1. Dualismos y paralelismo: la corriente dualista sostiene, en términos generales, la
distinción real entre alma y cuerpo. El dualismo no concibe una integración entre las dos instancias en la unidad de una sola instancia (como el caso de Aristóteles). En el dualismo, la insistencia recae sobre la distinción, que a veces llega a ser una separación entre la menta y el cuerpo, tanto que su relación mutua puede llegar a concebirse como extrínseca, como si se tratara de dos cosas distintas. En las religiones hebreas y cristianas hay un dualismo moderno la cual es la convicción de la existencia del cuerpo y del alma como elementos distintos, hasta el punto de que, en visión cristiana, el alma es vista como inmortal y subsistente después de la muerte. El dualismo de Descartes abandona la noción aristotélica de alma como forma o acto substancial del cuerpo. 2. Monismo espiritualista: para el monismo, el alma y el cuerpo son lo mismo, quizá visto de modo diverso. El monismo espiritual no es una corriente muy difundida. En un sentido riguroso fue sostenido entre los filósofos más conocidos, solo por Berkeley. Para el, los cuerpos no serían más que objetos observados por la conciencia Santo Tomas de Aquino hablaba algo metafóricamente de un apetito natural o de un amor natural, según el cual todas las cosas tendían a si fines naturales. 3. Conductismo: la psicología cognitiva nació como reacción contra el conductismo (en la segunda mitad del siglo XX), demostrando la inevitabilidad del recurso a representaciones y a estados interiores cognitivos y emotivos, con el objeto de explicar el comportamiento intencional externo (lenguaje, actos de la conducta). En la filosofía de la mente cuando se trata de sensaciones, no es convincente. Ningún conjunto de actos externos es equivalente a actos internos. 4. Neurologismo y emergentismo. a) Teoría de la identidad. El candidato a acto mental no pasaría de ser un acto físico complejo de tipo nervios. La variabilidad y las anomalías de los comportamientos psíquicos recibirán una explicación científica cabal en el terreno de las condiciones dinámicas de transmisiones naturales. b) Biologismo naturalista: las restricciones lingüísticas y conceptuales de la teoría de la identidad no son necesarias para sostener una visión neurologista c) Emergentismo: los rasgos de la vida y la conciencia emergerían desde cierta complejidad química. Esta posición se llama emergentismo. La sostiene, por ejemplo Mario Bunge. El novum emergente desde abajo, en esta filosofía, se acerca en parte a la noción de forma aristotélica, al menos en sentido amplio. d) Superveniencia: la aparición de las propiedades más altas (mentales), así como la disposición de las palabras o frases de una composición literaria determinan el sobrevivir de sus cualidades artísticas o literarias. 5. Los funcionalismos a. Computacionalismo: Esta corriente nació con ocasión del desarrollo de las ciencias cognitivas. La mente se aquí según la analogía del software de un ordenador, es decir, como un programa o un método de elaborar y transmitir la información. Las dos ciencias principales del cognitivismo –con influjos mutuos- son la informática y la psicología cognitiva. Es preciso reconocer a los estados mentales en un estado autónomo. La verdad es que los ordenadores fueron creados siguiendo una analogía con nuestros procesos cognitivos, y no al revés. Los ordenadores pueden, entonces, simular, emular e incluso superar los resultados cognitivos elaborados por nuestra mente (cálculos, traducciones, comandos de acciones inteligentes). Por desgracia, el funcionalismo computacional es una nueva forma de reduccionismo. Un ordenador puede efectuar un verdadero calculo (no como un acto cognitivo, pero si llegando a resultados correctos). Pero no puede sino imitar las emociones o el yo (dolor, angustia, gozo). El funcionalismo implica, en general, la reducción de los actos o estados mentales a la función de una máquina. Sin llegar a reconocer la realidad de actos de los sujeto. El ordenador parece tener una mente no solo porque calcula o deduce, sino por que elabora la información median, te un lenguaje o gramática, utilizando categorías representativas. Turing cuando apunto a la posibilidad de que nuestra inteligencia no sería algo esencialmente diverso de lo que hacen las funciones computacionales de algunos potentes ordenadores. John Searle introdujo la neta entre intencionalidad intrínseca e intencionalidad derivada. La intencionalidad intrínseca pertenece a los genuinos actos cognitivos. La derivada es relativa a un observador (un intérprete). Una maquina no puede tener una semántica ni una sintaxis intrínseca, aunque el lenguaje siempre va a materializarse en una base materia.