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Este artículo trata sobre la Primera Revolución Industrial. Para otros eventos del mismo
nombre, véase Revolución industrial (desambiguación).
Coalbrookdale de noche, pintura al óleo del artista inglés de origen francés Philip James de
Loutherbourg (nacido en 1740 y fallecido en 1812).
Coalbrookdale (condado de Shropshire, Inglaterra) es considerado una de las cunas de la
Revolución Industrial.
Una máquina de vapor de tipo Watt, construida por la compañía David Napier & Son
Limited(Londres) en 1859.
A partir de este momento se inició una transición que acabaría con siglos de una mano de
obra basada en el trabajo manual y el uso de la tracción animal, siendo estos sustituidos
por maquinaria para la fabricación industrial y para el transporte de mercancías y
pasajeros. Esta transición se inició hacia finales del siglo XVIII en la industria textil, así
como en lo relacionado con la extracción y utilización de carbón. La expansión del
comercio fue posible gracias al desarrollo de las comunicaciones, con la construcción de
vías férreas, canales, y carreteras. El paso de una economía fundamentalmente agrícola a
una economía industrial influyó sobremanera en la población, que experimentó un rápido
crecimiento sobre todo en el ámbito urbano. La introducción de la máquina de
vapor de James Watt (patentada en 1769) en las distintas industrias, fue el paso definitivo
en el éxito de esta revolución, pues su uso significó un aumento espectacular de la
capacidad de producción. Más tarde, el desarrollo de los barcos y de los ferrocarriles a
vapor, así como el desarrollo en la segunda mitad del XIX del motor de combustión
interna y la energía eléctrica, supusieron un progreso tecnológico sin precedentes.67
Como consecuencia del desarrollo industrial nacieron nuevos grupos o clases sociales
encabezadas por el proletariado —los trabajadores industriales y campesinos pobres— y
la burguesía, dueña de los medios de producción y poseedora de la mayor parte de la
renta y el capital. Esta nueva división social dio pie al desarrollo de problemas sociales y
laborales, protestas populares y nuevas ideologías que propugnaban y demandaban una
mejora de las condiciones de vida de las clases más desfavorecidas, por la vía
del sindicalismo, el socialismo, el anarquismo, o el comunismo.8
Aún sigue habiendo discusión entre historiadores y economistas sobre las fechas de los
grandes cambios provocados por la Revolución Industrial. El comienzo más aceptado de lo
que podríamos llamar Primera Revolución Industrial, se podría situar a finales del siglo
XVIII, mientras su conclusión se podría situar a mediados del siglo XIX, con un período de
transición ubicado entre 1840 y 1870. Por su parte, lo que podríamos llamar Segunda
Revolución Industrial, partiría desde mediados del siglo XIX a principios del siglo XX,
destacando como fecha más aceptada de finalización a 1914, año del comienzo de
la Primera Guerra Mundial. El historiador marxista Eric Hobsbawm, considerado pensador
clave de la historia del siglo XX 9 sostenía que el comienzo de la revolución industrial debía
situarse en la década de 1780, pero que sus efectos no se sentirían claramente hasta
1830 o 1840.10 En cambio, el historiador económico inglés T.S. Ashton declaraba por su
parte, que la revolución industrial tuvo sus inicios entre 1760 y 1830.11 Algunos
historiadores del siglo XX, como John Clapham y Nicholas Crafts, argumentan que el
proceso de cambio económico y social fue muy gradual, por lo que el término «revolución»
resultaría inapropiado. Estas cuestiones siguen siendo tema de debate entre historiadores
y economistas.
Gran Bretaña
Adam Smith, filósofo y economista británico considerado el padre de la economía moderna y
el capitalismo fundamentalmente por su libro La riqueza de las naciones
Revolución demográfica
Durante la revolución industrial se vivió un incremento espectacular de la población, debido
fundamentalmente a la caída de la tasa de mortalidad provocada por la mejora de las
condiciones higiénicas, sanitarias y alimenticias que se plasmó en gran medida en la
reducción de la mortandad infantil. En este periodo nacen las primeras vacunaciones y se
mejoran los sistemas de alcantarillado y de depuración de aguas residuales. Una
alimentación más abundante y regular, no sometida a las fluctuaciones de las cosechas,
bajó la incidencia de las epidemias e hizo posible la casi desaparición de la mortalidad
catastrófica, sobre todo la infantil.
La población de Inglaterra y Gales, que había permanecido constante alrededor de 6
millones desde 1700 a 1740, se incrementó bruscamente a partir de esta fecha y alcanzó
8,3 millones en 1801, para doblarse en cincuenta años y llegar a los 16,8 millones en 1850
y en 1901 casi se había doblado de nuevo con 30,5 millones.21 En Europa, la población
pasó de 100 millones en 1700 hasta alcanzar 400 millones en 1900.22 La revolución
industrial fue así el primer periodo histórico durante el que hubo simultáneamente un
incremento de la población y un incremento de la renta per cápita.23 El aumento de la
población fue un estímulo para el crecimiento industrial ya que proporcionó a la vez mano
de obra abundante para las nuevas industrias y de otro lado supuso un incremento de la
demanda interna para los nuevos productos.
El aumento de la población urbana en ciudades con trazado medieval supuso el
hacinamiento, la insalubridad y la aparición de las primeras patologías sociales
(alcoholismo, prostitución y delincuencia).
Antecedentes y causas
El triunfo de los nuevos planteamientos filosóficos del siglo XVIII, contribuyó al intercambio del
conocimiento científico
John Locke, padre del empirismo y del liberalismo moderno
Los inicios de la industrialización europea hay que buscarlos en la Edad Moderna. A partir
del siglo XVI se vislumbra un avance en el comercio, métodos financieros, banca y un
cierto progreso técnico en la navegación, impresión o relojería. Sin embargo estos avances
siempre se veían lastrados por epidemias, constantes y largas guerras y hambrunas que
no permitían la dispersión de los nuevos conocimientos ni un gran crecimiento
demográfico. Según el historiador Angus Maddison, Europa Occidental experimentó un
crecimiento demográfico prácticamente nulo entre 1500 y 1800.
El Renacimiento marcó otro punto de inflexión con la aparición de las primeras sociedades
capitalistas en Holanda y el norte de Italia. Es a partir de mediados del siglo XVIII cuando
Europa comenzó a distanciarse del resto del mundo y a asentar las bases de la futura
sociedad industrial debido al desarrollo, aún primitivo, de la industria pesada y la minería.14
15 La alianza de los comerciantes con los agricultores hizo aumentar la productividad, lo
que a su vez provocó una explosión demográfica, acentuada a partir del XIX. La
Revolución Industrial se caracterizó por la transición de una economía agrícola y manual a
una comercial e industrial16 cuya ideología se basaba en el racionalismo la razón y
la innovación científica.17
Otro de los principales desencadenantes de la Revolución nace de la necesidad.18 Aunque
en algunos lugares de Europa como Gran Bretaña ya existía una base industrial,
las Guerras Napoleónicas consolidaron la industria europea. Debido a la guerra, que se
extendía por la mayor parte de Europa, las importaciones de muchos productos y materias
primas se suspendieron. Esto obligó a los gobiernos a presionar a sus industrias y a la
nación en general para producir más y mejor que antes, desarrollándose industrias antes
inexistentes. La industrialización tuvo lugar en diferentes oleadas en los distintos países.
Las primeras áreas industriales aparecieron en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII,
extendiéndose a Bélgica y Francia a principios del siglo XIX y a Alemania y a Estados
Unidos a mediados de siglo, a Japón a partir de 1868 y a Rusia, Italia y España a finales
de siglo. Entre las razones se encontraron algunas tan dispares como la notable ausencia
de grandes guerras entre 1815 y 1914, la aceptación de la economía de mercado y el
consecuente nacimiento del capitalismo, la ruptura con el pasado, un cierto equilibrio
monetario y la ausencia de inflación.
¿Qué es la Revolución
Industrial?
En la segunda mitad del siglo XVIII se inicia en Inglaterra
lo que conocemos como Revolución Industrial, que luego
se trasladaría a los demás países europeos y que
consistió en una transformación profunda de los sistemas
y la estructura del trabajo.
En la segunda mitad del siglo XVIII se inicia en Inglaterra lo que
conocemos como Revolución Industrial, que luego se trasladaría a los demás
países europeos y que consistió en una transformación profunda de los
sistemas y la estructura del trabajo, dejando a un lado la manualidad para
pasar a las máquinas, y pasando de los talleres a las fábricas.
Revolución Industrial
Esta revolución es la más grande tras la del Neolítico e implicó un cambio
total no sólo en el trabajo, sino en la mentalidad y en la sociedad toda.
Los campesinos dejaron sus campos, aparecieron personas especializadas
como los ingenieros, y surge con gran fuerza el proletariado, personas que
trabajan en maquinarias que no son de su propiedad. Atrás quedan los viejos
talleres y los artesanos, pasando a una organización mucho más compleja.
La revolución
industrial fue un proceso de grandes transformaciones económicas y
sociales que comenzaron en Inglaterra en el siglo XVIII.
esta revolución se extendió por gran parte del hemisferio norte durante todo el
siglo XIX y principios del siglo XX.
Resumen de la Revolución
La Revolución industrial
transformó las técnicas productivas tradicionales.
La máquina a
vapor inventada por james watt trajo consigo grandes mejoras en la sociedad,
con la capacidad de mover grandes cargas.
Revolución en el transporte
La Revolución Agrícola
Este conjunto de cambios, que en Gran Bretaña los podemos situar entre 1750
y 1850, hacen posible la desaparición del Antiguo Régimen económico y la
implantación del capitalismo industrial.
La era de la Industrialización
El uso de máquinas
Muy pronto se verificó que mayor productividad y mayores ganancias para los
empresarios podrían obtenerse añadiendo al trabajo dividido el empleo de
máquinas a gran escala.
Las Etapas
Existen 2 etapas que mancaron la industrialización una llamada primera
revolución industrial (1760-1870) caracterizado por el crecimiento regular
de la población generando mano de obra abundante y la producción agrícola,
la división del trabajo industrial provocando un cambio en la estructura de la
población activa, la introducción de innovaciones técnicas, la configuración
de la fábrica como lugar de producción, la articulación de mercados más
amplios a través de la expansión del comercio y el desarrollo de una
mentalidad empresarial, focalizado especialmente en el mundo del textil
algodonero y la siderurgia y que finalizaría con una grave crisis debido a la
sobreproducción que generaba.
Entre los años 1870 y 1880 se comenzaron a producir una serie de cambios en
la producción industrial que llamamos Segunda Revolución de la Industrial y
que establecieron las bases del actual sistema de producción.
Los inicios de este proceso, que se prolongó hasta 1920, los encontramos en
Estados Unidos y se produjo también en el Reino Unido, Francia, Alemania y
Japón.
Consecuencias de la revolución
Crecimiento en las Ciudades, la mecanización de las tareas agrícolas y la
concentración de la producción industrial en las ciudades favorecieron la
emigración del campo a la ciudad. Muchas ciudades prosperaron alrededor de
fábricas.
Crecimiento demográfico, la Revolución Industrial también fue un proceso de
cambio social. A lo largo del siglo XIX se aceleró el crecimiento de la
población. En 1900 en Europa vivían más de 400 millones de habitantes.
Las causas de este crecimiento demográfico fueron dos: un descenso brusco de
la mortalidad y un incremento de la fecundidad.
Cambios y surgimiento de una nueva clase social llamada el proletariado, que se
separó de la burguesía y fueron los llamados a trabajar de obreros en las
fábricas.
Explotación en el Trabajo.
Movimiento Obreros
Sindicalismo
Entre 1800 y 1924, 60 millones de europeos emigraron a otros continentes. Estas
migraciones transoceánicas se produjeron por oleadas: hasta el 1870 los que
emigraron más fueron los británicos, sobre todo los irlandeses y los
escandinavos; posteriormente, los sucedieron los centroeuropeos; a finales de
siglo, los grupos que emigraron más fueron los italianos, los españoles, los
griegos y los turcos. La mayoría de los emigrantes europeos se dirigieron a
América.
Las personas decidieron irse a las ciudades, y comenzó una actividad que
tendría gran auge en aquella época.
Crecimiento demográfico
El éxodo rural provocado por las maquinas que reemplazaban el trabajo del
campesino, hizo que estos de desvincularan del campo, y del sistema
feudal que estaba en ese momento, algunos se convirtieron en jornaleros los
cuales eran retribuidos con buenos salarios, pero la gran mayoría que fueron a
la ciudad y los artesanos, se trasladaron a las fábricas en calidad de obreros.
Una nueva clase trabajadora que nace producto del avance de la industria
llamada proletariado.
Empresarios y proletarios
Movimientos obreros
Surgen de los conflictos entre obreros, revueltos con las pésimas condiciones
de trabajo, y empresarios. Las primeras manifestaciones son de depredación
de máquinas e instalaciones fabriles. Con el tiempo surgen organizaciones de
trabajadores de la misma área.
Sindicalismo
Antecedentes ideológicos
Los escritores ilustrados del siglo XVIII, filósofos, politólogos, científicos y economistas,
denominados comúnmente philosophes, y a partir de 1751 los enciclopedistas,
contribuyeron a minar las bases del Derecho Divino de los reyes. La filosofía de la
'Ilustración' ha desempeñado pues un rol significativo en el giro que tomaron estos eventos
históricos pero su influencia debe relatarse de modo más matizado: acordarle demasiada
importancia a los preceptos filosóficos nacidos durante ese siglo se revelaría como una
carencia mayúscula de fidelidad historiográfica.
La corriente de pensamiento vigente en Francia era la Ilustración, cuyos principios se
basaban en la razón, la igualdad y la libertad. La Ilustración había servido de impulso a
las Trece Colonias norteamericanas para la independencia de su metrópolis europea.
Tanto la influencia de la Ilustración como el ejemplo de los Estados Unidos sirvieron de
«trampolín» ideológico para el inicio de la revolución en Francia.
Causas
El Tercer Estado cargando al Primer y al Segundo Estado.
Los Estados Generales estaban formados por los representantes de cada estamento.
Estos estaban separados a la hora de deliberar, y tenían solo un voto por estamento. La
convocatoria de 1789 fue un motivo de preocupación para la oposición, por cuanto existía
la creencia de que no era otra cosa que un intento, por parte de la monarquía, de
manipular la asamblea a su antojo. La cuestión que se planteaba era importante. Estaba
en juego la idea de soberanía nacional, es decir, admitir que el conjunto de los diputados
de los Estados Generales representaba la voluntad de la nación.
El tercer impacto de los Estados Generales fue de gran tumulto político, particularmente
por la determinación del sistema de votación. El Parlamento de París propuso que se
mantuviera el sistema de votación que se había usado en 1614, si bien los magistrados no
estaban muy seguros acerca de cuál había sido en realidad tal sistema. Sí se sabía, en
cambio, que en dicha asamblea habían estado representados (con el mismo número de
miembros) la nobleza (Primer Estado), el clero (Segundo Estado) y la burguesía (Tercer
Estado). Inmediatamente, un grupo de liberales parisinos denominado «Comité de los
Treinta», compuesto principalmente por gente de la nobleza, comenzó a protestar y agitar,
reclamando que se duplicara el número de asambleístas con derecho a voto del Tercer
Estado (es decir, los «Comunes»). El gobierno aceptó esta propuesta, pero dejó a la
Asamblea la labor de determinar el derecho de voto. Este cabo suelto creó gran tumulto.
El rey Luis XVI y una parte de la nobleza no aceptaron la situación. Los miembros del
Tercer Estamento se autoproclamaron Asamblea Nacional, y se comprometieron a escribir
una Constitución. Sectores de la aristocracia confiaban en que estos Estados Generales
pudieran servir para recuperar parte del poder perdido, pero el contexto social ya no era el
mismo que en 1614. Ahora existía una élite burguesa que tenía una serie de
reivindicaciones e intereses que chocaban frontalmente con los de la nobleza (y también
con los del pueblo, cosa que se demostraría en los años siguientes).
Asamblea Nacional
Artículo principal: Asamblea Nacional
El Juramento del Juego de Pelota, obra de Jacques-Louis David.
Toma de la Bastilla
Artículo principal: Toma de la Bastilla
El 11 de julio de 1789, el rey Luis XVI, actuando bajo la influencia de los nobles
conservadores al igual que la de su hermano, el Conde D'Artois, despidió al
ministro Necker y ordenó la reconstrucción del Ministerio de Finanzas. Gran parte del
pueblo de Parísinterpretó esta medida como un auto-golpe de la realeza, y se lanzó a la
calle en abierta rebelión. Algunos de los militares se mantuvieron neutrales, pero otros se
unieron al pueblo.
El 14 de julio el pueblo de París respaldó en las calles a sus representantes y, ante el
temor de que las tropas reales los detuvieran, asaltaron la fortaleza de la Bastilla, símbolo
del absolutismo monárquico, pero también punto estratégico del plan de represión de Luis
XVI, pues sus cañones apuntaban a los barrios obreros. Tras cuatro horas de combate, los
insurgentes tomaron la prisión, matando a su gobernador, el Marqués Bernard de Launay.
Si bien solo cuatro presos fueron liberados, la Bastilla se convirtió en un potente símbolo
de todo lo que resultaba despreciable en el Antiguo Régimen. Retornando
al Ayuntamiento, la multitud acusó al alcalde Jacques de Flesselles de traición, quien
recibió un balazo que lo mató. Su cabeza fue cortada y exhibida en la ciudad clavada en
una pica, naciendo desde entonces la costumbre de pasear en una pica las cabezas de los
decapitados, lo que se volvió muy común durante la Revolución.
En una Asamblea que se quería plural y cuyo propósito era la redacción de una
constitución democrática, los 1200 constituyentes representaban las diversas tendencias
políticas del momento.
Camino a la Constitución
La Asamblea Nacional Constituyente no era solo un órgano legislativo sino la encargada
de redactar una nueva Constitución. Algunos, como Necker, favorecían la creación de una
asamblea bicameral en donde el senado sería escogido por la Corona entre los miembros
propuestos por el pueblo. Los nobles, por su parte, favorecían un senado compuesto por
miembros de la nobleza elegidos por los propios nobles. Prevaleció, sin embargo, la tesis
liberal de que la Asamblea tendría una sola cámara, quedando el rey solo con el poder de
veto, pudiendo posponer la ejecución de una ley, pero no su total eliminación.
El movimiento de los monárquicos para bloquear este sistema fue desmontado por el
pueblo de París, compuesto fundamentalmente por mujeres (llamadas despectivamente
«Las Furias»), que marcharon el 5 de octubre de 1789 sobre Versalles. Tras varios
incidentes, el rey y su familia se vieron obligados a abandonar Versalles y se trasladaron
al Palacio de las Tullerías en París.
Los electores habían escogido a los miembros de los Estados Generales por un periodo de
un año, pero de acuerdo al Juramento del Jeu de paume, los miembros del Tercer Estado,
también llamados los «comunes», acordaron no abandonar la Asamblea en tanto no se
hubiera elaborado una Constitución.
Durante 1790 se produjeron movimientos antirrevolucionarios, pero sin éxito. En este
periodo se intensificó la influencia de los «clubes» políticos entre los que destacaban
los Jacobinos y los Cordeliers. En agosto de 1790 existían 152 clubes jacobinos.
A principios de 1791, la Asamblea consideró introducir una legislación contra los franceses
que emigraron durante la Revolución (émigrés). Se pretendía coartar la libertad de salir del
país para fomentar desde el extranjero la creación de ejércitos contrarrevolucionarios, y
evitar la fuga de capitales. Mirabeau se opuso rotundamente a esto. Sin embargo, el 2 de
marzo de 1791 Mirabeau fallece, y la Asamblea adopta esta draconiana medida.
El 20 de junio de 1791, Luis XVI, opuesto al curso que iba tomando la
Revolución, huyó junto con su familia de las Tullerías. Sin embargo, al día siguiente
cometió la imprudencia de dejarse ver, fue arrestado en Varennes por un oficial del pueblo
y devuelto a París escoltado por la guardia. A su regreso a París el pueblo se mantuvo en
silencio, y tanto él como su esposa, María Antonieta, sus dos hijos (María Teresa y Luis-
Carlos, futuro Luis XVII) y su hermana (Madame Elizabeth) permanecieron bajo custodia.
El calendario republicano.
La Convención (1792-1795)
Artículo principal: Convención Nacional
Ejecución del rey Luis XVI.
La guillotina, que fue el instrumento de ejecución de entre 35 000 a 40 000 personas durante la
época del terror.
Guerra de la Vendée.
El mismo día en el que se reunía la Convención (20 de septiembre de 1792), todas las
tropas francesas (formadas por tenderos, artesanos y campesinos de toda Francia)
derrotaron por primera vez a un ejército prusiano en Valmy, lo cual señalaba el inicio de las
llamadas Guerras Revolucionarias Francesas.
Sin embargo, la situación económica seguía empeorando, lo cual dio origen a revueltas de
las clases más pobres. Los llamados sans-culottes expresaban su descontento por el
hecho de que la Revolución francesa no solo no estaba satisfaciendo los intereses de las
clases bajas sino que incluso algunas medidas liberales causaban un enorme perjuicio a
estas (libertad de precios, libertad de contratación, Ley Le Chapelier, etc.). Al mismo
tiempo se comenzaron a gestar luchas antirrevolucionarias en diversas regiones de
Francia. En la Vandea, un levantamiento popular fue especialmente significativo:
campesinos y aldeanos se alzaron por el rey y las tradiciones católicas, provocando la
llamada Guerra de Vandea, reprimida tan cruentamente por las autoridades
revolucionarias parisinas que se ha llegado a calificar de genocidio. Por otra parte, la
guerra exterior amenazaba con destruir la Revolución y la República. Todo ello motivó la
trama de un golpe de estado por parte de los jacobinos, quienes buscaron el favor popular
en contra de los girondinos. La alianza de los jacobinos con los sans-culottes se convirtió
de hecho en el centro del gobierno.
Los jacobinos llevarían en su política algunas de las reivindicaciones de los sans-culottes y
las clases bajas, pero no todas sus reivindicaciones serían aceptadas, y jamás se
cuestionó la propiedad privada. Los jacobinos no pusieron nunca en duda el orden liberal,
pero sí llevaron a cabo una democratización del mismo, pese a la represión que desataron
contra los opositores políticos (tanto conservadores como radicales).
Charlotte Corday tras asesinar a Marat, obra de Paul Baudry.
Se redactó en 1793 una nueva Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, y
una nueva constitución de tipo democrático que reconocía el sufragio universal. El Comité
de Salvación Pública cayó bajo el mando de Maximilien Robespierre y los jacobinos
desataron lo que se denominó el Reinado del Terror (1793-1794). No menos de 10 000
personas fueron guillotinadasante acusaciones de actividades contrarrevolucionarias. La
menor sospecha de dichas actividades podía hacer recaer sobre una persona acusaciones
que eventualmente la llevarían a la guillotina. El cálculo total de víctimas varía, pero se
cree que pudieron ser hasta 40 000 los que fueron víctimas del Terror.
En 1794, Robespierre[cita requerida] procedió a ejecutar a ultrarradicales y a jacobinos
moderados.5 6 7 Su popularidad, sin embargo, comenzó a erosionarse. El 27 de julio de
1794, ocurrió otra revuelta popular[cita requerida] contra Robespierre, apoyada por los
moderados que veían peligroso el trayecto de la Revolución, cada vez más exaltada. El
pueblo, por otro lado, se rebela contra la condición burguesa de Robespierre que
revolucionario antes, ahora persigue a Verlet, Leclerc y Roux[cita requerida]. Los miembros de
la Convención lograron convencer al «Pantano», y derrocar y ejecutar a Robespierre junto
con otros líderes del Comité de Salvación Pública.
El Directorio (1795-1799)
Artículo principal: Directorio (Francia)
El Consulado (1799-1804)
Artículo principal: Consulado (Francia)
Los tres colores azul, blanco y rojo eran ya frecuentes en diversos pabellones, uniformes y
banderas de Francia antes del siglo XVIII. El azul y el rojo eran los colores de la villa de
París desde el siglo XIV,8 y el blanco era en aquella época el color del reino de Francia, y
por extensión de la monarquía borbónica.
Cuando Luis XVI visitó a la recién creada Guardia Nacional en el Ayuntamiento de París
el 17 de julio de 1790, aparece por primera vez la escarapela tricolor, ofrecida al Rey por el
comandante de la Guardia, el marqués de La Fayette. Unía la escarapela de la Guardia
Nacional que llevaba los colores de la capital, con el color blanco del reino. No fue sin
embargo hasta el 20 de marzo de 1790 que la Asamblea Nacional mencionó en un decreto
los tres colores como "colores de la nación: azul, rojo y blanco".9 Pero la escarapela no era
aún un símbolo nacional, y el primer emblema nacional como tal fue la bandera diseñada
para la popa de los buques de guerra, adoptada por decreto de la Asamblea Nacional el 24
de octubre de 1790. Constaba de una pequeña bandera roja, blanca y azul en la esquina
superior izquierda de una bandera blanca. Esta bandera fue modificada posteriormente por
la Convención republicana el 15 de febrero de 1794, a petición de los marineros de la
marina nacional que exigieron que se redujera la predominancia del blanco que
simbolizaba todavía la monarquía.10 La bandera adoptó entonces su diseño definitivo, y se
cambió el orden de los colores para colocar el azul cerca del mástil y el rojo al viento por
motivos cromáticos, según los consejos del pintor Louis David.
Otro símbolo de la Revolución francesa es el gorro frigio (también llamado gorro de la
libertad), llevado en particular por los Sans-culottes. Aparece también en los Escudos
Nacionales de Francia, Haití, Cuba, El
Salvador, Nicaragua, Colombia, Bolivia, Paraguay y Argentina.
El himno «La Marsellesa», letra y música de Claude-Joseph Rouget de Lisle, capitán de
ingenieros de la guarnición de Estrasburgo, se popularizó a tal punto que el 14 de
julio de 1795 fue declarado himno nacional de Francia; originalmente se llamaba «Chant
de guerre pour l'armée du Rhin» («Canto de guerra para el ejército del Rin»), pero los
voluntarios del general François Mireur que salieron de Marsella entraron a París el 30 de
julio de 1792 cantando dicho himno como canción de marcha. Los parisinos los acogieron
con gran entusiasmo y bautizaron el cántico como «La Marsellesa».
El lema Liberté, égalité, fraternité («Libertad, igualdad, fraternidad»), que procede del lema
no oficial de la Revolución de 1789 Liberté, égalité ou la mort («Libertad, igualdad o la
muerte»), fue adoptado oficialmente después de la Revolución de 1848 por la Segunda
República Francesa.
Uno de los acontecimientos con mayor alcance histórico de la revolución fue la declaración
de los derechos del hombre y del ciudadano. En su doble vertiente, moral (derechos
naturales inalienables) y política (condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos
naturales e individuales), condiciona la aparición de un nuevo modelo de Estado, el de los
ciudadanos, el Estado de Derecho, democrático y nacional. Aunque la primera vez que se
proclamaron solemnemente los derechos del hombre fue en los Estados Unidos
(Declaración de Derechos de Virginia en 1776 y Constitución de los Estados
Unidos en 1787), la revolución de los derechos humanos es un fenómeno puramente
europeo. Será la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano francesa de 1789
la que sirva de base e inspiración a todas las declaraciones tanto del siglo XIX como
del siglo XX.
El distinto alcance de ambas declaraciones es debido tanto a cuestiones de forma como
de fondo. La declaración francesa es indiferente a las circunstancias en que nace y añade
a los derechos naturales, los derechos del ciudadano. Pero sobre todo, es un texto
atemporal, único, separado del texto constitucional y, por tanto, con un carácter universal,
a lo que hay que añadir la brevedad, claridad y sencillez del lenguaje. De ahí su
trascendencia y éxito tanto en Francia como en Europa y el mundo occidental en su
conjunto.
La declaración sin embargo excluyó a las mujeres en su consideración de ciudadanas y se
olvidó de las mujeres en su proyecto igualitario. Dos años más tarde de la redacción de
la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano la activista política Olympe de
Gougesescribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (1793) que se
convierte en uno de los primeros documentos históricos que plantea la equiparación
jurídica y legal de las mujeres en relación a los varones.11
Las mujeres ocupan la calle durante las semanas precedentes a la insurrección y tuvieron
un papel protagonista en el inicio de la Revolución. El 5 de octubre de 1789 fueron ellas
quienes iniciaron la marcha hacia Versalles a buscar al rey. Sin embargo cuando las
asociaciones revolucionarias dirigen el alzamiento las mujeres quedan excluidas del
pueblo deliberante, del pueblo armado -la guardia nacional- de los comités locales y de las
asociaciones políticas.
Al no poder participar en las asambleas políticas toman la palabra en las tribunas abiertas
al público y crean los clubes femeninos en los que leen y debaten las leyes y los
periódicos. Entre los más reconocidos estaba la Sociedad Patriótica y de Beneficencia de
las Amigas de la Verdad (1791-1792) fundada por Etta Palm en el que se reclamaba
educación para las niñas pobres, divorcio y derechos políticos.
Entre las revolucionarias más destacadas esta la dramaturga y activista política
considerada precursora del feminismo, Olympe de Gougesque escribió la Declaración de
los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (1793) reivindicando la equiparación de derechos
entre hombres y mujeres. Olympe se enfrentó a Robespierre y publicó la carta Pronostic
de Monsieur Robespierre pour un animale amphibie12 que la llevó a ser acusada de
intrigas sediciosas. Fue juzgada, condenada a muerte y guillotinada.13
El 30 de septiembre de 1793 se prohibieron los clubes femeninos. En 1794 se insistió en la
prohibición de la presencia femenina en cualquier actividad política y en mayo de 1795, la
Convención prohibió a las mujeres asistir a las asambleas política ordenando que se
retiraran a sus domicilios bajo orden de arresto si no cumplían lo prescrito.14 Finalmente
el Código Napoleónico aprobado en 1804 consagró la derrota femenina en la lucha por
la igualdad, libertad y fraternidad que la revolución significó para los varones.15
Sociales
La sociedad existente no contaba con la misma igualdad y privilegios. Francia se
encontraba dividida en tres Estadosque tenían grandes contradicciones y
diferencias entre sí.
Económicas
La riqueza del país se encontraba monopolizaba por los dos primeros Estados.
El pago de impuestos a cargo solamente del Tercer Estado y la decadencia del
comercio y la industrias unido a las trabas aduaneras y al comercio, arruinaban
al Estado francés y creaban una situación de miseria que se generalizaba. A
ésto se le unía el derroche existente por parte del Rey y la corte, que llevaron a
la bancarrota a Francia obligando así al rey a convocar a los Estados
Generales.
El inicio de la Revolución
El Juramento del Juego de Pelota.
Más de un siglo antes de que Luis XVI ascendiera al trono en 1774, el Estado
francés había sufrido periódicas crisis económicas motivadas por las largas
guerras emprendidas durante el reinado de Luis XV, la mala administración de los
asuntos nacionales en este reinado y el aumento de la deuda generado por los
préstamos a las colonias británicas de Norteamérica durante la Guerra de la
Independencia de las Trece Colonias (1775-1783). Pero la situación económica
existente en 1789 superó las precedentes por suma y acumulación, y colocó a la
monarquía francesa en una situación desesperada y al Estado francés en franca
bancarrota. El Rey ante esta situación, para sanear las finanzas necesitaba
aumentar los impuestos existentes y fijar nuevos, pero tanto el clero como la
nobleza, amparados en sus privilegios se negaban a contribuir con los gastos del
Estado.
Para solucionar los problemas económicos, Luis XVI convocó a los Estados
Generales del Reino a una asamblea consultiva. Esta convocatoria fue exigida por
los "privilegiados" (clero y nobleza) quienes se negaban a pagar los tributos
indispensables para conjurar la crisis económica.
A fin de defender sus conquistas ante la reacción de la nobleza que se alió con los
monarcas extranjeros, los burgueses revolucionarios exaltaron el principio de la
nacionalidad identificando a la Nación con el Estado.
El Tercer Estado quiso aprovechar dicha Asamblea para presentar peticiones que
favorecieran al pueblo,no siendo estas del gusto del rey y la nobleza, oponiéndose
a toda reforma. Negándole el derecho del voto por cabeza, que les era favorable,
por cuanto eran mayoría, pues querían que subsistiera el voto por orden (que
favorecía a las clases privilegiadas: clero y nobleza).
El Tercer Estado desobedeció la orden que había dictado Luis XVI y se reunió
separadamente, constituyendo así la Asamblea Nacional (17 de junio de 1789),
actitud que marcó el estallido de la revolución. Como el rey mandó a clausurar la
sala de sesiones, la Asamblea ocupó la sala del juego de la pelota y sesionó allí.
Los diputados juraron no separarse hasta haber dado una constitución a Francia,
decretando, además, la inviolabilidad de los representantes.
Luis XVI , tuvo que ceder ante los acontecimientos, invitando a que sesionaran
juntos los tres estados.
Fué así que surgió la Asamblea Constituyente, de esta modo el rey dejó de tener
autoridad , y así la monarquía absoluta llegaba a su fin. La Constitución
de 1791 de tendencia monárquica, sancionó la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano como, igualmente, la existencia de tres poderes:
Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Se promulgó la constitución civil del clero, por la que los bienes de la Iglesia
pasaban a poder del Estado, y el nombramiento de las autoridades eclesiásticas
se haría en adelante por elección del pueblo; provocando así la ruptura con
la Iglesia de Roma. El rey traicionando a la Revolución pretendió huir al extranjero
para unirse a los ejércitos europeos coaligados contra Francia, pero fue detenido
cerca de la frontera y encerrado en el Palacio de Las Tullerías.
Etapa Republicana
La Convención
Al disolverse la Asamblea Constituyente (1792-1795), luego de la victoria de
Valmy, se formó otra asamblea denominada la Convención Nacional. Los
principales actos de dicha convención fueron:
El Directorio (1795-1799)
Antes de clausurar sus seciones, la Convención Nacional promulgó la Constitución
del año III, en 1795, que establecía el Directorio, gobierno republicano moderado,
que tuvo la siguiente organización:
Representación de la mujer
En el curso de los grandes días en los que se decidió la suerte de la revolución, las
mujeres jugaron un papel decisivo. La situación económica y financiera general,
en 1788 y 1789 era cada vez peor. Las malas cosechas de 1787 y 1788
aumentaron el precio del pan, que en algunos lugares se duplicó, mientras el paro
crecía en las ciudades. Los pobres se morían de hambre y las quejas se
multiplicaban.
Los objetivos de los grupos feministas burgueses buscaban ampliar los privilegios
de las mujeres de las clases dominante, mientras que los grupos de la otra ala del
movimiento pedían la emancipación plena de la mujer. Las mujeres del Tercer
Estado se encontraron presentes en distintas acciones durante la Revolución
francesa, confiando en que la revolución triunfante las protegería de las penurias
del hambre.
Las mujeres de los pueblos del Delfinado y la Bretaña fueron las primeras en
desafiar a la monarquía. Seguidas por las ciudadanas de Angolouse y Chevan
Seaux. Las mujeres de Angers redactaron un manifiesto revolucionario contra las
arbitrariedades de la casa real. Las féminas estuvieron hasta el final en la lucha
revolucionaria, animando incluso a los hombres más vacilantes, lo que trajo
consigo, un temple de ánimo de gran decisión en aquellas que fueron llamadas por
la burguesía contrarrevolucionaria como “calceteras”, que no eran otras sino, las
hambrientas, las artesanas, las esposas de los campesinos, trabajadoras a
domicilio que odiaban la aristocracia y el antiguo régimen.
Asimismo, las mujeres, lideradas por Louison Chabry y Renée Audon, fueron
protagonistas en la marcha de mujeres, las obreras de los arrabales de Saint-
Antoine y la mayoría vendedoras del mercado parisiense del barrio Les Halles, que
se dirigieron a Versalles el 5 de octubre en número de miles,[1] reclamando pan,
haciendo una protesta además por el hambre y los altos precios, - esta
manifestación se inicia motivada por la noticia del banquete que los guardias de
corps habían ofrecido el 1 de octubre de 1789 a los regimientos de Flandes,
mientras los parisenses seguían castigados por el hambre. Los periodistas en Le
Fouet national habían publicado un artículo que decía:
Desde el lunes, los buenos parisinos tienen las mayores dificultades para proporcionarse
pan. Sólo el señor Révèrbere puede procurárselo, y desdeñan recurrir a este buen
patriota[2]
Además de los factores políticos, la crisis económica que traía consigo la escacés
de alimento, jugó un papel importante en la manifestación popular -; en horarios de
la tarde las mujeres enviaron representantes a la asamblea y al Rey quienes le
prometieron trigo y pan[3]
El comité de salud pública decidió, a finales de 1793, cerrar todos los círculos
femeninos. Pero la renacida consciencia política y la necesidad material empujaron
de nuevo a las mujeres a la lucha abierta. Muchas de ellas tomaron parte en la
insurrección de mayo de 1795, con la cual las masas hambrientas de los suburbios
parisinos intentaron por última vez poner freno a la reacción dominante iniciada
desde el Termidor. Después de esto, la Convención dictó una orden que obligaba
a las mujeres a permanecer en sus respectivas casas.[4]