You are on page 1of 42

Revolución Industrial

Este artículo trata sobre la Primera Revolución Industrial. Para otros eventos del mismo
nombre, véase Revolución industrial (desambiguación).

Coalbrookdale de noche, pintura al óleo del artista inglés de origen francés Philip James de
Loutherbourg (nacido en 1740 y fallecido en 1812).
Coalbrookdale (condado de Shropshire, Inglaterra) es considerado una de las cunas de la
Revolución Industrial.

Una máquina de vapor de tipo Watt, construida por la compañía David Napier & Son
Limited(Londres) en 1859.

La Revolución Industrial o Primera Revolución Industrial es el proceso de


transformación económica, social y tecnológicaque se inició en la segunda mitad del siglo
XVIII en el Reino de Gran Bretaña, que se extendió unas décadas después a gran parte
de Europa occidental y América Anglosajona, y que concluyó entre 1820 y 1840. Durante
este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y
sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico,1 que vio el paso desde una
economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía
de carácter urbano, industrializada y mecanizada.2
La Revolución Industrial marca un punto de inflexión en la historia, modificando e
influenciando todos los aspectos de la vida cotidiana de una u otra manera. La producción
tanto agrícola como de la naciente industria se multiplicó a la vez que disminuía el tiempo
de producción. A partir de 1800 la riqueza y la renta per cápita se multiplicó como no lo
había hecho nunca en la historia,3 pues hasta entonces el PIB per cápita se había
mantenido prácticamente estancado durante siglos.4 En palabras del premio Nobel Robert
Lucas:
Cita: … for the first time in history, the living standards of the masses of ordinary people have begun
to undergo sustained growth (…) Nothing remotely like this economic behaviour is mentioned by the
classical economists, even as a theoretical possibility … 5
Traducción de la cita: … por primera vez en la historia, el nivel de vida de las masas y la gente
común experimentó un crecimiento sostenido (…) Nada remotamente parecido a este
comportamiento económico es señalado por los economistas clásicos, ni siquiera como una
posibilidad teórica …

A partir de este momento se inició una transición que acabaría con siglos de una mano de
obra basada en el trabajo manual y el uso de la tracción animal, siendo estos sustituidos
por maquinaria para la fabricación industrial y para el transporte de mercancías y
pasajeros. Esta transición se inició hacia finales del siglo XVIII en la industria textil, así
como en lo relacionado con la extracción y utilización de carbón. La expansión del
comercio fue posible gracias al desarrollo de las comunicaciones, con la construcción de
vías férreas, canales, y carreteras. El paso de una economía fundamentalmente agrícola a
una economía industrial influyó sobremanera en la población, que experimentó un rápido
crecimiento sobre todo en el ámbito urbano. La introducción de la máquina de
vapor de James Watt (patentada en 1769) en las distintas industrias, fue el paso definitivo
en el éxito de esta revolución, pues su uso significó un aumento espectacular de la
capacidad de producción. Más tarde, el desarrollo de los barcos y de los ferrocarriles a
vapor, así como el desarrollo en la segunda mitad del XIX del motor de combustión
interna y la energía eléctrica, supusieron un progreso tecnológico sin precedentes.67
Como consecuencia del desarrollo industrial nacieron nuevos grupos o clases sociales
encabezadas por el proletariado —los trabajadores industriales y campesinos pobres— y
la burguesía, dueña de los medios de producción y poseedora de la mayor parte de la
renta y el capital. Esta nueva división social dio pie al desarrollo de problemas sociales y
laborales, protestas populares y nuevas ideologías que propugnaban y demandaban una
mejora de las condiciones de vida de las clases más desfavorecidas, por la vía
del sindicalismo, el socialismo, el anarquismo, o el comunismo.8
Aún sigue habiendo discusión entre historiadores y economistas sobre las fechas de los
grandes cambios provocados por la Revolución Industrial. El comienzo más aceptado de lo
que podríamos llamar Primera Revolución Industrial, se podría situar a finales del siglo
XVIII, mientras su conclusión se podría situar a mediados del siglo XIX, con un período de
transición ubicado entre 1840 y 1870. Por su parte, lo que podríamos llamar Segunda
Revolución Industrial, partiría desde mediados del siglo XIX a principios del siglo XX,
destacando como fecha más aceptada de finalización a 1914, año del comienzo de
la Primera Guerra Mundial. El historiador marxista Eric Hobsbawm, considerado pensador
clave de la historia del siglo XX 9 sostenía que el comienzo de la revolución industrial debía
situarse en la década de 1780, pero que sus efectos no se sentirían claramente hasta
1830 o 1840.10 En cambio, el historiador económico inglés T.S. Ashton declaraba por su
parte, que la revolución industrial tuvo sus inicios entre 1760 y 1830.11 Algunos
historiadores del siglo XX, como John Clapham y Nicholas Crafts, argumentan que el
proceso de cambio económico y social fue muy gradual, por lo que el término «revolución»
resultaría inapropiado. Estas cuestiones siguen siendo tema de debate entre historiadores
y economistas.

Gran Bretaña
Adam Smith, filósofo y economista británico considerado el padre de la economía moderna y
el capitalismo fundamentalmente por su libro La riqueza de las naciones

La Revolución Industrial se originó en Inglaterra a causa de diversos factores, cuya


elucidación es uno de los temas historiográficos más trascendentes. Como factores
técnicos, era uno de los países con mayor disponibilidad de las materias
primas esenciales, sobre todo el carbón, mineral indispensable para alimentar la máquina
de vapor que fue el gran motor de la Revolución Industrial temprana, así como los altos
hornos de la siderurgia, sector principal desde mediados del siglo XIX. Su ventaja frente a
la madera, el combustible tradicional, no es tanto su poder calorífico como la mera
posibilidad en la continuidad de suministro (la madera, a pesar de ser fuente renovable,
está limitada por la deforestación; mientras que el carbón, combustible fósil y por tanto no
renovable, solo lo está por el agotamiento de las reservas, cuya extensión se amplía con el
precio y las posibilidades técnicas de extracción).
Como factores ideológicos, políticos y sociales, la sociedad inglesa había atravesado la
llamada crisis del siglo XVII de una manera particular: mientras la Europa meridional y
oriental se refeudalizaba y establecía monarquías absolutas, la guerra civil inglesa (1642-
1651) y la posterior revolución gloriosa (1688) determinaron el establecimiento de
una monarquía parlamentaria(definida ideológicamente por el liberalismo de John Locke)
basada en la división de poderes, la libertad individual y un nivel de seguridad jurídica que
proporcionaba suficientes garantías para el empresario privado; muchos de ellos surgidos
de entre activas minorías de disidentes religiosos que en otras naciones no se hubieran
consentido (la tesis de Max Weber vincula explícitamente La ética protestante y el espíritu
del capitalismo). Síntoma importante fue el espectacular desarrollo del sistema de patentes
industriales.
Como factor geoestratégico, durante el siglo XVIII Inglaterra (que tras las firmas del Acta
de Unión con Escocia en 1707 y del Acta de Unión con Irlanda en 1800, después de la
derrota de la rebelión irlandesa de 1798, consiguieron la unión con Escocia e Irlanda,
formando el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda) construyó una flota naval que la
convirtió (desde el tratado de Utrecht, 1714, y de forma indiscutible desde la batalla de
Trafalgar, 1805) en una verdadera talasocracia dueña de los mares y de un extensísimo
imperio colonial. A pesar de la pérdida de las Trece Colonias, emancipadas en la guerra de
Independencia de Estados Unidos(1776-1781), controlaba, entre otros, los territorios
del subcontinente Indio, fuente importante de materias primas para su industria,
destacadamente el algodón que alimentaba la industria textil, así como mercado
cautivo para los productos de la metrópolis. La canción patriótica Rule Britannia (1740)
explícitamente indicaba: rule the waves (gobierna las olas).

Revolución demográfica
Durante la revolución industrial se vivió un incremento espectacular de la población, debido
fundamentalmente a la caída de la tasa de mortalidad provocada por la mejora de las
condiciones higiénicas, sanitarias y alimenticias que se plasmó en gran medida en la
reducción de la mortandad infantil. En este periodo nacen las primeras vacunaciones y se
mejoran los sistemas de alcantarillado y de depuración de aguas residuales. Una
alimentación más abundante y regular, no sometida a las fluctuaciones de las cosechas,
bajó la incidencia de las epidemias e hizo posible la casi desaparición de la mortalidad
catastrófica, sobre todo la infantil.
La población de Inglaterra y Gales, que había permanecido constante alrededor de 6
millones desde 1700 a 1740, se incrementó bruscamente a partir de esta fecha y alcanzó
8,3 millones en 1801, para doblarse en cincuenta años y llegar a los 16,8 millones en 1850
y en 1901 casi se había doblado de nuevo con 30,5 millones.21 En Europa, la población
pasó de 100 millones en 1700 hasta alcanzar 400 millones en 1900.22 La revolución
industrial fue así el primer periodo histórico durante el que hubo simultáneamente un
incremento de la población y un incremento de la renta per cápita.23 El aumento de la
población fue un estímulo para el crecimiento industrial ya que proporcionó a la vez mano
de obra abundante para las nuevas industrias y de otro lado supuso un incremento de la
demanda interna para los nuevos productos.
El aumento de la población urbana en ciudades con trazado medieval supuso el
hacinamiento, la insalubridad y la aparición de las primeras patologías sociales
(alcoholismo, prostitución y delincuencia).

Antecedentes y causas

El triunfo de los nuevos planteamientos filosóficos del siglo XVIII, contribuyó al intercambio del
conocimiento científico
John Locke, padre del empirismo y del liberalismo moderno

Los inicios de la industrialización europea hay que buscarlos en la Edad Moderna. A partir
del siglo XVI se vislumbra un avance en el comercio, métodos financieros, banca y un
cierto progreso técnico en la navegación, impresión o relojería. Sin embargo estos avances
siempre se veían lastrados por epidemias, constantes y largas guerras y hambrunas que
no permitían la dispersión de los nuevos conocimientos ni un gran crecimiento
demográfico. Según el historiador Angus Maddison, Europa Occidental experimentó un
crecimiento demográfico prácticamente nulo entre 1500 y 1800.
El Renacimiento marcó otro punto de inflexión con la aparición de las primeras sociedades
capitalistas en Holanda y el norte de Italia. Es a partir de mediados del siglo XVIII cuando
Europa comenzó a distanciarse del resto del mundo y a asentar las bases de la futura
sociedad industrial debido al desarrollo, aún primitivo, de la industria pesada y la minería.14
15 La alianza de los comerciantes con los agricultores hizo aumentar la productividad, lo

que a su vez provocó una explosión demográfica, acentuada a partir del XIX. La
Revolución Industrial se caracterizó por la transición de una economía agrícola y manual a
una comercial e industrial16 cuya ideología se basaba en el racionalismo la razón y
la innovación científica.17
Otro de los principales desencadenantes de la Revolución nace de la necesidad.18 Aunque
en algunos lugares de Europa como Gran Bretaña ya existía una base industrial,
las Guerras Napoleónicas consolidaron la industria europea. Debido a la guerra, que se
extendía por la mayor parte de Europa, las importaciones de muchos productos y materias
primas se suspendieron. Esto obligó a los gobiernos a presionar a sus industrias y a la
nación en general para producir más y mejor que antes, desarrollándose industrias antes
inexistentes. La industrialización tuvo lugar en diferentes oleadas en los distintos países.
Las primeras áreas industriales aparecieron en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII,
extendiéndose a Bélgica y Francia a principios del siglo XIX y a Alemania y a Estados
Unidos a mediados de siglo, a Japón a partir de 1868 y a Rusia, Italia y España a finales
de siglo. Entre las razones se encontraron algunas tan dispares como la notable ausencia
de grandes guerras entre 1815 y 1914, la aceptación de la economía de mercado y el
consecuente nacimiento del capitalismo, la ruptura con el pasado, un cierto equilibrio
monetario y la ausencia de inflación.
¿Qué es la Revolución
Industrial?
En la segunda mitad del siglo XVIII se inicia en Inglaterra
lo que conocemos como Revolución Industrial, que luego
se trasladaría a los demás países europeos y que
consistió en una transformación profunda de los sistemas
y la estructura del trabajo.
En la segunda mitad del siglo XVIII se inicia en Inglaterra lo que
conocemos como Revolución Industrial, que luego se trasladaría a los demás
países europeos y que consistió en una transformación profunda de los
sistemas y la estructura del trabajo, dejando a un lado la manualidad para
pasar a las máquinas, y pasando de los talleres a las fábricas.

Revolución Industrial
Esta revolución es la más grande tras la del Neolítico e implicó un cambio
total no sólo en el trabajo, sino en la mentalidad y en la sociedad toda.
Los campesinos dejaron sus campos, aparecieron personas especializadas
como los ingenieros, y surge con gran fuerza el proletariado, personas que
trabajan en maquinarias que no son de su propiedad. Atrás quedan los viejos
talleres y los artesanos, pasando a una organización mucho más compleja.

Se pasa de las villas a las grandes metrópolis, y de las decenas de trabajadores


en un taller a los cientos que lo harán en grandes fábricas, pero lo más
importante es el continuo movimiento, pues cada cambio trae aparejado
consigo otro, y así sucesivamente hasta nuestros días.

A modo de conclusión, y como lo podemos encontrar en el libro “Historia


Contemporánea, de Antonio Fernández”, la Revolución Industrial es un
proceso de cambios constante y crecimiento continuo, en el que
intervienen técnicas (máquinas), descubrimientos
teóricos (ciencia), capitales y transformaciones sociales, acompañado por
una revolución de la agricultura que permite el desplazamiento de una parte
de las masas campesinas a las ciudades.

La Revolución Industrial – Primera y


Segunda Etapa (Resumen)

La revolución
industrial fue un proceso de grandes transformaciones económicas y
sociales que comenzaron en Inglaterra en el siglo XVIII.

esta revolución se extendió por gran parte del hemisferio norte durante todo el
siglo XIX y principios del siglo XX.

Fueron grandes innovaciones que se gestaron en la industria y que permitieron


inicialmente un gran avance en la Europa del siglo XIX. El uso de la maquina
en los procesos mejoro notablemente la productividad en las fábricas, lo que
trajo consigo un progreso rápidamente.

La industria textil, metalúrgica y química tuvo un gran crecimiento en


Inglaterra y Europa durante este Siglo, y La agricultura también
experimento grandes avances gracias a las nuevas herramientas, esto trajo
consigo algo conocido como la revolución agrícola de la cual hablaremos más
adelante.

Causas de la revolución Industrial


Las principales causas de la revolución que ayudaron a que se diera en
Inglaterra, fueron:
 El sistema político imperante en Inglaterra no era la monarquía absoluta, era la
monarquía liberal, lo que permitió que los ingleses se mantuvieran libre de las
revoluciones que aquejaban a los otros países europeos.
 La modernización de la agricultura mediante la rotación cuatrienal de cultivos, la
introducción de maquinaria moderna a los trabajos agrícolas y el cierre de
campos de cultivo. Estas medidas dejaron sin trabajo a muchos campesinos que
se vieron obligado a trasladarse a las ciudades y aseguraron la abundancia de
mano de obra barata.
 La burguesía inglesa tenía capital suficiente para financiar las fábricas, adquirir
materias primas y máquinas y contratar empleados.
 Los beneficios económicos obtenidos gracias al dominio del mercado europeo y
en la posesión de un gran imperio colonial. La gran cantidad de capital de que se
disponía se invirtió en las nuevas actividades industriales.
 Una mentalidad económica, por parte de los burgueses, pero también por parte
de la aristocracia terrateniente, dispuesta a invertir en el comercio y la industria.
Estos dos grupos sociales fueron controlando el Parlamento, desde donde
promulgaban leyes que aseguraban la libertad económica (eliminando los
privilegios de los gremios), y protegiendo los mercados propios
(proteccionismo), entre otras medidas.
 La existencia de una buena red viaria y fluvial, que aseguraba la fluidez del
abastecimiento de materias primas, la distribución de manufacturas y el mercado
interior.
 Las innovaciones técnicas, que permitían sustituir las herramientas tradicionales
para máquinas que trabajaban más rápido. Las mismas universidades
fomentaban una formación intelectual práctica que repercutía en la investigación
y la experimentación.
 La riqueza de fuentes de energía como el carbón de coque, de gran calidad, para
hacer funcionar las nuevas máquinas de vapor, y la abundancia de materias
primas para la industria textil, como el algodón colonial y la lana inglesa.

Resumen de la Revolución

La Revolución industrial
transformó las técnicas productivas tradicionales.

El trabajo manual fue sustituido por las máquinas, y la fuerza humana y


animal, así como la de los elementos naturales, dejó paso a las nuevas fuentes
de energía. Las principales industrias afectadas fueron la textil, la metalúrgica
y la química.

La característica principal de la revolución industrial fue la creación del


sistema de fábrica mecanizada, es decir, las fábricas se han trasladado de la
producción fabricada simple a lo complejo sustitución del trabajo manual por
las máquinas. Esta sustitución implicó la aceleración de la producción de
mercancías, que se produjeron a gran escala.

Esta época es importantísima porque se pasó de un mundo rural en un mundo


industrial. También fue una época de grandes inventos, destacando sobre todo
uno: La maquina a Vapor, Con este invento nacieron el ferrocarril y el
barco a vapor.

Surgimiento de Nuevas Clases Sociales

 La burguesía así como en la revolución francesa se convirtió en el grupo


hegemónico porque era la propietaria de las industrias y los negocios. También
existía una burguesía media compuesta por profesionales liberales, funcionarios
y comerciantes.
 Un gran número de empleados y tenderos formaban la pequeña burguesía.
 Los trabajadores de las fábricas formaban el proletariado industrial y urbano.
Constituían la mano de obra necesaria para las fábricas. Eran un grupo muy
numeroso y desfavorecido. Al principio no había ninguna legislación que fijara
las condiciones laborales de los trabajadores. En consecuencia, sus condiciones
de vida y de trabajo resultaban muy duras: jornada laboral de 12 a 14 horas
diarias y remuneraciones insuficientes.
La máquina a Vapor

La máquina a
vapor inventada por james watt trajo consigo grandes mejoras en la sociedad,
con la capacidad de mover grandes cargas.

Se creó la locomotora lo que cambio la forma como se transportaba hasta ese


momento, también en las fábricas empezaron a utilizar la maquina a vapor
para las maquinarias de fabricación, permitiendo una mayor producción de lo
que hasta ese momento se fabricaba gracias al vapor.

Revolución en el transporte

A principios del siglo XIX, la máquina de vapor comenzó a utilizarse en


los medios de transporte. Fecha de 1807 el primer barco a vapor. En 1825,
en Inglaterra, el ingeniero George Estephenson consiguió construir el primer
ferrocarril.

Con el barco a vapor y los ferrocarril, el tiempo de los viajes disminuyó, el


coste del transporte bajó y aumentó aún más el volumen de los intercambios,
es decir, el mercado. Con el aumento de los intercambios y la consecuente
necesidad de producir más, se tornaron cada vez mayores los avances de la
industrialización.

La Revolución Agrícola

La revolución agrícola y los cambios en la agricultura, Durante mucho tiempo


el campo fue trabajado con herramientas muy básicas, la mayoría de los
procesos en la tierra se hacían casi quede forma manual en su gran mayoría y
lo que se recogía de los campos era para el autoconsumo de los agricultores.
La tierra se había explotado en parcela no cercada de uso común, muchas
tierras estaban destinadas además a la ganadería y ¿cómo se trataba a las
cosechas? con herramientas bastante básicas que requieran mucha mano de
obra, una cantidad importante de personas intervenía en un solo procesos en el
campo para poder sacar las cosechas de esta.

Veamos algunas innovaciones más importantes… Los campos se acercaron y


se estableció lo que llamamos hoy en día como la propiedad privada,
desaparecieron las tierras destinadas a la ganadería a libremente, ya que se
empezó a criar el ganado en establos, de esta manera se hizo más eficiente los
procesos en el campo y se inició a sacarle más provecho a la agricultura.

Este conjunto de cambios, que en Gran Bretaña los podemos situar entre 1750
y 1850, hacen posible la desaparición del Antiguo Régimen económico y la
implantación del capitalismo industrial.

Estas transformaciones acaban con las sociedades agrarias e imponen las


sociedades industriales, caracterizadas por la modernización de la agricultura,
los cambios demográficos y sociales (revolución demográfica, urbanización) y
el nacimiento del capitalismo industrial como sistema económico.

Que supone una industria basada en el maquinismo y las fábricas, que


sustituyen poco a poco los pequeños talleres artesanales, la aplicación de las
máquinas a los transportes ya las comunicaciones, la acumulación de
capitales, la organización de redes financieras, la obtención de beneficios y los
contratos laborales patrones-trabajadores.

La era de la Industrialización

La industria textil mejoró la producción y la calidad de los tejidos gracias


a la máquina de vapor, que transformaba en movimiento la fuerza expansiva
del vapor de agua. La primera fábrica se creó en Manchester en 1806.

En el sistema fabril, la organización del trabajo era determinada por la


disciplina que imponían las máquinas. La industria textil generó una serie
de demandas de máquinas de hierro y materias primas que impulsaron el
crecimiento de la industria metalúrgica y química.

La metalurgia fabricaba máquinas para las industrias, armamento para el


ejército y planchas metálicas para hacer barcos, locomotoras, puentes, raíles,
etc.

Se fue perfeccionando la obtención de hierro para eliminar las impurezas, y,


más tarde, mediante una aleación de hierro y carbono, se consiguió acero. La
minería aumentó su producción para proveer de carbón de coque la industria
metalúrgica.

La industria química creó sustancias artificiales como el cloro, el ácido


sulfúrico, la sosa y las primeras fibras textiles artificiales.

El uso de máquinas

Muy pronto se verificó que mayor productividad y mayores ganancias para los
empresarios podrían obtenerse añadiendo al trabajo dividido el empleo de
máquinas a gran escala.

La sociedad industrial se caracterizó fundamentalmente por la utilización


sistemática de maquinaria en la producción y el transporte de
mercancías.

Para comprender la importancia de las máquinas, basta recordar que ellas, a


diferencia de las herramientas, realizan trabajo utilizando básicamente fuerzas
de la naturaleza, como el viento, el agua, el fuego, el vapor, y un mínimo de
fuerza humana.

Algunos pensadores afirman que la humanidad ha realizado sus mayores


progresos creando máquinas para utilizar las energías de la naturaleza. El
progreso se ha realizado en los momentos en que la humanidad ha logrado que
las fuerzas de la naturaleza trabajen por ella a través de las máquinas.

La exigencia de producir más, con el aumento de los intercambios,


prácticamente «forzó» el progreso técnico, que pasó a constituir uno de los
rasgos más significativos de la edad modernay edad contemporánea.

Las Etapas
Existen 2 etapas que mancaron la industrialización una llamada primera
revolución industrial (1760-1870) caracterizado por el crecimiento regular
de la población generando mano de obra abundante y la producción agrícola,
la división del trabajo industrial provocando un cambio en la estructura de la
población activa, la introducción de innovaciones técnicas, la configuración
de la fábrica como lugar de producción, la articulación de mercados más
amplios a través de la expansión del comercio y el desarrollo de una
mentalidad empresarial, focalizado especialmente en el mundo del textil
algodonero y la siderurgia y que finalizaría con una grave crisis debido a la
sobreproducción que generaba.

Y una segunda revolución industrial (1870-1914) que la superaría con la


introducción de novedades en el campo de las fuentes de energía y la
aparición de nuevos sistemas de producción, transporte, comunicación y
financiación truncados, en parte, en 1914 por el estallido de la primera
Guerra Mundial.

Primera revolución industrial


La primera revolución industrial que tuvo lugar en la mitad del siglo
XVIII y XIX tiene como principal característica la aparición de la
mecanización que había hecho cambios significativos en casi todos los
sectores de la vida humana.

La fabricación principal estaba tejiendo lana. Pero fue en la producción de los


tejidos de algodón que comenzó el proceso de mecanización, es decir, del
paso de la manufactura al sistema fabril.

La mecanización se extendió del sector textil para la metalurgia, para el


transporte, para la agricultura y para otros sectores de la economía. Diversos
inventos revolucionaron las técnicas de producción y alteraron el sistema de
poder económico.

La invención de máquinas, el aprovechamiento de la energía calorífica del


carbón mineral y su transformación en energía mecánica para hacer funcionar
las máquinas representaron un gran avance en las técnicas empleadas para la
fabricación de mercancías y consecuentemente, en el aumento de la
producción.

por tanto, Inglaterra se pasó de la manufactura a la maquinofactura. Producía


y vendía sus productos industriales en todo el mundo, gracias, entre otros
factores, a la expansión del sistema colonial. De esta forma, en el siglo XVIII,
el país se convirtió en la nación capitalizada del mundo, siendo Londres la
capital financiera internacional.

Este momento representó una verdadera revolución en el modo de producir


mercancías en tiempo bastante menor, si se compara a la manufactura.

El desarrollo inicial de las industrias textiles mecanizadas en gran parte de


Europa y Estados Unidos dependía de muchas de estas invenciones británicas.
Esta revolución se conoció como Primera Revolución Industrial.

Segunda revolución industrial


Esta es una nueva etapa de crecimiento económico, caracterizada por un
extraordinario progreso científico y técnico que facilitó un rápido
desarrollo de todos los medios de producción y de nuevas formas de organizar
la producción y el trabajo. Esta nueva etapa en el desarrollo económico de las
potencias industriales se prolongó hasta el estallido de la Primera Guerra
Mundial en 1914.

Entre los años 1870 y 1880 se comenzaron a producir una serie de cambios en
la producción industrial que llamamos Segunda Revolución de la Industrial y
que establecieron las bases del actual sistema de producción.

Los inicios de este proceso, que se prolongó hasta 1920, los encontramos en
Estados Unidos y se produjo también en el Reino Unido, Francia, Alemania y
Japón.

Esta segunda Etapa de la revolución se caracterizó por la mejora de la


producción gracias a la incorporación de nuevas fuentes de energía como
la electricidad y el petróleo, la obtención de nuevos materiales como el acero
y la aplicación de nuevas formas de trabajo como la automatización y el
trabajo en cadena. Además, surgió un nuevo tipo de capitalismo: el
capitalismo financiero, fruto de las grandes inversiones realizadas con los
beneficios que había aportado el primer estallido industrial y el dinero
procedente de la banca.

La electricidad, que ya había sido descubierta en el siglo XVIII, sustituyó


gradualmente el vapor de agua como fuente de energía. El uso industrial de la
electricidad fue posible en encontrar maneras de generarla (turbina y dinamo),
transportarla y almacenarla (acumulador) y convertirla en energía mecánica
(motor eléctrico).

Fue aplicada en la metalurgia, la iluminación (lámpara de arco, bombilla)


mejorando la iluminación urbana y posibilitando el trabajo nocturno a las
fábricas, en aparatos de nueva invención y en sistemas de comunicación.
También permitió electrificar y ampliar la red ferroviaria y construir
locomotoras más rápidas, así como grandes barcos metálicos impulsados por
turbinas.

El petróleo, conocido desde la antigüedad, fue estudiado como fuente de


energía hasta que se obtuvo el combustible de dos nuevos sistemas de
transporte: el automóvil y el avión. Se aplicó a la nueva industria del plástico
y en la obtención de energía termoeléctrica.

En las fábricas, las formas de trabajo cambiaron de empresas familiares con


pocos trabajadores se pasó a centros de trabajo con muchos operarios y una
compleja organización. Para aumentar la producción se aplicó la cadena de
montaje, en el que cada trabajador sólo intervenía en una parte de la
fabricación del producto automatizando repetidamente sus movimientos. Este
modelo quedaba muy lejos del artesano tradicional, ya que no era necesario un
esfuerzo intelectual para realizarlo y se desconocía el proceso global de
fabricación.

Al mismo tiempo se llevó a cabo el sistema de producción en serie, en el que


cada fábrica se especializaba en la elaboración de unas piezas determinadas o
en el montaje final de un producto.

Con estos dos métodos se aumentó la producción, se redujeron gastos y se


abarató el precio final de los productos.

La invención del motor de explosión y la aplicación del petróleo como


combustible fueron la base del nacimiento de la industria automovilística, que
alcanzó un gran desarrollo en los Estados Unidos y rápidamente se convirtió
en uno de los sectores más poderosos que ofrecían un elevado número de
puestos de trabajo y estimulaban el desarrollo de industrias secundarias que
cogerían una gran importancia (por ejemplo, el caucho, los metales no
ferrosos, los aparatos electrónicos, etc.).

La industria química también fue una de las punteras y Alemania se convirtió


en la pionera del sector, produciendo más del 80% de los colorantes sintéticos
y ocupando el primer lugar en industria farmacéutica. También desarrollarse
la producción de sosa, de fertilizantes sintéticos, de fibras artificiales y
explosivos.

Finalmente, la utilización del cemento armado (cemento combinado con una


carcasa de hierro) permitió que la ingeniería y la industria de la construcción
alcanzaran un gran desarrollo. Este hecho hizo posible la edificación de
puentes, viaductos y túneles más largos. Además, los edificios comenzaron a
crecer en altura y en EEUU comenzaron la construcción de los primeros
rascacielos.

Consecuencias de la revolución
 Crecimiento en las Ciudades, la mecanización de las tareas agrícolas y la
concentración de la producción industrial en las ciudades favorecieron la
emigración del campo a la ciudad. Muchas ciudades prosperaron alrededor de
fábricas.
 Crecimiento demográfico, la Revolución Industrial también fue un proceso de
cambio social. A lo largo del siglo XIX se aceleró el crecimiento de la
población. En 1900 en Europa vivían más de 400 millones de habitantes.
 Las causas de este crecimiento demográfico fueron dos: un descenso brusco de
la mortalidad y un incremento de la fecundidad.
 Cambios y surgimiento de una nueva clase social llamada el proletariado, que se
separó de la burguesía y fueron los llamados a trabajar de obreros en las
fábricas.
 Explotación en el Trabajo.
 Movimiento Obreros
 Sindicalismo
 Entre 1800 y 1924, 60 millones de europeos emigraron a otros continentes. Estas
migraciones transoceánicas se produjeron por oleadas: hasta el 1870 los que
emigraron más fueron los británicos, sobre todo los irlandeses y los
escandinavos; posteriormente, los sucedieron los centroeuropeos; a finales de
siglo, los grupos que emigraron más fueron los italianos, los españoles, los
griegos y los turcos. La mayoría de los emigrantes europeos se dirigieron a
América.

El crecimiento de las ciudades

Los avances tecnológicos en la agricultura que generaron la revolución


agrícola, libero mano de obra que trajo como consecuencia el éxodo rural por
parte de la gente ya que con las nuevas técnicas para trabajar la tierra se
redujo considerablemente la mano de obra y el personal que se requería para
trabajarlas.

Las personas decidieron irse a las ciudades, y comenzó una actividad que
tendría gran auge en aquella época.

El comercio, los talleres artesanales normalmente lo que producían en aquella


época solo les alcanzaba para el autoconsumo, con las mejores tecnológicas,
sobrepasaban la cantidad que producían, ahora podían vender lo que
producían y requerían personal para esta actividad y se generó el comercio.

Crecimiento demográfico

La población empezó a crecer como consecuencia de que las mejoras en las


industrias en los procesos de fabricación, las condiciones de vida mejoraron
notablemente, se creó una red de alcantarillado, las condiciones sanitarias
mejoraron, se creó algo muy útil como el jabón, los alimentos se consumían
en mejor estado producto del mejor rendimiento de la agricultura, esta mejores
en la sociedad permitieron disminuir notablemente la mortalidad y a alargar la
vida de los europeos.

A los avances tecnológicos y en la agricultura también se le suma el desarrollo


de la vacuna, con el descubrimiento y desarrollo de la vacuna, que ayuda a
parar con las epidemias que periódicamente caían sobre la población.

Al haber menos mortalidad que antes el crecimiento de la población empezó a


notarse, además en esta época hubo un aumento significativo de la natalidad.

El trabajo en las fábricas y los problemas sociales


Las transformaciones en la economía que produjo la revolución en Inglaterra
trajeron como consecuencia que se alteraran las estructuras sociales que
estaban vigente desde la edad medieval.

El éxodo rural provocado por las maquinas que reemplazaban el trabajo del
campesino, hizo que estos de desvincularan del campo, y del sistema
feudal que estaba en ese momento, algunos se convirtieron en jornaleros los
cuales eran retribuidos con buenos salarios, pero la gran mayoría que fueron a
la ciudad y los artesanos, se trasladaron a las fábricas en calidad de obreros.
Una nueva clase trabajadora que nace producto del avance de la industria
llamada proletariado.

Empresarios y proletarios

El nuevo sistema industrial transforma las relaciones sociales y crea dos


nuevas clases sociales, fundamentales para la operación del sistema. Los
empresarios (capitalistas) son los propietarios de los capitales, edificios,
máquinas, materias primas y bienes producidos por el trabajo. Los obreros,
proletarios o trabajadores asalariados, sólo tienen su fuerza de trabajo y la
venden a los empresarios para producir mercancías a cambio de salarios.

Explotación del trabajo

Al principio de la revolución los empresarios imponen duras condiciones de


trabajo a los obreros sin aumentar los salarios para así aumentar la producción
y garantizar un margen de beneficio creciente. La disciplina es rigurosa pero
las condiciones de trabajo no siempre ofrecen seguridad. En algunas fábricas
la jornada supera las 15 horas, los descansos y las vacaciones no se cumplen y
las mujeres y los niños no tienen tratamiento diferenciado.

Movimientos obreros

Surgen de los conflictos entre obreros, revueltos con las pésimas condiciones
de trabajo, y empresarios. Las primeras manifestaciones son de depredación
de máquinas e instalaciones fabriles. Con el tiempo surgen organizaciones de
trabajadores de la misma área.

Sindicalismo

El resultado de un largo proceso en el que los trabajadores adquieren


gradualmente el derecho de asociación. En 1824, en Inglaterra, se crean los
primeros centros de ayuda mutua y de formación profesional. En 1833 los
trabajadores ingleses organizan los sindicatos como asociaciones locales o por
oficio, para obtener mejores condiciones de trabajo y de vida.
Los sindicatos conquistaron el derecho de funcionamiento en 1864 en Francia,
en 1866 en los Estados Unidos, y en 1869 en Alemania.

Inventos en la revolución industrial


En la primera fase de la revolución, las invenciones posibilitaron el
surgimiento de miles de fábricas, la aceleración de la producción y también de
las ganancias:

 Máquina de vapor (Thomas Newcomen)


 Locomotora a capor (George Stephenson)
 Barco de vapor (Robert Fulton)
 Máquina de Hargreaves (Hargreaves)
 Tear Hidráulico (Arkwright)
 Tejido Mecánico (Cartwright)

En la segunda etapa, otras invenciones influenciados aún mayores avances en


industrias tales como el uso de aceite, nuevas fuentes de energía y el uso de la
electricidad, la invención del motor de combustión interna, la invención de
nuevos medios de transporte, la introducción de máquinas automáticas, el
empleo de metales ligeros, como el aluminio y el magnesio, el
perfeccionamiento de la producción de acero, et
Revolución francesa

La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos de


violencia, que convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras naciones
de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como
el Antiguo Régimen. Se inició con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea
Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799.
Si bien, después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón
Bonaparte, la organización política de Francia durante el siglo XIX osciló
entre república, imperio y monarquía constitucional, lo cierto es que la revolución marcó el
final definitivo del feudalismo y del absolutismo en ese país,1 y dio a luz a un nuevo
régimen donde la burguesía, apoyada en ocasiones por las masas populares, se convirtió
en la fuerza política dominante en el país. La revolución socavó las bases del sistema
monárquico como tal, más allá de sus estertores, en la medida en que lo derrocó con un
discurso e iniciativas capaces de volverlo ilegítimo.
Según la historiografía clásica, la Revolución francesa marca el inicio de la Edad
Contemporánea al sentar las bases de la democracia moderna, lo que la sitúa en el
corazón del siglo XIX. Abrió nuevos horizontes políticos basados en el principio de
la soberanía popular, que será el motor de las revoluciones de 1830, de 1848 y de 1871.2

Antecedentes ideológicos
Los escritores ilustrados del siglo XVIII, filósofos, politólogos, científicos y economistas,
denominados comúnmente philosophes, y a partir de 1751 los enciclopedistas,
contribuyeron a minar las bases del Derecho Divino de los reyes. La filosofía de la
'Ilustración' ha desempeñado pues un rol significativo en el giro que tomaron estos eventos
históricos pero su influencia debe relatarse de modo más matizado: acordarle demasiada
importancia a los preceptos filosóficos nacidos durante ese siglo se revelaría como una
carencia mayúscula de fidelidad historiográfica.
La corriente de pensamiento vigente en Francia era la Ilustración, cuyos principios se
basaban en la razón, la igualdad y la libertad. La Ilustración había servido de impulso a
las Trece Colonias norteamericanas para la independencia de su metrópolis europea.
Tanto la influencia de la Ilustración como el ejemplo de los Estados Unidos sirvieron de
«trampolín» ideológico para el inicio de la revolución en Francia.

Causas
El Tercer Estado cargando al Primer y al Segundo Estado.

En términos generales fueron varios los factores que influyeron en la Revolución:3

 un régimen monárquico que sucumbiría ante su propia rigidez en el contexto de un


mundo cambiante, y que, tras varios intentos de adoptar medidas destinadas a atajar
la crisis política y económica, capituló ante la violenta reacción de la nobleza y de
algunos parlamentos provinciales como el de Grenoble (Jornada de las Tejas);
 una aristocracia (la nobleza y el alto clero) aferrada a sus privilegios feudales, que
bloqueó todas las reformas estructurales (de Machault, de Maupeou, de Turgot) que
se intentaron implantar desde la Corte;
 el auge de una clase burguesa nacida siglos atrás, que había alcanzado un gran poder
en el terreno económico y que ahora empezaba a propugnar el político. Su riqueza y
su cultura la había elevado al primer puesto en la sociedad, posición que estaba en
contradicción con la existencia de los estamentos privilegiados, nobleza y clero;
 la exasperación de las clases populares urbanas y del campesinado, empobrecidos
por la subida de los precios –en particular de los cereales y del pan, base de la
alimentación— y por el incremento continuo de los impuestos y derechos señoriales y
reales. El diezmo que cobraba el clero, apenas servía para mantener el culto y
socorrer a los pobres. El campesinado contestaba además el origen de la propiedad
de los derechos y servidumbres feudales (recogidos en los llamados «libros terriers»),
que les parecían abusivos e injustos;
 la expansión de las nuevas ideas ilustradas;
 la regresión económica y las crisis agrícolas cíclicas (la que estalló en 1788 fue la más
violenta de todo el siglo XVIII), agravados por las malas cosechas en los años que
precedieron a la Revolución;
 la quiebra financiera provocada por los vicios del sistema fiscal, la mala percepción y
la desigualdad de los impuestos, los gastos de la Corte, los costes de las guerras, y
por los graves problemas hacendísticos causados por el apoyo militar a la guerra de
Independencia de los Estados Unidos. Esta intervención militar se convertiría en arma
de doble filo, pues, pese a ganar Francia la guerra contra Gran Bretaña y resarcirse
así de la anterior derrota en la guerra de los Siete Años, la hacienda quedó en
bancarrota y con una importante deuda externa. Los problemas fiscales de la
monarquía, junto al ejemplo de democracia del nuevo Estado emancipado precipitaron
los acontecimientos.
Desde el punto de vista político, fueron fundamentales ideas tales como las expuestas
por Voltaire, Rousseau, Diderot o Montesquieu (como por ejemplo, los conceptos
de libertadpolítica, de fraternidad y de igualdad, o de rechazo a una sociedad dividida, o
las nuevas teorías políticas sobre la separación de poderes del Estado). Todo ello fue
rompiendo el prestigio de las instituciones del Antiguo Régimen, ayudando a su desplome.
Desde el punto de vista económico, la inmanejable deuda del Estado fue exacerbada por
un sistema de extrema desigualdad social y de altos impuestos que los estamentos
privilegiados, nobleza y clero no tenían obligación de pagar, pero que sí oprimía al resto de
la sociedad. Hubo un aumento de los gastos del Estado simultáneo a un descenso de la
producción agraria de terratenientes y campesinos, lo que produjo una grave escasez de
alimentos en los meses precedentes a la Revolución. Las tensiones, tanto sociales como
políticas, mucho tiempo contenidas, se desataron en una gran crisis económica a
consecuencia de los dos hechos puntuales señalados: la colaboración interesada de
Francia con la causa de la independencia estadounidense (que ocasionó un
gigantesco déficit fiscal) y el aumento de los precios agrícolas.
El conjunto de la población mostraba un resentimiento generalizado dirigido hacia los
privilegios de los nobles y del alto clero, que mantenían su dominio sobre la vida pública
impidiendo que accediera a ella una pujante clase profesional y comerciante. El ejemplo
del proceso revolucionario estadounidense abrió los horizontes de cambio político entre
otros.

Estados Generales de 1789


Artículo principal: Estados Generales de 1789

Los Estados Generales estaban formados por los representantes de cada estamento.
Estos estaban separados a la hora de deliberar, y tenían solo un voto por estamento. La
convocatoria de 1789 fue un motivo de preocupación para la oposición, por cuanto existía
la creencia de que no era otra cosa que un intento, por parte de la monarquía, de
manipular la asamblea a su antojo. La cuestión que se planteaba era importante. Estaba
en juego la idea de soberanía nacional, es decir, admitir que el conjunto de los diputados
de los Estados Generales representaba la voluntad de la nación.
El tercer impacto de los Estados Generales fue de gran tumulto político, particularmente
por la determinación del sistema de votación. El Parlamento de París propuso que se
mantuviera el sistema de votación que se había usado en 1614, si bien los magistrados no
estaban muy seguros acerca de cuál había sido en realidad tal sistema. Sí se sabía, en
cambio, que en dicha asamblea habían estado representados (con el mismo número de
miembros) la nobleza (Primer Estado), el clero (Segundo Estado) y la burguesía (Tercer
Estado). Inmediatamente, un grupo de liberales parisinos denominado «Comité de los
Treinta», compuesto principalmente por gente de la nobleza, comenzó a protestar y agitar,
reclamando que se duplicara el número de asambleístas con derecho a voto del Tercer
Estado (es decir, los «Comunes»). El gobierno aceptó esta propuesta, pero dejó a la
Asamblea la labor de determinar el derecho de voto. Este cabo suelto creó gran tumulto.
El rey Luis XVI y una parte de la nobleza no aceptaron la situación. Los miembros del
Tercer Estamento se autoproclamaron Asamblea Nacional, y se comprometieron a escribir
una Constitución. Sectores de la aristocracia confiaban en que estos Estados Generales
pudieran servir para recuperar parte del poder perdido, pero el contexto social ya no era el
mismo que en 1614. Ahora existía una élite burguesa que tenía una serie de
reivindicaciones e intereses que chocaban frontalmente con los de la nobleza (y también
con los del pueblo, cosa que se demostraría en los años siguientes).

Asamblea Nacional
Artículo principal: Asamblea Nacional
El Juramento del Juego de Pelota, obra de Jacques-Louis David.

Cuando finalmente los Estados Generales de Francia se reunieron en Versalles el 5 de


mayo de 1789 y se originaron las disputas respecto al tema de las votaciones, los
miembros del Tercer Estado debieron verificar sus propias credenciales, comenzando a
hacerlo el 28 de mayo y finalizando el 17 de junio, cuando los miembros del Tercer Estado
se declararon como únicos integrantes de la Asamblea Nacional: esta no representaría a
las clases pudientes sino al pueblo en sí. La primera medida de la Asamblea fue votar la
«Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano». Si bien invitaron a los
miembros del Primer y Segundo Estado a participar en esta asamblea, dejaron en claro
sus intenciones de proceder incluso sin esta participación.
La monarquía, opuesta a la Asamblea, cerró las salas donde esta se estaba reuniendo.
Los asambleístas se mudaron a un edificio cercano, donde la aristocracia acostumbraba a
jugar el juego de la pelota, conocido como Jeu de paume. Allí es donde procedieron con lo
que se conoce como el «Juramento del Juego de la Pelota» el 20 de junio de 1789,
prometiendo no separarse hasta tanto dieran a Francia una nueva constitución. La mayoría
de los representantes del bajo clero se unieron a la Asamblea, al igual que 47 miembros
de la nobleza. Ya el 27 de junio, los representantes de la monarquía se dieron por
vencidos, y por esa fecha el Rey mandó reunir grandes contingentes de tropas militares
que comenzaron a llegar a París y Versalles. Los mensajes de apoyo a la Asamblea
llovieron desde París y otras ciudades. El 9 de julio la Asamblea se nombró a sí misma
«Asamblea Nacional Constituyente».

Asamblea Constituyente (1789-1791)

La Libertad guiando al pueblo, pintura de Eugène Delacroix, erróneamente asociada a la Revolución


de 1789 pese a que corresponde a los sucesos revolucionariosde 1830. Museo del Louvre, París.

Artículo principal: Asamblea Nacional Constituyente

Toma de la Bastilla
Artículo principal: Toma de la Bastilla
El 11 de julio de 1789, el rey Luis XVI, actuando bajo la influencia de los nobles
conservadores al igual que la de su hermano, el Conde D'Artois, despidió al
ministro Necker y ordenó la reconstrucción del Ministerio de Finanzas. Gran parte del
pueblo de Parísinterpretó esta medida como un auto-golpe de la realeza, y se lanzó a la
calle en abierta rebelión. Algunos de los militares se mantuvieron neutrales, pero otros se
unieron al pueblo.
El 14 de julio el pueblo de París respaldó en las calles a sus representantes y, ante el
temor de que las tropas reales los detuvieran, asaltaron la fortaleza de la Bastilla, símbolo
del absolutismo monárquico, pero también punto estratégico del plan de represión de Luis
XVI, pues sus cañones apuntaban a los barrios obreros. Tras cuatro horas de combate, los
insurgentes tomaron la prisión, matando a su gobernador, el Marqués Bernard de Launay.
Si bien solo cuatro presos fueron liberados, la Bastilla se convirtió en un potente símbolo
de todo lo que resultaba despreciable en el Antiguo Régimen. Retornando
al Ayuntamiento, la multitud acusó al alcalde Jacques de Flesselles de traición, quien
recibió un balazo que lo mató. Su cabeza fue cortada y exhibida en la ciudad clavada en
una pica, naciendo desde entonces la costumbre de pasear en una pica las cabezas de los
decapitados, lo que se volvió muy común durante la Revolución.

El Gran Miedo y la abolición del feudalismo


Véase también: Gran Miedo

La Revolución se fue extendiendo por ciudades y pueblos, creándose


nuevos ayuntamientos que no reconocían otra autoridad que la Asamblea Nacional
Constituyente. La insurrección motivada por el descontento popular siguió extendiéndose
por toda Francia. En las áreas rurales, para protestar contra los privilegios señoriales, se
llevaron a cabo actos de quema de títulos sobre servidumbres, derechos feudales y
propiedad de tierras, y varios castillos y palacios fueron atacados. Esta insurrección
agraria se conoce como La Grande Peur (el Gran Miedo).
La noche del 4 de agosto de 1789, la Asamblea Constituyente, actuando detrás de los
nuevos acontecimientos, suprimió por ley las servidumbres personales (abolición
del feudalismo), los diezmos y las justicias señoriales, instaurando la igualdad ante el
impuesto, ante penas y en el acceso a cargos públicos. En cuestión de horas, los nobles y
el clero perdieron sus privilegios. El curso de los acontecimientos estaba ya marcado, si
bien la implantación del nuevo modelo no se hizo efectiva hasta 1793. El rey, junto con sus
seguidores militares, retrocedió al menos por el momento. Lafayette tomó el mando de
la Guardia Nacional de París y Jean-Sylvain Bailly, presidente de la Asamblea Nacional
Constituyente, fue nombrado nuevo alcalde de París. El rey visitó París el 27 de julio y
aceptó la escarapela tricolor.
Sin embargo, después de estos actos de violencia, los nobles, no muy seguros del rumbo
que tomaría la reconciliación temporal entre el rey y el pueblo, comenzaron a salir del país,
algunos con la intención de fomentar una guerra civil en Francia y de llevar a las naciones
europeas a respaldar al rey. Estos fueron conocidos como los émigrés(«emigrados»).

Pérdida de poder de la Iglesia


La revolución se enfrentó duramente con la Iglesia católica que pasó a depender del
Estado. En 1790 se eliminó la autoridad de la Iglesia de imponer impuestos sobre las
cosechas, se eliminaron también los privilegios del clero y se confiscaron sus bienes. Bajo
el Antiguo Régimen la Iglesia era el mayor terrateniente del país. Más tarde se promulgó
una legislación que convirtió al clero en empleados del Estado. Estos fueron unos años de
dura represión para el clero, siendo comunes la prisión y masacre de sacerdotes en toda
Francia. El Concordato de 1801 entre la Asamblea y la Iglesia finalizó este proceso y
establecieron normas de convivencia que se mantuvieron vigentes hasta el 11 de
diciembrede 1905, cuando la Tercera República sentenció la separación definitiva entre la
Iglesia y el Estado. El viejo calendario gregoriano, propio de la religión católica fue anulado
por Billaud-Varenne, en favor de un «calendario republicano» y una nueva era que
establecía como primer día el 22 de septiembre de 1792.
Composición de la Asamblea

Honore Gabriel Victor Riqueti, Conde de Mirabeau (1749-1791).

Véanse también: Izquierda y Derecha.

Maximiliano Robespierre (1758-1794), líder revolucionario francés.

En una Asamblea que se quería plural y cuyo propósito era la redacción de una
constitución democrática, los 1200 constituyentes representaban las diversas tendencias
políticas del momento.

 La derecha representaba a las antiguas clases privilegiadas. Sus oradores más


brillantes eran el aristócrata Cazalès, en representación de la nobleza, y el abad Jean-
Sifrein Maury, en representación del alto clero. Se oponían sistemáticamente a todo
tipo de reformas y buscaban más sembrar la discordia que proponer medidas.4

 En torno al antiguo ministro Jacques Necker se constituyó un partido moderado, poco


numeroso, que abogaba por el establecimiento de un régimen parecido al
británico: Jean Mounier, el Conde de Lally-Tollendal, el Conde de Clermont-Tonnerre y
el Conde de Vyrieu, formaron un grupo denominado «Demócratas
Realistas»[cita requerida]. Se les llamó más tarde "partido monárquico".4

 El resto (y mayoría) de la Asamblea conformaba lo que se llamaba el partido de la


nación. En él se dibujaban dos grandes tendencias sin que ninguna tuviera
homogeneidad ideológica. Mirabeau, Lafayette y Bailly representaban la alta
burguesía, mientras que el triunvirato compuesto
por Barnave, Duport y Lameth encabezaba los que defendían las clases más
populares; los tres procedían del Club Breton y eran portavoces de las sociedades
populares y de los clubes. Representaban la franja más izquierdista de la Asamblea,
dado que aún no se manifestaban los grupos radicales que iban a aparecer más
adelante.4
En ese primer periodo constituyente, los líderes indiscutibles de la Asamblea eran
Mirabeau y el abad Sieyès.4
El 27 de agosto de 1789 la Asamblea publicó la Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano inspirándose en parte en la Declaración de Independencia de los Estados
Unidos y estableciendo el principio de libertad, igualdad y fraternidad. Dicha declaración
establecía una declaración de principios que serían la base ineludible de la futura
Constitución.

Camino a la Constitución
La Asamblea Nacional Constituyente no era solo un órgano legislativo sino la encargada
de redactar una nueva Constitución. Algunos, como Necker, favorecían la creación de una
asamblea bicameral en donde el senado sería escogido por la Corona entre los miembros
propuestos por el pueblo. Los nobles, por su parte, favorecían un senado compuesto por
miembros de la nobleza elegidos por los propios nobles. Prevaleció, sin embargo, la tesis
liberal de que la Asamblea tendría una sola cámara, quedando el rey solo con el poder de
veto, pudiendo posponer la ejecución de una ley, pero no su total eliminación.
El movimiento de los monárquicos para bloquear este sistema fue desmontado por el
pueblo de París, compuesto fundamentalmente por mujeres (llamadas despectivamente
«Las Furias»), que marcharon el 5 de octubre de 1789 sobre Versalles. Tras varios
incidentes, el rey y su familia se vieron obligados a abandonar Versalles y se trasladaron
al Palacio de las Tullerías en París.

Desde la Fiesta de la Federación hasta la Fuga de Varennes


Artículos principales: Fiesta de la Federación (Francia) y Fuga de Varennes.

Los electores habían escogido a los miembros de los Estados Generales por un periodo de
un año, pero de acuerdo al Juramento del Jeu de paume, los miembros del Tercer Estado,
también llamados los «comunes», acordaron no abandonar la Asamblea en tanto no se
hubiera elaborado una Constitución.
Durante 1790 se produjeron movimientos antirrevolucionarios, pero sin éxito. En este
periodo se intensificó la influencia de los «clubes» políticos entre los que destacaban
los Jacobinos y los Cordeliers. En agosto de 1790 existían 152 clubes jacobinos.
A principios de 1791, la Asamblea consideró introducir una legislación contra los franceses
que emigraron durante la Revolución (émigrés). Se pretendía coartar la libertad de salir del
país para fomentar desde el extranjero la creación de ejércitos contrarrevolucionarios, y
evitar la fuga de capitales. Mirabeau se opuso rotundamente a esto. Sin embargo, el 2 de
marzo de 1791 Mirabeau fallece, y la Asamblea adopta esta draconiana medida.
El 20 de junio de 1791, Luis XVI, opuesto al curso que iba tomando la
Revolución, huyó junto con su familia de las Tullerías. Sin embargo, al día siguiente
cometió la imprudencia de dejarse ver, fue arrestado en Varennes por un oficial del pueblo
y devuelto a París escoltado por la guardia. A su regreso a París el pueblo se mantuvo en
silencio, y tanto él como su esposa, María Antonieta, sus dos hijos (María Teresa y Luis-
Carlos, futuro Luis XVII) y su hermana (Madame Elizabeth) permanecieron bajo custodia.

Últimos días de la Asamblea Constituyente


Moneda francesa de 1791. En el anverso aparece el rey Luis XVI con el epígrafe: «Luis XVI rey de
los franceses». El reverso lleva un haz de lictor con un gorro frigio, símbolos de la Revolución, y la
inscripción «la nación, la ley, el rey».

El 3 de septiembre de 1791, fue aprobada la primera Constitución de la historia de Francia.


Una nueva organización judicial dio características temporales a todos los magistrados y
total independencia de la Corona. Al rey solo le quedó el poder ejecutivo y el derecho de
vetar las leyes aprobadas por la Asamblea Legislativa. La asamblea, por su parte, eliminó
todas las barreras comerciales y suprimió las antiguas corporaciones mercantiles y
los gremios; en adelante, los individuos que quisieran desarrollar prácticas comerciales
necesitarían una licencia, y se abolió[cita requerida] el derecho a la huelga.
Aun cuando existía una fuerte corriente política que favorecía la monarquía constitucional,
al final venció la tesis de mantener al rey como una figura decorativa. Jacques Pierre
Brissot introdujo una petición insistiendo en que, a los ojos del pueblo, Luis XVI había sido
depuesto por el hecho de su huida. Una inmensa multitud se congregó en el Campo de
Marte para firmar dicha petición. Georges Danton y Camille Desmoulins pronunciaron
discursos exaltados. La Asamblea pidió a las autoridades municipales guardar el orden.
Bajo el mando de La Fayette, la Guardia Nacional se enfrentó a la multitud. Al principio,
tras recibir una oleada de piedras, los soldados respondieron disparando al aire; dado que
la multitud no cedía, Lafayette ordenó disparar a los manifestantes, ocasionando más de
50 muertos.
Tras esta masacre, las autoridades cerraron varios clubes políticos, así como varios
periódicos radicales como el que editaba Jean-Paul Marat. Danton se fugó
a Inglaterra y Desmoulins y Marat permanecieron escondidos.
Mientras tanto, la Asamblea había redactado la Constitución y el rey había sido mantenido,
aceptándola. El rey pronunció un discurso ante la Asamblea, que fue acogido con un fuerte
aplauso. La Asamblea Constituyente cesó en sus funciones el 29 de septiembre de 1791.

La Asamblea Legislativa y la caída de la monarquía


(1791-1792)
Georges-Jacques Danton.

El calendario republicano.

Toma del palacio de las Tullerías en 1793.

Bajo la Constitución de 1791, Francia funcionaría como una monarquía constitucional. El


rey tenía que compartir su poder con la Asamblea, pero todavía mantenía el poder de veto
y la potestad de elegir a sus ministros.
La Asamblea Legislativa se reunió por primera vez el 1 de octubre de 1791. La componían
264 diputados situados a la derecha: feuillants(dirigidos por Barnave, Duport y Lameth),
y girondinos, portavoces republicanos de la gran burguesía. En el centro figuraban 345
diputados independientes, carentes de programa político definido. A la izquierda 136
diputados inscritos en el club de los jacobinos o en el de los cordeliers, que representaban
al pueblo llano parisino a través de sus periódicos L´Ami du Peuple y Le Père Duchesne, y
con Marat y Hebert como portavoces. Pese a su importancia social y el apoyo popular y de
la pequeña burguesía, en la Asamblea era escasa la influencia de la izquierda, pues la
Asamblea estaba dominada por las ideas políticas que representaban los girondinos.
Mientras los jacobinos tienen detrás a la gran masa de la pequeña burguesía,
los cordeliers cuentan con el apoyo del pueblo llano, a través de las secciones parisienses.
Este gran número de diputados se reunían en los clubes, germen de los partidos políticos.
El más célebre de entre estos fue el partido de los jacobinos, dominado por Robespierre. A
la izquierda de este partido se encontraban los cordeleros, quienes defendían el sufragio
universal masculino (derecho de todos los hombres al voto a partir de una determinada
edad). Los cordeliers querían la eliminación de la monarquía e instauración de la república.
Estaban dirigidos por Jean-Paul Marat y Georges Danton, representando siempre al
pueblo más humilde. El grupo de ideas más moderadas era el de los girondinos, que
defendían el sufragio censitario y propugnaban una monarquía constitucional
descentralizada. También se encontraban aquellos que formaban parte de «el Pantano», o
«el Llano», como eran llamados aquellos que no tenían un voto propio, y que se iban por
las proposiciones que más les convenían, ya vinieran de los jacobinos o de los girondinos.
En los primeros meses de funcionamiento de la Asamblea, el rey había vetado una ley que
amenazaba con la condena a muerte a los émigrés, y otra que exigía al clero prestar
juramento de lealtad al Estado. Desacuerdos de este tipo fueron los que llevaron más
adelante a la crisis constitucional.

Guerra de Austria y Prusia contra Francia


Artículo principal: Primera Coalición

Mientras tanto, dos potencias absolutistas europeas, Austria y Prusia, se dispusieron a


invadir la Francia revolucionaria, lo que hizo que el pueblo francés se convirtiera en un
ejército nacional, dispuesto a defender y a difundir el nuevo orden revolucionario por
toda Europa. Durante la guerra, la libertad de expresión permitió que el pueblo manifestase
su hostilidad hacia la reina María Antonieta (llamada «la Austriaca» por ser hija de un
emperador de aquel país y «Madame Déficit» por el gasto que había representado al
Estado, que no era mayor que la mayoría de los cortesanos) y contra Luis XVI, que casi
siempre se negaba a firmar leyes propuestas por la Asamblea Legislativa.

La «segunda Revolución»: Primera República francesa


El 10 de agosto de 1792, las masas asaltaron el Palacio de las Tullerías, y la Asamblea
Legislativa suspendió las funciones constitucionales del rey. La Asamblea acabó
convocando elecciones con el objetivo de configurar (por sufragio universal) un nuevo
parlamento que recibiría el nombre de Convención. Aumentaba la tensión política y social
en Francia, así como la amenaza militar de las potencias europeas. El conflicto se
planteaba así entre una monarquía constitucional francesa en camino de convertirse en
una democracia republicana, y las monarquías europeas absolutas. El nuevo parlamento
elegido ese año abolió la monarquía y proclamó la República. Creó también un nuevo
calendario, según el cual el año 1792 se convertiría en el año 1 de su nueva era.
El gobierno pasó a depender de la Comuna insurreccional. Cuando la Comuna envió
grupos de sicarios a las prisiones, asesinaron a 1.400 víctimas, y pidió a otras ciudades de
Francia que hicieran lo mismo, la Asamblea no opuso resistencia. Esta situación persistió
hasta el 20 de septiembre de 1792, en que se creó un nuevo cuerpo legislativo
denominado Convención, que de hecho se convirtió en el nuevo gobierno de Francia.

La Convención (1792-1795)
Artículo principal: Convención Nacional
Ejecución del rey Luis XVI.

El poder legislativo de la nueva República estuvo a cargo de la Convención, mientras que


el poder ejecutivo recayó sobre el Comité de Salvación Nacional.

Ejecución del Rey y Primera Coalición contra Francia


Véase también: Primera Coalición

En el Manifiesto de Brunswick, los Ejércitos Imperiales y de Prusia amenazaron con invadir


Francia si la población se resistía al restablecimiento de la monarquía. Esto ocasionó
que Luis XVI fuera visto como conspirador con los enemigos de Francia. El 17 de
enerode 1793, la Convención condenó al rey a muerte por una pequeña mayoría,
acusándolo de «conspiración contra la libertad pública y la seguridad general del Estado».
El 21 de enero el rey fue ejecutado, lo cual encendió nuevamente la mecha de la guerra
con otros países europeos. La reina María Antonieta, nacida en Austria y hermana del
Emperador, fue ejecutada el 16 de octubre del mismo año, iniciándose así una revolución
en Austria para sustituir a la reina. Esto provocó la ruptura de toda relación entre ambos
países.

El reinado del Terror


Artículo principal: El Terror

La guillotina, que fue el instrumento de ejecución de entre 35 000 a 40 000 personas durante la
época del terror.

9 de Thermidor, la caída de Robespierre.


Masacres de septiembre.

Guerra de la Vendée.

El mismo día en el que se reunía la Convención (20 de septiembre de 1792), todas las
tropas francesas (formadas por tenderos, artesanos y campesinos de toda Francia)
derrotaron por primera vez a un ejército prusiano en Valmy, lo cual señalaba el inicio de las
llamadas Guerras Revolucionarias Francesas.
Sin embargo, la situación económica seguía empeorando, lo cual dio origen a revueltas de
las clases más pobres. Los llamados sans-culottes expresaban su descontento por el
hecho de que la Revolución francesa no solo no estaba satisfaciendo los intereses de las
clases bajas sino que incluso algunas medidas liberales causaban un enorme perjuicio a
estas (libertad de precios, libertad de contratación, Ley Le Chapelier, etc.). Al mismo
tiempo se comenzaron a gestar luchas antirrevolucionarias en diversas regiones de
Francia. En la Vandea, un levantamiento popular fue especialmente significativo:
campesinos y aldeanos se alzaron por el rey y las tradiciones católicas, provocando la
llamada Guerra de Vandea, reprimida tan cruentamente por las autoridades
revolucionarias parisinas que se ha llegado a calificar de genocidio. Por otra parte, la
guerra exterior amenazaba con destruir la Revolución y la República. Todo ello motivó la
trama de un golpe de estado por parte de los jacobinos, quienes buscaron el favor popular
en contra de los girondinos. La alianza de los jacobinos con los sans-culottes se convirtió
de hecho en el centro del gobierno.
Los jacobinos llevarían en su política algunas de las reivindicaciones de los sans-culottes y
las clases bajas, pero no todas sus reivindicaciones serían aceptadas, y jamás se
cuestionó la propiedad privada. Los jacobinos no pusieron nunca en duda el orden liberal,
pero sí llevaron a cabo una democratización del mismo, pese a la represión que desataron
contra los opositores políticos (tanto conservadores como radicales).
Charlotte Corday tras asesinar a Marat, obra de Paul Baudry.

Se redactó en 1793 una nueva Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, y
una nueva constitución de tipo democrático que reconocía el sufragio universal. El Comité
de Salvación Pública cayó bajo el mando de Maximilien Robespierre y los jacobinos
desataron lo que se denominó el Reinado del Terror (1793-1794). No menos de 10 000
personas fueron guillotinadasante acusaciones de actividades contrarrevolucionarias. La
menor sospecha de dichas actividades podía hacer recaer sobre una persona acusaciones
que eventualmente la llevarían a la guillotina. El cálculo total de víctimas varía, pero se
cree que pudieron ser hasta 40 000 los que fueron víctimas del Terror.
En 1794, Robespierre[cita requerida] procedió a ejecutar a ultrarradicales y a jacobinos
moderados.5 6 7 Su popularidad, sin embargo, comenzó a erosionarse. El 27 de julio de
1794, ocurrió otra revuelta popular[cita requerida] contra Robespierre, apoyada por los
moderados que veían peligroso el trayecto de la Revolución, cada vez más exaltada. El
pueblo, por otro lado, se rebela contra la condición burguesa de Robespierre que
revolucionario antes, ahora persigue a Verlet, Leclerc y Roux[cita requerida]. Los miembros de
la Convención lograron convencer al «Pantano», y derrocar y ejecutar a Robespierre junto
con otros líderes del Comité de Salvación Pública.

El Directorio (1795-1799)
Artículo principal: Directorio (Francia)

Napoleón liderando a sus tropas en la Batalla del puente de Arcole.

La Convención aprobó una nueva Constitución el 17 de agosto de 1795, ratificada el 26 de


septiembre en un plebiscito. La nueva Constitución, llamada Constitución del Año III,
confería el poder ejecutivo a un Directorio, formado por cinco miembros llamados
directores. El poder legislativo sería ejercido por una asamblea bicameral, compuesta por
el Consejo de Ancianos (250 miembros) y el Consejo de los Quinientos. Esta Constitución
suprimió el sufragio universal masculino y restableció el sufragio censitario.

Napoleón y la toma del poder

Napoleón Bonaparte, Primer Cónsul.

La nueva Constitución encontró la oposición de grupos monárquicos y jacobinos. Hubo


diferentes revueltas que fueron reprimidas por el ejército, todo lo cual motivó que el
general Napoleón Bonaparte, retornado de su campaña en Egipto, diera el 9 de
noviembre de 1799 un golpe de estado (18 de Brumario) instalando el Consulado.

El Consulado (1799-1804)
Artículo principal: Consulado (Francia)

La Constitución del Año VIII, redactada por Pierre Daunou y promulgada el 25 de


diciembre de 1799, estableció un régimen autoritario que concentraba el poder en manos
de Napoleón Bonaparte, para supuestamente salvar la república de una posible
restauración monárquica. Contrariamente a las Constituciones anteriores, no incluía
ninguna declaración sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos. El poder
ejecutivo recaía en tres cónsules: el primer cónsul, designado por la misma Constitución,
era Napoleón Bonaparte, y los otros dos solo tenían un poder consultivo. En 1802,
Napoleón impuso la aprobación de un senadoconsulto que lo convirtió en cónsul vitalicio,
con derecho a designar su sucesor.
El cargo de cónsules lo ostentaron Napoleón Bonaparte, Sieyès y Ducos temporalmente
hasta el 12 de diciembre de 1799. Posteriormente, Sieyés y Ducos fueron reemplazados
por Jean Jacques Régis de Cambacérès y Charles-François Lebrun, quienes siguieron en
el cargo hasta el 18 de mayo de 1804 (28 de floreal del año XII), cuando un
nuevo senadoconsulto proclamó el Primer Imperio y la extinción de la Primera República,
cerrando con esto el capítulo histórico de la Revolución francesa.

La bandera francesa y los símbolos de la Revolución


Escarapela tricolor.

Los tres colores azul, blanco y rojo eran ya frecuentes en diversos pabellones, uniformes y
banderas de Francia antes del siglo XVIII. El azul y el rojo eran los colores de la villa de
París desde el siglo XIV,8 y el blanco era en aquella época el color del reino de Francia, y
por extensión de la monarquía borbónica.
Cuando Luis XVI visitó a la recién creada Guardia Nacional en el Ayuntamiento de París
el 17 de julio de 1790, aparece por primera vez la escarapela tricolor, ofrecida al Rey por el
comandante de la Guardia, el marqués de La Fayette. Unía la escarapela de la Guardia
Nacional que llevaba los colores de la capital, con el color blanco del reino. No fue sin
embargo hasta el 20 de marzo de 1790 que la Asamblea Nacional mencionó en un decreto
los tres colores como "colores de la nación: azul, rojo y blanco".9 Pero la escarapela no era
aún un símbolo nacional, y el primer emblema nacional como tal fue la bandera diseñada
para la popa de los buques de guerra, adoptada por decreto de la Asamblea Nacional el 24
de octubre de 1790. Constaba de una pequeña bandera roja, blanca y azul en la esquina
superior izquierda de una bandera blanca. Esta bandera fue modificada posteriormente por
la Convención republicana el 15 de febrero de 1794, a petición de los marineros de la
marina nacional que exigieron que se redujera la predominancia del blanco que
simbolizaba todavía la monarquía.10 La bandera adoptó entonces su diseño definitivo, y se
cambió el orden de los colores para colocar el azul cerca del mástil y el rojo al viento por
motivos cromáticos, según los consejos del pintor Louis David.
Otro símbolo de la Revolución francesa es el gorro frigio (también llamado gorro de la
libertad), llevado en particular por los Sans-culottes. Aparece también en los Escudos
Nacionales de Francia, Haití, Cuba, El
Salvador, Nicaragua, Colombia, Bolivia, Paraguay y Argentina.
El himno «La Marsellesa», letra y música de Claude-Joseph Rouget de Lisle, capitán de
ingenieros de la guarnición de Estrasburgo, se popularizó a tal punto que el 14 de
julio de 1795 fue declarado himno nacional de Francia; originalmente se llamaba «Chant
de guerre pour l'armée du Rhin» («Canto de guerra para el ejército del Rin»), pero los
voluntarios del general François Mireur que salieron de Marsella entraron a París el 30 de
julio de 1792 cantando dicho himno como canción de marcha. Los parisinos los acogieron
con gran entusiasmo y bautizaron el cántico como «La Marsellesa».
El lema Liberté, égalité, fraternité («Libertad, igualdad, fraternidad»), que procede del lema
no oficial de la Revolución de 1789 Liberté, égalité ou la mort («Libertad, igualdad o la
muerte»), fue adoptado oficialmente después de la Revolución de 1848 por la Segunda
República Francesa.

La Declaración de los Derechos del Hombre y del


Ciudadano
Artículo principal: Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
Véase también: Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana

Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Uno de los acontecimientos con mayor alcance histórico de la revolución fue la declaración
de los derechos del hombre y del ciudadano. En su doble vertiente, moral (derechos
naturales inalienables) y política (condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos
naturales e individuales), condiciona la aparición de un nuevo modelo de Estado, el de los
ciudadanos, el Estado de Derecho, democrático y nacional. Aunque la primera vez que se
proclamaron solemnemente los derechos del hombre fue en los Estados Unidos
(Declaración de Derechos de Virginia en 1776 y Constitución de los Estados
Unidos en 1787), la revolución de los derechos humanos es un fenómeno puramente
europeo. Será la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano francesa de 1789
la que sirva de base e inspiración a todas las declaraciones tanto del siglo XIX como
del siglo XX.
El distinto alcance de ambas declaraciones es debido tanto a cuestiones de forma como
de fondo. La declaración francesa es indiferente a las circunstancias en que nace y añade
a los derechos naturales, los derechos del ciudadano. Pero sobre todo, es un texto
atemporal, único, separado del texto constitucional y, por tanto, con un carácter universal,
a lo que hay que añadir la brevedad, claridad y sencillez del lenguaje. De ahí su
trascendencia y éxito tanto en Francia como en Europa y el mundo occidental en su
conjunto.
La declaración sin embargo excluyó a las mujeres en su consideración de ciudadanas y se
olvidó de las mujeres en su proyecto igualitario. Dos años más tarde de la redacción de
la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano la activista política Olympe de
Gougesescribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (1793) que se
convierte en uno de los primeros documentos históricos que plantea la equiparación
jurídica y legal de las mujeres en relación a los varones.11

Las mujeres y la Revolución francesa


Artículo principal: Las mujeres en la Revolución francesa
Olympe de Gouges autora de la Declaración de los derechos de la Mujer y de la Ciudadana y
precursora del feminismo

Las mujeres ocupan la calle durante las semanas precedentes a la insurrección y tuvieron
un papel protagonista en el inicio de la Revolución. El 5 de octubre de 1789 fueron ellas
quienes iniciaron la marcha hacia Versalles a buscar al rey. Sin embargo cuando las
asociaciones revolucionarias dirigen el alzamiento las mujeres quedan excluidas del
pueblo deliberante, del pueblo armado -la guardia nacional- de los comités locales y de las
asociaciones políticas.
Al no poder participar en las asambleas políticas toman la palabra en las tribunas abiertas
al público y crean los clubes femeninos en los que leen y debaten las leyes y los
periódicos. Entre los más reconocidos estaba la Sociedad Patriótica y de Beneficencia de
las Amigas de la Verdad (1791-1792) fundada por Etta Palm en el que se reclamaba
educación para las niñas pobres, divorcio y derechos políticos.
Entre las revolucionarias más destacadas esta la dramaturga y activista política
considerada precursora del feminismo, Olympe de Gougesque escribió la Declaración de
los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (1793) reivindicando la equiparación de derechos
entre hombres y mujeres. Olympe se enfrentó a Robespierre y publicó la carta Pronostic
de Monsieur Robespierre pour un animale amphibie12 que la llevó a ser acusada de
intrigas sediciosas. Fue juzgada, condenada a muerte y guillotinada.13
El 30 de septiembre de 1793 se prohibieron los clubes femeninos. En 1794 se insistió en la
prohibición de la presencia femenina en cualquier actividad política y en mayo de 1795, la
Convención prohibió a las mujeres asistir a las asambleas política ordenando que se
retiraran a sus domicilios bajo orden de arresto si no cumplían lo prescrito.14 Finalmente
el Código Napoleónico aprobado en 1804 consagró la derrota femenina en la lucha por
la igualdad, libertad y fraternidad que la revolución significó para los varones.15

Revolución francesa (1789-1799)


Revolución Francesa. Movimiento político, social, económico y militar. Surgió
en Francia en 1789, como reacción contra las injusticias y las desigualdades.
Originó el establecimiento del gobierno republicano, democrático y constitucional.
Difundió por el mundo los ideales de libertad, igualdad, fraternidad, y soberanía
popular. Sus consecuencias inmediatas fueron: El derrocamiento de Luis XVI; la
abolición de la monarquía en Francia y la proclamación de la I República Francesa.
Causas
Políticas
Los abusos y atropellos de la monarquía, en la que el rey no daba cuenta de sus
actos a nadie, pues el poder de este era:

 Ilimitado, sin sujeción a control alguno.


 Falta de libertad individual.
 Falta de libertad de conciencia; el predominio de la censura.
 Falta de la igualdad ante la ley.

Sociales
La sociedad existente no contaba con la misma igualdad y privilegios. Francia se
encontraba dividida en tres Estadosque tenían grandes contradicciones y
diferencias entre sí.

 Primer Estado,el Clero: Dividido internamente en el alto clero, dueño de


grandes riquezas y privilegios que estaba exonerado del pago de impuestos, y
poseía enormes extensiones de tierras que lo convertían en el más grande
terrateniente de Francia. El bajo clero por su parte, de modesta condición,
ejercía su misión en provincias; y estaba mucho más ligado con el pueblo. Una
parte importante del bajo clero apoyaba el proceso revolucionario francés.
 Segundo Estado,la Nobleza: dividida en gran nobleza, poseedora de enormes
riquezas y la pequeña noblezaque residía en provincias y no era de vastos
recursos.
 Tercer Estado o Estado llano: El resto de la población, la cual carecía de
privilegios y de sus principales derechos. De él, solamente la burguesía,
integrada por industriales, comerciantes y profesionales, disfrutaba de una
buena situación económica. Sobre el Estado Llano descansaba el fisco y los
ingresos del Estado francés.

El Estado Llano soportaba el pago del mayor número de impuestos al Estado. De


la población de Francia (23 millones), solamente 300 000 pertenecían a las clases
privilegiadas (clero y nobleza).

Económicas
 La riqueza del país se encontraba monopolizaba por los dos primeros Estados.
El pago de impuestos a cargo solamente del Tercer Estado y la decadencia del
comercio y la industrias unido a las trabas aduaneras y al comercio, arruinaban
al Estado francés y creaban una situación de miseria que se generalizaba. A
ésto se le unía el derroche existente por parte del Rey y la corte, que llevaron a
la bancarrota a Francia obligando así al rey a convocar a los Estados
Generales.

El inicio de la Revolución
El Juramento del Juego de Pelota.

Más de un siglo antes de que Luis XVI ascendiera al trono en 1774, el Estado
francés había sufrido periódicas crisis económicas motivadas por las largas
guerras emprendidas durante el reinado de Luis XV, la mala administración de los
asuntos nacionales en este reinado y el aumento de la deuda generado por los
préstamos a las colonias británicas de Norteamérica durante la Guerra de la
Independencia de las Trece Colonias (1775-1783). Pero la situación económica
existente en 1789 superó las precedentes por suma y acumulación, y colocó a la
monarquía francesa en una situación desesperada y al Estado francés en franca
bancarrota. El Rey ante esta situación, para sanear las finanzas necesitaba
aumentar los impuestos existentes y fijar nuevos, pero tanto el clero como la
nobleza, amparados en sus privilegios se negaban a contribuir con los gastos del
Estado.

Para solucionar los problemas económicos, Luis XVI convocó a los Estados
Generales del Reino a una asamblea consultiva. Esta convocatoria fue exigida por
los "privilegiados" (clero y nobleza) quienes se negaban a pagar los tributos
indispensables para conjurar la crisis económica.

Los burgueses se aprovecharon de estas circunstancias y, ante la amenaza de la


nobleza armada que pretendió mantener sus privilegios, movilizaron a toda la
nación. El 14 de julio de 1789, el pueblo tomó; las calles de París, apoderándose
de la vieja fortaleza - prisión de La Bastilla, la cual constituía un símbolo del
Absolutismo francés.

En esta jornada, una muchedumbre de artesanos, obreros, tenderos, estudiantes y


funcionarios se impusieron a las tropas reales. Durante el transcurso de los diez
años siguientes a estos acontecimientos, los ideales revolucionarios demostraron
su fuerza. Se obtuvo la libertad política, dictandose una Constitución que dividía
los poderes del Estado garantizandese: la libertad individual, la igualdad de todos
los ciudadanos ante la ley y la expresión de la soberanía popular mediante el
sufragio.

A fin de defender sus conquistas ante la reacción de la nobleza que se alió con los
monarcas extranjeros, los burgueses revolucionarios exaltaron el principio de la
nacionalidad identificando a la Nación con el Estado.

Etapas de la Revolución Francesa


1. Etapa Monárquica: De Junio de 1789 a Septiembre de 1792, año en que
queda abolida la Monarquía.
2. Etapa Republicana: De septiembre de 1792 al 19 de noviembre de 1799, en
que Napoleón Bonaparte da el Golpe de Estado del 18 de Brumario.
Etapa monárquica

Luis XVI, el monarca derrocado.

Prevalecían los Estados Generales , especie de Asamblea (Parlamento) que


estaban integrado por 1 200 diputados (300 por el clero, 300 por la nobleza y 600
por el tercer Estado o Estado Llano).

El Tercer Estado quiso aprovechar dicha Asamblea para presentar peticiones que
favorecieran al pueblo,no siendo estas del gusto del rey y la nobleza, oponiéndose
a toda reforma. Negándole el derecho del voto por cabeza, que les era favorable,
por cuanto eran mayoría, pues querían que subsistiera el voto por orden (que
favorecía a las clases privilegiadas: clero y nobleza).

El Tercer Estado desobedeció la orden que había dictado Luis XVI y se reunió
separadamente, constituyendo así la Asamblea Nacional (17 de junio de 1789),
actitud que marcó el estallido de la revolución. Como el rey mandó a clausurar la
sala de sesiones, la Asamblea ocupó la sala del juego de la pelota y sesionó allí.
Los diputados juraron no separarse hasta haber dado una constitución a Francia,
decretando, además, la inviolabilidad de los representantes.

Luis XVI , tuvo que ceder ante los acontecimientos, invitando a que sesionaran
juntos los tres estados.

Fué así que surgió la Asamblea Constituyente, de esta modo el rey dejó de tener
autoridad , y así la monarquía absoluta llegaba a su fin. La Constitución
de 1791 de tendencia monárquica, sancionó la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano como, igualmente, la existencia de tres poderes:
Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

Se promulgó la constitución civil del clero, por la que los bienes de la Iglesia
pasaban a poder del Estado, y el nombramiento de las autoridades eclesiásticas
se haría en adelante por elección del pueblo; provocando así la ruptura con
la Iglesia de Roma. El rey traicionando a la Revolución pretendió huir al extranjero
para unirse a los ejércitos europeos coaligados contra Francia, pero fue detenido
cerca de la frontera y encerrado en el Palacio de Las Tullerías.

La Asamblea Legislativa (1791 - 1792)


La Asamblea se mostró hostil a la monarquía y tomó bajo su control la guerra
revolucionaria contra los ejércitos extranjeros. Declaró la guerra a Austria y luego
de algunas acciones favorables a los austriacos y los prusianos, los ejércitos
revolucionarios, al mando de Dumouriez, obtuvieron grandes victorias
en Valmy y Jemapes en (1792).

El rey desde su prisión en Las Tullerías conspiraba secretamente contra Francia


revolucionaria. El 10 de agosto de 1792, la Asamblea decretó la suspensión de
Luis XVI, quedando privado de su autoridad.

La prisión del rey y la guerra contra la reacción interna y externa fueron


decantando las posiciones políticas de la burguesía francesa dentro de la
Asamblea. Así quedaron conformadas tres facciones bien delimitadas,
los Fuldenses, partidarios de un arreglo con el rey y sus partidarios, la Montaña,
o Jacobinos, que planteaban la ruptura total y la instauración del "terror
revolucionario" y los girondinos, más moderados que estos últimos, quienes se
harían finalmenete con el control político de la Asamblea.

Etapa Republicana
La Convención
Al disolverse la Asamblea Constituyente (1792-1795), luego de la victoria de
Valmy, se formó otra asamblea denominada la Convención Nacional. Los
principales actos de dicha convención fueron:

1. Decretó la abolición de la Monarquía y proclamó la República.


2. Sancionó el sufragio universal (derecho de voto para todo ciudadano).
3. Procesó y ordenó a muerte a Luis XVI. Ejecución que realizó el 21 de enero de
1793.

Obra Cultural de la Convención


1. Estableció la enseñanza primaria, obligatoria y gratuita.
2. Fundó la Escuela Normal (maestros), la Escuela Politécnica (ingeniero), la Salud
(médicos), la de artes y oficios, la Biblioteca Nacional y el Museo de Louvre.
3. Implantó el sistema Métrico Decimal.

El Directorio (1795-1799)
Antes de clausurar sus seciones, la Convención Nacional promulgó la Constitución
del año III, en 1795, que establecía el Directorio, gobierno republicano moderado,
que tuvo la siguiente organización:

1. El poder Ejecutivo. A cargo del directorio, integrado por 5 miembros o


directores.
2. El poder Legislativo. Formado por dos consejos: el de los Quinientos
(diputados) y el de los Ancianos (senadores).

Representación de la mujer
En el curso de los grandes días en los que se decidió la suerte de la revolución, las
mujeres jugaron un papel decisivo. La situación económica y financiera general,
en 1788 y 1789 era cada vez peor. Las malas cosechas de 1787 y 1788
aumentaron el precio del pan, que en algunos lugares se duplicó, mientras el paro
crecía en las ciudades. Los pobres se morían de hambre y las quejas se
multiplicaban.

Los objetivos de los grupos feministas burgueses buscaban ampliar los privilegios
de las mujeres de las clases dominante, mientras que los grupos de la otra ala del
movimiento pedían la emancipación plena de la mujer. Las mujeres del Tercer
Estado se encontraron presentes en distintas acciones durante la Revolución
francesa, confiando en que la revolución triunfante las protegería de las penurias
del hambre.

Las mujeres de los pueblos del Delfinado y la Bretaña fueron las primeras en
desafiar a la monarquía. Seguidas por las ciudadanas de Angolouse y Chevan
Seaux. Las mujeres de Angers redactaron un manifiesto revolucionario contra las
arbitrariedades de la casa real. Las féminas estuvieron hasta el final en la lucha
revolucionaria, animando incluso a los hombres más vacilantes, lo que trajo
consigo, un temple de ánimo de gran decisión en aquellas que fueron llamadas por
la burguesía contrarrevolucionaria como “calceteras”, que no eran otras sino, las
hambrientas, las artesanas, las esposas de los campesinos, trabajadoras a
domicilio que odiaban la aristocracia y el antiguo régimen.

Al iniciarse los mítines se comenzaron a destacar las voces de mujeres


como Théroigne de Méricourt y de Mirabeau esta última partidaria del Tercer
Estado, las que jugaron un papel importante en la revolución. En la toma de la
Bastilla las mujeres fueron una parte fundamental, tanto por su número como por
su valor: mujeres artesanas, dedicadas a diferentes oficios, igual que mujeres
pertenecientes a la aristocracia liberal fueron decididas simpatizantes de la
Revolución. La acción sirvió para que el rey no disolviese a los diputados de la
Asamblea que acababan de juramentarse en la sala del juego de la pelota el 20 de
junio de 1789.

Marcha de las mujeres sobre Versalles

Asimismo, las mujeres, lideradas por Louison Chabry y Renée Audon, fueron
protagonistas en la marcha de mujeres, las obreras de los arrabales de Saint-
Antoine y la mayoría vendedoras del mercado parisiense del barrio Les Halles, que
se dirigieron a Versalles el 5 de octubre en número de miles,[1] reclamando pan,
haciendo una protesta además por el hambre y los altos precios, - esta
manifestación se inicia motivada por la noticia del banquete que los guardias de
corps habían ofrecido el 1 de octubre de 1789 a los regimientos de Flandes,
mientras los parisenses seguían castigados por el hambre. Los periodistas en Le
Fouet national habían publicado un artículo que decía:
Desde el lunes, los buenos parisinos tienen las mayores dificultades para proporcionarse
pan. Sólo el señor Révèrbere puede procurárselo, y desdeñan recurrir a este buen
patriota[2]
Además de los factores políticos, la crisis económica que traía consigo la escacés
de alimento, jugó un papel importante en la manifestación popular -; en horarios de
la tarde las mujeres enviaron representantes a la asamblea y al Rey quienes le
prometieron trigo y pan[3]

El 6 de octubre los manifestantes entran al castillo para forzar al rey a trasladarse


a París, con lo que contribuyeron a poner el poder ejecutivo del monarca bajo el
control del pueblo parisense. El traslado se inició al rededor de la una,
acompañados de cañones, seguidos de los carros de trigo y harina y escoltados
por las mujeres; a las diez de la noche ya hacían su entrada en las
Tullerías.[3] Durante la revolución, las mujeres de los suburbios de París sólo
estaban representadas por los clubes de mujeres, creados por pioneras dirigentes
de la lucha de los derechos de la mujer. Las mujeres de los arrabales lucharon con
mucho entusiasmo junto al proletariado por la abolición de los gremios y por otras
exigencias puramente proletarias.

El comité de salud pública decidió, a finales de 1793, cerrar todos los círculos
femeninos. Pero la renacida consciencia política y la necesidad material empujaron
de nuevo a las mujeres a la lucha abierta. Muchas de ellas tomaron parte en la
insurrección de mayo de 1795, con la cual las masas hambrientas de los suburbios
parisinos intentaron por última vez poner freno a la reacción dominante iniciada
desde el Termidor. Después de esto, la Convención dictó una orden que obligaba
a las mujeres a permanecer en sus respectivas casas.[4]

You might also like