You are on page 1of 11

Bienvenidos a la tercera temporada de nuestro podcast “a la luz de su

palabra”. Soy el pastor Andrés Espinoza y me acompaña mi hermano Luis


Brieva.

Luis, este es nuestro segundo episodio, ¿Podrías resumir para nuestros


oyentes el tema que tratamos anteriormente?

Claro que si Andrés, un saludos para todos.

“Vimos como el Catecismo Menor de Westminster, fue un trabajo que


hicieron los reformadores para ayudar a la iglesia, especialmente a los
padres, a enseñar los fundamentos de la fe cristiana a sus hijos en forma de
preguntas y respuestas. Vimos además que este trabajo nos ofrece unos
lentes bíblicos para que podamos entender al mundo como lo diseño Dios,
es decir que el catecismo nos ofrece una cosmovisión bíblica y pactual, en
la que podemos entender todas nuestras relaciones.

Muy bien Luis y estuvimos Hablando de que toda cosmovisión tres componentes
distintos pero interdependientes, es decir uno depende o afecta al otro. Estos
componentes son: la epistemología (Conocimiento ¿Cómo conocemos?), la
metafísica (¿Qué es la Realidad? y la ética (Deber, la virtud).

Hoy vamos a profundizar en la primera pregunta del catecismo, que tiene que ver
con la Etica, esta pregunta dice: ¿Cuál es el fin principal del hombre? Es decir:
¿Qué es la felicidad y el buen vivir? -

Háblanos de la respuesta Luis----

Bueno si. El Catecismo dice que: El fin principal de la existencia del hombre es
glorificar a Dios, y gozar de él para siempre.

El Catecismo usa dos versículos claves que con claridad nos llaman a buscar la
gloria de Dios en todo lo que hacemos y solo así podremos encontrar deleite y
felicidad en la vida:

“Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre
conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a
quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” (1 Pedro 4.11,
RVR60)

“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” (1
Corintios 10.31, RVR60)
Mira Luis saber esto es de vital importancia, estamos hablando del fin para el cual
Dios nos creó, alguien dijo una vez: “más vale perder la vida que perder de vista el
propósito por el cual vivimos” – Entender esto hace toda la diferencia en una vida.

Bueno, ¿Que tal si comenzamos a definir mas exactamente lo que significa


glorificar a Dios?

Claro Andrés, creo que debemos iniciar comprendiendo que hay dos clases de
Gloria:

La primera tiene que ver cono la Gloria que Dios tiene en sí mismo. Pedro en su
discurso de pentecostés, le llamao a Dios: “el Dios de la gloria” (Hechos de los
Apóstoles 7.2 – es decir que Dios no puede existir sin esta gloria, jamás Dios será sin
gloria, Dios dice a Isaías: “Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea
amancillado mi nombre, y mi honra no la daré a otro.” (Isaías 48.11, RVR60) – Dios es
todo glorioso y no comparte esta gloria con nadie, esta gloria es ecencial a su ser -

La segunda clase de Gloria, es la que se le atribuye a Dios. Es decir aquella gloria


que como creaturas nos esforzamos por darle, de esta gloria habla el cronista: “Dad a
Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrenda, y venid delante de él; Postraos
delante de Jehová en la hermosura de la santidad.” (1º Crónicas 16.29, RVR60) – de
manera que con todo lo que somos estamos llamados a darle gloria y más cuando
entendemos que no solo somos creaturas, sino gente amada y redimida por Cristo “Porque
habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espíritu, los cuales son de Dios.” (1 Corintios 6.20, RVR60) Así que nos debemos a Dios,
porque nos creó y nos redimio, todo en nuetsra vida debería buscar su gloria, Pablo dijo:
“conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda
confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida
o por muerte.” (Filipenses 1.20, RVR60)

Que bueno Luis aprender a hacer esta distinción…. Con esto en mente entones podemos
hablar de por lo menos 4 cosas que nos ayudarán a entender lo que implica Glorificar a
Dios con nuestra vida.

La primera tiene que ver con nuestro aprecio por Dios, si hemos de glorificarle,
debemos ponerlo a él en el lugar supremo de nuestros pensamientos, debemos
tenerle en las mas alta estima. Es lo que hizo el salmista cuando expresó: “Mas tú,
Jehová, para siempre eres Altísimo.” (Salmo 92.8, RVR60) “Porque tú, Jehová, eres
excelso sobre toda la tierra; Eres muy exaltado sobre todos los dioses.” (Salmo 97.9,
RVR60)

La segunda implicación es que Dios debe ser el unico objeto de nuestra adoración “Dad a
Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.”
(Salmo 29.2, RVR60) “Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo
respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová
inclinados a tierra.” (Nehemías 8.6, RVR60)

Con relación a esto Andrés, es importante entender que si hemos de buscar


glorificara Dios en nuestra adoración, dicha adoración debe ser cmo el mismo la ha
establecido, como a él le agrada. Nota lo que dice Exodo: “Mira y hazlos conforme al
modelo que te ha sido mostrado en el monte.” (Éxodo 25.40, RVR60) si el tan celoso con
respecto al lugar de culto, cuanto no más con el contenido de la adoración.

Así es Luis…. Bueno y además de nuestro aprecio por Dios y nuestra adoración solo a él,
debemos buscar glorificarle amandole por ecima de todas las cosas, Dice Dios: “Y amarás
a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
(Deuteronomio 6.5, RVR60) El debe ser la fuenta de nuestra felicidad y el motivo de todos
nuestros sentimientos y afectos.

Por ultimo y no menos importante, Glorificar a Dios Implica obedecerle, es decir


dedicarnos por completo a su servicio, que nuestra mente estudie para El, que nuestra
lengua defienda su causa y nuestras manos en todo le sirvan. Debemos estar prestos
para servirle (Como hijos, esposos, siervos, trabajadores) esto implica estudio
diligente de su voluntad revelada.

Luis, que puedes decirnos sobre las motivaciones que podemos tener para
glorificar a Dios.

Bueno Andrés, tenemos motivaciones de sobra para hacerlo, pero déjame nombrar
algunas que aprendí del puritano Thomas Watson:

En primer lugar, Porque él nos creó (Salmo 100.3) “Reconoced que Jehová es Dios;
El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.”
(Salmo 100.3, RVR60) La vida y todo lo que somos y tenemos lo recibimos de su
generosidad ¿no es razonable que le glorifiquemos? “Porque de él, y por él, y para él,
son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.” (Romanos 11.36, RVR60)

En segundo lugar: Porque Dios lo ha hecho todo para su gloria. “Todas las cosas
ha hecho Jehová para sí mismo, Y aun al impío para el día malo.” (Proverbios 16.4,
RVR60) Así como un rey grava con impuesto la mercancía, Dios recibe por todo su
gloria. “Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me
glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería;” (Éxodo
14.17, RVR60) “Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará.” (Isaías 43.21,
RVR60) No se puede añadir nada a su gloria pero si podemos exaltarla.

En tercer lugar, podemos encontrar motivación en glorificar a Dios Porque la


gloria de Dios tiene un valor y una excelencia intrínsecos y trasciende los
pensamientos de los hombres y las lengua de los ángeles. Por esta razón toda
creatura glorifica a Dios, Los angeles por ejemplo: “¿No son todos espíritus
ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”
(Hebreos 1.14, RVR60) Los animales: “Las fieras del campo me honrarán, los chacales y
los pollos del avestruz; porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba
mi pueblo, mi escogido.” (Isaías 43.20, RVR60) Imaginate que nosotros fueramos la
ecepción, siendo creaturas inteligentes, sería una pena haber sido creados si no podemos
ver tal magnificencia. Recordemos además que Cristo tomo nuestra naturaleza, y nos
honró más que a los ángeles y cualquier criatura /Hebreos 2.7 – Los ángeles son
siervos, pero no la esposa de Cristo. (2 Corintios 5.21) Ahora en Cristo podemos
conocer a Dios plenamente, ¿Cómo no darle gloria?

Una ultima razón para darle gloria es que toda nuestra esperanza depende de Él. “Y
ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti.” (Salmo 39.7, RVR60) un buen
hijo honrará al padre esperando obtener de El todo lo que necesita. “Y cantores y
tañedores en ella dirán: Todas mis fuentes están en ti.” (Salmo 87.7, RVR60)

Así que nos sobran razones para glorificar a Dios Luis…. En nuestro proximo episodio,
estaremos hablando de las muchas maneras en que podemos poner esto practica, así que no
se pierdan nuestra proxima entrega.

Hasta pronto.

Luis: Que Dios les bendiga.


Bienvenidos a la tercera temporada de nuestro podcast “a la luz de su
palabra”. Soy el pastor Andrés Espinoza y este es nuestro tercer episodio,
me acompaña Luis Breva, quien nos dará un resumen de lo que hemos
visto hasta aquí.

Un saludo para todos nuestros oyentes. Bueno, si… Hemos estado


hablando del origen y la importancia del Catecismo Mayor de Westminster y
en el episodio anterior respondimos su primera pregunta, que tiene que ver
con uno de lso componente de una cosmovisión, la parte ética. La pregunta
es: ¿Cuál es el fin principal del hombre? Y el Catecismo responde: El fin
principal de la existencia del hombre es glorificar a Dios, y gozar de él para
siempre.

Vimos lo que debemos entender por Glorificar a Dios, y respondimos a dos


preguntas ¿Que es Glorificar a Dos? Y ¿Por qué o que nos debe motivar a
glorificarle? Y hoy vamos a ampliar la respuesta del catecismo, estaremos
hablando de las muchas maneras que podemos poner esto en práctica.

Gracias Luis, que buen resumen, entonces entremos en materia ¿De cuantas
formas podemos glorificar a Dios?

Quisiera hablar en primer lugar de los más obvio:

Glorificamos a Dios, buscando únicamente su gloria. Una cosa es promover la


gloria de Dios, y otra es buscarla y en esto ultimo que muchas veces nos quedamos
cortos. Dios debe ser el fin último de todas las acciones – Por ejemplo, Jesus que
busco siempre la gloria del Padre dijo: “El que habla por su propia cuenta, su propia
gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él
injusticia.” (Juan 7.18, RVR60) “Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga.”
(Juan 8.50, RVR60) – Un siervo de Dios que enseña la palabra o un Pade que esta
enseñando a sus hijos, debe buscar glorificar a Dios, no hablando sus propias palabra sino
la palabra de Dios… Aun cuando servimos a Dios y ofrendamos para el avance de su
reuno, debemos biscar hacerlo no para impresionar a los demás, sino para la gloria de Dios
“Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os
digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que
hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público.” (Mateo 6.2–4, RVR60) Luis ¿como podemos lograr esto?

Bueno Andrés, una manera de hacerlo es anteponiendo la gloria de Dios a


cualquier otra cosa: sea reputación, posesiones o relaciones…. Debemos darle a
Dios el primer lugar en todo.
Otra forma de hacerlo es estando satisfechos con que la voluntad de Dios se cumpla,
aunque esto nos pueda frustrar muchas veces. Como dice Thomas Watson, debemos
estar dispuestos a decir: "Señor, acepto ser un perdedor siempre que tu ganes; estoy
dispuesto a tener menos salud, si puedo conseguir más gracia, y tú, más gloria. Ya
sea alimentó o amarga medicina lo que me des, quiero, Señor, aquello que te
glorifique más" Esto fue lo que Jesus hizo, buscando la gloria de Dios en el
momento mas critico de su vida: “Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro,
orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo
quiero, sino como tú.” (Mateo 26.39, RVR60)

Otra manera de buscar únicamente la gloria de Dios, es estar satisfechos cuando


otros nos superan en dones y estima, para que la gloria del Señor crezca. Pablo dijo:
“Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena
voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir
aflicción a mis prisiones; pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la
defensa del evangelio. ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o
por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.” (Filipenses 1.15–18,
RVR60) – En el contexto de estas palabras, habían pastores que predicaban para
eclipsar a Pablo, mas él no estaba molesto. Alguien dijo: “Que se apague mi vela si
ha de brillar el sol”.

Amen, Entonces Glorificamos a Dios, buscando únicamente su gloria. Y Tambien


glorificamos a Dios cuando estamos dispuestos a confesar sinceramente nuestro pecado.
“Entonces Josué dijo a Acán: Hijo mío, da gloria a Jehová el Dios de Israel, y dale
alabanza, y declárame ahora lo que has hecho; no me lo encubras.” (Josué 7.19, RVR60)
“Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron
nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.” (Lucas 23.41, RVR60) ¡Como se
engrandece la libre gracia de Dios al coronar a aquellos que merecen ser
condenados! No confesar, Excusar y minimizar el pecado deshonra a Dios. “Pero tú
eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas
nosotros hemos hecho lo malo.” (Nehemías 9.33, RVR60) La confesión de nuestro
pecado, glorifica a Dios porque lo exonera de culpa: reconoce que él es Santo y
Justo, haga lo haga. Dios nos guarde de actuar como Adán, quien se excusó y
minimizo el pecado deshonrando a Dios, pues en lugar de reconocerse culpable de
tomar del árbol de la ciencia del bien y del mal, culpo a Dios por la mujer que le
había dado.

Si Andrés, pero además glorificamos a Dios creyendo “Tampoco dudó, por


incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había
prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia.” (Romanos 4.20–22,
RVR60) La incredulidad afrenta a Dios porque le desmiente “El que cree en el Hijo de
Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque
no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.” (1 Juan 5.10, RVR60)
La fe le glorifica porque atestigua que Dios es veraz “El que recibe su testimonio, éste
atestigua que Dios es veraz.” (Juan 3.33, RVR60) Dios honra la fe, porque esta le da
gloria a Él. Le hacemos un gran honor a alguien cuando le confiamos todo lo que
tenemos – así mismo honrramos a Dios. “En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me
has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.” (Salmo 31.5, RVR60)

Mura Luis lo que nos dice el Salmista“Porque me consumió el celo de tu casa; Y los
denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí.” (Salmo 69.9, RVR60)
Glorificamos a Dios tambien, siendo celosos de su gloria. Cuando soos mas dados a
reaccionar cuando su nimbre es mancillado.

Tambien Glorificamos a Dios siendo fructíferos “En esto es glorificado mi Padre, en


que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.” (Juan 15.8, RVR60) “llenos de frutos
de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.” (Filipenses
1.11, RVR60) “¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no
come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño?” (1
Corintios 9.7, RVR60) No es el profesar ser cristiano lo que glorifica a Dios, si no
el llevar fruto, Dios espera recibir gloria de nosotros de esta manera. La fe santifica
nuestras obras y las obras dan testimonio de nuestra fe.

Mir Andres - El salmista dice en el salmo 16:5 “Jehová es la porción de mi herencia y de


mi copa; Tú sustentas mi suerte.” Esto nos anima a glorificar a Dios estando satisfechos
con las cosas que él ha ordenado y nos ha esta ofreciendo en su providencia.
Debemos estar agadecidos por la cosas que Dios trae a nuestra vida, sean a nuestros
ojos buenas o malas. Todo esta obrando para nuetro bien.

Asi es Luis Dios es soberano y saber escoger lo que es mejor para nosotros…. Pero algunos
pueden decir, yo descanso en que Dios pone el querer como el hacer, así que estoy
esperando que el ponga en mi el querer orar, o el querer hacer el devocional con mi familia,
etc… ¿Qué le dirías a estas personas?

Bueno Andrés que no estan glorificando a Dios de esta manera, sino deshonrrandole. Pues
glorificamos a Dios ocupándonos en nuestra salvación. Dios ha unido estrechamente
su gloria con nuestro beneficio. ¿no es un estímulo para cualquier súbdito que su
príncipe le diga: “me honraras y agradarás muchísimo si vas a aquella mina de oro y
sacas para ti tanto oro como puedas sacar”? Es lo mismo cuando Dios nos dice:
Ocúpate en obedecer mis ordenanzas, obtén tanta gracia de ellas como puedas, saca
tanta salvación como sea posible, y cuanta más felicidad tengas, tanto más me
consideraré yo glorificado.

Esto es cierto hermano, así que Glorificamos a Dios ocupándonos de la salvación y


tambien viviendo para El. “y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para
sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.” (2 Corintios 5.15, RVR60) Vivimos
para Dios cuando trabajamos por interés suyo y propagamos su evangelio.
Cuando hablamos de una persona que busca glorificar a Dios en todo, podrán pensar
algunos que una vida así es muy aburrida verdad Luis?.

Si… pero la verdad es que una vida triste no glorifica a Dios, solo Glorificamos a
Dios conduciéndonos con alegría en la vida. Cuando un siervo esta triste y con mal
semblante eso dice mucho acerca de su amo, la gente podría decir: “seguro que le da
mala vida y no le trata como es debido”. Así que La alegría del cristiano glorifica a
Dios: Las personas que piensan que la vida piadosa quita el gozo, deben entendet
que vida de verdadera piedad no nos quita el gozo sino que lo purifica; Dios
hace por su gracia y su Espiritu que nuestra vida sea más dulce.

Asi es Luis, también Glorificamos a Dios alabándole “El que sacrifica alabanza me
honrará.” (Salmo 50.23, RVR60) cuando lo alabamos estamos difundiendo su fama y
su nombre, exhibimos los monumentos de su excelencia.

Glorificamos a Dios siendo celosos de nombre. Demostrando amor por el y


demostrando ira contra el pecado. La vida de Jesus se caracterizo por esto. “El celo
de tu casa me consume.” (Juan 2.17, RVR60) y Jesus alabó a la iglesia de Eefeso por esta
actitud cuando dijo: “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes
soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has
hallado mentirosos;” (Apocalipsis 2.2, RVR60)

¿Cómo más podemos glorificar a Dios Luis?

Bueno, cuando estamos atentos a él en nuestra conducta natural y social. “para que,
como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.” (1 Corintios 1.31, RVR60) Un
ejemplo de esto es algo tan natural como la comida, cuando la preparamos debemos cuidar
de nutrir nuestros cuerpos de manera que podamos cumplir con nuestro deber. No
debemos ofender a Dios o a otros con lo que comemos_ “Y por esto procuro tener
siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.” (Hechos de los Apóstoles
24.16, RVR60)

Tambien Glorificamos a Dios trabajando para traer a otros a Él o cuando sufrimos


por él y sellamos el evangelio con nuestra sangre ¿Qué habrán dicho otros? Miren
que bueno es el amo a quien sirven, y como le aman, para arriesgarse a perderlo
todo en su servicio”

Glorificamos a Dios cuando le damos la gloria en todo lo que hacemos. “Pero por la
gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he
trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.” (1 Corintios
15.10, RVR60)

Y por ultimo, Glorificamos a Dios con una vida santa. “Mas vosotros sois linaje
escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las
virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” (1 Pedro 2.9, RVR60)
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” (Mateo 5.16, RVR60)

Bueno Luis, en resumen, Nuestro fin principal no es hacernos grandes posesiones o


tesoros en la tierra (Mateo 6.19) de echo esto pensamiento siempre ha sido la
desgracia de la humanidad desde la caída, buscar otra cosa que no sea glorificar a
Dios.

La biblia reprende a los que no viven para la gloria de Dios. Puesto que El nos ha
dado la capacidad de glorificarle, nos ha dado: salud talentos, posesiones, tiempo,
de bendiciones… cada una de estas cosas son oportunidades que él ha puesto en
nuestras manos para que le glorifiquemos.

Ahora bien, podamos estar seguros que Dios nos pedirá cuentas y nos preguntara
que hemos hecho con lo que nos ha dado “Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina,
la cual he tenido guardada en un pañuelo;porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre
severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste.Entonces él le dijo: Mal
siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no
puse, y que siego lo que no sembré;” (Lucas 19.20–22, RVR60) “Y al siervo inútil echadle
en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.” (Mateo 25.30, RVR60)

Si Andrés, No es suficiente que digamos que hemos deshonrado a Dios viviendo en


pecados groseros. La pregunta es ¿Qué bien hemos hecho? ¿Qué gloria le estamos
dando? No basta con que el labrador no dañe la viña, ni rompa los árboles, ni
destruya los setos; si no trabaja en los viñedos, según la parábola de Jesus, él
perderá su paga. Del mismo modo, si nosotros no hacemos algo bueno con lo que
tenemos para su gloria, perderemos nuestra paga, llevaremos una vida inútil! Y
debemos recordar que Cristo maldijo la higuera estéril.

Glorificar a Dios es algo serio Luis, el Señor nos ayude a glorificarle. Que la gloria de
Dios sea nuestro propósito en todo deber que desempeñemos, sea como lideres,
siervos, hijos, padres, esposos.

Sera un inmenso consuelo, a la hora de la muerte, el pensar que hemos glorificado


a Dios en nuestras vidas. Ese fue el consuelo de Cristo antes de morir: “Yo te he
glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.” (Juan 17.4,
RVR60), En el momento de la muerte, todas tus consolaciones terrenales se
desvanecerán. Si piensas en lo rico que has sido, en los placeres que has tenido en
la tierra, eso estará tan lejos de consolarte y de echo te atormentará aún más.
¡Pero que dulce consuelo y que paz infundirá a tu alma el echo de que tu
consciencia te diga que haz glorificado a Dios sobre la tierra¡ El siervo que ha
estado todo el día trabajando en la viña ansía que llegue la tarde, cuando recibirá
su salario. ¿Cómo son capaces que van a morir con consuelo aquellos que han
vivido sin tributar a Dios gloria alguna? No pueden esperar cosechas si no han
sembrado semillas… glorificando a Dios, llegamos, por fin, al bendito disfrute de Él.

Si Andrés, esta es la segunda parte de la respuesta del Catecismo. Estamos


llamados a Gozar de Dios para siempre: “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y
fuera de ti nada deseo en la tierra.” (Salmo 73.25)

Ahora bien, Hay dos goces: uno en esta vida y otro en la venidera.

El goce de Dios en esta vida. (salmo 63.2). Los piadosos han tenido en los medios
de gracia mucho gozo, se han elevado por encima del mundo y han sido llevados a
despreciar todo los que hay aquí abajo. Muy perverso es el que elige el goce en sus
concupiscencias antes que gozarse en Dios “sabiendo primero esto, que en los postreros
días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,” (2 Pedro 3.3,
RVR60). ¿Quién estaría dispuesto a beber un mar de ira divida por un simple
momento de placer? Debemos contar con los medios de Gracia, pero más aún
procurar al Dios de esos medios de gracia. El gozar de Dios en la tierra es la
fianza de nuestro goce en él en el cielo.

El goce de Dios en la vida venidera.

La gracia y la gloria están encadenadas entre sí. La gracia precede a la gloria como
el lucero del alba anuncia la salida del sol. Dios nos prepara y cualifica para el
estado de bienaventuranza. (Mateo 5.8) Antes que se nos ponga vestiduras
blancas, debemos ser como el hijo del rey, gloriosos en nuestra morada interior.
Estos goces no serán deleites carnales, si no espirituales (vino, banquete, fiesta,
solo es una figura para mostrarnos que hay felicidad suprema en el cielo) los
deleites en la eternidad sobrepasan cualquier deleite carne. Jamás gozaremos
plenamente, hasta que gocemos de Dios por la eternidad.

Bien estimados oyentes, hemos respondido ampliamente la primera pregunta de


nuestro catecismo menor:

¿Cuál es el fin principal del hombre? El fin principal de la existencia del hombre
es glorificar a Dios, y gozar de él para siempre.
Los esperamos, no dejen de escuchar nuestro siguiente episodio, acompáñenos a deleitarnos
juntos a la luz de su palabra.

You might also like