias y órganos de control está condicionada por dos circunstancias específicas, a
saber: 1. Debe estar directamente relacionada con el cumplimiento de las funciones de
inspección, vigilancia y control a su cargo, y 2. Deberá darse dentro de los límites fijados en la
Constitución, la ley y las determinaciones que sobre la materia adopte el Contador General de
la Nación.

Estas exigencias corresponden a la aplicación de los principios de competencia de los entes


públicos y de supremacía de la Constitución, en particular de los principios de eficacia,
economía, celeridad e imparcialidad que orientan el cumplimiento de la función administrativa
(C. P., Art. 209), pues es razonable que si la Carta Política asigna al Contador General de la
Nación el deber de llevar la contabilidad general de la Nación y consolidar ésta con la de sus
entidades descentralizadas, cualquiera que sea el orden al que pertenezcan, excepto la
referente a la ejecución del Presupuesto, cuya competencia se atribuye a la Contraloría, debe
entonces limitarse toda acción que pueda entorpecer el cumplimiento eficiente de las funciones
señaladas y, por el contrario, favorecer el proceso de consolidación de la información contable
que rindan las entidades públicas y garantizar "la coherencia de todo el sistema contable de las
entidades públicas23, contra lo cual atentan los escenarios de atomización sectorial de la
regulación contable.

La jurisprudencia constitucional también se ha referido al carácter vinculante de las decisiones


del Contador General frente a las entidades públicas. En este aspecto, en la sentencia C-487
de 199724, en la cual se resaltó que por mandato directo del Constituyente corresponde a este
funcionario determinar las normas contables que deben regir en el país y que deberán ser
aplicadas por todas las entidades públicas por ser, en esas materias, sus subordinadas. En esa
ocasión la Corte precisó que "En esa perspectiva, las decisiones que en materia contable
adopte la Contaduría de conformidad con la ley, son obligatorias para las entidades del Estado,
y lo son porque ellas hacen parte de un complejo proceso en el que el ejercicio individual de
cada una de ellas irradia en el ejercicio general, afectando de manera sustancial los 'productos
finales', entre ellos el balance general, los cuales son definitivos para el manejo de las finanzas
del Estado"25.

En el mismo sentido, en la sentencia C-1190 de 2000 26, al revisar la constitucionalidad del


artículo 11 de la Ley 298 de 1996, concluyó que: "los organismos de vigilancia e inspección
deben aplicar las políticas, principios y normas que determine la Contaduría General de la
República y en los términos y condiciones que ésta establezca".

En estas circunstancias, al ejercer la atribución dada por el Legislador para expedir reglas
generales en materia contable, las superintendencias y órganos de control deberán considerar
el mandato contenido en el artículo 354 de la Constitución y las disposiciones que desarrollen
este precepto Superior. Así entonces, estos organismos especializados estarán vinculados de
una doble manera frente a las normas superiores de carácter contable. De una parte, en lo
referente a su propia organización y funcionamiento, acatarán las normas que en esta materia
fije la Constitución, la ley y el Contador General de la Nación. Ello obedece a su naturaleza
jurídica como entidades de carácter público. De otra parte, la expedición de normas generales
en materia contable frente a las entidades vigiladas, estará condicionada por el ámbito de
regulación que corresponda al Contador General de la Nación 27, de acuerdo con la autorización
legislativa dada a este funcionario 28. Esta condición se fundamenta en la relación funcional que
en materia contable consagra la Constitución Política, en particular por lo dispuesto en su
artículo 354.

Bajo estas condiciones se declararán exequibles, por el cargo analizado, las normas acusadas
del Decreto 663 de 1993 y la correspondiente modificación por la Ley 510 de 1999, así como
las contenidas en las Leyes 32 de 1979, 142 y 174 de 1994, 222 de 1995 y 454 de 1998,
puesto que no contradicen lo prescrito por el artículo 354 de la Constitución Política.

VI. DECISIÓN

Con fundamento en las precedentes motivaciones, la Sala Plena de la Corte Constitucional


administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución,

RESUELVE:

Primero. Declarar exequibles, en lo demandado y en los términos de esta sentencia, los


apartes los literales a), b), e), g), h) y l) del artículo 4º de la Ley 298 de 1996.

Segundo. Declarar exequibles, en lo demandado y en los términos de esta sentencia, los


artículos 9 nl. 10 de la Ley 32 de 1979; 95 nls. 1 y 2 del Decreto 663 de 1993 y la subrogación
efectuada por el artículo 38 de la Ley 510 de 1999; 79.3 de la Ley 142 de 1994; 5º de la Ley
174 de 1994; 86 nl. 1 de la Ley 222 de 1995 y 36 nl. 3 de la Ley 454 de 1998.»

1 Diario Oficial 35.282 del 6 de junio de 1979.

2 Diario Oficial 40.820 del 5 de abril de 1993.

3 Diario Oficial 41.433 del 11 de julio de 1994.

4 Diario Oficial 41.643 del 22 de diciembre de 1994.

5 Diario Oficial 42.156 del 20 de diciembre de 1995.

6 Diario Oficial 42.840 del 25 de julio de 1996.

7 Diario Oficial 43.357 del 6 de agosto de 1998.

8 Diario Oficial 43.654 del 4 de agosto de 1999.

9 En los artículos 1º y 2º de la Ley 42 de 1923 se crea el Departamento de Contraloría


como un servicio nacional administrativo, como órgano independiente de
los demás departamentos administrativos, a cargo de un funcionario
denominado Contralor General de la República.

10 Cfr. Ley 42 de 1923, Art. 6º.

11 Cfr. Ley 42 de 1923, Arts. 9º, 10, 11, 13 y 15.


12 En la referida sentencia, la Corte Suprema de Justicia expresó: "El Decreto 294 se
dictó en uso de las facultades extraordinarias de la Ley 17 de 1972,
facultades que miran únicamente a que el Presidente de la República
`actualice y reforme las Normas Orgánicas del Presupuesto Nacional'.
Dado que el propio literal a) del artículo 76 del acto legislativo del 68
considera que el organismo encargado de llevar las cuentas públicas es
entidad que la ley debe determinar, y como la 17 de autorizaciones
extraordinarias no concede esa atribución, ni la menciona siquiera, es
patente que tampoco la incluyó entre las potestades concedidas al
Ejecutivo y que, de contera, el Decreto 294, en estos respectos, las
excede. Por tal motivo las disposiciones cuestionadas son violatorias del
artículo 118-8 en concordancia con el 76-12 de la Carta". Sala Plena,
Sentencia del 20 de septiembre de 1973. M. P. José Gabriel de la Vega.

13 Gaceta Constitucional 96 del 12 de junio de 1991, Págs. 2 y 3.

14 Cfr. Sentencia 478-92 M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz.

15 Ver, por ejemplo, sentencia C-570-97 M. P. Carlos Gaviria Díaz.

16 M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz.

17 Ley 298 del 23 de julio de 1996, "por la cual se desarrolla el artículo 354 de la
Constitución Política de la República de Colombia, se crea la Contaduría
General de la Nación como una Unidad Administrativa Especial, adscrita al
Ministerio de Hacienda y Crédito Público, y se dictan otras disposiciones".

18 De conformidad con el principio democrático "la ley debe ser siempre la expresión
de la voluntad soberana que surge de un proceso en el que se ha
escuchado diversidad de opiniones (pluralismo), se ha permitido la
participación de personas naturales o jurídicas que tengan interés o de
alguna manera se puedan ver afectados con el nuevo ordenamiento
(participación), ha sido aprobada por la mayoría parlamentaria (habiendo
permitido la participación de las minorías), y tramitada respetando el
principio de publicidad". Sentencia C-1190-01 M. P. Jaime Araujo Rentería.

19 Gaceta Constitucional 96 del 12 de junio de 1991, Pág. 2.

20 El contenido del artículo 4º de la Ley 298/96 puede revisarse en el Acápite de


Normas Demandadas de esta sentencia.

21 Este es el texto de los artículos 7º a 10 de la Ley 298, en los que igualmente se


delimita el ámbito de aplicación de las disposiciones contenidas en dicha
ley:

"Capítulo II: Definiciones especiales

Artículo 7º. Sistema Nacional de Contabilidad Pública. El Sistema Nacional de


Contabilidad Pública es el conjunto de políticas, principios, normas y
procedimientos técnicos de contabilidad, estructurados lógicamente, que al
interactuar con las operaciones, recursos y actividades desarrolladas por
los entes públicos, generan la información necesaria para la toma de
decisiones y el control interno y externo de la administración pública.
Artículo 8º. Sistema Integrado de Información Financiera. El Sistema Integrado de
Información Financiera -SIIF-es un conjunto integrado de procesos
automatizados, de base contable, que permite la producción de
información para la gestión financiera pública.

Artículo 9º. Contabilidad General de la Nación. Para los efectos de la presente ley la
Contabilidad General de la Nación comprende la de los órganos que
integran las Ramas del Poder Público en el nivel nacional, la de las
entidades u organismos estatales autónomos e independientes, la de los
organismos creados por la Constitución Nacional o por la ley, que tienen
régimen especial, adscritos a cualquier Rama del Poder Público, la de las
personas naturales o jurídicas y la de cualquier otro tipo de organización o
sociedad, que manejen o administren recursos de la Nación en lo
relacionado con éstos.

Artículo 10. Contabilidad Pública. Para efectos de la presente ley, la contabilidad


pública comprende, además de la Contabilidad General de la Nación, la de
las entidades u organismos descentralizados, territorialmente o por
servicios, cualquiera que sea el orden al que pertenezcan y la de cualquier
otra entidad que maneje o administre recursos públicos y sólo en lo
relacionado con éstos".

22 M. P. José Gregorio Hernández Galindo.

23 Corte Constitucional. Sentencia 478-92 M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz.

24 M. P. Fabio Morón Díaz.

25 Corte Constitucional. Sentencia C-487-97 M. P. Fabio Morón Díaz.

26 M. P. Álvaro Tafur Gálvis.

27 En concordancia con lo desarrollado por la Ley 298/96, el ámbito de aplicación de


las normas que en materia contable determina el Contador General de la
Nación corresponde a las entidades públicas y los particulares que
manejen o administren recursos públicos y sólo en lo relacionado con
estos.

28 34 La Ley 298/96 contiene dos artículos que ilustran acerca de la primacía de las
normas que determine el Contador General de la Nación sobre las que
emitan los organismos que ejercen funciones de inspección, vigilancia y
control. De un lado, el artículo 11 dispone que "Las entidades u
organismos de carácter público que actualmente se encuentran sujetos a
normas contables expedidas por organismos que ejerzan funciones de
inspección, vigilancia y control, deberán aplicar las políticas, normas y
principios contables que determine la Contaduría General de la Nación, en
los términos y condiciones que ésta establezca". De otro lado, el artículo
16, al referirse a la vigencia transitoria de las normas, establece que "Las
normas de contabilidad pública que venían siendo expedidas por los
organismos competentes, continuarán vigentes hasta tanto el Contador
General de la Nación, en ejercicio de sus facultades constitucionales y
legales, determine las políticas, principios y normas de Contabilidad
Pública".
Nombre Contenido
Boletín Jurídico Superintendencia
Conceptos jurídicos y artículos varios.
Financiera de Colombia
Boletín Minhacienda Capítulo
Normatividad de carácter general.
Superintendencia Financiera
Circular Básica Contable y Financiera Circular Básica Contable y Financiera y remisión de
(C.E. 100 de 1995) información.

Circular Básica Jurídica (C.E. 007 de Circular Básica Jurídica


1996)

Constitución Política de 1991 Constitución Política de la República de Colombia.


Artículos relacionados con las funciones de la
Superintendencia Financiera de Colombia.

Decreto 4090 de 2006 Determina las distintas modalidades de crédito cuyas


tasas deben ser certificadas por la Superintendencia
Financiera de Colombia.

Decreto 1044 de 2003 Señala las actividades del Comité de coordinación para
el seguimiento al sistema financiero.

Decreto 1145 de 2003 Reglamenta el artículo 94 de la Ley 795 de 2003, sobre


redescuento de contratos de leasing.

Decreto 1154 de 1999 Modifica la estructura de la Superintendencia Bancaria.

Decreto 1335 de 2003 Regula el programa de desmonte progresivo de


operaciones de entidades sometidas a vigilancia de la
Superintendencia Bancaria de Colombia.

Decreto 1400 de 2005 Somete a inspección, vigilancia y control a las


entidades que administran sistemas de pago de bajo
valor.

Decreto 1720 de 2001 Establece la relación mínima de solvencia de los


Establecimientos de Crédito.

Decreto 1782 de 2001 Dicta normas tendientes a garantizar las operaciones


de compraventa de valores con pacto de retroventa, las
compraventas simultáneas de valores de contado y a
plazo y las transferencias temporales de valores en las
que participan los Establecimientos de Crédito.

Decreto 1787 de 2004 Reglamenta las operaciones de leasing habitacional


previstas en el artículo 1° de la Ley 795 de 2003.

Decreto 1917 de 2003 Reglamenta parcialmente el numeral 13 del artículo 24


de la Ley 510 de 1999.

Decreto 2539 de 2001 Autoriza una operación nueva a los Establecimientos de


Crédito.

Decreto 2540 de 2001 Dicta normas sobre ponderación de créditos a


entidades territoriales para efectos del cálculo de la
relación de solvencia.

Decreto 2649 de 1993 Reglamenta la contabilidad en general y expide los


principios o normas de contabilidad generalmente
aceptados en Colombia.

Decreto 2779 de 2001 Reglamenta el Decreto 094 de 2000.

Decreto 2817 de 2000 Establece indicadores que permiten inferir deterioro


financiero en los Establecimientos de Crédito sujetos al
control y vigilancia de la Superintendencia Bancaria.

Decreto 777 de 2003 Reglamenta las operaciones de leasing habitacional


previstas en el artículo 1° de la Ley 795 de 2003.

Estatuto Orgánico del Sistema Normas relacionadas con los Establecimientos de


Financiero * Crédito. (Decreto 663 de 1993).

Histórico de Circulares Archivo histórico de las Circulares Externas y Cartas


Circulares expedidas por la Superintendencia
Financiera a partir del año 2006.

Ley 546 de 1999 - Ley de Vivienda Dicta normas en materia de vivienda, señala los
objetivos y criterios generales a los cuales debe
sujetarse el Gobierno Nacional para regular un sistema
especializado para su financiación, crea instrumentos
de ahorro destinados a dicha financiación y dicta
medidas relacionadas con los impuestos y otros costos
vinculados a la construcción y negociación de vivienda.

Ley 550 de 1999 - Intervención Establece un régimen que promueva y facilite la


Económica reactivación empresarial y la reestructuración de los
entes territoriales para asegurar la función social de las
empresas y lograr el desarrollo armónico de las
regiones y se dictan disposiciones para armonizar el
régimen legal vigente con las normas de esta ley.

Ley 617 de 2000 - Entidades Reforma parcialmente la Ley 136 de 1994, el Decreto
Territoriales Extraordinario 1222 de 1986, se adiciona la Ley
Orgánica de Presupuesto, el Decreto 1421 de 1993, se
dictan otras normas tendientes a fortalecer la
descentralización, y se dictan normas para la
racionalización del gasto público nacional.

Ley 676 de 2001 - Redescuento de Dicta algunas disposiciones sobre el redescuento de


operaciones de crédito ante FINAGRO operaciones de crédito ante el Fondo para el
Financiamiento del Sector Agropecuario, FINAGRO.

Ley 795 de 2003 - Reforma Financiera Ajusta algunas normas del Estatuto Orgánico del
Sistema Financiero y se dictan otras disposiciones.

PUC Financiero Plan Único de Cuentas para las entidades del sector
financiero.

Resolución 3 de 2002 Reglamenta un mecanismo de cobertura de tasa de


interés para los créditos individuales hipotecarios para
la adquisición de vivienda.

Resolución 2896 de 1999 Publica el valor de la UVR para cada uno de los días
comprendidos entre el 1º de enero de 1993 y el 31 de
enero de 1999.
Nombre Contenido
Boletín Jurídico Superintendencia Financiera de
Conceptos jurídicos y artículos varios.
Colombia
Boletín Minhacienda Capítulo Superintendencia
Normatividad de carácter general.
Financiera

Carta Circular 103 de 2001 de la Acredita requerimiento de patrimonio mínimo.


Superintendencia Bancaria

Carta Circular 12 de 2002 de la Patrimonio mínimo requerido.


Superintendencia Bancaria

Carta Circular 410 de 2000 de la Divulga Resoluciones de la Junta Directiva del


Superintendencia Bancaria Banco de la República.

Carta Circular 411 de 2000 de la Divulga Resoluciones de la Junta Directiva del


Superintendencia Bancaria Banco de la República.

Carta Circular 90 de 2001 de la Tasa promedio de compra de operaciones


Superintendencia Bancaria cambiarias para liquidaciones del IVA.

Circular Básica Contable y Financiera (C.E. 100 Circular Básica Contable y Financiera y
de 1995) remisión de información.

Circular Básica Jurídica (C.E. 007 de 1996)

Circular Externa 021 (Junio 05 de 2003). Anexo. Modifica el Capitulo I de la Circular Externa
100 de 1995.

Circular Externa 024 (Junio 06 de 2003) Modifica la Circular Externa 021 de 2003.

Circular Externa 033 Clasificación, Valoración y Nuevo régimen (Agosto 02 de 2002).


Contabilización de Inversiones.

Circular Externa 050 (Diciembre 13 de 2002) Modifica la Circular Externa 033 de 2002 sobre
Anexo valoración de inversiones.

Circular Externa 028 de 2003 de la Solicita información sobre operaciones de


Superintendencia Bancaria compra y venta de divisas de contado. Anexo.

Circular Externa 032 de 2003 de la Imparte instrucciones sobre protección al


Superintendencia Bancaria consumidor en algunas operaciones con
divisas. Anexo.

Circular Externa 19 de 2001 de la Modifica la Circular Externa 073 de 2000.


Superintendencia Bancaria

Circular Externa 37 de 2001 de la Remisión de información financiera y contable.


Superintendencia Bancaria
Circular Reglamentaria Externa DCIN 36 de Procedimientos aplicables a las operaciones
2001 de la Junta Directiva del Banco de la de cambio.
República (anexos 1, 2, 3)

Circular Reglamentaria Externa DSMAR 40 de Patrimonio de las Casas de Cambio.


2000 de la Junta Directiva del Banco de la
República
Código del Comercio Título XI Artículos sobre Sociedades Fiduciarias.
Constitución Política de 1991 Constitución Política de la República de
Colombia. Artículos relacionados con las
funciones de la Superintendencia Bancaria de
Colombia.
Decreto 2800 de 2003 Reglamenta parcialmente el literal b) del
artículo 13 del Decreto-ley 1295 de 1994 que
señala: los trabajadores independientes son
afiliados voluntarios al Sistema General de
Riesgos Profesionales, de acuerdo con la
reglamentación que el Gobierno Nacional
expida.
Decreto 2951 de 2004 Por el cual se dictan normas sobre la actividad
de las oficinas de representación de
instituciones financieras y de reaseguros del
exterior.
Por el cual se adiciona un parágrafo al decreto
Decreto 666 de 2003
325 de 2003.
Decreto 1044 de 2003 Señala las actividades del Comité de
coordinación para el seguimiento al sistema
financiero.

Decreto 1145 de 2003 Reglamenta el artículo 94 de la Ley 795 de


2003, sobre redescuento de contratos de
leasing.

Decreto 1154 de 1999 Modifica la estructura de la Superintendencia


Bancaria.

Decreto 1335 de 2003 Regula el programa de desmonte progresivo


de operaciones de entidades sometidas a
vigilancia de la Superintendencia Bancaria de
Colombia.

Decreto 1400 de 2005 Somete a inspección, vigilancia y control a las


entidades que administran sistemas de pago
de bajo valor.

Decreto 1720 de 2001 Establece la relación mínima de solvencia de


los Establecimientos de Crédito.

Decreto 1782 de 2001 Dicta normas tendientes a garantizar las


operaciones de compraventa de valores con
pacto de retroventa, las compraventas
simultáneas de valores de contado y a plazo y
las transferencias temporales de valores en las
que participan los Establecimientos de Crédito.

Decreto 1787 de 2004 Reglamenta las operaciones de leasing


habitacional previstas en el artículo 1° de la
Ley 795 de 2003.

Decreto 1917 de 2003 Reglamenta parcialmente el numeral 13 del


artículo 24 de la Ley 510 de 1999.

Decreto 2539 de 2001 Autoriza una operación nueva a los


Establecimientos de Crédito.

Decreto 2540 de 2001 Dicta normas sobre ponderación de créditos a


entidades territoriales para efectos del cálculo
de la relación de solvencia.

Decreto 2649 de 1993 Reglamenta la contabilidad en general y


expide los principios o normas de contabilidad
generalmente aceptados en Colombia.

Decreto 2779 de 2001 Reglamenta el Decreto 094 de 2000.

Decreto 2817 de 2000 Establece indicadores que permiten inferir


deterioro financiero en los Establecimientos de
Crédito sujetos al control y vigilancia de la
Superintendencia Bancaria.

Decreto 777 de 2003 Reglamenta las operaciones de leasing


habitacional previstas en el artículo 1° de la
Ley 795 de 2003.

Decreto 1844 de 2003 Modifica el Régimen General de Inversiones


de capital del exterior en Colombia y de capital
colombiano en el exterior.

Decreto 2116 de 1992, artículo 2 Suprime la Superintendencia de Cambios.

Decreto 3800 de 2003 Reglamenta el literal e) del artículo 13 de la


Ley 100 de 1993, modificado por el artículo 2°
de la Ley 797 de 2003.

Decreto 510 de 2003 Por medio del cual se reglamentan


parcialmente los artículos 3°, 5°, 7°, 8°, 9°, 10
y 14 de la ley 797 de 2003.

Decreto Ley 656 de 1994 Reforma parcialmente la Ley 136 de 1994, el


Decreto Extraordinario 1222 de 1986, se
adiciona la Ley Orgánica de Presupuesto, el
Decreto 1421 de 1993, se dictan otras normas
tendientes a fortalecer la descentralización, y
se dictan normas para la racionalización del
gasto público nacional.
Decreto 1797 de 1999 Establece niveles de patrimonio adecuados
para las Sociedades Fiduciarias que
administran patrimonios autónomos que tienen
a su cargo la administración de reservas y
garantía de obligaciones del Sistema de
Seguridad Social.
Decreto 2080 de 2000 Régimen General de Inversiones.
Decreto 2239 de 1991 Contratos de red.
Decreto 2323 de 1999 Capital mínimo requerido para operar.
Decreto 2341 de 2001 Sistemas electrónicos transaccionales.
Decreto 2346 de 1995 Inversiones de alta liquidez.
Decreto 237 de 2000 Inversión obligatoria en TRD, para los Fondos
de Inversión.
Decreto 2620 de 2000 Sistema de ahorro previo para la vivienda.
Decreto 2805 de 1997 Contratos de red.
Decreto 2865 de 2001 Sistemas electrónicos transaccionales.
Decreto 315 de 1999 Calificación de títulos.
Ley 510 de 1999 Modifica el artículo 80 del Estatuto Orgánico
del Sistema Financiero.
Decreto 679 de 1994 Fiducia Pública.
Decreto 809 de 1998 Inversiones en sociedades dedicadas a
estructurar emisiones de títulos.
Decreto 810 de 1998 Patrimonios autónomos o encargos fiduciarios.
Decreto 847 de 1993 Solemnidad de los contratos de fiducia
mercantil.
Decreto 690 de 2003 Reglamenta parcialmente el articulo 24 de la
Ley 795 de 2003 – Protección al Consumidor.

Decreto 710 de 2003 Reglamenta el literal k) del artículo 24 del


Estatuto Orgánico del Sistema Financiero
adicionado por el artículo 3° de la Ley 795 de
2003. – Microcrédito.

Estatuto Orgánico del Sistema Financiero * Normas relacionadas con los Establecimientos
de Crédito. (Decreto 663 de 1993).

Histórico de Circulares Archivo histórico de las Circulares Externas y


Cartas Circulares expedidas por la
Superintendencia Financiera a partir del año
2006.

Ley 795 de 2003 - Reforma Financiera Ajusta algunas normas del Estatuto Orgánico
del Sistema Financiero y se dictan otras
disposiciones.

Ley 546 de 1999 - Ley de Vivienda Dicta normas en materia de vivienda, señala
los objetivos y criterios generales a los cuales
debe sujetarse el Gobierno Nacional para
regular un sistema especializado para su
financiación, crea instrumentos de ahorro
destinados a dicha financiación y dicta
medidas relacionadas con los impuestos y
otros costos vinculados a la construcción y
negociación de vivienda.

Ley 550 de 1999 - Intervención Económica Establece un régimen que promueva y facilite
la reactivación empresarial y la
reestructuración de los entes territoriales para
asegurar la función social de las empresas y
lograr el desarrollo armónico de las regiones y
se dictan disposiciones para armonizar el
régimen legal vigente con las normas de esta
ley.

Ley 617 de 2000 - Entidades Territoriales Reforma parcialmente la Ley 136 de 1994, el
Decreto Extraordinario 1222 de 1986, se
adiciona la Ley Orgánica de Presupuesto, el
Decreto 1421 de 1993, se dictan otras normas
tendientes a fortalecer la descentralización, y
se dictan normas para la racionalización del
gasto público nacional.

Ley 676 de 2001 - Redescuento de operaciones Dicta algunas disposiciones sobre el


de crédito ante Finagro redescuento de operaciones de crédito ante el
Fondo para el Financiamiento del Sector
Agropecuario, FINAGRO.

Ley 795 de 2003 - Reforma Financiera Ajusta algunas normas del Estatuto Orgánico
del Sistema Financiero y se dictan otras
disposiciones.

Ley 31 de 1992 Dicta las normas a las que deberá sujetarse el


Banco de la República para el ejercicio de sus
funciones, el Gobierno para señalar el régimen
cambiario internacional, para la expedición de
los Estatutos del Banco y para el ejercicio de
las funciones de inspección, vigilancia y control
del mismo, se determinan las entidades a las
cuales pasarán los Fondos de Fomento que
administra el Banco y se dictan otras
disposiciones.

Ley 9 de 1991 Dicta normas generales a las que deberá


sujetarse el Gobierno nacional para regular los
cambios internacionales.

Ley 100 de 1993 Crea el sistema de seguridad social integral y


se dictan otras disposiciones.

Ley 50 de 1990 Introduce reformas al Código Sustantivo del


Trabajo y dicta otras disposiciones.

Ley 797 de 2003 – Reforma Pensional Reforma algunas disposiciones del sistema
general de pensiones previsto en la Ley 100 de
1993 y se adoptan disposiciones sobre los
Regímenes Pensionales exceptuados y
especiales.
Ley 222 de 1995 Modifica el libro 2 del Código de Comercio,
expide un nuevo régimen de procesos
concúrsales y dicta otras disposiciones.
Ley 25 de 1923 Ley Orgánica del Banco de la República.
Ley 389 de 1997 Modifica los artículos 1036 y 1046 del Código
de Comercio.
Ley 45 de 1990 Expide normas en materia de intermediación
financiera, regula la actividad aseguradora y
confiere algunas facultades.
Ley 510 de 1999 Modifica el artículo 80 del Estatuto Orgánico
del Sistema Financiero.
Ley 533 de 1999 Amplia las autorizaciones conferidas al
Gobierno Nacional para celebrar operaciones
de Crédito Público Externo e Interno y
operaciones similares a las anteriores.
Ley 549 de 1999 Dicta normas tendientes a financiar el pasivo
pensional de las entidades territoriales, crea el
Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades
Territoriales y dicta otras disposiciones en
materia previsional.
Ley 550 de 1999 Establece un régimen que promueva y facilite
la reactivación empresarial y la
reestructuración de los entes territoriales para
asegurar la función social de las empresas y
lograr el desarrollo armónico de las regiones y
se dictan disposiciones para armonizar el
régimen legal vigente con las normas de esta
ley.
Ley 795 de 2003 - Reforma Financiera Ajusta algunas normas del Estatuto Orgánico
del Sistema Financiero y se dictan otras
disposiciones.
Ley 80 de 1993 Artículos sobre Fiducia Pública.

Resolución 548 de 2001 de la Superintendencia Incluye como usuarios del Plan Único de
Bancaria Cuentas para el sistema financiero a las Casas
de Cambio.

Resolución Externa 08 de 2000 de la Junta Compendio del Régimen de Cambios


Directiva del Banco de la República Internacionales.

Resolución Externa 09 de 2000 de la Junta Expide regulaciones en materia cambiaria.


Directiva del Banco de la República

Resolución Externa 1 de 2003 de la Junta Expide regulaciones en materia cambiaria.


Directiva del Banco de la República

Resolución Externa 2 de 2001 de la Junta Expide regulaciones en materia cambiaria.


Directiva del Banco de la República

Resolución Externa 4 de 2003 de la Junta Expide regulaciones en materia cambiaria.


Directiva del Banco de la República

Resolución Externa 5 de 2001 de la Junta Expide regulaciones en materia cambiaria.


Directiva del Banco de la República

PUC de Entidades Aseguradoras Plan Único de Cuentas de Seguros

PUC Financiero Plan Único de Cuentas para las entidades del


sector financiero.

PUC Fondos de Cesantía Plan Único de Cuentas Fondos de Cesantía.

PUC Fondos de Pensiones Plan Único de Cuentas Fondos de Pensiones

PUC de los Fondos de Reservas Pensionales Plan Único de Cuentas de los Fondos de
Reservas Pensionales.

PUC para los Fondos de Pensiones Plan Único de Cuentas para los Fondos de
Administrados por Caxdac Pensiones administrados por Caxdac.
PUC Clase 7 - Patrimonios Plan Único de Cuentas Clase 7.
PUC Banco de la República Plan Único de Cuentas para el Banco de la
República.

PUC Contaduría General de la Nación

PUC Entidades Titularizadoras

PUC Entidades Vigiladas

PUC Sector Real

Resolución 3 de 2002 Reglamenta un mecanismo de cobertura de


tasa de interés para los créditos individuales
hipotecarios para la adquisición de vivienda.

Resolución 2896 de 1999 Publica el valor de la UVR para cada uno de


los días comprendidos entre el 1º de enero de
1993 y el 31 de enero de 1999.
Resolución 400 de 1995 Actualiza y unifica las normas expedidas por la
Sala General de la Superintendencia de
Valores y se integran por vía de referencia
otras.
Normas de carácter Contable para las
Resolución 4980 de 1987
Sociedades Fiduciarias.
Resolución 839 de 1998 Cancela la inscripción de unas acciones en el
Registro Nacional de Valores e Intermediarios.

Sentencia C-271 del 8 de marzo de 2000 de la Sentencia C-271 del 8 de marzo de 2000 de la
Corte Constitucional Corte Constitucional.
Bibliografía

 www.superfinanciera.gov.co
 www.wikipedia.com

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